UNIVERSIDAD “IGNACIO AGRAMONTE LOYNAZ”
SEDE “JOSÉ MARTÍ”
FACULTAD DE CIENCIAS PEDAGÓGICAS. INFANTIL
DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN PREESCOLAR
ORIENTACIÓN FAMILIAR PARA PREVENIR LAS ALTERACIONES DEL
COMPORTAMIENTO EN LOS NIÑOS DE INFANCIA PREESCOLAR
Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas
ISABEL CRISTINA SAMPAYO HERNÁNDEZ
Camagüey
2016
UNIVERSIDAD “IGNACIO AGRAMONTE LOYNAZ”
SEDE “JOSÉ MARTÍ”
FACULTAD DE CIENCIAS PEDAGÓGICAS. INFANTIL
DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN PREESCOLAR
ORIENTACIÓN FAMILIAR PARA PREVENIR LAS ALTERACIONES DEL
COMPORTAMIENTO EN LOS NIÑOS DE INFANCIA PREESCOLAR
Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas
Autora: MSc. Isabel Cristina Sampayo Hernández. P. As.
Tutores: Dr. C. Silvia Colunga Santos. P. T.
Dr. C. Ángel Luis Gómez Cardoso. P. T.
Consultante: Dr. C. Maritza Milagros Cuenca Díaz. P. T.
Dr. C. Guillermo Rafael Peña Cruz. P. T.
Camagüey
2016
PENSAMIENTO
"En la sociedad todo educa y todos educamos. Lo existente es la idea
de la generalidad de los padres de que su papel de educadores se
limita a enviar a los hijos a la escuela, y de que en esta se ha de
verificar el milagro de que el niño desaprenda todos los malos hábitos
engendrados en él por el descuido de los que lo rodean y aprenda todo
lo que luego ha de serle útil en la vida".
Enrique José Varona
(Castro, P. L; Fernández, G.; Gómez, A. L.; Campos, I. C.;
García, I. K.; Bert, J. E. y Rodríguez, B. 2008, p. 21)
AGRADECIMIENTOS
A mis tutores iniciales, Guillermo Rafael Peña Cruz, por ser el autor intelectual de mi
formación doctoral y Maritza Milagros Cuenca Díaz, por su dedicación, paciencia y amistad.
A mis tutores adoptivos Silvia Colunga Santos por su disposición, entrega, amistad y
cooperación incondicional y a Ángel Luis Gómez Cardoso por su ayuda y colaboración.
A mi esposo, Pablo Castellanos Socarrás, por su entrañable adoración, comprensión y apoyo
infinito.
A mi padre, Manuel Mariano Sampayo Hernández, por su ejemplo, amor, comprensión y
cooperación.
A la hermana que la naturaleza me negó y la vida me ofreció, Rita María del Risco, con quien
compartí satisfacciones e insatisfacciones, por su consejo oportuno y ayuda desinteresada.
A mis hijos Raudal Manuel y Raydel Miguel por su comprensión, apoyo y por esa bella
ternura con que confían en mí.
A mis nietos, Michel Ernesto, Leudar Manuel, Neidel Miguel y Miguel Ángel, especial
agradecimiento por ser los generadores indirectos de muchas de las ideas que hoy exhibo y mil
disculpas por todas las horas que no he podido dedicarles.
A mis compañeros Vilma Esther Moreno Ricard, Ana María Rodríguez Rodríguez, Arsenio
Gómez Moreno, Delfín Sánchez Sánchez, Odalis Ynerarity Castro, María Hernández Carballé y
Gustavo Pereira Fernández por sus análisis teórico-prácticos y lecciones oportunas.
A todos mis compañeros del Departamento de Educación Preescolar por el sacrificio que han
realizado para que yo alcanzara mí sueño.
A los compañeros del Laboratorio de Tecnología Educativa por su apoyo desinteresado.
A los niños y familiares que formaron parte de la investigación.
A esa multitud de amigos y amigas que haláronme a veces y empujáronme otras hacia mis
zonas de desarrollo próximo.
A todos, ¡MUCHAS GRACIAS!
DEDICATORIA
A mi madre, Yolanda Hernández Leyva y a mí abuela, Elia Leyva Martínez por su inmortal
ejemplo, quienes se sentirían muy orgullosas por esta obra.
A mis seres más queridos, mi padre y esposo, con quienes siempre puedo contar y en especial
a mis hijos para que puedan prevenir las alteraciones del comportamiento en mis nietos.
A toda mi familia, compañeros y amigos de quien he recibido apoyo y ayuda.
A todos los profesores que han contribuido a mí formación profesional.
A las familias y niños de la infancia preescolar.
A la Revolución y su invencible líder Fidel Castro Ruz.
SÍNTESIS
La investigación es una propuesta científica encaminada a dar respuesta a las dificultades en las
interacciones sociales que se producen en la convivencia familiar que pueden convertirse en factores
generadores de alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar. Tiene como objetivo
valorar la estrategia pedagógica, basada en una concepción de la misma naturaleza que representa el
perfeccionamiento de la orientación familiar, de modo tal que garantice la prevención de las alteraciones
del comportamiento en la infancia preescolar, desde el proceso educativo que desarrolla en la convivencia
familiar. Se emplearon los métodos teóricos: histórico - lógico y modelación sistémica estructural funcional;
como empíricos: análisis de documentos, observación, encuesta, entrevista, criterio de expertos y estudio
de casos y estadístico – matemáticos: cálculo del coeficiente K, análisis porcentual, tablas y gráficos. Los
resultados científicos revelan como esencia de la orientación familiar para prevenir las alteraciones, el
tratamiento a la significación emocional que le adjudican los niños a los objetos y situaciones que percibe,
mediante la comunicación en las interacciones sociales en convivencia familiar. Se develan la reflexión y
autorreflexión como métodos y se explicitan sus procedimientos constitutivos. La relación más
trascendente que deviene de la concepción, es la promoción de un comportamiento socioemocional
apropiado en niños de infancia preescolar, desde la función educativa familiar. Los resultados del estudio
de casos en la Primaria “Joaquín de Agüero”, del municipio Camagüey, demostraron su validez, al
promover el desarrollo cognoscitivo familiar y de recursos para prevenir las alteraciones en el proceso
educativo en la convivencia.
ÍNDICE
Pág.
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................................... 1
1. FUNDAMENTOS DE LA ORIENTACIÓN EN EL PROCESO EDUCATIVO DE LA INFANCIA
PREESCOLAR Y LA PREVENCIÓN DE LAS ALTERACIONES DEL COMPORTAMIENTO EN
CONVIVENCIA FAMILIAR ........................................................................................................................... 12
1.1. Evolución histórica de la orientación para desarrollar el proceso educativo de niños de infancia
preescolar en Cuba. Antecedentes y actualidad. ..........................................................................12
1.2. Caracterización epistemológica de la orientación para desarrollar el proceso educativo de niños
de infancia preescolar. ..............................................................................................................24
1.3. La orientación familiar para prevenir las alteraciones del comportamiento en los niños de infancia
preescolar. Análisis epistemológico. ...........................................................................................30
1.3.1. La orientación familiar para la educación de los niños de infancia preescolar en la
convivencia familiar. ..............................................................................................................30
1.3.2. La prevención educativa en la infancia preescolar desde la orientación familiar. ................34
1.3.3. La orientación familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños
de infancia preescolar. ..........................................................................................................38
1.4. Estado inicial de la orientación familiar para la prevención de alteraciones del comportamiento en
niños de cuatro a cinco años atendidos por el Programa “Educa a tu Hijo”. ....................................43
Conclusiones del capítulo 1 .......................................................................................................48
2. CONCEPCIÓN Y ESTRATEGIA PEDAGÓGICA DE ORIENTACIÓN FAMILIAR PARA PREVENIR LAS
ALTERACIONES DEL COMPORTAMIENTO EN NIÑOS DE INFANCIA PREESCOLAR EN LA
CONVIVENCIA FAMILIAR ........................................................................................................................... 50
2.1. Presupuestos teóricos que sustentan la concepción pedagógica de orientación familiar ...........50
2.2. Caracterización de la concepción pedagógica de orientación. ................................................55
2.2.1. Componente teorización de la orientación familiar. .........................................................55
2.2.2. Componente instrumentación metodológica de la orientación familiar. ..............................62
2.3. Estrategia pedagógica de orientación familiar .......................................................................77
Conclusiones del capítulo 2 .......................................................................................................84
3. DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS ............................................................................ 87
3.1. Valoración de la viabilidad de la propuesta mediante el criterio de expertos. ............................87
3.2. Análisis y resultados del estudio de casos. ...........................................................................88
3.3. Valoración de los resultados de las dimensiones en el diagnóstico final. ...............................115
Conclusiones del capítulo 3 .....................................................................................................117
CONCLUSIONES ...................................................................................................................................... 118
RECOMENDACIONES .............................................................................................................................. 120
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................................................
ANEXOS ..........................................................................................................................................................
NOTAS Y REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................................................................
1
INTRODUCCIÓN
El desarrollo de la personalidad es resultado de la asimilación de la experiencia histórico - social, que se
lleva a cabo en la medida en que el niño se va apropiando de la cultura material y espiritual elaborada por
la humanidad. En dicho proceso el sujeto recibe múltiples influencias educativas, particularmente de la
familia, primer grupo social al cual se incorpora el niño a partir de su nacimiento, acontecimiento que
ocasiona cambios y reestructuración en la convivencia familiar y en las funciones de sus miembros.
Para enfrentar la llegada de un nuevo ser, es vital que las familias se conozcan a sí mismas y aprovechen
sus potencialidades para tomar decisiones que repercutan favorablemente entre sus miembros y que
ejerzan el control sistemático, consecutivo y regulador de las interacciones sociales que se establecen en
su seno, con la consiguiente satisfacción de las necesidades afectivas, materiales y espirituales de cada
uno de ellos y en especial las de los más pequeños.
Esto se evidencia en la capacidad de realizar satisfactoriamente sus tareas organizativas y afectivas.
Resulta importante resaltar la necesidad de que en la convivencia familiar se propicie que las interacciones
que se producen entre los miembros de la familia y de estos con sus vecinos, sean sobre la base de la
armonía y la felicidad mediante un complejo de valores que presupone respeto, comprensión, amor,
honestidad, unión y tolerancia (Faria, E. 2010; Tolino, A. C. y Hernández, M. A., 2011; Méndez, S., 2013).
Sin embargo, cuando los miembros de la familia no son capaces de asumir sus responsabilidades y el rol
2
que les corresponde, generalmente ocurre un funcionamiento inadecuado en la convivencia, por
dificultades en las interacciones sociales que suelen repercutir en el comportamiento del niño.
Se reconoce que en la educación de la personalidad de las nuevas generaciones participa toda la
sociedad, por tanto, esta no es una tarea exclusiva de la institución educacional, como se pensaba hace
algún tiempo. Al respecto, desde el pasado siglo han tenido gran connotación las ideas de Castro, F.
(1975, 1977, 2003 y 2006) en relación con el papel que le corresponde a la familia, y en especial a los
padres, en la educación de sus niños y en el perfeccionamiento de la orientación familiar en Cuba.
Por tales razones, el estado cubano reconoce el papel de la familia en la formación de las nuevas
generaciones, quien debe asumir el compromiso social de conducir el proceso de formación integral de los
niños y estimular en la convivencia familiar el ejercicio de sus deberes y derechos, aspectos que aparecen
recogidos en diversos documentos legales que regulan su cuidado y protección1.
Sin embargo, la aplicación de observaciones a la actividad conjunta y durante la visita al hogar, así como
de entrevistas y encuestas a los agentes educativos2, aplicadas en el diagnóstico fáctico, han permitido
una primera aproximación a las insuficiencias generales que se reflejan en la función educativa de la
familia, a pesar de lo legislado en estos documentos. Sus resultados permiten plantear que:
Como consecuencia de los problemas que presentan las familias para cumplir su función educativa y
prevenir las alteraciones del comportamiento desde las edades más tempranas, se aprecia un incremento
gradual de hechos delictivos en los adolescentes y jóvenes.
En la mayoría de las familias investigadas, se perciben frases y acciones violentas, por dificultades en la
comunicación, que evidencian incumplimiento en algunos de los derechos del niño.
Estas vivencias violentas de las que son víctimas los niños casi siempre generan en ellos alteraciones del
comportamiento, las cuales en ocasiones se agudizan y necesitan de la intervención de especialistas del
Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO) para darle tratamiento. Hay que resaltar, que a pesar de los
3
esfuerzos de estos profesionales, en la mayoría de los casos no logran resolver el problema y los niños
reciben el diagnóstico de trastornos de conducta y son remitidos a la escuela que atiende este tipo de
necesidad educativa especial.
Esta institución no siempre logra resolver los trastornos del niño, pues en la mayoría de los casos cuando
egresan de estos centros a la enseñanza general, en poco tiempo vuelven a presentar el mismo
diagnóstico y en ocasiones más agravado. Se considera que un aspecto clave en esta situación lo
constituye la insuficiente orientación que recibe la familia para transformar su función educativa.
El diagnóstico facto perceptual se corroboró con los trabajos realizados por la autora y colaboradores
(Proyecto de investigación3, diplomantes y maestrantes de la primera infancia4 y especial) sobre la
problemática educativa que sirve de precedente al actual estudio5, y con el diagnóstico causal a través de
observaciones, cuestionarios, entrevistas y escalas valorativas, que evidencian los resultados siguientes:
Los contenidos de la orientación familiar dirigidos a transformar el proceso educativo en la convivencia
familiar son insuficientes y como consecuencia, las acciones educativas se realizan de manera espontánea
o por imitación de cómo fueron educados los miembros de la familia.
Aunque se ofrecen orientaciones a la familia para erradicar o prevenir las alteraciones del
comportamiento, en la generalidad de los casos no se connota lo interno (la subjetividad) en el tratamiento
a seguir con los niños.
Los contenidos, métodos y vías que se emplean en la orientación familiar no garantizan la
concientización y apropiación de saberes, que le permitan a la familia solucionar o mitigar los problemas
que presentan para prevenir las alteraciones del comportamiento.
Como se aprecia, a pesar de los esfuerzos que realizan las diferentes agencias y agentes educativos6 para
orientar a las familias, persisten dificultades en el cumplimiento de sus funciones. Por ello, la orientación
familiar continúa siendo una preocupación para el Ministerio de Educación en la República de Cuba.
4
En correspondencia con lo anterior resulta un valioso referente la obra de autores del ámbito internacional
como Ríos, J. A. (1994); Rodríguez, M. (1999); Fernández, M. (2000); Tonini, F. (2011); entre otros,
quienes han abordado el tema de la familia, así como el origen y evolución de la orientación familiar. En sus
trabajos demuestran cómo las transformaciones de la cultura y la sociedad repercuten en la familia, así
como brindan aportaciones sobre su conceptualización y niveles los cuales son interesantes para esta
investigación, a pesar de que sus estudios no se enmarcan en la orientación familiar de niños de la primera
infancia, ni explican cómo la familia puede perfeccionar el proceso educativo en la convivencia familiar.
En Cuba, los estudios de Bernal, A. (1970); Otero, F. (1989); Myers, R. (1993); Torres, M. (2003); Cuenca,
M.; Rodríguez, A. M.; Gómez, A. C.; Núñez, A. M.; Vega, G.; Guerra, L.; et al. (2005).; Gómez, A. L.
(2007b); Hernández, S. (2007); Castro, P. L. (1996, 2008, 2009); Ferreiro, Y. (2010); García, A. (2011 a y
b); Díaz, F.; García, A.; Hernández, I. y Lores, I. (2013); entre otros, han abordado la problemática de la
orientación familiar, revelando su carácter de proceso y la importancia de considerar el papel activo de la
familia, así como el establecimiento de principios que evidencien la significación de la comunicación en las
interacciones sociales, pero no explicitan cómo lograr que esta se apropie de estos conocimientos y los
aplique en la convivencia familiar para transformar el proceso educativo.
El creciente reconocimiento de la familia como principal agente educativo de las primeras edades en
Camagüey se expresa en las investigaciones dirigidas a su orientación, para lograr el desarrollo intelectual
de los niños, tal es el caso de las de Cuenca, M.; Rodríguez, A. M.; Gómez, A. C.; Núñez, A. M.; Vega, G.;
Guerra, L.; et al. (2005); López, Y. (2010); Santí, D. (2011); García, M. (2012); Orozco, J. L. (2012);
Cuenca, M.; Moreno, V.; Rodríguez, A. M.; Sampayo, I. C.; Del Risco, R. M.; Núñez, A. M.; et al. (2015);
entre otros, que aportan valiosas ideas para favorecer el desarrollo estético, de la expresión oral y la
formación de la habilidad modelación en el hogar. Sin embargo, aunque en sus trabajos se infiere que la
familia debe ser orientada para perfeccionar las interacciones sociales desde los presupuestos de la
5
comunicación educativa, no queda explícito cómo hacerlo a pesar de que mediatiza todas las actividades
de la vida cotidiana y por tanto, la convivencia familiar en la que desarrollan el proceso educativo.
Respecto a la prevención, han realizado investigaciones en torno a esta problemática, autores como
Simón, A. L. (2010); Miranda, L. M. (2014); Hernández, M. J.; Cepeda, R.; Rementería, M.; Luaces, Y.;
García, M.; Villegas, S.; et al. (2014). Las temáticas abordadas por ellos fueron diversas, pero en su
mayoría, estuvieron dirigidas a la familia, aunque ninguna tuvo en cuenta la prevención de alteraciones del
comportamiento en la infancia preescolar.
En relación con el comportamiento infantil, siguiéndose las tesis de Vigotsky, L. S. (1983), se reconocen los
estudios de Bozhovich, L. I. (1986), quien ofrece criterios sobre la categoría conducta, su tipología y la
necesidad de estudiarla desde la dialéctica de lo interno y lo externo. Sin embargo, estas categorías no
siempre han tenido continuidad en la práctica educativa, pues generalmente la orientación familiar connota
las acciones educativas, obviándose la significación que el niño le adjudica a las mismas.
En tal sentido, resultan de interés los aportes de San, Ll.; Petitbò, M. D.; Alda, J. A.; Castro, J.; Soutullo, C.
y Arango, A. (2009) y Greciano, I. (2001); quienes realizan un análisis de la definición de alteraciones del
comportamiento, brindan clasificaciones de ellas, ofrecen tratamiento a esta problemática en el aula y
desde la clínica médica. Sin embargo, no abordan explícitamente cómo los niños perciben las influencias
educativas que reciben y tampoco fue objeto de sus trabajos el perfeccionamiento del proceso educativo
para lograr la prevención de las alteraciones del comportamiento en la convivencia familiar.
En el ámbito nacional, el tratamiento a los trastornos de conducta ha estado dirigido a la labor educativa
fundamentalmente con los niños entre 6 y 12 años, en especial en el ámbito institucional escolar, y no se
ha considerado prestar atención a esta problemática desde la convivencia familiar de los niños de infancia
preescolar. En tal sentido, son reconocidos los aportes de Pupo, P. (1999); Betancourt, J (2001);
Betancourt, J. y González, A. O. (2003); Pérez, M. (2004); Peña, G. (2004), Calviño, M. (2006); Rodríguez,
6
D. (2010); Ortega, L. y Betancourt, J. (2011); Peña, G. R.; Ynerarity, O; Sampayo, I. C.; Orozco. J. L.;
Rodríguez, M. C.; Sánchez, D.; et al. (2013); entre otros, que han sentado pautas en el tratamiento a niños,
adolescentes y jóvenes en instituciones educativas especializadas en trastornos de conducta.
En el caso de Betancourt, J. (2001), en su investigación demostró la influencia de los estados vivenciales
angustiosos a que son sometidos los escolares, debido a eventos traumatizantes que ocurren en la
convivencia familiar, que pueden originar la aparición de trastornos de la conducta, pero no tuvo en cuenta
cómo darle tratamiento desde este contexto. Los resultados de esta investigación se consideran valiosos
para emprender el estudio de esta temática en niños de infancia preescolar7, especialmente si se considera
que es una etapa donde se comienza a formar la subjetividad del niño y por tanto, se precisa tomar en
cuenta el significado que le atribuye a los hechos, fenómenos, objetos y situaciones de la vida cotidiana.
Al respecto, se precisa considerar la obra de Martínez, F. (2002), quien define alteraciones del
comportamiento y plantea que las manifestaciones que suelen presentar están asociadas a la insatisfacción
de sus necesidades. En sus estudios aborda las alteraciones del comportamiento más frecuentes en la edad
preescolar y revela las causas de su aparición desde condiciones externas, o sea, desde las acciones
educativas y aunque reconoce su relación con el surgimiento de lo interno, de la subjetividad, no la tiene en
cuenta en las orientaciones que ofrece a las educadoras para su tratamiento y tampoco declara cómo darle
continuidad a esta labor en la convivencia familiar.
Un referente directo e importante lo constituye la investigación de la autora en opción al título académico
de Máster en Ciencias de la Educación (Sampayo, I. C., 2008) así como resultados de trabajos científicos
estudiantiles y tesis de maestría realizadas en el territorio camagüeyano, bajo su asesoría, por Ballagas, I.
(2008); Marcos, M. M. (2009); Hernández, N. S. (2011); Lezcano, G. (2014); Martínez, Y. (2014), entre
otras, que estuvieron dirigidos a la prevención de las alteraciones del comportamiento. En ellos se reveló
que la causa fundamental de su origen se relaciona con dificultades en la comunicación que se establece
7
en la convivencia familiar al no propiciarse un clima socioafectivo favorecedor del desarrollo de los niños,
aunque no se devela cómo darle tratamiento desde la prevención educativa.
Estas limitaciones teóricas se manifiestan en las insuficientes orientaciones que se ofrecen en los
Programas de Educación del tercer y cuarto ciclo, en los folletos del siete al nueve del Programa “Educa a
tu Hijo” y en los once de Un Futuro sin Barreras, en función de prevenir alteraciones del comportamiento.
En ellos se aprecian contenidos que posibilitan la prevención; sin embargo, no se ofrecen orientaciones a
las familias que les permitan evitar la aparición de dichas alteraciones en la convivencia familiar.
Todo este análisis evidencia que las falencias epistémicas, radican en que la orientación familiar no está
suficientemente enfocada en atender la significación que el niño de infancia preescolar le otorga a las
situaciones y objetos que percibe, en las interacciones sociales que establece mediante la comunicación,
particularmente en el ámbito familiar. Esto justifica la restringida consideración de la dialéctica entre lo
externo y lo interno en la comprensión del comportamiento infantil, que limita la connotación del ámbito socio
emocional del niño, como parte imprescindible de su formación integral. Además, en la sistematización
teórica realizada acerca de la orientación familiar, se aprecia que no se explicita cómo la familia puede
prevenir las alteraciones del comportamiento del niño, desde el proceso educativo que se realiza en la
convivencia familiar.
En consecuencia se determina como problema científico que orienta la investigación, las dificultades en las
interacciones sociales que se producen en la convivencia familiar y que pueden convertirse en factores
generadores de alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar. Se propone resolver este
problema, desde el objeto, que se delimita en la orientación para desarrollar el proceso educativo de niños
de infancia preescolar. El objetivo se orienta a valorar la estrategia pedagógica, basada en una concepción
de la misma naturaleza que representa el perfeccionamiento de la orientación familiar, de modo tal que
8
garantice la prevención de las alteraciones del comportamiento en la infancia preescolar, desde el proceso
educativo que desarrolla en la convivencia familiar.
De ahí que el campo de acción se enmarque en la orientación familiar para prevenir las alteraciones del
comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar. Al respecto se asume como idea
a defender que el perfeccionamiento de la orientación familiar para prevenir las alteraciones del
comportamiento en la infancia preescolar, desde el proceso educativo en la convivencia familiar, debe
centrar su atención en las vivencias del niño, a partir de la comunicación que se establece en las
interacciones sociales familiares.
Las tareas científicas que precisó el estudio que se presenta son las siguientes:
1. Análisis de la evolución histórica de la orientación para desarrollar el proceso educativo de niños de
infancia preescolar en Cuba.
2. Sistematización de los fundamentos teóricos y metodológicos que sirven de soporte a la orientación
familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar en la
convivencia familiar.
3. Diagnóstico de la orientación familiar encaminada a la prevención de las alteraciones del comportamiento
en el proceso educativo en convivencia familiar en los niños de infancia preescolar atendidos por el
Programa “Educa a tu Hijo” en la escuela “Joaquín de Agüero y Agüero”.
4. Elaboración de la concepción pedagógica de orientación familiar para prevenir las alteraciones del
comportamiento en niños de infancia preescolar, desde el proceso educativo en la convivencia familiar.
5. Elaboración de la estrategia pedagógica de orientación familiar para prevenir las alteraciones del
comportamiento en niños de infancia preescolar.
6. Valoración de la pertinencia de la concepción y la estrategia pedagógica mediante el criterio de expertos
y de la efectividad de la estrategia, mediante un estudio de casos.
9
En la investigación se utilizaron métodos teóricos: Histórico – lógico: con el fin de determinar la evolución
que ha tenido la orientación para desarrollar el proceso educativo de niños de infancia preescolar.
Modelación sistémica estructural funcional: para la elaboración de la concepción y la estrategia.
De nivel empírico experimental se empleó: el análisis de documentos: con el fin de determinar el
tratamiento real que recibe la prevención de las alteraciones del comportamiento en el Programa “Educa a
tu Hijo” reflejado en informes, programas, normativas y planeamientos de actividades conjuntas y las
orientaciones recibidas por las familias al respecto. La observación a la reunión del grupo coordinador, al
entorno comunitario y hogareño y a actividades conjuntas, con el fin de adquirir información sobre el
tratamiento a la prevención de alteraciones del comportamiento en la convivencia familiar. La encuesta y
la entrevista a directoras, jefas de ciclos, familias y maestras ejecutoras, para determinar potencialidades
y dificultades en relación a la prevención de las alteraciones del comportamiento y las principales causas
que las originan. El método de criterio de expertos: para evaluar la pertinencia de la concepción y la
estrategia y el estudio de casos: para valorar de forma práctica los conocimientos alcanzados por las
familias y su aplicación en la convivencia familiar, a partir de la introducción en la práctica educativa de la
estrategia de orientación familiar para prevenir las alteraciones del comportamiento.
De los estadístico-matemáticos se seleccionaron el cálculo del coeficiente K: para analizar los resultados
del criterio de expertos, las tablas y gráficas: para ilustrar y comparar los resultados cuantitativos y el
cálculo porcentual: para procesar la información recogida a partir de la aplicación de los instrumentos.
Para la realización del diagnóstico referido, se tomó como caso de estudio a 15 familias y niños de 4 a 5
años que asisten al Programa Educa a tu hijo, en la primaria “Joaquín de Agüero y Agüero”, ubicada en el
Reparto Florat, municipio Camagüey, teniéndose en cuenta que presentaran dificultades en el
cumplimiento de su función educativa, en la comunicación afectiva y que los niños mostraran alguna
manifestación de alteración del comportamiento.
10
Como contribución a la teoría se ofrece la concepción pedagógica de orientación familiar para la
prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños de infancia preescolar, que connota la
importancia de la atención a las vivencias infantiles mediante la comunicación que se establece en las
interacciones sociales en la convivencia familiar.
Desde el punto de vista práctico se ofrece la estrategia de orientación familiar para prevenir las
alteraciones del comportamiento en los niños de infancia preescolar desde el proceso educativo en la
convivencia familiar y un folleto que sirve de soporte bibliográfico para la orientación concebida.
La novedad científica se manifiesta en revelar como esencia de la orientación familiar para prevenir las
alteraciones del comportamiento, el tratamiento a la significación emocional que le adjudican los niños de
infancia preescolar a las situaciones u objetos de la vida cotidiana, mediante la comunicación que se
establece en las interacciones sociales que se generan en la convivencia familiar. Por otro lado se develan
la reflexión y autorreflexión como métodos para la orientación familiar y se explicitan sus procedimientos
constitutivos. Se destaca como relación más trascendente que deviene de la concepción pedagógica
aportada, la promoción de un comportamiento socioemocional apropiado en los niños de la infancia
preescolar, desde la función educativa de la familia.
La memoria escrita cuenta con introducción, tres capítulos, conclusiones, recomendaciones, notas y
referencias bibliográficas, bibliografía y anexos. El primer capítulo presenta un análisis de la evolución de la
orientación educativa en la infancia preescolar para desarrollar el proceso educativo en la convivencia
familiar y los fundamentos teóricos de la orientación educativa, la orientación familiar y la prevención de las
alteraciones del comportamiento en los niños de infancia preescolar en la convivencia familiar. El segundo
contiene los aportes que integran la concepción pedagógica y la estrategia de orientación familiar. El
tercero, muestra las deducciones de la valoración teórica y práctica de los resultados científicos aportados
(concepción y estrategia).
CAPÍTULO 1
FUNDAMENTOS DE LA ORIENTACIÓN EN EL PROCESO EDUCATIVO DE LA INFANCIA
PREESCOLAR Y LA PREVENCIÓN DE LAS ALTERACIONES DEL COMPORTAMIENTO EN
CONVIVENCIA FAMILIAR
12
1. FUNDAMENTOS DE LA ORIENTACIÓN EN EL PROCESO EDUCATIVO DE LA INFANCIA
PREESCOLAR Y LA PREVENCIÓN DE LAS ALTERACIONES DEL COMPORTAMIENTO EN
CONVIVENCIA FAMILIAR
En el capítulo se presentan los resultados del estudio realizado en torno a la evolución de la orientación en
el proceso educativo en la infancia preescolar, de igual modo se consideran los fundamentos
epistemológicos que sustentan dicho proceso, la orientación a la familia para ejercer la función educativa
en la convivencia familiar y su incidencia en la prevención de las alteraciones del comportamiento.
Finalmente, se revelan los resultados del diagnóstico inicial del desarrollo de dichos procesos con las
familias seleccionadas.
1.1. Evolución histórica de la orientación para desarrollar el proceso educativo de niños de infancia
preescolar en Cuba. Antecedentes y actualidad.
Los fundamentos teóricos de la orientación en el proceso educativo en la infancia preescolar se sustentan
en el legado de los precursores de la primera infancia (Domínguez, M. y Martínez, F., 2001) que
coincidieron en destacar la importancia de la educación de los niños. Sobre la base de sus teorías, la
educación en el siglo XIX, era desarrollada por preceptores que realizaban su labor en el hogar de los
educandos. Esta incluía consejos ante algún problema moral o religioso, pero solo estaba al alcance de
las familias con determinadas condiciones económicas que podían financiar los estudios de sus hijos.
El siglo XX, en las escuelas públicas se realizaba una preparatoria en el grado preprimario y marca un hito
en la educación con la creación de los primeros kindergarten. Estas instituciones brindaban educación a
niños de cuatro a seis años y tenían como propósito ampliar sus experiencias y desarrollar en ellos hábitos
13
de trabajo y juegos dentro del grupo. Sin embargo, no todos los niños tenían acceso a ella por la
inexistencia de aulas en todo el país.
La sistematización realizada sobre los antecedentes históricos relacionados con la orientación en el proceso
educativo en la infancia preescolar incluyó la obra de Adamson, P. y Williams, G. (1992); de Domínguez, M.
y Martínez, F. (2001); Siverio, A. M. (2006); Franco, O. (2009); Fernández, E. (2012); Díaz, F.; García, A.;
Hernández, I. y Lores, I. (2013); entre otros. Sus estudios permitieron determinar que la mayoría de los
aportes educacionales que se sistematizaban a escala internacional en la Educación Preescolar, solo se
generalizaron en Cuba, después del 1ro de enero de 1959. A partir de entonces, comienza una etapa de
cambios en la sociedad que posibilitó la incorporación de la mujer al trabajo y trajo como consecuencia la
necesidad de crear instituciones para dar atención a los niños de cero a seis años.8
Luego de una ardua labor se inauguran, el 10 de abril de 1961 (Siverio, A. M., 2006), los primeros círculos
infantiles. A partir de su creación, se producen los principales cambios y transformaciones objetivas y
subjetivas en la educación de los niños de estas edades a nivel nacional (Benavides, Z., 2000). Por esta
razón, el análisis para desarrollar la orientación en el proceso educativo de niños de infancia preescolar en
Cuba, se determinó comenzarlo desde esta fecha.
En este sentido, se tomaron como referentes significativos para la periodización, los estudios realizados
por Cruz, C. L. (2007); Santí, D. (2011); Orozco, J. L.; (2012); Rivera, I. (2013) y Benavides, Z. (2000 y
2014) los resultados ofrecidos por estos investigadores, aunque aportan sustentos importantes para la
Educación Preescolar y constituyen referentes significativos para la investigación que se presenta, no
coinciden exactamente con los aspectos considerados determinantes por la autora de la presente tesis,
que permiten reafirmar el vacío que desde la teoría se reconoce. Por ello resultó necesario establecer
indicadores específicos que permitieran determinar las tendencias históricas de la orientación en el proceso
educativo. Para su análisis se establecieron como indicadores: Contenidos que privilegian el proceso
14
educativo para niños de infancia preescolar; áreas de desarrollo que se privilegian en el proceso educativo
dirigido a niños de infancia preescolar; vías utilizadas para la educación de niños de la infancia preescolar y
papel de la orientación educativa para desarrollar la prevención de alteraciones del comportamiento del
niño de infancia preescolar desde el contexto familiar.
El análisis de los indicadores permitió determinar los hitos histórico-pedagógicos que marcan las etapas
delimitadas, ellos son:
1961: Creación de los círculos infantiles.
1984: Institucionalización de la educación familiar.
1992: Generalización del Programa “Educa a tu hijo”.
Estos posibilitaron conformar la periodización con relación a la orientación en el proceso educativo en la
infancia preescolar, en tal sentido, se establecieron las etapas siguientes:
Primera etapa (de 1961 a 1980): Ampliación de la cobertura de atención institucionalizada a niños de
infancia preescolar:
En los tres primeros círculos infantiles las orientaciones educativas dirigidas a los niños no respondían a un
plan o programa específico estructurado con este fin, sino que se planificaban a partir de los contenidos
establecidos en el programa del grupo de edad preescolar. Los contenidos de las actividades estaban
dirigidos a la narración de cuentos, dramatización, modelado, doblado de papel, dibujo y pintura. Se
realizaban también actividades musicales, juegos con argumentos simples y ejercicios físicos. El área de
desarrollo que más se aprovechaba era la estética y no se propiciaban las acciones preventivas que
garantizaran la unidad de las influencias entre la institución y la familia, ni se prestaba atención al desarrollo
de su función educativa en el contexto familiar, desaprovechándose las interacciones sociales para evitar
comportamientos sociales negativos.
Otra de las tareas asumidas por la Revolución fue la campaña de alfabetización que culminó el 22 de
15
diciembre de 1961, la que propició el acceso y comprensión de los mensajes educativos que recibían en los
espacios “Mini psiquis” en Juventud Rebelde, las revistas “Bohemia”, “Mujeres” y “Muchachas”, “Con la
guardia en alto”; por la televisión el programa “Nuestros hijos” y por la radio “Por nuestros campos y
ciudades” (Díaz, F.; García, A.; Hernández, I. y Lores, I. 2013), que tenían secciones dirigidas a temáticas
acerca de salud, la mentira, los miedos, las perretas, entre otros.Sin embargo, las posibilidades económicas
para acceder a estos medios era muy limitada.
En dichos espacios, las orientaciones educativas no posibilitaban la atención a las particularidades y
necesidades individuales de la población y era casi imposible monitorear el impacto de los mensajes para
perfeccionarlos. El trabajo de los medios de comunicación contribuyó a orientar a la población para ejercer
la labor educativa, tanto en las instituciones educacionales como en el contexto familiar y esto modificó, en
cierta medida, el carácter espontáneo de las acciones.
Al extenderse la apertura de los círculos infantiles por el resto de las provincias y crearse su dirección
nacional, se elaboró un plan de actividades programáticas con el propósito de que las asistentes tuvieran
impresas y diseñadas, cada una de las actividades para la edad preescolar, con los contenidos para el
desarrollo: del lenguaje, sensorial, físico, musical y sugerencias de actividades de juego. Dicho plan se
generalizó a todo el país en el curso escolar 1964 – 1965, esto propició una mayor preparación del personal
responsable de llevar a cabo el proceso educativo en estas edades. Sin embargo, no se incluían
orientaciones educativas para su desarrollo en el contexto familiar, y menos aún, con un carácter preventivo.
Un paso trascendental en la educación, es la creación del Instituto de la Infancia, en 1971 por la Ley
1233/71 del Consejo de Ministros. En sus lineamientos se consideraba, que la atención a los niños no
debía limitarse a las instituciones, sino utilizar otras vías de orientación que permitiera llegar al hogar y
hacer participar a los padres en su formación (Benavides, Z., 2014).
16
En 1971, fue elaborado un nuevo plan de actividades educativas, estructurado por grupos tradicionales,
contentivos en cinco folletos (uno para cada grupo de edades), dirigidos al desarrollo: del lenguaje,
sensorial, nociones de matemática elemental, educación plástica, educación musical, educación física y
educación moral. En el grado preescolar se aplicaba el programa elaborado por el Ministerio de Educación
(MINED), para estas edades (Fernández, E., 2012).
Estos programas, al igual que los anteriores, estaban carentes de contenidos dirigidos a la orientación
educativa preventiva para la institución y el contexto familiar, lo que limitaba la atención al desarrollo
socioemocional e integral del niño. Además, el personal de las instituciones educacionales continuaba
siendo el responsable de brindar orientaciones educativas a los niños.
En 1972, el Departamento de Psicología del MINED, crea una sección de educación encargada de
organizar y dirigir las actividades con las familias, en escuelas de padres, por los medios de comunicación y
organizaciones de masas, para contribuir a su preparación (Benavides, Z., 2014). Sus orientaciones
educativas tenían un carácter psicológico y un enfoque general, que no siempre permitía la concientización
de los mensajes por las familias para ejercer su función educativa en el contexto familiar con un carácter
preventivo y desarrollador.
En el curso escolar 1973 - 1974, se creó el Proyecto de Programa de Educación de primero a quinto año de
vida, estructurado en las áreas de desarrollo: lenguaje, literatura infantil, educación sensorial, nociones
elementales de matemática, educación musical y danzaria, educación plástica, educación moral y laboral y
juego. El proyecto se aplicó experimentalmente en cinco provincias y contaba con dos partes: el programa
(Instituto de la Infancia 1974 b) y las orientaciones metodológicas por áreas de desarrollo que se constituían
en un anexo (Instituto de la Infancia 1974 a).
En el grado preescolar se mantuvo vigente el programa elaborado por el MINED, pero en ambos se aprecia
un insuficiente tratamiento integral al desarrollo afectivo y cognitivo de los niños de infancia preescolar
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desde sus áreas y contenidos. En ellos se connotaban más las actividades intelectuales y reflejan la
ausencia de orientaciones para el proceso educativo en el contexto familiar, sin embargo, el proyecto de
programa contiene vías para su atención, desde la institución, pero no desde una perspectiva preventiva
(Benavides, Z., 2014).
En este período se publica la colección de folletos “Nada más importante” que contaron con el beneplácito
de la población que reflejaban los problemas educativos y las formas de resolverlos. Este trabajo se
continuó con la edición del libro “La educación empieza con la vida” y plegables que abordaban temáticas
acerca de la educación y la alimentación (Fernández, E., 2012).
Desde 1976, se puso en vigor un nuevo plan de actividades educativas que formulaba los objetivos para la
enseñanza y la educación de los niños desde el nacimiento hasta los cinco años, otorgándole a la
institución la máxima responsabilidad (op. cip.). En este, se apreciaba también la ausencia de un enfoque
integral dirigido al desarrollo afectivo – cognitivo del niño con un enfoque preventivo.
En resumen: Este período está marcado por la creación de los círculos infantiles y por las transformaciones
que se produjeron en la orientación que se impartía en la institución educativa a niños de infancia
preescolar; no obstante, en sus inicios se potenciaba el tratamiento a la salud, la nutrición y la moral y las
actividades que se realizaban connotaban las áreas del desarrollo intelectual, pero no sugerían cómo
abordarlas en el contexto familiar.
Además, las vías que se utilizaban para la orientación educativa de los niños eran actividades y juegos, y
para la familia los medios de comunicación, fundamentalmente, revistas y periódicos, que tenían espacios
dirigidos a este fin, los que no posibilitan la atención individualizada. Al respecto, la orientación educativa
no propiciaba que la familia asumiera su rol en la prevención de alteraciones del comportamiento en los
niños de infancia preescolar y su alcance era muy limitado porque, en su mayoría, no tenían acceso a
estos medios.
18
Segunda etapa (1984 a 1991): Institucionalización de la educación familiar en el proceso educativo
de niños de infancia preescolar en los centros educacionales:
El valor de la familia y la necesidad de su educación constituía una preocupación del gobierno y el estado
cubano, esto conllevó a la institucionalización de la educación familiar en la década del 80, con la
Resolución Ministerial 141/84 (Fernández, E., 2012), que normaba el trabajo de la escuela con la familia y
comienza a tener un carácter psicopedagógico con el objetivo de dotar a los adultos de recursos que
permitieran desarrollar la función educativa en el contexto familiar. Las orientaciones favorecían el
autodesarrollo, de la educación de los niños, sin embargo, no tenía implícita la prevención de las
alteraciones del comportamiento en la convivencia familiar.
También, se amplían las aulas de preescolar a todo los municipios del país para la atención a los niños de
cinco a seis años (Benavides, Z., 2006). Como consecuencia se incrementó el número de niños y adultos
que recibían orientaciones educativas de un personal calificado, aunque no siempre tenían un carácter
individualizado.
Unida a la educación familiar que se impartía en las instituciones infantiles, la radio, la televisión, las
revistas y periódicos continuaban el desarrollo de la orientación educativa. Al igual que en la etapa anterior,
estos medios eran las vías que se utilizaban con este fin, pero sus orientaciones continuaban con las
mismas dificultades y no posibilitaban que se constatara su impacto.
La aplicación del Programa de Educación Comunitaria “Para la vida” elaborado por Adamson, P. (1992),
prosiguió la labor de orientación y tiene como contenidos la convivencia familiar, reforzado con mensajes
educativos en escenificaciones televisivas. Estos mensajes tratan las problemáticas de la familia y la
prevención de alteraciones, con ejemplos cotidianos de situaciones que pueden generarlas.
En 1990, comenzó aplicarse el segundo Programa de Educación Preescolar que mantiene su vigencia
(Benavides, Z., 2014). En él aparece la estructura por ciclos y sus contenidos se organizaron en las áreas
19
de desarrollo: educación sociomoral, lengua materna, conocimiento del mundo de los objetos y sus
relaciones, conocimiento del mundo natural, conocimiento de la vida social, juego, educación física,
educación plástica, educación musical y expresión corporal; incluye, además, desarrollo sensomotor, en
primer año de vida y nociones elementales de matemática, en el sexto año de vida.
La orientación educativa a los niños de infancia preescolar, en este programa, se realiza mediante la
actividad programada, independiente, complementaria, juego y procesos, y para las familias mantiene las
vías de trabajo establecidas con este fin. Con su implementación, el proceso educativo comenzó a
percibirse con una perspectiva integradora del desarrollo afectivo - cognitivo con cierto carácter preventivo,
ofreciéndose orientaciones para que los niños cumplieran las normas de comportamiento social y fueran
capaces de regular su actuación, por orientación o por sí mismos.
Sin embargo, en las orientaciones metodológicas no se explicita cómo orientar, desde los contenidos, el
desarrollo socioafectivo y las alteraciones del comportamiento, ni se considera, generalmente, la
significación que el niño le otorga a las acciones educativas o hechos que percibe como parte de su
situación social del desarrollo. En consecuencia se aprecia un insuficiente tratamiento, sociomoral y
comportamental que limita el desarrollo socioemocional adecuado y la atención a actitudes potenciadoras
de comportamientos socialmente negativos.
Estas insuficiencias se aprecian también en los contenidos para el trabajo con la familia, lo que limita la
atención a dichas alteraciones en el proceso educativo, debido a que continúa connotándose el desarrollo
intelectual del niño, no así el socioafectivo. Además, dichas orientaciones no tienen en cuenta, desde una
perspectiva amplia del proceso educativo, la unidad de lo cognitivo y lo afectivo explícitamente para la
prevención de las alteraciones del comportamiento.
El reconocimiento de la necesidad de ampliar la atención educativa, por la baja cobertura que existía en la
década del 80 en estas edades, y la consideración del valor de la familia en la educación de sus niños,
20
conlleva a una investigación cuyo diseño y ejecución incluyó una fase experimental y un experimento
pedagógico ampliado que comenzó a aplicarse en 1991. Esta investigación adoptó el nombre de Programa
Social Comunitario “Educa a tu Hijo”9, su forma organizativa fundamental es la actividad conjunta que se
complementa con la visita al hogar y se convirtió en la modalidad no institucional de atención educativa
donde la familia es la máxima responsable y conductora del desarrollo de sus niños (Siverio, A. M., 2006).
En resumen: En este período marca un hito la institucionalización de la educación familiar en los centros
educacionales porque comienza a tener un carácter psicopedagógico. Además, el contenido de la
orientación educativa se centraba en el desarrollo intelectual y moral de los niños y no se insertaban
explícitamente temas relacionados con el desarrollo socioemocional y la prevención de las alteraciones del
comportamiento, cuando se realizaban, tenían como sustento la atención a estímulos externos, sin
considerar la significación que adquieren para el niño.
Aunque se inserta la educación familiar en las instituciones educativas, las vías que se utilizaban para la
orientación continuaban siendo los medios de comunicación. Esto propició un incremento en la orientación
educativa, a pesar de que no permitía evaluar su impacto y de no estar siempre al alcance de la población,
tampoco permitían la atención a las características individuales, necesidades y potencialidades de los
niños y las familias y como consecuencia no garantizaban que sus miembros, concientizaran su rol en la
prevención de alteraciones del comportamiento.
Tercera etapa (de 1992 a la actualidad): Perfeccionamiento de la orientación educativa en la infancia
preescolar desde la atención socio - comunitaria:
El surgimiento, implementación y generalización del Programa “Educa a tu Hijo” (Rivera, I., 2013) marca el
tránsito a una nueva etapa en la orientación educativa por su carácter eminentemente preventivo. Este
cuenta con nueve folletos “(1998)10 que orientan a la familia cómo conducir la educación de los niños en el
contexto familiar. Se reconoce que el área afectiva contiene mensajes que propician el desarrollo de
21
hábitos y normas de comportamiento; sin embargo, no explican las consecuencias que generan su
incumplimiento y que pueden dar surgimiento a diversas alteraciones que se manifiestan en estas edades.
El empleo de la actividad conjunta y la visita al hogar, demostraron la necesidad de variar la implicación de
la familia en la educación de los niños11, otorgándole el rol principal en la educación de su descendencia.
En la orientación comienza considerarse las particularidades individuales de la familia, quienes pasaron a
ser sujeto – objeto del proceso; esta transformación propició que ganaran en conciencia del papel y la
responsabilidad que asumen en la educación de los niños, aunque se considera insuficiente todavía
(Rivera, I., 2013).
Otro logro lo constituye la descentralización de la toma de decisiones para ejecutar las acciones de
orientación educativa (op. cit.). En este sentido, se otorga a cada territorio, la posibilidad de diseñar el plan
de acción a poner en práctica, sobre la base de los lineamientos y objetivos definidos con este fin, en las
direcciones principales para el trabajo del MINED en cada curso escolar.
Esto propiciaba que el contenido de la orientación educativa se dirigiera hacia los problemas concretos
considerándose las características individuales de los sujetos objetos de la orientación. Sin embargo,
continuaba sin prestarse atención a las interrelaciones sociales que se dan en este contexto mediante la
comunicación, como vía para prevenir acontecimientos potenciadores de comportamientos socialmente
negativos y solo brindaban orientaciones, en algunos casos, cuando ya habían surgido, sin tenerse en
cuenta la dialéctica entre lo interno y lo externo en la configuración de la personalidad infantil. Resulta
significativo señalar, que aunque el proceso educativo se ha perfeccionado continuamente, dichas
insuficiencias perduran en la actualidad.
En los primeros años del presente siglo, los círculos infantiles comienzan a ser el centro capacitador de
todo el personal que labora en el Programa “Educa a tu Hijo”, para garantizar una orientación a la familia
que propicie un proceso educativo adecuado en el contexto familiar. Con esta finalidad son utilizados
22
también los programas de primero al cuarto ciclo (1990), de la modalidad institucional, debido a que
poseen orientaciones metodológicas para el tratamiento a los contenidos de los diferentes ciclos, así como
para el trabajo con la familia.
Esta tarea y la generalización del programa demuestran que la institución debe modificar los métodos y vías
que hasta entonces había empleado para ejercer la orientación (Siverio, A. M., 2006). Por estas razones,
comienza a modificarse la concepción que hasta el momento tenía el proceso educativo al otorgársele
mayor connotación al carácter preventivo, desarrollador y ontogenético de las acciones que se acometen
con el niño y la familia; sin embargo, continúa potenciándose más desde las orientaciones, el desarrollo
intelectual y solo se brindan las relacionadas con las alteraciones del comportamiento cuando han surgido o
por solicitud de algún familiar.
La adopción de la actividad conjunta como vía principal de orientación, permitió la concientización de la
familia del rol que le corresponde en la educación de los niños12. Esto propició un incremento de la calidad
del proceso educativo institucional y en el contexto familiar, sin embargo, las restantes vías de orientación
educativa quedaron subutilizadas y no se emplean al máximo.
El reconocimiento del carácter preventivo de la atención educativa a la primera infancia hace que se
comience a prestar atención a las embarazadas recluidas y a las madres de los niños cuyo primer año de
vida trascurre en centros penitenciaros. Por tal motivo, se extiende la implementación del Programa “Educa
a tu Hijo” a los centros de reclusión de mujeres y de hombres13 (Rivera, I., 2013), esto generó un
incremento en el número de familias que recibían orientación individualizada14 para desarrollar el proceso
educativo con sus niños.
Con el propósito de evaluar las transformaciones ocurridas en la educación de los niños de 0 a 6 años y la
efectividad del proceso educativo, en ambas modalidades de atención, se desarrollaron monitoreos en
1994, 1999, 2003 y 2006 (Rivera, I., 2013). Los mismos revelaron que las transformaciones en la
23
orientación educativa había permitido un paulatino avance en los niños en todas las esferas exploradas;
esto demostró el valor de la continuidad del proceso educativo en la convivencia familiar15. Sin embargo,
las entrevistas realizadas a las familias evidencian todavía, una limitada conciencia del rol que
desempeñan como mediadoras del desarrollo de sus niños y como consecuencia, las acciones educativas,
son insuficientes en su generalidad y no se realizan conscientemente.
En resumen: La generalización a todo el país del Programa Social Comunitario “Educa a tu Hijo”,
constituyó uno de los principales logros de este período y una pauta importante en el trabajo de orientación
educativa. Su forma organizativa fundamental, la actividad conjunta, es de gran importancia porque permite
el intercambio teórico - práctico entre sus participantes, sin embargo, no se aprovechan al máximo las
potencialidades de las restantes vías de orientación, debido a su insuficiente empleo.
Los contenidos de la orientación educativa dirigida a los niños y a la familia, aún están encaminados
fundamentalmente al desarrollo intelectual y el tratamiento a las alteraciones del comportamiento se realiza
teniendo en cuenta las manifestaciones externas, una vez surgidas y no con un carácter preventivo,
considerándose el ámbito socio emocional del niño.
En el análisis histórico - lógico realizado sobre la evolución de la orientación en el proceso educativo dirigido
a niños de infancia preescolar, se aprecian como tendencias:
1. Un perfeccionamiento en el contenido de la orientación educativa dirigida a los niños y a las familias,
que transitó desde una clínico - asistencial, a una psicológica hasta llegar a la psicopedagógica, la cual
permitió que la generalizada fuera cada vez más individualizada; esto se expresa en considerar las
necesidades y potencialidades de los sujetos al planificarla y ejecutarla. No obstante, aún la orientación
educativa con una función preventiva en su indisoluble unidad con la función desarrolladora, en especial
esta última enfocada al ámbito socio emocional, son limitadas como parte de la que se ofrece, en aras de
la formación integral del menor.
24
2. El progresivo perfeccionamiento de la orientación ha generado el tránsito del carácter espontáneo de
las acciones educativas al consciente y propositivo, pero no ha llegado a satisfacer las necesidades de
orientación educativa, para desarrollarla mediante la integración de las diferentes áreas de desarrollo
intelectual con el desarrollo socio afectivo. En tal sentido, se connota el desarrollo intelectual y continúa
acentuándose la perspectiva de las influencias externas, minimizándose el valor de lo vivencial en la
educación del niño de infancia preescolar.
3. El paulatino incremento de las vías utilizadas tradicionalmente para la orientación educativa ha
propiciado que su carácter grupal se modifique cada día más en individualizado y como consecuencia ha
adquirido también un carácter ontogenético. No obstante, las vías utilizadas aún no consideran
suficientemente la dialéctica de lo externo y lo interno en las interacciones sociales que se establecen
mediante la comunicación, para favorecer el desarrollo integral del niño y con ello aminorar la génesis de
potenciales alteraciones del comportamiento.
4. La orientación en el proceso educativo destinado a niños de infancia preescolar inicialmente tenía un
carácter espontáneo y no estaba dirigida a la familia, ni a la prevención de conductas de riesgo o
potenciales alteraciones comportamentales. Hoy día, aunque involucra a las familias, mantiene un
restringido alcance en el orden de la prevención de las alteraciones del comportamiento de los infantes,
destaca superlativamente el papel de las influencias externas, a expensas de reconocer el rol de las
vivencias infantiles, sobrevenidas a partir de la significación que el niño le adjudica a los objetos y sucesos
de la realidad, en concordancia con sus necesidades y motivos de actuación.
1.2. Caracterización epistemológica de la orientación para desarrollar el proceso educativo de niños
de infancia preescolar.
En Cuba, desde el triunfo de la Revolución, la orientación educativa en la primera infancia ha sido objeto de
atención porque se reconoce la significación que tiene esta etapa para el desarrollo ulterior del individuo.
25
Por tal razón, es necesaria la realización de un proceso educativo de buena calidad, que desde las
primeras edades, potencie mediante la orientación el desarrollo y evite cualquier alteración que pueda dejar
huellas que atenten contra la formación de la personalidad.
En la investigación se asume la definición de orientación educativa dada por Vélaz, C. que plantea que es
el “conjunto de conocimientos, metodologías y principios teóricos que fundamentan la planificación, diseño,
aplicación y evaluación de la intervención psicopedagógica preventiva, comprensiva, sistémica y
continuada que se dirige a las personas, las instituciones y el contexto comunitario, con el objetivo de
facilitar y promover el desarrollo integral de los sujetos a lo largo de las distintas etapas evolutivas de su
vida, con la implicación de los diferentes agentes educativos (orientadores, tutores, profesores, familia) y
sociales” (2002, p.37).
La orientación educativa se concibe como un factor de calidad de la educación (Martínez, M. C., Quintanal,
J. y Téllez, J. A., 2002), cuyo fin debe favorecer el desarrollo integral de los orientados (Grañeras, M., y
Parras, A., 2008). El conocimiento del tratamiento que se le brinda a la orientación educativa permite
asumir de manera consciente, responsable y comprometida la propuesta de su integración en el proceso
educativo (Collazo, B., 2011).
Se considera que la orientación educativa incluye y necesita la planificación y ejecución pero, la educación
en general, no puede ser un proceso rígidamente concebido, sino uno devenido y construido en un
quehacer cotidiano constantemente revisado, cuestionado y reconstruido, partiéndose de un diagnóstico
sistemático de la realidad y desde una actitud crítica frente a la misma. En tal sentido, se concuerda con
Recarey, S., quien define su función orientadora como las “actividades encaminadas a la ayuda para el
autoconocimiento y el crecimiento personal y social mediante el diagnóstico y la intervención
psicopedagógica en interés de la formación integral del individuo. Por su contenido la función orientadora
26
incide directamente en el cumplimiento de la tarea educativa, aunque también se manifiesta durante el
ejercicio de la instrucción” (2011, p. 12).
La actual concepción de orientación educativa a nivel mundial, tiene su fundamento en tres principios que
se relacionan entre sí, ellos son: de prevención, del desarrollo y de intervención social (Vélaz, C., 2002). Se
concuerda con este autor, al considerar que las intervenciones preventivas deben tener un carácter
intencional y dirigirse a todos los sujetos, no solo a los que potencialmente presentan un problema, por
tanto, han de planificarse en el proceso educativo teniendo en cuenta las características del período
ontogenético de los orientados, del medio en que se desarrollan, de las interacciones sociales que
establezcan con los que le rodean, de los problemas de aprendizaje y de comportamiento que presenten
para que sea una orientación inclusiva que atienda la diversidad.
También debe considerarse que la orientación educativa ha de tener un carácter sistémico, respondiendo a
su naturaleza como proceso que no escapa de la posibilidad de definirlo como actividad, técnica o relación;
la justificación del proceso atiende a una situación que no es abordada por otros procesos; el propósito
encaminado a la intención y la justificación contribuirán a definir el objetivo; el método significa la manera
de abordar el proceso, según los procedimientos, técnicas e instrumentos utilizados para ofrecer la
orientación y el momento se refiere a un proceso permanente. (Bujardón, A. y Macías, M. E. 2006).
La orientación en el proceso educativo permite guiar las acciones hacia la formación integral y armónica de
la personalidad, en función del encargo social que asume la educación y en correspondencia con las
necesidades, motivos e intereses de los niños en la infancia preescolar y de la sociedad en la actualidad.
En tal sentido, resulta significativo para lograr que el proceso educativo se desarrolle con óptima calidad y
como consecuencia tenga un carácter preventivo, que los contenidos que se imparten, mediante la
orientación en cualquiera de las dos modalidades de atención educativa, sinteticen los diferentes aportes
27
metodológicos que se han producido al respecto y profundicen en las formas, vías y métodos de su
organización para que posibiliten los cambios en dicho proceso.
Muestra de esto son las investigaciones realizadas por los autores López, J. y Siverio, A. M. (2005);
Gómez, A. L. (2007 a y b); Franco, O. (2009); Padrón, A. y Fernández, A. (2011); Siverio, A. M.; Rivera, I.;
Valdez, M.; Grenier, M. E.; Pérez, M.; Albite , A. et al (2012); entre otros, quienes revelaron la importancia
del proceso educativo en el desarrollo integral en la primera infancia. Sus investigaciones han incidido en el
perfeccionamiento de dicho proceso, en la mejora de las influencias educativas que los niños reciben y en
garantizar el adecuado vínculo institución – familia. El objeto de sus estudios se centró fundamentalmente
en el proceso educativo institucional y, aunque todos asumen su carácter unitario para destacar las
relaciones entre esta y el hogar, no enfatizaron en las especificidades del mismo en la convivencia familiar.
En tal sentido, la categoría proceso educativo para la primera infancia, ha sido definida por investigadores
como López, J. y Siverio, A. M. (2005); Rivera, I.; Siverio, A.M.; López, J.; Burke, M. T; Piñeiro, C. y Yánez,
H. (2009); Benavides, Z.; Franco, O.; Rodríguez, A. C.; Rooms, I.; Pérez, M.; Uralde, M. et al (2010). Estos
autores coinciden en plantear que es un proceso dirigido al desarrollo de la personalidad.
En la investigación se asume la definición de proceso educativo de Benavides, Z.; Franco, O.; Rodríguez,
A. C.; Rooms, I.; Pérez, M.; Uralde, M. et al (2010)16 porque consideran el carácter organizado y
sistemático que debe tener todo proceso, en cualquiera de las modalidades en que se realice, para
potenciar el máximo desarrollo de los niños. Sin embargo, no consideraron que en el contexto familiar
adquiere otras especificidades debido a que, la mayoría de sus miembros, necesitan una orientación
educativa que les permita aprovechar las interacciones sociales para ejercer su función educativa.
Lo anteriormente expresado alcanza su concreción en los principios de la educación para la primera
infancia (Yadesko, V. I. y Sojin, F. A., 1975; MINED, 1984); Benavides, Z.; Franco, O.; Rodríguez, A. C.;
Rooms, I.; Pérez, M.; Uralde, M. et al (2010). En la investigación se asumen los aportados por los últimos
28
porque seleccionaron y reformularon los principios más significativos para la conducción de la educación
en ambas modalidades de atención educativa.
Ellos son: el niño como centro del proceso educativo, el adulto como rector del proceso educativo, la
vinculación de la educación con el entorno, el protagonismo y participación de la familia y la comunidad en
el proceso educativo y el carácter lúdico de todas las actividades que el niño desarrolla (2010, p. 33).
Especial significación tiene el protagonismo y participación de la familia y la comunidad en el proceso
educativo cuando el sistema de influencias que ejercen sobre el niño es adecuado, garantiza la continuidad
de dicho proceso, la prevención y su socialización a partir de considerar los intereses y valores de la
sociedad, en un contexto determinado.
Resultan significativos los aportes de López, J. y Siverio, A. M. (2005) porque enfatizan en que el adulto
asuma el rol que le corresponde para que, a partir del desarrollo ya alcanzado por el niño, pueda planificar
y conducir el proceso educativo teniendo en cuenta los requerimientos establecidos con este fin:
protagónico, participativo, colectivo – cooperativo, poseer un clima socio - afectivo y comunicativo y un
enfoque lúdico. En principio se coincide con estas autoras; sin embargo, en la orientación no se aborda con
sistematicidad su tratamiento en el contexto familiar, por ello es necesario lograr que la familia los conozca
y concientice su cumplimiento.
Considerándose los elementos que tienen implícitos los requerimientos del proceso educativo, otro aspecto
importante a tener en cuenta, lo constituye la comunicación que se establece con el sujeto al que está
dirigida la orientación. Al respecto se considera necesario analizar la categoría comunicación que ha sido
definida por Sorín, Z. M. (1984); Lomov, B. F. (1989); Bitti, E. (1990); González, F. (1995); Fernández, A.
M.; Álvarez, M. I.; Reinoso, C. y Durán, A. (2002); Torres, H. J. (2005); Cuenca, M.; Moreno, V.; Rodríguez,
A. M.; Gómez, A. C.; Núñez, A. M.; Vega, G. et al (2013); entre otros. Todos ellos coinciden en que es una
forma de interrelación que se da entre los hombres por la necesidad de comunicarse con sus semejantes,
29
en la cual su significado depende de los participantes en ella y a su vez, está condicionada por el lugar que
ocupa el sujeto dentro del sistema de relaciones sociales.
Se considera que todas son válidas para la orientación en el proceso educativo, pero se asume la definida
por Cuenca, M.; Moreno, V.; Rodríguez, A. M.; Gómez, A. C.; Núñez, A. M.; Vega, G. et al (2013. p. 5) que
plantea “la comunicación puede considerarse como una forma de interacción humana que expresa las
relaciones de los individuos entre sí, en el proceso de actividad, mediante el empleo de diferentes signos,
verbales y no verbales, cuyo dominio permiten la comprensión y la construcción de mensajes gracias a los
procesos de codificación y decodificación que realizan los participantes del acto comunicativo”.
Al desarrollar la orientación en el proceso educativo resultan de gran interés los componentes estructurales
del proceso de comunicación interpersonal, es decir, el carácter comunicativo, perceptivo e interactivo y las
funciones comunicativa, afectiva y reguladora para garantizar la eficacia de la misma (González, V.;
Castellanos, D.; Córdova, M. D.; Rebollar, M.; Martínez, M.; Fernández, A. M. et al2001). Se considera que
el conocimiento de los componentes y las funciones resulta importante y útil para los agentes educativos
porque propicia el intercambio en la actividad, la realización de valoraciones y críticas de las acciones
realizadas para modelarlas o modificarlas intencionalmente con el fin de evitar desviaciones en el
desarrollo del niño. Sin embargo, esto no siempre ha sido considerado en los estudios relacionados con la
prevención de comportamientos socialmente negativos y la orientación en la infancia preescolar.
En cualquier contexto que se realice la orientación en el proceso educativo el empleo de métodos y
procedimientos garantiza el cumplimiento de objetivos y contenidos destacándose el lúdico, la
demostración, la explicación, la observación, la conversación, el ejemplo, la elaboración conjunta, el
ejercicio, entre otros, sin embargo, no se emplea la reflexión a pesar de su valor en la apropiación de
conocimientos, la modificación de actitudes y comportamientos. Además, se tiene en cuenta un grupo de
30
medios que apoyan y propician el contenido de la orientación, tales como los audiovisuales, la voz del
orientador, las pancartas, el franelógrafo, los franelogramas, entre otros.
En síntesis, el proceso educativo en la infancia preescolar ha sido estudiado más en el contexto de la
institución educacional que en el familiar, de ahí el insuficiente conocimiento que posee la familia para dar
continuidad a dicho proceso en el hogar, tampoco se aprovechan al máximo las potencialidades de la
comunicación educativa y la reflexión, con el propósito de lograr los objetivos de la orientación educativa.
Así mismo ocurre con los métodos, procedimientos y medios los cuales constituyen recursos importantes
que favorecen la prevención en la infancia preescolar, la transmisión de la experiencia histórico – social y la
regulación del comportamiento del niño.
1.3. La orientación familiar para prevenir las alteraciones del comportamiento en los niños de
infancia preescolar. Análisis epistemológico.
1.3.1. La orientación familiar para la educación de los niños de infancia preescolar en la convivencia
familiar.
La orientación educativa incluye diferentes variantes como son la orientación vocacional, orientación
profesional, orientación personal, la orientación familiar, entre otras, (Vélaz, C., 2002). En la investigación
se asume la orientación familiar debido al campo que se estudia.
En torno a la orientación familiar se han realizado diferentes investigaciones por Bernal, A. (1970); Otero,
O. F. (1989); Castro, P. L. (1996); Fernández, M. (2000); Louro, I. (2002); Torres, M. (2003); Gómez, A. L.
(2007 a y b); Castro, P. L., López, R., Gómez, A. L. y Rodríguez, B. (2009); García, A. (2011 a y b); Díaz,
F.; García, A.; Hernández, I. y Lores, I. (2013), entre otros. Al definir este proceso, coinciden en señalar
que es una modalidad de la intervención educativa que surge de la relación institución – familia, para
ayudar a mejorar el desarrollo de sus miembros y es una de las funciones principales del docente.
31
Al respecto, se considera que la definición ofrecida por García, A. (2011 a y b)17 es de gran valor para esta
investigación porque considera importante atender el rol de cada uno de los integrantes de la familia, sin
hacer distinciones ni limitar a ninguno de ellos en la educación que ejerce sobre los otros. Asímismo, tiene
en cuenta los recursos personológicos que emplea la familia y que pueden influir positiva o negativamente
en la apropiación del contenido, lo que expresa la necesidad de considerar sus peculiaridades y
potencialidades para planificar y ejecutar la orientación.
Se coincide además, con García, A. (2011 a y b) porque destaca la idea de que la orientación debe
promover en la familia la reflexión, sensibilización y la implicación personal de sus miembros en la solución
a los problemas y tareas, esto posibilita generar cambios en la convivencia familiar. De igual modo tiene en
cuenta la categoría ayuda18, por la necesidad de los familiares de interactuar entre sí y compartir sus
experiencias, aciertos y desaciertos en la educación de sus niños.
En correspondencia con lo anterior, el Subsistema de Educación de la Primera Infancia en cualquiera de
sus dos modalidades de atención educativa, reconoce la significación de la familia (Pérez, C., 2012) como
máxima responsable de la educación de los niños y la necesidad de su orientación. Por lo tanto, el espacio
para desarrollar el proceso educativo se focalizó hacia lo que se constituye como convivencia familiar
debido a que ha sido menos tratado en las investigaciones.
En la investigación se tuvieron en cuenta las definiciones de convivencia familiar de Rentería, E.; Lledias,
E. y Luz, A. (2008); Faria, E. (2010); Tolino, A. C. y Hernández, M. A., (2011); Méndez, S. (2013); entre
otros, coinciden en aludir que son las relaciones establecidas por los miembros de la familia al realizar
diversas tareas en armonía y felicidad. En todas sus definiciones, se aprecia que no privilegian el valor de
la comunicación en las interacciones sociales que establecen los miembros de la familia, al intercambiar
ideas y opiniones que garanticen la solución de sus problemas.
32
En la convivencia familiar se deben cumplir, en igualdad de condiciones, diferentes funciones (Gómez, A.
L., 2003 a). Sin embargo, generalmente la familia le otorga mayor importancia a la función económica,
restándole valor a las demás y con frecuencia se aprecia que la más afectada es la educativa, de ahí la
necesidad de perfeccionar su orientación.
Al realizar la orientación familiar no se pueden obviar los niveles de la orientación familiar19, razón por la
que se asumen los dados por Ríos, J. A. (1994). Se considera que de ellos el más importante resulta el
primer nivel, porque permite prevenir que las dificultades en la convivencia familiar se agudicen y en
consecuencia, se requiera de los restantes y de la intervención de otros especialistas.
Un elemento significativo a tener en consideración es que cualquier forma o nivel de orientación que se
emplee, reconozca a la familia como sistema socializador en la formación y desarrollo del sujeto así como,
su carácter preponderante como grupo primario por la significación psicológica y social que tiene para el
individuo. También debe contribuir a su desarrollo, beneficiándose su comunicación, pero conviene que
todos los miembros de conjunto garanticen el carácter dialógico20 en sus relaciones con vistas a la solución
del problema. De este modo, se entiende que el proceso de orientación familiar propicie el sistema de
influencias socioeducativas encaminado a elevar la preparación de la familia y a brindar estímulos
constantes para la adecuada formación de su descendencia.
Las investigaciones realizadas por Sampayo, I. (2008); García, E. (2010); Rodríguez, D. (2010); García, A.
(2011 a y b); Santí, D. (2011) y García, M. (2012) han demostrado las potencialidades que poseen las
familias para, en la convivencia familiar, convertirse en educadores de sus niños a partir de la orientación
sistemática, planificada y especializada que reciben. Por tal motivo, los agentes educativos al realizar la
orientación han de considerar, que el desarrollo se produce por la mediación social que se establece
mediante la comunicación (Vigotsky, L. S., 1983).
En tal sentido, se considera fundamental la colaboración con los otros y sobre todo, con aquellos con los
33
que interactúan los sujetos. De ahí la necesidad de potenciar, desde la orientación, la colaboración entre
los familiares y entre estos y los niños, de manera que las interacciones sociales en la convivencia familiar,
permitan enfrentar situaciones y resolverlas de forma independiente, al movilizar los recursos
personológicos21 que más influyen en su desempeño.
Por ello se asume que los agentes educativos al realizar el proceso de orientación familiar deben tener en
cuenta como características “tomar en consideración la relación entre educación – desarrollo, el
diagnóstico permanente de la situación social del desarrollo de los orientados, la determinación de
diferentes niveles de ayuda y el establecimiento de relaciones profesionales de ayuda pedagógica”
(Calviño, M., 2000. p. 91). Se considera que las características de la orientación son de suma importancia
y su cumplimiento posibilita que el contenido de la orientación familiar sea efectivo y se logre que la familia
se apropie del mismo de manera consciente para mejorar su función educativa.
Para que el empleo de las características de la orientación sea realmente efectivo el agente educativo
debe lograr el establecimiento de estrechas relaciones con la familia para propiciar la modificación de sus
acciones educativas. Es necesario que se sienta segura y confiada de que las personas encargadas de
esta misión son las máximas responsables de orientarles cómo desarrollar el proceso educativo y resolver
los problemas que afrontan en la convivencia.
En tal sentido, en la infancia preescolar están determinados en sus documentos normativos los contenidos,
procedimientos y formas organizativas para la orientación familiar, los indicadores que identifican los
niveles de desarrollo de cada grupo etáreo y las modalidades de atención individual y grupal. Sin embargo,
en estos documentos no queda claro cuáles son los métodos a emplear por los agentes educativos para
hacer más efectiva una relación positiva, coherente, activa y reflexiva con familia, basada en la
coordinación, colaboración y participación conjunta de ambos en el proceso de orientación familiar para
lograr transformar el proceso educativo.
34
Otro aspecto de gran significación al realizar la orientación familiar es la utilización de los principios
establecidos para este fin, que constituyen tesis de partida y el fundamento teórico para el trabajo de
orientación. En la investigación se asumen los principios propuestos por García, A. (2011 a, pp. 14 -16):
“conocimiento y estimulación del funcionamiento familiar, integridad de la orientación, de la participación,
enriquecimiento de la comunicación y capacitación de los agentes educativos.”
Estos resultan significativos en la labor de los agentes educativos con las familias, no obstante, la mayoría
los desconocen o no los tienen en cuenta, como consecuencia no se logra de manera efectiva el objetivo
propuesto. Los principios deben considerarse en cualquiera de las vías de trabajo con la familia
(Fernández, Y., 2007; García, M. R.; Guerra, L y Cuenca, M., 2012) de los niños de infancia preescolar22
porque contribuyen a desarrollar los mecanismos personológicos de sus miembros.
En relación con las vías de orientación la psicóloga, Arés, P. (2004) describe una modalidad de apoyo
social no especializada, que denomina redes de apoyo23. Al respecto, se considera que constituye una vía
eficaz para la orientación familiar por los lazos de amistad que se establecen entre las familias y que
propician el intercambio entre ellos. Sin embargo, existe un desconocimiento de las mismas que limita su
utilización, debido al insuficiente tratamiento en la literatura.
En sentido general, se aprecia que en la orientación educativa no se aprovechan al máximo las diferentes
formas de orientación familiar para emplear las vías, métodos y recursos que le permitan desarrollar el
proceso educativo con una óptima calidad. Además, no siempre se logra una relación afectiva positiva,
coherente, activa y reflexiva entre la familia y los agentes educativos basada en la coordinación,
colaboración y participación conjunta en el proceso de orientación familiar.
1.3.2. La prevención educativa en la infancia preescolar desde la orientación familiar.
En el contexto actual y sobre la base jurídica – legal, a la que se ha hecho alusión en epígrafes anteriores,
la primera infancia en Cuba asume el carácter eminentemente preventivo que tiene su currículo al
35
considerar de gran importancia la estimulación desde la concepción del embarazo para prevenir que
aparezcan riesgos que afecten el desarrollo integral del individuo. Por ello, al desarrollar la orientación
familiar los agentes educativos han de tener en cuenta el carácter preventivo de la acción orientadora que
se realice con el propósito de fortalecer su labor educativa.
En relación con la prevención, tradicionalmente se ha entendido por trabajo preventivo las acciones
pedagógicas dirigidas a precaver, a evitar que se produzcan dificultades, trabas, obstáculos en el
desarrollo como consecuencia de las posibles influencias negativas de diversos factores de riesgo. En tal
sentido, coinciden en estas afirmaciones Bell, R. y López, R. (2002); Fernández, G. (2008); Guilarte, H.
(2010); Ortega, L. y Betancourt, J. (2011); Ortega, L.; Betancourt, J.; García, L.y Díaz, C. (2011);
Rodríguez, A. C. (2012); Hernández, M. J. y Luaces, Y. (2013); Hernández, M. J. (2014).
Sin embargo, entre ellos se destacan Ortega, L.; Betancourt, J.; García, L. y Díaz, C. (2011) y Hernández,
M. J. (2014) con quienes se concuerda porque consideran que la prevención no es solo la adopción de
medidas encaminadas a impedir que se produzcan deficiencias físicas, mentales y sensoriales o que
cuando se hayan producido tengan consecuencias físicas, psicológicas y sociales negativas, sino un
proceso, cuyo fin debe estar dirigido además, a lograr el pleno desarrollo de la personalidad de los sujetos
y asumen que debe propiciar la formación de personalidades capaces de resolver los problemas que se les
presenten o mitigar sus consecuencias. Se considera que estas ideas faciliten la proyección social del
sujeto, la orientación humanista que debe caracterizar la intervención educativa y el carácter transformador
para lograr con éxito la prevención. Además, favorecen que la familia al percatarse de los errores que
comete al ejercer su función educativa, mediante la reflexión y autorreflexión, pueda adoptar acciones que
garanticen la prevención de las alteraciones del comportamiento en la convivencia familiar.
El trabajo preventivo en la infancia preescolar se realiza sobre la base de algunas ideas esenciales de
Vigotsky que plantean que: “la infancia temprana y preescolar es el período más denso y lleno de valor del
36
desarrollo en general; la regla fundamental del desarrollo infantil consiste en que el ritmo de desarrollo es
máximo desde el mismo inicio y se debe tener en cuenta no solo las funciones que ya han madurado, sino
también las que están en proceso de maduración; no solo el nivel actual, sino también la zona de
desarrollo próximo” (Fernández, G., 2008. p. 95). De igual modo, se emplean otras que son sustento
teórico – metodológico24 en esta enseñanza, pero todas resultan esenciales para lograr el máximo
desarrollo integral posible en los niños.
Sobre la base de dichas ideas, han realizado investigaciones dirigidas a la prevención, autores como
Simón, A. L. (2010); Domínguez, C. (2010); Carrera, M. y Hernández, T. (2010); Hernández, M. J. (2013);
Miranda, L. M. (2014); Hernández, M.; Cepeda, R.; Pons, M.; Luaces, Y.; Maura, M.; López, M.; et.al.
(2014). Las temáticas que trataron fueron diversas, la mayoría, estuvieron dirigidas a la familia, pero
ninguna tuvo en cuenta la prevención de alteraciones del comportamiento en la infancia preescolar.
Para la labor preventiva se han establecido tres niveles de prevención: primaria, secundaria y terciaria
(Torres, M., 2003). De ellas, en la infancia preescolar se emplean la prevención primaria con el objetivo de
impedir que aparezcan las enfermedades, los impactos o acontecimientos que pueden alterar la formación
y desarrollo normal del niño y la prevención secundaria con el propósito de evitar que surjan secuelas,
consecuencias o se agraven, al actuar sobre el sujeto los agentes nocivos. Este nivel requiere del
diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno. Además, se deben tener en cuenta los principios establecidos
para el trabajo preventivo en la infancia preescolar. En la investigación se asumen los dados por
Fernández, G. (2008) y se considera que todos son de suma importancia para lograr la eficacia de la labor
preventiva, por tanto, deben ser empleados sin ponderar uno sobre otro.25
El empleo de dichos principios debe favorecer que la prevención esté dirigida no solo a la dificultad, sino a
estimular las potencialidades para lograr el desarrollo máximo de los procesos psíquicos de la
personalidad, tomando como punto de referencia los períodos de su desarrollo y la participación
37
protagónica del sujeto. Por ello, los enfoques que conciben la prevención como dimensión de la actividad
educativa, privilegian fortalecer los recursos personológicos de las familias y los niños.
En la investigación se asumen dichos recursos al considerarlos imprescindibles para una educación
preventiva encaminada a evitar el surgimiento de alteraciones del comportamiento en los niños. Su
utilización puede favorecer la función educativa de la familia y al mismo tiempo establecer una relación con
el niño de coordinación y nunca de subordinación, mediada por la comunicación además, se considera la
significación de la prevención en la infancia preescolar porque mientras más temprano se realice mayor
será su eficacia y sus consecuencias serán menos frustrantes e incluso, en ocasiones se podrán evitar.
A pesar de reconocer el valor de la comunicación y la prevención en la educación del niño de infancia
preescolar, estas categorías han sido estudiadas más en el contexto de las instituciones educativas que en
la convivencia familiar. Por estas razones, se considera que esta limitación es una de las causas de las
insuficiencias que presenta la familia para llevar a cabo dichos procesos.
Otro elemento de importancia a tener en cuenta al realizar la prevención educativa desde la orientación
familiar es que está permeada por diferentes agencias y agentes educativos26 que intervienen en la
orientación. Por tal motivo, este proceso se desarrolla en estrecha relación con la sociedad y a la vez,
recibe de ella su encargo social. Sin embargo, para alcanzar el fin de la educación es necesario que las
acciones preventivas logren la unidad entre instrucción27 y educación28 pero, generalmente dicha unidad no
se tiene en cuenta en la labor preventiva y como consecuencia las influencias positivas que ejercen las
agencias educativas en función de la educación integral del niño no se aprovechan.
Por tales razones, resultan significativos los enfoques del trabajo preventivo, en la investigación se asumen
los dados por Hernández, M. J. y Luaces, Y. (2013) quienes determinan el enfoque ontogenético,
psicológico, pedagógico y ecológico. Se considera que cada uno de ellos es importante porque la
prevención debe ser vista como una cualidad ineludible de la educación en cualquier contexto, en el que se
38
debe considerar las características del período etario. Los agentes educativos no deben obviar estas
condiciones en la conducción de las acciones hacia los logros del desarrollo que le corresponden alcanzar
(Cuenca, M.; Moreno, V.; Rodríguez, A. M.; Gómez, A. C.; Núñez, A. M.; Sampayo, I. C.; et al, 2015). Sin
embargo, la familia no tiene conciencia que el incumplimiento de estas exigencias produce dificultades en
el desarrollo del niño que suelen expresarse como alteraciones del comportamiento. Esto está dado por la
insuficiente orientación que tiene para emplear métodos, vías y recursos en la consecución del proceso
educativo, en la convivencia familiar para el alcance de los logros del desarrollo.
Los agentes educativos deben tener claridad de que, en lugar de conducir las acciones a las dificultades o
insuficiencias, han de dirigirlas a prevenir o erradicar las causas que las originan. Por lo regular no sucede
así, como consecuencia, se extiende el proceso correctivo y las dificultades muchas veces se arraigan
siendo más difícil eliminarlas (Hernández, M. J. y Luaces, Y., 2013).
Por todo lo antes expuesto, se considera que el empleo de la prevención educativa en la orientación
familiar solo será efectiva si se logra la concientización29 de la familia sobre la significación que en la
educación del niño de infancia preescolar tienen las acciones educativas, para que no se reduzca
solamente al intercambio de información y regulación del comportamiento, sino que propicie la participación
activa y el establecimiento de lazos afectivos que garanticen que los infantes se sientan queridos, seguros
y protegidos para evitar desviaciones en su desarrollo.
1.3.3. La orientación familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de
infancia preescolar.
Al realizar la sistematización de los fundamentos teóricos relacionados con las alteraciones del
comportamiento en los niños, se aprecia que son múltiples los autores que lo han estudiado. En el ámbito
internacional se destacan Vigotsky, L. S. (1983); Grossman, G. (1983); Galvin, PP. y Sigelton, R. M. (1991);
Greciano, I. (2001); San, L. l.; Petitbò, M. D.; Alda, J. A.; Castro, J.; Soutullo, C. y Arango, A. (2009). De los
39
investigadores cubanos son reconocidos los criterios de Arias, G. (s.n.); Betancourt, J. (2001); Pérez, M.
(2004); Peña, G. (2004); Martínez, F.; Rodríguez, N.; Huepp, F.; Rodríguez, A. C.; Acosta, L. y Yaque, E.
(2005); Rodríguez, D. (2010); Ortega, L. y Betancourt, J. (2011); Peña, G. R.; Ynerarity, O; Sampayo, I. S.;
Orozco. J. L.; Villegas, S.; Sánchez, D. et al (2013); Fontes, O. (2014); Ynerarity, O. (2015); entre otros.
Todos abordaron los trastornos de la conducta como entidad gnoseológica en la edad escolar con niños de
6 a 12 años y en el marco institucional, no así en la preescolar y coinciden en que la esfera más afectada
es la afectivo – motivacional como resultado del insuficiente afecto, sobreprotección, permisividad,
agresividad, entre otras. En el caso de Betancourt, J. (op. cit.), demuestra en sus investigaciones que en la
esfera afectivo – motivacional lo más afectado son las vivencias. Ella refiere que los trastornos de conducta
surgen por estados vivenciales angustiosos en los niños, resultado de su situación social del desarrollo30.
Se concuerda con esta autora en que una de las causas fundamentales del origen de dichos trastornos y
de su evolución radica en la existencia de una vivencia de la que no siempre es consciente el sujeto,
percibida por las relaciones inadecuadas de comunicación y/o estimulación, en las que generalmente no
tienen en cuenta las características del niño en su ontogenia. Sin embargo, no consideró cómo darle
tratamiento a las vivencias para prevenir dichos trastornos.
En consecuencia, cuando ocurren fallas en la educación y los niños se ven sometidos a experimentar
vivencias negativas para su desarrollo, se originan con frecuencia alteraciones del comportamiento, que
surgen por la interacción de condiciones negativas externas asociadas a condiciones internas
desfavorables31 o viceversa (Betancourt, J., 2001; Peña, G. R., 2004). El comportamiento externo puede
incluso, ser similar entre varios niños y el evento, externamente analizado, tener el mismo carácter, pero la
manera peculiar de interrelación con dicho evento, las condiciones en que se produce y las del sujeto en
sí, adquieren en el plano interno un significado diferente en cada uno de ellos.
40
En la mayoría de los casos estas vivencias están asociadas a estímulos educativos, a una incorrecta
comunicación y la característica de la vivencia afectiva que se manifiesta generalmente, es la negativa,
pero cualquiera de ellas32 puede desordenar el comportamiento del niño. Por tales razones, se asume que
atender las vivencias33 del niño permite conocer el significado que le ha otorgado o inferir cuál pudiera
otorgarle a los hechos, fenómenos, objetos y situaciones de la vida cotidiana para determinar la manera en
que refleja y valora la realidad vivenciada, con el propósito de propiciarle, siempre que sea posible,
vivencias que no afecten su desarrollo normal.
Se considera que las fallas en la comunicación en la infancia preescolar son traumatizantes para el niño, al
percibir que no es querido, que no satisfacen sus necesidades, que no lo atienden cuando lo necesita,
entre otras (Betancourt, J., 2001; Gómez, A. L., 2003 b, Sampayo, I. C., 2008). Estas fallas se convierten
también en potenciadoras del surgimiento de alteraciones del comportamiento que afectan su desarrollo
(Greciano, I., 2001; Martínez, F.; Rodríguez, N.; Huepp, F.; Rodríguez, A. C.; Acosta, L. y Yaque, E.; 2005
y San, L. l.; Petitbó, M. D.; Alda, J. A.; Castro, J.; Soutullo, C. y Arango, A., 2009; Fontes, O., 2014).
Además, la vivencia implica la actividad del individuo en relación con el medio y la relación variable que
establece con su entorno, esta tiene que ser vista como parte compleja que representa al todo, partes (lo
cognitivo o lo afectivo) como saturadas por el todo (Fariñas, G., 2005, p.154). El sujeto percibe la situación
y le da un significado e inmediatamente sucede una emoción, sin que este sea capaz de controlar el
impacto primero de ese sentir, ni su intensidad o momento de aparición; aunque luego sí pueda intervenirlo
mediante recursos de autorregulación. Lo mismo ocurre con la prolongación temporal de la vivencia, pues
no es posible predeterminar la duración del fenómeno ni siquiera en una misma persona. (Hernández, A.
2010, p. 6). A partir, de este análisis se puede determinar qué comportamientos están alterados, cuáles
son alteraciones del comportamiento o no, pero también considerar como parámetros la frecuencia en que
41
se produce el comportamiento, su intensidad, la duración y la latencia que existe entre un determinado
hecho y la aparición de la respuesta relacionada con él (Greciano, I., 2001).
El análisis teórico realizado sobre las alteraciones del comportamiento en la primera infancia develó que
Martínez, F. las define como: “manifestaciones conductuales que no suelen ser habituales o características
de su edad, y que requieren de una orientación, manejo o tratamiento especial o particular, sobre aquellos
comportamientos que están provocando una significativa variación de lo que se considera lo adecuado, lo
habitual o más típico de su edad” (2002, p. 45). Según sus criterios, al analizar el comportamiento en estas
edades hay que considerar que se está valorando una personalidad que no está aún conformada, que se
caracteriza por una continua variación en su desarrollo y una constante transformación física y mental. Esto
presupone, tener en cuenta el período etáreo del niño y su modo de actuar cotidianamente para determinar
si su comportamiento es normal o no, por tanto, lo primero que debe hacerse es compararlo con su propio
comportamiento habitual (Ibídem.).
La autora opina que el concepto aportado por Martínez, F. (op. cit.) es general, no tiene en cuenta la
frecuencia e intensidad de las manifestaciones y la causa que la genera es expresión de la situación social
del desarrollo del niño, que da origen a dicho comportamiento como resultado de la relación entre lo
interno34 y lo externo35. Además, considera erróneo el criterio de asumir la “norma” de comportamiento
como un indicador para determinar la presencia o no de alteraciones porque no siempre lo habitual es lo
correcto, así como que cuando los factores e interacciones sociales no son adecuados, casi siempre
tienen una influencia negativa en la actividad afectivo - volitiva del niño de infancia preescolar, expresada
en la regulación inefectiva de su comportamiento.
Los textos “Orientaciones educativas sobre algunas conductas del niño preescolar” (1989, pp. 1 - 43) y el
curso “Particularidades del desarrollo físico y psíquico en la edad temprana y preescolar” (Rodríguez, N. A.;
Siverio, A. M; Martínez, F.; Pérez, H.; Acosta, L.; Béquer, G.; et al, 2005. pp. 14 – 24) brindan orientaciones
42
a las educadores sobre las manifestaciones, causa y acciones para el tratamiento a las catorce alteraciones
del comportamiento36 que son reconocidas en la primera infancia. Sin embargo, en ninguno de los dos
textos aparecen orientaciones dirigidas a la familia para prevenirlas o tratarlas.
Además se considera que en el curso, referido en el párrafo anterior, sus autores pudieron develar, en las
orientaciones a los agentes educativos, la atención a las vivencias desde la dialéctica de lo externo y lo
interno (Vigotsky, L. S., 1979), en las interacciones sociales que se producen en la educación del niño de
infancia preescolar. Aporte que ya había sido demostrado, por Betancourt, J. en sus tesis doctoral en el
2001, que constituye una causa del surgimiento de alteraciones del comportamiento.
Entre las alteraciones que relacionan, constan la carencia afectiva y la malcriadez, con las que discrepa la
autora por considerar que constituyen causas del surgimiento de las restantes y no alteraciones en sí
mismas. De las otras, aparecen con más frecuencia la timidez, la hiperactividad, el miedo y la agresividad.
Las alteraciones del comportamiento se manifiestan en el predominio de los motivos más relacionados con
la satisfacción inmediata de las necesidades, por ello los niños se deprimen y frustran con facilidad.
(Martínez, F., 2002; González, F., 2009). La autora estima que esto acontece por la limitada, desvirtuada o
ninguna demostración afectiva que han recibido los niños, por la ausencia de modelos positivos y la
existencia de situaciones frustrantes, que casi siempre, son resultado de una comunicación inadecuada
que influyen negativamente en las interacciones sociales que se producen en la convivencia familiar. Estas
causas y manifestaciones, generalmente no constituyen contenidos de la orientación familiar.
La problemática de las alteraciones del comportamiento ha sido estudiada en la provincia camagüeyana
por un grupo de investigadores como es el caso de Sampayo, I. C. (2008); Estrada, L. M. (2009); Marcos,
M. M. (2009); Fonseca, I. (2011); Sampayo, I. C. y Lezcano, G. (2015); Sampayo, I. C.; Cuenca, M. y
Peña, G. (2015); Sampayo, I. C. y Cuenca, M. (2015); entre otras y bajo la tutoría de la autora, Ballagas, I.
43
(2008); Hernández, N. S. (2010); Arias, Y. (2011); Pérez, M. (2011); Socarrás, A. (2012); Estrada, Y.
(2012); Valle, B. (2013); García, Y. (2013); Machado, D. (2013); Lezcano, G. (2014) y Martínez, Y. (2014).
Sus estudios estuvieron dirigidos a la orientación familiar para la prevención o erradicación de las
alteraciones del comportamiento de los niños, desde el tratamiento a las causas y manifestaciones
externas. En estos, se evidenció la necesidad de atender la función educativa de la familia para
transformar las interrelaciones sociales que se establecen mediante la comunicación, en el proceso
educativo en la convivencia familiar, con el propósito de favorecer un clima afectivo adecuado que
garantice la prevención de las alteraciones del comportamiento, pero no constituyó objeto de análisis en
las orientaciones que impartieron a las familias.
En resumen, se considera que la transformación del proceso educativo en la convivencia familiar para
prevenir las alteraciones del comportamiento, desde la atención a las vivencias, depende de la orientación
individualizada que se le ofrezca a la familia. Sin embargo, este es un aspecto que tiene muchos elementos
en los que se debe particularizar todavía. Por tales razones, desde los contenidos de la orientación es
necesario propiciar que la familia concientice la necesidad de transformar las interacciones sociales para
potenciar la atención a las vivencias en el proceso educativo en convivencia familiar. En él, debe
prevalecer una correcta comunicación y un clima emocional positivo estable, por constituir elementos que
contribuyen a la prevención de las alteraciones del comportamiento y al desarrollo de la personalidad.
1.4. Estado inicial de la orientación familiar para la prevención de alteraciones del comportamiento
en niños de cuatro a cinco años atendidos por el Programa “Educa a tu Hijo”.
Para la caracterización de la orientación familiar, se tomó como caso de estudio a 15 familias y niños de 4
a 5 años que asisten al Programa Educa a tu hijo, en la primaria “Joaquín de Agüero”, del municipio
Camagüey. Su selección fue intencional y para ello se tuvo en cuenta que presentaran dificultades en el
cumplimiento de la función educativa, en la comunicación afectiva y que los niños evidenciaran alguna
44
manifestación de alteración del comportamiento. Se tomaron como criterios las dimensiones e indicadores
determinados para la investigación (Anexo 1), y su selección se sustentó en el análisis teórico efectuado.
Posteriormente a su elección, se sometieron a la valoración por especialistas de Educación Preescolar
(10), mediante una entrevista grupal no estructurada, a partir de la cual se determinaron las que se
emplearían definitivamente en el diagnóstico:
Dimensión cognitiva: Conocimiento de las particularidades del desarrollo de los niños en la infancia
preescolar; conocimiento acerca de las exigencias de la comunicación que se establece en las
interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño en la convivencia y conocimiento acerca de
las causas que dan origen a las alteraciones del comportamiento y de las manifestaciones que pueden
presentarse en la infancia preescolar.
Dimensión actitudinal y procedimental: Atención a las particularidades del desarrollo de los niños de
infancia preescolar en la proyección y ejecución del proceso educativo en la convivencia familiar;
valoración de la pertinencia de la comunicación que se produce en las interacciones sociales entre los
miembros de la familia y el niño y su impacto en el desarrollo de este en la convivencia familiar; empleo de
los requerimientos del proceso educativo para prevenir las alteraciones del comportamiento y tratamiento a
las vivencias emocionales del niño como vía para prevenir potenciales alteraciones del comportamiento.
Para diagnosticar el estado inicial de la orientación familiar se utilizó: análisis de documentos (Anexo 2), la
entrevista a la directora y jefa de ciclo (Anexo 3), encuesta a los agentes educativos (Anexo 4) y
observación a actividades conjuntas (Anexo 5). También se aplicó entrevista a todas las familias de los
niños atendidos por la modalidad no institucional (Anexo 6), el instrumento para el auto diagnóstico familiar
(Anexo 7), observación durante la visita al hogar, la guía de observación aplicada fue tomada de la tesis en
opción al grado científico de la investigadora García, M., 2012 y contextualizada a la investigación, (Anexo
8) y encuesta a las familias de los niños con manifestaciones de alteraciones del comportamiento (Anexo
45
9). Los mismos se destinaron a valorar cómo es tenido en cuenta el tratamiento a las alteraciones del
comportamiento, las orientaciones que recibe la familia al respecto, para caracterizarlas y determinar las
necesidades y potencialidades que presentaban en la prevención de dichas alteraciones en la convivencia.
Se controlaron algunas variables potencialmente incidentes en la orientación familiar entre ellas, la edad de
los padres, el nivel de escolaridad y las características de la familia (número de miembros, parentesco de
sus integrantes, coexistencia de diversas generaciones y presencia de los padres). Como datos relevantes
se aprecia que el 92 % de los padres son jóvenes inexpertos en la educación de los niños, con un
promedio de edad de 25 años y un nivel de escolaridad de enseñanza media; predominan las familias
extendidas con varias generaciones (80 % integrada en la mayoría de los casos por padres, abuelos,
bisabuelos, tíos, hermanos), con una media de ocho miembros en el hogar y con ausencia de la figura
paterna en 12 (80 %) y materna en 1 (6,7 %) por divorcio de la pareja.
Respecto al análisis del resultado de la aplicación de instrumentos en la dimensión cognitiva (Anexo 10.
Tabla 1. Figura 1.), en el indicador conocimiento de las particularidades del desarrollo del niño en la
infancia preescolar se constató que el 6,7 % de las familias (1) fue evaluada de bien (B), las respuestas
ilustran su conocimiento acerca de cinco a siete particularidades; el 26,6 % (4) de regular (R), al declarar
que solo conocen entre tres y cuatro, mientras que el 66,8 % (10) de mal (M) por desconocimiento de las
particularidades. La triangulación de los instrumentos, permitió verificar que el 93,4 % de las familias se
ubican en las categorías de R y M y solo el 6,7 % en la de B.
Con respecto al indicador, conocimiento acerca de las exigencias de la comunicación que se establece en
las interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño en la convivencia, solo una familia es
evaluada de B (6,7 %), al explicar las exigencias de la comunicación; el 33,3 % (5) de R al explicar las
exigencias, lo hacen con alguna dificultad; mientras que el 60 % (9) no consiguieron explicar las mimas, por
lo que fueron evaluadas de M. El desconocimiento que las familias evidencian respecto a las exigencias de
46
la comunicación, fue la razón por la que se evalúa el indicador de M debido a que el 93,3 % de estas
obtuvieron las categorías R y M y solo el 6,7 % de B.
En el indicador, conocimiento acerca de las causas de las alteraciones del comportamiento y las
manifestaciones que pueden presentar los niños, el 13,3 % de las familias (2) fueron evaluadas de B al
mencionar 13 y 14 causas y entre 5 y 7 manifestaciones; mientras que las cinco evaluadas de R (33,3 %)
relacionan entre 10 y 12 causas y entre 3 y 4 manifestaciones; las restantes ocho familias (53,4 %)
declararon conocer menos de nueve o ninguna de las causas y menos de dos o ninguna manifestación, por
ello se evaluaron de M. La triangulación de los instrumentos, apuntó a que el 86,7 % de las familias están
ubicadas en las categorías de R y M y el 13,3 % de B, esto corrobora el desconocimiento que tienen
acerca de las alteraciones del comportamiento, lo que limita su prevención.
En la dimensión actitudinal y procedimental (Anexo 10. Tabla 2. Figura 2.), el indicador atención a las
particularidades del desarrollo de los niños de infancia preescolar en la proyección y ejecución del proceso
educativo en la convivencia evidenció que una familia considera entre cinco y seis particularidades del
desarrollo, lo que representa el 6, 7 % evaluadas de B; dos familias (13,3 %) se evaluaron de R al tener en
cuenta tres o cuatro particularidades; las 12 restantes (80 %) no tienen en cuenta las particularidades del
desarrollo. Los resultados de los instrumentos aplicados permitieron comprobar que el 93,3 % de las
familias se encuentran en las categorías de R y M y las restantes de B.
En el indicador, valoración de la pertinencia de la comunicación que se produce en las interacciones
sociales entre los miembros de la familia y el niño y su impacto en el desarrollo de este en la convivencia
familiar, el 6,7 % de las familias (1) se evaluó B al reflexionar y autorreflexionar acerca de la pertinencia de
la comunicación; el 6,7 % (1) reflexiona y autorreflexiona en ocasiones y el 86,6 % restantes de M (13) no
reflexionan y autorreflexionan nunca. Con los resultados de los instrumentos se comprobó que el 93,3 % de
las familias obtienen las categorías de R y M y las restantes de B. En los indicadores, empleo de los
47
requerimientos del proceso educativo y tratamiento a las vivencias emocionales del niño como vía para
prevenir potenciales alteraciones del comportamiento, el 100 % de las familias (15) fueron evaluadas de M
al no emplear los requerimientos ni tener en cuenta el tratamiento a las vivencias.
Al realizar el análisis del resultado por dimensiones, se confirmó que en la cognitiva los tres indicadores
resultaron evaluados de M (Anexo 10. Tabla 3. Figura 3.), como consecuencia del insuficiente
conocimiento que poseen las familias acerca de las particularidades del desarrollo de los niños en la
infancia preescolar, lo que influye en la realización de acciones educativas en la convivencia familiar. Con
relación a la comunicación, en su mayoría, desconocen las exigencias y su tratamiento, esto limita la
concientización de su valor y restringe la necesidad de reflexionar y autorreflexionar acerca de dichas
interacciones y su impacto en el desarrollo del niño en este contexto. Estas dificultades y el insuficiente
conocimiento de las causas que dan origen a las alteraciones del comportamiento y sus manifestaciones,
reflejan la limitada capacidad para prestarle atención a las vivencias emocionales del niño y prevenir el
surgimiento de actitudes negativas.
Por su parte, la dimensión actitudinal y procedimental fue un reflejo de los resultados de la dimensión
cognitiva, debido a la insuficiente atención a las particularidades del desarrollo de los niños y la valoración
de la pertinencia de la comunicación que se produce en las interacciones sociales, entre los miembros de
la familia y el niño y su impacto en el desarrollo de este en la convivencia familiar. Además, las familias, en
su mayoría, no tienen en cuenta los requerimientos del proceso educativo, así como tampoco, prestaban
atención a las vivencias emocionales del niño. Tales insuficiencias provocaron que la dimensión se
evaluara de M (Anexo 10. Tabla 3. Figura 3.).
Los resultados del diagnóstico permitieron determinar como potencialidades, en la mayoría de las
familias, el interés por la temática, el reconocimiento de que muchos de los errores cometidos en la
48
educación de los niños son consecuencia del surgimiento de actitudes socialmente negativas y el
conocimiento sobre diversas manifestaciones de casi todas las alteraciones del comportamiento.
Conclusiones del capítulo 1
Como conclusión de este capítulo se considera que:
La orientación educativa presenta una carencia teórico - metodológica que restringe su potencialidad
para la prevención de las alteraciones del comportamiento en la infancia preescolar, al no prestar atención
a la significación que el niño le otorga a los hechos, fenómenos, situaciones y objetos que percibe en las
interacciones sociales que establece mediante la comunicación, lo que limita el connotar su esfera socio
afectiva como parte imprescindible de su desarrollo integral.
El análisis realizado a partir de los fundamentos teóricos y metodológicos acerca de la orientación
familiar evidencia que las falencias epistémicas, radican en que este proceso no está suficientemente
dirigido a cómo atender las vivencias que percibe el niño, en las interacciones sociales que establece
mediante la comunicación en la convivencia familiar. Esto justifica la limitada consideración de la dialéctica
entre lo externo y lo interno en la comprensión de la actuación infantil, que ciñe la connotación del ámbito
socio emocional del niño y la prevención de las alteraciones del comportamiento, desde la función
educativa que se ejerce en la convivencia familiar.
El diagnóstico de la orientación familiar encaminada a la prevención de las alteraciones del
comportamiento en el proceso educativo en convivencia familiar en niños de infancia preescolar atendidos
por el Programa “Educa a tu Hijo” en la escuela “Joaquín de Agüero y Agüero”, evidenció la necesidad de
perfeccionar la orientación familiar para dotar a las familias de conocimientos y recursos, que le permitan
transformar sus acciones educativas y como consecuencia, prestar atención a las vivencias para prevenir
las alteraciones del comportamiento infantil.
CAPÍTULO 2
CONCEPCIÓN Y ESTRATEGIA PEDAGÓGICA DE ORIENTACIÓN FAMILIAR PARA PREVENIR LAS
ALTERACIONES DEL COMPORTAMIENTO EN NIÑOS DE INFANCIA PREESCOLAR EN LA
CONVIVENCIA FAMILIAR
50
2. CONCEPCIÓN Y ESTRATEGIA PEDAGÓGICA DE ORIENTACIÓN FAMILIAR PARA PREVENIR LAS
ALTERACIONES DEL COMPORTAMIENTO EN NIÑOS DE INFANCIA PREESCOLAR EN LA
CONVIVENCIA FAMILIAR
En este capítulo se fundamenta y caracteriza una concepción pedagógica de orientación familiar para
prevenir las alteraciones del comportamiento en la infancia preescolar. Por último se presenta la estrategia
pedagógica como vía de concreción de la concepción aportada.
2.1. Presupuestos teóricos que sustentan la concepción pedagógica de orientación familiar para
prevenir alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia
familiar.
La elaboración de la concepción que se propone implica la asunción de una teoría. En cualquier caso, las
concepciones teóricas son resultado del carácter creador del pensamiento, organizan la experiencia
humana y posibilitan la construcción de la realidad. En cuanto a sus códigos, las concepciones sistémicas
utilizan cánones teóricos y metodológicos, por eso operan de modo recursivo, devolviéndose sus productos
a la solución de problemas originarios, con la ganancia de nuevos conocimientos.
A partir de la definición de concepción del mundo que “abarca el conjunto de todas las concepciones del
hombre sobre la realidad” (Rosental, M y Iudín, P., 1981, p. 75), diversos autores como Ramos, G. (2003);
Amayuela, G. (2004); Arteaga, F. (2009); Rodríguez, D. (2010); García, M. R. (2012); entre otros, han
propuesto concepciones teóricas que enriquecen la educación cubana actual, estas pueden ser de
diversos tipos: metodológica, pedagógica, psicopedagógica, educativa y didáctica, entre otras, que ofrecen
solución a diferentes problemáticas que enfrenta hoy la educación.
51
En la investigación se elaboró una concepción pedagógica, se asume la definición que la reconoce como
“un sistema de ideas, conceptos y representaciones sobre la educación, por tanto, es un reflejo del ser
social y depende del nivel de conocimientos alcanzados por el individuo en un momento dado, así como
del régimen social.” (Ramos, G., 2003, p. 48). Se asume porque permite describir el hecho educativo,
establecer sus relaciones con otros fenómenos y opinar sobre los factores que lo determinan.
Otro elemento implícito en la concepción pedagógica es el carácter sistémico (Pino, E. M., 2015) que hace
que se combine lo conceptual con las características de los objetos o fenómenos que se representan, de
ahí que se ponga en primer plano el estudio de las interacciones entre las partes y entre estas y el entorno.
Además, la sistematicidad estructural de sus componentes y relaciones permite describir, explicar y
pronosticar estadíos del desarrollo de sus procesos internos con respecto a sus manifestaciones externas.
La determinación de las fortalezas y carencias de las familias para realizar la prevención de las
alteraciones del comportamiento en la convivencia familiar tiene el propósito de perfeccionar la orientación
familiar. Por tal razón, la concepción pedagógica que se propone se sustenta en diferentes ciencias como
la Filosofía, la Sociología, la Psicología Preescolar y la Pedagogía Preescolar.
En tal sentido, desde la Filosofía de la Educación se considera a la familia una institución formada por
sistemas individuales que interaccionan y constituyen a su vez un sistema abierto, que influye en el
accionar de cada uno de sus miembros y reciben su influencia (Lenin, V. I., 1986) en convivencia familiar.
Por ello, se reconoce el valor de la educabilidad del hombre, vista desde el niño, pero también desde la
posibilidad que tiene la familia para autoeducarse y modificar de manera consciente la comunicación que
establece en las interacciones sociales que se producen en la convivencia familiar y al diseñar la
orientación familiar se precisa del carácter sistémico que se da entre los miembros de la familia, su
funcionamiento y peculiaridades, para influir y transformar mediante la comunicación las interacciones
sociales que se establecen en la convivencia familiar.
52
Desde la Sociología de la Educación, se privilegia la función educativa de la familia para educar a los
demás, para ser educado y se auto eduque (Blanco, A., 2001), así como el rol que le corresponde en la
prevención de las alteraciones del comportamiento en la convivencia familiar. Al respecto, se redefine
como ideal de convivencia familiar todas las interacciones que se producen, mediante la comunicación,
entre los miembros de la familia y de estos con sus vecinos, sobre la base del cumplimiento de sus roles y
la cooperación mutua, para enfrentar las tareas en un ambiente de armonía y felicidad, a través de un
sistema de valores que presupone respeto, comprensión, amor, honestidad, unión y tolerancia para
garantizar el desarrollo y crecimiento personal de sus integrantes.
Desde la Psicología de orientación socio - histórico – cultural se pondera el carácter de proceso del
desarrollo, que implica la necesidad de atender las vivencias que pudieran generar alteraciones del
comportamiento (Vigotsky, L. S., 1979). En la investigación se recontextualiza como alteración del
comportamiento las manifestaciones negativas y recurrentes de los modos de actuación del niño de
infancia preescolar como consecuencia de la significación que le ha otorgado objetos y situaciones de la
vida cotidiana percibidos por él, resultado de la situación social del desarrollo en que se desenvuelve y
como consecuencia autogeneran emociones o vivencias que generan actuaciones sociales incorrectas.
Se consideran básicos los postulados acerca de la zona de desarrollo próximo y la ley genética del
desarrollo, en los que se destaca la importancia de las interacciones sociales para la conformación de lo
psicológico y expresan el valor de las mediaciones sociales, especialmente de la familia, como agencia y
agente socializador responsable de promover el desarrollo del niño y de sus miembros, así como la
significación que le otorgan a los objetos y situaciones de la vida cotidiana (Vigotsky, L. S., 1983). También
se significa la comunicación por la necesidad de atender sus componentes y funciones, analizados en el
capítulo anterior, en las interacciones que se dan en el proceso educativo en la convivencia familiar.
53
Esto presupone la importancia de la situación social del desarrollo, que expresa la relación entre lo externo
(acciones educativas) y lo interno (peculiaridades del desarrollo psicológico del sujeto) en las interacciones
sociales, de este modo, las influencias externas se refractan a partir, de lo propiamente psicológico en
consecuencia, son experimentadas, sentidas, vividas y reflejadas en las peculiaridades del comportamiento
de cada niño, como expresión de la unidad de lo afectivo y lo cognitivo (Vigotsky, L. S., 1996).
De este modo, la vivencia, en calidad de célula básica de la situación social del desarrollo, debe atenderse
en todos los momentos del proceso educativo en convivencia familiar. Por esta razón, la familia necesita
ser orientada para que pueda atender la subjetividad del niño, esto le permitirá penetrar en su mundo
interno y al mismo tiempo, modelar acciones educativas encaminadas a la prevención de alteraciones del
comportamiento (Ibídem). También, la orientación debe constituir un proceso interactivo, donde orientador
y orientado intercambien experiencias y opiniones para lograr un aprendizaje mutuo.
Siguiendo las ideas anteriores, desde la Pedagogía se parte de considerar la educación como proceso
conscientemente organizado y dirigido a acelerar el desarrollo psíquico. Esto posibilita asumir algunas de
sus categorías como educación e instrucción, las que fueron definidas en el capítulo I.
Se asume que la instrucción y el desarrollo en su interactuación, se forman en el proceso totalizador cuyo
objetivo es orientar a la familia para prevenir las alteraciones del comportamiento, denominado proceso de
formación, que agrupa en una unidad dialéctica, los procesos educativo, desarrollador e instructivo. Es
decir, el proceso formativo, atendiendo a su fin, se manifiesta en tres procesos: el proceso educativo, el
proceso desarrollador y el proceso instructivo, cada uno de ellos posee características propias, pero que
tienen lugar a la vez, relacionados entre sí y convergen mutuamente. Además de las categorías
mencionadas, se asumen y definen como categorías pedagógicas de mayor esencia para la investigación
orientación familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños de infancia
54
preescolar, proceso educativo en convivencia familiar, tratamiento a las vivencias de los niños de infancia
preescolar y prevención de las alteraciones del comportamiento.
Se emplean los principios de la Pedagogía Preescolar, asumidos en el capítulo anterior, enfatizándose en
el protagonismo y participación de la familia en el proceso educativo en la convivencia familiar y los
postulados que consideran a esta, como primera escuela del hombre, que dan cuenta del papel decisivo
de este agente educativo y sus posibilidades para ejercer la función educativa. Resulta de gran
importancia saber cuáles son sus potencialidades, limitaciones y los recursos personológicos que utiliza en
las interacciones sociales, con el propósito de perfeccionar la orientación familiar para prevenir las
alteraciones del comportamiento desde el proceso educativo en la convivencia familiar.
También se asumen los principios de la prevención educativa y la orientación familiar, referidos en el
capítulo anterior, que resultan indispensables en la concepción. Por ello, el proceso educativo es estudiado
como espacio interactivo e integral, se significa el valor de la comunicación educativa y se reconoce que
las alteraciones del comportamiento, generalmente, tienen como causa dificultades en ambos procesos. Se
considera que cuando la comunicación tiene una carga afectiva adecuada permite aprovechar las
situaciones positivas o negativas para realizar con los niños valoraciones, comparaciones, emitir opiniones
y juicios que permitan la apropiación de normas de comportamientos correctos, desechen los negativos y a
su vez, aprendan a solucionar los problemas y conflictos que se le presentan.
A partir de los fundamentos asumidos, en la elaboración de la concepción pedagógica se siguieron criterios
de totalidad expresados en la forma en que se inserta en la estructuración del proceso educativo en la
infancia preescolar y criterios de particularidad, por las peculiaridades que adquiere en la convivencia
familiar. Sobre la base de estas ideas, se estructuró la concepción pedagógica con el propósito de elaborar
los fundamentos científicos de la orientación familiar y sus peculiaridades en relación con la prevención de
las alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar.
55
2.2. Caracterización de la concepción pedagógica de orientación familiar para prevenir las
alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar.
Teniendo en cuenta los fundamentos asumidos que sirven de sustento a la concepción, se estructura en
dos componentes teorización de la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del
comportamiento en niños de infancia preescolar e instrumentación metodológica de la orientación familiar
para la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar.
2.2.1. Componente teorización de la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del
comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar.
La orientación familiar para prevenir las alteraciones del comportamiento es un proceso complejo,
condicionado por múltiples factores. En tal sentido, se parte de los fundamentos asumidos para construir el
componente teorización de la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del
comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar que está integrado por tres
subcomponentes.
El subcomponente determinación de los postulados de la orientación familiar para la prevención de
las alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar está
dirigido a delimitar los principales axiomas que sustentan la orientación familiar de niños de la infancia
preescolar para prevenir las alteraciones del comportamiento. En tal sentido, se asumen:
El desarrollo psicológico del ser humano es el producto de la mediación social que permite la
transmisión de significados y la formación de sentidos personales y la subjetividad es resultado de las
interrelaciones sociales que se establecen en la vida cotidiana, y en especial, en la convivencia familiar.
Las interrelaciones sociales que se establecen entre los miembros de la familia mediatizan el proceso
educativo que transcurre en la convivencia familiar, por su significación para el desarrollo no deben
dejarse a la espontaneidad, sino modelarse atendiendo a las peculiaridades de la comunicación educativa
56
y a las características de la etapa evolutiva del niño.
El carácter mediatizador de la comunicación en la formación de las funciones psíquicas que participan
en la regulación del comportamiento debe aprovecharse para atender, en el proceso educativo, la situación
social del desarrollo, las vivencias del niño y su influencia en la personalidad.
Los miembros de la familia deben movilizar los recursos personológicos para mejorar la comunicación
afectiva que permea todas las interrelaciones que transcurren en la convivencia familiar.
Las vivencias emocionales que el niño de infancia preescolar experimenta en la convivencia familiar
están relacionadas con la armonía en las relaciones intrafamiliares, la coherencia en el modo de actuar de
la familia, las reglas y límites establecidos, la aceptación y afecto expresados hacia el niño, los cuales no
están reñidos con el cumplimiento por este de las normas y la disciplina establecida.
Las alteraciones del comportamiento están asociadas a la limitada atención de las vivencias que el
niño experimenta en las disímiles interrelaciones sociales que se dan en la convivencia familiar.
Los axiomas determinados sirven de sustento al subcomponente contextualización de los principios de
la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de
infancia preescolar en la convivencia familiar. En tal sentido, se determinaron como principios:
Principio del carácter preventivo del proceso educativo: Parte del criterio de que todo proceso
educativo de buena calidad es eminentemente preventivo porque evita el surgimiento de desviaciones en el
desarrollo de los sujetos. Por ello es necesario que la familia asuma un papel activo y consciente que le
permita autodiagnosticarse sobre la base de la reflexión y autorreflexión de los métodos educativos que
emplea para propiciar la prevención de alteraciones del comportamiento a partir de la transformación del
proceso educativo en la convivencia familiar. Esto evidencia la necesidad de que todas las acciones
educativas que realicen se tornen conscientes, planificadas y dirigidas a la atención de las vivencias para
que enriquezcan y amplíen la actividad cognitiva y afectiva de los niños.
57
Otro elemento importante es el carácter lúdico que deben tener todas las acciones educativas por constituir
el juego la actividad social más importante para el niño, ello implica tomar en cuenta sus necesidades,
intereses y la significación que estos le otorgan a los objetos y situaciones de la vida cotidiana. En el juego
se establecen relaciones sujeto – objeto mediadas por las interacciones sociales, esto favorece la
comunicación del niño con la familia y demás personas que lo rodean, propiciándose que comience a
experimentar que es atendido, que sus intereses y necesidades se toman en cuenta, lo que genera
vivencias afectivas positivas que evitan la aparición de alteraciones del comportamiento. Por tales motivos,
en las acciones educativas se deben realizar valoraciones y reflexiones en las que se aprovechen las
situaciones de la vida cotidiana para posibilitar la modificación de los modos de actuación de los niños.
Acciones a desarrollar para el cumplimiento de este principio:
Sensibilización con su función educativa y la necesidad de transformar el proceso educativo en la
convivencia familiar.
Intercambio sobre la relación entre las interacciones sociales que se establecen en la convivencia
familiar y la prevención de las alteraciones del comportamiento.
Preparación acerca del carácter preventivo del proceso educativo en la convivencia familiar para
prevenir las alteraciones del comportamiento desde el tratamiento a las vivencias.
Demostración de la importancia del juego, narración, lectura de cuentos, observación de visionados,
paseos, entre otros en la prevención de las alteraciones del comportamiento.
Principio de la significación de la comunicación en el proceso educativo: Se significa el carácter
mediador de la comunicación en dos sentidos: en el proceso de orientación familiar para que la familia
concientice el papel que le corresponde en la educación de los niños, adquieran conocimientos, métodos y
vías para modificar sus acciones educativas en la convivencia familiar y al mismo tiempo, modelen
acciones educativas permeadas por la comunicación en las interacciones sociales que se dan en función
58
de la atención a las vivencias y la prevención de las alteraciones del comportamiento .
En tal sentido, para lograr que la familia concientice la importancia de la comunicación, es necesario que al
orientarla se atiendan sus componentes estructurales y funciones que le permita movilizar sus recursos
personológicos, penetrar en el mundo interno de los niños, satisfaga sus necesidades y en consecuencia
contribuya a la prevención de las alteraciones del comportamiento en el proceso educativo. También
presupone que realice, mediante la comunicación, análisis prospectivos y perspectivos que le permitan
desarrollar un proceso educativo consciente, favorecedor de interrelaciones sociales y generador de
vivencias positivas para el niño, lo que supone la transformación de las acciones educativas.
Acciones a desarrollar para el cumplimiento de este principio:
Intercambio sobre las características, funciones e importancia de la comunicación en el desarrollo del
proceso educativo en la infancia preescolar.
Preparación para el empleo de la comunicación en el tratamiento a las vivencias infantiles desde el
proceso educativo en la convivencia familiar.
Preparación para la utilización del método reflexión y autorreflexión en la valoración de los resultados
de las acciones educativas entre sus miembros, mediante el análisis prospectivo y perspectivo que le
permitan atender las vivencias del niño y detectar las manifestaciones que presenta en función de prevenir
el surgimiento de actitudes socialmente negativas.
Demostración de cómo la comunicación propicia el empleo de los recursos personológicos para
favorecer las relaciones interpersonales en la convivencia familiar con el uso de juegos, narraciones,
lectura de cuentos, observación de visionados, paseos y otros, favorecedores de la prevención de las
alteraciones del comportamiento.
Principio del protagonismo y participación de las familias en la atención a las vivencias en la
proyección del proceso educativo en la convivencia familiar: Enfatiza en la necesidad de que los
59
miembros de la familia participen de manera protagónica, con un carácter sistemático, consciente y
planificado en la atención a las vivencias experimentadas por los niños, a partir de una comunicación en la
que consideren sus componentes y funciones.
Esto precisa que la familia observe el comportamiento del niño para interpretar sus gestos, tono de voz,
silencios, retracciones, tics, entre otras manifestaciones, de manera que pueda determinar la significación
que ha tenido para él los objetos o situaciones vivenciadas en las interacciones sociales que establece y a
partir de la polaridad que le ha otorgado a la vivencia, rediseñar o emprender nuevas acciones educativas
que eviten la aparición de alteraciones del comportamiento. Además, deben realizar con el niño
valoraciones de las situaciones positivas o negativas propiciándose que emitan sus juicios y opiniones.
Acciones a desarrollar para el cumplimiento de este principio:
Sensibilización con el papel participativo y protagónico que debe asumir en la atención a las vivencias
durante el proceso educativo en la convivencia familiar.
Preparación acerca de los elementos teóricos que le permitan prestar atención a las vivencias y en
consecuencia, prevenir actitudes negativas en los niños.
Intercambiar sobre la necesidad de que sus miembros reflexionen y auto reflexionen, acerca de las
vivencias de los niños y en consecuencia, modelen acciones educativas.
La determinación de los fundamentos de la concepción pedagógica y de los subcomponentes
determinación de los postulados y contextualización de principios para la orientación familiar de niños de la
infancia preescolar revelaron la necesidad de considerar la construcción del subcomponente
reformulación de categorías de la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del
comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar. En él se seleccionaron las
categorías básicas y se reformularon teniendo en cuenta el campo de la investigación:
60
Orientación familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños de
infancia preescolar: Constituye el núcleo teórico básico de la concepción. La misma supone una relación
de ayuda y acompañamiento pedagógico con fines de promover el desarrollo humano, a la vez que la
profilaxis de potenciales alteraciones comportamentales, lo que permite enriquecer la visión de cada
miembro del grupo familiar (incluido el propio niño) y de los otros con los que se relaciona, descubrir sus
fortalezas y debilidades, esclarecer cómo las vivencias y experiencias contribuyen a su formación y, a su
vez, desde el potencial propio, favorecer su enriquecimiento personal.
Proceso educativo en convivencia familiar: Es el sistema de acciones formativas con carácter
sistemático, consciente y planificado que se realiza en convivencia familiar, mediante la comunicación que
mediatiza las interacciones sociales y que está permeada por las tradiciones, costumbres, prácticas
religiosas o credos y la educación que han tenido a lo largo de la vida sus miembros, para favorecer el
máximo desarrollo posible en los niños y lograr las transformaciones, en su esfera cognitiva y afectiva.
Tratamiento a las vivencias de los niños de infancia preescolar: Implica aprovechar los componentes
y funciones de la comunicación en el análisis de los gestos, posturas corporales, ademanes, movimientos,
tics, llanto, silencio, agresividad verbal o física y otras diversas expresiones del niño como vía de penetrar
en su subjetividad, con el propósito de considerar el significado que le otorga a los objetos y situaciones
que percibe en las interacciones sociales que establece en la convivencia familiar, para que las acciones
educativas que se realicen propicien minimizar las emociones negativas del niño, que pueden resultar
potenciadoras de alteraciones del comportamiento. El tratamiento a las vivencias supone el diagnóstico de
las expresiones verbales y no verbales del niño que constituyen la demostración de su emocionalidad y la
atención educativa a tales expresiones, con el fin de atenuar o eliminar vivencias de polaridad negativa e
incentivar la aparición de vivencias positivas, que estimulen el desarrollo integral del menor y amortigüen
el potencial surgimiento de alteraciones comportamentales.
61
Prevención de las alteraciones del comportamiento: Es expresión de la anticipación al surgimiento de
manifestaciones inadecuadas en el niño, a partir de ayudarlo y acompañarlo en la autogeneración de
vivencias positivas y de soluciones a los problemas, que le permitan contrarrestar los potenciales
comportamientos impropios, socialmente no deseables.
Con la sistematización teórica realizada se revelan las relaciones entre las categorías básicas para el
proceso de orientación familiar que se fueron generando en la dialéctica de su construcción entre ellas.
Para desarrollar la orientación se debe partir, de los resultados obtenidos con el diagnóstico y auto
diagnóstico de la familia y de las características psicológicas del niño para dotarla de conocimientos,
métodos y medios que le permitan modificar el proceso educativo en la convivencia familiar, en función de
lograr que la comunicación que se establece entre sus miembros en las interacciones sociales influya
mutuamente entre sí, para que se transmitan conocimientos, valores, sentimientos, modos de actuación,
se revelen sus intereses, expectativas, propósitos y se transformen unos a otros.
Ello implica que se garantice la prevención de las alteraciones del comportamiento a partir de que la
familia atienda las vivencias, es decir, que aprenda a determinar el significado que el niño le asigna a las
situaciones u objetos de la vida cotidiana que percibe para poder propiciar, siempre que sea posible, que
estas resulten positivas para él. Por tal motivo, de las relaciones entre estas categorías deviene la
necesidad de que la atención a las vivencias de los niños de infancia preescolar constituya el eje central
de la orientación, para que sea atendida en el proceso educativo en la convivencia familiar desde los
componentes de la comunicación con énfasis en el perceptivo, condición que garantiza las adecuadas
interacciones entre todos los miembros de la familia y entre estos y el niño, con lo que se propiciará la
prevención de las alteraciones del comportamiento.
62
2.2.2. Componente instrumentación metodológica de la orientación familiar para la prevención de
las alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar.
El componente instrumentación metodológica de la orientación familiar para la prevención de las
alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar está
integrado por tres subcomponentes y se concibe para la vía teórico-instrumental explicativa de cómo
propiciar el logro eficiente de la orientación familiar desde el enfoque de atención integral desde la
contextualización de los componentes del proceso educativo.
El subcomponente proyección de la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del
comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar es explicativo del carácter
consciente y planificado que debe caracterizar las acciones orientadoras de la familia hacia el menor,
desde el proceso educativo en la convivencia familiar. Alude a los requerimientos para el desarrollo de la
orientación familiar con fines preventivos, que son indicativos de prescripciones o preceptos a ser aplicados
en la convivencia familiar y preferentemente en condiciones lúdicas y comunicativas, de modo tal que las
interacciones sociales sean aprovechadas para dar cumplimiento a los objetivos y contenidos de la
orientación educativa, a partir de considerar el carácter ontogenético de la prevención.
Este subcomponente toma en cuenta las condiciones socio-históricas de la familia y el niño37 para
organizar el sistema de relaciones que favorezcan la apropiación de los contenidos que se imparten y el
papel protagónico de la familia en la prevención de alteraciones del comportamiento en la convivencia
familiar. Para ello, debe aprender a emplear la comunicación, con el propósito de dirigir las acciones
educativas orientadoras a la atención de las vivencias del niño.
En correspondencia con lo anteriormente planteado, para que la orientación educativa que se desarrolla en
el proceso educativo en la convivencia familiar sea de calidad pertinente y propicie a su vez, la prevención
de las alteraciones del comportamiento del niño de infancia preescolar, debe cumplir los requerimientos
63
establecidos para este fin que se abordaron en el capítulo I, que fueron contextualizados y enriquecidos
teniendo en consideración el propósito a que está dirigida la concepción, ellos son:
Rol protagónico: Todas las acciones deben estar en función del niño, pero sus familiares han de ser
también centro del proceso para que puedan tener en cuenta las necesidades, intereses y el significado
que le otorgan los participantes a los objetos y situaciones que perciben en las interacciones sociales que
se establecen en la convivencia familiar, para lograr una participación activa y cooperadora que
proporcione satisfacción y alegría a todos los involucrados. Se plantea entonces un co-protagonismo de
los miembros adultos de la familia y el niño de infancia preescolar.
Rol participativo: Se debe propiciar que el niño y los familiares intervengan en todos los momentos del
proceso educativo en la convivencia familiar en estrecha interacción con el otro y sin que el adulto deje de
ser su orientador, para que sugieran actividades, intercambien ideas, opiniones y realicen valoraciones
sobre qué es positivo o negativo. Esto contribuirá a que el niño sea más consciente de lo que hace, cómo
hacer, con quiénes hacer y qué resultados se pueden obtener no solo en la actividad en sí misma, sino en
su propio desarrollo.
Ambiente colectivo - cooperativo: En todas las acciones educativas orientadoras que realice la
familia deben poner en práctica la acción grupal niño – familia y estimular la ayuda entre ellos, dar
sugerencias, emitir opiniones, valoraciones, realizar reflexiones y auto reflexiones para tomar decisiones
que garanticen el desarrollo personal de los participantes que intervienen en el proceso educativo en la
convivencia familiar, en función de evitar potenciales alteraciones del comportamiento.
Clima socio - afectivo y comunicativo favorable: La familia basada en el reconocimiento y
representación del otro y de sí misma, debe garantizar el diálogo adulto - niño y niño - niño mediante una
comunicación afectiva de confianza y respeto, que potencie acciones educativas en las interacciones
sociales en la convivencia familiar para prevenir las alteraciones del comportamiento y a su vez, permita al
64
niño sentirse seguro y realizado en sus necesidades afectivas básicas.
Papel de la familia en la atención a las vivencias emocionales del niño: Los familiares deben
convertirse en mediadores culturales y pedagógicos al organizar, estimular y conducir el proceso
orientador y educativo en la convivencia familiar de manera consciente, y a su vez, determinar el
significado que el niño pueda otorgarle a los objetos y situaciones de la vida cotidiana para darle
tratamiento a las vivencias. Esto implica que la familia valore, reflexione y auto reflexione sobre el
resultado de las acciones educativas desarrolladas para perfeccionarlas.
Enfoque lúdico: Los familiares deben propiciar la inclusión del juego como procedimiento general para
todas las acciones educativas que se desarrollen en la convivencia familiar, debido a las peculiaridades de
la infancia preescolar. Por tal razón, es necesario utilizarlo en la orientación familiar para que la familia
comprenda su importancia y aprenda a aprovechar sus potencialidades en función de atender las
vivencias, para prevenir potenciales alteraciones del comportamiento infantil.
La contextualización de los requerimientos para un proceso educativo de calidad en la convivencia familiar
debe tenerse en cuenta en la determinación de objetivos y contenidos para la orientación familiar. En tanto
el objetivo es visto como la meta final, el para qué del proceso educativo, el propósito generalizador que se
pretende alcanzar mediante la apropiación de la cultura social que debe adquirir la familia: el contenido.
En la selección de los objetivos y contenidos se debe tener en cuenta las necesidades, fortalezas y
potencialidades de la familia para desarrollar el proceso educativo en la convivencia familiar, con el
propósito de que la orientación propicie la atención a las vivencias en función de prevenir las alteraciones
del comportamiento. Otro elemento a tener en consideración es que la educación de la personalidad ocurre
en varios contextos heterogéneos, que transitan desde ambientes altamente favorables hasta otros
desfavorables y por tanto, se hace necesario conocerlos y considerarlos porque son factores
entorpecedores de la orientación familiar o por el contrario, pueden ser empleados en su desarrollo.
65
Este componente supone que la familia concientice la necesidad del proceso educativo en la convivencia
familiar y que la definición de objetivos y contenidos para su orientación, faciliten la sistematización y
asequibilidad del proceso en sus momentos de desarrollo. Así, asume la exigencia de crear condiciones y
conocimientos previos relacionados con la prevención de las alteraciones del comportamiento y el proceso
educativo en la convivencia familiar, como aprendizajes básicos que conducen a los nuevos conocimientos
y experiencias de la familia para desarrollar un proceso orientador educativo de adecuada calidad.
Todo esto implica que el contenido de la orientación familiar considere:
Las características del desarrollo psíquico de los niños de infancia preescolar.
Las alteraciones del comportamiento en la infancia preescolar, sus causas y manifestaciones.
Los requerimientos del proceso educativo en la convivencia familiar durante estas edades.
La estructura, componentes y funciones de la comunicación educativa en la convivencia familiar.
El reconocimiento de las vivencias emocionales manifestadas por el niño, su naturaleza y polaridad.
El tratamiento a las vivencias del niño, lo que supone favorecer la generación de vivencias positivas y la
transformación de las negativas, con el fin de evitar la aparición de alteraciones del comportamiento.
Las acciones educativas que contribuyan a la modificación del comportamiento y a prevenir las
alteraciones comportamentales, mediante las interacciones sociales.
Los juegos, el dibujo, el modelado, los paseos y otras diferentes vías (métodos, procedimientos y
recursos) que permitan relaciones interpersonales y comunicativas eficaces con otros niños y adultos, para
propiciar vivencias que garanticen la prevención de alteraciones del comportamiento.
La selección de contenidos conduce a una apropiación gradual que transcurre desde el conocimiento de la
familia relacionado con las características ontogenéticas hasta la atención a las vivencias en el proceso
educativo en la convivencia familiar. En este sentido, siguiendo la lógica de la necesidad de perfeccionar la
orientación familiar en función de modificar las interacciones sociales que se establecen mediante la
66
comunicación en el proceso educativo en la convivencia familiar para prevenir las alteraciones del
comportamiento, se deben decidir los métodos, procedimientos y medios, de modo que conduzcan a que el
alcance del objetivo tenga significado y sentido personal para la familia
En la proyección de los métodos y procedimientos se revela la necesidad de lograr un papel protagónico y
activo por parte de la familia para propiciar la integración coherente de todos los aspectos relacionados con
el proceso educativo y posibilitar una adecuada relación entre forma y contenido, donde se facilite y asuma
como escenario ideal la convivencia familiar y en especial las interacciones sociales, para que sus
miembros realicen acciones educativas y particularmente orientadoras, desde las condiciones de la
actividad y la comunicación, que favorezcan vivencias generadoras de situaciones de aprendizaje que
garanticen la modificación del comportamiento y el desarrollo integral del niño.
Los métodos y procedimientos deben garantizar que la familia logre concientizar e interiorizar el modo de
aprovechar la comunicación que se establece en las interacciones sociales para atender las vivencias del
niño y determinar el significado que le otorgan a los objetos y situaciones de la vida cotidiana, con el
propósito de prevenir comportamientos negativos. Además, afianzan el carácter intencionado, consciente y
planificado que debe poseer el proceso educativo en la convivencia familiar y en particular la orientación de
carácter educativo, el rol protagónico y participativo de la familia en dicho proceso y permiten que se
apropien de recursos que posibiliten evitar conflictos o solucionarlos.
En tal sentido, se asumen como métodos y procedimientos la persuasión, la conversación ética, la
demostración, la explicación, la observación y la elaboración conjunta, porque propician que la familia
transforme el proceso educativo en la convivencia familiar de manera consciente, organizada y planificada,
pero a su vez, genera una cultura comunicativa en ellos que garantiza la búsqueda de información acerca
de la prevención de las alteraciones del comportamiento.
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Se sustentan, en calidad de nueva propuesta, la reflexión y autorreflexión familiar como método que
pondera desde sus procedimientos mayor implicación de la familia en la orientación, a partir de sus
experiencias, aciertos y desaciertos sobre las acciones que propicien la transformación del proceso
educativo y, como consecuencia prevenir las alteraciones del comportamiento en convivencia familiar.
Además, de la implicación que conlleva esta postura activa y personalizada en la determinación y
búsqueda de soluciones a los diferentes problemas educativos que se presentan en este contexto, para los
que deberá poner de manifiesto su carácter creativo y activo, independencia en la búsqueda de sus propias
soluciones, la capacidad para tomar decisiones, plantearse acciones educativas concretas y proyectos que
perfeccionen dicho proceso y a su vez, ayuden al crecimiento personal de los miembros de la familia.
Este método es fruto de la experiencia de la autora y la exploración teórica sobre las alternativas prácticas
y la investigación-reflexión-acción para la orientación familiar, sus procedimientos están en función del:
1. Aseguramiento de las condiciones previas: Consiste en el establecimiento de una conciencia valorativa
hacia el desarrollo del proceso educativo en convivencia familiar que garantice la disposición positiva para
la orientación individual y grupal y la búsqueda de soluciones a los problemas que presenta la familia para
el cumplimiento de su función educativa.
2. Análisis retrospectivo de las acciones educativas desarrolladas: Está dirigido a la búsqueda de los
problemas acaecidos en el contexto familiar mediante la valoración de las dificultades afrontadas, las
potencialidades de la familia para ejercer su función educativa y la repercusión que han tenido las vivencias
percibidas por el niño en su desarrollo, así como la cualificación que le ha otorgado.
3. Establecimiento de prioridades para el tratamiento de las vivencias del niño: Se procura el
reconocimiento de los recursos personológicos y materiales con que cuenta la familia, que le permitan el
favorecimiento de vivencias positivas o menos traumatizantes en el niño.
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4. Diseño de acciones educativas y preventivas dirigidos a los niños de infancia preescolar: Está destinado
a la búsqueda de alternativas que sirvan para solucionar, evitar o mitigar los problemas potenciales o
reales identificados en el proceso educativo en la convivencia familiar y que pueden ser causa de
comportamientos socialmente indeseables en los menores.
Los métodos y procedimientos son complementados durante el proceso de orientación familiar por los
medios de enseñanza, los cuales facilitan un inigualable efecto en el desarrollo cognitivo, expresan la
intencionalidad y contribuyen a que las acciones de orientación sean significativas y conformes a las
necesidades reales de las familias. Es imprescindible que desde el objetivo y su alcance (reproductivo o
aplicativo) los medios sean cuidadosamente seleccionados por la efectividad que pudieran tener su uso en
las diferentes formas organizativas.
Entre los medios a emplear se potencia la experiencia individual y colectiva de cada familia, así como el
uso de mensajes educativos, situaciones pedagógicas, audio visuales, dramatizaciones, entre otras, que
reflejen situaciones de la vida cotidiana y propicien la realización de reflexiones entre los familiares, así
como valoraciones con los niños que generen la modificación de su comportamiento. Como formas
organizativas se emplean las charlas educativas, las visitas al hogar y la actividad conjunta, que permite
comprobar la asimilación del contenido y la efectividad de las acciones educativas que realiza la familia.
La selección de medios y formas organizativas está en correspondencia con las necesidades y
potencialidades de la familia para que el educando sea sujeto activo, de las interacciones sociales que
establecen en la actividad, mediadas por la comunicación y al mismo tiempo le permite el intercambio de
opiniones, experiencias, reflexiones, emisión de juicios y la atención a las vivencias que se generan en el
desarrollo de un proceso educativo de calidad óptima en la convivencia familiar. Los agentes educativos
deben ser cuidadosos en la determinación de las técnicas y medios a emplear, deben tener en cuenta las
características de la familia y los niños, los objetivos y contenidos de la orientación, que sean novedosos,
69
motivadores, enriquecedores para mejorar la disposición e interés de la familia por modificar el proceso
educativo en la convivencia familiar y prevenir las alteraciones del comportamiento en los niños.
Este subcomponente, al igual que el componente anterior, está matizado por la significatividad que
adquiere la orientación familiar, en el desarrollo consciente y planificado del proceso educativo en la
convivencia familiar y hacia la búsqueda de conocimientos acerca del tema en otras fuentes bibliográficas,
con los agentes educativos, en las redes de apoyo o por otras vías al alcance de las familias.
El subcomponente concreción de la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del
comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar es entendido como el
proceso que permite llevar a la práctica los métodos, procedimientos, medios y formas organizativas
seleccionados para cumplir los objetivos y contenidos concebidos en el componente anterior. El mismo se
determinó sobre la base de las ideas relacionadas con el valor de las interacciones sociales y de las
vivencias en el desarrollo de la personalidad. Esto implica que la familia al comunicarse con el niño esté
atenta a sus manifestaciones: gestos, posturas, expresiones verbales y actitudes, cómo reaccionan ante
una información que le brinda, qué efecto les produce presenciar un fenómeno, hecho natural o social, que
muchas veces puede ocurrir de forma inesperada para determinar el significado que le otorga.
Para enfrentar esta labor, la familia debe conocer que en la infancia preescolar se presenta una nueva
situación social del desarrollo, condicionado no solo por causas externas, sino también internas, que
determinan la posición social del niño. Esta se da en las interacciones sociales que establece con sus
coetáneos, con la familia y con los agentes y agencias educativas las que constituyen la base del
surgimiento de nuevas necesidades y motivos que lo impulsan a la modificación de sus actividades.
Debe comprender además, que esta etapa del niño se caracteriza por la necesidad de independencia para
ejecutar actividades, el surgimiento de la autoconciencia, mayor desarrollo del lenguaje expresado en la
construcción y comprensión de textos, el surgimiento de nuevos motivos que lo impulsan a actuar, entre
70
otros. En consecuencia, cuando la situación social del desarrollo no es favorable los niños se ven
sometidos a experimentar vivencias traumatizantes que originan, con frecuencia, alteraciones del
comportamiento las que surgen por la interacción de condiciones negativas externas asociadas a
condiciones internas desfavorables o viceversa. El comportamiento externo puede incluso, ser similar entre
varios niños y el evento, externamente analizado, puede tener el mismo carácter, pero la manera peculiar
de interrelación con dicho evento, las condiciones en que se produce y las del niño en sí, adquieren en el
plano interno un significado diferente en cada uno de ellos.
Por tales razones, resulta necesario prestarle atención a la vivencia, y en especial a las condiciones
internas que pueden originar alteraciones del comportamiento, de no ser atendidas por los agentes
educativos. Al respecto, se deben considerar sus sentimientos de cariño, alegría, orgullo, ofensa,
vergüenza, satisfacción, entre otros, porque el niño aprecia una caricia, un halago, una felicitación y por el
contrario, siente cuando hay injusticia, disgusto, gesto de desprecio, falta de afecto, entre otros.
Se trata de que la familia pueda considerar, al interrelacionarse con los niños, las vivencias que
experimentan y determinar el significado que para ellos adquieren todas las influencias que reciben del
entorno en que viven y se desenvuelven. Para ello, es necesario que conozcan que las vivencias
determinan de qué modo las interrelaciones sociales que establecen los niños en las actividades que
realizan, influyen sobre su desarrollo y que en ellas se produce una marcada articulación entre todas las
influencias, en las que se manifiestan su subjetividad. Al mismo tiempo se requiere la asimilación de que lo
esencial no son las influencias que recibe el niño del entorno, los fenómenos naturales o hechos sociales
de la vida cotidiana, o sea, las situaciones por sí mismas, sino cómo el niño las vive y qué experimenta.
Los agentes educativos deben lograr que la familia interiorice que la vivencia constituye la expresión de
cómo los objetos, hechos, fenómenos y situaciones de la vida cotidiana afectan al niño, o sea, cómo estos
se relacionan con la satisfacción o insatisfacción de sus necesidades, emociones, sentimientos, intereses,
71
motivos y la esfera cognitiva, entre otras manifestaciones psicológicas que están en la base del
comportamiento infantil. También deben garantizar que conozca que las vivencias se relacionan con los
polos agradable y desagradable, en dependencia de cómo responden a las necesidades e intereses de los
niños. Por ello las vivencias pueden cualificarse como positivas, negativas, ambivalentes e indefinidas.
Mediante la orientación familiar se debe demostrar que, en la mayoría de los casos, estas vivencias están
asociadas a estímulos educativos y a una comunicación ineficaz y la característica que se manifiesta
generalmente, es la negativa, pero cualquiera de ellas puede desordenar el comportamiento del niño. Del
mismo modo, las fallas son traumatizantes, al percibir el niño que no es querido, que no satisfacen sus
necesidades, que no lo atienden cuando lo necesita, entre otras impresiones y como consecuencia son
potenciadoras del surgimiento de alteraciones del comportamiento que afectan su desarrollo.
Penetrar en el mundo interno del niño, atender las manifestaciones de su subjetividad, debe permitirle a la
familia prever la repercusión que puede tener determinado evento en él y mediante una comunicación
efectiva prepararlo para enfrentar diversas situaciones o cambios que pueden afectar sus necesidades y
generar vivencias afectivas que dejen huellas y propicien el surgimiento de alteraciones en su
comportamiento. Por tales razones, la familia debe crear, por ejemplo, una disposición positiva para la
llegada de un hermano, tratándose de que este momento tenga una significación personal agradable y
experimente la necesidad de compartir con él su vida familiar o crear las condiciones para que el niño
pueda enfrentar la pérdida de una figura afectiva, es decir, debe propiciarse, con los métodos y medios
elegidos, que desarrolle recursos que permitan que cuando esto ocurra no aparezcan vivencias afectivas
que generen alteraciones del comportamiento o encontrar soluciones a los problemas que se le presenten,
para mitigar sus consecuencias en el desarrollo.
Es necesario que la familia conozca las funciones de la vivencia, para que las considere en la educación
del y regulación del comportamiento del niño. La familia debe comprender que la función reguladora se
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produce en consonancia con la forma que en el sujeto, mediante la vivencia afectiva, señaliza el objeto de
esta; en tal sentido, cuando estas señalizan positivamente el objeto, regulan la actuación del sujeto en
dirección al mismo, mientras que las vivencias afectivas que señalizan negativamente el objeto, regulan la
actuación del sujeto en dirección contraria al mismo.
Otro aspecto del mundo subjetivo, del niño que la familia necesita conocer para lograr la prevención de las
alteraciones del comportamiento son los motivos que orientan su actuación, debido a que en los niños de
infancia preescolar se produce un desarrollo de la esfera motivacional que se expresa en el tránsito de un
comportamiento que se rige fundamentalmente por las influencias del medio, variable e inestable, lo que le
impide actuar conforme a lo planificado; a otro que se expresa por una mayor estabilidad, a partir de que
comienza a ser regulado por una amplia gama de motivos que se organizan en dependencia del significado
que adquieran para él determinadas acciones. La familia debe conocer que generalmente en un niño de
estas edades su comportamiento, sus actitudes, preferencias y sus decisiones se relacionan con diversos
motivos que lo impulsan a actuar: intereses infantiles con respecto al mundo de los adultos y con su deseo
de actuar como ellos; los lúdicos que establecen y mantienen las interrelaciones positivas con los adultos y
con los otros niños; de autoestimación y de autoafirmación; emulativos; cognoscitivos y morales.
Un elemento importante para que la familia pueda atender las vivencias y determinar el significado que el
niño le otorga a los diversos objetos y situaciones, lo constituye el cumplimiento de las funciones de la
comunicación, lográndose la transmisión de la información sin descuidar el aspecto afectivo para que los
contenidos se perciban como necesarios y no carezcan de significado y de pérdida de la atención. El
exceso de la función reguladora se manifiesta cuando los adultos se relacionan fundamentalmente con los
niños para controlar su comportamiento, diciéndoles constantemente qué deben o no deben hacer; esto
hace que los niños se sientan manejados, que provoque rebeldía, actitudes agresivas, inseguridad y
dependencia. Mientras que el exceso de afectividad suele crear extrema dependencia de los adultos,
73
expresada en comportamientos propios de niños de menor edad, de igual modo los hace hipersensibles
ante cualquier influencia del medio que pueda incidir en la satisfacción inmediata de sus deseos.
Los agentes educativos deben garantizar que la familia comprenda y tenga presente que los niños, por sus
propias características, no pueden verse como una fuente de recepción y transmisión de información
exclusivamente, por tales razones al comunicarse deben expresar, con diferentes recursos verbales y no
verbales, emociones y sentimientos que revelen la relación afectiva que se establece con el contenido o
tema objeto de comunicación y con los participantes. Solo así se logrará interactuar de manera productiva,
llegar a acuerdos y producir cambios en el comportamiento infantil, lo que es expresión de la función
reguladora y a su vez, logrará prevenir las alteraciones del comportamiento.
Además, deben demostrarle al niño que los adultos que lo rodean constituyen un ejemplo a imitar, de ahí
que no escatimen en brindarles afecto, comprensión, en satisfacer sus necesidades, que transformen las
acciones educativas que realizan, que establezcan una comunicación afectiva positiva, los incluyan en
situaciones comunicativas en las que estimulen sus motivos de actuación y su desarrollo integral. En tal
sentido, se considera fundamental la colaboración con “los otros” y sobre todo con aquellos con los que de
manera inmediata interactúan las familias y los niños. Por ello, es imprescindible potenciar la colaboración
entre niño-niño, agentes educativos38- niño y agentes educativos - agentes educativos para que la
orientación constituya un proceso interactivo, donde orientador y orientado intercambien experiencias,
opiniones, valoraciones y reflexiones que garanticen un aprendizaje mutuo y propositivo.
Al respecto, el intercambio entre los agentes educativos y la familia debe propiciar que las orientaciones
estimulen la apropiación de conocimientos, métodos y formas de actuación que le garantice movilizar los
recursos personológicos que más influyen en su desempeño, modificar las interacciones sociales que se
establecen mediante la comunicación en la convivencia familiar en función de lograr un proceso educativo
de calidad en el que se preste atención a las vivencias y en consecuencia se logre la prevención de las
74
alteraciones del comportamiento. Por su parte, la colaboración entre niño-niño y agente educativo-niño
debe propiciar modos positivos de actuación, que les permita a los niños enfrentar situaciones y resolverlas
de forma independiente de manera adecuada.
El subcomponente valoración de la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del
comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar está dirigido a calificar,
cuantificar, comprobar y evaluar el impacto de la orientación familiar y la repercusión de ello en el
comportamiento del niño con un carácter integrador, ontogenético y personológico. También implica la
evaluación del proceso de orientación con una triple dimensión: la dirección del proceso por los diferentes
agentes educativos, a partir de la auto valoración de su desempeño; la connotación de las orientaciones
recibidas por la familia y su aplicación en el proceso educativo en la convivencia familiar y el resultado
alcanzado en la modificación de actitudes socialmente negativas del niño.
Resulta importante, al evaluar el proceso de orientación, tener en cuenta no solo el accionar de los agentes
educativos y la familia, sino también el del niño, para comprobar la efectividad de las acciones de
orientación familiar y, a su vez, de las acciones educativas que la familia realiza en el proceso educativo en
la convivencia, lo que está relacionado con el desarrollo de una conciencia que le permita atender las
vivencias mediante la comunicación. En tal sentido, la valoración se relaciona interna y externamente con
los componentes antes descritos, pues es parte indisoluble de la concepción pedagógica que se construye.
En este subcomponente se reconoce la proyección de la orientación familiar de niños de infancia
preescolar a partir del carácter orientador y rector de los objetivos. Al mismo tiempo expresa su relatividad,
por estar mediatizado por las características de las familias, de los niños y de las condiciones objetivas en
que se desarrolla el proceso39. Asimismo, se relaciona con los contenidos concebidos, debido al carácter
instructivo y educativo que los caracteriza en su indisoluble unidad porque no solo deben medirse
conocimientos, habilidades, nociones, sino llegar a la valoración de lo formativo, o sea, del desarrollo
75
alcanzado por la familia y el niño, desde los conocimientos impartidos; con los métodos y procedimientos
que el agente educativo controla; comprueba el cumplimiento de objetivos, contenidos y valora el
tratamiento didáctico empleado para alcanzarlo.
Al realizar la valoración en el proceso de orientación se debe considerar que lo que para una familia
constituye una dificultad para otra es una potencialidad, esto produce una interrelación entre lo remedial o
consultivo y lo desarrollador o preventivo, es decir, mientras que para algunas un aspecto es tratado en
función de evitar que tenga menos consecuencias para el sujeto, para otros, ese mismo aspecto puede ser
tratado con un objetivo desarrollador que profundice en los conocimientos y recursos que posee. Estos
modos de actuación durante la orientación familiar posibilitan enrumbar mejor el trabajo educativo,
favorecen el desarrollo personal - social y refuerzan la autoestima de los implicados en dicho proceso.
En síntesis, en la concepción pedagógica devienen como relaciones (Anexo 15. Fig. 4.):
Se establecen relaciones de jerarquía entre los componentes de la concepción y sus subcomponentes.
El primer componente teorización de la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del
comportamiento en niños de infancia preescolar tiene mayor jerarquía respecto a los subcomponentes
determinación de los postulados, contextualización de principios y reformulación de categorías. De igual
manera, el segundo componente instrumentación metodológica de la orientación familiar para la
prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de la infancia preescolar tiene mayor jerarquía
respecto a los subcomponentes proyección, concreción y valoración.
En el primer componente se establecen relaciones de coordinación y dependencia recíproca entre sus
subcomponentes, cualificadas por una nueva perspectiva/comprensión de los presupuestos teóricos que
sustentan la orientación familiar destinada a prevenir las alteraciones del comportamiento en niños de
infancia preescolar.
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En el segundo componente, se establecen relaciones de subordinación entre sus subcomponentes:
valoración, concreción y proyección. La concreción de la orientación familiar para la prevención de las
alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar depende de la proyección. En cuanto a la
valoración, depende a su vez de la concreción y la proyección. Sin embargo, lo anterior no niega las
relaciones de interdependencia entre estos subcomponentes. Las relaciones entre los subcomponentes de
este subsistema cualifican el recorrido/la ruta estratégica/instrumental o recursiva para el desarrollo de la
orientación familiar en función de la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de infancia
preescolar.
Entre los dos componentes de la concepción existen relaciones de coordinación e interdependencia
recíproca. La relación más trascendente que se deriva de la concepción, es la promoción de un
comportamiento socioemocional apropiado en los niños de la infancia preescolar, desde la función
educativa de la familia.
La relación entre los componentes de la concepción pedagógica es explicativa de que la orientación
familiar para prevenir las alteraciones del comportamiento en los niños de infancia preescolar desde el
proceso educativo en la convivencia familiar, adquiera nuevas cualidades que dan cuenta de las
transformaciones que en el mismo se generan. En tal sentido, se destaca su:
Carácter desarrollador: Tiene en cuenta la experiencia histórico - social que han acumulado los
miembros de la familia y que ha transitado por una serie de fases de progreso cada vez más complejas
para, a partir de la orientación, promover el desarrollo integral del potencial de sus integrantes.
Carácter individualizado: Parte de las características de cada familia (necesidades y potencialidades),
las características psicológicas de los niños y la dinámica de la convivencia familiar para desarrollar la
orientación familiar desde el componente perceptivo de la comunicación, condición que garantiza las
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adecuadas interacciones sociales entre sus miembros y como resultado se mejora el proceso educativo en
la convivencia familiar y se previenen las alteraciones del comportamiento.
Carácter integral: Tanto la orientación familiar como la prevención de las alteraciones del
comportamiento no se realizan de manera aislada sino como un todo en estrecha relación entre el
desarrollo afectivo y cognitivo del niño y la familia, es decir, en ambos procesos se incide a la vez en
ambas esferas de sus participantes.
Carácter inter e intrasubjetivo de la orientación: Propicia la atención a las vivencias considerándose las
consecuencias de las acciones externas y el significado que el niño le otorga, en dependencia de la
cualidad que le confiere, la cual puede modificar sus características psicológicas.
Carácter preventivo y ontogenético de la orientación: Garantiza que la familia se apropie de los
conocimientos relacionados con las características psicológicas del niño para que pueda darle un
tratamiento adecuado a la vivencia que suscite, desde el proceso educativo en la convivencia familiar, lo
cual permite evitar el surgimiento de alteraciones del comportamiento con la toma de decisiones para
solucionar los problemas o mitigar sus consecuencias.
2.3. Estrategia pedagógica de orientación familiar para prevenir las alteraciones del
comportamiento en niños de infancia preescolar.
En el campo educativo las estrategias están dirigidas a la transformación de un proceso o sujeto mediante
la dirección del proceso pedagógico. Presuponen partir, de un diagnóstico del estado real del problema
para realizar la proyección y ejecución de sistemas de acciones intermedias, progresivas y coherentes que
permitan alcanzar de forma paulatina los objetivos propuestos. En la actividad educacional con frecuencia
se utiliza el término de estrategia educativa, pedagógica, didáctica, entre otras. Su denominación depende
del contexto concreto sobre el cual se pretende incidir y de la especificidad del objeto de transformación.
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En la investigación se asume como estrategia pedagógica “al conjunto de acciones secuenciales e
interrelacionadas que partiendo de un estado inicial y considerando los objetivos propuestos permite dirigir
y organizar de forma consciente e intencionada (escolarizada o no) la formación integral de las nuevas
generaciones” (Valle, A. D., 2002. pág. 184). En tal sentido, el éxito de la orientación familiar está en la
flexibilidad de la estrategia pedagógica y en la búsqueda de soluciones alternativas que permitan que el
proceso educativo en la convivencia familiar pierda el carácter espontáneo, de este modo se consideró que
las acciones de orientación deben lograr la concientización de las familias para que modifiquen el proceso
educativo que se desarrolla en la convivencia familiar en función de la prevención de las alteraciones del
comportamiento, desarrollar recursos para atender las vivencias del niño y promover la necesidad de
modificar los recursos personológicos para establecer una comunicación afectiva que propicie vivencias al
niño que favorezcan la prevención de las alteraciones del comportamiento, desde las interrelaciones
sociales que se establecen en la convivencia familiar.
La estrategia se distingue por las características siguientes:
Orientadora: Permite la educación de la familia sobre cómo considerar la significación que tienen los
objetos y situaciones de la vida cotidiana para prevenir las alteraciones del comportamiento infantil.
Multiplicadora: Propicia el intercambio de experiencias y conocimientos entre los miembros de las
familias y que a su vez, se trasmita a otros integrantes del grupo familiar y de la comunidad lo que permite
la unidad de criterios entre los diferentes agentes educativos.
Preventiva: La orientación garantiza que la familia se apropie de los conocimientos relacionados con las
características del niño, proceso educativo, la vivencia, la comunicación y las alteraciones del
comportamiento. Esto le permite darle un tratamiento a la vivencia emocional del niño que garantice desde
el proceso educativo en la convivencia familiar evitar el surgimiento de dichas alteraciones.
Individualizada: Una premisa importante en la orientación familiar para que pueda desarrollar la
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prevención educativa lo constituye el carácter individual que deben tener todas las acciones que se
acometan para darle tratamiento a la diversidad y la inclusión, aun cuando sean realizadas en grupo.
Flexible: En la medida en que se diagnostican los aciertos y desaciertos en la función educativa de la
familia y en la efectividad de la orientación ofrecida se modifican los temas previstos, se insertan nuevas
temáticas, se emplean otras vías y/o medios para desarrollarla. También se tiene en cuenta las solicitudes
y/o opiniones que realice la familia en relación con sus necesidades cognoscitivas.
Enfoque ontogenético: Todas las acciones de orientación son diseñadas teniendo en consideración las
características psicológicas de los niños y de las familias a las que están dirigidas.
La estrategia pedagógica se elaboró con cuatro fases y se concibió con un objetivo general dirigido a
orientar a las familias de niños de infancia preescolar la prevención de alteraciones del comportamiento
desde el proceso educativo en la convivencia familiar.
Primera fase: Diagnóstico de las potencialidades y las necesidades.
Objetivo específico: Diagnosticar las potencialidades y necesidades de las familias y niños que participan
en el proceso de orientación familiar.
Acciones a desarrollar: Elaboración y aplicación de los instrumentos, diagnóstico y caracterización de las
familias y niños e intercambio con los agentes educativos para informarles los resultados obtenidos.
Segunda fase: Preparación y planificación.
Objetivo específico: Diseñar las acciones que integran el plan de intervención.
Esta fase es concebida en dos momento, el primero dirigido a preparar a los agentes educativos que
orientan a las familias de niños de infancia preescolar en los presupuestos teóricos de la concepción
pedagógica (Anexo 14) y el segundo dirigido a la planificación de las acciones de orientación familiar para
la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños de infancia preescolar, con el apoyo del
folleto elaborado por la autora para facilitar la comprensión y sensibilización de la familia con la temática.
80
De los resultados del diagnóstico y caracterización familiar y de los talleres se determinan los objetivos y
contenidos para la orientación familiar, se elabora la dosificación de los temas (Anexo 15) y los mensajes
educativos (se seleccionan los lugares en que serán colocados). En este momento también se proyectan
los métodos, procedimientos, formas organizativas y medios a utilizar para planificar las acciones a realizar
en las que se deben tener en cuenta varios elementos que la condicionan como son el análisis de las
potencialidades y dificultades de las familias y las características ontogenéticas de los niños para orientar
la prevención de las alteraciones del comportamiento, la conformación de las redes de apoyo en
correspondencia con la caracterización familiar, el cumplimiento y tratamiento de los postulados, principios
y categorías establecidas para la orientación familiar en la concepción pedagógica, la determinación de los
métodos, procedimientos, medios y formas organizativas que propicien el cumplimiento de los objetivos y
contenidos y la determinación de los agentes educativos y especialistas que impartirán los temas.
Tercera fase: Intervención
Objetivo específico: Orientar a las familias la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños
de infancia preescolar desde el tratamiento a las vivencias en el proceso educativo en la convivencia.
Acciones a desarrollar: En esta fase se publican los mensajes educativos en la comunidad, se
desarrollan charlas educativas, se circula el folleto “Comunicación y amor: una vía para prevenir las
alteraciones del comportamiento” (Material anexo a la memoria escrita), se imparten actividades conjuntas
y un taller final para evaluar la orientación alcanzada por la familia y su impacto (Anexo 18).
Partiendo del diagnóstico y autodiagnóstico de las potencialidades, necesidades intelectuales y afectivo -
motivacionales de las familias para desarrollar su función educativa, el objetivo de la orientación familiar
debe conducir de manera gradual a la formación de una familia capaz de asumir su función educativa y
prevenir las alteraciones del comportamiento desde el tratamiento a las vivencias en el proceso educativo
en la convivencia familiar, intensificando la colaboración entre los familiares, la ejecutora y el grupo.
81
Para alcanzar este objetivo, se debe aprovechar el carácter intersectorial que asumen en esta enseñanza
las acciones educativas para propiciar la participación activa de diferentes agentes educativos como
psicopedagogos, psicólogos, médicos, entre otros para que impartan temas afines con su especialidad y
relacionados con las temáticas previstas en la dosificación. Teniendo en cuenta la diversidad de agentes
educativos, es preciso que las acciones previstas sean valoradas nuevamente antes de su aplicación y de
ser necesario, reajustarlas en función de los resultados alcanzados en la acción anterior o en el transcurso
de la intervención considerándose avances, retrocesos o estancamientos. Esto le imprime flexibilidad al
proceso de orientación y un marcado enfoque personológico y ontogenético.
Todos los agentes educativos deben garantizar el adecuado tratamiento a los postulados, principios y
categorías de la orientación familiar, para que sea un proceso interactivo, donde orientador y orientado
intercambien experiencias, opiniones y valoraciones que propicien una mejor comprensión de los
contenidos. Deben lograr estimular la reflexión y autorreflexión, así como el empleo del instrumento de
autodiagnóstico familiar con el propósito de que modifiquen el proceso educativo en la convivencia familiar
y en consecuencia prevenir las alteraciones mediante un aprendizaje mutuo y propositivo.
La intervención se debe comenzar con la circulación de mensajes educativos y conversatorios durante la
visita al hogar que despierten el interés y motivación de la familia hacia el tema. Las charlas se realizarán
en el tercer momento de la actividad conjunta con el propósito de brindarles conocimientos y
sensibilizarlas con la temática; su contenido debe instruirlas en las características del comportamiento de
los niños de infancia preescolar, en las categorías prevención, alteración del comportamiento (enfatizar y
demostrar influencia de la vivencia en su surgimiento), proceso educativo en la convivencia familiar
(requerimientos para que este proceso sea de calidad en dicho contexto), vivencia (definición, tipos y
funciones) y comunicación afectiva (componentes estructurales y funciones).
Especial tratamiento se le otorga a la vivencia, por su complejidad para la familia se realizarán tantas
82
charlas y visitas al hogar como sean necesarias o emplear otras vías y medios de orientación que
garanticen la asimilación de este contenido. Se resaltará la importancia de la comunicación en la
determinación de la significación de los objetos y situaciones de la vida cotidiana que percibe el niño, para
lograr la prevención de las alteraciones del comportamiento.
Se sugiere el análisis, en charlas educativas, de lo establecido en el cuerpo jurídico legal relacionado con
la familia y la niñez (artículos de la Constitución de la República, del Código de Familia y de los Derechos
del Niño) y las diferentes alteraciones del comportamiento (manifestaciones, causas y procedimientos).
Para estos contenidos se propone la circulación del folleto que sirve como bibliografía.
Las actividades conjuntas tendrán tantas frecuencias como sean necesarias integrando los contenidos de
la estrategia pedagógica con los programas educativos en función del desarrollo integral del niño. Se
sugiere demostrar a la familia cómo potenciar mediante la comunicación el comportamiento adecuado de
los niños y la necesidad de que todos sus miembros se impliquen en el proceso educativo en la
convivencia familiar de manera consciente. Se enfatizará en la necesidad de utilizar reforzadores positivos
(“tú puedes comportarte mejor”, “siempre que se quiere se puede”, “todo buen resultado implica esfuerzo”;
“ahora no te quedó bien, pero tú puedes lograrlo”), que propicien transformaciones del comportamiento del
niño y garanticen que sienta que los cambios en su comportamiento son importantes para la familia.
Los agentes educativos al realizar la planificación y orientación no pueden obviar las características de las
familias y las manifestaciones que presentan los niños para seleccionar técnicas y medios que resulten
atractivos y de interés para ellos y poder ofrecer una atención diferenciada e inclusiva durante las
acciones. Además, las temáticas que se orienten deben responder a las necesidades cognoscitivas reales
de las familias, para que no pierdan la motivación ni el deseo de asistir a los encuentros.
En todo momento debe establecerse un clima emocional cordial, afectuoso, expresivo, donde reine la
comprensión y se logre que la labor orientadora, tanto de la familia como de los agentes educativos, sea
83
objetiva y efectiva. Este clima debe estar mediado por una comunicación que permita el análisis
perspectivo y prospectivo entre todos los integrantes del grupo, entre la familia y la ejecutora y entre los
miembros de la familia y el niño para lograr que el proceso educativo adquiera un carácter consciente,
favorecedor de interacciones sociales que generen vivencias afectivas que garanticen la transformación de
la función educativa de la familia, la prevención de las alteraciones y el desarrollo integral del niño.
Esta comunicación debe permitir la comprensión del problema, disminuir la idea de culpables y elevar la
autoestima de la familia al ver los avances logrados en el comportamiento de sus niños. También debe
propiciar que las relaciones interpersonales entre la familia, la ejecutora y el grupo sean espontáneas para
que se fortalezcan y se retroalimenten, con el propósito de lograr un vínculo centrado en el cumplimiento
de la función educativa, esto permitirá que encuentre soluciones a sus problemas y que con frecuencia se
acerque al grupo buscando ayuda y apoyo para mejorar su funcionamiento.
El trabajo coherente y sistemático con la familia debe favorecer su relación con los orientadores para
conocer la composición familiar, formas de crianza, valores, costumbres, el estatus que ocupa el niño en la
convivencia familiar, entre otros, que permiten la incorporación o modificación de las acciones de la
estrategia para dar solución a los problemas familiares. Debe garantizar que la familia aprenda a emplear
los recursos personológicos que posee en el desarrollo del proceso educativo en la convivencia familiar y
que adquiera otros, que le faciliten enfrentar los problemas y encontrar soluciones para erradicarlos o
mitigarlos. Es evidente que las acciones serán efectivas si se logra la sensibilización y motivación de los
familiares hacia la ejecución de un proceso educativo en la convivencia familiar, que garantice un
comportamiento socioemocional apropiado en la infancia preescolar, desde su función educativa.
Cuarta fase: Control y evaluación
Objetivo específico: Evaluar la efectividad de la estrategia.
Acciones a desarrollar: Observación sistemática al desarrollo de las acciones y en la visita al hogar,
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recepción de opiniones del grupo coordinador, ejecutora y familias y un taller final de reflexión grupal.
Esta fase, aun cuando en la estructura de la estrategia es la cuarta, se debe realizar desde el momento
mismo en que comience la intervención porque está dirigida a calificar, cuantificar, comprobar y evaluar el
impacto de la orientación familiar para prevenir las alteraciones del comportamiento y como consecuencia
en el niño. En la estrategia pedagógica la evaluación se realiza en tres direcciones, se autoevalúan y
autovaloran las orientaciones impartidas por los agentes educativos a la familia, el impacto de la
orientación recibida y su aplicación por parte de la familia y la modificación del comportamiento del niño.
Por ello, es necesario que los agentes educativos que participen, observen durante el desarrollo de las
acciones el desenvolvimiento de la familia y el comportamiento del niño para evaluar el proceso de
orientación familiar y su resultado con un carácter integrador, ontogenético y personológico. Deben tener
en cuenta, que está mediatizado por las características de las familias y los niños y las condiciones
objetivas en que se desarrolla el proceso educativo en la convivencia familiar para determinar si el recurso
empleado es correcto o si debe ser modificado para lograr el objetivo propuesto.
Al realizar la valoración durante la orientación familiar se debe tener en cuenta la atención a la diversidad y
la inclusión educativa para atender las dificultades y/o potencialidades identificadas porque para algunas
familias un aspecto puede ser tratado en función de evitar que tenga menos consecuencias para el sujeto,
pero para otros, ese mismo aspecto es abordado con un objetivo desarrollador que profundice en los
conocimientos y recursos que posee. Esto posibilita enrumbar mejor el trabajo educativo, favorecer el
desarrollo personal - social y se refuerza la autoestima de los implicados en dicho proceso.
Conclusiones del capítulo 2
La concepción propuesta para orientar a la familia acerca de la prevención de las alteraciones del
comportamiento, se establece sobre el reconocimiento del enfoque dialéctico - materialista de la teoría del
conocimiento y la teoría socio histórico cultural conforme a los fundamentos de la Pedagogía General y
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Preescolar y de la Psicología, privilegiándose la función educativa de la familia debido a su capacidad para
educar, ser educada y auto educarse.
La categoría atención a las vivencias en la proyección del proceso educativo en la convivencia familiar
justifica el papel de la comunicación afectiva en la prevención de las alteraciones del comportamiento
porque permite que la familia valore la significación de las experiencias vividas por sus integrantes. Esta
categoría constituye el componente dinamizador y sustenta los argumentos de la concepción.
La estrategia pedagógica posibilita la implementación en la práctica de la concepción elaborada y se
identifica por ser orientadora, multiplicadora, preventiva, individual, flexible y por su enfoque ontogenético.
Cuenta con un grupo de acciones que evidencian estas características, las que garantizan que la familia
tome conciencia de la necesidad de cumplir con su función educativa, para darle tratamiento a las
vivencias y prevenir las alteraciones del comportamiento en el proceso educativo en convivencia familiar.
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3. DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS
En este capítulo se exponen las principales deducciones aplicadas acerca de la viabilidad de la concepción
y la estrategia pedagógica, a partir del criterio de expertos y de la introducción de la estrategia en la
práctica educativa, cuyos resultados se analizaron mediante el estudio de casos.
3.1. Valoración de la viabilidad de la propuesta mediante el criterio de expertos.
Con el objetivo de encontrar opiniones coincidentes sobre la concepción y la estrategia pedagógica para
perfeccionar los resultados científicos antes de la implementación en la práctica educativa, se aplicó el
método del criterio de expertos. Primeramente se determinó un conjunto de 34 especialistas candidatos a
expertos acerca de la educación en la infancia preescolar mediante un cuestionario. Para la selección se
consideró que tuvieran un mínimo de 10 años de experiencia profesional relacionada con la temática de la
investigación e información teórica y práctica sobre la misma. (Anexo 11).
Después de calcular el coeficiente de competencia (Anexo 12. Tabla 4.), se elaboró el instrumento para la
consulta a los 30 expertos (Anexo 13.), compuesto por cinco educadoras de círculos infantiles, cinco
ejecutoras, dos directoras, dos subdirectoras docentes, dos promotoras del Programa “Educa a tu Hijo”,
dos especialistas del CDO provincial, dos metodólogas y diez profesores de la Universidad “Ignacio
Agramonte Loynaz” (seis de ellos, doctores en ciencias pedagógicas) y se caracterizan por:
Haber sido evaluado en los últimos cinco años con las categorías de Bien (B); Muy Bien (MB) y
Excelente (E) y tienen como promedio más de 20 años en la docencia.
Los especialistas del CDO atienden los niños de infancia preescolar.
88
Todas las docentes de la Educación Preescolar y las metodólogas, investigaron en su maestría temas
relacionados con la prevención o erradicación de las alteraciones del comportamiento y la orientación
familiar. De ellas, tres son profesoras auxiliares y una es asistente.
De los diez profesores de la universidad, tres imparten asignaturas relacionadas con la prevención, tres
desarrollan clases de Psicología y Pedagogía Preescolar, dos son especialistas en trastornos de la
conducta y dos son psicopedagogos. Con relación a las categorías docentes seis son profesores titulares,
tres profesores auxiliares y uno es asistente.
Las categorías evaluadas por los expertos recorren los cinco estadíos cualitativos ordinales tal y como se
expresa en la tabla que refleja los valores de la escala de límites y de categorías (Anexo 14. Tablas 5 y 6).
En sentido general, los aspectos valorados como positivos en la concepción y la estrategia fueron su
estructura, postulados, principios y categorías, pertinencia de las dimensiones para evaluar la prevención
de las alteraciones del comportamiento en la convivencia familiar, efectividad de los indicadores para el
auto diagnóstico de la familia, adecuación de las etapas de la estrategia, vías, coherencia y adecuación del
sistema de acciones.
Entre los aspectos que se debían mejorar sugirieron perfeccionar las relaciones entre las categorías
básicas de la concepción, lograr mayor concreción en las acciones de la estrategia pedagógica y
enriquecer la fundamentación del autodiagnóstico de la familia y el tratamiento a las vivencias. A partir de
las valoraciones ofrecidas se perfeccionaron los principales resultados científicos obtenidos, de este modo
se hizo más factible y certera la implementación en la práctica educativa.
3.2. Análisis y resultados del estudio de casos.
La efectividad de la implementación en la práctica de la estrategia de orientación familiar para la
prevención de las alteraciones del comportamiento se comprobó mediante el estudio de casos. Este
método se seleccionó a partir de considerar el corte cualitativo de la investigación, la realización de un
89
estudio de caso intrínseco (Stake, R. E., 1994) por su peculiaridad y singularidad de las unidades de
análisis, de modo que permitiera construir dicha peculiaridad y encontrar las razones que llevan a ese
funcionamiento diferente y no a buscar la representatividad. Además, por la posibilidad de asegurar la
credibilidad de los datos recogidos mediante la reflexión y autorreflexión con las familias implicadas y la
contextualización, cuestiones que permiten aseverar la cientificidad del estudio.
También posibilita el análisis de las potencialidades y fortalezas de la familia para prevenir las alteraciones
del comportamiento, como elemento imprescindible en la búsqueda de soluciones sobre la base de las
necesidades a las que hay que dar respuesta. Permite elaborar conclusiones con un enfoque dinámico y
desarrollador donde se expresen con toda claridad, las causas del problema en la orientación familiar y
concretar las posibles recomendaciones que permitan atender las vivencias del niño que laceran su
comportamiento apropiado, sobre la base de asumir una actitud positiva y optimista en el proceso de
intervención educativa. En fin, porque con el estudios de caso se quiere de manera particular depurar la
teoría existente en relación al tema investigado debido a las áreas donde resulta difícil entender el porqué,
el cómo y el cuándo del fenómeno estudiado (Alonso, A., 2006).
Para su realización se consideraron los fundamentos ofrecidos por el Grupo del laboratorio para el análisis
del cambio educativo. HUM 109. (1999); Alonso, A. (2006); Ramírez, I.; Castellanos, R. M. y Figueredo, E.
(2008) y Rodríguez, A. C y Gómez de la T, A. (2012). Teniendo en cuenta las características del trabajo
con la familia para la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños de infancia preescolar
en la convivencia familiar, se establecieron cinco etapas:
Etapa I: Diagnóstico.
Objetivo: Diagnosticar el estado real de la orientación familiar acerca de las manifestaciones y causas que
influyen en la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de cuatro a cinco años.
Acciones: Diagnóstico y caracterización de la familia y los niños.
90
Se selecciona el Consejo Popular Vigía – Florat y específicamente el reparto Florat por ser una zona
socialmente compleja, con alto índice de violencia familiar y de violación de los derechos del niño. El caso
de estudio está integrado por 15 familias y niños del Programa “Educa a tu Hijo” de la Escuela Primaria
“Joaquín de Agüero y Agüero”.
Resultados.
Para el diagnóstico se aplicaron los instrumentos mencionados en el capítulo uno. Las ejecutoras, aunque
tienen más de 15 años de experiencia, presentan dificultades en la integración de contenidos para la
actividad conjunta dirigidos a la prevención de alteraciones del comportamiento.
La entrevista y el autodiagnóstico al grupo familiar permitieron profundizar en el proceso educativo que
desarrollan en la convivencia familiar para propiciar la prevención de las alteraciones del comportamiento.
Se constató que los niños interactúan con equipos de reproducción de imágenes y sonido (DVD),
televisores (TV) y/o computadoras, esto les permite encender, apagar, cambiar discos, entre otras
acciones; la familia considera que son medios idóneos para la distracción y entretenimiento del niño para
adelantar en las tareas de la convivencia familiar. Por tal motivo, al 60 % les proporcionan opciones de
animados infantiles y musicales y el 13,33 % escucha música infantil.
El 46,66 % de las familias acostumbran a narrar o relatar cuentos y el 13,33 % le ofrece libros de cuentos.
Se constató que el 100 % desaprovechan la narración y la observación de visionados para establecer
comunicación en las interacciones sociales, que le permitan valorar las vivencias percibidas con el fin de
prever el surgimiento de comportamientos socialmente negativos.
La visita al hogar permitió determinar las deficiencias y potencialidades de las familias que influyen en la
prevención de las alteraciones del comportamiento en el proceso educativo en este contexto. Con este fin
se declararon como categorías objeto de análisis de las acciones educativas: las relaciones afectivas, las
91
acciones educativas y las cualidades que manifiestan las familias en la convivencia. Las principales
deficiencias y potencialidades detectadas con la aplicación del instrumento fueron:
1. Relaciones afectivas: Las familias son atentas, sencillas y agradables, pero no siempre aceptan
sugerencias, orientaciones y desaprovechan las redes de apoyo. Generalmente se aprecia una
comunicación inapropiada entre sus integrantes, con ausencia de gestos y frases cariñosas de manera
sistemática, y en su mayoría, emplean palabras obscenas al intercambiar entre ellos. En todas, con
frecuencia, existen conflictos familiares violentos de diferentes orígenes en presencia de los niños, pero las
interacciones sociales con otras personas son adecuadas y no existe unidad de criterios en las influencias
educativas en la mayoría de las familias.
2. Acciones educativas: La minoría de las familias realizan las acciones educativas, conscientemente, de
manera ocasional y generalmente son las madres o los abuelos quienes las ejecutan. Esporádicamente,
algunas de ellas, realizan valoraciones sobre las situaciones positivas o negativas que ocurren o aprecian
en las actividades que realizan para evitar que sean traumatizantes o mitigar sus efectos en el niño.
3. Cualidades que manifiestan las familias en la convivencia: La mayoría de las familias emplean
insuficientemente las normas de comportamiento social entre sus miembros y los vecinos. Se aprecia poca
colaboración en las tareas de la convivencia familiar. Ninguna realiza valoraciones con los niños sobre las
cualidades positivas o negativas que manifiestan en la convivencia, con frecuencia muestran poca
solidaridad y se agreden al comunicarse, pero con los vecinos son solidarios y comunicativos.
Los resultados de los instrumentos evidencian como aspecto más afectado en la convivencia familiar las
relaciones afectivas, las que inciden en la realización de acciones educativas. A partir del análisis se
determinaron tres tipos de actitudes en las familias relacionadas con la prevención de las alteraciones del
comportamiento:
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1. Familias despreocupadas por prestar atención a las vivencias para prevenir las alteraciones del
comportamiento en el proceso educativo que desarrollan en la convivencia familiar y por la comunicación
que establecen en las interacciones sociales (8 para un 53.4 %).
2. Familias que se preocupan por prestar atención a las vivencias para prevenir las alteraciones del
comportamiento en el proceso educativo que desarrollan en la convivencia familiar, pero no tienen en
cuenta la índole de la comunicación que establecen en las interacciones sociales con este fin (5 para un
33.3 %).
3. Familias que se preocupan por prestar atención a las vivencias para prevenir las alteraciones del
comportamiento en el proceso educativo que desarrollan en la convivencia familiar y que tienen en cuenta
los requisitos para la comunicación que establecen en las interacciones sociales con este fin (2 para un
13.3 %).
Luego del diagnóstico, como esta etapa coincide con la primera y segunda de la estrategia, se procedió a
comunicar y analizar los resultados mediante un taller en el que participaron ejecutoras, promotora, consejo
de dirección y el grupo coordinador para sensibilizarlos con la necesidad de orientar a las familias cómo
atender las vivencias infantiles para prevenir las alteraciones del comportamiento en la convivencia familiar.
El taller fue muy productivo, los participantes analizaron y debatieron acerca de los resultados del
diagnóstico. Todos comprendieron la necesidad de intervenir en este sentido, desde la orientación, y
aceptaron que es preciso elevar la preparación metodológica y organizativa sobre el tema para efectuar la
intervención en la práctica educativa.
Para la preparación y planificación del proceso, antes de la etapa de intervención se desarrollaron talleres y
una actividad demostrativa, en las que participaron las ejecutoras y la promotora (Anexo 15) que
permitieron la comprensión de las particularidades de la orientación familiar para la prevención de las
alteraciones del comportamiento. Esta fase fue concebida en dos momentos:
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En el primero se desarrollaron tres talleres con el objetivo de intercambiar y debatir con las ejecutoras y
promotora acerca de los contenidos que se abordarán en la orientación familiar. Estas actividades
propiciaron que se apropiaran de conocimientos para poder orientar a las familias cómo prevenir las
alteraciones del comportamiento. Todas coincidieron en plantear que presentaban insuficiencias para
integrar contenidos y tratar la prevención de dichas alteraciones en las actividades conjuntas
En el segundo momento se desarrollaron dos talleres y una actividad demostrativa. En ellos se tuvo en
cuenta el diseño de las acciones de orientación familiar, se determinó la realización de las charlas
educativas en el tercer momento de la actividad conjunta y brindar los mensajes en cualquiera de sus
momentos, además se previó colocarlos en murales y pancartas en la comunidad. Los temas teórico -
prácticos que abordan los contenidos de la orientación familiar, seleccionados para dar tratamiento al
objeto de estudio, fueron insertados con los previstos por la ejecutora en su dosificación (Anexo 17) y
consecutivamente se procedió a la planificación de las acciones a realizar con la familia (Anexo 18).
Partiendo de las dificultades detectadas en la familia la autora aprovechó un folleto que confeccionó en la
investigación realizada en opción al título académico de máster (Sampayo. I. C., 2008) que ha sido
perfeccionado y ampliado en la presente investigación con el objetivo de brindar una información más
amplia y precisa a las familias sobre esta temática (Material anexo a la tesis).
Además, se conformaron las redes de apoyo educativo familiar considerándose que se integraran aquellas
que son sistemáticas en la asistencia, con buenas relaciones socio - comunicativas y que demostraban
preocupación por la prevención de las alteraciones y las que presentaban dificultades y despreocupación
por el tema. También se diseñaron la guía de observación para la actividad conjunta durante el estudio de
casos (Anexo 19) y el registro para la autoevaluación familiar de los resultados de su desempeño en la
conducción del proceso educativo en la convivencia familiar (Anexo 20).
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Estas actividades fueron de interés para todas y la más motivante resultó ser la actividad demostrativa,
porque en ella se evidenció cómo insertar en los contenidos previstos para la actividad conjunta los temas
relacionados con la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños de infancia preescolar.
Al concluir coincidieron en plantear que les había servido de gran utilidad porque ya tenían idea de cómo
darle tratamiento de forma integrada y diferenciada a las alteraciones.
Etapa II Estudio sincrónico en relación con el conjunto de casos estudiados.
La etapa se desarrolló con el objetivo de orientar a las familias la prevención de las alteraciones del
comportamiento desde el tratamiento a las vivencias. Para evaluarla se utilizaron las dimensiones e
indicadores diseñados, el registro de autoevaluación familiar, la guía de visita al hogar y de observación a
actividades conjuntas para el estudio de casos, mencionados en párrafos anteriores.
El análisis realizado evidenció que las familias se motivaron con el contenido de la orientación y mejoraron
la asistencia a los encuentros para recibirlas, aunque generalmente eran las madres y las abuelas las que
participaban. Además, cooperaban en la determinación de la significación que el niño les otorgaba a las
acciones educativas para prevenir alteraciones en él, se facilitaban préstamos e intercambios de materiales
y, sobre todo, se preocupaban cuando un pequeño no quería participar.
Al abordar las particularidades del comportamiento de los niños de cuatro a cinco años, así como las
causas que originan las alteraciones y las manifestaciones que pueden presentar, surgieron muchas dudas
después de concluida la actividad y de consultar el folleto. Entre un encuentro y el otro, fue significativo que
la mayoría de los familiares, no esperaron a la próxima actividad conjunta para aclarar las dudas surgidas y
buscaron ayuda individualizada con la ejecutora o con las redes de apoyo.
Aunque estaban motivadas e interesadas en la orientación, muchas familias al inicio se mostraban tímidas
e inseguras para incorporarse a la dinámica que las actividades conjuntas demandan; también los niños
manifestaban poca disposición para responder y realizar las actividades que se le brindaban y, a veces, se
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distraían. Este comportamiento hizo que se buscara otras formas de organizar la actividad para lograr
motivar a las familias y los niños, así como para prestar atención diferenciada.
Por estas razones, se decidió emplear diferentes técnicas participativas, medios audiovisuales y
actividades que despertaran el interés de las familias y los niños por realizar la tarea propuesta hasta el
final y que a su vez, propiciara cambios en sus modos de actuación. Con este fin, se seleccionaron juegos
de participación entre familia – niño y niño – niño, por ejemplo: juegos de movimiento y tradicionales;
actividades de dibujo, modelado, pintura, construcción; literatura infantil, entre otras. Todas estas
modificaciones resultaron muy efectivas. También se planificaron visitas al hogar de las familias con
mayores dificultades cognoscitivas y actitudinales y sesiones individuales de consultas.
La incorporación del debate de situaciones o hechos de la vida cotidiana a la orientación familiar, permitió
que el niño identificara y expresara elementos, actitudes o situaciones que son positivas y aquellas que
resultan negativas. Esto posibilitó que los familiares comprendieran y conocieran cómo y qué piensan sus
niños de las personas y el entorno más cercano a partir, de atender la significación de las situaciones
vivenciadas mediante la comunicación y que sí son capaces de realizar valoraciones; esta deducción fue
realizada por los familiares en una de las actividades conjuntas.
También una mamá se percató que, mediante las valoraciones, el niño logró auto reconocer las dificultades
que estaba presentando en su comportamiento, pues estableció comparaciones de manifestaciones
externas (incumplimiento de las tareas, cambio frecuente de actividad, poca motivación) entre él y el
personaje del cuento. Además, comprendieron la necesidad de la reflexión y autorreflexión de las acciones
educativas que realizan.
La familia se percató que el empleo de los componentes y funciones de la comunicación educativa propició
la apropiación de actitudes positivas en los niños a partir, de determinar la significación que les otorgaban a
los objetos y situaciones percibidos, mediante las valoraciones que realizaban con ellos, con el propósito
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de prevenir que percibieran vivencias traumatizantes para ellos o de disminuir su efecto, para evitar el
surgimiento de comportamientos potenciadores de alteraciones. Esto constituyó un paso importante en la
modificación de la función educativa de la familia que se reflejó en la transformación del proceso educativo
en la convivencia familiar y en el comportamiento del niño.
El folleto y los mensajes educativos posibilitaron que la familia recibiera orientaciones precisas no solo de
los agentes educativos, sino también, mediante la autogestión del conocimiento. Además, comprendieron
la necesidad de prevenir las alteraciones del comportamiento desde el proceso educativo que se desarrolla
en la convivencia familiar.
En lo referente a las redes de apoyo educativo, es válido significar que en la medida que la estrategia se
fue implementando, las familias que asistían visitaban a las que faltaban a los encuentros, les explicaban
qué hacer en la convivencia familiar, les aclaraban las dudas que surgieran, de no ser posible, solicitaban
información a la ejecutora u otro agente educativo para poder ofrecer la orientación.
La estrategia permitió que las familias se percataran de los errores que cometían en la educación de sus
niños y las manifestaciones que estos originaban en ellos, algo que no reconocían anteriormente, así como
de las dificultades que presentaban para prevenir las alteraciones del comportamiento en el proceso
educativo en la convivencia familiar desde el tratamiento a las vivencias infantiles. Se interesaron por
adquirir fuentes bibliográficas, fueron más cuidadosos al seleccionar programaciones y discos para los
niños y aprovechaban los recursos a su alcance para hacer las valoraciones.
Se observó en la mayoría de las familias, una tendencia a preocuparse por evitar que los niños percibieran
vivencias traumatizantes, en los casos inevitables, conversaban con ellos para mitigar las consecuencias
psicológicas del evento percibido, se incrementó la calidad de la comunicación entre la familia y el niño,
entre los familiares en la convivencia familiar y la participación de más de uno de ellos en los encuentros.
Lo anterior, evidencia que se produjeron modificaciones de la función educativa de la familia en el proceso
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educativo en convivencia familiar y como consecuencia, se previnieron actitudes potenciadoras del
surgimiento de comportamientos socialmente negativos en los niños.
Etapa III Selección intencional de los casos a estudiar.
El objetivo de esta etapa se encaminó a seleccionar las familias unidades de análisis para la realización del
estudio diacrónico. La selección de dichas unidades no pretende conseguir o mantener ningún tipo de
representatividad con respecto a las unidades, sino para comprender la unidad de análisis concreta.
Además, se tuvo en consideración que la selección permitiera las mejores y mayores oportunidades de
aprendizaje para instruirse con profundidad sobre la problemática objeto de estudio y que la familia admita
la presencia de los agentes educativos y su participación voluntaria en la investigación.
Para ello se escogieron tres familias que reunieran estos requisitos a partir, del diagnóstico y de las
opiniones de los agentes educativos, para su selección se tuvo en cuenta la actitud hacia el tratamiento a
las vivencias en la prevención de las alteraciones del comportamiento en el proceso educativo que
desarrollan en la convivencia familiar y la calidad de la comunicación que establece en las interacciones
sociales. En tal sentido, se caracterizan por ser la:
Unidad de análisis uno: una familia despreocupada por la atención a las vivencias para la prevención de
alteraciones del comportamiento en el proceso educativo en la convivencia familiar y por la comunicación
que establecen en las interacciones sociales.
Unidad de análisis dos: una familia que se preocupa por la atención a las vivencias para la prevención de
alteraciones del comportamiento en el proceso educativo en la convivencia familiar, pero no tiene en
cuenta la comunicación que establecen en las interacciones sociales con este fin.
Unidad de análisis tres: una familia que se preocupa por la atención a las vivencias para la prevención de
alteraciones del comportamiento en el proceso educativo en la convivencia familiar y que tiene en cuenta la
comunicación que establecen en las interacciones sociales con este fin.
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Etapa IV Estudio diacrónico de los casos seleccionados.
En esta etapa el objetivo está encaminado a verificar, en cada unidad de análisis, la adquisición y
aplicación de la orientación recibida por la familia para la prevención de las alteraciones del
comportamiento en niños de cuatro a cinco años de edad. Se presenta a continuación su análisis.
Unidad de análisis uno: Nombre: R. M. H. S. F/ Nacimiento: 1-7-2008. Edad: 5 años. Nacionalidad:
Cubana. Sexo: Masculino. Procedencia: Urbana. Año de vida: 5to. Fecha de estudio: 1 – 3 - 2013.
Parentesco del familiar que frecuenta la orientación: la abuela.
El niño convive en una familia extendida, hijo de papá soltero, trabajador de turismo, no inscripto por su
mamá, único nieto y sobrino; goza de buen estado de salud, adecuado desarrollo psicomotor y es
comunicativo. La vivienda es pequeña, con una decoración descuidada, poseen TV, DVD y computadora.
Se aprecia preocupación de los familiares por la atención y cuidado del niño y se percibe afecto y respeto
entre todos sus miembros. Sin embargo, no muestran preocupación por atender las vivencias para prevenir
en el niño las alteraciones del comportamiento en el proceso educativo y no toman en consideración la
conversación que establecen en las interacciones sociales con este fin.
Desde los inicios, en las actividades el niño manifestó seguridad, confianza, interactuaba y aceptaba la
separación de la abuela y en ocasiones no se concentraba, se retraía y no reaccionaba ante la presencia
de adultos y niños. Aunque le gusta jugar con los niños, no siempre compartía los juguetes lo que
provocaba conflictos. Generalmente no culminaban las actividades hasta el final.
La abuela refiere que en la convivencia familiar es el centro de atención de los adultos, con frecuencia
conversa con él, ella y su tía lo limitan en la realización de tareas que puede cumplir alegando que es muy
pequeño y todo lo que desea se lo proporcionan. Esto genera frecuentemente, discordias con el papá por
la educación del niño, que se producen delante de él. El papá alega que su responsabilidad laboral no le
permite pasear al niño, narrarle cuentos, observar programas infantiles ni jugar con él.
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De forma general, se distinguen dificultades en la realización de acciones educativas en la convivencia
familiar, se evidencia inconsistencia, permisividad y falta de unidad de criterios en la educación del niño.
Las vivencias que percibe en la convivencia familiar, debido a los conflictos que se generan, son
favorecedoras de manifestaciones del comportamiento que pueden desencadenar una alteración en él.
En la primera acción se circularon los mensajes educativos con la que se propició la sensibilización de la
abuela con la temática. Al aplicarse la segunda acción relacionada con las características del
comportamiento del niño se apreció poca motivación por parte de la abuela, se mostró pasiva, pero planteó
que el tema le resultaba interesante, aunque no lo había comprendido bien, razón por la que se visitó el
hogar. Al concluir la charla se entregó el folleto “Comunicación y amor: una vía para prevenir las
alteraciones del comportamiento”, esto constituyó la acción No. 3.
Como consecuencia de la incomprensión se visitó el hogar, al llegar la abuela planteó su interés y
motivación por el folleto porque vio reflejado en el mismo las dificultades que estaban presentando en la
educación del niño e involucró al padre en su estudio, tanto la abuela como el papá sintieron curiosidad por
el tema y solicitaron una sesión individual con la psicopedagoga para esclarecer las dudas que les
surgieron sobre el contenido. Al intercambiar con los integrantes acerca de las características del niño,
generó reflexiones y autoreflexiones que evidenciaron su comprensión.
En la acción No. 4 y 5 se intercambió con las familias sobre el cuerpo jurídico legal constituido a partir de
las políticas relacionadas con las familias y los niños, la cinco fue impartida por el compañero que atiende
los menores en el sector de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), en la rendición de cuenta a la que
debía asistir esta unidad de análisis. Se comprobó que a pesar del interés manifestado por la abuela, su
participación y espontaneidad fue escasa y el papá reconoció que los errores que cometen en la educación
son por el desconocimiento de las leyes y le atribuyó gran importancia al tema.
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La charla educativa cuatro, marcó un antes y un después en esta familia, debido a que comenzó a
producirse una transformación en sus modos de actuación y en las acciones educativas que realizaban con
el niño. A partir de ella, fue más evidente el interés y preocupación de la abuela por los errores que estaban
cometiendo, quien logró que los demás familiares asistieran a los encuentros, a pesar de sus
responsabilidades laborales, esto sirvió de ejemplo para las restantes familias.
Las acciones del seis al diez, resultaron reconfortantes porque inmediatamente comenzaban a realizar
preguntas relacionadas con las causas y manifestaciones de las alteraciones del comportamiento, con el
propósito de darle solución a los problemas que presentaba el niño. En cada charla la familia fue muy
activa, intercambiaron opiniones y pusieron ejemplos de los errores cometidos y de experiencias positivas
que habían tenido con las nuevas acciones educativas realizadas con el niño.
También, plantearon que el estudio del folleto y las charlas les permitía adoptar nuevos métodos
educativos. Se pudo apreciar que aumentaba cada vez más, la motivación familiar por la orientación que
recibían, y comprendieron la necesidad de mejorar las interrelaciones sociales que establecen en la
convivencia familiar, mediante la comunicación para garantizar un tratamiento adecuado a las vivencias
para erradicar las manifestaciones potenciales de alteraciones del niño y prevenir que surgieran otras.
Las acciones 11 y 12 estuvieron encaminadas a intercambiar con las familias sobre la importancia de la
vivencia en la prevención de las alteraciones del comportamiento. Durante la charla nueve se apreció gran
interés por los familiares, pero sobre todo por la abuela, quien manifestó, con lágrimas en los ojos, su
preocupación por las vivencias negativas a las que sometían al niño por desconocimiento y que el tema era
de gran interés porque consideraba que era la causa fundamental de las manifestaciones de su nieto. Los
tres familiares realizaron interrogantes acerca de las vivencias y cómo darle tratamiento.
El debate durante la charla diez fue muy ameno y reflexivo, los familiares sobre la base de sus
experiencias ilustraron cómo atender el significado que el niño le otorga a los objetos y situaciones que
101
percibe en las interacciones sociales y comprendiendo la importancia de su tratamiento en la prevención de
situaciones potenciadoras de comportamientos socialmente negativos. El papá expresó que veía una
estrecha relación entre las vivencias y la comunicación, que cuando no son adecuadas, se propicia el
surgimiento de alteraciones en el comportamiento infantil.
Para la investigadora estas secciones de trabajo fueron satisfactorias, al apreciar que la familia mostraba
cambios en su modo de pensar, actuar y buscaban soluciones a las situaciones. Esto demostraba que
había concientizando su rol en la educación del niño y la necesidad de modificar las acciones educativas
para prevenir alteraciones del comportamiento. Por los resultados alcanzados, se le solicitó a la familia que
con las redes de apoyo ayudaran a otras que presentaban dificultades.
La acción 13 estuvo dirigida a intercambiar con las familias acerca de la importancia de la comunicación y
su influencia en la prevención de alteraciones del comportamiento. En estas acciones la familia corroboró
la deducción que habían realizado con respecto a la comunicación, comprendieron el valor de considerar
sus componentes estructurales y funciones en el tratamiento a la significación que el niño le otorga a las
situaciones y acciones educativas que percibe cotidianamente. Además, ilustraron ejemplos del valor de la
comunicación en las interacciones sociales y su incidencia en la prevención de situaciones traumatizantes
para el niño.
La acción 15, permitió a los familiares comprender la importancia de desarrollar un proceso educativo de
óptima calidad en la convivencia familiar que garantice la prevención de alteraciones del comportamiento.
En esta charla los familiares manifestaron el desconocimiento que tenían sobre los requerimientos del
proceso educativo porque nunca habían escuchado hablar sobre ellos. A pesar de las constantes
preguntas que realizaron, al concluir el encuentro, le solicitaron a la ejecutora que realizara una visita a su
hogar para que les explicara, con más detalles, cómo ponerlos en prácticas porque les habían quedado
dudas a lo que esta accedió y cumplió al día siguiente.
102
A partir de la acción No. 16 se comenzaron las actividades conjuntas. En la primera el intercambio fue muy
fructífero y les permitió a los familiares recordar juegos tradicionales que realizaban con frecuencia cuando
eran niños, la abuela explicó y demostró algunos de ellos. Todos reconocieron que muchos de estos
juegos son desconocidos en la actualidad y que se pueden enseñar a los niños, además, la tía enfatizó en
la importancia de las relaciones que se establecen en los juegos, lo que garantiza la prevención de
comportamientos socialmente inadecuados.
En el segundo momento, el papá se rehusó a realizar la actividad porque le daba pena jugar delante de
otros padres, esto hizo que la investigadora conversara con él para lograr que se insertara, la abuela
intervino y le insistió en el agrado que sienten los niños cuando realizan este tipo de juegos en compañía
de los adultos y que tenía que dejar la pena porque era por el bien de su hijo. Posteriormente se
incorporaron los tres y fue divertido ver cómo jugaron y se recrearon como si fueran niños.
Al finalizar la actividad se solicitó a los familiares la opinión sobre el tema, expresaron que les había servido
para percatarse de la importancia de conversar con los niños y de jugar con ellos. También manifestaron la
necesidad de erradicar los falsos conceptos de los adultos en relación con la educación y que solo
contribuyen a que surjan alteraciones en los pequeños.
Durante la acción No.17 los familiares se insertaron en los debates brindando opiniones e intercambiando
experiencias. Los tres reconocieron que no le brindaban importancia a los cuentos y que nunca se los
habían realizado a su niño. Fue significativo en el segundo momento que todos los familiares participaron
activamente y ninguno se rehusó a intervenir. Al finalizar, sugirieron diferentes textos de literatura infantil
que pueden emplear con los niños y acordaron intercambiar libros, la tía se brindó a sacar copias de
algunos cuentos para entregarlos, fundamentalmente, a familiares que no tenían. Por último, expresaron
que comprendieron que el contenido de los cuentos propicia el desarrollo de la conversación y la
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realización de valoraciones, sobre las situaciones positivas y negativas del texto, para modificar el
comportamiento del niño y prevenir actuaciones negativas.
En la actividad de la acción No. 18, se apreció que los familiares habían concientizado la importancia de la
comunicación para la prevención de las alteraciones del comportamiento porque en el intercambio de
opiniones y experiencias se evidenció que conversan sistemáticamente con el niño, pusieron ejemplos de
situaciones que aprovecharon para realizar valoraciones y se percatan de los momentos en que pueden
hacerlo de manera preventiva e incluso apoyan a familiares que presentan dificultades.
En la acción No. 19 se realizó la última actividad conjunta. En ella los familiares reconocieron que al
trasladarse de un lugar a otro con el niño, pueden conversar y valorar las situaciones que perciben.
Opinaron que pueden intercambiar sobre el paisaje y todo lo que les rodea. Fue significativo que
reconocieran que estas conversaciones permiten la prevención de las alteraciones del comportamiento,
propician la adquisición de conocimientos y el enriquecimiento de las vivencias del niño.
La acción No. 20 fue el taller de evaluación final, la participación de los familiares fue muy activa,
entusiasta y completaron las frases sin dificultad. Todos plantearon que habían aprendido mucho acerca de
la importancia de prevenir las alteraciones del comportamiento empleando la conversación, en el
tratamiento a las vivencias del niño. La mayor sorpresa para ellos fue comprobar que las manifestaciones
negativas que presentaba el niño era debido al error que habían cometido por no conversar con él e
incumplir las leyes establecidas. Todos coincidieron en que las acciones aplicadas les habían gustado
mucho y que sentían que se terminaran.
En la frase “me gustaría saber más acerca de”, seleccionaron el empleo de los visionados infantiles,
debido a su variedad y a la violencia existente en muchos de ellos, a esta necesidad se le brindó
tratamiento diferenciado en una visita al hogar porque solo ellos lo mencionaron. El tema recurrente fue el
empleo del dibujo y el modelado debido al interés de los niños hacia estas actividades. El debate se
104
desarrolló como un taller, todos emitieron opiniones y criterios en relación con los materiales alternativos
que podían emplear y en varias ocasiones arribaron a sus propias conclusiones. Por último, los familiares
dieron opiniones de satisfacción por todo lo aprendido y expresaron su preocupación por saber si
continuarían el tema en otras actividades y la ejecutora les comunicó que sí.
Se constató, con las visitas al hogar y la observación del accionar de los familiares con el niño, el cambio
positivo en sus acciones educativas y en los métodos que empleaban en el proceso educativo en
convivencia familiar. El niño, a partir de la transformación de la función educativa de la familia, reguló su
comportamiento, realizaba valoraciones en correspondencia con la situación vivenciada y erradicó las
manifestaciones de egoísmo y agresividad, compartía voluntariamente los objetos y resolvía los conflictos
que se le presentaban por sí solo sin dificultad.
Conclusiones: La familia logró reconocer las insuficiencias que presentaban para prevenir
acontecimientos potencialmente generadores de comportamientos socialmente negativos y las
orientaciones recibidas las asumieron conscientemente, lo que propició la modificación del proceso
educativo en convivencia familiar, buscaban soluciones a los problemas que presentaban y lograron
erradicar las manifestaciones de alteraciones del comportamiento del niño.
Unidad de análisis dos: Nombre: M. E. C. R. F/ Nacimiento: 12 – 10 - 2008. Edad: 5 años.
Nacionalidad: Cubano. Sexo: Masculino. Procedencia: Urbana. Año de vida: 5to. Fecha de estudio:
11-3-2013. Parentesco del familiar que mayormente recibe la orientación: madre.
El niño convive con sus tres hermanos, padres y bisabuela de los menores. El padre labora por cuenta
propia y la madre es ama de casa. El niño goza de buena salud, de un desarrollo psicomotor adecuado, un
limitado desarrollo del lenguaje y una adecuada independencia. La vivienda está en construcción, se
percibe higiene y organización. Disfrutan de la TV y el DVD y profesan la religión evangélica.
105
Ambos padres se preocupan por la atención, cuidado y el comportamiento adecuado del niño. Se percibe
afecto y respeto entre los miembros de la familia; sin embargo, la comunicación no es adecuada porque
imponen opiniones y criterios de los adultos al niño; a este le gusta dibujar, pintar, observar libros ilustrados
(de literatura infantil y religiosa) y animados infantiles; estas preferencias son atendidas por los padres.
Realizan paseos en familia y con la congregación religiosa.
Los padres desconocen las particularidades de la edad del niño, se preocupan por ofrecerle patrones
positivos, cuidan que no perciba modelos de violencia, eróticos, entre otros; se inquietan por las
manifestaciones de alteraciones del comportamiento que presenta el niño, pero descuidan su estimulación
afectiva y alegan que “no se puede mimar tanto porque es varón”. En los inicios, el niño se manifiesta muy
tímido, no se integraba al grupo, ni se separaba de la madre, no participaba en el programa televisivo
“Cucurucú” y en los juegos colectivos, solo se concentraba y disfrutaba callado de las actividades. La
madre manifiesta que es penoso, que siempre es así.
Al comenzar la implementación de las acciones se apreció que los mensajes educativos despertaron la
curiosidad de la madre hacia el tema, quien comenzó a realizar interrogantes a partir de las dudas que le
surgieron. Al intercambiar con las familias acerca de las características del comportamiento de los niños en
esta edad, se constató desmotivación de la mamá, pasividad y no realizó reflexiones, ni emitió opiniones.
La circulación del folleto, despertó el interés y la motivación en la mamá, al ver reflejado en él las
dificultades de su niño. Esto generó que inmediatamente realizara diversas interrogantes relacionadas con
las causas y manifestaciones de las alteraciones del niño con el propósito de darle solución.
En la acción No. 3 la mamá se mantuvo aislada, poco participativa, sin embargo, fue significativo que
reconociera los errores cometidos en la educación de su niño por desconocimiento de las leyes que
regulan su cuidado y protección, le atribuyó importancia al tema, pero enfatizó nuevamente que los varones
hay que tratarlos con mano dura. Teniendo en cuenta estos resultados y los modos de pensar la familia, se
106
aplicó la acción 4, en el marco de la asamblea de circunscripción coordinada con el delegado, para
intervenir desde la comunidad en la misma, sus resultados evidenciaron que no se había logrado
transformar el pensamiento de los padres por tal razón, se acudió al líder de su congregación religiosa para
solicitarle ayuda, quien accedió e intervino, pero los resultados de ambas acciones fueron infructuosos.
Las charlas relacionadas con las alteraciones del comportamiento lograron motivar a la mamá, participó
activamente e intercambió opiniones y experiencias en la educación del niño. Al concluir planteó que el
debate había sido fructífero para ella, pudo percatarse de los errores que cometían, expresó que había
estudiado el folleto con su esposo y el conocimiento adquirido les permitía adoptar nuevos métodos
educativos. Aclaró que el papá del niño no podía asistir a los encuentros por razones de trabajo, pero que
en la convivencia familiar intercambiaban sobre los temas tratados y las orientaciones recibidas.
Durante las charlas relacionadas con la importancia de atender las vivencias experimentadas por los
infantes, la comunicación y el proceso educativo en convivencia familiar para la prevención de las
alteraciones del comportamiento, se apreció gran interés por la mamá y expresó su preocupación por las
vivencias negativas a las que sometían al niño por desconocimiento. Realizó interrogantes que le
permitieron conocer mucho más sobre las vivencias y cómo darle tratamiento en la convivencia familiar.
Por las características de esta familia se visitó el hogar con el propósito de intercambiar con los familiares
acerca de las vivencias y su tratamiento. Se insistió en la importancia de la comunicación afectiva con el
niño y su incidencia en el surgimiento de vivencias traumatizantes. Los padres mostraron interés, realizaron
interrogantes, pero mantuvieron su opinión en relación a los varones.
La participación de la mamá en el debate de la charla dirigida a la importancia de la comunicación, fue muy
activa, reflexiva, ilustró los errores que cometían y comprendió la importancia de la comunicación en la
prevención de las alteraciones del comportamiento. Además, expresó que la comunicación influía
directamente en las vivencias porque cuando no es adecuada, propicia el surgimiento de alteraciones. Se
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apreció cambios en el modo de pensar y actuar de la mamá, lo que demostró que había concientizado la
necesidad de modificar las acciones educativas.
El conocer los requerimientos para un proceso educativo de calidad en la convivencia familiar fue de gran
interés para la madre, quien expresó que nunca había imaginado que existieran y menos aún que fueran
tan importantes para el desarrollo del niño. Además, se comprometió de manera voluntaria, a continuar su
estudio en la convivencia familiar de conjunto con el papá del niño, para ponerlos en práctica de inmediato
y exhortó al resto de los familiares a realizar lo mismo.
Por la importancia del tema, se realizó otra visita al hogar con el propósito de explicarle al papá el empleo
de los requerimientos. El intercambio fue fructífero, ambos padres se mostraron interesados y preocupados
porque con anterioridad no habían escuchado los requerimientos, expresaron que eran importantes y su
desconocimiento influía en los errores que cometían en el proceso educativo.
La aplicación de la primera actividad conjunta motivó a la mamá porque el intercambio con los demás
familiares fue valioso y le permitió recordar algunos juegos tradicionales que prácticaba con frecuencia
cuando era niña. Participó en la explicación y demostración de alguno de ellos, expuso que su niño disfruta
muchos con este tipo de juego y se divierte con los demás participantes. Enfatizó en la importancia de las
relaciones que se establecen durante su realización, lo que garantiza la prevención de las alteraciones del
comportamiento mediante la comunicación.
En el segundo momento la mamá se incorporó al juego con entusiasmo y disposición, el niño disfrutó
mucho y participó activamente, aunque al inicio no quería jugar, pero su mamá y su hermanita lo motivaron
y se estimuló a realizarlo. Al finalizar la actividad, la mamá expresó que se había percatado de la
importancia de jugar y conversar en todo momento con los niños, así como de aprovechar las situaciones
que se presentan para realizar valoraciones con ellos.
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En la actividad conjunta No. 2, la mamá se insertó en el debate, brindó opiniones e intercambió
experiencias acerca de la importancia de valorar situaciones y personajes positivos y negativos de los
cuentos mediante la conversación para influir en el comportamiento del niño. En el segundo momento
participó activamente y en el tercero sugirió diferentes cuentos que pueden emplearse con los niños y
acordó intercambiar libros con algunos familiares.
En la actividad conjunta No. 3 se incorporó el papá y la mamá del niño, se pudo apreciar que ambos
habían concientizado la importancia de la comunicación durante los visionados para la prevención de las
alteraciones del comportamiento. El niño al observar el dibujo animado ”El cachorrito de Coco”, realizó
comentarios espontáneamente sin que la madre insistiera, le gustó mucho y cada vez que aparecían Coco
y el perrito, los señalaba, comentaba las acciones que hacían y lo bien que se llevaban. También mencionó
niños, incluyéndose él, que actuaban de forma positiva o negativa, como los personajes percibidos. En el
intercambio de opiniones y experiencias con los padres se evidenció que conversaban sistemáticamente
con el niño y pusieron ejemplos de situaciones que aprovecharon para realizar valoraciones.
En la actividad conjunta No. 4 la mamá expresó que a partir de las orientaciones que había recibido
siempre que se trasladaban de un lugar a otro o paseaban con el niño, conversaban y valoraban las
situaciones que percibían durante el recorrido, intercambiaban sobre el paisaje y de todo lo que les
rodeaba. Resultó significativo para la mamá que las conversaciones permiten prevenir las alteraciones del
comportamiento, propician la adquisición de conocimientos y el enriquecimiento de las vivencias del niño.
A este niño, siempre le fue difícil explicar las cualidades y situaciones negativas, aunque manifestaba que
no debía hacerlas, pero paulatinamente logró expresar el porqué son censuradas. En tal sentido, consiguió
valorar los personajes, situaciones y realizar comparaciones acertadas a partir de sus experiencias en la
convivencia familiar, comunitaria y de la congregación religiosa.
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En el taller final la mamá planteó que había aprendido mucho sobre la importancia de atender las
vivencias mediante la conversación para prevenir las alteraciones del comportamiento. Su mayor sorpresa
fue comprobar que las manifestaciones negativas del niño eran resultado de los errores cometidos por la
insuficiente conversación con él. En la frase “me gustaría saber más acerca de”, seleccionó el dibujo y el
modelado con fines preventivos por el interés del niño ante estas actividades. Manifestó su satisfacción
por todo lo aprendido y expresó su preocupación acerca de la continuidad del tema en otras actividades.
En el transcurso de la investigación se observó que ambos padres se motivaron con la orientación y
transformaron su función educativa. Como resultado, el niño paulatinamente fue disfrutando de las
actividades, se incrementó y enriqueció su comunicación reflexiva con los otros niños y familiares. Sus
valoraciones fueron reflejadas en las representaciones plásticas al plasmar en sus dibujos, pinturas o
modelados situaciones y personajes positivos o negativos de cuentos, visionados o la vida cotidiana.
Lo anterior se constató en las visitas al hogar y las observaciones de las interacciones de los familiares con
el niño, al ejercer su función educativa. Con la aplicación de estas técnicas se apreció un cambio positivo,
en las acciones y métodos educativos empleados durante el proceso educativo en la convivencia familiar al
implementar en la práctica las orientaciones recibidas en los encuentros, sin embargo, trataban al niño con
cariño y afecto, pero se percibía todavía el tono fuerte y firme que empleaban al dirigirse a él.
Conclusiones: Esta familia se preocupaba por la prevención de las alteraciones del comportamiento de su
niño, pero no tenía en cuenta la comunicación que establecía en las interacciones sociales con este fin. Al
concluir la implementación de las acciones previstas, la familia se apropió de los contenidos orientados,
concientizó el valor de su función educativa, logró modificar el proceso educativo en la convivencia familiar
mediante la comunicación que se establece en las interacciones sociales, erradicaron las manifestaciones
negativas del niño y por consecuencia, previnieron las alteraciones del comportamiento, aunque
mantuvieron el criterio de que al varón hay que tratarlo con mano firme.
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Unidad de análisis tres: Nombre: M. V. G. F/ Nacimiento: 21 – 02 - 2008. Edad: 6 años. Nacionalidad:
Cubana. Sexo: Femenino. Procedencia: Urbana. Año de vida: 5to. Fecha de estudio: 24 – 3 - 2013.
Parentesco del familiar que frecuenta la orientación: la madre.
Los padres constituyen un matrimonio reconocido legalmente, son jóvenes trabajadores del sector no
estatal y conviven con la abuela de la madre, quien cuida a la bisnieta durante el día. La niña goza de buen
estado de salud, presenta buen desarrollo psicomotor y un lenguaje adecuado. Las condiciones de vida
son aceptables, la vivienda es pequeña, existe hacinamiento por el número de personas que comparten
este espacio físico, sin embargo, se distingue por su higiene y decoración apropiada.
Los familiares se preocupan mucho por la atención, el cuidado y la educación de la niña, evidencian
patrones positivos y adecuadas relaciones interpersonales. Ellos refieren ciertos conocimientos
relacionados con la prevención de las alteraciones del comportamiento en estas edades y para ejercer su
función educativa como resultado de las orientaciones de una psicopedagoga, tía abuela de la mamá, esto
trae como consecuencia que con frecuencia asistan con la niña a espectáculos infantiles, realicen paseos,
visiten museos, parques, entre otros lugares los cuales propician el desarrollo integral de su personalidad.
La niña se integró al grupo y a las actividades sin dificultades. Disfrutaba la narración de cuentos, la
observación de dibujos animados, musicales infantiles con los que cantaba y bailaba, le placían los libros
de cuentos, pintar con colores y temperas, preferencias que los padres atendían. La niña en cada actividad
se motiva cada vez más y exigía a sus padres la asistencia a los encuentros.
Al comenzar la implementación de las acciones, se confirmó que muchos de los mensajes educativos ya
eran conocidos por ambos padres, esto facilitó que brindaran información a otros familiares acerca de la
importancia y necesidad de emplearlos en la educación de los niños. El intercambio con las familias sobre
las características del comportamiento de los niños en esta edad, permitió verificar los conocimientos del
tema ofrecidos por la tía. Resultaron de gran apoyo, participaron activamente, expresaron opiniones y
111
reflexiones de la necesidad de conocer las características psicológicas de los niños para prevenir las
alteraciones del comportamiento.
En el intercambio con las familias relacionado con el cuerpo jurídico legal, se apreció gran motivación por
ambos padres, quienes hicieron énfasis en que el cumplimiento de los derechos del niño y en general de
todo lo legislado en relación con ellos, garantiza la calidad de su educación y como resultado se previene
todo tipo de alteraciones y desviaciones en su desarrollo. También reconocieron que la mayoría de los
errores que cometen en la educación de su niña están dados por el desconocimiento de las leyes y le
atribuyeron gran importancia al tema. Ambos propusieron continuar el estudio de estos documentos fuera
de los encuentros, como parte del trabajo de las redes de apoyo.
La circulación del folleto despertó el interés y motivación de ambos padres por conocer más sobre la
comunicación y el tratamiento a las vivencias afectivas para prevenir las alteraciones del comportamiento
en su niña. Expresaron que el estudio del folleto les había permitido ganar en conocimientos y esto les
posibilitaba adoptar métodos educativos novedosos, pero les generó numerosas interrogantes y
reclamaron una sesión individual para aclarar las dudas, a lo que accedió de inmediato la investigadora.
El intercambio en las charlas educativas relativas a las alteraciones del comportamiento, las causas que las
originan y las manifestaciones que presentan los niños de cuatro a cinco años de edad, favoreció la
participación activa de la mamá y el papá, emitieron opiniones de sus experiencias en la educación de su
niña y reflexionaron acerca de algunos errores. Al concluir plantearon que el debate había sido beneficioso
porque se percataron de los errores que habían cometido.
En la charla relacionada con la importancia de la vivencia, se apreció gran interés por el papá, quien
expresó su preocupación por las vivencias negativas que había percibido la niña involuntariamente, en
determinadas ocasiones dentro y fuera de la convivencia familiar por desconocimiento y que el tema era de
112
gran utilidad para todos. Realizó interrogantes que le permitieron conocer mucho más sobre las vivencias y
cómo darles tratamiento en el contexto familiar.
La participación de los padres en el debate respecto a la importancia de la comunicación afectiva, fue
valioso y reflexivo, sobre la base de sus experiencias ilustraron aciertos que habían tenido en la educación
de la niña y los errores cometidos. Comprendieron la importancia de la comunicación en la prevención del
surgimiento de actitudes potenciadoras de alteraciones comportamentales en los niños. En esta sección de
trabajo se estimaron cambios en el modo de pensar y actuar de los padres que demostraban su
concientización en relación a la necesidad de modificar la función educativa.
La temática relacionada con el proceso educativo de calidad en la convivencia familiar resultó de gran
sorpresa para los padres, quienes expresaron su desconocimiento del tema. Plantearon la necesidad de su
tratamiento en la orientación familiar al comenzar cada curso escolar, por la importancia de este para el
desarrollo integral del niño.
En esta charla la mamá manifestó su preocupación por el desconocimiento de los temas que estaban
recibiendo, a pesar de no ser educadores, les convenía conocerlos para educar a su descendencia
empleando métodos adecuados. Al conocer el tema de la próxima actividad conjunta, los padres le
solicitaron a la bisabuela de la niña su asistencia al grupo, con la intención de que explicara diversos
juegos tradicionales con los que pasaba el tiempo durante su infancia y ahora con la niña.
El intercambio de la bisabuela y los padres con los demás familiares durante la actividad conjunta permitió
que les enseñara dichos juegos que eran desconocidos para los demás participantes. Los familiares
explicaron la alegría de la niña durante estos juegos y sobre todo, cuando participaban junto a ella. El papá
enfatizó que las relaciones que establecen en el juego favorecen la prevención de las alteraciones y
propicia la adquisición de conocimientos.
113
En el segundo momento jugaron con entusiasmo y disposición. Al concluir la actividad declararon haber
corroborado la importancia de conversar y jugar con los niños en todos los momentos posibles, así como
ofrecerle tratamiento a las vivencias mediante la utilización de diferentes situaciones que se presentan para
realizar valoraciones con ellos.
En la segunda actividad conjunta los padres se insertaron en el debate, brindaron sus opiniones e
intercambiaron experiencias relacionadas con la importancia de emplear los cuentos para mediante las
conversaciones con los niños, establecer valoraciones de las situaciones y personajes positivos y
negativos que pueden influir en sus modos de actuación. En el segundo momento, los padres propiciaron
que la niña realizara dichas valoraciones. Al finalizar sugirieron la recopilación de cuentos y la creación de
una minibiblioteca a la que pudieran acceder los familiares, idea que resultó del agrado de todos y
decidieron llevarla a cabo.
En las actividades conjuntas No. 3 y 4, el intercambio de opiniones y experiencias reveló, una vez más, que
los familiares conversan sistemáticamente con la niña y aprovechan todos los momentos para realizar la
conversación de manera preventiva. El papá expresó que al trasladarse de un lugar a otro con la niña
emplean la conversación y valoran las situaciones que perciben, el paisaje que observan, los fenómenos
de la naturaleza, entre otros y también realizan intercambios concernientes con las situaciones ocurridas
en la convivencia familiar, resultaran estas conflictuales o no.
En el taller de evaluación final ambos padres manifestaron haber aprendido mucho sobre la importancia
de prevenir las alteraciones del comportamiento desde el tratamiento a las vivencias, su mayor sorpresa
fue comprobar que las vivencias inciden en el surgimiento de alteraciones del comportamiento y
manifestaron su deseo de saber más al respecto. Esta ansia por conocer más del tema se satisfizo
durante una visita al hogar por ser la única familia ávida de conocimientos sobre esta temática. Por último
manifestaron su satisfacción por lo aprendido y dieron las gracias por la ayuda recibida.
114
Desde los inicios de la investigación los padres formaron parte de la redes de apoyo educativo, con
frecuencia ofrecieron consejos, explicaciones y exhortaron a otros para que valoraran las situaciones
vivenciadas durante los paseos, en la observación de visionados, libros de cuentos, láminas, entre otras y
sugerían que les ofrecieran a los niños materiales para que representaran lo que más les gustó o los
personajes y situaciones positivas.
Con las observaciones realizadas en los encuentros y las visitas al hogar se confirmó que el accionar
educativo de los familiares con la niña había mejorado, modificaron positivamente el proceso educativo en
la convivencia familiar, en las interacciones sociales ponían en práctica las orientaciones recibidas en los
encuentros y de la psicopedagoga. Como resultado de la transformación de la función educativa lograron
erradicar las manifestaciones comportamentales negativas que presentaba la niña.
Conclusiones: El análisis de los resultados evidenció que la familia reforzó la prevención de situaciones
generadoras de potenciales alteraciones comportamentales a partir, del tratamiento a las vivencias de la
menor, mediante la comunicación que establecen en las interacciones sociales y la estimulación que le
brindaban. La llevaban con frecuencia a centros culturales, realizaban valoraciones de las situaciones
positivas, negativas o del resultado de la actividad realizada; en cualquier caso siempre consultaban con la
niña qué actividad deseaba hacer o a qué quería jugar, esto permitía un ambiente familiar positivo que se
evidenciaba en la alegría y satisfacción manifestada por ella al efectuar disímiles actividades.
Etapa V: Acciones de seguimiento y generalización.
Las acciones de seguimiento y generalización permitieron constatar la aplicación de las orientaciones
recibidas por las familias en el proceso educativo en la convivencia familiar. Se apreció, en la mayoría de
los casos, la integración de los miembros de la familia con el niño en la realización de acciones educativas,
así como, una transformación en el proceso educativo en la convivencia familiar como resultado de la
aplicación de sus requerimientos, el empleo de los mecanismos y de las funciones de la comunicación.
115
La utilización de las redes de apoyo, resultó una vía idónea en la concientización familiar de la necesidad
de reflexionar y autorreflexionar en torno al resultado de las acciones educativas que realizaban con los
niños. La presencia de los medios audiovisuales en la convivencia familiar posibilitó su utilización para
prestar atención a las vivencias de los niños y prevenir las alteraciones del comportamiento en el proceso
educativo mediante la conversación que establecen en las interacciones sociales en este contexto a partir,
de las valoraciones de las situaciones y personajes positivos y negativos percibidos. También se comprobó
que las manifestaciones de alteraciones que presentaban los niños fueron desapareciendo en la medida en
que la familia logró la cohesión de las influencias y la transformar su función educativa.
A pesar de los logros alcanzados, se pudo inferir que las familias estaban ávidas por conocer mucho más
de esta temática, razón por la cual solicitaron la continuación del proceso de orientación acerca de la
prevención de las alteraciones del comportamiento por la complejidad de la misma y la implicación de los
familiares en la atención a las vivencias en el proceso educativo en convivencia.
3.3. Valoración de los resultados de las dimensiones en el diagnóstico final.
El estudio de la triangulación de los resultados de la aplicación de instrumentos, se realizó por unidades
de análisis. La dimensión cognitiva, evidenció que las tres unidades de análisis alcanzaron los mismos
resultados en todos los indicadores (Anexo 21. Tabla 7. Figura 5.), es decir, cada uno de ellos fue
evaluado de bien (B), las respuestas de las familias ilustraron el conocimiento de las características de los
niños de infancia preescolar, aludieron entre cinco y siete particularidades de las exigencias de la
comunicación, explicaron y mencionaron entre 13 y 14 causas de alteraciones del comportamiento y entre
cinco y siete manifestaciones de las mismas.
En la dimensión actitudinal y procedimental, los resultados de los indicadores por unidades de análisis
(Anexo 21. Tabla 8. Figura 6.), no se comportaron de la misma manera que en la dimensión anterior, con
relación al primer indicador la unidad uno y tres fueron evaluadas de B al declarar en sus respuestas que
116
consideran entre cinco y seis particularidades del desarrollo. La unidad tres se evaluó de R, porque
solamente expresaron entre tres y cuatro particularidades del desarrollo, esta categoría se asignó a partir
de los resultados de la encuesta y de los modos de actuación de la familia con el niño quienes mantuvieron
la actitud enérgica y drástica con el pequeño por ser este varón, a pesar de esta limitante, generalmente se
apreciaba en la familia muestras de afecto hacia él.
Respecto al segundo, tercer y cuarto indicador, las tres unidades de análisis se evaluaron de B, en sus
valoraciones reflexionaron y autorreflexionaron siempre acerca de la pertinencia de la comunicación que se
produce en las interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño y su impacto en el
desarrollo, empleaban los requerimientos del proceso educativo y brindaban tratamiento a las vivencias
emocionales del pequeño para prevenir potenciales comportamientos negativos. Estos resultados se
corroboraron en las visitas a los hogares.
Como resultado de la evaluación de cada indicador de la dimensión cognitiva (Anexo 21. Tabla 9. Figura
7.), las tres unidades de análisis lograron la categoría de B por el conocimiento ya alcanzado acerca de las
particularidades del desarrollo de los niños en la infancia preescolar, lo que influye en la atención que
ofrecen a la proyección y ejecución del proceso educativo en la convivencia familiar. Con relación a la
comunicación, conocen sus exigencias y el tratamiento a seguir en las interacciones sociales que
establecen como resultado de la concientización de su valor y de la necesidad de reflexionar y auto
reflexionar respecto a las acciones educativas y su impacto en el niño. Estos resultados y los
conocimientos ya adquiridos de las causas y manifestaciones de alteraciones del comportamiento que
pueden presentarse en la infancia preescolar, se reflejan en la concientización y posibilidades de las
familias para prevenir su surgimiento desde la atención a las vivencias emocionales del niño.
En la dimensión actitudinal y procedimental (Anexo 21. Tabla 9. Figura 7.), los resultados de sus
indicadores evidenciaron la atención de las familias a las particularidades del desarrollo de los niños y a la
117
valoración entorno a la pertinencia de la comunicación que se produce en las interacciones sociales entre
sus miembros y el niño y el impacto en su desarrollo en la convivencia familiar. Además, las familias
empleaban los requerimientos del proceso educativo y prestaban atención a las vivencias emocionales del
niño. Lo anterior es explicativo de que las familias lograran prevenir el surgimiento de situaciones
potenciales que generan alteraciones del comportamiento, tales resultados conllevaron a que la dimensión
se evaluara de B.
Conclusiones del capítulo 3
La factibilidad de la concepción y la estrategia pedagógica propuestas dirigida a la orientación familiar
para la prevención de alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar, se corroboró a
partir del criterio de expertos, cuyos resultados avalan su valor teórico - pedagógico.
Los procedimientos del método de reflexión y autorreflexión estimularon el papel protagónico de la
familia en el proceso educativo en convivencia familiar y suscitan el surgimiento de vivencias afectivas y
acciones educativas positivas. Es de esta forma que se estimula la búsqueda de alternativas que sirvan
para solucionar, evitar o mitigar los problemas potenciales o reales identificados en el proceso educativo en
la convivencia familiar y que pueden ser causa de comportamientos socialmente indeseables en los
menores.
El estudio de caso evidenció la efectividad de la estrategia pedagógica en la orientación familiar, toda
vez que la familia logró la prevención de alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar
desde el tratamiento a las vivencias en el proceso educativo en convivencia familiar, resultados que se
patentizaron en el diagnóstico final.
118
CONCLUSIONES
Las generalizaciones fundamentales emanadas del proceso de investigación son las siguientes:
La evolución del proceso educativo de los niños de infancia preescolar en la convivencia familiar a
partir de la orientación familiar permitió reconocer el tránsito de este proceso desde una atención clínico –
asistencial generalizada, a una psicológica, hasta llegar a la psicopedagógica que posibilitó que sea cada
vez más individualizada, sin embargo se manifiestan carencias teórico - metodológicas en la orientación
familiar que limitan la prevención de las alteraciones del comportamiento en la convivencia familiar al no
considerar la unidad de lo externo y lo interno en su tratamiento, así como la comunicación que se
establece en las interacciones sociales que se dan en este contexto.
En la orientación a las familias de niños de infancia preescolar para prevenir las alteraciones del
comportamiento desde el tratamiento a las vivencias mediante la comunicación, no ha sido abordada de
manera intencionada por parte de los agentes educativos encargados de esta labor y como consecuencia
las familias desconocen qué acciones educativas pueden desarrollar para evitar su aparición, algo que se
ha reflejado en los estudios realizados en torno a la orientación familiar.
El diagnóstico realizado evidencia deficiencias en las interacciones sociales que se establecen en el
proceso educativo que se realiza en la convivencia familiar, lo que incide en las manifestaciones de
alteraciones del comportamiento que presentan los niños como consecuencia de insuficiencias en la
orientación familiar, que no propician su prevención por desatender aspectos relacionados con las
interacciones sociales que se establecen a partir de la comunicación y con el desarrollo socio emocional
del niño.
En la construcción de la concepción pedagógica de orientación familiar para prevenir las alteraciones
del comportamiento en niños de infancia preescolar se determinaron los componentes teorización e
119
instrumentación metodológica y las relaciones que se establece entre ellos, destacándose como relación
más trascendente la promoción de un comportamiento socioemocional apropiado en los niños de infancia
preescolar, desde la función educativa de la familia. Además, se develan la reflexión y autorreflexión
como métodos para la orientación familiar y se explicitan sus procedimientos constitutivos.
En la elaboración de la estrategia pedagógica de orientación familiar para prevenir las alteraciones del
comportamiento en los niños de infancia preescolar en el proceso educativo en la convivencia familiar se
tuvieron en cuenta las necesidades y potencialidades de la familia para diseñar las acciones de orientación
y los presupuestos teóricos de la concepción.
La corroboración del valor científico-metodológico de la concepción y la estrategia pedagógica
propuesta, se logró con el método criterio de expertos y a su vez permitió su perfeccionamiento, mientras
la efectividad y validez de la estrategia pedagógica se confirmó con su implementación en la práctica
mediante el estudio de casos, cuyo análisis demostró que el perfeccionamiento de la orientación a las
familias estudiadas, posibilitó comprobar que la relación más trascendente que se deriva de la concepción,
es la promoción de un comportamiento socioemocional apropiado en los niños de la infancia preescolar,
desde la función educativa de la familia.
120
RECOMENDACIONES
Al concluir la investigación se considera necesario realizar las recomendaciones siguientes:
Continuar el desarrollo de esta investigación utilizando una muestra de familias de niños de la infancia
temprana (0 a 3 años) de manera que se pueda lograr la prevención del surgimiento de las
manifestaciones de alteraciones del comportamiento y a su vez, perfeccionar la orientación familiar desde
los primeros momentos de la vida en los que se transforma la convivencia como consecuencia de la
llegada de un nuevo ser.
Extender los resultados de la investigación a la modalidad institucional para constatar su validez
teniendo en cuenta las características de los sujetos y de este contexto educativo.
Socializar los resultados obtenidos en la presente investigación en el territorio camagüeyano, con la
finalidad de que los estudien, valoren y validen de acuerdo con las características de las familias y los
niños que atienden.
Incorporar a la formación de los profesionales de la Educación para la Primera Infancia la concepción
pedagógica de orientación familiar elaborada.
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ANEXOS
Anexo 1. Dimensiones e indicadores
Objetivo: Valorar el proceso educativo en la convivencia familiar en función de la prevención de las alteraciones del comportamiento en la infancia preescolar desde la orientación familiar.
La determinación de las dimensiones e indicadores estuvo derivada de la teoría existente consultada y elaborada en el capítulo 1 y demás acápites de la tesis. Para su evaluación se utilizaron como índices de valoración las categorías Bien (B), Regular (R) y Mal (M). Dimensión cognitiva: Se expresa en el conocimiento que posee la familia para prevenir las alteraciones del comportamiento desde el proceso educativo en la convivencia familiar a partir, de las interacciones sociales que se establecen mediante la comunicación en este contexto.
1. Conocimiento de las particularidades del desarrollo del niño en la infancia preescolar. El indicador será evaluado de: Bien: Si conoce entre cinco y siete particularidades del desarrollo de la infancia preescolar. Regular: Si conoce entre tres y cuatro particularidades del desarrollo de la infancia preescolar. Mal: Si conoce dos de las particularidades del desarrollo de la infancia preescolar o menos.
2. Conocimiento acerca de las exigencias de la comunicación que se establece en las interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño en la convivencia.
El indicador será evaluado de: Bien: Si explica las exigencias de la comunicación que se establece en las interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño en la convivencia familiar. Regular: Si explica con alguna dificultad las exigencias de la comunicación que se establece en las interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño en la convivencia familiar. Mal: Si explica con mucha dificultad o no las exigencias de la comunicación que se establece en las interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño en la convivencia familiar.
3. Conocimiento acerca de las causas que dan origen a las alteraciones del comportamiento y de las manifestaciones que pueden presentarse en la infancia preescolar.
El indicador será evaluado de: Bien: Si conoce entre 13 y 14 causas y entre 5 y 7 manifestaciones que dan origen a las alteraciones del comportamiento. Regular: Si conoce entre 10 y 12 causas y entre 3 y 4 manifestaciones que dan origen a las alteraciones del comportamiento. Mal: Si conoce menos de nueve o ninguna de las causas y menos de dos o ninguna manifestación que dan origen a las alteraciones del comportamiento. La dimensión será evaluada de: Bien: Si los tres indicadores son evaluados de B, puede haber uno con R, pero ninguno con M. Regular: Si más de un indicador es evaluado R, puede tener uno de B y uno de M o si los tres indicadores son evaluados de R. Mal: Si dos o más indicadores son evaluados de M. Dimensión actitudinal y procedimental: Se expresa en la concientización de la familia por transformar las interacciones sociales, el proceso educativo en la convivencia familiar y la comunicación para garantizar desde la atención a las vivencias la prevención de las alteraciones del comportamiento.
1. Atención a las particularidades del desarrollo de los niños de infancia preescolar en la proyección y ejecución del proceso educativo en la convivencia familiar.
El indicador será evaluado de: Bien: Si tiene en cuenta en el proceso educativo entre cinco y seis particularidades del desarrollo de los niños de infancia preescolar. Regular: Si tiene en cuenta en el proceso educativo entre tres y cuatro particularidades del desarrollo de los niños de infancia preescolar. Mal: Si tiene en cuenta en el proceso educativo al menos dos o ninguna de las particularidades del desarrollo de los niños de infancia preescolar.
2. Valoración de la pertinencia de la comunicación que se produce en las interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño y su impacto en el desarrollo de este en la convivencia familiar.
El indicador será evaluado de: Bien: Si reflexionan y autorreflexionan siempre sobre la pertinencia de la comunicación que se produce en las interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño y su impacto en el desarrollo del mismo en la convivencia familiar. Regular: Si reflexionan y autorreflexionan en ocasiones sobre pertinencia de la comunicación que se produce en las interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño y su impacto en el desarrollo del mismo en la convivencia familiar. Mal: Si no reflexionan y autorreflexionan sobre la pertinencia de la comunicación que se produce en las interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño y su impacto en el desarrollo del mimo en la convivencia familiar.
3. Empleo de los requerimientos del proceso educativo para prevenir las alteraciones del comportamiento.
El indicador será evaluado de: Bien: Si emplean todos los requerimientos del proceso educativo para prevenir las alteraciones del comportamiento. Regular: Si emplean tres o cuatro requerimientos del proceso educativo para prevenir las alteraciones del comportamiento. Mal: Si emplean dos o menos requerimientos del proceso educativo para prevenir las alteraciones del comportamiento.
4. Tratamiento a las vivencias emocionales del niño como vía para prevenir potenciales alteraciones del comportamiento.
El indicador será evaluado de: Bien: Si siempre brindan tratamiento a las vivencias emocionales del niño como vía para prevenir potenciales alteraciones del comportamiento. Regular: Si brindan solo en ocasiones tratamiento a las vivencias emocionales del niño como vía para prevenir potenciales alteraciones del comportamiento. Mal: Si no brindan tratamiento a las vivencias emocionales del niño como vía para prevenir potenciales alteraciones del comportamiento. La dimensión será evaluada de: Bien: Si los cuatro indicadores son evaluados de B, puede haber uno con R, pero ninguno con M. Regular: Si más de un indicador es evaluado R, puede tener alguno de B y uno de M o si los cuatro indicadores son evaluados de R. Mal: Si dos o más indicadores son evaluados de M.
Anexo 2.
Análisis de documentos y fuentes Objetivo: Obtener información relacionada con el tratamiento que le brindan los agentes educativos a la orientación familiar y especialmente a la prevención de las alteraciones del comportamiento en la infancia preescolar.
Documentos a revisar: Dosificaciones y planeamientos de actividades conjuntas; informes de visitas de los últimos años realizados por el municipio, la provincia y la dirección nacional; folletos ocho y nueve del Programa “Educa a tu Hijo” y Un futuro sin Barreras; Programas de Educación Preescolar del tercer y cuarto ciclo y actas de los colectivos docentes y territoriales. Guía para el análisis de los documentos:
a) Análisis de las frecuencias que se dedican a orientar a la familia la prevención de las alteraciones del comportamiento desde el proceso educativo en la convivencia familiar. b) Calidad de los análisis teórico-práctico-metodológica con que son abordados los diferentes aspectos de la orientación familiar dirigida a la prevención de las alteraciones del comportamiento desde la atención a las vivencias mediante la comunicación en el proceso educativo en convivencia familiar, en estos documentos. c) Tratamiento a los requerimientos del proceso educativo en convivencia familiar atendiendo las particularidades del desarrollo en la infancia preescolar. d) Valoración de los aspectos positivos y negativos constatados para dar seguimiento a las dificultades detectadas en el diagnóstico familiar relacionadas con la prevención de las alteraciones del comportamiento.
Anexo 3. Entrevista a la directora y jefa de ciclo
Objetivo: Obtener información sobre el tratamiento que le brindan los agentes educativos a la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en los colectivos territoriales y actividades conjuntas.
1. Años de experiencia.____ 2. Años de graduada del nivel superior.____ 3. ¿Con qué frecuencia usted visita los colectivos territoriales y las actividades conjuntas? 4. ¿Qué tratamiento sugieren en la orientación familiar a los contenidos relacionados con las alteraciones han sido analizados en estos? 5. ¿Qué orientaciones ofrecen los docentes, en la actividad conjunta, a las familias de los niños que presentan alguna manifestación de alteración del comportamiento? 6. Valore cómo tienen en cuenta en la orientación familiar, las vivencias y la comunicación en el tratamiento a las alteraciones del comportamiento. 7. ¿A su juicio cuál es la causa de la insuficiente orientación de la familia para prevenir las alteraciones del comportamiento? 8. Explique qué tratamiento ofrecen en la orientación familiar a los requerimientos del proceso educativo en convivencia familiar atendiendo las particularidades del desarrollo en la infancia preescolar.
Anexo 4. Encuesta dirigida a los agentes educativos
Estimadas compañeras: Esta encuesta forma parte de un estudio que pretende abordar la problemática de la orientación familiar relacionada con las alteraciones del comportamiento de los niños de cuatro a cinco años que asisten al Programa “Educa a tu Hijo”. Su objetivo es explorar el conocimiento que sobre la temática poseen las ejecutoras. La información es anónima, por ello recabamos su más franca cooperación siendo analítica en sus respuestas para que la misma refleje los problemas reales. Muchas gracias por su colaboración.
1. Años de experiencias en la Educación Preescolar: ____ De 5 a 10 años. ____ De 11 a 15 años. ____ De 16 a 20 años. ____ De 21 a 25 años. ____ De 26 a 30 años. ____ Más de 30 años. 2. Años de experiencias impartiendo el Programa “Educa a tu Hijo”______ 3. Nivel de escolaridad ______________ 4. Título académico _____________________ 5. Diga qué tratamiento ofrece en la orientación familiar a los requerimientos del proceso educativo en
convivencia familiar atendiendo las particularidades del desarrollo en la infancia preescolar. 6. ¿Ha recibido preparación para orientar a las familias la prevención de las alteraciones del comportamiento? ____Sí ____No
a) De ser afirmativa su respuesta diga qué temáticas han sido abordadas. 7. ¿Orienta a las familias cómo prevenir las alteraciones del comportamiento? ____ Sí ____ No De ser afirmativa su respuesta responda: a) ¿Cómo tiene en cuenta en la orientación el tratamiento a las causas y manifestaciones de las alteraciones del comportamiento?
b) Explique el tratamiento a las alteraciones del comportamiento que ofrece a las familias atendiendo a sus potencialidades y necesidades.
c) ¿Considera importante para la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños el tratamiento desde el proceso educativo a las vivencias que perciben mediante la comunicación? ___Si ___No
d) Argumente su respuesta en cada caso. 8. Marque con una equis (x) los momentos que usted considera que pueden aprovecharse para orientar a las familias la prevención de las alteraciones del comportamiento:
a) ____ Conversación individual. b) _____ Reunión. c) ____ Actividad conjunta. d) ____ En todo momento. e) ____ Cuando lo solicitan. f) ____ En la visita al hogar. g) ____Otros: ¿Cuáles?____
Anexo 5. Guía de observación para la actividad conjunta
Se utilizó la guía de criterios de calidad adaptada a la problemática que se estudia. La misma se empleó con el objetivo de valorar la orientación que brindan las ejecutoras a las familias para el tratamiento a las alteraciones del comportamiento de niños de cuatro a cinco años en el proceso educativo en la convivencia familiar. Fecha de la observación: ___________
Primer momento a) Creación de las condiciones necesarias para realizar la actividad:
Conversación con las familias sobre las acciones que realizaron en la convivencia familiar a partir del análisis de: qué hicieron, cómo lo hicieron, qué lograron, qué dudas les surgieron y cómo utilizaron el folleto u otro material bibliográfico. Reflexión e intercambio sobre las posibilidades que tienen las familias como educadores de sus niños y carencias que aún presentan para dar tratamiento a las alteraciones del comportamiento en el proceso educativo en la convivencia familiar desde la atención a las vivencias mediante la comunicación. Valoración acerca del desarrollo que van alcanzando los niños atendiendo a sus particularidades, qué han logrado y qué dificultades presentan todavía para regular su comportamiento. Valoración del cumplimiento de los requerimientos del proceso educativo en la convivencia familiar. b) Orientación familiar sobre qué van hacer y cómo hacerlo: Definición con las familias de las actividades a realizar teniendo en cuenta el tratamiento a las alteraciones del comportamiento en el proceso educativo en la convivencia familiar. Exploración acerca de qué conocen sobre la temática que se aborda. Aclara las dudas relacionadas con algún término. Orientación de qué y cómo darle tratamiento a las manifestaciones de alteraciones del comportamiento del niño desde la atención a las vivencias mediante la comunicación que se establece en las interacciones sociales en el proceso educativo en la convivencia familiar. Acuerdo de las acciones a realizar y cómo hacerlas en el proceso educativo en la convivencia familiar para modificar las manifestaciones de las alteraciones del comportamiento que presenten los niños. Propuesta para que algunas familias muestren o expliquen qué van hacer y cómo hacerlo. Sugerencias de cómo apreciar si alcanzan los resultados que se proponen. Comprobación de la comprensión de las familias acerca de qué hacer, cómo estimular el comportamiento adecuado en sus niños y su proceder ante una actuación negativa de estos realizando valoraciones. Complejidad de las acciones ofrecidas a la familia.
Segundo momento a) Desarrollo de la actividad:
Invitación a las familias para que ejecuten la actividad orientada de manera conjunta con los niños. Estimula la alegría y el interés por la actividad.
Estimulación del surgimiento de iniciativas e ideas creativas en el uso de procedimientos y recursos materiales en el tratamiento a las causas y manifestaciones de las alteraciones del comportamiento. Atención al desempeño de acciones individuales y de conjunto atendiendo las particularidades del desarrollo. Empleo de los requerimientos del proceso educativo. Ofrecimiento de niveles de ayuda a la familia que lo requiera. Sugerencias a las familias para que brinden diferentes tipos de ayuda al niño que lo necesite. Las familias controlaran lo realizado por los niños en la actividad. Utiliza la comunicación para atender las vivencias del niño en el proceso educativo.
Tercer momento a) Valoración de los resultados en función de los objetivos de la actividad.
Reflexión y autorreflexión por la familia de los resultados de la actividad y del nivel de cumplimiento de sus propósitos. Análisis de lo que han logrado mediante la comunicación para darle tratamiento a la prevención de las alteraciones del comportamiento desde la atención a las vivencias y de lo que les falta por lograrlo en cada niño en particular. Reflexión y autorreflexión acerca de cómo la familia emplea los requerimientos del proceso educativo y determinación de la ayuda que necesita para darle tratamiento a las alteraciones del comportamiento desde las particularidades del desarrollo en la convivencia familiar.
b) Orientación familiar sobre la continuidad de las acciones educativas en la convivencia familiar: Estimulación a las familias para que sugieran que otras actividades pueden realizar en el proceso educativo en función de las particularidades del desarrollo de los niños para atender las vivencias mediante la comunicación en la convivencia familiar. Orientación del uso del folleto u otras fuentes bibliográficas, así como la elaboración de materiales para desarrollar las actividades en el proceso educativo en la convivencia familiar y en los próximos encuentros. Promoción de la evaluación de los logros alcanzados por los niños y las familias relacionados con la prevención de las alteraciones del comportamiento desde el tratamiento a las causas y manifestaciones. Propuestas de cómo involucrar a otros miembros de la familia en la realización del proceso educativo atendiendo a sus requerimientos en la convivencia familiar. Sugerencia de tareas preparatorias a realizar en el proceso educativo en la convivencia familiar para la próxima actividad. Reflexión sobre temas de interés para el próximo encuentro.
Anexo 6. Entrevista dirigida a todas las familias de los niños de cuatro a cinco años
atendidos por la modalidad no institucional que constituyen el grupo de estudio Para la entrevista se empleó el instrumento diseñado por el Ministerio de Educación para caracterizar las familias de la primera infancia, la misma fue reducida y contextualizada al objeto de estudio de la investigación. Esta entrevista se emplea con el objetivo de determinar las manifestaciones de alteraciones del comportamiento que presentan los niños y las potencialidades y dificultades de la familia para darle tratamiento en el proceso educativo en la convivencia familiar.
Datos generales: 1. Fecha de la entrevista: ___________________________________ 2. Nombre y apellidos del niño: _____________________________ 3. Sexo: ___ Masculino ____ Femenino 4. Parentesco de la persona que se entrevista (puede marcar hasta 2 personas)
___ madre ___padre __abuela ____abuelo ___ tío ___ tía ___ hermana ___ hermano __ tutor ____ otro familiar o conviviente.
5. ¿Cómo se comporta habitualmente su niño? (puede marcar más de una) Desobediente__ Cambia con frecuencia de actividad__ Voluntarioso __ Es retraído__ Falta de apetito__ Majadero__ Llora para obtener lo que desea__ No comparte juguetes y/o alimentos__ Succiona el pulgar__ Pesadillas__ Miedos (de cualquier tipo) __Se come las uñas__ Duerme con objetos__ Se balancea__ Le pega a otros con frecuencias__ Amistoso__ Conversador__ Comparte juguetes y/o alimentos__ Juega con otros niños__ Es alegre__ Manifiesta falta de afecto __ Se muestra cariñoso en exceso__ Muerde__ Tira los objetos__ Se desvela con frecuencia__ Llora al ponerlo en la cama __ Rechaza los alimentos__ Llora cuando se invita a comer__ Se golpea así mismo__ Se asusta con frecuencia__ Presentan sonambulismo__ Padece terrores nocturnos__ Pataletea__
6. Composición del núcleo familiar.
Parentesco Edad Nivel cultural Ocupación
7. Estado constructivo de la vivienda.
Condiciones constructivas Marcar (X)
Sus condiciones son buenas Sus condiciones son regulares. Sus condiciones son malas
8. ¿Los padres conviven en la misma casa? __ Si __ No 9. ¿Los padres constituyen una pareja? __ Si __ No 10. Con respecto a las relaciones entre los padres:
a) Temporalidad: ___ Sistemáticas ___ Regular ___ Esporádicas ___ Nunca se ven b) Calidad: __ Adecuadas (buenas, afables, de comprensión) __ Inadecuadas (malas, de discusiones, desagradables) __ Inestables (en ocasiones adecuadas y otras veces inadecuadas)
11. ¿Qué forma utiliza para mostrarle afecto al niño? (puedes marcar más de una opción)
__Palabras y gestos de cariños. __Realizando actividades conjuntas de acuerdo a su edad. __Con regalos frecuentes. __Satisfaciendo sus necesidades materiales. __Conversando sobre sus interese y necesidades. 12. ¿Qué hace cuando su niño se porta mal? (puede marcar más de una opción) __Le aplica castigos corporales (golpes físicos) __Lo amenaza __Lo insulta __Le suspende sus derechos y gustos (penitencias) __Lo aconseja 13. ¿Existe unidad de criterio en su hogar para dirigir la educación del niño? __Siempre __A veces __Muy pocas veces __Nunca. 14. Cuando en la convivencia familiar surge algún conflicto entre los familiares conversan para valorarlo: ___Delante del niño ___Esperan a que se duerma __Cuando no está en casa ___No lo valoran 15. Cuando en la convivencia familiar surge algún conflicto conversan para valorarlo y solucionarlo: __Siempre __A veces __Muy pocas veces __Nunca. 16. Marque una de las opciones que expresa cómo es el ambiente afectivo en la convivencia familiar: __Armónico __Indiferente ___Agresivo __Tolerante __No existe 17. ¿Con quién juega el niño? (Puede marcar más de una opción) __Solo __Con otros niño __Con familiares y adultos __Con vecinos adultos 18. ¿Dónde juega el niño? (Puede marcar más de una opción) __En la casa __En la casa de un vecino __En la calle __En el parque __En otro lugar ¿Cuál? ____________ 19. ¿Quién es la persona que con mayor frecuencia realiza actividades con el niño? (Marcar hasta dos respuestas) __La mamá __El papá __El tutor/a __Hermano/a __Abuelo/a __Otro familiar ¿Cuál?_______ 20. ¿Qué actividades realiza el niño con mayor frecuencia? (Marcar hasta tres respuestas) __Realiza juegos infantiles __Observa programas infantiles __Observa programas de adultos __Realiza videos juegos __Dibuja __Pasea __Observa libros de cuentos __Otros ¿Cuáles?__________________________ 21. ¿En qué horario de la noche se acuesta a dormir? __ Entre las 7:00 PM y las 8:00 PM __ Entre las 8:00 PM y las 9:00 PM __ Entre las 9:00 PM y las 10:00 PM __ Después de las 10:00 PM __ No tiene horario fijo para acostarse.
Anexo 7. Instrumento para el autodiagnóstico inicial y final de la familia acerca del
conocimiento que posee para prevenir las alteraciones del comportamiento Objetivo: Comprobar los conocimientos que poseen las familias relacionados con la prevención de las alteraciones del comportamiento en el proceso educativo en la convivencia familiar a partir de la auto evaluación de su función educativa. Para auto diagnosticarse marque con una equis (x) la opción que usted considera que emplea. El estilo que se emplea en la convivencia familiar para educar al niño es: Tolerante____ Democrático y participativo____ Autoritario___ Los miembros de la familia cumplen sus roles en la educación de los niños: Sí ____ No ____ Participan varios miembros de la familia en las actividades conjuntas: Sí ____ No ____ Participan los miembros de la familia en la toma de decisiones de los problemas que los afectan: Sí ____ No ____ Conocen las particularidades del comportamiento de los niños de cuatro a cinco años: Sí ____ No ____ Conocen las causas que dan origen a las alteraciones del comportamiento y sus manifestaciones: Sí ____ No ____ Conocen qué son las vivencias: Sí ____ No ____ Conocen la importancia de atender las vivencias para prevenir las alteraciones del comportamiento: Sí ____ No ____ Tienen en cuenta el tratamiento a las vivencias mediante la comunicación para prevenir las alteraciones del comportamiento: Sí ____ No ____ Al cumplir con su función educativa tiene en cuenta que exista equilibrio entre la información, sus sentimientos y el control y regulación del comportamiento del niño. Sí ____ No ____ Existe en la convivencia familiar respeto a la individualidad de cada miembro, incluyendo al niño: Sí ____ No ____ Existe en la convivencia familiar unidad de criterio al ejercer la influencia educativa con el niño: Sí ____ No ____ Las forma de relación e interacción entre los miembros de la familia son: Adecuadas (de respeto, colaboración, apoyo) ____Inadecuadas (son irrespetuosas, no cooperan ni se apoyan entre sí) ____ Las forma de relación e interacción entre los miembros de la familia y la comunidad son: Adecuadas (de respeto, colaboración, apoyo) ____ Inadecuadas (son irrespetuosas, no cooperan ni se apoyan entre sí) ____ La familia brinda atención a la prevención de las alteraciones del comportamiento de su niño mediante la comunicación: Sí ____ No ____ Los miembros de la familia realizan variadas acciones que propician la modificación del comportamiento del niño teniendo en cuenta los requerimientos del proceso educativo en convivencia familiar: Sí ____ No ____ La familia crea espacio y tiempo para la realización de actividades con el niño dentro y fuera de la convivencia familiar: Sí ____ No ____ Se realizan con el niño valoraciones de situaciones o hechos que propician la modificación de su comportamiento: Sí ____ No ____ Los miembros de la familia buscan soluciones a los problemas que se presentan dentro o fuera de la convivencia familiar: Sí ____ No ____
Anexo 8. Guía de observación para la visita al hogar durante el diagnóstico inicial y final
Objetivo: Determinar las deficiencias y potencialidades de las familias que influyen en la prevención de las alteraciones del comportamiento en el proceso educativo en la convivencia familiar. Observación de las acciones en cuanto a: 1) Relaciones afectivas. Indicadores:
a) Comunicación respetuosa con el niño y entre los miembros de la familia: Sí____ No ____ b) Manifestaciones afectivas con el niño y entre los familiares: positivas__ negativas__ c) Unidad de criterios en las influencias educativas: Sí____ No__ d) Gestualidades que apoyan la comunicación: adecuadas__ inadecuadas__ e) Interés y preocupación por los demás: se interesa __ no se interesa___ f) Interacciones sociales entre los miembros de la familia y otras personas: positivas__ negativas__ g) Aceptan sugerencias y orientaciones sobre la educación de su niño: Sí____ No__ h) Se valora con el niño las situaciones positivas o negativas que ocurren en la convivencia familiar para propiciar que no se conviertan en vivencias traumatizantes o mitigar sus efectos: Sí____ No__ i) Los miembros de la familia reflexionan y autorreflexionan entre sí sobre las situaciones positivas o negativas que ocurren en la convivencia familiar: Sí____ No__ j) La familia se preocupan por evitar que los niños perciban vivencias negativas: Sí____ No__
2) Acciones educativas. Indicadores: a) Observan audiovisuales infantiles atendiendo las particularidades de la edad: Sí____ No__ b) Narraciones y lectura de cuentos infantiles: Sí____ No__ c) Juegos infantiles individuales y colectivos: Sí____ No__ d) Paseos: Sí____ No__ e) Participan todos los miembros de la familia en las acciones educativas y tienen en cuenta los requerimientos del proceso educativo en convivencia familiar: Sí____ No__ ¿Cuáles de ellos participan? f) Valoran con el niño los personajes y situaciones positivas o negativas que ocurren durante las acciones educativas para propiciar que no se conviertan en vivencias traumatizantes o mitigar sus efectos: Sí____ No___ g) Prestan atención mediante la comunicación a las causas y manifestaciones que generan alteraciones del comportamiento en el niño.
3) Cualidades que manifiestan las familias en la convivencia. Indicadores: a) Cooperan en las tareas en la convivencia familiar: Sí____ No__ b) Comparten los objetos: Sí____ No__ c) Son solidarios entre ellos: Sí____ No__ d) Son solidarios con los vecinos: Sí____ No__ e) Se agreden al comunicarse entre ellos: Sí____ No__ f) Agreden a los vecinos cuando se comunican con ellos: Sí____ No__ g) Emplean las normas de comportamiento social entre ellos: Sí____ No__ h) Emplean las normas de comportamiento social con los vecinos: Sí____ No__ i) Reflexionan y auto reflexionan acerca del resultado del proceso educativo en convivencia: Sí____ No__
Recomendaciones realizadas a la familia a propósito de las deficiencias y potencialidades detectadas.
Anexo 9. Encuesta a las familias de los niños con manifestaciones de alteraciones del comportamiento para
el diagnóstico inicial y final Estimados familiares: Esta encuesta forma parte de un estudio que aborda la problemática de la orientación familiar relacionada con las alteraciones del comportamiento en la infancia preescolar. Su objetivo es obtener información acerca de qué orientaciones han recibido para darle tratamiento a dichas alteraciones en el proceso educativo en la convivencia familiar. La información es anónima, por ello recabamos de usted su más franca cooperación siendo analítico en sus respuestas para que la misma refleje los problemas reales. Muchas gracias por su colaboración. Parentesco: a) __mamá b) __papá c) __otros. Si marca el inciso (c) especifique el parentesco_________
1. ¿Le han ofrecido orientaciones acerca del tratamiento que debe darle en el proceso educativo en la convivencia familiar a las alteraciones del comportamiento de los niños? Sí ____ No ____ 2. De ser afirmativa su respuesta marque, con una cruz (x), la frecuencia con la cual le brindan las orientaciones: Siempre ____ Casi siempre ____ Casi nunca ____ Nunca____ 3. ¿Conoce las causas que originan alteraciones del comportamiento en los niños? Sí____ No___ 4. ¿Conoce las manifestaciones de las alteraciones del comportamiento que pueden presentarlos niño? Si___ No___ 5. ¿Considera importante brindar tratamiento a las vivencias del niño para prevenir las alteraciones del comportamiento? Sí____ No___ No sé____ 6. ¿Conoce cómo darle tratamiento a las vivencias del niño para prevenir las alteraciones del comportamiento? Sí____ No___ No sé____ a) Argumente su respuesta si es afirmativa o negativa. 7. ¿Le han explicado cómo darle tratamiento al comportamiento del niño mediante la conversación para prevenir alteraciones del comportamiento? Sí ____ No ____ 8. ¿Conoce qué tratamiento darle en el proceso educativo en la convivencia familiar a su niño si presenta manifestaciones de alteraciones del comportamiento atendiendo a las particularidades de la edad mediante la comunicación? Sí ____ No ____ 9. ¿Le han sugerido aprovechar las interacciones sociales que se establecen en la convivencia familiar para realizar actividades con su niño que mejoren su comportamiento? Sí ____ No ____ 10. ¿Ha tenido la posibilidad de leer bibliografías relacionadas con las alteraciones del comportamiento? Sí ____ No ____ 11. ¿Se siente interesado y satisfecho con los conocimientos relacionados con la prevención de las alteraciones del comportamiento en el proceso educativo en la convivencia familiar? Sí ____ No ____ a) Argumente su respuesta si es afirmativa. 12. ¿Crea usted en la convivencia familiar espacio y tiempo para realizar actividades que propicien la prevención de las alteraciones del comportamiento atendiendo las particularidades del niño y los requerimientos del proceso educativo en convivencia familiar? Sí ____ No ____ 13. ¿Aprovecha las interacciones sociales que se dan dentro y/o fuera de la convivencia familiar para valorar con los niños situaciones o personajes positivos o negativos durante la realización de acciones, juegos y actividades con el propósito de propiciar la prevención de las alteraciones del comportamiento desde el tratamiento a las vivencias? Sí ____ No ____ 14. Si desea agregar alguna información de interés o hacer una solicitud puede hacerlo a continuación.______________________________________
Anexo 10. Resultados obtenidos en el diagnóstico inicial
Tabla 1.Resultados de la dimensión cognitiva en el diagnóstico inicial
Dimensión cognitiva Categoría Final Indicadores B % R % M %
1 1 6,7 4 26,6 10 66,8 M 2 1 6,7 5 33,3 9 60 M 3 2 13,3 5 33,3 8 53,4 M
Figura 1. Estado inicial de la dimensión cognitiva.
Leyenda: indicadores de la dimensión cognitiva: 1. Conocimiento de las particularidades del desarrollo de la infancia preescolar. 2. Conocimiento acerca de las exigencias de la comunicación que se establece en las interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño en la convivencia. 3. Conocimiento acerca de las causas que dan origen a las alteraciones del comportamiento y de las manifestaciones que pueden presentarse en la infancia preescolar.
Tabla 2. Resultados de la dimensión actitudinal y procedimental en el diagnóstico inicial
Figura 2. Estado inicial de la dimensión actitudinal y procedimental. Leyenda: indicadores de la dimensión actitudinal y procedimental: 1. Atención a las particularidades del desarrollo de los niños de infancia preescolar en la proyección y ejecución del proceso educativo en la convivencia familiar. 2. Valoración de la pertinencia de la comunicación que se produce en las interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño y su impacto en el desarrollo del niño en la convivencia familiar. 3. Empleo de los requerimientos del proceso educativo para prevenir las alteraciones del comportamiento. 4. Tratamiento a las vivencias emocionales del niño como vía para prevenir potenciales alteraciones del comportamiento.
Dimensión actitudinal y procedimental Categoría Final Indicadores B % R % M %
1 1 6,7 2 13,3 12 80 M 2 1 6,7 1 6,7 13 86,6 M 3 15 100 M 4 15 100 M
Tabla 3. Resultados de las dimensiones en el diagnóstico inicial
Figura 3. Resultados de las dimensiones en el diagnóstico inicial.
No.
Dimensiones
Indicadores
Categoría Final
1 2 3 4
B R M B R M B R M B R M B R M
1 Cognitiva
X X X X
2 Actitudinal y procedimental
X X X X X
Anexo 11. Cuestionario para la determinación de los expertos
Colega: En estos momentos estamos desarrollando una investigación relacionada con la prevención de las alteraciones del comportamiento en la infancia preescolar. Este instrumento tiene como objetivo determinar los expertos teniendo en cuenta su auto evaluación del dominio teórico - práctico acerca de la orientación familiar dirigida a la prevención de las alteraciones del comportamiento en la infancia preescolar. Agradecemos su colaboración. Datos generales: Nombre y apellidos:__________________________________________ Especialidad:_______________________________________________ Subsistema en el que se desempeña:___________________________ Centro de trabajo:___________________________________________ Grados impartidos: __________________________________________ Responsabilidad que desempeña:______________________________ Tiempo de graduado: ___________ Años de servicio en la docencia: _____________ Años de servicio en la Educación Superior___________ ¿Ha realizado investigación? Sí____ No____ ¿Ha realizado investigación en la temática? Sí____ No____ Categoría docente: Instructor____ Asistente____ Auxiliar____ Profesor titular____ Doctor___ MSc___ 1.- ¿Posee conocimientos sobre la orientación familiar para prevenir las alteraciones del comportamiento en la Educación Preescolar? Marque con una (x) en la escala teniendo en cuenta que mientras más se aproxime a la última celda, más conocimiento tiene sobre la problemática propuesta. 0___ 1___ 2___ 3___ 4___ 5___ 6___ 7___ 8___ 9___ 10___ 2.- ¿Cuál de las siguientes fuentes es la que más ha contribuido en su preparación o formación en la temática y en qué nivel? Marque con una (x) en el nivel que considera se encuentra.
No. Fuentes de argumentación Alto Medio Bajo
1.- Análisis teóricos realizados por usted 2.- Su propia experiencia obtenida 3.- Revisión bibliográfica de autores extranjeros 4.- Revisión bibliográfica de autores nacionales 5.- Conocimiento sobre el problema 6.- Intuición sobre la temática
Anexo 12. Coeficiente de conocimiento de los expertos
Tabla 4. Resultado del coeficiente de conocimiento de los expertos
No. Kc Ka K
1 0,8 0,8 0,8 2 0,7 0,9 0,8 3 0,8 0,8 0,8 4 0,8 0,7 0,75 5 0,9 0,9 0,9 6 0,9 1,0 0,95 7 0,7 0,9 0,8 8 0,8 0,9 0,85 9 0,8 0,7 0,75
10 0,9 0,9 0,9 11 0,7 0,9 0,8 12 0,7 0,8 0,75 13 0,7 0,8 0,75 14 0,8 0,7 0,75 15 0,8 0,9 0,85 16 0,9 0,9 0,9 17 0,8 0,7 0,75 18 0,7 0,9 0,8 19 0,8 0,7 0,75 20 0,9 0,9 0,9 21 0,9 0,9 0,9 22 0,8 0,8 0,8 23 0,8 0,9 0,85 24 0,8 0,9 0,85 25 0,7 0,8 0,75 26 0,8 0,7 0,75 27 0,8 0,9 0,85 28 0,7 0,8 0,75 29 0,9 0,9 0,9 30 0,8 0,9 0,85
Anexo 13. Cuestionario para la valoración de la concepción pedagógica
y la estrategia por los expertos
Objetivo: Evaluar la pertinencia de la concepción y la estrategia para perfeccionar la propuesta, teniendo en cuenta los análisis críticos y las recomendaciones. Estimado colega: Por sus experiencias y conocimientos acerca de la orientación familiar para prevenir las alteraciones del comportamiento en la infancia preescolar, fue seleccionado como experto en la investigación que se desarrolla sobre esta temática. 1) Para evaluar la estructura de la concepción y las etapas de la estrategia, marque con una equis (X) según entienda teniendo en cuenta la leyenda siguiente: C1- Inadecuado; C2- Poco adecuado; C3- Adecuado; C4- Bastante adecuado y C5- Muy adecuado.
No Aspectos a evaluar C 1 C 2 C 3 C 4
1 Presupuestos teóricos que sustentan la concepción pedagógica. 2 Componente teorización de la orientación familiar para la prevención
de las alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar.
3 Componente instrumentación metodológica de la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar.
4 Relaciones esenciales de la concepción pedagógica. 5 Correspondencia entre la concepción y la estrategia. 6 Estructura de la estrategia pedagógica. 7 Requerimientos para la implementación de la estrategia pedagógica. 8 Concreción de los procedimientos del método a través de la
estrategia pedagógica.
2) Teniendo en consideración los números asignados a cada aspecto en la tabla anterior, exprese su criterio sobre qué incluiría, modificaría o quitaría en cada uno de ellos.
ASPECTOS INCLUIRÍA MODIFICARÍA QUITARÍA
1 2 3 4 5 6 7 8
Anexo 14
Resultados de la valoración de la concepción pedagógico y la estrategia según criterio de expertos
Tabla 5. Resultados de la valoración según criterio de expertos
No. Aspectos C1 C2 C3 C4 C5 Total
1 Presupuestos teóricos que sustentan la concepción pedagógica.
10 11 5 3 1 30
2 Componente teorización de la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar.
18 9 2 1 0 30
3 Componente instrumentación metodológica de la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar en la convivencia familiar.
15 10 3 2 0 30
4 Relaciones esenciales de la concepción pedagógica. 12 12 3 3 0 30 5 Correspondencia entre la concepción y la estrategia. 10 11 4 4 1 30 6 Estructura de la estrategia pedagógica. 18 8 2 2 0 30 7 Requerimientos para la implementación de la estrategia
pedagógica. 20 7 1 1 1 30
8 Concreción de los procedimientos del método a través de la estrategia pedagógica.
20 7 1 1 1 30
Tabla 6. Matriz de valores de abscisas.
Leyenda: Los aspectos cuatro primeros aspectos corresponden a la concepción pedagógica y el resto a la estrategia. C1- Inadecuado; C2- Poco adecuado; C3- Adecuado y C4- Muy adecuado.
No Aspectos C1 C2 C3 C4 Suma P N-P
1. Presupuestos teóricos que sustentan la concepción pedagógica.
-0,43 0,52 1,11 1,83 3,03 0,75 0,30
2. Componente teorización sobre la orientación familiar de infancia preescolar. 0,25 1,28 1,83 3,71 7,08 1,77 -0,71
3. Componente instrumentación metodológica de la orientación familiar de infancia preescolar.
0,00 0,96 1,50 3,71 6,18 1,54 -0,48
4. Relaciones esenciales de la concepción. -0,25 0,84 1,28 3,71 5,58 1,39 -0,33
5. Correspondencia entre la concepción y la estrategia.
-0,43 0,52 0,96 1,83 2,89 0,72 0,33
6. Estructura de la estrategia. 0,25 1,11 1,50 3,71 6,58 1,64 -0,58
7. Requerimientos para la implementación de la estrategia.
0,43 1,28 1,50 1,83 5,04 1,26 -0,44
8. Factibilidad de la concreción de las acciones de la estrategia pedagógica.
0,16 0,62 1,50 3,71 6,01 1,50 -0,44
Suma -0,009 7,15 11,19 24,09 42,44 Puntos de corte -0,001 0,89 1,3998 3,01
Anexo 15.
Representación de las relaciones que devienen en la concepción pedagógica de orientación familiar para prevenir alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar.
Figura 4: Esquema de las relaciones que devienen de la concepción pedagógica.
P r o y e c c i ó n d e l a o r i e n t a c i ó n
f a m i li a r p a r a l a p r e v e n c i ó n d e l a s
a l t e r a c i o n e s d e l c o m p o r t a m i e n t o
e n n i ñ o s d e i n f a n c i a p r e e s c o l a r
e n l a c o n v i v e n c i a f a m i l i a r
C o n c r e c i ó n d e l a o r i e n t a c i ó n
f a m i li a r p a r a l a p r e v e n c i ó n d e l a s
a l t e r a c i o n e s d e l c o m p o r t a m i e n t o
e n n i ñ o s d e i n f a n c i a p r e e s c o l a r
e n l a c o n v i v e n c i a f a m i l i a r
V a l o r a c i ó n d e l a o r i e n t a c i ó n
f a m i li a r p a r a l a p r e v e n c i ó n d e l a s
a l t e r a c i o n e s d e l c o m p o r t a m i e n t o
e n n i ñ o s d e i n f a n c i a p r e e s c o l a r
e n l a c o n v i v e n c i a f a m i li a r
C o n t e x t u a l i z a c i ó n d e l o s p r i n c i p i o s
d e l a o r i e n t a c i ó n f a m il i a r p a r a l a
p r e v e n c i ó n d e l a s a l t e r a c i o n e s d e l
c o m p o r t a m i e n t o e n n i ñ o s d e
i n f a n c i a p r e e s c o l a r e n l a
c o n v i v e n c i a f a m i li a r
R e f o r m u l a c i ó n d e c a t e g o r í a s p a r a
l a o r i e n t a c i ó n f a m i li a r
d e n i ñ o s d e l a i n f a n c i a
p r e e s c o l a r e n l a
c o n v i v e n c i a f a m i li a r
D e t e r m i n a c i ó n d e l o s p o s t u l a d o s d e
l a o r i e n t a c i ó n f a m i li a r p a r a l a
p r e v e n c i ó n d e l a s a l t e r a c i o n e s d e l
c o m p o r t a m i e n t o e n n i ñ o s d e
i n f a n c i a p r e e s c o l a r e n l a
c o n v i v e n c i a f a m i li a r
C o n c e p c i ó n p e d a g ó g i c a d e o r i e n t a c i ó n f a m i l i a r p a r a p r e v e n i r l a s a l t e r a c i o n e s d e l
c o m p o r t a m i e n t o e n n i ñ o s d e i n f a n c i a p r e e s c o l a r e n l a c o n v i v e n c i a f a m i l i a r
T e o r i z a c i ó n d e l a o r i e n t a c i ó n
f a m i li a r p a r a l a p r e v e n c i ó n d e l a s
a l t e r a c i o n e s d e l c o m p o r t a m i e n t o
e n n i ñ o s d e i n f a n c i a p r e e s c o l a r
I n s t r u m e n t a c i ó n m e t o d o l ó g i c a d e
l a o r i e n t a c i ó n f a m i li a r p a r a l a
p r e v e n c i ó n d e l a s a l t e r a c i o n e s d e l
c o m p o r t a m i e n t o e n n i ñ o s d e
i n f a n c i a p r e e s c o l a r
L a p r o m o c i ó n d e u n c o m p o r t a m i e n t o s o c i o e m o c i o n a l a p r o p i a d o
e n l a i n f a n c i a p r e e s c o l a r , d e s d e l a f u n c i ó n e d u c a t i v a d e l a f a m i l i a
Anexo 16.
Dosificación de las actividades metodológicas desarrolladas en la estrategia pedagógica Actividades metodológicas impartidas en el primer momento de la segunda fase de la estrategia pedagógica: Taller 1: Tema: Las alteraciones del comportamiento en la infancia preescolar. Objetivo: Intercambiar con los agentes educativos sobre las alteraciones del comportamiento en la infancia preescolar, causas que las originan y manifestaciones que pueden presentarse. Taller 2: Tema: Particularidades de la comunicación y las vivencias en la infancia preescolar. Su influencia en el surgimiento de alteraciones del comportamiento en la infancia preescolar. Objetivo: Debatir con los agentes educativos sobre las particularidades de la comunicación y las vivencias en la infancia preescolar y su influencia en el surgimiento de alteraciones del comportamiento. Taller 3: Tema: Organización de la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de cuatro a cinco años desde el tratamiento a las vivencias en el proceso educativo en convivencia familiar. Objetivo: Intercambiar con los agentes educativos sobre los elementos que condicionan la planificación de la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de cuatro a cinco años desde el tratamiento a las vivencias en el proceso educativo en convivencia familiar. Actividades metodológicas impartidas en el segundo momento de la segunda fase de la estrategia pedagógica: Taller 4: Tema: Rediseño de las acciones de orientación previstas a partir de los conocimientos teóricos adquiridos para la prevención de las alteraciones del comportamiento. Objetivo: Rediseñar las acciones de orientación a la familia para la prevención de las alteraciones del comportamiento partiendo de la valoración de la dosificación prevista y de los conocimientos teóricos adquiridos. Actividad demostrativa: La orientación familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños de infancia preescolar desde el tratamiento a las vivencias en el proceso educativo en convivencia familiar. Objetivo: Demostrar a los agentes educativos la realización de la orientación a la familia para la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de infancia preescolar desde el tratamiento a las vivencias en el proceso educativo en convivencia familiar. Taller 5: Tema: Planificación de la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de cuatro a cinco años desde el tratamiento a las vivencias en el proceso educativo en convivencia familiar. Objetivo: Planificar la orientación familiar para la prevención de las alteraciones del comportamiento en niños de cuatro a cinco años desde el tratamiento a las vivencias en el proceso educativo en convivencia familiar.
Anexo 17. Dosificación de los contenidos para las actividades conjuntas integrados a los del programa de
educación del tercer ciclo y al folleto ocho.
Contenido del programa
Contenido de la estrategia
Objetivo integrado
Realización de juegos de movimientos. Desarrollo de la voz cantando la canción “Vinagrito”. Creación con la técnica del dibujo.
Establecimiento de la comunicación afectiva durante los juegos infantiles.
Demostrar a la familia que el establecimiento de una comunicación afectiva durante la realización de juegos infantiles: “El gato y el ratón” propicia la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños, así como el desarrollo de la voz cantando la canción titulada “Vinagrito” y la creación con la técnica del dibujo.
Narración de cuentos infantiles. Carrera libre por
diferentes planos y direcciones. Creación con la
técnica del modelado.
Establecimiento de la comunicación afectiva durante la narración de cuentos infantiles.
Demostrar a la familia que el establecimiento de una comunicación afectiva durante la narración de cuentos infantiles propicia la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños, así como la carrera libre por diferentes planos y direcciones y la creación con la técnica del modelado.
Conversación sobre visionados infantiles. Desplazamiento
hacia diferentes direcciones en cuadrupedia. Creación con la
técnica del dibujo.
Establecimiento de la comunicación afectiva durante la observación de visionados infantiles.
Demostrar a la familia que el establecimiento de una comunicación afectiva durante la observación del visionado infantil “El cachorrito de Coco” propicia la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños, así como el desplazamiento hacia diferentes direcciones en cuadrupedia y la creación con la técnica del dibujo.
Conversación sobre la necesidad de cuidar y proteger las flores. Agrupación de flores por su tamaño y color. Caminar sobre tabla inclinada.
Establecimiento de la comunicación afectiva durante los paseos.
Demostrar a la familia que el establecimiento de una comunicación afectiva durante los paseos propicia la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños, que conozcan la necesidad de cuidar y proteger las flores y que las agrupen por su tamaño y color mientras caminan sobre una tabla inclinada.
Anexo 18. Acciones realizadas con las familias
Acción No. 1. Circulación de mensajes educativos. Objetivo: Brindar a las familias mensajes que propicien su sensibilización con la temática mediante tarjetas, tirillas, murales y pancartas. Ejecuta la acción: La ejecutora y los integrantes del grupo coordinador. Acción No. 2. Charla educativa No. 1. Tema: Las características del comportamiento de los niños de cuatro a cinco años. Objetivo: Intercambiar con las familias sobre las características del comportamiento de los niños de cuatro a cinco años. Ejecuta la acción: La psicopedagoga de la escuela. Acción No. 3. Circulación del folleto “Comunicación y amor: una vía para prevenir alteraciones del comportamiento.” Objetivo: Dotar a la familia de conocimientos sobre las alteraciones del comportamiento y su prevención. Ejecuta la acción: La psicopedagoga de la escuela y la investigadora. Acción No. 4. Charla educativa No. 2. Tema: El cuerpo jurídico legal constituido a partir de las políticas relacionadas con las familias y los niños. Objetivo: Intercambiar con las familias sobre el cuerpo jurídico legal constituido a partir de las políticas relacionadas con las familias y los niños. Ejecuta la acción: El representante del CAM en el grupo coordinador. Acción No. 5. Charla educativa No. 3. Tema: El cumplimiento del cuerpo jurídico legal garantiza la prevención de hechos delictivos. Objetivo: Intercambiar con las familias, de mayores dificultades, sobre la importancia del cumplimiento del cuerpo jurídico legal en la prevención de hechos delictivos. Ejecuta la acción: El representante del CAM en el sector de la PNR. Acción No. 6. Charla educativa No. 4. Tema: Las alteraciones del comportamiento en los niños de cuatro a cinco años. Objetivo: Intercambiar con las familias sobre las alteraciones del comportamiento (Timidez e hiperactividad.), las causas que las originan y las manifestaciones que presentan los niños de cuatro a cinco años. Ejecuta la acción: La investigadora. Acción No. 7. Charla educativa No. 5. Tema: Las alteraciones del comportamiento en los niños de cuatro a cinco años. Objetivo: Intercambiar con las familias sobre las alteraciones del comportamiento (agresividad y alteraciones del sueño), las causas que las originan y las manifestaciones que presentan los niños de cuatro a cinco años. Ejecuta la acción: La investigadora. Acción No. 8. Charla educativa No. 6. Tema: Las alteraciones del comportamiento en los niños de cuatro a cinco años. Objetivo: Intercambiar con las familias sobre las alteraciones del comportamiento (alimentación y perretas), las causas que las originan y las manifestaciones que presentan los niños de cuatro a cinco años. Ejecuta la acción: La investigadora. Acción No. 9. Charla educativa No. 7. Tema: Las alteraciones del comportamiento en los niños de cuatro a cinco años (egoísmo y llanto).
Objetivo: Intercambiar con las familias sobre el egoísmo y el llanto, las causas que las originan y las manifestaciones que presentan los niños de cuatro a cinco años. Ejecuta la acción: La investigadora. Acción No. 10. Charla educativa No. 8. Tema: Las alteraciones del comportamiento en los niños de cuatro a cinco años (control de esfínteres y manipulación). Objetivo: Intercambiar con las familias sobre las alteraciones del comportamiento control de esfínteres y manipulación, las causas que las originan y las manifestaciones que presentan los niños de cuatro a cinco años. Ejecuta la acción: La investigadora. Acción No. 11. Charla educativa No. 9. Tema: Importancia de la vivencia para la prevención de las alteraciones del comportamiento. Objetivo: Intercambiar con las familias sobre la importancia de la vivencia en la prevención de las alteraciones del comportamiento. Ejecuta la acción: La investigadora y la psicóloga del área de salud. Acción No. 12. Charla educativa No. 10. Tema: Importancia de la vivencia para la prevención de las alteraciones del comportamiento. Objetivo: Intercambiar con las familias sobre las clasificaciones y funciones de la vivencia en la prevención de las alteraciones del comportamiento. Ejecuta la acción: La investigadora y la psicóloga del área de salud. Acción No. 13. Charla educativa No. 11. Tema: La importancia de la comunicación afectiva entre los niños de cuatro a cinco años y sus familias y su influencia en la prevención de alteraciones del comportamiento. Objetivo: Intercambiar con las familias sobre la importancia de la comunicación afectiva entre los niños de cuatro a cinco años y sus familias y su influencia en la prevención de alteraciones del comportamiento. Ejecuta la acción: La psicopedagoga, familiar de la unidad de análisis tres. Acción No. 14. Charla educativa No. 12. Tema: La importancia de los componentes estructurales y funciones de la comunicación en la prevención de alteraciones del comportamiento. Objetivo: Intercambiar con las familias sobre la importancia de los componentes estructurales y funciones de la comunicación en la prevención de alteraciones del comportamiento. Ejecuta la acción: La investigadora y la representante del CDO en el grupo coordinador. Acción No. 15. Charla educativa No. 13. Tema: Importancia de desarrollar un proceso educativo de óptima calidad en la convivencia familiar. Objetivo: Intercambiar con las familias sobre la importancia del desarrollo de un proceso educativo de óptima calidad en la convivencia familiar que garantice la prevención de alteraciones del comportamiento. Ejecuta la acción: Una abuela jubilada, Licenciada en Educación Preescolar. Acción No. 16. Actividad conjunta No. 1. Tema La prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños mediante la comunicación en los juegos infantiles. Objetivo: Demostrar a la familia que el establecimiento de una comunicación afectiva adecuada durante la realización de juegos infantiles: “El gato y el ratón” propicia la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños, así como el desarrollo de la voz cantando la canción titulada “Vinagrito” y la creación con la técnica del dibujo. Ejecuta la acción: La ejecuta. Acción No. 17. Actividad conjunta No. 2.
Tema: La prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños mediante la comunicación durante la narración de cuentos infantiles. Objetivo: Demostrar a la familia que el establecimiento de una comunicación afectiva adecuada durante la narración de cuentos infantiles propicia la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños, así como la carrera libre por diferentes planos y direcciones mientras juegan y la creación con la técnica del modelado. Ejecuta la acción: La ejecuta. Acción No. 18. Actividad conjunta No. 3. Tema: La prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños durante la observación de visionados infantiles mediante la comunicación. Objetivo: Demostrar a la familia que el establecimiento de una comunicación afectiva adecuada durante la observación de dibujos animados “El cachorrito de Coco” propicia la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños, así como el desplazamiento hacia diferentes direcciones en cuadrupedia y la creación con la técnica del dibujo. Ejecuta la acción: La ejecuta. Acción No. 19. Actividad conjunta No. 4. Tema: La prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños mediante la comunicación durante los paseos. Objetivo: Demostrar a la familia que el establecimiento de una comunicación afectiva adecuada durante los paseos propicia la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños, al caminar sobre una tabla inclinada, que conozcan la necesidad de cuidar y proteger las plantas y que agrupen sus flores por su tamaño y color. Ejecuta la acción: La ejecuta. Acción No. 20.Taller de evaluación final. Tema: Evaluación de la orientación alcanzada por la familia para prevenir las alteraciones del comportamiento en los niños de cuatro a cinco años. Objetivo: Evaluar la orientación alcanzada por la familia para la prevención de las alteraciones del comportamiento en los niños de cuatro a cinco años. Ejecuta la acción: La investigadora.
Anexo 19.
Guía de observación a las actividades conjuntas para el estudio de casos Objetivo: Comprobar el impacto de la orientación familiar para prevenir las alteraciones del comportamiento en las actividades conjuntas. Primer momento.
1. Presentación por parte de la familia de lo realizado en la convivencia familiar en relación con la prevención de las alteraciones del comportamiento. Logros. Deficiencias. Inquietudes. Experiencias vividas. Posibles sugerencias. 2. Orientación a la familia de las actividades a realizar atendiendo a las características de sus niños y del tratamiento a la significación de las vivencias mediante la comunicación, para prevenir las alteraciones del comportamiento desde el cumplimiento de los requerimientos del proceso educativo en la convivencia familiar. 3. Comprobación de la comprensión de la familia acerca de qué va hacer y cómo va a proceder con el niño.
Segundo momento. 1. Invitación a las familias para que ejecuten la actividad orientada de manera conjunta con los niños. 2. Estimulación de la alegría, el interés por la actividad y del surgimiento de iniciativas e ideas creativas en el uso de procedimientos y recursos materiales en el tratamiento a las causas y manifestaciones de las alteraciones del comportamiento. 3. Atención al desempeño de acciones individuales y de conjunto atendiendo las particularidades del desarrollo. 4. Empleo de los requerimientos del proceso educativo. 5. Ofrecimiento de niveles de ayuda a la familia que lo requiera. 6. Sugerencias a las familias para que brinden diferentes tipos de ayuda al niño que lo necesite. 7. Las familias controlaran lo realizado por los niños en la actividad. 8. Utiliza la comunicación para atender las vivencias del niño en el proceso educativo.
Tercer momento. 1. Reflexión y autorreflexión con la familia de la calidad e importancia de la actividad realizada para prevenir la alteración del comportamiento en el proceso educativo en la convivencia familiar. 2. Reflexión y autorreflexión acerca de cómo la familia emplea los requerimientos del proceso educativo y determinación de la ayuda que necesita para darle tratamiento a las alteraciones del comportamiento desde las particularidades del desarrollo en la convivencia familiar. 3. Orientación a la familia de otras acciones que puede realizar para prevenir alteraciones del comportamiento en el proceso educativo aprovechando los medios y recursos que tienen a su alcance en la convivencia familiar y en la comunidad. 4. Utilización de la comunicación como mediador en el tratamiento alas vivencias para prevenir las alteraciones del comportamiento en el proceso educativo en la convivencia familiar. 5. Comprobación de la comprensión de la familia sobre el contenido tratado.
Anexo 20. Registro de autoevaluación familiar de los resultados de su
desempeño en la conducción del proceso educativo para la prevención de las alteraciones del comportamiento en la convivencia familiar
Estimada familia: En sus manos ponemos este instrumento que le permitirá auto evaluar su desempeño en el proceso educativo en la convivencia familiar, con él podrá determinar sus dificultades y potencialidades para prevenir las alteraciones del comportamiento en su niño. El mismo tiene como objetivo que la familia auto valore su desempeño para la prevención de las alteraciones del comportamiento en el proceso educativo desde las interacciones sociales que se establecen mediante la comunicación en la convivencia familiar. Para evaluar los indicadores deberá emplear los índices valorativos de bien (B), regular (R) y mal (M), para ello marcará en la línea que usted desee con una equis (x). Ejemplo: La asistencia de la familia a la actividad conjunta propicia la asimilación de las orientaciones que imparte la ejecutora: B__x__ R_____ M_____ Indicadores:
1. Calidad de las relaciones afectivas adulto – niño y niño – niño durante las interacciones sociales que se establecen mediante la comunicación en el proceso educativo en la convivencia familiar: B____ R_____ M_____ 2. Calidad de la comunicación entre los miembros de la familia y el niño: B____ R_____ M_____ 3. Realización de valoraciones con el niño sobre actividades, juegos, paseos, videos o situaciones vivenciadas positivas o negativas: B____ R_____ M_____ 4. Estimulación de las acciones y manifestaciones positivas del niño por muy sencillas que sean: B____ R_____ M_____ 5. Disfrute del niño en las acciones educativas que realiza con la familia: B____ R_____ M_____ 6. Disposición de la familia para realizar las acciones educativas dentro y fuera de la convivencia familiar teniendo en cuenta los requerimientos del proceso educativo: B____ R_____ M_____ 7. Cumplimiento de las normas de comportamiento establecidas: B____ R_____ M_____ 8. Potenciación con el ejemplo familiar para la transformación de los modos de actuación del niño: B____ R_____ M_____ 9. Atención a las particularidades del desarrollo del niño en el proceso educativo en la convivencia familiar en función de prevenir las alteraciones del comportamiento: B____ R_____ M_____ 10. Identificación de las manifestaciones que caracterizan las alteraciones del comportamiento durante el proceso educativo en la convivencia familiar: B____ R_____ M_____ 11. Atención a la significación que el niño le otorga a los objetos y situaciones vivenciadas en función de prevenir las alteraciones del comportamiento: B____ R_____ M_____ 12. Incorporación de los miembros de la familia en el desarrollo del proceso educativo en la convivencia familiar en función de prevenir las alteraciones del comportamiento: B____ R_____ M_____ 13. Empleo de la comunicación en función de prevenir las alteraciones del comportamiento desde el proceso educativo en la convivencia familiar: B____ R_____ M_____
Anexo 21. Resultados del diagnóstico final.
Tabla 7. Resultados de la dimensión cognitiva en el diagnóstico final.
Dimensión cognitiva
Indicadores
Unidades de análisis
Familia 1 Familia 2 Familia 3 Total %
B R M B R M B R M B R M B R M
1
X
X
X
3
100
2
X
X
X
3
100
3
X
X
X
3
100
Figura 5. Resultados de la dimensión cognitiva en el diagnóstico final
Leyenda: indicadores de la dimensión cognitiva:
1. Conocimiento de las particularidades del desarrollo de los niños en la infancia preescolar. 2. Conocimiento acerca de las exigencias de la comunicación que se establece en las interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño en la convivencia. 3. Conocimiento acerca de las causas que dan origen a las alteraciones del comportamiento y de las manifestaciones que pueden presentarse en la infancia preescolar.
Tabla 8. Resultados de la dimensión actitudinal y procedimental en el diagnóstico final
Indicadores
Unidades de análisis
Familia 1 Familia 2 Familia 3 Total %
B R M B R M B R M B R M B R M
1 X
X
X
2
1
66,7
33,3
2 X
X
X
3
100
3 X
X
X
3
100
4 X
X
X
3
100
Figura 6.Resultados de la dimensión actitudinal y procedimental en el diagnóstico final Leyenda: indicadores de la dimensión actitudinal y procedimental:
1. Atención a las particularidades del desarrollo de los niños de infancia preescolar en la proyección y ejecución del proceso educativo en la convivencia familiar. 2. Valoración de la pertinencia de la comunicación que se produce en las interacciones sociales entre los miembros de la familia y el niño y su impacto en el desarrollo del niño en la convivencia familiar. 3. Empleo de los requerimientos del proceso educativo para prevenir las alteraciones del comportamiento. 4. Tratamiento a las vivencias emocionales del niño como vía para prevenir potenciales alteraciones del comportamiento.
Tabla 9. Resultados de las dimensiones en el diagnóstico final
Dimensiones
Unidades de análisis
Familia 1 Familia 2 Familia 3 Total %
B R M B R M B R M B R M B R M
Cognitiva X
X
X
3
100
Actitudinal y procedimental
X
X
X
3
100
Figura 7.Resultados de las dimensiones en el diagnóstico final
NOTAS Y REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1 Entre los documentos que regulan la educación, cuidado y protección de los menores se encuentran la Constitución de la República de Cuba (1976), la Plataforma Programática del Partido Comunista de Cuba (1975), las tesis sobre la política en la Educación, la Ciencia y la Cultura General (1976); Ley No. 1289 que pone en vigor el código de la familia (1975); Código de la Niñez y la Juventud que establece la Ley No. 16 (1978); el Decreto Ley 76 sobre la adopción, hogares de menores y familias sustitutas (1984) y la Convención de los Derechos del Niño (1989).
2 Familiares, ejecutoras y promotoras.
3 Los proyectos son: Resultados del proyecto de investigación estrategia teórico metodológica de preparación a los maestros de la escuela de conducta para asumir el trabajo correctivo compensatorio de Peña, G. R.; Ynerarity, O, Sampayo, I. C.; Luaces, Y, Orozco. J. L.; Villegas, S.; Rodríguez, M. C.; Sánchez, D.; et al. (2013), resultados del proyecto dimensión y desarrollo de la comunicación en la Primera Infancia de Cuenca, M.; Moreno, V.; Rodríguez, A. M.; Gómez, A. C.; Del Risco, R. M.; Núñez, A. M.; Vega, G.; Guerra, L. et al. (2015) y resultados del proyecto capacitación sobre el perfeccionamiento del currículo de la Primera Infancia de Cuenca, M.; Moreno, V.; Rodríguez, A. M.; Sampayo, I. C.; Del Risco, R. M.; Núñez, A. M.; Vega, G.; Guerra, L. et al. (2015).
4 Actualmente en el ámbito internacional el término que se emplea para denominar el período ontogenético comprendido entre cero y seis años es primera infancia por ello, como parte del perfeccionamiento del currículo de esta enseñanza se determinó sustituirlo por el de educación preescolar que se había empleado tradicionalmente.
5 Estudios realizados por la autora en opción al título académico de Máster en Ciencias de la Educación. mención Educación Preescolar (Sampayo, I. C. 2008), en el proyecto de investigación Estrategia teórico metodológica de preparación a los maestros de la escuela de conducta para asumir el trabajo correctivo compensatorio (Peña, G. R. 2013); en la asesoría a trabajos científicos estudiantiles: Ballagas, I. (2008); Arias, Y. (2011); Estrada, Y. (2012); García, Y. (2013); Lezcano, G. (2014); Martínez, Y. (2014) y tesis de maestría Marcos, M. M. (2009); Hernández, N. S. (2010); Fonseca, I. (2011) realizadas en el territorio camagüeyano.
6 Se reconoce como agentes educativos las ejecutores, promotores, familiares y docentes y como agencias educativas los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Instituto Nacional de Deporte y Recreación (INDER), Cultura, Educación, Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), Prensa, Salud, entre otros.
7 Con este término, ocurre lo mismo que se explicó en la nota tres, en el ámbito internacional en la actualidad, el vocablo que se emplea para denominar el período ontogenético comprendido entre tres y seis años es infancia preescolar por ello como parte del perfeccionamiento del currículo para esta enseñanza se determinó sustituirlo por el de edad preescolar que se había empleado tradicionalmente.
8Por esta razón, en la Asamblea Fundacional de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), el 23 de agosto de 1960, Fidel propone la creación de instituciones infantiles con el propósito de garantizar el cuidado y la
educación integral de los niños de las trabajadoras, a los que se les da el nombre de círculos infantiles, otorgándole esta bella misión a la naciente organización (Siverio, A. M. 2006, p.7). Con el propósito de dar respuesta a esta necesidad es creada en 1960, la Dirección Nacional de Círculos Infantiles, institución que unida a la FMC se encarga de organizar y coordinar todas las acciones que garantizarían el éxito de estos centros, así como la capacitación del personal que le brindarían atención a los niños.
9 Este constituye uno de los logros fundamentales de la Revolución y es la modalidad de mayor cobertura de atención educativa, su aplicación permitió contar desde fines de los años 90, con un 99% de cobertura educativa a la Primera Infancia cubana. Esta generalización modificó el paradigma de la institución y del docente como única vía de educación para estas edades y en general por tener un elevado alcance social.
10 En cada folleto se precisan las particularidades y los logros del desarrollo de los niños por edades. Sus objetivos y contenidos a trabajar comprenden cuatro áreas fundamentales: la formación de hábitos, desarrollo de los movimientos, la esfera intelectual y la afectiva - comunicativa.
11 Hasta este momento se consideraba que las instituciones educacionales eran las máximas responsables de esta labor y por tanto la familia actuaba de forma pasiva e indirecta en el proceso educativo porque no se sentían responsables de él.
12 Estos planteamientos son realizados por la autora, sobre la base de su experiencia como promotora del Programa “Educa a tu Hijo”, debido a que fue la responsable de impartir la capacitación a las educadoras y maestras de preescolar para la implementación, en la provincia camagüeyana, de la actividad conjunta como forma organizativa del trabajo con la familia en la modalidad institucional.
13 El proceso de implementación en estos centros, ha tenido un impacto singular en la orientación de la población beneficiada, y especialmente, en los ejecutores que son los propios internos, además ha propiciado la elevación de su nivel cultural.
14 Estos planteamientos son realizados por la autora, sobre la base de su experiencia, debido a su participación en la implementación del Programa “Educa a tu Hijo” en los centros penitenciarios y en la capacitación de los ejecutores internos para que impartieran la actividad conjunta.
15 Los resultados de estos monitoreos evidencian avances en la sensibilización de la familia, expresado en el aumento del índice de asistencia a las actividades conjuntas. Sus respuestas y actitudes revelan una mayor comunicación y expresiones de cariño con sus niños, y de su preocupación no solo por satisfacer sus necesidades básicas, sino de otras como jugar y realizar diversas actividades con ellos. Además, se constata la paulatina incorporación de otros miembros de la familia, en particular los padres, en la realización de las acciones educativas en el seno familiar y la consideración de la actividad conjunta como vía idónea y eficaz para la orientación de la familia al permitir el intercambio de opiniones, criterios y experiencias, así como el análisis teórico - práctico de los contenidos y la intervención de diferentes agentes educativos que participan.
16 Proceso educativo preescolar, “es el proceso formativo de carácter organizado y sistemático que se produce en los seis primeros años de vida con el objetivo de sentar las bases del desarrollo de la personalidad, potenciando al máximo las múltiples posibilidades de desarrollo que se dan en esta etapa de
la vida del niño, ya sea por vía institucional o no institucional, y como consecuencia prepararlo mejor para su ingreso a la escuela”.
17 La orientación familiar es definida como “el tipo de orientación psicológica que constituye un proceso de relación de ayuda o asistencia que promueve el desarrollo de recursos personológicos de los miembros de la familia, a través de la reflexión, sensibilización, la asunción responsable de los roles para la implicación personal de sus miembros en la solución de los problemas y tareas familiares; realizada por niveles según las características del funcionamiento familiar y las necesidades básicas de aprendizaje de los adultos y su descendencia, con el empleo de diversos procedimientos, técnicas y métodos de orientación”.
18Se asume de Calviño, M. que: “ayudar es convocar, es promover la amplitud del análisis, llamar la atención sobre lo que el demandante no está percibiendo, acompañar en una indagación y en una experiencia emocional” (2000, p.17)
19 Los niveles de la orientación familiar son: el nivel educativo de la orientación familiar, el nivel de asesoramiento en la orientación familiar y el nivel de tratamiento terapéutico (Ríos, J. A. 1994, p. 223).
20 El carácter dialógico (Gómez, A. L. y Núñez, O. L. 2006, p.5) se garantiza en la medida que se logre un nivel de relación constructivo y colaborativo, donde las soluciones se busquen conjuntamente realizando aportaciones, cuando se crea una relación de participación, implicación y corresponsabilización entre todos los participantes en el proceso y las propuestas de cambios o modificaciones surjan desde la familia.
21 Se asume como recursos personológicos la definición dado por García, A. en el curso 6 “La orientación familiar en el sistema educativo”, desarrollado en el evento internacional Pedagogía 2011 que plantea que son “aquellos rasgos o cualidades de la personalidad y de los miembros del grupo familiar, fundamentalmente de los adultos, que influyen significativamente en la formación y desarrollo de los niños y que actúan como condiciones por ser determinante el ejemplo de los adultos.” Entre ellos resultan significativos los sentimientos de amor hacia los niños, la identificación emocional; los valores éticos; las actitudes hacia la educación de los niños; la comunicación intrafamiliar; la autovaloración; la propia autoestima; la autodeterminación; entre otras. (2011, p.6)
22 En esta etapa se emplean fundamentalmente la actividad conjunta, los mensajes educativos, la visita al hogar, entre otras.
23Arés, P. (2004) plantea que entre familiares, amistades, vecinos, compañeros de trabajo, entre otros, se tejen redes de solidaridad y cercanía que atenúan las carencias no solo económicas o prácticas, sino también las espirituales y cognoscitivas mediante consejos, escuchas, orientaciones, facilitación de consultas, préstamos de materiales y objetos, entre otros.
24Como son: la infancia temprana y preescolar es la etapa ideal, privilegiada y de mayores potencialidades para el desarrollo humano; la actividad y la comunicación como vía de acceso en la edad temprana; la educación oportuna y pertinente desde las edades más tempranas para que desarrolle las capacidades de aprendizaje y propicie el proceso de culturalización y socialización del niño; el carácter diferenciado e individual; la preparación de la familia para la educación de los hijos, los padres como mediadores importantes en el desarrollo de los complejos procesos motivacionales y afectivos del niño y la labor
comunitaria en estrecha relación con la familia y las instituciones para la educación de los niños (Ibíd., p. 97).
25 Estos principios son: “la determinación del desarrollo psíquico, la actividad y comunicación como vías de acceso en la primera infancia, el carácter diferenciado e individual de la atención, el carácter ontogenético y dinámico del plan de estimulación y la familia como promotora de la estimulación y el desarrollo del niño” (Fernández, G. 2008, p. 97).
26 Se reconoce como agentes educativos las ejecutores, promotores, familiares y docentes y como agencias educativas los CDR, FMC, Instituto Nacional de Deporte y Recreación (INDER), Cultura, Educación, Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), Prensa, Salud, entre otros.
27 La instrucción es entendida como “el resultado de la asimilación de conocimientos, hábitos y habilidades que se caracteriza por el nivel de desarrollo del intelecto y de las capacidades creadoras del hombre que presupone determinado nivel de preparación del individuo para su participación en una u otra esfera de la actividad social” (Ministerio de Educación de Cuba. 1984, p. 32).
28 La educación “en sentido amplio es entendida como el conjunto de influencias que ejerce toda la sociedad en el individuo. En el sentido estrecho es el trabajo organizado de los educadores, encaminado a la formación objetiva de cualidades de la personalidad: convicciones, aptitudes, rasgos morales y del carácter, ideales y gustos estéticos, así como modos de conducta.” (Ministerio de Educación de Cuba. 1984, p. 31).
29 Se asume por concientización el conocimiento de las consecuencias que generan las acciones o actos que se dan en la convivencia familiar y que originan desviaciones en el desarrollo; razón por la que deben saber y tener noción de la responsabilidad que tienen en la educación del niño y de la implicación de sus actos en el desarrollo integral de este.
30 Bozhovich, L. (1976, p. 99) retomando las ideas de Vigotsky, plantea que situación social del desarrollo “Es aquella combinación especial de los procesos internos del desarrollo y de las condiciones externas, que es típica en cada etapa y que condiciona también la dinámica del desarrollo psíquico durante el correspondiente período evolutivo y las nuevas formaciones psicológicas, cualitativamente peculiares, que surgen hacia el final de dicho período”.
31 Entiéndase por condiciones desfavorables a las influencias educativas negativas que ejerce la familia, la escuela y la comunidad.
32 Es importante señalar que una vivencia, como acontecimiento en sí, puede ser positiva, negativa, ambivalente o indiferente y sin embargo, en cualquier caso el significado para el niño, en dependencia de las características de su personalidad, puede ser traumatizante para él y desencadenar una alteración del comportamiento.
33 En tal sentido, Vigotsky consideraba que “la vivencia posee una orientación biosocial, es algo intermedio, que significa la personalidad con el medio, revela lo que significa el momento dado del medio para la personalidad. La vivencia determina de qué modo influye sobre el desarrollo del niño uno u otro
aspecto del medio y lo esencial no es la situación por sí misma en sus índices absolutos, sino el modo cómo vive dicha situación el niño” (1996, p. 383).
34 Lo propiamente subjetivo, psicológico.
35 Influencias educativas y contexto en el que se produce.
36 Las alteraciones del comportamiento que se manifiestan en la primera infancia, según estos autores, son la carencia afectiva, timidez, hiperactividad, agresividad, alteraciones del sueño, falta de apetito, perretas, egoísmo, llanto, miedos, riñas, malcriadez, control de esfínteres y manipulación.
37 Desarrollo actual y próximo, recursos personológicos de que dispone, situación económica, entre otros.
38 Recuérdese que la familia es reconocida también como un agente educativo y por tanto está incluida en esta categoría.
39 Téngase en consideración que la familia y el niño tienen dos subjetividades interrelacionadas con una connotación diferente para la evaluación, pero con puntos de contacto: se determina el cumplimiento de los objetivos, su aplicación por parte de la familia y se determinan las necesidades que persisten para, a su vez, retroalimentar el objetivo y elaborar uno nuevo de ser necesario.
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