El SERMÓN DEL MONTE
PARTE 7: PEDIR, BUSCAR Y LLAMAR
IGLESIA DE CRISTO - RANCAGUA
Pedir, Buscar y LlamarMateo 7:7-11 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el
que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O qué hombre hay entre
vosotros que si su hijo le pide pan, le dará una piedra, o si le pide un pescado, le dará una
serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?.”
INTRODUCCION
Para visualizar de una mejor manera el mensaje de esta sección es necesario analizar
el contexto de lo estudiado hasta acá. Por eso, siguiendo la línea del sermón hasta
este punto tenemos:
o Parte 1: Las Bienaventuranzas las cuales nos presentan una descripción de los
ciudadanos del reino de Dios, su naturaleza, su fundamento, la esencia del
cristianismo y el carácter que deberíamos de tener.
o Parte 2: Posteriormente, prosigue con la relación del cristiano o ciudadano del
reino con la ley de Dios. Esto es fundamental que lo hiciera ya que los oyentes
eran judíos, enseñados en la ley y obviamente cualquier nueva enseñanza la
juzgarían según la ley.
o Parte 3: La tercera sección expone las verdaderas exigencias de la Doctrina de
Dios frente a la falsa enseñanza que los escribas y fariseos le atribuían, lo
anterior, reflejado en diferentes ejemplos; homicidio, adulterio, divorcio, etc.
o Parte 4 a la 6: Estas secciones tratan de las acciones puntuales mediante las
cuales podemos practicar la justicia, responde a la pregunta; ¿cómo puedo ser
justo y santo en las acciones puntuales de mi vida?, esto último ejemplificado
en: El Yo interior, La vida Espiritual y Terrenal, El Juzgar.
Sin lugar a dudas que el denominar común que se visualiza en todas estas secciones,
y en especial en las ultimas 3 (contexto), da cuenta del tipo de justicia que debemos
practicar como cristianos (ser luz del mundo), haciendo especial énfasis a la
declaración inicial e introductoria de Cristo:
Mateo 5:20 “Porque les digo a ustedes que, si no superan a los maestros de la ley y a los
fariseos en hacer lo que es justo ante Dios, nunca entrarán en el reino de los cielos”.
Es por esto que, hasta acá, lo que ha hecho nuestro Señor es mostrarnos esa justicia
que es mayor a la de los Fariseos. Lo anterior ejemplificado en los estudios antes
vistos y principalmente en; El Yo interior, La vida Espiritual y Terrenal, El Juzgar (parte
4 a la 6).
Ahora bien, el problema radica en que, a no ser que esté muy equivocado, cualquiera a
quien se le presentan estas enseñanzas se siente inmediatamente condenado, no es
que sean inalcanzables, es que en nuestra debilidad estamos acostumbrados a los
criterios de este mundo (costumbres), por ende se nos hace difícil poder cumplir con
lo expuesto por Jesús (leer Romanos 7:14, 18-24 y Marcos 10:26-27).
Una vez examinada esta enseñanza noble, elevada y divina, deberíamos ver con
claridad que hace falta ser un hombre nuevo para vivir esta clase de vida. Nadie puede
esperar vivir así a no ser que haya nacido de nuevo y haya recibido el Espíritu Santo.
Es por esto que, después de estas enseñanzas y dado que Cristo conoce nuestra
debilidad inherente, nos da este consuelo, plasmado en las siguientes palabras:
Mateo 7:7-11 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el
que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O qué hombre hay entre
vosotros que si su hijo le pide pan, le dará una piedra, o si le pide un pescado, le dará una
serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?.”
1. ¿Que cosas debo pedir?
Nuestras peticiones deben ser para nuestro beneficio espiritual, esto quiere decir que
deben apuntar a tener las cosas necesarias (de toda índole: materiales y espirituales)
las cuales nos permitan ser cada día más justos delante de Dios. Por ejemplo:
Dinero, fama, comida, casas, carrera profesional?
Mateo 6:25-34 “Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber
para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y
el cuerpo más que la ropa? ……... Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los
cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. No se
preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día
tiene bastante con sus propios problemas.”
Santiago 1:5 “Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual
da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”.
Filipenses 4:6-7 “No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y
denle gracias también. Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre
puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo
Jesús.”
1 Pedro 5:6-7 “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El os exalte a su
debido tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de
vosotros”.
Colosenses 1:3 “Por lo tanto, ya que ustedes han sido resucitados con Cristo, busquen las
cosas del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Piensen en las cosas del
cielo, no en las de la tierra.”
Mateo 16:26 “Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero
pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?”.
2 Cor 12:8-9 “Tres veces le he pedido al Señor que me quite ese sufrimiento; pero el Señor me
ha dicho: «Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la
debilidad.» Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que repose sobre mí el poder de
Cristo.”
Dios no nos dará nada que nos pueda afectar espiritualmente.
A veces pedimos cosas pensado que serán buenas/adecuadas para nosotros, pero al
final nos pueden terminar haciendo daño, por lo tanto, siempre es sabio y prudente,
dejar nuestras peticiones en las manos de Dios, al amparo de su Divina voluntad, ya
que El tiene la sabiduría necesaria para conocer por anticipado si algo es, en ultimo
termino, provechoso (o no) para nuestra vida espiritual.
Santiago 4:3 “Pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastarlo en
vuestros placeres”.
Jeremías 17:9 “Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo
comprenderá?”.
Lo anterior es así dado que incluso nuestros padres terrenales, con la intensión de
hacernos el bien, nos dan ciertas cosas (enseñanza, bienes materiales, oportunidades,
etc.) que finalmente terminan haciéndonos mal para nuestra vida espiritual. Por lo
tanto: demos gracias a Dios que no nos da todo lo que pedimos!!!!
Mateo 16:26 “Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero
pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?”.
Mateo 7:11 “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?.”
Isaías 55:8 “Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar no es como
la suya. Así como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de
actuar están por encima de las de ustedes. El Señor lo afirma.”
2. ¿Cómo las debo pedir? Evidentemente que las debemos pedir con Fe, esto es, sin dudar:
Santiago 1:5-8 “Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual
da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero que pida con fe, sin dudar;
porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una
parte a otra. No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor, siendo hombre
de doble ánimo, inestable en todos sus caminos”.
Hebreos 11:1 “Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no
se ve”.
Debemos ser perseverantes en nuestras peticiones, esto se ve reflejado en el hecho
de que Cristo lo halla expuesto con diferentes connotaciones como: pedir, buscar y
llamar.
Lucas 18:1-8 “Y les refería Jesús una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo
tiempo, y no desfallecer, diciendo: Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni
respetaba a hombre alguno. Y había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él
constantemente, diciendo: "Hazme justicia de mi adversario." Por algún tiempo él no quiso,
pero después dijo para sí: "Aunque ni temo a Dios, ni respeto a hombre alguno, sin embargo,
porque esta viuda me molesta, le haré justicia; no sea que por venir continuamente me agote
la paciencia." Y el Señor dijo: Escuchad lo que dijo el juez injusto. ¿Y no hará Dios justicia a
sus escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? Os digo
que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la
tierra?”.
1 Tesalonicenses 5:17 “Orad sin cesar”.
Sin lugar a dudas en recomendable, en ciertas ocasiones, acompañar la oración con
ayuno, esto es, cuando nos encontremos en pos de una búsqueda profunda de Dios
por alguna razón específica o bajo alguna circunstancia excepcional, con el fin de
alcanzar alguna meta espiritual (contexto). No como cajero automático!!
o Debo ayunar solamente cuando el Espíritu de Dios me guíe a hacerlo, cuando me
halle empeñado en algún propósito espiritual importante, no según reglas, sino
porque siento que existe una necesidad especial de concentrarme enteramente, con
todo mi ser, en Dios y en mi adoración a Él. Este es el momento de ayunar, y ésta es
la forma correcta de enfocar este asunto.
o La noción bíblica del ayuno es que, por ciertas razones y fines espirituales, las
personas se deciden a abstenerse de placeres físicos que son legítimos (ej.; comida
y bebida).
Recordando algunos conceptos respecto del ayuno, tenemos que:
Conclusiones
Dado las expectativas que hay puestas sobre cada uno de nosotros (ej. parábola
talentos) es totalmente atingente que Cristo nos diera estas palabras de consuelo, las
cuales van dirigidas a que pidamos a Dios lo necesario para estar en condiciones de
«Hacer lo que es justo delante de Dios», de forma que, «en aquel día» seamos hallados
dignos de estar frente a Dios sin avergonzarnos. Esta es la visión de Dios respecto
de nuestras peticiones y esto es lo único que realmente importa dado que:
Mateo 5:20 “Porque les digo a ustedes que, si no superan a los maestros de la ley y a los
fariseos en hacer lo que es justo ante Dios, nunca entrarán en el reino de los cielos”.
Mateo 16:26 “¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su
alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?”.
1 Juan 2:28 “¿Y ahora, hijos, permaneced en El, para que cuando se manifieste, tengamos
confianza y no nos apartemos de El avergonzados en su venida?”.
Mateo 7:21-23 “No todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en el reino de los cielos,
sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel
día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? «Y entonces les declararé: "Jamás os
conocí; APARTAOS DE MI, LOS QUE PRACTICAIS LA INIQUIDAD”.
Por lo tanto, nuestros principales esfuerzos y afanes en esta vida deben ir dirigidos en
«Hacer lo que es justo delante de Dios». No nos distraigamos en las cosas de esta
vida, colocando toda nuestra atención/afán en ellas, sino que tengamos la
convicción/FE de que Dios nos dará TODO lo necesario para vivir reposadamente y en
paz en este mundo pasajero. En primer lugar busquemos las cosas del cielo, las
espirituales:
Por lo tanto, si hay algo que nos estorba o distrae, si hay algo que nos aleja de Dios,
tengamos toda la certeza, confianza y perseverancia de pedir a Dios lo necesario
(voluntad, disciplina, sabiduría, etc.) para tener la capacidad de alejarnos de ello
(Mateo 5:29-30) y de cumplir con la Justicia que El Señor requiere de nosotros,
pidamos su ayuda, su consuelo, sabiduría, fuerza y constancia, seamos perseverantes
y tengamos Fe en que El Señor nos dará lo necesario, dado que su palabra dice:
Mateo 7:7-11 “¿qué hombre hay entre vosotros que si su hijo le pide pan, le dará una piedra, o
si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar
buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas
buenas a los que le piden?.”
Mateo 6:25-34 “Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber
para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el
cuerpo más que la ropa? ……... Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los
cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. No se
preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día
tiene bastante con sus propios problemas.”
Por lo demás, tengamos presente que «caídas van a venir», pero:
Mateo 24:13 “El que persevere hasta el fin, ése será salvo.”
FIN PARTE 7
Hebreos 13:5 “Sea vuestro carácter sin avaricia, contentos con lo que tenéis, porque El mismo
ha dicho: NUNCA TE DEJARE NI TE DESAMPARARE.”
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