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Continuación de fundamentos
Desarrollo de la motivación de la
absolución de Rolando César Garay.
A continuación, nos abocaremos a la
valoración de los elementos de cargo y descargo que nos
llevan a concluir que corresponde la absolución de
Rolando César Garay.
Ha menester acotar que, a nuestro modo de
ver, la querella de Beatriz Otilia Rial no ha demostrado
que el Subcomisario Garay haya sido partícipe necesario
de homicidio calificado por el concurso premeditado de
dos o más personas, por lo cual entendemos que su
conducta no puede subsumirse en el artículo 80, inc. 6
del Código Penal. Asimismo, consideramos que las Dras.
Ferrero y Verdú tampoco lograron acreditar que la acción
de Rolando César Garay encuentre adecuación típica en la
figura legal mencionada, con la misma participación, pero
en grado de conato, en perjuicio de Magali Elsa Rodríguez
Sosa y Nelson Fabián Aguirre, todo en el marco de un plan
criminal.
Por último, cuadra señalar que tampoco
compartimos la postura del Ministerio Público Fiscal, que
consideró que el nombrado es autor penalmente responsable
del delito de abandono de persona agravado por muerte y
grave daño en el cuerpo y la salud, en concurso ideal con
incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Cabe recordar que las partes acusadoras
imputaron a Rolando Cesar Garay haber permitido el
ataque, haber omitido evitar y luego no interrumpir la
conducta de: Cristian Daniel Favale, Gabriel Fernando
Sánchez, Juan Carlos Pérez, Guillermo Armando Uño, Pablo
Marcelo Díaz, Jorge Daniel González, Francisco Salvador
Pipitó, Claudio Gustavo Alcorcel, José Ángel Pedraza y
Juan Carlos Fernández, junto a un grupo de personas
identificadas con la Unión Ferroviaria, que produjo la
muerte de Mariano Ferreyra y los intentos de homicidio de
Magali Elsa Rodríguez Sosa, Nelson Fabián Aguirre y Ariel
Benjamín Pintos, ello al ordenar el movimiento de los
patrulleros correspondientes a su seccional para permitir
el avance del grupo que respondía a la Unión Ferroviaria.
Asimismo, se le imputó haber facilitado los medios para
que el mentado grupo pudiera lograr la impunidad, al
1625
haber omitido ordenar la inmediata detención e
identificación de los responsables, facilitado la fuga de
aquéllos. Por otro lado, se le endilgó haber omitido el
secuestro de los materiales utilizados y no arbitrar los
recaudos para la preservación de la prueba en el lugar
del hecho. También se le enrostró haber avalado la
presencia de subordinados vestidos de civil incumpliendo
lo dispuesto en el artículo 14 de la orden del día nº
184, del 2 de octubre de 2006, que indica que el personal
policial afectado al mantenimiento del orden público debe
lucir uniforme reglamentario y que el cumplimiento de la
normativa se encuentra a cargo del personal jerárquico
destacado en el lugar. También se le atribuyó haber
efectuado un operativo cerrojo permitiendo la fuga de los
ferroviarios. Se lo responsabilizó por no dar inmediata
intervención a Fiscalía de turno, la cual tomó
conocimiento de lo sucedido pasada una hora de los
hechos, a las 14.40. Por último, se lo acusó, por haber
omitido utilizar un medio de comunicación que permita el
registro de su contenido, habiendo utilizado en su lugar
un teléfono denominado POC, eludiendo de esta manera la
obligación impuesta en la orden del día nº 231, del 17 de
diciembre de 2003.
Es menester tomar en consideración lo
expresado por Rolando Cesar Garay, quien prestó
declaración indagatoria el 4 de mayo de 2011 (ver fs.
1512/1527, causa 3922) y en la misma fecha formuló un
descargo en los términos de los artículos 73 y 279 del
Código Procesal Penal de la Nación, el cual consta a fs.
1503/1511 (foliatura correspondiente a la causa 3922).
El 16 de agosto del 2012, cuando el
Tribunal le hizo saber que le recibiría declaración a
tenor de lo dispuesto en el art. 378 del Código de forma,
expresó que no iba a declarar, pese a lo cual, a pedido
de su defensor, se procedió a la lectura no sólo de la
declaración que formuló en sede instructora, sino también
del descargo que presentó ante dicha judicatura.
Conforme consta a fs. 1503vta./1506 de la
causa 3922, Rolando César Garay relató los hechos y
refirió que el 20 de octubre de 2010, aproximadamente las
12.15, por la frecuencia de comando radioeléctrico se
desplazaron los móviles de la Comisaría 30° de la P.F.A.,
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a la calle Luján, en su intersección con el Pasaje
Algarrobo, a los efectos de realizar tareas de prevención
con motivo de reclamos que se realizaban en el referido
lugar. Indicó que, de este modo, arribaron al lugar los
móviles 130, 230 y 430. Luego, señaló que observó a un
grupo de entre ochenta y cien personas con pancartas del
Partido Obrero, las cuales se encontraban sobre la calle
Luján. Continúo su relato indicando que el aludido grupo
intercambiaba insultos y amenazas verbales con otro que
se encontraba sobre las vías del Ferrocarril Roca, el
cual estaba conformado por un número de alrededor de cien
a ciento cincuenta personas. Manifestó que, con el
objeto de evitar un enfrentamiento entre ambos grupos,
los móviles policiales quedaron apostados sobre la calle
Luján, a unos treinta metros de su intersección con la
calle Santa María del Buen Ayre. Adunó que intentó, sin
éxito, comunicarse con los referentes del Partido Obrero,
siendo su intención que se alejaran de las vías, ya que
allí se encontraban los manifestantes de la Unión
Ferroviaria. Expresó que en respuesta a su intento
recibió toda clase de insultos por parte de quienes
pertenecían al Partido Obrero, y que éstos se retiraron
del lugar, trasladándose a pie hasta la intersección de
las calles Pedro de Luján y Santa Elena, permaneciendo en
dicha esquina que se encuentra a unos 200 metros de las
vías del ferrocarril. Recordó que a las 13.20,
aproximadamente, escuchó por la frecuencia que habían
arribado unos 40 ó 50 manifestantes provenientes de la
estación Yrigoyen, quienes habían bajado del andén a las
vías y se dirigían al encuentro de la gente de la Unión
Ferroviaria que se encontraba sobre las vías a la altura
de la calle Pedro Lujan y el Puente Bosch. Manifestó que
tras ello, junto al Subinspector Domínguez y al
Escribiente Coronel, ambos de la Comisaria 30 de la
P.F.A., se ubicaron a unos veinte metros de la vía aérea,
a unos 40 metros de los móviles policiales que estaban
estacionados en 90 grados sobre la calle Luján. Precisó
que los móviles 100 y 200 estaban de un lado, y que del
otro se encontraba el móvi1 400. Indicó que, desde ese
sitio, vio a personal policial uniformado de la División
Roca de la Policía Federal y, también, advirtió la
presencia de personal de civil de la Policía Federal y de
1627
un grupo de combate (de la misma fuerza) sobre el costado
de las vías. Adujo que a las 13.25, aproximadamente, el
Sargento Ortigoza, integrante de la brigada de la
Comisaria 30, quien se encontraba dialogando con
referentes del Partido Obrero, manifestó que finalizada
la asamblea que estaban desarrollando se retirarían del
lugar con destino a la Provincia de Buenos Aires. Expresó
que cuando comenzaron a caminar los integrantes del
Partido Obrero por la calle Pedro de Luján con dirección
a la Av. Vélez Sarsfield, imprevistamente, desde las vías
comenzó a descender raudamente la gente de la Unión
Ferroviaria sobre la calle Pedro de Luján. Manifestó que
con los pocos medios que tenía a su alcance, poniendo de
resalto que solamente eran tres personas, hizo lo posible
para que quienes integraban el grupo identificado como de
la Unión Ferroviaria desistieran del propósito de
dirigirse tras los manifestantes del Partido Obrero.
Acotó que tanto él como los dos sujetos que lo
acompañaban fueron sobrepasados por unas ciento cincuenta
a doscientas personas que corrían por Luján, tras la
gente del Partido Obrero. Manifestó que, inmediatamente,
comunicó la novedad a la Dirección General de Operaciones
y solicitó expresamente apoyo, tomando en cuenta que eran
superados ampliamente en número y que con los medios con
los que contaba le era imposible evitar, o al menos
intentarlo, interrumpir lo que estaba sucediendo.
Refirió que como respuesta al pedido de apoyo le
indicaron que se replegara y que observara a distancia, a
unos 150 metros. Expresó que se le dijo que podía pasar
que las dos facciones se unan en contra del personal
policial que se encontraba con él, en el lugar. Continúo
su relato refiriendo que a los segundos moduló el Jefe de
Control de Líneas, es decir, el Comisario Inspector Luis
Mansilla, a la Dirección General de Operaciones, quien
manifestó que efectivamente habían bajado a la calle unas
40 personas pero que no advertía la existencia de
desmanes. Informó que tras ello, vía trunking, desde la
sala de de situación de la Dirección General de
Operaciones se le solicitó que se comunique vía POC.
Adujo que el pedido no constituyó una orden ilegítima o
ilegal, resaltó que el sistema POC es utilizado como un
medio de comunicación válido en la Policía Federal y
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teniendo ello en cuenta, y dado que se trató de una
orden, procedió a cumplirla. Explicó que por este motivo
se comunicó vía POC con el Principal Conti, quien le
preguntó si sabía hacia donde se dirigían los
manifestantes del Partido Obrero y lo interrogó respecto
a si tenía conocimiento acerca de su traslado a la
Estación Avellaneda o a la Estación Constitución.
Manifestó que su respuesta fue que, según los dichos del
Sargento Ortigoza, quien se encontraba acompañando a los
referentes de dicha agrupación, iban a volver hacía la
Provincia de Buenos Aires dando por terminada la
protesta. Señaló que instantes después, alrededor de las
13:33, 13:34 hs., observó que la gente de la Unión
Ferroviaria arribó corriendo hasta Luján y Santa Elena, y
luego continúo la carrera hacia la calle Perdriel.
Explicó que por este motivo, ante la posibilidad de un
enfrentamiento, solicitó nuevamente a la Dirección
General de Operaciones, que le suministre apoyo en dicha
intersección. Continúo su exposición indicando que junto
al escaso grupo de subalternos que lo acompañaban,
ascendieron a los móviles para dirigirse hacia la zona de
posible conflicto y tras recorrer una distancia de unos
cuarenta metros observó que los manifestantes de la Unión
Ferroviaria corrían, volviendo hacia el lado de las vías
y tras ellos iba la gente del Partido Obrero. Explicó que
eso los hizo detenerse, que eran sobrepasados ampliamente
en número por la gente que integraba la Unión Ferroviaria
y que habían quedado frente a los manifestantes del
Partido Obrero. Refirió, que en ese marco los integrantes
de ambos grupos se lanzaban piedras y expresaban todo
tipo de insultos y amenazas. Apuntó que, aproximadamente,
a las 13.35, la gente del Partido Obrero, expresaba a
viva voz que les habían efectuado disparos de armas y un
integrante de dicho grupo se bajó su pantalón, lo que le
permitió observar que en su pierna exhibía un orificio,
posiblemente, provocado por un disparo de arma de fuego.
En este marco, procedió a solicitar inmediatamente a
Operaciones que enviara una ambulancia de SAME por
persona herida de bala en su pierna. Resaltó que la
persona presuntamente herida estaba a una distancia
aproximada de cinco metros y se encontraba rodeada por
manifestantes del Partido Obrero. Le indicó a dicho
1629
sujeto que ya había solicitado apoyo y auxilio por parte
del SAME y le requirió que permanezca en el lugar. Sin
embargo, en el caótico marco de la situación no pudo
impedir que esa persona se retirara. Destacó que tuvo
ante su vista a la persona presuntamente herida unos
pocos segundos, empero, como las agresiones por parte de
la Unión Ferroviaria y del Partido Obrero continuaban,
distrajo su atención y esto permitió que el herido se
retirara. Relató que en esos instantes le moduló el
Director de la Sala, es decir, el Comisario Mayor
Lompizano, quien le preguntó si el personal policial se
encontraba ileso, siendo su respuesta afirmativa. A esta
altura de los acontecimientos, manifestó, que la gente de
la Unión Ferroviaria ya se encontraba nuevamente sobre la
vía aérea, por sobre el terraplén, y la gente del Partido
Obrero estaba a unos 300 metros de distancia caminando
por la calle Lujan en dirección a la Av. Vélez Sarsfield.
Adujo que la fuerza de apoyo llegó al lugar,
aproximadamente, a las 13.40, 13.42 hs. por el puente
Bosch tomando por calle Luján, pero los manifestantes ya
se habían replegado y la zona se encontraba
despejada.Refirió que el móvil 530, a cargo del Comisario
Catalán, arribó al lugar y siguió a distancia la retirada
del grupo del Partido Obrero, explicando que él junto con
el personal que lo acompañaba se retiró caminando. En ese
ínterin, observó que al llegar a la intersección de Luján
y Perdriel, la situación hacía suponer que allí habían
acontecido hechos, ya que había una numerosa cantidad de
piedras y cascotes. Manifestó que a los pocos minutos
tomó conocimiento, junto al Comisario Catalán, que tres
personas del Partido Obrero habían sido trasladadas por
una ambulancia privada al Hospital Argerich, que se
encontraban con heridas de bala y que había fallecido una
de ellas al llegar al nosocomio. Especificó que ello
aconteció, aproximadamente, a las 14:05 hs. y desconocían
todo otra circunstancia, como el sexo de la persona,
edad, características del hecho, tipo de lesión y
cantidad de lesionados. Señaló que, aún en ese marco
difuso y confuso, ordenó delimitar la zona de Luján y
Perdriel, en donde inmediatamente se realizó una
inspección ocular, lo que permitió hallar varias bolitas
de acero, del lado donde posiblemente se encontraban los
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manifestantes de la Unión Ferroviaria, así como también
una vaina al parecer de un arma de fuego calibre 38,
siendo todos estos elementos secuestrados posteriormente.
Por otro lado, refirió que en el lugar se obtuvo el
testimonio de una persona que indicó haber visto que
gente de la Unión Ferroviaria había efectuado disparos de
arma hacia los integrantes del Partido Obrero, y, además,
otro testigo manifestó haber visto como otro integrante
de la Unión Ferroviaria había levantado vainas del lugar.
Por ello, a fin de preservar la prueba y recibir
formalmente sus testimonios, se procedió a trasladar a
estos sujetos a la Comisaría con el objeto de recibirles
declaración. Destacó que en la calle Lujan entre Santa
Elena y Perdriel funciona la empresa Chevallier y se
intentó determinar si allí hubo testigos del hecho, para
de este modo poder realizar adecuadamente la comunicación
a la autoridad judicial, aclarando que dicha diligencia
arrojó resultado negativo. Explicó que apenas se
obtuvieron esos elementos (testigos y secuestro de
efectos), se efectuó consulta con la Fiscalía, en la
persona del secretario Dr. Domínguez, quien interiorizado
de los pormenores del hecho dispuso distintas medidas.
Manifestó que en el lugar se hizo presente la Fiscal de
turno, Dra. Caamaño Iglesias Paiz, quien tomó
conocimiento de lo acontecido y le preguntó sobre la
existencia de cámaras en la zona, a lo que respondió que
solamente funcionaba una cámara ubicada en Lujan y Río
Limay, la cual pertenecía a una empresa. Indicó que junto
a la Fiscal concurrieron a la mentada compañía, siendo
atendidos por uno de los gerentes, quien les exhibió lo
que habían filmado las cámaras y recordó que en esas
imágenes se podía observar el momento que al parecer se
desvanecía una mujer en la calle Luján, posiblemente por
una herida de bala. Informó que luego arribó al lugar la
Unidad Criminalística Móvil de la P.F.A., quien practicó
distintas diligencias, procediendo al secuestro de una
vaina, y que en el lugar se dejó consigna policial sobre
varios vehículos allí estacionados los cuales presentaban
roturas de vidrios producto de la refriega entre ambos
grupos. Destacó no haber escuchado detonaciones de arma
de fuego, dado que al momento de la refriega había una
distancia aproximada de 200 metros, debiéndose tener en
1631
cuenta que por la vías del ferrocarril de la ex Línea
Roca seguían circulando los trenes hacia Capital y
Provincia. Por último, hizo saber que el Sargento
Ortigoza, quien se encontraba con los integrantes del
Partido Obrero, al observar la embestida de los
manifestantes de la Unión Ferroviaria, le manifestó que
no escuchó detonaciones pese a encontrarse a la vuelta
del lugar de los hechos.
Rolando César Garay, al prestar
declaración indagatoria en la Instrucción ratificó el
contenido de su presentación espontánea y no tuvo
objeción alguna en responder a todas las preguntas que le
formularon tanto la señora fiscal, como la jueza. Debemos
tener en cuenta, que la magistrada instructora le
preguntó: sí cuándo hay un operativo en su jurisdicción
tiene autonomía en la toma de decisiones o se encuentra
bajo la órbita del Jefe del Operativo. La respuesta del
Subcomisario Garay fue que se manejaba con Operaciones
quienes mandan un servicio con anterioridad. Por otra
parte, fue preguntado para que diga qué hizo en cuanto a
la orden de detención que le fue impuesta desde la DGO, y
contestó que no sabía a quién iba a detener porque ya no
había personas en el lugar, aclarando que la gente del
Partido Obrero estaba a tres cuadras y los de la Unión
Ferroviaria ya estaban sobre el terraplén.
La versión de los hechos que aportó
Rolando César Garay encuentra relación con la cuantiosa
prueba que se produjo durante el debate y aquella que fue
incorporada al juicio.
En este sentido y a los efectos de poder
reconstruir los hechos el primer testimonio que debemos
valorar es el del señor Maldonado, quien declaró el día
13 de noviembre de 2012.
Hugo Guillermo Maldonado, indicó que
pertenece a la Policía Federal, que cumplía funciones de
6:00 a 12:00 y de 12:00 a 17:00 horas y que estaba de
parada en Luján y Santa María del Buen Ayre llevando a
cabo tareas de vigilancia. Nos informó que el día de los
hechos, alrededor de las 12:00 horas, caminaba por Luján
hacia el Puente Bosch y vio a un grupo cruzando ese y a
otro sobre las vías. Expresó que quedó en el medio de
ambas facciones, que tocó el silbato pero no obtuvo
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respuesta de las personas que allí se encontraban. Tras
ello, alrededor de las 12:05 horas, llamó desde su
celular pidiendo apoyo al 911 y comenzaron a
intercambiarse piedras. Continúo su relato señalando que
luego arribaron 3 móviles, uno de ellos con el
Subcomisario Garay y lo enviaron a dirigir el tránsito a
San Ricardo y Santa María del Buen Ayre. Ilustró que no
sabía que iba a suceder lo que presenció y que no oyó
nada al respecto en la Comisaría. Precisó que el
intercambio de piedras fue en Luján y la calle que entra
en el puente Bosch. Refirió que no escuchó disparos de
armas de fuego y, respecto a la cantidad de móviles con
los que contaba la Comisaría 30, manifestó que, además
del móvil bancario, tenían 3: el 100, el 200 y el 300.
El relato de Maldonado nos permite
apreciar la falta de conocimiento previo por parte de
Garay de aquello que podía suceder el día 20 de octubre
de 2010 en las cercanías de la Estación Avellaneda y,
además, da cuenta del motivo por el cual el Subcomisario
arribó al escenario de los acontecimientos. Garay
concurrió en respuesta a un llamado efectuado por
Maldonado, arribó en el móvil 430 y su chofer era Lucas
Damián Evaristo Varas, quien prestó su testimonio el día
20 de noviembre de 2012.
El señor Varas indicó que el 20 de octubre
de 2010 estuvo de guardia de 8:00 a 14:00 horas y manejó
el patrullero en el que se trasladó el Subcomisario Garay
hasta Luján a la altura del Puente Bosch, aclarando que
esto ocurrió después de las 12:00 del mediodía. Manifestó
que se detuvo en Luján a 10 ó 15 metros de la calle Santa
María del Buen Ayre y que luego se acercó el móvil 230,
el cual estaba a cargo del escribiente Coronel, siendo su
chofer el agente Hulet. Relató que descendieron Garay y
Coronel y se dirigieron hacia el lado del Puente Bosch,
especificando que había casi un centenar de personas
sobre el terraplén y las vías del ferrocarril. Apreció
que dichos sujetos vestían ropa azul y pantalones de
trabajo. Informó que del lado de atrás del patrullero,
cruzando Santa María del Buen Ayre, había otro grupo de
personas que tenían pancartas de color rojo y negro que
decían Polo Obrero. Refirió que este grupo estaría
ubicado a 20 metros en dirección a la Av. Vélez Sarsfield
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y que era menor en cantidad al que estaba sobre las vías.
Señaló que algunos ferroviarios estaban abajo comprando
gaseosas y el resto estaban sobre el terraplén. Indicó
que entre un grupo y otro habría unos 50 u 80 metros, que
la situación en ese momento era pacífica y así estuvieron
cerca de una hora. Manifestó que también arribo el móvil
100, a cargo del subinspector Domínguez, cuyo chofer era
el agente Donato. Señaló que estuvo dentro del móvil y
que por momentos bajó. Manifestó que tenía un tranking
para las comunicaciones, pero en ese momento estaba en
poder del Subcomisario, quien modulaba a lo lejos pero no
escuchó lo que decía. Explicó que los patrulleros estaban
sobre el tránsito de Luján, que le hizo señas al
Subcomisario como para ponerlo a 45 grados y que de la
misma forma le indicaron que así lo haga. Expresó que
realizó dicha maniobra y también la efectuaron los otros
móviles. Indicó que en el patrullero no tenían equipo de
radio y que cuando cambiaron de posición haría más de
media hora que estaban allí. Refirió que vio bajar
corriendo del terraplén a un grupo de más de 100
ferroviarios que los sobrepasaron. Expresó que su Jefe no
le dio ninguna orden cuando la gente bajó y que a lo
lejos se veía modular a sus superiores, pero no escuchaba
lo que decían. Sí oía los insultos que se propinaban
ambos bandos. Remarcó que no recibió ninguna orden sobre
cómo colocar los móviles y que no vio llegar un cuarto
patrullero. Asimismo, informó que no tenía conocimiento
respecto a que se iba a producir un corte de vías, ni de
la conformación de un operativo especial. Manifestó que
ante situaciones como esta su consigna es proteger el
material rodante y al personal policial. Ilustró que los
que bajaron pasaron corriendo en dirección hacia Vélez
Sarsfield, él se ubicó atrás del patrullero y ahí lo
sobrepasaron. Indicó que los encargados de los móviles
estaban del lado del Puente Bosch y que los que bajaron
pasaron de largo, estimando que serían un centenar y los
rezagados quedaron sobre la calle Pedro de Luján. Explicó
que recibieron la orden de seguirlos hasta que se
detuvieran y fueron detrás de ellos con los patrulleros.
Adujo que la orden se las dio el Subcomisario quien iba
de infantería. De este modo, manifestó que los tres
móviles fueron por detrás del grupo a paso de hombre.
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Indicó que se detuvieron pasando Santa María del Buen
Ayre, cuándo esto sucedió, los volvieron a cruzar,
regresando hacia el lado del Puente. Escuchó gritos e
insultos pero no oyó detonaciones, ni ruido de chapas, ni
rotura de vidrios. Manifestó que cuando los sobrepasaron
se bajó del vehículo y vio al otro grupo de gente a 3 ó 4
metros del patrullero, quienes cortaban la calle e
insultaban a las otras personas. Especificó que habrá
estado detenido en esa posición 6 ó 7 minutos, que estaba
un móvil al lado del otro y en este lapso no recibió
ninguna orden. Refirió que se quedaron ahí para que no
pasaran los del otro grupo, quienes no los sobrepasaron,
no recordando que lo hayan intentado. Manifestó que se
mantuvieron en ese lugar hasta que arribó un carro
hidrante y luego fue gente a realizar pericias. Expresó
que el primer Jefe de la Comisaría llegó al sitio cuando
los manifestantes del PO se estaban retirando, aclarando
que vio el móvil del Jefe de la dependencia sobre la
calle Perdriel. Refirió que cuando llegaron no tuvo
noticia de la existencia de personas lastimadas. Señaló
que no visualizó personas heridas y que un sujeto le
mostró algo al subcomisario con los pantalones bajos, no
pudiendo apreciar que era. Afirmó que desde que los
sobrepasaron habrán transcurrido tres minutos y luego los
volvieron a pasar. Respecto a quienes pasaron corriendo,
indicó que no vio que llevaran piedras o palos en sus
manos. Señaló que en el patrullero no tenía cascos, ni
escudos que son los elementos que se utilizan para
contener manifestaciones, asimismo, refirió que hay gente
que es idónea para casos como este, que él portaba su
arma reglamentaria y no la puede utilizar en estas
circunstancias, porque no es un elemento idóneo para
disuadir una manifestación. Expresó que no le comentaron
nada respecto a que haya habido un encuentro previo
violento entre ambos grupos.
Como puede advertirse el testigo Varas nos
advirtió que Garay llegó pasadas las 12:00 horas. Nos
detalló los movimientos del subcomisario y nos informó
que con posterioridad a su arribo concurrieron al lugar
los móviles 230 y 130. Asimismo, nos señaló cómo fue
variando la posición de los patrulleros expresando los
motivos que llevaron a esta modificación. Es menester
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destacar que indicó que los ferroviarios sobrepasaron a
los móviles policiales, que siguieron a este grupo y que
cuando retornaron con dirección al Puente, a los pocos
minutos, nuevamente los sobrepasaron. Asimismo, nos
explicó que los patrulleros no contaban con los elementos
disuasivos que deben utilizarse en una manifestación y
que portaban sus armas reglamentarias, lo cual denota que
Garay se vio superado por la situación y no pudo hacer
nada para impedir que ocurra el avance y luego el
retroceso de los ferroviarios.
Como refirió el señor Varas arribaron al
lugar del hecho los móviles 130 y 230. El móvil 230 lo
condujo el chofer Guillermo Andrés Hulet y a su cargo
estaba Luis Humberto Coronel. Por otro lado, el chofer
del móvil 130 era Pablo Ramón Donato, quien nos explicó
que el encargado del mismo era Fernando Daniel Cozzarín
pero a los pocos minutos fue relevado por Sergio de Jesús
Domínguez. Hemos tenido oportunidad de oír el testimonio
de cada uno de ellos.
Guillermo Andrés Hulet declaró el 20 de
noviembre de 2012, indicó que para octubre de 2010 era
agente de la Comisaría 30, chofer del móvil 230.
Manifestó que el 20 de octubre 2010 prestó funciones de
12:00 a 18:00 horas y que el encargado del móvil era el
escribiente Luis Humberto Coronel. Expresó que este
último le dio la orden de salir para Puente Bosch y
Luján. Al arribar a dicho sitio, indicó que se encontró
con un grupo de gente del PO, que cruzaba por la calle
Luján, después de Santa María, en dirección a Vélez
Sarsfield. Refirió que estacionó el patrullero sobre la
calle Luján en 45 grados por orden del Escribiente, que
estaba el Subcomisario Garay y que Coronel le fue a
hablar. Recordó haber visto al móvil 100 a su lado.
Indicó que la gente del PO seguía caminando hacia Vélez
Sarsfield por Luján. Manifestó que en la vía del tren, en
el terraplén, había personas y aclaró que él llegó allí
pasadas las 12:00 horas. Adujo que hubo un momento en el
que a las personas del terraplén se le sumó más gente,
que bajaron y que fueron hacia Vélez Sarsfield, señalando
que los sobrepasaron. Refirió que la orden que recibió
fue la de seguirlos, por lo cual, circuló por Luján en
dirección a Vélez Sarsfield. Especificó que Coronel iba
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caminando mientras que él conducía el vehículo policial.
Refiriéndose a los que estaban en la vía, indicó que
algunos vestían pantalones con refractarios y luego se
enteró que eran ferroviarios. Adujo que dichos sujetos
estaban parados en la vía del tren y en el terraplén, que
un centenar de personas bajó y se vieron sobrepasados,
pues iban corriendo, de este modo superaron la línea de
los patrulleros. Refirió que transcurrido un tiempo
mínimo, estos individuos vuelven hacia la vía y los
pasaron nuevamente. Indicó que ellos iban avanzando
despacio, los otros móviles iban junto al suyo, habrán
hecho unos 5 ó 10 metros cuando recuerda que vuelven y
luego se dispersan. Por último, refirió que vio carros de
asalto e hidrantes. Manifestó que se apreciaba mucha
gente corriendo, se oían gritos e insultos. Expresó que
en la vuelta no distinguía quién era de un bando y quién
de otro. Afirmó que no tenía comunicación mediante
tranking, que las órdenes las recibió a viva voz, que no
vio a ninguna persona herida y que tampoco recuerda que
le hayan manifestado que las había. Indicó que cuando
Coronel le dijo que se trasladaban por una incidencia, no
sabía por qué motivo era.
Puede advertirse que la versión de los
hechos que nos relató el testigo Hulet se asemeja a lo
referido por Varas y por Garay.
El día 28 de agosto de 2012 escuchamos el
testimonio de Luis Humberto Coronel, quien se desempeñaba
en la Comisaria 30 y estaba a cargo del móvil 230 de
12:00 a 18:00 horas. Manifestó que el 20 de octubre de
2010 participó de una tarea con motivo de una
manifestación del Polo Obrero por un problema
ferroviario. Indicó que, en horas del mediodía, la gente
del PO se dirigía hacia la Av. Vélez Sarsfield, que los
ferroviarios bajaron de las vías, los siguieron y se
produjo una incidencia. Expresó que de Comando
Radioeléctrico recibieron la orden para desplazarse hacia
Luján y las vías. Refirió que él estaba a cargo del móvil
200 con el agente Hulet, que en el móvil 100 estaba el
Subinspector Domínguez y que el Subcomisario Garay ya
estaba en el lugar a su arribo. Manifestó que Garay
estaba conversando con Comando a través del tranking
policial y que la orden era poner los móviles separando a
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la gente, dejarlos y estar pie a tierra. Expresó que los
móviles estaban paralelos hacia el lado de Vélez
Sarsfield. Refirió que transcurrió una hora o una hora y
media. Indicó que luego los ferroviarios pasaron al lado
de ellos desbordándolos y se dirigieron hacia donde
estaba el Polo Obrero y no vio si llegaron a donde estaba
este grupo porque se encontraba a una distancia de 200
metros. Expresó que el Subcomisario estaba con ellos,
pedía apoyo al Comando para tratar de superar esta
contingencia y daba las novedades. Refirió que después
llegaron varios vehículos de apoyo y grupos de
infantería. Aclaró que desde donde estaba no se podía ver
lo que ocurría por encima de las vías y que él estaba
cuidando los móviles. Manifestó que los que estaban
arriba de las vías estaban vestidos de ferroviarios,
identificando la vestimenta porque hizo adicionales en el
Roca. Expresó que los que avanzaron, corriendo y
gritando, sobre el grupo del PO, habrán sido la mitad o
más de la mitad de los que estaban sobre la vía y no vio
que llevaran algo en sus manos. Manifestó que el grupo de
ferroviarios luego de ir hacia donde estaba el otro grupo
regresó corriendo hacia el lado de las vías, permaneció
allí y luego se retiró. No escuchó ruidos de ningún tipo.
Expresó que la orden que recibió fue ir hasta el lado de
Vélez Sarsfield para que no hubiera otra agresión, fueron
de infantería y los móviles iban detrás. Refirió que
después se enteró que había personas heridas, inclusive
un herido de bala. Aclaró que cuando estaba llegando a
Perdriel escuchó que pidieron una ambulancia y que no vio
a ninguna persona lastimada. Oyó a su Jefe, el
subcomisario Garay modular pidiendo una ambulancia porque
aparentemente había personas heridas. Indicó que le
informaron que una persona herida había sido trasladada a
un hospital en una ambulancia particular. Señaló que el
comando los desplazó por un incidente de proporciones.
Recordó que Garay tenía un tranking por el que modulaba y
que llegaron más o menos a las 12:15 horas. Adujo que
cuando la gente los pasaba intentó calmarlos y que cuando
llegó el Subcomisario trató de apaciguarlos. Expresó que
en el momento en el que los desbordaron, Garay solicitó
apoyo, que no vio armas, ni palos en el lugar y que
estima que estaba a unos 200 o 300 metros del
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enfrentamiento. Indicó que él se ocupó de cuidar los
móviles y otro personal fue derivado a cuestiones
vinculadas con los peritajes. No escuchó que alguien haya
encontrado armas.
Pablo Ramón Donato aportó su testimonio el
día 20 de noviembre de 2012, refirió que para octubre de
2010 prestaba funciones en la seccional 30° como chofer
del móvil 100. Indicó que dicho día se hizo presente en
la calle Pedro de Luján con su patrullero, que en un
primer momento estuvo a cargo el ayudante Cozzarín,
durante 15 minutos, y luego el Subinspector Domínguez.
Manifestó que Cozzarín le dio la orden de desplazarse a
la calle Pedro de Luján porque había una movilización.
Señaló que cuando arribó estaban los móviles 200 y el del
Subcomisario. Manifestó que cuando llegó a Luján estaban
los policías sobre esta misma calle, de las vías estarían
a unos 50 metros, antes de llegar a la intersección de
Algarrobo, más hacia el lado contrario a la vía. Indicó
que se desplazó el subcomisario Garay y él permaneció en
el móvil. Refirió que volvió a la dependencia a buscar al
Oficial entrante y llegó de nuevo al lugar entre las
12:00 y 12:15 horas. Expresó que estacionó el vehículo a
45 grados en la calle Luján y que sobre dicha arteria a
unos metros vio a un grupo de manifestantes y a otro
sobre el terraplén. Indicó que su Oficial le dijo que
dejara el móvil al lado de los otros, para observar la
situación que estaba sucediendo. Hizo hincapié en que el
objetivo era permanecer ahí, es decir, permanecer en
observación. Aclaró que su Jefe Domínguez fue a ver al
Subcomisario. Manifestó que los que estaban sobre el
terraplén descendieron, los superaron, y corrieron hacia
donde estaban los manifestantes del PO. Recibió la orden
de subirse al móvil y seguir a los que habían descendido
del terraplén y cumplió con esa. Aclaró que eran 3
móviles los que siguieron al grupo y habrán recorrido
unos 10 o 15 metros como máximo. Refirió que
prácticamente al mismo momento que arrancó con su
patrullero, las personas que bajaron estaban volviendo
hacia el terraplén y este grupo los sobrepasó. También
indicó que observó la llegada de un camión hidrante.
Señaló que los patrulleros avanzaron conjuntamente y
cuando iban detrás de los manifestantes no veía a los
1639
miembros del PO porque fueron superados por esta “horda”
de gente. Explicó que el episodio habrá durado 20
minutos. Indicó que cuando los ferroviarios volvieron
eran perseguidos por los manifestantes del PO y que estos
no traspusieron la línea de los patrulleros. Señaló que
lo desplazaron hasta Luján y Santa Elena y que la
comunicación la tuvo por teléfono celular con el
Subinspector Domínguez. Aclaró que no poseía equipo
tranking. Estimó que esto sucedió a eso de las 14:30
horas. Adujo que cuando llegó a Luján y Santa Elena se
entrevistó con el oficial a cargo del móvil y solamente
le brindó las actas de secuestro, que fue lo que se le
requirió. Asimismo, señaló que el oficial le dijo que un
herido había sido trasladado por ambulancia del SAME.
Manifestó que vio al Comisario Catalán cuando llegó a
Santa Elena y Luján y le requirieron las actas de
secuestro, no sabiendo cuando había llegado el Comisario,
a quien vio hablando por teléfono. Manifestó que escuchó
gritos, pero no detonaciones, ni ruido de metal. Indicó
que los ferroviarios bajando eran una horda porque eran
una gran cantidad, estaban manifestándose, bajaron muy
rápido del terraplén y de las vías y ahí sucedió todo lo
que relató.
También se cuenta con el testimonio de
Fernando Daniel Cozzarín, quien declaró el 7 de diciembre
de 2012 y refirió que para octubre de 2010 era jefe de
calle en el horario de 6:00 a 12:00 horas, cumpliendo
funciones en la Comisaría 30. Corroboró lo manifestado
por Donato en cuanto que al poco tiempo que estuvo en el
lugar fue relevado. No recordó quien lo desplazó a las
doce menos cinco a la calle Luján y expresó que se
trasladó a dicha arteria en un móvil con el Oficial
Donato. Manifestó que al llegar se encontró con un grupo
de personas que se manifestaba en la calle, las cuales
tenían pancartas, mientras que en el terraplén había
otras, creyendo que eran ferroviarios. Advirtió que se
insultaban ambos grupos a la distancia, bajó del móvil y
vio que el Subcomisario Garay estaba con cinco personas
que le reclamaban algo. Indicó que al llegar al terraplén
observó que había personas caminando para atrás y ahí
recibió un llamado mediante el cual le indicaron que
vuelva a la Comisaría porque había llegado su relevo, por
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este motivo llamó a su chofer y se retiró del lugar.
Manifestó que cuando descendió del móvil no vio gente
herida y no escuchó reclamos al respecto, asimismo,
refirió que no tuvo conocimiento de que se hubiese
producido una agresión con piedras. Expresó que el
Subcomisario no le dio órdenes y aclaró que ni siquiera
llegaron a hablar. No recordó cual era el número de su
móvil pero señaló que siendo jefe de calle a su vehículo
se le dice móvil 100, aclarando que los 400 corresponden
a los Subcomisarios y los 500 a los Comisarios, dando
como ejemplo que el móvil 530 corresponde al Comisario de
la Comisaría 30.
El día 28 de agosto de 2012 se le recibió
declaración testimonial a Sergio de Jesús Domínguez y nos
informó que para la fecha de los hechos objeto de marras
cumplía funciones en la Comisaría 30 como Jefe de
Servicio Externo, estando de guardia de 12:00 a 18:00
horas. Señaló que tomo la guardia a las 12:00 horas y le
informaron que había incidentes a la altura del Puente
Bosch, en Luján y Algarrobo, por lo cual, se dirigió a
dicho sitio.
Manifestó que el operativo estaba a cargo
del Subcomisario Garay, que había un grupo de
ferroviarios en las vías y un grupo del Polo Obrero a
cierta distancia. Informó que los ferroviarios
descendieron, los pasaron corriendo y se enfrentaron con
el otro grupo, a unos doscientos metros de donde estaban
ellos y luego volvieron hacía las vías, indicó que fue un
momento de mucho griterío y confusión.
Supo de la existencia de heridos y refirió
que se pidió que concurriera una ambulancia, afirmando
que un periodista de C5N le dijo que había heridos de
bala. Expresó que a medida que se fue acercando fue
preguntando qué había ocurrido y un sujeto de nombre
Esteche le comunicó que un ferroviario había disparado.
Observó vehículos rotos, le avisaron que
había una vaina en una esquina y se acercó para proceder
al secuestro. Expresó que al llegar se detuvo en la calle
Luján, a 30 o 40 metros de Algarrobo, indicó que ya
estaba el móvil del Subcomisario y que el móvil 200 se
detuvo junto al de él, es decir, el 100. Hizo saber al
Tribunal que los ferroviarios serían un grupo de 150
1641
personas y que cuando llegó estaban arriba de las vías,
no pudiendo dar precisiones respecto a si estaban sobre
éstas o al costado. En relación al grupo Partido Obrero,
indicó que estaría a poco más de dos cuadras y eran más
de 60 sujetos.
Adujo que cuando arribó al lugar la
situación estaba calma y el Subcomisario Garay le pidió
que se mantuviera en observación. Al llegar supuso que
había habido un enfrentamiento y que se había separado a
ambas facciones cuando arribaron los móviles. Sabía que
había un problema gremial y un reclamo, nada más.
Indicó que los ferroviarios se fueron
juntando debajo del puente, aproximadamente unas 70
personas, y avanzaron corriendo, él estaba fuera del
móvil a 50 metros del puente con su chofer y el
Subcomisario se encontraba un poco más lejos. Manifestó
que este proceso en el que se fueron juntando habrá
demorado unos segundos, pues descendieron en una especie
de tumulto. Expresó que los pasaron sin agredirlos y se
dirigieron hacia donde estaba el otro grupo dando gritos
en forma agresiva, que no vio armas de fuego pero alguno
llevaba una piedra en la mano o algún palo. Refirió que
lo consultó a Garay para que le diera directivas y el
Subcomisario le dijo “vamos a acercarnos”.
Adujo que el mismo grupo de ferroviarios
luego pasó corriendo hacia el otro lado y que entre una
situación y otra transcurrieron pocos minutos, que
recorrió unos metros con el Subcomisario y el Suboficial
Coronel y vio que volvían los ferroviarios, los pasaron y
empezaron a irse del lugar.
Manifestó que cuando descendieron los
ferroviarios el grupo del PO se estaba retirando hacia el
lado de Vélez Sarsfield. Expresó que con posterioridad a
que los ferroviarios se les vinieran encima se acercó
gente del otro grupo a decirles que había heridos, por lo
cual, el Subcomisario solicitó la presencia de una
ambulancia. Refirió no haber oído detonaciones y haber
visto a varios metros como un hombre le mostró a Garay
una de sus piernas con una herida de arma de fuego.
Expresó que alguien del canal de noticias
C5N le dijo que había un herido de bala y le tomó los
datos a esta persona. Adujo que solo entrevistó a vecinos
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y trabajadores del lugar, y que por radio se informó que
en el Hospital Argerich había alguien sin vida. Manifestó
que cuando le avisaron que había una bala en una esquina
empezó a identificar el lugar y al ver una vaina en la
intersección de Luján y Perdriel aseguró la zona. Observó
muchas bolitas de plomo de pocos centímetros, esparcidas
en el lugar y refirió que también había muchas piedras.
Informó que el Subcomisario realizó una consulta con la
Fiscalía para determinar las acciones a seguir. Asimismo,
indicó que luego de los incidentes el Subcomisario pidió
apoyo. Refirió que, después, cuando se acercó al lugar
divisó que llegó un grupo de combate. Informó que labró
un acta por lo sucedido ante testigos y que cuando llegó
al lugar no tuvo conocimiento de heridos. No recordó
cuantas veces Garay pidió apoyo pero si indicó que lo
hizo varias veces. Refirió que, teniendo en consideración
que los superaban en cantidad, no tenía mucho para hacer,
era imposible detener a los ferroviarios, y que trató de
resguardar la integridad física propia y la de sus
hombres.
Respecto de las órdenes recibidas,
manifestó que cuando arribó al lugar le pidieron que se
quedara en observación y que cuando se produjeron los
incidentes les dijeron que se acercaran sin que les pase
nada. Manifestó que hubo un tercer testigo que le indicó
que había gente que juntó vainas y luego salió corriendo.
Adujo que los ferroviarios que volvían no le decían cosas
a él, pero, en alta voz, decían que les habían disparado
señalando al otro grupo. Refirió que antes del incidente
grande una sola vez se cruzaron piedras y que cuando
siguió a los ferroviarios lo hizo a un paso normal de
caminata, por el medio de la calle, calculando que habrá
hecho un tránsito de un minuto y medio.
Explicó que escuchó modular a Garay dos
veces pidiendo apoyo, especificando que lo hizo cuando
fueron a enfrentarse y después cuando pidió la
ambulancia, esto último en el mismo momento en el que vio
a la persona herida. La Dra. Jalbert solicitó que se le
lea al testigo el contenido de fs. 3 vta. y luego de
dicha lectura el deponente recordó que fue Marcelo Polito
de C5N quien le manifestó que había heridos de bala que
habían sido trasladados en una ambulancia.
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Se acusó a Rolando César Garay por haber
omitido el secuestro de materiales y no arbitrar los
recaudos para la preservación de la prueba. Sin embargo,
se cuenta con los dichos de Sergio de Jesús Domínguez,
quien nos indicó que tomó los datos personales de Polito,
un testigo que le manifestó que había heridos de bala.
Asimismo, permitió acercar al proceso a Esteche, un
testigo presencial, quien le comunicó que un ferroviario
había disparado. Domínguez también expresó haber
entrevistado a vecinos y trabajadores de la zona, indicó
que cuando le avisaron que había una vaina en una esquina
empezó a identificar el lugar y al encontrarla en Luján y
Perdriel aseguró la zona. Estimamos que esta imputación
no pudo ser probada por las partes acusadoras. También se
le reprochó a Garay el no haber dado inmediata
intervención a la Fiscal, pese a lo cual, el testigo
Domínguez nos indica que el Subcomisario realizó la
consulta con la Fiscalía.
En relación a la acusación por no tomar
medidas para preservar la prueba debemos aludir a lo
manifestado por el testigo Gerardo Martín Dell´Oro, quien
el 2 de octubre de 2012 nos indicó que para la fecha del
hecho se desempeñaba como fotógrafo en el diario Clarín,
expresó que los lugares no estaban vallados y que él
podía acceder a cualquier sitio para obtener fotografías.
Señaló que cuando ya se estaba retirando empezaron a
vallar con cintas. Expuso que allí vio Policía Federal,
agentes y algún patrullero. Expresó que las balas que vio
las fotografió y había policía en el lugar. Adujo creer
que había proyectiles tirados en la calle con un círculo
de tiza. Consideramos que pese a que en un principio no
estaba el lugar vallado esto no afectó la preservación de
los medios de prueba ya que como nos indicó el señor
Dell´Oro había personal policial en el lugar.
Si nos referimos a la tarea de obtención
de testigos en el lugar del hecho por parte de los
miembros de la comisaria 30, no podemos dejar de soslayar
lo que el día 17 de septiembre de 2012, nos indicó el
testigo José Alberto Spengler, quien al momento de los
hechos era chofer de la empresa Chevallier y señaló que
estaba el patrullero y le informaron que debía ir como
testigo.
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Hemos oído el testimonio de José Alberto
Ortigoza el 28 de agosto de 2012. Nos informó que para
octubre de 2010 cumplía funciones en la brigada de la
Comisaría 30. El 20 de octubre de 2010, indicó que inició
su actividad a las 9.30 y a eso de las 10:00 horas salió
a realizar un recorrido de infantería en la zona
comercial y bancaria. Manifestó que el Comisario Catalán
le moduló que se desplace hacia Avellaneda pues
aparentemente había manifestantes. Por este motivo,
concurrió a dicha zona y al llegar a Luján y Santa María
vio al Subcomisario Garay y a los móviles 100 y 200.
Refirió que el panorama era normal y que el Subcomisario
le dijo que vaya hasta Santa Elena y Luján donde se
encontraba un grupo de manifestantes. Informó que su
misión era comunicarse con un referente, para saber si se
iban a quedar en el lugar o si se iban a alejar. Indicó
que por este motivo habló con un tal Eduardo ante quien
se identificó, este le manifestó que iban a hacer una
asamblea y que cuando hubiera una decisión se la iba a
transmitir. Manifestó que le comunicó la novedad al
Subcomisario y luego volvió a hablar con el referente,
quien le informó que querían volver a Avellaneda siendo
su intención no tomar por la calle Luján, ante esta
circunstancia, le solicitó a dicho individuo que le avise
así lo podía guiar. Informó que transcurrió media hora y
el referente le comunicó que se iban a ir para el lado de
Vélez Sarsfield. Se contactó con el Subcomisario y lo
puso en conocimiento de esta cuestión. Indicó que se
aproximó al lugar personal periodístico de C5N, precisó
que habrán sido unas tres personas. Manifestó que cuando
los manifestantes terminaron una conferencia que habían
hecho se fueron para el lado de Vélez Sarsfield, estimó
que se trataba de un grupo de unas 50 personas, e indicó
que estaban parados, sentados, charlando en Santa Elena y
Luján.
Adujo que mientras estos caminaban con
destino a la Av. Vélez Sarsfield vio que un grupo de
hombres venía corriendo desde la vía. Ante esta
circunstancia, manifestó a los periodistas que se
corrieran por precaución y en un costado, por la calle
Santa Elena, vio a personal de la División Roca que
estaba de civil. Cuando se acercó el grupo de
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ferroviarios les refirieron “vamos a darle son de ellos”
pero uno de los miembros de la División Roca les aclaró
que eran policías y siguieron camino. Indicó que
empezaron a caer objetos contundentes, piedras muy
grandes, por lo cual, retrocedieron y se quedaron al
costado de los talleres de la empresa Chevallier por la
calle Santa Elena. Manifestó que escucharon alarmas de
vehículos y corridas y junto con el personal de la
División Roca se dirigió a la calle Villarino donde se
subieron a un móvil. Refirió que escucharon modulaciones
por Comando donde se informó de personas heridas y se
dirigieron a la calle Luján. Manifestó que no observó
personas lastimadas y que le indicaron que vaya a la
calle Osvaldo Cruz, donde no observó manifestantes.
Explicó que llegaron a la Av. Vélez Sarsfield y en la
parada de colectivo observó la presencia de
manifestantes.
Refirió que más tarde arribaron al lugar
el Comisario Catalán y el Comisario Inspector Pérez y que
los manifestantes se subieron a los colectivos
retirándose para el lado del centro. Afirmó que no
escuchó detonaciones y que el episodio duró unos cinco
minutos, no sabiendo hasta donde llegaron los que
volvieron hacia las vías. Indicó que se comunicaba vía
Nextel con el Subcomisario Garay, quien le pedía que lo
mantenga al tanto, no recibiendo ninguna indicación.
Manifestó que en la zona se encontraban, además del
Subcomisario, el subinspector Domínguez, Coronel y los
móviles 100 y 200. En relación a la posición de los
vehículos, informó que se hallaban en la calle Luján
pasando Santa María, entre dicha arteria y las vías.
Explicó que cuando llegó los móviles estaban cruzados no
dejando pasar el tránsito y después se colocaron a 45
grados. Indicó que desde su arribo habrá transcurrido más
de una hora y se encontró con el Comisario Catalán.
Señaló que tras concurrir a la Av. Vélez
Sarsfield fue a Luján y Perdriel, donde le dieron
instrucciones para que busque testigos. Expresó que
cumplió con dicha orden y encontró unas bolitas en el
piso, lo cual informó a su superior. Manifestó que
posteriormente fue a una empresa, ubicada en la calle Río
Limay y Luján, donde el encargado le mostró una filmación
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en la cual se aprecia que una persona de sexo femenino
cae al piso. Afirmó que todo ello le fue comunicado al
Comisario Catalán, quien le solicitó que se grabe la
filmación. Indicó que aproximadamente a las 15:00, 15:30
llegó al lugar la Fiscal. Señaló que realizó una búsqueda
de vainas o proyectiles y encontró más bolitas de metal,
hasta que arribó la División Balística y se ocupó del
tema. Adujo que concurrió a otras empresas en búsqueda de
filmaciones pero obtuvo resultado negativo. Aclaró que
cuando se encontraba con el Comisario escuchó que había
heridos. Explicó que estaba vestido de civil: jean,
zapatillas, campera o buzo y tenía la cabeza descubierta.
En relación al grupo que venía desde las vías refirió que
no vio a ninguno de ellos portar armas. Manifestó que él
modulaba como CRIA. 30 R14 y que lo hizo hasta poco
después de la incidencia, oportunidad en que le encargó
la radio a Catalán.
En primer lugar debemos tener en
consideración que Ortigoza es otro testigo que
desacredita la acusación que le formulan a Garay respecto
al omitir el secuestro de los materiales y no arbitrar
los recaudos para preservar la prueba. En este sentido
señaló que le dieron instrucciones para que busque
testigos. Manifestó haber encontrado bolitas en el suelo.
Adujo haber concurrido a una empresa ubicada en la calle
Río Limay y Luján a los efectos de ver las filmaciones de
las cámaras de seguridad. Nos indicó que el encargado de
dicha empresa le mostró un video y en unas imágenes se
podía apreciar que una mujer caía al suelo. Manifestó que
el Comisario Catalán le requirió que grave dicha
filmación, la cual hoy es parte de la prueba que nos
permite reconstruir lo acontecido. También señaló que
buscó vainas y proyectiles pero solo encontró bolitas de
metal, hasta que arribó la División Balística. Además,
informó que concurrió a otras empresas en búsqueda de
filmaciones. Debemos tener en cuenta que Ortigoza
conforme consta en las modulaciones, a las 13:45:55:3
moduló: “Ya le informó. Estoy con el móvil 500…”. Dicho
vehículo corresponde al Comisario Catalán, por lo cual,
inferimos que en el horario de mención ya había arribado,
siendo el encargado de la obtención y preservación de
medios de prueba así como también el responsable por
1647
efectuar la comunicación a la Fiscalía de turno. Lo
expuesto, nos permite afirmar que por un lado el actuar
de la Comisaria 30 a este respecto fue correcto y por
otro lado ya no era responsabilidad del Subcomisario sino
del Comisario Catalán.
En segundo lugar, como puede advertirse
Ortigoza le informó a Garay cuál era la situación en el
sector en que se encontraban los tercerizados y los
miembros de diversas organizaciones sociales. A los
efectos de poder comprender que ocurría en esos momentos
entre dichos manifestantes contamos con varios
testimonios que en definitiva dan cuenta de la calma y el
ambiente distendido previo a la retirada que comenzaron a
emprender cuando fueron sorpresivamente atacados.
En este sentido podemos mencionar los
dichos de Verónica Viviana Silva quien aportó su
testimonio el día 9 de octubre de 2012 y nos informó que
recorrieron unas 4 ó 5 cuadras para el lado contrario a
las vías dónde había una parrillita y se discutió una
hora respecto de lo sucedido. Refiriéndose al grupo de
ferroviarios, indicó que no se los veía pero luego
aparecieron de golpe.
El testigo Eduardo Silvio Belliboni, el
día 21 de agosto de 2012, manifestó que algunos sacaron
sus mates para tomar y descansar. Asimismo, indicó que
las heridas luego del primer enfrentamiento eran leves y
nadie demandó atención médica en ese momento.
El 23 de agosto del 2012 Arnaldo Esteban
Dure Duarte manifestó que fueron hacia una parrilla.
Indicó que se distendieron y cada uno iba con su grupo
político haciendo un balance. Explicó que escucharon
gritos, que armaron un cordón de seguridad y que vio
gente corriendo que les tiraba muchas piedras. Especificó
que estas personas venían de las vías del tren e iban
hacia ellos y se refirió a este grupo como “un malón
tirando piedras”.
Dora María Martínez declaró el 27 de
septiembre de 2012 e informó que escuchó gritos de sus
compañeros que decían “ahí vienen” y vio saltar a un
montón de ferroviarios desde arriba del puentecito, los
observó saltar “como si fueran monos” y aclaró que esto
lo hicieron en segundos, uno atrás otro.
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Rocío Anahí Cardozo con fecha 1 de octubre
de 2012, expresó que cuando se estaban yendo vieron que
“la patota” bajó de las vías.
El 13 de septiembre de 2012 prestó
declaración testifical Néstor Osvaldo Miño quien,
refiriéndose al intento de subir a las vías, indicó que
lo vivido pasó a ser una anécdota. Señaló que se
refrescaron, que permanecieron una hora más o menos y
hubo cabildeos sobre qué hacer. Manifestó que se hizo una
asamblea, que los tercerizados querían ir hacia el hall
de Constitución y que la gente que estaba con él decía
que era innecesario, que la protesta había cumplido su
objetivo, que tenía estado público y el corte de vías lo
habían efectuado los ferroviarios. Informó que la gente
empezó a ir caminando hacía la Av. Vélez Sarsfield y él
estaba sentado al lado de la parrilla cuando escuchó que
dicen “guarda que bajan”. Señaló que vio bajar al otro
grupo del terraplén el cual corrió hacia dónde él se
encontraba. Manifestó que había un gran griterío y las
piedras golpeaban en techos de chapa. Refirió que le dio
miedo ver bajar “el malón” del terraplén. Aclaró que
utilizó el término malón por la forma de gritar y el
ruido de los pasos al correr, pues eran todos los que
estaban arriba de las vías.
La cronista de exteriores de C5N, Gabriela
Judith Carchak, declaró el 12 de noviembre de 2012 y nos
permitió apreciar que era lo que ocurría en el sector
donde se encontraban los manifestantes a quienes tuvo
oportunidad de entrevistar. Señaló que levantaron el
equipo para volverse, se dio vuelta y observó que desde
el otro lado de la calle Pedro de Luján, bajaron del
puente del tren unas 200 personas con palos en la mano y
alguna piedra. Manifestó haber escuchado estruendos,
indicó que volaban rocas y los parabrisas de los
automóviles se rompían. Adujo que por los ruidos, los
cuales duraron 4 ó 5 minutos, no pudo identificar
detonaciones o sonidos de disparos. Señaló que vio a un
policía vestido de civil con una remera turquesa quien
hablaba por handy, no recordando si estaba con un
vehículo policial o civil. Manifestó que este sujeto le
dijo cuando vio correr a la gente que venía de las vías
“váyanse de acá, que nos matan a todos”.
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Gustavo Javier Farías, quien para la fecha
del hecho se desempeñaba como camarógrafo del canal de
noticias C5N, aportó su testimonio el mismo día que
Carchak. Indicó que estuvo muy nervioso porque la
situación lo sobrepasó y jamás pensó que podía tener
algún problema. Aludiendo al grupo de ferroviarios que
avanzó sobre los manifestantes, expresó que no vio que
portasen algo en sus manos los que venían adelante y que
escuchó un estruendo como de petardos, aclarando que fue
más de uno y que todo ese ruido no duró más de 5 minutos.
Atento lo expuesto, advertimos que los
manifestantes estaban distendidos y esto fue lo que
Ortigoza le informó a Garay. Por otro lado, la embestida
que sufrieron por parte de los ferroviarios les fue
sorpresiva y en igual sentido interpretamos que lo fue
para el Subcomisario.
Con el objeto de determinar cómo avanzaron
los ferroviarios sobre el grupo de manifestantes también
hemos podido escuchar la versión de testigos que se
encontraban en las cercanías del terraplén. El 4 de
septiembre de 2012 declaró Jesús Alejandro Benítez, quien
indicó que para el mes de octubre de 2010 trabajaba como
guarda de trenes en la Estación Constitución. Este
testigo avanzó hacia el grupo de los manifestantes y nos
indicó que cuando empezaron las corridas vio a unos 3
uniformados a unos 50 metros. Manifestó que estaban en el
lugar del lado de la derecha y estimó que cerca de las
personas que vestían uniforme había 1 o 2 patrulleros que
estaban a un costado. Adujo que cuando emprendieron la
retirada se acercaron más a la calle, pero no
intervinieron. Señaló que los policías estaban al lado de
los patrulleros y luego de los disparos no recordó si
todavía estaban. Explicó que cuando empezaron a correr
los policías se fueron hasta la calle y ellos pasaron
como “una tromba”, especificando que eran 3 policías y
que era inevitable que su grupo pasara. A pedido del Dr.
Maciel se le leyó al deponente parte del contenido de una
de sus declaraciones en sede instructora, específicamente
la fs. 2935vta. desde el cuarto párrafo, y recordó que
uno o dos de los policías le hacían gestos y gritaban que
esperaran.
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El 15 de noviembre de 2012 declaró Gastón
Marcelo Domecq, señaló que para la fecha de los hechos
objeto de marras prestaba servicio en la Brigada del
Roca, adujo que su Jefe era Carlos Farías y que además
como miembro de la Brigada se encontraba Barberán. Señaló
que vio a la gente alejarse por la calle Luján, observó a
los tercerizados a unos 300 ó 400 metros. Manifestó que
un grupo llegó desde la estación Yrigoyen y los
ferroviarios, quienes estaban arriba de las vías,
empezaron a festejar. Afirmó que cuando arribó dicho
grupo se empezaron a descolgar todos de la vía, se
quedaron 2 ó 3 minutos en la calle y empezaron a correr
hacia adelante. Expresó que nadie les dijo “vayan y
agárrenlos” preguntándose ¿Cómo los iban a detener?
Señaló que con la gente que tenía la policía en el lugar
era imposible detenerlos. Manifestó que los ferroviarios,
luego de correr, volvieron como a los 2 ó 3 minutos,
aclarando que no todos retornaron.
Carlos Dante Farías prestó declaración
testifical el día 15 de noviembre de 2012 y nos informó
que al día del hecho era Principal, Jefe de la Brigada de
la División Roca. Adujo que se manejaban por Nextel o
celular para las comunicaciones. Manifestó que el grupo
de ferroviarios se insultaba con los que estaban abajo y
se arrojaron piedras recíprocamente. Refirió que esto
duró poco tiempo y luego el grupo que se encontraba abajo
se desplazó en sentido contrario a las vías. Indicó haber
visto personal de la Comisaría 30 aclarando que había dos
patrulleros y que supo que estaba el Subcomisario Garay.
En relación al grupo de ferroviarios, manifestó que
observó que se iban y luego volvían. Especificó que en
dicho ínterin en que se alejaron y luego regresaron no
escuchó estruendos, ni detonaciones. Señaló que la
brigada no tenía trunking, que el teléfono celular es el
llamado POC y que con sus jefes se comunicaba por POC o
por Nextel.
Edgardo Gabriel Barberán aportó su
testimonio el 15 de noviembre de 2012 y nos indicó que el
día de los hechos prestaba servicio en la División Roca,
aclarando que cumplía funciones en la brigada de esa. En
relación a los manifestantes y tercerizados, explicó que
se fueron por Luján hacía Vélez Sarsfield, alejándose
1651
unas 4 cuadras. Relató que más tarde vio llegar a un
grupo más pequeño de gente. Manifestó que bajó y vio a
dos o tres patrulleros de la Comisaría 30 que ya no
cortaban la calle. Asimismo, señaló que había 5 ó 6
policías de la Comisaría 30. Afirmó no haber escuchado
disparos.
A fin de apreciar la situación de calma
que se vivió cuando los manifestantes se alejaron del
terraplén nos parece de interés el relato de Omar Povolo
a quién hemos oído el 19 de noviembre de 2012. Refirió
que para la fecha de los hechos se desempeñaba en la
División Roca. Manifestó que los ferroviarios les
gritaban a los de abajo que no subieran. Se cruzaron
insultos. Indicó que en algún momento hubo una corrida y
pedradas. Manifestó que arrojaban proyectiles desde la
calle hacía el predio ferroviario y viceversa. Adujo que
esto se verificó cuando intentaron subir al terraplén. Él
se colocó para el otro lado del tren Diesel. Expresó que
había personal policial con casco y con escudos. Indicó
que esto duró unos minutos y después se calmó todo.
Relató que los manifestantes se empezaron a reagrupar más
adelante, alejados de las vías, con ánimo para ir rumbo a
la Av. Vélez Sarsfield. Señaló que había móviles
policiales que pertenecían a la Comisaría 30 y recordó
que eran 3 ó 4 ubicados sobre la calle Luján. Adujo que
cuando empezaron a desconcentrarse se volvió a su
oficina, porque no había pasado nada en el ámbito
ferroviario. Señaló que al rato de llegar a su oficina en
Constitución se enteró que había un muerto, un lesionado
y se sorprendió muchísimo. Indicó que se enteró por
Crónica TV y no lo podía creer porque cuando se retiró
estaba todo tranquilo. Afirmó que si lo autorizaron a
irse era porque no había presunto peligro de nada.
Respecto a los patrulleros le pareció que estaban en
forma de cuña tapando la calle, haciendo un tapón, que se
abrieron cuando los manifestantes empezaron a
desconcentrarse y liberaron el tránsito quedando
estacionados sobre la vereda.
Muchos de los testigos refirieron no haber
oído disparos pese a encontrarse, algunos de ellos,
ubicados considerablemente más cerca de los tiradores que
el Subcomisario Garay, por lo cual, entendemos que
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tampoco los oyó el Subcomisario. Podemos mencionar el
caso de Daniel Edgardo Díaz quien declaró el 2 de octubre
de 2012. Indicó que para la fecha del hecho trabajaba
como chofer en la empresa Chevallier y manifestó que
estaba dentro de la compañía haciendo entrega de
documentos. Adujo que cuando llegó era todo normal, pero
estando dentro la empresa se cerraron los portones
escuchó sirenas, gritos y alarmas de automóviles. Expresó
que salió a dónde se encuentran los surtidores pero nunca
del predio de la empresa. Llamó al 911 desde su teléfono
celular y denunció que estaban rompiendo cosas, entre
ellas su auto. Manifestó que desde el portón se veía
gente que iba y venía, pero que no escuchó detonaciones.
También podemos mencionar los dichos del
testigo Matías Sebastián Avellaneda, quien declaró el 2
de octubre de 2012. Se desempeñaba como encargado de
seguridad en la empresa Chevallier. Manifestó que se
produjo el choque entre los dos grupos, esto no estaba al
alcance de su campo visual pero aclaró que sabe que
chocaron por los ruidos, los gritos. Expresó que
empezaron a sonar alarmas de vehículos y se escuchaban
piedras en los techos, sin embargo, relató no haber oído
detonaciones y refirió que había mucho ruido.
Matías Leonel Mac Longhlin, cuya
declaración obra a fs. 3109/3109vta, no prestó
declaración durante el debate pero a pedido de las partes
sus dichos fueron incorporados por lectura. Manifestó ser
empleado de la empresa Chevallier e indicó que alrededor
del mediodía, empezaron a cerrar los portones porque el
encargado de control, Matías Avellaneda, les avisó que
venía una multitud de gente. Indicó que acomodaron los
vehículos particulares que se hallaban en el
estacionamiento descubierto en la parte tinglada dentro
del predio y en ese momento empezaron a caer cascotes de
todos lados, manifestó que era infernal, que golpeaban en
la parte del tinglado donde hay combustible. Adujo que
después se refugió en la oficina control, porque era
terrible la cantidad de piedras que impactaban en el
predio de la empresa. Afirmó que no escuchó disparos,
aclarando que era tal la magnitud de ruidos que no pudo
distinguir si eran piedras o disparos.
1653
El día 27 de agosto de 2012 declaró María
Wenceslada Villalba quien también refirió que no escuchó
detonaciones de armas de fuego. Agregó que había mucho
bullicio y por ese motivo no escuchó el disparo que hirió
a Elsa Rodríguez.
El testigo Claudio Abel Díaz prestó
declaración testimonial el 6 de septiembre de 2012.
Manifestó que era guarda de tren y refirió que nunca
pensó que esto se iba a desencadenar de esta forma.
Señaló que había ruidos fuertes, que todo se confundía,
que era un griterío, que se insultaban y no podría decir
que escuchó un tiro.
Otro testigo que manifestó no haber
escuchado ningún disparo fue Damián Reynoso quien declaró
el 1 de octubre de 2012. Además, agregó que era mucho el
ruido de piedras golpeando los automóviles.
Emiliano Francisco Bonfiglio declaró el 23
de agosto de 2012. Expresó que estuvo en el cordón de
seguridad y vio a una persona disparar y, sin embargo, no
pudo precisar si escuchó los disparos.
También podemos mencionar el caso de
Eduardo Daniel Hein, quien se desempeñaba en la Policía
de Tránsito y estaba ubicado en un destacamento que se
encuentra en el Puente Bosch, es decir, cerca de donde
estaba Garay. El nombrado al declarar el día 18 de
octubre de 2012 nos informó que no escuchó nada parecido
a disparos.
Las partes acusadoras le atribuyeron a
Rolando César Garay haber efectuado un operativo cerrojo
permitiendo la fuga de los ferroviarios. Sin embargo,
contamos con testimonios que no dan crédito a esta
imputación. Podemos mencionar los dichos del testigo
Federico Manuel Lugo quien declaró el 23 de agosto de
2012 y manifestó que luego del ataque no los persiguieron
cuando se retiraron.
Asimismo, en este sentido es importante
tener en cuenta que el 25 de septiembre de 2012 oímos el
testimonio de José Valentín Correa, quien manifestó que
algunos de sus compañeros siguieron a los agresores hasta
muy adelante. Aclaró que estaban muy exaltados, que
avanzaron para alejarlos más y que llegaron hasta donde
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estaban los patrulleros. Refirió que no tuvo diálogo con
el personal policial y que volvieron para atrás.
Marcos Sebastián Consiglio Benegas, aportó
su testimonio el 25 de septiembre de 2012, refirió que el
otro grupo empezó a retroceder y ellos acompañaron ese
retroceso para resguardar la seguridad de los compañeros
que estaban detrás. Indicó que notó que los patrulleros
no estaban más en forma de barricada y entendió que la
policía les había dado paso. Manifestó que cuando
llegaron a donde estaban los móviles policiales vio
algunos policías, aclarando que eran tres o cuatro.
Expresó que decidieron volver para reagruparse y una
compañera le contó que lo habían matado a Mariano.
Asimismo, refirió que le dijeron que Nelson, Elsa y un
tercerizado estaban heridos y ahí tomó conciencia de la
situación.
Un testigo que aportó el panorama de la
situación que se vivió en el sector donde se encontraban
los tercerizados y los manifestantes y, además, se
refirió a que siguieron a los ferroviarios fue Marcelo
Carlos Baruir Varterian, a quien se le recibió
declaración testifical el 25 de septiembre de 2012.
Manifestó que se iban en forma distendida, reconociendo
que no habían logrado el objetivo y entendían que allí ya
no había ningún riesgo. Expresó que estaban haciendo
bromas sobre los compañeros que no habían podido subir al
terraplén. Refirió que en la parrilla se realizó una
asamblea y se discutió respecto a si se iba a hacer algo
más, como ir hacía Constitución. Adujo que se hizo un
balance de la jornada y arribaron a la conclusión que no
había posibilidad de continuar dado que el “grupo hostil”
seguía en las vías. Manifestó que habrán pasado 40
minutos, decidieron alejarse del lugar y con
posterioridad realizar otra reunión para determinar con
que acciones continuar el reclamo. Indicó que cuando se
retiraban hacía Vélez Sarsfield algunos de sus compañeros
comentaron que había un “grupo de choque” bajando.
Refirió que estaba ubicado a lo último de su grupo y los
de más adelante estarían a una cuadra de distancia,
vieron que se acercaron los miembros de la Unión
Ferroviaria y en precaución conformaron un “cordón de
seguridad”. Manifestó que había mucho ruido y no
1655
reconoció las detonaciones. Refirió que le parecía que
era una imagen fuera de contexto, que eran balas de salva
o que tiraban para arriba. Indicó que el tirador era una
persona de contextura grandota, señaló que mediría un
metro ochenta de estatura y que con el brazo extendido
disparó en línea recta hacía el medio de la calle.
Expresó que los corrió una cuadra y al notar que se
retiraban paró de correr, cuando vio que llegaron a las
vías desistió de perseguirlos. Adujo que algunos de sus
compañeros siguieron pero la mayoría al notar que se
retiraban entendió que no había nada más que hacer.
Manifestó que volvió relativamente distendido y caminó
hacia Vélez Sarsfield. Indicó que algunos compañeros
comentaron que se habían disparado balas de plomo y que
había heridos, alguien mencionó el nombre de Mariano y
empezó a buscarlo. Le refirieron que estaba herido de
gravedad y que había otros heridos. Señaló que algunos
compañeros habían visto caer a Mariano y a Elsa.
Manifestó que ahí se percató de la gravedad de la
situación y que cuando se enteró de lo de Mariano se
quebró y continúo caminando hacia Vélez Sarsfield
mientras algunos compañeros lo contuvieron.
A raíz de los referidos testimonios
podemos estimar que no hubo una intención de los
tercerizados y de los manifestantes de trasponer la línea
de los patrulleros cuando siguieron a los ferroviarios,
sino que estos voluntariamente detuvieron allí su marcha
para luego volver sobre sus pasos y dirigirse a la Av.
Vélez Sarsfield. Quien nos permite reforzar nuestra
opinión en este punto es Ariel Benjamín Pintos. El
nombrado declaró el día 27 de septiembre de 2012 y fue
una de las personas que resultaron heridas. Manifestó que
se bajó el pantalón, que estaba el canal C5N y que lo
filmaron mostrando la herida. Señaló que estaba medio
aturdido y que sus compañeros también le fueron a
reclamar a la policía porque les habían disparado.
Refirió que hasta ese momento no sabía de la existencia
de otras personas lastimadas. Indicó que él le reclamó a
un policía uniformado, aclarando que junto a los móviles
había 4 policías vistiendo el uniforme y que cuando les
cruzaron el automóvil bajaron. Asimismo, no recordó que
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le hayan dicho “quédate ahí que voy a llamar una
ambulancia”.
Lo cierto es que Pintos le exhibió su
herida a Garay. Podemos apreciar en la filmación que
efectuó David Ismael Villalba (reservada en el sobre 6,
video disco 13, archivo denominado VTS_01_5) que Pintos
se acercó adonde se encontraban los móviles policiales y
dialogó con Garay, si a esto le sumamos lo manifestado
por ambos, podemos afirmar que es el momento en el que el
nombrado le exhibió su herida al Subcomisario. El video
aludido en su margen inferior derecho tiene un reloj y
nos aporta el momento exacto en que esto ocurrió. La
secuencia de imágenes a la que hacemos referencia abarca
el lapso de tiempo comprendido entre las 13:40:56 y las
13:41:04.
Asimismo, se encuentra probado que Garay
solicitó una ambulancia del SAME, dicha circunstancia
consta en las modulaciones que han quedado registradas,
las cuales tienen precisión horaria y podemos advertir
que a las 13:42:13:7 el Subcomisario moduló: “Señor
necesito ambulancia de SAME, ambulancia de SAME, Luján…”.
Como puede advertirse tras observar al
herido, Garay inmediatamente solicitó ambulancia del
SAME. Más allá de que se le haya indicado o no que
aguarde a la llegada de la ambulancia, lo cierto es que
Pintos tras exhibir su herida se retiró y fue a
manifestarse a Callao y Corrientes, lo cual se desprende
de sus propios dichos. Al prestar declaración testifical
refirió que fue en colectivo a la intersección de dichas
avenidas y, además, se lo puede ver en la mentada esquina
en las imágenes que corresponden a la filmación que se
encuentra reservada en el sobre 6, video disco 10, video
9-CRONICA. El video al que nos remitimos es una filmación
del canal de noticias Crónica TV, el cual tiene un reloj
en su margen superior derecho y cuándo marca las 15:20
horas se puede apreciar que Pintos le exhibe su herida al
periodista.
Garay manifestó no haber podido retener al
herido y a las 13:52:30:5 se lo informó a la DGO de la
siguiente manera: “Hasta el momento se había visualizado
un herido posiblemente herido de bala no estaría
1657
confirmado pero se fue con la manifestación eh… se
retiraron”.
Lo expuesto nos permite interpretar que
los manifestantes no intentaron ir más allá de donde se
encontraban los patrulleros, simplemente siguieron a los
ferroviarios con fin de alejarlos lo más posible y cuando
se toparon con los miembros de la policía formularon sus
reclamos para luego retirarse del lugar. Ni siquiera
Pintos, uno de los heridos, supo que había otras personas
lastimadas, por lo cual, somos de la opinión que el mismo
desconocimiento tuvo el Subcomisario hasta que con sus
propios ojos vio a la mencionada persona herida e informó
de esta circunstancia a la DGO manifestando que
necesitaba una ambulancia de SAME.
Con el correr del tiempo la posición de
los patrulleros se fue modificando, esto lo advertimos en
diversas declaraciones testificales. Con el objeto de
tener mayor precisión respecto de la ubicación de los
móviles de la Comisaria 30, es menester recurrir al video
que filmó Villalba. Tal como hemos señalado, esta
grabación cuenta con un reloj, y siguiendo el horario del
mismo, podemos indicar que: a las 13:24:52 horas al menos
un patrullero ya se encontraba estacionado a 45 grados
sobre el costado de la calle Luján cerca de su
intersección con Santa María del Buen Ayre permitiendo la
circulación del tránsito. Luego, a las 13:32:24
advertimos la presencia de dos patrulleros ubicados en el
mismo lugar y en igual posición también permitiendo el
tránsito. Siguiendo el horario que consta en el registro
fílmico a las 13:34:36 los patrulleros siguieron a paso
de hombre a los ferroviarios que los sobrepasaron y se
dirigieron a donde estaban los manifestantes. Finalmente,
a las 13:40:45, cuando ya habían sido superados por los
ferroviarios que volvieron hacía el sector del terraplén,
se puede observar a los tres patrulleros sobre la calle
Luján, ubicados uno al lado del otro en forma paralela
con su frente mirando a Vélez Sarsfield.
Se acusó a Rolando César Garay de haber
omitido utilizar un medio de comunicación que permita el
registro de su contenido habiendo recurrido al POC. Hemos
tenido oportunidad de oír a varios testimonios referidos
al uso que la policía le daba a estos teléfonos.
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En este sentido, el 15 de noviembre de
2012, Marcos Andrés Brousson, quien para octubre de 2010
era Jefe del Departamento de Brigada y Eventos de la
Superintendencia de Transporte, nos indicó que entre la
DGO y el personal policial las comunicaciones eran a
través de tranking, aclarando que eventualmente se podía
usar el POC. Manifestó que las que hacían al servicio
específico se hacían por el tranking y que no estaba
vedado el uso del POC, señalando que en caso contrario no
existiría dicho medio de comunicación.
Alejandro Recalde, quien para octubre de
2010 se desempeñaba en el Departamento de Investigaciones
Administrativas de Asuntos Internos en calidad de jefe,
declaró ante el Tribunal el 30 de agosto de 2012. Indicó
que instruyó un sumario administrativo para esclarecer lo
sucedido y determinar la situación del personal policial.
Explicó que en los operativos utilizan el tranking, que
es como un handy. Manifestó que el POC es un teléfono
especial asignado por la policía y que de lo hablado por
allí no queda registro. Manifestó que no hay protocolos
de actuación que determinen cuándo utilizar el POC,
cuando usar otro medio de comunicación y refirió que no
hay ninguna recomendación sobre qué medio usar.
El 15 de noviembre de 2012 prestó
declaración testimonial Rodolfo Valentín Alí. Indicó que
perteneció a la Policía Federal y cumplió funciones en la
Dirección General de Operaciones, estando a cargo desde
febrero de 2011 hasta febrero de 2012, habiendo sido su
predecesor Lompizano. Informó que con el personal se
comunicaban con Handy, que se podía usar el canal
policial, metro 1 o metro 2 y aclaró que si estaba
sobrepasado el servicio se recurría a uno u otro,
ilustrando que las dos frecuencias tienen la misma
utilidad. Señaló que toda la policía utiliza el POC, que
es un teléfono, el cual se usa en algún caso en que no se
conteste la modulación por handy. Expresó que el POC lo
tiene el personal todo el día, que permite la
comunicación solamente con personal policial y que no
existe limitación para su uso. Manifestó que en algunos
casos se utiliza el POC, pero no es común, el tranking
graba todas las comunicaciones y están guardadas en la
Dirección de Operaciones. Refirió que por comentarios le
1659
llegó que por uso y costumbre se decía “venga vía POC”,
aunque en su gestión esto no ocurrió.
Un testigo relató su experiencia personal
en el modo de actuar cuando se producía una protesta y,
además, se refirió a los medios de comunicación
utilizados por la policía. Estamos haciendo alusión a los
dichos de Gustavo Luis Carca, quien declaró el 7 de
diciembre de 2012. Manifestó que para octubre de 2010 era
Superintendente de Seguridad Metropolitana y tomando en
consideración su experiencia, expresó que tenía
directivas generales de actuación, aunque no protocolo y
su directiva era no criminalizar la protesta, es decir,
evitar el enfrentamiento e intentar de conciliar el
problema como mediadores entre las partes en conflicto.
Acotó, además, que cuando hay varios servicios las
modulaciones deben ser breves para que no se ocupe la
línea, utilizándose la frecuencia Metro 1 o el canal de
Comando. Señaló que además del tranking y del cronos
tiene un teléfono que llaman POC. Mencionó que la
utilización de la frecuencia radial debe ser breve y
concisa ya que como es similar al Nextel la otra persona
solo escucha. Manifestó que por ello se utiliza el POC o
celular. Indicó que el POC lo provee la policía, el
Estado, que es un instrumento que se utiliza para
trabajar y que no está vedado su uso.
Debemos tener en cuenta que Rolando Cesar
Garay, además de utilizar el Trucking, recurrió al
teléfono denominado POC pero no inferimos de esa
circunstancia irregularidad alguna. Como refirió el
testigo Carca, es un medio de comunicación que lo provee
la policía, es asignado por la Policía como expresó
Recalde quien ilustró que no hay protocolos de actuación
que determinen cuando utilizar el POC y cuando otros
medios de comunicación. Como adujo Carca el POC lo provee
el Estado y no está vedado su uso, es correcta la
inferencia del testigo Brousson, quien señaló que en caso
contrario no existiría.
Dable es destacar que el Subcomisario
Garay prioritariamente utilizó su handy, modulaba como
CRIA. 30 R02 y de hecho contamos con el registro de sus
32 modulaciones. Una de ellas nos permite determinar,
aproximadamente, el horario de llegada del Subcomisario,
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ya que a las 12:17:59 moduló “430 al lugar”, por lo cual,
estimamos que alrededor de ese horario arribó al
escenario de los acontecimientos.
A las 12:38:48:7 el Subcomisario informó a
la DGO que en Santa María del Buen Ayre y Luján tenía “un
grupete de 60 integrantes del Polo Obrero”. Unos segundos
después refirió que permanecían en la esquina sin ninguna
actitud y agregó que tenía gente arriba del puentecito,
en las vías.
En el horario de las 13:31:51:2 hizo saber
a la DGO que la gente del Polo Obrero se empezaba a
movilizar, retirándose del ámbito ferroviario. Obtuvo
como respuesta “…los seguimos porque los del Polo Obrero
nos dicen una cosa y después hacen otra”.
A las 13:32:06:4 el Subcomisario refirió:
“La gente de… bajo de las vías eh… necesitaría apoyo”.
Ante esta circunstancia desde la DGO se le ordenó: “Nos
replegamos señor eh…”. Luego, el Comisario Inspector
Masilla a las 13:32:20:5, manifestó: “La gente de la
Unión Ferroviaria ha descendido a la calle, pero sin
ninguna represalia con el otro grupo que está a
doscientos metros QSL?” y la DGO le contestó: “QSL Señor,
hablamos con los referentes para que vuelvan a subir al
terraplén así esta gente desconcentra con total
normalidad”.
Posteriormente, la DGO dirigiéndose a
Garay (13:32:46:0) indicó: “Si es necesario nos
replegamos, esta gente ya está desconcentrando,
interpreto?”. La respuesta del Subcomisario, a las
13:32:51:9, fue “Afirma, está en retirada pero se están
replegando los ferroviarios, y se están yendo para aquel
lado”. En la siguiente modulación la DGO le ordenó: “…
Está bien QSL a distancia los seguimos al solo efecto de
informar…”
Mansilla a las 13:34:34:3 informó que “Un
grupo de la Unión Ferroviaria en un número de cuarenta
está yendo en dirección a… por la calle Luján en
dirección atrás de esta gente que se está dispersando,
avísele al 430”. Con posterioridad desde la DGO se ordenó
“430 a distancia” y la respuesta de Garay fue “QSL QSL”.
1661
Tras ello, en el horario de las 13:35:13:3
desde la DGO se le ordenó al Subcomisario “430 vía POC
venga”.
Garay pidió la palabra a las 13:40:40:5
anunciándose como “430” y se le concedió desde la DGO a
las 13:40:42:9 cuando le indicaron “430”. En este sentido
a las 13:40:46:3 Garay manifestó “Santa Elena y Luján
necesito móviles de apoyo”. Con posterioridad, a las
13:42:13:7, Garay moduló: “Señor necesito ambulancia de
SAME, ambulancia de SAME, Luján”. Desde la DGO se le
preguntó: “Luján y Santa Elena?”, ante lo cual Garay, a
las 13:42:23:6 respondió: “y Santa María, Santa María del
Buen Ayre”. Luego, a las 13:42:32:9, la DGO consultó:
“Bien QSL señor, que fue lo que ocurrió señor?” y, a las
13:42:38:6, el Subcomisario informó: “Aparentemente tengo
una persona herida de bala en la pierna”. La siguiente
modulación de la DGO es a las 13:42:50:7 y se consultó
“bien se encontraron dos grupos antagónicos señor?”,
siendo la respuesta de Garay, “afirmativo, afirmativo”. A
las 13:42:57:7 la DGO le refirió “Bien QSL, ya le estoy
mandando una fuerza al lugar ambulancia de SAME y móviles
de apoyó”.
Después, la DGO le solicitó un panorama y
a las 13:45:06:9 moduló “El panorama ahora es calmo pero
tengo los dos grupos a unos cien metros de distancia y
separando con los móviles. A las 13:46:23:1 Garay indicó
“hay una persona del Polo Obrero herida, si sí en la
pierna”. Se le consultó si sería una herida de bala y
respondió “aparentemente si”.
Posteriormente, a las 13:49:39:4, la DGO
le indicó: “A ver si con el personal de la brigada señor
podemos hacer la individualización de quienes fueron
agredidos y los agresores para su detención. La respuesta
de Garay a las 13:49:50:2 fue: “Interpretado la gente del
Polo Obrero ya Perdriel y Luján se están retirando”.
A las 13:52:30:5 el Subcomisario moduló
“hasta el momento se había visualizado un herido
posiblemente herido de bala no estaría confirmado pero se
fue con la manifestación eh… se retiraron”.
Contamos con más modulaciones efectuadas
por Rolando César Garay pero las transcriptas nos
permiten apreciar que el Subcomisario fue informando
1662
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aquello que percibió por sus sentidos. Comunicó respecto
a la presencia de unos 60 integrantes del Polo Obrero en
Luján y Santa María del Buen Ayre y agregó que había
gente arriba del “puentecito”. Hizo saber a las 13:31
horas que la gente del Polo Obrero se movilizaba
retirándose del ámbito ferroviario. Solicitó apoyó a las
13:32:06:4 porque la gente había bajado de las vías. Lo
contradijo el Comisario Inspector Luis Osvaldo Mansilla
quien a las 13:32:20:5 adujo que la gente de la Unión
Ferroviaria había descendido a la calle, pero sin ninguna
represalia.
Garay aportó su versión a los efectos de
mantener informada a la DGO y uno es responsable por su
propia conducta, no puede adjudicársele responsabilidad
por los dichos de otra persona quien estaba ubicada en
otro lugar, es decir, que tenía otra perspectiva de la
situación y que, además, era un superior jerárquico.
A las 13:32:51:9, refiriéndose a los
manifestantes y tercerizados Garay nuevamente informó que
se estaban retirando pero los ferroviarios se estaban
yendo para aquel lado. Le ordenan que a la distancia los
siga al solo efecto de informar y eso es efectivamente lo
que hace el Subcomisario. Se le reitera desde la DGO “430
a distancia” y Garay responde QSL. Tras ello a las
13:35:13:3 Conti desde la DGO le indicó “430 venga vía
POC”.
Nunca podrá saberse el contenido de esta
comunicación. Al momento de hacer su descargo por escrito
el Subcomisario Garay señaló que el Principal Conti le
preguntó si sabía hacia donde se dirigían los
manifestantes del Partido Obrero y lo consultó respecto a
si tenía conocimiento de un posible traslado a la
Estación Avellaneda o a la Estación Constitución. Señaló
el Subcomisario que su respuesta se basó en los dichos de
Ortigoza quien le informó que iban a volver hacía la
Provincia de Buenos Aires dando por culminada la
protesta.
Por otro lado, Gastón Maximiliano Ezequiel
Conti, quien prestó declaración indagatoria en sede
instructora (obrante a fs. 1427/1442, causa 3922) indicó
que le solicitó al 430 que “venga vía POC” porque
Jefatura quería saber cuántas personas conformaban cada
1663
una de las facciones. Asimismo, manifestó que obtuvo una
respuesta pero no recordó cual al momento de ser
indagado.
Sin perjuicio de no tener certeza sobre el
contenido de esa comunicación lo cierto es que Garay a
las 13:40:46:3 nuevamente solicitó apoyo. Asimismo, al
ver al herido Pintos, a las 13:42:13:7, requirió la
presencia de una ambulancia del SAME. Luego, informó que
aparentemente tenía un herido de bala, la DGO le preguntó
si se habían encontrado dos grupos antagónicos y
respondió en forma afirmativa.
Para las 13:45:06:9 informó que el
panorama era calmo, que tenía a los dos grupos a unos
cien metros de distancia y que estaba separando con los
móviles. Posteriormente, indicó que la herida en la
pierna de la persona del Polo Obrero aparentemente sería
de bala. Luego señaló que los manifestantes se estaban
retirando y que el herido se había ido con la
manifestación.
Es mucha la información que aportó el
Subcomisario a través de sus modulaciones y si cotejamos
sus dichos con el resto de las pruebas ya valoradas
advertimos que se condicen. Es cierto que habló vía POC
con Conti y es verdad que se trata de un medio de
comunicación que no permite el registro de su contenido,
sin embargo, no consideramos que de esta forma haya
ocultado un contenido espurio, por lo menos su conducta
posterior no lo denota y en caso de duda debe estarse a
lo que sea más favorable al imputado tal como lo estipula
el artículo 3 del Código de forma.
Se acusó a Rolando César Garay por haber
avalado la presencia de subordinados vestidos de civil
incumpliendo lo dispuesto en el artículo 14 de la orden
del día n° 184, del 2 de octubre de 2006.
Ahora bien, dicho artículo se encuentra
ubicado, no en vano, dentro del Anexo I de la mencionada
Orden del Día y fue titulado: “Reglas de actuación para
el personal policial encargado del mantenimiento del
orden público con motivo o en ocasión de concentración de
personas”. Respecto a la finalidad de la norma, el
mentado Anexo indica que: “Con el objeto de corregir
definitivamente inconductas de cierto personal abocado a
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la prevención de alteraciones del orden público durante
concentraciones de personas, dispónese el más estricto
cumplimiento de las directrices que a continuación se
dictan. El incumplimiento de las mismas se considerará
falta grave administrativa, derivando en la separación de
las filas policiales de los responsables, tanto de quien
las infringiere como de los Oficiales Jefes y Oficiales
Subalternos directos que la consistieren y que no
capacitaren adecuadamente al personal”.
Luego bajo el subtítulo “Directrices
Generales” se da inicio al articulado, el identificado
con el número 14, entre otras cuestiones refiere: ”En las
acciones preventivas, de ordenamiento y de control de
personas bajo ningún concepto se admitirá la intervención
de personal vistiendo ropa de civil…. El personal
afectado a tareas de control, mantenimiento y
restablecimiento del orden público actuará utilizando el
uniforme reglamentario… Los Oficiales Superiores y Jefes
que no estuviesen directamente al frente del personal
podrán vestir ropas de calle…”.
Es menester recordar que un bien jurídico
es la relación de disponibilidad de un individuo con un
objeto, la cual el Estado protege tipificando las
conductas que la afectan.
La lesión a un bien jurídico debe ser
condición necesaria para justificar su prohibición y
punición como delito y a los efectos de habilitar el
ejercicio del poder punitivo el Estado debe producirse
una lesión significativa.
Las partes acusadoras han subsumido la
conducta del Subcomisario en diversos tipos penales. La
querella que representa a la madre de Mariano Esteban
Ferreyra le imputó ser partícipe necesario de homicidio
calificado por el concurso premeditado de dos o más
personas, mientras que la acusadora privada que actúa en
representación de Magalí Elsa Rodríguez Sosa y Nelson
Fabián Aguirre lo acusó por el mismo delito pero en grado
de tentativa. Es decir, que el bien jurídico lesionado
para los acusadores particulares es la vida humana.
Debemos indicar que haya habido o no personal policial
vestido de civil bajo las ordenes de Garay es algo que,
en este caso, no ha producido una afectación a dicho
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bien, ya que no fue este el motivo por el cual se
produjo, o se agravó, el resultado lesivo.
Por otro lado, el Ministerio Público
Fiscal encontró adecuación típica en la figura de
abandono de persona agravado por muerte y grave daño en
el cuerpo y la salud, en concurso ideal, con
incumplimiento de los deberes de funcionario público. Por
lo cual, estima que los bienes jurídicos afectados son en
primer lugar vida humana e integridad física y psíquica
de las personas. A este respecto la respuesta debe ser la
misma, si hubo o no subordinados de Garay sin el uniforme
reglamentario es algo que no produjo ni agravó el
resultado típico. Merece especial atención la subsunción
de la acción en el delito de incumplimiento de los
deberes de funcionario público. Para que una conducta
encuentre adecuación en este tipo penal es necesaria una
lesión significativa al bien jurídico Administración
Pública. Explica Donna que: “(p)uede verse afectado por
el arbitrario ejercicio de la función pública, al margen
de las constituciones, leyes o deberes que la rigen. Esta
es la idea general, pero debe entenderse que hay que ir
más al fondo del asunto y afirmar que lo protegido es la
administración pública, en oposición a aquellos
funcionarios que de una manera aviesa actúan en contra de
la Constitución y de las leyes” (DONNA, Edgardo Alberto,
Derecho Penal Parte Especial, Rubinzal-Culzoni Editores,
Argentina, 2000, Tomo III, p. 162).
No se aprecia en el caso que Rolando César
Garay haya ejercido su función en forma arbitraria ni que
haya actuado maliciosamente. Él arribó al escenario de
los acontecimientos en respuesta a un llamado que le
solicitó apoyo e hizo lo que estuvo a su alcance para
brindarlo. Si permitió o no la presencia de subordinados
vistiendo ropas de civil es algo que en esta oportunidad
no lesionó a la Administración Pública de manera
significativa.
Si prestamos atención a la Orden del Día
N° 184 podemos advertir que el incumplimiento que se le
reprocha a Garay se considera falta grave administrativa
y, por lo tanto, estimamos que queda fuera de nuestra
competencia juzgar esta conducta por no tener la
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relevancia necesaria como para habilitar el ejercicio del
poder punitivo del Estado.
Por último, no podemos dejar de soslayar
los dichos de Alejandro Alberto Hayet, quien hasta
diciembre de 2010 estuvo a cargo de la Superintendencia
de Asuntos Internos de la Policía Federal y declaró el
día 13 de noviembre de 2012. Manifestó que la situación
geográfica condiciona, que arriba del terraplén podía
haber una situación y abajo otra. Explicó que la
recomendación para estos casos es el no uso de armas.
Adujo que parece que el objetivo estaba centrado en el
corte de vías y lo inesperado fue lo que pasó abajo.
Manifestó que no hay una regla matemática que determine
como actuar y que hay que estar en el lugar para poder
evaluar. Indicó que hasta hay una cuestión de
temperamento. A los efectos de explicar sus dichos el
deponente aportó el siguiente ejemplo: si se produce un
delito en su presencia él no esperaría a que le dé
directivas la División de Operaciones. Sin embargo,
indicó que esto es una cuestión de temperamento del
funcionario que se encuentre en el lugar, adujo que uno
puede actuar cuando no hay más remedio y otro puede
actuar antes y los dos estarían actuando bien. Indicó que
por la no criminalización de la protesta se entiende un
latiguillo político que no lo creó la policía. Explicó
que es evitar confrontaciones y que de eso se trató
cuando se dispuso que la policía no concurra armada a las
manifestaciones. Refirió que los elementos disuasivos son
los carros hidrantes, los gases lacrimógenos y el
dialogó. Señaló que el personal de la Doucat es el que
recibe un entrenamiento especial para actuar en disuasión
y que hace al sentido común el no usar armas de fuego
contra manifestantes. Respecto de una orden de no
ejecutar maniobras en caso de inferioridad táctica,
estimó que es lo que corresponde en casos de inferioridad
numérica. Indicó que el personal de la comisaría portaba
armas y respecto a los patrulleros se preguntó si eran
idóneos para intervenir. Adujo que no estaban dentro de
la orden de operaciones, fueron enviados para una
incidencia y después quedaron en el lugar del hecho.
Expresó que no quedo el personal de la Comisaría dentro
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del ámbito de la orden del día y que no es el personal
con entrenamiento para esa manda.
Respecto al señor Garay, estimamos que es
válido lo manifestado por su asistencia letrada en cabeza
del señor defensor público oficial Mariano Maciel en
cuanto que no tenía la posibilidad de evitar el
resultado, y en que “lo mandaron a lo que no se podía
hacer”. Mansilla cuando Garay intenta establecer contacto
con la Dirección General de Operaciones, por una cuestión
de verticalismo, se le dice canalice la información con
Control de Líneas, usted está ahí para observación. La
función de Garay era observar a la gente del Partido
Obrero, los tercerizados y los manifestantes que no
hacían nada. Garay observa e informa que no hacían nada,
que se estaban retirando.
Consideramos que Rolando César Garay tuvo
incapacidad de previsión. No se representó la posibilidad
de un avance de los ferroviarios sobre los manifestantes.
Asimismo, cuando esto se produjo tuvo incapacidad de
acción para evitar la acometida y luego para evitar el
regreso a las vías. Es de destacar que no contaba con los
medios necesarios, tenía muy pocos subordinados bajo sus
órdenes, los cuales no tenían el entrenamiento necesario
para intervenir y, además, portaban armas de fuego, que
como ya manifestáramos no pueden ser utilizadas en un
caso como el que nos ocupa. No tenía un conocimiento
cierto de aquello que había sucedido. No había visto a
los ferroviarios con armas, no oyó los disparos y ni
siquiera sabía de la existencia de heridos hasta que
Pintos le exhibió su lastimadura. Es probable que el
Subcomisario no haya tenido motivo para detener a las
personas que lo sobrepasaron y se dirigieron al terraplén
una vez cometido el hecho que nos convoca y de haberlo
tenido no hubiese podido realizar las aprehensiones.
Llevó adelante medidas a los efectos de obtener medios de
prueba y resguardó la misma. Es de destacar que cuando
los manifestantes se retiraron, tras la embestida de los
ferroviarios, ya estaba en la zona su superior, el
Comisario Catalán. Cuando se tuvo un poco más en claro el
panorama se hizo la consulta con la Fiscalía en turno y
concurrió la representante del Ministerio Público Fiscal
al lugar de los hechos.
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Por todo lo expuesto y en los términos del
artículo 3º del Código Procesal Penal de la Nación,
estimamos que corresponde la absolución de Rolando César
Garay.
Se deja constancia de la parte resolutiva
de estos fundamentos se encuentran a fs. 13481, punto
resolutivo N° 29.-
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