AUTONOMP BLICADA POR LA u lVERSlD D
VOLUMEN
:vlEXlCO,
NACIONAL
x e MERO 8
ABRIL DE 1956
E J E M: P LAR $ 1.00
DE
LOS ORIGENES DEL
HUMANISMO MEXICANOPor Rafael MORENO M.
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. . . el cimiento y el áHcora que da J;eremúdad (l los /,ILeblus ...
¿E.:t'isle un httlllOnislllO mexicano?
NO hay un principio o una normade sabidu ría que deba considerarse patrimonio de un solopueblo y menos de un solo in
dividuo. ¡ i siquiera lo griego, quefueron en verdad los que fundaron lacultura llamada occidental, pueden el'tenidos como creadores en un sentidoabsoluto. Sin embargo las verdade aparecen revestidas con el ropaje de lasnaciones o de los sujetos que la pensaron, pues cuando e Lberan de la sujeción del tiempo y el espacio se conviertenen herencia de todos los hombres, y cada pueblo, cada pensador, las revivende una manera peculiar. Así se habla dela "paidcia" griega, de la "humanitas"latina, del "humanismo" renacentista, del"neoclasicismo". Así es lícito hablar dehunianismo mexicano. Aunque puedaargumentarse que el humanismo mejores el que establece Un arquetipo idealy absoluto como término de las aspiraciones humana, y aunque e pueda decircon razón que el humanismo. de un pueblo no es fundamentalmente distinto delhumanismo de otro puebl.o, queda enpie la importancia de la interpretaciónque el hombre de México le haya dado.
Nosotros llegamos a la historia cuandoel mundo habia tenielo va muchas de susexperiencias definitiva~, y cuando muchos comensales se habían sentado vaen el banquete de la 'ultura y se estaba sirviendo un manjar condimentadocen ntll~V;¡S especies, las especies del J~e
nacimiento. De improviso un puebloque surgió de la floración latina, transplanta su saber ren:lC\.'nti ·ta a las nuevast~t'rras, y de repente aparect'mos conciencia, derecho. teología, filosofía, lill:ratura. clásicas latinos y griegos. La lengua es o la de Cicerún y Horacio () laque hizo nacer l'i pueblo romano en loscampos tspañoll.'. El mundo indígenanos dio su sensibilidad. Abastecidos deesta manna, con razón latina y sen si-
S l' M·;\ 1': lOe 1.os oríflelli'S del hUlI/anislIloIlIc.rifaIlO, por I~afael Moreno M. e La Feriad~ it's Oías e /1 ftof/eo, lIIuerle y resuneccióadel lalifundio, por Emmanuel Carballo eI \)cnns de losé Carner e ll1slanlálleos de la.1lurrle ~. de la F.sftl'l'a, por Ricardo GariIny e i\'(:rho l.ófte=, !olóf/ra!o dI! México,pnr R. Flores Guerrcro e 11 isloria DocwllcnId de illis 1.ibros. por Alfonso Reyes e DylanTlrulllas, por 1-1. n. 1\1 ilrt ínez e l~f cSl'l'ilol' ySil lil'lII/,o (Mauricio Maf/daletlO) , por MarioPuga e Gcsl"ción \' ~.id(/ di' Fucnlcovcjlllla ellC¡,illlalislar, por AI~aro CUHodío e Arll's Pláslicas, por J. .l. Crespo de la Serna e El (l1le,por J. de la Colina e F.f Tealro, por FranCISCOMouterde e Prele.rto.~, por A. Henestrosa eUbl'Os, por R. Lei\'a e Dibujos de J., Vi-odrio e Fotos <.le R. Salazar y acho Lopcz.
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bilidad indígena, nos sentamos en elbanquete de la cultura que ya estaba servido por otros. Pero fue un banqueterigurosamente nuestro y desde entoncestenemos por heredad la sabiduría universal del grecorromano y el saber queha venido después.
Las letras clásicas fueron idiO'lnas vivos.
En efecto, desde la temprana épocade 1528 hubo una escuela de gramáticalatina, la del maestro BIas de BU3tamante, a quien tiempo después Cervantes deSalazar pinta como un maestro apto paraenseñar los preceptos gramatical'es y, loque es más digno de mención, para IllOS
trar la bel1eza de los autores latinos.Bolas de Bustamante tuvo innumerablessucesores que hicieron del latín una lengua más importante que los dialectosindígenas y aun el español. Se sabe C1 uedesde 1536 el franciscano A rnalc10 deBasaccio enseñaba latín en la escuelade San José de los Naturales que fundara fray Pedro de Gante. También cn1536 se funda el Colegio Jmperial deTla!teloko, donde los niñus indios estudiaron, ademá's de las artes y las cicllcias superiores, la lengua de Cicerón,con tan buenos resu!t;¡dos ,c¡ ue llega rona hablar "tan elegante latín como Tulio".Señal de la importancia de la educaciónclásica a las masas indígen;¡s es sin dudala gramática latina que, según ToribioMedina, escribió fray Maturino Gilbertien 1559, dedicada a los indios. Por otraparte Gabriel Méndez Plancarte ha probado que la enseñanza del latín a la razaindígena no se limitó a la capital, "sinoque 'se difundió aun entre llúcleos indígenas muy alejados del centro, como losTarascas de Michoacán y los Mayas".
Mayor sin duda debió ser el cultivode las letras clásicas en los medios españoles, y con el avance del tiempo, en loscriollos y mestizos. Ciertamente los franciscanos, '1os dominicos, los agustinos,apenas asentada la conquista, principiaron a fundar conventos como a\'élllz:ldasde colonización. en los que vacia r011 lasinstituciones de la Vieja España. r·);'esto los colegins superiores de los religiosos propalaron bien pronto palabraslatinas en los distintos rumbo,; de laN ueva España: en México, Xochimilco,Tulancingo, Toluca, Puebla, Oaxaca,Valladolid, Chiapas, Guatemala, NuevaGalicia.
De esta manera, los habitantes delNuevo Mundo, indígenas, españoles,criollos y mestizos, tuvieron desde' elprincipio una enseñanza y una educación que se proporcionó y recibió ('nlengua .Jatina. Y lo que es más decisi\oen el destino de nuestra cultura, los clásicos se convirtieron en el alimento, almenos inicial, de los primeros mexicanos. Dada la importancia de nuestra evolución espiritual, conviene recalrar que,aún antes dé la fundación de la Universidad y del advenimiento cle los jesuítas, el idioma latino fue un idiomavivo, tanto o más que el español, y quclos clásicos fueron el instrumento insustituible de aprendizaje. Es cierto que hlengua griega no alcanzó el gracia de cultivo que tuvo la latina, y que esta desigualdad habría de llegar hasta nuestrosdías. Pero no debe olvidarse que la misma· situación ha privado en los países dela más' larga historia clásica. La propiaItalia, en la época en que señalaba loscarr¡inos del humanismo a Europa, tuvo
escasos helenistas. Por eso adquiere singular relieve en la consolidación de lasletras clásicas en México el dominicoTomás Mercado, el cual terminó su educación en la Real y Pontificia Universiciad y tradujo directamente del griegola Dialéctica de Aristóteles.
N uestra Universidad renacentista.
El latín y la educación humanista quetransplantaron los religiosos adqui rió lanaturaliza'ción en es'tas tierras cuand,)se fundó la Univel"sidad a scmejanzade la ] nstitución salmantina. Se sabe quela visión de fray Juan ele Zumárraga,las reiteradas peticiones de la Ciueladele México y las hábiles gestiones elelVirrey don Antonio de Mendoza, consiguieron en 1551 las providencias ,·e.l·les que creaban la primera Univers:(bd'uel Nuevo Mundo. Las cédulas rc~\lcs
no significaron en modo alguno una clonación graciosa del rey o un acontecimiento fortuito para nuestros mayo-
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res. Tanto la ciudadanía como Jos colegios de enseñanza superior prepararondesde años atás su asentamiento, convencidos sin duda de que el genio americano mostraría su capacidad para lacultura en el momento en que existiC'sela Universidad. Por esto su fundaciónvino a ser el bautizo de latinidad pa ra elNuevo Mundo. Y, erf efecto, sabemosque la gramática estaba en' manos sapientes y que la hermeneútica de Jos texios latinos, entonces l1'amacla retór'ica,tenía por maestro a Francisco Cervantes de Salazar, a quien los entendidos l!:tman "patriarca de los estudios clásico:;".A pesar de que todavía ignoramos cesas f unelamentales de esta época, merceda Cervantes ele SaIazar podemos eleci rque las letras clásicas nacieron en México con vita'lidad renacentista. No s610traduj o y puso de texto en la Universidad las obras de Luis Vives, cuya fiktción renacentista está fuera de duda, sinoCjue él II1is~no es\;ribió a imitación de]maestro unos diálogos en lengua laj ina,que son para nosotros la prueba definitiva de que entramos al convite de bsletras clásicas por las puertas anchas delI"\.enaCJmJentó. Los G1alOgus no llegan J
una altura excepcional, pero las caracterÍ'sticas de aquellos tiempos: la forma,que es el' diálogo tal como lo concebíanPlatón y Cicerón; la vuelta amorosa alos clásicos, y la preocupación por encontrar un método por medio del c;n 1
se conociera con facilidad a los escr:tores antiguos. Ni los años ni Jos cam1>:,,;de criterio han podido empequeí'íecer elmérito de Cervantes de Salazar, pues::ose ha escrito todavía en México llnmétodo para el aprendizaje de la lengualatina que 10 aventaje. Por fortuna parece que los humanistas de nuestros días.en cierta manera dotados de las mismJsintenciones pedagógicas del Renacimiri1to, 10 van rescatando de las manos ele loseruditos.
A utol1omía de los estudios clásicos.
La fundación de la Universidad, además de ser el inicio del Renacimientopor la actitud ante los clásicos, lo ('S
por la independencia que estatuye paralos estudios romanos. En las órdenesreligiosas el latín es cultivado con ahincoy hasta producen latinistas eximios, peroel aprendizaje de la lengua de Cicerón110 es en sí mismo un fin o un término.En última instancia los conocimientossljpcriorcs de gramática tuvieron un valorpuramente auxiliar. Eran un medio necesario para que los religiosos entendiesenlos fundamentos de la religión y susexégeta's, así como para perpetuar vivala lengua de la Iglesia frente a un idiomanac;onal' cada vez más pujante. La Universiclad, en cambio, establece un cicloele enseñanza que tiene por oficio inmcdiato el estudio y la comprensión de losautores latinos según las indicaciones delRenacimiento, y por eso corresponde aella, con todas las limitaciones que sequiera, la gloria de haber hecho posibleel human i'smo mexicano. Porque no existe humanismo, si el estudio de las knguas clásicas está orientado a otros finesque no sean la comprensión miSma elelidioma y la asimilación de los idealesgrecorromanos.
Con lo cual no se pretende afirn1arque la Universidad del siglo XVI hayaganado la autonomía 'plena de la's letras,
(PaS(1 a la pág. 9)
N e:::almalcoyoti
UNIVERSIDAD DE MEXICO
LOS ORIGENESDEL
HUMANISMO
MEXICANO(Viene de la pág. 2)
pues esto fue posible hasta que existióuna institución que no tuvo como coronamiento de sus estudios la teología, yesto sucedió en la Universidad modernade Justo Sierra. Es conveniente señalardesde ahora este hecho, pues así el estudioso puede explicarse, tanto la mengua del humanismo grecorromano en períodos á'lgidos de nuestra historia, comola ausencia, aún en nuestros días, degrupos que sin interrupción hayan cultivado un humanismo vcrdadero. Por csto
resulta muy equívoca la afirmación, generalizada entre nosotros, de que tenemos cuatro siglos de un cultivo vigoroso -del humanismo grecorromano. Loshumanistas del XVI o los del XVIII, incluso el selecto conjunto de jesuítas expulsados, son humanistas porque vanmás allá de las limitaciones escolares.
La ratio studioruln de los /csuUas.
Cuanclo los jesuítas fundan en 1574el Colegio de San Pedro y San Pablo,está ya constituida en México lo quepudiéramos llamar nuestra tradición clásica. Sin hacer mengua de su contribución a la cultura nacional y en especiala las letras clásicas, resulta incuestionable que l'a "ratio studiorum" -razón,orden, método, de los estudios- que establecieron·· en sus colegios, no vino' aañadir nada fundamental a la organización de ]osesttidiós, tal como se encontraban entre los otros religiosos y laUniversidad. Su éxito creciente, tantoque la aulas universitarias llegaron averse· .desierta.:;, .. se debió.. más a la·voca-
Juan Luis Vives
Fray Juan de· Z~lmárraga
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ción .0 dedicaCIón de los sujetos que aun SIstema distinto. Pero también debedecirse que ellos acentuaron la relativaautonomía de las humanidades, y sobretodo el c~lt.ivo de todos los clá icos yde los clasIco completos. Además la"ratio studiorum", tal como la impla~tar.ol~ en San Pedro y San Pablo, signif¡co a la vez el transplante di finitivo delas letras clásicas y la aclimatación de lasenseñ~nza~ del R.enacimiento, pues fueuna 'Sll1teslS conscIente de los métodos ylas enseñanzas de Alcalá, París y Roma.Fueron también lo je uítas los primeros en publicar las obras representativasdel genio latino, como son las de Cicerón, Virgilio, Ovidio, Marcial, y los escritos típic.os del Rena'Cimiento, comoson los de Luis Vives y Lorenzo Val·la.Comenzó así una tradición editorial a laque harán honor en el si,glo XVIII Abady Alegre; en el XIX, Montes de Oca, Pagaza, Casasús; en nuestros días, la Universidad de México, que vicne editan louna biblioteca bilingüe de autores clásicos grecorromanos, sin paralelo todavíaen las publicaciones de los pueblos dehabla española.
Clásicos completos.
Pudiera pensarse que las letras clásicas que nos dieron los colegios de la'sOrdenes religiosas y la propia Universidad fueron apenas trozos expurgados,en los que ya no podía hallarse la magnánima cultura de los griegos y los romanos. Pero no fue así. Durante el sigloXVI la lengua l:atina surge en toda suelegancia y en todo su esplendor, y losclásicos son conocidos sin limitaciones.No hay razón alguna, si quitamos lasvacilaciones iniciales de los jesuítas que,como Vicente Lanuchi, pidieron una enseñanza del latín basada exclusivamenteen autores cristianos, para afirmar quelos fundadores de nuestro humanismohayan considerado como gérmen de paganización la I'ectura de los poetas y losprosistas completos. Fue mucho mas tarde cuando aparecieron los tristes "autores seledos". Contra una edición expurgada, por razones comprensibles, deMarcial, se puede traer a colación al"indio humanista", Nazareo, quien en 1111
escrito al' Emperador hace una larga citadel Arte de Ovidio, y cabe aclarar que esta característica ele nuestra tradición clásica no es en manera alguna privativa delos jesuitas, ni en los siglos XVI Y XVII, nien el siglo XVIII, aunqlfe sean ellos unode sus mejores exponentes. Tocio esto explica de sobra la pujanza ele nuestra latinidad y de nuestro hUlrnnismo quehizo producir en la colonia, y toclavíaen el siglo XIX, humani'stas superioresen número y c1aridacl a los de ot1"OS pueblos hispanos de América.
En la constitución ele un humanismomexicano de tipo renacentista, jugaronpapel importante los filósofos, para nocitar los teólogos, pues no sólo enseñaron su arte en lengua latina, salpicandola prosa de "cocina", de "escuela", conalgunos giros clási'cos y con citas de .losviejos pensadores grecorromanos, 51110
que, auxiliados por 105 autores europ~os,
o comentan directamente a los fIlosofas de la antigüedad o siguen 13's nuevas orientaciones metodológicas del Renacimiento 'y empiezan a remozar su escolástica mediante la asimilación de problemas y doctrinas lllodernas. De estamanera filósofos como Alonso de la Veracruz. Rubio, Bartolomé de Ledesma,José d~ H~rreraJ TQlm\s Mercado, vie-
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nm a ser, en la historia de nuestrasideas, los fundadores reconocidos de laescolá tica tradicional que se ha continuado hasta nuestros .días y de la modernidad filosófica que tomó cuerpo amediadas del siglo XVllI. Lo cual, dichosea de paso, explica por qué los modernos y los tradicionalistas conocen porigual las fuentes clásicas.
Latinistas mexicallos.
Sería salirno del propósito decircómo influyó el predominio latino, cómopudo haber sido la constitución nacionalde haber faltado él, o cómo la lengua latina conyirtió al español en idioma vergonzante por lo menas durante tres siglos. Lo que puede señalarse es que yaen e1' siglo XVI los mexicanos no sóloasimilaron en la fuente original la retórica, la moral, la política, los ideales educativos, la poesía, el pensamiento de losgriegos y los romanos, sino también comenzaron a realizar composiciones latinas, tanto en prosa como en verso, quehabrían de decirse al lado de las castellanas en las festividades religiosas ocívicas, y en los abundantes certámenesliterarios de la época. Son famosos losepigramas de Cervantes de Salazar yotros autores, las piezas teatrales de losjesuítas y en especial dos tragedias presentadas en 1578, 'las églogas y odas manuscritas del también jesuíta Bernardinode Llanos. En un recuento habría quecitar a Cristóbal de Cabrera, autor de unosdísticos, publicados en 1540, que son laprimera poesía latina mexicana. Al crioHoFrancisco de Terrazas que parece ser elmás antiguo poeta nacido en México. Sobre todo, al mestizo fray Diego de Valdésque mostró a lo europeos su saber literario v las costumbres e historias delos indi~s en la Rhetorica Christiana, quesegún Gahriel M éndez Plancarte "exigeser comparada con la Rhetorica Eclesiastica. casi contemporánea. de fray Luisde Granada". Además de manejar la lengU;1 latina con una soltura y u;1a elegancia que re'cuerdan a Cicerón, manifiestauna \'asHsima erudición grecolatina y unconocimiento profundo de las actitudesmás caras del I\enacimiento. Un ejemplo que no puede pasarse por alto és eldel inclio humanista don Pablo Nazareo,quien ha merecido estar al lado de Cervantes de Salazar y Vasco de Quirogaen la .~ntología de los humanistas delsiglo x VI. hecha por el benemérito Gabril'1 ilénclez P1ancarte.
\' las letras clásicas de origen europeose tornaron Illexicanas tanto porque sehicieron en México o las ejercitaronhombres relacionados directamente con::\1éxico, como porque los cultores fueron ya sujetos mexicanos. Pero sobretodo porque la lengua clásica empiezaa ser el instrumento para tratar a México como tema de meditación, convi rtiéndase así en el yínculo que nos iba aunir con la sabiduría universal del hombre. Mexicanísimos fueron los indios queemularon la oratoria de Cicerón, mexicanísimos también los diálogos latinos deCervantes de Salazar, tres de los cualesestaban dedicados, como se sabe, a describir la Ciudad v la l)niversidad deMéxico. El fue el' primero que no tuvoempacho en introducir palabras indígenas en la lengua latina, ejemplo que siguieron más tarde fray Diego Valadés,:eleximio Eguiara y Rafael Landívar enen lo que don Federico Escobedo llama.qeórg¡cas.. Me~iqinas, Los. clásicos nos
dieron a la par una dimensión l11eX1(:anay una herencia universal.
HlIlIIanismo vital.
Sin embargo, las letras clásicas queempezaron con gran esplendor, ni el establecimiento del latín como lengua viva, ni la asimila'ción de la cultura grecorromana, ni la adopción de los ideales pedagógicos del' Renacimiento, constituyen de manera exclusiva los orígenesde nuestro humanismo. Con semejanteslimitaciones de nuestra tradición, malpodría probarse una ascendencia mexicana renacentista, ya que es corriente entre los especialistas afirmar que la épocacolonial no alcanzó un nuevo tipo lite-
Fmy Alonso
rario y que nuestras letras fueron unaprolongación española, ligeramen1t atenuada por el paisaje y suavemente teñidade color indígena.
Además del humanismo a que condujeron las letras clásicas, que es académico y docente, existe otro ligado a maneradirecta con los problemas urgentes dela conquista y la colonización. Está representado por Zumárraga, Vasco deQuiroga, Las Casas, Ju:Jián Ga'rcés.Tiene por nota propia' no sólo el conocimiento de la lengua latina o escríbirpiezas latinas que 1'a posteridad considera ría como venerables monumentos ypiedras angulares del humanismo mexicano, sino ante todo una voluntad férreapor crear un mundo nuevo en el quedebía realizarse Un paradigma ideal delhombre. Al hombre lo concibieron libre;preconizaron la igualdad sin distinción
UNIVERSIDAD PE MEX1CO
de raza y defendieron la dignidad de lapersona humana. .
Tal vez una de sus grande accIone'haya sido su oposición her<:ica a los ac~os
de injusticia que los espanoles comet~~n
con el indígena. Puede traerse a colaclOnpara explicar esto el cristianismo torturante de Las Casas, el amor "entrañable" de Tata VaS'co la iluminación rena-, , .,centista de Zumarraga, la comprensl.ondel obispo García de una raza que bIenpronto "escribió en latin y en romance mejor que nuestros e pañales".Mas no basta. ¿ Qué signifícacióntiene el latín renacentista de la Carta aPaulo IJI? ¿ Por qué razones el pia,d<?soprimer obispo de la Ciudad ,~e ~exlc~utiliza textos enteros del peligrosoErasmo de Rotterdam como intrumentosde evangelización? ¿ A 9u~ se debe q~leLas Casas ¡'evuelva ['os CImientos del cnstianismo y aun eche mano de a~Jto:es
olásicos paganos para defender al mdlO?:y Vasco de Quiroga, porqué usa unac. . ' ••mezcolanza de gentihsmo y cnsttamsmoen sus alegatos, a Luciano el pagano ya Teodosio el cristiano, a Hora'cio y SanAgustín? ¿ Fué acaso un iluminado quecreyó realizar la utopía de Tomás. 'loroy los humanistas franceses en las t1er.rasdescubiertas? ¿ Es un puro recurso hterario el que utiliza cuando interpretala égloga de Virgilio en la que el poetacanta a una nueva era de paz y de grandeza para la humanidad, diciendo queya los dioses han enviado de las alturasuna raza nueva de hombres y que estaraza nueva de hombres es la raza indígena? N o basta la explicación convencional de que era necesario hacer hombres antes que cristianos, ni es válidoel argumento sobre la racionalidad de losindios. pues estos humanistas encontraron seres dotados de razón. Se trata dealgo más profundo: la extensión de rahumanidad y la crea'ción de otro mundocon un hombre nuevo, el indígena.
La conjunción de los ideales del mundo clásico, de los principios medievalesdel cristianismo y del pensamiento renacentísta, fue necesaria para crear lautopía humana que en el viejo mundo notenía cabida. Con esto no se quiere decir que América fué concebída comouna tierra utópica, sino como el lugarde asentamiento del mundo que exigíanlos ideal e rena'centistas. Y lo que esmás importante todavía, el paradigma humano parece haber sido el indígena. Tales la voluntad del "humanismo vital" que asistió al principio de nuestrahistoria y cuya realización, pobre ya enel siglo XVI, sería interesante perseguirhasta nuestros días.
Tuvimos nuestro Renacimiento.
Los humanistas nos meten de llenoal banquete renacentista de Europa.Ella luchó por la vuelta a los valores dela cultura griega y romana. Nosotroshicimos carne de nuestra carne los ideales exaltados por el Renacimiento. Cobraron vida los clásicos grecorromanos.Erasmo, Tomás Moro, Vives volviero!i arenacer cuando nacíamos a la historia.Cabe insistir en que nuestro renacimiento signi ficó también renovación, redescubrimiento del individuo como valor ensí mismo, y, en térmínos generales, unaomnímoda presencia humana. Lo mexicano del Renacímiento viene por ca!r¡inosindirectos, por el tema del hombre. Másque los lectores clásicos y más que losoradores ciceronianos, hicieron nuestro
... . parece inclinar la. bala'l1::a en favor de la Jidad Media ....
UNIVERSIDAD bE MExtcO
Renacimiento todos aquellos que, comolos griegos y los latinos que levantaronel ideal educativo y político de su pueblo, utiJlizaron sus conocimientos grecorromanvs para salvaguardar al hombre apropósito de la constitución de la libertad y la persona del indio. Así el humanismo que fuera europeo, fue tambiénmexicano. Se puede decir todavía más: laposibilidad de humanismo mexicano comenzó a realizarse en el momento en queexistió la voluntad de realizar un paradigma humano, porque ésta fue la metasuprema del Renacimiento y porque éstefue el ide<lJI del mundo clásico.
Tres son los factores que confluyenen la formación de un humanismo de estanaturaleza: el mundo indígena, lo español y el Renacimiento. Se sabe en quésentido están presentes el mundo indígena y el Renacimiento. La naturaleza realista del español parece haber sido definitiva, en cuanto que dotó a los humanistas de la configuración psicológica apropiada para no detenerse en las puras letras, sino orientarse hacia la salvación delhombr·e en la tierra americana. Es espa-
ñol igualmente el equilibrio entre Jo profano y lo ~agrado, que traj o entre otrasco,nsecuenClas una especie de humanismotelsta, cuya máxima perfección fue la teología. Recuérdese que la antigüedad restaurada por Nebrija y Cisneros incluíalos primeros tiempos del cristianismo.
Pero los rasgos españoles de nuestrohumanismo no ,le impiden tener llll fuertesabor mexicano. Si los renacentistas lIega¡:Ol~ a sen~ir~e romanos en Europa, euMex¡co se sllltleron siempre identificadoscon lo l?roblemas de estas tierras y fueron mexIcanos a pesar de que humanizaban con verdades venidas del otro ladodel mar, acicateados por la incansable sedde acción que les dio el Renacimiento.
Dos Direcciones de Humanismo~
Las Casas, que ha sido calificado certeramente por Méndez Plancarte de "beli'coso humanista medieval''', nos éIIyuda aestablecer la pregunta de si el humanismo mexicano es fundamentalmente renacentista o medieval. El predominio indi cutible de la teología parece inclinar labalanza en favor de la Edad Media. También la enseñanza de la lengua latina yla filosofía escolástica. Sin embargo, es
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quiroga vuelve explícita en las ConstituclO~es de sus Hospitale , una idea queesta latente en los demás, a saber, la conveniencia de establecer la civilidad dent:o de la república indígena para hacerclL1dada nos como 10 fueron los griegos enla "polis" o los latinos en la "civitas", locual trae por consecuencia que la mi mareligión aparezca organizada en funciónde una finalidad meramente civil.
De aquí que surja en el siglo XVI unadir cción humanista del espíritu mexicano que habrá de encontra r en e~ sigloXVIfI su plena identi ficación con lotradicio alistas y lo~ ilustrado, en 1X IX con los conservadore y 1 s liberales, en el XX con lo' revolucionarios ..Esto nos llevaría a decir que, si bien cadaépoca tiene un ideal propio, el humanismo mexicano no se agota en una generación, al contrario, conserva una unidaddesde el siglo XVI al iglo XX, sin quepor eso se considere una continuacióninerte del estado primero.
Por ahora es má importante señalarque nuestro renacimiento fue también, almenos en parte, una actitud espiritual decrítica a las formas medievales, lo queaunado a la incipi nte concepción del
un hecho que los humanistas del sigloXVI rompieron la unidad de la concepción teológica española. Por una parte,en efecto, equilibran el fin humano delRenacimiento con el criterio medieval ycon los principios del cristianismo, comohace Las Casas; por otra parte, como sucede en Vasco de Quiroga o en los humanistas docentes, inclinaron la balanzaen favor del hombre y la belleza que seapuntaban ya como fines en sí, sin otroretorno que no fuera el hombre mismo.Si se conside¡-a el· tema fundamental delos humanistas, la igualdad y la personahumanas, se encontrará que lo defiendencon razones naturalistas sacadas del pensamiento griego, sobre todo aristotélico,y por lo tanto son argumentos que se atienen a la pura razón y a la pura naturaleza humana, dejando a un lado el problema de si ésta fue creada o no por undios. Pero también habrá que de'cir que lafundamentación.última se encuentre, en elorden de los hechos, que no en el de laexplicación teórica, en las conviccionessobre fraternidad universal, según afirma Vasco de Quiroga, de Dios sobre todos los hombres. El mismo Vasco de
hombre sin retorno a Dios, hace comprensible que sea el humanismo el quedé origen al ideal de vida liberal, generoso, abierto. de tendencia y convicciones democráticas, que caracteriza a México frente a España. ¿ Pudo el simplearraigo en la tierra nueva o la reflexiónsobre sus problemas engendrar este humanismo, que en sus trazos fundamentales es más renacentista que español? y sino, ¿ cómo pudo superar la limitación desus orígenes? La aparente dificultad dela respuesta estriba en CJue de ordinariose concibe a nuestro humanismo comoel fruto exclusivo de las influencias hispanoitá1icas. Hasta el mismo Menéndezy Pelayo lo califica de esta manera. Masla apreciación es parcia:lmente falsa. Elhumanismo en cuanto comprende ]a cultura c1ási·ca, sea la gramática y la literatura sea el conocimiento de los modelosimp~recederos del genio grecorroman?,tiene sin duda sus raíces, en el renacImiento de tipo español e italiano, perotambién en el francés. El humanismo,en cambio entendido como la afirmaciónde la pers~na humana, rebasa estos lími-
U IVERStDAD bE MEX!CO12
tes y entra en contacto vivific~nte. conErasmo, Moro y el mismo LUIs Vives. N A e H o L o P E z
"LI sabor de las cosas silllples"
Por Raúl FLORES GUERRERO
NACHO López nació en Tampico
en 1924. Sin embargo, 110 fuéallí, sino en Mérida, en dondetuvo por primera v z ]a expe
riencia. inquietante para los ojos juveniles, de w'ar una cámara fotográfica.Seguramente en las foto que entoncestomó con esa cámara l' horizonte apareció algunas veces en diagonal, la familia sin pies o sin cabeza, la novia perdida en la nebulosidad del desafoque, perolo importante desde ese momento fuésu ambición profesional de ser fotógrafo.
Manteniendo ese propósito, cuando llegó a la capi tal comenzó a aprender verdaderamente el oficio -que más tardeelevaría a la categoría de arte- can Víctor de Palma y en la Acaclemia Cinematográfica con Manuel Alvarez Bravo. Ylo aprendió bien, de tal modo que en1948 fué designado para impartir un curw ele técilica fotográfica en la Escuelade Periodismo de la Universidad de Venezuela. Allí registró con sus cámaraslos sucesos del infeliz derrocamiento del{ómu!o Gallegos.
. . .1IJ1nS ril'rin.' Irhllu'ns q'!tl' ¡,idl'l1 1111 riqarn'lIn.
MEXICODE
FOTOGRAFORaíces de latinidad.
Tuvimos, pues, al' nacer en la historiauniversal un digno renacimiento y un"enero o humanismo./> El hombre del siglo XVI no se sienteinferior ante ningún país de Europa, porque tiene conciencia de la grandeza española que ha transplantado a ~st~ N ueva España, pero de manera pnnClpal" elorgullo novohispánico de Bernal DI~zpuede ser el ejemplo, porque e saulavinculado con la ('ultura europea por lalengua, por la trad.ició~ clásica, p~r la religión, por la sablduna renacentista.
En la realidad histórica del pueblo naciente tuvieron que influir de modo diverso' los profesores de latín como BIasde Bustamante, los retóricos como Cervantes de Salazar, los filósofos como frayAlonso, los varones como Zumárraga yLas Casas. Nosotros, que miramos a distancia el fenómeno del siglo XVI y quepor con formación mental debemos referirnos a esta época con conceptos generales, afirmamos la existencia de un humanismo mexicano que resumió los másnobles fines de un fenómeno, tambiéncomplejo, conocido con el nombre de Renacimiento. Compuesto por humanistasen el sentido literario de la palabra, dedicados a la enseñanza de las lenguas clásicas y al cultivo dd espíritu; por humanistas en el orden filosófico y mora'!;por humanistas creadores de pueblos ydefensores de! hombre. En conjunto, elhumanismo mexi'cano del siglo XVI esun movimiento que estuvo en contactocon el pueblo y sus propios problemas.Para nuestros humanistas casi no existela tranquilidad horaciana de aquellos renacentistas europeos que gustaron de retirarse del vulgo profano. Aquí está unade sus características y tal vez la explicación de por qué nuestro humanismo tuvopor bandera la dignidad de la personahumana, la igualdad de los hombres, lafe en la fuerza de la razón, 10 que diódesde los primeron tiempos un caráctercomún a nuestro pueblo.
Merced a este humanismo, México,q~e entonces parecía ser América, recibIó Jos mejores ideales de España, deItalia, de Francia e Inglaterra. Recibiólas inquietudes de Arias Montano y N ebrija, del renacimiento itálico, de LuisVives y sus discípulos, de Tomás Moro,de Erasmo y su escuela. Hizo suya latradición entera del genio helénico y latino. Con tales elementos América vinoa ser un nuevo mundo con un nuevo tipode hombre.
Por esto no nos resulta vano repetirque el humanismo grecolatino es uno delos elementos vitales de la fisonomía espiritual de México y el fundamento dela cultura mexicana. Con cuánta razónha observado Alfonso Reyes que la latinidad es el único trampolín desde el cualMéxico puede lanzarse a dar su grito enel consorcio universal. Aquí está el cimiento y el áncora que da perennidad alos pueblos. N o tenemos ni debemos buscar otro. Pero tampoco habremos de confundir lastimosamente con el humanismoe! mundo académico arti ficial que muchas veces ha impedido el contacto de loshombres con su propia tierra o el conocimiento de sí mismos. Tampoco habremos de mostrarnos necios separando el I
saber uno del hombre, como si la cienciafuese extraña a lo humano.
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