Atelier de músicas 35 (21-06-15) Polonio

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Entrevista con el compositor Eduardo Polonio, que ha publicado una 'Edición Antológica' con sus obras electroacústicas.

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  • El Correo de Andaluca Domingo, 21 de junio de 2015 Atelier de msicas / cultura / 45 / /

    discos recomendados

    I. G. Cabral {A estricto disco por ao, Wim Mertens (1953) demuestra ser, adems de un prol-fico compositor, un soberbio melodista que no pierde de vista su adscripcin a la escuela minimalista, aunque su msica est lejos de la academia y est cosida con hechuras pop. Charaktersketch es el prin-cipio de una triloga. Con el lbum vuelve a difuminar su piano en el contexto de un amplio ensemble en el que priman los vientos y un peculiar sentido del ritmo. Vuelve a escatimarnos su voz, pero firma temas tan mertenianos como Earmarked y According to the one. Lo suyo es msica de saln del siglo XXI. Una joya. ~

    EDUARDO POLONIO CompositorTras casi medio siglo dedicado a la msica electroacstica, el compositor publica una edicin antolgica de sus obras y anuncia que sigue teniendo muchos proyectos en mente

    El compositor Eduardo Polonio, fotografiado en el patio del Conservatorio Superior Manuel Castillo. / Jess Barrera

    CONTEMPORNEA Charaktersketch / Wim Mertens / Wim Mertens Ensemble / Usura-Warner Music

    El compositor belga que nunca se queda sin ideas

    Dejar que los sonidos te penetren, esa es la claveIsmael G. Cabral SEVILLA {Cualquier paso en la carrera de Eduardo Polonio (1941) ha sido dado despacio y con mucho esfuerzo. Es el precio que paga el ser un composi-tor esencial en la historia moderna de la msica espa-ola pero haber elegido el camino ms pedregoso. En los 70 decid dedicarme por entero a la creacin electroa-cstica [forma de denomi-nar a la msica experimental realizada con medios elec-trnicos], dice. Forzosa-mente, el alejarse del mbi-do instrumental (y por ende de los festivales, grupos y or-questas) conllev situarse en los mrgenes.

    Hoy da, Polonio, recono-cido en su mbito con las ms altas distinciones, rela-tiviza cualquier aspiracin y todas las consideraciones. No s si soy o no un compo-sitor de culto, los premios me dan igual, el premio es la vida, hacer lo que te gusta sin cortapisas, poder vivir en paz y armona. Y disfrutar de la msica, asegura. Las nuevas generaciones lo con-templan como un clsico. Y

    por eso, en breve, se editar un LP con piezas inditas de su primera y ms combativa poca. Nunca pude imagi-nar que aquellos trabajos re-petitivos fueran a tener tanta vida, comenta mientras de-sempolva viejas cintas del archivo.

    Como Stockhausen, Hen-ry o Kraftwerk, Polonio es tan esencial para un deejay que comienza como para un compositor que quiere plan-tear un alambicado discurso modernista. Ahora, la edi-cin antolgica que coeditan Luscinia Discos, World Edi-tion, Arsonal y Ars Harmoni-ca, en dos DVD, compila va-rias horas de msica y un do-cumental. En total abarca el periodo temporal que va de 1969 a 2014. He hecho tan-tas cosas que a veces tengo la tentacin de poner el pun-to y final, pero siempre aca-bo haciendo ma la frase de Cristbal Halffter, no empe-zar a dejar ni dejar de empe-zar, explica.

    Por eso, estos das com-pone como un loco el que ser su nuevo proyecto, un espectculo multimedia con imgenes del fotgrafo San-

    tiago Torralba. Por eso y por-que alguien hace muy poco tiempo le dio por fenecido en Facebook. De pronto vi que alguien me haba ente-rrado y peda por mi descan-so eterno. Aquella ancdota me dio que pensar, y de re-pente me entraron muchas ganas de hacer cosas, reco-

    noce sin perder nunca de vista el humor.

    En su nueva edicin dis-cogrfica se recogen exten-sos trabajos octofnicos co-mo Labrys (2007) y Beyond us (2010). Yo habito a tra-bajar con planos, mi msica

    es muy espaciosa y ha sido realmente complicado redu-cir a estreo, comenta. Pe-ro a qu suena Polonio? De-pender de a qu dcada de su biografa nos asomemos. Pero advierte que no hace falta un traje especial para escucharme a m, otro para or a Machaut y otro ms pa-ra sumergirse en Boulez, s-lo hay que abrir los odos y dejar que los sonidos te pe-netren, esa es la clave.

    En su haber tiene tambin tres peras estrenadas, por supuesto electrnicas, que le gustara llevar al escenario en alguna otra ocasin. Pero si ese momento no llega, no parece que vaya a perturbar su estado natural, en calma. Porque para eso vive en ple-na naturaleza, en la sierra de Huelva. El campo aporta calidad de vida. En mi estu-dio, alejado de todo, no se oye absolutamente nada. So-lo hay silencio. El ruido de la ciudad me resulta insoporta-ble, dice sin temor a la para-doja un creador asido a la tecnologa, historia viva de la msica del siglo XX. Y, fe-lizmente, tambin de la del XXI. ~

    No hace falta un traje distinto para or mi msica y otro para Machaut

    Alguien me enterr en Facebook y me entraron ganas de componer

    I. G. C. {Hace algn tiempo Emanuel Krivine fir-m una excepcional Novena de Dvorak con La Chambre Philharmonique. Sus re-gistros con la orquesta de la que es titular, la Filarmnica de Luxemburgo, no poseen ese carcter desmitificador de la graba-cin que invocamos. El director pasa por encima de los pentagramas de Bela Bartok con una supuesta objetividad que deriva en una lectura sin tensin interna, morte-cina. El Concierto para orquesta tiene aqu una de las interpretaciones ms medio-cres de la fonografa reciente. El Concierto n2 mejora gracias a la implicacin del violinista Tedi Papavrami. ~

    SIGLO XX Concierto para violn n2... / Bartok / T. Papavarami. Orq. Luxemburgo. E. Krivine. / Zig Zag

    Territories

    Todo en su sitio y nada indispensable