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AGOSTO2011
EDUCACIN PARA LA ECONOMA SOLIDARIA
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SABERES PARA LA ACCIN EN EDUCACIN DE ADULTOSEducacin para la economa solidaria | Editora invitada: Mara Arcelia Gonzles Butrn
La versin digital se puede consultar en: http://decisio.crefal.edu.mx
2 Carta de la Direccin General
3 Economa social para la vida Desafos a la educacin Mara Arcelia Gonzles Butrn | Mxico
10 La oportunidad del desarrollo: educacinemprendedora y de calidad
Alfredo Pezo Paredes | Per
15 Educacin popular y cultura del trabajoPedagoga-s de la calle y pedagoga-s de la produccin
asociada Lia Tiriba | Brasil
23 El papel de la economa social y solidaria en laestrategia de inclusin social
Jos Luis Coraggio |Argentina
32 Campaa Consume lo que tu regin producePromocin de mercados campesinos
Ral Luna Rodrguez | Per
38 Aprendizajes para la economa social y solidaria Claudia lvarez |Argentina
44 El bachillerato del CESDER Una oportunidad para una economa solidaria Gabriela Gmez Zepeda | Espaa
50 Diplomado en Economa Social y Solidaria Balance de una experiencia innovadora Josefina Mara Cendejas | Mxico
56 Concepciones y prcticas sobre pedagoga y educacincooperativa y solidaria
Organizaciones del sector de la economa solidaria en Medelln,Colombia
Olga Luca Arboleda lvarez, Luz Dolly Lopera Garca | Colombia
62 Abstracts
65 Testimonios
71 Acerca de los autores
73 Reseas bibliogrficas
76 Ahora qu?
Jaime Adn(Figueras, Espaa, 1976)
Chaouen, Marruecos, 2005, acuarela sobre papel, 22 x 30 cm. Jaime Adn. Todos los derechos reservados. Reproduccin autorizada por el autor.
De origen espaol, nacionalizado mexicano, es un joven artista autodi-dacta que se ha forjado durante muchos aos dedicados al viaje, espe-
cialmente por Latinoamrica. La vida nmada le ha permitido observary convivir con grupos de personas generalmente marginados: los pobres,los pequeos campesinos, artesanos... Jaime Adn aboga por el uso de
materiales clsicos y sencillos como son los lpices y el papel, los pince-les, la pintura y el lienzo... as como por la disciplina de pintar al aire libre,
en directo, con el modelo ante sus ojos, con brevedad, pero con fuerzaa la vez.
El cuadro que reproducimos en la portada es un buen ejemplo de su
trabajo. Ilustra una campesina marroqu vendiendo t de menta enuna calle del mercado del pueblo llamado Chef-Chaouen, ubicado en laregin de las montaas del Rif, en Marruecos.
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Directora General del CREFAL
Editor fundador -
Editora general
Editora invitada
Diseo
Diseo de portada y formacin
Diseo de la versin digital
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Consejo editorialRosana Martinelli
O E ASylvia Schmelkes
U I, MAna Deltoro
C I, MNlida Cspedes
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Jorge OsorioC
Ivn Barreto GellesA P C
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Decisio. Saberes para la A ccin en Educacin de Ad ultos, nmero 29,mayo-agosto 2011. Publicacin cuatrimestral del Centro de Coo-peracin Regional para la Educacin de Adultos en Amrica Latinay el Cari be, CREFAL , Lz aro Crd enas 525, Quin ta Ern dira , col .Revolucin, Ptzcuaro, Michoacn, Mxico, CP 61609. Reserva dederechos al uso exclusivo No. 04-2009-083113580900-102. ISSN 1665-7446. Licitud de ttulo No. 12153; licitud de contenido No. 8806, ambosotorgados por la Comisin Calificadora de Publicaciones y RevistasIlustradas de la Secretara de Gobernacin. Tiraje: 1000 ejemplares.
Las opiniones expresadas por los autores no n ecesa-riamente reflejan la postura del editor.
Impreso en Mxico
MAYO-AGOSTO 2011 NMERO 29
Carta de laDireccin General
El Centro de Cooperacin Regional para la Educacin de Adultos
en Amrica Latina y el Caribe (CREFAL), atento a las necesidades
ms apremiantes de las sociedades latinoamericanas, dedica este
nmero de la revistaDecisioal tema de la educacin para la econo-
ma solidaria. Se trata de un tema de especial importancia debido
a que hoy ms que nunca es necesario que la educacin responda
a las necesidades reales de las comunidades de nuestra regin. La
crisis econmica y financiera mundial de los ltimos aos, que se
ha manifestado, principalmente, en el aumento del desempleo y el
recrudecimiento de los problemas de inseguridad en nuestras socie-
dades, ha evidenciado las grandes brechas existentes entre la educa-
cin ofrecida por los sistemas educativos formales y las necesidades
locales y productivas. El principal reto educativo de hoy da consis-
te precisamente en establecer procesos de enseanza-aprendizajems significativos, que estimulen la permanencia de nios, jvenes
y adultos en el sistema educativo, y que adems promuevan la eleva-
cin de la calidad y nivel de logro educativos.
Aqu abordamos la educacin para la economa solidar ia desde
la perspectiva de diversos autores que nos dan un amplio panorama
de las importantes implicaciones de este tema. As, se ubica el tema
desde el terreno de la relacin entre la educacin popular y no for-
mal y la integracin de cooperativas locales, haciendo referencia a
diferentes experiencias de formacin de liderazgos y de formacin
para el trabajo, como en el caso del Per, Colombia, Argentina yMxico. En este nmero tambin se realiza una reflexin detenida
acerca de las implicaciones de la economa cooperativa y solidaria
en trminos de las posibilidades de lograr una mayor inclusin so-
cial, y brindar una alternativa a las formas econmicas basadas en
las leyes del mercado, mismas que tienden a generar profundos pro-
blemas de desigualdad y desercin escolar.
Con esta publicacin contribuimos al anlisis de la relacin entre
el desarrollo de procesos de enseanza-aprendizaje ms integrales y
pertinentes para nios jvenes y adultos, y el fortalecimiento de eco-
nomas locales que beneficien a las comunidades latinoamericanas.As, el CREFAL, como organismo internacional, mantiene vigente su
compromiso con los pases de la regin de promover modelos edu-
cativos que contribuyan a un desarrollo econmico ms cercano a
las necesidades locales, sustentados en propuestas forjadas a partir
de las experiencias, y que promuevan procesos de enseanza-apren-
dizaje cada vez ms cercanos a las comunidades y sus pobladores,
orientados hacia una educacin ms incluyente.
M C G
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Economa social para la vidaDesafos a la educacin
Mara Arcelia Gonzles Butrn
Facultad de Economa Vasco de Quiroga, Universidad Michoacana de San Nicols de Hidalgo | Morelia, [email protected]
Fotografa: Marianela Nuez.
Presentacin
Las economas alternativas, entre ellas la economa
social, solidaria, la economa para la vida, la econo-
ma ecolgica y la economa feminista, tienen en co-
mn una visin de un mundo post-capitalista en la
que la reproduccin de la vida constituye el objetivocentral de la economa y la solidaridad humana, el
elemento de articulacin. Por esto consideramos im-
prescindible avanzar no slo en un dilogo entre es-
tas otras economas que produzca enriquecimiento,
articulaciones conceptuales y fortalecimiento de
prcticas que den razn de este sentido y horizonte
socioeconmico y poltico, sino tambin, enfrentar
los desafos educativos que de estas concepciones y
prcticas se derivan.
Otra Economa y Otra Educacin son
posibles
La Economa Social (ES) que existe no slo como
propuesta, sino materializada en un sinnmero de
experiencias en Amrica Latina y en el mundo, se
inscribe en la conviccin de que otra economa esposible, como bien se expresa, defiende y fortalece
ao con ao en el Foro Social Mundial. Otra econo-
maalternativa al modelo capitalista, una propuesta
de cambio estructural profundo que pone en el cen-
tro de toda organizacin econmica la vida de las
personas y del planeta.
La ES se nutre principalmente de diversas expe-
riencias econmicas solidarias desarrolladas des-
de los sectores populares y grupos sociales ante el
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Fotografa: Gaelx (ww w.flickr.com/photos/gaelx). Acampada del Sol, Madrid.
crecimiento de la pobreza, la exclusin y el continuo
deterioro de las condiciones de vida para las mayo-
ras, especialmente en las ltimas tres dcadas; a es-
tos esfuerzos se han venido sumando espacios aca-
dmicos y no acadmicos formales que acompaan
con reflexin terica y debate poltico la diversidad
de procesos en marcha.
De esta diversidad, y por las caractersticas de
este texto, slo destacaremos brevemente cinco
vertientes latinoamericanas de aportes a lo que es-tamos llamando economa social para la vida, a) la
economa popular de solidaridad sistematizada
por Luis Razeto; b) la economa social centrada en
el trabajo, contribucin de Jos Luis Coraggio; c)
la economa para la vida, aporte muy significativo
de Franz Hinkelammert y Henry Mora; d) la eco-
noma feminista, desde una perspectiva trabajada
por Natalia Quiroga y la autora de estas lneas; y e) la
economa ecolgica, desde las reflexiones de David
Barkin. En la seccin de lecturas sugeridas de este
artculo se presentan algunas de las obras de estos
autores que recomendamos consultar; algunas de
ellas de acceso libre por Internet.
Si bien habra matices y aportes particulares quedestacar en cada caso, elegimos compatir algunas
reflexiones en torno a principios de racionalidad
econmica y de poltica que aportan estas vertientes
y que desde nuestro punto de vista confluyen en una
misma intencin.
Economa popular de solidaridad
Plantea que no toda la economa popular es economa
solidaria, ni toda la economa solidaria es parte de laeconoma popular, pues hay expresiones solidarias en
otros niveles sociales y en organizaciones y activida-
des econmicas no populares, como por ejemplo, las
formas cooperativas autogestionadas, entre otras.
Esta economa incluye: a) microempresas y pequeos
talleres y negocios; b) organizaciones econmicas po-
pulares; c) iniciativas individuales no establecidas e
informales; d) soluciones asistenciales e insercin en
sistemas de beneficencia pblica o privada.
Un aspecto importante a destacar desde la eco-noma popular de solidaridades el aporte que hace
y puede hacer para superar la pobreza, porque desa-
rrolla la capacidad de los/as propios/as pobres para
satisfacer sus necesidades. Un valor muy rescatable
es justamente ste, pues se considera que la cons-
truccin de un mejor maana, de un mejor futuro, se
basa no slo en la satisfaccin de necesidades inme-
diatas o en la adquisicin de bienes materiales, sino
en el desarrollo y acumulacin de poder, entendido
como el desarrollo de capacidades y habilidades pro-pias, y de recursos para el relacionamiento, la comu-
nicacin y el ejercicio de la participacin de manera
activa en la construccin y destino de la persona y de
su entorno. La educacin juega un papel fundamen-
tal en el desarrollo de capacidades, habilidades y cri-
terios para el discernimiento en torno a la atencin
a las necesidades humanas f undamentales, mismas
que estn lejos de una visin mercantilizada de los
satisfactores y bienes necesarios para la vida.
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ECONOMASOCIALPARALAVIDA
Se denomina economa de solidaridad a un
modo especial de hacer economa de producir, de
distribuir los recursos y los bienes, de consumir y de
desarrollarse que presenta un conjunto de carac-
tersticas que se consideran alternativas respecto delos modos econmicos capitalista y estatista predo-
minantes. Se trata de un modo de hacer economa
que implica comportamientos sociales y personales
nuevos, tanto en el plano de la organizacin de la
produccin y de las empresas, como de los sistemas
de asignacin de recursos y distribucin de los bie-
nes y servicios producidos, y en los procedimientos y
mecanismos del consumo y la acumulacin.
En la economa convencional de mercado nor-
malmente se habla de dos factores econmicos b-sicos: capital y trabajo; pero en la economa popular
de solidaridad hay un factor que Luis Razeto ha lla-
mado factor C: cooperacin, comunidad, compa-
erismo, coordinacin, cuya accin conjunta, incor-
porada a la economa de solidaridad, tiene efectos
muy importantes en sus resultados concretos.
En laproduccin, el factor C se manifiesta en la
cooperacin en el trabajo que acrecienta la eficiencia
de la fuerza laboral; en el uso compartido de conoci-
mientos e informaciones que da lugar a un impor-tante elemento de creatividad social; en la adopcin
colectiva de las decisiones; en una mejor integracin
funcional de los distintos componentes sociales de
la empresa u otra forma de organizacin econmica
que reduce la conflictividad y los costos que de sta
derivan; en la satisfaccin de necesidades de convi-
vencia y participacin, que implica que la operacin
de la unidad productiva proporciona a sus integran-
tes una serie de beneficios adicionales no contabili-
zados monetariamente pero reales y efectivos; en eldesarrollo personal de los sujetos involucrados en las
empresas, derivado de la comunicacin e intercam-
bio entre personalidades distintas, etctera.
Consideramos que la educacin de hoy debe su-
marse a la formacin de sujetos que asuman y desa-
rrollen este factor C, lo que implica, ciertamente,
un proceso de re-educacin en la solidaridad. Las
experiencias muestran que esto lleva a que la for-
macin de un grupo, asociacin o comunidad, que
opera cooperativa y cordialmente, proporciona un
conjunto de beneficios a cada integrante y un me-
jor rendimiento y eficiencia a la unidad econmica
como un todo, debido a una serie de economas de
escala, economas de asociacin y externalidades,implicadas en la accin comunal y comunitaria.
Economa social centrada en el trabajo
Una economa social centrada en el trabajoy no en
el capital, se entiende como un sistema de relaciones
de produccin, distribucin y consumo orientado
por la satisfaccin de las necesidades de todos legiti-
madas democrticamente en cada situacin histri-
ca. No admite el principio de escasez como una con-dicin natural, sino como una construccin poltica,
y propone una redistribucin fuerte de la riqueza y
los medios de produccin y no slo de los ingresos.
Est centrada en la integracin de todos los
trabajadores y trabajadoras al conocimiento y la
creacin colectiva, privilegiando formas asociadas,
cooperativas y solidarias, y una relacin armnica
con los ecosistemas. Los intercambios se realizan en
mercados solidarios, regulados, de modo de lograr
precios justos y no explotacin. La administracindel sector pblico y la normatividad son dirigidas
por criterios definidos por la comunidad, de mane-
ra directa o a travs de representantes legtimos que
mandan obedeciendo segn los deseos y acuerdos
de esa comunidad. Sus valores, que tienen que ver
con la educacin, estn arraigados en las mejores
tradiciones de nuestros pueblos y en una tica uni-
versal de lo humano; sus criterios de eficiencia no
estn basados en la ganancia y la acumulacin sin
lmite, sino en la reproduccin ampliada de la vida.Sus formas de propiedad y apropiacin son mlti-
ples y la responsabilidad social en el uso de recursos
est regida por normas morales y penalizaciones so-
ciales consensadas.
Pasar de la reproduccin del capitala la reproduc-
cin de la vida (en el marco de una perspectiva al-
ternativa: de la economa popular a la economa del
trabajo), segn Coraggio, es una propuesta que par-
te de cuestionar la categora central de acumulacin
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de capitalpara interpretar los fenmenos econmi-
cos locales y para pensar las vas de desarrollo a ma-
yores escalas. Terica y prcticamente, es necesario
que surja otro sentido alternativo para la sociedad
humana, con una fuerza comparable y capaz deencarnarse de manera masiva en imaginarios y es-
tructuras econmicas. Para ello debe tener no slo
plausibilidad y conectarse con los deseos de la ciuda-
dana, sino incorporarse en las prcticas fundamen-
tales con un alto grado de automatismo como
ocurre con la acumulacin de capital y ser dialc-
tico, de modo que el avance en su realizacin lleve a
nuevas tensiones que induzcan nuevos desarrollos.
Esa categora puede ser la de reproduccin ampliada
de la vida humana.Poner en el centro la reproduccin ampliada de la
vida humana no supone negar la acumulacin sino
subordinarla a la reproduccin de la vida, estable-
ciendo otro tipo de unidad entre la produccin (como
medio) y la reproduccin (como sentido). Desde un
punto de vista terico, esto implica modelos (no eco-
nomicistas) que consideren otra relacin jerrquica
entre los equilibrios necesarios para la vida. Aunque
debe atenderse a los equilibrios macroeconmicos,
no se los pone por encima de los equilibrios psicoso-ciales que requiere la vida humana, de los equilibrios
sociales que faciliten la convivencia en paz de la hu-
manidad, ni de los equilibrios naturales, el respeto
de todos los cuales hara sustentable el desarrollo de
la vida social en este planeta. Supone asimismo asu-
mir como contradiccin dinmica la contraposicin
entre la lgica de la reproduccin del capital y la l-
gica de reproduccin de la vida humana. Finalmente
implica ver en el conjunto de trabajadoras y traba-
jadores que pueden existir dentro o fuera de rela-ciones capitalistas inmediatas, la base social del
sujeto histrico de ese desarrollo sustentable.
Economa para la vida
Una economa para la vidasupone una recuperacin
radical del sujeto y de la subjetividad que cuestione,
en el plano del pensamiento, el objetivismo de la tra-
dicin positivista tan enraizado en nuestra sociedad
moderna. Al reducir a la persona humana a indi-
viduo propietario y calculador de sus utilidades, el
mercado totalizado suprime el otro polo de esta per-
sona humana, que es el sujeto. En cuanto sujeto, el
ser humano enfrenta un entorno de competitividadcompulsiva y vive interpelando al dominador y po-
sesivo, que no puede vivir si el otro no vive tambin.
La vida no se puede afirmar si no es afirmndose
a la vez ante la muerte. Y cuando se habla de vida
se refiere a la vida real de los seres humanos reales;
por tanto una economa para la vidase ocupa de las
condiciones que hacen posible esta vida a partir del
hecho de que el ser humano es un ser natural, cor-
poral, necesitado. Se ocupa, entonces, de las condi-
ciones materiales (biofsicas y socio-institucionales)que hacen posible y sostenible la vida a partir de la
satisfaccin de las necesidades, el goce de todos y to-
das, y por tanto, el acceso a valores de usoque hacen
posible esta satisfaccin y este goce.
Desde este punto de vista, la economa debe to-
mar en cuenta el carcter multidimensional de la
vida humana y analizarla en funcin de las condi-
ciones de posibilidad de esta vida humana a partir
de la reproduccin y el desarrollo de las dos fuentes
originales de toda riqueza: el ser humanoen cuantosujeto y la naturaleza externa. La corporalidad es,
por tanto, un concepto clave de una economa para
la vida, pero no se trata solamente de una corporali-
dad individual, sino de la corporalidad del sujeto en
comunidad. La comunidad tiene siempre una base y
una dimensin corporal. Se trata del nexo corporal
entre los seres humanos, y de stos con la naturaleza.
Economa feminista
Esta propuesta est vinculada, en sus inicios, con
las luchas especficas de los movimientos de muje-
res y feministas, que cuestionaban el androcentris-
mo de las sociedades occidentales y que dieron lu-
gar, en 1975, a que la Organizacin de las Naciones
Unidas iniciara en Mxico, no slo el primer Ao
Internacional de la Mujer sino tambin la primera
Dcada de la Mujer (1975-1985), lo cual contribuy a
impulsar el reconocimiento del papel distintivo de la
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ECONOMASOCIALPARALAVIDA
Fotografa: Erik Sanchez.
mujer en la sociedad y la necesidad de que la ciencia
econmica fuera interpelada a partir de las visiones
tericas y las prcticas de las mujeres, as como delas relaciones de gnero.
Vale precisar que, en las ciencias sociales se en-
tiende la categora gnero como la simbolizacin o
construccin socio-cultural que alude a la relacin
entre los sexos; el problema central de las mujeres en
la sociedad no es un problema de biologa, sino del
lugar socialque, como gnero, ocupan; es decir, con
la categora gnero nos referimos bsicamente a las
relaciones socialesentre los sexos.
En el horizonte de una economa que tenga comosentido la reproduccin ampliada de todas y todos
se hace indispensable romper con la base material-
cultural del capitalismo, es decir, con el patriarcado.
En la relacin entre capitalismo y patriarcado, tanto
hombres como mujeres son vctimas de un sistema
que elabora representaciones culturales acerca de
lo femenino y lo masculino para asegurar la conti-
nuidad de una sociedad jerrquica y desigual en lo
simblico y en lo material.
En la literatura sobre el gnero hay acuerdo enque el patriarcado es un sistema ms antiguo que
la propia sociedad occidental y que asume formas
especficas en el capitalismo. La divisin social del
trabajo entre hombres y mujeres tuvo un carcter
fundante de las sociedades humanas y es incluso
anterior a la propiedad privada. Originalmente esta
divisin se bas en las caractersticas biolgicas de
los hombres y las mujeres, pero conforme la orga-
nizacin social fue complejizndose y la propiedad
privada se fue convirtiendo en el eje de la economa,
esa divisin originaria del trabajo se fue convirtien-
do en desigualdad, discriminacin y exclusin. En
esta desigualdad se ha basado la asignacin de los
recursos, que en la economa capitalista se ha tradu-cido en una especializacin del trabajo entre lo p-
blico (lo productivo) para los hombres y lo privado
(reproductivo) para las mujeres.
Esa visin que establece una separacin tajante
entre la esfera pblica (donde se acta movido por
la bsqueda del mximo placer individual sin tener
ningn otro elemento en cuenta), y la privada (don-
de la mujer debe garantizar el desarrollo familiar ar-
mnico y libre de conflicto) ha impedido entender el
verdadero funcionamiento de la economa; en ella loproductivo y lo reproductivo se encuentran cotidiana-
mente integrados y estas polaridades no se verifican,
dado que el conflicto, la explotacin, la cooperacin y
la solidaridad, entre muchos otros comportamientos,
estn presentes en los dos mbitos.
Las economistas feministas han puesto de ma-
nifiesto que en la relacin con el capitalismo las mu-
jeres se encargan del cuidado de la vida humana y
con este trabajo garantizan que la produccin de
mercancas se haga posible. El que las mujeres haganeste trabajo sin remuneracin favorece que el sala-
rio que pagan los capitalistas evada los costos de la
reproduccin de la fuerza de trabajo; es as que una
parte de la actividad realizada en el hogar sera no
el momento final del disfrute del consumo, sino una
condicin de existencia del sistema econmico.
Se trata entonces de reconocer que existen tiem-
pos de reproduccin y de regeneracinque han sido
invisibilizados por el tiempo-dinero porque se desa-
rrollan en un contexto distinto del mercantil y, portanto, no pueden ser evaluados mediante criterios
de mercado.
Una educacin integral tiene que considerar la
complejidad de la vida diaria, los distintos tiempos
que la configuran, las relaciones entre unos y otros,
y las tensiones que se generan, para intentar gestio-
narla en su globalidad, teniendo como objetivo fun-
damental la vida humana.
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Alfredo Pezo Paredes
Facultad de Ingeniera Econmica y Ciencias Sociales
de la Universidad Nacional de Ingeniera del Per | Lima, [email protected]
Fotografa: Marianela Nez.
Introduccin
La experiencia que ahora compartimos busc
abordar el desarrollo de una cultura innovadora
y emprendedora de personas adultas y jvenes de
los departamentos y/o provincias del interior del
Per, con el propsito de demostrar que poseen las
competencias, capacidades y talentos suficientes
y necesarios para enrumbarse por un proceso dedesarrollo de personas humanas, en su calidad de
ciudadanos productores y actores sociales creativos,
innovadores y emprendedores, capaces de construir
su propio destino y el de la sociedad del futuro que
todos aoramos.
La iniciativa se desarroll entre los aos 1991 y
1996. La idea surgi como producto de la constata-
cin del vaco de liderazgo que encontramos en el
vasto movimiento de regionalizacin desarrollado
en la dcada de los ochenta en el Per. Llegamos a
la conclusin de que nuestro pas necesitaba un nue-
vo perfil de lder que uniera lo tcnico, lo poltico y el
desarrollo; es decir, lderes en gestin del desarrollo
descentralizado y regional. La iniciativa se propu-
so formar una nueva clase dirigencial con actitud
proactiva y visin prospectiva. Coherente con ello,
la experiencia se desarroll en 16departamentos delPer (Piura, Lambayeque, La Libertad, Cajamarca.
Amazonas, Loreto, Ancash, Ica, Ayacucho, Junin,
Arequipa, Puno, Tacna, Cusco, Callao y Lima).
Participaron jvenes de partidos polticos, de ins-
tituciones educativas y culturales, de ONG y diri-
gentes de gremios empresariales y organizaciones
productivas. Los docentes fueron profesionales de
distintas y variadas disciplinas, no necesariamente
pedagogos.
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1LAOPORTUNIDADDELDESARROLLO: EDUCACINEMPRENDEDORAYDECALIDAD
Nuestra apuesta ha sido y es por el desarrollo de
una educacin que concentre sus miras en la bs-
queda y desarrollo del talento humano de las per-
sonas; es decir, pensamos que la educacin debera
concentrar sus grandes objetivos estratgicos enpotenciar las competencias y capacidades creativas,
innovadoras y emprendedoras de las personas. Para
esto, desde el punto de vista pedaggico, deber sa-
ber combinar los aportes del conductismo, el cons-
tructivismo y la visin y concepcin de la prospecti-
va o construccin social de futuro.
Para desarrollar esta propuesta tuvimos que tra-
bajar desde un contexto o espacio educativo no ofi-
cial o no reglado; es decir, en una educacin desde
fuera del sistema oficial de la educacin para validarlos aportes y factores crticos de xito de una nueva
educacin, que posteriormente llevaramos como
propuesta al sistema educativo oficial.
Actividades
Las ideas, principios y motivaciones sealadas fue-
ron las que intentamos aplicar en experiencias edu-
cativas y formativas en la prctica; en seguida enlis-
tamos las actividades desarrolladas:
a) La primera actividad estuvo concentrada en
formular la idea-proyecto o idea-programa de
la experiencia educativa y/o formativa a desa-
rrollar. El punto de partida para esto fue defi-
nir la filosofa que la sustentara: combinar lo
mejor del conductismo, el constructivismo y el
empoderamiento (empowerment). Con base en
ello, creamos una metodologa o pedagoga de
aprendizaje-enseanza a la que denominamosmultigramacin; se trata de una pedagoga de
construccin democrtica de conceptos y pro-
cesos creativos, emprendedores e innovadores
de cambio, capaces de generar desarrollo en los
territorios, instituciones y personas.
b) Una segunda actividad estuvo relacionada
con la bsqueda y logro de aliados estratgicos
que hicieran viable el proyecto. La experiencia,
desarrollada en un perodo de cinco aos, fue po-
sible gracias al apoyo de la Fundacin Alemana
Friedrich Ebert (con sede en Lima-Per). El pro-
grama se denomin Interquorum regional:
Gestores del desarrollo. Interquorum, porque
se trataba de compartir, generar y lograr con-
sensos; regional, porque se trataba de una es-
trategia de ruptura con el centralismo, es decir,
desde fuera hacia adentro, desde la periferia al
centro, desde la regin hacia el centro; gestindel desarrollo, porque se trataba de impulsar y
desarrollar recursos, potencialidades y capacida-
des de las personas para lograr generar riqueza,
que posibilitara la calidad de vida y el desarrollo
humano.
c) La tercera actividad desplegada, una vez con-
cretada la alianza con la Fundacin F. Ebert,
consisti en disear y formular la estrategia de
Fotografa: Erik Snchez.
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implementacin del proyecto o programa edu-
cativo, considerando el conjunto de pautas de
accin, actores sociales e instrumentos tcnicos
operativos que permitieran la efectiva y eficaz
realizacin del proyecto. En este sentido conside-ramos los siguientes aspectos:
El trabajo educativo y formativo se basara
en talleres altamente prcticos y participati-
vos, con base en una organizacin de equipos
multidisciplinarios y polifacticos que simu-
laban instituciones, utilizando recursos pro-
pios, para crear productos que aportaran al
crecimiento y desarrollo de las economas de
nuestros pueblos.
Los participantes seran convocados y ele-gidos para un fin o meta estratgica concre-
ta, con base en lo cual tenan que formular y
construir o fabricar un proyecto o producto
innovador y competitivo.
El docente o profesor jugara un rol de ins-
tructor-facilitador-animador de las dinmi-
cas que aplicaran los asistentes para lograr el
proyecto o producto; pero, al mismo tiempo,
tambin jugara el rol de lder, al transferir vi-
siones de futuro y factores crticos de xito deexperiencias exitosas que deberan conocer y
asimilar los participantes; para ello, el docente
debera en todo momento plantear preguntas
o interrogantes estratgicas que incentivaran
el espritu analtico y crtico de los asistentes.
Un aspecto transversal a toda esta pedago-
ga consiste en desarrollar capital social; para
ello, el instructor-facilitador-animador debe-
ra motivar y dar seguimiento al desarrollo
de factores y valores como la asociatividad, lacolaboracin, la solidaridad y la autoestima,
entre otros, no slo en cada equipo, sino tam-
bin con el conjunto de asistentes. Se buscaba
construir colectividad, construir sociedad
civil.
Siendo conscientes de que la gestin del de-
sarrollo abarca muchos temas o tpicos deci-
dimos priorizar uno de ellos, el de la gestin
empresarial y productiva, ya que tiene una
incidencia directa en la economa y la produc-
cin. El mdulo o taller de gestin empresa-
rial consista, bsicamente, en generar y em-
prender una idea negocio innovador durante
toda la duracin del taller, aplicando las msavanzadas teoras de la administracin, ge-
rencia, competitividad e innovacin. Los ta-
lleres tenan una duracin de 32horas y eran
planificados para tres a cuatro das.
d) La cuarta actividad consisti en la implementa-
cin, desarrollo y monitoreo del mdulo o taller
de gestin empresarial, desplegando las siguien-
tes acciones:
Una vez convocados y elegidos, cada partici-pante reciba un instructivo de indicaciones
y pautas de todo el proceso educativo, que
comprenda los pasos del proceso a seguir
hasta lograr el proyecto o producto, para lue-
go establecer si aportaba o no al logro de los fi-
nes y metas estratgicas. Por tanto, el instruc-
tivo o gua metodolgica buscaba potenciar y
desarrollar las competencias, capacidades y
talentos de los asistentes.
El proceso educativo-formativo durante el ta-ller consisti en lo siguiente:
- Se elega un recurso natural o materia pri-
ma tpica de la regin; en uno de los casos
fueron los llamados palitos de chupetes o
helados. La primera pregunta estratgica
era la siguiente: de qu recurso natural
provienen los palitos? Esto nos llevaba a re-
conocer o identificar los recursos naturales
o ventajas comparativas de la zona y el nivel
de valor agregado que se haba desarrollado.- Luego se pasaba a una segunda pregunta
estratgica: qu tipo de productos pode-
mos fabricar a partir de dichos palitos, que
son demandados y necesarios para las per-
sonas y que podran tener ms aceptacin
y prioridad? Esto pasaba por identificar los
mltiples usos y aplicaciones que podra-
mos dar y lograr con la materia prima. Es
decir, se trataba de identificar los niveles de
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1LAOPORTUNIDADDELDESARROLLO: EDUCACINEMPRENDEDORAYDECALIDAD
valor agregado a lograr a partir de nuestrasmaterias primas; el principio a tomar con-
ciencia era el siguiente: todo recurso o ma-
terial prima es una fuente de valor, todo
tiene valor.
- La tercera pregunta estratgica consista en
detectar las expectativas y necesidades de
calidad que tienen las personas respecto del
producto a elaborar, cuidando los impactos
en la calidad de vida y en los ingresos de las
personas. De lo que se trataba en este casoera que los asistentes tomaran conciencia
de que el punto de partida y llegada de la
economa y la produccin son las personas,
por lo tanto, lo primero que hay que hacer,
antes de fabricar, es escucharlas.
- Resuelto lo anterior, se pasaba a la pregunta
estratgica que buscaba definir los mejores
medios o instrumentos y procesos necesa-
rios para fabricar el producto, respondiendo
a las expectativas y necesidades de las per-
sonas. Se trataba de lograr que los asistentes
tuvieran y comprendieran la importancia
de una visin de proceso y de la relacin
insumos-producto.- Luego de ello se pasaba a la pregunta estra-
tgica relacionada con el diseo del prototi-
po de producto a fabricar, siendo conscien-
tes de la cultura de calidad y de la aplicacin
de la filosofa del justo a tiempo que rige
para una eficiente gestin o produccin con
alta productividad. Para ello era necesario
que los asistentes reconocieran la impor-
tancia de contar con indicadores y estnda-
res de calidad y productividad.- Realizado el diseo del producto, se pasaba
a la fase de organizacin de la empresa para
proceder a la accin o fabricacin misma del
producto. Se trataba aqu de que se tomara
conciencia de lo que implica la vida y labor
de los trabajadores, sus requerimientos y
necesidades de un empleo digno y decente,
para lograr el producto ideal que respondie-
ra a las expectativas y necesidades plantea-
das por las personas.- La sptima fase de la metodologa estaba
relacionada con las preguntas estratgicas
que tenan que ver con la comercializacin,
marketing, venta y adquisicin del producto;
y, sobre todo, con la evaluacin ex-postuna
vez usados los productos.
- Finalmente, se hizo una evaluacin de re-
sultados e impactos en funcin de los gran-
des fines estratgicos establecidos, sobre
todo respecto de los temas de generacinde riqueza, logros de calidad de vida y desa-
rrollo humano.
Resultados
Los principales resultados o logros alcanzados con
esta experiencia educativa-formativa fueron los
siguientes:
Fotografa: Erik Snchez.
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14 MAYO- AGOSTO2011
a) La formacin de alrededor de 2mil 500personas
como gestoras del desarrollo emprendedor y pro-
ductivo con una visin creativa, innovadora y
emprendedora.
b) La institucionalizacin del Interquorum Regio-nal como espacio de educacin y formacin
de gestores del desarrollo, principalmente de
aqullos asentados en las regiones, localidades
y comunidades alejadas de la capital del pas. De
hecho la Fundacin Friedrich Ebert la asumi
como una de sus lneas de trabajo estratgicas
en el Per.
c) Haber aportado para que algunos de los gestores
formados accedieran a puestos de la gestin p-
blica gubernamental en diferentes niveles (nacio-nal, regional y local), como autoridades elegidas
y/o profesionales.
Recomendaciones para la accin
1. Los formuladores de programas, currculos,
planes de estudios, enfoques metodolgicos y/opedaggicos, podran recoger la propuesta de la
multigramacin, como un enfoque superador e
integrador del conductismo, constructivismo y la
prospectiva.
2. El sistema educativo de cada pas que ya ha asu-
mido el enfoque por competencias como base
del proceso enseanza-aprendizaje, debera in-
corporar en este enfoque el tema del desarrollo
de capacidades y talentos creativos, innovadoresy emprendedores, si es que buscan que la educa-
cin tenga un aporte concreto y estratgico para
el desarrollo de los pases y de nuestros pueblos.
3. Es importante y necesario que se replantee el
perfil del docente del sistema educativo vigente,
y se adopte un nuevo perfil que vaya ms por la
lnea del lder-animador, facilitador-instructor.
Lecturas sugeridas
A M (2008), Desarrollo del talento humano,
Buenos Aires, Editorial Granica.
G, E R. (2002),Herramientas para pen-
sar, Lima, Per, Fundacin Friedrich Ebert (se-
gunda edicin).
P P, A (2005), Manuales de gestores
de la innovacin y desarrollo productivo, Bogot,
Convenio Andrs Bello.
La vida es peligrosa,no por los hombres quehacen el mal, sino porlos que se sientan a ver
lo que pasaAlbert Einstein , fsico alemn, nacionalizado
suizo y despus norteamericano, 1879-1955.
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1
Educacin popular y cultura del trabajoPedagoga-s de la calle y pedagoga-s
de la produccin asociada*
Lia Tiriba
Programa de Posgrado en Educacin, Universidade Federal Fluminense Niteri | Rio de Janeiro, [email protected]
El trabajo se entiende como un importante elemen-
to constitutivo de la existencia humana por muy
diversas teoras pedaggicas. Dado que los proce-
sos educativos van ms all de la escuela, pensa-
mos que adems de comprender la pedagoga de
la fbrica capitalista hace falta desvelar otras peda-
gogas: la pedagoga de la calle y la pedagoga dela produccin asociada. En este artculo presenta-
mos algunos retratos y aportes terico-prcticos
que resultan de nuestras investigaciones acerca
del mundo del trabajo en el que se desempea una
inmensa mayora de la poblacin latinoamerica-
na que no ha conseguido acceder a la escuela, o a
una escuela de calidad. Considerando los procesos
productivos como instancias de educacin de tra-
bajadores, tejemos algunas consideraciones sobre
los horizontes poltico-pedaggicos de los procesos
educativos impartidos (desde fuera) por los tcni-
cos hacia los emprendimientos econmicos asocia-
tivos. Reivindicamos la articulacin entre economa
popular, educacin popular y educacin de perso-
nas adultas, sin olvidar que en los pases del tercer
mundo, tambin los jvenes, nios y viejos estnbuscndose la vida, lidiando con la perversa lgica
excluyente del mercado capitalista.
Trabajadores ambulantes y trabajadores
caminantes: retratos de la ciudad
He aqu algunos retratos de las grandes ciudades
latinoamericanas. Son retratos de los actores de la
economa popular: nios, jvenes, adultos y mayores
Fotografa: Erik Snchez.
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que caminan por la calle de la esperanza: son los re-
cogedores de botes vacos de cerveza en la playa, los
vendedores de croquetas de yuca en las aceras, los
boias-frias** que se volvern vendedores de hierbas
medicinales, prostitutas/os, camellos, lavadores yguardadores de coches... En el mercado de trabajo
callejero estn de moda el hombre-estatua y los ni-
os-malabaristas que, en los semforos, asustando
a los conductores, cercan los coches para demostrar
que merecieron la pena las enseanzas de la escuela
de la vida (incluso de aquellos pocos aos vividos en
los pupitres de la EGB).
Los retratos de la gran ciudad tambin nos en-
sean los trabajadores que perdieron o nunca ad-
quirieron el estatus de pertenecer al "cuadro de em-pleados de tal empresa. En Brasil, los trabajadores
urbanos tienen slo cuatro aos de escolaridad en
promedio, sin embargo, los trabajadores asociados
presentan la ms variada gama de calificaciones:
metalrgicos, psiclogos, enfermeros o recogedores
de botes vacos. Son los que, va el asociativismo, or-
ganizan sus propios emprendimientos econmicos.
Las estrategias populares de supervivencia son
tan antiguas como el hambre. Hoy por hoy se han
vuelto todava ms visibles, principalmente en lospases donde los trabajadores no disfrutan de la so-
ciedad del pleno empleo.
A partir del presupuesto de que muchos traba-
jadores y trabajadoras no slo nunca han pasado
por los pupitres escolares, sino que adems han sido
expulsados o nunca han conseguido ingresar en el
llamado mundo de la economa formal o mundo
del mercado del trabajo formal, desarrollaremos al-
gunos supuestos terico-prcticos:
a) Los conceptos de economa formal y economa
informal no son suficientes para explicar la com-
plejidad de las relaciones sociales frente a los pro-
cesos de globalizacin de la economa (no slo
de bienes materiales, sino tambin simblicos).
Hace falta el concepto de economa popular, que
nos ayuda a comprender las transformaciones en
el mundo del trabajo.
b) El trabajo por cuenta propia (individual o colecti-
vo) es una alternativa a la crisis del trabajo asala-
riado; es tambin un mecanismo para favorecer
la restructuracin productiva y la flexibilizacin
de la relacin entre capital y trabajo.c) Aunque se produzca en el interior mismo de la
sociedad capitalista, la economa popular pue-
de contener los grmenes de una nueva cultura
del trabajo, elemento constituyente de un nuevo
modo de produccin de la existencia humana (al
revs de lo que sucede en el modo de produccin
capitalista).
Lo tcnico y lo poltico en la educacinpopular y en la economa popular
Desde la perspectiva de la emancipacin de los sec-
tores populares, han sido pocos los estudios que han
intentado, de forma profunda, articular la educacin
popular con la problemtica de la relacin trabajo/
educacin. El desafo que se nos presenta es cmo
articular los dos campos de conocimiento y de ac-
cin a travs de un proceso prxico (es decir, de
teora-prctica) que redimensione la cuestin de la
racionalidad econmica a la vez que la racionalidadeducativa.
Para los trabajadores que no tuvieron acceso a
una educacin bsica de calidad, y que histrica-
mente han estado relegados a las tareas de ejecucin,
el tema de la viabilidad econmica de sus empren-
dimientos les preocupa sobremanera, y constituye,
hoy por hoy, un importante contenido programtico
en los cursillos de capacitacin.
Uno de los problemas de los trabajadores aso-
ciados es, sin duda, su escasa familiaridad con lasprcticas de administracin y gestin, y la manera
como han abordado las cuestiones econmicas y
financieras. Pero no slo los trabajadores asociados,
sino tambin nosotros (los intelectuales, los tcni-
cos, los educadores), seguimos enfrentando la difi-
cultad y a la vez el desafo de relacionar la teora
con la prctica, de articular lo tcnico a lo poltico,
de manera que podamos reflexionar acerca de una
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1EDUCACINPOPULARYCULTURADELTRABAJO
nueva cultura del trabajo que no se quede en las nu-
bes, sino que pueda materializarse, paulatinamente,
en lo cotidiano de los grupos.
Ahora bien, es a lo largo del proceso de trabajo, y
de otras instancias de produccin de su existencia,
que los trabajadores elaboran sus preguntas, buscan
las respuestas y vuelven a reelaborar las preguntas,
confrontando cotidianamente las condiciones ob-jetivas y subjetivas del mundo v ivido con el mundo
soado. En este sentido, no podemos hablar de la
importancia de un estudio, sino de la necesidad de
aprender a hacer muchos estudios de viabilidad, en
que las preguntas y respuestas se presentenperma-
nentementea los trabajadores, en un proceso en que
la praxis productiva se constituya como principio
educativo.
Tambin es necesario considerar que las pre-
guntas que los trabajadores asociados se hacen as mismos no pueden ser concebidas como si sus
respuestas se situaran en el campo tcnico propia-
mente dicho, pues el contenido y la forma como se
pregunta nunca es neutra, por ms que uno as lo
pretenda, sino que presupone un determinado tipo
y grado de compromiso del sujeto con el objeto en
cuestin. Es decir, no se trata simplemente de decidir
sobre esto o aquello, sino de descubrir lo que toda-
va est oculto en lo cotidiano, buscando soluciones
tcnico-polticas que provisoriamente puedan dar
respuestas a lo que es difcil y contradictorio. En
otras palabras, el esfuerzo para tornar viable un em-
prendimiento presupone un estudio sobre la posibi-
lidad de que, tcnicamente, los trabajadores puedan
tornar viable su proyecto poltico. La bsqueda de
una praxis que contemple la unidad entre los objeti-
vos econmicos y los objetivos sociales es, justamen-te, la llave de la educacin de los trabajadores, la cual
es comprendida como proceso permanente y como
resultado provisional de accin/reflexin/accin.
Si se pretende combinar la eficiencia con un
proceso democrtico, participativo, transparente y
solidario, hay que preguntarse qu democracia que-
remos y qu entendemos por solidaridad. Si bien la
definicin acerca de qu es lo que los trabajadores
van a producir, por ejemplo, va a depender de un
estudio de mercado, las preguntas centrales se-ran: quines sern beneficiados con el producto?,
cules son las necesidades reales de la comunidad
local?, en qu medida es posible atender las necesi-
dades de la comunidad?, de qu maneras?
Las respuestas a las preguntas a quines les va-
mos a vender?, y merece la pena producir?, adems
de tener como referencia qu es lo que los trabajado-
res entienden por necesidades humanas, presupone
la comprensin de los conceptos de valor de uso y
Fotografa: Erik Snchez.
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valor de cambio y de las razones por las cuales en el
capitalismo el segundo se sobrepone al primero, pro-
vocando el despilfarro y la degradacin del planeta.
A diferencia de los procesos de autoayuda im-
partidos por los gobiernos, empresarios y por otros
que se dicen a s mismos aliados de los excluidos del
mercado formal de trabajo, el objetivo de la educa-cin popular no puede ser el de contribuir para ali-
viar la pobreza, y tampoco ajustar las competen-
cias bsicas de los trabajadores para que consigan
competir en el mercado, sin considerar sus necesi-
dades reales e inmediatas. La educacin popular, al
contrario de la educacin bancaria (definida por
Paulo Freire como aquella en la que el educador lle-
na la cabeza del alumno con contenidos que ste
debe memorizar), tiene como uno de sus objetivos
cuestionar la actual lgica excluyente del mercado y,a la vez, crear alternativas para ella. As que, vincu-
lando stas y otras preguntas descubrimos, a travs
de un proceso de accin-reflexin-accin, qu es el
mercado y advertimos tambin que existen otros
mercados que se basan en relaciones de coopera-
cin, reciprocidad, etctera.
Desde la perspectiva de la constitucin de un
mercado solidario es preciso preguntar: quines
son los consumidores que los trabajadores van a
privilegiar?, los del centro comercial o los de la co-
munidad?, es posible insertarse en la esfera del mer-
cado de intercambio y al mismo tiempo en la esfera
del mercado solidario?, con qu criterios? Adems,
cules son las implicaciones polticas de los dife-
rentes tipos de relacin productor-consumidor en
el proceso de circulacin de mercancas? Contestara estas preguntas presupone no slo un aprendizaje
tcnico, sino tambin la definicin y redefinicin de
un proyecto poltico respecto de la posibilidad de, en
el interior mismo de una sociedad de mercado, es-
tablecer relaciones sociales y econmicas de nuevo
tipo.
Es indiscutible que los trabajadores asociados
precisan dominar las operaciones bsicas para ha-
cer las cuentas, evaluar cul es la actual situacin
econmica y proyectar las metas de produccin ycomercializacin que garanticen la remuneracin
de sus integrantes y el mantenimiento de la propia
unidad econmica. Pero, adems, necesitan forma-
cin poltica para definir los tipos de inversin que
sern necesarios para ello: las inversiones proven-
drn de instituciones de beneficencia?, sern con-
sideradas como aportacin de capital o como apor-
tacin de fuerza de trabajo? Si para los tericos de
la economa popular parece obvio que la eleccin
Fotografa: Ariel da Silva.
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de un determinado tipo de inversin interfiere, y a
la vez condiciona, las relaciones entre los actores
econmicos, no necesariamente est claro para los
trabajadores cules son las condiciones objetivas
que materializan las contradicciones entre capitaly trabajo. En la prctica, tampoco est claro cmo
el trabajo puede volverse el factor de produccin
que da sentido y determina los dems factores de la
produccin.
Para obtener una produccin planeada los traba-
jadores necesitan elegir las mquinas y equipamien-
tos, lo que, a su vez, presupone conocimientos m-
nimos sobre los medios de produccin, el desarrollo
tecnolgico y los significados de la relacin ser huma-
no/instrumentos de trabajo. En este proceso educa-tivo tampoco es posible olvidar los presupuestos de
la divisin social y tcnica del trabajo y la cuestin de
la socializacin de los conocimientos: los dispositivos
tecnolgicos, as como la forma como se organiza la
produccin y se distribuye el trabajo es lo que va a
permitir, o no, la socializacin del saber in locus.
Otro aspecto a considerar en un proceso educa-
tivo que redimensione la racionalidad econmica
es: cmo pensar en una gestin cooperativa que
garantice, horizontalmente, el ejercicio de hablar,escuchar, dudar, criticar, sugerir y decidir? Cmo
puede favorecer el estilo de participacin que todos
y todas, y no slo algunos, se asuman como dueos
del proceso de produccin? Para que el colectivo de
trabajadores pueda, de hecho, dirigir y controlar a
aquellos que transitoriamente los representan, cu-
les seran los contenidos tcnicos y polticos de una
educacin productiva y permanente, que se desa-
rrolle en el interior mismo de las organizaciones de
econmica popular?En lo cotidiano de la produccin, es posible ir ms
all del trabajo polivalente, promoviendo un proceso
en que todos y no solamente algunos sean ca-
paces de comprender los principios fundamentales
de la gestin, teniendo acceso a los conocimientos
necesarios que les permitan tambin cuestionar,
opinar, proponer cambios... en fin, decidir sobre cul
es el tipo de gestin administrativa, financiera y jur-
dica que mejor coincide con los intereses colectivos?
Educacin de personas adultas: por una
pedagoga de la produccin asociada
Para reflexionar sobre las bases de las pedagogas
de los emprendimientos econmicos populares es
necesario considerar tres presupuestos: en primer
lugar, en la bsqueda incesante para ganarse el pan
de cada da, el trabajo se torna no slo un principio
educativo, sino tambin un fin educativo. Los tra-
bajadores han aprendido en la escuela de la vidaque no es suficiente reivindicar frente al Estado sus
derechos mnimos de ciudadana; el abandono del
Estado respecto a las necesidades bsicas de ali-
mentacin, vivienda, educacin, etc., han repercuti-
do en la construccin de una ciudadana activa que
va ms all de la protesta y de la reivindicacin.
El segundo presupuesto es que los hombres y
mujeres transforman la realidad mediante la praxis.
Incluso sin tener acceso a la escolarizacin bsica,
Fotografa: Ariel da Silva.
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la estructura de la divisin del trabajo incluyendo
ah los procesos de discusin, participacin y deci-
sin es lo que permite ampliar en mayor o menor
grado los saberes sobre el mundo del trabajo y la vida
en sociedad, as como en la pedagoga de la fbricacapitalista, en la medida en que los integrantes de
estas unidades econmicas aprehenden los conoci-
mientos especficos para producir los bienes mate-
riales para su supervivencia, aprehenden tambin
los valores y los comportamientos que son necesa-
rios para el establecimiento de determinadas rela-
ciones de produccin.
El tercer presupuesto es que, como nos indica
Razeto (1993), ninguna economa se hace solidaria
porque las personas sean buenas o generosas, sinocuando el trabajo y la comunidad se vuelven los fac-
tores que determinan a todos los dems factores de
la produccin. La solidaridad solamente se puede
convertir en un valor real en la medida en que se in-
corpore en la propia organizacin del trabajo. As, el
objetivo de la educacin no es que los trabajadores
asociados asimilen, de forma abstracta, los presu-
puestos filosficos y polticos de una nueva cultura
del trabajo o de una economa que se pretenda soli-
daria; no basta con idealizar una nueva cultura deltrabajo o una economa popular basada en el traba-
jo participativo y solidario. Ms que nunca, es preci-
so aprender a hacerla, a materializarla en el da a da
de la produccin.
Los procesos pedaggicos tambin se consti-
tuyen como un elemento de la cultura del trabajo,
mediando las condiciones objetivas y subjetivas del
proceso productivo. Tratndose de una empresa ca-
pitalista o de una organizacin econmica popular,
la dinmica de la produccin es fuente de saberes,adquiridos y producidos en el proceso de trabajo.
Pero la dura y cruda realidad es que los trabajadores
no tienen la propiedad de las tecnologas de punta
que les permitan aumentar su tiempo libre, y tam-
poco los fundamentos terico-metodolgicos que
les permitan articular teora y prctica, de modo
que encuentren una forma ms racional, y al mismo
tiempo ms humanizada, para colocar los medios
de produccin a su servicio.
Recomendaciones para la accin
1. El saber producido en las relaciones sociales
que los hombres y las mujeres establecen en suproceso de trabajo es la fuente inspiradora de la
relacin trabajo-educacin; sin embargo, la posi-
bilidad de transformar la accin en accin-trans-
formadora slo podr tomar cuerpo en la medida
en que los trabajadores tengan asegurado, por lo
menos, el derecho a la educacin bsica. As que,
como parte integrante de un proyecto que con-
tribuya a volver orgnica la economa popular,
nos corresponde formular propuestas de proyec-
tos educativos que, articulados con la escuela yrecuperando los presupuestos de la educacin
popular, sean capaces de contemplar a los traba-
jadores que no tuvieron acceso o no consiguieron
permanecer en los pupitres escolares, y que fren-
te a la crisis del empleo han intentado organizar
sus propios emprendimientos.
Nos referimos a una perspectiva de califica-
cin profesional que va ms all de adecuar a los
jvenes y adultos a las necesidades del mercado
(mercado excluyente). Y que, sin dejar de consi-derar las relaciones econmicas de intercambio
(que hoy son hegemnicas en la sociedad capita-
lista), abra caminos para desvelar otros merca-
dos, otras relaciones sociales cuya racionalidad
no est basada en la reproduccin ampliada del
capital, sino en la reproduccin ampliada de la
vida (Coraggio, 1995).
2. Creemos que, frente al problema del desempleo
y el aumento de la pobreza, los programas de for-
macin profesional no deben dejar de considerarla vocacin econmica de la regin, aunque ser
preciso cuestionar en qu medida esta vocacin
(que en ltima instancia est determinada por la
actual lgica del mercado), ha ocultado, y a la
vez sofocado, otras vocaciones, en especial aque-
llas de los sectores populares. En otras palabras,
ello implicara un proceso de calificacin profe-
sional: a) ntimamente articulado con la red p-
blica de educacin, que contribuya a una amplia
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2EDUCACINPOPULARYCULTURADELTRABAJO
formacin de los trabajadores; b) que la conceja-
la municipal de empleo, trabajo e ingresos tenga
a los movimientos populares como eje orienta-
dor de su accin; c) que fortalezca, en el interior
del mercado global, el mercado especfico de losemprendimientos populares asociativos (coo-
perativas, asociaciones, grupos de produccin,
etc.); y d) que contribuya a la creacin de redes de
produccin, comercializacin y conocimientos
de los pequeos emprendedores que intentan
sobrevivir dentro de la perversidad de la actual
lgica del mercado.
3. Vislumbramos propuestas de accin que, al arti-
cular trabajo y educacin, puedan seguir los mis-
mos caminos por los cuales muchos trabajadoreshan intentado organizar sus emprendimientos
asociativos: articularse con la comunidad local
y con los movimientos populares. En otras pala-
bras, percibimos un proceso educativo que tiene
como punto de partida la accin-reflexin-accin
y la sistematizacin de las actividades cotidianas
del trabajo y de la vida, teniendo como punto de
llegada la bsqueda de nuevos valores y prcti-
cas que permitan transformar las relaciones de
convivencia en la comunidad donde el empren-dimiento econmico se localiza.
4. Para los educadores que al mismo tiempo asu-
men la postura de investigadores, el desafo es ir
ms all de la pedagoga de la fbrica, populari-
zando el saber acadmico, sistematizando el sa-
ber popular y construyendo con los trabajadores
una pedagoga de la produccin asociada que
contribuya a la constitucin de una sociedad de
los productores libres asociados. Obviamente,
no se trata de sustituir el saber popular por unsaber superior, y tampoco de transferir a los em-
prendimientos populares la responsabilidad de
socializar y sistematizar el conocimiento, dado
que stas son responsabilidades que competen
a la escuela. Al contrario, se trata de repensar la
escuela y de ampliar los espacios educativos que
promuevan nuevos saberes y nuevas prcticas
sociales. Para ello, uno de los puntos de partida
es comprender las iniciativas populares como
instancias educativas, aprendiendo con los tra-
bajadores las formas como ellos estn intentan-
do gestionar sus emprendimientos, teniendo en
cuenta sus expectativas de vida y de sociedad.
5. No se trata de que la economa popular se con-crete en un simple contenido programtico,
sino que constituya ms bien uno de los ejes de
la educacin popular, y para ello es importante
considerar que la articulacin trabajo-educacin
no se agota en los espacios formales de produc-
cin y socializacin de conocimientos, ni en una
escuela donde el maestro prescribe el saber
acumulado y los alumnos, desde los pupitres, lo
asimilan (o no). Igualmente, por ms que el pro-
ceso educativo al contrario de la concepcinbancaria favorezca el encuentro y la con-
frontacin entre los diferentes saberes, tampoco
es suficiente un espacio formal de aprendizaje.
Adems, sera una ingenuidad imaginar que los
maestros y tcnicos tienen una larga experien-
cia sobre los dilemas y desafos de la economa
popular, y que por lo tanto estaran aptos para
asesorar a los trabajadores respecto de los rum-
bos tcnicos y polticos de sus proyectos de vida
y de trabajo. Pensamos que el proceso in locusdeconstitucin de nuevas relaciones sociales y eco-
nmicas es una instancia educativa no slo para
los trabajadores asociados, sino tambin para los
educadores, lo que nos lleva a reafirmar que la ar-
ticulacin entre trabajo y educacin se extiende,
necesariamente, a los procesos educativos que se
configuran en lo cotidiano de la produccin.
6. Si la educacin de adultos debe ser esencialmen-
te presencial, en la prctica esto se ha traducido
en que los trabajadores asistan a la escuela parasistematizar sus conocimientos, y buscar all
nuevos saberes que contribuyan a dar sentido a
su trabajo y a la vida en sociedad. Sin embargo, lo
nuevo tambin estara en la presencia de los edu-
cadores en las organizaciones econmicas popu-
lares (no exactamente como trabajadores asocia-
dos, sino como trabajadores intelectuales) para
que colectivamente, y a pie de obra, descubran
una nueva manera de hacer y concebir el mundo
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Notas
* Este texto es una adaptacin del artculo Educacin popu-lar y cultura del trabajo: pedagoga-s de la calle y peda goga-s
de la produccin asociada, Dilogos Educa cin y Formacin
de Personas Adultas, Barcelona, pp. 13-19, 2002.
**Bia-friaes la forma popular de hacer referencia a la comida(bia) que ingieren los jornaleros en su lugar de trabajo, sin
poderla calentar.
de la produccin, buscando las soluciones tcni-
cas y polticas para la viabilidad de una economa
que pueda materializarse en los intersticios de
la sociedad capitalista. La teora se produce en
consonancia con la prctica; una nueva prcticaproduce un nuevo conocimiento, en un proceso
en que el propio educador debe ser educado. El
problema radica en cmo articular las diferentes
redes de produccin de conocimientos y de nue-
vas prcticas sociales: escuela, universidad, ONG,
asociacin de vecinos, emprendimientos popula-
res; cmo construir orgnicamente esta relacin;
hacia qu cultura del trabajo y hacia qu proyec-
to de sociedad.
Lecturas sugeridas
C, J (1997), La accin educativa como
proyecto cultural y social, en J. Cabello (coord.),
Didctica y educacin de personas adultas,
Alg ibe, Mlaga, pp. 17-33.
http://www.terras.edu.ar/jornadas/17/biblio/17SANCHEZ-
SANCHEZ-Jose-Maria-cap-2-Los-alumnos-El%20mundo-social.pdf
C, J L (1995), Desarrollo humano, eco-
noma popular y educacin, Buenos Aires, Rei
Argentina/Instituto de Estudios y Accin Social/
Aique Grupo Editor.
F, P (1975), Pedagogia do oprimido, Rio de
Janeiro, Paz e Terra.
http://www.ensayistas.org/critica/liberacion/varios/
freire.pdf
R, L (1991), Empresas de trabajadores y eco-
noma de mercado, Santiago de Chile, Programa
de Economa del Trabajo-PET.
http://www.luisrazeto.net/content/2-esencia-objetivo-
econ%C3%B3mico-y-caracter%C3%ADsticas-de-la-em-
presa-cooperativa
R, L (1993), Los caminos de la economa de
solidaridad, Santiago de Chile, Vivarium.
http://www.luisrazeto.net/content/los-caminos-de-la-economia-de-solidaridad
Lo que aprendemos ahacer lo aprendemos
hacindoloAristteles, filsofo griego, 384-322 a.C.
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2
El papel de la economa social y solidariaen la estrategia de inclusin social
Jos Luis Coraggio
Universidad Nacional de General Sarmiento | Buenos Aires, Argentinawww.coraggioeconomia.org | [email protected]
Fotografa: Gaelx (www.flickr.com/photos/gaelx). Acampada del Sol, Madrid.
Introduccin
Hablar de desarrollo es hablar de transformacin
econmica, social y poltica profunda. Ello requiere
tiempo, medido en dcadas, aos y meses. Pero el
problema no es slo de tiempo, sino de continuidad
de la voluntad poltica y de la validez de los esque-
mas mentales que orientan los procesos de cambio.
A treinta aos de neoliberalismo en Amrica
Latina, las consecuencias de la mercantilizacin ylas polticas sociales compensatorias se expresan,
entre otras, en el crecimiento de la pobreza y la des-
igualdad, as como la prdida de calidad de vida de
la inmensa mayora de la poblacin.
En este artculo nos planteamos la pregunta de
cmo proyectar a futuro una sociedad que satisfaga
con dignidad todas las necesidades humanas de la po-
blacin en su conjunto, respetando las diversidades.*
Utopa y poltica
Las utopas sociales juegan un papel fundante de
las ciencias sociales: es necesario concebir lo mejor
como idea lgicamente articulada, una realidad im-
posible, para descubrir lo mejor realmente posible, la
idea sometida al criterio de factibilidad.
Las utopas orientan las decisiones sobre la bue-
na sociedad y en particular las prcticas polticas
cuyo sentido es la transformacin progresiva de lassociedades existentes, sin perder de vista que las
utopas no se pueden realizar. Las utopas efectiva-
mente tienden a generar tanto escepticismo como
ilusiones; sin embargo, las propuestas de accin para
un mundo mejor no pueden basarse en ilusiones, no
slo porque seran instrumentalmente ineficaces,
sino tambin por razones ticas.
Si bien las visiones de un sistema social mejor nos
sirven para valorar la realidad actual, requerimos
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de la ciencia para aterrizar en la identificacin de
problemas concretos y, por tanto, complejos, diag-
nosticando rigurosamente sus causas y tendencias
y experimentando vas de accin eficaces para resol-
verlos tensionando la realidad en la direccin de lomejor; es as como la ciencia contribuye a la poltica.
Muchas morales (conceptos de buena vida en
sociedad y reglas de comportamiento acordes con
ella) son posibles y no son decidibles objetivamen-
te, pero hay al menos un punto seguro que escapa
al relativismo sin fin; se trata de un principio tico
basado en juicios de hecho: sin la reproduccin de
la vida no es posible gozar de ninguna libertad, y la
vida de toda persona es vida en sociedad(no hay yo
sin otros). Es desde esta racionalidad fundante quese debe reconstruir el sistema econmico y repensar
la relacin entre economa y sociedad.**
Poltica social y poltica econmica
Con el neoliberalismo la economa se ha venido au-
tonomizando de controles polticos y sociales que
velen por la cohesin social, y es usual pensar que la
economa se autorregula con la ayuda de expertos
navegantes que velan por la estabilidad de la mone-da y el irrestricto derecho de propiedad privada. En
la utopa liberal, la sociedad debera ser una sociedad
de mercado, donde cada persona se ubica segn los
resultados que haya logrado obtener para competir
en el mercado. Pero ante la exclusin masiva y la pr-
dida de expectativas positivas que han producido 30
aos de ese sistema, el imperativo de gobernabilidad
exige un trabajo de legitimacin de un sistema cer-
cano ya al l mite de lo insoportable.
Dado su proyecto estratgico de maximizar la li-bertad del capital a costa de los trabajadores, la pol-
tica social neoliberal se ha definido a partir de la pre-
tensin de anular la cultura de derechos humanos
universales y de centrarse directamente en caren-
cias extremas de sectores de la poblacin considera-
dos riesgosos para la gobernabilidad. Esas carencias
han sido definidas principalmente en trminos de
acceso (lo que lgicamente parece un paso previo
para la calidad) a condiciones de vida (alimentos,
refugio, salud, educacin, ingreso de un dlar diario)
definidas como mnimas (bsicas?) por tcnicos del
sistema interestatal y adoptadas por los gobiernos.
Se pas as del Estado garante de derechos univer-
sales reforzados por mandatos de discriminacinpositiva para algunos grupos especficos que se
concretaron en sucesivas declaraciones de derechos
sociales a la adopcin de un mandato de asisten-
cia para la sobrevivencia fsica a los ms vulnerables
mediante la focalizacin.
Hoy podemos constatar intentos expresos de
amplificar la absorcin de la sociedad por la eco-
noma. Esto se hace evidente cuando la persona se
vuelve capital humano, y se advierte que si no se
invierte algo en salud y educacin los excluidos notendrn posibilidad siquiera de competir por los
puestos que necesite el capital global.
Como resultado de la reingeniera conservadora
del Estado, del mercado y sus relaciones con la socie-
dad, se han generado situaciones de injusticia e inefi-
ciencia social que trascienden la idea de emergencia
coyuntural: concentracin de la riqueza, destruc-
cin de las fuerzas productivas logradas mediante
la industrializacin, mercantilizacin del sistema
poltico, desequilibrio de ecosistemas, prdida deldesarrollo de capacidades de generaciones de nias
y nios desnutridos, individualismo, etc., que l levar
varias dcadas de accin consistente revertir.
Una definicin sustantivista de la economa
Entendemos por economael sistema de institucio-
nes, valores y prcticas que se da una sociedad, para
que sus miembros y la sociedad toda se ubiquen en
la divisin social del trabajo global, organizando laproduccin, distribucin, circulacin y consumo
de bienes y servicios a fin de realizar el metabolis-
mo socio-natural (intercambio de energa entre los
hombres en sociedad y el resto de la naturaleza) de
modo de satisfacer de la mejor manera posible (re-
produccin ampliada de la vida en cada momento
histrico) las necesidades y deseos legtimos de to-
dos los miembros de esa sociedad (incluyendo las
generaciones futuras).
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Fotografa: Jessica Warren/JessiQua. "Perdone las molestias. Estamos tratando de cambiar al mundo". Movimiento Occupy Wall Street.
Un aspecto crucial de ese sistema de institucio-
nes es cmo pauta las formas de definir, movilizar,
distribuir/apropiar y organizar los recursos y capa-
cidades humanas como medios para lograr el fin de
la economa.
La sociedad institucionaliza lo econmico de
acuerdo a cinco principios (siguiendo a Polanyi,
quien slo consider los cuatro primeros): adminis-
tracin de la unidad domstica, reciprocidad, redis-tribucin, intercambio y plan. A continuacin suge-
rimos lineamientos con los que la economa social
y solidaria contribuira a la reinstitucionalizacin de
la economa construyendo, a la vez, un sector org-
nico de economa social y solidaria capaz de dispu-
tar recursos y orientaciones pblicas con la econo-
ma del capital.
Administracin de la economa domstica (oikos).
Propender a la mayor autarqua de subsistencia po-
sible de las economas domsticas, definidas comola articulacin de familias en comunidades o coope-
rativas, donde cada unidad domstica o comunidad
procura atender sus necesidades con sus propios re-
cursos, particularmente su trabajo. En lo que hace a
alimentacin, esto implica recuperar la produccin
con biodiversidad y evitar caer en la especializacin
extrema para el mercado. Esto se facilita en las unida-
des rurales, pero puede aplicarse incluso a unidades
domsticas urbanas, como muestran los programas
de huertos familiares o comunitarios que producen
frutas, verduras, hortalizas y ganadera menor (para
el autoconsumo de sus trabajadores o asociados a
comedores escolares y hospitalarios, abasteciendo
redes de intercambio dentro de asociaciones barria-
les, etc.). En lo que hace a la vivienda y el hbitat, im-
plica transferir recursos de materiales, financieros y
tcnicos, que permitan mejorar sustancialmente las
condiciones de habitabilidad de los sectores popu-lares rurales y urbanos a travs de la autoconstruc-
cin preferentemente comunitaria, con base en los
materiales que provee el propio medio local. Este
principio no se aplica solamente a niveles microso-
ciales o locales, sino que es vlido para aspectos de
la economa nacional. Los balances energticos, la
soberana alimentaria, la minimizacin de la deuda
externa (arreglarnos con los nuestro, como parece
comenzar a plantear el Banco del Sur), son ejemplos
de opciones de orden nacional o incluso regional.Reciprocidad. Propiciar relaciones de reciproci-
dad, basadas en la simetra de las donaciones y ayu-
das mutuas. En esas relaciones, de fuerte presencia
en el mundo popular, se da y recibe y se atiende al
otro como a uno mismo sin que haya reglas de in-
tercambio como las de mercado, combinando el
acceso a seguridad y a bienes necesarios o deseados
con el tejido de lazos sociales que permiten la con-
vivencia entre las comunidades, la seguridad ante
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emergencias personales, etc. El regalo o el servicio
voluntario al otro vincula y obliga, de lo cual la minga
es testimonio vivo en el mundo andino. La donacin
debe evitar la unilateralidad (las transferencias de
recursos para cumplimentar derechos ciudadanos ocomunitarios no son donaciones sino efectivizacin
de derechos) para no realimentar el clientelismo
poltico.
Redistribucin . Profundizar la redistribucin
progresiva, donde el Estado juega el papel de cen-
tralizador y recaudador de recursos financieros de
los que ms tienen para redistribuirlos de mane-
ra que las comunidades se reproduzcan mejor. Se
combinar la distribucin a individuos (como el
reconocimiento pleno del trabajo de reproduccinque hacen las mujeres en los hogares) con la consti-
tucin de fondos de desarrollo a fondo perdido y
revolventes a nivel de comunidades o asociacio-
nes, permitiendo que stas se fortalezcan al poder
decidir de manera autnoma el mejor uso de esos
recursos. Otra va ser la inversin pblica de bie-
nes pblicos (educacin, salud, transporte, ener-
ga, agua, servicios sanitarios, acceso de la tierra
a quien trabaja con ella, justicia, seguridad social,
etc.) acordada y dirigida al fortalecimiento de las
capacidades y el acceso a recursos.
Intercambio. Regulacin del intercambio en los
mercados, con intervencin tanto del Estado como
de la sociedad, para evitar los abusos de monopolios,intermediarios e importaciones que son competiti-
vos en la medida en que sobreexplotan a las y los tra-
bajadores o expolian los recursos naturales en otros
pases, y evitando tambin la competencia ruinosa
entre la pequea produccin, organizando y vincu-
lando directamente la produccin con la demanda
local, regional e incluso internacional en una rela-
cin virtuosa de responsabilidad por el otro, donde
los precios de intercambio entre oferentes y deman-
dantes se fija no por el juego mecnico de la oferta yla demanda en un campo competitivo en que cada
uno busca obtener ventaja, sino siguiendo criterios
de precios justos, vinculados principalmente al tra-
bajo directo e indirecto que abarque la produccin y
circulacin de bienes y servicios. Las imperfecciones
del mercado por la desigual distribucin del poder y
los recursos hacen necesario regular los mercados
y favorecer la consolidacin de poder de compra
o venta colectiva de parte de la economa popular.
Fotografa: archivo EMAS, A.C.
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La vigilancia sobre las actividades agiotistas debe-
r unir la presencia de la sociedad organizada con el
poder legtimo del Estado. La reingeniera del siste-
ma financiero, canalizando el ahorro popular hacia
la economa social, es otra prioridad. Especial aten-cin tiene aqu la organizacin de formas comuni-
tarias de autogestin de necesidades bsicas de los
ciudadanos (cooperativas locales de servicios pbli-
cos, grupos de compra conjunta, redes de trueque y
moneda social, etc.).
Plan. Planificacin participativa y normatividad,
basada en el reconocimiento de las organizaciones
y redes de la economa social y solidaria, su organi-
cidad y representacin en el espacio de definicin
de polticas pblicas, y la coordinacin conscientede las acciones econmicas de los mltiples agen-
tes independientes para aunar fuerzas y recursos,
organizando la divisin social del trabajo dentro de
las microrregiones y entre ellas, produciendo bienes
colectivos, evitando la competencia destructiva, an-
ticipando, regulando o evitando efectos socialmente
no deseables del juego de mercado.
La construccin de una economa social y
solidaria en contraposicin con la poltica
social neoliberal
Si, de manera consecuente con lo dicho ms arriba,
se nos pidiera definir una utopa para la economa
social y solidaria podramos adelantar como rasgo
fundamental que es una economa donde la com-
binacin de principios de institucionalizacin est
subordinada a la lgica de reproduccin de la vida
de todos, donde las diversas motivaciones humanascoexisten y se integran en diversas culturas (no se
aspira a la homogeneizacin global), donde el afn
de lucro es una entre otras motivaciones pero cla-
ramente limitada por la racionalidad reproductiva
intergeneracional, donde una parte creciente de los
trabajadores se organizan y autogestionan sin el
dominio de patrones, en trabajos de calidad, den-
tro de una multiplicidad de formas de produccin
y reproduccin. Por contraposicin a la economa
del capital, sta sera una economa de la vida y el
trabajo.
La coherencia indica que sta u otras propuestas
son slo eso, propuestas para el debate, y que una
utopa tendr efectos organizadores del pensamien-to y la accin cuando logre hegemona en un sistema
democrtico, siendo posible que coexistan varias
que comparten algunos principios, valores y objeti-
vos estratgicos. Los rasgos indicados no incluyen ni
la abolicin del mercado ni del dinero, aunque pro-
pugnan su regulacin y la derrota de la propuesta
neoliberal del mercado total, para la cual todas las
actividades humanas deben organizarse como un
mercado y todos los productos ser producidos como
mercancas.Otras diferencias bsicas con el pensamiento
nico son: el concepto de riqueza no se limita a la ri-
queza mercantil y al valor de cambio, sino que inclu-
ye todos los bienes y servicios tiles para satisfacer
directa o indirectamente necesidades y deseos
legtimos de los miembros de la sociedad; la calidad
de vida no se vincula exclusivamente al momento de
consumo, sino que incluye las formas de realizacin
de las capacidades humanas y su desarrollo (condi-
ciones de trabajo), los modos de consumo y los siste-mas culturales de socializacin y de estructuracin
de la personalidad.
Desde esta perspectiva, la usual combinacin de
una tasa de crecimiento del PIB(medida de la rique-
za mercantil que excluye una parte fundamental
de la economa real) con polticas sociales asisten-
cialistas, compensatorias y focalizadas (que confir-
man la dualidad social y el carcter estigmatizante
de las intervenciones pblicas) han demostrado ya
su ineficacia social: esa economa no cumple con elsentido primordial de resolver con dignidad las ne-
cesidades y deseos legtimos de todos los ciudada-
nos, ni resguarda el sustrato natural que requiere la
conservacin de la vida intergeneracionalmente.
En cuanto a los enfoques redistribucionistas,
que antes que focalizar en sectores indigentes para
que superen algunas carencias elementales propo-
nen asegurar una distribucin ms igualitaria de
los ingresos generados por la economa (como las
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propuestas de salario ciudadano), siguen sin salir de
la esfera del valor de cambio, pues no reconocen la
riqueza material producida fuera de esa esfera.
Por otro lado, la economa social y solidaria in-
cluye mecanismos redistributivos no slo desde laperspectiva de la solucin de problemas individua-
les, sino como reaseguro de la reproduccin de una
sociedad ms igualitaria, cohesionada por la solida-
ridad y la justificacin de las diferencias resultantes,
y considera el conjunto de las relaciones sociales de
produccin, circulacin y consumo.
La economa social y solidaria es, entonces, un
modo de hacer economa, organizando de manera
asociada y cooperativa la produccin, distribucin,
circulacin y consumo de bienes y servicios no conbase en el motivo de lucro privado, sino de la reso-
lucin de las necesidades, buscando condiciones de
vida de alta calidad para todos los que en ella par-
ticipan, sus familiares y comunidades, en colabora-
cin con otras comunidades para resolver las nece-
sidades materiales a la vez que estableciendo lazos
sociales fraternales y solidarios, asumiendo con res-
ponsabilidad el manejo de los recursos naturales y
el respeto a las generaciones futuras, consolidando
vnculos sociales armnicos y duraderos entre co-
munidades, sin explotacin del trabajo ajeno.
La promocin socioeconmica as encarada
atiende tanto a las necesidades materiales como
a los valores y relaciones sociales, y su coherenciatica exige que los programas concretos sean acor-
dados conjuntamente entre las instancias pblicas
y las diversas organizaciones de la sociedad en cada
nivel de decisin relevante, con especial atencin al
nivel local. Siendo necesario que el Estado proponga
lneas de accin y asignacin de recursos, su diseo
y aplicacin contar con las capacidades, recursos e
iniciativas populares y atender a las prioridades y
formas de accin conjunta acordadas democrtica-
mente por los actores de base expresando sus valo-res culturales. Diversas formas de presupuestacin,
programacin y gestacin participativa sern dise-
adas, sin modelo previo, con los actores, asumien-
do pblicamente compromisos de lado y lado que
podrn ser monitoreados por la poblacin.
Mientras en la poltica neoliberal se hablaba sin
lograrlo de la inclusin en el sistema excluyente de
mercado, en esta concepcin se trata de la inclusin
en una sociedad multicultural, pero igualitaria, a
Fotografa: Marianela Nez.
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2ELPAPELDELAECONOMASOCIALYSOLIDARIAENLAESTRATEGIADEINCLUSINSOCIAL
travs del reconocimiento y articulacin de sistemas
de produccin alternativos, con la mira puesta en los
derechos sociales y polticos, individuales y colecti-
vos, que debern desarrollarse simultneamente.
No hay contradiccin entre individ
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