“Año de la Diversificación Productiva y del Fortalecimiento de la Educación”
UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA
PROEDUNP- SULLANA
Tema: “Responsabilidad Social”
Docente: Ing. Ramírez García Guillermo
Curso: Gestión Minera
Alumno: Valdiviezo Villegas Cristhian Eloy
Facultad: Ing. De Minas
Ciclo: IX
SULLANA
2015
INTRODUCCIÓN
En el actual escenario mundial, los principales desafíos para las organizaciones
provienen de los vertiginosos cambios del entorno. La globalización, la
competencia, la tecnología, la responsabilidad social, el conocimiento y los activos
intangibles, demandan a las empresas serias modificaciones en sus estructuras y
estrategias.
Los conceptos de Responsabilidad Social y Ética van estrechamente ligados entre
sí, ya que la ética es el saber que nos orienta la conducta reflexivamente y la
responsabilidad social es una forma de gestión que tiene y debe guiarse por la
toma de decisiones prudentes y justas.
Responsabilidad Social es el compromiso de identificar los problemas de interés
público como: medio ambiente, pobreza, desigualdad de ingresos, atención de
salud, hambre, desnutrición y analfabetismo y, que compete a todo tipo de
organizaciones (empresa, estado, universidad), para emprender acciones que
generen impactos positivos en la sociedad, con el aporte de soluciones basadas en
la transparencia, pluralidad, sustentabilidad y ética, siendo la meta el desarrollo
sustentable del ser humano y su entorno.
RESPONSABILIDAD SOCIAL
La responsabilidad social es un término que se refiere a la carga, compromiso u
obligación, de los miembros de una sociedad ya sea como individuos o como
miembros de algún grupo, tienen tanto entre sí como para la sociedad en su
conjunto. El concepto introduce una valoración positiva o negativa al impacto que
una decisión tiene en la sociedad. Esa valorización puede ser
tanto ética como legal, etc.
Generalmente se considera que la responsabilidad social se diferencia de
la responsabilidad política porque no se limita a la valoración del ejercicio del poder
a través de una autoridad estatal.
La responsabilidad social es la teoría ética o ideológica que una entidad ya sea
un gobierno, corporación, organización o individuo tiene una responsabilidad hacia
la sociedad. Esta responsabilidad puede ser “negativa”, significando que hay
responsabilidad de abstenerse de actuar (actitud de “abstención”) o puede ser
“positiva”, significando que hay una responsabilidad de actuar (actitud proactiva).
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DEL TÉRMINO
El ser humano por necesidad, se debe relacionar con otros y para ello debe cumplir
una serie de reglas de comportamiento, dependiendo del lugar y el tiempo en el
que se encuentre; estas obligaciones que cada individuo debe cumplir con los
demás se les denominan responsabilidades sociales.
La idea de que los individuos tengan una responsabilidad para su sociedad se
remonta a los filósofos griegos y el sistema romano de legalidad.
"En la antigua Grecia el pueblo libre tenía por costumbre, en ambiente de franco
debate, participar y cuestionar los argumentos de diálogo abierto en el ágora o
plaza mayor; sin embargo, la esclavitud era parte fundamental de su estructura
social y económica"; la vida de las personas era pública, no existía la intimidad y
por tanto era normal ver personas desnudas de todas las edades compartiendo
todo; por tanto la responsabilidad de cada persona que hacia parte de esta
sociedad libre era la participación de todos en cualquier asunto público.
En la Edad Media Occidental las creencias eran las que mostraban las reglas de
convivencia y el diario vivir de cada persona, por tanto si alguna persona no
aceptaba la religión era castigada, perseguida y excluida de la sociedad; "todo se
hacía con el único objeto de obtener la salvación que se acreditaba en el credo de
la única y verdadera Iglesia", con esto apareció la vida privada, el pudor, la
intimidad y las propiedades; la responsabilidad era exigir el respeto los espacios
privados y a su vez vigilar que se cumplan las leyes establecidas por la iglesia.
La Edad Moderna se caracterizó por un gran movimiento intelectual; la razón se
convirtió en el centro de todo, los derechos del hombre aparecieron y con estos la
esclavitud dejó de existir; por tanto "una de las principales obligaciones de los
actores sociales consistió en defender la libertad y promover los derechos
humanos" además se le dio responsabilidad al Estado con los individuos y con
exigir el cumplimiento de las reglas sociales de la época.
Así, por ejemplo, el estoicismo pone énfasis en los deberes cívicos, la
responsabilidad social, la importancia de una buena ley y la igualdad de los
derechos ciudadanos. Uno de sus grandes representantes, Cicerón, en libro
primero de “Los Deberes”, habla sobre los deberes que tiene el hombre hacia la
sociedad y hacia él mismo y propone que existe sólo una ley verdadera. Esta ley es
la recta razón, la cual de acuerdo con la naturaleza, gobierna sobre todos los
hombres, es eterna y no cambia. La misma impulsa a los hombres al cumplir con
sus deberes, prohibiéndoles hacer el mal.
Luego de esto llegó la Edad Contemporánea, donde la tecnología y el avance
científico predomina, cada día es más fácil acceder a la información, se necesita
acumular bienes para tener una mejor calidad de vida; "valores como la eficiencia y
la eficacia, actitudes positivas frente al compromiso del cumplimiento, una buena
educación, además de habilidades comunicativas de negociación facultan a las
personas para hacer parte productiva de la sociedad". Estos comportamientos se
convierten en una responsabilidad para la sociedad; el Estado ya no es lo más
importante, ahora las empresas tienen un poder, ya que el mercado es lo que
predomina.
Es notorio que a medida que pasa el tiempo la responsabilidad social cambia; lo
que era bueno para algunos tiempos después se convirtió en un delito y viceversa,
las personas tienen la obligación de ser responsables con la sociedad moral y
legalmente, independientemente de si no están de acuerdo; cabe resaltar que las
normas de conducta las determina la entidad que tenga más poder en el momento,
como la iglesia, el Estado, las empresas, entre otros; ellos determinan las reglas
aceptadas de acuerdo con la situación en que se viva.
RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LA ACTUALIDAD
En la actualidad la responsabilidad social se considera un concepto normativo no
obligatorio o “ley blanda” (es decir, sin la fuerza de la ley), tales como los
plasmados en algunos acuerdos internacionales, por ejemplo, la “Declaración
universal sobre Bioética y Derechos Humanos” adoptada por la UNESCO etc.
Esto ha dado origen no solo a diferentes tentativas o percepciones “sectoriales” de
establecer mecanismos de ‘responsabilidad social” -la más notable entre las cuales
son las referentes a responsabilidad social corporativa o “responsabilidad social
empresarial” (RSE) - sino a nuevas propuestas acerca de las implicaciones
institucionales del concepto.
Notable entre esas nuevas percepciones es la de Claus Offe, para quien responsabilidad social tiene, como principal entre sus funciones en las complejas sociedades modernas, actuar como mecanismo de creación y promoción de una “moral autónoma y el autocontrol civilizado de sus miembros o, por decirlo a la inversa, en la medida en que no puedan compensar de manera suficiente los déficit de tal autocontrol con el aporte de los medios (coercitivos) del derecho y (estimulantes) del dinero.
RESPONSABILIDAD SOCIAL PARA LA SALUD
La responsabilidad social para la salud se refleja en las acciones de los
responsables de la toma de decisiones tanto del sector público como privado, para
establecer políticas y prácticas que promuevan y protejan la salud. Las políticas y
prácticas que aplican los sectores público y privado deben de evitar perjudicar la
salud de los individuos; proteger el medio ambiente y garantizar el uso sostenible
de los recursos; restringir la producción y el comercio de productos y sustancias
inherentemente perjudiciales y desalentar las prácticas de mercática nocivas para
la salud; proteger al ciudadano en el Mercado y al individuo en el lugar de trabajo, e
incluir evaluaciones del impacto sanitario centradas en la equidad como parte
integral del desarrollo de las políticas. También se debe analizar la responsabilidad
jurídica.
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LA MINERÍA
La responsabilidad social aplicada por la empresa minera en una determinada
zona, implica coherencia entre crecimiento económico, equidad social y cuidado
del ambiente en concordancia con el estado, población del entorno, respetando su
cosmovisión, filosofía empresarial de la empresa y las normas ambientales en
vigencia.
En el fortalecimiento de la institucionalidad de una gestión confiable, transparente y
responsable de los recursos disponibles, las empresas mineras dentro de
un diálogo consensuado sobre Minería y Desarrollo Sostenible se comprometieron
conjuntamente con las diferentes instituciones y actores como corresponde y que
alcanza al Estado Peruano compartida entre el Poder Ejecutivo, Gobiernos
Regionales, Municipalidades Provinciales y Distritales; Empresas privadas;
Población; Organismos no Gubernamentales "ONG" y la Iglesia a contribuir
activamente al desarrollo de las capacidades locales, la protección del ambiente, el
respeto a las identidades culturales y valores sociales locales, así como en
la construcción de relaciones de confianza y el fortalecimiento de una cultura de
diálogo y paz.
AVANCES DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LA ACTIVIDAD MINERO
METALÚRGICA.
La empresa minera de acuerdo a su filosofía empresarial adecua su accionar
dentro del ámbito de desarrollo minero; asumiendo responsabilidades obligatorias
inherentes a la actividad, frente a sus trabajadores y la comunidad del entorno y las
actividades especificas propiamente de la empresa. Se tienen infinidad
de modelos de responsabilidad que utilizan las empresas dentro y fuera de
su competencia.
Las preocupaciones sociales y ambientales de la empresa, en sus
actividades operaciones y las relaciones con su entorno implica necesariamente
dos dimensiones; una dimensión interna (hacia adentro) y otra la externa (hacia
afuera)
En este marco de trabajo responsable de la empresa minera metalúrgica
puntualizada, las políticas de apoyo desde sus inicios hasta la fecha han
transcurrido por diferentes procesos de adecuación, desde un período de filantropía
(ayuda desinteresada a los demás), hasta la búsqueda del desarrollo sostenible en
la zona minera, porque en el fondo las costumbres y culturas ancestrales de una
zona a otra son singulares y diferenciadas según su ubicuidad; siendo su aplicación
por ende diversa y variada. La creatividad y preparación técnica apropiada por la
empresa y aplicada por intermedio de su personal especializada inspira a lograr
resultados halagadores e imitables por otras empresas mineras mediante
las pasantías y/o intercambios de experiencias a nivel empresarial. En el campo de
la minería no se tienen recetas ni mecanismos de acción universales, su avance es
fruto de experiencias y know out empresariales, al dispensar de una entidad
facilitadora y representativa de las empresas como es la Sociedad Nacional de
Minería, petróleo y energía (SNMPE), apoya y aporta en el mejoramiento de la
responsabilidad social acorde a nuestra realidad nacional.
¿Cómo hacer para que cómo hacer para que convivan la actividad minera y
las comunidades de su entorno?
La relación de las empresas mineras con el entorno que las rodea es un punto
primordial para llegar a tener operaciones “socialmente aceptables”. Todos los que
trabajan en la actividad minera saben que mientras más aceptación social tenga
sus proyectos, las posibilidades de permanencia en el mediano y largo plazo serán
mucho mayores. En este contexto la responsabilidad social de las empresas juega
un rol preponderante, y va de la mano con el manejo adecuado de una ecuación
clave: minería-entorno social-cuidado del ambiente.
Por tanto, el concepto de responsabilidad social y minería significa tener con las
comunidades una relación horizontal, con responsabilidades y retos compartidos.
Se debe involucrar a las empresas y a la comunidad en alianzas estratégicas con
una visión de desarrollo sostenido. Debemos pensar este vínculo como algo que
debe generar valor más allá de la vida misma de la operación minera. Debemos
considerar que en la mayoría de los casos la minería desarrolla sus actividades
sobre los 3,500 msnm, en lugares alejados y con muchas carencias. Por esta
razón, la puesta en marcha de operaciones mineras genera una serie de servicios y
obras de infraestructura en su entorno que benefician a los pobladores de las
comunidades aledañas, las mismas que en otras circunstancias tardarían años en
ser atendidas.
Sin embargo, es necesario que la comunidad participe de los procesos, esté
informada y conozca los programas de la empresa minera para proteger el medio
ambiente y su entorno social. Es decir, debe practicarse una política de
transparencia y apertura que involucre a las autoridades, líderes de opinión,
instituciones representativas y población en general. Ese, pues, es el reto de la
nueva minería en sus objetivos de responsabilidad social. Demostrar en los hechos
que la ecuación minería-entorno social-cuidado del medio ambiente es posible, y
que debe ser el engranaje para traer desarrollo a las zonas donde se realizan
operaciones mineras. La nueva minería implica, además, que las empresas tengan
un compromiso real no sólo con la responsabilidad social y el cuidado del
ambiente, sino con la promoción del desarrollo sostenible. En Cajamarca, por
ejemplo, sólo un 17 por ciento de las comunidades aledañas a Yanacocha contaba
con sistema de agua potable cuando esta empresa inició sus actividades en el año
1993. Hoy un 85 por ciento de las mismas ya cuenta con este servicio. Además,
entre 1993 y el 2005 la deserción escolar disminuyó de 42 a 12 por ciento, debido
en gran medida a programas de fortalecimiento y mejora de los servicios
educativos. El acceso a la energía eléctrica es otro factor a destacar: Gracias a un
convenio entre Yanacocha e Hidrandina se logró dotar de este importante servicio
a 12 comunidades, y se proyecta extender este programa a 30 comunidades más.
Las políticas ambientales y de responsabilidad social de las empresas mineras
deben estar orientadas a una convivencia honesta y responsable con el entorno
para buscar alianzas estratégicas que tengan como objetivo que los pobladores
sean actores de su propio desarrollo.
LOS RETOS DE LA MINERÍA MODERNA
En los últimos quince años la forma de hacer minería ha cambiado radicalmente en
el país, como reflejo de una nueva visión empresarial en el mundo entero. Algunos
factores que han incidido en estos cambios incluyen la globalización de los
negocios y por ende de cualquier conflicto vinculado con ellos, así como un rol más
activo de las ONG y un mayor activismo de las comunidades. Por su parte, la
opinión pública ejerce hoy una mayor presión por transparencia en la información
sobre el accionar de las empresas, producto de los escándalos financieros de
principios de siglo.
El sector minero viene enfrentando este contexto, ejecutando estrategias que
pasan por entender y comprender la realidad socio-económica de la región en la
que operan. Paralelamente, las empresas invierten importantes recursos en
implementar programas adecuados a cada realidad particular en manejo ambiental,
desarrollo social y relación con la comunidad. Es necesario señalar que, para
facilitar el éxito de esta estrategia, debe ser implementada desde el inicio de la
labor exploratoria y no se debe esperar a que las operaciones ya estén en marcha.
Es decir, la estrategia de las empresas mineras para construir una relación
sostenible con los actores sociales pasa por adoptar una política de
responsabilidad social y ambiental desde el inicio, reconociendo a las comunidades
como interlocutores válidos. Asimismo, se debe promover un proceso de
participación ciudadana abierto, transparente y permanente. En lo que respecta a la
inversión en desarrollo que ejecutan las empresas, esta debe evitar el paternalismo
y, en su lugar, promover el desarrollo sostenible.
Si bien la responsabilidad social es un concepto nuevo para las empresas, en
particular para las del sector minero, no se puede negar que el principio que inspira
estas prácticas (buscar el desarrollo sostenible de los pueblos donde operan las
empresas), se ha dado en nuestro país a través del aporte social de la minería. No
está de más recordar que la minería al construir carreteras, puentes, caminos y
puertos integra a las poblaciones. Asimismo, brinda oportunidades de acceso a la
población a diversos bienes y servicios. Al cubrir su necesidad de energía eléctrica
hace factible la conexión de poblaciones alejadas a este servicio y al demandar
mano de obra genera empleo directo e indirecto, a través de la demanda por
bienes y servicios que proviene de los trabajadores y de la empresa minera. Provee
de educación y salud, complementando los servicios que brinda el Estado. Realiza
programas de capacitación a personas de la localidad y apoya en mejoras
tecnológicas. Se desarrolla de manera armónica y coexiste con otras actividades
económicas como la agricultura, ganadería, turismo, etc. Finalmente, la minería
moderna aplica tecnologías de punta para mitigar posibles impactos; asimismo,
implementa procesos de comunicación y consulta, basados en la transparencia,
buscando involucrar a la comunidad en el control y en el manejo ambiental
(monitoreos, evaluaciones, comités medioambientales). En conclusión, la minería
busca ser líder en contribución empresarial y social al país. Entonces, ¿por qué los
conflictos entre empresas mineras y las comunidades son cada vez más
frecuentes? No tenemos una respuesta tajante, pero dos factores influyen
claramente: la minería sabe cómo transformar recursos naturales en productos con
valor agregado, de manera rentable, pero no tiene la fórmula única para la lucha
contra la pobreza de las poblaciones en su entorno. Tan solo es un actor más que
puede ayudar en la búsqueda del desarrollo sostenible y es así como debe ser
percibido; y, en segundo lugar, el sector minero no ha sabido cómo comunicar los
beneficios que trae para el país y las comunidades de su entorno.
Responsabilidad Social Empresarial en el Sector Minero en el Perú
El Perú se ha convertido en uno de los países de destino de la inversión minera en
el mundo. Los altos precios internacionales de los metales y la generación de
rentas para el país están llevando a que la economía gire en torno a este tipo de
actividades motivadas por las industrias extractivas. Sin embargo, en los últimos
años se han hecho más visibles una serie de conflictos entre las poblaciones
locales y las empresas extractivas, sobre todo mineras, dándose diferentes
enfrentamientos que no benefician a nadie, menos aún a las comunidades locales.
La creciente inversión minera en el Perú tiene un potencial muy importante para el
país, y concesiones gestionadas apropiadamente serían una gran oportunidad para
promover el desarrollo sostenible en las poblaciones locales más pobres. Para que
esto se produzca, se requiere de un Estado presente, con políticas redistributivas
claras que beneficien al conjunto de la población y que regule la actividad
extractiva, así como una sociedad civil organizada y responsable. Actualmente
existen varios temas de agenda pendientes para el debate, especialmente
vinculados a mejorar políticas públicas referidas al ordenamiento territorial, la
participación ciudadana y consulta, la autoridad ambiental independiente, el
desarrollo de vínculos entre el sector minero y las economías regionales y locales,
la responsabilidad social empresarial, entre otros. Con este estudio sobre la
Responsabilidad Social Empresarial, elaborado por Social Capital Group a solicitud
de Oxfam América, queremos contribuir a la reflexión que conduzca a posibles
pistas de acción y aprendizajes que cada actor pueda asumir a partir de la lectura
de este documento de trabajo y permita consensuar propuestas de trabajo. Oxfam
América forma parte de Oxfam Internacional, una confederación de 13
organizaciones que trabajan en conjunto con 3000 organizaciones locales en más
de 100 países, para encontrar soluciones definitivas a la pobreza, el sufrimiento y la
injusticia.
Dado que muchas de las causas de la pobreza son de carácter global, los
miembros de Oxfam Internacional confían en que pueden lograr un mayor impacto,
a través de su esfuerzo colectivo. Oxfam Internacional busca incrementar el
entendimiento y reconocimiento público de que la justicia económica y social es
crucial para el desarrollo sostenible. Trabajamos para ser una fuerza global de
campañas, que promueve los valores de una ciudadanía global, a la vez que
buscamos movilizar a la opinión pública para que la igualdad de las personas tenga
la misma prioridad que el crecimiento económico de las naciones. También
ayudamos a las personas que se ven afectadas por desastres humanitarios, con
medidas preventivas y planes de ayuda en emergencias.
CONCEPTOS VINCULADOS A LA RSE
Con la evolución paulatina del concepto de RSE, han ido surgiendo otras nociones
vinculadas a la misma. Para los fines de este análisis, consideramos útil mencionar
las siguientes:
Filantropía: se caracteriza por ser una acción gratuita, no persigue ningún interés
para quien la realiza y consiste en donar especies o dinero a quienes lo necesitan.
Puede revestir una amplia gama de formas entre las que destaca la asistencia o la
beneficencia. No requiere la puesta en marcha de ningún tipo de política a mediano
o largo plazo, ni de un sistema de gestión interno en la empresa, lo que la
diferencia del concepto de RSE. La filantropía empresarial depende del
compromiso ético de los directores de la empresa y no afecta a la organización
empresarial, salvo en el hecho de destinar un porcentaje de las utilidades a los
fines benéficos.
Inversión social: se define como una canalización de recursos que permite un
beneficio al empresario así como a la comunidad. Mediante la inversión social una
empresa destina recursos para evitar el deterioro ambiental, instalar servicios
educativos y de salud, o respaldar las iniciativas de la localidad; evitando de esta
manera una pérdida de reputación, imagen y confianza entre los miembros de la
comunidad. La lógica subyacente es que si la comunidad percibe que la empresa le
da ciertos beneficios, podrá convertirse en un aliado para enfrentar situaciones
críticas o de riesgo. Aunque una forma usual de compensar impactos negativos es
a través de programas de desarrollo, estos no deben ser considerados como
inversión social. La inversión social es más compleja que la filantropía, ya que
demanda articular la labor de la empresa con el desarrollo de la comunidad, pero
es más restringida que la RSE. Esta última engloba a la primera y comprende un
compromiso permanente con el cambio social y con el desarrollo sostenible.
Política social de la empresa: se define como la programación de acciones y
metas que tienden a cumplir con la responsabilidad social asumida. Para que una
empresa establezca una política social es requisito indispensable que haya
asumido la RSE como filosofía empresarial. A través de la política social la
empresa planifica cómo materializará la RSE.
Ciudadanía corporativa: término que alude al compromiso ético y filosófico a nivel
corporativo de desarrollar un negocio de forma socialmente responsable. Las
empresas como miembros de una comunidad deben comportarse como “buenos
ciudadanos corporativos”, ajustados a la ética y al respeto por las personas y el
medio ambiente. No se trata de una actividad agregada a la gestión empresarial de
la empresa, sino que es parte integrante de la filosofía de gestión de la misma,
basada en el comportamiento socialmente responsable a la hora de realizar su
negocio. Las diferencias entre el concepto de RSE y el de ciudadanía corporativa
(CC), no son significativas. Ambas nociones apuntan a que las empresas tengan en
cuenta no sólo las consecuencias económicas y financieras de sus actividades sino
también los aspectos sociales, ambientales, de desarrollo y de respeto hacia los
derechos humanos.
RESPONSABILIDAD SOCIAL - MINERÍA ANTAMINA
Política de salud y seguridad industrial, medio ambiente, relaciones comunitarias y derechos humanos
Somos Antamina, operadores eficientes de un yacimiento polimetálico. Nuestro
equipo está comprometido a producir y entregar concentrados de alta calidad, con
seguridad y responsabilidad, desde los Andes peruanos hacia el mundo.
Nuestro propósito es crear valor y beneficios responsablemente para los
accionistas, trabajadores, comunidades y el Perú.
Tenemos como misión ser una compañía con resultados extraordinarios y
predecibles en salud y seguridad, medio ambiente, relaciones comunitarias,
producción, calidad, eficiencia y rentabilidad mediante la participación y liderazgo
de nuestra gente.
Conscientes de nuestra misión, nos comprometemos a:
Proveer un ambiente de trabajo seguro y saludable para nuestros
trabajadores y socios estratégicos, controlando los riesgos en todas
nuestras actividades, y buscando cero daños a personal y propiedad.
Actuar responsablemente como administradores de los recursos,
asegurando el cuidado ambiental, previniendo en todas nuestras
actividades los riesgos para el ambiente y cumpliendo con todos nuestros
compromisos ambientales.
Respetar la cultura, tradiciones y valores de las comunidades vecinas a
nuestras operaciones; y activamente trabajar para el desarrollo sostenible
de las comunidades adentro nuestra área de influencia.
Mantener comunicación abierta con las autoridades, comunidades,
empleados, socios estratégicos y otros públicos interesados, respecto a
temas relacionados al ambiente, la salud, la seguridad, las relaciones
comunitarias y los derechos humanos.
Mantener un programa de monitoreo para asegurar el cumplimiento
constante de esta política, de las leyes y normas gubernamentales.
Mantener un programa de capacitación y alineamiento para asegurar que
todos nuestros empleados y socios estratégicos son capaces de cumplir con
sus responsabilidades en salud y seguridad, medio ambiente, relaciones
comunitarias, y derechos humanos.
Revisar periódicamente los sistemas, programas y prácticas ambientales,
de salud, seguridad, relaciones comunitarias y derechos humanos para
asegurar la mejora continua en el desempeño de nuestras actividades.
BIBLIOGRAFÍA
http://es.wikipedia.org/wiki/Responsabilidad_social
GILLWALD, K. (2000). Konzeptesozialer Innovation WZP Paper. Berlin:
Wissenschaftszentrum Berlin für. Sozialforschung, P00-519.
GOLDENBERG, M.; KAMOJI, W.; ORTON, L. and WILLIAMSON, M. (2009). SI in
Canada: An Update. Canadian Policy Research Networks (CPRN) Research Report.
MULGAN, G. (2006a). A Manifesto for Social Innovation: What it is, Why it matters and
How it can be accelerated. The Young Foundation. London.
MUMFORD, M. D. (2002) Social innovation: ten cases from Benjamin Franklin.
Creativity Research Journal, Vol. 14(2):253–266.
http://www.monografias.com/trabajos78/responsabilidad-social-empresarial-mineria/
responsabilidad-social-empresarial-mineria2.shtml
http://www.comexperu.org.pe/media/files/revista/Mayo05%5Cportada.pdf
http://prodialogo.org.pe/sites/default/files/actualidad/files/responsocial.pdf
http://www.acomiperu.com/index.php?option=com_content&task=view&id=66&Itemid=1 http://www.fondomineroantamina.org/contenido/fma/responsabilidad-social-
mineria
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