DIMENSIONES DE LA HERIDA / TAMAÑO.
Medir y registrar el tamaño de la herida es decisivo para el
tratamiento más eficaz en cada caso. Subsiguientes mediciones de la herida cuantificarán sus cambios e indicarán la evolución de la úlcera.Las técnicas de medición comunes son la cinta métrica y las calcas resiguiendo el contorno de la herida.
El largo y el ancho de una úlcera indicarán el progreso de la úlcera, pero no son una medición exacta del área. Uno de los protocolos de medición estipula la anotación del largo en la zona más larga de la herida y el ancho en perpendicular.
Largo (cms.)
Ancho (cms.)
Otro protocolo de medida alternativo es el método del "reloj", tomando la cabeza del paciente como referencia de las 12 en punto. La medida se tomara siguiendo la vertical desde la cabeza a los pies y el ancho de lado a lado.
Método del reloj
12
6
9 3
Una de las desventajas de estos sistemas es que no tienen en cuenta la profundidad de la herida como úlceras por presión de grado III y IV. Cualquiera que sea el método utilizado en la medición de una herida, debe especificarse qué método se ha utilizado y registrarse en el historial del paciente.
El acercamiento de los bordes de una úlcera son el parámetro adecuado para valorar su progreso. Una reducción inferior al 20 - 40 por ciento en las primeras dos a cuatro semanas es indicativa de que la úlcera responde mal al tratamiento.La profundidad se refiere a la zona más profunda de la herida. Medir con hisopo y regla.
La tunelización es la destrucción del tejido que se encuentra por debajo de la piel sana cercana a los bordes de la herida. Puede extenderse mucho y en todas direcciones. La tunelización generalmente incluye necrosis de la grasa subcutánea y las heridas de este tipo suelen contener más cantidades de bacterias tanto aeróbicas como anaeróbicas.
APARIENCIA DEL LECHO DE LA HERIDA.
Es muy importante valorar y registrar la apariencia del
lecho de la herida. Por ejemplo, la presencia de tejido de
granulación y epitelización sanos en el lecho de la herida
es una señal de que la herida está cicatrizando. Asimismo
es importante anotar el color del tejido de granulación
siendo los términos más utilizados incluyen "rojo
húmedo", "rojo sangrante" y / o "Rosa /Púrpura".
El registro de tejido necrótico, escara y esfácelos es imprescindible. Documentar en % total herida.
LOS BORDES DE LA HERIDA.
El estado de sus bordes debe formar parte de la
evaluación habitual.
Registrar, si los bordes están bien definidos y con buena
aportación de sangre o si por el contrario se ven
rasgados, hinchados, arrugados, tunelizados y con mal
flujo sanguíneo.
Otros términos para describir los bordes de una herida
incluyen: irregular, en forma de cráter, hinchado, calloso,
macerado y reseco.
PIEL PERILESIONAL.
El estado de la piel perilesional ofrece una información
muy importante sobre el estado de la herida y los efectos
del tratamiento. La observación, valoración y registro
deben incluir también una evaluación del color,
induración, edema, elasticidad y / o maceración.
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