SABÍAS QUÉ? CURIOSIDADES
DE MONGOLIA
Interior de un ger
Mongolia… Mon-go-lia, repetilo varias veces, suena raro, ¿no? Es de esos
lugares que suenan alejados, como Timbuktu o Conchinchina. Pero ahí está, lo
suficientemente grande en el mapa como para que todos lo veamos. Estrujado
entre China y Rusia, pero con una personalidad bien marcada.
Al ser un país con poca prensa, poco es lo que sabemos de él. Conocemos a
Gengis Khan y… bueno, no mucho más. Por eso creamos este curioso posteo
con lo que más nos llamó la atención durante nuestro viaje… ¡curioseemos
juntos!
Nómada como mongol en su ger
Armando el ger
Si decís Mongolia, decís nómades. Y si decís nómades, decís ger.
Básicamente, el ger es una carpa circular de un ambiente donde vive la
familia nómada. Está formado por un armazón de madera para las paredes,
otro para el techo y el piso, que se cubren con gruesas lonas. En el medio hay
una estufa con una chimenea y hornalla para cocinar, las camas alrededor y
algunos también tienen televisores a energía solar. Les toma un par de horas a
la familia armarlo y desarmarlo cuando tienen que moverse. Cargan sus partes
en el vehículo (originalmente caballos o camellos pero en la actualidad se están
motorizando) y están listos para seguir viaje. Casi la mitad de la
población todavía conserva este estilo de vida.
¿Qué si pasan frío en invierno? La respuesta está en Ulaan Bataar, la
capital, donde es muy común que las familias sedentarias tengan la casa de
material para el verano y al lado un ger para los meses más fríos.
Si te entusiasmaste con la idea podés pedir tu ger en esta página y te lo
mandan a tu casa!! Los más baratos empiezan en los USD 1000.
Transportando un ger en versión motorizada
El país sin rejas
Mongolia es un país de espacios abiertos, donde la propiedad privada es casi
inexistente. Según dicen por ahí, “el país menos enrejado del mundo”. Un
consejo si pensás viajar por acá, lleva una carpa (tienda) o comprala en Ulaan
Bataar. Apenas te alejes de cualquier tipo de urbanización (no es que haya
muchas zonas urbanizadas) vas a poder levantar campamento tranquilamente
en casi cualquier lugar, siempre y cuando estés a más de 100 m de distancia
de otro ger o te hayas hecho amigo de los locales. Preparate para noches
muuuuy frías, no hagas como nosotros y llevá una buena bolsa de dormir.
Acampando en las tierras libres mongolas
El orgullo de una gran panza
¿Qué Mongolia es uno de los países con el promedio de temperatura anual
más bajo del mundo? Si, lo es. Pero esto no intimida a los hombres a levantar
sus remeras y pasearse felizmente con sus panzas al viento. En principio no
nos parecía algo curioso, pero la costumbre se repetía a lo largo y ancho del
país. La regla aparentemente demanda que la panza sea lo suficientemente
grande como para que la remera se quede sostenida por ésta sin necesidad de
usar las manos. Eso sí, son demasiado pudorosos como para andar con el
torso desnudo.
Mongol orgulloso de su panza
Sr. Jinete, respete el semáforo
Que el caballo es el mejor amigo del mongol no hay dudas y que es el medio
de transporte preferido fuera de la capital tampoco. Pero en el centro de Ulaan
Bataar quisieron dejar en claro que a caballo, motorizado o caminando, vas
a tener que respetar las señales de tránsito.
Semáforo en Ulaan Bataar
¿Dónde está la ruta?
Si querés viajar por Mongolia preparate para saltar, si no quedate en Ulaan
Bataar. Si estás listo para saltar, agregale un buen mapa, un GPS, más sentido
de la ubicación que un gato o un local que te guíe. Y si viajás en el limitado
transporte público preparate para incómodos y laaaargos viajes.
Es que en Mongolia sólo un 5% de las rutas están
pavimentadas. Y las que no lo están son huellas que formaron los
vehículos en la inmensidad del terreno. Después de un largo viaje te va a doler
todo el cuerpo y le vas a pedir al espíritu de Gengis Khan que el próximo tramo
sea pavimentado. Tenés muy pocas chances de que eso pase, así que mejor
disfrutá de esta característica de este curioso país.
Rutas mongolas
“Mmmm, que rico que está el té salado, señora nómada”
Después de un largo y frío viaje nada mejor que un plato de… de… empanadas
de grasa de cordero y algo de carne fritas en grasa de cordero. Seguramente
no suene tentador, pero el khuushuur es de lo mejor que vamos a encontrar en
la escueta gastronomía local.
El duro clima y las pocas tierras cultivables obligan a los mongoles a
importar o limitarse a lo que la naturaleza les dio. En el caso de los
nómadas su dieta se basa en lo que obtienen de su ganado: lácteos, carne de
oveja, cordero, cabra y mucha grasa para soportar el duro entorno. Algunos
platos típicos que salen de sumar estos ingredientes con la falta de
condimentos y la creatividad mongola son el buuz en té salado (bolas de masa
rellenas de carne y mucha grasa flotando en este líquido), carne de cordero sin
ningún tipo de condimento y aaruul (leche disecada al sol).
Buuz sumergidos en té salado. Comida local mongola.
Productos argentinos
¿Quién iba a pensar que Mongolia sería el país asiático donde más productos
argentinos encontramos? El primer día que pisamos Ulaan Bataar, Pamela,
quien después viajaría con nosotros por este curioso país, nos trae la gran
noticia: “chicos, miren lo que encontré en el Department Store… ¡¡¡¡dulce de
leche!!!!”, mientras muy alegre untaba el Poncho Negro (marca que
desconocíamos) en su tostada. Eso sería el comienzo de una seguidilla de
productos argentinos que fuimos encontrando a lo largo del viaje. Se le
sumaron los caramelos Butter Toffees, los amados Bon o Bon (negro, blanco y
suave!), las galletitas surtido Bagley y hasta los históricos caramelos Viena de
Arcor que encontramos entre las ofrendas de un templo, entre otros.
Ofrenda de caramelos Arcor en un templo de Karakorum, Mongolia.
¡Un arcoíris me recibe!
¿A quién no le gustan los arcoíris? Tal vez a los perros que según dicen no
pueden ver todos los colores. Pero estamos seguros que a vos sí te gustan sin
importar lo que piense tu mascota. Por más que llueva y las nubes cubran el
cielo, tu entrada a Mongolia llegando desde China va a estar llena de
colores. Este arcoíris eterno no es un fenómeno natural lamentablemente, sino
una creación de la mano del hombre. Y aunque no tenga una fuente de oro al
final, se gana nuestro premio al paso fronterizo más alegre, simpático, divertido
y creativo que hayamos cruzado.
Paso fronterizo China-Mongolia: el más alegre que hayamos cruzado.
Para seguir curioseando, no te pierdas todos los posteos de la
categoría “Mundo curioso”
Taiwan
SABÍAS QUÉ? 10
CURIOSIDADES DE TAIWÁN Muy probablemente de chico hayas tenido algún muñeco “Made in Taiwan” y hace no
tanto habrás escuchado la pedorrada de canción “un osito de peluche de Taiwán”. Sabés
que está en Asia, que es una isla, que el del supermercado te dijo mil veces que no es
chino, que es taiwanés y… ¿qué más? ¿Qué más hay en este país que tanto te cuesta
diferenciar de China?
Pará, pará… ¿Taiwán es un país? Uyyyy, en qué tema nos metimos. Mejor resolvamos
esto y después seguimos con más curiosidades que seguro no conocías de este ¿país?
El gran dilema: ¿Taiwán es un país?
Para empezar a aclarar las cosas (o a complicarlas), partamos de la base que según su
propia Constitución, el nombre oficial de Taiwán es República de China, y no Taiwán
como generalmente se la llama. De hecho Taiwán es el nombre de la isla principal y no
de todo el conjunto que también lo forman otras islas menores.
Si Taiwán es un país o no es un tema que da para largo debate, ya que depende a quién
le preguntes y qué posición tomes. Si consideramos países a los que están reconocidos
por las Naciones Unidas, entonces Taiwán es una provincia más de China. Pero esta no
es la única opinión.
Por otro lado tenemos que 26 países sí consideran a Taiwán como un país
independiente, en mayoría países pequeños que lo tienen como gran aliado comercial,
como por ejemplo Tuvalu, Islas Salomón, Suazilandia, Nauru, Bélice o Kiribati.
Muchos países centroamericanos también lo reconocen, pero la lista se va reduciendo
con los años. De los países de la Unión Europea, el único que lo acepta es Ciudad del
Vaticano, que de hecho ¿es un país? Mejor volvamos al tema de Taiwán.
Por último, está la opinión de la gente. Los taiwaneses no quieren saber nada con que se
los llame chinos y para ellos no hay duda de que Taiwán es un país independiente. Pero
para los chinos, China es una sola, la República Popular de China, y eso incluye
también a la “islita rebelde”.
Como te imaginarás, todo este tema es una cuestión de enormes intereses. Que la gran
mayoría de los países del mundo no reconozcan a Taiwán como un Estado
independiente es porque nadie quiere entrar en conflicto con China. Contradecir a la
economía más fuerte del mundo no es una idea muy tentadora para nadie.
Taiwán tiene su propio gobierno, economía independiente, ejército, bandera, moneda,
territorio, población, himno y hasta idioma (taiwanés es el idioma oficial junto al chino
mandarín), pero resumiendo, no se lo acepta como país independiente porque China no
quiere. Casi todos los intentos de Taiwán de integrar alguna organización internacional
son interferidos por China. Por eso es que los países que no reconocen a Taiwán no
tienen embajadas en la isla, sino representaciones que cumplen con las relaciones
diplomáticas.
¿Entonces por qué China no invade Taiwán, como hizo con otros territorios, y terminan
con tanta vuelta? Si bien podrían, no les resultaría para nada fácil, y mucho menos
económico, como lo fue la invasión a Tíbet, por ejemplo. Pero que no se pasen de la
raya porque ya avisaron que cualquier intento de independencia se contrarrestaría con
una invasión.
Otro ejemplo es el del Comité de los Juegos Olímpicos. ¿Viste a Taiwán participar de
las Olimpiadas? No, pero en realidad sí. Taiwán no participa con ese nombre, ni
tampoco con el oficial de República de China, sino con el de Chinese Taipei, al igual
que en las competiciones de FIFA y otros eventos deportivos. La bandera que los
representa también es distinta.
Si querés saber si tu país reconoce o no a Taiwán como un Estado independiente, podés
ver este listado.
Sentimiento popular: Taiwán independiente
Pancartas en una protesta: “El futuro de Taiwán no es un asunto de China”
Representación oficial de Argentina en Taiwán (Oficina Cultural y Comercial)
Yo no quiero a mi bandera
Cuenta la historia que allá por 1949, en China, un tal Mao Zedong llegó al poder con su
Partido Comunista tras una popular revolución. Los que en ese momento estaban en el
gobierno eran los nacionalistas, que en el sentimiento de la gran mayoría, no estaban
siendo muy justos que digamos.
Los Comunistas izaron la bandera de la revolución como la nueva bandera del país (la
que conocemos actualmente), y los nacionalistas y sus seguidores se exiliaron en
Taiwán, llevando su querida bandera con ellos.
Cuando llegaron a Taiwán, los nacionalistas pusieron su bandera, mucha mano dura,
avisaron que ellos seguían siendo el único partido oficial de China aunque los hubieran
desplazado y desde la isla empezaron la resistencia para volver a tener el control.
Obviamente que todo esto no fue muy bien recibido por los taiwaneses, quienes
tuvieron que soportar una larga dictadura. Por eso es que la bandera oficial de Taiwán,
la misma que impusieron los nacionalistas, es un símbolo que a muchos todavía les hace
ruido.
A pesar de que constantemente se propone cambiarla, este es un tema que no cae muy
simpático en el gobierno y, al menos por ahora, no tiene quorum. La principal razón de
esto es que el gobierno chino dejó claro que un cambio de bandera en Taiwán sería
tomado como una provocación pro-independentista.
El sol blanco en fondo azul es el símbolo del Partido Nacionalista (Kuomintang)
Bandera propuesta para Taiwán por pro-independentistas
Homenaje a Chiang Kai-shek en Taipéi, líder del Partido Nacionalista expulsado de
China
Un país muy conveniente: We love 7-Eleven!
Si no sabés de lo que te estamos hablando, 7-Eleven es una cadena estadounidense de
minimercados o “convenience stores” que está en varios países de Asia. En Tailandia
fueron nuestros grandes aliados, donde comprábamos productos que no encontrábamos
en ningún otro lugar como Bon o Bon o un riquísimo yogur bebible, y donde nos
refugiábamos en los días de insufrible calor. En otros países, como Malasia, China o
Singapur, hay muchos menos y pasan desapercibidos, además de tener precios no muy
convenientes que digamos.
Pero en Taiwán el tema se fue por las ramas, casi tan literalmente que no va a faltar
mucho para que haya un 7-Eleven arriba de un árbol. Si no te hacés mucha idea de
cómo es una típica ciudad taiwanesa, lo primero que deberías poner para llenar espacios
son varios minimercados de estos. Y no hace falta que sea una ciudad, en casi cualquier
lugar habitado hay al menos uno y encima abierto 24 horas.
Si bien son originales de Estados Unidos, Taiwán es el país con más densidad de 7-
Eleven del mundo, y por amplio margen. Y esto tampoco se queda en los 7-Eleven. Por
si no alcanzara también hay otras cadenas como Family Mart, OK Mart y Hi Life. La
característica es que cada negocio, esté donde esté, tiene los mismos productos con los
mismos precios. No hay lugar para sorpresas, ni positivas ni negativas. Además de
comprar comida que te saca de apuro o chocolates baratos, podés pagar los impuestos,
hacer fotocopias, comprar una tarjeta SIM y hasta funcionan como lavandería y
correo… como dicen los taiwaneses: “Convenience stores in Taiwan are very
convenient!”
Uno de los tantos 7-Eleven en Taipéi
¿No tenés un 7-Eleven a menos de diez pasos de distancia? No te preocupes, Family
Mart o Hi Life te van a salvar
Un osito de peluche de Taiwán y la isla donde todo
es “cute”
Cute es una palabra que define muy bien a la impresión que deja Taiwán en la mayoría
de los extranjeros. En español no tenemos una sola palabra para definirlo, pero sería la
suma de tierno+adorable+aniñado+medio tonto. El nivel de “cuteness” en Taiwán
supera todo límite que hayamos visto antes, y eso que China y Japón son serios
contendientes. ¿Qué queremos decir con esto? Que la isla está llena de dibujitos,
peluches, muñequitos, sellitos y todo lo que sea chiquito e infantil. Por ejemplo, de las
carteras de la mayoría de las chicas, y varios chicos también, siempre cuelgan peluches.
Todos los organismos oficiales, como el correo, la policía, los bomberos, la red de
trenes, etc, tienen distintos personajes “cute” que los representan, y de estos
personajes se hace todo un merchandising. En las obras en construcción no alcanza con
poner las típicas señales de precaución, además hay otras con dibujitos de obreros muy
tiernos advirtiendo a los peatones para que tengan cuidado. Los negocios de belleza (y
los hay a montones) parecen salidos del decorado de una obra de teatro para nenes.
Todo es rosa, chiquito y con caritas felices. Incluso los autógrafos de las famosas
siempre terminan con un corazón, una flor o una carita.
En esta nebulosa de ternura, es muy normal ver a chicas ya grandecitas comportarse
como si recién salieran del jardín de infantes. Es común verlas pasear abrazadas a su
peluche, con celulares llenos de brillitos, sacándose auto-fotos de cada situación
poniendo caras tontas, perdón, “cutes” y pegando grititos, saltitos y aplaudiendo cuando
algo las pone contentas.
Todo esto puede ser un poco tonto para nuestras costumbres, pero Taiwán es uno de lo
países con la gente más amigable y hospitalaria en el que hayamos estado.
Pasear con un peluche enorme es muy cute
Un restaurante muuuy cute en Koahsiung
Negocio donde conseguir todo cute
Un típico negocio de belleza
¡Hasta las cremas son tiernas!
Los masajistas ciegos también se publicitan de manera muy cute
La señal de obra en construcción no podía ser seria
¿Perro o peluche?
Difícil de distinguirlo hasta que no se mueve y ladra. Como en ningún otro país
habíamos visto, en Taiwán los perros son usados como un elemento de moda. Y con
esto no decimos que pasean perritos recién salidos de la peluquería nada más. ¡Si ni
siquiera los hacen caminar para que no se ensucien! A estos perros casi de juguete los
llevan al salón de belleza, los peinan, le compran ropa, le ponen pañales, perfume y los
sacan a pasear en cochecito o en un bolso. Por lo general son regalos que hace un galán
taiwanés para comprarse a su novia, y a los padres de su novia. Un regalo que cuesta
alrededor de USD 1000 por los caniches marrones, que son los perros preferidos y
supuestamente más inteligentes.
En Taipéi estuvimos en una protesta para terminar con la matanza de perros callejeros,
ya que después de los 12 días sin adoptante se los sacrifica. Irónicamente la gran
mayoría en la protesta estaba con su perrito caprichoso en el que habían gastado cientos
de dólares.
Perros muy tocados por la protesta
¡Nosotros también estamos protestando!
¿Cuál es el perro? ¿Cuál es el peluche?
Naaaa, ahora sí, ¡éste no puede ser de verdad!
¡Yo soy el que junta la basura, no soy un peluche!
Parte de mi infancia viene de acá: Made in Taiwan
Si sos de la generación que nació en los ’80 y principios de los ’90, seguramente sin
saberlo hayas sido parte importante del crecimiento económico de Taiwán. Ese He-
Man, Thundercat o Power Ranger medio deforme (una vez compré uno que cuando
apretabas el botón para que girara la cabeza a la de Power persona, del otro lado estaba
decapitado), llegó a tus manos después de recorrer miles de kilómetros, habiendo sido
ensamblado por varios empleados con salario de miseria en una fábrica que nació
con el boom industrial y desapareció cuando los salarios mínimos empezaron a subir.
Tan bajos eran los salarios y tan trabajadores los taiwaneses (era normal que se llevaran
partes de muñecos a sus casas para que toda la familia los armara en sus tiempos libres),
que en un par de años el mundo se llenó de cachirulos de plástico con la etiqueta “Made
in Taiwan”.
Así, la economía local creció enormemente y con ello crecieron los salarios. Hacer
Tortugas Ninjas en Taiwán dejó de ser conveniente y es por eso que todos estos
compañeros de tu infancia ahora son Made in China.
Pero Taiwán te quiere acompañar en las distintas etapas de tu vida. Como vos creciste y
ya no comprás más juguetes, ahora se dedican a la industria de la tecnología.
Seguramente la computadora que estás usando ahora tiene más de una parte “Made in
Taiwan”.
Muchos de tus muñecos vinieron de esta ciudad: Kaohsiung
Curiosidades sobre Taiwan
1. La isla de Taiwan se conoce con el nombre de Formosa, “isla
hermosa” en portugués, que es cómo la designaron éstos cuando la
avistaron en el siglo XVI.
2. El nombre oficial de Taiwan es Republica de China.
3. Es uno de los países con más densidad de población del mundo
(el 15º con mayor densidad).
4. La independencia de Taiwan sólo está reconocida por 23 países.
5. En las estaciones de tren hay una zona (videovigilada) para que se
sitúen sólo las mujeres.
10. No es raro ver a gente pasear sus perros montados en carritos.
15. Los camiones de la basura anuncian su paso con música.
18. Fue la primera república democrática de Asia.
19. No forma parte de las Naciones Unidas.
20. Compite en los JJ.OO. bajo el nombre de Taipei Chino
RESTAURANTE DONDE LA
COMIDA ES UNA MIERDA
¡PERO ESTÁN ORGULLOSOS
DE ESO! Por Marcandoelpolo
En Mundo Curioso
may 3rd, 2014
6 Comentarios
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Modern Toilet: el restaurante de los inodoros en Taiwán
Cuántas veces fuiste a un restaurante y te dieron ganas de ir a decirle al chef que su
comida es una mierda. Qué fea sensación, esa de haber pagado y tener que volver a casa
a buscar algo en la heladera porque comiste mal. Ni hablar si es la primer salida con una
chica que estás conociendo. Uhhh, ahí sí que restaste puntos. Si está enganchada con
vos, no le va a importar. Pero te sentís mal igual, porque te quisiste hacer el conocedor
de la ciudad y se te cayó el personaje. Por eso, mejor ir a lo seguro, al lugar que sabés
no te va a fallar.
En Taipei fuimos a un restaurante muy particular. Sí, la comida es una cagada, pero
todos se van contentos, porque eso es lo que fueron a buscar. ¿Cómo?
No era nuestra primera cita, ni mucho menos. Hace más de 5 años que comemos juntos
todos los días, así que no había presión. Pero Dani me quería llevar a un lugar distinto
para festejar mi cumpleaños 27. No uno de los puestitos callejeros donde comemos
siempre, sino uno especial, que no le fallara. Uno que marcara nuestro paso por Taiwán.
¡La entrada está muy bien señalizada!
El inodoro gigante que cuelga del frente de un negocio no marca la entrada a un baño
público, ni a una casa de sanitarios, sino al lugar que estamos yendo a cenar: Modern
Toilet Restaurant.
Nos recibe un muñeco con forma de caca y otro inodoro más. Subimos las escaleras y
entramos al baño. Un baño muy grande, con inodoros por todos lados, bañeras y duchas.
La camarera se acerca, es una chica normal, y por suerte, sin olor. El menú también
tiene forma de caca, o de helado de chocolate, si lo vemos con otros ojos. Sin salir del
baño, nos invita a sentarnos… en los inodoros. La bañera va a ser nuestra mesa y bien a
mano tenemos el rollo de papel higiénico.
Abrimos el menú con miedo, ya sabemos que la comida es una cagada, pero ¿qué tan
cagada? ¿Los cocineros sacarán la comida directamente del baño? Dddddd, no quiero ni
pensar. Pollo frito con salsa de curry, varios tipos de pasta, hot pot (especie de fondue
china) y la especialidad de la casa, los helados.
Miro a los de la mesa de al lado (bueno, a los de la bañera de al lado) y los veo
felizmente tomando un líquido amarillento de un mingitorio. ¿Será té?
Nuestra cena al menos empieza más normal que la de los de la bañera de al lado. El
agua que nos trae la camarera (confirmo que no tenía olor) viene en un vaso. Tal vez sea
el vaso para la dentadura postiza, pero al menos no es un mingitorio.
“Ahí viene tu plato…”, me dice Dani. ¿Plato? ¡Ahí viene el inodoro! En Asia nos
acostumbramos a que la comida venga servida en hojas de banana, en sobres hechos con
papel de diario, o hasta que las sopas te las den en bolsitas de plástico. Pero ninguno
había ido tan lejos con la creatividad como para servirte un pollo en un inodoro.
¡Bienvenido sea el humor, a comer! En muchas culturas la mano derecha es la única que
se usa para comer, ya que la izquierda es para limpiarse después de ir al baño. Pero
como ya estamos en el baño, todo vale.
¡Bienvenidos!
¡Este menú es una m…!
El papel higiénico siempre está a mano
Por si te querés llevar una caquita a casa…
Pincho el pollo y por la consistencia puedo quedarme tranquilo de que no me voy a
llevar más sorpresas. La salsita marrón que lo acompaña debería ser el curry, o al menos
eso dice en el menú.
Si hay algo que Asia cambió en nuestras costumbres, es la de preferir la letrina por
sobre el inodoro. Así que Dani va con el histórico helado de chocolate, que viene
servido en una cómoda letrina. Una bomba que además viene con hielo molido, salsa de
chocolate, rodajas de banana y gelatinas.
Desde que entramos pensé que la gran ventaja edilicia de este restaurante era que si la
comida te cae mal, no hace falta que salgas corriendo al baño, porque ya estás sentado
en un inodoro. Pero no, a pesar de estar un baño suficientemente grande, para ir al baño
hay que levantarse e ir a otro baño. Con lo simple que sería levantar la tapa y listo…
¡Llegó mi inodoro!
¿Están seguros que esto es pollo?
¿Qué gusto tiene la c…? digo, ¿el helado?
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