Post on 17-Aug-2015
TEOLOGIA NATURAL
Estudiantes : Oscar Hely Soriano PérezSegundo Esnestor Soberón Díaz
Docente:Pbro. Elky Segura Villanueva
SEMINARIO MAYOR “SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO”
1. VERDADES ETERNAS
2. PRUEBA POR LA CONCIENCIA DE LA LEY MORAL NATURAL
3. PRUEBA POR EL DESEO NATURAL DE FELICIDAD
4. PRUEBA DEL CONSENTIMIENTO UNIVERSAL
OTRAS DEMOSTRACIONES CLÁSICAS DE LA EXITENCIA DE DIOS
VERDADES ETERNAS
Observamos:
El tránsito de lo ideal a lo real, de lo inmutable, eterno y necesario, si esto se diera también tendría que darse en todas las cosas.
Deben fundarse, si existen, por encima en un ser inmutable, necesario y eterno. Dios Verdad misma
No pueden radicar en las cosas ni en el mismo hombre: Contingentes
En el plano inteligible
En el plano sensible.
belleza, bondad, justicia, etc.
Leyes matemáticas, derecho, etc.
PRUEBA POR LA CONCIENCIA DE LA LEY MORAL NATURAL
Es preciso admitir la existencia de una primera causa legisladora y a esta se le denomina ley eterna.
Es racional, y no es la razón su fundamento
Ahora la ley natural se define como participación de la ley eterna en la criatura racional.
La ley eterna no emana de Dios sino que se identifica con Dios
Causada o participada.
Es dada y es reguladora.
Está impresa.Es manifiesta.
La ley moral
Conocido como: deontológico
PRUEBA POR EL DESEO NATURAL DE FELICIDAD
“Porque nos hiciste Señor para ti, nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti” (confesiones 1,1)
La aspiración, el anhelo de felicidad natural en todo hombre supondría la existencia de lo aspirado y de lo anhelado; luego Dios existe.
Para llegar a demostrar la existencia de Dios es necesario partir de los efectos.
El hombre naturalmente tiene un cierto conocimiento confuso de la existencia de Dios por ley de su naturaleza quiere ser feliz.(santo tomas).
Conocido
como: eudemonológ
ico
PRUEBA DEL CONSENTIMIENTO UNIVERSAL
En el alma de todos los hombres existía la conciencia de la existencia de Dios.
Denominado
argumento
histórico
La existencia de Dios es clara.
A partir de la admisión o consentimiento universal que los hombres de todas las épocas han tenido de Dios.
gracias