Post on 08-Jul-2015
Consulta de laboratorio
clínico
Temas:
-Hipertensión maligna
-Poliquistosis renal
-Nefritis lúpica
-Infarto renal
-Nefroesclerosis maligna
-Tuberculosis
-Síndrome nefrótico
-Peri uretritis
-Necrosis papilar aguda
-Hidronefrosis
-Daño glomerular por
acción de tóxicos
-Infección renal aguda
-Tumores renales
-Trombosis de la vena
renal
-Glomérulo nefritis
crónica
Profesor: Licdo. David Montes
Estudiante:Annabel Saltos Vivas
Curso: 3ro de Bachillerato
Fecha: 11/09/2012
Hipertensión renovascular
Es la presión arterial alta debido al estrechamiento de las arterias que
llevan la sangre a los riñones. Esta afección también se denomina estenosis
arterial renal.
Causas
Cuando las arterias que llevan sangre a los riñones se estrechan, fluye
menos sangre hacia estos órganos. Los riñones responden de manera
errónea como si la presión arterial estuviera baja y producen hormonas que
le ordenan al cuerpo retener más sal y agua, lo cual causa una elevación en la
presión arterial.
La estenosis de la arteria renal es un estrechamiento o bloqueo de la arteria
que suministra sangre a los riñones.
La causa más común de estenosis de la arteria renal es un bloqueo en las
arterias debido al colesterol alto. Este problema ocurre cuando una
sustancia grasa y pegajosa, llamada placa, se acumula en el revestimiento
interno de las arterias. La placa puede estrechar lentamente o incluso
bloquear la arteria renal (riñón).
Los factores de riesgo para la ateroesclerosis son: hipertensión arterial,
tabaquismo, diabetes, colesterol alto, consumo excesivo de alcohol, consumo
de cocaína y edad mayor .
La displasia fibromuscular es otra causa de estenosis de la arteria renal.
Con frecuencia, se observa en mujeres menores de 50 años y tiende a ser
hereditaria. Es causada por el crecimiento o desarrollo anormal de células
en las paredes de las arterias que van a los riñones. Esto también lleva al
estrechamiento o bloqueo de estas arterias.
Síntomas
Las personas con hipertensión renovascular pueden tener un antecedente de
hipertensión arterial que es grave y difícil de controlar con medicamentos.
Los síntomas de hipertensión renovascular abarcan:
Hipertensión arterial a temprana edad.
Hipertensión arterial que repentinamente empeora o es difícil de
controlar.
Riñones que no están funcionando bien, lo cual con frecuencia ocurre
repentinamente.
Estrechamiento de otras arterias en el cuerpo, como las que van a las
piernas, el cerebro, los ojos y en otra parte.
Acumulación súbita de líquido en los alvéolos de los pulmones (edema
pulmonar).
Si usted tiene un dolor de cabeza intenso, náuseas o vómitos, confusión,
cambios en su visión o hemorragia nasal, puede tener una forma grave y
peligrosa de hipertensión arterial llamada hipertensión maligna.
Pruebas y exámenes
El médico puede escuchar un ruido o sonido "silbante", llamado soplo, al
colocar el estetoscopio sobre el área ventral.
Se pueden hacer los siguientes exámenes de sangre:
Nivel de colesterol
Niveles de renina y aldosterona
Examen de nitrógeno ureico en sangre
Examen de creatinina en sangre
Examen de potasio en sangre
Depuración de la creatinina
Se pueden hacer exámenes imagenológicos para ver si las arterias renales
se han estrechado y pueden abarcar:
Renografía para detectar la inhibición de la enzima convertidora de
angiotensina (ECA)
Ecografía Doppler de las arterias renales
Angiografía por resonancia magnética (ARM)
Arteriografía renal
Tratamiento
La hipertensión arterial causada por el estrechamiento de las arterias que
llevan a los riñones (hipertensión renovascular) suele ser difícil de
controlar.
Se pueden utilizar medicamentos para ayudar a controlar la presión arterial.
Hay una variedad de medicamentos antihipertensivos disponibles. Usted y el
médico decidirán cuál es el mejor en su caso particular. A menudo se puede
necesitar más de un tipo:
Cada persona responde a los medicamentos de manera diferente. Se
debe revisar la presión arterial frecuentemente y es posible que
tanto el tipo de medicamentos como las dosis necesiten cambios de
vez en cuando.
Pregúntele al médico cuál es la medición de presión arterial apropiada
para usted.
Tome todos los medicamentos de la manera exacta como se los recetó
el médico .
Hágase revisar y tratar el colesterol. Si sufre de diabetes, cardiopatía o
arterioesclerosis en alguna otra parte en su cuerpo, su colesterol "malo"
(LDL) debe ser inferior a 100 mg/dL.
Los cambios en el estilo de vida son importantes:
Consuma una dieta cardiosaludable.
Haga ejercicios regularmente durante al menos 30 minutos por día
(consulte con el médico antes de empezar).
Si fuma, pare. Busque un programa que lo ayude a dejar de fumar.
Limite la cantidad de alcohol: un trago al día para las mujeres y dos
para los hombres.
Limite la cantidad de sodio (sal) que consume. Procure que sea menos
de 1,500 mg por día. Verifique con su médico acerca de la cantidad de
potasio que debería ingerir.
Reduzca el estrés. Trate de evitar lo que le provoca estrés. Además
puede probar con meditación o yoga.
Mantenga un peso corporal saludable. Encuentre un programa para
bajar de peso que lo ayude si lo necesita.
El tratamiento posterior depende de lo que causa el estrechamiento de las
arterias renales. El médico puede recomendar un procedimiento llamado
angioplastia con stent (endoprótesis vascular).
Estos procedimientos pueden ser una opción si usted tiene:
Estrechamiento grave de la arteria renal.
Presión arterial que no puede controlarse con medicamentos.
Riñones que no están funcionando bien y se están deteriorando.
Sin embargo, los expertos no saben a ciencia cierta qué pacientes deben
someterse a estos procedimientos.
Posibles complicaciones
Si su presión arterial no está bien controlada, está en riesgo de sufrir las
siguientes complicaciones:
Aneurisma aórtico
Ataque cardíaco
Insuficiencia cardíaca
Nefropatía crónica
Accidente cerebrovascular
Problemas de visión
Mala circulación a las piernas
Cuándo contactar a un profesional médico
Solicite una cita médica si cree que tiene hipertensión arterial.
Asimismo, consulte con el médico si tiene hipertensión renovascular y los
síntomas empeoran o no mejoran con el tratamiento, al igual que si aparecen
nuevos síntomas.
Prevención
La prevención de la ateroesclerosis o endurecimiento de las arterias puede
evitar el desarrollo de estenosis de la arteria renal. Usted puede hacer esto
siguiendo estos consejos:
Baje de peso si tiene sobrepeso.
Pregúntele al médico respecto al tabaquismo y el consumo de alcohol.
Controle su glucemia si tiene diabetes.
Verifique que su médico esté vigilando los niveles de colesterol en la
sangre.
Consuma una alimentación saludable para el corazón
Haga ejercicio regular. Verifique con su médico antes de empezar un
programa de ejercicios.
Poliquistosis renal
Es un trastorno renal que se transmite de padres a hijos, en el cual se
forman múltiples quistes en los riñones, lo que aumenta su tamaño.
Causas
La poliquistosis renal (PQR) se transmite de padres a hijos (hereditaria),
generalmente como un rasgo autosómico. Si uno de los padres es portador
del gen, sus hijos tienen un 50% de probabilidades de padecer el trastorno.
La PQR autosómica dominante se presenta tanto en niños como en adultos,
pero es mucho más común en estos últimos. Los síntomas generalmente no
aparecen hasta una mediana edad. Este padecimiento afecta a casi 1 de cada
1,000 estadounidenses, pero el número real puede ser mayor, dado que
algunas personas no presentan síntomas.
También existe una forma autosómica recesiva de la PQR y aparece durante
la lactancia o la infancia. Esta forma es mucho menos común que la PQR
autosómica dominante pero tiende a ser muy seria y empeora rápidamente.
Ésta puede causar enfermedad renal y pulmonar grave, enfermedad renal en
estado terminal y generalmente provoca la muerte durante la lactancia o la
niñez.
Las personas con PQR presentan múltiples racimos de quistes en los riñones.
Se desconoce el factor exacto que desencadena la formación de quistes.
La PQR está asociada con las siguientes afecciones:
Aneurismas aórticos
Aneurismas cerebrales
Quistes en el hígado, el páncreas y los testículos
Divertículos del colon
La mitad de las personas con PKD tienen quistes en el hígado. Los
antecedentes familiares de PKD incrementan su riesgo de padecerla.
Síntomas
Sensibilidad o dolor abdominal
Sangre en la orina
Micción excesiva durante la noche
Dolor de costado en uno o ambos lados
Otros síntomas que pueden presentarse con esta enfermedad son, entre
otros:
Somnolencia
Dolor articular
Anomalías en las uñas
Pruebas y exámenes
Un examen puede mostrar:
Sensibilidad abdominal sobre el hígado
Hepatomegalia
Soplos cardíacos u otros signos de insuficiencia
aórtica o insuficiencia mitral
Hipertensión arterial
Masas renales o abdominales
Los exámenes que se pueden realizar son, entre otros:
Angiografía cerebral
CSC (conteo sanguíneo completo)
Análisis de orina
Aquellas personas con antecedentes personales o familiares de PQR deben
ser evaluadas para determinar si los aneurismas cerebrales están causando
dolores de cabeza.
La poliquistosis renal y los quistes en el hígado u otros órganos se pueden
detectar con los siguientes exámenes:
TC abdominal
Resonancia magnética abdominal
Ecografía abdominal
PIV (pielografia intravenosa)
Si varios miembros de su familia tienen PQR, se pueden realizar pruebas
genéticas para determinar si usted es portador del gen de esta
enfermedad.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es controlar los síntomas y prevenir las
complicaciones. La hipertensión arterial puede ser difícil de controlar, pero
su control es el aspecto más importante del tratamiento.
El tratamiento puede abarcar:
Medicamentos para la presión arterial
Diuréticos
Dieta baja en sal
Cualquier infección urinaria se debe tratar oportunamente con antibióticos.
Es posible que haya que vaciar los quistes que son dolorosos, que estén
infectados, que estén sangrando o causen obstrucción. Por lo general, hay
demasiados quistes como para que sea práctico extirpar cada uno.
Es probable que sea necesario hacer extirpación quirúrgica de uno o ambos
riñones. El tratamiento de la enfermedad renal terminal puede incluir
diálisis o trasplante de riñón.
Expectativas (pronóstico)
La enfermedad empeora en lentamente y al final ocasiona insuficiencia
renal terminal. También está asociada con enfermedad hepática, lo que
incluye infección de quistes en el hígado.
El tratamiento médico puede brindar alivio a los síntomas por muchos años.
Las personas con PQR que no tienen otras enfermedades pueden ser buenas
candidatas para un trasplante de riñón.
Posibles complicaciones
Anemia
Sangrado o ruptura de quistes
Infección renal crónica
Enfermedad renal terminal
Hipertensión arterial
Infección de los quistes del hígado
Cálculos en el riñón
Insuficiencia hepática (de leve a grave)
Infección urinaria repetitiva
Cuándo contactar a un profesional médico
Llame a su médico si:
Tiene síntomas de poliquistosis renal.
Tiene antecedentes familiares de poliquistosis renal o trastornos
conexos y está planeando tener hijos (es posible que usted quiera
recibir asesoría genética).
Prevención
Actualmente, ningún tratamiento puede evitar la formación o agrandamiento
de los quistes.
Nefritis lúpica
Es un trastorno renal que es una complicación del lupus eritematoso
sistémico.
Causas
El lupus eritematoso sistémico (LES o lupus) es una enfermedad
autoimmunitaria. Esto significa que hay un problema con el sistema de
defensas del cuerpo.
Normalmente, el sistema inmunitario ayuda a proteger el cuerpo de
infección o sustancias dañinas. Pero en los pacientes con una enfermedad
autoimmunitaria, el sistema inmunitario no puede diferenciar entre
sustancias dañinas y saludables. Como resultado, el sistema inmunitario
ataca a células y tejido por lo demás sanos.
El lupus eritematoso sistémico (LES) puede dañar diferentes partes del
riñón, llevando a nefritis intersticial,síndrome nefrótico y glomerulonefritis
membranosa. Esto puede empeorar rápidamente a insuficiencia renal.
La nefritis lúpica afecta aproximadamente a 3 de cada 10,000 personas. En
niños con LES, alrededor de la mitad tendrá alguna forma o grado de
compromiso renal.
Más de la mitad de los pacientes no han tenido otros síntomas de LES
cuando les diagnostican nefritis lúpica.
El LES es más común en las mujeres entre 20 y 40 años. Para mayor
información, ver el artículo sobre lupus eritematoso sistémico.
Síntomas
Los síntomas de la nefritis lúpica abarcan:
Sangre en la orina
Orina con apariencia espumosa
Presión arterial alta
Hinchazón de cualquier área del cuerpo
Pruebas y exámenes
Un examen físico muestra signos de disminución de la función renal con
hinchazón (edema). La presión arterial puede estar alta. Se pueden escuchar
sonidos anormales cuando el médico ausculta el corazón y los pulmones.
Los exámenes que se pueden llevar a cabo abarcan:
Título de AAN (anticuerpos antinucleares)
BUN y creatinina
Niveles de complemento
Análisis de orina
Proteína en orina
Esta lista posiblemente no los incluya a todos.
Una biopsia del riñón no se utiliza para diagnosticar la nefritis lúpica, sino
para determinar cuál es el tratamiento adecuado.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es mejorar el funcionamiento de los riñones y
retrasar la insuficiencia renal.
Los medicamentos pueden abarcar corticosteroides u otros medicamentos
que inhiben el sistema inmunitario, como ciclofosfamida,
mofetilmicofenolato o aziotioprina.
Es posible que la diálisis sea necesaria para controlar los síntomas de
insuficiencia renal. Se puede recomendar el trasplante de riñón. Las
personas con lupus activo no deben tener un trasplante, debido a que la
afección se puede presentar en el riñón trasplantado.
Pronóstico
El pronóstico depende de la forma específica de la nefritis lúpica. Usted
puede tener reagudizaciones alternadas con períodos sin síntomas.
Algunas personas con esta afección presentan insuficiencia renal crónica.
Aunque la nefritis lúpica puede reaparecer en un riñón transplantado, casi
nunca conduce a una enfermedad renal terminal.
Posibles complicaciones
Insuficiencia renal aguda
Insuficiencia renal crónica
Enfermedad renal terminal
Síndrome nefrótico
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si presenta sangre en la orina o hinchazón en el
cuerpo.
Si usted padece nefritis lúpica, llame al médico si nota disminución del gasto
urinario.
Prevención
No se conoce ningún tipo de prevención para esta enfermedad.
Trombosis de la vena renal
Es un coágulo de sangre que se desarrolla en la vena que drena sangre del
riñón.
Causas
La trombosis de la vena renal es un trastorno poco común que puede ser
causado por:
Aneurisma aórtico abdominal
Trastornos de la coagulación
Deshidratación (sobre todo en bebés)
Uso de estrógenos
Síndrome nefrótico
Embarazo
Formación de cicatriz con presión sobre la vena renal
Traumatismo (a la espalda o al abdomen)
Tumor
En los adultos, la causa más común es el síndrome nefrótico, mientras que en
los bebés es la deshidratación.
Síntomas
Coágulo de sangre al pulmón
Sangre en la orina
Disminución del gasto urinario
Dolor de costado o lumbago
Pruebas y exámenes
Un examen puede no revelar el problema específico, pero puede indicar
síndrome nefrótico u otras causas de trombosis de la vena renal.
Tomografía computarizada del abdomen
Resonancia magnética abdominal
Ecografía abdominal
Examen Doppler dúplex de las venas del riñón
Un análisis de orina puede mostrar proteína en la orina o glóbulos
rojos sanguíneos en la orina
Radiografía de las venas renales (venografía)
Tratamiento
El tratamiento se centra en evitar la formación de nuevos coágulos y en la
reducción del riesgo de que los coágulos viajen a otras partes del cuerpo
(embolia).
Usted puede recibir medicamentos que impidan la formación de coágulos de
sangre (anticoagulantes) para detener la formación de coágulos nuevos. El
médico le puede recomendar reposo en cama o poca actividad durante un
período corto.
Si se presenta insuficiencia renal aguda, se puede necesitar diálisis, pero
debe ser temporal.
Pronóstico
Generalmente, la trombosis de la vena renal mejora con el tiempo sin que se
presente lesión permanente en los riñones.
Posibles complicaciones
Insuficiencia renal aguda (especialmente si la trombosis se presenta
en un niño deshidratado).
Coágulo de sangre que se desplaza hacia los pulmones (embolia
pulmonar).
Formación de nuevos coágulos de sangre.
Prevención
No existe una forma de prevención específica para la trombosis de la vena
renal en la mayoría de las personas. El hecho de mantener suficientes
líquidos en el cuerpo para evitar la deshidratación puede ayudar a reducir el
riesgo.
En las personas que han tenido un trasplante de riñón, el ácido
acetilsalicílico (aspirin) se usa algunas veces para prevenir la trombosis de la
vena renal. En las personas con ciertas enfermedades crónicas del riñón, se
pueden recomendar anticoagulantes como la warfarina.
Glomerulonefritis
Es un tipo de enfermedad renal en la cual la parte de los riñones que ayuda a
filtrar los desechos y líquidos de la sangre se daña.
Causas
La glomerulonefritis puede ser causada por problemas con el sistema
inmunitario del cuerpo, pero a menudo se desconoce la causa exacta.
El daño a los glomérulos provoca la pérdida de sangre y proteína en la orina.
La afección se puede desarrollar rápidamente y la función renal se pierde al
cabo semanas o meses (llamada glomerulonefritis rápidamente progresiva).
Una cuarta parte de las personas con glomerulonefritis crónica no tienen
antecedentes de enfermedad renal.
Lo siguiente incrementa el riesgo de padecer esta afección:
Trastornos de la sangre o el sistema linfático
Exposición a disolventes de hidrocarburos
Antecedentes de cáncer
Infecciones como infecciones por estreptococos, virus, infecciones
del corazón, o abscesos
Muchas afecciones causan o aumentan el riesgo de glomerulonefritis, entre
ellas:
Amiloidosis
Enfermedad de anticuerpos antimembrana basal glomerular
Enfermedades de los vasos sanguíneos como vasculitis o poliarteritis
Glomeruloesclerosis focal y segmentaria
Síndrome de Goodpasture
Uso excesivo de analgésicos, especialmente AINES
Púrpura de Henoch Schoenlein
Nefropatía por IgA
Nefritis lúpica
Glomerulonefritis membranoproliferativa
Síntomas
Los síntomas comunes de glomerulonefritis son:
Sangre en la orina (orina oscura, de color rojizo o café)
Orina espumosa debido al exceso de proteína en la orina)
Hinchazón (edema) de la cara, los ojos, los tobillos, los pies, las
piernas o el abdomen
Entre los síntomas también se pueden incluir los siguientes:
Dolor abdominal
Sangre en el vómito o en las heces
Tos y dificultad respiratoria
Diarrea
Micción excesiva
Fiebre
Sensación de malestar general, fatiga y pérdida del apetito
Dolores articulares o musculares
Hemorragia nasal
Los síntomas de la enfermedad renal crónica pueden aparecer con el tiempo.
Los síntomas de insuficiencia renal crónica pueden manifestarse
gradualmente.
Pruebas y exámenes
Debido a que los síntomas se pueden presentar gradualmente, el trastorno
se puede descubrir cuando hay unanálisis de orina anormal durante un
examen físico o un examen para otro trastorno.
Los signos de glomerulonefritis pueden incluir:
Anemia
Hipertensión arterial
Signos de disminución del funcionamiento renal
Una biopsia del riñón confirma el diagnóstico.
Posteriormente, se pueden observar signos de enfermedad renal crónica,
tales como:
Inflamación de los nervios (polineuropatía)
Signos de hipervolemia, entre ellos, ruidos anormales del corazón y de
los pulmones.
Hinchazón (edema)
Los exámenes imagenológicos que se pueden llevar a cabo abarcan:
Tomografía computarizada del abdomen
Ecografía del riñón
Radiografía del tórax
Pielografía intravenosa (PIV)
El análisis de orina y otros exámenes de sangre abarcan:
Depuración de creatinina
Análisis de orina bajo el microscopio
Orina para proteína total
Ácido úrico en la orina
Prueba de concentración de orina
Creatinina en orina
Proteína en orina
Glóbulos rojos en orina
Gravedad específica de la orina
Osmolalidad de la orina
Esta enfermedad también puede ocasionar resultados anormales de los
siguientes exámenes:
Albúmina
Examen de anticuerpos antimembrana basal glomerular
Anticuerpos anticitoplásmicos de neutrófilos (AACN)
Anticuerpos antinucleares
BUN y creatinina
Niveles de complemento
Tratamiento
El tratamiento varía dependiendo de la causa de la enfermedad y del tipo y
gravedad de los síntomas. La hipertensión arterial puede ser difícil de
controlar. El control de la hipertensión usualmente es el aspecto más
importante del tratamiento.
Los medicamentos que se pueden recetar abarcan:
Medicamentos para la presión arterial con el fin de controlar la
hipertensión, más comúnmente los inhibidores de la enzima
convertidora de angiotensina o los bloqueadores de los receptores de
angiotensina.
Corticosteroides
Medicamentos que inhiban el sistema inmunitario
Algunas veces, se puede emplear un procedimiento llamado plasmaféresis
para glomerulonefritis causado por problemas inmunitarios. La parte líquida
de la sangre que contiene anticuerpos se extrae y se reemplaza con líquidos
intravenosos o plasma donado (sin anticuerpos). La extracción de los
anticuerpos puede reducir la inflamación en los tejidos del riñón.
Es posible que usted deba restringir el consumo de sal, líquidos, proteínas y
otras sustancias.
Las personas con esta afección deben ser vigiladas cuidadosamente en
busca de signos de desarrollo de insuficiencia renal. Finalmente puede ser
necesario un tratamiento de diálisis o un trasplante de riñón.
Pronóstico
La glomerulonefritis puede ser temporal y reversible o puede empeorar. La
glomerulonefritis progresiva puede llevar a:
Insuficiencia renal crónica
Disminución de la función renal
Enfermedad renal terminal
Si se controla, es posible que también se puedan controlar otros síntomas.
En caso de no poder controlarlo, usted puede padecer enfermedad renal
terminal.
Posibles complicaciones
Síndrome nefrítico agudo
Problemas con los electrólitos en la sangre
Enfermedad renal crónica
Infección de las vías urinarias crónica o recurrente
Enfermedad renal terminal
Insuficiencia cardíaca congestiva por hipervolemia, edema pulmonar
Hipercaliemia
Hipertensión
Mayor susceptibilidad a otras infecciones
Hipertensión maligna
Síndrome nefrótico
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si:
Presenta un trastorno que aumenta el riesgo de glomerulonefritis.
Manifiesta síntomas de glomerulonefritis.
Prevención
No existe manera de prevenir la mayoría de casos de glomerulonefritis.
Tumor de Wilms
El tumor de Wilms y otros tumores renales infantiles son enfermedades en
las cuales se encuentrancélulas malignas (cancerosas) en el riñón. En el caso
del tumor de Wilms, se encuentran uno o más tumores en un riñón o en
ambos. Hay dos riñones, uno a cada lado de la columna vertebral, por encima
de la cintura. Dentro de cada riñón hay unos tubos pequeños que filtran y
limpian la sangre, sacan los desperdicios y producen la orina. La orina sale de
cada riñón a través de un tubo largo llamado uretra y va hasta la vejiga. La
vejiga retiene la orina hasta que se expulsa del cuerpo.
El tumor de Wilms se puede diseminar hasta los pulmones, el hígado o
los ganglios linfáticos cercanos.
La nefroblastomatosis es una afección por la que crece tejido anormal en la
parte exterior de un riñón o ambos. Los niños con esta afección corren el
riesgo de padecer de un tipo de tumor de Wilms que crece rápidamente. Es
importante realizar el seguimiento y las pruebas durante por lo menos siete
años después de que se trató al niño.
Otros tumores renales
Otros tumores renales infantiles, que se diagnostican y tratan de distintas
maneras, son los siguientes:
El sarcoma de células claras del riñón es un tipo de tumor renal que se
puede diseminar al pulmón, el hueso, el cerebro y el tejido blando.
El tumor rabdoide del riñón es un tipo de cáncer de riñón que se presenta
principalmente en los lactantes y niños pequeños. Crece y se disemina
rápidamente, a menudo al cerebro.
Los tumores neuroepiteliales del riñón son poco frecuentes y, por lo
general, se presentan en adultos jóvenes. A menudo están en
estudio avanzado cuando se diagnostican. Crecen y se diseminan
rápidamente.
El tumor desmoplásico de células pequeñas redondas del riñón es
un sarcoma de tejido blandopoco frecuente. Para mayor información,
consultar el sumario del PDQ sobre Tratamiento del sarcoma de tejido
blando infantil.
El nefroblastoma quístico parcialmente diferenciado es un tipo muy poco
frecuente de tumor de Wilms compuesto de quistes.
El carcinoma de células renales es poco frecuente en los niños o los
adolescentes menores de 15 años. Sin embargo, es mucho más común en
adolescentes de 15 a 19 años. Los carcinomas de células renales se pueden
diseminar hasta los pulmones, los huesos, el hígado y los ganglios linfáticos.
El nefroma mesoblástico congénito es un tumor del riñón que, por lo
general, se diagnostica durante el primer año de vida y que por lo común se
puede curar. Un tipo de nefroma mesoblástico congénito se puede
encontrar durante una ecografía antes del nacimiento o se puede presentar
en los primeros 3 meses posteriores al nacimiento del niño. El nefroma
mesoblástico congénito se presenta con más frecuencia en hombres que en
mujeres.
El sarcoma sinovial renal primario es un tumor del riñón poco frecuente y es
más común en adultos jóvenes.
El sarcoma anaplásico del riñón es un tumor poco frecuente que
generalmente se encuentra en niños o adolescentes menores de 15 años de
edad. A menudo, el sarcoma anaplásico del riñón se disemina hasta los
pulmones, el hígado o los huesos. No hay un tratamiento estándar para el
sarcoma anaplásico.
Tener ciertos síndromes genéticos o malformaciones de nacimiento puede
aumentar el riesgo de tumor de Wilms.
Cualquier cosa que aumenta el riesgo de contraer una enfermedad se
llama factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se
contraerá cáncer; no tener un factor de riesgo no significa que no se
contraerá un cáncer. Consultar con el médico si se piensa que el niño puede
estar en riesgo.
El tumor de Wilms puede formar parte de un síndrome genético que afecta
el crecimiento o el desarrollo. Un síndrome genético es un conjunto
de síntomas o trastornos que se presentan al mismo tiempo y que, por lo
general, son causados por genes anormales. Ciertas malformaciones de
nacimiento también pueden aumentar el riesgo de un niño de padecer de un
tumor de Wilms. Los siguientes síndromes genéticos y malformaciones de
nacimiento se han vinculado al tumor de Wilms:
Síndrome de WAGR: (tumor de Wilms, aniridia, sistema
genitourinario anormal y retraso mental).
Síndrome de Beckwith-Wiedemann.
Hemihipertrofia idiopática (crecimiento anormalmente grande de un lado
del cuerpo o una parte del cuerpo).
Síndrome de Denys-Drash.
Criptorquidismo.
Hipospadias.
Los niños que presentan estos síndromes genéticos y malformaciones de
nacimiento se deben someter a exámenes sistemáticos de detección del
tumor de Wilms cada tres meses hasta por lo menos 8 años de edad. Para la
detección, se puede utilizar una ecografía del abdomen. Los niños con el
síndrome de Beckwith-Wiedemann o hemihipertrofia también se someten a
exámenes de detección de tumores del hígado y de las glándulas
suprarrenales que se relacionan con estos síndromes genéticos. Hasta los 4
años de edad, se realiza una prueba mara medir la concentración
dealfafetoproteína en la sangre y una ecografía del abdomen. Después de
los 4 años de edad, se realiza una ecografía de los riñones.
Algunos niños presentan tumor de Wilms en ambos riñones. Por lo general,
estos se presentan cuando dicho tumor se diagnostica inicialmente, pero el
tumor de Wilms se puede presentar también en el segundo riñón luego que
el niño recibe un tratamiento exitoso para el tumor de Wilms en un solo
riñón. Es más probable que se presente un segundo tumor en el otro riñón si
el primer tumor de Wilms se presenta antes de los 12 meses de edad o
cuando las células embrionarias permanecen en el riñón.
Los niños en riesgo de presentar un segundo tumor de Wilms en el otro
riñón deben someterse a exámenes de detección para el tumor de Wilms
cada tres meses durante dos a seis años. Para el examen de detección se
puede usar una prueba ecográfica del abdomen.
Tener ciertas afecciones puede estar relacionado con un carcinoma de
células renales.
El carcinoma de células renales puede estar relacionado con las siguientes
afecciones:
Enfermedad de Von Hippel-Lindau (una afección heredada que causa el
crecimiento anormal de los vasos sanguíneos). Los niños con enfermedad de
Von Hippel-Lindau se deben controlar anualmente para verificar si hay un
carcinoma de células renales con una ecografía del abdomen o
un IRM (imágenes por resonancia magnética) a partir de los 8 a 11 años.
Esclerosis tuberosa (una enfermedad heredada que se caracteriza por
quistes de grasa no cancerosos en el riñón).
Carcinoma de células renales familiar (afección heredada que se presenta
cuando ciertos cambios en los genes que ocasionan cáncer de riñón y pasa
de padres a hijos).
Carcinoma medular renal (cáncer poco común del riñón que crece y se
disemina rápidamente).
Leiomiomatosis hereditaria (trastorno que aumenta el riesgo de tener
cáncer de riñón, de piel y deútero).
Cánceres secundarios (el carcinoma de célula renal se puede presentar en
pacientes varios años después del tratamiento de un neuroblastoma).
Los signos que pueden indicar un tumor de Wilms y otros tumores
renales infantiles incluyen una masa en el abdomen y sangre en la
orina.
Estos y otros síntomas se pueden deber a tumores renales. Otros
trastornos pueden causar los mismos síntomas. Consultar con el médico si el
niño tiene cualquiera de los siguientes problemas:
Un nódulo, inflamación o dolor en el abdomen.
Sangre en la orina.
Fiebre sin razón conocida.
Para detectar (encontrar) y diagnosticar el tumor de Wilms y otros
tumores renales infantiles, se utilizan pruebas que examinan el riñón y
la sangre.
Se pueden utilizar las siguientes pruebas y procedimientos:
Examen físico y antecedentes: examen del cuerpo para verificar si existen
signos generales de salud, incluido el control de signos de enfermedad,
como masas o cualquier otra cosa que parezca anormal. Se toma también los
antecedentes médicos de las enfermedades y los tratamientos previos del
paciente.
Recuento sanguíneo completo (RSC): procedimiento por el cual se toma una
muestra de sangre y se analiza lo siguiente:
o La cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
o La cantidad de hemoglobina (la proteína que transporta oxígeno) en los
glóbulos rojos.
o La parte de la muestra compuesta por glóbulos rojos.
Estudios químicos de la sangre: procedimiento mediante el cual se analiza
una muestra de sangre para medir las concentraciones de ciertas
sustancias liberadas al cuerpo por los órganos y lostejidos. Una cantidad
inusual (mayor o menor que la normal) de una sustancia puede ser una señal
de enfermedad en el órgano o tejido que la elabora.
Prueba de la función hepática: procedimiento mediante el que se analiza una
muestra de sangre para medir las concentraciones de ciertas sustancias
que el cuerpo libera al hígado. Una cantidad más alta que la normal de una
sustancia puede ser una señal de que el hígado no funciona como debe.
Prueba de la función renal: procedimiento mediante el que se analizan
muestras de sangre y orina para medir las concentraciones de ciertas
sustancias que los riñones liberan a la sangre o la orina. Una cantidad mayor
o menor que la normal de una sustancia puede ser una señal de que los
riñones no funcionan como deben.
Análisis de orina: prueba para verificar el color de la orina y sus
contenidos; por ejemplo, azúcar, proteínas, sangre y bacterias.
Ecografía: procedimiento para el que se hacen rebotar ondas sonoras de
alta energía (ultrasónicas) en tejidos u órganos internos y se crean ecos.
Los ecos forman una imagen de los tejidos corporales que se
llama ecograma. Se realiza una ecografía del abdomen paradiagnosticar un
tumor del riñón.
Exploración por TC (exploración por TAC): procedimiento mediante el cual
se toma una serie de fotografías detalladas del interior del cuerpo, desde
ángulos diferentes. Las imágenes son creadas por una computadora
conectada a una máquina de rayos X. Se inyecta un tinte en unavena o se
ingiere, a fin de que los órganos o los tejidos se destaquen más claramente.
Este procedimiento también se llama tomografía computada, tomografía
computarizada o tomografía axial computarizada.
Radiografía del abdomen: radiografía de los órganos internos del abdomen.
Una radiografía es un tipo de haz de energía que puede atravesar el cuerpo
y plasmarse en una película, con lo cual se crean imágenes del interior del
cuerpo.
Biopsia: extracción de células o tejidos, que un patólogo observa bajo
un microscopio, para determinar la presencia de señales de cáncer. La
realización de una biopsia depende de lo siguiente:
o El cáncer está en un riñón o en ambos.
o Las pruebas con imágenes muestran claramente el cáncer.
o El paciente participa en un ensayo clínico.
Se puede realizar una biopsia antes del tratamiento, después de
una cirugía para extirpar el tumor o después de
la quimioterapia administrada para reducir el tamaño del tumor.
El tumor de Wilms y otros tumores renales infantiles generalmente se
diagnostican y extraen mediante cirugía.
Una vez que se encuentra el tumor, se realiza la cirugía para determinar si
el tumor es o no canceroso. Si el tumor está solo en el riñón,
el cirujano extraerá todo el riñón (nefrectomía). Si hay tumores en ambos
riñones o si el tumor se diseminó afuera del riñón, se extraerá un trozo del
tumor. En ambos casos se envía una muestra de tejido a un patólogo, quien lo
observa bajo un microscopio para determinar si hay señales de cáncer.
Ciertos factores afectan el pronóstico (probabilidad de recuperación) y las
opciones de tratamiento.
El pronóstico (probabilidad de recuperación) depende de los siguientes
aspectos:
La diferencia entre las células del tumor y las células normales del riñón.
El estadio del cáncer.
El tipo y tamaño del tumor.
La edad del niño.
La posibilidad de que el tumor se pueda extraer completamente mediante
cirugía.
Si el cáncer fue recién diagnosticado o recidivó (volvió).
Si hay cromosomas o genes anormales.
Si el paciente es tratado por pediatras expertos con experiencia en
tratamiento de pacientes con tumor de Wilms.
Síndrome nefrótico
Es un grupo de síntomas que comprenden proteína en la orina, bajos niveles
de proteína en la sangre, niveles altos de colesterol y de triglicéridos
e hinchazón.
Causas
El síndrome nefrótico es causado por diversos trastornos que producen
daño renal. Este daño ocasiona la liberación de demasiada proteína en la
orina.
La causa más común en los niños es la enfermedad de cambios mínimos y
la glomerulonefritis membranosa es la causa más común en adultos.
Esta afección también puede ocurrir como resultado de:
Cáncer
Enfermedades como la diabetes, sistémico, mieloma y amiloidosis
Trastornos genéticos
Trastornos inmunitarios
Infecciones tales como amigdalitis estreptocócica, hepatitis
o mononucleosis
Uso de ciertas drogas
También puede ocurrir con trastornos renales, como:
Glomeruloesclerosis segmentaria y focal
Glomerulonefritis
Glomerulonefritis mesangiocapilar
El síndrome nefrótico puede afectar a todos los grupos de edades y, en los
niños, es más común entre edades de 2 a 6 años. Este trastorno se presenta
con una frecuencia ligeramente mayor en los hombres que en las mujeres.
Síntomas
La hinchazón (edema) es el síntoma más común y puede ocurrir:
En la cara y alrededor de los ojos (hinchazón facial)
En los brazos y las piernas, especialmente en los pies y los tobillos
En el área abdominal (abdomen inflamado)
Otros síntomas abarcan:
Apariencia espumosa en la orina
Inapetencia
Aumento de peso (involuntario) por retención de líquidos
Pruebas y exámenes
El médico llevará a cabo un examen físico. Asimismo, se harán pruebas de
laboratorio para ver qué tan bien están funcionado los riñones. Entre ellas
están:
Examen de albúmina en la sangre
Exámenes de química sanguínea tales como grupo de pruebas
metabólicas básicas y el grupo depruebas metabólicas completas
Nitrógeno ureico en sangre (BUN)
Examen de creatinina en la sangre
Depuración de creatinina, examen de orina
Análisis de orina
Con frecuencia, también hay presencia de grasas en la orina. Los niveles de
colesterol y triglicéridos en la sangre se pueden incrementar.
Se puede necesitar una biopsia del riñón para encontrar la causa del
trastorno.
Los exámenes para descartar diversas causas pueden abarcar los
siguientes:
Anticuerpo antinuclear
Crioglobulinas
Niveles del complemento
Examen de tolerancia a la glucosa
Anticuerpos para hepatitis B y C
Prueba de VIH
Factor reumatoideo
Electroforesis de proteínas séricas (EPS)
Serología para sífilis
Electroforesis de proteínas urinarias (EPU)
Esta enfermedad también puede alterar los resultados de los siguientes
exámenes:
Nivel de vitamina D
Hierro sérico
Cilindros urinarios
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento son aliviar los síntomas, prevenir las
complicaciones y retrasar el daño renal. Para controlar el síndrome
nefrótico usted debe tratar el trastorno causante. El tratamiento se puede
requerir de por vida.
Tratamientos:
Mantenga la presión arterial en o por debajo de 130/80 mmHg para
demorar el daño renal. Los inhibidores de la enzima convertidora de
angiotensina (IECA) y los bloqueadores de los receptores de
angiotensina (BRA) son los medicamentos que se emplean con mayor
frecuencia en este caso. Los inhibidores ECA también pueden ayudar
a disminuir la cantidad de pérdida de proteína en la orina.
Puede tomar corticosteroides o cualquier otro fármaco que inhiba o
calme el sistema inmunitario.
Trate los niveles altos de colesterol para reducir el riesgo de
problemas vasculares y cardíacos. Una dieta baja en grasas y en
colesterol por lo general no es tan útil para las personas con síndrome
nefrótico. Es posible que necesite medicamentos para reducir el
colesterol y los triglicéridos (por lo regular las estatinas).
Una dieta baja en sal puede ayudar con la hinchazón en las manos y
las piernas. Los diuréticos también pueden aliviar este problema.
Las dietas bajas en proteínas pueden servir. Su médico puede
recomendar una dieta moderada en proteínas (1 gramo de proteína
diario por kilogramo de peso corporal).
Usted puede necesitar suplementos vitamina D si el síndrome
nefrótico es crónico y no responde a la terapia.
Se pueden requerir anticoagulantes para tratar o prevenir la
formación de coágulos.
Pronóstico
El desenlace clínico varía. El trastorno puede ser agudo y a corto plazo,
o crónico y sin respuesta al tratamiento. Las complicaciones que se
presentan pueden también afectar el resultado.
Algunas personas pueden finalmente necesitar diálisis y un trasplante de
riñón.
Posibles complicaciones
Insuficiencia renal aguda
Ateroesclerosis y cardiopatías conexas
Enfermedad renal crónica
Hipervolemia, insuficiencia cardíaca congestiva, edema pulmonar
Infecciones, incluyendo neumonía neumocócica
Desnutrición
Trombosis de la vena renal
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con su médico si:
Presenta síntomas del síndrome nefrótico.
El síndrome nefrótico no desaparece.
Presenta nuevos síntomas como:
o Tos
o Disminución del gasto urinario
o Molestia al orinar
o Fiebre
o Dolor de cabeza fuerte
o Úlceras en la piel
Prevención
El tratamiento de afecciones que puedan causar el síndrome nefrótico
puede ayudar a prevenirlo.
Necrosis papilar renal
Es un trastorno de los riñones en el cual todas o parte de las papilas renales
mueren. Las papilas renales corresponden al área donde las aberturas de los
túbulos colectores ingresan al riñón y donde la orina fluye hacia los
uréteres.
Causas
La necrosis papilar renal generalmente se presenta con la nefropatía por
analgésicos; sin embargo, muchas otras afecciones pueden causarla, como:
Nefropatía diabética
Infección renal (pielonefritis)
Rechazo al trasplante de riñón
Anemia drepanocítica
Obstrucción de las vías urinarias
La anemia drepanocítica es una causa común de necrosis papilar renal en los
niños.
Síntomas
La muerte de tejido (necrosis) de las papilas renales puede hacer que el
riñón sea incapaz de concentrar la orina. Los síntomas pueden abarcar:
Dolor de espalda o dolor de costado
Orina con sangre
Orina turbia
Orina oscura, rojiza o color café
Fragmentos de tejido en la orina
Otros síntomas que pueden presentarse con esta enfermedad son:
Escalofríos
Fiebre
Micción dolorosa
Aumento de la frecuencia o urgencia urinaria
Dificultad para comenzar a orinar
Incontinencia urinaria
Eliminar grandes volúmenes de orina
Micción frecuente en las noches
Pruebas y exámenes
El área sobre el riñón afectado (en un costado) puede mostrarse sensible
durante un examen. Puede haber antecedentes de infecciones urinarias, al
igual que signos de uropatía obstructiva o de insuficiencia renal.
Un análisis de orina puede mostrar infección tejido muerto en la orina.
Una pielografia intravenosa (PIV) puede mostrar obstrucción o tejido en la
pelvis renal o uréter.
Tratamiento
No hay un tratamiento específico para la necrosis papilar renal y éste
depende de la causa. Por ejemplo, si la nefropatía por analgésicos es la
causa, el médico recomendará la suspensión de los medicamentos que la
están ocasionando, lo cual puede permitir la cura del riñón con el tiempo.
Expectativas (pronóstico)
La recuperación de la persona depende del factor que esté causando la
afección. Si la causa se pueda controlar, es posible que la afección
desaparezca por sí sola. En algunos casos, personas con esta afección
presentarán insuficiencia renal y necesitarán diálisis o trasplante de riñón.
Posibles complicaciones
Insuficiencia renal aguda
Uropatía obstructiva aguda bilateral
Uropatía obstructiva aguda unilateral
Uropatía obstructiva crónica bilateral
Insuficiencia renal crónica
Infección de las vías urinarias crónica o recurrente (IVU)
Uropatía obstructiva crónica unilateral
Hipercaliemia
Hipovolemia
Acidosis metabólica
Cuándo contactar a un profesional médico
Solicite una cita con el médico si:
Presenta sangre en la orina.
Manifiesta otros síntomas de necrosis papilar renal, especialmente
después de ingerir analgésicos de venta sin receta.
Prevención
El control de la diabetes o de la anemia drepanocítica puede reducir su
riesgo. Para prevenir la necrosis papilar renal causada por neuropatía por
analgésicos, tenga cuidado con el uso de medicamentos, entre ellos, los
analgésicos de venta sin receta.
Hidronefrosis unilateral
Es una hinchazón de un riñón debido a una acumulación o represamiento de
orina.
Causas
La hidronefrosis (inflamación del riñón) es una afección que ocurre con una
enfermedad, pero no es una enfermedad en sí. Los trastornos a menudo
asociados con la hidronefrosis unilateral son, entre otros:
Uropatía obstructiva unilateral aguda
Bloqueo de un uréter debido a cicatrización, tumor, cálculos urinarios
Uropatía obstructiva unilateral crónica
Reflujo vesicoureteral (reflujo de la orina de la vejiga al riñón)
Nefrolitiasis (cálculos renales)
Hidronefrosis que ocurre sin una causa conocida durante el embarazo
La hidronefrosis unilateral se presenta aproximadamente en 1 de cada 100
personas.
Síntomas
Dolor de costado
Masa abdominal
Náuseas y vómitos
Infección urinaria
Fiebre
Micción dolorosa (disuria)
Aumento de la frecuencia urinaria
Aumento de la urgencia urinaria
Nota: algunas veces, la hidronefrosis unilateral es asintomática.
Pruebas y exámenes
La hidronefrosis unilateral se detecta en un examen imagenológico como:
Resonancia magnética abdominal
Tomografía computarizada de los riñones o el abdomen
Pielografía intravenosa (PIV)
Renografía con isótopos (gammagrafía de los riñones)
Ecografía de los riñones o del abdomen
Tratamiento
El tratamiento y pronóstico para la hidronefrosis unilateral depende de lo
que esté causando la hinchazón renal. El tratamiento puede abarcar:
Un stent ureteral (sonda que permite al uréter drenar a la vejiga)
Una sonda de nefrostomía (permite que la orina bloqueada drene a
través de la espalda)
Antibióticos para infecciones
Los pacientes que tienen sólo un riñón, que padecen trastornos que
comprometen al sistema inmunitario como diabetes o HIV, o que hayan
recibido un trasplante, deben ser tratados oportunamente.
Se pueden prescribir antibióticos preventivos para disminuir el riesgo de
infecciones urinarias en pacientes que tengan hidronefrosis prolongada.
Expectativas (pronóstico)
La hidronefrosis prolongada conduce a la pérdida final de la función renal.
Posibles complicaciones
Si la hidronefrosis se deja sin tratamiento, puede presentarse daño
permanente en el riñón afectado. La falla oinsuficiencia renal es poco común
con la hidronefrosis unilateral, debido a que el otro riñón funciona
normalmente. Sin embargo, si el paciente sólo tiene un riñón funcionando, se
presentará insuficiencia renal.
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si presenta dolor prolongado o intenso en un costado
o si sospecha la presencia de hidronefrosis.
Prevención
La prevención de los trastornos asociados con la hidronefrosis unilateral
evita que se presente esta afección.
Hidronefrosis bilateral
Es el agrandamiento (distensión) de la pelvis y de las estructuras
recolectoras de orina de ambos riñones. Bilateral significa en ambos lados.
Causas
La hidronefrosis bilateral se presenta cuando la orina no puede bajar desde
el riñón por los uréteres hasta la vejiga. La hidronefrosis en sí no es una
enfermedad, sino más bien un resultado físico de cualquier enfermedad que
impide el drenado de la orina fuera de los riñones, los uréteres y la vejiga.
Los trastornos asociados con la hidronefrosis bilateral son, entre otros:
Uropatía obstructiva bilateral aguda
Obstrucción de la salida de la vejiga
Uropatía obstructiva bilateral crónica
Vejiga neurógena
Válvulas ureterales posteriores
Síndrome del abdomen en ciruela pasa
Fibrosis retroperitoneal
Obstrucción de la unión ureteropélvica
Reflujo vesicoureteral
Síntomas
Los signos de hidronefrosis se observan por lo general durante estudios
ecográficos en el embarazo. No hay ningún síntoma en el feto.
Cualquier infección urinaria en el recién nacido es razón para sospechar de
algún tipo de problema obstructivo en el riñón. Asimismo, las repetitivas
infecciones de las vías urinarias en un niño mayor se deben evaluar por una
posible obstrucción.
La obstrucción de las vías urinarias generalmente no tiene ningún otro
síntoma fuera de un aumento en el número de infecciones urinarias.
Pruebas y exámenes
La hidronefrosis bilateral se puede observar en:
Tomografía computarizada del abdomen o del riñón
PIV
Ecografía del embarazo (fetal)
Gammagrafía renal
Ecografía del abdomen o de los riñones
Tratamiento
La colocación de una sonda de Foley puede aliviar la obstrucción. Otras
opciones de tratamiento abarcan drenado de la vejiga o alivio de la presión
con tubos de nefrostomía colocados a través de la piel (percutáneos)
ostents (endoprótesis vasculares) puestos en los uréteres para permitir que
la orina fluya del riñón a la vejiga.
Una vez que se trata la obstrucción, se debe identificar y tratar la causa
subyacente (como un agrandamiento de la próstata).
Expectativas (pronóstico)
Los avances en la ecografía fetal han brindado a los especialistas la
capacidad de diagnosticar problemas causados por la obstrucción bilateral
de las vías urinarias en el feto en desarrollo. Si se detecta una obstrucción
en un feto, una cirugía intrauterina (realizada mientras el feto aún está
dentro del útero de la madre), o poco después del nacimiento, mejorará el
funcionamiento renal.
Los recién nacidos, a quienes se les diagnosticó una obstrucción mientras
aún estaban en el útero, pueden recibir corrección quirúrgica oportuna de
los defectos, a menudo con buenos resultados.
Posibles complicaciones
Se puede desarrollar insuficiencia renal como complicación de muchos de los
trastornos asociados con la hidronefrosis
Prevención
Una ecografía fetal puede revelar obstrucción de las vías urinarias y
permitir una intervención quirúrgica temprana con mejores resultados en el
recién nacido. Otras causas de obstrucción, como cálculos renales, se
pueden diagnosticar de manera precoz si las personas reconocen
oportunamente las señales de advertencia de obstrucción y de enfermedad
renal.
INFECCIONES RENALES
Abarca la infección de los riñones producida por bacterias, hongos y virus.
El microorganismo que afecta puede haber invadido el riñón a partir de la
vejiga urinaria o del torrente circulatorio. La infección renal, también
denominada Pielonefritis o Infección del Tracto Urinario Superior
(infección o inflamación del riñón).Puede afectarse uno o los dos riñones.
Los casos agudos se resuelven sin dejar daño renal permanente. En los
casos crónicos o graves el daño renal es tan extenso que los riñones dejan
de funcionar es a esto lo que llamamos: Insuficiencia Renal.
TIPOS DE INFECCIONES DEL RIÑON
Pielonefritis Aguda. Pielonefritis Crónica. Pielonefritis Enfisematosa
(diabéticos, gas en el riñón) .Pionefritis (obstrucción del uréter).Absceso
Renal (bolsa de pus en el riñón).CAUSAS Y SINTOMAS:La Escherichia Coli
es la responsable del 85% de los casos de Pielonefritis aguda (Klebsiella,
Enterobacter, Proteus, Enterococcus y Pseudomonas).La infección por la
especie Proteus puede originar la formación de cálculos renales.
Otros factores de riesgo
Sondaje Vesical o Instrumentalización.Diabetes.Embarazo.Cálculos
UrinariosObstrucción y Anomalías del tracto urinario.Síntomas:Fiebre
(principal), Ardor al orinar (disuria), Escalofríos, Náuseas, Vómitos y dolor
en la parte media o inferior de la espalda que se irradia al abdomen y a la
ingle muy intenso. Signo de Infección vesical (micción frecuente y
dolorosa).Diagnóstico:Examen general de orina y cultivo de orina.
Prevención y Tratamiento
Buscar atención médica inmediata.Dieta (evitar grasas, sal, azúcar,
embutidos), cereales, verduras, jugos de naranja, piñaTomar de 8 a 12
vasos de agua al día (2-3 litros diarios).Tomar Arándano (proporciona el
agente antimicrobiano llamado Acido Hipúrico.Cloruro de Magnesio.No
contener el deseo de orinar.Limpieza Genital después de relaciones
sexuales.Evitar diafragmas vaginales y cremas espermicidas.Cuidar
próstata (prostatitis) y vejiga (cistitis).
Tuberculosis renal
Afección tuberculosa del riñón que se produce a consecuencia de la
propagación de los bacilos procedentes de otro foco de tuberculosis
(generalmente pulmonar). La infección renal produce inflamación y necrosis
caseosa, que en ocasiones afecta a todo el parénquima renal. El proceso
puede extenderse a los órganos genitales, los uréteres y la vejiga. En
ocasiones, la afección renal no produce síntomas y sólo aparecen cuando
queda afectada la vejiga. El tratamiento está basado en la administración de
fármacos antituberculosos durante un período de tiempo de unos 18 meses;
y en los casos en los que el riñón está muy afectado hay que recurrir a la
extirpación quirúrgica (nefrectomía). Sin tratamiento la enfermedad
evoluciona hacia una insuficiencia renal y otras complicaciones que pueden
llevar a la muerte del paciente.
Infarto renal
Un infarto renal es la muerte de una zona de tejido renal causada por la
obstrucción de la arteria renal, la arteria principal que lleva la sangre al
riñón.
La obstrucción de la arteria renal es rara y, cuando se produce,
habitualmente se debe a que una partícula que estaba flotando en el flujo
sanguíneo (émbolo) se aloja en la arteria. El émbolo puede originarse a
partir de un coágulo sanguíneo (trombo) en el corazón o por la rotura de un
depósito de colesterol (ateroma) de la aorta. Por otra parte, el infarto
puede ser consecuencia de la formación de un coágulo sanguíneo (trombosis
aguda) en la misma arteria renal, provocado por una lesión de la arteria
debido a cirugía, a una angiografía o a una angioplastia. El coágulo puede
también ser el resultado de una arteriosclerosis grave, arteritis
(inflamación de las arterias), drepanocitosis o la rotura de un aneurisma de
la arteria renal (una protuberancia en la pared de la arteria). Un desgarro
del revestimiento (disección aguda) de la arteria renal hace que el flujo de
sangre en la arteria se obstruya o que la arteria se rompa. Las causas
subyacentes del infarto incluyen arteriosclerosis y fibrodisplasia
(desarrollo anómalo de tejido fibroso en la pared de una arteria).
El infarto renal puede ser producido por varias circunstancias:
ocasionalmente de modo terapéutico (infarto terapéutico) para tratar
tumores del riñón, por una pérdida masiva de proteínas por la orina
(proteinuria) o por una hemorragia incontrolable del riñón. El flujo de sangre
al riñón se obstruye introduciendo un catéter dentro de la arteria que
alimenta el riñón.
Síntomas y diagnóstico
Las pequeñas obstrucciones de la arteria renal a menudo no producen ningún
síntoma. Sin embargo, pueden causar un dolor constante y agudo en la zona
lumbar (dolor en el costado) sobre el lado afectado. Pueden producirse
fiebre, náuseas y vómitos. La obstrucción parcial de la arteria puede
conllevar el desarrollo de hipertensión arterial.
La obstrucción total de ambas arterias renales, o de una sola en las
personas que sólo tienen un riñón, detiene completamente la producción de
orina e interrumpe el funcionamiento de los riñones (insuficiencia renal
aguda).
Examenes
Los análisis de sangre, por lo general, muestran un número anormalmente
elevado de glóbulos blancos. En la orina se encuentran presentes proteínas y
cantidades microscópicas de sangre. Pocas veces puede haber una cantidad
de sangre suficiente como para que sea visible a simple vista.
Es necesario efectuar pruebas de imagen del riñón para realizar el
diagnóstico, porque ninguno de los síntomas o de los exámenes
complementarios identifican específicamente un infarto renal. Durante las
dos primeras semanas que siguen a un infarto extenso, la función del riñón
afectado es escasa. Una urografía endovenosa o las imágenes con isótopos
radiactivos pueden mostrar el escaso funcionamiento, dado que el riñón no
puede excretar las cantidades normales de sustancia radiopaca (que es
visible en las radiografías) o de indicadores radiactivos utilizados en estas
pruebas.
Sin embargo, teniendo en cuenta que el escaso funcionamiento renal puede
también ser provocado por otras afecciones además del infarto, una
ecografía o una urografía retrógrada pueden ser necesarias para
diferenciar entre las distintas causas. El mejor modo de confirmar el
diagnóstico y obtener una imagen clara del problema es efectuando una
arteriografía renal, en la que se inyecta una sustancia radiopaca dentro de
la arteria renal.
Sin embargo, la arteriografía se lleva a cabo solamente cuando el médico
tiene previsto intentar desobstruir la arteria. La eficiencia con la que se
restablece la función renal se puede evaluar mediante una urografía
endovenosa o con una gammagrafía con isótopos radiactivos repetidas a
intervalos de un mes.
Tratamiento
El tratamiento habitual consiste en la administración de anticoagulantes con
el fin de prevenir la formación de coágulos adicionales que van a obstruir la
arteria renal. Los fármacos que disuelven coágulos (trombolíticos) son de
introducción más reciente y pueden ser más eficaces que otros
tratamientos. Los fármacos mejoran la función renal sólo cuando la arteria
no está completamente obstruida o cuando los coágulos se pueden disolver
en el plazo de 1½ a 3 horas, tiempo durante el cual el tejido renal puede
aguantar la pérdida de su aporte sanguíneo.
Para eliminar la obstrucción, el médico puede hacer pasar un catéter con un
globo en el extremo, desde la arteria femoral en la ingle hasta la arteria
renal. Luego se infla el globo para forzar la abertura de la zona obstruida.
Este procedimiento se denomina angioplastia transluminar percutánea.
El tratamiento óptimo del infarto renal es incierto, pero en general se
prefiere el tratamiento farmacológico. Aunque la cirugía corrige la
obstrucción de los vasos sanguíneos, implica mayores riesgos, complicaciones
y hasta la muerte, y la función renal no mejora más que cuando son
utilizados los anticoagulantes o los fármacos trombolíticos solos. La cirugía
es el tratamiento preferido únicamente en el marco de una rápida
intervención (en el término de 2 a 3 horas), para eliminar un coágulo
sanguíneo en la arteria renal, provocado por una herida (trombosis
traumática de la arteria renal).
Aunque la función renal puede mejorar con el tratamiento, por lo general no
llega a recuperarse por completo.
Nefroesclerosis
El término nefroesclerosis significa literalmente endurecimiento renal (del
griego “nephros” riñón y “esclerosis” endurecimiento) y es el resultado final
de la sustitución del tejido renal normal por un tejido más denso con
abundante componente colágeno. En la práctica, el término nefroesclerosis
se aplica a la enfermedad renal que complica la hipertensión arterial
esencial (HTA) y que afecta fundamentalmente a los microvasos.
Existen dos formas de esta enfermedad, una es la nefroesclerosis maligna
que produce necrosis (muerte celular) en las arteriolas y se asocia a HTA
grave e insuficiencia renal.
En la otra forma, la nefroesclerosis benigna (nefroangioesclerosis o
nefropatía hipertensiva), la lesión microscópica más característica es la
cristalización de las arteriolas aferentes que es indistinguible de las
lesiones que se observan en sujetos de edad avanzada.
En los últimos años la enfermedad está siendo diagnosticada,
fundamentalmente, en pacientes con edad superior a los 60 años y
enfermedad vascular a otros niveles.