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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA - UNAD
ESCUELA CIENCIAS SOCIALES, ARTES Y HUMANIDADES - ECSAH
CURSO METODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÒN
LOS SEMILLEROS DE INVESTIGACIÓN
Documento de trabajo
Martha Liliana Palomino Leiva
Docente CCAV Dosquebradas - Risaralda José Orlando Pachón Moreno
Docente CEAD Arbeláez-Fusagasugá Febrero de 2014
En principio la investigación necesita más cabezas que medios.
Severo Ochoa
Los semilleros de investigación cobran importancia en los procesos académicos de la
educación superior, por dos condiciones básicas. Primero, por la construcción de
conocimientos que los caracteriza y segundo, la vinculación de las dinámicas
académicas universitarias con sus contextos de influencia, lo cual permite aportar al
desarrollo social, cultural, económico y político de las regiones y el país.
Los semilleros de investigación en la UNAD, bien pueden pensarse desde el
componente Pedagógico Didáctico y el componente Académico Contextual del
Proyecto Académico Pedagógico Solidario - PAPS, con el propósito de hacerlos
coherentes con las finalidades formativas, del orden metodológico que se trazan
desde aquel, y donde la investigación formativa se constituye en un quehacer
pedagógico.
Al respecto expresa el PAPS:
La investigación formativa va ligada a modelos curriculares que
propician, como lo anota Restrepo (2002), una “estrategia de
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aprendizaje por descubrimiento y construcción de conocimiento” (p. 7).
Lo dicho tiene sentido cuando se articula al currículo pues este
determina los procesos y los resultados que se obtienen de las
relaciones entre tutores, estudiantes, textos, medios, mediaciones y
contextos socioculturales específicos (p. 148).
La investigación formativa consiste en propiciar la comprensión y
aplicación de los principios, valores académicos, pautas metodológicas,
técnicas y procedimientos de la investigación cualitativa o cuantitativa,
con el ánimo de motivar y despertar el espíritu investigativo y
emprendedor de estudiantes y docentes (p. 149).
Desde estas citas se resaltan los aspectos orientadores del trabajo académico en la
UNAD, fundamentales para las dinámicas propias de los semilleros de investigación
que dan identidad profesional a los estudiantes y egresados unadistas. Estos
aspectos son, la formación, el conocimiento y la educación. Tan solo unas breves
palabras al respecto para destacar lo formativo en la comprensión de la diversidad
contextual en que se expresan y participan los sujetos, de tal manera que sus
actuaciones se hagan coherentes con las necesidades y expectativas que los
caracterizan, superando la simple instrucción sobre aspectos puntuales
descontextualizados y por tanto, sin caer en acciones repetitivas y mecánicas.
El conocimiento, entonces, no es un algo que se transmite de un sujeto a otro, sino
una construcción realizada por los sujetos en colectividad y por tanto, no se trata de
impartir información desde un supuesto dueño del saber hacia quien es desposeído
de este y deba recibirlo de manera pasiva. Así mismo, la educación exige la
comprensión de la complejidad humana, actuante, dinámica y constructora de su
propia singularidad y realidad social en los escenarios, igualmente complejos, de su
cotidianidad; proyectándose hacia mundos posibles, sentidos y pensados en sus
prácticas autónomas; por tanto, tomando decidida distancia de la simple
capacitación.
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El anclaje de los semilleros de investigación con el PAPS se establece en la
siguiente cita, en la cual se hace explícita la relación de lo pedagógico con la
construcción de conocimiento científico.
El plano pedagógico comparte con la misión de la Universidad los retos
y desafíos generados por la sociedad colombiana en cuanto a su
responsabilidad en la consolidación de la democracia real participativa
y la convivencia pacífica; la producción y socialización del conocimiento
incluidos los saberes ancestrales, la formación integral de la persona,
la construcción de una cultura nacional y la inserción creativa y crítica
en el contexto internacional (PAPS, 2011, p. 41).
Visto de esta manera, es claro que los semilleros de investigación, como lo propone
Torres (2005), se caracterizan por el ejercicio de la libertad, por la capacidad crítica
en el escenario académico, por la creatividad necesaria para ser semilla y por
capacidad innovadora para permita leer contextos, realidades y participar en la
propuesta de alternativas cualificadoras del desarrollo humano, social y cultural.
Desde estas perspectivas, los estudiantes asumen la investigación como procesos
necesariamente unidos con lo formativo y no como una tarea o curso más que hay
que superar para la obtención de un título profesional. Sin duda, en este ambiente de
diálogo e intercambio, el aprender a aprender a través del aprendizaje basado en
problemas, se da de manera consustancial rebasando el que sea este un simple
lema que se repite sin que tenga referentes en las prácticas formativas.
Oportunas son las palabras de Torres (2005), a propósito del desarrollo de capacidad
investigativa en los estudiantes:
Las capacidades investigativas de los estudiantes se fortalecen sólo a
través de la investigación misma, del aprender-haciendo, en un
ambiente de trabajo colectivo para la búsqueda de alternativas, donde
prime la interdisciplinaridad, la colaboración y la armonía de trabajo en
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equipo, como la tolerancia y el respeto a la diferencia. La comunicación
permanente en grupo, la socialización de las decisiones, el debate de
propuestas y de resultados, la interacción con especialistas; son
estrategias de la formación de los jóvenes investigadores porque
permiten el ejercicio de la crítica, del debate abierto y de la
argumentación (p. 2).
Se resalta una vez más el encuentro entre el PAPS y los semilleros de investigación
en los procesos formativos de la UNAD, a partir de la evidente necesidad de los
estudiantes de comprender el conocimiento y las posibilidades de emplearlo en
nuevas situaciones, para lo cual se hace fundamental la autonomía de pensamiento
y de aprendizaje, así como el desarrollo de creatividad para su aplicación en diversos
contextos. En este sentido, Torres (2005), hace mención a la importancia que en esta
línea de ideas cobra el que estudiantes y profesores, comprendan la indisoluble
unión entre formar e investigar, reconociendo la investigación como una forma de
asumir la vida, la profesión y la continuidad en estudios posgraduales.
Bienvenido preguntarse ¿cómo hacerlo?, a lo cual Molineros (2009, p. 59) responde
con la “urgencia de recuperar la pregunta y la curiosidad en la cotidianidad
universitaria, desmitificar y democratizar la investigación”. Y pareciera sencillo, hasta
se podría decir que es una verdad de Perogrullo. Pero, ¿realmente es fácil que el
preguntar se convierta en una cotidianidad del estudiante?, de tal manera que los
procesos académicos y con ellos las dinámicas de los semilleros de investigación,
accedan a la lectura crítica de contextos, realidades y circunstancias, para generar
nuevas propuestas, potenciadoras de las innovaciones y cambios pertinentes con
cada momento histórico.
Continúa diciendo Molineros (2009),
La investigación resulta de una docencia que esté a la altura de su
tiempo, que no refuerce la imagen hierática de nuestras ciencias cual
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monumentos acabados solemnes y sí más bien la de saberes en
progreso, problemáticos y problematizadores, enriquecidos por el
pluralismo de concepciones y de métodos. Sólo la docencia que deja
cabos sueltos y premia a la actitud crítica puede contagiar curiosidad,
es decir, la disposición a investigar (p. 61).
Es así como el semillero de investigación se constituye en un escenario constructor,
autónomo, participativo y crítico para afianzar herramientas conceptuales y
metodológicas de carácter investigativo; en el cual las prácticas investigativas
despierten la capacidad de asombro, la curiosidad y por tanto la generación de ideas,
propias de los estudiantes, ante la complejidad de la vida; dejando de ser la mera
aplicación de una serie de técnicas para aprehender la realidad (Molineros, 2009).
Como cierre de este escrito, se presentan algunas definiciones de semilleros de
investigación, así como objetivos que pueden abordarse para los procesos que les
son propios.
Torres (2005), presenta algunas definiciones las cuales permiten ampliar la
comprensión sobre estos, así como de su conformación para hacerlos realidad en la
vida académica de la UNAD.
- Es una comunidad de aprendizaje donde confluyen los estudiantes de
las diferentes profesiones y disciplinas con el propósito de buscar una
formación integral.
- Es un grupo de estudiantes dirigidos por uno o varios docentes para
comprender una temática y sus aplicaciones a partir de realizar
discusiones y críticas, apoyados en metodologías hacia la
consolidación de procesos investigativos.
- Es un espacio de discusión y formación integral de carácter
interdisciplinario, multidisciplinario y transdisciplinario, que amplía la
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interacción entre profesores y estudiantes con miras a fortalecer el
progreso científico.
- Son grupos que adquieren instrumentos para el desarrollo de
investigaciones, en un ambiente de tertulia y diálogo donde se aprende
a aprender y se descubre nuevo conocimiento y métodos de
aprendizaje.
- Grupo humano que apoya y explora alternativas que hagan de la
investigación una fuente de conocimiento y eje central de desarrollo
para la universidad.
- Grupo con actividades que promueven la formación científica,
generando una actitud reflexiva y crítica, que contribuya al desarrollo
de competencias en el estudiante para descubrir y crear.
- Es una alternativa y un apoyo para realizar procesos de investigación
en que se comparte el conocimiento y la convivencia para ayudar a
resolver problemas (p. 5).
Para la UNAD, el semillero de investigación se concibe como:
Un espacio académico propicio para el fomento del espíritu científico y
emprendedor, que viabiliza el aprendizaje y las prácticas de los
métodos y metodologías de la investigación de una o varias disciplinas
o saberes. Está conformado por estudiantes vinculados a proyectos de
investigación de un grupo con el acompañamiento de un investigador
(Art 22 acuerdo No. 024 del 17 de abril de 2012).
De allí que los semilleros de investigación sean el escenario propicio para crear
comunidades de aprendizaje, posibilitar el desarrollo de la capacidad investigativa, la
creatividad, la solidaridad, la argumentación, el diálogo crítico, el trabajo colaborativo,
además de potenciar el conocimiento y la innovación.
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Se espera que este breve documento permita un primer acercamiento a la
comprensión de lo que se entiende por un semillero de investigación en la formación
universitaria, coadyuve con la conformación de semilleros de investigación en la
UNAD y se constituya en un pre-texto de reflexión, diálogo y construcción de este
escenario desde los grupos colaborativos del curso Metodología de la Investigación.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Molineros, G. L. (2010). Orígenes y dinámicas de los semilleros de
investigación en Colombia. La visión de los fundadores. Popayán: Taller editorial,
Universidad del Cauca.
Torres, S. L. (1995). Para qué los semilleros de investigación.
Universidad Nacional Abierta y a Distancia - UNAD. (2011). Proyecto
Académico Pedagógico Solidario 3.0. Bogotá D. C.
Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD. (2012). Reglamento de
investigación. Bogotá D. C.