I. EL PROBLEMA.
A. Título descriptivo del proyecto.
“Intervención educativa sobre hipertensión arterial en pacientes
geriátricos del Hospital Regional de salud Pucallpa-Marzo 2009”.
B. Formulación del problema.
“¿La intervención educativa sobre hipertensión arterial disminuye el
índice de casos de complicaciones generadas por esta enfermedad en
pacientes geriátricos del hospital regional de salud en la actualidad?”
El tratamiento integral de la hipertensión arterial debe incluir medidas
terapéuticas no farmacológicas, el uso de medicamentos
antihipertensivos y la modificación de estilos de vida.
La hipertensión arterial se encuentra claramente relacionada con un
mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, cerebro vascular y renal.
La identificación e intervención tempranas en pacientes hipertensos a
través de la modificación en sus estilos de vida podría prevenir el
cuadro hipertensivo y el daño subsiguiente por la misma. Desde ya se
estima que los pre hipertensos tienen mayor probabilidad de tener
eventos cardiovasculares que los normo tensos.
Existe evidencia reciente que, dejar de fumar, tener el peso adecuado,
realizar actividad física y disminuir la ingesta de alcohol, reduce las
cifras de presión arterial, disminuye el riesgo cardiovascular y puede
asimismo reducir la dosis de la medicación antihipertensiva.
En términos generales, el tratamiento del paciente anciano con
hipertensión arterial debe iniciar con la modificación del estilo de vida,
en los casos en que no se alcanzan las metas propuestas debe
iniciarse terapia farmacológica.
C. Objetivos de la investigación.
Objetivo General:
Elevar a través de una intervención educativa, el nivel de conocimiento
sobre la hipertensión arterial en pacientes de edades geriátricas y
promover estilos de vida saludable.
Objetivos específicos:
1. Determinar la frecuencia de ocurrencias de crisis hipertensivas en
el grupo muestral de pacientes sin intervención educativa.
2. Determinar la frecuencia de ocurrencias de crisis hipertensivas en
el grupo muestral de pacientes con intervención educativa.
3. Proporcionar al grupo muestral intervenido aspectos
epidemiológicos importantes de la enfermedad.
4. Promover estilos de vida saludable en el grupo muestral
intervenido.
5. Orientar acerca de la prevención de los factores de riesgo y
tratamiento.
D. Justificación.
Según los reportes epidemiológicos del Hospital regional de Pucallpa,
en los últimos 06 años se ha venido observando un incremento
significativo de los casos de HTA en pacientes mayores de 55 años de
edad y de ambos sexos.
Entre las causas más importantes relacionadas con la HTA, son:
- Sedentarismo
- Malos hábitos alimentarios
- Automedicación
- Desconocimiento de la enfermedad
- Factor hereditario
Este fenómeno tiene relación con el incremento de la esperanza de
vida al nacer (Cambios de la estructura poblacional), debido a las
intervenciones de salud (Inmunizaciones, PP. FF. Control de las
enfermedades prevalentes, EE.SS. con RR.HH. capacitados, etc.).
Generalmente en nuestro medio, los profesionales de la salud tienen
mayor preferencia por el desarrollo de actividades asistenciales
(prescripción de tratamientos medicamentosos, intervenciones
quirúrgicas, etc.) y ponen muy poco interés por el desarrollo de
actividades preventivo promocionales; desconociéndose que esta
ultima contribuye a disminuir los casos y obedece a un menor costo de
intervención.
De lo anterior se desprende la importancia de la identificación de
personas con alto riesgo de padecer la enfermedad en las edades
geriátricas, y es precisamente con el seguimiento del médico de la
familia con el cual puede valorarse y dispensarizarse a todas aquellas
personas con factores de riesgo para su seguimiento y control, éste
debe ejecutar acciones educativas, de promoción, prevención de salud
y de rehabilitación, frente a este factor de riesgo y mantener un control
estricto de los pacientes dispensarizados por esta afección.
El presente trabajo pretende demostrar que en el tratamiento de las
enfermedades de HTA, debe ser de carácter integral; donde también
debe existir la presencia del componente educativo en el tratamiento
del paciente, para promover cambios en sus estilos de vida que
contribuyan a disminuir los eventos de crisis de la enfermedad.
D. Limitaciones
El éxito del presente trabajo de investigación, está supeditado a la
decisión voluntaria de los pacientes para participar
en el estudio en cuestión, la disponibilidad de tiempo, el
desplazamiento de los pacientes al centro de educación HTA, etc.
El presupuesto disponible pata el desarrollo de las actividades
programadas, también contribuyen al logro de los objetivos
propuestos.
Viabilidad:
Para efectos del presente estudio, se tendrá como fuente de datos
primarios, las encuestas realizadas, como producto de las entrevistas
a los pacientes intervenidos y no intervenidos; y como fuente de datos
secundarios: las historias clínicas, exámenes de laboratorio, datos
estadísticos del Hospital regional de Pucallpa.
Lugar de intervención
El presente trabajo de investigación, se realizara con los pacientes
adscritos al Programa de control de la HTA del Hospital Regional de
Pucallpa.
Duración:
Tendrá una duración de 06 meses a partir de la formulación y
aprobación del presente proyecto.
Financiamiento:
El presente trabajo es un estudio de factibilidad.
II.- MARCO DE REFERENCIA.
A. Fundamentos teóricos.
El objetivo de la terapia antihipertensiva debe girar en torno a reducir
la morbilidad y la mortalidad asociadas con las complicaciones de la
enfermedad. El tratamiento integral de la hipertensión arterial debe
incluir medidas terapéuticas no farmacológicas y el uso de
medicamentos antihipertensivos, acompañado del cambio de estilos
de vida saludable.
Las medidas no farmacológicas han demostrado ser eficaces en el
tratamiento de la hipertensión arterial en el anciano. Geleijnse reportó
que el uso de un substituto de la sal corriente, con menor proporción
de sodio, resultó en una disminución de 7.6/3.3 mm Hg respecto al
grupo control e indujo una disminución del 28% en la excreción
urinaria de sodio.
Por otra parte, la suplementación de potasio en la dieta no se
relacionó en forma consistente con la reducción de las cifras de
presión arterial en pacientes ancianos, sin embargo, una ingesta
elevada de potasio en la dieta parece estar relacionada con una
disminución de la mortalidad por trastornos vasculares agudos del
sistema nervioso central, en forma independiente de otros factores de
riesgo. Otras modificaciones del estilo de vida que han demostrado
tener una relación directa con la reducción de las cifras de presión
arterial son la reducción de peso corporal, la práctica regular de
ejercicio físico, la moderación en el consumo de alcohol y la adopción
de una dieta rica en frutas y vegetales con una baja proporción de
grasas saturadas y totales .
Entre los medicamentos utilizados en la práctica clínica para el
tratamiento de la hipertensión arterial en ancianos se encuentran
diuréticos tiazídicos, de asa y ahorradores de potasio; bloqueadores
de los receptores de aldosterona, bloqueadores de los receptores
beta, inhibidores de la ECA, bloqueadores de los canales de calcio,
bloqueadores de los receptores alfa 1, agonistas centrales alfa 2 y
otros agentes de acción central.
La selección del fármaco depende de la existencia o no de evidencia
concluyente acerca de la eficacia de un fármaco. En términos
generales, el tratamiento del paciente anciano con hipertensión arterial
debe iniciar con la modificación del estilo de vida, en los casos en que
no se alcanzan las metas propuestas debe iniciarse terapia
farmacológica.
En los pacientes sin complicaciones asociadas se recomienda el uso
de tiazidas, IECAS, ARA II y beta bloqueadores, mientras que en los
hipertensos con compromiso de órganos blanco se encuentra indicada
la implementación de un esquema terapéutico individualizado.
Los pacientes mayores de 85 años suelen responder en forma
adecuada a modificaciones consistentes en el estilo de vida (actividad
física de acuerdo con la edad, control de factores de riesgo asociados,
control de peso corporal, dieta adecuada). Los casos que requieren
intervención farmacológica responden en forma adecuada al uso de
tiazidas, IECAs y en ocasiones a la introducción de un medicamento
placebo.
Estudios epidemiológicos concluyen que varios factores de riesgo
guardan relación con la hipertensión arterial, dentro de estos se citan
la edad, el sexo, color de la piel, la herencia, las dietas ricas en sodio,
los oligoelementos, los factores socioculturales, el alcoholismo, el
hábito de fumar, la hiperlipidemia y las enfermedades como la
cardiopatía isquémica, la enfermedad cerebro vascular, y la diabetes
mellitus.
Simplemente comentar que razones de raza, más en la negra; sexo,
más en varones hasta los 50-55 años; con la edad, aumenta desde el
nacimiento hasta los siete años y luego más lentamente hasta los 60-
65 años; herencia, más en familiares con relación de primer grado;
dieta, obesidad e ingesta media de sodio, hecho este último,
controvertido en los últimos meses; ambientales, stress, así como la
personalidad ansiosa y depresiva, se han comprobado en múltiples
estudios epidemiológicos.
En nuestra Región, cambios socio-económicos y buenas coberturas
de vacunación, a partir de 1995 aumentaron la expectativa de vida
siguiendo la línea de los países desarrollados y como la HTA
constituye el primer factor de riesgo cardiovascular en pacientes
geriátricos, adquiere gran importancia evitar las complicaciones de la
misma.
De lo anterior se desprende la importancia de la identificación de
personas con alto riesgo de padecer la enfermedad en las edades
geriátricas, y es precisamente con el seguimiento del personal de
salud con el cual puede valorarse y dispensarizarse a todas aquellas
personas con factores de riesgo para su seguimiento y control, éste
debe ejecutar acciones educativas, de promoción, prevención de salud
y de rehabilitación, frente a este factor de riesgo y mantener un control
estricto de los pacientes dispensarizados por esta afección.
Habitualmente a los pacientes en edades geriátricas se les debe
informar de lo que implica padecer de hipertensión arterial, pero la
educación sanitaria se realiza de manera diferente según los
profesionales de salud y se recoge de manera distinta según el tipo de
paciente, de ahí la necesidad de un programa para mejorar la
educación sanitaria en atención primaria para aumentar el grado de
conocimiento y así disminuir la incidencia de hipertensión arterial y sus
consecuentes complicaciones.
B. Antecedentes del tema.
En la ciudad de Pucallpa, no existen estudios realizados sobre el
particular, no obstante en países como Cuba, existen evidencias de
trabajos sobre el particular.
El termino pre hipertensión, (120-139/80-89 mmHg) sugerido por el
JNC-7 y criticado por los europeos y otros investigadores, ha
pretendido llamar la atención
sobre aquellos pacientes en quienes la temprana intervención, a
través de modificaciones en el estilo de vida, podrían disminuir la cifra
de la presión, o prevenir la hipertensión. Qureshi ha publicado que los
pre hipertensos tienen más probabilidades de tener eventos
cardiovasculares que los normotensos.
[pic]
Se ha recomendado que estos pacientes reciban consejos sobre
modificaciones en el estilo de vida. Sin embargo han comenzado a
realizarse estudios usando fármacos. Uno de ellos el estudio TROPHY
(Trial of Preventing Hipertensión) que enroló a 809 pacientes con edad
media de 48 años y con una presión promedio de 131/85 mmHg. Un
grupo recibió candesartan (n=391) y otro placebo (n=381) por dos
años y luego los dos grupos recibieron placebo por dos años. En los
pacientes con pre hipertensión el tratamiento con este ARA II se
asoció con una reducción del desarrollo de hipertensión en los 4 años
comparado con placebo, aunque la reducción fue mayor en los dos
primeros años de tratamiento activo. (6). Sin embargo, y a pesar de lo
atractivo del estudio, estos resultados deberán ser evaluados teniendo
en consideración la seguridad con tratamientos más prolongados y
deberán ser ratificados en otros estudios antes de ser indicados
clínicamente.
MODIFICACIONES EN EL ESTILO DE VIDA
Existe evidencia reciente que, dejar de fumar, tener el peso adecuado,
realizar actividad física y disminuir la ingesta de alcohol, reduce las
cifras de presión arterial, disminuye el riesgo cardiovascular y puede
asimismo reducir la dosis de la medicación antihipertensiva.
La Sociedad Británica de Hipertensión recomienda a la población:
1. Mantenga
el peso adecuado en los adultos: 20-25 Kg. /m2
2. Reduzca la ingesta de sal a menos de 100 mol/día (menos de 6g
de NaCl o menos de 2.4 g de Na/día)
3. Limite el consumo de alcohol a menos de 3 unidades /día en los
hombres y a menos de 2 en las mujeres
4. Realice actividad física aeróbica (caminar rápido en vez de
levantar pesas) la mayor parte de días de la semana, pero al menos 3
días.
5. Consuma 5 porciones diarias de frutas y vegetales
6. Reduzca la ingesta de grasa total y grasa saturada.
El JNC-7 ha reportado las siguientes disminuciones de la cifra de
presión arterial con las modificaciones en el estilo de vida:
- Disminución de peso: 5-20 mmHg/10 Kg.
- DASH : 8-14 mmHg
- Menos ingesta de sodio : 2-8 mmHg
- Actividad física : 4-9 mmHg
- Menor ingesta de alcohol : 2-4 mmHg
DASH son las siglas de Dietary Approaches to Stop Hypertension. Es
una dieta rica en frutas y vegetales y en productos de uso diario bajos
en grasas y con un reducido contenido de colesterol y grasas
saturadas. Es rica en potasio y en calcio. Seguir estrictamente esta
dieta pude ser comparable a la administración de monoterapia para la
hipertensión.
Recientemente, en 2006, la American Heart Association ha publicado
sus recomendaciones sobre dieta y estilo de vida. Las metas que
propone son promover:
• Consumo de una dieta saludable
• Peso corporal saludable (Índice de masa corporal 18.5 – 24.9 Kg.
/m2)
• Niveles lipídicos:
LDL < 100mg/dl
HDL > 50 mg/dl en hombres, >40 en mujeres
Triglicéridos, 150 mg/dl
• Presión arterial normal ( P. sistólica