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TIC EN EL APOYO A LA ENSEÑANZA DE LA INVESTIGACIÓN Y LAS ASESORÍAS
DE TESIS GENARO Aguirre Aguilar1 ROCÍO Ruiz Méndez2
Tipo de artículo: de reflexión3 Resumen La compleja labor de acompañar a un estudiante en la realización de su trabajo recepcional, es un asunto que debe hacer reflexionar a todos aquellos que desempeñamos esta función. Especialmente a la luz de las competencias teórico-‐metodológicos que esto nos demanda, como igual de los saberes pedagógicos y didácticos que podemos desarrollar para favorecer este tipo de acompañamiento. Hoy que las tecnologías han diversificar el trabajo educativo, bien vale la pena recuperar la experiencia que se ha tenido como asesor y asesorado de una tesis en dónde lo presencial dio paso a lo virtual a lo largo de la realización de una tesis doctoral. Aquí se recupera una discusión teórica en torno a la enseñanza de la investigación en el contexto de una experiencia de asesoría teórico-‐metodológica.
1 Doctor en Sociedades multiculturales y estudios interculturales por la Universidad de Granada. Profesor de tiempo completo adscrito a la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana. Miembro del Cuerpo Académico Entornos Innovadores de Aprendizaje. Correo electrónico: geaguirre@uv.mx. 2 Es doctorante en Sistemas y Ambientes Educativos de la Universidad Veracruzana. Estudió la licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Autónoma Metropolitana y la maestría en Ciencias de la Educación en la Universidad del Valle de México (UVM). Es docente de asignatura en la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad del Valle de México y Coordinadora Académica en la Maestría en Comunicación y Tecnologías Educativas del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE). Correo electrónico: rocioruizmendez@gmail.com. 3 El artículo es producto de una experiencia que tienen los autores en el marco del trabajo de asesoría para la realización de una tesis doctoral intitulada: Narrativas sobre la construcción social del quehacer docente en educación a distancia, Universidad Veracruzana, 2014.
Para citar este documento: “Tic, enseñanza de la investigación y asesoría de tesis.” En Revista Ventana Informática No.32, enero-‐junio 2015. Facultad de Ciencias e Ingeniería. Universidad de Manizales. ISSN 0123-‐9678 [pp. 11-‐27].
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Abstract The complex task of helping a student in conducting its receptional work, is a matter that should give pause to those we perform this function. Especially in light of the theoretical and methodological skills that we demand this, as well knowledge of teaching and learning that we can develop to encourage this type of accompaniment. Today technologies have diversified educational work, well worth recovering the experience that has been advised as an advisor and a thesis where the face gave way to virtual over the completion of a doctoral thesis. Palabras clave: Asesoría de tesis, Competencias docentes, Enseñanza de la investigación, TIC Keyword Teaching research, pedagogical skills, counseling theory and ICT Introducción Uno de los trabajos más arduos y complicados de la labor docente, es sin duda alguna la gestión académica, específicamente cuando se trata de acompañar el proceso de planeación y elaboración de un trabajo recepcional a nivel de posgrado. Se plantea esto por la cantidad de variables que hacen de esta labor un tarea que requiere de competencias de gestión para mediar en el proceso de elaboración de una investigación para la obtención de un grado; pero igual se puede considerar lo pedagógico, por la forma en que el profesor echa mano de sus habilidades para conducir y hacer comprender al estudiante la forma de enfrentar las aristas que en el camino encontrará. Todo esto tiene relación con una cierta metodología, para lo cual el propio profesor puede recuperar su experiencia en el quehacer investigativo, para con ello abonar en el camino de un estudiante que –quizá-‐ por primera vez se enfrenta a esta tarea. Por si esto fuera poco, históricamente este labor ha sido presencial, no obstante por la propia naturaleza de las ofertas educativas con que hoy se cuentan, la presencialidad no siempre es la única posibilidad, por lo tanto las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), han pasado a ser recursos para favorecer un trabajo que, aún siendo virtual, puede ser más sistemático que el propio trabajo presencial; por supuesto siempre que ambos sujetos involucrados, el profesor y el estudiante, tengan desarrolladas ciertas competencias digitales como para administrar plataformas o entender la naturaleza y posibilidades de una video asesoría síncona o asíncrona; sin dejar de mencionar los saberes disciplinarios, teóricos y metodológicos que como parte de su experiencia tienen ambos, aun cuando corresponda a los profesores el desarrollo mejor de esas cualidades.
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El objetivo de este artículo, es compartir las experiencias que al respecto se han tenido con estudiantes de diversos programas educativos, en donde, desde una mirada crítica y reflexiva, se puedan realizar algunos apuntes que favorezcan un diálogo académico, tomando como referencia, el trabajo de asesoría o tutoría metodológica en el contexto del quehacer docente; esto es, un tipo de acompañamiento que media aprendizajes, por ende, es necesario generar las condiciones de trabajo colaborativo propio de un proceso de enseñanza-‐aprendizaje; para lo cual, como parte de los recursos de mediacion, las competencias disciplinarias así como los dominios y habilidades en el uso de las tecnologías que tenga el docente, serán importantes. En torno a la enseñanza de la investigación Para enseñanzar a investigar -‐dicen los clásicos-‐ es necesario haber vivido procesos investigativos, tener ciertos conocimientos disciplinares, dominios metodológicos, saberes pedagógicos propios de quien en lo cotidiano investiga pero igual se desarrolla como docente. Como quiera que sea, no se puede dejar de mencionar que existen ciertas prácticas docentes producto -‐no necesariamente-‐ de un saber construido en la brega diaria de investigar, sino mas bien teórico por la reproducción que algunos colegas hacen de lo que se dice en los manuales de metodología. El resultado: equivocadas practicas docentes y endebles formas de promover la enseñanza de la investigación, lo que termina por generar erróneas concepciones o representaciones del quehacer científico como del propio proceso investigativo.
Si bien es cierto el cúmulo de estos saberes supone una suerte de matriz para pensar la investigación científica, un docente siempre requiere de ciertas habilidades pedagógicas para poder enseñar así como recursos didácticos para favorecer la mediación en los aprendizajes. Con otras palabras se diría que desde aquí, los profesores universitarios, definen sus configuraciones en torno a lo que se debe enseñanzar y la forma en que deben abordarse los contenidos de las asignaturas relacionadas con la teoría y la metodología de la investigación científica, por ello cada docente ha venido definiendo una cierta forma de pensar la enseñanza de la investigación; por lo tanto sus conceptos como representaciones articulan una configuración didáctica, entendiéndola como «la manera particular que despliega el docente para favorecer los procesos de construcción de conocimiento.» (Litwin, 2008, p. 98) Así las cosas, un profesor que dirige, asesora o es tutor de una tesis, debe tener presente estos aspectos para dimensionar el lugar que en el proceso de acompañamiento
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puede tener el diseño de estrategias para mediar el aprendizaje del joven interesado en realizar su tesis. Por eso hay autores que hablan de la necesidad de apelar a una didáctica de la investigación, en la cuál se defina una forma de enseñar en donde la práctica sea el referente desde el cual se analice (Sánchez Puentes, 2010), se reflexione y se decida la planeación y desarrollo de proyectos de investigación. Nos referimos a que tanto el profesor como el estudiante inmersos en procesos de enseñanza y aprendizaje relacionados con la investigación, alimenten la posibilidad de recrear un espacio común en donde los saberes empíricos como los disciplinarios y metodológicos, sean una suerte de lugar desde el cuál construir conocimientos relacionados con la investigación científica. En este contexto, el investigador que asesora proyectos de investigación en la modalidad de tesis, deberá contribuir al aprendizaje desde su experiencia práctica en el campo de la indagación académica o científica, conjugando lo teórico como lo experiencial, no solo reproduciendo lo que ha leído sino lo que ha reflexionado y sistematizado en su tarea diaria de interrogar a la realidad, de comprenderla, de explicarla, pero también desde su quehacer docente para promover espacios de aprendizaje que hagan inteligible los procesos investigativos.
Se dice esto porque es sabido que en la literatura especializada se abordan dimensiones sustanciales del proceso de indagación científica, pero no siempre se realizan apuntes o se sugieren pistas para enfrentar los dilemas que supone un trabajo de campo. Eso no lo sabe quien es profesor de metodología sólo porque se ha formado en un área disciplinaria y ha leído algo sobre ella, hace falta el conocimiento empírico adquirido en el trabajo de campo, en la horas de reflexión frente a los enfoques teóricos que explican ángulos y matices de objetos de investigación, en la confrontación de ideas frente a la pantalla de la computadora para tratar datos empíricos durante la escritura de un informe, un artículo de investigación u otro tipo de obra, para más tarde en el aula compartir los procedimientos o hallazgos. He aquí las diferencias.
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Al respecto, Ricardo Sánchez Puentes en su libro Enseñar a investigar. Una didáctica nueva en la investigación en ciencias sociales y humanas (2010), sostiene el apremio que hoy día representa que un profesor de metodolgía de la investigación científica, imagine y acuda a los «más diversos recursos y procedimientos prácticos de su experiencia para ir gradual y progresivamente pasando de la enseñanza verbalista y conceptual a otra más concreta y efectiva del quehacer científico.» (p. 24) Esto porque a los jóvenes estudiantes más que hablarles de ciencia se les debe promover el aprendizaje del quehacer científico. Algo que por supuesto no es sencillo, si se consideran las condiciones en que suele enseñarse la ciencia en un país como México, especialmente a nivel medio superior como en algunas universidades; pues por un lado la poca experiencia que puede tener quien imparte cátedra sobre la metodología científica y por la otra, las ausencia en el desarrollo de habilidades pedagógicas, terminan por reproducir una imagen de la investigación poco alentadora entre los jóvenes estudiantes. De allí que el autor de referencia, abogue por un trabajo tutorial que reuna saberes tales como: «el práctico, el teórico y el pedagógico.» (Sánchez Puentes, 2010, p. 29) Y hacia allá es a dónde los autores de este artículo pretendemos llevar el análisis y la reflexión sobre el tipo de enseñanza de la investigación
Figura 1. Las tecnologías han favorecido la apertura de espacios donde un académico o investigador puede reflexionar desde su
experiencia en torno a tópico de interés para quien hace una tesis. Tal es el caso de los blog personales.
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que debe prevalecer en el acompañamiento que un asesor de tesis; pero además, reconociendo la pertinencia de un proceso mediado o facilitado por las TIC De estrategias para la asesoría en la investigación Por ejemplo, en el proceso de revisión de la literatura, es importante que el asesor de tesis reconozca las condiciones en las que hoy se elabora un trabajo recepcional, pues si bien es cierto en la literatura sobre metodología se habla de las dimensiones teóricas que deben procurarse en un proyecto como de la propia investigación, lo cierto es que en la vida práctica, cosas deben ponderarse, y en este sentido el asesor debe orientar en cuanto a las formas en que el estudiante debe construir su aparato crítico, la forma en que es posible apropiarse de ese lenguaje disciplinario propio en la construcción de un espacio conceptual desde el cuál analizará sus objeto de estudio. Aunque lo podamos contemplar, es importante evitar los lugares comunes desde el cuál pensamos “el deber hacer” de quien investiga, especilamente que el estudiante ya posee dominios teóricos al respecto, lo cierto es que no necesariamente, pues si bien en el aula se pudieron abordar como parte de los contenidos de alguna asignatura relacionada con teorias, enfoques, paradigmas, autores, lo más problable es que no hubo tiempo para su discusión y análisis cómo la que demanda una investigación, para poder dimensionarlas, decidir y apropiarse de ellas de cara a la construcción, comprensión o explicación de un problema de investigación o fenómeno de estudio propio de un trabajo de tesis; por lo que se le demanda al asesor, manejar ciertas habilidades didácticas que, combinadas con lo metodológico y teórico, sin duda pueden abonar a la comprensión de la tarea por hacer del joven estudiante. Es cierto que no se debe olvidar el conjunto de conocimientos y habilidades que siempre tienen los jóvenes universitarios cuando inician un proyecto de tesis, sea en licenciatura o posgrado, lo cierto es que en estas habilidades, recursos y conocimientos recogidos o construidos a lo largo de su formación académica y personal, siempre habrá necesidades que cubrir, por lo tanto la generación de nuevos aprendizaje es una constante en un proyecto de investigación que suele ser una espiral permanente. (Blaxter, Hughe & Tight, 2010) Así visto, en el proceso de construcción de un marco teórico, es posible reconocer, siguiendo a Ricardo Sánchez Puentes, que es allí donde ocurre el acto dialógico del proceso de enseñanza-‐aprendizaje en la aseaoría para un trabajo de tesis, al configurarse una suerte de «matriz de inteligiblidad» (2010, p. 31) que, pedagógicamente, requiere el replanteamiento de la doxa académica o científica frente al acto de asesorar a un estudiante, si se apela al quehacer didáctico en este tipo de trabajo; por lo que es necesario
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«entender la didáctica de la investigación al mismo tiempo como constelación conceptual sobre el queahacer científico y como conjunto de normas para la generación de conocimientos». (2010, pp. 33-‐34) Y aquí, acompañar a un estudiante que requiere de apoyo para la realización de su tesis, obliga a echar mano de los saberes propios del investigador: disciplinarios, teóricos, metodológicos, pero también didácticos, y aquí no necesariamente todos los docentes estamos habilitados en y para ello. Dicho esto, bien vale la pena plantearse algunas preguntas: ¿Qué tipo de gestión docente favorecería el mejor proceso de elaboración de una tesis?, ¿cuáles son los saberes y habilidades que debe tener un asesor para potenciar las inteligencias de un asesorado?, ¿Es posible definir un tipo de mediación docente que favorezca un espacio de entendimiento teórico, metodológico y técnico para incrementar la calidad de los trabajos de tesis?, ¿qué tipo de recursos provee la tecnología para el desarrollo eficaz de una asesoría de tesis?, ¿Qué competencias digitales debe desarrolar un docente para enriquecer su acompañamiento como asesor de tesis? Esperemos que a continuacion podamos explorar en algunas posibles respuestas, a partir de la experiencia que los autores han tenido en este tipo de trabajo de acompañamiento tutorial o de asesoria teórico-‐metodológica para la realización de una tesis de posgrado. Competencias digitales para la gestión académica En el ámbito de la llamada sociedad del conocimiento así como en el proceso de reformas y transformaciones que se observan en lo educativo, el uso de las tecnologías para la generación de ambientes de aprendizaje es uno de los detonadores que han promovido el cambio de paradigma en los modelos educativos, situación que ha traído una suerte de deslocalización de los lugares desde los cuáles históricamente se había pensado y narrado el hecho educativo. Es así que emergente nuevos protagonismos donde la condición de sujeto educativo del ser docente y dicente han cambiado, no sólo en el uso nominal de términos como “docente” o “alumno”; al pasar a ser facilitador o acompañante y estudiantes autogestores de su aprendizaje, respectivamente, sino también por la forma en que se promueve el uso de las tecnologías de últma digitales para la creación de sistemas y ambientes de aprendizaje. Hoy se habla de la necesidad de incorporar a los procesos educativos los recursos tecnológicos en todas sus posibilidades, lo que no deja de ser un deseo con mucho de ideal si se observa la forma en que los profesores como los jóvenes estudiantes, hacen uso de tales plataformas o dispositivos, donde si bien se observa la presencia de competencias digitales básicas, hace falta optimizarlas para resignificar esas maneras de uso que caracteriza a la tecnolcultura de quienes son nativos digitales, como de aquellos que vamos
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llegando en tanto migrantes. De cara al uso de las tecnologías de la información y comunicación con fines investigativos, sin duda representan una excelente oportunidad para generar, producir y difundir contenidos, lo que le viene excelente a la producción de información, a la socializacion de los conocimientos, incluída la divulgación que desde los campos de la ciencia se produce, donde es posible reconocer un diálogo entre las comunidades de referencia a las que pertenecen los investigadores, pero igual representan medios para diversificar las formas en que los conocimientos pueden llegar a distintos públicos. En el terreno docente, igual se cuenta con recursos, dispositivos y materiales que pueden llegar a contribuir en los procesos de enseñanza, siempre que el profesor sepa dónde, cómo y para qué emplear la cantidad de objetos de aprendizaje que existen en Internet.
Dicho esto, habrá que asumir entonces que en la labor de asesorías que brinda un profesor investigador, debe haber cabida al uso y apropiación de las TIC para crear ambientes de aprendizaje que complementen la presencialidad del trabajo de consulta, orientacón, apoyo y retroalimentación de una asesoría de tesis. En este sentido, tanto el estudiante asesorado como el profesor que media en el proceso investigativo, debe tener ciertos conocimientos pedagógicos, didácticos pero ahora también habilidades digitales para favorecer la eficiencia en el proceso de elaboración de una tesis, sin dejar de mencionar la producción de recursos audiovisuales que puedan enriquecer ese proceso de mediación que es la asesoría de un trabajo recepcional.
En esta perspectiva es oportuno conocer que existen distintas plataformas o recursos que pueden contribuir a ello, por lo tanto es importante que un profesor sepa de la interactividad, de la accesibilidad y la usabilidad de los recursos digitales con los que podemos contar. De tal suerte que si bien en el contexto del desarrollo tecnológico el correo electrónico llegó a ser una opción para la entrega de trabajos académicos y los propios comunicados, la verdad es que hoy las posibilidades para dar fortalezas y eficacia al trabajo de asesoría, direccion o tutoría son mejores.
En una investigación que recién se hiciera entre las facultades de Pedagogía y Comunicación de la Universidad Veracruzana (Aguirre Aguilar & Martínez Córdoba, 2013), los estudiantes han reconocido que la tecnología contribuye a generar espacios de trabajo académico, por lo tanto reconocen que las TIC puede ser recursos o dispositivos para desbordar las actividades que desde siempre se han centrado en el aula. En el contexto de este artículo, quienes escriben consideran oportuno compartir algunos datos que pueden resultar significativos en el contexto de nuestras reflexiones, en las que hemos hablado de ciertos saberes disciplinarios y pedagógicos que debe poseer el docente que asesora un
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trabajo recepcional, pero también “Competencias digitales”, mismas que desde la mirada de los estudiantes que participaron como sujetos de la investigación antes mencionada, señalan que están relacionadas con “La habilidad para manejar TIC” (36%), “La habilidad para navegar en Internet” (26%), mientras que un 22% la relaciona con el conocimiento que se tiene para planear, diseñar y crear ambientes de aprendizaje. Otros datos significativos que abonan a lo que se puede hacer y esperar en el trabajo de asesoría que se abre al uso de las TIC, se relaciona con la idea de “Comunidad de aprendizaje”, es decir este sentido de pertenecer y colaborar responsablemente, en dónde los estudiantes proponen el desarrollo de distintas actividades que favorezcan el aprendizaje compartido: un 24% hizo referencia a “Entrega de tareas en una comunidad virtual”, un 22% habló de “Asesoría virtual”, para que en tercer lugar quedarán dos propuestas: con 15% “Avisos a través de mensajería instantánea” y “Actividades complementarias en línea”. Es decir, por lo menos desde las concepciones de quienes participaron en la investigación sobre Cultura digital entre universitarios: usos y apropiaciones de las TIC, existe la disposición y la actitud para hacerse de las TIC en procesos formales de aprendizaje.
De allí que reconozcan la oportunidad que supondría diseñar estrategias y actividades que sean mediadas por la tecnología para el trabajo de asesoría de tesis o tutorías de investigación. Para ello la condición de nativo digital como de migrantes de los profesores, colocan a las tecnologías como una opción en el diseño ambientes de aprendizaje (En el caso de la Universidad Veracruzana, el mejor ejemplo es la plataforma EMINUS que, para cuando escribimos este texto, ya se encuentra en su versión 3.0). Con esto tenemos entonces que hay un menú de posibilidades y condiciones para crear ambientes de trabajo de cara a un proceso de asesoría; sin dejar de mencionar la comunicación a distancia que se puede tener gracias a las videocharlas que que se pueden desarrollar a través de redes sociales como Facebook, Skype o el Hangout de la plataforma Google. Sin dejar de mencionar las herramientas y aplicaciones que han ido proveyendo a sus usuarios para comunicarse con mayor eficacia. Aquí la pregunta es: a partir del tipo de proceso que demanda la asesoría de tesis, ¿cuál es el recurso que debo seleccionar?, ¿Es posible establecer un protocolo para el uso de los distintos recursos que proveen las TIC durante el proceso de gestión docente para un trabajo recepcional?
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Ambientes virtuales de aprendizaje y trabajo colaborativo Si como se ha aplanteado, las tecnologías digitales han venido a transformar el paradigma de la educacion y por ende las prácticas docentes, es necesario que en este proceso de reinvención de lo educativo, esta transformación también pase por la forma en que se enseñaza la investigación en el aula como también el trabajo de asesoría que realizamos los docentes durante la realización de una tesis. En esta perspectiva, hoy existen plataformas o recursos tecnológicos que pueden precisamente redimensonar el trabajo de asesoría si reconocemos que es un proceso de gestión y mediación en la que participan dos tipos de sujetos cognoscentes: el profesor y el estudiantes, el asesor y el asesorado, por ende la posibilidad de entender que se está ante un trabajo colaborativo, por lo tanto es factible que el docente, si bien es cierto durante su trabajo de asesoría atiende requerimientos muy particulares por la naturaleza de cada objeto de estudio, lo cierto es que puede construir un espacio virtual desde el cual compartir recursos que considera son oportunos para este tipo de acompañamientos, pero también tener en cuenta que al trabajo presencial se pueden sumar las sesiones virtuales sea de manera individual o bien colectivas, a propóstivo de sugerencias o apuntes compartidos entre los estudiantes a quienes estamos asesorando. De lo que se trata es de reconocer que en un trabajo de investigación en la modalidad de
Figura 2. EMINUS es la plataforma institucional para la generación del aprendizaje distribuido en la Universidad Veracruzana.
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tesis, hay necesidad de adminsitrar esfuerzos, inteligencias, saberes como oficios entre quienes participan de este proceso.
Así, a través de plataformas como Google, Dropbox, Onedrive (entre las más conocidas) puede crearse un repositorio académico en donde materiales didácticos, lecturas teóricas y metodológicas pueden estar anidadas para compartirse con los asesorados, sin dejar de mencionar la oportunidad que representa para que los estudiantes se apropien de una tecnología que puede apoyarlos en la autogestión de información además de la preservación de sus avances al estar resguardados en la nube. En este sentido, y para promover el trabajo colaborativo, entre el profesor y el estudiante, pueden promoverse sinergias para dialogar de cara a la construcción de un objeto de investigación como del propio proceso de pesquisa. Lo que es importante es pensar esta dinámica en términos de una oportunidad para administrar mejor los tiempos que el estudiante como el profesor deben de aprender a distribuir para cumplir con cada una de los requerimientos de este tipo de trabajo. Recordar que en el caso de Google esta plataforma provee al usuario de un correo electrónico, del Drive, de una red social a través de Google+, del Hangout como del Youtube para comunicarse, producir y distribuir información relacionada con la investigación.
Figura 3. Plataformas como Google drive permite crear un espacio de coalboración para la realización de tesis, allí se da seguimiento y también
se comparten materiales con los estudiantes.
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Otro tipo de recursos para promover un trabajo colaborativo, son las redes sociales, siempre que se reconozcan sus posibilidades como también se prevean los protocolos de uso de cada una de ellas, pues el Facebook, el Twitter, favorecen un eficaz comunicación, pero las herramientas que brindan en el contexto de educativo son diferentes, por ello hay que saber para qué se empleaan en el contexto de un labor de asesoría. En este sentido, existen recursos como Skype, Mikogo, WebEx, que permiten la comunicación y apertura de sesiones para un trabajo expositivo o de diálogo con los estudiantes asesorados. Videollamadas, salas de chat o aplicaciones para compartir escritorios cuando se tengan sesiones síncrona, son posibilidades que vale la pena conocer para dimensionar el papel que pueden jugar las TIC en un trabajo de asesoría. Si algo se está promoviendo en el contexto de la sociedad del conocimiento, es precisamente la construcción de saberes compartidos en donde las TIC favorecen una comunicación eficiente y la distribución social del conocimiento o de contenidos. Veamos algunas posibilidades de ello en el terreno de la asesoría de tesis. Las TIC en la gestión y asesoria de tesis Todo pudo haber iniciado con el uso masivo del correo electrónico, más tarde vendrían las páginas personales hasta llegar a plataformas orientadas hacia el trabajo propiamente educativo en dónde la diversidad de recursos permitió planear, diseñar y producir materiales didácticos que pronto contribuirían al diseño ambientes educativos más elaborados. Pasar de la Web 1.0 a la 2.0 y lo que hoy ya despunta como 3.0, sin ninguna duda ha enriquecido las posiblidades de asesoría de trabajos recepcionales. Es en este contexto, donde las experiencias de quienes escriben han permitido un proceso práctico y reflexivo que llega hasta hoy, cuando desde una perspectiva docente, planteamos la posibilidad de reconocer que las TIC facilitaban procesos de colaboración en la manufactura de una tesis. Se puede decir que en este proceso estuvimos un asesor y una asesorada, en tanto aprendices, y quienes procuraron resignificar el uso de las tecnologías en el contexto del trabajo que demandaba la dirección de un trabajo recepcional de grado, cuyo objeto de estudio, estuvo relacionado con analizar los procesos de transformación que ha observado la práctica docente con la incorporación de las TIC al ámbito educativo. (Ruiz Méndez, 2014) De tal suerte y un tanto para hacer congruente el objeto de estudio, en el trabajo de asesoría se emplearon recursos tecnológicos que pudieron haber sido rectores en el proceso de acompañamiento, pues por la naturaleza del programa educativo, sólo al final de cada ciclo lectivo se tenía un contacto personal. Así que Skype, el correo electrónico y la
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mensajería instantánea, fueron los medios a través de los cuáles se llevó acabo el trabajo de dirección de tesis. Por supuesto que los recursos empleados obedecían a situaciones o requerimientos particulares, lo que favorecío la adminsitración de nuestros tiempos, para lo cuál se excluyeron los fines de semana, un aspecto acordado desde el inicio del proceso. Por supuesto que como siempre ocurre, poco a poco se fue definiendo el tipo de actividades relacionadas con la tesis como la producción de textos, resultados de esa investigación. En el apartado siguiente se comparten algunas de estas estrategais de trabajo On line. Una experiencia de docencia y asesoria de tesis Cada una de las tecnologías tiene sus propias lógicas, de allí que el uso pertinente de las mismas hiciera ver que el correo electrónico (institucional y comercial), Google drive, la mensajería instantánea a través de WhatsApp como el Skype, tenían que ser empleados para requerimientos diversos. Por ejemplo, el correo electrónico fue para la entrega de avances de tesis por el tipo de documentos que se produjeron a lo largo de la construcción del objeto de estudio, la elaboración del marco teórico, el diseño metodológico y la presentación de resultados. Estos avances, terminaban siendo dialogados a través de videocharlas empleando el Skype. Esta herramienta fue especialmente primordial en el proceso, pues era la oportunidad para trabajar de manera síncrona, sea conversando o chateando, así como para compartir breves textos relacionados con su indagación o bien para mostrar los avances de los artículos o ponencias que como estudiante del programa doctoral realizaó como evidencias para acreditar sus experiencias educativas de disertación aplicada. Por otro lado, cuando se empleó el Google drive fue para compartir textos especializados, específicamente relacionados con la dimensión teórica de la tesis como de la metodología diseñada para el trabajo de campo, además de artículos y libros electrónicos que se consideraron oportunos compartir.
Es oportuno señalar que los dispositivos móviles sin duda alguna han facilitado la comunicación personal, pero también han contribuido a generar mecanismos de comunicación eficiente en el trabajo de asesoría de tesis. En el contexto de esta experiencia, se emplearon para notificar o avisar que se habían enviado avances de la tesis o bien para preguntar si era posible posponer alguna sesión virtual. En pocas ocasiones el teléfono móvil fue empleado para hacer llamadas. En este caso siempre se empleó el Skype o WhatsApp.
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Otra plataforma
que fue importante durante el trabajo de tesis, pero también en el proceso de formación, fue Moodle, el gestor de contenidos educativos en ambientes de aprendizaje en línea, pues en los seminarios de investigación, se tuvo la oportunidad de retroalimentar los propios trabajos que se presentaban como evidencias de aprendizaje. Esta labor era más de tutoría, por lo tanto Moodle representó un trabajo más académico que propiamente teórico-‐metodologico en la dirección de tesis; sin dejar de mencionar la extensión que de lo allí realizado, se hacía cuando semanalmente se tenían las sesiones virtuales en Skype.
Figura 4. En el doctorado en Sistemas y ambientes educativos, que se imparte en la Universidad Veracruzana, la plataforma Moodle es uno de los recursos empleados en la gestión del proceso enseñanza-‐
aprendizaje.
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Es importante señalar que si bien la tecnología favoració el trabajo de asesoría, el proceso observado no dejó de ser complejo al exigir competencias digitales combinadas con saberes disciplinarios y metodológicos que demandaba el tipo de asesoría tesis hecho; pero también como se dijo líneas arriba, ciertas habilidades pedagógicas o didácticas que pudieron ser comunes entre el asesor y la asesorada, pues ambos tienen experiencia en la docencia y los dos han incorporado la tecnología a sus actividades educativas, en modalidades e-‐learning y presenciales. Conclusiones Como esperamos haber mostrado, el trabajo de asesoría en estos tiempos demanda del docente el desarrollo de una serie de competencias que no se agotan en lo disciplinario o metodológico producto de su formación y experiencia en investigación, sino también pedagógicos, didácticos y digitales con la intención de generar una ambiente de gestión y mediación en un proceso complejo como es la asesoría para trabajos recepcionales. Se quiso poner especial atención al lugar que puede llegar a ocupar la tecnología en el proceso de acompañamiento de un trabajo recepcional, para lo cual el director o asesor de tesis debieron abrirse a la posibilidad de dimensionar la forma en que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) podían contribuir a generar ambientes de trabajo por la forma en que las herramientas, los recursos y aplicaciones facilitan compartir información
Figura 5. El Skype es una recurso que facilita en tiempo real la comunicación y revisión de avances en un trabajo de tesis, tal como se presenta en la
imagen.
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relacionada con la investigación en su modalidad de trabajo recepcional. Igualmente, y lo más importante, el lugar que puede llegar a ocupar la comunicación como un dispositivo para el diálogo colaborativo entre el asesor y su asesorado. Tal como se dijo en la última parte de este artículo, lo importante es que en el contexto de este acompañamiento, ambos sujetos entiendieron y reconozcieron que las competencias digitales, pueden potenciar el uso de redes sociales, de plataformas digitales y del diseño de repositorios para compartir textos especializados como los propios avances del trabajo de tesis. Lo importante ha sido reconocer que los recursos y dispositivos digitales contribuye a hacer más eficiente el trabajo de asesoría, ya sea de manera asíncrona o síncrona. Buena parte de lo aquí expuesto, es producto de una experiencia y de la propia reflexión que como docentes han hecho quienes firman un artículo que también puede verse como un producto en el contexto de elaboración de una tesis de grado que actualmente se encuentra en la etapa de atención a las sugerencias del comité lector; pero por otra parte, es un ejercio de puesta en común para explorar en las posibilidades teórica de un objeto de investigación que hoy se encuentra en ciernes. Fuentes de consulta
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• AGUIRRE AGUILAR, G. & MARTÍNEZ CÓRDOBA, Y. (2013b). “Educación y alfabetización tecnológica: Un acercamiento a los estudiantes de la UV”, Aguirre Aguilar, G. y Edel Navarro, R., Territorios de la educación. Mediación y ambientes de innovación, México: editorial Lulu.
• BLAXTER, L. HUGHE, Ch. & TIGHT, M.(2010) Cómo se investiga, colección Crítica y fundamentos, Españo: Graó.
• LITWIN, E. (2008). Las configuraciones didácticas. Una nueva agenda para la enseñanza superior, Col. Educador. Argentina: editorial Paidós.
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