Trabajo de aplicación de conceptos básicos de patología
Edificio Palacio de la cultura Rafael Uribe Uribe
Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín
Patología I
Por: Andrés Felipe González Rodríguez, Daniel Arturo Lasso Piedrahita
El Palacio de la Cultura se encuentra ubicado en la carrera 51 N°52-01, entre el Parque Botero
y la Plazuela Nutibara, diagonal a la estación Parque Berrio del metro de Medellín. Fue
diseñado por el arquitecto belga Agustín Goovaerst en 1920 y su construcción comenzó en
1925 (GONZÁLEZ, 1986). Antaño era llamado Palacio Calibío y servía de sede a la
Gobernación y a la Asamblea Departamental de Antioquia hasta 1987 cuando el traslado de
las oficinas a La Alpujarra. A partir de entonces su uso se cambió para actividades culturales,
y fue rebautizado con el nombre de Rafael Uribe Uribe, político liberal antioqueño y héroe
militar de la Guerra de los Mil Días. Actualmente es la sede del Instituto de Cultura y
Patrimonio de Antioquia, también alberga el Archivo histórico de Antioquia, así como la
Biblioteca, la Fonoteca y la Pinacoteca Departamental. Ofrece servicios de talleres de
artísticos, proyecciones cinematográficas, alquiler de espacios, y exposiciones artísticas e
históricas permanentes y/o itinerantes. Fue declarado Monumento Nacional por Resolución
No. 02 del 12 de marzo de 1982 del Consejo Nacional de Monumentos.
El edificio del Palacio de la Cultura ha sido intervenido en dos ocasiones. En lo que sigue
analizaremos cada una de ellas para definir qué tipología de intervención se realizó según la
clasificación que se hizo en clase.
1ra INTERVENCIÓN 1987-1995
Abarcó todo el edificio. Fue una restauración en sentido estricto pues tanto el estudio
patológico como la intervención tuvieron las características definidas en clase como propias
de ella: estudio histórico, levantamiento arquitectónico, calas, demolición de prótesis,
repotenciación de la estructura, adecuación de instalaciones, etc. Sin embargo también fue
una rehabilitación porque no en todo el edificio se intentaron recuperar los espacios y
acabados originales, al contrario, debido al nuevo uso se hicieron cambios y actualizaciones
importantes. Por ejemplo, el sótano, las buhardillas y la cúpula sufrieron modificaciones en
la distribución de los espacios y en los materiales de acabados y cerramientos, por supuesto
guardando armonía con el edificio original.
Para la realización de la intervención se convocó un gran grupo interdisciplinario de personal
especializado en diferentes áreas, con miembros tanto de la administración pública, como de
firmas contratistas. El grupo se dividió en cuatro (TERRITORIO Y CULTURA, 1998):
-Investigación y documentación: Conformado por una restauradora, un químico, un
sociólogo, un historiador, laboratoristas de fábrica, entre otros.
-Estudio de funciones y diseño de intervenciones: conformado por arquitectos con
experiencia en restauración. Es de anotar que, por haber sido declarado monumento, las
intervenciones tuvieron que ser aprobadas (visto bueno que tardó dos años) y desarrollarse
bajo la vigilancia de la Comisión Nacional de Monumentos y su Concejo Filial en Antioquia.
-Dibujo y levantamientos planimétricos: conformado por arquitectos.
-Construcción: Estuvo a cargo de la firma Conconcreto, que posee un departamento dedicado
a restauración.
Para el estudio del proceso patológico se realizaron inspecciones visuales, calas en los
materiales (imagen 2), análisis de laboratorio, estudios de suelos, entre otros (TERRITORIO
Y CULTURA, 1998). La estructura se encontró en general en buen estado, con mínimas
lesiones estructurales que incluían fallas en los arbotantes de la cúpula y un asentamiento en
la torre. Las lesiones principales se hallaron en los acabados, cerramientos e instalaciones:
Igualmente abundaban las prótesis ajenas al edificio original: muros y canceles divisorios,
mezanines de madera, losas de concreto, cielos falsos, cubiertas en materiales diferentes,
cerramientos en fachadas, unidades de aire acondicionado, enchapes de madera, unidades
sanitarias, instalaciones eléctricas y telefónicas con alambre expuesto, etc
Se programó una intervención de 30 meses, pero por problemas presupuestales duró 8 años.
Para la solución de los problemas se tuvieron en cuenta las normas aceptadas
internacionalmente para los trabajos de restauración. Se pidieron opiniones a países como
Gran Bretaña, España, Italia, Cuba, Perú y México, que se procesaron con la idea de formar
un criterio propio de acuerdo con la idiosincrasia nacional y nuestros recursos.
La intervención se basó en el respeto por la idea original y sus materiales. En el sótano en el
sector de la torre se vació una placa de concreto como reforzamiento sísmico y para soportar
el peso del Archivo Histórico. Se demolieron todos los mezanines, las paredes que tapiaban
ventanas, y las oficinas nuevas añadidas en los corredores y terrazas.
2da INTERVENCIÓN 2013-2015
Para el año 2011 ya se observaba un deterioro moderado de la edificación y la obsolescencia
de las instalaciones. Se realizó un estudio detallando las intervenciones a realizar y, debido a
que se trata de un monumento nacional, se envió para su aprobación al Ministerio de Cultura.
En el 2013 se iniciaron los trabajos con un presupuesto de 3 900 millones de pesos. A pesar
de que públicamente se promocionó como una “restauración” (imagen 3), fue un caso de
reparación a una serie de elementos y sistemas puntuales. Las siguientes intervenciones
fueron listadas por el Arq. Henderson López (LOPEZ, 2015):
-Redes de telecomunicaciones: Se encontraron redes obsoletas, insuficientes inestables y la
vista. En la intervención se adecuó un espacio en el sótano como Centro de Datos. Los cables
se tendieron a través de un zócalo técnico, un elemento que constituye una prótesis, pero con
un color, material y forma armoniosos con el carácter del edificio (imágenes 4, 5 y 6).
-Redes eléctricas e iluminación: se instalaron redes que cumplieran con el RETIE y el
RETILAP. Las redes eléctricas se tendieron por el cableado estructurado en el zócalo técnico
(imagen 7). Muchas lámparas de las hornacinas se encontraban fundidas u oscurecidas por la
suciedad. Se cambiaron las luminarias por ahorradoras de modo que se logró bajar la cuenta
de electricidad de 11 millones a sólo 5 (imagen 8). En las salas de exposición y en el Archivo
Histórico se emplearon luces LED con filtro UV especiales para conservación (imágenes
9,10 y 11). En los casos en que se debía hacer perforaciones en los muros para pasar cables,
se contó con la asesoría de un calculista para escoger los sitios menos vulnerables por dónde
hacerlas ya que el sistema estructural son muros portantes.
-Redes hidráulicas: se realizaron apiques de exploración para encontrar una fuga de agua que
se sabía que existía por la cuenta de servicios pero no se manifestaba, y al final se encontró
en el vestíbulo. Se tuvo que hacer un nuevo levantamiento de redes porque los planos de las
restauración de los 90 no registraron cambios que se hicieron. En la azotea se ampliaron los
desagües pues tendía a inundarse con las lluvias. No se hicieron más adecuaciones por falta
de presupuesto, pero sí se diseñó una nueva red hidrosanitaria y de extinción de incendios
para otra intervención en el futuro.
-Instalaciones de seguridad: Se instaló un circuito cerrado de televisión conectado a una
central de monitoreo, y se instaló un sistema de detección de incendios.
-Nueva fuente: En la restauración de los 90 se instaló en el patio, que se usaba como
parqueadero, una fuente tipo hongo que tenía una doble función estética y técnica pues servía
como torre de enfriamiento para el aire acondicionado del Archivo Histórico. Esta fuente fue
cambiada a otro tipo más eficiente en el enfriamiento, con lo cual se logró disminuir 5° C la
temperatura de agua en la pileta (imagen 12). Conjuntamente con la fuente se realizó un
rediseño paisajístico de las plantas adyacentes.
-Pintura. Se repintaron todas las paredes interiores. El zócalo original del edificio estaba
pintado con una imitación de mármol que requiere una mano de obra especializada, y así fue
ejecutado en la restauración. Sin embargo se decidió pintarlo de una manera plana para
rebajar los costos en éste y en los futuros mantenimientos (imágenes 13 y 14).
-Baños: se cambiaron los aparatos sanitarios.
-Pisos: Se les hizo u diamantado y pulido, y se le sellaron los poros con un producto químico
(imagen 15).
-Revoques: esta fue una reparación inesperada puesto que durante la instalación del cableado,
comenzaron a desprenderse los revoques debido a la baja adherencia de los materiales de la
época. Para los resanes se realizó un mortero según las técnicas tradicionales, pero
enriquecido con epóxico para mejorarlo.
ESTUDIO DE CASO: PUERTAS Y VENTANAS
Las puertas y ventanas del edificio están hechas de maderas finas, con gran variedad de
tipologías dentro del mismo edificio (imágenes 16-26). En ellas podemos encontrar detalles
tallados a mano, forjados, apliques en yeso y vitrales importados (imágenes 27 y 28). Fueron
restauradas integralmente en la década de los 90 (imagen 29). Entre las lesiones que se
encontraron en aquella ocasión figuraban pudriciones, oxidación en los forjados,
acumulación de capas de pintura que borraban los detalles, grietas, fisuras, abolladuras,
faltantes, etc (imagen 30). Las causas de estas lesiones se consistían en el mantenimiento
inadecuado como en el caso de la pintura, en la acción de los elementos atmosféricos en las
ubicadas en el exterior y a las acciones mecánicas de las personas, de tal modo que se puede
apreciar como las puertas ubicadas en el primer pisos, donde antiguamente se ubicaban las
taquillas de atención al público, presentan más reparaciones. Dado que algunos vanos se
habían tapiado (imagen 31) y por consiguiente desaparecieron sus puertas y ventanas, se
lanzó una campaña que logró recuperar varios originales que habían sido reutilizados en otras
oficinas públicas o que habían sido apropiados por particulares (TERRITORIO Y
CULTURA, 1998).
Después de la restauración, los procesos patológicos se extinguieron o se suavizaron. No se
volvió a acumular capas y capas de pinturas opacas en las maderas, ni se volvió a permitir la
mutilación de los elementos, por tanto esos procesos cesaron. Con el cambio de uso la
afluencia de personas disminuyó, de modo que se ralentizó el deterioro por golpes
accidentales. Unas lesiones típicas son las grietas y fisuras en los bordes de las puertas
causadas por, según el arquitecto Henderson López, el viento cuando las cierra
violentamente; se constató que no se instaló algún artilugio para amortiguar esos golpes ni
después de la restauración, ni después de las reparaciones del 2013. El deterioro de los
cerramientos exteriores continuó puesto que los agentes atmosféricos siguieron incidiendo
en la madera, si bien mejoró su resistencia gracias a los inmunizantes y sellantes que se le
aplicaron en la restauración. Los elementos metálicos sufrieron un proceso normal de
oxidación o desgaste; un caso extremo fueron las ventanas de guillotina a las cuales a todas
les dejó de funcionar el mecanismo que permite que se queden estáticas en el punto en que
se abren.
Para las reparaciones se instaló un taller de carpintería en las buhardillas del mismo edificio.
Cada una de los elementos se desmontó para lijarlo, renovar el inmunizante, aplicarle el
producto IMPER de SIKA para sellar la madera, y nuevamente pintar (cuando se buscó la
ficha técnica del IMPER, se verificó que extrañamente se trata de un producto para sellar
muros). Se consiguieron maderas antiguas de demolición para reemplazar partes en aquellos
lugares que lo ameritaban. Algunos de estos reemplazos son evidentes por el color
contrastante de las maderas, mientras que otros no (imágenes 32-35). Se repararon los
vitrales; al mirarlos con detalle es fácil distinguir las partes nuevas puesto que los vidrios
tienen otra textura, y en el caso de los emplomados, los antiguos son redondos y con textura,
mientras que los nuevos son planos y lisos (imágenes 36-38). Se reemplazó el sistema de
guillotina de todas las ventanas defectuosas (imagen 39). Se realizó un mantenimiento de las
cerraduras, bisagras, pomos, asideros, etc, aunque en al menos un caso se descubrió que a un
asidero no le hicieron el mantenimiento como a los demás (imágenes 40-42).
REFERENCIAS
GONZÁLEZ MEJIA, Conrado; BETANCUR DE ISAZA, María Eugenia; et al.
Palacio Calibío-Gobernación de Antioquia, Palacio de la cultura de Antioquia-Rafael
Uribe Uribe. Medellín: Gobernación de Antioquía, 1986.
INSTITUTO DE CULTURA Y PATRIMONIO DE ANTIOQUIA. Exposición
permanente sobre la restauración del Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe,
Medellín, 2015.
LOPEZ OROZCO, Henderson Alberto, funcionario de la Subdirección de Patrimonio
y Fomento artístico y cultural de Antioquia. Entrevista personal, Medellín, 2015.
TERRITORIO Y CULTURA, VOLUMEN 1. Medellín, Secretaria de Educación y
Cultura de Antioquia, 1998.
IMAGENES
Imagen 1, vista exterior.
Imagen 2, calas
Imagen 3, Propaganda de la última intervención.
Imagen 4, zócalo técnico en oficinas.
Imagen 5, vista general del zócalo técnico
Imagen 6, detalle zócalo técnico.
Imagen 7, detalle salidas eléctricas y de telecomunicaciones.
Imagen 8, vista general de la nueva iluminación.
Imagen 9, nueva iluminación en el Archivo Histórico de Antioquia
Imagen 10, vista general nueva iluminación en salas de exposición.
Imagen 11, detalle montaje de nuevas luminarias en salas de exposición.
Imagen 12, vista general nueva pileta y nuevo paisajismo.
Imagen 13, vista general zócalos interiores.
Imagen 14, detalle del antiguo marmolizado en los zócalos interiores.
Imagen 15, vista general del brillado de pisos.
Imagen 16. Tipología de ventanas batientes.
Imagen 17, Tipología de ventanas de guillotina
Imagen 18, tipología de ventanas batientes con persiana.
Imagen 19, tipología de ventana fija.
Imagen 20, ventana fija tipo vitral que da hacia el salón de la antigua Asamblea
Departamental
Imagen 21, tipología de ventana fija, insertada en la restauración de los 90 en claro contraste
con el estilo de las demás ventanas.
Imagen 22, puerta exterior
Imagen 23, puerta típica interior con vitrales
Imagen 24, puerta interior sin vitrales
Imagen 25, tipología de puerta en el sótano.
Imagen 26, tipología de puerta con taquilla.
Imagen 27, detalle de talla a mano en puertas.
Imagen 28, detalle de vitrales y aplique en yeso.
Imagen 29, levantamiento de lesiones en muro incluyendo puertas. Tomado de
TERRITORIO Y CULTURA, 1998.
Imagen 30, Estado de la puerta principal antes de la restauración. Tomado de TERRITORIO
Y CULTURA, 1998.
Imagen 31, estado de una ventana tapiada antes de la restauración. Tomado de TERRITORIO
Y CULTURA, 1998
Imagen 32, detalle reemplazo en puerta no contrastado
Imagen 33, detalle reemplazo en puerta contrastado.
Imagen 34, detalle relleno de oquedades.
Imagen 35, detalle reemplazo en ventana exterior.
Imagen 36, detalle emplomadura original
Imagen 37, detalle emplomadura nueva.
Imagen 38, detalle vidrios antiguos (textura menuda) versus vidrio nuevo (textura gruesa).
Imagen 39, detalle nuevo mecanismo de guillotina.
Imagen 40, detalle cerradura original.
Imagen 41, detalle asidero reparado.
Imagen 42, detalle asidero sin reparar.
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