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“UN LINDO AMANECER”
Katleya, era una inquieta jovencita que le gustaba escuchar música clásica, chatear
y salir de fiesta con sus amigas y amigos. No contribuía en las labores del hogar, era
muy malcriada, hacía renegar a su madre. Andaba de arriba abajo con el celular, el
pequeño artefacto anulaba el diálogo con sus padres y hermanos. Cierto día, cuando
estaban almorzando la familia entera, una fuerte explosión remeció la ciudad.
Despavoridos salieron corriendo. En la calle todos los pobladores estaban asustados
mirando al espacio buscando la causa del estruendo. El cielo se oscureció, una
espesa humareda, cubrió con su manto la ciudad. El miedo cundía en los habitantes;
las mujeres y niños lloraban. La policía recorría la ciudad en sus unidades móviles,
persuadiendo a la gente para que ingresara a sus casas por seguridad, a la vez que
les comunicaban que se proveyeran de linternas, velas, lámparas porque la ciudad
se había quedado sin energía eléctrica y que al parecer la explosión ha sido de un
satélite en el espacio y éste, quemó las centrales térmicas y el sistema de
comunicación de gran parte de la nación y de los países vecinos. Los artefactos
eléctricos no funcionaban, los celulares no emitían señales. No había comunicación
con el exterior. La gente caminaba de un lugar a otro, buscando razones, pero nadie
daba explicación. El ejército, salió a las calles para controlar y mantener el orden
evitando los saqueos. Las casas comerciales cerraron sus puertas por seguridad. El
papá de Katleya, salió a buscar provisiones, alimentos y utensilios de iluminación
como: linternas, baterías, velas, alcuzas. Se pronosticaba una terrible escasez. La
gente se abarrotaba en las tiendas, buscando los mismos productos. Algunos
cicateros comerciantes, duplicaron sus precios aprovechando la ley de oferta y la
demanda. La prensa, hacía denodados esfuerzos para establecer comunicación con
otras ciudades, pero sin éxito. La desesperación cada vez se acentuaba en la
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población. Los hombres muy preocupados trataban de mantener serenidad, pero las
mujeres no podían contenerse; unas lloraban, otras gritaban. Los niños al ver a sus
madres desesperadas, también lloraban. Alguien, a gritos, anunciaba el fin del
mundo, suceso que atizó el pánico y sobre el cual vino el caos; el tumulto
despavorido, abarrotó los templos de todas las iglesias, mucha gente se aglomeraba
cogiéndose de las manos, estaban muy desesperados, clamaban perdón sin cesar
y con gritos aterradores.
Katleya, contagiada del pánico corrió sin rumbo alguno, resultando fuera de la
ciudad, sumergida en un enmarañado bosque, del cual, desorientada, no podía salir.
Cayó la noche más oscura que nunca. Gritos horribles y lastimeros se escuchaban a
lo lejos, surgían a su alrededor acompañados de tropeles de seres que corrían
desesperados. Ella, acurrucada en la raíz de un renaco, presa de terror, esperaba
que la terrible noche diera paso al nuevo día, pero la oscuridad parecía eterna. Se
aferró fuertemente a la raíz absurdamente, se sintió acompañada por el árbol. Cerró
los ojos y sacando valentía de donde no tenía, trató de calmarse, pero la angustia no
daba tregua y de repente, la raíz en el que estaba aferrada se movió, hasta
desenvolverse. ¡Surgió ante sus ojos de espanto, una enorme serpiente! Sus gritos
de terror, llamaban con desesperación y agonía a sus padres, pero sus clamores se
perdían en la inmensidad del bosque, sin ser escuchados. Lentamente, la inmensa
víbora, comenzó a deslizarse rozando el cuerpo frágil y temeroso de la joven. El
miedo se hacía insoportable ante el frígido contacto con el fiero reptil, que se
resbalaba sobre ella. De pronto, un extraño ser, apareció de entre las enmarañadas
raíces. Era pequeño, cabezón, cabellera desordenada, ojos rojizos y piel verdosa.
Su rostro, mostraba una mueca de sonrisa irónica. Ella, al borde de la locura por el
miedo jamás experimentado, enmudeció y con los ojos desorbitados, no atinaba a
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decir palabra alguna. La siniestra aparición, acarició a la serpiente, ésta
correspondió sus afectos como una mansa mascota.- ¡Je, je, je, je! - ¡No me tengas
miedo niña! -Dijo mirando a la abrumada jovencita -¡A nadie hago daño! - Aclaró el
raro personaje, con voz ronca y sin borrar su sonrisa-¡Conozco la terrible
circunstancia que está viviendo el mundo! - Continuó -¡La culpa de todo ese caos la
tienen ustedes los humanos! ya que desobedecen las leyes de la naturaleza, la
ciencia y la tecnología. -¿Qué tiene que ver este suceso, con este caos generado? -
Se preguntaba la muchacha en silencio -Y en los mínimos espacios de lucidez, que
el espanto no le permitía atreverse a pronunciar palabra alguna, trataba de
comprender lo que sucedía.- ¡El uso exagerado y desordenado que realizan de la
electricidad, ha ocasionado esta catástrofe! -Contestó el insólito personaje leyendo
el pensamiento de Katleya -En los hogares- continuó- las radios, televisores,
cargadores y computadoras, permanecen día y noche conectados, desde que los
adquieren hasta que se envejecen, consumiendo innecesariamente energía. Esta
mala práctica se ha venido dando en miles de hogares; más el uso desmedido de
celulares, ha originado recalentamiento en los satélites y éstos han empezado a
estallar con gran estruendo ocasionando destrucción del sistema de comunicación y
centrales térmicas y nucleares, dejando sin electricidad a casi todos los países del
mundo. Han vuelto a la edad de piedra en lo que se refiere a comunicación y energía
eléctrica. Espero que con esta experiencia la humanidad tome conciencia, corrija sus
errores y actúe con responsabilidad -acotó- Los hombres, con afanes mezquinos,
destruyen todo a su paso; todos los días, arrasan miles de hectáreas de bosques,
sin medir las terribles consecuencias que sufrirán las generaciones venideras.- ¡Tú!
¡Eres la única indicada a cambiar las mentes y los corazones de los hombres y
mujeres para que tomen conciencia del cuidado de la naturaleza, el uso racional del
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agua y la electricidad! - Concluyó el grotesco individuo- Ella, observaba que el
excéntrico ser, tenía los pies desiguales, uno de ellos, el izquierdo, parecía la
pezuña de un cuadrúpedo.- ¡El Chullachaqui! - Gritó la muchacha, aferrada a sus
miedos. El espectro, huyó enfurecido ante la reacción de la joven. La serpiente era
una inmensa y horrible shushupe, que comenzó a desenroscarse, elevándose
temiblemente y mostrando su bífida lengua acercaba su fiero rostro a la horrorizada
joven. Ella a punto de desfallecer, sentía que su complexión física y espiritual ya no
podía soportar tanto terror, sacando las últimas fuerzas que le quedaban, gritó a más
no poder y de repente en un abrir y cerrar de ojos, despertó al nuevo día, dando
alaridos en su tarima. Se levantó aturdida, y precipitadamente tropezó con sus
cosas e inmediatamente fue en busca de sus padres.- ¿Papitos están bien?-
Preguntó con vehemencia -¡Sí hija, estamos bien! - ¿Qué pasa?- Fue hacia ellos, los
abrazó y los besó; con lágrimas en los ojos, les dijo cuanto los amaba. Ellos muy
sorprendidos, miraban con asombro el inusual comportamiento de su hija. Abrió las
puertas de su casa y contempló un bellísimo amanecer. Su ciudad estaba intacta y
bella. Con las manos en su corazón y mirando al cielo, respiró aliviada y exclamó: -
¡Gracias Dios mío! -¡Solo ha sido un terrible sueño! -¡Una pesadilla!- ¡Gracias por el
amor de mis padres! - ¡Por lo bella que es la vida! -¡Por el desarrollo de la ciencia y
la tecnología, que nos facilita la existencia en esta tierra! Ese día, Katleya convocó
a sus amigos y amigas y les hizo ver la imperiosa necesidad de brindar enseñanza
sobre el manejo y buen uso de la electricidad. Propuso la conformación de una
asociación denominada “Brigadas de Osinergmin” para concientizar al pueblo, sobre
el uso responsable de la electricidad en los hogares, buscando siempre el ahorro de
energía. Proponer a los directores de las instituciones educativas, proyectos del
buen uso de la electricidad en las áreas afines. Organizar charlas con personal
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capacitado para las asociaciones de padres de familia sobre el adecuado uso de los
artefactos eléctricos como prevención de accidentes y ahorro de energía. Cálculo de
consumo de energía de los artefactos eléctricos orientadas a rebajar los costos de
energía del hogar: No improvisar instalaciones eléctricas, prescindir conectar
muchos artefactos a un solo tomacorriente, evitar usar artefactos si las manos o los
pies estén mojados, minimizar el empleo de extensiones y enchufes múltiples, cubrir
todos los tomacorrientes con tapas especiales, erradicar electrizar puertas, ventanas
o rejas afirmando que los amigos de lo ajeno cometan sus fechorías, cuidar que al
colocar astas de banderas o antenas de televisión, éstas no se acerquen a los
cables de tendido eléctrico, pedir a un especialista que instale un sistema de puesta
a tierra de interruptores diferenciales en sus hogares por que podrían sufrir una
descarga eléctrica fatal. En la calle si trabajan cerca de instalaciones eléctricas,
tomar las medidas necesarias para no tener un contacto accidental, volar cometas
en campo abierto y lejos del cableado eléctrico, jamás realizar conexiones
clandestinas a la red eléctrica. Al encargar la construcción de un inmueble, cuidar
que se cumplan las medidas de seguridad establecidas. Localización de problemas
del alumbrado público y el derecho a denunciar ante el organismo pertinente como
contribución al bienestar de la población. Sus amigos y vecinos estaban
sorprendidos por el gran liderazgo de Katleya, de su radical y positivo cambio.
Aplaudieron la iniciativa. Con gran entusiasmo lideraba campañas del buen uso del
celular en las Instituciones públicas y privadas, difundió por los medios de
comunicación y con su testimonio coherente de haberse liberado de la esclavitud de
ese pequeño artefacto pregonaba el lema: “No reduzcas la belleza de la naturaleza a
una pantalla”. En sus alocuciones, manifestaba que el aprendizaje del buen uso de
los artefactos eléctricos debe empezar por casa y que los niños, adolescentes y
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jóvenes debemos tomar conciencia desde el hogar. Manifestaba que una de las
condiciones para lograr los buenos hábitos son el amor, respeto y obediencia a los
padres. Utilizar focos ahorradores, apagar los focos que no emplean, aprovechar al
máximo la luz del día, apagar el estabilizador si no lo van a usar, al usar la terma
poner el termostato a 45 o 50 °C, al planchar utilizar una plancha al vapor y evitar
secar la ropa con ella .al usar la refrigeradora abrirla lo menos posible así como
también revisar periódicamente que los jebes estén en buen estado.
A manera de contribuir con la empresa OSINERMING al detectar que el pastoral
este roto, desprendido o mal orientado informar así como también si la lámpara está
pagada o con encendido intermitente, a falta de unidad de alumbrado público y si las
ramas de un árbol interfieran con la difusión luminosa.
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