Narración 5

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Un hombre tenía una vista muy mala. Pero no se ponía nunca las gafas.Encontraba que con gafas no estaba lo suficientemente guapo.Un día estaba esperando el tren en la estación.–¿Trae retraso el tren? –preguntó a un empleado del tren. El otro son- reía amablemente. Pero no le respondió al hombre.–No puedo ver el reloj porque tengo muy mala vista –dijo el hombre.El empleado del tren seguía sonriendo y no dijo nada.–¡No es para reírse! –dijo el hombre–. Haga el favor, ¿qué hora es?El empleado del tren seguía sonriendo.–¿Tiene los oídos taponados? –preguntó el hombre.El empleado del tren sonreía.–No se ría tan estúpidamente –gritó el hombre–. Presentaré una queja.La gente del andén se volvía hacia él.–¡Por la mañana temprano y ya borracho! ¡Debiera darle vergüenza! –dijo una mujer.El hombre echó a andar furioso hacia el final del andén.El empleado del tren sonreía detrás de él. Es que era un cartel.

Un hombre tenía una vista muy mala. Pero no se ponía nunca las gafas.Encontraba que con gafas no estaba lo suficientemente guapo.Un día estaba esperando el tren en la estación.–¿Trae retraso el tren? –preguntó a un empleado del tren. El otro son- reía amablemente. Pero no le respondió al hombre.–No puedo ver el reloj porque tengo muy mala vista –dijo el hombre.El empleado del tren seguía sonriendo y no dijo nada.–¡No es para reírse! –dijo el hombre–. Haga el favor, ¿qué hora es?El empleado del tren seguía sonriendo.–¿Tiene los oídos taponados? –preguntó el hombre.El empleado del tren sonreía.–No se ría tan estúpidamente –gritó el hombre–. Presentaré una queja.La gente del andén se volvía hacia él.–¡Por la mañana temprano y ya borracho! ¡Debiera darle vergüenza! –dijo una mujer.El hombre echó a andar furioso hacia el final del andén.El empleado del tren sonreía detrás de él. Es que era un cartel.

Un hombre tenía una vista muy mala. Pero no se ponía nunca las gafas.Encontraba que con gafas no estaba lo suficientemente guapo.Un día estaba esperando el tren en la estación.–¿Trae retraso el tren? –preguntó a un empleado del tren. El otro son- reía amablemente. Pero no le respondió al hombre.–No puedo ver el reloj porque tengo muy mala vista –dijo el hombre.El empleado del tren seguía sonriendo y no dijo nada.–¡No es para reírse! –dijo el hombre–. Haga el favor, ¿qué hora es?El empleado del tren seguía sonriendo.–¿Tiene los oídos taponados? –preguntó el hombre.El empleado del tren sonreía.–No se ría tan estúpidamente –gritó el hombre–. Presentaré una queja.La gente del andén se volvía hacia él.–¡Por la mañana temprano y ya borracho! ¡Debiera darle vergüenza! –dijo una mujer.El hombre echó a andar furioso hacia el final del andén.El empleado del tren sonreía detrás de él. Es que era un cartel.

Un hombre tenía una vista muy mala. Pero no se ponía nunca las gafas.Encontraba que con gafas no estaba lo suficientemente guapo.Un día estaba esperando el tren en la estación.–¿Trae retraso el tren? –preguntó a un empleado del tren. El otro son- reía amablemente. Pero no le respondió al hombre.–No puedo ver el reloj porque tengo muy mala vista –dijo el hombre.El empleado del tren seguía sonriendo y no dijo nada.–¡No es para reírse! –dijo el hombre–. Haga el favor, ¿qué hora es?El empleado del tren seguía sonriendo.–¿Tiene los oídos taponados? –preguntó el hombre.El empleado del tren sonreía.–No se ría tan estúpidamente –gritó el hombre–. Presentaré una queja.La gente del andén se volvía hacia él.–¡Por la mañana temprano y ya borracho! ¡Debiera darle vergüenza! –dijo una mujer.El hombre echó a andar furioso hacia el final del andén.El empleado del tren sonreía detrás de él. Es que era un cartel.

Un hombre tenía una vista muy mala. Pero no se ponía nunca las gafas.Encontraba que con gafas no estaba lo suficientemente guapo.Un día estaba esperando el tren en la estación.–¿Trae retraso el tren? –preguntó a un empleado del tren. El otro son- reía amablemente. Pero no le respondió al hombre.–No puedo ver el reloj porque tengo muy mala vista –dijo el hombre.El empleado del tren seguía sonriendo y no dijo nada.–¡No es para reírse! –dijo el hombre–. Haga el favor, ¿qué hora es?El empleado del tren seguía sonriendo.–¿Tiene los oídos taponados? –preguntó el hombre.El empleado del tren sonreía.–No se ría tan estúpidamente –gritó el hombre–. Presentaré una queja.La gente del andén se volvía hacia él.–¡Por la mañana temprano y ya borracho! ¡Debiera darle vergüenza! –dijo una mujer.El hombre echó a andar furioso hacia el final del andén.El empleado del tren sonreía detrás de él. Es que era un cartel.

Un hombre tenía una vista muy mala. Pero no se ponía nunca las gafas.Encontraba que con gafas no estaba lo suficientemente guapo.Un día estaba esperando el tren en la estación.–¿Trae retraso el tren? –preguntó a un empleado del tren. El otro son- reía amablemente. Pero no le respondió al hombre.–No puedo ver el reloj porque tengo muy mala vista –dijo el hombre.El empleado del tren seguía sonriendo y no dijo nada.–¡No es para reírse! –dijo el hombre–. Haga el favor, ¿qué hora es?El empleado del tren seguía sonriendo.–¿Tiene los oídos taponados? –preguntó el hombre.El empleado del tren sonreía.–No se ría tan estúpidamente –gritó el hombre–. Presentaré una queja.La gente del andén se volvía hacia él.–¡Por la mañana temprano y ya borracho! ¡Debiera darle vergüenza! –dijo una mujer.El hombre echó a andar furioso hacia el final del andén.El empleado del tren sonreía detrás de él. Es que era un cartel.

Un hombre tenía una vista muy mala. Pero no se ponía nunca las gafas.Encontraba que con gafas no estaba lo suficientemente guapo.Un día estaba esperando el tren en la estación.–¿Trae retraso el tren? –preguntó a un empleado del tren. El otro son- reía amablemente. Pero no le respondió al hombre.–No puedo ver el reloj porque tengo muy mala vista –dijo el hombre.El empleado del tren seguía sonriendo y no dijo nada.–¡No es para reírse! –dijo el hombre–. Haga el favor, ¿qué hora es?El empleado del tren seguía sonriendo.–¿Tiene los oídos taponados? –preguntó el hombre.El empleado del tren sonreía.–No se ría tan estúpidamente –gritó el hombre–. Presentaré una queja.La gente del andén se volvía hacia él.–¡Por la mañana temprano y ya borracho! ¡Debiera darle vergüenza! –dijo una mujer.El hombre echó a andar furioso hacia el final del andén.El empleado del tren sonreía detrás de él. Es que era un cartel.

–¿Trae retraso el tren?–No puedo ver el reloj porque tengo muy mala vista.–¡No es para reírse! Haga el favor, ¿qué hora es?–¿Tiene los oídos taponados?–No se ría tan estúpidamente. Presentaré una queja.–¡Por la mañana temprano y ya borracho! ¡Debiera darle vergüenza!

Un hombre tenía una vista muy mala. Pero no se ponía nunca las gafas.Encontraba que con gafas no estaba lo suficientemente guapo.Un día estaba esperando el tren en la estación.–¿Trae retraso el tren? –preguntó a un empleado del tren. El otro son- reía amablemente. Pero no le respondió al hombre.–No puedo ver el reloj porque tengo muy mala vista –dijo el hombre.El empleado del tren seguía sonriendo y no dijo nada.–¡No es para reírse! –dijo el hombre–. Haga el favor, ¿qué hora es?El empleado del tren seguía sonriendo.–¿Tiene los oídos taponados? –preguntó el hombre.El empleado del tren sonreía.–No se ría tan estúpidamente –gritó el hombre–. Presentaré una queja.La gente del andén se volvía hacia él.–¡Por la mañana temprano y ya borracho! ¡Debiera darle vergüenza! –dijo una mujer.El hombre echó a andar furioso hacia el final del andén.El empleado del tren sonreía detrás de él. Es que era un cartel.

Preguntó a un empleado si el el tren traía retraso.

Un hombre tenía una vista muy mala. Pero no se ponía nunca las gafas.Encontraba que con gafas no estaba lo suficientemente guapo.Un día estaba esperando el tren en la estación.–¿Trae retraso el tren? –preguntó a un empleado del tren. El otro son- reía amablemente. Pero no le respondió al hombre.–No puedo ver el reloj porque tengo muy mala vista –dijo el hombre.El empleado del tren seguía sonriendo y no dijo nada.–¡No es para reírse! –dijo el hombre–. Haga el favor, ¿qué hora es?El empleado del tren seguía sonriendo.–¿Tiene los oídos taponados? –preguntó el hombre.El empleado del tren sonreía.–No se ría tan estúpidamente –gritó el hombre–. Presentaré una queja.La gente del andén se volvía hacia él.–¡Por la mañana temprano y ya borracho! ¡Debiera darle vergüenza! –dijo una mujer.El hombre echó a andar furioso hacia el final del andén.El empleado del tren sonreía detrás de él. Es que era un cartel.

El hombre dijo que no podía ver el reloj porque tenía muy mala vista.

Un hombre tenía una vista muy mala. Pero no se ponía nunca las gafas.Encontraba que con gafas no estaba lo suficientemente guapo.Un día estaba esperando el tren en la estación.–¿Trae retraso el tren? –preguntó a un empleado del tren. El otro son- reía amablemente. Pero no le respondió al hombre.–No puedo ver el reloj porque tengo muy mala vista –dijo el hombre.El empleado del tren seguía sonriendo y no dijo nada.–¡No es para reírse! –dijo el hombre–. Haga el favor, ¿qué hora es?El empleado del tren seguía sonriendo.–¿Tiene los oídos taponados? –preguntó el hombre.El empleado del tren sonreía.–No se ría tan estúpidamente –gritó el hombre–. Presentaré una queja.La gente del andén se volvía hacia él.–¡Por la mañana temprano y ya borracho! ¡Debiera darle vergüenza! –dijo una mujer.El hombre echó a andar furioso hacia el final del andén.El empleado del tren sonreía detrás de él. Es que era un cartel.

El hombre exclamó que no era para reírse y que hiciera el favor de decirle qué hora era.

Un hombre tenía una vista muy mala. Pero no se ponía nunca las gafas.Encontraba que con gafas no estaba lo suficientemente guapo.Un día estaba esperando el tren en la estación.–¿Trae retraso el tren? –preguntó a un empleado del tren. El otro son- reía amablemente. Pero no le respondió al hombre.–No puedo ver el reloj porque tengo muy mala vista –dijo el hombre.El empleado del tren seguía sonriendo y no dijo nada.–¡No es para reírse! –dijo el hombre–. Haga el favor, ¿qué hora es?El empleado del tren seguía sonriendo.–¿Tiene los oídos taponados? –preguntó el hombre.El empleado del tren sonreía.–No se ría tan estúpidamente –gritó el hombre–. Presentaré una queja.La gente del andén se volvía hacia él.–¡Por la mañana temprano y ya borracho! ¡Debiera darle vergüenza! –dijo una mujer.El hombre echó a andar furioso hacia el final del andén.El empleado del tren sonreía detrás de él. Es que era un cartel.

El hombre le preguntó si tenía los oídos taponados.

Un hombre tenía una vista muy mala. Pero no se ponía nunca las gafas.Encontraba que con gafas no estaba lo suficientemente guapo.Un día estaba esperando el tren en la estación.–¿Trae retraso el tren? –preguntó a un empleado del tren. El otro son- reía amablemente. Pero no le respondió al hombre.–No puedo ver el reloj porque tengo muy mala vista –dijo el hombre.El empleado del tren seguía sonriendo y no dijo nada.–¡No es para reírse! –dijo el hombre–. Haga el favor, ¿qué hora es?El empleado del tren seguía sonriendo.–¿Tiene los oídos taponados? –preguntó el hombre.El empleado del tren sonreía.–No se ría tan estúpidamente –gritó el hombre–. Presentaré una queja.La gente del andén se volvía hacia él.–¡Por la mañana temprano y ya borracho! ¡Debiera darle vergüenza! –dijo una mujer.El hombre echó a andar furioso hacia el final del andén.El empleado del tren sonreía detrás de él. Es que era un cartel.

El hombre le gritó que no se riera tan estúpidamente y le dijo que presentaría una queja.

Un hombre tenía una vista muy mala. Pero no se ponía nunca las gafas.Encontraba que con gafas no estaba lo suficientemente guapo.Un día estaba esperando el tren en la estación.–¿Trae retraso el tren? –preguntó a un empleado del tren. El otro son- reía amablemente. Pero no le respondió al hombre.–No puedo ver el reloj porque tengo muy mala vista –dijo el hombre.El empleado del tren seguía sonriendo y no dijo nada.–¡No es para reírse! –dijo el hombre–. Haga el favor, ¿qué hora es?El empleado del tren seguía sonriendo.–¿Tiene los oídos taponados? –preguntó el hombre.El empleado del tren sonreía.–No se ría tan estúpidamente –gritó el hombre–. Presentaré una queja.La gente del andén se volvía hacia él.–¡Por la mañana temprano y ya borracho! ¡Debiera darle vergüenza! –dijo una mujer.El hombre echó a andar furioso hacia el final del andén.El empleado del tren sonreía detrás de él. Es que era un cartel.

Una mujer exclamó que estaba borracho por la mañana temprano y que debiera darle vergüenza.

Me llamo Bastián dijo el muchacho . Bastián Baltasar Bux.Un nombre bastante raro gruñó el hombre , con esas tres bes. Bueno, de eso no tienes la culpa porque no te bautizaste tú. Yo me llamo Karl Konrad Koreander. Tres kas dijo el muchacho seriamente.Mmm refunfuñó el viejo . ¡Es verdad!

MICHAEL ENDE: La historia Interminable

—Me llamo Bastián —dijo el muchacho—. Bastián Baltasar Bux.Un nombre bastante raro gruñó el hombre , con esas tres bes. Bueno, de eso no tienes la culpa porque no te bautizaste tú. Yo me llamo Karl Konrad Koreander. Tres kas dijo el muchacho seriamente.Mmm refunfuñó el viejo . ¡Es verdad!

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Me llamo Bastián —dijo el muchacho—. Bastián Baltasar Bux.—Un nombre bastante raro— gruñó el hombre—, con esas tres bes. Bueno, de eso no tienes la culpa porque no te bautizaste tú. Yo me llamo Karl Konrad Koreander. —Tres kas— dijo el muchacho seriamente.—Mmm— refunfuñó el viejo—. ¡Es verdad!

MICHAEL ENDE: La historia Interminable

a) – ¡Alto! ¡Párese ahí!– ………………….………….. el guardia cuando el coche se saltó el semáforo.b) – Te contaré un secreto si no se lo dices a nadie – ……………………. Marta al oído de su amiga.c) – Las pruebas de culpabilidad son evidentes – …………………………….. el fiscal en el juicio.d) – ¿Quiere una limonada fresca? – me ……………………………………. mi madre al llegar a casa.e) – Creo que usted es un incompetente y un inútil – le ………………. el jefe, desconsideradamente.f) – Tu hermana está cada día más guapa – …………………..………… su amiga, que no lo era tanto.g) – ¡Qué ganas tenía de llegar a casa! – ……………….…………………desplomándose en el sofá.h) – ¡Socorro! ¡Al ladrón! – …………………………… al tiempo que corría tras él.i) – No se adelantarán las elecciones - …………………………. el presidente en la rueda de prensa.j) – Te digo que no, estoy segurísima – …………………………… con rotundidad.

a) – ¡Alto! ¡Párese ahí!– INDICÓ el guardia cuando el coche se saltó el semáforo.b) – Te contaré un secreto si no se lo dices a nadie – ……………………. Marta al oído de su amiga.c) – Las pruebas de culpabilidad son evidentes – …………………………….. el fiscal en el juicio.d) – ¿Quiere una limonada fresca? – me ……………………………………. mi madre al llegar a casa.e) – Creo que usted es un incompetente y un inútil – le ………………. el jefe, desconsideradamente.f) – Tu hermana está cada día más guapa – …………………..………… su amiga, que no lo era tanto.g) – ¡Qué ganas tenía de llegar a casa! – ……………….…………………desplomándose en el sofá.h) – ¡Socorro! ¡Al ladrón! – …………………………… al tiempo que corría tras él.i) – No se adelantarán las elecciones - …………………………. el presidente en la rueda de prensa.j) – Te digo que no, estoy segurísima – …………………………… con rotundidad.

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a) – ¡Alto! ¡Párese ahí!– INDICÓ el guardia cuando el coche se saltó el semáforo.b) – Te contaré un secreto si no se lo dices a nadie – SUSURRÓ Marta al oído de su amiga.c) – Las pruebas de culpabilidad son evidentes – ASEGURÓ el fiscal en el juicio.d) – ¿Quiere una limonada fresca? – me ……………………………………. mi madre al llegar a casa.e) – Creo que usted es un incompetente y un inútil – le ………………. el jefe, desconsideradamente.f) – Tu hermana está cada día más guapa – …………………..………… su amiga, que no lo era tanto.g) – ¡Qué ganas tenía de llegar a casa! – ……………….…………………desplomándose en el sofá.h) – ¡Socorro! ¡Al ladrón! – …………………………… al tiempo que corría tras él.i) – No se adelantarán las elecciones - …………………………. el presidente en la rueda de prensa.j) – Te digo que no, estoy segurísima – …………………………… con rotundidad.

a) – ¡Alto! ¡Párese ahí!– INDICÓ el guardia cuando el coche se saltó el semáforo.b) – Te contaré un secreto si no se lo dices a nadie – SUSURRÓ Marta al oído de su amiga.c) – Las pruebas de culpabilidad son evidentes – ASEGURÓ el fiscal en el juicio.d) – ¿Quiere una limonada fresca? – me PREGUNTÓ mi madre al llegar a casa.e) – Creo que usted es un incompetente y un inútil – le ………………. el jefe, desconsideradamente.f) – Tu hermana está cada día más guapa – …………………..………… su amiga, que no lo era tanto.g) – ¡Qué ganas tenía de llegar a casa! – ……………….…………………desplomándose en el sofá.h) – ¡Socorro! ¡Al ladrón! – …………………………… al tiempo que corría tras él.i) – No se adelantarán las elecciones - …………………………. el presidente en la rueda de prensa.j) – Te digo que no, estoy segurísima – …………………………… con rotundidad.

a) – ¡Alto! ¡Párese ahí!– INDICÓ el guardia cuando el coche se saltó el semáforo.b) – Te contaré un secreto si no se lo dices a nadie – SUSURRÓ Marta al oído de su amiga.c) – Las pruebas de culpabilidad son evidentes – ASEGURÓ el fiscal en el juicio.d) – ¿Quiere una limonada fresca? – me PREGUNTÓ mi madre al llegar a casa.e) – Creo que usted es un incompetente y un inútil – le RESPONDIÓ el jefe, desconsideradamente.f) – Tu hermana está cada día más guapa – …………………..………… su amiga, que no lo era tanto.g) – ¡Qué ganas tenía de llegar a casa! – ……………….…………………desplomándose en el sofá.h) – ¡Socorro! ¡Al ladrón! – …………………………… al tiempo que corría tras él.i) – No se adelantarán las elecciones - …………………………. el presidente en la rueda de prensa.j) – Te digo que no, estoy segurísima – …………………………… con rotundidad.

a) – ¡Alto! ¡Párese ahí!– INDICÓ el guardia cuando el coche se saltó el semáforo.b) – Te contaré un secreto si no se lo dices a nadie – SUSURRÓ Marta al oído de su amiga.c) – Las pruebas de culpabilidad son evidentes – ASEGURÓ el fiscal en el juicio.d) – ¿Quiere una limonada fresca? – me PREGUNTÓ mi madre al llegar a casa.e) – Creo que usted es un incompetente y un inútil – le RESPONDIÓ el jefe, desconsideradamente.f) – Tu hermana está cada día más guapa – COMENTÓ su amiga, que no lo era tanto.g) – ¡Qué ganas tenía de llegar a casa! – ……………….…………………desplomándose en el sofá.h) – ¡Socorro! ¡Al ladrón! – …………………………… al tiempo que corría tras él.i) – No se adelantarán las elecciones - …………………………. el presidente en la rueda de prensa.j) – Te digo que no, estoy segurísima – …………………………… con rotundidad.

a) – ¡Alto! ¡Párese ahí!– INDICÓ el guardia cuando el coche se saltó el semáforo.b) – Te contaré un secreto si no se lo dices a nadie – SUSURRÓ Marta al oído de su amiga.c) – Las pruebas de culpabilidad son evidentes – ASEGURÓ el fiscal en el juicio.d) – ¿Quiere una limonada fresca? – me PREGUNTÓ mi madre al llegar a casa.e) – Creo que usted es un incompetente y un inútil – le RESPONDIÓ el jefe, desconsideradamente.f) – Tu hermana está cada día más guapa – COMENTÓ su amiga, que no lo era tanto.g) – ¡Qué ganas tenía de llegar a casa! – ADMITIÓ desplomándose en el sofá.h) – ¡Socorro! ¡Al ladrón! – …………………………… al tiempo que corría tras él.i) – No se adelantarán las elecciones - …………………………. el presidente en la rueda de prensa.j) – Te digo que no, estoy segurísima – …………………………… con rotundidad.

a) – ¡Alto! ¡Párese ahí!– INDICÓ el guardia cuando el coche se saltó el semáforo.b) – Te contaré un secreto si no se lo dices a nadie – SUSURRÓ Marta al oído de su amiga.c) – Las pruebas de culpabilidad son evidentes – ASEGURÓ el fiscal en el juicio.d) – ¿Quiere una limonada fresca? – me PREGUNTÓ mi madre al llegar a casa.e) – Creo que usted es un incompetente y un inútil – le RESPONDIÓ el jefe, desconsideradamente.f) – Tu hermana está cada día más guapa – COMENTÓ su amiga, que no lo era tanto.g) – ¡Qué ganas tenía de llegar a casa! – ADMITIÓ desplomándose en el sofá.h) – ¡Socorro! ¡Al ladrón! – INSISTÍA al tiempo que corría tras él.i) – No se adelantarán las elecciones - …………………………. el presidente en la rueda de prensa.j) – Te digo que no, estoy segurísima – …………………………… con rotundidad.

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a) – ¡Alto! ¡Párese ahí!– INDICÓ el guardia cuando el coche se saltó el semáforo.b) – Te contaré un secreto si no se lo dices a nadie – SUSURRÓ Marta al oído de su amiga.c) – Las pruebas de culpabilidad son evidentes – ASEGURÓ el fiscal en el juicio.d) – ¿Quiere una limonada fresca? – me PREGUNTÓ mi madre al llegar a casa.e) – Creo que usted es un incompetente y un inútil – le RESPONDIÓel jefe, desconsideradamente.f) – Tu hermana está cada día más guapa – COMENTÓ su amiga, que no lo era tanto.g) – ¡Qué ganas tenía de llegar a casa! – ADMITIÓdesplomándose en el sofá.h) – ¡Socorro! ¡Al ladrón! – INSISTÍA al tiempo que corría tras él.i) – No se adelantarán las elecciones - ANUNCIÓ el presidente en la rueda de prensa.j) – Te digo que no, estoy segurísima – NEGÓ con rotundidad.

– Por cierto, mamá, ¿papá fue tu primer novio?– No, el último –contesta ella con una sonrisilla pícara y los ojos brillantes.– Y ¿cómo puede uno saber si está enamorado?– Pero, Álex, aún eres muy joven para enamorarte.– Bueno, pero me gustaría saberlo para cuando ocurra.

BERTA VIAS: Catorce gotas de mayo

Álex le pregunta a su madre si su padre fue su primer novio.– No, el último –contesta ella con una sonrisilla pícara y los ojos brillantes.– Y ¿cómo puede uno saber si está enamorado?– Pero, Álex, aún eres muy joven para enamorarte.– Bueno, pero me gustaría saberlo para cuando ocurra.

BERTA VIAS: Catorce gotas de mayo

Álex le pregunta a su madre si su padre fue su primer novio. Ella, con una sonrisilla pícara y los ojos brillantes, le contesta que no, que fue el último.– Y ¿cómo puede uno saber si está enamorado?– Pero, Álex, aún eres muy joven para enamorarte.– Bueno, pero me gustaría saberlo para cuando ocurra.

BERTA VIAS: Catorce gotas de mayo

Álex le pregunta a su madre si su padre fue su primer novio. Ella, con una sonrisilla pícara y los ojos brillantes, le contesta que no, que fue el último. Álex insiste, preguntándole cómo puede uno saber si está enamorado,– Pero, Álex, aún eres muy joven para enamorarte.– Bueno, pero me gustaría saberlo para cuando ocurra.

BERTA VIAS: Catorce gotas de mayo

Álex le pregunta a su madre si su padre fue su primer novio. Ella, con una sonrisilla pícara y los ojos brillantes, le contesta que no, que fue el último. Álex insiste, preguntándole cómo puede uno saber si está enamorado, a lo que su madre responde que aún es muy joven para enamorarse.– Bueno, pero me gustaría saberlo para cuando ocurra.

BERTA VIAS: Catorce gotas de mayo

Álex le pregunta a su madre si su padre fue su primer novio. Ella, con una sonrisilla pícara y los ojos brillantes le contesta que no, que fue el último. Álex insiste, preguntándole cómo puede uno saber si está enamorado, a lo que su madre responde que aún es muy joven para enamorarse. Acepta la respuesta pero admite que le gustaría saberlo para cuando ocurra.

BERTA VIAS: Catorce gotas de mayo

Le pregunté a la Emilia si podía leer la matrícula del coche y, en caso afirmativo, si correspondía ésta a la que ella había memorizado esa tarde, a lo que ella me respondió a lo primero que sí y a lo segundo que no.

EDUARDO MENDOZA: El laberinto de las aceitunas

Le pregunté a la Emilia:— ¿Puedes leer la matrícula del coche?

y, en caso afirmativo, si correspondía ésta a la que ella había memorizado esa tarde, a lo que ella me respondió a lo primero que sí y a lo segundo que no.

EDUARDO MENDOZA: El laberinto de las aceitunas

Le pregunté a la Emilia:— ¿Puedes leer la matrícula del coche?

y, en caso afirmativo, si correspondía ésta a la que ella había memorizado esa tarde, a lo que ella me respondió a lo primero que sí y a lo segundo que no.

EDUARDO MENDOZA: El laberinto de las aceitunas

presente

Le pregunté a la Emilia:— ¿Puedes leer la matrícula del coche? Si es así, ¿se corresponde a la que has memorizado esta tarde?

a lo que ella me respondió a lo primero que sí y a lo segundo que no.

EDUARDO MENDOZA: El laberinto de las aceitunas

Le pregunté a la Emilia:— ¿Puedes leer la matrícula del coche? Si es así, ¿se corresponde a la que has memorizado esta tarde?

a lo que ella me respondió a lo primero que sí y a lo segundo que no.

EDUARDO MENDOZA: El laberinto de las aceitunas

pretérito

perfecto

compuesto

Le pregunté a la Emilia:— ¿Puedes leer la matrícula del coche? Si es así, ¿se corresponde a la que has memorizado esta tarde?

a lo que ella me respondió a lo primero que sí y a lo segundo que no.

EDUARDO MENDOZA: El laberinto de las aceitunas

pretérito

perfecto

compuestodeterminante

Le pregunté a la Emilia:— ¿Puedes leer la matrícula del coche? Si es así, ¿se corresponde a la que has memorizado esta tarde?— Sí puedo leer la matrícula del coche y no se corresponde a la que he memorizado esta tarde.

EDUARDO MENDOZA: El laberinto de las aceitunas