Curso: Ferias de Ciencia y Tecnología: Procesos de investigación en el aula
TEXTO PARALELO “LA ÉTICA EN LA INVESTIGACIÓN”
En las investigaciones clínicas en las que participen personas, sanas o
enfermas, se ha de respetar el derecho a la intimidad y a la protección de datos
personales. Esta afirmación apareció a partir de las "investigaciones” que se
realizaron en los campos de concentración nazi, ahí se elaboró una normativa
para salvaguardar los derechos básicos fundamentales y el bienestar de los
sujetos humanos que participan en una investigación. Esta normativa, conocida
como el código de Núremberg (1947) ,28 contiene los principios fundamentales de
la investigación médica en sujetos humanos que se hallará de todas las demás
normativas que se han elaborado.
Existen razones que influyen en la aparición de abusos o desviaciones
éticas en el proceso de la investigación con humanos. Por ejemplo, las exigencias
y los recursos pueden ser mayores que el número de investigadores responsables
disponibles, las importantes cantidades de fondos dedicadas al desarrollo de
especialidades como lucha contra el cáncer, enfermedades coronarias,
cerebrovasculares así como nuevos métodos de tratamientos preventivos y mayor
poder de los nuevos remedios. Para intentar conseguir que toda investigación
sea éticamente correcta hay un sector importante de profesionales que proponen
evitar la publicación de todo aquello que no se ajuste a un proceder correcto.
Aquí es donde los principios que guían la actuación de los investigadores
adquieran una vigencia enorme. De hecho, desde 1964, los profesionales
sanitarios han defendido la declaración adoptada por la 18° Asamblea Médica de
Helsinki, Finlandia, que se ha modificado en diversas asambleas, siendo vigente
en actualidad los principios adoptados en la 52" General celebrada en Edimburgo,
en octubre de 2000. En ella se establecen los principios básicos para que un
proyecto de investigación sea de calidad, principios que han de ser conocidos por
todo el personal investigador. Se debe tener en cuenta que el progreso de la
medicina se basa en Ia investigación, la cual, en último término, tiene que recurrir
en rnuchas ocasiones a la experimentación en seres humanos. Pero siempre, en
la investigación, la 'preocupación por el bienestar de las personas debe tener
primacía por encima de los intereses de la ciencia y de la sociedad y los
investigadores deben conocer los requisitos éticos, legales y jurídicos para la
investigación en sus propios países, al igual que los requisitos internacionales
vigentes.
El ser humano lleva ya mucho tiempo tratando de dominar a la naturaleza. En
rigor, en eso consistía, entre otras cosas, el proyecto de la modernidad. De ahí
que podamos 'afirmar que esta voluntad de dominio no se ha agotado sino que,
ahora, el dominio se encamina fundamentalmente al dominio del mundo biológico-
Por ello, es necesaria la reflexión ética, para que tal dominio no se vuelva contra el
hombre.
Los principios morales sirven de guía o como reglas para la acción pero a menudo
entran en conflicto y cada uno de ellos puede ser ponderado de diversas formas
según el contexto de referencia. No pueden considerarse normas precisas de
acción puesto que tienen un carácter orientador y son dependientes de las
circunstancias. Su presunta validez puede verse seriamente afectada por los
detalles del caso en los que colisionan con principios de importancia equiparable.
En consecuencia, los principios morales tienen una función orientadora. Su
aplicación no puede ser mecánica sino mediada por procesos de reflexión y de
argumentación sensibles a los detalles y a las circunstancias de aplicación. Es en
la deliberación donde se identifican los criterios para aplicar principios que a
menudo compiten con el fin de procurar que la acción finalmente elegida
promueva los valores que dotan de contenido a los principios. No se trata
simplemente de "hacer lo correcto" porque aparentemente se tiene en cuenta una
regla o principio ampliamente aceptado sino de garantizar en lo posible "que el
resultado sea bueno", atendiendo a las circunstancias y a los detalles relevantes
de la situación en donde es preciso aplicar ciertos principios. Los principios
pueden servir de apoyo en la argumentación orientada para identificar el curso de
acción más razonable, sea en el marco de una reflexión estrictamente individual
(autorregulación) o en entornos institucionales especializados (autorregulación
social). En ambos marcos se busca que la acción práctica responda a ciertos
valores.
La ética no consiste en la aplicación mecánica de principios o de normas
morales importadas sin más de un código previo, sino en la justificación racional
argumentativa de los cursos de acción preferibles entre varias alternativas. Es
preciso tener en cuenta que los valores son el producto condensado de
experiencias y de circunstancias que han ido configurado, a lo largo de
generaciones, todo lo bueno, deseable e importante para grupos humanos muy
diversos. Por medio de múltiples formulaciones jerarquizadas de maneras
diversas, estos principios generales son la base sobre la que se articulan códigos
de normas morales, a veces muy detalladas y complejas. Los códigos morales
pueden servir de referencia a instituciones, grupos y sociedades enteras,
impregnando procesos esenciales de socialización y de pautas de actuación.