7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 1/156
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 2/156
AS PUBLICADAS
STA BIBLIOTECA
FEMINISMO
Carlos Vaz Ferreira
•
e
iÓN ARGENTINO
César Tiempo
•RAS SOBRE LA TIERRN
ancisco Espínola (hiJoJ
•AJERO INMÓVIL
Samuel Eicbelbaum
•
•ÓN
•O LADO DE LA ESTRELLA
Raúl González Tuñón
•A DEL NOUS
•
EDICION DE LA
SO.CIEDAD AMIGOS
DEL LIBRO RIOPLATENSE
ESTE EJEMPLAR . FUE IMPR ESO
EXPRESAMENTE PARA
ALBERTO Z. PINTOS
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 3/156
SOCIEDAD AMIGOS DEL
LIBRO RIOPLATENSE
SECCIÓN ARGENTINA
DIRECTOR
ADMINISTRADOR
CÉSAR TIEMPO
'SECCIÓN U R U G U A yA
DIRECTORES
ADMINISTRADORES:
AGUSTÍN DE OCAMPO
ALFREDO MARIO FERREIRO
Corresponsal- administrador para el interior y exterior
JUAN EDMUNDO MILLER
COMITÉ CON S U L.TIVO;
MARIO BRAVO
ARTURO CAPDEVILA
SAMUEL EJCHELBAUM
RICARDO ROJAS
JUAN TORRENDELL
SARAND I , 751 (2 .0 )
U. TELEF, CUYO l47l 1025
B U E N O S A I R ES
COMITÉ CONSUL.T\VO:
EMILIO FRUGONI
EMILIO ORIBE
CARLOS SÁBA'E ERCASTY
JUSTINO ZAVALA MUNIZ
ALBERTO ZUM FELDE
CERRITO, 440
TELÉFONO: U. T. E. 8 1401
MONTEVIDEO
/
TEORIA
VOLVM.EN X
DEL NOUS
E D I C I O N E S D E L A
SOCIEDAD AMIGOS DEL
L I B R O R I O P L A T E N S E
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 4/156
ES PROPIEDAD
Reservados todos los
derechos de reproduc-
ción y adaptac ión.
Copyright by "Sociedad Amigos del Libro Rioplatense"
MONTEVIDEO - BUENOS AIRES
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 5/156
.t
11
EMILIO ORIBE
,TE .ORIA
DEL NOUS'
BUENOS AIRES ~ MONTEVIDEO
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 6/156
OBRAS DEL
VERSO
I9I5- EL NARDO DEL ÁNFORA.
I9I7- EL CASTILLO lNTERl'OR.
AUTOR
I9I9- EL HALCONERO AsTRAL Y OTRos CANTOs.
I 9 2 2 - E L NuNCA UsADO MAR.
I925- LA CoLINA DEL PÁJARo RoJO.
I930- LA TRANSFIGURACIÓN DEL· CUERPO.
PROSA
I93I - PoÉTICA Y PLÁSTICA.
I932- HACIA UN A EscuELA DE BELLEZA.
I934- TEORÍA DEL Nous .
«<MPRESORA URUGUAYA» S. A .- Cerrito esq. Juncal.
ACLEMENTE EsTABLE
PIUNCIPE DEL NOUS
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 7/156
. . . pues de cualquier modo que todo debe ser y de
cualquier modo que todo ha1ya sido y no sea ahora,
.de cualquier rnodn que todo sea, el Espíritu (No
.es el que lo ha pues to en orden . . .
(Anaxágoras de Clazomene - XII) .
Esto es lo que hizo Anaxágoras: olvidó el cerebro,
.su p.asmosa complicación, la delicadeza y compleji-da!d de sus evoluciones y vías y decretó un "espíritu
en sí". Este "espíritu en sí" tenía libre arbitrio, elúnico de todas las sustancias que tenía libre arbitrio.
Asombroso descubrimiento!NIETZSCHE.
Los que así pensaron, afirm.aban que hay un prin-
cipio, de las cosas que es al mismo tiempo causa de
helleza".
ARISTÓTELEs.-Metafís ica .
:Parte l. Cap. III.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 8/156
La Inteligencia de que se habla aquí, no es la misma
que preocupa a tal poeta o filósofo contemporáneo.
La Inteligencia de que a menudo se habla aquí, pro-
viene del "N oi.ts" helénico de Anaxágoras, se vincula
con las i·deas platónicas, se purifica en Aristóteles y
la escolástica, asciende sobre el misticismo plotinia-
na, avanza en los tiempos, circula ·en Descartes y
en Hegel, y se diversifica, dispersándose en algu-
nos hombres de hoy. Si aquí renace después de es-tas peripecia:S y de servidumbres mayores, y lo hace
con vestidura poética, mejor. Si al N ous lo he de
considerar indispensable, en absoluto, para nuestra
salvación, esto no significa que deben repudiarse las
activi·dades menos inteligentes: aquellas que condu-
cen a las afirmaciones técnicas, científicas o positi-
vistas. Lo que ocurre, es que a ·estas últimas tenden-
cias no es necesario traerlas o exaltarlas; ya están
aquí; hay que pulirlas y formularlas en corpórea
doctrina. Y a han poblado la indigencia. La acciónvino y sigue viniendo aún, como viajero apresura·doe intruso; vino sin esfuerzo de nuestra parte, co'mo lo
hacen los inmigrantes, en las proas. Esto no es malo
ni bueno. Con ello, nuestra existencia es tan nula co-
mo la 'de los habitantes del sur de Italia, en los añosde la colonización griega, antes de que a 'Pitágoras
(la Inteligencia, el Número) se le ocurriera emigrar
de su país e instalarse en aquellas tierras. Los natu-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 9/156
12 EMILIO ORIBE
rales recién tomaron contacto con la hi,s,toria: antes
no existían.
No moriremos por falta de energías, ni :de traba-jos, ni de riquezas, ni de disciplinas. Moriremos por
falta de ideas. Hemos empezado con penurias de
pensamiento; si persistimos en la acción, sólo halla
remos muertes. Poseer ideas originales y verdaderas
es doniinar la acción, encadenándola a uno mismo.
La mejor aeción ·es aquella que es instrumento de
ideas. La inteligencia es la acción en potencia; . oda
acción que no dimane de ideas, que no venga de la
inteligencia, ·será impura y desordenada, y podrá ser
deteni·da por otras accwnes contrarias hasta ser reducida a cero.
Heladas ideas? Sí, son imprescindibles para nos
otros. Los ríos más fecundos siempre tienen origen
en alguna cumbre helada. En el agua del estuarioque ·conduce navíos, fecundiza tierras y naciones
crea, se puede distinguir la diáfana presencia y el
sacrificio invisible del agua congelada, inerte, para-
lítica . . . de las cumbres.
El Nous no es la sola inteligencia; no es el espíri
tu tampoco. Es una ·categoría superior a ambos : se
alimenta de esas fuentes y del amor: por encima de
esta suma, hállase el Nous, constituyendo una cate
goría integral, pues siempre les agrega algo más, co-
TEORíA DEL NOUS 13
mo pasa con todas las síntesis.de la vrda psicológica.
Antes bien, más exacto sería decir que inteligencia,
espíritu, amor, son descendimientos del Nous . . .
La inteligencia se distingue del N ous en que ella
es fundamental experiencia. El Nous es categoría.
El Espíritu se distingue del Nous en que aquél
es trascendente a la acción, mientras que d Nous es
una acción inmanente y ordenadora.
El N ous es una inmanencia y una categoría al mismo tieinpo.
La categoría de las categorías o sea el modo es
pecial del Ser.
Teoría implica una procesión de intuiciones alre
dedor ·de una idea fundamental. La procesión en do
minio de lo psíquico, desciende a lo inconsciente,
retorna después e ilumínase en lo abstracto y avanza
siempre 'COlmándose de certidumbres. La •expresión
de esas cerüdumbres requiere una fórmula impreci
sa, enunciada a través 'de aforismos, ejemplos, y
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 10/156
14 EMILIO ORIBE
palabras de 1,ma gran pureza. La pitia de las teor,íastiene que sugerir antes que hablar. Su ·palabra sera a ·
la sugestión superior lo que el eco a la voz; por eso
débese desentrañar a través del humo el resplandor
de l fuego, y aún má:s; débese reconstruir la finaarquitectura de la llama con los restos de la última
centza.Teoría, implica en su $entido griego, un conjunto
de modulaciones anímicas en trance de contemplaciónsin cesar renovada, de especulaciones indirectas y de
explicaciones puramente intuidas.Lq, claridad que surja será momentánea; pero, por
ello mismo, el N ous se revelará fi.el y divino.
Imperativo de una educación estético humanista,
dominando y ·conteniendo los impulsos vitales de pueblo joven; culminación eri una cultura superior,
bre, abundante y tiránica, que nos traiga para s ~ s t t -tuir a la dicha animal de vivir orgánicamente bten,
el sufrimiento. infinito de pensar y de crear bien.
Montalvo, con su estilo y pensamiento, sobrepasará oor mucho tiemuo a la mentalidad suramericana.
luz tarda, per¿ llega al Nuevo Mundo, este in
menso deoósito de sombra:s". Esta frase de Montal
vo, desde- que la leí, me causa pavor; parece caída
de los labios del titán en el amanecer del Cáucaso.
Verdad genial y terrible! ¿rPara qué tratamos de
vivir, si no nos disciplinamos hacia el pensar?
TEORíA DEL NOUS 15
Metafísicamente, en el problema de sustancia, la
materia aparece, ¡ah! como el gran pecado original
de la razón.
Buscar la filosofía precisamente , porque. es una
poesía a:dulta, porque es el mayor dolor, la mayor
desesperanza, la mayor actividad siendo la dignidad
mayor. Grecia se salvó por sus filósofos; el tiempo,ri.1ás fuerte y más astuto que el persa, la hubiera destruido si no hubieran ·existido las a<;a:demias filosóficas . Homero, Esquilo y Píndaro, parecen ta n gran
desporque
losresguardan
lasfiguras de Platón
yAristóteles. Sobre todo este último, inconmensurablee indestructible, conduce en sus hombros a toda laantigüeda:d y por d puente de la Edad Media, la
trae a nosotros, ardiendo en d N ous, salvada y puri- ,ficada.
La poesía es una alta matemática que se ignora.
El nú.mero pitagórico es el pensamiento determi
na:do o determinable y la poesía es el pensamiento
indeterminado o indeterminable.
N o enviemos a Europa, como beca:dos, a estudiantes de ciencias aplicadas, ni químicos, ni agrónomos,
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 11/156
16 EMILIO ORIBE
ni hombres prácticos. Todo eso nos lo trae el vientre
del barco. N o necesitamos acción urgente: nos ha:ce
·falta inteligencia especulativa. Enviemos jóvenes ávi-:
dos de filosofía que regresen después 'COnvertidos en
recias mentes filosóficas. Y de las más grandes si
pueden. Entre los griegos, la filosofía fue importada.Lo más sublime del pensamiento humano floreció en
Grecia, debido a esta:s implantaciones de Oriente.
Seamos prácticos de una vez. Repitamos la historia
en ·eso; lo demás es teoría y miseria.
La lucha del espíritu creador y ordenador (N ous),
no será contra d impulso desenfrenado ni contra elmal. La lucha se la planteará la mente intelectuali
zada, o mejor, la forma más general y torpe del in
tdectual actuando: lo que denomina la mentalidad
administrativa. Donde quiera que el N o1u aparezca
en forma de llama o revelación, no lucharán tan
cruelmente con él la sombra y el ·caos; d enemigo
permanente del N ous es el cristalizado administrati
vo, profesor de filosofía y no ·creador, crítico y no
vidente, teólogo y no místico, gobernante y no soña
dor, pedagogo y no poeta. El espíritu creador, al ma
nifestarse en luz, elimina algo que va precipitándoseen torno suyo, como el residuo tóxico de las antor-
chas o de ciertas lámparas de aceite, que llegan a
crecer y a ahogar la lumbre inicial. Tal le pasa al
hombre ·creador; el N ous actuando, de sí mismo
dejará brotar una escoria, que se levantará ·contra él:
será la mentalida:d administrativa, el práctico, el téc
nico, el parásito de lo creador y el enemigo.
TEORíA DEL NOUS 17
La nacionalidad es un asunto ·de la razón. Donde
no hay cultura original, a base de revelaciones espe
cíficamente humanas de la inteligencia y del sentimiento, dirigidas como flechas divergentes a los pro
blemas absolutos del saber y del crear, no-hay nacio
nalidad. Habrá población, . colonia, factoría, pero
jamás nacionalidad. Más que riquezas, ejércitos y
heroísmos, 1o que define a las nacionalidades es la
ciencia, la filosofía y el arte originales o tendiendo
hada ello. En ese sentido, nuestro sino durante mu
chos años será no existir.
Todos los gobernantes llamados pt:ácticos, son teó
ricos y míseros imaginativos; la única salvación
nuestra está e.n el pensar: el hacer no nos traerá sino
bienes fugaces.
Ha y •seres, los instintivos, llenos de muy precisas
intenciones frente al mundo; los inteligentes en cam
bio, se destacan por sus intenciones imprecisas. Laintencionalida:d frente al cosmos, sirve para definir
el valor del instinto y del pensamiento, tanto como el
de los individuos.
La ciencia, que postula lo real de un mundo inte
ligente de leyes, por debajo del mundo sensible; y
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 12/156
18 EMILIO ORIBE
que de spués va a crear algo que tiene por fin suplan
ta r ese mismo mundo sensible, s iempre es un agrega-
do aclemá:s de lo que ofrece la naturaleza. Y ya no se
queda ahí, sino que le hace la guerra ·con afán ele
suplantarla. Se hunde en lo natural para conocerlo y
vencerlo, colocando una nueva naturaleza ante la cualla otra debe ceder. La ciencia, pues, es beligerancia
y anti-naturaleza, lo mismo que el arte, que no es la
naturaleza, según lo ·enseñaron Hegel y Goethe. E l
hombre, entre tantos destinos que puede tener por
virtud y fatalidad ele la razón, construye un sabio
cosmos abstracto primero, y real después, cuya mi
sión es mejorar, desplazar y sustituír todo lo natural.
Guerra de l hi io armado de ciencia contra la madre
m o n s t r u o s a m ~ n t e hermosa y ·ciega que lo engendró.
Reincidencia en el amor pigmaliónico hacia el artifi-
cio engendrado. Teóricamente, podemos imaginar con
lo s siglos, un mundo construíclo por la razón y el arte
de la humanidad sobre las ruínas del cosmos natural.
El hombre no podrá borrar el cielo, pero lo de la
tierra ouecle borrarlo. Una gran ciudad moderna, un
puerto: una fábrica, son anticipos ele ese mundo soli
dificado ele la razón.
El Nous introduce la idea ele unidad en donde se
presenta. La aparente variedad y el cambio que de
nuncian ciertos librOs en los que el Nous flota como
inmanente, es ·consecuencia de una atención superfi
cial de los lectores. Este libro podría llamarse Uni
dad, y no se cometería error al hacerlo.
TEORíA DEL NOUS19
En los perceptos, iniciamos siempre una aventura
pastoril. Se nos fugan rebaños de representaciones
psíquicas, apenas recibimos en la conciencia un ·estímulo sensorial ·cualquiera. Huyen ele nosotros hacia
un mínimo llamado de l mundo externo. Además,
podemos experimentar otra bella situación: con una
simple pedrada de ondulaciones físicas, vttelan como
pájaros formando objetos, miles de representacionesque ignorábamos en nosotros.
El conocimiento ele lo genial en filosofía o arte,
necesita del artificio ele una cierta fabulación inconsciente y de alejamientos. Se recurre, por ejemplo,
en el razonamiento o en el recuerdo, a la obra de Pla-
tón o Shakespeare y se las considera como una fluen
cia no abarcable de ideas originales, de bellezas de
todo orden o de imaginación ilimitada. En verdad,
el contacto que hemos tenido con ellos ha sido ne
cesariamente parcial. Son ·demasiado vastos y difíciles
sus dominios. Nuestra utilización memorativa tam
bién estará sujeta a vallas y lagunas. Con todo, re
trospectivamente tenemos la seguridad ele que allíexisten bellezas inagotables, sorprendentes . . . No sa
bemos bien en qué consisten: todo esto es una fabu
lación feliz, con sus raíces en experiencias incomple
tas y tradiciones escritas por otros críticos. Además,·
es confirmable; basta con organizar lecturas, deci
mos, y nuestra certidumbre se ·colmará. El genio
complica la fé nuestra en él. Tal mecanismo es carac
teríst ico ele todo conocimiento que sobrepasa las me-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 13/156
20 EMILIO ORIBE
diocres proporciones. Beethoven o Bach, se cargan
así en nosotros de seguridades ele genialidad, que no
sabríamos valorar bien. Un océano o una montaña,
o una g1:an ciudad que hemos visto alguna vez, se
completan en el juicio o en el recuerdo con cualidades
mágicas que nunca hemos sentido del todo. Puedo
haber visto parte ele los Alpes o del Mediterráneo. Si
nie preguntan detalles o se habla de ellos, afirmaré
que contendrán paisajes de encantamientos, peligros,
colores y tradiciones que sé que en ellos subsisten y
que yo no experimenté al verlos, sino muy superficia l
mente. Los Alpes! Sí, el viajero pa:sa, mira y se va!
Con el fluir de los años agrega a sus imágenes mu-
chísimas otras, hasta aiirmar una Pealidacl inexperi-
mentable y no obstante muy verdadera. Esta fabula-
ción inconsciente es absolutamente necesaria; sin ella,nuestra representación del mundo sería insignifican-
te. Si suponemos que nos hemos quedado a vivir en
los Alpes y en el Mediterráneo, tendremos un em-
porio fenicio de experiencias utilitarias, localizadas
al paraje en que vivimos, y más concretas que las
narradas anteriormente. Pero, ese conocimiento más
exacto, aunque má:s leal, es también más limitado y
a veces, mísero. Tiende a ·empobrecerse en vez de ha-
cerse potentado de aportaciones inconscientes. El que
en las montañas o en el mar se queda y de sus dones
vive, puede ,compararse al que en Shakespeare o
Dante se especializa. Ese quedarse así, termina por
hacer del mundo o de la belleza una cárcel, en vez de
una libertad inabarcable y feliz.
El Nous revivido se define como una nueva aspi-
ración metafísica de forma. La mentalidad miestra
TEORíA DEL NOUS 21
clama por la necesaria forma precisa, por medio de lacual adquirieron un sentido esencialísimo la cultura
gr iega y la meclioeval. Clama por la forma que deter-
mine los límites, leyes y números, que deben salva-
guardar nuestra vida incoherente, a base aú n ele
expresiones confusas y ele acción inconexa. La formadel espíritu encendido, más duradera que el bronce,
más pura que el blanco mármol, más diáfana que el
mismo diamante . . .
E l razonamiento normal, ante la conferencia "Qué
es 111etafísica" de Heidegger, empieza a desmenuzar
primero, y a precisar o reconstruir después, el concep-
to que puede formarse ·de la N acla. Parece que laexistencia ·conceptual ele ésta anduviera corriendo el
mismo ·destino que la Belleza, el Bien y otras ideas.
De modo que, al principio, se podría creer que la
mente tuviera cierta conveniencia de orden intelec-
tual, algo presurosa, ele ~ s i g n a r ! e a la Nacla un sitio
muy cómodo al . la-do ,¿e la-s Ideas. Pero, pensando
más, el espíritu, sobre la imagen de ese fantasma que
ha dejado ubicado entre otros fantasmas, ve levantar-
se una contraimagen obsesiva y sin contorno, una
Na:cla siempre renaciente, que persigue todos los tra-
bajos ele la razón.La Nada no se está quieta nunca. Imagínese una
Nacla inmóvil: ella se movilizará enseguida, impul-
sada por el resorte ele contradicción existencial y
lógica que lleva en sí. La N ada repele vigorosamen-
te el involucro de la inmovilidad y hácese activa comouna mónada. Po r lo que a mí respecta, por momen-
tos, paréceme que la Nada toma su origen en ciertas
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 14/156
1
1
¡:
22 EMILIO · ORIBE
experiencias psicológicas muy comunes y :vulgares.
Todo objeto percibido tiene por sombra su no ser.
Así, en cierto instanve, busco algo que dejé en tal
sitio, no lo hallo y digo: No hay nada. No •está lo
que ueí encontrar. Golpean en la ·ouerta de la calle.
Salgo y no veo na:cla. Razono en;eguicla, instantáneamente: no hay nada o i1aclie . Esto indica la au
sencia de algo pr·eciso, concreto y conocido que debíaestar y no está. Estas Nadas parciales, anclan llenan
do toda nuestra experiencia consciente, en millares
de representaciones diarias. De donde resulta que si
bien no están las cosas o seres como suponíamos, en
el espacio, en su si tio se encuentran las Nadas, que
a su vez, ·coexisten como estados de nuestra concien
cia . . . De ahí que no tengamos otro camino que ad
mitirles una coexistencia real o ideal, la que por otra
parte, para los idealistas sería tan sólida como la del
resto -del mundo externo. . . ¿\Pero estas sumas de
estados de ·conciencia de la Nacla, forman la gra.n
Nada, el No Ser metafísico?
Po r lo pronto, antes de aceptar o rechazar esta
pregunta debemos desmenuzar otros contenidos de la
N acla: la Nada espacial, ese ·espacio geométrico y ra
cional, ·esa cantida{l homogénea, ilimi tacla, isócrona,
contínua . . . Ese vacío espacial es el disfraz repre
sentativo más digno y jerárquico que se inventó
para la Nada. Es el espado metafísico. Pero si eseso, no es la Nada, por ser cantidad no es la nega
ción del Ser, del Todo, y del mismo espa,cio, por su
puesto. . . La N acla, pues, parece ser inmovilizable
en el molde espacial : no queda como una momia
allí para que la miremos a través del vidrio de la ra
zón, sino que se levanta, se incorpora y nos persigue
y nos penetra .. Otra forma de libertarse de la inca-
\
1. TEORíA DEL NOUS 23
paciclad para representarla, es buscarle la identifica
ción que de ella se hace con la muerte. . . Es lo que
nos lega.ron las obras •de los hombres suf rientes, los
doctores místicos y de todos los que no pueden más
con E lla. Tal vez sea la actitud más buena de ·conce
bir la N acla: algo que en lugar de categoría espacialmás bien es categoría temporal. O el tiempo y la
muerte, aliados, forman la Nacla, así concebida, la
cual tendería a implicar fulminantemente, y antes
que toda fe salvadora, nuestro aniquilamiento seguro,
la certidumbre de que todo lo que somos ahora pasará a se r Nada, y con ello el mundo que nos rodea . . .Pero esto, coincide en último término con la negacióndel Ser; de donde resulta la monstruosidad racional
y demasiado humana a la vez, de que la N acla se
<levora al Ser, y que por lo tanto, en términos abso
lutos, lo {mico que Es es la Nada.Estos retornos y fugas provocan estados de dis
gusto que pueden conducir a los límites de la locura;
sabemos así que aquel silencio de los espacios infini
tos de que hablaba Pascal con terror, era una forma
de la Nada . . . Entretanto, miremos el mar, las for
mas, los seres. Mejor es olvidar aquel fantasma enlo posfble y vivir en las cosas : o sea, que la percep
ción y el sentimiento aniquilen ese despótico huésped.
Ta n inverosímil y trágico es el proceso' de alcanzar
la verdad, que su mismo logro implica una destruc
ción automática. Verdad colmada, muere. E l conoci
miento destruye lo que desea conocer, y en ·eso, su
proceso es de a·cción tan vital como los mismos ape
titos.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 15/156
24EMILIO ORIBE
La sed se afana en dicha de extinguirse, o lo que
es lo mismo, su afán y su dicha es morir; no ser más.
La razón opera lo mismo con el objeto :una vez que
liega a la dicha de conocerlo, lo mata. Un insectoen el goce reproductivo y la razón frente a la más
alta verdad, actúan del mismo modo. La verdad viva,
después de ser conocida, se torna en una ley, en un
número, en un elemento muerto, que los sabios se pa
de uno a otro o se afirman sobre él, como el pasa
Jero se apoya sobre un montón ele piedras, detrás ele
una muraiia frente al mar, para ·lograr ver más aiiá,
en lo posible ele la vida y el espacio. La obra aniquiladora que la razón realiza con su objeto y con lo
que más quiere, por lo tanto, no es tan novedosa
como se ·cree. Con la belleza, por el mismo proceso,
dos metafísic?s ele los más graneles, y poseedores de
la más aguda sensibilidad artística, han realizado uncrimen igual. Platón, abatió la teoría ele la mímesis
y quiso borrar la poesía de Homero, en nombre del
o.rden ra·cional impuesto por la Idea, y Hegel, muchos
stglos después, vióse en igual laberinto. Al final del
conocer, la verdad aparece recuperada, pero es una
pieza de caza sin vida; con eiia al hombro y asistien
do a su descomposición, y sufriéndola, nos internamos en otro dédalo.
Vivía su poesía ·sin hacérselo notar a nadie. Se
enmascaraba hasta en eso. Todo en él se evidenciaba
pequeño, impreciso, doloroso. Su oersona desencan
taba. Pero era divino : porque todo aoarecía en él
profético; y más aún, desde el don ele su- inferioridad.
· TEORíA DEL NOUS 25
Po r abundancia de ootencias vitales somos men
digos, y moriremos püt-- falta absoluta ele necesidades
metafísicas o religiosas.De los desequilibrios, hemos elegido el peor.
La muerte desdeña las figuras que la vida le entr-e
ga hechas y definidas ·como estatuas; la muerte pre
fiere las figuras q t ~ e ella puede rehacer. La muerte es
acción.
Para confirmar lo admirable que es la razón, pién
sese que hasta para comprender a los que prescinden
ele 'ella o la limitan o menoscaban o repudian, hay
que ser' ante todo inteligente. P a r ~ comprender b ~ e ? la
intuición bergsoniana hay que desplegar muchtstma
inteligencia. N o es posible intuir esa i n t u i c i ó n ~una herramienta finísima ele diamantes. Y la mustca
de Debussy y la poesía de Rilke, no ·constituyen el
más innegable goce para las graneles inteligencias?
Los s-ensitivos quedan fuera del muro.
La siembra de Deucalión; la realiza nuestro pen
samiento diariamente. En la percepción, las cualida
des de los objetos del mundo externo son arrojadas
por nuestro yo: las representaciones ps_quicas cons-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 16/156
26 EMILIO ORIBE
truyen los objetos, nosotros los arrojamos con las
cinco hondas de los sentidos. Somos honderos de re
presentacines que al caer en el subsuelo sustancial
crean objetos vivientes sobre partículas de un s u p u e s ~to cósmico.
.$
La historia es aquello que en último término tien
de hacia lo mágico e infantil. El hombre afea la his
toria al ·crearla; el tiempo la embellece. Cuanto másalejado está un hecho, un episodio, más luminosi
dad, candor y aspecto de juego va adquiriendo. La
guerra de Troya, las ·conquistas de Alejandro, las
Cruzadas. En la medida en que los hechos se van
acercando a nuestra época, van perdíendo esa poesía
por complejidad, oscuridad e importancia. !Pero des
p.ués de tal enturbiamiento, lo de hoy, trágico, difí
Cil, oscuro, se tornará semejante a los hechos cit3.'dosal principio; una inteligencia clarísima va iluminan
do y purificando todo. En torno nuestro reinará la
claridad y la poesía, el tejido de la tela se·irá hacien
do transparente, hará invisibles a todos los que no
servimos para sus fines y se ·caerá, al fin, de las ma
nos de los últimos hombres, deshaciéndose y eles-haciéndolos.
En los sueños, los elementos del mundo exteriorno pudiendo penetrar a la conciencia por las puertas:
pues se hallan cerradas, lo hacen infiltrándose a tra-
vés de las paredes, como los duendes. Allí se unen
con otros fantasmas de la memoria. Un a vez adentro
es claro, hacen lo que quieren. Toda la lógica ulterio;
depende del primer detalle.
. TEORíA DEL NOUS 27
Antítesis de la conducta y subterfugios proviso
rio;;: eludir la indigencia mental por medio de heroís
mos. Ignorancia heroica. Antítesis: ocultar la cobar
día moral o física, bajo máscaras de abstra'C;ciones y
meditaciones egoístas. Sabiduría cobarde.
La naturaleza se nos aparece, estrechamente unida
por vínculos musi·cales y leyes matemáticas.
La imagen •es nuestro primer esfuerzo tiránico, el
afán de lo concreto, lo uno, el N ous ·embrionario,
sobr·e la multiplicidad del espíritu y de los fenómenos.
La emoción poética es transitiva y transitoria;
transmite y pasa y no perdura en su sino. Los mejo
res de esos poemas sensitivos deben ser breves y ac
tuar apenas rozando las (llmas, o hiriéndolas ·en contactos sutiles. El sentimiento empaña el cástal del
pensar discursivo, y los venhderos poemas, como las
sinfonías, terminarán por transformarse, si quieren
perdurar, en obras a-rquitectónicas y en grandes edi
ficios de ideas. Las ideas sori huéspedes angélicos ex
cluyentes, que hacen invisibles a los demás habitan
tes ele la poesía.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 17/156
28 EMILIO ORIBE
¿Estaremos aun en las vecindades del diluvio he
sióclico, p o c l r e ~ n o s sembrar·enseñanza s, ideas, bienes,
escuelas, al azar, en América, sino r d ~ n
alguno ? ¿E s. taremos en una edad cleucaliónica ? ¿De aquí a Só
et·ates, el sembrador racional, faltarán siglos?
Con la misma e.nergía espiritual que se gasta para
realizar actos sin ninguna importancia todos los días,
se pueden también conseguir finalidades trascenden
tes. El hombre es un ser triste y ciego; miles de se
res se matan o se agotan en propagandas, odios, ac
tos, todos los ,clías, en muy cercanos y distintos pue
blos, por causas que no guardan ninguna relació-n en
tre sí y que se anulan mutuamente.
Mucho cuesta emanciparse de los gasta:clores eleenergías estériles; ellos arraigan el). nuestros há-bitos, los seguimos, y hasta les tenemos una gran sim
patía, al.mque reconozcamos que no valen nada racio
nalmente, y aunque los juzguemos inútiles al espíritu.Una detención, una iluminación del N ous, instantá
neo y fugaz, nos devuelve nuestra personalidad par
cialmente alienada ·por ellos. Ha y se res puros, d' em,-
blé, ¡bienaventurados, ellos! Lejos ele los turbulen
tos y vacíos, son lo mejor ele la humanidad, pero en
nuestro medio cuesta tanto libertarse ele los otros y
sus torpes ata-duras, como realizar una obra inmortal!
TEORíA DE L NOUS29
Fragmento que podría ser de un h i m n ~ . r i e ~ o :"Tanta acción, tanto ideal vago, tanta faethclad m
genua! ¿Qué hemos obténido? Eso ya nos aniquila Yespanta al mismo tiempo. Sálvanos, oh N ous, con
tu diamante racional".
N o hay partido sin amo; es lo repugnante _de p e ~ -tenecer a las sectas. Estas presuponen la extstencta
ele amos no pueden concebirse •sin él. Los amos polí
ticos s o l ~ simples fenómenos afectivos personificados
y objetivados. A veces, ni eso.
Mirando y remirando el enigma de nuestro ser
consciente, en tanto somos espectadores atentos, con
cretamos ton todo muy pobres detalles. Necesitamos
lo mucho de las aportaciones antiguas. De ello ·se de
duce que lo que la psicología es_peculativa d ~ b e ~ _ l amística no ha sido bien estableCido aun con JUStlcta.
Más aÚá de todas las experiencias, el análisis y elsondeo rle los místicos ha iluminado los laberintos Y
expresado la concepción de la vida psí:¡uica. Las imá
o-enes ele James y de Bergson, la corrtente de 1:_ con
~ i e n c i a y d-el pensar, hoy incorporadas a la n a n ~y condenadas a la rutina, son groseras e tmpuras st
las comparamos con las alegorías sobre el alma que
crearon -San Juan de la Cruz o Santa Teresa. ¿Y es-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 18/156
30EMILIO ORIBE
to, de los "Divinos Nombres" de Dionisia el Areor)a-o-· t ? "A ' 1ol a. st .con:? as luces de las lámparas que están
una habtta'Clon, todas ellas están unas en otras re
c t p r o ~ a n : e n t e , no mezéla:das, y existen perfectamentepor st mtsmas, entre ellas mutuamente c l i s t i n t ~ s uni
en una sola luz separadamente y distantes et; conJUnto. P?rque vemos en la habitación en que haymuchas lamparas que la luz de todas ellas se combina
.cierta luz y que producen un resD landor únicoe mdtvrdual; ni nadie puede separar la luz de una de
aquella:s lámparas de la de las otras, ni J)uede ver la
luz de ~ t n a sin ver la de las otras, pnesto que todas
ell,as b.nllan con la de las otras sin confusión. Ade
l?as, Sl cualquiera saca una lámpara de la habitación
JUntamen,te s a l ~ r á toda la luz propia de ella, pero
no llevara constgo nada de la luz de las restantes ni
dejará en ~ : ~ d a de su propia luz : porque habíaperfecta ·conJuncwn ele todas aquellas luces Dara una
luz común, pero no confundida en manera -alguna".
La g ~ r í a de l místico se refiere a los atributos de
la Dtvt?tda.cl. Pero también ella invita a comprender
conetencta del h o ~ 1 b r e . Si pensamos et:I una alegona que tratase de mterpretar los hechos psíquicos
t?mados en un momento de experiencia, e inmovili
z a n d o ~ o s en a c ~ o introspectivo y reconstruyéndolos
despues nadte, 111 James ni Bergson, ha ·expresado
en fo.rma tan hermosa y certera, lo qué es y cómopuede representarse nuestra Conciencia.
A jóvenes que me han ·consultado sobre filosofía
me d ~ r i g i d o en el sentido de incitarlos siemDre aÍconoctmtento directo de los antiguos y de los gr-andes
TEORíA DEL NOUS 31
sistemas del mundo medioeval y moderno. Esto im
plica el entregar todo el tiempo disponible a construc
ciones en las cuales puede nuestra inteligencia hallar
una forma depurada y verdadera, libertándose de
caer en confusiones. Más ·concreto, la mentalidad
nuestra debe dirigirse con cautela hacia las grandesdisciplinas de apariencia modesta, pero de sabiduría
inmensa, que se desarrollan en Francia, Alemania o
Inglaterra. Pero dentro de estos países habrá que
saber elegir. Un apresura·do propósito de cultura ha
hecho, por ejemplo, que -el pensamiento suramerica
no se impregne de filosofantes de talento, pero con
fusos y peligrosísimos por la facilidad con que se
asimilan sus esquemas. No puede negarse que Spen
gler, Keyserling, Wa1clo Franck, Aldous Huxley y
otros, son ·escritores que presentan impulsos creadores
y mágicos suficientes como para atraer y deslumbrara los jóvenes. Po r lo pronto, son muy superiores a la
generalidad de los pensadores de Sur América, y al
profesorado en general de lo s claustros. Tienen au
dacia mental, estilo admirable, concepción grandi
locuente y. . . obras. Y en nuestr medio falta casi
todo eso. Pero no se logra ·casi nada con esas impor
taciones; cuando más, se realiza una suplantación en
planos aun no filosóficos, y así puede decirse que a ·
la generación de Guyau, Taine, Renán, sigue la de
los anglo-germanos referidos, y algunos francesesde segundo plano. Lo que se constata, es la debilidad
permeable nuestra, que absorbe sin discriminaciones,
y la facilidad con que se propagan pensadores de ese
estilo; y el hecho se explica de inmediato por la au
sencia de la tradición filosófica y de la base huma
nista. La mente joven entonces tiende a asimilarse
irreflexivamente el contenido de los escritores más
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 19/156
32 EMILIO ORIBE
novedosos, y a no percatarse de la superioridad deun orden sistematizado de enseñanzas, proveniente,
por ejemplo de la línea Maine . de Biran, Lacheli·er,
Ravaison, Boutrotix, Bergson, Lalande y Meyerson,
para no hablar más que de un ejemplo de un país
europeo.Igual dirección de nobleza y profundidad podría
se r señalada en otros países. Lo que se per·cibe, es
que esta .disciplina irreductible •es menos brillante y
más difícil y muoho más modesta: ·carece de resonan
cia exterior y de ecos, ,y esto es obstáculo imponentepara más ele un alma joven. La gran sabiduría fi
losófica, lo mismo que la científica, es opaca, terri
blemente densa y opaca.
Pero también dícenme: una argumentación así pue
de hacerse desde dos d i r e c c i o ~ e s . El sentido expuesto,
y otro muy inferior que se levanta desde la semi
cultura universitari a y del ambiente. Ambos niegan
valor a ciertos autores que ·de hecho dominan la pro
ducción intelectual de estos momentos. En términos
propios de seres entregados a la fatalidad de las co
sas, habría que aceptar esa situación como una even
tualidad inevitable, y admitir un aprendizaje ele lo
filosófico por circunstancias creadas ya, o impuestasen forma definitiva. En síntesis: un verdadero even
tua lismo filosófico. ¿Qué le vamos a ofrecer aquí,
en cambio de eso, al joven? ¿L a mediocridad política,
el caudillismo, la dictadura, la miseria roñosa de las
universidades, acaso? Porque tampoco d vino de la
verdadera filosofía se puede servir en los banquetes
míseros del N ous. Eso, tan difícil, tan heroico, tan
TEORíA DEL NOUS 33
a l ~ j a d o de la a·cción y de lo real nuestro. ¿Quién se
amma a hacerlo? ¿Q uiénes se animan a soportarlo?
.,-e r
La división del transcurso de la vida humana en
períodos según ia edad, se simplifica muchísimo si
discurrimos teniendo en cuenta cierto modo de la
imaginación. Todos los seres humanos imaginan, en
una forma u otra, poder vivir otras vidas. El niño y
el adolescente viven imaginativamente un sin número
de vidas f a n t á s t i c a ~ y her?icas . El encanto se prosigue
hasta muy atardectda la JUventud. Siemore se admite
p o s i b i l i d ~ d de :ivir una vida distinta- de la que se
vtve. Idealtmprectso, fuga ·ele lo rea l, mito impruden
te que nos asa lta a cada instante. La madurez se ins
tala cuando no imagina poder vivir otras vidas, yel homb:e se dectcle a soportar, afirmar y profundi
zar la vtda que le tocó en suerf!e. Es un límite un
herméti:o fos?•. trampa. Cuando uno se p e r ~ a t aesa tmpostbthclad ele vivir otras vidas, ya hace
t ~ e m p o que ,ha dejado de ser joven. La vejez se anun- .
cta, y detras de -ella la muerte, coexistiendo con la·unidad inalienable ele nuestro s•er.
El trabajo incesante del Nous oroduce clesoués de
innumerables experiencias, al margen de esa t¿taliclad
de e l e m e n t o ~ que se incorporan a .las obras mayores
de la hun:amclad, un repertorio -de pequeñas maravi
llas, que sm s: r o b r ~ s de arte en su fin, participan clei
c ~ r a c t e r precwso, mesperado y perfecto ele las crea
cwnes de lo bello. Po r ejemplo, esos mecanismos aé-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 20/156
EMILIO ORIBE
d1 . 1 XX los aviones tan !JUlcros y valien-
. reos e o . ' eríodo culriünante de lates, comctden ~ : i l n de no haber ·sido conshumamdad, dan la tmp terco afán utilitario detruídos especialmente y :con . querer así
erfección logra:da. Saheron como ' -
fos primorosos juguetes ·con que el. d a r p l t e l s 1 t e d t ~ o g s ~ a ~ : e s- · on trozos rest uaPlace en constrU1r e · "ln1ente su
d b. ' expresar racwn ...
obras. Se pue e tam · ·- · ' Miles de1 avwnes ·son numeros.
esencia. Po r eso, os .._ t de conseguir de que1 ' 1hombre en 'lra ar
anos emp eo e .1
el hierro 0 el acero,lo má:s pesado, por eJemp
0' d'o ·del cálculo
. t' ·en eso . por me 1 'vola;an. !odo o ~ s t s ta oder. alcanzar la superaciónen 'smtests, del n u m ~ r o , p .. ' ahora en· esto: esque significa tal mtlagrol. f ~ l ~ ~ ~ s n poe'tica y racional
. d d una ee mtcwtnctamente, es e · d del Nous y
d de un enuncta o 'en absoluto, a mo 0 Un avión es -vtn
hasta expresándolo en un verso. . . '
númeto con alas!
· · h · elGobernar es hacer ~ e ~ s a r , e n c a t ~ ~ : I o l : c ~ ~ a l i -
Nous Gobernar es punftcar, ·despob . . 1dad, ~ r r a n c a r l e las c;sas y las acciones y ·sustttmr as
por ideas.
Se odia a la inteligencia porque. ella, día da ~ í ~ ~. blemente nos va fijando límttes; cuan o. U1tnexora • . b d a y stgue
d 1 o la inteligen'Cla no nos a an onmos , •e '. . d En nosotros y en el cos-fijando lumtes o. fiJ' a nos entrega una
s or cada hmtte que nos ' . .mo f' p . , En cada fuga y dispersión del yo la mteper eccwn.
TEORíA DEL NOUS 55
ligencia, par'a salvarlo, le extiende sus redes infinitas; actúa como la atracción de un astro central de
mundos sobre los cuales gravita.
Ser inteligente es necesario; vivir no •es necesario.
Me interesa la música que solamente convoca las
ideas generatet> y abstractas. La músi·ca así es comouna mano ·con semillas : se abre, y no se sabe dedónde, vienen pájaros que no se dejan ver ni captar.
De un solo golpe mágico la poesía se desprendede los soportes artísticos y los arroja lejos; estos nose ven, aunque hayan contribuido a crearla. Los me
dios no se perciben ante la revelación del fin. En eso,
la poesía opera como la inteligencia: ésta en un instante actúa despojándose y destruyendo también elandamiaj-e de las sensaciones y los perceptos. Proce
den ambos directamente, .poesía e inteligencia, como
si no hubieran existido nunca las necesarias etapaspreliminares.
La costumbre de oir música a intermitencias, con
períodos de intensificación paciente, seguidos de pausas y ausencias, ha·ce aparecer frente a sonatas y sin
fonías en ejecución, una forma de memoria que 11a-
maremos memoria en fanal. Se trata de lo siguiente:
se anuncia por ejemplo una sonata, se asiste al con-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 21/156
1
36 EMILIO ORIBE
cierto y se esfuerza la atención por reproducir en la
memoria los tiempos iniciales. N o se consigue : sólo
una emoción confusa, muy agradable, mezcla de es
pectativa y de interés llena casi toda la conciencia.
Pero ya se oyen algunas notas : el concierto ha ·empe
zado. Es o basta, se sabe lo que sigue inmediatamen
te. Se reconocen s·eries de notas que se adelantan en
el tiemoo de la memoria al fluir de la música ejecu
t3!da. Todo el resto de la obra musical se ir á oyendo
en dos tiempos; un tiempo A, presente, ejecutél!do
por los instrumentos y un tiempo B, de un futuro in
mediato, reconocido hasta un cierto límite como ya
experimentado y que debe seguir cerreramente a lo
que se ejecuta en el tiempo A. Es decir, que ha y un
tiempo 'en la conciencia despertado po r el tiempo de
la orquesta y que se le él!delanta siempre. La audi
ción ma r·cha en la ·conciencia ·como una locomotora enla noche; un fanal de limitado alcance ilumina zonas
conscientes por delante de todo tiempo ejecutado
afuera . Po r eso llamo a esa experienciaJ que ·es en
mí corriente, así: memoria en fanal.
No busquemos la música que -conmueve y agita,
sino la que inhibe y aclara.
Lo esencial, no obstant'e, sería que cada ·cual ex
presara la totalidad de su s·er y dijera la verdad que
le quema los labios. Si esas totalidades requieren
vasos de muchedumbre o vaso de soledad, no impor
ta. Lo monstruoso es volcar la verdad y el ser en
(¡
l
TEORíA DEL NOUS
37
vasos inadecuados. Para la in t . . . -dumbre es como una t . , el!gencta, la muche-
da ; no sirve para e ~ ; ; e : g o n a d a n s t o t é l i c a inadecua
soledad, en ·cambio lar na a a-bsolutamente. La
d ' es a categoría . t econ lleta sucedeal revés. La Ie . . , .JUS a. on laprocedan de acuerdo f y sena . que Jos seres
con su orma .y potencia.
$
. La ~ 1 1 e j o r prueba histórica de 1 . •· . ;ctdad mfmitas que f · 1 , •a plasttctdél!d y vtva-
1 tene e esomtu 1en a similitud entre 1 f' l - , ' .a encontrar-emos
a 1 osofta gn e 1' ·naturaleza en qu-e se d 11 ga e astca y la
esarro· ó La , .arte, la poesía, el orden la ·. razon gnega, el
elementos son los q y 'CIUdad; estos y otros' ue se nos apa
cando la naturaleza griega h . t ~ e c e n como modifi-
que es como la P'ensamos' as a ~ c e . r l ~ de ta1.-modo
pura ele lo que L . •1.
0mftnttamente más
1 · · a mte tgencta ' .o morgánico Lo , . creo un medw en1 t , . . s numeras mtagórico 1 .d
p a ontcas, aparecen nítidos -d . , f s y as t· eastorno de las islas Es , y ta anos ·como el con-1 • · que estas a su
1Y. ctelos fueron construída ' vez, y os mares
Vtl11eron a se r· ·orad t el s por aquellas esencias :t - UC OS e la raz ' e elan sombras éstas sie . on. uan o se no-
. . mDr·e vtenen de A · ,tmprectso, de las torm t sta, pats de lote crea también su na;n als y en donde el inconscien-
ura eza adecuada.
$
La naturaleza gr i·ega . .talmen te de 1 .d que tmagmamos deriva to-
as 1 eas platónicas.
Un a muchedumbre está m,un libro de ló ica o as deshumanizada que
g un tratado de guarismos: los
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 22/156
38 MILlO ORIBE
hombres reunidos se despojan de sus individualida
des y devienen formas, ·espectes y géneros.
La atención y la voluntad son funciones muy se
mejantes, pero que actúan por medio de mecanismosinvertidos. Se verá ahora ·como se desempeñan con
alt-ernancias curiosas. En todo acto voluntario hay
un movimiento o inhibición, que es como salirse de
lo psico-físico de uno mismo hacia lo externo. La
ejecución, ·después del proceso deliberativo, es un
unirse de lo consciente a lo .corporal y de éste a lo
circundante. Impulsos psíquicos, ideas o imágenes
entran en acción y se descargan sobre formas no cons
cientes : músculos y articulaciones. Con todo, cuando
estos <tltimos se movilizan, la conciencia ·permanece
inactiva, plena y segura de sí misma. En síntesis, en
un movimiento voluntario, -el cuerpo •se va de su ac
titud primitiva y la ·conciencia permanece como idén
tica a sí mi sma . Fijémonos ahora en la atención ex
terna: en este acto, la conciencia ·es la que se va . Sa-
le de sí misma y va a prenderse de algún detalle del
cosmos. Entre tanto, los mús·culos permanecen idén
ticos, •contraídos, inhibidos y quietos. El funciona
miento de esa atención y el de la voluntad, se presen
tan así como •en báscula: en la voluntad el músculo
va hada algo del mundo externo al realizar el movimiento, y la conciencia p e r m a n ~ c e inmóvil, mientras
que en la atención, el funcionamiento es totalmente
inverso, pues quédase el músculo inmóvil y la con
ciencia es la que se evade.
$
Un pensamiento sin estructura no puede ser vá li-
l;
TEORíA DEL NOUS59
do ; formulación de las ideas. se torna en al o in
c?,nststente y vago. El hecho de contraponer ~ no
cwn de fuerza a la de pensamiento, viene precisa
mente un m e n o s c ~ b o que se realiza sin percibirse
al ana!tza r el pensat:l11ento; la ·categoría aristotélica y
la esttuctura que vtene en cada acto deel t , · pensar, son~ J ~ ~ n os que e:tan en sí en lo pensado y sirven para
def1111rl?, colocandose como intermediarios entre lo
que es tdea pura y lo que después se llama acción o
f u ~ r z a . La estruct.ura es una •cualidad •esencial delvet dad ero pensamtento, y excluye la necesidad de
contraponer.le la acción, el movimiento o la fuerzacomo se estJ!a. '
Los sentimientos son culpables de que las ideasmás diáfanas adquieran cierta viscosidad.
No hay para nosotros otro destt"tlo1 que ponernos
a guna vez a intentar pensar bien.
, _La i n t ~ l i ~ e n es lo único que nos sa lvará de loscu u l o s Vtctosos de la a·cción : tiranías y demagogías.
La razón rompe la servidumbre del espíritu en el
cosmos; de.struye la malla de acero que la realidad ex
terna nos tJende para inmovilizarnos con las sensacio-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 23/156
40 EMILIO ORIBE
nes y los perceptos. Las ideas son liberac.iones delyo. Las i·deas abstractas son revanchas y tnunfos deese yo sobre el mundo.
Si se poetiza más la teoría ·de la relatividad, sepuede . e ~ 1 s a r la luz como una. a n c l a d a de p a ! o ~ a s ,describiendo un trayecto curvtlmeo en el u ~ t v e r s o ,al azar, y volviendo, siempre al foco ele partida.
Las sensaciones siguen siendo oráculos enigmáticos.
La razón es aquello que persiste en alejar de símismo a la máquina del Universo:
Ah embriaguez! libertarse de las épocas, pertenecer aÍ tiempo. La palabra de la historia. ¿Temerla?
La historia, a los que no perdona jámás, es a los que
olvida.
El Nous no nace, es eterno, dice A r í s t ó t e l e ~ . N oobstante, debe ser actualizado. La razón actuahza alN ous y lo revela como la masa o p a c ~ ·?el. l ~ ~ e t a , actualiza y revela la luz del sol que vtaJ a mvtstble por
· el éter. Se trata de relaciones condicionales y no cau-
'í
11
TEORíA DEL NOUS 41
sales. Es necesaria, pues, una resistencia del pensamiento para que el Nous se revele, como es imprescindible un centro de materia para que la ondulaciónluminosa denuncie su dirección en el espacio.
Cuando en un jardín o en una ·escuela, uno v•e ju-
gar niños, experimenta melancolía y horror al pensaren lo que des1Jués serán en su mayoría: seres vulgar·es y guarismos de la especie. Cuando uno mira adolescentes y jóvenes, el horror es más grande : en eseinstante hay una fuerza llena de enigmas en los rostros. Pero es una máscara divina en plena fuga: entodo adolescente hay un dios que fuga y muere, por
eso so n tan daros y bellos los ojos y las frentes dee s t ~ s jóvenes. Pronto serán hombres; cenizas, o menos; escorias de ser·es que :pudieron ser dioses.
Existen libre arbitristas en teoría, que son integrantes de una dictadura o que condenan al destierroy a la cárcel a ciertas personas que no opinan comoellos. Y tienen su lógica. Porque siendo libre el hombre, puede optar en determinado instante entre el
bien y el mal, ·y si hace el mal, debe ser castigado,pues pudo y debió realizar el bien. Pero esta apreciación de bien y mal, de obediente o revolucionario,o de creyente o hereje, la hace d libre arbitrista consu criterio. Consecuencia, a ·pesar de ello; que siendolibre arbitrista es un fabricador ele determinismos.Así, al condenar a alguien establece normas para muchos hombres, porque les previene que si proceden
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 24/156
421
EMILIO ORIBE
como el condenado serán objeto de castigo. Luego,toda sanción del libre arbitr isino deviene una fabri-cación de determinismos, es decir, cae en el actocontmdictorio de crear necesidades causales. Po r
otro lado, Espinosa, determinista, afirmaba que la
conciencia de nuestra libertad no es más que un nosaber de las causas que nos obligan a obrar. Tene-mo3 ejemplo ahora de un determinista especial quemientra:s vive, es un modelo de libertad psicológica ymoral de los 'más extraordinarios. Espinosa viviósiempre .afirmando de hecho la libertad del hombrey sa:críficó posiciones, bienes, salud, todo lo suyo, ala idea de integridad moral. Fué el hombre libre delos ·demás y de sí mismo, realizándose en la tragediaque significa independizarse de toda coacción. Este
libre arbitrismo, hecho norma ·en él,
cabía, no obstan-te, dentro de un sií>tema filosófico que lo inducíahacia el determinismo, y tal fenómeno ocurrió en elmismo siglo en que libre arbitristas convencidos eiluminados condenaban sin piedad al destierro o a lahoguera a otras personas que no pensaban como ellos.
$
Nada más desolador que las estaciones nuestras,perdidas y desnudas entre los latifundios: reflejan
bien lo que son sustancialmente los ricos propietarioscircundantes. Hábitos minerales como instintos, pa-noramas sin densidad, células vacías de inteligencia,apenas mecanismos orgánicos y pasiones. Los ·lati-fundios son parálisis, detenciones, tropos de la cultu-ra, crueldades incontables.
Ccmúnante con ley y sin 11temoria. Con este verso
TEORíA DEL NOUS 45
cara'Cterízase aproximadamente a un astro, asuntocentral de un soneto que termina así:
"El ast1'o soy de Tesplandores tiernos,Ignomnte poeta del espa!,cion.
El ser caminante ·con ley y sin memoria, lo definecomo un objeto integrante del cosmos uránico. Obe-dece a la ley newtoniana y así camina, mas sin me-moria de lo andél1do. Exige el soneto la presentaciónopuesta: la del hombre con su conciencia, caminantesin ley, es decir, libre, sin determinaciones, espontá-neo, comenza:dor absoluto. Caminante caoaz de ele-gir y determinarse a su arbitrio, libre m e t ~ f í s i c a m e n -te, pensado así en un instante ·de orgullo sublime.Pero, con memoria. El verso sería ahora: "Calminan-te sin ley y con mewwria'' .Pero esta memoria ya es
la cadena, allí ·está la experiencia, allí están las limi-taciones de la libertad, los móviles, los motivos, enfin, las deliberaciones, los •determinismos psicológi-cos. Astro y hombre se confunden en ·sus destinosasí. Ambos tienen su ley. En el astro, la ley trans-cendente a él, que le ha impuesto un trayecto; en el
hombre, la ley inmanente en él, constituída por lamemoria.
Ta n importante como la resoonsabiliclad moral esla responsabilidad de una humÚdísima sensacíón. Un
simple rayo de luz es responsable de todo el universo,pues es la garantía de que el cosmos ·existe fuera demí. Actúa como un fiador, en el cual nuestro ser de-posita una ·confianza infinita. En otro ejemplo másconcreto : por eso, para el sabio es tan magnífica lapercepción de una estrella. Más que para el poeta.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 25/156
44 EMILIO ORIBE===========================
Aquello que es totalmente lo presente no es el porvenir. Lo trágico es eso, en verdad, pues confirma
que toda plenitud es un anticipio de muerte. Toda
plenitud de presente poético o filosófico significauna ausencia de futuro. Lo futuro es algo que se
está en lo presente pero que no •está en todo: o en un
sentido naturalista y biológico, el futuro se creará
con el alcaloide invisible del presente.
En el momento de la actitud meditativa, en lugar
de echarse ·a volar hasta posarse en algún detalle del
mundo externo, el pájaro de la atención delicadamente se reconcentra, retrocede y se posa sobre sí mismo.
Que el pensamiento vaya siendo una coerción im
perceptible sobre las formas del sentir y del querer,
de tal suerte que se estructure al fin una idea con la
apariencia de •espontaneidad infinita. La libertad úl
tima es esta: la que nos queda ·después de haberla
pensado y sufrido, eliminando en lo posible todos losorgullos, las ignorancias y los determinisn1os in-vi
sibles.
Las ciencias ·exactas están impregnadas de poesía
y de Nous; pero ellas lo ignoran y los que las cultivan
también, y los que las aplican aun más.
1
,¡
TEORíA DEL NOUS 45
Las imágenes, ·en el poema, numerosas como las
palomas en la bandada; evolucionando y cambiando
siempre, en mil aditudes súbitas, y no obstante, sin
molestarse jamás unas a las otras.
Poema habitable: así debe ser una casa moderna
y el arquitecto debe armonizar las formas inertes,
librándola:s de la necesidad wmo d poeta procede
con sus metáforas y sus palabras. El material más
duradero de todos es aquel que se ·confunde con la
poesía, esa evidencia apenas existente de la eternidad.
En el río de Heráclito donde todo fluye, deviene
y se va, nos vemos ir fluyendo, desapareciendo, trans
formándonos en cada instante: Nosotros no nos da-
mos cuenta de ese irnos perdidos •en el caos de los
fenómenos que nos acompañan y nos ocurre entonces,
ya es muy sabido, lo que al que viajare en un río
donde las márgenes y el cielo marchasen también al
mismo tiempo que el agua. De tiempo en tiempo, eh
el río de Heráclito, vemos algo que permanece entreel irse sin cesar. Son las leyes, las leyes naturales,
que son inmutables y que no obstante, han sido crea
das por la inteligencia que huye con· nosotros.
Las imágenes son representativas, las ideas son
causales. Las primeras representan las diversas par-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 26/156
46 EMILIO ORIBE
tes del universo, las ideas causan el universo. Este no
se concibe independiente de varias o de una idea.
Para huir del temor que inspirael
aniquilamientototal, tenemos las posibilidades conocidas. La super-vivencia por las obras y las acciones, que es en suma
la inmortalidad en manos de los morta1es cuyo ·con-junto ideal forma la humanidad. La supervivencia '
carnal: el sobrevivirse por el cuerpo en la deseenden-cia. La inmortalidad •en sí, la del espíritu incorruptible
más allá de la carne, responsable e interminablemente
continuado, reconociéndose como ser y viviendo esainmortalidad. Esta supervivencia, cuya demostración
la proporciona la revelación religiosa en su primera ytercera fórmula con más felicidad que la razón razo-nante, asaltan y dominan en los instantes del vivir.
El pensamiento de sobrevivir se al terna sin cesar, co-mo una c a d e n ~ de eslabones finísirpos, con la idea
de ser y de no ser. O lo que es lo mismo, se aiternanvivencia, supervivencia y extinción total y forman
melodías y juegos de fugas entre sí, con temas domi-nantes. Nuestro pens·amiento se formula como un te-
ma de los que musicalmente se denominan fugados.
La superviv·encia carnal ha sido la más des·cuidada
por nosotros. De mí sé que la he visto recién clara enel libro "La agonía del Cristianismo", de U namuno.
El ejemplo del Padre Jacinto estudiado por Unamu-
no, ·es una de las más heroicas contribuciones a esteasunto, y su motivación espanta con tanta intensidad
como el pensamiento de Pascal. He llegado a pensarque aun desde el punto de vista religioso y espiritua-
lista, la actitud de engendrar se ·puede defender como
TEORíA DEL NOUS\\============================================
7
la más grande exaltación de la inmortalidad. Eludien-
do el placer físico, sobrepasando la felicidad de sobre-
vivirse en •seres, de perpetuarse en carnes y huesos yno extinguirse del todo, ·está otro pensamiento que
es ,hondamente místico. En efecto, al irrtos, dejando
hombres creados, en cada ser de éstos, de acuerdo conel creacionismo espiritualista, Dios infunde un alma.Así es que ofrecemos modelos para que Dios arroje
almas ·en ellos. Almas dotadas de inmortalidad por lo
tanto. ¿No es esto de una grandiosidad inconcebible?
¿Hemos pensado alguna vez seriamente en ello? Demodo que la carne al desear perpetuarse no lo hace
para gozar como carne, y verse r·eproducida después,
sino que puede hasta olvidarse de estos pla•ceres in-
tensos y transitorios, para ·condenarse en un deseo
místico elevadísimo :el
de proporcionar barropara
nido .de espíritus eternos, creados por Dios y acom-pañantes o súbditos ·de El, en esta y ·en otra vida, por
los siglos de los •siglos. Colaborar con Dios ·en crear
eternidades! Hondo sentido ·encerrado en aparentesbajos quehaceres disminuídos antes: gozar, obedecer
al genio de la especie, amor hacia -el cuerpo físico,
amor del espíritu y atracciones que las religiones re-
pudian.
El estado de atención máximo, que empieza haden-do un esfuerzo •consciente hacia la posesión del yo,
termina por constituir un estado de total olvido delmismo yo. La atención mística, la estética y la ra-
cional o inteligente, realizan esas etapas; el yo dis-perso y desatento se busca, se encuentra, y se con-
centra en Dios, ·en la Belleza y en los objetos, y des-
pués se olvida de sí mismo, trasladándose del todo a
una de esas tres fuentes.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 27/156
481
EMILIO ORIBEj
1El saber inmediato y sensible implica una e s c l a
tud del espíritu, que se encadena a las cosas. Ocurre
que se impone una dependencia instantánea en el sim-ple relámpago perceptivo, como también que esa
subordinación tiende a acrecentar en el conocimiento
sensible, estructurado y ordena:do por la experiencia
contínua y alerta. La única manera de emanciparse es
colocarse en el concepto. La idea es libertad de cono-
cer, !)ero asimismo, una libertad que conserva cos-
tumbres y huellas de las cadenas perceptivas. La gran
idea abstracta (Dios, universo, espíritu, belleza) es
la libertad absoluta.
El hombre, después de haber . establecido la exis-
tencia de una imaginación creadora ·de acuerdo con
una noción ·primitiva, perfectamente legítima, resol-
vió confiar al psicólogo ese misterio y éste, asustado
de las consecuencias, se preocupó en delimitar el
sentido del fenómeno creado. De ahí pasó a soste-
nerse el sofisma de que la im¡¡.ginación creadora no
existe, sino que se trata de una función combina-
dora. Este •error funesto denuncia la ineptitud delanálisis frente a la realidad, y presupone ignorar que
el entendimiento no gusta del fiarse nada .más que
de experiencias. La imaginación creadora existe,
crea de la misma nada (ex ni hilo) no sólo todo lo
que ·es del verdadero gran arte, sino también que se
arriesga a crear el mismo mundo externo, el cual sólo
se explica como un acto de creación contínua si se
\fEORfA DEL NOUS 49•
profundiza bien. La poesía más inefable y sutil es
infinitamente más que un plausible lucimiento de
imágenes y sentimientos. Las mismas imágenes poé-
ticas visuales y auditivas son creaciones; fuera de
ellas no •existe nada per;ceptible, y lo artístico es tam-
bién un super ·cosmos ct•eado de esa nada de dondeprovienen los seres y las cosas. Aquiles, Orlando,
Hamlet, Segismundo, sólo se explican como salidos
de la nada; fueron creados totalmente por la imagi-
nación. ¿Quién es capaz de demostrar dónde estaban-
antes? No son combinaciones, son entes nuevos en
totalidad . La nada exterior, fuente desconocida de l a
verdadera creación se ·corresponde con la Idea en la
mente de algún ·creador; Idea que •es causa, a su vez,
efi·ciente y final de todo lo que existe en el arte.
La tendencia a ·expandir la inteligencia sobre el
mundo desordenado de las cosas y los fenómenos,
fué tan intensa entre los griegos que objetivaron to-
talmente esa actividad ·de la razón. Cuando Platón
colocaba en la puerta de su academia ·esta leyenda :
"Nadie penetre aquí si no es geómetra", obedecía a
ese imperativo del N ous. Igualmente sucedió ·cuando
otros griegos afirmaban: "Zeus geometriza siempre".
Zeus pudo ser, además de idea, para los artistas plás-
ticos, equivalente de naturaleza y entonces, "L a na-turaleza geometriza siempre", .expresión genial, ana-
lizada íntimamente es comparable a la tendencia
hacia la objetivación tiránica de un conjunto de re-
presentaciones mentales. Significa un¡¡. verdadera
alucinación del N ous : se convierte en naturaleza, ·en
objeto, lo que se admite al principio como íntimo;
lo que vive sólo en el espíritu.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 28/156
50 EMIUO ORIBE
Números de diamante y planes del Nous:
I. Hacer siempre el bien. Luchar por el
bíen.II. Leer todos los días algo de algún místi
co y oir músicas y coros.
III. Amar la belleza sobre todas las cosas.
IV. Preferir siempre seguir siendo pobre,pudiendo no serlo.
V. Dar lecciones de ·estética, poesía o metafísica.
VI. EX'plorar siempre las fuentes del cuerpoy ·del alma.
VII. Sentir asco creciente por los despotismos.
VIII. Amar y ser amado por una mujer wmo
la Helena del Fausto.
IX. Ganarse el pan difícilmente como loshombres buenos.
X. Morir ¡oven.
Poesía es un conocimiento especial. Se torna di vine
merced a la intervención de un juego que imanentemente lleva en sí.
El único pecado colectivo que no puede tener perdón, es el peca!do contra el espíritu, contra la inteli
gencia. El pecél!do menos perceptible. Los demás
llevan el perdón ·en sí mismos; la colectividad triunfa
' TEORíA DEL NOUS 51
sobre ellos •en su marcha y se redime por el sufri-
miento.
Hlay poetas que crean desde la ignorancia de su
ser; otros, desde la ignorancia de su saber. Prefiero
a los últimos.
Una sinfonía bien ejecutada debe da r la impresión
más concreta de unidad y solidez. Los buenos conjuntos musical-es proporcionan bloques de sonorida'des, bloques como los de un tajamar o pilar del
puente, hundiéndose en la fluidez del agua, del tiem
po y del silencio.
Toda orquesta imperfecta, impresiona como algoinconsistente y pastoso, mientras que los verdaderos
conjuntos hacen pensar ·en formas arquitéctonicas
definidas. Esto es más necesario aun en las masas
corales. La ley del número obliga a que con sonidos
se construyan ·puentes de hierro.
Todos. os que no nacieron a tiempo para ser com
tistas, hoy ·son marxistas. La mentalidíl!d es la misma.
Nuestro indio glorificó el elemento y la piedra,
vino el blanco y glorificó la acción. El criollo glorificó 13!s palabríl!s libertad y democracia. Nosotros nos
pasamos el tiempo glorificando algo de esas cosas
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 29/156
52 EMILIO ORIBE
transformadas en talismanes y mitos. Lo que nunca
fué glorificado aquí: la razón.
Nuestro continente es políticamente algo bastante
repugnante. Tiranías, guerras, amenazas ·extrañas,
odios y na:da más. N os salvaremos sólo cuando pen
semos; dediquémonos al N ous, suframos por él y
en él, y ·estaremos libres ·en cuanto expresamos ori
ginalidad, de los déspotas y de los yanquis. Las ideas
originales que tengamos fundirán en un instante todo
el hierro nuestro y el oro yanqui. Fuera de esto, los
demás esfuerzos serán nulos y trágicos. La fuerza
brutal del capitalismo extranjero y de las tiranías
miserables de ·estos países, sólo se vencerán por mediodel pensamiento. Creando pensamiento y más pensa
miénto, edificaremos la libertad de los futuros seres.
Heráclito.- La fí.sica háHase subordinada a un
principio abstracto: el cambio universal. Existe el
cambio, la pluralidad, la conversión. Todo lo que hay
se transforma y va ha'Cia su opuesto, todo se con
vierte en todo. Todo es movilidéJ,d incesante, fluir
contínuo, fugacidad.
Parménides. - Este cambio ·es ilusión de los sen
tidos. Lo son también las transformaciones, la plura
lidad, el fluir. Lo único ·existente es el Ser; el Ser
único, inmutable, eterno.
Estas ideas griegas se suceden desde la aurora de
la razón y la filosofía. La inteligencia de hoy lee a
TEORíA DEL NOUS 53
H·eráclito y comprende: es claro. Lee después a Par
ménides y · también; hay comprensión algo difícil,
pero segura. El razonamiento los acepta a ambos to
mados aisladamente. Parecería que se efectuara en el
dominio de las abstracciones y los conceptos, y en el
mismo raciocitúo, la operación que se revela en los
enigmas de las percepciones falsa:S. Aquellas ilusiones
variables que se establecen en las figuras geométri
cas : cubos, polied ros y demás grabados que s·e usan
para revelar las llamadas ilusiones inconscientes.
Ejemplo: esta figura, tan conocida, de La Vaissiér·e:
Mirados ·con una intención, los cuerpos geométricos
adoptan para nosotros una equilibrada postura; re
mirados con otra intención, ·la posición de ellos cam
bia. Ambas son verdaderas en. sí para la peroepción
parcializada, pero comparándolas son diferentes. La s
figuras ·cúbicas pensadas en un s·entido, están en la
mente por un momento adoptando cierta posición. Si
intentamos un esfuerzo, y las hacemos cambiar per-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 30/156
54 EMILIO ORIBE
cibiendo con más nitidez otras sombras, las vemosaumentar en número. En el manejo razonante de las
ideas ·esta particularidad de índole puramente perceptiva, tiene su c o r r e s p o n d i e n t e en aquellas concordan
cias de la idea de Cambio y la· de Ser con nuestro
pensamiento o la verdad nuestra, según dirijamos elespíritu hacia una u otra idea, y según enfoquemos ono a Heráclito o a Parménides.
Aun en los instantes más sublimes del éxtasis reli
gioso somos estétkos: los dioses siempre triunfan con
el cuerpo.
Las leyes físicas, las conexiones psíquicas, los principios, 'los conceptos, son huellas que deja la razónen la arena movediza de la experiencia. Son como lashuellas de los carros en la otra arena; también se han
ele borrar algún día.
Ciertas emociones muy hondas ·4e orden ·estético,de placer o sufrimiento y ele amor, nos hieren deli:ca
damente y son olvidadas. Sin embargo, en la subconsciencia se han conserv<l!do imprimiéndose allí secreta
mente. Afirmaríamos que ellas transcurrieron ennosotros sin dejar huella, como la de los carros que
atraviesan el agua de ciertas lagunas cenagosas. Una
vez idos, d agua vuelve a ser como antes. N o obstante en el limo del fondo permanecen las huellas más
tiempo, modelándose en el barro esas agresiva-s a r r u ~
TEORíA DEL NOUS 55
gas que forman ·pozos y asperezas, y que después el
sol ilumina, resquebraja y conserva.
~
Cuando se sacan a la luz y se enuncian los prime
ros principios de la razón, y vuelv.e, a c o ~ s t a t a rvalidez absoluta, se goza una nnpreswn satlsfactona
y agradable; tal como ocurre después de haber moviliz<l!do detalles perfectos de un juego de rompecabe
zas, y se les lleva y co loca por fin ·en su verdadero
lugar, al término de mucho trabajo.
~
.Toda imitación es un comensalismo. Los genios,
en los resquicios de sus obras, dejan una s e r i ~ d,epartículas en donde se in sta lan los comensales : dtscl
púlos, imitadores, académicos . El arte imitativo de lanaturaleza, el que pretende ser más fiel y r·ealista, es
en síntesis un comensalismo. Con él no se capta lo
esencial del cosmos, sino sus aspectos ·externos. Toda
realidad sensorial para el pintor es una apariencia;el que permanece allí se instala como comensal des
prevenido, y no sospecha los se:retos profundos. !--a
pintura, algo 111-ental) en el dec1r de Leonardo, vtve
mientras elude la actividad imitativa de la naturalezay se dirige a pensarla. Todo meditador . es un se r
antitético del ,comensal; más bien, es el dueño ele casa
de la naturaleza.
La gran armonía del universo tiene su -cabida en
el concepto que nos formamos de él. Es, pues, una
TEORíA DE L NOUS57
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 31/156
56 . E.MILIO ORIBE
armonía conceptual, no real. Las leyes, como tales,
son racionalmente válidas, nada más; fuera de ellas,
el mundo externo es un ·caos y un abismo. Contínua-
mente vivimos alejando de nosotros la marea caótica
de las sensaciones; las rechazamos de nlano, con la
firme proa o el doble dique de las idea; generales yabstractas, o las transformamos en un orden estético,
por medio de la creacción artística. Las imágenes del
universo en las muchas veces que nos detenemos a
contemplarlo, ofreceh una estructura simple, esque-
mática, como clarificada, merced al trabajo previo
de la inteligencia que desmenuza la carne del mundo
en su afán por ver su espíritu. Pero este espíritu no
existe; lo que vemos es nuestro espíritu, y de ahí la
gran verdad. E•stamos frente a un •espejo, y queriendo
penetrar en lo eterno del mundo, sólo vemos nuestraefímera e structura espititual.
Muy al contrario de Della Valle y los intuicionis-
tas, que afirman que "sin la intuición la misma alma
seguiría siendo naturaleza", me afirmo en que la in-
teligencia es má:s- que naturaleza, y que la intuición
no pr·esupóne una superación de lo natural. Lo que
hace que el alma no sea naturaleza precisamente es
la inteligencia; entonces sí, despréndese del lodo in-tuicionista la niebla purísima que se torna en claridad
merced a la razón, especie de luz que transforma lo
natural y virtual en lo sobrenatural y permanente. El
alma es alma porque es inteligencia y deja de ser in-
tuición, habla siempre claro y penetra certeramente
en los absolutos del arte y de la ciencia, en procesos
fulminantes y exa·ctos. Al margen de ella, la elogiada
intuición es una pitonisa tartamuda y confusa. Las
percepciones estéticas y las abstracciones actúan más
hül'rdamente que las llamadas intuiciones. Cuando se
analizan éstas ' en ·sus mejores instantes logrados, no
se encuentran en ellas las originalidades aparentes
que la a:dornan, sino que aparecen f ~ n ~ i ~ n e s intelec-
tuales en potente acción: perceptos, JUlClOS, abstrac-ciones, ideas. Lo que en realidad ocurre es que e.stas
funciones se realizan en un tiempo apenas perceptible,
y parecen ser otras oscuras direcciones i n t u i c i o n i s t ~entonces, como el agua aquella ·de que hablaba el fl-
sico, arrojada a gran velocidad, y que actuél!ba como
un unitario y resistente sólido. ·
La tragedia de nuestros organismos en estado
privación aristótelica o ·en i n c i ~ i e n c i a , ~ u . e d e perCl-birse con claridél!d en las conmocwnes pohücas. Estas
tierras .carecen ·de gobernantes capaces de mantenersu rrrandeza una vez arrancados del medio político
b
en que actúan. Fuera del país qu ; .los mantuvo o :o -
portó, los jefes de esta:do de Amenca carecen de sig-
nificación. Los déspotas principalmente, aparecen .ale-jados del poder, en desnudez indígena. In.sp1ran
indiferencia cuando no lástima o repugnanCia; no
irradian i n t ~ l i g e n c i a , ni nütura, ni h u m a n i d a ~ . En
los tiemnos de Diógenes pudo éste conocer al t1ranoDionisi; haciendo de pedagogo en el destierro. Esa
tarea que realizaba aquel ejemplo de b á r ~ a r o , ;s su-
perior a la •capaddad mental <e cualqmer. desp,ota
nuestro, desposeído ·del poder. En el extranJero, estese torna en lo que es; en su país, falsificaba persona-
lidad. Todo se debe a la bita de humanismo, a la
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 32/156
60 . TEORíA DEL NOUS 61
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 33/156
EMILIO ORIBE
cial, se mantienen como las mónadas de Leibnitz · en
·ciertas relaciones, más allá del principio individL;ali
zador y diferenciador, pueden admitirse impuramente
algunas interferencias, pero no son obra de la ra
zón estética, sino que proceden de ·cierta exigencia de
la sensibilida!d. Y por último, el principio de la alter
nativa es válido también para todo art e; poesía y música, en sí, mantienen la misma indeoendencia esté
tica que la ele dos proposiciones l ó g i ~ a s que se contradicen.
¿Qué imágenes mentales acompañan a la concep
ción que uno se forma de las leyes de la naturaleza,
que en sustancia rigen d Universo? Esas Ieyes eter
nas, se me figuran ·como direcciones de luz, o cables
de una apariencia especialís ima. Cables tendidos ent re
los fenómenos, como maromas de seguridad entre
bañistas de mar agitada. Simplificaciones que se pre
sentan a la vez. adheridas a las ·cosas, como cuando
uno recoge una sirga tirante, sumergida en un estan
que lleno de vegetaciones marinas, viscosas y desagradables.
No existen los poemas impensables. Podrán existir
fragmentos de lirismo puro, del 11amado musical o
del lirismo poético en sí, pero aun en ellos hay uncomienzo ele pensamiento: la poesía es un no ser ine
fable que tiende siempre a irse hacia el ser inefable;la Idea.
El primer rasgo de debilidad de una ·cultura o de
un estado social, lo constituye el temor a los ex tran-
jeros. Cuando nace la prevención. hacia ellos, es .por
que se ha iniciado ya la clecadenoa en el senode la cultura. Imagínense los hombres helentstlcos,
previniéndose contra los sucios f e ~ i c ~ o s estoicos, o los
latinos levantándose •contra los cnstlanos. Es·e temor
es terrible, porque denuncia debilidad. La sociedad de
hoy se derrumba, y el signo más. evidente es esehorror al extranjero que se perctbe en todos los
países.
El mundo externo cuelga como el único fruto co
mestible del árbol imagina!, término éste de Lulio,
que me sirve para ·expresar hoy de qué suet:te se ma
nifiesta en mí, la ·conciencia. Lo demás que este árbol
ha dado no se ve, o ·se ve de tal manera que no puede
entenderse. El mundo externo, en ·cambio, es todorealidad, claridad, acción, certeza, y estas •cualidades
simples, son suficientes para enorgullecer al árbol
metafísico e imagina!. Lo que sí, es que en cuanto
el ser abandona su ley de necesidad, y deja un segun
do no más de vivir ese mundo para pensarlo, se des
vanece de nuevo todo el contorno del fruto. E l dueño
del árbol imaginal ve transmutarse la fruta ilustre en
sombra, en niebla, en nada, ·si en vez ele comérsela
se dedica a pensarla.
¿L a poesía está en la forma corr:o la flecha de Ze
nón en el esoacio? Está inmovilizacda cuando la ra
zón la piensa: se mueve infinitamente cuando la razón
la vive. Por eso la ·emoción estética es un producto
de la acción y de la vida. Se dice que la poesía es al-
TEORíA DEL NOUS 63
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 34/156
62 EMILIO ORIBE
go que asciende de la forma a la emoción estética.
Racionalmente, la poesía se inmoviliza como la flecha
eléata. Se dice así : O está ·en su forma propia o en
la emoción del que crea o lee la poesía. Si está en una,
no ·está en otra y viceversa, luego para la razón, la
poesía no está en esos mundos y para el conceptual,
la 'poesía no existe. Ha y que pensar entonces a la
poesía como un devenir de un algo que de la forma
asciende hacia la emoción de la belleza, una inmanen
cia en surtidor, una movilidad incesante dentro de laperfección.
La •estética es una necesidad metafísica. Debe con
siderarse todo :¡o estético como categoría metafísica.
Po r lo pronto, el inefable placer estético en sí, de
donde después nacerá la ·estética, ya es una cualidadexcepcional que se refiere a muy ·pocos hombres.
Percibir la belleza sustancial de la música o de la
arquitectura, y Ias artes intermediarias, en grado
absoluto, prescindiendo de lo formal y accidental, es
un complicadísimo atributo que confina con un don
divino. El placer estético es metafísico en sus for
mas superiores. Pues bien, aun así el que lo experi
menta se halla en un plano parecido al que acaba de
conocer el mundo •exterior. Cree en él, lo separa de
su yo, lo aloja fuera de sí. Pero una meditación filosófica se despierta, e invita •al hombre a hundirse
en la ·explicación de ese mundo, en •sus orígenes y
destinos. Igualmente pasa con la percepción de lo be
llo, que es más que la percepción exterior, infinita
mente más que ese estado afectivo o intelectual que
experimentamos frente a una obra de arte. El hom
bre no se queda ahí, desea meditar sobre el objeto de
la percepción, se arroja sobre esa belleza que lo im
presiona y quiere ·explicársela. El creador y el esteta,
se completan con la problemización de lo creado y de
lo bus·cado. La estética empieza r·ecién ahora; es tina
tardía necesidad de absoluto, no puede detenerse más,
hasta petrificarse en una necesidad metafísica.
El Nous es lo diferenciador. Lo que hay antes de
él siempre ·es confusión y caos. Hoy, América es el
paraíso de lo-todo-junto. D e s p u é que América pro
duzca y no mate, enaltezca y no aniquile a varios de
sus hijos equivalentes a Aristóteles, Plotino, Santo
Tomás o Descartes, y cien más ·de igual índice, recién
entonces habrá empezado a existir. Un futuro histo
riador remotísimo, al referirse a estas épocas primitivas y anteriores a la aparición de esas formas car
nales del N ous, podrá decir, como ' el jónico meteco
y divino: "En -el principio, en aquel tiempo, todas
las ·cosas estaban juntas" . "Era el caos, cuna del hoy".
"Estaban en lo-todo-junto".
La reali-dad y la poesía constituyen algo confor
mado según la razón o no significan nada.
La inteligencia, en el milagro de la forma poética,
debe tener la eficacia, la exquisitez y la liviandad ele
una línea.
64EMILIO ORIBE TEORíA DEL NOUS 65
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 35/156
. La _acción ·conduce al automatismo. Penetrar en los
Impenos la acción es automatizarse: la impulsivi
a g r e s ~ v a _ una forma de mecanizaCión del movi-
111Ient? P1"11:1Itlvo. . v ~ l o r y la generosidad misma,
despues del Impulso IniCial, son automatismos también
de los 1Iamados útiles. Más claro s·e ve eso cuando se
Ilevan a -cabo en las agrupaciones de los hombres.
La_ luz la ?ivinidad Ilega a ciertas almas y las~ t r a v i e s a sm henrlas en lo más mínimo. Bésalas angé-
Itcamente _Y las torna luminosas y puras. Bienaven
turados cnstales de las almas así. La luz de la .divini
d ~ d , al Ilegar a otras almas y atravesarlas, las ilu.Y resurge de eiias con inaraviiiosas revelaciones.
c n s t ~ l descompone la luz -celeste ·en infinitos ma-
tices. Bienaventurados cristales también, esas almas.
P e r ~ en otras a l ~ : a s , la luz de la divinidad al IIegar,
d ~ s p i e r t a la creacwn. Provócase el nacimiento de unas
v ~ d ~ s . prodigiosas y poéticas. Entonces la luz de la
di_vmtdad es creación dentro del hombre. Algo nuevo
e mesperado se agrega al cosmos. N o es ya cristal ela!ma: es creadora caverna. Ah, pero es ya más difí-
_tl hablar ahora, de bienaventuradas almas!
Fácil es ver -cómo el positivista Comte, creyendo
s a l ~ a r ~ de la metafísica se precipita en eiia. El co
nocumento debe limitarse a las verdades de la ·expe-
rienda, los hechos y las leyes comprobadas. El posi
tivismo se detiene en el establecimiento de las leyes
que rigen los fenómenos. Ah, pero la idea de ley, trae
involucrada la idea ele un cosmos ordenado. Desde
ese instante Comte se encuentra arrojado al océano
del Nous. Sólo una inteligencia puede ordenar la ma-
teria que nos rodea y •establecer el "como" ele losfenómenos. Si ha y leyes positivas es porque existe
un orden, si existe orden es porque sobreviven "una
intención, un designio precoti·cebido, y po r lo tanto,
una causa inteligente" dice con dogmatismo el teólo
go Bossuet. Comte pues, cae en los brazos salvadores
del N ous. Por lo menos, tienen los positivistas que
alegrarse de eiio, porque si resisten, caerán con más
f.uei"za, en el anillo de hierro ele los teólogos.
La metafísica debe ·concebirse como un arco cuyas
flechas, en el instante mismo en que son despedidas,
ya vuelan directamente al infinito. Disparadas del
arco, las flechas se pierden en seguida más allá ele los
límites, sin tocar lo relativo y va n a su ambi·ente esen
cial que es el absoluto. Desde ese momento, ya no son
más que de l arquero y de algunos inspirados que co
nocen y siguen en el ail"'e el camino ele los venablos
con exactitud inflexible. Antes ele se r lanzados en
sentido de verticalidad, ya conocía el arquero hacia
dónde iban a ir ; una vez en viaje, los distingue per-
fectamente aunque los demás no sepan a dónde ha n
ido, ni qué valor encierra aquel deporte ele trascen
dencia. El arco metafísi·co es, en ciertas circunstan-
cias, la más mortífera de las herramientas; ocurre
eso cuando impulsa su flecha ele fuego a la altura de
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 36/156
66 EMILIO ORIBE
los hombres y contra los enemigos de la filosofía.
Recuérdese para ello, ·esta historia. Los griegos, fun-
dadores de la ciencia y de la filosofía, ya poseyeron
en su seno a los modernos positivistas. Así Gorgias,
refiriéndose a los que despreciaban y abandonaban
la filosofía porel
estudioele
la ·ciencia, pudo cerbera-mente ·compararlos con los pretendientes de Penélope,
que en el palacio de Ulises requerían el amor ele las
sirvientas. Se me ocurre que ·en estas derrotas y
amores puede haber muchas variantes. Los ve rd ade-
ros positivistas serían aquellos que, viendo inaccesible
a Penélope, desviaron su desvelo hacia mujeres ele
servidumbre. Podría ocurrir a su vez, que éstas fue-
sen más fáciles, o ¿por qué no?, más bellas y jóve-
nes que Penélope. Hasta alguna esclava de grandes
virtudes pudo merecer verse libertada por un admi-
rable positivista. Podría ocurrir tambfén que otros
pretendientes tuvieran alma de lacayos, y al confun-
clirse con los criados no pensaran más en Penélope, o
que fueran ávidos de oro y traficaran con las escla-
vas, como los ricos de hoy trafican con las cosas, sin
buscar las esencias y son felices. Y así . . . Las cien-
cias, la filosofía natural y la gnoseología, multiplica-
rían estas variantes y los positivistas participarían de
todos los planos mentales y morales imaginables.
j Pero 'Cle ·cualquier modo, siempre su triste destino
será el de ser al fin atravesérdos por Ulises, acabadoele llegar, con su potente arco metafísico!
La creación del pensamiento filosófico puede re-
vestir formas aforísticas y discursivas, como si la
tensión del proceso original gustara expresarse desde
TEORíA DEL· NOUS 67
su energía emisora bajo las forma;s de la discontinui-
dad y de la continuidad. El pensamiento aforístico
parece ser el · más antiguo y profundo, y produce
siempre, cuando resucita en algún ejemplo genial,
(Leonardo y Nietzsche), una desorientación enorme .
La ·discontinuidad lleva al desequilibrio, tal vez poresa insistente tragedia de altibajos imitadores de los
. tiempos de la revolución cardíaca, y o tros verdérderos
paroxismos, ·como los que en el cuerpo provocan cier-
tas fiebres en W. La continuidad desplazó menosca-
bando la otra forma de expresión, y ello ocurrió en
días de Platón y Aristóteles, y llegó a constituir para
siempre la más respetada metaHsica. Para muchos, la
única. Las relaciones ele lo aforístico y lo discursivo
en 'el orden filosófico, se corresponden ·con la coexis-
tencia de la escisión consagrada entre la mística y la
teología racional en lo religioso: los mismos con-
flictos, las mismas desconfianzas, las mismas com-
penetraciones. Corrientes eléctricas contínuas y dis-
contínuas las hay, procesos mentales aforísticos y
discursivos son sus réplicas en el orden espiritual.
Po r fin aparece ·el tiempo, realiza una disgregación
de lo discursivo, y queda en pie una aforística subli-
mada por la fatalidad, el azar o la tradición, que es
la más permanente de todas, y que se expresa en los
verskulos hebreos y los pensamientos fragmentarios
de los presocráticos: orgullo de picachos altísimos,que resisten para siempre una inevitable inundación
ele olvidos, errores y muertes.
Kant expresó que lo bello es lo que agrada univer-
salmente y sin concepto, y dejó en pie ·el fundamento
68 EMILIO ORIBE TEORíA DEL NOUS 69
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 37/156
·de las intuiciones estéticas. Este agradar sin concep
to, es •decir, sin conocimiento definido y cabal delobjeto en el cual anida la beUeza, es una intuición pu
ra en su sentido más exacto. No es preciso que yo
sepa 1o que es la rosa : yo sé que es bella y basta. Lo
mismo ocurre con las artes ·del hombre, y no es forzo
so conocer en totalidad lo que el poeta quiso decir,ni lo que el pintor •expresó, para saber si es bello ono. La belleza se da antes y más ·allá de lo s conceptos,
y de ahí las adivinaciones de los artistas, que prece
den siempre a las de los demás hombres en el des
cubrimiento de la belleza.
La caracteástica del mulato mental consiste en
que aún en avanzada edad, se entusiasma perdidamente, siempre de lo último que lee. Cree descubrirasí por deslumbramientos exclusivistas, a los autoresgeniales de las artes antiguas ·o a las figuras históri
cas, colocándolos exageradamente por encima de los
demás y siempre con negaciones fanáticas.
En una composicwn alegórica de Góngora, "E l
nacimiento de Nuestro Señor", encontré estos versos:
"Humilde, en llegando, hallé
al pesebre la ratzón;·que me ha valido más luz
que la cátedra mejor".
Entiéndese el significado: hallar, en una humilde
choza a la razón, tanto en el sentido místico como en
el teológico: la Razón Divina, superior a las más lu
minosas cátedras, de acuerdo con la ·concepción de laépoca de Góngora, en el apogeo •de la lucha religiosa
de lahispaniclad contra la Reforma. La infancia contenía en sí a la razón. La profunda cuarteta, por esa
vinculación que ofrece el sentido de las palabras se
gún las épocas y los países, al principio me hizoasociar el signifi.cado que los españoles le daban altérmino pesebr·e y el que se le da hoy en nuestras
sóciedades. También provocó asociaciones entre el
concepto razón ·de la época gongórica y el de nuestrosiglo, después del kantismo y del positivismo. Pero
lo má:s sorpresivo fué lo que me ocurrió en seguida.De pronto, me serví del eje de Góngora para es
tablecer una fulminante asociación. Y fué ésta, ¿có
mo hacer compr-ender a un gobernante o político
nuestro, impr·egnado de una mentalidad beocia ypráctica, e impermeable a las abstracciones racionales,
de la necesidad inmediata de crear un instituto de En-
señanza Superior? Las tentativas realizadas hasta
ahora no han tenido éxito: no se •crea ni se crearápor mucho tiempo. Nuestra cultura quedará así des- .
cerebrada. Entretanto, para intentar algo, a un influ
yente podría hablársele así: fundar un instituto deestudios superiores, destinado a la investigación cien
tífica y filosófica desinteresada, es como crear "un
pesebre para la razón". O mejor, hasta ahora puededecirse que nuestra inteligencia, nuestra razón, ha si
do alimentada al azar, a campo, como se dice. Es
preciso alimentarla a pesebre.¿Comprende? Estas expresiones brutales y ente
les, •son tan gráficas para la mente de cualquierhombre de gobierno que, ¡voto a Dios!, confío ciega- .
mente en la experiencia. La asociació"n mediata rea-
70 EMILIO ORIBE
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 38/156
!izada, supone como siempre, la inexplicable vincula
ción de nexos que permanecerán en la •subconciencia.
Cuándo leí a Góngora, yo no pensaba en la cultura
superior ni en nada .semejante. Fué, •creo, solamente
el v•erso: "al pe.sebre la razón"} lo que · determinó
el razonamiento ulterior. Y es que la voz pesebre hoy
para nosotros goza de un significado muy restringi
do, ·entre despectivo y exaltador. Preferiríamos, fren
te al tema del nacimiento ·de Jesús, decir que ocurrió
en una humilde choza, antes que utilizar la palabra
pesebre. La idea ganadera de pesebre indica, por es
tos sitios, dis-ciplina, preparación, cultivo de animales
finos. Pero no desearíamos colocar en él seres divinos
ni humanos. En cambio, por analogía con las univer
sidades, pueden •concebirse éstas como pesebres de
estudios, y más, la manera de convencer a un político
de la realización de una obra de cultura intensificada,es despertarle ·en las neuronas la imagen del pesebre
más exigente : el pesebre racional puro.
Nuestra libertad interior, para existir, debe eman
ciparse de la tiranía de los perceptos. Mientras éstos
se impongan a la ·conciencia, arrojándonos de frente
la corteza de un mundo externo, nuestro pensamien
to no podrá manifestarse como libre. El primer actocognoscitivo, la sensación, es un argumento contra el
libre arbitrio. Se trataría entonces de ver si es posi
ble libertarse del ·conocer. La libertad impone ese sa
crificio. Toda determinación de la voluntad tiene por
ámbito un mundo impuesto primariamente por intui
ciones irrefutables. El problema del libre arbitrio
sólo se concibe haciendo abstracción ·ele lo no cons-
TEORíA DEL NOUS 71
<;:ient-e. La libertad nace si se hace abstracción del no .
yo, y la razón frente a su espejo, es decir, frente al
contenido de la ·conciencia, puede creerse libre, lejos
de las rdaciones físicas, en el mundo de lo puro psí
quico y más allá del tiempo y del espacio. Pero todo
eso no es realizable; como abstracción, puede ser pensada, pero nada más. El espejo consciente es también
de un cristal azogado ele perceptos y experiencias con
orígenes exteriores al yo. Un cristal pulido . . . en la
delicada fábrica ele los órganos sensoriales.
Tal disciplinante joven, dedicado hoy a la ciencia,
se colocaun
foco pequeño de luz eléctrica en lafren-
te, para iluminar sus investigaciones a ..gusto, lo ma
neja con una pequeña llave y ·cuando quiere sombra
o luz, maquinalmente las obtiene. Tal otro, se adorna
el frontal con un espejo redondo a guisa de ojo de cí
clope, y combinando su posición ante una lamparilla
eléctrica, logra proyectar la luz en el fondo de la
garganta ·del prójimo. Sencillo y científico todo esto,
y n.o obstante ¿de dónde provi-ene? Miguel Angel,
anctano y enfermo, después de terminado el fresco
del Jüicio Final, se retiró a los alrededores ele Roma.
Po r las noches, cuando no podía .conciliarse con lossueños, trabajaba. Tomaba su cincel. Hízose después
un ·casco de cartón. En seguida, con el ·propósito de
tener las manos libres y manejar el color, la forma,
y las pastas a su ·capricho, :colocó encima de su ca
beza una luz mal sostenida por los cartones de este
otro minervino ·casco. De esa difícil manera trabaja-
ba allá por los 70 años.
72 EMILIO ORIBE TEORíA DEL NOUS 73
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 39/156
Todo estilo artístico es un juicio lógico formulado
con formas. La forma es el enunciado del estilo, asícomo la proposición enuncia verbalmente el juicio.
El estilo a c l e m ~ s ·es .un juicio de gusto y simultáneamente de valor, implica una jerarquía tanto como una
eliminación selectiva, contiene infinidad de negacio
nes y se formula de acuerdo con simetrías y perfecciones, que son encantos para la sensibilidad y evi
dencias para la razón. El · estilo realiza la síntesissuprema de la lógica y ele la estética.
Filosofar es ir constatando la inficlencia de las cosas más familiares y ciertas: mundo externo, tiempo,espacio . . .
Un solo destello del N ous, una sola idea pura delplatonismo, una ·semillita luminosa, ínfima y ardiente
de la inteligencia griega, apareciendo un instante yarrojada al azar, ba:Staría para salvar nuestro continente.
La inteligencia, que ·es el azar, es la enemiga delazar.
La contemplación de la danza engendra siempPela idea de la muerte.
En el orden de las apreciaciones artísticas, una
obra de la que todos se dan cuenta inmediatamente
entre nosotros, de que se trata de una montaña, no
es una montaña con toda seguridad.
En el fondo del átomo de Bohr, entre los divinos
dectrones, o en la zona del ·corpúsculo y la onda deDe Broglie, hay un verso dormido. Sobre una de las
órbitas interiores del átomo, como en un alambre, asíun pájaro en la·tempestad, allí está el verso extasiado
de músicas y sin deseos de vuelo.
El interior del átomo es algo como ia "no man's
land". Entre dos trincheras está: la del ser y la del
conocer. Es un campo que atraviesan' 'sucesivamente
todas las leyes científicas, pero ninguna lo posee.
El inconsciente creador lucha siempre por llegar a
ser consciente. El otro inconsciente es aquel que ha
sido 1onscien1:e alguna vez y que ha pasado a las zonas muelas ele la wnciencia por repetición y hábito.Hay, pues, un incons-ciente, el último, que es así por
sobrepasar lo consciente, por superación de él, y que
se convierte en algo que actúa en nosotros sin que la
74EMILIO ORIBE
TEORíA DEL NOUS . 75
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 40/156
conciencia intervenga. Diferenciar es preciso tal for
ma de inconsciencia, hoja muerta del árbol ·conscien
te, de la otra forma, yema viva de la hoja ·consciente
que será, pero que aún no es tal. Este último incons
ciente 'Se ·esfuerza por ir a lo consciente: por eso es
dinámico y cr·eador. El otro inconsciente ha estado
en la conciencia, se ha librado de ella, y huye de allí.Sólo por nuestra atención o nuestro esfuerzo, logra
mos que retorne a la zona ·consciente. Es como si
tiñéramos de verde y humedeciéramos de vida las
hojas secas (hábitos, mecanismos automáticos in
conscientes, resíduos de estados de experiencia) del
árbol consciente que fué, •con el fin de hacerlas vivir.
Naturalmente, tienden esas hojas a marchitarse y
volver a lo inconsciente. Además, son arrastradas po r
miles de hojas más. En resumen: hay un inconsciente
pl"econsciente: éste es creador, original, individual
y está en la raíz de todo arte, ciencia y religión. Yhay también un inconsciente postconsciente. Es hábi
to y mecanismo, el esqueleto y la necesidad de toda
la vida ·consciente que se apoya en él. Conviene, de
todos modos, diferenciar esas modalidades de nuestro
inconsciente que son totalmente distintas. La con
ciencia se mantiene rodeada por esas dos inmensas
márgenes de incons·ciencia. Po r un lado, tiene que
atender al requerimiento de 1o inconsciente creador
que tiende siempre a enviarle material : hojas nuevas
para el árbol. Po r otro lado, tiene que vivir y actuarsegún sus leyes y mecanismos infinitamente •comple
jos, y además arrojar a lo inconsciente de nuevo los
estados que se han vuelto automáticos y necesarios,
los cuales a su vez crecen en torno de ella; reaccionan
y hasta la ahogan. De modo que lo consciente siem
pre cambiante, es 1,m tránsito infinito de estados. O
una orocesión con ascensos y descensos. Los estados
se d ~ s p l a z a n ·de las zonas oscuras a las zonas daras,
d la:s claras a las más daras y transparentes, y :deY e · · d d ·' féstas a. las oscuras otra vez, con la ltvtan a seta Ka
de las almas en la última parte del poema tle Dante.
El Universo es recibido por nosotros, de un block,
como un regalo de inesperados o . r í g e ~ e s . ~ a b a ! Yper-
fecto, ese presente tan extraordmano :sta a nuestr.o
alcance siempre, lo exploramos con m ~ e ~ o , lo domt
namos nos instalamos >en él, pero subttame_nte un
día lo ~ b a r c a m o s ·en su totalidad física y estéttca, ve
mos que es algo que ha estado. adherido a nuestros
sentidos, y terminamos ·por c o n s . t ~ e r a r l o c o ~ o un don
gratuito y divino. Esta ·sensacton de s e n t ~ r s e obsequiaJclo tan magníficamente, uno la e-:cp.enmen,ta al
fin de la adolescencia. En mí fué algo subtto : fue una
conciencia de ser el interesal del cosmos, de que todo
este venía a mí, que era distinto de mí y ~ t t e hast.a
podía ser abarcado por mi r ~ z ó n . Es . m p o s t b l ~ olvt
dar una emoción de esa especte. Se renueva ele tten:po
en tiemoo el descubrimiento ele esa idea, y mottva
a l a b a n z ~ s poéticas. El hecho, .familiar al cabo. d.e ex
periencias, ·en mí fué tornáncl?se raro. Inte;vmteron
las indagaciones causales y fmales, la raz?n de eseregalo y su naturaleza . Entonces todo se I:tzo suma
mente extraño, al grado de llegar a constderar que
pensando sobre algo, cosa o se r vivo, es ~ o _ r n a r extra-
ño y misterioso lo que nos ·es más famt!tar. P e n s ~ ~el universo es dejar de ·comprenderlo: un supra um
verso se construye en él. La razón, al pensar el mun
do separa de •sí el mundo ele siempre, para traernos' -
76EMILIO ORIBE
TEORíA DEL NOUS 77
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 41/156
otro más asombroso aún : algo con sustancia lecausas esencia·s p ' yes,
' · · . ensar es un acto , f dmuerte -de algo, y resurrección final de otramsl's tco e
cosas.
Pensar ·
. d es, precisamente, muelar de caballos 1tmta del río d · en a. , . ' es eClr, abandonar la clausura de 1accwn por el plano de la raz , . . . amás cogitante p t b' , on o POI otra actividad
~ c ~ i ó n lejos, y. u = ~ ~ r s : I ~ i ~ e ~ . ~ ~ I ~ ~ ~ ~ ~ ~ e n e : : ~ o j a r la
p ~ l t g ~ o , acompañando ·este resuelto ( !mayorctencia absoluta -d·e 1 1 . , ges o con a con-
a sa vacwn.
S e r . d e ~ e . n c a n t a d o r en la conversación 1
Jos, ~ I ~ n t f t . c a para ciertos artistas ser y p ~ ~ o os ges-1ermetico. Naturalmente el . _ . roso y
siempre en la intimidad. C u a n d ~ \ ~ s t ~ es I.nteresanteta desencat1ta 1 . pt esenCla del poe-
c a a gtuen :es po ,encantado previamente' . ,riue ya es!e lo ha des-
s e n t a r ~ e ante aquél, s ~ b ~ ~ n t ~ ~ o o anunc,Iarse o p ~ · e entrevistas no olvidad despu.es de vanas
interesante y listo N en que ha ~ u e n c l o pasar por· · o ar, en entrevistas que un e ,~ I t ~ p r o c l u c ~ desencanto, pi.tecle signific;r que el s p ~ -
p ~ ~ c ~ : e a e ~ ~ mteresa. E l hastío y el desinterés q u e : ~ ~est' ' 1 os gestos y las actitudes de un escritor no
a? en e ; se lo han traído sin saberlo 1 . . 'conJuntamente con el 1 , d 1 . ' os VISitantes
P0 vo e cammo.
El argumento de que tenemos el t' .con . . el sen Imiento y la
ciencia . e nuestra libertad en larealización del
a·cto volitivo, esa c r e ~ n c i a en las potencias internas,que nos revelan que siempre en un acto podríamoshaber adoptado varias determinadones posibles, cons
tituye bien analiza!do, una de las numerosas sistemati
zaciones de la psicología. En la •complejísima fábricade la psique, alternan las contradicciones más absur
das, ·coexisten los ·contrarios y la atención nuestra, el
orgullo, la pereza y el interés, sólo toman nota de
aquellas direcciones que mejor satisfacen nuestro
ánimo. Es cierto que nos creemos libres, pero también
es cierto que nos creemos en manos de una ciega determinación preestablecida. N os creemos libres cuan
do más ana lizamos motivos y móviles, sin percibir
que en •ese instante es cuando la resolución viene máscausalizada po r lo psicológico. Y nos creemos deter
minados hasta el fatalismo, cuando nos afecta el
azar, cuando nos hiere la injusticia, cuando ocurrealgo que impresiona como libre, imprevisible, inesperado. Si realizamos algo a fuerza de voliciones o pa
decemos algo por causas internas o externas bien dis
cernibles, nos -'Creemos libres; y, al revés, · cuando el
azar enorme, la -imprevisión y la injusticia nos con
vierten en efecto de una causa ignorada, y que se
presenta, entiéndase bien, como libre en la conciencia,nos ·creemos en manos del destino o de la naturaleza.
La ménte h u m a n a por ejemplo, se cree libre cuando
entra algo en la ·conciencia, a semejanza del abaste-·cedor que todos los días tiene que venir a nuestra
ca:sa. Decimos : hubiera podido no venir si hubieraquerido. La misma mente humana se cree en manos
del destino, ·cuando entra algo en la conciencia, como
el rayo que produce estragos en nuestra ·casa. Dice :tenía que venir. Tan fuerte es nuestra creencia en el
destino y en el fatalismo como en la libertad, y en
78 EMILIO ORIBETEORíA DEL NOUS
79
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 42/156
último término, siempre ignorará la razón cuál es la
naturaleza de ese libre arbitrismo que se manifiesta
por voliciones determinadas 'psicológicamente, y de
ese f a t ~ t m wwhometanum. interno, que se nos mani-
fiesta bajo la máscara del azar, Impide toda expli-
cación la irreversibilidad del tiempo; no es posibleexplicar la libertad sin antes libertarla del tiempoirreversible.
Análisis mentales fuera de norma. Intimidades de
la auto observación psíquica en el silencio nocturno.
Experiencias después de separarse bru scamente del
sueño en la noche en fuga. Y ahí, en el limo hipna-
gógico, erguirse y lanzar una mirada a lo íntimo del
yo cuando la otra atención está inerme, la.volunta•des niebla y d alma a superficie asciende como un pez
en un estanque. Entonces, suele descubrirse qt.te en
nuestro interior se han acumulado universos de do-
lor y de miseria. La inmei"sión acerada y brusca incide
nuestra ·conciencia, como d venablo de Laocoonte
atravesó el caballo de Troya, y arrancó en •su interior
el lamento de los hombres heridos. Nuestro yo, acusa
un profundo •sufrimiento, y muchos seres intrusos
revélanse sin orden por su grito de dolor ante el fle-
.chazo introspectivo, lanzado •en forma tan arriesgaday desprevenida.
El universo de los físicos se disgrega poco a poco.
La lectura de las últimas teorías sobre la constitución
de la materia, el principio de causalidad, la indeter-
minación y la mecánica ondulatoria, nos sumergen en
la irrealida·d sin bases. :Er mejor p r e m i ~ que nosor an la física Y las matemáticas reun;das: es el
~ ~ v o 1 v e r n o s íntegro el mundo que nos ~ t a n robado
antes: el m u n ~ o del ensueño y de la ,poesta absoluta.
~
De lo más grande de Epicuro es a q ~ e l l o que d ~ j ~así •como de naso, al hablar de la m a ~ e n a y d d e l l v a c t ~ .
' - " p mtento e o mas"Los ·dioses son cuerpos . ensa .gJoande y griego que pueda ·concebtrse.
Poesía: la belleza sin cesar e m a n a n ~ o de la forma,
la belleza, al fin libertada de la necestdad.
Existen las categorías también de la poesía." , 1 · 1 idea La poesta
la . forma, el numero, e ntmo y a : ..ge la suma armonización de esas condtctones cate-
ext o 1 s·n ·ellas la poesía no es totalmente expre-gona es. t . 1 · ' d a ser
ble no sale de su cárcel intenor, tmttan osesa ' t"mt'ento vago un dato afectivo sin estructura,un sen 1 • . • o · '
t do Como U
na r)resciencta del alma S111 expt estOna!C uan · , . , ·d
. "ble Con las categonas, recten empteza atscerm . . , · d 1 '. . o La poesía lírica es una htpostasts , e a poesta
vtvn. , d 1 formapotencial realizándose en las ·categonas , e a , 'el ritmo, -er número y la i : d ~ a : Estas cuatro c a t o e g o n _ a ~son necesarias, pero m e t a f t s t c ~ m e n t e pueden reductr
se a dos, forma ·e idea, receptaculos en d o n ~ e s.e rea-
liza la hipóstasis del estado emocional ·pnmttlvo al
80 EMILIO ORIBETEORlA DEL NOUS
81
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 43/156
devenir, lenta o fulmíneamente, poesía eterna. Se
sobre e . ~ t i e n d e que las categorías implican tambiénperfeccwn: forma perfecta e idea pura. .
l!n ~ í n i m ~ m . de pensamiento puro.debe ser unaa ~ p t r a c w n practica alcanzable en nuestra cultura envtas ele hacerse. La fisonomía espiritual nuestra, es
puramente una categoría de· la espacialid<l!d; eso es
monstruos?, porque en una inmensa zona de espacio
s o ~ o s un mstante de tiempo, al revés de los pueblossabws, que en un mínimum de espacio ·encierran una
tempo!·alid.ad indefinida. Basta, para aclarar eso, pen
sar a s ~ : EJemplo de lo pri-mero, son pampas y llanu
ras; eJemplo de lo s ~ g u n d o , s ~ n París y Heidelberg ..D e s a r r o l l ~ r perrsamt•ento, es tr acortando ·espacios y
creando ttempo. Se vuelve la duración anímica sobrela estabilidad exte rna y la absorbe. Un centro cultural
nuestro. m p r e s i o ~ a ·como algo sin consistencia ni perm ~ n e n c t a . Es mstante: el que se vive en él y nada
t ~ a > s . El t:abaJO ?e transmutar esas direcciones espactales en JerarqUtas temporales, es lo que corresponde
a los ~ r e a d o r e s de cultura. Hay quien cree que sóloes postble tras una labor de años; debemos conten
t a ~ n o s :así ·con ser entes condenados a pasar. Lasu ~ u v e r s ¡ d a d e s , por hoy, son conciencia sin memoria:vtven de un miserabl>e presente con sus repr·esentacio
nes fugaces, los técnicos. El trabajo político má:S alto
s ~ r í a ir introducie::do duraciones. Pero, ¿cómo ·es pos ~ b l e que la dur.acwn y la permanencia broten de instmtos, pues nada más son nuestros políticos, cuandotratan temas de inteligencia? ·
·S e ha habla:do alguna vez de la fatalidad faraóni
ca¿ del genio? ¿De esa aspiración suprema de vivir
má:s allá de los tiempos, librándose del perecer, por
medio del sacrificio entero de una vida entregada aconstruirse una tumba? Algo hay, o mucho de eso,en todo hombre de genio. Dentro de la pirámide ani
da el cuerpo del faraón,. c o n s e r v ~ d o y i l ~ ~ n t e slejoyas; ·su vivir de h ace tmles de anos cm;ststw un
trabajar en prepararse 'Para quedarse ast; ttempofué ·destinado a elevar ese habitáculo piramtdal, pordonde hormiguean hoy ·penetrantes ingleses. ¿Y nohabrá también en Dante, en Shakespeare o ·en Beetho
ven un fatalismo faraónico, que los impulsa a cons-' ' .
truir una casa de poesía, dramas o mustcas, para que-darse ellos adentro, inmóviles y orgullosos, esperan-
do el bloqueo de la eternidad?
Infinitamente triste es pensar en los hombres.
Siempre lo ha sido y lo es. En lo i n s i g n ~ f i c a n t e queson ·esos seres, y en los otros que han stdo y yacen
hoy en polvo, nada más. Y en los que serán, y en los
que viven y en realidad no, ~ v e n , puesto .que no los
conocemos. Y pensar, por ulttmo, en la vtda de quegozan los seres más quer}dos, son individualme?te como todos los demas, guansmos de la especte,
como nosotros mismos, y en los que viven só lo porque
al azar los ·conocimos y queremos. Y que si no fuerapor eso, existirían tal vez perdidos e ~ n d i f e r e n c i a d ~ s ,(estadísticas, géneros), entre los mtllones de ser es
82EMILIO ORIBE
TEORíA DE L NOUS 85
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 44/156
que son y que no tenemos noticias de que viven.Cuandó se sabe todo esto ¡ah!, mayor car-ño despiertan los seres humanos, que viven porque los conoce
mos o queremos, nada ~ á s . En ese acto, el conocimiento ·es creación; la creación más necesaria.
La existencia de los objetos inmutables e nteligibles de Platón, de las ideas eternas, por enCima de lascosas contingentes y sensibles, aparece con una firme
za muy grande en la exposición que de e11as hace el
griego, y cuando se refiere a seres o ·cosas que exist í ~ n c o n t : r ~ p o r á n e a m e n t e _o fueron anteriores al pa
S ~ J e del. r l o s o f o sobre la tierra. No resulta muy difí
ctl admrtrr ese realismo, refiriéndolo a .Ja naturaleza
de las ideas como las que maneja Platón, verbigracia:el hombre, el león o la r o ~ a . Los individuos mueren
ante nuestros o os, pero sus ·esencias son idénticassus inmutables arquetipos no perecen. Igualmente,
bemos que los restantes objetos pueden sufrir o sufrirán igual destino: templos, árboles, rocas. Pero
todos estos ejemplos estaban ya en el mundo cuando
Platón extendió sus maravi11aclas pupilas sobre e11os.
Lo problemático sería ha11ar una explicación as í para
las cosas inventadas o ·creadas durante la vida del filósofo. No puede afirmarse bien qué cualidades in
ventivas y utilitarias tuvieron los contemporáneos de
Platón, pero moviéndonos en el tiempo, .upongámo
nos r-ealistas platónicos y apliquemos a ·ciertos objetos familiareS"Cle nuestros días la teoría de los ar
quetipos. Así, hemos asistido a la invención, y al uso
Y a la vulgaridad ele ciertas herramientas: entree11as, el avión. La idea de avión, la esencia, el arque- l
1
tipo aviónica, ¿dónde e s t a b ~ para d .griego o meclioeval? Para un <Vclulto de hoy, ¿la r c l e ~ ¿e avwn es
la misma que para el niño? El adulto VIO f ? r m a r ~ e ,desarrollándose, y perfeccionarse ante sus OJOS el m
vento, y hoy ya tiene, afírmase, una idea perfecta :ele
él. Po r su parte, el niño de mañana: ~ e s c l e que emprece a conocer el universo, encontrara J ~ m t o . a la ~ o s a Yel árbol, el objeto avión. Las tres mtehgencras, la
p<Vsacla, la presente y la f u t ~ r a , hallan d ~ n t r o delrealismo platónico, en una sltuanon a n g u s t w s ~ a n ~ eese hecho enunciado y estudiado. Habría que r ~ a g r -nar un devenir en las ideas eternas, lo qu,e .sena un
t t ·clo O ha·bría ·que pensar alegoncamenteon rasen¡. .
el mundo de esas ·esencias c o n t e n i e n ~ o z o n ~ s luz y
zonas ocultas en tinieblas. Sob.re estas t : ~ ü m a s seirían descorriendo velos. Así, la relea de . ~ v w n e s t a b ~allá muy escondida y ·en nuestro siglo recten se re.velo.
Todo •estaría en ·potencia en el mundo de las r.deas
como en el ·cerebro de Dios: el mundo y los o b . J e ~ o sa p a r e c e r í ~ n ·como en un gen?inar y en, un e ~ e m r mcesante realizándose en el tiempo segun .los m v e n t ~ s
'd los ho mbres .1A-diós inmortahdad, eterm-uevos e . . .dad, entonces! Caeríamos en la .a:ctrvrcla:cl de ·emanación creadora, del fluir y por fm, en un pantetsmo ..
La ·enseñanza de la filosofía, r e a l i z á n d o ~ e .cursos extensivos al mismo tiempo que otras c l r s c r p l n ~ a ~ ,
1 . blema:s y 'no las mdrvr-teniendo en cuenta os pro
. dualidades que los crearon, convierte .al profes_or en
un rumiante anual de a r g u m e n t o ~ Y. a los .estuclrantesen roedores. Débese ir al ·conoCimiento. mtegral dealgunos fil9sofos, de las escuelas y los srstemas. En-
84 EMibiO ORIBE TEORíA DEL NOUS 85
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 45/156
carar los estudios completos y ahondables de las individualida:des y sus creaciones, sus enseñanza:s y sus
influencias. Esto haría revivir los estudios filosófi
cos entre nuestros jóvenes. Hoy, la filosofía universitaria es una invitación a morir. Los problemas meta
físicos o éticos, expuestos ·con prescindenciade
los autores y de las épocas, resultan recipientes vacíos yformales. La más insigne faena de la razón se convierte en un pueril juego de argumentos sin sostén
vital, cuando no en una penosa ex1Josición de antítesis irresolubles o en una roedora tarea de penetraren la corteza nada más de los grandes filósofos, y sacar a la luz una parcialidad de ellos, la cual, es sabido,
muere desprendida del resto corpóreo. Supóngase esteabsurdo brutal : que para conocer bien fisiología, se
estudiase tal órgano, híga:do o corazón de ca:da espe-
. cie considerándolo ·separa:do del ·cuerpo : corazón depez, de mamífero, de ave. Que se hiciese lo mismocon la función respiratoria y eón el sistema nervioso,y que se prosiguiera estudiando todo separadamentede los seres que realizan esas funciones, y a:demás,
sin vincular la:s funciones entre sí. Con criterio igualse estudia la· filosofía. Conocimiento, sustancia, materia, vida, espíritu y divinidad, se ·estudian separada-:mente, sin c o n e x i o n a r l o s con los seres griegos,
medioevales y modernos, de ·carne y hueso, que tra
taron y sufrieron los grandes planteamientos, y a:de-más se les separa del ·cauce orgánico de los sistemastotales. Esto 'es un grave ·error. Obliga a realizarmutila:ciones y abstracciones, y termina 1JOr llevar descepticismo y el ·descrédito a lo más noble del pen
samiento. Esto último es lo que ha ocurrido. La característica de nuestra juventud es la carencia absoluta de preocupación filosófica, y los mejores van
ha:cia los problema's sociales y políticos sin funda
mentos ontológicos. Es tan honda esta insensibilidad'y este aiddsmo es tan ·evidente, que ·se ha convertidoen un orgullo. Conduce, por último, a un ·culto inseguro de las ciencias aplica:das cuando más, y casi siem
pre a un fanatismo mulato y bestial por lo prácti·co
y por el músculo.
En un 1Jlano superior, y teniendo en cuenta lo di- ·cho más arriba, se impone recordar hechos como éste,
que deberían meditar los jóvenes embriagados por la·steorías sociales : los orígenes de Marx están en Hegel,y el mismo Lenine, oyente de Durkheim, tiene obrasde filosofía polémica que revelan seguros conocimientos: Materialismo y Empiriocriticismo.
En lo lírico, el sentimiento puro no es más que el
salón de espera del lirismo absoluto; cuando la:s ideasse anuncian, se ·presienten o se presentan, es cuandoestá la verdadera e ilustre ooesía. Las ideas traen en
sí, d ·cuerpo vivo y p e r e n n ~ de la poesía. Aun mismo
e? !os e j e ~ 1 1 ! p l o s del lirismo l l a m ~ d o puro, con sentimientos mefables y ·encendidos de música la emo-. , '
cwn se encuentra c o n m o v i d a secretamente por una_idea gigantesca que despierta y circula en el fondo
oscuro de la mente ·creadora. Los lieder más breves,sutiles y balbucientes, contienen, como en condensación, más allá del pretexto y de la forma que los inspira, la i·dea de la muerte, del amor, del destino . . .Cuando no llega a ser eso, d poema no está aun enlo poético; es un estremecimiento emocional, delicado
o vulgar, pero no sustancia ·estética. Recién apar·ece
ésta al vivir, dotando de perennidad al canto, cuando
86 EMILIO ORIBETEORíA DEL NOUS 87
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 46/156
las ideas desde la razón vuelan y e p r ~ s e n t a n , aunquesea muy velada o fragmentariamente. ¿Y las "Sole
dades" de Góngora? Pues en ellas, la idea que se des
pierta al leerlas, es precisamente, la idea de la poesía
en sí.
Aprisionamos un pasado que nos envía imágenes y
órdenes ·contínuamente. Somos caminantes sin ley,
peoo con memoria. El cuerpo es d carcelero del yo yno obstante aquél no ·dej a de obedecer a éste. Nuestro
destino es obedecer ·ciegamente lét!s órdenes de unprisionero. La absoluta manumisión de éste, significa·
rá nuestra dispersión en el ·caos y el desobedecerle,
caer en el determinismo ele la ley natural. Con temor
encadenamos a nuestro cautivo día a día, pues lo sentimos más fuerte que nosotros. Nuestra función es
reproducir la historia ele San Juan Bautista y Hero-des. El fiero déspota cargaba de hierros al profetay al mismo tiempo obedecía sus órdenes, por temor a
una pr•esentida divinidad y a los pueblos. Ni más nimenos, representamos la mi·sma trágica hazaña, cuan
do observamos con alarma nuestro yo •consciente,
profeta carga·do de cadenas que nos gobierna. El
símil bíblico se torna más exacto aún, si se piensaque a veces degollamos nuestro yo, contra nuestro
deseo, para satisfacer al •capricho de una ley o de
otro ser terrible y bello.
Las matemáticét!s tienen semejanzas muy notables
con la poesía lírica. Las imágenes en poesía lírica des
empeñan el mismo cometido que el de las figuras
geómetricas en las matemáti•cas. Un poeta imaginativo mueve una alegoría en un poema, como un mate
máti-co desplaza una figura, triángulo, octaedro,
círculo, en d espacio. Las imágenes bellas son unidades en sí y viven autónomas como las figuras. Las
m e t á f ~ r ~ s puedenser volúmenes, como las imágenes
superftcte, ) por eso los grandes imaginativos sonbastante impasibles muchas veces. La poesía lírica,
que wnfina wn la música, y cuyo caudal emotivo es
intenso, se •corresponde también con la aritmética. Es
la más fácil, la más humana, y las ·cantidades con
cretas son como los concretos sentimientos individua
les, y lo mismo ocurre con los valores indeterminados.Detrás del número hay una emotividad musical, como
ocurre también en toda poesía lírica. N o se puede
pensar un número sin sentir derta emoción, al cons
tatar que nació ·de lo profundo •del hombre, y no dela naturaleza y lo mismo fué el canto lírico. La poe
sía que se ·carga de i·deas, y que construye un mundo
en donde la abstracción necesita del símbolo para vi
vir, ·como el alma necesita del cuerpo, se corl'esponde
con el álgebra, la ciencia de los números abstractos ·'
estos últimos requieren del ·cuerpo del número c o n ~creto para poder vivir. Las letras del alfabeto nece
sar ias a la poesía simbolizan cantidades, expresan el
valor de números y ·son el lenguaje también álge
bra. Como ocurre en la poesía, •esas mismas letras
y las palabras, expresan un 1enguaje superior enra
recido por ideas diáfanas. Intermediariamente pueden
notarse las vías transitivas: existe poesía de pasaje,
que se colora y ·regocija con esos diversos üoos ·enun
ciados, acercándose o alejándose de las matemáticas,
y a guisa de deporte, pueden citarse ejemplos de poe-
88 EMILIO ORIBE TEORíA DEL NOUS 89
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 47/156
tas, ·cuya singularidad ·consiste en la armoniosa utilización de números y sílabas.
Los que de niños hemos visto familiarmente dego
llar ·cor·deros en el campo, y hasta recogimos la sangre en vasijas y la vimos transformarse de torrente
tumultuoso en coágulo blanduzco y os·curo, nos sen
timos inclinados a imaginar bi·en, con ayuda de esesímil, que al hablar de la memoria, podría decirse :
la memoria es el tiempo que se ha coagulado al salir
de los ontológicos cauces, para caer en la vasija de
nuestros cuerpos.
El destino de las cosas delicadas y esenciales, ele-
pende muchas veces de un g ~ s t o o una distracción ele
los más groseros seres. Un autobús lleno de niños,
una •escuela ·en manos de un torpe y mal educadomaestro, el lirio de los valles amenazado por la rueda
ele un carro. No hay fuerza humana, a veces, que pue
da evitar eso.
En el poeta, cuando lucha con los medios expres i-vos, lo más heroico es enfrentar a la sabiduría y lo
más admirable es dominarla. Pero, para que el triun
fo sobre ella sea completo, lo más dificil ahora es
hacerla desaparecer en 'segundos planos, ·ele tal forma
que la presencia de la •sabiduría, que siempre tiendea asomarse tenazmente, no .se insinúe en lo más míni
mo por encima de las creaciones poéticas.
La mtswn última de la poesía, consiste en darle
sentido al tiempo. El sentido del espacio de lo plástico se desprende.
Cuando se discute sobre moral o política, los argu
mentos que sólo se apoyan en hechos ·de la historia y
ele la naturaleza, no son argumentos válidos. Es lo
que Aristóteles decía: "la historia trata de particulares". Lo particular no se repite jamá:s en la historia,
no puede servir de norma, como el sorbo individualdel per-cepto jamá:s se repite en la experiencia, luego
no es válido más que para el instante y el lugar en que
se produce. El hecho histórico ·es un percepto tempo
ral, nada más.
TEORIA DE GOETHE
Las vinculaciones que un genio ·como el de Goethe
mantuvo con los griegos, provienen siempre de muydiversas ·categorías convergentes. Por lo pronto, hay
siempre un dualismo generador, en todo genio; algoque inconscientem·ente deriva de la naturaleza, y des
pués el caudal que •en la creación aparece, ·dependiendo de su inteligencia y sus posibilidades de cultura.
La separación de naturaleza espontánea y cultura en
Goethe es evidente. Po r naturaleza entendemos aque
lla vinculación no configurada por la voluntad, queinfinitos factores ·revelan sin que el genio mismo lo
sepa o demuestre saberlo, y lo inclinan y conducenhacia determinadas ·soluciones y planteos, aun cuando
90 EMILIO ORIBETEORíA DEL NOUS 91
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 48/156
se hallen éstos en -conflicto con su pensamiento éticoo ·cultural o con lo que hubiera deseado hacer. Po r
virtud de ejemplo, recordemos en este instante elHimno de Prometeo, fragmento que pertenece a lajuventud de Goethe y que forma parte del drama delmismo nombre, y que el autor deseaba eliminar, ha<S-
ta que fué agregado más tarde en esa obra contra suespecial voluntad. De tal modo que, refiriéndonos al
ejemplo, tenemos que por naturaleza Goethe presentaba una vinculación wn lo griego elemental y prometeico, más intensa que ·con mitos de otros pueblosy artes. Había en el fondo ·de esa originalidad creadora del genio, una inclinación a simpatizar, prohijándolos y reproduciéndolos en figuras, con ciertossímbolos de la Grecia heroica. Entre ellos, el que másatraía a Goethe con fruiciones de asombro, desde sus
primeros años mozos, y permanece fiel en su largatrayectoria creadora es Prometeo, el frenético titani<da ·en •contraposición ante lG>s dioses, que les soporta la potente mirada después de arrancarles lo s secretos para hacer partícipe ele dios a la tercera dinast ía :
las ·criaturas humanas. Goethe condensaría ese afán
en afirmaciones, como aquellas de que sólo ·se puedecrear algo grande, cuando se actúa contra la voluntadele los dioses. Este mito, que no tiene límites en Goethe, y que en forma clara y orgullosa descuella sobre
sus obras de juventud, experimenta con el tiempo,· unas transformadone s metafí.sicas y religiosas decisi-vas, que terminan por acumularse como nube de tormenta alrededor ele la figura central del segundoFausto. El elemental Prometeo, tras brevísimas es-
cenas en manos de Goethe se convierte como en Es-'quilo, en un símbolo de la humanidad de una grandeza
inabarcable. Prometeo ·cede con el tiempo su lugar a
Fausto, transmitiéndole el fuego robado y el himnosoberbio, que este último a su vez convertirá en acción fecunda y en lenguaje metafísico. En ·ese ordenele desplazamientos, también Margarita cederá su sitio a Helena: igual distancia en idénticos reinos; para
los primeros, el 'CÍrculo pétreo ele un mundo individual
.y pequeño,para Fausto
yHelena el
reinoele un
inabarcable mundo. Pasaje paralelo de los elatos de lassensaciones a las categorías irreales, pero encarnadasy vivas. Este mito prometeico que emana de la naturaleza goethiana, se ·compenetra con muchísimossustanciales limos de esa misma fuente natural. Hom-
bre de mil perspectivas, Goethe como el estuario enlas dmas y como la idea en la concepción mística de
Plotino, nace de varias fuentes simultáneas ele sí
mismo. Hay, pues, muchos Goethe que se ·enciendenla lengua en ardientes mitos, en la naturaleza de este
hombre. Volviendo a lo que se relaciona ·con lo grierro naturalmente Goethe mantuvo dos aspectos másb ' . . .de ese oueblo coexistiendo con el mtstenoprometeiCo.Un o q ~ t e es artístico, desinteresado y luminoso, es el
don aoolíneo que se manifiesta en el poeta ordenador
y en hombre que vive, que señorea ·en su actitudfrente al canto y en el canto, y en la posición frente
· a las rápidas ofrendas ele la vida y frente al amor,con las fugas o desapariciones oportunas comotransfiguradones de las míticas criaturas. En la m
terpretación del arte o del universo, en la hazañaéonstante de ir a escoger con mano experta en laslimpias e inagotables viandas de las diosas, o hasta
en el coincidente enigma del vaciamiento corpóreo,tan Heno de sublimidad. ¿Quién no recuerda ahora,los testimonios de su madre, y los de Reine y Eckerman? Imagínese la escena que tiende a ser ya clásica:
92 EMILIO ORIBE TEORíA DEL NOUS 93
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 49/156
la madre mirándolo patinar un invierno en Franc
fort. El joven enardecido se ·desliza entre los demás
efebos y entona una melopea de Klosptock. La ma
dre al verlo en la mente lo dibuja nítidamente, y lo
define bajo la forma de una •criatura de los dioses.
Así queda escrito. Más tarde, Reine lo visita en
Weimar y quedaron del encuentro aquellas anotaciones: "Apariencia armoniosa, precisa, agradable, y
llena .de nobleza hasta tal punto que en ella podríaestudiarse el arte .griego". El tercer documento ·es el
de Eckermann, •cuando muerto Goethe descorrió los
velos y observó su cuerpo : "Quedé a:sombra:do ele la
divina belleza de aquel cuerpo. Poderoso pecho, an
cho y comba:do yacía, ante mí, un hombre perfecto".
Véase ·como ·en esta férvida concordancia de la
ma:dre, del poeta y del amigo, destácase la confluencia
de lo prometeico y lo apolíneo, que coinciden en sunaturaleza y se expresan en un lenguaje adecuado en
todas sus obras. Los clones helénicos hablan en el
músculo, en el gesto, también como ·en el poema y en
el ·drama. Y aun más, siguiendo el transcurso de la
obra de Goethe, podrá percibirse cómo su genio va
· por conexiones bien sensibles, desplazándose de lo
promet:eico a lo aoolíneo.
La otra fuente- auténticamente griega que Goethe
contenía en su natural·eza, es de ·caráJCter distinto, y
no se refiere al artista en trance de alumbrar su mun
do de criaturas, sino más bien al germano discurridor
Y pensante. Al especulador que se arriesga en instau
racion:es, levantando su máquina metafísica sobre la
isla firme del poeta. Es un detalle muy importante
en la personalidad de Goethe: se insinúan en todas
sus obras y en parte considerable de más de una ele
ellas, pensamientos que aparentemente los aprecia-
mos como derivados de Espinosa, pero que, ahonda
dos, los sentimos fluir desde los primeros filósofos
griegos del Asia menor. ¿Qué es, en muchos aspectos
Fausto, cuando experimenta, piensa o actúa, sino un
heroico vasallo tardío de aquéllos? Porque el panteís
mo dinamista goethiano, sobrepasa sus inmediatas
vinculaciones con Espinosa, para signifi·car en últimotérmino, una rezagada resurrección de las mágicas
filosofías presocráticas. Cuando Tales anuncia que
todas las co s3:s están llenas de dioses, arriesga ya
una anticipación goethiana. El mismo ·pensamiento de
Goethe: "E n el principio, era la acción, la fuerza",
cargado encuéntrase ele la propensión jónica, pues
trasunta un acercamiento ·con aquel fuego heraclita
no, principio activo y material, creador del m1,1ndo,
que utilizaban los presocráticos en el pórtico ele sus
cosmogonías : ·especie de brasero que aún calienta elumbral de sus arquitecturas derruí-das.
Pueden, pues, considerarse estos ingredi·entes, el
prometeico en lo crea:dor y el apolíneo y -el jónico en
el límite de lo creador y del conocer, como corrientes
que alternan deslizándose entre otras, sobre la super
ficie y lo más hondo ·de la naturaleza goethiana. Allí
están en él: pot uno de ·esos milagros que la feroz
naturaleza realiza forma:lidél!d, tal vez ciegamente
o a la lámpara de una inteligencia que aniquila y-no es
explídta, hubo un instante en que en una máquina
carnal, el genio se manifestó naturalmente, haciendo
coincidir en él esos variados jerárquicos dones, y re
produciéndolos a la vez como distintos ·de los anti
guos. Puédese creer que esta concita·ción de virtudes
estéticas y formales, con significar tanto, ·es todavía
algo limitan e y ·esquemático; pero no es así, porque
admite que aliado de ella estén infinitamente dispues-
94 EMILIO ORIBE TEORíA DEL NOUS 95
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 50/156
..tos y ordenados otros dones naturales muy propios
en Goethe, como ser aquellos más percept ibles que
lo enraízan con su pueblo, con la historia circundante
y las ideas del Sturm und Drang, con las artes góti
cas y las virtudes primordiales de los germanos.
Coexistencia que se mantiene viva y latente ·siempre,
o que permite el combate consigo mismo, y cuyas al
ternativas aparecen en las criaturas puestas a vivir
por el artista. De ello recuérdese lo que W erther y
Tasso contienen •de contradictorio y de contraposi
ción, frente a Ifigenia y Hermann y Dorotea. Aspe
ms antítesis levántanse ahí. Y hasta aquella proyec
ción de lo medioeval en un tipo griego, como un
envión vital en sentido invePso a la corriente del
tiempo que haee, por ej-emplo, que los razonares lo
denuncien y nosotros lo asintamos: que el Orestes de
Goethe, detalle débilmente anotado por Stapfer, el
obsedido atrida tiene algo de un H amlet griego.Fausto también realizará la misma involutiva pere
grinación en contra de las edades: tendremos un vi
kingo del pensamiento paseando su mentalidad
post medioeval entre los pórticos griegos. Aplíquese
ese mismo vigilante examen y se notará cómo Tasso
adquiere las apariencias de Hamlet, wnmás similitud
que los otras citados.
Retornando ahora al origen de estos temas, es de
cir, a la separación que se hizo de naturaleza y cultu
ra, o de genio y aluvión adquir¡.do, tratemos ahora enGoethe lo que se refiere a vinculación de su •cultura
con lo griego. Se presenta inmediatamente lo que es
conocidísimo: la cultura de Goethe con sus laberintos
de fugas y de pausas, era universal. Casi dan tenta
ciones de volver a repetir lo dicho a veces con ne
gligencia de su naturaleza, y ve1: sólo ·en él universal-
lida:d. Pero lo griego en la cultura de Goethe ocupa
un extenso dominio. En parte, esa cultura y ese agre
gado ascienden de su personalidad como eficiente
condensación •expresadora y custodio de su nebulosa
natural y esencial. Sube de él. En parte, viene de
fuera, de la curios¡.dad inteligente, de las revelaciones
de los amigos de la juventud, y como innecesario ar-
bitrio o fatalidad del genio. Lo griego, en el mundo
del arte ha tiranizado toda acción genial, la ha iman
tado hacia sus ejemplos. Así, no hay genio que no
vaya como Narciso en último término, a reflejarse en
el agua griega. Goethe fué así. Y no fué solamente
en el sentido de ser, s ino que este impulso poderoso lo
hizo trasladarse como pasajero de carne a las vecinda
des del mundo antiguo, para verse y reconocerse en
él, justifi cándose al mismo tiempo. Considerando este
. helenismo exterior de Goethe, que afecta a su cultu
ra más que a su genialidad de artista y que limitaen formas concretas las energías naturales y fluyen
tes, basta para estudiarlo, indagar las procedencias
bien determinadas que se conocen. Lo notable es que
son abundantes y dispares, y que se coordinan en su
vida en éoocas bien daramente definidas. Así, no hay
más que ~ · e c o r d a r con miramiento discreto un perío
do dominante, aquel que precede y sigue al viaje de
Italia, acompañado de las obras ·que por ~ n t o n c e screó. Esta época es suficientemente clara y se con
firma la coincidencia en Goethe de la naturalezaapolínea y de la cultura helénica, movida esta última
por el realce de los estudios que hizo Goethe de las
obras de Winckelmann y del pathos de Holderlen, él
poeta que cayó en el soto de la irascible locura cuan
'do merecía alcanzar el fruto del genio. Lo notable es
que este ciclo•bien iluminado de Goethe, que se apoya
96 EMILIO ORIBE
en arbotantes que a su personalidad vienen, y sostié
TEORíA DEL NOUS 97
talizar en él, por acumulación progresiva de admira
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 51/156
nenla fuera, con el fin también de integrarla yprofundizarla, su f re al regresar a Weimar, un dichoso rozamiento con la ·circundante oportunidad. El
hom?re se había ido demasiado en lo griego, p e t ~ d i e n -do p1e sobre el limo necesario de la corteza terrestreY corrió el albur así de idealizar extremadam:entecreaciones. P·ero bien pronto, en la aparente avenidade mármoles sin retorno, surge ante Goethe la figuracontrapuesta de Schiller, quien lo aleja de aquello9-ue, a f ~ . t e r z a de ser demasiado formal y abstracto,
perdtendo para no recuperar jamás, el estremecimiento de lo que vive;
Volverá otra vez a la cultura helénica, pero será ·enparalela ·concurrencia con sus intuitiva:s certidumbresoriginales: así, en el segundo Fausto los sumandoslíricos y estéticos que rodean la máquina de los amo
res del alemán y de la griega, y 'el nacimiento deEuforión, demostraría cómo en un instante y en una
obra condensadora del genio de Goethe, se manifiestan y se concilian todos los elementos ·cósmicos y humanos. Para mejor comprender procesos de esta categoría, vamos a suponer que Goethe no supiera quesu naturaleza estaba, en su fluencia original, dotada
de un don prometeko, de un don apolíneo y de una
ir:tuición místico-filosófica, no solamente panteísta,smo también primitiva y animista. Estas tres natura-
lezas actuaban en él subterráneamente coincidiendo. ' .con otras no menos dignas del sondeo analítico sinque él las viera con nitidez, ni hiciera uso i m p e n ~ a d ode ·ellas. En cambio, lo que él ex·perimentó claramentefué un imperativo designio que Io impulsaba a conocer la antigüedad. Este afán de conocimiento al
• o o '
pnnClplO •espontáneo e impuesto después, logró cris-
ciones y ganancias, una personalidad realmentepoderosa. Se construyó la malla y el escudo de una
segunda vida helénica, para el momento de la beligerancia con el tiempo. También se adornó ·su persona con el helenismo, a modo de un templo revestidode mármoles, o como una estatua antigua era decora
da. Tanto Herder, como Winckelmann, como Schiller, y sus estudios personales sobre escultura y música griega, y los viajes, reforzaron muy bien susnaturales potencias. En otras de juventud, hay deta-11es pequeños y rápidísimos que ·confirman esos toques mágicos de la cultura mediterránea. Recuérdese,por lo pronto el W•erther, aquel joven en ocios queleía a Píndaro y Homero. Nada más opuesto a lapoesía homérica que esa alma vacilante y estremecida,y también muy lejos se halla ese tornadizo joven de
la firme energía que viven ios héroes en los cantospindáricos.Multiplkar cit<.ts está de más. Goethe respira en
la vida, siente lo medioeval desde joven, pero lo griego lo incita y atra:e. Pueden contarse lo s indiciosexternos de la cultura antigua en los numerosos instantes en que hacen confluencia en él, a modo de jerifaltes que remolinearan acercándose al ·puño que el
guerrero extiende ·como sin quererlo. ¡Y de qué manera, en detalles de sus obras, 'el poeta muchas vecesinvoca esos auxilios griegos, ·en actitud de defendersepor medio de ellos de su ardorosa debilidad humana!
La documentación biográfica enseña que en ciertos momentos repetidos, para la genialidad de Goethees necesaria la intervenciÓn de muchos contemporáneos de gran saber. Virtudes y debilidades griegaslas suyas, amplitud y nobleza en, el reconocimiento .de
b
98 EMILIO. ORIBE
la íntima relatividad cultural, claridad y equilibrio y
1
~TEORíA DEL NOUS 99
condensarse en torno a esa realización insondable qne
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 52/156
potencia contenida, que se suman a ese don social en
el momento del llamado a la cr€ación. Despóticamen
te apodérase de todo lo de la vida y se afirma en ella.
Conocidas referencias de sus contemporáneos lo van
confirmando, al ritmo en que su ser se concreta. Po r
muy sabidas, no se repiten aquL Sobre todas las vi
das parece que la de Herder fué la que le abrió rná:sclaridades; en él rompió el sayal dasicista del si
glo XVIII francés, y después de una convivencia
célebre en Estrasburgo, he aquí que Herder, toma al
· joven y lo coloca frente a estos destinos artísticos: la
visión directa de la antigüedad, -el alma del pueblo
alemán derramada en la poesía y en la música del
lied, y en el sentido ele la alta Edad Media. En se
guida, actuando como removeclor especial, en enérgi
ca exigencia a sus fuentes creadoras, le ofreció el
ejemplo de Shakespeare. Aquella primera colocacióndirecta frente a: la antigüedad, debió deslumbrar al
discípulo. Abríase allí una avenida que lo trasladaba
a lo helénico, vía sacra en la que lo guiarían más tar-
de vVinckelmann e Italia y el mismo arqueólogo
Goethe. Se trata de una vía formal. Y abríase simul
táneamente otra vía en sentido angular con la prime
ra, una vía interior y sustancial, que era también
fábrica de luz, y ·logró de es•e modo que despertaran
en su caverna, cerca de la carne y en el propio espí
ritu, en el santuario descendente de las ideas madres
individuales, los elementos que hemos señalado al
principio de ·estas afirma-ciones: lo prometeico, lo
apolíneo y la filosofía. Estas tres voluntades vitales
se elevarán y compenetrarán ·con el resto de la perso
nalidad, y hasta con aquellos mirajes que Herder le
señalará: lo musical, lo medioeval y lo religioso, ·para
es el Fausto.
Apoyándonos en parecida concepción, que estudia
al creador procediendo como ·en una espiral compren
siva de exploración, partiendo de las perdidizas fuen
tes, es aquí se il:án exponiendo vinculaciones
más concretas del alemán ·con lo griego, primeramente
en su poesía lírica, y después en parte de su teatro ypor último en aquellas ideas filosóficas de pwceclen
cia griega o cristiana. Se percibirá así cómo, en
G o ~ t h e poeta, sobreviven las mercedes anímicas e n u n ~ciadas, asociándose muy bien con el helenismo venido
ele fuera clesoués, es decir, que hay predominanciade la •esencia-o de lo Huyente sobre lo formal y en
ciertos ·ejemplos, armonía. De qué manera en el tea
tro, la cultura de los antiguos se impone sobre la per
sonalidad íntima, lo formal domina sobre lo que es
es·encia en las mejores obras, como ocurre ·en Tasso,Pandora e Ifigenia. En el poema Hermann y Doro-
tea se armonizan, como en los diálogos de Fausto y
Helena, y en lo más característico de esta obra. Se
pel'cibirá por fin, que en lo estético, lo formal o sea
el culto por la belleza griega, ·con su contextura de
doctrina y con una configuración algo esquemática
que había nacido en Winckelmann, llega al apogeo
crea111do una Grecia especialísima, trasunto e imagen
parcial de la estatuaria, y que logró exagerarse hasta
solidificarse en un dogma transmitido delo
helénico,que va a exigir más adelante el esfuerzo titánico de
Nietz'sche, para ,qüe pueda ser destruído.
Volviendo al tema de lo poético, para aprehenderlo
habrá que ir avanzando en ·elipses ele generalización
inevitable hasta otras más limitadas y ejemplares.
Sabido es que Goethe tuvo la ·complacencia de escri-
100 EMILIO ORIBE
bir poesía:s líricas durante to:d a su vida, que esta
TEORíA DEL NOUS 101
grande, correríase el riesgo ele ofrecer facilidades
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 53/156
creación ·es varia:dísima, que encierra la libertad y la
obediencia de la lira ·en plenitud, d·esde el lied al
poema homérida y a la baraúnda del Xenies magro y
brutal. Limitándonos a apreciar lo que pudiera haber
de auténticamente vinculado ·con lo griego, encontra-
mos en primer término, que ·en todo lo goethiano
pueden advertirse tales correspondencias dentro de lacirculación de su lírica. Y tiene que ser así, puesto
que siendo esa poesía la efusión de la intimidad, for-
zosamente aquellos tres oscuros ríos señalados más
arriba, tendrían que revelarse en los cantos de Goe-
the. Sabido es que ·en sus novelas como en sus dJa-
mas, también asoman fragmentos líricos : lieder y
balada:s por aHí, cantos de tránsito o permanencia
por otros lados, ·como lo s que dedica a Mignon en la
novela d1dáctica, o himnos como los que pone en la-
bios ·de Prometeo, Pandora o If igenia. Más allá detales ejemplos, están los volúmenes ·califica:dos y en-
teros : los epigramas de Venecia, las elegías de Roma
y el Diván, bajo la invocación de Hafiz. Y por enci-
ma de ellos, la continuanza de las poesías sueltas, en
que lo circunstancial es el carro guerrero de lo eterno,
pequeños poemas filosóficos como d Canto de los
Espíritus sobre las Aguas, Ganimedes, Límites de la
humanidad, lo Divino . . . Innumerables e insondables
cantos, que se condensan en ideas filo só ficas y pa-
rábolas. Reduciendo ese mundo para expresar mejorlo griego que hay en la poesía de Goethe, estudiare-
mos sólo ·en aquello en que es más dominante: los
fragmentos de Prometeo, Pimdora, Ifigenia y parte
del segundo Fausto. Después habrá que hacer men-
ción reconocida ele los himnos, las elegías y los poe-
mas filosóficos, pero como todo esto ya es sumamente
\'
1
J·¡
11
11
a un paralelismo inconcr·eto o superficial, que ter-
minaría, como es lógico, por no satisfacer. Cautela,
por lo tanto, se debe tener al arriesgar estos recono-
cimientos griegos. Se deberá proceder •con la adver-
tencia de que ·en Goethe, la genialidad siempre se
manifestaba en poesía lírica, ·como un impulso es-
pontáneo arrollador. Su amigo Schiller decía quemientras otros se esforzaban para componer un poe-
ma conveniente, Goethe e!l cambio, no tenía más que
sacudir el árbol y los frutos rodaban a sus pies. Las
poesías se engendraban aun en pugna con sus ideas,
y muchas de ellas asomáronse en su conciencia un
instante, y volviéronse a hundir durante años, para
reaparecer formándole cortejo a los episodios del
Fausto. De ahí que en esa genialidad latente, tal vez
ignorada por Goethe, fueran imprescindibles ciertos
estímulos externos, de procecleücia afectiva, que du-raban poco y que se reproducían: figuras ele mujeres
que ·están perennes en sus obras, y que en las memo-
rias de Poesía y V ecclacl aparecen historiadas en sus
resortes íntimos.
En la poesía lírica de Goethe se asiste al triunfo
de uno de los propósitos primarios del escritor; el de
vencer •a arista abismal que suele abrirse entre la vi-
da y la poesía. Aquel acantilado que se levantó por
primera vez •entre los alejandrinos, al encerrarse ellos
por artificio en su propia individualidad, separándosedel mundo, y que en todas las épocas más u l t a rea-
parece y que ha dado ejemplos al arte de muy subidos
merecimientos, ·no existía ·entre ·los griegos de la
época de formación y madurez. La poesía era una
idealiza·ción de la vida y de sus formas, la sangre de
Dyonisos discurría en los ditirambos ·corales, el ·canto
102 EMILIO ORIBE
de Píndaro se apOyaba en el músculo, la oda de Safo
TEORíA DEL NOUS 103
una nueva cima. Es el secreto del Zeus del Olimpo, en
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 54/156
se modulaba ·con la comolicidad de las formas alegres
o tristes de la naturalez;. La ·belleza objetiva entraba
libremente ·en tocamiento con los ritmos del poema :
vida y canto no hallábanse enclaustrados indepen-
dientemente. Goethe en su aspecto lírico, es la reali-
zación de aquellas fórmulas. Todas sus creaciones tie-
nen su apoyo en gozados elementos vitales, ya seanindividua·les, ya sean traspasos de la naturaleza. Y
sus imágenes más firmes, plá:sücas y visuales, como
nuevos y animados objetos de belleza, serán sobre-
puestos al pálido mundo de las •cosas. Si alguna vez
se apodera de alguna vitualla íntima en demasía, al
expresarla objetívala ele tal suerte, que le arroja una
vestidura artística como un puñado de bella arcilla
sobre un fantasma. Y a sea ·corpórea, ya sea poética
esa vestidura lo hace 'Circular respirando holgada-
mente en lo vital. Si busca lo maravilloso o se valeele mitos, gusta elegir precisamente aquellos que son
fieles idealizaciones ele lo corpóreo y ele 1o humano,
que están en las primeras amorfas materias ele las
mitologías: Prometeo, Pá.nclora y otros titanes y dio-
ses homéricos o hesiódicos, todos tan ricos ele Emos
humanos, tan arraigados en nuestra vida o nuestros
pensamientos, que en reaüdacl son ideas nuestras o
instintos que se han echado a anclar. De ahí que con-
siderado en este aspecto, Goethe •sea ·en lo poético pre-
dominantemente realista y helénico. Con seguridad serealizaba en él el pensamiento de Winckelmann: "E l
artista ·colabora en la obra de la naturaleza. Del mis-
mo modo que la naturaleza se sobrepasa en el hom-
bre, 1a humanidad se sobrepasa en el artista. 'Este se
sobrepasa en su obra, y esa obra a su vez por la irra-
diación que ella expande, eleva a la humanidad hacia
1
j
1
111
1¡ ,
1
l
1
el ·cua.J el Hombre vuelto Dios eleva el alma del que
lo contempla y lo hace partícipe de la gloria divina".
Este pensamiento que se hizo dogma entre los ale-
manes discípulos del místico arqueólogo, parece un
escorzo de plegaria antigua del tono apolíneo, pero
despojado de su unción poética, juzgándolo comoenunciaclor ele cierta norma, es precisamente la ex-
presión ele lo que esta poesía goethiana realiza. En
las sublimaciones que se hacen del artista, se le man-
tiene íntima y sabiamente encadenado a la vida y nose le aisla en lo s atributos celestes que lo distinguen de
la restante ·escoria de lo real. Esta vinculación ele lo
real y lo ideal, de lo humano y lo divino, realizándose
según la pragmática del arte clásico así entendido,
trae como consecuencia que tanto en la poesía como
en todo arte, lo perfecto o lo realizado, es a:quello que
en último término tiende a divinizar lo humano. Nose trata, pues, ele menoscabar dioses o ideas acercán-
dolos a lo real como en penitencias, sino que la ope-
ración es la opuesta: deificar barros e idealizarrealid3Jeles.
La poesía es en él un equilibrado no deshacimiento
del mundo. A las fuentes antiguas de su poesía unié-
ronse los entendimientos de la cultura, consustancián-
elose en creaciones breves, como lo hace el simbolis-
mo del espíritu y la sangre y el jugo de los campos
en el vino ritual. Durante toda su vida Goethe, enexpansiones vitales fué dando su plenitud generosa,
y en ese darse fué incorporando sabiduría sin entur-
biar su copa. Esta personalidad adquirió dos demen-
tas má:s, que son bien visibl·es por cierto: la individua-
lidad, con la libre expresión del espíritu y el odio a
lo gregario, escindido y limitado · en las confluencias
104 EMILIO ORIBE
estrechas como la de los ·cajones de las montañas.
TEORíA DEL NOUS 105
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 55/156
Esa libertad y este individualismo generoso, que lo
separaban de sus contemporáneos, no le secó el gajo
del corazón sino que por el contrario, se lo floreció de
amor. Si añadió -ciencia, supo añadir bondad, con go
ces indecibles, diversificándose en mil vertientes su
genio Iírico, ya en la transmutación proteica, ya estremecido e inmovilizado po r aquel mirar suyo olím
pico sí, pero jamás indiferente. Agréguese que todo
lo ·concluído por Goethe se complace en denunciarse
como un arte de experiencia. Hay obras que contienen experiencias totales, sumas de conocimientos e
ideas, que son la mayor experiencia de la sabiduría,
como el segundo Fausto; y de ahí siempre, en círculos má:s concretos, toda la poesía ·de Goethe es un
fruto embellecido de experiencias. Los poemas de la
modalidad prometeica o de acuerdo con el vocablo
preciso, de la experiencia prometeica, son varios.Refiriéndonos a lo lírico, y sin adentrarnos en lastransformaciones de lo prometeicó y la superación y
amplificación del mismo, que es en suma, ·el problemadel Fausto, (l)dmitiremos desde ahora que Goethe ex
presa aquel modo íntimo y oculto de su yo, en dos
dramas ·de juventud, no muy frecuentados por los
curiosos, y que se llaman Prometeo y Pandora. Des
pués, en otras _poesías pero lo fundamental está allí.
Las dos obras, con los fragmentos líricos interocalados
que contienen, quedaron sin terminar. La tendenciaprometeica inicial sufrió seguramente la canalizacióndel algunas veces frustrador •sonreír aoolíneo. El dios
reivindicó para sí, en forma de inhibfdor silencio, la
misión de inmovilizar al poeta en el instante en quedebía producirse la ruptura del hombre ·con la divini
dad y de lo real con lo ideal. Aquella virtud griega de
lj
J
la armonía, sea de origen apolíneo, sea de progenitura
platónica, dominó o-portunamente las creaciones de
Goethe. El lo decía: en los conflictos trágicos supre
mos su naturaleza mostrábase conciliadora. O tal vez,
y esto p u e d ~ E ser más exacto, el Prometeo quedó sin
terminar por un fenómeno de transferencia en la
creadón, por crecimiento en la inteligencia de Goethede un mito más humano y más cerca suyo, al par que
más europeo y moderno. Cedió su fluir congruente alirreprimible Fausto, y la lucha primitiva llegó a adquirir un sentido más eficaz y profundo. Volviendo ala época prometeica, se nota que d héroe en su him
no, a pesar de quedar éste inconcluso, dijo mucho;tal vez demasiado. Me refiero al fragmento lírico
que figura en sus obras, como ·prólogo de aquel ter
cer acto que nunca fué escrito. Este poema, como
todo lo de Goethe, tiene su historia configurada en lacera de lo real. Es de 1774, de los 2 5 años de Goethe,y fué envi(l)do inédito a Merck. J acobi lo hizo conocer
a Lessing, y éste al ·caer bajo su inflttencia, se entregó al espinosismo. Goethe, más tarde, revelará el
sentido del drama y por lo tanto del poema. Reac
cionando contra las privanzas místicas que lo empezaban a dominar, planteó •en sí mismo el primer gran
conflicto, entre la creencia y el pensamiento. Dice
con exactitud que asombra: "yo me separaba hasta
de los dioses, a la manera de Prometeo''. "La fábulade Prometeo se reencarnó en mí, comencé a ·escribir
una obra en la que está representado el descontento
que -el titán provoca en Júpiter y los demás dioses,al modelar los hombres con su mano, animándolos
con el favor de Minerva y fundando una tercera dinastía". En esta obra, siempre que la oportunidad se
presenta, comento que me ha llamado la atención,
106 EMILIO ORIBE TEORÍA DEL -NOUS 107
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 56/156
un detalle no señalado por los críticos que conozco".Y es esta modificación del mito antiguo: Prometeo
crea hombres, ·pero ·con auxilio de Minerva les in
funde 'la inteligencia. Esta penetrante ayuda miner
vina es una av•enencia con el espíritu de Goethe. Si
Prometeo se rodea ele las criaturas que su mente
forja, logrará so lamente vida para ellas si Minervalo ayuda. De modo, que encontramos en ese detalle
un principio artístico que es eminentemente goethia
no, según el cual no se puede ·crear ni manumitir den
tro de la fatalida:cl prometeica, si no es con ayuda de
la mrsma divinidad.
La inspiración debe comoletarse con el Tespiandor
de la inteligencia, sea h u ~ a n a o divina. Será esta
última, la que tomando lo inconcluso logrará darfin a la expresión verdadera. ¿O será también que
Goethe hallábase baj o el mismo sistema de creacionesque trasciende de las odas pindáricas, según las cua
les nada oLieden hacer de durader-o los mortales fren
te a los 'dioses si nó es con el auxilio visible o no, de. '
otros dioses? .Como se ve, nos hallamos dentro ele uncírculo de -elementos directrices del espíritu y la reli
gión de los griegos. Con todo, el fragmento lírico esmuy claro, y ya afirmamos que dice demasiado. Sa
bido es que en su discurso acerca del arte gótico, Goe
the había hallado la hermandad existente entre Pro-
meteo y el artista creador. El de Goethe, si es untitán que se rebela, también es un artista que . crea
seres humanos prestigiado por Minerva. Bajo esos
dos aspectos lo citaremos: ·cuando Prometeo es más
artista que titán, se asiste a las escenas del segundo
acto, las mejores sin duda del poema. El primer acto,
y el fragmento lírico que suple al tercero, desarrollan
más actitudes titánicas que artísticas. ¡Pero de qué
calidad trágica y profundidad, en cambio! Véase có
mo procede el artista creador. Brevísimas escenas.
Prometeo, entre d círculo de sus criaturas los in
doctos efímeros, se presenta a nosotros. El titán esfeliz: enséñales a construir y a ser buenos. Anótase
una especie de 'ensenada donde hállase en remanso.
un brote de una humaniclacllejanísima y poética. Pe-ro conviene alejarnos hacia una •es·cena, donde seño
rean la perfección y la luminosidad feliz; lo mejorque pueda haber en la poesía griega. Pero a través de
esa transparencia pasan las presentidas formas tantristes, del aÍ11or y de la muerte, si bien apenas esbo
za:da:s como abstracciones metafísicas. En el diálogo
entre Promet:eo y su doncella ·preferida, su criaturaPanclora. Esta entra a narrar que ha visto a su com
pañera Mira y al pa:stor Arbar en los cat11pos: Viene
a confesar su turbación a Prometeo, y vemos en eldiálogo ele ·inefable contorno ·de diafanidad, denun
ciarse la presencia ele los _dos elementos que más
hunden en nuestro ser : el amor y después, la muerte.
El diálogo termina así :
PROMETEO:
"Cuando toda co sa, deseo, a:legría, dolor, se halle
extinguida en el impetuoso goce, después de deifica
da por un delicioso sueño, entonces resucitará más
joven que nunca, y vivirá de nuevo, para temer,
desear y esperar de nuevo".Siempre que se me presenta la oportunidad, hago
la valoración de ·este largo fragmento del segundo
acto de Prometeo. Vienen a hacer fiesta 'en él las
palabras densas, y cumplidamente se comprueba por
medio ele ellas que, para apoyar la tesis del Goethe
griego, no ·es necesario más. Lo griego está en elencadenamiento artístico, en el ambiente, en la viva
EMILIO ORIBE TEORíA DEL NOUS 109
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 57/156
y a la vez sabia técnica del diálogo, en esa actualiza
ción de la fatalidad y de l panteísmo, y en las transi
ciones infinitamente dulces qne van de la realidad al
amor y de éste a Ia muerte. La idea de la muerte que
se desarrolla en el pensamiento prometeico, se con
funde con la noción griega, la idea feliz y corrientede la:s c i u d ~ d e s , y •con la otra más torturada de los
filósofos. Ahí están concitados Pitágoras y los órfi-
cos, con tanta maestría como Platón y los hilozoístas.
N o se trata, y a 'SU puPeza y a la subsistente poesía
clébese la salvación, ele una influencia espinosiana: es
algo mucho más remoto y a la vez con más afinidad
con el yo goethiano. Quéclanos, si proseguimos el co
mentario ele Prometeo, el deber de recurrir al frag-
mento lírico del tercer acto, en donde el impulso tita-
nesco vuelve a libertarse, apoyándose vigorosamente
en su actitud creadora, para sublevar el manojo de lascriaturas humanas frente al mismo Zeus. Esta poesía
es de la:s más hermosas, profundas y rebeldes que se
han escrito en la humanidad, y el lenguaje ele Goethe
se acomoda perfectamente ·con el tono ele Esquilo. Su
lectura produce una turbadón inenarrable, y si no
poseyéramos los testimonios históricos que -conoce
mos, sobre las transformaciones totales ejercidas por
ella en Lessing y Mendelshon, amigos íntimos de
Goethe, tendríamos que sospecharlas enseguida. Can
ta Prometeo :
"Cubre tu cielo, Zeus, con el vapor de las nubesy lo mismo que el niño
que decapita sus cardos,se ensaya ·tu fuerza sobre las encinas y las cimas de los
[montes.Es necesario entretanto,
que me dejes mi tierra
1
j·
. 1
y mi cabaña que no has edificado,y mi hogar
en el cual la llama
te causa envidia".
Ah, no conozco nada más despreciablebajo el sol, que vosotros, oh, dioses!Vosotros alimentais vanamente vuestras majestades,con las ofrendas de los sacrificios,y el aliento de las oraciones;,y gritariáis de hambre,
si los niños y los mendigos no fueran
locos iluminados ele esperanza!
El canto asciende así como un vituperio de dia
mante y fuego :
He aquí, que yo construyo hombresa mi imagen,una raza parecida a mí,para sufrir, llorar,gozar y gustar del placer
y para despreciarte,como lo hago yo !
Es el último canto del drama. Goethe, acto contí
nuo de esta clionisíaca exaltación del prometei·co y
orgulloso creador, tiende suavemente un velo de es
peranza . Minerva intenta aún mediar entre Zeus yPrometeo, pero enseguida el drama ·concluye. Si
Goethe no hubiera escrito este himno, 'Posiblemente
el tercer acto hubiera consagrado el desencelace ele
la obra, por el procedimiento hegeliano de la concilia
ción de los ·Contrarios o la armonía de las ideas anta-
góni-cas. Conflictos tan graneles se vió obligado
Goethe a defender en otras obras, como en el Fausto
110 EMILIO ORIBE TEORíA DEL NOUS 111
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 58/156
e Ifigenia, pero arrojada ya la honda de ese impla-
cable canto de orgullo y desafío, el wnflicto de los
olímpicos y Prometeo, a pesar de la intervención tle
la inteligencia minervina, quedó irreductible. La obra
terminaría con el castigo de Prometeo, y tendríamos
así la 'duplicación de un desenlace que conocemos en
Esquilo. O con su triunfo, y entonces Goethe no pudo
contener la parte de su ·espíritu original que se con-
fundía con la claridad apolínea y la prudencia gnó-
mica, y éstas terminaron por imponerse. El final de
la obra no fué posible, pero el impulso preexistente
circulará por otras moradas lde Goethe.
La heroh1a del poema Prometeo, va a ser tomada
después bajo otro aspecto. El drama Pandora, que se
desarrollará en un plano más bien alegórico. E n fic-
ción de alegorías se estará en d entendimiento de que
Pándora será la idea, la forma eterna de lo verdade-ro, -el bien supremo que se les da a los hombres, pero
que puede ,serles también retirado. (Ver Cassirer.-
" Idee und Gestalt"). Pándora d esaparece de entre
los hombres y retorna después, ta l como la idea ge-
nial suele fugar ·de la forma en que el artista intenta
volcarla y aprisionada. Cassirer 'Simplifica el simbo-
lismo de este poema en su frase dominante: Pandora
es, en último término, la Forma (die Gestalt) dada
a los hombres, .conduciendo con ella las artes y los
trabajos pacíficos, volviendo a abrir cuando retorna,el templo donde están frente a frente los demonios
d i v i n o ~ , el arte y la ·ciencia, la forma y el pensamien-
to, la acción y la meditación. ( Genevieve Bianquis).
Poema dramático igualmente enigmático es éste, pero
terminado ya en la madurez extrema, se ·desliza en
una atmósfera a legórica alejada de la que señorea
en Prometeo. El m'ito prometeico reaparece con su
contraposición fraterna, Epimeteo; uno representa
la acción y el otro el pensamiento reflexivo. Antíte-
sis renovada en la poesía de Goethe, que denuncia
las inmanencias permanentes de su per sonalidad y que
él reflejó en su propia vida, tanto como exteriorizó
en lo que por él creado fué. A ·esta altura, se empieza
a comprender esa atracción tiránica que Goethe poeta
ejerció áulicamente sobre sus contemporáneos o suce-
sores geniales. Tenían sus composiciones el vital ele-
mento y el néctar anímico adivinado por los mas
diferentes labios. Si Beethoven confesaba que la
lectura de Goethe lo inspiraba, preparándolo para la
composición musical, es porque recogía del lirismo
de aquél la braveza y la impulsividad prometeica,
emparentada ·con la exa ltación dionisíaca, nutriz de
lo musical. Si, por otra parte, Nietzsche en reiterados
instantes se vuelve hacia el lirismo de Goethe, bienpuede ser que lo haga para asistir a la comprobación
en él, ·de una ·de sus concepciones del arte griego, o
por las síntesis ele integrantes antitéticos, vida y cul-
tura, poesía y realidad que 'Goethe realizaba en sí y
que Nietzsche trató de diferenciar, colocándolos en
pugna. O pudiera ser que deseara asisti r al desarro-
llarse en su fuero intet;ior de una escena del milagro
que más de una vez se realizó en la ceremonia ritual
del griego: el enfrentamiento ele Apolo y Dyonisos,
para sonreirse o para medirse mutuamente. Libreaparece en expresión y contenido el lirismo de Goethe.
Libre ·como \Prometeo, y al mismo tiempo delicado
enseguida y jerárquico y sereno, ·como el mirar de
Apolo; profundo e intuitivo también en otros poemas,
determinando la síntesis de tres destinos helénicos del
arte. Goethe mismo, al definir la poesía, expresó lo
que subterráneamente era su inspiración: "Serena,
112 EMILIO ORIBE
/TEORíA DEL NOUS 113
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 59/156
profunda y clara, y no obstante incomprensible como
la naturaleza, así debe se r la obra del poeta".
Siendo tan numerosas las obras líricas de Goethe,
las ·convenientes citas de ejemplos de los diversos
tonos griegos en ellas, llevarían a tareas de exclusiva
erudición. Y eso sin penetrar en las obras mayores,
como en d Fausto, donde tanto d .diálogo del héroecon el barbudo centauro, y el coloquio de Fausto y
Helena, ·comprueban la procedencia apolínea de su
inspiración. Helena inicia a Fausto en lo s detalles de
la métrica antigua, le revela mágicas recetas de la
poesía griega en su forma y en su idea, lo mismo que
Ifigenia ·en d otro drama, en plegarias y soliloquios
transforma al bárbaro rey escita, por virtud de la
música y el canto de los exámdros. En ambos casos
asístese a la culminación de la actividad luminosa y
creadora de lo apolíneo. En esa ejemplar inspiración,se compenetran las culturas múltiples de Goethe, ha
ciéndose unitarias en una misma •categoría lírica y se
unen a la sabiduría, definiéndose el estuario sereno
gener_do por el torrente prometeico en la misma raíz
del ·ser. Tal expresa Fausto a Quirón: "Me has ha
blado del más hermoso de los hombres. Háblame en
tretanto de la más bella de las 'mujeres".
Cuando el centauro le narra cómo Helena cabalgó
sobre sus lomos y de qué bello modo le acarició las
crines, Fausto envidia a la divina bestia, se desesperade felicidad, pero se domina. Al b r ~ v e instante, Qui
rón le expresa aquello tan amplio y profundo, que
es un dictado sentencioso del mismo Goethe, cuando
exigía del poeta el alejamiento de los límites de as
fixiante tierra, patria, o comarca: "E s lo que de ex
traordinario hay en la mujer mitológica. El poeta,
como quiere la · magina. Jamás dla alcanza la madu-
e
)
rez ni la ancianidad. Siempre de atrayente aspecto,
raptada muy joven, madura •cortejada". "E n una pa
labra: el poeta no depende del tiempo". O como tra-
ducen otros: "Ningún tiempo liga al poeta".
En este sistema, en el ·cual Goethe se difunde en
poesías líricas, sentencias y fragmentos ele graneles
obras, escuchamos la expresión del griego integral,
culminación de idea, cultura e instintos helénicos,
que no cesa de crear, de inundar de luz las cosas y
los seres, ele metamorfosearse en ·ejemplos sin ena
jenarse en ninguno ele ellos, y no olvidando nunca
la máxima de que "ningún tiempo liga al poeta".
Paralelamenk aduéñase de los enigmas cósmicos
instalándose en ellos, estableciendo afinidades con
las imágenes ·centrales de ·ciertos poemas cosmogó
nicos, 'Sin per·der ·por eso d sentido real de lo viv'o
e inmediato, hacia el ·cual se adelanta, penetrandotambién certeramente en él y llevándose sus teso
ros, como pirata ·en indefenso emporio fenicio. Y
es el griego integral hasta en los límites; en los
formidables límites. Cuando actúan en él las adver
tencias inhibidoras de la inspiración pindári•ca, aquel
temor religioso y sentencioso, que se expresaba en
prudentes revelaciones a los príncipes en trance de
orgullo por haber vencido. Ahí está el poema T ér-
·minos, con opuestas i·deas al fragmento lírico de
Prometeo, y la Canción de las Parcas, que aprendióde memoria Ifigenia y recitaba, empinándose en sus
recuerdos, como en grieta oscura sobre el aciago pa
lacio de los Atriclas. ·
Y aquí asoma ·tal disquisición, ya traída por mí
otras .veces : ele qué manera, en ciertos poetas, que
aparecen como expresión del optimismo, ele la ale
gría del vivir y del triunfar actúan, hecho que se
114 EMILIO ORIBE TEORíA DEL NOUS 115
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 60/156
señala ·en Píndaro y en el Goethe de estas poesías,
las beligerancias superiores y antihumanas oara re-
frenar los impulsos: el llamado del destino, -el •ceñu-
do frontal de los dioses. La obra lírica de Goethe, en
su expresión integral de lo griego, además de la con-
forme penitencia del número, se ·complementa con
aquella parte en que las ideas filosóficas y no lasreligiosas, inundan el torrente lírico. Llega un ins-
tante en que Goethe se siente dominado en su poe-
sía, por Ia cultura y la erudición antiguas. Es cuan-
do en Italia se •encienden en vestidura poética las
Elegías Romanas y los Epigramas Venecianos. Aquí
la armonía •entre el alma antigua original y la nor-
ma externa se resiente, dominando esta última. Há-
blase ·en Ias elegías de un amor convencional, se ha·ce
la ruptura del equilibrio de lo vivo y la forma, de
tal modo que d poeta cae en el alejandrinismo. Losdísticos y los exámetros actualizan dioses, colmados
de i m á g e n ~ s de fingidos amores y trasuntan artifi-
cios y encantos. Goethe se aísla, no para oírse, sino
para niejor gozar de la ·cultura que sus ojos admiran,
o para paladear la pesada miel y el denso vino que
le presentan los poemas antiguos. De ellos proviene
más bien esta poesía. Ovidio y Tibulo ven nacer a
alguien que los justifica y se compenetra de todos
sus secretos poéticos. Goethe -se enfrenta a otro tipo
de poesía griega. Es un nuevo alejandrino o un re-zagado romano del siglo de Augusto, su poesía pier-
de en impulso creador y en audacia vital, y se torna
erudita y artificiosa, mientras se alimenta de pós-
tumas sensaciones exquisitas. La eX'cesiva avidez de
querer saberlo todo, de absorber sin ·cansancio la
plástica y la sabiduría antigua, condujo a Goethe al
cultivo de ·ese insigne burlería que coincide con un
momento de soledad y olimpismo, en donde la sabi-
duría hermanada a la música y al color, adormece
sus sentidos sin turbar su · nteligencia, pero llegando
a atenuar aquellas virtudes iniciales que describi-
mos en él. Po r tal motivo, a pesar ele su lograda
belleza y de su perfección, las elegías de .Roma, los
epigramas de Venecia y otros ·cantos de la mismaépoca, sólo quedan adornando por fuera la lírica
goethiana. No logran formar nexo vital con el to-
do. Consideremos esas obras como puentes bellos
tirados sobre el 1irismo profundo; no lo integran,
apenas se mojan en él.
Para bien saber ele estas otras aguas, limos y bru-
mas, ahora consideraremos algo las poesías filosófi-
cas de Goethe. Recogiendo la semilla de luz de mu-
chos fragmentos ele ellas, los autores denuncian la
filosofía ele Goethe propiamente dicha. Pero tam-bién, ei1 actitud de prescindencia poética, suelen ir
a otros fragmentos de sus obras; a .aquellos sobre
todo, •en los cuales se descubren vinculaciones con
las actividades óentíficas, ·creencias religiosas e ideas
estéticas. Están filosóficamente señalados algunos
temas : el panteísmo por su origen probable en Es-
pinosa, el concepto evolutivo de metamórfosis y, por
fin, lo místico ·e intuitivo del ·conocimiento. Obliga-
torio es que este asunto sólo se 'Cite aquí 1)ara evo-
carlo en aquel momento ·en queel
pensamiento conesas triples variantes, gustó expresarse con vestidu-
ras ·poéticas. Como ocurre .con lo prometeico y lo
apolíneo, en lo filosófico Goethe expresó su lirismo
en muy breves poesías y en fragmentos de vastas
obras. Poesías ·densas o himnos sublimes, en donde
lo que en los débiles poetas Hega a ser apenas ave-
chucho de erudición griega, en Goethe es elegante
116 EMLLIO ORIBE
cisne. Todo el Fausto en su parte segunda está im
1
TEORíA DEL NOUS 117
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 61/156
pregnado de ello. Lo que debe destacarse ·es que enese lirismo Goethe obedeció a su naturaleza griega
también, y que si la cultura filosófica espinosista ometamorfosista exterior vino a su p e r s o n a l ~ d a : d , ésta
ya íntimamente estaba impregnada de un panteísmo
inicial que identifica a Goethe, wmo se dijo másarriba, con filósofos griegos. Caro, en su libro Fi
losofía de Goethe, se inclina por tina influencia delos presocráticos, y de ahí deduce a la vez un eclec
ticismo y un panteísmo en el poeta.alemán. Creemos
que sólo se logra disminuir a Goethe con eso. Habrá
que demostrar ante todo, esa influencia, y además
sería absurdo que un genio como Goethe, buscara
eclécticamente soluciones en filósofos tan primitivos
y simples. Más bien hay que creer en una afinidad y
constitución natural poética y filosófica, en ciertomomento de la producción de Goethe, que se expresaba en el lenguaje firme que cónocemos, y que coin
ciden y superan muchas veces el ·contenido de losfragmentos de los filósofos antiguos.que han llegado
a nosotros. N o miremos el panorama de los arrabalesde la inteligencia goethiana; penetremos e instalémo
nos en su personalidad secreta, y veremos cómo per
forando la costra espinosista y la agregadiza cultura,fácilmente se encuentra el análisis ·con el fluir trans
parente de Heráclito o el hilozoísmo de los primerospensadores de Jonia. Y qué maravilloso y renovado
fluir! Considerada así, la personalidad de Goethe,
cuán distinta queda! Lo que aparece como una zarzafilosófica panteísta, adherida a su genio y que en
síntesis llega a afearlo, ese panteísmo dinámico no
muy difícil, se muere y sr cae, para ceder sü sitio al
innumerable lirismo : . t n t e í s t a de las primeras eda-
1
des, renovándose y asomándose en los ojos de tod?slos grandes poetas, ya se trate de Goethe o de Whtt-
man. Los ejemplos, como sienipre abundan y son
decisivos. Evóquese, por lo pronto, Lai Canción de
los genios sobre las ,aguas y el breve poema El alma
del Mundo. Este último, es un canto como los de
Grecia, un cántico de banquete, en el que se .haceel elogio del amor. Toda la naturaLeza d e s f t l ~ ycomparte la alegría del wnvivio, el lirismo confma
con el cosmos armoniosamente expresado en la ley
de los más alegres guarismos concordantes. He aquí
EL ALMA DE L MUNDO
"Dispersáos en todas direcciones,
dejad este banquete sacro!Llevados por el entusiasmo,
atravesad las zonas próximas,id hacia el universo,
llenadle!Ya vosotros planeáis en una inmensidad lejana,
soñando el sueño feliz de los dioses,
y renovados,sociables,
brilláis entre los astros,en el espacio de luz semillado !
Entonces, potentes cometas, tomaréis nuevo jtliento,
subiréis en círculos cada vez más vastos,
cortando con vuestra carrera
el laberinto de los soles!
Rapidísimos, os apoderáis de los limos informes,
dóciles a vuestra juv entud creadora,
que se animan,y se animan en cada vez más bellos,
en un medido impulso.
118
En la atmósfera agitada
EMILIO ORIBETEORíA DE L NOUS 119
más hon'dos girar ·en torno d·e su yo, con su músi·ca y
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 62/156
arrastráis en vuestros ciclosel fugaz juego ele las nubes,y prescribís a las piedras en el seno ele la tierra,
formas definidas.
En la emulación ele la divina audacia
todo quiere ser sobrepasado,el agua estéril puede florecery 'el grano ele polvo empieza a vivir.
En esta lucha amorosa r e t r o c e d e ~los sombríos, nocturnos vapores,he aquí que brillan los espacios paradisíacos,con un esplendor misterioso y coloreado.
Para admirar la dulce luz, pronto despierta
un tropel vivo, de mil formas, ,y sobre las praderas bienhechoras abre sus ojos
la primer pareja.
Bien pronto, un impulso infinito se ahoga
en la felicidad ele las miradas que 'se han cambiado;aceptad, reconocidos, el más bello don: Vivir!,
que viene del Todo, y retorna al Todo !
Busquen otros, los momentos en que Goethe fué
místico, y se inmovilizó bebiendo cierta no clara aguamedioeval en el grifo de las supersticiones. O anali
cen la:s épocas de tránsito, las •cir·cunstancias en que
hacía pasar sobre el cosmos bestial el ali·ento delN ous, o se adentraba en la frecuentación purificadora de Jacobi, Espinosa o Hegel. La demostra·ción líri
ca de ese canto de banquete y de nupcias pánicas al
rededor de la primer pareja humana, que se acabade transcribir, ·contiene otro sentido. Sus ritmos son
ele astros distantes, siempre soña:dos, que Goethe l l e ~vaba en su espíritu, y que él ·entrevió en sus análisis
su luz y su actividad hilozoísta, con tanta nitidez co
mo lo pudieron ver filósofos ele las primeras edades
griegas, los jónicos, los del cortejo numerado de Pitágoras o los estoicos. También Fausto, con decepción y fastidio por la ciencia que ha practicado hasta
el momento, levanta una invocación al espíritu de latierra. Esto ha induddo a muchos a barruntar sobrela necesidad que ti·ene la ciencia positiva y la filo
sofía pedestre, en instantes de desesperanza, ele ir a
buscar el auxilio de las energías primarias, en las
misteriosas actividades o ·en teorías al margen de la
experiencia, que se apoyaron en la v i v a c i d a ~ i n ~ i -nita de lo vital y de su siempre . fecundo m1steno.
El pobre Fausto clama en un estado semejante, y el
espíritu de la tierra, dicta dogmáticamente claro Y
feliz:En la incesante ráfaga
de actividad contínua,vuelo de arriba a abajo
vuelo de abajo arriba;
y en ese veloz torno
el Tiempo mueve y gira;
mis impalpables dedoslas tenues hebras hilan
de la vida y la muerte
de la muerte y la vida,a Dios tejiéndole, en el telar eterno,
la que viste inmortal túnica viva.
Esta necesidad del experimentador científico, ele
sentir el calor de una hipótesis original ·corporizada
así, es algo parecido a lo que le ocurre a la humanidad, que alterna en su afán de ciencia y -conocimien
to, una época de experiencia y exactitud, con otra
ele imaginación y libertad.
120 EMILIO ORIBE
Algo de lo que se denuncia hoy, en que del despo
TEORíA 'DEL NOUS 121
la poesía lírica y la música. En las potencias ocul
tas de Goethe, el rezagado jónico de esta estirpe as
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 63/156
tismo de una ciencia positiva se asiste al tránsito de
una metafísica afirmada en una física sin materia,
que hace hundirse al sabio en las creencias de lo
ondulatorio, lo contínuo, la energía y las radiaciones.En Goethe, la invocación al -espíritu de la Tierra es
eso, y por exuberancia, otra ·cosa: la búsqueda de suautónoma personalidad dormida en su interior. Más
allá del joven ávido de todo saber y de toda acción,
del discípulo de Espinosa o de Kant, hallábase la po
t·encia poética instintiva, directa y creadora, que lo en
troncaba con los tan distantes pensamientos jónicos y
heraclitanos. Esta penetración descendente en las
minas de Goethe, vinculándolo con la naturaleza ge
nérica de la prematura filosofía, mezcla de pensa
miento y divagación, rompiendo previamente la bru
ma del panteísmo abstracto, puede confirmarse entodo momento. Recuérdese la frecuencia ·con queGoethe se ·complace en exponer· la teoría de Tales o
Anaxágoras, ya sea para apoyarlas o refutarlas, en
las •escenas dd acto II del segundo Fausto. Visto así.
el pensamiento de Goethe se explica mejor en susrelaciones · permanentes con lo poético. Es sabido
que frente a las aportaciones del Asia, S'e levanta
en las playas jónicas una raza de poetas y filósofos
que tienen por distinción suprema la afirmación de
la daridad. Opuesta a la nébula y al instinto, por
encima de todo proclaman la daridad, y af irman el
límite, el análisis, el ritmo y d número surtidor de
música y luz. Poderosamente se levanta así: reducenla multiplicidad del universo a unidades elementales,
y •casi crean ya la ·ciencia. Reduoen la vaguedad de
los rumores y voces del universo a leyes, a guaris
mos que son ·carros de armonías y de pronto crean
pira soberanamente a la claridad siempre: sabemos
que en él eso fué lúcida y continuada lucha. Lo. sal-vó del tumultuoso ·caos, como aquella vigilante luz
ahuyentó lo informe asiático. Desde joven sintió las
atracciones negativas de la magia, la astrología o
la alquimia. Lo nebuloso y contradictorio t e ~ d í a ~ aimponerse en él, y así se entregaba a expenenc1as
pseudocientíficas o a sistemas que él suponía podercomprender como el panteísmo de Espinosa, con
ciertas creencias de rakes asiáticas. Por él, Fausto" ' 1 . 1"habla entonces : Me entregare a a mag1a, pues. .
P.ero vigilaba a su lado una gracia de equilibradas
potencias. Esa vena de inspiración h e ~ é n i c a _he
citado, traducida en un sobrelevantamrento tltamco
hacia la claridad, realiza en el alma de Goethe el
milagro de ia consustanciación de la idea profunday la poesía, sin perjudicarse ambas, y r e p ~ e s e n t a enesos actos una oDeración individual, ·semeJante a la
que los historiadores dasifican wn el término de
milagro griego. .Fuente original que no es apolínea, porque es de
características humanas y no divinas, y que le abrea Goethe no sólo la parte lúcida del mundo de lapoesía, con sus ext·eriorizaciones o antítesis de Pro-
meteo y Epimeteo, del Goethe faústico y el Goethe
del Wilhem Meister, sino que invade la esfera del
conocimiento y explica la salvación del Goethe al
quimista y supersticioso, fluctuante ·entre e n i ~ m a ~ yfantasmas cediéndole el señorío al Goethe clentlflco el de teoría de los colores o el de la concepción
' . .morfológica de la historia, el ·sabio de las e1enc1as
naturales. Tentaciones dan de estudiar más íntima-
122 EMILIO ORIBE
mente la vinculación del genio alemán con los sis
temas griegos, apoyándose en la versión de Nidzs-
TEORíA _DEL NOUS 123
n'aturaleza del •escritor. Es así que sólo en algún ins
tante llega a sentirse connaturalizado con lo griego en
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 64/156
che ·?e 1873, s?bre la filosofía de la época trágica en
Grec1a. Despues de la lectura ele este trabajo, tiende
a transformarse todo lo que hasta ahora conocíamos
cl,e _las r e l ~ c i o n e s de la filosofía y la tragedia. El •es
pmtu ele Goethe sería comprendido mejor, estudián
dolo en función de ese ensayo ele Nietzsche. Perono es posible seguir en esto ahora.
A 1 ~ t e r i o r m e n t e se recurrió, para estudiar la personalidad de Goethe en sus relaciones con el mundo
griego, a la exigencia ele establecer en ella una diso
ciación ele la naturaleza y la cultura. Estos dos ele
mentos se organizan aisladamente para muchas veces
actuar libres por sí mismos, como voluntades distintas, y terminan por hacer confluencia en ciertos
ejemplos. Al comentar la poesía, se pudo atisbar có
m? l.a. naturaleza ele Goethe simpatizaba, desde elpnne1p10, con ciertos mitos helénicos y cómo la mis
ma filosofía, iba a . encontrarse primordialmente
engranada con los anuncios presocráticos. Las rela
Ciones ele Goethe con el griego, son ele otro
~ r c l e n . Si bien es ciertcJ que, por temperamento poé
tl,co, G o e ~ h e debía sentir atracciones hacia el espec
taculo gnego, la vinculación con lo teatral obedece
más bien a necesidad creciente, impuesta la
cultura que el poeta fué adquiriendo en sus contactos ·con lo antiguo.
En el ejemplo, lo griego se denuncia más bien
como problema artístico y solución a una concepción
del arte teatral, y se moldea sobrepasando la misma
el teatro, ·con tanta espontaneidad como frecuente
mente ocurrió con su ideal poético. Los pasos de Goe
the hacia la escena ele la tragedia clásica, seguros y
espléndidos son, pero obedecen a una voluntad y a un
afán de muy intencionales ·culturas: En lo poético,
más bien domina una espontánea dirección del yo,resucitando imágenes, procedimientos y mitos de los
ciegos n ~ a n a n t i a l e s jónicos. Pero también, con fre
cuencia en Goethe, mismo en los momentos en que
se define como autor ele obras dentro de los límites
clásicos, asoma un temperamento original, fecunda
do por a:clmiraciones y devociones ele la juventud,
que ofrecen la tendencia a diferenciar, en el fondo,
la obra lograda alejándola de las creaciones griegas.
Al analizarse la actitud ele Goethe frente al teatro
antiguo, debe uno ·colocarse ante . un ·problema queprimordialmente es de ·cultura. La universalidad ele
Goethe fué a posarse sobre el teatro griego, como
ante el mundo antiguo, en una larga y s;aptante mi
rada contemplativa. Al mismo tiempo, de soslayo
abarcaba lo s conjuntos: las estatuas, las diosas y los
templos. Y a fué señala:clo anteriormente que la cul
tura del poeta tenía dos procedencias, a saber : una
que ascendía a su personalidad visible por conden
sación necesaria y expresiva de su naturaleza es·en
cial. Subía de él. Otra procedencia, la considerába
mos exteri-or, y era fruto ele la ·curiosidad inteligente,
ele aquella revelación de la sabiduría artíst ica, que
llenó su edad madura, la cual, en su última instancia,
actuaría a modo de una fatalidad objetiva del genio.
Venía de lo externo y lo transportaba hacia el mun
do griego, como el brazo adulto al infante. Sacábalo
124 EMILIO ORIBE
de sí mismo, pero él iba hacia allá con una Hélade
intacta adentro, una ·como intuición elementalísima
TEORíA DEL NOUS 125
equilibrio dice: "pasado el Erenner, saqué la obradel paquete grande y la llevé conmigo. En .el Lago
de Garda, cuando el v i e n ~ o fuerte del mediodía es
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 65/156
pero invencible, naturalmente disfrutada como gra
cia original. Esta última se ·expresaría en lo poético
y filosófico, circunscribiéndose en adecuados mitoscomo d prometeico, o ·en filosofías panteístas de in
dudable - procedencia griega. Siendo aun bastante
joven Goethe, ·después de algunos años ele desorienta-ción en W·eimai-, realiza su purificación helénica,al ntmplir el tránsito que va· .de lo prometeico a lo
apolíneo, pasando necesariamente por la actividad
humanística . Durante unos años, entre los cuales seintepcalan los que permaneció ·en Italia, le obsecle el
helenismo. Curado de la admiración del dásico francés del siglo XVIII, habiendo experimentado la li
beración de lo werteriano, pero llevando la simpatía
inmensa hacia Shakespeare intocacla, Goethe se en
trega lúcidamente al equilibrio de los valores griegos.
· De los mitos helénicos primarios, cuyas personificaciones fueran varoniles símbolos, va a trasladarsu admiración hacia Ia:s expresiones femeninas de
los grioegos. En ·aclelante, esperemos ver a Goethe queen su contacto con lo griego, cumplirá con lo más
exigente de sí mismo reviviendo las figuras de Ifi-
g ~ n i a , H_elena y Panclora, en vez de Prometeo, Júptter, Epune teo y los titanes. Para mejor comprender
esto, desmigajaremos algunas noticias. En Enero de
1787, Goethe hace saber desde Roma a sus amista
des de Weimar, ·que ha terminado su Ifigenia. Laobra, escrita primero en prosa, fué trasladada a ver
sos yámbicos. Goethe ha narrado ·en sus cartas de
qué manera realizó el trabajo. Describe con indiferencia, como si hubiera terminado una labor donde no
interviniera el entusiasmo ni la ansiedad. Con gran
trellaba, las olas en la orilla, y yo estaba tan solo,
por lo menos, ·como mi heroína en la playa de Táu-
rida, escribí las primeras líneas del nuevo trabajo,
que proseguí en V erona y Padua y después en Venecia. Luego quedó en suspenso, porque se me ocu
rrió una idea nueva, que era ·escribir una Ifigeniaen Delfos, lo que hubiera hecho enseguida, si no es
tuviese contenido por la distracción y por un sentimiento de deber hacia el proyecto primitivo". Inter
cala en este vroceso consciente, nuevos detalles de
su p e r e g r i n a j ~ por Italia, y sólo de tiempo en tiempo,aparece el recuerdo de Ifigenia, pero vinculado a
episodios insignificantes. Goethe por esa época sehallaba en la frontera de lo s cuarenta años, y expe
rimentaba el deslumbramiento frente a la constante
del Mediterráneo, hecho decisivo en su vida, peroque no se denuncia daramente expuesto en su Dia
rio. E ste, es una anotación detallada de viajero, unafría red de hechos sobre la que el espíritu se con
movía, como en fugas rápidas y sublimes, en obrasteatrales y poemas. El Diario de Italia parece la ceniza de las obras de entonces, Antítesis formidable
se establece, no obstante, entre esta ·creación que lo
preocupaba, la heroína Ifigenia, y el lejano Werther:
novela escrita, como es sabido, en estado de sem1
inconsc iencia, •para libertarse y purificarse . Ya termina;oda Ifigenia, las ideas de Goethe aun no han
sido expresadas en lo que se refiere al teatro griego.
Siempre que al' arte antiguo se dirige, habla del arte
en general, y en sus anotaciones diarias hechas enItalia, frecuente es percibir las referencias de Wil-
126 EMILIO ORIBE
chkermann. E n las col'lversaciones con Eckermann,
incidentalmente, al discutir temas universales, apa-
rece el del teatro griego, allá por r827: "Estudiad
TEORíA DEL NOUS 127
y las fórmulas estructurales de la tragedia en el si-
glo V ático. Se leerán opiniones aisladas, muy va lio-
sas sí, pero no doctrinas interpretadoras ni ensayos
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 66/156
a Molihe, estudiét!d a Shakespeare, pero ante todo
los griegos, siempre los griegos". En carta a Kne-
bel, de r8r4, anótase lo siguiente: "M e he banquetea.-
do en la mesa de Homero, como en la de lo s Nibe-
l u ~ g opero nada he encontrado que me agradasemas que la vasta, profunda, siemore viva naturaleza
Y que la obra de los escultores -y poetas griegos".
En la época del viaje a Italia tenemos a un Goethe .
t o d ~ v í a , joven, emancipándose de la turbulencia y
arnesgandose en busca de la serena ·expresividad ele
g r i ~ g ? . Esta wt;cepción así; con su dogmatismo
s c a h c o , provema ·en gran parte de aportaciones
teoncas ele Herder y Winckelmann, fortalecidas
por a f , a ~ n ~ c l o s descubrimientos art ísticos y persona-
les, anahsts sobre la escultura ele aquellos tiempos.
Ast es que parlamentos detallados y meditaciones
sobre la tr agedia clásica, no existen por ·entonces
en Goethe. En w ·ilhem Meister, en -cambio, es sabido
que ·se expondrán elogios muy entusiastas del tea-
Shakespeare. ¿Comprendió Goethe bien de
mmecltato, al .irse estratificando en su espíritu ese
vivo helenismo que determinó en él tantas creacio-
nes, el sentido de la tragedia, con su 1 ~ ú s i c a dioni-
siaca y su diálogo apolíneo? No se sabe. Conserva-
mos ele Goethe, en todas las épocas de su vida, poemas
cuyo fondo filosófico y religioso, hemos vinculadoya con los jónicos, y estudios y disquisiciones sobre
el arte griego, y encarnaciones que representan la
resurrección del alma griega en su totalidad, pero
no se pueden encontrar razonamientos ·bien funda-
dos sobre el teatro de Esquilo, Sófocles o E urípides
completos. En cambio, quedan obras teatrales perdu-
rables, con personajes y técnicas que ponen en evi-
dencia un conocimiento total de aquel arte. Pero
coexiste a la vez, contrapoúiénclose y alternáhdose
con esas evidencias, una admiración particularísima
que es permanente en Goethe: tt·átase de Shakespea-
re. En decto, nunca dejó de expresar su admiración
por el bárbaro inglés y su teatro. Medítese sobre esta
actitud y la concepción arraigada en la época forma-
tiva ele Goethe, según la cual Shakespeare nunca
podría 'Sopo rtar el parangón con los trágicos grie-
gos, y tal vez ·en ·ese hecho tengan explicación aque-
llos silencios. La juventud ele Goethe expresó siem-
pre por el trágico inglés una simpatía hondamente
sincera y natural, que llegó a manifestarse en varios
discursos, aunque más adelante entrara en conflictocon la idea gradual y el daro pensamiento del arte
que poco a ·poco fué fortificándose en él. Hace al-
gunos años se han publicado artkulos de Goethe,
escritos en r8r3 y r8r7, sobre el teatro de Shakes-
peare. Son, en síntesis, análisis, vehemencias de
interpreta:eión, y elogios. "Bajo el título de "Shakes-
peare hasta no terminar", o "que no termina nun-
ca", Goethe emprende el trabajo de trazar un para-
lelo ·entre el teatro antiguo y el poeta inglés. Merece
conocerse esto, porque es una circunstancia que nossirve para conocer las ideas de Goethe sobre el arte
del clásico. En lo griego ve elementos así : lo inge-
nuo, lo pagano, lo heroico, lo real, la necesidad y el
deber. En el autor moderno señala confluencias ele
lo sentimental, lo cristiano, lo romántico, lo ideal, la
128 EMILIO ORIBE
libertad, la voluntad. La distinción ·es muy simplista
y poco pr·ecisa hoy, máxime que términos como sen
timental y romántico, no son: daros aún ahora, cuan
TEORíA DEL NOUS 129
bién una jüstificación suprema del deber y de la jerarquía moral, que será la más exacta expresi6n vo
litiva de la heroína Ifigenia.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 67/156
to más antes. Además, ·es difícil convencer que el
teatro de los antiguos fuera real y el moderno ideal,
cuando si algo estable hay en la concepción de la
tragedia, es aquello que considera a sus personajes
como .'seres ideales. En •cambio, son de profundidad
innegable las otras órdenes conflictuales, o el deber
y la necesidad en el griego, y la libertad y la voluntad en el moderno.
Goethe acentúa más el valor de estos términos
cuando señala que en las antiguas obras trágicas, lo
que domina es la desproporción entr·e el deber y la
tarea realizada". "E n lo moderno, la desproporción
entre el querer y la realización" . "L a tragedia an
tigua reposará, sobre una invencible violencia del
deber, a la que tma voluntad opuesta no hace más
que agravar y activar". Esto, que es un pensamiento de gran estilo en la crítica, contiene un juicio
estético valorativo de altísimo alcance. Importancia
muy grande hay que darles a estos juicios. Con ma-
yor motivo todavía, porque se percibirá en Goethe
una tendencia a mantenerse fiel a destacar, cuando
crea caracteres ·en su teatro, esos pdncipios que él
desentraña del fondo del arte griego. En la segunda
parte del Fausto, en un instante en que el diálogo de
los personajes se inunda de otras potencias igual
mente tiránicas, como ser el amor y la admiración,Fausto 1e dice a Helena, despertándola de un sueño:
"No sondees el sin igual destino; la existencia •es un
deber, aunque no sea .más que un instante". Expré-
sase ahí una condensación de los conflictos morales
y religiosos de los héroes de la tragedia, pero tam-
En la conversación del r." de Mayo de 1825 con
Eckermann, otra vez se vuelve al tema del teatro
antiguo. Al tratarse el asunto de .por qué el teatro
griego había .caído en decadencia después de Eurípi
des, Goethe defiende a este autor. En ciertos pasajes, lo prefiere a Sófocles; tampoco cr-ee que un solo
hombre pueda ser culpable de un hecho de tanta
importancia como el que se le imputa tradicional
mente a Eurípides. Esta defensa proviene segura
mente de afinidades espirituales, fecundadas por un
conocimiento completo ele aquel autor y de su siglo.
Pero deja sin explicar el por qué de la decadencia
de la tragedia después de Eurípicles, tarea que Niet
zsche resolverá más tarde llevar a término. Lo que
no se puede negar, es que en diversas oportunidades,
el genio de Goethe demuestra que existió en él co-
. nacimiento muy directo de lo s trágicos gr iegos del
siglo V, y aunque ese luminoso contacto, lleno de
· reverencias y renovado muchas veces, no haya sido
expuesto en formulación doctrinaria, no por eso fué
menos ·comprensivo y fructífero. Pasó íntegramente,
bajo la experiencia de las virtudes del talento y ele la '
naturaleza goethiana, a estas obras principales: Ifi-
genia, con más intensidad que en las demás, Tor-
cuato Tasso y Panclora después, y más tard-e al ter
cer acto de la segunda parte de Fausto. Símbolo dela belleza moral, o glorificación de la verdad, la Ifi-
gen ia de Goethe ha sido muy ·estudiada, y siempre
ha ·existido el deseo de levantarla fr·ente a la de
Eurípides. Trasciende de esa heroína una superiori
pleN.aria y la acción purificadora del teatro, se
130 EMILIO ORIBE
realiza en sus procesos completamente. Si en •el tea
tro de Eurípides pudo influir el racionalismo socrático, según Nietzsche, inmovilizando el ímpetu lírico
TEORíA' DEL NOUS 131
t Ifigenia y la c o r r d u ~ e a_Táurida,camoteo rap a a l 1 1donde queda como sacerdotisa de un a ta r que os es-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 68/156
del dionisismo, en la obra de Goethe influye, sin
duda, en forma diáfana, el pensamiento de otro gran
racionalista: Kant. Su imperativo categórico, su
moral érigida como salvación de la metafísica, trans
formada en sustancia poética se reveló en Goethe,
seguramente a través de Schiller que ·era un neokantiano. Y ya que aquí se cita al otro poeta de losxenies, señalaremos que en la época en que s-e re
presentó Ifigenia, haiiába:se en su esplendor el tea
tro de Schiiier, y además divulgábanse sus escritossobre el arte antiguo y sobre los orígenes de lo belio,raciocinios llenos de contenido doctrinario tan ver
tebrado y sistemático, ante el ·cual ceden las meditaciones de Goethe. De suerte que no sería extraño
que entonces, en el acto ·cr·eador de éste último, ac
tuaran diáfanamente las meditaciones y los triunfos de Schiiier.
Refiriéndonos a Ifigenia, 'vamos a señalar algunos detaiies de la creación de Eurípides, para después reproducir las modificaciones que introdujo
Goethe, por más que sería también conveniente es
tudiar obra y obra en sí, como unidades aisladas,como valores intríns-ecos que no hacen interferenciajamás. Muchos siglos y culturas las separan y defi
nen, lo que no impide que el perezoso hábito de cá
kdra persista en tales paralelismos literarios. Ar-chisabida la historia. La Ifigenia de Eurípides há
Ila:s-e consagrada al culto de Diana y bajo el dominio
del rey Toas. Hija de Agamenón, quiso éste sacrificarla para calmar las ráfagas que entorpecían la
marcha de sus naves hacia Troya. Diana, en un es-
citas levantaron al culto de la diosa cazadora. Ya
' el respetuoso ademán de Goethe honrara,vera que · . . . L h . ', dotas todas estas m'CldenClas. a . er omaonservan , . t
d Eurípides narra los antecedentes n e c e s a n ~ s y ern ~ n a ·co-n el análisis de un sueño que ha temdo; de
duce de él que su herman? Orestes muerto. P e ~ oéste aparece en Táurida, JUnto con Ptla:des, su ~ m t -go el propósito de llevarse la estatua de D t a ~ a ,s e ~ ú n vaticinar de Apolo, que es una, orden al n;t,s
mo tiempo. De ·esa suerte se r e a l i z a r ~ a la s a l v a c l ü ~ lde Orestes, la redención de l ~ s . A t . r ~ d a el apact-
uamiento de las furias, la punftcacwn total y apo
Nnea, que es el ·camino que e ~ l p r e n d e . Orestes de:.dehace años. Pero si los dos gnegos t n u n f a ~ al pt m-. . ' tarde son aprisionados y conductdos fren-
C1p10, mas . - 11 1 fte al alta r de Diana, para realizar con e. os e cas. tgoy el sacrificio del caso. La misma gnega
t drá la misión de realizar ·ese acto exptatono. Ellai ~ ~ e r r o g a ·entonces a los compatriotas y des-cubre
desde los primeros momentos que son de ~ r g o s Se
entera ent;nces de las vicisitudes de su. famtlta: a q ~ e lcortejo de acontecimientos que ocurneron mtenttas
eiia sufría el ·cautiverio, y que nosotros c ~ n o c e m o smuy bien a través de la Orestiada de Esqtulo. Pero
If . . be más . se entera de que su hermanotgema sa · . . .
1
. ,
Orestes vive, y en segtuda ofrece la sa vacwn aalguno de . los cautivos, con tal de que le lle;e un
mensaj-e suponiendo que se encuentra en G,recta. El
mensaje ·cae en manos de Orestes, que :sta al l a ~ ode -ella, cargado de cadenas y en i n m i n ~ n c t a . de monr.
Pílades facilita la entr·evista que es t l u m m a d o r ~ ymerced a las tablas que le dió Ifigenia, se realtza
132EMILIO ORIBE
el reconocimiento de los dos hermanos. La anagnórisis, tan imprescindible en la tragedia griega según
TEORíA DE L NOUS 133
clena al rey ·que deje r·egresar a los Atriclas a la patria.Con ellos se aleja la comparsa ele los demás esclavosgriegos ; la acción termina. El destino, con los argu
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 69/156
el canon ar istotélico, resuélvese en ese instante. Esta
es·cena constituye el núcleo vital de la acción, y el
estagirita, más tar-de, en su Poética elogiará el procedimiento empleado por Eurípides para consagrarel imprescindible reconocimiento de los dos her
manos.Hasta aquí las etapas del drama ·se desai-rollan en
acciones ele indudable grandeza. Más adelante, esdudoso ele que ocurra así. Reconocidos los hermanosmútuamente, resucitan recuerdos devanando entreímpetus de alegría y dolor, el hilo de las conspiraciones y las audacias, y sólo piensan en d retorno alas playas griegas, aunque para ello tengan que vencer o engañar a Toas. Éste se acerca al lugar delsacrificio, y avanza con la conveniente ignorancia
indígena, albergando d propósito de asistir al humeante ceremonial sacrificador de forasteros. Conel pretexto de que es necesar.io purificar en el océano a las ariscas víctimas, entra a maquinar If igenia.Engaña muy bi·en a To as, y merced al abuso ele
algunas tretas, logra alej arse con los griegos. El
crédulo bárbaro no duela ele la sacerdotisa y los deja
partir. Pero al fin se sabe ·que los ·escitas han sidoburla:clos. Ifigenia ha podido alejarse rápidamentecon lo s cautivos y huye con ellos. La acción en adelante se transforma y decae complicándose ar tiHcialmente de nuevo. Una tempestad arroja de rebotea los fugitivos en el umbral escita, devolviéndolos alpoder del bárbaro fronterizo. Naturalmente, el reyToas va a vengarse; pero entra en acción la máquina de los dioses con eficacia de artillería de sitio.Minerva intercede imperiosa como es ele estilo, y or-
mentas ele la armada deidad, ha solucionado el confli-cto. Como se ve, Eurípicles intenta emanciparse ele
los dioses y se esfuerza por decidir la acción d r a m ~ -tica a base de recursos puramente humanos: consl
guelo solamente en una parte de la obra. Despuésque parecía que se hubi·era ~ o c l i r e s o ~ v e r el trance con el gesto y las potenc1as ele los heroes, con .lasola cofaboración de sus habilidades, energías o vtrtucles, se termina por recurrir a los dioses. Estos
aparecen en forma tan brusca y decisiva, que sepercibe inm ediatamente que la dicacia divina 1 ; 1 eaquí se proclama, es el producto. de una co?cepcwnracional meditada- y no un exces1vo y fulmmeo elemento, a la vez sacro y trascendente, como ocurriría
en Esquilo, por ejemplo. ¡Qué diferencia con elorden que trascurre en la Ifigenia de Goethe! Losprevios ·cuidados de éste, se d e t u v i e ~ · o n hasta en losmás ligeros formulismos, con el fm de ~ r e a r una
obra perfecta. En una de sus conversacwnesEckermann Goethe dícele que los actores clebenan
) .estudiar, además de lo s menesteres ·corrtentes, la es-cultura y la arquitectura ele los griegos, para g o ~ a rele la ooortuniclad ele crear adecuCl!dos modelos plasticos las reoresentaciones, como ·coronamiento ele
la recitación y e la expresión ele los pensamientos
e ideas. Los lineamientos de la presencia física y moral de Ifigenia de ahí tr ascienden. Esta criatura despierta el encantamiento de la belleza totalmentelograda ·en lo plástico y •en lo espiritual, -co1-r:o resultancia de una concepción altísima y del conJ unto de
los más íntimos detalles. N o hay desequilibrio algu-
134 EMILIO ORIBE
no en ella, ni en el lenguaje, ni en el físico, ni en losmenores gestos morales. Figura más perfecta e idealno ha sido echada a andar jamás con mayor n o b l e z ~
TEORíA DEL NOUS 155
diente novedoso en el arte, introducido por Goethe,tiene la fuerza de una ·eficacia divina. Realiza unaparálisis en el fluir impuro de la psique de Orestes,
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 70/156
p_or las f a ~ u ~ ? - c i o n e s ~ e l ~ r . t e dramático. Para prectsar y defm1r con mas nitidez sus ra:sgos, hay quecompletar su retrato refiriendo sus actitudes y hechos. Goethe presenta a Ifigenia entre los bárbaros.
Mora entre los escitas y a .menudo sueña ·con su tierra _natal y sus familiares, mientras paralelamenterealiza una purificación en torno suyo. Pulimentalas ásperas costumbres, irradia serenidad y bondaddonde quiera que fija sus ojos o extiende los brazosmodifica los hábitos morales rudimentarios, e x t i n ~gue la violencia y ·consigue que se establezca la abolición de los sacrificios humanos. Aunque se la interprete de manera docente y primaria, representael resplandor de la civilización griega ·entre los demás
p u e ~ l o s ,pero ·en puridad, encarnada desde un puntode vista·sustancial y poético, es más que todo eso. Es
planear del espíritu cr·eador y razonante sobre losImpulsos, .1a purificación por medio de la bellezaformal y moral, y el dominio exclusivo del N ous. El
rey escita enamórase de la princesa y al ser rechazado, lo primero que en él renace •es el bárbaro, husmeador de carnes chamuscadas, y se dedica a amenazar con el restablecimiento de los sacrificios. En
ese instante, han llegado dos ·extranjeros al país, seles apresa y se les conduce ·cargados de cadenas.
Adivínase : son griegos, son Orestes y Píladés y vana ser conducidos al sacrificio sin piedad alguna. Ifi-
genia reconoce a su hermano. Éste, a su vez ha
e ~ p e r i m ~ ~ t a d o la a ~ c i ó n _ bienhechora de la perfeccwn ·espmtual y la mtehgencia de la virgen atrida.Esta actividad decisiva, fruto de presencia, ingre-
análoga a la que experimentó al penetrar al templode Delfos, según el ciclo esquiliano. Actúa como laplegaria : las furias que perseguían a Orestes seadormecen, y el obsedido cae en una inefable visión
de paz. Experimenta una como visión ensoñada, quele narra la reconcilia·ción de todos los miembros malditos de los Atri:das. Los percibe ·en un instante deadormecimiento purificador, en escena:s de significado grandioso, que quieren decir que la sola presencia, el gesto, el mirar y la palabra de una mujer perfecta, bastan para realizar el milagro ele la pazinterior, sólo alcanzable por medio del olvido, o enel acto de la plegaria, o ·en la muerte, cuando undios como Apolo tiende su lanza y su escudo de luz
sobre uno ele sus protegidos.Al revé·s de lo que ocurre en Eurípides, en el quea medida que el drama avanza el genio creador flaquea, en Goethe la acción culmina en los último;;momentos del desenlace. Habrá que llevar la estatuaele la diosa a Grecia, según interpreta Orestes en lósdictados de Apolo. Habrá que engañar al rey bárbaro, según Pílades. Pero, ¿cómo? Ifigenia intervieneesgrimiendo sus potencias espirituales: la bellezamoral y la verdad. Dirá la verdad escudada en la.·promesa del rey Toas, quien le había ofrecido la libertad el día que ella supiera que había griegos desu familia, que vivían aún, y podían ser redimidos.Frente al rey confiesa todo. Dice la verdad: proclamándola en expresiones líricas que terminan así :"Por mis labios sea glorificada la verdad". Anteriormente, ·en extensos diálogos se han expuesto la ver-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 71/156
158 EMILIO ORIBE
tensidad dramática 'de las oposiciones de caracteresque se prolongan en la obra. Aquí la influencia de
TEORÍA DEL NOUS 139
ya las conocían Ciertas .escuelas de gran prestigio co-
mo la ·de los estoicos, los cuales eran llevados prime-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 72/156
la antigüedad aumént;¡¡.se con los procedimientos derealización y en algunas ideas, coexistiendo ·ese fon-
do con la presencia de un ambiente moderno. La:S
antítesis de Tasso y Antonio, o de la duquesa deEste Tasso, son hábiles resonancias de las ya muy~ o n o c t d a s en obras antiguas, en la que dos persona-
Jes _complementan, uniendo sus imperfecciones y
paroahdades, para da r lugar a un todo disociado :
como ser Orestes e Ifigenia, Electra y Crisotemis,
Ismene y Antígona. Este desdoblamiento dramático,muy utilizado fué por Sófocles, y Goethe se com-place en resucitarlo. Algunas expresiones, como lasque Leonor aventura al hablar de Tasso:
"un talento se forma en el silencio,
pero un carácter en la acción del mundo",
contienen un fundamento de sa)Jiduría griega, pro-
pio de la raza despierta y medita:dora que se instalóen la vida, la conquistó y la pensó con el Nous, comoocurrió entre los helenos de los primeros siglos.
René Berthelot señala otra importante contribu-ción griega en Tasso, que proviene de la filosofíapráctica más que del arte: "el modo según el cual
Goethe plantea el problema de la sabiduría, está enla propia naturaleza del héroe" "en el ·conflkto de
la sensibilidad muy viva, (Tasso) y sin cesar rena-ciente y el dominio de ·sí mismo, que le proporcionala reflexión, y que después de haber cedido durantealgún tiempo ante los impulsos de la sensibilida:d, ·le
permite sin embargo, volver a conquistarse y romper
con las pasiones ante la:s cuales había cedido". Dua-
lismos o alternancias del alma humana son éstas, y
ro al sufrimiento y a la desesperación después, pero
que más tarde conquistaban la tranquilidad, triun-fando el equilibrio de la razón, al extinguirse aque-
llas primeras hogueras. Esquema que también sirveen el proceso que transforma a Fausto, y en suma,
enunciaciones incidentales y larvarias, que entrela-zándose unifican la franja moral de la creación
goethiana. Así, recordando las citas del Tasso: "untalento ·puede formarse en la soledad", es un prin-
cipio de conducta que se evidencia ya como inicia-
ción del Fausto de 1808. "U n carácter, sólo .en laacción ha de revelarse"; corresponde el sentido de
esta idea en 'SU expresión más clara, a la segunda
parte del Fausto, después de la desaparición de Hele-
na en los abismos.
Por haber meditado ya sobre d Prometeo y Pan-dora, no rozamos estos mitos y dramas. Por no coin-
cidir con nuestro propósito, no intentamos analizar
tampoco lo helénico del resto de la obra de Goethe;en las creaciones que siguieron a las ·citadas, como
ser lo homérico ·que trasciende del Hermann y Do-rotea, lo antiguo y artifi.cioso de las Elegías Roma-
nas, y lo vinculado con sus i·deas menos particulares
sobre las artes y el espíritu griego en totalida:d. Li-
mitándonos a lo teatral, la tentación helénica induce
a analizar el tercer acto del segundo Fausto. Impo-sible que se realice una separación absoluta ele lasescenas de dicho acto, independizándolas del cuerpo
de la obra; la idea en él, culmina avanza en ger-men desde la iniciación ele toda la segunda parte. Ya,
cuando en el primer acto, después del descenso a losantros doncle reposan las ideas madres, resucita por
140 EMILIO ORIBE
un instante Helena en un simple momento de super-
chería, las escenas del tercer acto se hallan en
marcha, a semejanza de las ramas floridas de la sel-
TEÓRíA DEL NOUS 141
con la entrél!cla de Helena presidiendo la teoría de
cautivas troyanas, hasta la muerte de Euforión, en
quien el poeta, con gesto de superioridad espiritual y
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 73/156
va en la obra de Shakespeare. Adivinamos las esce-
nas que se anuncian, pero con todo, lo que nos ofre-ce Goethe entonces sobrepasa a lo imaginado. Esteacto presenta una estructura sinfónica y arquitec-
turada al mismo tiempo, mientras lo s dedos hábilesdel ·creador realizan el mágico trasiego de las figu-
ras medioevales y mitológicas. El genio culmina en
un esplendor tal, que las aprecia·ciones vacilan. Es el
tema que se desarrolla desde el palacio de Menelao,
en Esparta. Se ha realizado la fantástica exploración
a través de los siglos y los hombres medioevales gol-
pean en los portones del mundo griego. Goethe halanzado · ·contra la corriente temporal la fabulosa
sirga ·con la cual atrapará las formas griegas que
necesita. El mismo Fausto remonta el río del tiempoy llega en el tumulto hasta Helena. Los episodios se
suceden ricos de armonía y ansiedad, la acción con-
densa la mayor abundancia de lo genial, y todo está
como .realizado en función del ·concepto helénico del
arte y de la vida, ·con el valioso aditamiento además,
de que esos va lores hállanse sobrepasados por la
concepción filosófica de Goethe. Por ejemplo, la
unidad de tiempo, sufre una transformación total.
No hay ritmos de tiempo, éste transcurre vertigi-
nosamentearrastrando
edades, pero,{:Omo
haceel
viento con las estatuas, dejando intactos los perso-
najes en su unidad formal y espiritua l. Goethe ya
había confesado a su amigo Humboldt, que la ac-
ción del poema ponía en movimiento "tres mil
años, desde la caída de Troya hasta la toma de Mis-
solonghi" o sea, desde la iniciación del tercer acto,
de elegancia, quiso consumar la imagen de la poesía
moderna. Le bastó para ello con relacionar los deta-
lles del juego trágico de la obra con la anécdota de
su tiempo, ·es decir, el amor de Fausto, el mito de
Euforión y la muerte de Byron en Missolonghi. Lariqueza del episodio soporta bien todas esas profun-das y vulgares interpretaciones. La abstra·cción tem-
poral inconcebible de las escenas, no puede realizarse
de acuerdo con las unidades griegas. Sólo una men-
talidé!!d de la época actual, posterior al conocimiento
de los grandes sistemas filosóficos y con un concep-
to metafísico muy fluyente del tiempo, será ·capaz
de admitir operación tan revolucionaria. Lo real-
mente insigne, es constatar como esas figuras hu-
manas e ideales al mismo tiempo, intocadas perma-necen, invariables y enteras, flotando y accionando
misteriosamente entre esa fuga de siglos, que se des-
lizan a través de ellas sin herirlas en lo más mínimo.
El tercer acto del Fausto no admite el condensado
comentario. Habría que citarlo casi íntegro, al mis-
mo tiempo del análisis, destacando los pormenores dela acción. Pertenece a ·esos instantes ·celestes del ge·
nio, que no pueden ahondarse sin sacro terror. Se lee,
y en tanto se 'Cierra los ojos, se oye en éxtasis, como
tiene que ocurrir ante la N ovenaele
Beethoven, oante trozos de las Pasiones de Juan Sebastián Ba·ch.
Allí se percibe la transformación necesaria de Me-
fistófeles en monstruo nocturno, la forkiade ele la
mitología, girón de tiniebla que para vivir en la luz
que lo circunda ahora, tiene que encapucharse en la
sombra de un repugnante mito. Notemos también la
142 EMILIO ORIBE
antítesis primordial ·en que se colocan el embustemás repugnante del medioevo, frente a la sabiduría
TEORíA DEL NÓUS 143
hermanas, cautivas somos; nunca, como ahora, fuimos tan cautivas !". Un a expresión con esas inten
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 74/156
helénica, expresada en totalidad en la figura y lasactitudes de la ·cauta Helena. Otra anotación debehacerse. El enfrentamiento de Fausto y los caballeros medioevales con la inmarcesible mujer desencadenada del tiempo por su belleza; dos categoríasartística•s y espirituales de significación coincidentese acercan, y lo caballeresco medioeval va a servirde resguardo a la expresión corpórea y mítica de lahermosura antigua. ¿N o debe observarse en este actodel Fausto, el significado concreto del Renacimiento ?Despojado está Fausto de su acompañante Mefistófeles, .casi lo ha olvidado y acciona prescindiendode él,- aligérase de la pesada sombra medioeval, sepurifica de esa forma de la superstición secular conla que ha pactado provisoriamente, y ·entra en con
tacto directo ·con la perfección clásica, repitiendo de
esa manera la fundamental maniobra que hizo el
hombre renacentista. Otra anotación apuntamos. Másadelante, todos los personajes griegos aparecen distribuidos en un palacio medioeval. Aprisionadas allípor Fausto, las cautivas troyanas encuéntranse acompañando a Helena. Tenemos teatralizado mejor aún,el símbolo enunciado más arriba. Eso que transcurreen la escena ante el ojo del hipotético espectador,pudo haber ocurrido en el habitá:culo de cada una de
. las almas superiores y valientes ele los siglos XV yXVI. En una arquitectura mental y sensible, nutrida de escolástica, bellamente preparada por la purificación aristotélica, tuvo cabida la riquísima esenciaresucitada. Realiza así su experiencia individual el
humanismo.El coro dice: "¿Es esto un foso profundo? Ah,
ciones, podría oirse seguramente en la intimidad demuchos hombres, en el ·cautiverio de las . almas, alrealizarse el análisis y la curiosidad devota ele losrenacentistas, ·cuando se reiluíninaron las academias
neo platónicas del siglo XVI, y resurgían las doctrina:s de Epicuro y la sabiduría en los manuscritos ele
los humanistas. Las ideas griegas exclamarían también, al revelarse en el fondo de mentes así: ¡Nunca,como ahora,- fuimos tan ·cautivas! Todas .estas ·escenas contienen, pues, como trasposiciones simbólicasdel humanismo en el trance de su realización en losindividuos.
Otra característica de este acto, es la intervenciónconstante que en él tiene el coro. El coro resucitacon la música, la prestancia y la frecuencia que sele otorgaba en las primeras tragedias. Resucita evidentemente el coro griego, generador de la tragediaclásica, elemento dionisíaco que ha ido disipándose,poco a poco, ·como el vino en un túmulo ardiente.Goethe lo utiliza y lo reenciende a modo ele leño iluminatorio y ·en él ·condensa, metamorfoseándolas, todas las formas ele la intervención coral. Por ello yaes lírico, y es actuante, y sentencioso, y contiene entre sus manos el trágico huso de la acción, y es también docto y profundo a la vez que sensible en ex
tremo, y se va impregnando de las vicisitudes de lospersonajes. Tal ocurre, si se examinan bien, con losinterludios corales de este acto; tienen algo del corode Esquilo y también del de Sófocles y Eurípides. Sería, pues, el coro reverenciador y arquetipo de loscoros griegos, resucitados en plenitud. Encierra ensí la contemplación, el delirio, la acción, y se dis-
144 EMILIO ORIBE
tribuye con su c o r i f ~ o al frente, como en los parla-
mentos clásicos. Por un instante, el coro se desen-
11 \1
TEORíA DEL NOUS 145
FAUSTO y HELENA:-"¡ Qué temeridad! ¡Qué
delirio!
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 75/156
vuelve como narración y música al mismo tiempo.
E l texto lo dice bien claro : "todo lo que va diciendo ·
el coro, se va ejecutando sucesivamente". Fórmula,
como se ve, propia de lo s procesos vitales y psíqui-
cos. Esto ocurre cuando asistimos a la aparición deFausto, con su corte de caballeros de la Edad Media.
Cántanse en este período los amores de Fausto y
Helena. Mejor aún, se asiste a ellos: como dos mitos
genésicos y milenarios, acércanse y se unen sin per -
der sus ·contingencias carnales, y se restablece la ar-
monía de las naturalezas, vinculadas por la atracción
mutua instantánea, comprendiendo lo sensible, lo ar-
tístico y lo intelectivo. Paralelamente, ·el lenguaje
individual y coral de los gr iegos se perfecciona, in-
corporándose al ritmo del lenguaje moderno y la
compenetración es total en aquel minuto en que
Fausto inicia a Helena en los secretos de la rima,
pues ella venía expresándose en tri'metros y yámbicos
de la antigüedad. Mutuamente realizan el intercam-
bio docente ele sus respectivas herra mientas verbales,
en versos de grandiosidad inaudita, en donde las
palabra:s sirven de no ve1adas máscaras, ocultando
apenas la compenetración recíproca de las almas.
El acto prosigue hasta condensarse en símbolos.
Uno de ellos, es el del mito de Euforión, "genio aé-reo· audaz, imposible de contener cerca de la tierra
y que no puede, por lo tanto, vivir". Cuando lo mi-
ran extasiados Fausto y Helena, sólo pueden elevar
exclamaciones ante él : tan diáfano y bello y audaz
lo ven, que adivinan que la muerte lo acecha por to-
das partes.
FAUSTO y HELENA y el (ORO:- i Qué espanto!
¡Qué horror! La muerte es, pues, una consigna pa-
ra tí?".
Pocos instantes transcurren suspensos en ese hálito
de exclamaciones : Euforión ·cae muerto a los pies elesus padres. Sus palabras en el límite, son para He-
lena: - "N o me dejes, madre, solo ·en el reino som-
brío!". Una síntesis semejante, y de esta tensión trá-
gica, ·se hallan solamente en lo más genial de
Esquilo, y digno es de alternar con lo más auténtico
y grande que puede ofrecer el drama antiguo ante
la fatalicla:d. No es, po r consecuencia, una escena del
drama moderno. En seguida, el coro entona un can-
to fún_ebre: eterno y circunstancial, porque se refiere
a Euforión, y alude claramente a Byron también, se
balancea sobre lo s abismos de la anécdota y del tiem-
po. Cuando Helena puede hablar, proclama la sabi-
duría y la amargura de una sentencia muy de su
raza, sobre todo en el período de la poesía gnómica :
"Dicha y beldad no se juntan de modo duradero".
Inmediatamente de resuelta esta insigne fabulación,
cuyo significado es múltiple y no puede ser abarca-
ble, porque el hijo de los amores de Fausto, es más
que el símbolo de la poesía moderna, y más también
que la precisa e incidental alusión al hombre Byron,
como creían los contemporáneos. Euforión, como lascriaturas sobrenaturales que confinan con el mito,
termina por sobrepasar la idea que el mismo Goe-
the se formó de él. Las edades se apoderan de él
como las estrellas, y siempre los transfigurarán a
su gusto. Débese citar otro instante que igualmente
se cierra con la dave simbólica, y es aquel en que
146 EMILIO ORIBE
Helena desaparece, después del sufrimiento comocarnalidétd pagana y estética, y se difunde el es-pétciq, mientras le deja a Fausto solamente la vesti
TEORíA DEL NOUS 147
mos, pues, cómo lo helénico ele Goethe se expresó enlengua de inmortalidad. E el principio y en el finalde la obra, o en otras obras, lo griego insinuó su
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 76/156
dura y el velo. Éste la contempla desvanecerse en lasestrellas y conviértese él mismo, en tema de transfiguraci?nes, pues desaparece bajo veladuras que
e ~ t r e mascaras de nubes se lo llevan. ¿Habrá nece
Sidad ·de desarrollar el sentido de estas escenas? Coninte,nción de explicar la ·futura conducta de Fausto,revelase entonces y se nos dicta, que ·eso quiere decirque la sola forma ·externa de la belleza perfecta, escapaz e l e v a ~ · al, o m b r e y salvarlo de lo vulgar.Esa. accwn dehcad1s1ma, de que un contacto apenas
s e n t i d ~ , con tal de que .sea helénico, es suficiente, searmomza ·con aquella acción de presencia de lo belloY noble en I figenia, que civiliza y mejora al bárbaroal par que derrama la diafanidad celeste sobre el
obsedido hermano. Todo eso es griego y de lo mede lo griego: socrático y platónico a la vez, pues
d ~ c t a que basta el conocimiento o la presencia delB1en Supremo para hacernos mejores. Es tan belloel Bien en sí, que aquel que lo ·conoce se torna perfecto con sólo ese acto. Ya empezamos a ver actuarlo socrático en Goethe, engrandeciendo la obra dra-
m á t i c ~ . En el Fausto, 'entre tanto, después de desvaneCida la forma de los protagonistas, quedan solamente los volúmenes corales: en magníficos versos
enuncian elegíacas sentencias, y el tercer acto terminaaparatosamente así. Complementado con lecturas,las rememoraciones expositivas de esa obra formaninagotable esfera 'cr-eciente de belleza y de ideas. Sifuera posible que en un instante toda la potencialidad helénica original ele Goethe y toda su sabiduríahidesen ·confluencia, eso tuvo que realizarse allí. V
antorcha o se hizo bien presente en mayor o menorgrado: allí aparece en forma de suprema síntesis.Después de este acto, ·como obedeciendo a la consecuencia de que Fausto se purificó con la felicidad y
la belleza, el héroe se entrega a la acción, con locual sigue siendo enérgicamente griego también,pero de . una categoría que no puede ser analizadaahora. A propósito, no he 'CÍt3!do el valor de estasescenas desta·cándolas 'de las narraciones similares ypiadosas que ·circulaban en la Edad Media, referentes a la maligna aparición de Helena ·entre los penosos caminos de Fausto, preso sin remedio de la contuma-cia del demonio, ni tampoco he traído a citay comparación la es·cena que en el drama de Marlowe
desarrolla un episodio semejante. Pero ·con lo i dic3!clo basta. 'Lo fundamental y fecundo es leer y volver a ·leer cien veces este tercer étcto. Se confirmará
que el coro en él, por momentos recuerda la misiónque le señaló Schlegel, la de ser una ·especie de espectador ideal e intemporal que levanta un muro
entre la obra de arte y 1¡:¡. vida. En otros instantes,recuerda la definición de Nietzsche: "el coro clio-nisíaco, que se descarga constantemente en un mundoapolíneo de imágenes". E sto daramente se percibe
en los segundos en que culmina la felicidad deFausto y Helena, y se pasa ·con celeridad al desvanecimiento fulmíneo de Euforión. El ·coro, ·con suestremecimiento interior experimenta la emoción eleterror, se impregna de ella, pero la expresa en im,á-genes apolíneas. Los episodios de la obra lo conmueven, y actúa a modo de comentario · musical,
148 EMILIO ORIBE
densamente sacudido y exaltado según el ritmo de
las escenas. Para la inteligencia poética de Goethe,
no es contradictorio colocar la ordenación dramática
TEORíA DEL NOUS 149
para siempre en la razón del hombre y en el cielo
físico. O será la viajera de 1a·s navecillas astrales,
con velámenes de heraclitano fuego, que dicen que
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 77/156
y la lógica del diálogo y la acción, vinculadas estre
chamente por medio de esos interludios ·corales. En
o t r a ~ o;bras, su actividad inteligente, , que iba per
feccwnanclose en cada experiencia de cultura que
realizaba, también apoyábase si el acto urgía, en lasrodillas de una hipótesis imaginada o ele un princi
pio arbitrario, surgido de la alquimia, o en un mito
actuante como el de Mefistófeles, que se define como
un estímulo infatigable. La fantasía, que ·constituye
el barro húmedo de aquellas realidades experimenta-
. les, y que mueve el orden artístico y la daridad, no1? c.ondujo a la contradicción ni provocó el desequiltbno de los elementos.
La poesía inmanente que se transparenta en el
coro, tan simbólicamente ·expresada por medio demúsicas y cantos y movimientos,. es como aquel velo
que Helena en el último instante deja en manos de
Fausto. Una armonía así, de irrealidad y verdad es
compatible, no sólo conciliándose en la obra ele un
genio del arte como Goethe, si no mismo en una in
teligencia científica pura, y más en aquellas épocas.
Recuérdese, por ejemplo, cuando Keplero colocaba
un ángel detrás de ,cada estrella, para dirigir los
movimientos perfectos que ella describía en su elip
se.Necesidad de recurrir a
lodivino,
wn elfin deexplicar la ·perfección en un detalle de la naturaleza
o de la razón humana.
En el instante de la separación del germano y la
griega, clibújase el ángulo estético que determinará
las orienta·ciones futuras de los amantes. Helena,
fijada queda ·en la concavidad espadal, estribando
surcan los abismos del éter. Fausto engranará en la
acción; después de abandonar el trabajo del pensa
miento, volverá al dominio de las cosas y realizará
un proceso inverso al de Zarathustra, el profeta que
a los treinta años emigró hacia los montes. Siempreme atraen éstas dos figuras: el Zarathustra de Niet
zsche y el Fausto de Goethe, que presentan en sus
fisonomías integrales, máscaras encendidas de lo
medioeval. El misterio del cristianismo y de la es-
colástica, y el estremecimiento trágico de la razón
humana, forman encrucijada en esos arquetipos, ori
ginando peligrosos· remolinos, co'mo los vientos tem
pestuosos en el cruce de las ·callejuelas. Con todo,
desde la visión plástica estrüctural, Fausto ·se me
aparece como una figura del ·estilo románico, másbien equilibrada y armoniosa, mientras que para Za
rathustra hay que buscarle ubi,cación entre las for
mas .del gótico flamígero, en el tránsito hacia un
barroquismo de llamas.
Relacionándose con las técnicas y las teorías del
arte plástico, Goethe fué más explícito y abundó en
comentarios oportunos referentes a ellas, pero no
adoptó igual norma ·especulativa en lo que pertenece
al teatro. Ya se 1dijo que sobre éste no afianzó doc
trina, pero en cambio dejó obras: las que hemosanalizado hasta ahora, y otras. Si no se desprende
de tales realidades y simpatías, una teorética de la
tragedia o una interpretaci'ón filosófica como la que
después expuso Nietzsche, sobre los orígenes y el
fin de lo s mitos trágicos, ·en cambio Goethe siempre
demostró una aclmiraci?n muy encendida por éstos y
150 EMILIO ORIBE
además de emitir juicios, breves pero acertadísimos,se determinó a implantar·sus principios formales en
el arte teatral y en la culttira de su época. Se conser
TEORíA DEL NOUS 151
la simplicidad natural, pero el ritmo de sus' movimientos, estrechamente reglado sobre sus palabras,
lo hacía volver a ella" (Citado por Witkop). Con
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 78/156
van referencias que hasta rozan lo secundario. Por
ejemplo, en 1798 Goethe, contando wn d apoyo deHumboldt, Schiller y Meyer, emprendió la publica
ción de una revista no muy ·conocida, pero valiosa,titulada "Los Propileos". El programa "consistía en
realizar estudios sobre la naturaleza y el arte, de
orientar hacia el espíritu de la antigüedad toda lavida artística y la producción de los alemanes". Goe
the publicó cuatro artí-culos: Introducción a los Pro-
píleos, Sobre el Laocoonte, El Coleccionador y los
suyos, y Ensayo de Diderot sobre la Pintura, y demostraciones de su razonamiento sobre la teoría de
las diversas artes. Dominaba sobre los autores la personalidad de Winckelmann y casi toda la obra anun
cia:da o realizada, se refería al dominio parcial de lasartes plásticas. Goethe planeó rpás adelante una fábula poética, la "Aquilei·da", continua:ción de Home
ro y del paladín de la Ilíada, pero ·con todo, la con
secuencia fué que la campaña de la revista terminó
por repercutir con más eficacia en el teatro de Schiller, que en las creaciones del mismo Goethe. Coinci
diendo con este pensado retorno hacia la doctrina y
obra de los griegos, por intermedio de Humboldt,el clasicismo de los franceses fué estudiado también
detenidamente. Llegaron a presentar el paradigma del teatro francés nuevamente, y hasta sus procedimientos, escenarios y actores. Talma, por e em
plo, los satisfacía porque casi todo lo había aprendido
de la escultura, en lo que se relaciona con los movimientos y las actitudes en la escena. "Sus poses
contínuamente plásticas y armoniosas alejá:banlo de
secuencia de tales estudios y de las doctrinas de estaépoca, fueron las innovaciones que Goethe implantó
en su teatro de W eimar, llegando has ta el detallismo
cuidadoso de redactar reglas para los cómicos y un
cánon retórico de la belleza, ·con indicaciones preci•sas aplicables a la declamación y a la exp resión ·de
las •emociones. Goethe, por entonces, representó unaobra de acuerdo wn ese tipo de belleza escénica, ti
tulándola "La hija natural". Al mismo tiempo, Schi
ller satisfizo las exigencias del organizador de estemovimiento formal, con su obra "La novia de Mes
sina", en donde el •compañero de la época de losxenies, se aproximó a la posesión de la verdadera
tragedia moderna. Pero a pesar de todos estos pro
pósitos y desarrollos de detalle, lo que es indudablees que Goethe no aportó mayores obras y que de to
das sus realizaciones teatrales, la que se aproxima a lo que debió ser la tragedia dásica., es aquel
tercer acto ·del segundo Fausto, cuya estructura se
ha revelado ya. La antigua tragedia con sus funda
mentos religiosos, tradidonales y heroicos, con sumúsica y su coro sacro, con la ·complicada arquitec
tura íntima y la arni.onía total que asciende de estoselementos, só lo puede ser comprendida por nosotros
muy p e r f e c t a m e r l t e . Desvanecida la músi·ca y muerta la religión griega, y muy alejados de la moral yel ·dionisismo lírico, todo lo que hagamos por poseeruna visión lícita de la tragedia antigua, será pocomenos que infructuoso. En nuestra opinión, sólo ese
tercer acto •coincide lo más posible con lo que pudoser un drama trágico antiguo, aunque sin la música,
152 EMILIO ORIBE
ni la religión griega •en estado vivo. El drama deWagner es seguramente también una indagación enlo clásico, pero falta lo principal, es decir, lo griego
TEORíA DEL NOUS 153
creadora, con predominancia de la primera, o lq queNietzsche denominó socratismo, destructivo en Eu-
rípides, pero ·que ahora en Goethe se manifiesta comocrea:dor y oPdenador. . . . . . ,
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 79/156
en la línea ·estructural de los temas y los caracteres. 'vVagner no se libra jamás del tumulto románticoy de los fermentos bárbaros. En cambio, si comentamos la "Ifigenia" de Goethe, percibimos que es clá
sica por el mínimum de materia dramática y por elesfuerzo de abstracción 'ideal y ·espiritualizada queallí se realiza, tal como lo ha señalado Stapfer, pero
más allá de eso, y contemplando la estructura de laobra, encuadra más dentro de las leyes de la tragediaclásica, por su obediencia formal a las bisagras quevienen funcionando desde Ar istóteles. De manera quees como un ejemplo de tragedia gr iega ·construídabajo las leyes que se formularon después del apogeode los dásicos, mientras que el tercer acto del segun
do Fausto obedece a otro punto de vista, pues ·coincide mejor con una creacción g_riega anterior a losprincipios aristótelicos de las unidades. Basta recordar aquel ritmo musical que contiene, reinando eltrímetro yámbico en el pa ladar de Helena, en alternancias ·con la plástica 'Coral. Las constantes modulaciones rítmi·cas gradúan las vicisitudes del drama. En
la sustancia unitaria de éste hállase lo lírico, Ío dra-
mático y lo trágico, a·ctualizando personajes humanosy simbólicos a la vez, y un ambiente de intuicionesfilosóficas y poéticas sostenidas por la música, envuelve toda la obra a modo de una niebla inteligenteque la adereza. E l misterio dionisíaco, puesto en or-
den oor el N ous, oarecía constreñido a quedar infor-
m u l ~ d o en la o o e ~ í a moderna, si no hubiera sido por
el esfuerzo genial de Goethe en ese a:eto. Puede verseen él, la conciliación de la inteligencia con la música
Sobre los orígenes de la traged1a, la mvestlgacwny la crítica se han detenido . m u ~ h í s i m o . ! o ~ ~ s losautores al ahondar en los m1stenos ·del dwms1smo,
r e c o g e ~ la convivencia de dicho 'Culto religioso c?n
la tragedia ática y la proclaman c o n ~ ? necesana.También declaran que la transformacwn del coroditirámbico en elemento generador de los granelesdramas, constituye una de las leyes de la e v _ o l u c i ó ~ 1del mi•sterio trágico. Las crecientes etapas mventlvas hasta Esquilo, se han iluminado con bastanteprecisión. Los filósofos, con el e s t a ~ i r en p r i ~ e rtérmino, establecieron la teoría de d1cha forma hteraria, y al mismo tiempo denunciaron con orgullosus divinas y heroicas fuentes. Lo que nunca se ha
explica:do satisfa-ctoriamente, es por qué causa. después ele Eurípides, en pleno siglo V, la trag,ed.la seextingue brus·camente. Se invocan c ~ u s a l e s . 1 ~ u l t 1 p l e s ,no bien especifica-das, como ser las m t r o m 1 s ~ o n e s exteriores al mismo arte en la época de Pendes : losdemagogos, la sofística y las costumbres c o : · ¡ : o m p ~ -clas coincidiendo con el desarrollo de la cntlca fllosÓfica, que ya venía acentuándose desde la épocade Píndaro. Pero esos hechos, si tan poderosos fueron para destruir algo que había arraiga-do.con tanta
profundidad en la naturaleza delp u : ~ l o
,gnegoc o ~ o
la tragedia, debieron arrastrar tamb1en en .su desdo1 oa las otras artes o actividades del pensam1ento, Y noobstante no ocurrió así. La filosofía, la oratoria, laprosa histórica, la poesía, y las artes plásticas, en unflorecimiento que es e l m á orgullo la hum a-
152 EMILIO ORIBE
ni la religión gr iega •en estado vivo. El drama de
Wagner es seguramente también una indagación enlo clásico, pero falta lo principal, es decir, lo griegoen la línea estructural de los temas y los ·caracteres. vVagner no se libra jamás del tumulto romántico
TEORíA DE L NOUS 153
creadora, con predominancia de la primet:a, o lo queNietzsche denominó socratismo, destructtvo en Eu-
rípides, pero que ahora en Goethe se manifiesta comocreador y ordenador. . . . . . ,
Sobre los orígenes ele la tragedta, la mvesttgacwn
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 80/156
y de los fermentos bárbaros. En cambio, si comentamos la "Ifigenia" de Goethe, pePcibimos que es clásica por el mínimum de materia dramática y por el
esfuerzo de abstracción ·ideal y ·espiritualizada queallí se realiza, tal como lo ha señalado Stapfer, pero
más allá de eso, y contemplando la estructura de la
obra, encuadra más dentro de las leyes de la tragedia
clás ica, por su obediencia formal a las bisagras que
vienen funcionando desde Aristóteles. De manera quees como un ejemplo de tragedia griega -construídabajo las leyes que se for'mularon después del apogeode los dásicos, mientras que el tercer a·cto del segundo Fausto obedece a otro punto de vista, pues -coinci
de mejor con una crea:cción griega an terior a losprincipios aristótelicos de las unidades. Basta recordar aquel ritmo musical que ·contiene, reinando eltrímetro yámbico en el paladar de Helena, en alternancias ·con la plástica ·coral. Las constantes modulaciones rítmicas gradúan las vicisitudes del drama. En
la sustancia unitaria de éste hállase lo lírico, lo dra-
mático y lo tr ágico, actualizando personajes humanos
y simbólicos a la vez, y un ambiente ele intuicionesfilosóficas y poéticas sostenidas por la música, envuelve toda la obra a modo de un a niebla inteligenteque la adereza. El misterio dionisíaco, puesto en or-
den por el N ous, parecí a const reñido a quedar in formulado en la poesía moderna, si no hubiera sido por
el esfuerzo genial de Goethe ·en ese ado. Puede verseen él, la -conciliación de la inteligencia con la música
1
y la crítica se han detenido _ m u ~ h í s i m o . ! o ~ ~ s losautores al ahondar en los mtstenos del dwmstsmo,recoget; la convivencia ele dicho ntlto ,religioso c?n
la tragedia ática y laproclaman con:? n e c e s a n ~ .
También declaran que la transforma:cwn del cm oditirámbico en elemento generador de los grandes
dramas, constituye una de las leyes de la e v _ o l u c i ó ~ 1del mis terio trágico. Las crecientes etapas mventtvas hasta Esquilo, se han iluminado con bastante
precisión. Los filósofos, con el estal?irita en p r i ~ e rtérmino, establecieron la teoría de cltcha forma hteraria, y al mismo tiempo denunciaron con orgullosus divinas y heroicas fuentes. Lo que nunca se ha
explicado satisfa'Ctoriamente, es por qué causa. des
pués de Eurípides, en pleno siglo V, la trag,ed_ta seextingue bruscamente. Se invocan c ~ u s a l e s . 1:mlttples,no bien especifica·das, como ser las m t r o m t s ~ o n e s exteriores al mismo arte en la época de Pendes : losdemagogos, la sofística y las -costumbres c o : t : o m p ~ -das coincidiendo con el desarrollo de la cnttca ft-
losÓfica, que ya venía acentuándose desde la épocade Píndaro. Pero esos hechos, si tan poderosos fueron para destruir algo que había arraigado_ con tanta
profundidad en la naturaleza del ,gnego c o ~ ola tragedia, debieron arrastrar tambten en .su desdm oa las otras artes o actividades del pensamtento, Y noobstante no ocurrió así. La filosofía, la oratoria, laprosa histórica, la poesía, y las artes plásticas, en un
florecimiento que es el m á orgullo de la huma-
154 EMILIO ORIBE
nida·d, presenciaron impávidas el fenecer del pathos
trágico, y sobrevivieron sin extrañar por muchotiempo aquel esplendor. La tragedia cayó abisalmen
te después de Eurípides y no se incorporó más en
TEORíA DEL NOUS 155
simismo helénico, actuante precozmente, renueva y
transfigura toda la concepción que se tenía ele este
pueblo. Sea cualquiera el destino de la filosofía ele
Nietzsche, será imposible en el futuro hacer la valo
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 81/156
Grecia, ni en el mundo, después. Este hecho sorpren
dente no fué explicado bien nunca . Aristóteles, que
seguramente fué testigo del ocaso de la tragedia,
formuló su teoría de la liberadora catarsis, pero nodejó nada escrito sobre ·esa muerte del artístico es
píritu trágico. La defini·ción clásica que nos resta
del Estagirita, absolutamente aplicable po r otra parte
al ter-cer acto del Fausto, es aquella ·4e: "imitación
de una acción grave, •completa y perfecta, de cierta
medida, por razonamiento elegante y deleitoso, dis
tribuidos los ornamentos en sus diversas partes: en
forma de acción y drama y no de narración, sir
viéndose del terror y de la compasión para purificar
estas pasiones".Esta
interpretación purificadoraha
quedado como definitiva y después se ha extendido
a todo arte.
Lo que debe señalarse aquí es que, cuando Aristó
teles habla de razonamiento elegante y que deleita,
lo hace por largueza absolutamente personal, y que
Esquilo y Sófocles se hubieran negado a aceptar esa
intervención tan firme de lo razonante. Es que Aris
tóteles socratiza aquí, pues se ha hecho sentir mucho
la influencia y .la enseñanza de Sócrates, y esas ex
presiones que se colocan en el umbral definidor de lo
trágico, son ·consecuencia de ello. Nos quedamos,pues, con que la explicación más valiosa ele la deca
dencia ele la tragedia, es la desarrollada por Nietzsche
en su obra de 1872. En El Nacimiento de la Trage-
dia, al explicar la intervención ·ele lo dionisíaco y lo
apolíneo, y al establecer las raíces directivas del pe-
rización de lo griego, sin mencionar ese libro que
todo lo trasforma al respecto. Pero en lo que pueda
decirse aquí ahora, solamente se ha de referir al so
cratismo, su intervención en la obra de Eurípides ysus .consecuencias.
Considera Nietzsche a Sócrates ·como el respon
sable de la •decadencia del helenismo. En puridad,
afirma que desde que el arte dejó de ocupar el pri
mer plano en aquel pueblo y fué suplantado por otra·s
formas inteligentes o direcciones políticas y prá-cti
cas de civilización, ya desde ese instante, se inició
la decadencia. Esta aparece como un desequilibrio
precoz. En Grecia, se revela en el siglo IV. A la fi
losofía creadora y poética de los jónicos y de los
magos pensantes de la Magna Grecia, sucede la es
peculación moral y analítica de Sócrates. La ciencia
y la .filosofía desarróllanse en exceso, y terminaron
por detener d resplandor del arte trágico, y ahí em
pieza la declinación. Nietzsche coloca a Sócrates al
borde de ese abismo, .azadón en la mano, como si el
mismo lo hubiera abierto: lo ·culpa desde todos los
puntos de vista: artístico, religioso y filosófico. El
tema de Sócrates en Nietzsche es amplísimo, y sólo se
comprenderá bien después de estudiar d origen de ese
trágico arte, acompañándose ·con' el conocimiento dela filosofía griega ele la época, es decir, rozando todo
lo que tenga atingencia con la voluntad helénica. El
filósofo provoca la deformación y la muerte del arte
trági·co. Es todo lo ·contrario de un poeta o un mís
tico. Nietzsche se detiene mucho en analizar aquel
156 EMILIO ORI.BE
demonio de Sócrates, y lo considera como una manifestación traidora y frustrada del instinto creador,que es de fuente diosisíaca o apolínea en todo gran
artista. Ocurre que esa intuición, ·en los artistas presocráticos, llama imperativamente a la potencia
TEORíA DEL NOUS 157
mente lo que ocurrió en Grecia, debido a la irradiación del socratismo. El diálogo tórnase ingenioso, y
se impregnó ele dialéctica y maestría, sirvió de maquinal ·caballo ·de Troya para conducir el argumento y
dió en precipitar situaciones y d e s e n l a c e s Se llegó
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 82/156
creadora y ésta ·se manifiesta espontánea y se en
ciende en juegos y ·cantos. Es un demonio o instintoque manda ·crear, que revela lúcidamente y que crea,
merced a su intervención necesaria y fulminante, lasobras bellas y eternas. La razón viene después, como
la hermana cojitranca de la intuición, y modifica,perfecciona y ennoblece el precioso vino original. En
cambio, ve Nietzsche que en Sócrates se realiza algoasí ·como una inversión horrible : ese instinto o de
monio, ·en lugar de impulsar y crear ·como es su
oscuro destino, inhibe, paraliza, detiene. . . La que
crea, ahora, es . la razón! La razón toma el huso de
las ·creaciones, y teje a la luz del so l deslumbrante,
con paciencia y equilibrio.Esta transformación, para Nietzsche, debido a la
función de crear que se atribuyé a s í mismo la razónsocrática, terminó por s·erle fatal al arte griego. El
autor que sufrió esa e20periencia aniquiladora fué
Eurípides, quien hizo la suplanta!Ción del elementomusical vivifi.cador, surgido de la felicidad y del sacrificio de Dyonisos, por la intervención del razonar
socrático, introduciendo procesos de este último ·en
los conflictos internos y en los diálogos del drama.Quedó así establecida una relación entre el arte y el
saber, entre el ·conocer y d crear, ·en donde la originalidad primaria de la poesía y del lirismo, llevó la
peor parte. Y estas rela·ciones nunca debieron realizarse, porque siempre predominará el saber y el
arte quedará ·condenado a morir; y eso fué precisa-
hasta el extremo ele que virtudes tan primarias como
la abnegación y el heroísmo, se justificaban por me
dio de razonamientos, como ocurre en los manuales
de filosofía o moral. La fatalidad, que u l a b a oculta o claramente, originando y precipitando la accióny el enardecimiento de los coros en los trágicos
anteriores, aquella ubre amarga nutridora del misterio y de to sublime, fué suolanta:da por la inter
vención de los argumentos h ~ m a n o s , p;r las pasio
nes justificadas a base de motivos, y a consecuenciade ese trueque, la tragedia perdió su misterio impre
sionante. En Eurípides tiende a extinguirse el enigmainterior de los personajes, subyugados por la voz fa
tal del destino y de las fuerzas invencibles. Las pasiones, iluminadas por la inteligencia, avanzan estratégicamente, con el designio de imponerse en orden,
desnaturalizándose en ·esa forma la influencia de losmitos dionisíacos. Dominan la premeditación y el
análisis, la suspicada y la suspensión de los instintos, el razonamiento intenta suplantar con desmedro
la máquina de los dioses, la sabiduría humana embiste con el fanal de su proa ·contra la niebla creadora, y
en todas partes pasan a primer plano la dialéctica y
las habilidades racionales, migajas también caídas
de los banquetes de la razón socrática, y que irán
por fin, a absorber •os últimos jugos del vino derramado de Dyonisos. Así, no fué mera coincidencia,
dice Nietzsche, que el oráculo ele Delfos proclamaraa Sócrates como el más sabio de los griegos y a Eu-
158EMILIO ORIBE
rípides como el que inmediatamente le seguía en
lauros. Grandes cambios sufrió el genio griego, un a
vez que realizó la ablución socrática, y a:quella dig-
TEORíA DEL NOUS 159
culminado, la tragedia ática termina como cort3!da en
abismo, por qué Sócrates y Emípides están en los
·principios de ese abismo y por qué todo eso significa
que la tragedia no renacerá más . El gran Dionisos ha
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 83/156
na proclamación délfica significa el vituperio del
dionisismo, y la sabiduría aniquiló precisamente ·el
impulso mu sical, ·ciego y terrible, es la fuente
inagotable del arte. La ciencia tomó el monte perdi
do por Ia fantasía, y el instinto poco a poco fué su
plantado por la especula:ción i n t e l i g e n t ~ Eurípides
no fué otra ·cosa que un dialéctico que hizo tragedias,
que se ·complació en aniquilar d mito de la música al
limitar la intervención de los coros, verdaderos re
presentantes en la tragedia de la alegría y de la ac
ción libre, del ensueño y del vino, del sufrimiento y
de la audacia, así como de la inspiración y de las
energías vitales. Limitada la acción de l canto y de la
música, y también alejado por el buho el diáfano
ensueño a:políneo, la ·paz celeste de la meditación yde la contemplación extática, cuyo enlace con lo dio
nisíaco produjo la perfección •de lo trágico, forzo
samente el drama debió aniquilarse, ·como el vegetal
al que se arranca de raíces para estudiarlo mejor.
Nietzsche localiza en Eurípides, a pesar de los arre-
pentimientos tardíos que é ~ t e se a p ~ · e a manifes
tar, todos los argumentos dta:dos, y recibidos de
Sócrates. El gran tema de Sócrates no sólo es estu
diado en el arte, sino que abarca las sucesivas acti
vidades de genio griego. Se puede aceptar o no estaconcepción nietzscheana, p e r ~ debe n o c e r s e que
es la más vasta, profunda y original de cuantas se
han expuesto, no sólo para interpreta r la precocidad
del pesimismo griego y el desarrollo complejo de la
tragedia, sino para exp licar lo que nadie ha explicado
satisfactoriamente: po r qué, después de su esplendor
muerto en es e instante, y la culpa de ello la tiene la
filosofía de la razón
. Pero d socratismo, que en Eurípides pudo ·actuar
de la manera que Nietzsche lo indica, no es tan vituperable como parece, ·cuando se le arranca ·del caso
especial estudia,do y se le analiza en otras circuns
tancias de la historia. Si fuéramos dionisíacos de los
tiempos heroicos, o nietzscheanos sin compensaciones
ni pausas, aceptaríamos esa afirmación totalmente'
y aun .no siéndolo, nos domina la tentación de hacer-
lo, dada la forma e x t r a o r d i ~ a r i a de expresión lírica,
calor argumental y dialéctica espléndida con que
Nietzsche .defiende su punto de vista. Pero lo que
llamaríamos el socratismo
, que resul.tó perjudicialpara los trágicos antiguos, actuando a través de los
siglos, fué benéfico en gra.do eminente para todo el
arte y la cultura de l Renacimiento, y para ese fruto
precioso, maduro y tardío del humanismo que fué
Goethe. La inteligencia griega, .con las sabias y aris
cas normas de la proporción y Ia armonía, y el aúreo
escudo de l número, posáronse sobre la actividad crea
dora de Goethe y realizóse el milagro del equilibrio.
~ o ~ t h e es, cuando quiere, homérico y socrático, dio
mslaco y apolíneo a la vez, me.rced a la concurrencia
en él de las más difíciles cualidades naturales culti-'vadas y ennoblecidas día a día por una despierta
universalidad que jamás pudo desviar, hiriéndolo,
el espléndido caudal esencial y musical de las intui
ciones creadoras. Lo socrático en Goethe ·convirtióse
en el mejor bien que los di oses griegos, resucitados
160 EMILIO ORIBE
en el Renacimiento, fueron acumulando durante tres
siglos, para sedimentarios en el secreto de la natura-
leza goethiana. Po r ello, en todas sus obras cumplió
se la exigencia que el mismo Nietzsche descubriera
como ley íntima de lo ático: "el don dionisíaco de la
TEORíA DEL NOUS 161
directo. El que trata de lisonjear a Goethe, ubicán
dolo entre los filósofos de ·SU siglo, y se preocupa de
considerarlo digno de permanecer como filósofo
integral, con tanta personalidad como los que se
ñalan destinos y épocas en ese conocimiento superior.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 84/156
intuición musical, que se eterniza en el mundo apolíneo de la imagen".
E l conocimiento ahora -conduce certeramente a
la conquista ·de la libertad del alma, y la universalidad de la •cu ltura, por medio de operaciones racio
nales, adquisitivas y ampliadoras, le trae a Goethe
elementos de todo el universo, de la ciencia y de la
especulación libre, lo mismo que de las épocas más
distintas, de la antigüedad como de la Edad Media,
y en último término, del fondo de la realida·d trans
figurándose en poesía y de la misma instabilidad del
ensueño. El cosmos avanza por la vía clara de la
inteligencia, con los formales misterios 1)rimitivos in-, '
corporandose a su paso todas las posibilidades delsaber, del conocer y del vivir. Es a inteligencia múl
tiple y socrática, es tan fecunda' apartadora ·en Goe
the, como puede serlo su inmanente creación intui
tiva, esa que le alcanza también la llama íntima del
genio, desde la mina profunda .del yo, cerca de lacarne, al borde del no ser.
Como e11_,_Goethe la filosofía no se halla formulada
esq;temá.ticamente. en ninguna obra especial, sino queesta en mmanenc1a en la profundida!d de dos o tres
fundamentales, se pueden ir a ella por muy distintas
vertientes: existe, dada la multiplicidad y universali
dad de la producción, el problema del enfocamiento
Este camino, que por renovado siempre ·es novedoso,
incita al análisis ,P.eten ido y unilateral, y es el que se
halla inspirando obras modernas, por ejemplo, de
Berthelot en Francia y de Spengler en Alemania.Procede considerando a Goethe en el grupo ele los
postkantianos que, en tierras tudescas, siguieron al
filósofo de Koegnisberg, hasta el advenimiento de
Hegel y Schopenhauer. Pero sea ·cualquiera la sig
nificación que Goethe adquiriese por esa crítica
directa de la filosofía, restan aun los otros procedi
mientos sesgados, como ser: desentrañar una filoso
fía en Goethe al trasluz de su arte, en la interpreta
ción de sus ideas i·eligiosas y ·en la clave ele su
ciencia. La que más ha dado lugar a obras de muyvariado valor, ha sido la investigación que anida
como salamandra en la llama, en toda la combustión
de su arte : principalmente en la filosofía que se
forja, y luego se desprende del Fausto, y ele guiado
ras obras de su juventud y madurez. También, en
esa búsqueda, se puede investigar, no ya sobre la
filosofía en ·sí, sino más bien sobre algunas parcia
lidades de la filosofía, como ser la moral y las ideas
estéticas en Goethe, en la madeja de las mismas
obras y de las que escribiera en Italia y después, si
guiendo el índice de la inspiración helenizante. Col
mados estos procedimientos tan consi:derabloemente
ricos para ir a dar con el metal filosófico oculto en
las entrañas de la inventiva goethiana, debe mencio
narse la aventura científica. Aquella actitud que con-
162 EMILIO ORIBE
siste en despeñarse directamente al fondo del pro
blema, ·desde las piedras ásperas y primarias de la
obra científica de Goethe, sobre histo ria natural
del hombre, sobre la Física, sobre la Morfología de
las plantas y la arriesgada idea de la evolución. Tam-
TEORíA DEL NOUS 163
ñados textos de historia de la filosofía, se notará
Goethe detiene muy vagamente la atención de ·
los autores. Los mismos alemanes lo mencionan con
avaricia o lo eluden, aun los generosos como Vor-
lander y Messer. Hoffding, tan p r ~ x i m o a ellos, no
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 85/156
bién aquí se fundamentaría una aspiración por
ace11carse a las ·explicaciones filosóficas, partiendo
de los hechos y las leyes científicas de su época.
Frente a estos caminos, y al constatar el ageno engaño, cada comentador intenta sentar plaza de ori
ginal, y al fin de cuentas, todo ·esto sirve para
indicar que, si se considera a Goethe en magnitud
considerable, y a la historia ele la filosofía en su
estricta validez, •con la limitación excluyente que
impone esta especialidad ele la inteligencia humana,
más bien que tratar de la filosofía de Goethe, podría
hablarse con más exactitud, dada la genialidad ar-
tística del autor, de las filosofías en la obra de
Goethe. Limita;da la cacería baconiana a la alegreaventura de primero gustar las obras artísticas, los
análisis se rán más agradables y claros, y au n así
mismo, podrá ser conveniente reducir la interpreta
ción filosófirca a lé!!s obras m;ís arriba · indicadas.
Sábese bien que la tentativa de ubicación de Goethe
entre los filósofos, ·es experiencia, iniciada hace po
cos años. Se ·comprende que lo primero que impresio
nó fué su obra literaria y artísti·ca, su desnuda y
densa poesía y la irradiación resultante de su po
tente personalidad, presidiendo su acción directa
individual. La obra que más profundidad filosófica
demuestra es la última ueación suya, el Fausto de
los 8o años, de modo que desde ese instante empeza
rá a hablarse con más pr·ecisión de las ideas filosó
ficas de Goethe. Si los estudios se limitan ·a los ali-
se preocupa :en mencionarlo. Ultimamente Spengler,
tantas anticipaciones le debe, detiénese a reivin-
. clkar nara Goethe, una sistematización filosófica
digna. Es también sabido que en Francia, a fines delsiglo anterior, Caro publicó un libro nada filosófico,
aurique muy sugerente en manos de jóvenes, comu
nicador ·de simpatías e interpPetaciones muy hondas,
titulándolo: La Filosofía ele Goethe. Más recientes
historias, ·empi·ezan a ofrecerle algunas anotaciones
con reconocimiento, por · más que el poeta Schiller
ocupe un lugar más importante por sus teorías so-/
bre lo bello y por su participación bien definida en
tre los · discípulos del idealismo kantiano. Habría
que escudriñar ·en bibliografías tan minuciosas comola de Erick Franck de 1931, y e11 artículos de espe
cialistas, en publicaciones mensuales de filosofía, ·co
mo las de Genevieve Bianquis sobre el Urpha·eno
men y las ele Curtius, para penetrar •con criterio más
firme 'en la estricta especulación de Goethe. Las
obras ele Berthelot, también participan en algo de
esos estilos e intenciones. Conveniente es hacer no
tar, desde este instante, observaciones previas: una,
es que el mismo Goethe, ·con toda seguridad, nunca
tuvo el afán de ser considerado como filósofo. N o
le preocupó directamente la flagelante disciplina,
aunque· su genio haya tocado en varias oportunida
des en la soterrada fluencia de los problemas funda-
. mentales : el ·se r, la vida, el pensamiento y el destino
y los fines de los hombres y de las artes. En repetí-
1
164 EMILIO ORIBE
-dos episodios, sus personajes se adentran en la naturaleza metafíska, viven en esa grandeza o nosconducen hacia ella, sin que Goethe se haya propuesto ·concretamente una hazaña e ~ h a u s t i v a de principios, ni ser tenido por filósofo - de algún concreto
TEORíA DEL NOUS 1-65
nas de la razón y de más allá de la razón, pertenecentanto y a veces más, a la trágic'a prelét!CÍa pensante,que los filósofos de cátedra ( I) . Y es porque aquéllos, en ciertos sublimes momentos, se acercaron mása los límites fundamentales o nos a-cercaron a nos
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 86/156
sistema. Su genio artístico arrastrábalo también avivificar lo abstracto, y corporizar lo racional y metafísico hasta 'embellecerlo, ·con tanta seguridad co
mo realizaba aquella otra transfiguradón tan característica en él : la de poetizar las realidét!des . Porque
en Goethe ambas particularidades es tán con igualfuerza: poetizar las abstracdones y las realidadesconcretas, 'en operaciones ·convergentes hacia ·elArte, pero partiendo de las antípodas metafísicas.Po r lo demás, ~ x i s t e siempre un pensamiento filosófico muy hondo y original, que •es en cierto modouna ·como fecunda herejía de la razón sistematizada.Filósofos que no se él!comodan dentro de la tradi
ción y la problemática, o que encajan parcialmente .Esto se ha hecho notar la antigüeclét!cl: el evanescente Pitágoras, y los presocráticos; en la Edad Media, lo s 'místicos de los períodos iniciales y terminales, y en los modernos tiempos, Pascal y Nietzsche,entre los más próximos a nuestras devociones. Un
extremo de la personalidad ele ·estos penetra en la iluminada caucla de la filosofía ele todos los siglos, yotra parte, la más original, se halla como inmersa
en la vida y sus forma·s, y cuando asoma a luz, a lo
más flota en torno a la filosofía como emanaciónno muy clara de ella. Son muy insignes filósofosque no han alcanzado la exél!ctitud ineludible, ni hanpresentado sistemas unitarios •como Aristóteles,_Santo Tomás o Des·cartes, pero que, por intervenciónpr-ecisamente de ot_as muy agudas potencias huma-
otros, y nos hicieron percibir lo absoluto en su clarida'd instantánea, por medio ele sentencias y atisbos,y no por la formulación sistemática. Más arriba, ya
se habló en este libro de la expresión di scursiva yele la aforística. Goethe merece alternancia perfectamente con filósofos de ese cuño. La frecuentaciónde algunos fragmentos de la M-etafísica de Aristóteles, de la Éica de Espinosa, o ele una ele las críticas de Kant, nos ubica frente a los de más imponente grandeza que la perennis philosophía ha •estructurado. La razón se doblega ante ellos, como los griegos anteriores a la experiencia de Eclipo frente albloqu-e compacto de la esfinge, ·encerrando en su seno
la verdad absoluta, y el secreto ele la respuesta a unmismo tiempo.
La verdad, ocultando la contestación que buscábamos, hállase en el fondo 'ele la piedra pensante quecalla. Su pregunta, sin fórmula o.con ella, nos inhibey ciega. El premio a nuestro esfuerzo tan sufrido,es muy digno cuando contestamos o descubrimos lagrandeza oculta en el largo discurso. Pero, también
( 1) Entre los contemporáneos se debe colocar a Ches
tov y a Unamuno, como pensadores de este tipo. Hoy porhoy, con Vaz Ferreira, _son los más eminentes que existen en el orden asistemático de las filosofías. Para una
axiología de ta l pensamiento, debe consultarse el trabajo:
Los Límites de lo Humano, de Gil Salguero, quien, al referirse a Vaz Ferreira, desarrolla y define mejor que nadie,los procesos de ese pensamiento más allá de los sistemas.
166EMILIO ORIBE
11-re nue aun dentro del criterio filosófico severí-oc t , • f .simo, igual respetuoso enagenamtento su nmos o
semejant·e solución encontramos, en un fragmento
de Heráclito, de Marco Aurelio o de Pascal. En
gunos poemas de Goethe, ·en otras fragmentanas
TEORíA DEL NOUS 167
expositiva tenga que trazar en torno a la ~ i l o s o f _ í aele Goethe, un zigzag estrecho ·ele fosos prectsos, sm
perjudicar ·contenido excedente su p e r s o n ~ l i ~ a dintegral, que nadie ·es capaz de muttlar con el ltmtte.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 87/156
frases de Fausto, tal vez! . . .Además de esta constatación, podría muy bien ar-
güirs'e lo siguiente: y es que Goethe es ya suficien
temente muy enigmático problema desde el punto
de vista artístico y humano y que, por añadidura,
inmanentemente lo filosófico está en él, ·como hipos
tasiado en la permanencia lograda y vital de su obra,
y no se le debe ni puede sacar de allí, de modo que
entonces no interesa tanto lo filosófko despojado de
la armadura carnal. Goethe compendia con genero
sidad lo filosófico de 'SU época, y lo hace vivir, en
la misma forma que Dante y Shakespeare. ¿Para
qué, entonces, tanto interés ·en grabar al agua f u e r t ~ ,al .lado de un genio así definido, tal otra personaltdad indeoendiente? Pero ya que una cuestión de gra
do y de ~ a y o r intensidad filosófica reside en Goethe,
y las naturales inclinaciones en él se manifiestan
hasta el 'saber trascendente, si es preciso estudiarlo
como filósofo en sí, levánrase entonces otro argu
mento obstaculizante frente a él que también, cree
mos ·exolicaría esas distracciones hacia la valoración
de ;u obra por parte de los filósofos de cátedra. Y
es la época en que actuó Goethe. Hállase el poeta
rodeado de sistemas filosóficos clásicamente enormes. En las fuentes Espinosa, algo antes Kant, a
su lado Hlegel, Schelling y Fichte, o .sea en conjunto
la arquitectura del grande idealismo alemán; y en
el límite oouesto del tiemoo, limitándolo, Schopen
hauer. De -modo que es fi.cil suponer que la crítica
Con todo es útil hacer destacar que con Goethe ocu-' .rre un hecho muy perceptible y es que, postenormen-
te, grandes filósofos, que lo han preferido, lo con
sideran de un mayor merecimiento filosófico que losexpositores de las universidades. Se puede así h ~ l l ~ ren Nietzsche o en Simmel, Heidegger o Bergson, mct
·dentales reconocimientos del valor de las intuicio
nes filosóficas de Goethe. Una ordenación expositi
va obligaría al que se resigne a estudiar la filosofía·
en Goethe indeoenclientemente del resto :de ·su obra,
a e s t a b l e c ~ r la·s -predilecciones del poeta a través de
su vida. La totalidad del contenido filosófico se des
prendería al final, ·con oportuna:s ~ e s ~ r ; a s . P o ~ r í a el
estudio dividirse así, y en un prmc1p10refenrse
alas afinidades con los antiguos. Continuaríase des
pués, con las predilecciones por los autores contem
poráneos. Haciendo ahora descanso aquí, par: de
dicarse a estas últimas simpatías, se pueden senalar
en las obras de Goethe, en sus comunica,ciones y
memorias y diálogos, tres direcciones esquemáticas
muy importantes y dependientes de sistemas filosó
ficos. En la juventud, Goethe gusta ser cortesano
filosófico de Espinosa; :como tantos jóvenes de su
tiempo. Más tarde, lo atrae Hegel Y. en ú l t i ~ n ~ ins
tancia, a través del lirismo de Schtller, ad tvma aKant. En plena juventud, Goethe experimenta i_n
fluencias místicas y mágicas que han sido d e s c r i p ~ a smuy bien. Se siente inclinado hacia ellas! ~ a ~ d o m
tervención en ·sus ideas a los aportes htstoncos de
Paracelso, o contempóraneos de la brumosa mujer
168 EMILIO ORIBE
Klettemberg y de Sabater. En 1774, emprende un
viaje catárüco por el Rhin; allí toma conocimiento
con Jacobi, hombre superior y sereno. Adivínase que
en ese peregrinaje el joven Goethe anda buscando
TEORíA DEL NOUS 169
los manantiales eternOs del universo estético, tan
fulminante y propio de Goethe, coincide con un
deseo de purificación interior. Un a necesidad íntima
ele tranquilidad y liberación del influjo sobrenatural
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 88/156
emanciparse de sus anteriores influencias. En tales
instantes, celébranse reuniones y ·se juntan amigos,
todos delicadamente inspirados por la poesía y la
filosofía. Entre ellos, intervienen los hermanos J cobi, Heinse y Goethe. Heinse dejó en cartas este
dibujo del Goethe de esos día·s: "E s un joven de
veinticinco años, que no es más que genio, fuerza y
potencia de la cabeza a los pies. Un corazón rebo
sante de sentimiento, un espíritu todo de fuego".
J cobi, con más equilibrio en filosofía que Goethe, re
cordará aquella permanencia junto al Rhin y le escri
birá después, reviviendo momentos indecibles "donde
tú rrie hablabas tan inolvidqblemente de Espinosa".
Por su parte Goethe, muchas veces en sus memorias
y conversaciones, evocará la forma en que se llevó
a cabo en él la revelación espinosista. La escena,
además de la alegría y el frecuente participar ele la
naturaleza, se decora con la vivacidad ornamental del
Fedro platónico. Es decir, la filosofía espinosiana
toma contextura racional en Goethe, en un instante
en que la vida de la naturaleza total lo rodea y do
mina, ·como reivindi-cándolo para sí. Dijérase que lo
filosófico nace, como lo artístico, abriéndose paso a
tr avés de una intensa experiencia vital, que lo liber
taría del brumoso engreimiento de la alquimia y de
la pseudo mística, las cuales, practicadas co n dema
siada frecuencia, ·concluyeron por serie peligrosos
estorbos. Esta experiencia vital externa, que se re
vela en el irremediable amor por la naturaleza y por
los místicos del Pan cosmogónico, en ese irse hacia
y ·confuso qué envuelve todo lo místico y lo m á g i ~ o ,y la atormentada sensibilidad también, hicieron com
cidencia ·con aquella ·efusión de la naturaleza, para
imbuir a Goethe a que se arrojara e11 la plenitudpersuasiva y consolante del espinosismo. Lúcido es
cardamiento que lo conduciría a su libe·ración del pe
ríodo llamado de Estrasburgo, en las postrimería:s
del episodio de vVerther y en las vecindades de la
sugestión infusa ele la Sra. K l e t t e ~ b e r g . t o t a ~ ,una desesperante búsqueda de la bren cermda lumi
nosidad. Cuando las horas transcurrían junto a su
amigo J cobi, tomó entre sus manos la E ti ca, en la
la cual, dice "he encontrado mucha paz, un gra?
adormecimiento de mis pasiones y una grande y hbre concepción del mundo sensible".
Presencias directas, •en medio del campo y ele la
maJestad del universo sensible, y urgencias ?e se
guridad interior, condujeron a Goethe en su JUVen-
tud a entregarse a la doctrina de Espinosa. Las
primeras impresiones hállanse narradas en P ~ : s í ay V erdacl. El escenario e n v u e l t ~ , y , o e t l c o ,vivificado a través de la . trasberberacwn lmca del
escritor, predisponía forzosamente a una fórmula
interpretativa más densificada de las cosas. con
ver·saciones con J cobi tenían por tema dommantela Etica del judío. "Por la noche, cuando estábamos
separados y retraídos en nuestras habitaciones, yo
iba a verlo: d refle jo de la luna temblaba sobre el
Rhin, y los dos en la ventana, nos abandonábamos
con delida a las efusiones mutuas que brotan con
170 EMI:LIO ORIBE
tanta abundancia 'en esas horas admirables de ex- ·
pansión". J cobi, superaba entonces a Goethe ·en co
nocimiento filosófico y en equilibrio de pensamiento.
Goethe se dejaba conducir. Muchas tentativas se -han
TEORíA DEL NOUS 171,
hechos y enigmas . al mismo t ~ e m p o . N o o ~ s t a n t e ,apariericias externas como ~ n v o c a d a s , ~ a t l s f a c e nproviso riamente. A v e c e ~ ·c?1.nc1de esa actltud, es
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 89/156
realizado para explicar •satisfactoriamente la atrac
ción que ·el filósofo judío ejerció sobre Goethe. Per-
tenece, para a-lgunos, a un mal entendido concepto
que sobre el panteísmo en general se tenía ·en Alemania y del cual el poeta fué partícipe. El hecho en sí,
queda cuajado en enigma; habría que estudiarlo más
bien psicológicamente, recurriendo a dos fuentes sub
jetivas posibles: <el momento. de su vida interior,
deseando libertarse purificado de una juventud
atormentada y las ci_r·cunstancias naturales externas
colaborando en esa obra. A modo de sobreseñal de
eiias, una afinidad intelectiva: aquel afán del espi
nosismo por Ilegar a convertirse en una ciencia o
conocimiento que procede por fórmulas geométricasy se expresa de acuerdo con. eiias. En la hondura de
ese rigor racional y formal, palpita un estremeci
miento místico muy diáfano, que conducía por fin
a un amor denso de sabiduría hacia la Divinidad.
Goethe, ofrecerá igualmente, detrás de la máscara
de su obra racional y meditada, y en el secreto de
tal armadura de diamante, una aspiración intelectiva
hacia lo belio y lo religioso, que ·culmina y se com
penetra con la de Espinosa. De ·cualquier manera,
intentar una explicación válida para todos los gustos
es imposible : se trata de una de esas afinidades elec
tivas, estudiadas más tarde por. Goethe, que ·en su
mecanismo interno pertenecen al impenetrable do
minio de la personalidad. Habría. que identificarla
con todas las inclinaciones filosóficas, 'Científicas o
sentimental·es de los genios: para la posteridad son
el caso de Goethe al pnne1p10, con opuestas. du
ciones y antipatías enconadas. Un sino p a r e e 1 d ~ d!.
rigió los primeros contactos de G ~ e t h e y S c h 1 I l ~ r ,y no obstante ambos f u ~ r o n d e s ~ u e s compé!-neros vmculados por una leal y fu·me aml'stad. Goethe declar,a,
por ejemplo: "·con Espinosa en aquel ·entonces, la mas
íntima unión resultó de los contrastes. La calma de
Espinosa que todo lo apaciguaba, era ;I. contraste
mi violencia que todo lo movía. Su metodo m a t ~ m a -tico era todo lo ·contrario de mi ·carácter y de m1 ex
posición poética" . Goethe i r m a en seguida que se
tornó en admirador de Espmosa, por un d e t a ~ l e de
procedimiento; precisamente p ~ r . aquel método ,regu
larizado de la Etica. "E l esp1ntu y el corazon, la
inteligencia y el s e n t i m i e n ~ o , se buscaron en . u ~ a especie de simpatía necesana, y por <ella reahzose la
unión de los seres más diferentes". Witkop, apresu
radamente, olvidando que Goethe entonc:s estaba
en los veinticinco años, flotando en el penado sen
timental del Werther y frente al Rhin !, afirma que
el poeta descubrió ·ya un vínculo de u?ión "entre la
religión m.ística_mente pietista de ·la _JUventud Y la
contemplación objetiva del mundo que su edad n¡a
dura le exigió". Sea lo que fuere, encontramos a
Goethe dominado por d espinosismo durante unbuen tiempo. Con el propósito de p ~ r f i l a r b ~ e n _ l ~ sdominios particulares de cada uno y sm la asp1rac10n
de formular el sistema de aquel judío, "e l más gran
de ·que ha ·existido desde la muerte de, San Pablo",
según el decir de Baker, se expondra b r e y ~ m e ~ t eaquí lo que en síntesis conviéne saber de tal pante1s-
172 EMILIO ORIBE
mo intelectualista.. Partiendo de la definición de laSustancia, que es aquello que existe. en sí y se con
tibe por sí, que además es autónoma e independiente,tm concepto que no puede derivarse de otm concep
1 TEORíA DEL NOUS 173
tica, como un astro en el disco de un anteojoastronómico. Ese Dios espinosista, así concebido y
expuesto en la trama de la Etica ondeada de teül·e
mas, hállase como matematizado y racionalizado por
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 90/156
to, y que p9r lo tanto, no puede ser producida por
o t ~ a cosa. Sustancia es causa de sí wisma (causastu) y Espinosa la denomina Dios Naturaleza. La
denomina también "causa inmanente de las cosas"
Inman.ente en el. sentido estricto de su l e n g ~ a , quiere deCir que esta en las cosas y en ellas termina esorigen y fir1 e11 y de las cosas . No se trata de un Ser
distinto de .l<l!s cosas, como proclamaba el cartesia
n i s l ~ O o c ~ n : o afirma el teísmo multisecular, y quepu>Chera eXIstir antes de olas cosas, fuera de las formas
o después de ellas, según los enunci<l!dos filosóficosvariables de distintas épocas. Tampoco es la fuerza
f ~ m d a m e n t a l que engendra y provée, y que no está,
ngurosamente hablando, en las cosas. No es lo hac.edor en el sentido de hacer algo, pero al mismotiempo no estar fusionándose con lo hecho. La Sus
tancia de Espinosa está absoluta e imanentemente enlas cosas, "no confundiéndose jamás tampoco con
la noción de que pudiera ser una suma ele las co
S<l!s", en sus ·cualidades y esencias, como errón:ea
mente podría pensarse en algún trance. A.hora bien,
"1@. ~ c t i v i d a d de Dios, significa una ley invariable,en v1rtud de la ·cual las cosas son y s·e determinan re
cíprocamente en su proceso" (Messer). El afán ordenador, sereno y riguroso de Espinosa, llegó en
culminación a un límite extrem<l!do del que forzosa~ n e n t e Goethe tendría que alejarse, por más que
mtentara su esfuerzo mental acercarse a él. El Dios
de Espin?sa tiene algo de estacionario y de permanente, amelado en la calma de una fórmula matemá-
la os<l!clía intencional, y tenderá siempre a diferen
ciarse del Dios universo de los antiguos panteístas,
y de los estoicos, y por lo tanto no hallará eco simpático en Goethe, salvo que se resignase a sufrir
modificaciones. En éste, el inmenso impulso creador
es un espíritu terrestre que se expande y disminuyea su arbitrio en las ondas de la vida. Aquel panteís
mo primitivo de los presocráticos, con sus brillos de
fuego artista y cre<l!dor, es una revelación que está
muy distante de la sustancia de Espinosa, y Goetheal declararse panteísta, más bien se acerca a la an
tigua ·concepció.n, busca comunicarse con ella y se
siente 'como imposibilitado para permanecer respi
rando dentro de la nebulosa racional del espinosismo.Entran oportunamente en juego los dones poéticosele Goéthe y su riqueza imaginativa y su diestra sen
sibilidad, lo apartan y lo salvan. El artista genial
corre en auxilio del hombre sabio en inminencia dedesamparo, y le arrima -el anca del corcel de fuego
que lo salva de un solo bote, reintegrándolo plenamente en la vida. Recoge de Espinosa, purificándola,
la idea no bien definible de la vida divina, que en
sus entrañas encierra avaramente la naturaleza. Se
agrega a esto, el detalle de que hay ·en Goethe latente una admiración por Espinosa, que es más la
resultancia ele una dirección de su espíritu hacia la
totalidad de las obras y de la vida del filósofo, que
un conocer penetrante, directo y c o m p r ~ n s i v o de su
pensamiento. Libert<l!do del misticismo de la primera
época, no ·caerá tampoco en el panteísmo místico
174 EMILIO ORIBE
espiritualista que se d.espliega ahora ante su razón. 1
Se alejará de éste, sa lvaguardándose por obra de suintuición por un la:do, y de su genio poético por otro
escudándose en un p a n ~ e í s m o animista, de caráete;.
1TEORíA DEL NOUS 175
Expresiones concordantes abundan én todo el úl
timo Fausto y en lo s breves pensamientos de Goethe,r e u n ~ d o s mn el nombre de "Aforismos sobre la
N a tu raleza". Además, en innumerables poesías lí-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 91/156
~ 1 ~ s b i e ~ lír.ico que r ~ c i o n a l , más bien estético queeüco, mas, bten maravilloso que geométrico. Espinosa se habta encerrado en su concepción de la sus
tancia única, ·con origen y fin inmanente ren lascosas, ,ataviada de lo que él llamó atributos y modos,
a d ; n ~ r a n d o s e ·en seguida en un ·encadenamiento geo
met;t:o del m u n d o ~ que se ·desarrolla según leyes matemattcas, mn vestidura· de proposiciones y es·colios.
Goethe no franquea ese umbral, toma ·contacto conel creador, se enciende sólo en el resplandor de ideasprimordiales que contiene, y retorna de la atmósfera
espiritualizada de los números ai ambiente multi
forme y arduo del universo. Entonces, está más cerca
de, Tales y de Heráclito que de Espinosa. Y por ello,mas de una vez · he dicho ·que la frase de Tales,"todas la:s ·cosas ·están llenas de dioses", parece ser
del Goethe de esta época. Idéntico significado debedarse a la frase inicial del Fausto: "Al principio,
era la acción" y al .diálogo de Fausto mn el Espíritu
de la tierra, en las primeras escenas cuando esteúltimo afirma : '
"E n el oleaje de la vida,
en el torbellino de la acción,
me veis ondular, subir y bajar,agitándome de un lado a otro.Nacimiento y muerte,
un océano sin fin, un'a actividad cambiante,una vida febril. ·
Así trabajo yp
en el zumbador telar del tiempo,
tejiendo el viviente ropaje de la Divinidad".
(Trad. Lloren e) .
1icas :
Alma de los hombres,trasunto del agua,del cielo desciendes,
regresas al cieloy en perenne ciclo¡de transformaciones,
alma de los hombres,vue lves a la tierra.
(Trad. A. Haas).
EP 1828, Goethe encontró entre sus papeles, unas
anotaciones suyas que había olvidado totalmente; se
referían a la naturaleza. Ho y las ·conocemos con el
nombre de "Aforismos sobre la Naturaleza", y enconjunto constituyen el poema panteísta más bello
que existe. Lo que sí, ocurre que al leerlo se notaque se escapa de la época científica y filosófica del
siglo XVIII ·en que fué escrito, y ·emprende una
marcha en sentido contrario al tiempo igual queFausto, y con más ímpetu, puesto que irá más lejos.
Estamos frente a un himno de los siglos primerosde Oriente o de Grecia. El Himno de Cleanto, cuyo
fragmento tanto postulan y se alaba, palidece al lado
de estos aforismos sobre la Naturaleza. Los trozosque conocemos de .los jónicos, fragmentos de , s t ~ spensares o himnos, no son superiores a estas paginas ·que Goethe escribió sin darles importancia, quedespués olvidó, y que por un feliz azar •se salvaron.
¿Formaba ·ese fragmento parte de una novela sobreel universo? De 1782 a 1828, permanecieron el ol-
17R EMILIO ORIBE
vido, pues d mismo Goethe al escribirlos de nuevo,
burlonamente los atribuyó a otro autor. . . ( I) Aparecieron los aforismos en 'SU texto completo, con· un,
agregado del escritor: "L o que les falta, es la con
TEORÍA DE L NOUS 177
leza enmascara a Dios. . . Goethe escapa de la diá
fana esfera dibujada por el matemático judío, ebriode Dios, según N ovális, para emparentar se ,con los
filósofos griegos, identificándose con alguno de ellos
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 92/156
templación de dos grandes resortes de la naturaleza
la polaridad y la progPesión, la .una y la otra pro
pias igualmente de la materia, según que la pense
mos materialmente o ·espiritualmente. Aquella, consistiendo en una perpetua atracción y repulsión:
és ta, en una ascensión contínua". Este lenguaje, que
es de 1828, rde la ·entumecida madurez goethiana,cambia muchísimo la íntima estructura del himno
panteísta, en el sentido de que se ha transcendenta
lizado del todo, convirtiéndose en un fragmento
constituído sólo por principios filosóficos. El pensami ,ento lírico adquiere la expresión metafísica, se
densifica y puede alternar con un enunciado de Lu
cr·ecio, cuando expone la 'COncepción del dinamen oele lo s si111ulacros del epicureísmo. O digno también
es ele exigir la lectura concomitante del discursopanteísta ele Plotino, al desarrollar su nebulosa ideaele la ,conversión y de la procesión.
La influencia rde Espinosa 'en Goethe, establecidaen su juventud, 'Se renueva y diversifica siempre a
lo largo de su obra, cuando por sí mismo, o por intermedio de un personaje c r e a d o , busca una interpreta
ción integral del universo. Enton.ces, el panteísmo
espiritualista del filósofo, se reincorpora ostentandovestiduras poéticas, se hace -Espíritt; de la tierra o
poder vivificante del Todo, o declara que la natura
leza es el lenguaje de la divinidad, o que la natura-
( r) Aphorismes sur la nature. Trad. de Pi erre Bertaux. N. R. F.-1932. París.
en audaces expresiones, c u a n d o denunciaban la ac
ción del fuego inmortal y creador, del fuego artí
fice, o hablaban de los oscuros ,cuerpos anidando
dioses; y de allí, proseguir drculando por aquellos
titánicos mitos de los jónicos que tanto lo atrajeron.Lo que sí, que Goethe al utilizarlos nunca permane
ció inmovilizado en ellos : proclamaba siempre un
afán desmesurado por libertarse de la geometría del
pensamiento filosófico, tanto como de la unilateraHdad religiosa o política y c o m o del exclusivo pren
dimiento dei amor. A J cobi le ·confesó: "No puedo,dadas las múltiples necesidades de mi ser, satisfa
cerme con una sola manera de pensar. Como artista
y poeta, soy politeísta, y por el ·contrario, como naturalista soy panteísta. Mi personalidad moral me
exige un Dios, y no puedo desatender esa imperiosa
necesidad". Goethe, que a través de <Jacobi se apro
ximó a . Espinosa, deslumbrado por la serenidad deéste frente al realce de las obras naturales y divinas,
halló en todo el sistema la purificación que necesitaba él, pero tornóse <Siempre wn fidelidad a su ins
tinto 'Creador, realista, que veía en la naturaleza una
expresión de Dios, pero transfigurada en acción,
fuerza, armonía y belleza. Estas categorías poéticassírvenle para suplantar las esquematizaciones geométricas ,¿e Espinosa, por una interpretación diná
mica intuit iva del .universo.Siguiendo fiel a su imperativo creador, en lo fi
losófico frecuentó otros sistemas, practicándolos enlas pausas que le dejaban sus actos y trabajos. Por
178 EMILIO ORIBE
momentos, éste insadable af án de saber se condensóen máximas como ésta: "N o tmedo, en {:Uanto a mí,contentarme ·con una sola manera de p e n s a r " ~ De
ahí su peregrinaje á través de las filosofías antiguas,
/TEORíA DE L NOUS 179
Goethe se .debilita para ceder al señorío de Hegel yal helenismo posterlor al período de las obras ele
Italia. Pero en la v·ejez, vuelve a renacer la admira-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 93/156
sus detenciones en el ciclo de Platón y sobre todo deAristóteles, de quien toma la idea de una realidad
terminada, de un acto que se realiza en un devenirculminando , en· una perfección, o de un ser que seplasma en la integridad de su entelequia. Para losfrecuentadores del •segundo Fausto, ba·stará el re-cuerdo del descenso a las ideas mélidres, que en elfondo actuaban como arcaduces formales transpor-tando las fluídas ·esentias de lo vital, así como laulterior entrega definitiva ·del metafísico paladín ala vida externa, para asistir a la tránsmutación poé-tica de ·esta sabiduría filosófica, tan cambiante como
profunda, en la actividad desmesurada.La
amistadcon Schiller, benéfica siempr<'; para Goethe en lo quese relaciona ·con la obra artística, tanto como en lasinfluencias humanas, también determinó en él un
traspaso filosófico. Schiller, •con su idealismo esté-tico, condujo a Goethe a la filosofía crítica de Kant.N ácele una simpatÍa por este solitario, . como inci-piente ala de acero cortante, que· persiste actuandoen Goethe mientras vive S ~ h i l l e r , y que por entoncesabarca los dominas de la Crítica del Juicio en lo
estético, y de la Crítica de la Razón Práctica en lo
moral. Po r eso, en la norma ética Goethe tambiénse sentirá vinculado con los atisbos de la antigua di-rección estoica, de la misma intenció!l normativa quela austeridad kantiana, vale decir racional, sumándoseesta purificación a aquellas otras que la ilustre cribadel helenismo clásico determinó en el entusiasmo me-clioeval de Goethe. Muerto Schiller, el Kantismo de l
'
ción por Kant. Este filósofo manifiesta su influen-cia tanto en la obra goethiana, como en su concep-ción de la naturaleza y del arte. Con penetración
exquisita, Stapfer ha descubierto por debajo de .Jaslíneas griegas de la Ifigenia de Goethe, el imperativode la moral kantiana, no inmovilizado en fórmula,sino convertido en llave de conducta y ·emanandode toda la heroína como un iluminado destello men-tal muy suave, pero permanente e' inflexible. El
genio kantiano lo atrajo también por medio de lafilosofía crítica, Crítica ·ele la Razón Pura, inducién-dolo a conocer con mayor atención el propio st r ysus límites. En lo estético, lo admiró paladinamente,
porque Kant "colocó a la naturaleza y al arte unajunto al otro, y les concedió a ambos el derecho ele
obrar s·egún grandes principios y sin finalidad". Es-
ta interpreta·ción servirá ele paso para defender elolimpismo goethiano, escudándose en la noción delarte con su finalidad en sí mismo, y no subordinán-dose a ninguna otra jerarquía humana. En las con-versadones con Eckermann, al interrogársele un díacuál era er más grande filósofo de su tiempo dijo:
"Kant es sin duda posible, el más grande. Es aquelcuya doctrina má:S hondo está ·en la civilizaciónalemana". De paso, agregó ·con cierta melancolíatal vez: "Kant no se ha ocupado nunca de mí,aunque mi naturaleza me hiciera ·seguir un caminosimilar al suyo" . Recordó más adelante que •su meta-mórfosis ele las ·plantas, estaba dentro ele la parábolade las teorías kantianas, ·por más que se tratase ele
una obra anterior a la época del conocimiento que él
EMILIO ORIBE180
inició de la filosofía de Kant. Asi mismo, hizo men
ción de que una Teoría ·de la E : : C ~ e r i e n c i a el
poeta escribiera, encerraba una ·cntlca del sujeto ydel objeto, concordando bastante con la posición del
TEORíA DEL NOUS 181
da r e ~ l i d ~ d poesía. A ñ á d ~ s e que la meditación yexpenencm mterna de lo trta scendente en filosofía
r e l i ~ i ~ n y arte, se agrega el íntimo comercio y
n o ~ 1 1 1 1 1 e n t o que mantuvo con filósofos, místicos y
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 94/156
relativismo subjetivo. Indudable es, pues, que el p o ~ -ta conoció las ideas críticas de Kant y hasta que ah
mentó el fuego de su genio de vejez con l?,s carbones metafísicos de su compatnota, reconoc1endole
valor en todo alcance. En las mismas conversacio
nes con Eckermann encontramos esto: "Mucho se
habla de originalidad! Pero ¿qué es eso? Desde el
nacer, el mundo actúa sobre nosotros, y así hasta el
fin y el todo. Sólo podemos atribuirnos nuestra
fuerza, nuestro querer, nuestra energía. Sería pocacosa lo que me quedaría, si yo pudiera enumerar la5
deudas que he contraído con nuestros grandes
decesores y contemporáneos. Lo importante ·es elms-
. tante de nuestra vida, en que ejerce sobre nosotrosla influencia de un gran carácter. Lessing, Winckel··
mann y Kant eran de más eda•d que yo, yha sido de
gran consecuencia para mí que los dos ~ n ~ e r ~ s obrasen sobre mi juventud y Kant sobre m1 vejez . Tales
son las dos procedencias filosóficas más determinadasen Goethe desde que su obra empezó a conocerse .
· Conviene. destacar en tanto, que el espinosismo goethiano también se extiende a la religiosidad. Goethe,creador de un poema filosófico de los más totalmente
informa;dos de la ·humanidad, no sólo involucró enél problemas de ser y de destino, sino que aparecen
dir-ecta o circunstancialmente lo religioso, lo bel.lo
y lo moral. Además Goethe, como hombre, experi
mentó en sí mismo esos imperios, de acuerdo con
aqu.el designio que tan particularmente lo. define, Yque consiste en último término, en transfigurar to-
artlstas. S()bre todo, desde su juventud asistió a la
experiencia mística de muchas personas vinculadas
a él, que lo conmovieron hasta lo indecible. Súmensea estos confluentes detalles, sus ·estudios directos dela sabiduría brahmánica y budista, la Biblia, los
Evangelios, el Corán. Añádase que respiró también
los vahos de las _iniciaciones ·esotéricas y que recogió
en esos contactos con lo religioso, una amplitud sólocomparable en grado ·extremo con la vastedad del
criterio filosófico. N o se afi lió a formas concretassuperiores ni de otra categoría histórica, ni se con
figuró dentro del dogma, prefiriendo orientarse eninsigne actitud definida hacia la tolerancia por todas
las creencias, después ele haber indagado en el conten ~ d o p r , o ~ u n d o de cada una. Los seguidores del gemo poetlco de Goethe, podrán rememorar a esta
altura, el diálogo de F a t ~ s t o y Margarita, cuando ésta
le ~ X : i g e una respuesta c o n c r ~ t a sobre sus ejerciciosrehgtosos. Fausto responde .con una indeterminación
y una elevadón, sólo bien comprensibles cuando se
ha conocido el manifiesto libre arbitrismo de Goethe
frente a ese problema. Entre críticos y filósofos re
cientes, Erik Franck en Alemania, después de ase
gurar que Goethe es lo que en filosofía se denomina "un pensador sistemático de categorías", analiza
la complejidad del pensamiento del artista y termina
por hallar en él : "Una religión de artista, hecha de
piedad fervorosa hacia la naturaleza, de apasionadorespeto por la idea, de algo así como un pansimbo
lismo en el cual la ciencia, el amor, el arte y la reli-
182 EMILIO ORIBE
gión, son nombres distintos que ocultan el mismo
sentimiento, que es de la adoración de la vida".
Culto de la vida, en síntesis, que en lo filosófico es
pasadizo que conduce del panteísmo a un · vitalismo
TEORíA DEL NOUS 183
i1oran q_ue · hubo contacto personal entre él y Hegel
en d ano 1827 .H-egel se detuvo en \i\feimar. Per-
sonalmente Goethe lo consideraba en n,ucho, p'ero
los frutos de su filosofía no le pladan. Conocemos
po r exper·iencia del' propio Goethe, que psicólogica
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 95/156
total, místico y sereno de la vejez. En investigacio
nes parciales, como ocurrió en lo griego, realiza son-
deos , todas. las épocas. Lo presocrático y loh e l ~ m s ~ t c o lo tientan con la misma fuerza, y en su
gemo t ~ t e g r a . l los musicales guarismos pitagóricos
al monr,. dejaban la •ceniza suficiente como para
reconstnur el mundo de acuerdo con el átomo ab
deritano. Erick Franck, en sus estudios sobre Goe
the y el pensamiento religioso, insiste muchísimo en
el vitalismo de la vejez de Goethe, aquel que trans-
curre en todo el segundo Fausto, y cree encontrat
una participa·ción semejar).te a esas ideas en filósofos
n'lás recientes como Nietzsche, y en muchos de hoy
como Bergson, Husserl, Heidegger. A las vincula
ciones de Goethe con el peúsamiento de Espin.osa y
K a n ~ , .se ha agregado recientemente la relación que
mamftesta con el idealismo hegeliano. Con motivo
del c:ntenario de Hegel en 1930, se ha n publicado
t ~ a b a J O S que renuevan ·el aspecto filosófico y reli
gwso de Goethe en sus relaciones con el hegelianis·
mo. Puede afirmarse que se inicia una total revisión
al respecto, po r más que siempre la si.stematización
de la filosofía original de Goethe diste mucho, aun
ele ser formulada e incorporada a la corriente clásica.Berthelot, en un estudio titulado Goethe y Hegel
(Revue de Métaphysique d de .M01·ale), con sutil
embebecimiento y profundidad, investiga no sólo el
hegelianismo en Goethe, s ino ·que se extiende en . el
a ~ á l i s i s ele las relaciones de éste con Fichte_y S c h ~llmg. Lqs que siguen la biografía ele Goethe, río .ig-
mente estas antipáticas reservas previas, termina-
ban en amistades indestructibles o en comprensio
nes fecundas. · El análisis de Berthelot descubreafinidades .e influencias mutuas muy novedosas, y
se e x p r e s ~ ·en conformidades como ésta : "Hegel es
una especte de Goethe de la filosofí a, y buscó a
gerir por su dialéctica un ideal cercano de l que Goe
the quería sugerir po r medio ele su poesía". Enumera
y destaca, además, las diferencias y modulaciones del
pensamiento de ambos, insistiendo sobre ·su comuni
cabilidad mutua, y pasa a detallar conclusiones. He
aquí las convergencias descubiertas por Berthelot:
en arte, como síntesis filosófica muy definida ypensada, el arte superior es para ambos, la poesía y
no la música. El más perfecto y culminante es la
tragedia ele los griegos, que significa la síntesis de
las artes. Hegel y Goethe ha n sobrepasado y vencido
el romanticismo de la juventud: s e justifican reali
zando la experiencia heroica de libertarse de él.
Goethe fué aún más lejos en su definición conocida:
lo clásico es la salud, lo romántico la 1nfermeclad.
Ambos terminaron también por pronunciarse en
contra del mis ticismo de la época; repudio en Goe
the de .los días vividos jünto a la señora Klettem-
berg y los pietistas, e incomprensión injusta ele
Novalis. Ven en el arte un a actividad finita y de
terminada, y ambos provienen a través de Kant de
Herder y terminan por desconfiar la . física ma-
temática. Goethe no sólo desconfiará, sino que será
184 EMILIO ORIBE
inhábil matemático siempre; fué lo que menos comprendió. Y aquí, agreguemos disquisiciones, como
ser: medítese si eso no influiría en su separaCión delpanteísmo geométrico de la época, y así se contribui
rá a explicar su fuga hacia la actividad·panteísta del
TEORíA DEL NOUS185
miento y acción, cuyas síntesis se hallarían en Fausto, lo que equivaldría a presentar, en lugar de un
desarrollo de formas racionales, una criatura ac
t ~ ~ n t e comprende y realiza todo. Otra observacwn, s·ena que toda la materia filosófica anunciada
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 96/156
Ser naturaleza. Asimismo, 'en la belleza ideal queimpregna la obra de Goethe, ·cuando se internó poF
las compuertas helénicas adelante, puede estatuirseuna realización estética del hegelianismo.
Como se vé, el problema de la filosofía, en Goethe no tiene fácil término. Y ·eso que el mismo autor
quiso ya detenerse en noche cerrada, con esta decla
ración, que viene revestida de esa sinceridad fuerte
y 'digna que fluía de todos sus actos y pensares. En
r82o anota: "Para la filosofía propiamente no tengo
órgano". La Crítica ·de la Razón Pura había apare
cido hacía tiempo, pero estaba fuera de la órbita de
mi horizonte intelectual". Esta falta de órgano o decapacidad para la filosofía, ·tonfesada sin fingimien
tos, no le impide adentrarse en lo filosófico a menudo, y tampoco es obstáculo para que él haya sido
uno de los hombres mejor dotados para ir al tué
tano de los problemas humanos y sobr·ehumanos.Tal vez le faltó el órgano creador y coordinador deun sistema unitario filosófico puro, independiente
mente de otras potencias, sistematizando un enca
denamiento explicativo y desencarnado de los seres
y las formas. Suplicó, en cambio, esa imposibilidadcon la posesión de un órgano creador de una filoso
fía ·encarnada en fig.uras, las cuales, en expresiónmás válida, ·constituyen privanzas únicas del genioartístico, tanto ·como comprensiones de la vida, de
la religión y la humanidad. Llamaríamos a esto, una
filosofía de lo vital: un sistema con sangre, pensa-
h ~ s t a . a ~ o : a ·en Goethe, hállase estremeciéndose dev ~ ~ a 111C1piente en la misma confluencia ele su reli
gwn y de su arte .Fausto, ·cuando ejerce su mayorazgo entre las ·cnaturas goethianas, denuncia esaconvergencia.
~ i e n t í f i c o en Goethe tuvo también su a·comP ~ ? a m i e n t o filosófico. Aquí, ·es de ley hacer men
cwn de ~ i , e n t í f i c ~ en él, o lo que es lo mismo, su mclmacwn hacia .Ja magia y la al . .. . . qmmia,st;s eJercicios en ciencias ocultas y en astrología, susbusqueclas a través de_ Para·celso, aquello que ·enu
mera .Fausto en discurso inicial, tan oscuro y
g r a ~ d ~ o s ~ , . a h o ~ · c a p c l a s sobre la realidad y el ens u e n ~ ; . __tlosofia, clerech_o, medicina y teologíatambien, 1 odo lo he estudiado al fin ele un ardiente
e s ~ u e r z o !" No obstante, las sabias normas y disci
p h ~ a s no conforman ya su mente, que se colma de
c e n ~ z a s abrasadoras. Se decidirá pactando y retrocediendo, y entonces exclama como en fuga: "·Me
entrego a la Magia, al ·fin, para ver si en v i r t u ~ de
~ u e r z a y las virtudes Espíritu, animador del\ e1 bo humano, ha de revelárseme la secreta davede todos los enigmas!" Pero si lo invitamos a pe
netrar en d con<:_cimiento estructurado, se notará queGoethe acompana su saber con una hib1I··d · '. t 'f f'l , . acwn
Cien I 1-CO- I osohca, que lo vincula al evolucionismo
po,r lado Y por otro a un ·cierto vitalismo, que esmas bien un anti mecanismo. En la noche oscura detodo esto, hay_un sustratum filosófico no muy fir-
186 EMILIO ORIBE
me sin unj.dad doctrinaria, pero que, acompañado
de :experimentos y descubrimientos científicos, enri
quece la personalidad múltiple de Goethe, tanto como
la transforma en inconcretable ·e inabarcable. Para
desentrañar ·esa filosofía naturalista, débese exponer
TEORJA DEL NOUS 187
ya del Uclo que ·le dicta a Goethe en un instante,
la teoría del origen vertebral ·del cráneo". "Este
relámpago genial, es lo apercibido, la intuición pura,
la intuición del espíritu, viene de lo alto, como un
don del cielo, como una infusión del espíritu divino
en el hombre". Así, más o menos, la define Goethe
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 97/156
bien el cuerpo ele sus ·concepciones científicas y su
aporte a la ciencia pura, tema que sobrepasa nues
tras posibilidades actuales. Recientemente, GenevieveBianquis, en la Revue Philosophique (Marzo-Abril
1932 ), estudia el Urphaenomeri en el pensamiento
ele Goethe. Se trata de una idea elemental que apa
rece en el principio de todas las creaciones del poeta
alemán: tanto científicas como artísticas. Es la idea
más simple y al mismo tiempo importante, que per
mite establecer una correlación en todo lo ·creado
por él. G. Bianquis la define como una de esas no
ciones pseudo científicas que había ·en Goethe, con
algode
estético yde
místico. Pero, por imprecisaque aparezca en otros autores y en la ·exposición, y
a la luz del análisis crítico riguroso, en Goethe go-
zaba de un poder mágico, vivo y deslumbrador. Con··
tenía al par la dave de la vida y el secreto de los
f.enómenos, y la multiplicidad goethiana se encendía
al rescoldo ele esa idea primaria y creadora. G. Bian
quis la analiza y la vincula a la totalidad ele la obra.
Sólo se mencionará aquí parte de sus características,
porque parece percibirse en ella un instante en que
Goethe y Bergson -se unen. Fíjese bien en ese carác
ter de "fenómeno ele los fenómenos", que se revelaa la observación genial, "después de largas y certe
ras meditaciones, 1Jero de improviso, a menudo ante
un hecho insignificante: la manzana. que cae fren
te a N ewton y le denuncia la ley de la gravita
ción, el despojo ·craneano semi enterrado en la pla-
en una conversación con Eckermann. Y bien, ¿no
vuelve a recordarnos este milagroso acto, la intuición
bergsoniana, el golpe de sonda que llega .fondodel limo blanduzco, más allá de las estratificadas
aguas? Esa directa revelación, ¿no t r a ~ aca:o a. lamente la acción ele aquella lumbre sem1 extmgmda
del instinto, que se ilumina con el óleo celeste de la
inteligencia, para originar la luz que, c i e ~ a , rev.ela,denuncia transforma y crea? ¿N o esta alb descnpta
' . , .además, ·la aparición subitánea de la sabtduna mls-
tica o de la creación artística o científica, tal como
la describió Poincaré, con la añadidura ele su carác
ter de instantanei·dad, luminosidad y perfección?Nuevas incitaciones y requerimientos entonces, para
proseguir en la filosofía de Goethe, y sobre todo para
establecer paralelo, que creemos aun no se ha hecho
focalmente con la amplitud requerida, después de la
tentativa de Hoffding que el mismo Bergson se
apresuró a discutir, entre dos espíritus que en· a ex
presión artística de su fondo filosófico parecen hacer
interferencia .en un instante, Goethe y Bergson, por
más que sean naturalezas diametralmente opuestas
·.en otro sentido. La vinculación parece acentuarse
más ·en la última obra de Bergson, "Les deux sources
de la religión et de la morale" y en esp:cial, en. a q u ~ -lla valoración de la magia como neces1dad pnmana
de la inteligencia, así como de sus relaciones con los
antecedentes del conocimiento científico: gran parte
188 EMILIO ORIBE
de esta obra es una contínua invitación a levantar
paralelismos ·entre Goethe y Bergson. .En la ·concepción de Goethe sobre la vtda, expues
ta en el mito del Fausto, háblase de la potenciación
( Steigerung). Según esto, la . vida no tiende a
manten.imiento estable de sí mtsma; ella se va hacta
TEORíA DEL NOUS189
era perdidamente panteísta, se desviará de lo racio
nal y se internará en los datos espontáneos ele la
naturaleza vital, afirmando por ejemplo, la interde
pendencia de todos los fenómenos , Así, en el múnclo
natural no se produce "nada que no esté estrecha
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 98/156
un acrecerse, aumentándose en creaciones de sí. En .
algún momento Goethe, la califica, dice Lichtem
berger, "como un jugador c o n s t a n t e m e n ~ eapuesta hacia el doble", o sea a dobletes, en l e n g u ~ } emás nuestro. Es t·e jugar así, balbucea la evolucwn
creatriz de Bergson y la serie de explosiones de lo
vital, aumentativas y divergentes, reducidas para la
comprensión, a la imagen de las grana•das que esta
llan en los aires. Los más frescos estudios de Al
bert Schweitzer, aspiran también a definir una_ fi
losofía de Goethe, concibiéndola ~ o m o una filosofía
de la naturaleza "fundada sobre una vista elemental
de la realidad" . Con todo, al desarrollar esta afir-mación el autor no alcanza a· establecer sólidamente
' 'una original creación · filosófica, terminando mas
adelante por exponer la mística panteística ya con
seguida por otros, al atisbar los fundamentos de la
obra de Goethe.
La meditación de G ~ e t h e titulada "L a experiencia
en tanto que intermediaria entre el sujeto y el obje
to" de 1792, señala un propósito de adentrarse en
la filosofía esneculativa y denuncia más disciplinas
que otras vastas obras en esos dominios. El sólo
enunciado del trabajo, hace pensar en la excelente
ubicación de Goethe en la problemática de su siglo,
y revela como el valor del conocimiento experimental
tórnase en centro de la investigación filosófica, de
acuerdo con el kantismo. Eso no obstante Goethe, c¡ue
mente relacionado con el Todo", afirmación conse
cuente con el panteísmo, con ciertas argumentaciones
.y tropos de los •escépticos, y que también hállase des
a:r;>llacla d r , a m á t k a ~ e n t e . en Fichte, aunque su sig
ntftcado en este se dtstancte mucho de los anteriores
Hállese dispersa en trabajos y penurias, o arda en ei
t ~ ~ e r n á ~ u ! o de cie:tas ·criaturas insignes, con intencwn reltgwsa, lo cterto es que la filosofía de Goethe
permanece inseparable de la levadura inmortal de su
obra. Es una filosofía en Goethe el artista, como
enunciamos con anterioridad. Sábese que desde Kant
y, por lo tanto, un poco antes de Goethe, la filosofía
previamente a los otros antiguos problemas, colocó
el del valor del conocimiento. Se entró a discutir elvalor •de la razón y sus límites, y se extendió poder
de la filosofía crítica, desplazándose los problemas
ser dominando los del conocer. Este problema úl
timo: se transforma en asunto intransigente y previo,
a gmsa de una propedeútica de todo razonar sistema
tizado. Pero en Goethe tan grave enigma no existió
nunca. La validez y la objetividad del conocimiento
no fueron temas para él. N o concebía vroblema ahí
"Porque, decía, mi pensamiento no se -separa j a m á ~de lqs objetos"'. "Los elementos de las cosas lasintuiciones, penetran en el pensamiento y son p e n ~ t r a -das por éste de la manera más íntima, de tal modo
que mi intuición es un pensamiento y mi pensamiento
una int:lición". Así entendida, en esa experiencia que
merece mcorporarse al moderno bergsonismo, la men-
190 EMILIO ORIBE
te de Goethe reconoce ·en su fuero una personalidad
absoluta de artista. En la ·creación artística, se exige
la necesidad de ese proceso instantáneo de mutua
identificación entre el yo y el no yo. La actitud del
artista, frente al mundo que lo rodea, ·debe ser
primordialmente la ·de un dogmatismo f a ~ 1 á t i c o .
TEORíA DEL NOUS191
como Shakespeare y Beethoven, y otros seres de
esas planicies, en el interior de su obra contiene
e s t r e m ~ c i d a s ele realidades vitales y de inmortalidad:
revelactones tan altas o más que las de la filosofía.
Con la a ñ a d ~ u r a de que ellos hacen partícipes
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 99/156
Surge de ahí, la definición de un Goethe artista, y
sólo debe hablarse de la filosofía de su .obra en acep
ciones más bien difluyentes que estrictas, y hasta
puede llegarse a la -conveniencia ·de elegir algún tér
mino armonioso y de amplia comprensión, que pudi·e
ra ser el de "las filosofías" en Goethe, o el de la
"Sabiduría", tal como lo utiliza Berthelot. Sabidu
ría, que además de tener un agridulce sabor a pen
samiento jónico, transmite a nuestr a mente más que
la filosofía a secas ·oor lo menos en un sentido vago
l i m i t ~ d o , para a p l i ~ ; r l o a ciertos genios wmo Dante
y Goethe.- Este autor conoció bien filosofía, y con
tiene tantas ideas •como intuiciones abismales. Sobrepasa al filósofo de cátedra; el creador de un mundo
de formas y tipos eternos, el ·experimentador de todas
las facultades de los seres y los espíritus, no dismi
nuye nada si no se encuentra en .él un sistema filo
sófico aoto o·ara ser desartollado en las cátedras y
servir va;to en las historias, y que -pudiera ser
reducido ;ólo a una fórmula abstracta que no en
grana con lo vital. N o necesitó ser filósofo de esa
línea. Un contemporáneo suyo, y amigo en ciertos
penosos pasajes, ·dejó escrito que "la músicaes
unarevelación _más alta que la filosofía". Eso es de
Beethoven. Quien dice así de la música, puede re
petir con más exactitud lo mismo del arte, porque
en éste caben religión, filosofía, ciencia y vida, li
bres o unificadas. Goethe, como los Evangelistas,
de esas revelacwnes a todos los humanos, puesto que
no se limitan a considerarlas únicamente en sí' . 'a r ! · ~ n c a n d o l a s ele ~ U a J o
de eso tan enorme y ·enig-matlco que es la Vtda, para erigir un vácuo oraullo1 1 . o 'e e ette y desencanto exclusivo ele alo·unos iniciadosespecialistas de filosofía. o
El horror emocionante del simbolista frente a la
página blanca, se identifica con el horror del místico
frente a la forma desnuda. Pudor infinito. El horror
de la razón frente al problema del destino, de la sus
t a n ~ i ~ ?de la i ~ a . Sólo hay algo comparable, aunqueantttettco: el avlclo pla-cer del sensitivo, llenando con
sus ·confesiones la página blanca. La sensibilidad es
el impudor infinito.
Un a prueba de lo rudimentaria que es la psicología ele los mejores novelistas de estos países, se
denuncia en que, cuando ·pintan a un razonador em
pedernido, a un tipo de esos que se o·uían por las"d ¡:,1 eas y que ellos llaman intelectual, m·óximo al ló-
gico y al metafísico, le colocan fatalmente como
contrapeso, sentimientos inferiores o malvados o tina
voluntad enfermiza. Luego lo sumergen en la rea
lidad o en las pasiones y lo hacen, es claro, fracasar
192 EMILIO ORIBE
imaginándolo cruel, inhábil, envidioso. . . Ese es el
esquema del hombre de ideas para el novelista ame
ricano; fatalmente hace anidar en el personaje el
peor de los vicios : la envidia. El héroe asiste des
pués a su derrota, los otros triunfan ·de él, se im
ponen los sanos imperativos vitales, se llevan lo que
TEORíA DEL NOUS 193
de J>roust, pero ·ese sondeo cuando se inicia en mí,
adultera cruelmente los ·datos de la 'memoria. La
música provoca resurrección de pasado y lo vivifica
prodigiosamente, -conservándolo además con cierta
normalidad; tal suerte que puedo atribuírle a la
música una acción purificadora y reviviscente. Pla
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 100/156
aspiraba el protagonista y éste fracasa inexora
blemente. Así, por inercia, se le achacan unos cuan
tos defectos que ·se suponen de antemano productosacumulados alrededor de una fría inteligencia, y
que los hombres en realidad inteligentes, no tienen
sino por excepción. La novela de ideas está concebi
da según ese esquema pueril. Pero en la vida de los
hombres de pensamiento, generalmente cuando se
llega al contacto de las ideas, al hábito de los racio
cinios o al dominio de las grandes especulaciones, dconflicto -con la ética, la realidad y la acción, des
aparece. Esta última, automáticamente deja de exis
tir; se integra, se transfigura, se transvasa en elpensamiento en marcha. La h'agedia se desplaza de
la realidad hacia la sustancialidad, la muerte, el des
tino. En planos de inteligencias nQ muy grandes, la
sensibilidad acompaña a las fórmulas intelectivas, to
dos los días la idea absorbe a la acción, termina por
dominarla, y esos hombres triunfan o no, pero es
tán enriquecidos de tan buenos sentimientos como
los demás. Son infinitamente más plásticos. En lo
genial, salen Sócrates, Hegel, Nietzsché y otros más.
Las experiencias de exploración en el inconsciente
y en la memoria, para mí, se realizan siguiendo el
camino de la música. El ·insomnio fué la vía sacra
ceres infinitos! ¿Búsqueda de qué? Del tiempo per
dido. Y es que el que ha perdido su tiemp'o ·es el que
v·er·dacleramente lo tiene; el que lo ha ·ganado, no hatenido minutos que perder en grabar, conservar y
paladear la existencia. La: acción paraliza la obser
vación y el análisis, ele tal modo que una memoria
cargada de hechos utilitarios y ciegos, es una memo
ria cargada de hábitos y ahíta de intereses. Un algo
más, apenas, que una memoria vacía. El tiempo per
dido en la imaginación, el viaje, y el goce ele la vida
en la contemplación y en la sabiduría y el amor, el
tiempo perdi,do, es el mejor tesoro ele nuestro espí
ritu; ·ese es el que nace ·con' la música. Cualquier
página de música escrita, los instrumentos y los dis
cos, me prometen, antes de oírlos, mi tiempo y mi
memoria.
Cuando asi,sto a un x:oncierto o adquiero un disco,
me preparo para una aventura en la imaginación y
en la memoria.
La esencia de lo poético sobrepa·sa los conceptos
inteiectuales; la poesía es como la esencia ele Dios
en la concepción agustiniana: "la sabemos por · un
no saber". La creación poética es creada por un no
crear, y llega al total ·conocimiento, por un perfec
tísimo arte ele no conocer.
8
194 EMILIO ORIBE
La más intelectual .de las artes es la pintura. Pu es
to que nos da el espacio si!l necesidad del espacio;
en eso procede como la matemática y la lógica, que
TEORíA DEL NOUS 195
,La inteligencia, abarca todos los secretos y proce
dimientos ele las técnicas. Con éstas se ven detalles
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 101/156
nos da; la razón sin necesidad de la razón: por
ejemplo, los postula!dos y los principios di'rectivos del
razonamiento.
En toda·s las artes, la inteligencia, que es creadora
de la: técnica, sirve para sobrevivir má:s allá de la
técnica. La inteligencia prescinde de 'sus medios y de
sus obras y sólo se alimenta ele fines . Fijaos si no,
en las cosas bien dichas y atina:clas que pronuncia el
filósofo sobre arquitectura, o que comunica el poeta
sobre la música, sin saber ninguno de ellos técnica
constructiva ni teoría musiq t.l. Igual podían h a b ~ ropinado sobre cualquier arte o ciencia, sin conocer
los medios de que ésta:s se valen, pero procediendo
siempre con certeza. Es que en arte, la inteligencia
directamente llega a los fines, como la callada y
certera flecha vence los límites. El Nous es el im
pacto fatalizado. Antes que la sensibili-dad y antes
que los procedimientos, los cuales sólo perciben las
rela:ciones, el Nous llega a los fines que busca. Aun-
que la sensibilidad se acerque tanto o más que la in
teligencia a los mismos fines alguna vez, siempr·e es
pref.erible el relámpago del Nous; pues lo sensible
se expresará ·con balbuceos impuros, mientras que lo
racio;al hablará claro, como la pitia s in d humo y
el delirio, en un aparte único y divino.
variables para cada arte, nada más. Aquélla es como
Dios, el viajero de que habla Santo Tomás de Aqui-
no, que de lo alto de la torre contempla el conjuntode los hombres y conoce así, ele antemano, sus desti
nos y direcciones, cosa que no hubiera podido hacer
un hombre en la tierra, o un hombre ·entre los hom-
.bres, élll verlos pasar junto a sí, unos detrás de los
otros.
Lo horrendo es cuando a la •sensi·bilidad, en lugar
deexpresarse
en. poesía omú
sica,se
leocurre
discurrir o razonar. Lo mísero de la sensibilidad, se
nota bien cuando intenta suplantar las explicaciones
del razonamiento! El sensible, frente a la esfinge,es más mudo que ella.
Si una época de apogeo del Nous debe llegar,
sucediendo a un período caótico y primitivo, es por-
que el Nous hállase implícitamente en este últimoreino sombrío. De modo que todo se resolvería por
una técnica de rev·elación y descubrimiento, parecida
a los procedimientos de la mayéutica socrática. Se
trataría de una mayéutica realizada simultáneamen
te en el mundo de las cosas y en el de las almas.
196 EMILIO ORIBE
Llegar a la r·ealización ·de un eleatismo poético
y musical. Una transmutación de tal manera hecha,
que sólo pueda ·compararse con los eleatismos pro-
pios de la naturaleza, ·cuando convierten ·carbones en
TEORíA DE L NOUS 197
mentaban las j mágenes. Nosotros, aunque Cl'dmira-
mos a; Fausto, adoptamos frente a la razón y sus fi-
nes, posturas donjuanescas. Pensamos apoya:clos en
imágenes.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 102/156
diamantes, agua en nieve de cumbre, oscuras resinas
aceitosas ·en llamas purísimas, percepciones en ideaspuras, gusanos en mariposas . . . Todas estas trans-
formaciones son eleatismos del sabio cosmos. Lo
inconsciente poético y musi·cal, que es eleatismo de
transición, me podría prüporcionar aún, algo que sue-
ño: una poesía y una música absolutas, verdaderoseleatismos en segundos ultraplanos.
La primera vez que oí a Debussy, fué por indica-
ción ele María Eugenia Vaz Ferreira. Y o era bastan-te joven aún y el contacto ·cori aquella música fué
mágico: el cuarteto de Debussy, en la noble y antigua
casa de La Lira, al lado de la Iglesia de Lourcles . . .Desde la primera audición, siento la influencia in-
finita de esa música y de ese hombre; después he
completado esta admiración ·con hallazgos sorpren-
dentes. Su físico, sus actitudes, sus .reacciones, a
través de lo que ele él han escrito Henri de Régnier
y Anclré Suares, me acercan hasta físicamente a él,
de tal modo que, ¿es perdonable tanta ingenuidad?,
me veo en él . . .
A Fausto, mito de la razón, lo atormentaban las
iclea:S; a don Juan, ebrio de los sentidos, lo ator-
En sustancia, la luz no es nada más que la proba-
bilidad de una ley científica .
Demostrado está por la biología que el dolor, des-
pierto siempre, ·castiga toda desviación del orden que
la naturaleza nos traza; así la Inteligencia, que mm-
ca duerme, también vigila en la obra de arte toda
desviación en los planes de la belleza. En una forma
secreta, sin revelar su presencia n<l'da más que cuan-
do se la olvida u ofende, de la misma manera que
el dolor salva .Ja vida, la inteligencia salva la bellezade lo que creamos.
El acto de aprehender lo particular y concreto,
construir su imagen y ·expresarla, se denomina in-
tuición en el lenguaje de Croce. La intuición no sólo
es saber, penetración y acto de 'COnocimiento, sino
que es a:demá:s •expresión. En última síntesis, intui-
ción es e ~ p r e s i ó n . Comprendida de ese modo, la in-
tuición hállase en riesgo de muerte; en efecto, laexpresión es siempre un acto de inteligencia. N o es
posible expresar nada bien, si no se .conoce. Expre
sión es un acto de razón; nuedamos, por lo tanto,
en que la insigne intuición entonces no es nada más
que una inteligencia actuante.
198 EMILIO ORIBE
Todos los dones qu·e físicamente más <Vpreciamos
en nosotros, serán cambiadas, al fin, ·en muer te. Cam
biamos todo lo que es fundamentalmente nuestro
TEORíA DEL NOUS 189
bello, es se r ·¡t cosa bella, equivale a vivir la cosa en
donde anida lo bello. El sentido de la .sentencia
eléata, miles de años antes de la E i n f i i h l ~ t n g , de los
alemanes, adivina desde el punto de vista de la ra
zóri y no del sentimiento puro, esa afinidad que hay
entre d objeto y el pensamiento, y la belleza y el con
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 103/156
físico por muerte, así ·como permutamos lo acciden
talmente nuestro por oro. Deseamos que por bienes
externos nos den oro, como por bienes más íntimosla naturaleza nos da, al fin, muerte. Or o y muerte
se corresponden así : odiosos, •c1egos y f a t ~ l e s .
Un ·certero índice de la vitalidad en una obra de
arte o de una poesía, es esa cualidad de que puedan
ser sometidas a correcciones y perfeccionamientos
sucesivos. Toda expresión poética ·es una traducción
de un lenguaje absolutamente individual a o t r ~ ge
neral. Po r un inexplicable ·contrasentido, se tiendea creer que la obra de arte que no se expresa de un
solo impulso; no es sincera ni perfecta. Sin embargo,
no hay nada más semejante a nuestro espíritu, que
esa aptitud plástica del poema para dejarse concr·e-
ta r y corregir, aproximándose más y más a un ideal
de perfección expresiva. Un a obra de arte acompaña
al fluir maravilloso de la •conciencia durante toda
una: etapa vital, en un paralelismo más o menos a·cen
tuado, y no está c o n c l ~ í d a en sus detalles, sino cuan
do su autor muere y de entre sus manos la dejacaer en el tiempo.
"Conocer una cosa es ser la cosa" . Esto, de Pa r
ménides, es válido siempre en la belleza. Conocer lo
templador que la experimenta y la vive al m1smo
tiempo.
Hace ya algunos años, penetré en la obra de Rey
les, encontrándome inmediatamente con una cons
truc-ción alta y sólid.a, amurallada por un estilo que
me pareció, en el primer momento, difícil en grado
sumo. Un a impr-esión semejante a la que produce
Gracián en el momento inicial. La lengua española
adquiere en Reyles una contextura metálica, trans
formándose en un laminado metal que contuviera sen
sibilidad de musculatura en tensión, con relámpagosde impulsos violentos, por donde se expresan las
fuerzas vitales. Tal la ·corriente de un río visto des
de la montaña, que semeja ser víbora · o lámina de
bronce o plata, pero, y eso le agregamos nosotros,
proporciona también la idea de la movilidad incesante
de lo vivo y lo fluyente.
El conocimiento de las ideas de Reyles se hizo en
nuestra generación, en gran parte, a través de Vaz
Ferreira. El Reyles anterior, aquél de las "Acade
mias" y de la "Raza de Caín", fué descubierto araíz de la investigación ya citada. En 1915, Vaz Ferreira habló de "La Muerte del Cisne", colocán
dola frente al "Ariel" de Rodó y a "E l Viaj·e al Niá
gara" ele Groussac. Desde entonces, ubicado Reyles
entre dignos compañ·eros, nos dedicamos a conocerlo
200 EMILIO ORIBE
má:s íntimamente. Sorprende la fidelidad de Rey:les,con ·sus principios estéticos, desde la iniciación hastalo más reciente de su obra. Todo su pensamiento seha ·expresado con seguridad y nobleza. No hay desfa·llecimientos ni improvisaciones, y ·comparada· su
obra en América con la de la generalidélid de los es
TEORíA DEL NOUS 201
rro de la universalidad. En muchos momentos ha
descendido al fondo de las almas, defendido por lamirél!da de Minerva o por el rayo de Apolo. Al fondo
de la:s alma:S finiseculares de una ·complejidad inau
dita, como la de ·los héroes de "La Raza de Caín" y
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 104/156
critores, ella •se destaca con la privanza ilustre del
diamante, encerrando en su interior la ordenaciónele un sistema de ideas gravitantes, que no presenta ventanas al olvido. Tal la concepción gradualy rectilínea ·de un estratega, frente a la-s improvisa
ciones de las montoneras. Inaugura en nuestro ambiente la sensibilidad moderna en la novela y en el
discurso. Lo que Julio Herrera y Reissig representa
en la poesía, Rey es es en Ia novela; pero con la di
fer·encia de que la exquisitez y rareza de los temasen R e y ~ e s se encuentran con mayor intensidad ·en
las almas ·de los personajes y no en el estilo. Las
figuras de "L a Raza de Caín", son de esa estirpe. Elanálisis jamá:s se ha hecho con· tal fineza y hondura
en la literatura americana. Rígida y ·densa, la doctri
na de Reyles, ha Iogrél!do mantenerse siempre en ca
tegoría supera iva y actitud de vigilancia: de sUerte
que sus contactos con la mentalidad europea más selecta, no se han interrumpido en más de treinta años.
Conocedor profundo de los modos expresivos, domi
nador de las iner·cias del idioma, no ·se ha entre
gado al goce exclusivo de verbales tesoros, ·esclavizán
dose en un culto por lo dásico español, que es el malde los estilistas que caen en la órbita de los autores
ele la época de oro y no logran escapar de allá ja-
más. Más bien, Reyles ha enriquecido siempre la
arisca herencia española; sobre. ella ha hecho florecer la exquisita flor latina, y más aún, la flor de hie-
también a lo más íntimo de los seres del humus
popular, ya sea de nuestra América o de razas eu·
ropeas definitivamente perfila;clas, como las que re
trata en "E l Embrujo".
Obra difí.cilmente abarcable ·en sus proyecciones
cuando •se la intenta sintetizar, provoca las tentaciones del largo ensayo, y sostenida ·está por una perso
nalidad moral, espejo de tal creación. El trato con
Reyles proporciona la confirmación de la legitimidélid
de sus pensamientos y de su estilo. Dignas esculturas,
a:mbas se dan la mano, como dos poderosísimos y
ligeros arcos •de un puente de hierro, tirél!do en ágil
curva •sobre un abismo, desde dos acantilados inaccesibles. Nadie, en estos tiempos y tierras ha sabido,
sosteniéndose sobre la tradicional riqueza, darle másuniversalidad a la lengua. Montalvo, impregnóse demasiado en los vinos clásicos. Rodó permaneció de
masiado fiel a lo helénico. Reyles, tan antiguo y
más moderno, hizo que el viejo metal se ·estremecieracon la vibrél!ción nietz·cheana y el f e ~ v o r dionisíaco.
Los impulsos creadores del instinto y de la fuer- .za y del oro, fueron ·cantados sin hipocresías ni te
moPes en ·ese instante. Reyles, en tales momentos,prolonga d gesto de los pensadores heterodoxos delRenacimiento; un Erasmo, un Juan Luis Vives, le
hubieran reconocido como un maestro entre ellos. Es
difí.cil, además, que nadie, modernamente, haya sabido presentar a los Dioses wn má:S üdelidad y gran
diosidad que Reyles. La milenaria a s a ~ b l e a de los
202 EMILIO ORIBE
dioses, encarnaciones de ideas, que escuchan o intervienen en sus diálogos olímpicos, merece ser co
locada, sin desmedro, al lél!do de las descripcionesmás perfectas de la antigüedad; pero esa eternidad delos dioses se halla ·castigada por el vibrar de la carne
TEORíA DEL NOUS 205
pués de •esto, quedan un recuerdo amargo y un rencor; nuestra personalidad se considera disminuida.
Puede ocurrir que lo que narro aquí se repita variasveces al día, y entre personas buenas, honestas yhasta inteligentes.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 105/156
viva y de la fuerza perecedora.
En lo descriptivo, ese puede ser el momento cul
minante de Rey es; me refiero a la iniciación y eltérmino de los dos Diálogos Olímpicos que ·conocemos. Apolo y Dyonisos han sido presentados con len
guaje y fervor dignos de la época en que reinabansobre los daros helenos; por ello sólo, Rey es 'reci
biría el don de penetrar sin menoscabo en la celesteasamblea; pero además, por el sentido de su obra, po
drá permanecer entre el asentimiento de aquellosdivinos ·cuerpos, sin ver menguada su influencia ysin ver palidecer tal vez su figura de creador y de
artista perfecto.
Parece que el yo gustara qel juego de los fantasmas. Y no quisiera revelarse, por ejemplo, en unges-
to inicial o cuando más falta nos haría. En el
instante ·en que dos personas se encuentran, la inti
midad tiende a ocultarse, y el primer acto del hombrebárbaro o culto, es el de no revelarse ante su semejante. Una actitud o una palabra, ponen en libertadun razonamiento ·pueril . o descab-ellado, una idea
simple o absurda, hasta un sentimiento vergonzoso.Se tienden los puentes. Al rato de hablar, uno vuelve
en sí como si de un sueño saliera: ha ·estado diciendovaciedades, cosas necias, respirando mentiras y repitiéndolas por un rato, dándose ·cuenta y no de ello.
Y todo, ·sin ningún propósito previo de fingir. Des-
En el acto de crear hay siempre una transmutación infinitamente rá:pi·da entre lo sensible y lo inteligible. El creador es un prestidigitador que hace
el trueque del agua en vino. Que pasa de lo espon
táneo y natural, el agua, a lo artístico, mágico y
artificial, el vino; de lo sensible, en fin, a lo inte
ligible.
En filosofía, americanismo significa aideísmo por
mucho tiempo.
De tiempo ·en tiempo, se asi·ste a movimientos se
diciosos sin armamentos. Gauchaje insumiso que selevanta guiado por caudillos sin preparación ni mé
todo. Estos no arman a sus valientes plebes. Coincide tal hecho ocon la tendencia nuestra de no ar
marnos 'bien, antes de emprender algo. El poemanecesita armarse en largos silencios de labor secreta
y en disciplinas difíciles. Prepararse así, es una de -mentalísima dis·ciplina ·de la inteligencia.
Por más que se haga experimentación y se apliqueel método científico, las leyes físicas y matemáticas,
204 EMILIO ORIBE
en el fondo de toda experiencia y en el término detoda investigación, cuando la mente se acerca a ·laproximidad de absolutos, el sabio siempre se encuen
tr a con un elemento de ·la razón, dado ya por los
griegos. Un a verdad griega. Los filósofos griegos, .con su pensamiento, llegaron directamente a las ver
TEORíA DEL NOUS 205
ciencia, des·enfocado, produce siempre malestar yhastío. Uno mismo, horas después de la experiencia,
nota que ha estado tratando asuntos fuera ·de foco.Esta posición dura horas o épocas. La conversación,
por una inercia terrible, no puede llevarse a una. posi·ción. Impotente es el hombre para hacerlo. Y no
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 106/156
da!des últimas, .wn tanta ·exactitud como aquellos que
utilizan los métodos experimentales de actualidad.
Naturalezas distintas que debemos ·separa·r. La
obra de arte es otra naturaleza. La naturaleza sensible: fenómenos y relaciones. La naturaleza pen
sada, racional : sustancias ·e ideas, o Idea. El sabiorealiza ·síntesis de todo y él ·creador artístico tam-bién. · 4
$
La n ~ t u r a l e z a , a través de Rousseau y de Tolstoi,
el de.l Caucaso. El que ha conocido esas descripcionesapastonadas y se ha enfrentado ante paisajes originales y grandiosos, puede preferir la naturaleza a
todo lo creado. Pero también aquel que ha conocido
la·s bellezas de la inteligencia, las prefiere a las de
la naturaleza. A no ser, que se vuelva a ésta convertido en un idealismo o en un panteísta: vuelqueinteligencia y divinudad en el wsmos.
Mil veces, ·cuando uno oye discutir, nota como laconversación y la polémica se llevan a cabo sobre
temas desenfocados. Un tema de educación, arte o
por pasión o interés; simplemente ·porque sí. Proble
mas que se ·conocen perfectamente y que se puedenpensar diáfanos y firmes, ·con exa·ctas soluciones : enuna conversación ·desenfocada d hombre se ve obliga
do a resolverlos siguiendo argumentos ·contrarios a la
solución verdadera. Están como empañados, por des
cuido, azar y ordinariez. Existen desenfocadores
sutiles, apenas apreciables, existen ·cer:ebros desenfo
cadores, paradógicos constitutivos, herejes natos dela razón absolutamente incapaces, por eso mismo, de
ir a la locura.
La imagen señala los límites de la poesía . y el
razonamiento. Todo razonamiento es má:s .firme y
potente ·cuanto menos uso haga de la imagen. Desconfiad de un razonador que se apoya en imágenes
para expresarse; se encuentra en peligro de ser inexacto, ilógico ·e infiel, aunque sea valioso. La poesía,
por el contrario, busca la •consustanciación ·con la
imagen; ·cuanto más díficil y vela:cJ.a sea la imagen,má:s poética será. La razón no ·debe necesitar de las ·
imágenes y cuando el filósofo va hacia ·ellas, realiza
un bello acto de infidelidad para ·con la razón, realizaun acto arriesgado, falta un compromiso preesta
blecido y debe atenerse a las consecuencias.
206 EMILIO ORIBE
La madurez del hombr·e empieza cuando no puede
distinguir en su ·conciencia los recuerdos verdade
TEORíA DEL NOUS 207
con su •corriente de problemas eternos. En esa co
rriente se ·pueden introducir pequeñas contribucio
nes, aumentarla con algo que le agregan nada más
que alguna u otra personalidad genial ·de siglo en
siglo. Pero siempre es la misma filosofía, que viene
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 107/156
ros de la,s imágenes soñadas. ¿Esto, lo ví en sueños,
o lo ví ayer? Despegar las imágenes soñadas de las
r•eales, es un ·delicioso e erci'Cio fácil para los j óve
nes y los dioses. Cuando la operación se hace impo
sible, y uno la tiene que abandonar, la visión del
umverso emp1eza a transformarse fundamental
mente.
N o como la rama del almendro, que f á c i l m ~ n t e se
agobia por el peso de las flor·es o del fruto, sino más
bien como la mirada de Júpiter, diáfana, ínclita y so
brecargada de ideas : así sea la imagen en tu verso.
La naturaleza contiene ·demasiados horrores, es
aun muy oscura o indescifrable, como para que pue
da ser considerada ·como un libro divino. En todo
caso, será libro de Dios si la ordena la inteligencia
del hombre. O mejor: para que la naturaleza sea el
perfecto verbo de Dios, neoesita que el hombre la
reduzca a su ínfima inteligencia.
Los seres <esprevenidos suelen hablar y argumen
tar, sosteniendo la realidad <e una nueva fi losofía.
No hay más que una metafísica de todos los siglos,
de los orígenes y va hacia la noche de la humanidad.
Un a filosofía concebida así, como una concienciac a m ~ i a siempre y es idéntica a sí misma siempre:N a:d1e puede hablar de una nueva conciencia en su
ser 'después de tal hecho que le ocurra, ni de un nue
vo río de la tierra, después de tal puerto o afluente.
Siempre el río ·es el mismo, siempre la filosofía es
la misma; los nuevos autores agregan sus crea
ciones, que buscan ubicación entre sí, como las aguas
de igual densidad y prosiguen, sin perturbar la uni
da;d, ni lo idéntico y lo eterno de los problemas filo-sófkos. -
La emoción estética está caracterizada por el tra
bajo de las sensaciones y el juego libr·e de las ideas.
De ahí que haya en lo estético siempre una esclavi
tud y una liberación compensa'dora. Entonces, lo es
téti-co actúa como una resultante. Las apariencias se
esclavizan para que las ideas se liberten, -dando lugar
así a lo estético. · En el juicio ·contemplador ocurreeso y en su arte, el creador asiste a -un fenómeno
~ n á l o g o :. la sensación y la emoción se esclavizan y 'la
1dea se hberta por lo alto. La belleza, pues, siempre
es una libertad de ideas, una espiritualidad esencial,
P . r o ~ o c a : d a por una esclavitud de sensa·ciones y sentlmlentos.
208 EMILIO ORIBE
Los procesos mentales enseñan que todo el mundoexiste para Uegar, en último término, al Nous. Caos
,'
TEORíA DEL NOUS 209
mentas que •se le incorporan o se le aproximan. El
diamante es vida y es espíritu. El barro de las otras
culturas, es f·ecundo o estérH según el azar. Es fe
cundo oara crear nuevos sofismas, y es más bien esté
ril p a r ~ las verdades eternas, de la misma manera que
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 108/156
de cosas, confusión de seres y espíritus, después 9e
ser pe1'cibidos, vienen a terminar en esa Idea. Nada
más existe fuera de ella, ni merece ·existir.
Existen culturas de diamante; inteligencias y sensibilidades de diamante, que no se dejaü penetrar
nada más que por emana·ciones de luz. Hav culturas
vivas de b a r r o ~ plásticas, que soportan todo: cae en
ellas un error, una v•erda:d y una mentira y estostres elementos se adaptan sin d i s c ~ r n i m i e n t o . Y cir
culan y se organizan mejor cuando la cultura es deun barro muy blando, parecido a ·ro que en lenguajede laboratorios se llama un caldo cultural. En las
culturas de diamante, las verdades dentíficas o fi
losóficas se inco'rporan lentamente, diafanizándose y
trocándose •en luz. La mistificación, en tanto, res
bala sobre el pulimento y no penetra. De allí, lamistificación puede caer en las culturas de barro yadaptarse muy bien. Es muy difícil que ·en ·un am
biente ·cultural de la primera dase, ·caiga un error
grosero y la penetre. Enseguidaes
rechazado. En lasculturas blanduzcas caben todas las mentiras y los
errores confundiéndose ·con las verda:des. Tienen unvalor igual que las más insignes verdades, todo es
niebla, n a d ~ e está seguro de nada. El diamante de
las primeras culturas está lleno, en cambio, de vida.Irradia la vida, inunda y alimenta con ella a los ele-
es opaco a la luz.
El verdadero lírico hace economía de imágenes.Es dueño de una gran riqueza de la cual dispone su
voluntad y debe rechazar una y varias veces sus imá
genes, para que ellas retornen más impregnadas delirismo puro. Cuanto más hondo de sí mismo arroje
una de sus· imágenes, ·cuanto más la rechace, más
valiosa volverá ésta a asomarse. Las mejores imá
genes son de una fidelidad infinita. El lírico enton
ces, gobierna esa fidelidad de sus imágenes, sumergiéndolas -en sí mismo, ·como el faquir procede consus serpientes, al hundirlas •en hondos y sucesivos
sueños, para que despierten ca:da vez más fieles .
La inteligencias jóvenes están, por ahora; sucias
de acción social y política. Se trata de algo así comouna parálisis de adolescencia, que lo mismo que la
infantil ·se presenta ·con fiebre, provoca movimientos y energías falsas, y después que termina su ci-clo, deja lesiones irremediables. Cuando los jóvenes
se libran de esa fiebre ingenua, ·de esos ·estremecimientos inútiles, quedan ·con lesiones irreparables en
el sistema de las ideas, y se sienten debilitados para
poder enfrentai· los problemas ·esenciales de la ra-
210 EMILIO ORIBE
zón : problemas de una gran resistencia mental. Esa
anábasis revolucionaria de los a;dolescentes, perjudica la pureza de su inteligencia, de igual modo queun período de placeres destruye la agilidad de losatletas.
TEORíA DEL NOUS 211
nace, apenas la persona sufre la experiencia, una
variedad de creencias absurdas. Es frecuente, entonces, que la persona se torne supersticiosa. Del con
flicto 1del análisis y de la fe, brota wmo una resul
tante paradoja!, la superstición.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 109/156
¿Cuándo se darán aquí esas maravillas puras delpensamiento: Platón, Descartes, Kant? ¿O de arte:
Dante, Leonar-do, Beethoven? ¡Cuántos centenares
de. años. pasa:á.n para que de América ·salga una int ~ h g e n c l a .ongmal, que dé la certidumbre de algo
v1vo, eterno, transparente! Esta:s cualida:des, tan di
fkiles de reunir, ¿cuándo vendrán viajando en un
mismo. de l ~ z ? Aún no somos más que un pocode accwn d e ~ o n e n t a d a . Cuando más, un pensamiento que se insinúa. Un pensamiento sucio de acción o
de política, o sea, una mi'seria!
Es necesario que las inteligencia:s jóvenes com~ r e n d a n que las lucha:s y los problemas sociales, quetienen por cainpo los dominios limitados de la ac
ción del ser, no pueden ser estudiados ni resueltos
bien,. sin que antes .haya que idetenerse a conocer ydommar, en lo pos1ble, las luchas del espíritu y dlogos : la ·crea:ción y los seres.
En c i ~ r t o s espíritus muy originales, al producirse
el c ? ~ f h c t o entre razón y · la creencia religiosatrilidlciOnal, en medw de los tormentos y las .duda:S
La idea de Dios, para revelarse en luz en nuestra
·inteligencia, necesita de la lucha y la resistencia conalgo: la materia. La materia se diviniza entonces;
de ella sube también la afirmación de Dios.
Existen los latifundistas de las· ideas, y tan malos
son como los otros; no saben lo que poseen, ueen
que es mucho y no es nada. Zonas semi vacías deideas, opiniones generales, improvisaciones, actitu
des afirmativas, ingenuos ·dogmatismos, sobre ·cual
quier tema fundamental o sobr·e todos los temas. In
dices de la pereza 1naidita.
La enseñanza superior no podrá realizarse aquí
por la •sola intervención de los particulares, ·como en
Grecia, donde los pudientes y las academias de losfilósofos y sus enseñanzas, no recurrían ni necesitaban del ·estado para mantener la actividad de la
sabiduría. Los ricos eran inteligentes. O al revés deaquí, donde los ricos están sustancialmente animali
zados, o sea, demasiado confundidos en naturaleza y
212 EM:ILIO ORIBE
en forma, con •los bienes, orgullos y bestia:s que poseen. Es una riqueza que no se levanta de sí misma.Y una riqueza que no se eleva sobre sí, ·está en el
camino de ser la peor de las miserias.
TEORíA DEL NOUS 213
lo sé ha¡cer, ·como quien es incapaz de narrar total
mente un sueño al otro día de haberlo vivido. As
pectos de la vida íntima en bs proximidades delN ous, confundiéndose con la intuición poética.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 110/156
Con tal de que seas grande, aunque no seas deaquí. Y mejor aún, si no eres de aquí, ni de carne.
Y o me siento a menudo compenetrado íntima
mente ·con las almas que apenas ·conozco. Hay poetas a quienes ·comprendo en un grado de profundi
dad extrema, cuya s e n s i b i l ~ d a d vivo sin tenerconocimiento de ellos nada más que por traduccio
nes parciales. Y o sé que ·conozco, que he vivido el
transcendente drama de Richard Dehmel y de Rilke
en los últimos tiempos. Leer un fragmento de esos
autores o de N ovalis me es suficiente; conozco el res
to mejor, por ·ejemplo, que leyendo totalmente a otro
autor que se expresa en mi idiom_: Quevedo o He-
rrera. Lecturas de obras de aquellos autores que herealizado después, van confirmando un conocimiento
anterior, como si se anduviera por derroteros usadosde la memoria. Percibo bien y constato interiormente
que interpreto en mí, que comprendo en una serie de
actos de inteligencia, de captaciones, exquisitamentesutiles, y no procediendo por estados afectivos inexplicables, la totalidad de esas almas creadoras, pero
si intento explicarme o exponer a alguien ese juicioaxiológico resultante, y si me resuelvo a afirmar la
verdadera ubicación valorativa de tales autores, no
Una de las ilusiones má:s frecuentes entre los hombres, consiste en creer que viven en épocas de giro ocodos de la historia. Esos giros bruscos analizadosdeterminadamente, no han existido nunca. El más ·se
ñalado en los esquemas: Edad Media-Renacimiento,
en lugar ·de un ángulo; apar-ece modernamente ·com_ouna bellísima curva casi insensible, d i s t e n d i é n d o ~ een abierto arco de ·cuatro siglos de preparativos. El
envión medioeval se nota •en los grandes si•stemas
posterior-es al Renacimiento y el hombre que inaugura 1a Edad Moderna, Descartes, está empapado
de escolástica. Como un hombre nuevo sale de olas
agua1s del Océano y se echa a andar, pero lleva un
gusto salado y fuerte en los labios y una música es-
colástica ·de m i s ~ e r i o s en los oídos. ·
Ese juicio enérgico e impresionante que emitenpersonas de ·cierta inteligencia, pero que ocupan va
rios cargos en los estados, que se desempeñan peno
samente ·en tareas diversa·s y agotan energías en variados destinos; la opinión de tipos así sobre la1s
personas que más valen en la misma época, ·ese jui
cio rápido y denigrante, a veces brutal, que se
esgrime ·contra un pensador o un artista, esa malaopinión del político, que hasta asombra por la super-
214 EMILIO ORIBE
ficialidad o malda:d, se debe a que tales individuos nohan tenido tiempo jamás para estar frente a sí mis-mos, o a lo esencial de su yo. Atraídos hacia. la vida
exterior y los deberes de la comunida:d, ·carec·en dedotes y silencios para juzgarse y .compararse. Arras-trados por mil sucesos, no ven aunque quisieran ver,
lo que hay de provisorio, de fracaso, de nihil en sus
TEORÍA DEL NOUS 215
un obsedido poeta, sufría de insensibilidad en unoído; pues bien, ante la música duplicaba esa insu-
ficiencia orgánica ·con una hiperacústica sensorial:se había creado un ofdo en h inteligencia y se colo-
caba así en una posición ventajosa frente a los me-jores melómanos.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 111/156
vida:s ahitas de . a;cción, de ·cargos ·eminentes de va-nida:des. Personas que se queman ·sin antorcha en el
sentir hesi?dico, y que no ven a los espíritus ~ u r o s ,pues sus OJOS se h,an habituado al humo 'bituminoso.Los juicios más despectivos sobre Rodó, Vaz Fe-
rreira .Y Reissig y otros, los he oído no entre "el pue-blo, · m los entendidos, sino entre individuos de laespecie funcional y profesora! que ·comento.
Todos los psicasténicos aman .apasionadamente lamúsi·ca. Si son artistas, más la quieren que los otroshombres. La música es el mejor consuelo contra las
o b s e s i o n ~ s : .las hace huir por medio de las imágenes
que d ; s ~ l e r t a y los puros sentimientos que provoca.La mus1ca hace manar el subconsciente. ¿N o habéisenturbiado el pozo de un manantial? A las p o c ~ shoras lo veréis puro, no por decantación sino más
bien por el agua límpida y nueva que emana del lodo.
· Es lo que ocurre en -el turbio espíritu del obsedido.
Todos éstos son, ademá:s, hipera·cústicos y los ruídosdel mundo en ellos son desolazados oor los 'Sonidosinefables de la música. hiperac6sticos los psi-·casténicos dectivamente; así los artistas lo son para
la música más difícil y moderna. Se adelantan al
tiempo. Una persona íntima, muy estudiada por mí,
Porque es difícil hallar personas que sientan ver-
da:deramente ·la música o la poesía. Ahondando ysometiendo a examen a muchos devotos, se llega a
la ·constatación de que tienen más bien la "manía"de la música y nada máJS. Todo manía:co trata deemitir juicios inmediatos y hasta se gana así la vidaen los periódicos. Informa y transmite, sin arrojar la
música a lo más hondo ·de sí. De mil persona:s que se
creen amantes de la música, hay una sola que es
devota verdaderamente. Las demás son manía·casque ·escriben o hablan, aunque ignoren esto y pasen
por ·personas muy versa:das y superiores. Huid deellos.
Tré!iducir hermosa•s y oscuras poesía:s, o textosfilosóficos durante horas y horas, desinteresa:damen-te, con todo amor y paciencia, equivale a oir música.
Artistas hay y pensadores que se orientan y des-empeñan bien en la vaguedad. N o salen de ella, comolos peces de las aguas turbias. Lo grave es que am-bos ejemplos aun más se acercan en esto: son ex-quisitos.
216 EMILIO ORIBE
La f.lor fué creada para ser motivo de canto. La
montaña, la nube, el pájaro, todo en la tierra y en
el cielo se hizo para el ·canto inteligente. Imaginemos
TEORíA DEL NOUS 217
nos son los fantasmas; muerte, destino, múska,
· amor, divinidad.
Tanto como ·con •el vino de la cena última de Jesús,que 'es alimento de eternida:d y salvación, con las
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 112/156
que las c o s ~ s , por un momento, lo supieran. Senti
rían la misma f·elicidad que el hombre cuando comprendió por primera vez, aquello dictado por el
Nous: el hombre ha sido creado para el infinito . . .
Párrafo obligado ·de un discurso científico: y
bien, señores, los átomos •son dioses . . .
Antes de hablar de la decadencia de Europa, losde aquí debemos detenernos : la decadencia deropa somos nosotros.
Las palabras del hombre son edifkios con habibitantes wrpóreos, útiles, comodídades y adornos. Un
libro de buena prosa debe considerarse como si fuera una ciuda:d. Un gran estilista es un arquitecto;construye casas adecuadas· a seres. Las oalabras del
poema deben ·ser casas e n c a n t a d a : ~ ; en t.oda palabra
del verso habita un fantasma. Es el único y despótico amo; los seres reales huyen de •su compañía. Las
palabras de los poemas deben ser casa:s, ·cuyos tira-
migaja:s del banquete de la razón griega, que es sus
tancia de permanencia y límites, la humanidad sea.limentará por siglos de los siglos.
La lógi·ca crea. contínuamente problemas a las soluciones que intenta ofrecer la inteligencia. En el
dominio de 'la acción, lo que más se parece a la lógi
ca, ·es el oro. El oro es la lógica ·de ola acción, o sea
el barro del camino, ·como decía el estoico, que mo
lesta la marcha del viajero. El oro presenta resistencias y obstá:culos a la acción y a la sab iduría, el
oro viene con la inercia terrible de la lógica.
Lo que ll).ás se pierde en nuestro país es inteligen
cia. Más que energías, más que riquezas. Ha y jóv•enes de veinte años, de una inteligencia que asom
bra; ·se puede 'a:sistir así al desarrollo y ba:stardización
de estructuras mentales atrofiadas para el razonamiento especulativo o la rigurosa experiencia. Todoeso se muere por falta de ·cultt ra superior, muérense
esas almas en las profesiones y en la política, seensucian en •a acción y se vulgarizan. Para la inteli-
218EMILIO ORIBE
gencia, eso equivale a las pérdidas que provoca una
guerra permanente.
Vi.da:s de filós?fos. A través de Diógenes Laercio,
en fragmentos sm orden ni valora·ción, los antiguos
no me a ~ r ~ e n lo. suficiente como para envidiarlos y
TEORíA DEL NOUS 219
el individuo ha muerto para sobrevivir una repre
sentación valorativa X, que se suma a otras X, y
perece en la sociedad implacable. Piensen en la gue
rr a europea, ¿qué era un hombre? Po r su parte, el
comunismo ruso que teóricamente presupone la su
bordinación del individuo a la masa, promete, al re
vés, una esperanza de nuevas individualidades, de
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 113/156
~ e s e a r VIVIr la vida ellos. N o para captar la obra;
smo por el hecho simple de repetir su experienciavital. Mi predilección está en la época moderna:
amo éper.dument la vida del caballero Descartes . Me
i ~ p r e s ! o n a como misterio de los más grandes de la
frlosofia, que aqueiia juventud errante y sin tino.haya producido al fin tal metafísico. ·
-S i hubiera seguido tal camino, EIIos . . .
-S i hubiera hecho tal cosa . . .-S i no hubiera sido por . . .
-N o desesper-es . Si eres hijo de los Dioses eiioste esperarán al final de todos Ios caminos . . .
. La i ~ t o r i a de los últimos tiempos presenta paradoJaS ternbles : as í la s o c i e d a d ca·pitalista, producto en
g r ~ n parte del individualismo, pues la propiedad
pnvada, los derechos individuales, ·la libre iniciativay muchas realidades económicas y sociales oor el
estilo la sostienen, traído por c o n s e c u e n c i ~ este
resultado espantoso: la anula·ción del individuo. El
hombre no existe si no es un valor económico social ·'
nuevos seres renacientes, puros, <ibr-es, en una so
ciedad resucitada!
Un a vez que la mente ha reducido todo a idea,
¿por qué empiezan a molestar tanto los seres? Cuan
do se llega a conceptualizar la humanidad, y con ella
se •conceptualiza al ser vivo de postura vertical,
cuando se piensa al hombre, éste que está a mi lado
ele hueso y músculo, debería desaparecer de mi con
ciencia como elemento interesante o molesto. Sinembargo, es cuando incomoda más, se hace más ní
tido, más biológico y así hasta la atrocidad. La pre
sencia de los seres humanos se torna agresiva en
lugar de desvanecerse. Tanto, que el que en el hom
bre piensa, ·por fuerza se torna solitario. A medida
que la mente del hombre busca abrazar la idea, los
seres nos invaden y quieren tiránicamente que sólo· seamos de ellos.
La idea siempre trabaja para que la poesía pueda
entrar en la universalidad. Los sentimientos son li
mitantes y estrechos, y el poema que se colma ele
ellos, quéclase ahíto en las redes •ele su propio iclio-
220 EMILIO ORIBE
ma; el que se ilumina con las ideas, vuela a todaslas lenguas ·como Simbad, pero levantado por sabias y diáfanas aves.
En pintura hay algo que tiende siempre a morir yes el color; por eso busca salvarse ·por medio de la
TEORíA DEL NOUS 221
da todo terminado recién entonces, cuando el ojo
del pintor ya no existe, ni su mano tampoco y ha
trabaja-do por él el tiempo.
En poesía, toda tendéncia cuya única originalidad
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 114/156
forma. El color se afirma ·en la forma para no morir. El ·color y la forma, pueden identificarse detres manera:S para realizar la obra perfecta. La iden
tificación viene antes de la creación; se realiza en
un acto de tiempo que precede al acto de concretarla forma, y entonces, color y forma, surgen perfec
tos y puros desde el primer momento. ¡Maravillosas
nupcias en la mente del ·creador, de las que éste a
veces ni ·es testigo! N o sabe por qué surgen las realidades así. Rafael puede ser ejemplo de esa genia
lidad anterior a todo acto. Pero ocurre también quela identificación se lleva a cabo después de una se
rie de pausas y ejercicios. Color y forma se alternan,
se persiguen y se ·complican cuatro campos distintos: mente, pupila, tela y objeto, ·como ·en juego
de fugas musicales, hasta que por fin el artista logra la identificación total. Ejemplo puede ser de
esto, Leonardo. En la tercera expresión del milagro,
color y forma, quedan un tiempo sin identificarse.Entonces interviene un factor nuevo, de gran efi
cacia e,n el arte, un argumento ·contingente pero vá
lido: el tiempo. El ·color busca amorosamente a laforma durante años, en los prados del lino; se va
desposando lentamente con ella, y al cabo de muchas
? é c a ~ a s o ·centurias, después de un viaje lento peromfahble, la alcanza y se identifica en totalidad: que-
consista en reaccionar contra las leyes de la armonía,
perfección y síntesis, morirá. La barbarie siempreprocede como si fuera una etapa larvaria. Su razónde ser sólo sirve éuando es un acto intermediario,
que da lugar a otra manera de perfección.
Imaginemos a Kant poeta. N o cuesta mucho e
igual ocurre con Schopenhauer; ·en la filosofía moderna ha'brá pocos seres que más hayan sentido la ·
metafísica de lo bello que esos dos autores. Imagi
nemos a Kant escribiendo un poema sobre un epi
sodio de su vida, ren que se hubiera visto obligadoa infringir la 1ey moral. Kant se habría confundidoen esos momentos con Esquilo y Shakespeare.
El filósofo que más me ha impresionado siempre
es el buen reclesiástico inglés Jorge Berkeley, en su
teoría sobre la constitución del universo. Leído en
juventud me conquistó, vuelto a leer siempre mesigue apasionando. Cada experiencia de penetraciónen él me propor·ciona nuevos asombros; durante días
y días, ·puedo vagabundear viendo el universo a través de su.doctrina.
222 EMILIO ORIBE
En la Teogonía de Hesíodo, en la religión de los
griegos hasta te! siglo V y a través de la poesía de
Píndaro, los dioses aparecían •cargados de resplan
dores magníficos y terribles, en el canto, en el cie
TEORíA DEL NOUS 223
res pintores de la naturaleza. Esta será más bella,
imponente o exquisita en otras comarcas, pero los
paisaJes de los artistas europeos son superiores a los
otros. Podrían exceptuarse por ·ejemplo, los pintores
y dibujantes del Japón, pero la actividad de la inteli
gencia oriental explica también esos prodigios. La
explicación consistiría en que la naturaleza debe ser
estudiada, disociada, aprehendida por muchas gene
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 115/156
lo o en el mar. Luego, desaparecieron bajo el
milagro venido del Oriente. En el Renacimiento, volvieron a aparecer los dioses, con no menor belleza
pero con má:s humildad, en la tierra herida por el
arado y en las excavaciones de muertas ciudades. Lo
hicieron así para no ocultarse ya má:s en adelante,
pero para vivir aprisionados en los museos o en la
imaginación de los artistas. Conquistaron al fin la
permanencia, pero perdieron su fuerza y divinas eficacias.
La acción conjunta de la sensibilidad y la inteli
gencia sobre la naturaleza, sirve para explicar ciertos
milagros de la pintura. Miguel Angel, en los diálogos
de Francisco de Holanda, defiende el valor <;le la
pintura de Italia, colocándola sobre el resto de aque
lla de los demás pueblos : "y más os digo, que de
cuantos climas o tierras alumbra el sol, en ningún
otro país se puede pintar bien sino en el reino de
Italia". Po r lo que se refiere a ·confirma·ciones, los
hechos daban entonces razón a Miguel Angel, aunquedespués se formaron escuelas de pintura muy va lio
sas en el resto de Europa. Hioy mismo, por motivos ,
inexplicables a la lógica común, los mejores pintores
del mundo son europeos. ¿Por qué? Hasta los me jo-
'·
raciones de artistas durante años, para que puedan
pintarse paisajes con absoluta fidelidad y belleza. ·Los paisajes de Italia, la luz ele Francia, los mares
del Mediterráneo y •del Norte, las montañas y jardi-
nes del J ap6n, han sido pensados, trabajados, defini
dos en miles de desconocidas experiencias ele pintores.
En cada una de ellas, la inteligencia penetró en una
línea bella má:s íntima o en un matiz más oculto. Los
pintores conocen desde niños esas obras; y al mismo
tiempo, contemplan los paisajes y las ·cosas; directa
mente captan lo bello esencial y abstracto que se ma-
nifi.esta más allá ele lo bello sensible, ·de la mismamanera que la idea está más allá de la imagen en ·el
acto cognoscitivo. Otros pintores ·continúan en la
tarea men.tal que definiera Leonardo. Esto no signi
fica tradición ni escuela. Es una operación más diver
sa y viva: la necesaria intervención de la mente del
hombre en lo natural para que se pueda encontra1· la
belleza. Ciertas tonalidades de Leonardo, wmo cier
tos fondos de sus pinturas, pueden ser observados
desde ·cualquier rincón de los alrededores de Floren
cia, pero a condición de que antes se hayan visto loscuadros de Leonardo. Los ventanales del Museo de
los Oficios sobre el Amo, hacia más allá de la ciudad,
provocan reacciones estéticas tan vivas y profundi-
zadas como algunos detalles ele las telas expuestas en
224EMILIO OlUBE=============================
el interior del edificio, pertenecientes a primitivos yrenacentistas. Cada gran artista descorre un velo
en la naturaleza, y así ésta sin ser extraordinaria
'i sublime, ni imponente, ni virgen en un ·ejemplo
d:l!do; es siempre nueva, variable y distinta. Es ne
cesaria esa penetración de siglos para captar pai
sajes, esa ·estructuración de ahondamientos; cada
pintor, pues, como los músicos, realiza variaciones
b ~ t n ~ ~ n t e s sobre un mismo tema y los grandes
TEORíA DEL NOUS225
hay en la intimid:l!d de toda mirada decosmos que . , · b d· eni·al De ahí que Jamas artistas u en os eartista g · . p .
t aíses logran lo que logran los 'em·opeos. arao ros pe . , ., t el mundo no es mundo, smo punsuna repre-es os, ·, t 1
t CIo'n pictórica · representacwn men a , y eJem-sen a ' . . · el 1 · 1plo ello es el impreswmsmo de fmes e . sig o
pasado, inconcebible f u ~ r a de Europa. La pmtur a
es Inteligencia y el realismo que buscaba ~ e ~ n a r d o
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 116/156
paiSaJistas crean obras alrededor de rincones de lanaturaleza europea, no muy distintos unos de otros
. 'pero SI?mpre conservando originalid:l!d, y procedien-
do s e g t ~ n la ley de Jos trágicos griegos, que funda
m e ~ t a r a n sus obras inmortaies en asuntos muy pa
r e c i d o ~ e ~ t r e sí. explica porqué no hay gran
des paisaJistas en paises bárbaros, aunque allí exista
una naturaleza más hermosa que en Italia o Francia.
En últimos países, el universo se haya intelectualizado; en los otros, el universo es analfabeto. Es
bello para el ojo, pero sin contenido para el espíritu:
hay que empezar a trabajarlo. Quien dice esto refiriéndose a la naturaleza, debe extenderlo 'a las
más humildes cosas y la gran temática de la figura
humana participa de disciplinas idénticas. Puede ra-
zonarse en el mismo sentido refiriéndose a la figura
de los seres; se constatará ahí con más claridad la
superioridad de los pintores europeos sobre todos lasd , '
emas. Los temas de las naturalezas muertas de
Cézanne giran ·en torno a vulgares ·cosas universal
mente conocidas. !Pero sólo pueden adquirir perenni
dad en un pintor de ·experiencias acumuladas y en unambiente físico jerarquizado por la inteligencia de
miles de generaciones que saben romper la indife
rencia de las cosas, y realizar esa o ~ d e n < l l c i ó n del
es un idealismo metafísico en el fon?o, r e a h z ~ n d o s eiertas normas y zonas y épocas mtelect t ahza:das
en e . . E 1del nlaneta: la Italia del Renacimiento. n as na-
c i o n ~ s jóvenes o bárbaras hay que e s p ~ : a r ; hay
ezar por aprehender ·en la.penetracwn y la or de-emp e , , hn:l!ción estética de la naturaleza. Pasaran asi mue os
años, antes de que pueda crearse algo que no muera.
Cuando una filosofía empieza a r e d u c i r ~ e a fór
mulas se encuentra 'en peligro de muerte. S.I el creador del ·sistema vive aun, mayor es el p e l ~ g ~ · o . Las
cátedras son fuentes reductoras y . ~ e t n f t c a n t e ~ ;cuanto más resiste un sistema a la accwn de las ca
tech·as niás valioso es.
La inferioridad obligatoria de la cautela es una
consecuencia de la penuria de la cultura y el pensa
miento. En países mendicantes de ideas,. los qu : seatrevan a pensar tienen, si son honestos, Imperativa
mente que ser cautos y s u b o r d i n ~ d o s . Deben razo
nar teniendo en cuenta lo que se piensa en el mundo
de la crítica filosófica propia de otros medios supe-
226EMILIO GRIBE
riores. Sólo así se atreven algunos hombres a decir
algo de los griegos o medioevales y modernos. En
cuanto alguno se separa de esa actitud, inmedia-ta
mente se adivina la insolencia y la ignorancia. N o
existe jamás aquella seguridad y riqueza, aquel aplo
mo valiente y lúcido de un Nietzsche joven, por
ejemplo, al hablar de los griegos, de los jónicos y
de Sócrates. Cualquier pensador o estudioso euro
TEORíA DEL NOUS227
su clave; el universo ·es una síntesis ideas;,
por medio de ellas se cor:1prende. La.s 1deas poetlcas
50n las más fieles expreswnes del umverso. Las sen
saciones son alteraciones del universo, son vidrios
que ·dan d color a las cosas y las refractan y ~ I t e -ran en sus esencias, transformando lo que es 1dea
en objetos variadísimos y movibles. Las s e n s a c ~ o -nes son máscaras 'de las ideas; muy groseras mas
•
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 117/156
peo ·puede colocarse así, de igual a igual ante losgrandes ·sistemas y la actitud admirativa o crítica
es legítima siempre, como la postura que el adoles
cente Pascal adoptó en cierto instante írente a
Descartes. Se concibe hoy mismo, en centros de in
teligencia en actividad, las afirmaciones decisivas
frente a Bergson o Kant. Son voces que tienen un
fundamento más allá de la 'experiencia, aunque sean
equivocadas muchas veces. Así no ·extraña, aunque
se rechace, la opinión despectiva de Schopenhauer so
bre Hegel, tan desconsiderada y valiente. N o son
juicios ligeros: las inteligencias, bien nutridas en
facultades superiores, se hallan listas y ágiles como
los adolescentes atletas. En cambio, en los medios
semi agrarios y sin cultura estable, una afirmación
cualquiera ante un genio de la vida o del arte, resue
na a fa lso, origina desconfianzas, indica insolencia.
Conscientemente los hombres de los míseros pueblos
sin estudios superiores, deben presentarse ante los
grandes problemas filosóficos y sus expositores, con
el sombrero 1a mano, como los honrados y anti
guos peones de estancia.
El universo es algo pensado. Cuanto más se vive,
más se confirma eso. Las ideas son las que nos dan
caras, por añadidura. Vivir 'es
belloen.
universode ideas· también es real. Lo falso e mc1erto es lo
dado po ; el universo de las sensaciones, especies de
orácuios imprecisos y enigmáticos, creadoras de esos
obstáculos de pensamiento que se llaman los objetos
y los seres individuales.
La psicología por ahora, s1 es una ciencia, es la
ciencia de las metáforas.
He manif.estaJdo siempre un amor supersticioso
por los pájaros. He visto pá jaros americanos desde
niño en los bosques nat ivos y siempre me provocaron
un a renovaJda impresión de misterio: parecen núme
ros, enigmas, notas musica}es escritas. Un a garza
sobre una laguna se me apareció como un guarismo
perplejo. He comproba'do que las aves tanto son for
mas como enigmas. Láminas de textos raros, conpájaros de colores busqué siempre y pájaros de
cuentos indóstanicos y árabes. En las ciudades de
Europa, las ferias dominicales de pájaros me tu
vieron entre sus devotos; después, en los museos,
228 EMILIO ORIBE
aquellos colores petrificados; y las aves de las cate-
drales, los pájaros en la mano de los caballeros, loshalcones, las aves de siglos y las de minutos. Es cu-
rioso que así como casi todas las gentes prefierentener pájaros cantores en sus t:asas, yo sólo desearíaposeer una colección de pájaros callados, y ,si es
posible inmóviles, pero vivos. Un pájaro que cantaes sumamente hermoso tener, pero en un pájaro
TEORíA DEL NOUS 229
precisión m ~ e m á t i c a . Más aun, al fin iba a recoger
la gota de agua en d momento en que ésta se for-maba en la extremidad del ·caño y •estaba por des-
prenderse. Repitió esta hazaña las veces que quiso, ysatisfecho, desapareció.
1
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 118/156
callado existe siempre la posibilidad de una revela-ción maravillosa . . .
Hallábame una mañana paseándome por el cam-
P?· Me acosté sobre la tierra, bajo el alto y ar-diente, y me puse a leer no sé qué libro. Hacía
mucho calor y el aire estaba quieto. En esto, distrajo
mi atención un pájaro de oro bruñido y lutos, qu¡;
empezó a revolotear cerca de mí. Era un venteveo
barullento y arisco. Al rato, pude notar que teníased; en efecto, al lado mío había un depósito conagua debajo de una cañería metálica. El líquido caía
gota a gota en el depósito; era un agua fresca de ma-nantiales profundos. El pájaro se posó en el borde
de la tinaja, e intentó beber, pero como el agua esta-
ba aun lejos, no la alcanzó. Después de varias ten-
tativas infrnctuosas, realizadas ·con gran •cautela y
desconfianza, volvió a quedarse quieto. En un ins-tante observó como caían las gotas ·de la cañería y
empezó a realizar ·cortos y rápidos vuelos de unborde al otro del depósito, trazando diámetros y
recogiendo las gotas en el aire. Al principio se le
escaparon algunas, después no le fallaba el picotazo
y en cada viaje recogía un poco de agua con una
Dos hechos inversos de la psicología, que a la luzde una observación íntima resultán tan vulgares
como inexplicables y asombrosos: uno es la sensa-
ción, donde algo que no es ·conciencia pone en movi-
miento representaciones que están en ·la conciencia:
imágenes, perceptos, ideas y otros estados. Inversa·mente, otro es la voluntad donde representaciones de
la conciencia, motivos y móviles, ponen en movi·
miento algo que ,está fuera de la conciencia y quees de otro mundo : músculos y huesos, con el fin de
realizarse en acciones o ·contenerse e inhibirs·e. La
explicación del misterio ·consciente puede intentarseen •esas experiencias mixtas, en esos desniveles . . .Todo está en resolver la naturaleza de ese trance,en comprender el sentido de ese umbral que implica
tan grandes cambios en el umverso.
La piedra filosofal esconde fatalmente en su in-
terior otra piedra filosofal; por eso no vale la pena
descubrirla, siempre habrá que descubrir la otra!
Hay cierto instante de la actividad cerebral que se
caracteriza por su exactitud, precisión y reajuste.
230 EMILIO ORIBE
Es cuando empieza a instalarse seguramente una
esclerosis en los vasos cerebrales. Lo que antes era
creado como algo frondoso y exuberante, adquiere
cierta adecuación perfecta, preludio de la madurez.
Se articula un reajuste de la máquina, realizándose
en pleno funcionamiento, con la resultancia de con
ducirla a máximo rendimiento: El talento reajusta
do así produce las obras características del individuo
TEORíA DEL NOUS 231
perfumes delicadísimos que triunfan por un momen
to, pero que pasan pronto.
~
El poeta, cuando actúa ent:re los demás hombres,
se adueña de los elementos imponderables. Po r eso
nadie lo escucha; pero más tarde reconocen que él
vió el porvenir antes y mejor que los demás. Los
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 119/156
y la pre-esclerosis incipiente actúa como un arduolubrificante y un ·elástico regulador al mismo tiem
po. El secreto de ir aplazando la entrada ·en la vejez,
radica en prolongar lo más posible la mente en ese
estado de equilibrio, que a veces es un instante único
y otras veces un anticipo de la genialidad o un suave
adentrarse en las penumbras de la senectud. Aden
trarse con grandeza. Tal vez más que des'ear seguir
siendo joven, se deba aspirar a conservar tales ma
ravillosos instantes plenarios. Pero, eso es un miste
rio como tantos, que no depende del hombre. Viene
predeterminado en la estructura neuronal y sus co
nexiones, desde más allá de nosotros. También pue
de dar por resultado una embriaguez infinita y fu
gaz y pasar del todo y sin huellas y sin que podamos
detenerla, como un instantáneo vino . . .
El N ous es el libre movimiento que va de la na
turaleza a la gracia, de la contemplación a ·la inspi
ración y del conocer al crear.
Todos los inspirados que huyen ·del Nous, son
·falsificadores de sentimientos; falsificadores de
hombres y los técnicos construyen con lo que saben,pero sus previsiones ·con frecuencia fallan;. los poe
tas ·desdeñan los hechos y construyen con tmponde
derables siempre.
En horas de desaliento profundo, la sola presen
cia de un libro de versos de un gran poeta, basta
para hacernos. felices . No es necesario leerlo, allí
está y ·con su presencia nos hace bien. Es lo que
ocurre en el camoo en días de cansancio y calor. Enel momento de c ~ u z a r un río, aunque no rocemos el
agua, ·con sólo mirarla sentimos frescura.
¿Por qué ante algunos pedagogos o ante sus li
bros, se me ocurre evocar aquel desplante de Baude-
1aire cuando en un café preguntaba en voz alta :' d ·- ?- ¿N o ha comido U d. alguna vez, sesos e m nos .
Saben a nueces! . . . ? Hay escuelas que son como
figones, donde se sirven platos de esos, día a día.
Ningún pueblo puede pasar a una ·etapa de p ~ n s a -miento filosófico, sin antes haber agotado una epoca
232 EMILIO ORIBE
científica. Recién entonces será posible una origi-
nalidad en las ideas. Po r debajo de ella, los pueblos
son pintorescos y no originales. Ser pintoresco es
una ilusión de originalidél!d. Esta exige 'un esfuerzo
muy grande de la razón, aplicada a la ciencia y des-pués a sí misma.
TEORíA DEL NOUS 235
despierte me construiré imaginativamente hasta ha-
cerme como creo que soy hoy .
Pero al mismo tiempo, él no hacía más que fabri-
carse resistendas. Un a empresa fácil para los demás,
estaba erizada de ·dificultades para él. Era un auto-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 120/156
Aquellos que no admiten que la obra artística pue-
da ser sometida inteligentemente a correcciones ·
sucesivas o modificaciones esenciales y de detalle,
después de conocida y publicada, padecen de un
grave error. Existe la inspiración platónica y profé-
tica, la caricia del Dios que comunica las obras per-
fectas en totalidad, pero también existe la inspiración
complementaria, tan importante y rica ·en sus reve-
l a c ~ o n e s como su hermana. Hasta es más delicada y
sutil en sus fugaces presencias, como la del ángel
r ~ p i t e sus visitas inefables. a la casa elegida,msmuandose apenas y desapareciendo en el preciso
momento en que el hombre cree percibir su divinadiafanidad inconfundible.
No sé cómo soy. Cuando quiero saberlo ya no soy.
Sabré cómo soy ahora recién mañana; a pesar de
que sé que al esperar a entonces para verme como
soy,. habré cambiado mucho. Sabré algo de cómohe s1do, pero no como realmente soy. Pero, de to-
dos modos, no me esforzaré por saber cómo sov
hoy; ya lo sabré esta noche en sueños sin e s f u e r z ~alguno, y si me es difícil saberlo mañana cuando
fabricador de dificultades y esto, en uri medio deautofabricadores de facilidades, tuvo que serie de
terribles consecuencias.
Siempre que he observado ceremonias religiosas,
misas dominicales o solemnes, me ha complacido
observar al sacerdote oficiante, en movimiento fren-
te a los iluminados altares, entre el incienso y la
música. Visto de espaldas, con sus adornos vertica-
les de oro y sus quehaceres sacros tan minuciosos,me lo he imaginado como una enorme abeja. Un
pedazo de panal líquido de luces lo atarea . Un a her-
mosísima abeja! Más. La abeja griega, fabricante
de ideas, idéntica siempre, y que acompaña al cris-
tianismo desde sus orígenes . . .
Como el alma, .encerrada y bloqueada por la ma.:.
teria no es materia, así la poesía emparedada por la
forma, no es forma .
Lo esencial es saber crear hermosos versos; la
poesía viene después hacia ellos. N o os preocupéis,
234 EMILIO ORIBE
creadlos po r medio de la inteligencia o de h quesea, y la poesía nunca faltará a la cita.
~
Las más hermosas palabras son las palomas providenciales del poeta; siempre vendrán con una ideaen el pico. ·
...
TEORíA DEL NOUS
Algo que va siempre adherido a la i·dea de la in
mortalidad del alma, y que me impide aceptarla pormedio ·de mi razón, es ese pre-goce sensorial, previo
de esa misma inmortalidad
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 121/156
La idea es la entelequia de· ·la poesía: -la inmorta
lidad de esta última es una cuestión de inteligencia.
Un verso perfecto siempre contiene etT sí una emodó n infinita, aunque no exprese nada.
~
La música del verso es una creacton inteligente;
una poesía siempre es un problema ·de números.
El N ous llenará todo los resqmcws de tu alma.;así, cuando menos pienses en reali·dades concretas
y cuando menos te entregues a la acción, él te iráinvadiendo.
Llegará un momento en que el N ous no le impon
drá _más su ritmo a la a:ctividad. Seli
-bertará yse
internará por la selva explorando el ·mundo, para
bien dominar la naturaleza y las fieras. Se irá sólo,adelante de la acción, para poder crear y descubrir
co.n la luz pura y propia. La acción lo seguirá deleJos, como un perro fatigado al valiente cazador.
Améri-ca, por ahora, es d continente de lo provi
sorio. Todo lo que se levanta aquí es de corta dura-
ción; las casas y los hombres. Si Europa ofrece el
defecto de la cristalización, nosotros estamos en estél!do protop'lásmico. No obstante, una de las supe
rioridades nuestras sobre Europa, sería la facultady la posibilidad que tenemos -para construir ciudades
en cualquier sitio, circunstancia y momento. Al eu
ropeo le es imposible, hoy por hoy, levantar unaciudad enteramente nueva. Lo nuevo que se hicieretendría -que injertarse forzosamente sobre las ruínas
de las otras ciudades, y ya es sabido: una ruína nomuere nunca, sigue mandando siempre. En cambio
en América, en cualquier playa, en cualquier llanura,tenemos la posibilidad de levantar ciudades e iniciaruna civilización; si no lo hacemos, es por nuestra
incapacidad protoplásmica.
Si las ciudades europeas son Babeles corona:clasde torres ·ele marfil, las americanas son Babeles sin
torres. Los movimientos allá, las reformas, los prooTesos se incuban y ·se levantan en las torres y deo '
236 . EMILIO ORIBE
allí se hacen descender. Europa es Sócrates, es Descartes, es !fege'l, Pasteur . . . torres sobre los pueblos. A q ~ 1 , p ~ r ahora, todo se agita; no hay torresde m ~ r f t l , ·ex1ste el d e s o r ~ e n de lo protoplásmico,que solo ~ f a n a por nutnrse y accionar, e impideel establewmento de. jerarquías de inteligencia.
~
TEORíA DEL NOUS 237
no puedo imaginarme la presencia del mundo exterior ni su existencia, si no es por los perceptos quetengo de él. Cierro los ojos: creo imaginar un mun·do posible; no lo puedo, me encadenan los perceptosy reproduzco aun ·en a ~ a s :de la i m a ? i n a c i ó ~ , unmundo basado en expenenc1as perceptlbles. P1ensoen la posibilidad de que Marte o Venus estén pobla
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 122/156
Berkeley cree que el mundo exterior se reducetodo _a estados de conciencia; como la percepciónneceslta de estados ?e c?nciencia para ser posible, yovu,elco toda la conc1encta en las ·cosas y transformoa estas, que se presentan como algo fuera de mí enun todo dentro de mí. Es como si mi conciencia' actuase a ~ n o d ~ de una llama frente a los objetos. Siya soy 1deaüsta raumo así : la llama convierte enllamas a las otras cosas. Si yo soy realista razono :la llama no asimila, carboniza las :cosas reducién
dolas a átomos. Estas no se infiaman en IÍamas; sonal?o externo a la luz, algo que refleja luz, se ilumma pero no dejan de ser lo que son, para infla
m ~ r s e en luz. En donde dice luz, léase mi conciencia.Mt conciencia ilumina las cosas, pero no las trans··f_orma del todo en hecho de conciencia. Todo idea
h s t ~ es un encendedor del mundo externo; todor e ~ h s t a 'es un incinerador y un desmenuzador. El
lena externo, si existe en el árbol de la naturaleza' 1 'so o puede tSer conocido cuando se le ·enciende en
estados de conciencia o se le pulveriza en átomos.De todos modos, será sacrificado.
Cuando somos un poco astrónomos, colonizamoslos otros mundos con colecciones de perceptos; yo
dos, y en el acto los ·colonizo con perceptos más omenos libres, pero con raíces en este mundo.$'
En filosofía no hay a ~ t i g ü e d a d ni modernidad, yno valen argumentos o reproches fundados en eso.No hay tiempo, hay planos. Planos de profundidad,verdad y sinceridad.
Una hermosa poesía publicada en un mal periódi
co o conjuntamente con una mala poesía, pierdemucho de su valor. Las percepciones estéticas sonrelativas. En este ·caso, el diamante en un mal engarce es menos diamante. Pierde muchísimo. ¡Cuidado, que el vino rde Chipre en labios de un patánborracho no es el vino de Chipre!
~EL CRITICO : -: - Y o le llamo al pan, ·pan y al vino,
Vl110.
EL POETA: - ¡Bárbaro! Al pan llámale trigales,y al vino, llámale vendimias.
~El gran poeta Alvaro Armando V asseur, puro,
grave y sapiente, como un arúspice ·del si lencio y del
238 EMILIO ORIBE
lagos, ha pasado esfumándose con la sombra y elángel, entre el tumulto de nuestra ciudad y de loshombres vados, internándose después en los grisessenderos de la meditación esencial que tan bien conoce. Largas ausencias nos lo llevan. San Se]?astián,Nápoles, Lyon,· Madrid, lo sustraen a nuestra compañía; de tiempo en tiempo, retorna y lo h a c ~ conel silencio más divino y profundo.
TEORíA DEL NOUS 239
Bauclelaire y Rilke, ·de acercarse hasta la más íntimaidentificación, al arquetipo platónico del poeta en unsenti·do absoluto: aquel que hace exclusivamente desu poesía prisión, universo y libertad.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 123/156
Estos alejamientos determinan, no obstante, lapersistencia de devociones muy íntimas, tenues ydoradas, como hilos de astrales luces a través de losespacios y de las aguas. Pero, así también, tan perdurables y valiosas! En todo sentido, pues, en torno
a V asseur se realiza Ia purificación. El poeta de losCantos del Nuevo ll1undo, .Cantos del Penitente y
de El Vino de la Sombra, comparte en •estos momentos las etapas de nuestra realidad cultural y nacional,nos comunica su irradiación anímica al mismo tiem
po que noblemente nos dicta una norma insigne derectitud, aristocracia y severidad. El poeta siempredebe proceder así: vivir purificándose ele las tormentas íntimas y actuar entre las otras, conmovidoy alerta, pero sin mancharse, despojándose de ataduras y bienes, libre y f e c u n ~ d o a la vez. Imaginemos realizándose en él la indicación nietzscheana delpensamieñto y la sensibilidad más esenciales, queavanzan con ritmo de paloma en tierra, sin hacersesentir, actuando en forma ·decisiva y apenas per-
ceptible. _Deténganse los livianos jóvenes atléticos y los inteligentes, a escuchar los cantos de Vasseur, y afír-
mense los vacilantes ante este ·ejemplo tan próximodel poeta integral, grande como los nÍejores de América y digno, como Shelley, Herrera y Reissig,
Muy tristees
el hombre; que pasa fugaz por loque imagina ser, pero que permanece por lo que es.
Para algunas inteligencias es imposible conservarlas imágenes ele las cosas durante d más breve tie.mpo; en seguida las transforman i c l e ~ s . Sus r,ec:terdas son verdaderas colonias de tmpenos platomcos.Recordar es platonizar.
Dícese que algunas obras mutiladas son tan bellas,porque el tiempo les ha ido suprimiendo los a ~ o r n ? ssuperfluos. Las •estatuas incompletas: La V tetona
de Samotracia, el Discóbolo, el torso del Belvedere.Los mismos temolos griegos, sin techo. ¿Y los pensamientos no te;minados de Pascal? Sainte Beuvedecía de éste: "admirable escritor cuando termina,es
aun más grande ·cuando quedai n t e r r u m p i d ~ "
vez esa adoración por tales obras, sea el patnmomo
de almas muy exquisitas. Lo que S a i n t ~ B ~ u v e dicedel pensamiento de Pascal, puede a t n b m r s ~ a lapoesía de ciertos autores de . épocas muy r e f t ~ a d a s .Cuando se lee a Góngora, hay que separar ctertos
240 EMILIO ORIBE
v e r s ~ s de una ·belleza artística, que gozan de vidaprop1a en su poema. A veces, ni versos; bastan imá
g e ~ e s . En otras circunstancias, hay que mutilarloma:s PCI;ra destacar una palabra divinamente -colocada, y por ello Góngora es fatalmente mutilable.
$
TEORíA DEL NOUS 241
fuego artífice. y esto.ico, f o r m . ~ s proteicas i:;finitasreanimando la matena, ascenswn y converswn plotinianas. Monismos: fuerzas espirituales y vivas.
Espinosa levantó un dique frente a esa va:iedad
móvil y la detuvo. Matematizó el Ser. El D10s de
Espinosa es m a t e m á t ~ c ~ y sin quer:er se da. la ~ ~ n ocon el Ser de Parmemdes y el numero Pltagonco.
Goethe volvió a movilizar ese matemático Ser que
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 124/156
dice que las imágenes reproducidas en la mem?na :on más pálidas e imprecisas que Jas imágenespnmanas. La Catedral de Reims, cuyo recuerdoevoco ahora, aparecería en una serie de imágenes
n:_enos claras que aquellas del día de invierno del
a.r;o 21, en que entre lluvia, nieve y viento, la visité.S1, pero, ¿y el poder de la imaginación, de los innu
~ 1 e r a b l e s estados afectivos, no logran crearme acaso
1mágenes más nítidas que las primarias? Esas imá
genes construídas sobre las evocadas a las cuales se
~ e s ,ha ido agregando andamios,
l l e g ~ na superar lasnnagenes ve:daderas. Estoy seguro así que mi Ca
tedral de Re1ms, la que veo en mil maneras si cierro
los ojos ahora, es. más completa que la que yo víY hasta puedo af1rmar que es más real. De esas
operaciones provienen los desengaños que uno sufrecuando volvemos a ver algo que una vez vimos con
amor, y que t o d ? ~ los días recordábamos, agregán- ·dole con la emocwn de cada acto de memoria un detalle más. . . Y que volvemos a ver tal cual es con
e ~ a . otra ~ · e a ~ i d a d de lo exterior, y nos resulta p ~ b r e ,pahda e md1gna del largo sueño aáriciado. Los recuerdos son los mejores arquitectos.
$
.Los primeros panteístas hicieron identificar aDws sobre el Cosmos. Dios circulaba por el mundo :
reina en la Etica. El mundo aquí era Dios; pero Diosintelectualizado e inmóvil. La Etica es un microcosmos. Dios está ·en ella como en el triángulo de la
sabiduría. Goethe, repetimos, con su genio poéticovolvió a movilizar ese ·detenido Ser, esa Sustancia
matematizada y el Espíritu de la Tierra, móvil, f l ~ -yente y ·creador resucita la fórmula p a n t ~ í ~ t a pn-
mera, · la de los jónicos, la det fuego a r t l h c ~ .. La
poesía hizo el milagro de que el Ser dev1mera
Acción.
La pala:bra, fuera ·del pensamiento, marcha des
nuda y helada y triste, como la forma humana ex-
pulsada del paraíso.
Más misterioso que el cosmos es el cuerpo. En el
fondo de aquél hay leyes; en el fondo de éste no sabemos lo que hay. La conciencia es un enigma con-
teniendo el universo.
¿Qué •se es? ¿Lo que se hace? No? no se es loque sr: hace. Se es, apenas lo que ·se p1ensa. Lo que
242EMILIO ORIBE
se hace, es la sombra y la ceniza de lo qu .1 b . e se prensaa som ra y la cemza de lo que se es. '
$
Lo que hace que la materia ·sea tan d' .el e ' · tvma comod
. spm u, es que en el interior de ella están dormí-as o latentes todas las formas.
TEORíA DEL NOUS 243= = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = ~ ~nuestras espaldas un cono ele sombra. N os sigue, sealimenta con· la escoria ele las mejores obra:s, con el
malentendido de los demás, con nuestros defectos,con el rencor que •sin querer o queriendo despertamos. Muchas veces, ·ese ·cono ele sombra, toma ·cuerpo y se moviliza, se hace vida, se levanta y nos sustituye en la mente de muchos seres. Y de los seresqueridos e inteligentes! . Muchas personas nos juz
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 125/156
La a:cción es la c e n i ~ a dd espíritu que es hsie L , . ' oguera
mpre. os que solo quteren aniÓn son comotolre.s. qude en d invierno se calientan' con c e n i z a ~ ~ :e sltw ' onde hubo f El ·
h , 1 uego. vtento concluirá porec arse as a los ojos.
$
Necesitamos más de los deseos de conocimiento¡u e los d e s ~ o s de h:roísmo, y siempr·e será infini-amen supenor en epocas normales, un acto de
pensamtento y de ·creación por más ínfimo que seaque un acto de valor. '
. que la mulatez heroica, necesaria nos 1mfmlta · oh , d'f' . es a
b , ' ' pero que · 1 tcll de percibir y valorarco. ardta de s a c ~ i f i c a r n o s encerrados en n o s o t r o ~mt.sn:os, con el fm de pensar, ignorando "que hanextshdo hombres antes ·que nosotros" D .
t H 1 ' como es-c a ~ d e s d e n o anda. El p ensamiento es el único héroevet· a: ero el ·que d 1 .' . or ena e ·caos, ·exphca lo absolu-
to, revela la hbertad y la defiende. - .
t En ,nuest:o pensamiento o en nuestra acción, cuano mas aftrmamos la personalidad, más crece a
1
gan por los datos que él proporciona. Al dirigirsehacia nosotros, chocan con él y no pasan de sus umbral-es. De ahí que los juicios que ·se forman sobrenosotros están determinados por los datos de uncuerpo que es la sombra de nosotros mismos, y queno nos pertenece absolutamente. Otros nos ven desde los límites del cono, así como desde una niebla.Pero, lo ·cierto es que cuando rtos creemos más definidos, ·cuando juzgamos nuestra actuación y nosimaginamos íntegramente claros, y aspiramos a que
los demás nos vean ·a:sí, ha:cemos olvido total delcono de tinieblas que nos continúa, y que constituye nuestra personalidad única para muchos seres. Yque por fin, en manos de un Dios irónico, hasta puede ser que sea lo único que sobreviva de nosotros ..
Piénsese y obsérvese bien en lo íntimo, y se veráque lo único necesario que hay en el universo es la
consciencia. Suprímase a ésta, si es posible en unaabstracción penosísima y se verá que la naturalezatoda es de una insignificancia tal, que equivale a unpuro no ser. Recuérdese un hecho aislado cualquierade la infancia; vienen ·en una imagen multitudes decosas o algunos seres queridos. Sólo ellos viven; a
244 EMILIO ORIBE
su alrededor hay una sombra, un vacío, un desierto.Es la naturaleza sin el yo; lo no percibido o lo olvidado.
La percepción hace que fenómenos testimoniados
TEORíA DE!t. NOUS 245
tre su t0rre de huesos, pero no sé nada de él; sé de
mi mano y de mi pecho; por lo ·menos, éstos apare
cen como reales, y mi ·corazón también, si el radió
logo me evidencia su inquieta sombra; pero ni comodato directo, ni como construcción perceptiva del
cerebro algo. Sólo por una analogía inválida puedocreer en él; su imagen es, por lo tanto lo único que
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 126/156
y condicionados por nuestros sentidos, lleguen a uncierto término de exactitud, que se revelan comoreales. Existencias por fuera del yo, esas cosa<s tan
variadas, no se satisfacen con la denominación de
imágenes, sino que se ufanan de realidades. Esta
ufan.ía es tan potente que desplaza todo lo demá,s, y,en cterto modo, es una egolatría infinita de las co
sas, sólo comparable a la del hombre en ciertos
ejemplos de locura. Pero esa misma percepción se
realiza con la coyunda necesaria de un órgano cere
bral, y éste a su vez, que nos hace percibir objetosreales, es una pura imagen. N u estro cerebro nunca
nos dará un percepto ·de sí mismo. V eremos otroscerebros. El nuestro no es objeto de nuestra expe
riencia jamás. Ningún sentido nuestro lo registrará,y menos aun, será registrada la parte de cerebro
donde se localizan las percepciones. Nun ca el centro
de nuestras percepciones será objeto de percepción.Ni viendo a otros cerebros funcionar a modo de fá
bricas, comprenderemos el secreto de un estado de
conciencia. Perolo
más prohibidoserá
siempre percibir nuestro ·cerebro como una cosa que nos revela
estados de conciencia; tampoco lo percibimos como
órgano fisiológico ni como objeto. De modo que el
cerebro, que es el fiador responsable del cosmos, no
es nada más que una imagen alucinatoria. Está .en-
de él existe, y si el mundo exterior es realidad, nopodrá negarse que toda la realidad se afirma en una
representación. Nuestro cerebro, cuando más, es unespejo situado en el fondo de una estancia en pe
numbras, frente a una ventana semi abierta; espejo
que refleja en él, trozos de paisaje de una realidadconstruida al reflejarse y que nunca conoceremos.
Somos la tierra de las 'inmensas fuerzas natura
les sin divinizar.
Todo el caos suramericano se debe a que Europa
penetró en estas tierras únicamente con la acción. El
pensamiento no ha venido, nada más que 'en formas
fragmentarias e inarticulares. Hemos creído queteníamos pensamiento y sólo era nuestra la técnica:
el pensamiento enfriado por la acción. El pensa
miento puro se ·evapora al pasar el Ecuador : sólo
viene un vino malo embotellado en lenguajes antiguos : un vino muerto, con algunas llamas de N ous...
..lt
Los poetas no nos engañan nunca. Son como
, nuestras sensaciones y facultades. Son oráculos di-
244 EMILIO ORIBE
su alrededor hay una sombra, un vacío, un desierto.
Es la naturaleza sin el yo; lo no percibido o lo olvidado.
La percepción hace que f·enómenos testimoniados
TEORíA DEL NOUS 245
tre su torre de huesos, pero no sé nada de él; sé de
mi mano. y de mi pecho; por )o menos, éstos apare
cen como reales, y mi corazón también, si el radió
logo me evidencia su inquieta sombra; pero ni como
dato directo, ni como construcción perceptiva sé del
cerebro algo. Sólo por una analqgía inválida puedo
creer en él; su imagen es, por lo tanto lo único que
el es
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 127/156
y condicionados por nuestros sentidos, lleguen a uncierto término de exactitud, que se revelan como
reales. Existencias por fuera del yo, esas cosa•s tan
variadas, no se satisfacen con la denominación de
imágenes, sino que se ufanan ele realidades. Esta
ufan.ía es tan potente que desplaza todo lo demás, y,
en cterto modo, es una egolatría infinita de las co
sas, sólo comparable a la del hombre en ciertos
ejemplos de locura. Pero esa misma percepción se
realiza con la coyunda necesaria de un órgano cere
bral, y éste a su vez, que nos hace percibir objetosreales, es una pura imagen. N u estro cerebro nunca
nos dará un percepto de sí mismo. V eremos otros
cerebros. El nuestro no ·es objeto de nuestra expe
riencia jamás. Ningún sentido nuestro lo registrará,
y menos aun, será registrada la parte de cerebro
donde se localizan ·las percepciones. Nunca el centro
de nuestras percepciones será objeto de percepción.
Ni viendo a otros cerebros funcionar a modo de fá
bricas, comprenderemos el secreto de un estado de
conciencia. Pero lo más prohibido será siempre per
cibir nuestro ·cerebro como una cosa que nos revela
estados de conciencia; tampoco lo percibimos como
órgano fisiológico ni como objeto. De modo que el
cerebro, que es el fiador responsable del cosmos, no
es nada más que una imagen alucinatoria. Está .en-
de él existe, y si mundo exteri'or realidad, nopodrá negarse que toda la realidad se afirma en una
representación. N u estro cerebro, cuando más, es un
espejo situado en el fondo de una estancia en pe
numbras, frente a una ventana semi abierta; espejo
que refleja en él, trozos ele paisaje de una realidad
construida al reflejarse y que nunca conoceremos.
Somos la tierra ele las inmensas fuerzas natura-
les sin divinizar.
Todo el caos suramericano se debe a que Europa
penetró en estas tierras únicamente con la acción. El
pensamiento no ha venido, nada más que •en formas
fragmentarias e inarticulares. Hemos creído que
teníamos pensamiento y sólo era nuestra Ia técnica :
el pensamiento enfriado por la acción. El pensa
miento puro se ·evapora al pasar el Ecuador: sólo
viene un vino malo embotellado en lenguajes anti guos : un vino muerto, con algunas llamas de N ous ..
$
Los poetas no nos engañan nunca. Son como
, nuestras sensaciones y facultades. Son oráculos di-
246 EMILIO ORIBE
fíciles pero infalibles. Tampoco ·se engañan a sí mis
mos. Saben maravillosamente bien lo que dicen y lo
que no dicen. Nosotros somos los que nos engaña
mos al leerlos y es por eso que la humanidad no loscomprende. Uno de ellos dejó dicho: . . . "for Y amone vVhon 111en lave no.t, and yet regrd'.
El tiempo es el que nos aclara los sentidos. Ellos
TEORíA DEL. NOUS 247
esa exigencia son interesantes, y hasta admirables.
Todo lo •contra.rio ocurre con otras personas. La ii11-
becilidad que la apreciación prime;a les otorga, se
borra, cuando se les considera como entes absolutos;
son entonces, grandes y admirables.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 128/156
han sido siempre exactos y siempre los mismos.
La mayoría de los hombres no hace uso de la razón, nada más que para · no perderla.
Cuando uno se informa del movimiento científico,filosófico o artístico de Europa, y aunque somera
mente, es capaz de sentir. el valor de los trabajosdel pensa,miento de aquellas tierras, siente pavor de
ser conciudadano de los ilusos que a la menor apa
rición de un subgenio tropical, proclaman la decadencia europea. Esta actitud revela a la vez i g n o ~ a n c i ae inferioridad. Corresponde, en prol¿ngación tem
poral, a aquella vanidad inferior de los mestizos y
mulatos de las montoneras gauchas de la independencia, cuando para despre,ciar a los ·españoles, }es
decían en tono despectivo: Godos!
Hay hombres que, en · términos absolutos, sonsustancialmente imbéciles; en la última apreciación
se ve que la naturaleza los hiz9 así. Por debajo de
Si la luna ejerce sU acción ·sobre los océanos en el
armonioso llani:a:do de las mareas, es innegable que
debe ejercerla también .sobre nuestra sangre. De
ahí esos estados de fina sensibilidad, de modulacio
nes indefinibles que en las noches de luna nos embriagan. . . La luna, diría Descartes, en nuestra san
gre pone en libertad a los ·espíritus animales. Aquellos
momentos inefables tal vez sean la consecuencia dealguna marea misteriosa que crece en los cilíndricos
cayados arteriales.
La claridad lechosa y húmeda de la atmósfera en
las noches de luna, es debida a que este desolado
planeta flota en torno nuestro en estado coloidal.
Tuve la certidumbre total, como revelada, de que
los ritos de la iglesia con las fórni.ulas consagradasno son imprescindibles para llegar a Dios, desde el
día en que mmió mi madre. Un a mujer santa y
religiosa que muere en su casa de campo, tras sufrimientos muy grandes, lejos de los auxilios ortodo
xos, porque era imposible llevarlos, abandonada así,
248 EMILIO ORIBE
por una forma de la voluntad divina, ¿no es lamejor revelación de que Dios es dueño de otros medios más simples para manifestarse, que los que la
Iglesia proclama?
Posiciones: creer en el Evangelio porque lo man
TEORíA DEL NOUS 249
Al estudiar la intuición de Espinosa, destaca
Brunschvicg, su eternida·d y totalidad y su exigencia
en apoyarse en lo que en el lenguaje de la Etica sedenomina la transparencia y universalidad del amor,
en la inmanencia y la certeza: de lo verdadero. Lo
lo
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 129/156
da la Iglesia (San Agustín).Creer en la Iglesia porque de ella ·es testimonioel Evangelio (Muchos).
Creer en el Evangelio a pesar de que lo manda laIglesia (Tolstoy).
Más que el amante y el poeta, d que sabe apreciar el valor de los sentidos es d filósofo. Sobre to
do, después de saber lo que es el mundo externo,
comprendido uno mismo, ·en.última esencia: una extensión sin propiedades o un ·cierto orden de fuerzas. . . Algo que pensado, no es nada. Sobre ésta
abstracción, ¡qué universo maravilloso levantan lossentidos ! Sólo algún poeta de los más sabios, alcan
za a gozar de la creación infinita que significa el
mirar nuestro hacia una ·simple cosa!
Un a de las finezas helénicas más puras fué la que
tuvo Platón, ·en su academia, ante la revelación deljoven Aristóteles, acabado ·de llegar de Macedonia,es decir, de algo semi-griego. Le llamó: el N ous en
la escuela. El N ous en marcha, corporizado. Sí, en
marcha durante toda la Edad Media, pero con otra
antorcha adentro . . .
que significa, para Brunschvicg, siguiente: quesólo se es filósofo, en la medida en que uno es ca
paz de plantear un solo problema allí mismo donde el
hombre de ·ciencia per·cibe ·dos problemas. Esto, enplanos superiores, parece evidente y aclarador en de
masía. En efecto, uno empieza a ser filósofo cuando
se si·ente afirmado de que tiene solución verdaderaele un problema filosófico. Cuando revela una capacidad así, toma pie firme en la filosofía; antes, cuando
percibía dos o más soluciones, podría ser profesor,erudito o científico; todo, menos filósofo. Esto es
muy grave y requi·ere ser analizado bien. Una posesión así de soluciones, hay que dividirla en dos clases:
soluciones filosóficas verdaderas y falsas. Por ejem
plo ¿será filosófico el "sentido común", cuandoofrece soluciones formales sobre el problema del
mundo externo, de la materia, de la vida? ¿ Será filo
sófica la actitud del que previo a análisis profundos,
tiene resuelto ya el problema del ser, de Dios, del al
ma y de la libertad? Claramente, uno se resiste aaceptar eso como filosófico. En cambio, la actitud
kantiana, que verá dos soluciones, "tesis y antítesis"en las categorías ele la razón, evidentemente de-gran "clase" filosófica. Uno mismo, en el vértice ele
las dos soluciones ele cada una de las antinomias, se
considera más filósofo que los anteriores. Con todo,
250 EMILIO ORIBE
la interpretación Espinosa y Brunschvicg, merece
tener validez frente a los especialistas de filosofía,
habituados a exponer las posiciones antitéticas de
los problemas metafísicos. Y que; dominando clara
mente las argumentaciones, no ofrecen soluciones
originales a ninguna de ellas. Evidentemente son
críticos, expositores o eclécticos: todo, menos filó
sofos. Para ser esto hay que ver un solo problema
TEORíA DEL NOUS 251
enturbia y deshilvana. . . Analizarla es empañarla;
no, s.e .la puede rozar con el más mínimo intento de
a ~ a h s i s , porque se lastima y se resiente. La concien- ·
cia procede como algo opuesto a la naturaleza· conun pudor más vivo. '
Las palabras son sucios mendigos acumulados
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 130/156
donde los demás ven dos, y admitir una soluciónmetaHsica única en donde históricamente se anun
cian dos o más. El filósofo empieza ahí, después de
conocer; y lo curioso es que más se acentúa el valor
de una filosofía cuanto más exilativa y unificadora
sea, hasta ir a admitir, como Parménides oEs·pinosa
o Hegel, una solución para todo. Esta explicación
de lo filosófico es, y conviene señalarlo, de corte
evidentemente pragmatista, aunque Espinosa no sea
nuestro contemporáneo. Total: una solución dualista
no es metafísica.
La naturaleza, dicen, en su impasibilidad absoluta
con respecto a sus criaturas no siente perturbación
alguna al ser revelada. Analizarla es aclararla. Las
leyes que en su seno descúbrense, no la alteran en
lo más mínimo; tal vez, eso sea en ella una super
consciencia de la cual nunca alcanzaremos el verda
dero secreto de su ·destino. Ta n inmenso es lo que
oculta y tan pobre lo que r·evelamos en ella; de cualquier modo, la naturaleza se ha prestado dócilmente
a toda tentativa de las revelaciones. Sólo ofrece una
resistencia pasiva. La conciencia, en cambio, se per
turba contínuamente al ser revelada; se resiste, se
frente al templo de las ideas y los símbolos.
Me s o : p ~ e n d e día a día la dificultad que presentan los sistemas morales y metafísicos posteriores a
D e s ~ a r t e s y Kant. No son penetrables. Entre esasadmiraciones parásitas que uno tiene, recuerdo que
que una ~ o b r e todo era intensa en mí. Admiraba a
los expositores de filosofía. Aquello era tan mila
gr?so p a ~ a mí ~ ~ m o el ver recetar lo es para cual
q U I ~ : patan. Quien me exponía a Kant y Espinosa.
QUien a B e r ~ s o n . Comprendo ahora que el que ex-
pone, puede Ignorar al autor. En letras es más claro
Saber ~ i t a r , el argumento de Hamlet, o todo el t e a ~tro del mgles, no es lo mismo que conocer a Shakespeare o al mismo príncipe de Dinamarca.
Al revés de Anteo: ·cuando toco la tierra empiezo
a perder fuerzas infinitas. '
La sensación de existencia que proporciona una
cultura, se concreta a veces, en imágenes sumamente
252
EMILIO ORIBE
simples. Un a de ellas, es curiosísima y consiste enarraigar la imagen física del país creador de cultura,a la capa de corteza terrestre que lo sustenta. Fíjesebien e;te detalle: la filosofía de la historia tiene
una acción afirmante y fijadora: invita a concebir
a la cultura no hundiéndose en el tiempo, sino en latierra. La historia presenta esa necesidad de verti
calidad hundida y profunda. Los ·países europeos
TEORíA DEL NOUS 255
o pueblos? Al principio y al fin, sangre, sufrimiento,guerras. La sangre humana al penetrar en 'la tierra,
actúa com<;> fermento aglutinante y afirmador. Des
pués, las leyendas, las hazañas, las tradiciones. Y al
fin, sangre y el tiempo. Se'rá todo? Es posible quehasta la injusticia y la miseria y las tiranías, sean
afirmativas en ese sentido. No obstante, lo más ne
c e s a r i o es el pensamiento de ·ese pueblo. . . Lo que
fija más que la sangre es el Nous. La razón, hun
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 131/156
están, en ese sentido, milenariamente afirmados enla tierra. Dijérase que no pueden ser borr<l!dos por
otros, y en caso ·de concebir una ·confederación denaciones, se debe imaginarla como constituída por
mónadas culturales, hondamente afirmadas en lugares geográficos. Los países nuevos, los sin histo
ria y las colonias, impresionan como organizacionespolíticas superficiales; mudables, sin esa convicción
de fijeza inalterable que .transmiten los grandes an
tiguos pueblos. Apóyese este razonar en imágenes yejemplos y se confirmará. El hombre es realista: en
lo que cree más, es en aquello que en su mundo externo se afirma mejor ·sobre la tierra. El mismo a f ~ nde realidad ·se asocia al destino de las ciud<l!des : Ro
ma, Bizancio, París. Están rozando el centro de la
tierra; no pueden ser borradas. Los elementos históricos son como pilones arquitectónicos que des
aparecen ·en el subsuelo; un verdadero pueblo, si
tiene altura y grandeza, tiene también varios pisossubterráneos, muy sólidos y ricos de vida y sus his
toriadores operan en descensos, con la precaución de
los arqueólogos. Es indudable entonces, que un pueblopara ser tal, debe tratar. de qüe la idea que él provoque ·se vincule a una imagen telúrica de la es.pecie
citad :t . ¿Qué elementos entran en esa fijación delalma nacional de un conjunto de individuos, familia
dida en la tierra, precipita en granito y cuarzo. La
sangre, por sí sola, daría una argamasa inerte; el
humus oscuro y fecundo; lo que hace vivir y dig
nificar esa sangre y ·esos huesos de hombres, es laciencia, el arte, las leyes, la idea de libertad y la
creación filosófica, que el pueblo pudo elevar. Esono asciende y huye en los •cie los; se precipita a la
tierra y es el agudo hierro indestructible que se hunde y más resiste al tiempo y a los hombres. La cul
tura húndese en la tierra; como rara quilla, navega
hundida inmensamente; a través del granito y el
tiempo. Recién así, y en otro ·sentido del que asigna Worringer, se debe sustituir lo de Frobrenius:
"L a cultura es la tierra que el hombre hace orgánica" por esta : "E s el N ous hecho t ierra y la tierra
hecha Nous".
una voz a los hombres :
-Prometeo, a quien Júpiter mandara encadenar' . 'esta hbre de nuevo y trae el fuego divino para nos-otros. Alegraos; Prometeo no está ya má:s esclavi
zado; trae el fuego total, el inextinguible, que conquistó con su encadenamiento.
254 EMILIO ORIBE
(Los hombres, en baja voz) : -S í , pero ahora
nos esclavizará a nosotros . . .
Toda poesía verdadera, destinada a perdurar,
tiene que estar revesti•da de finísimos elementos in
telectuales. Lo intelectual en el verso es la de dia
(. TEORíA DELNOUS
255
¿y por qué p r o t e s t ~ r , si -el poeta ele hoy procedec ~ m o el guerrero a ~ 1 t l g u o ? Como éste, libertandot1 o p e l ~ , s bellas fteras africana:s por delante desus eJercltos, aterrorizaba a los romanos, el poeta
moderno suele colocar, defendiendo •su obra, imá
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 132/156
mante invisible armadura, que sostiene al sentimiento y la emoción poética. Transcurren los años y loque al principio pareció frío, intelectual y razonante
en el verso, no aparece como tal, sino que se confunde con el fondo de la poesía y llega a constituir el
mayor mérito de ella. La poesía inmediata, senti
mental, espontánea, sin un refuerzo de ideas, a pesar
ele su vitalidad extraordinaria, muere a los pocos
años por falta del elemento inmortalizaclor del Nous.Es fácilmente alcanzable y superable lo del corazón;
lo que la mente ·crea y afirma como eterno, no essuperable nunca!
Ha y matices del elemento intelectual. Infinitos
matices y gra:dos. El verdadero poeta es el que hallaun sentido justo para una época. En poesía, muchísi
mo de lo que aparece como intelectual y construído,mañana sufre la ·catarsis emotiva, la transustancia
ción que lo va transformando en purísima emoción.Lo que emociona ele inmediato, mañana es olvidado;la poesía superior ·es aquella que, conteniendo gran
eles ideas, se va vistiendo con las emociones que despierta a medida que se la .lee . . .
genes audaces que atemorizan al filisteo.
_Un astro es un número cargado de luz y pensamtento; un número ·es el esqueleto de un astro.
. ,En nosotros prenderán enseguida semillas de accw?, teorías y movimientos •sociales, democracia in
!enor o m e ~ i a n a , , o sean, facilidades. Las grandes
t d e ~ ~ q u ~ d a : a n _ c _ a ~ d a s como diamantes en limos ; laaccwn, sm mhtbtcwnes de ideas, engendrará ciega
m ~ n t e lo que t r ~ e en germen; los hombres generosos
e m g e n ~ w agitadores de ideas, renovadores, tiranos tn·anos. Nuestra ~ m é r i c a , será el paraíso de
tiranos por mucho ttempo, mientras no la clariftque el Nous.
Cuando uno. se compenet ra de las trágicas vicis i-tu?es del gem? e? Europa, la peregrinación de
~ ~ e ~ z s c h e , la mtsena de Comte, el profesorado pro
vmcta_no de . Bergson: concluye por desesperar denuestt o destmo. ¿Cuantos miles de grados aproxi-
256 EMILIO ORIBE
mativos de inteligencia tendrán que repetirse, para
que en las lagunas espaciales ·de nuestro continentepuedan desarrollarse ~ s a s íntimas epopeyas metafísicas?
El proceso interior de la pintura es retina, ideay brazo. El brazo obedece ya a la retina, ya a la
idea; en ciertos casos, como en -el cubismo, el pintor
coloca entre la retina y la idea distancias p l a n e t a
l1
TEORíA DE L NOUS 257
sedimiento de los pueblos, y hasta puede traducirsepor esas mil desviacione-s simplistas y brutales que
constituyen el caos: la acción ·desordenada, la esclavitud, el infierno.
Como el vino al desbordar de las copas transformábase en turbio fuego, cuando Mefistófeles se
burlaba de los bebedores en la taberna de Auerbach,
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 133/156
rias. Entonces d brazo es esclavo de la idea; el cubismo es ·en pintura, lo que el idealismo en metafísica.
"Ce n'est qu'11m oeil", fué el reproche de Cézanne a
Monet; pero éste puede airadamente responder, re
firiéndose al cubismo : ee n' est que la mala,dressed'une idée.
E l más fecundo resultado mnceptual de las mate
máticas no es la idea del número; sino la idea del espacio que brota de ·ellas.
La ansiedétd del pensar bien, conduce a la angus
tia metafísica. Puede condensarse en una agrupaciónde hombres de una época, o en un pueblo, un so rdo
afán de pensamiento que no logra expresarse bien.Este pensar que no alcanza a fluir hacia la forma
expresable por la falta de materia que impulsar, estepensar en el vacío, agítase en el fondo de muchosseres y engendra una angustia infinita. La mayorangustia, la de·querer ·crear y abrazar la nada, puedepermanecer en agresiva beligerancia sec-reta, en el
así por los bordes de un espíritu enfermizo que conozco, caen transformados en fobias los más finos
pensamientos.
La imagen de su espíritu atormentado, era una
copa de diamante rebosando un licor que al caercoagulábase en forma de cabellera de Medusa.
La racionalización de la naturaleza en pintura,culmina en ·la simbolización geométrica. Paolo U ce
llo hace combatir caballeros como figuras abstractasy -descarnétdas, o dibuja una delirante cacería, que
se desarrolla en un teorema de valores plásticos.
Esta escena de caza, tan dramática y genial, hace
pensar ·en .cosas antitéticas: una pizarra colosal llena
de fórmulas matemáticas, o una sinfonía escrita y
desarrollada en líneas y volúmenes en la pared.
Coexistente, junto a la geometrización estilizadaestá el encendimiento místico, la ·espiritualizacióndelirante . la desmaterialización extrema: por ejem
plo, lo$ :delgados y ligeros galgos, con su claridad
lO
1
258 EMILIO ORIBE
fugaz, corren de aquí y allá, entre la selva oscura yparecen talmente fuegos fatuos. Los caballeros vue-lan detrás de ellos ·como almas imantadas por aquelmisterio. Mas de otro punto de vista, este U cellocon d cerebro geometrizado, presagiaba una épocaen que la naturaleza sería vista, por artistas y sabios,como una armonía de leyes, formas y categoríasmatemáticas. Las sombras de Platón y Pitágorastoman a los artista·s y les enseñan de nuevo a ver;
es l, se
TEORíA DE L NOUS 259
Imaginar estados ele conciencia como obreros dis-puestos en fila, que descargan ladrillos frente a unedificio en construcción. Un obrero recibe materia-les de frente y los arroja sin mirar, por encima delhombro. El último forma un montículo ordenado. En
la conciencia, cuando cualquiera ele los obreros, des-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 134/156
decir, éstos, despiertos del sueño medioeva noenfrentan siempre a la naturaleza desnuda y real,sino que la miran a través de los filósofos griegos.¿N o es más radical y terrible aquello de Pietro dellaFrancesca "·conmueve el dodecaedro hasta la ternu-ra", que el lema escrito por Platón en la puerta ele
Academia: ''Nadie ·entra aquí si no es geómetra?" Es
que en ·cierta:s épocas, este lema se arranca de laspuertas del recinto filosófico y se coloca a la entradadel Cosmos, de la naturaleza bella ·e infinita, de la
idea mística en el Paraíso del Dante, de la poesía yde la misma música . . . ¡Sabiendo todo esto, cuántainocencia y al mismo tiempo cuántas intencionespudorosas, ·se notan en la pintura cubista y en lamúsica moderna . . . !
Se habla a menudo de Heráclito, cuando se ana-liza ·el devenir, la duración bergsoniana de lo cons-ciente. No obstante, el impulso vital, en aquello quesignifica wnciencia y liberta•l evolucionando y crean-do, proviene más bien del Nous helénico, aliento sínel cual, la rr,ezcla primitiva ele las cosas no hubierasalido ele las inercias nunca.
pués de menos de un segundo en el tiempo ele trabajo,se da vuelta y observa, ve que todo el edificio ya
está construido.
La oresencia del N ous se revela en el instante mi-a g r o s ~ en que podamos libertarnos de la convicciÓn ·
más profunda de que sólo somos una fortuita com-binación de átomos, para ir a afirmarnos en la creen-
cia inequívoca de que somos el resultado de una te-leológica intención inteligente.
Un sueño. Frecuentemente sueño con una estanciadonde viví siendo niño. Un a gran estancia con ar-boledas inmensas, corrales de piedra y poblacionesde material en forma .de cuadro. Este período de miniñez ha sido cantado por mí en algunas poesías.
Debió causarme una impresión muy viva aquellavida, porque a menudo surge ·como tema dominan-te en mis sueños. Debo agregar que mientras estoydespierto me en1uentro emancipa:do totalmente detales lugares, no hablo con nadie ele ellos, ya no me
260EMILIO ORIBE
vincula ningún interés, ni existen asociaciones es-
tablecidas con dichos sitios que pertenecen total-mente a un pasado de hace veintisiet•e años. Vivensólo en la memoria inconsciente y en el sueño; no
surgen provocados por ningún motivo más. No obs-
tante, es asombrosa esa persistencia de surgir mien-tras duermo. Por ejemplo, el sueño de anoche es
éste. Ambiente, en general, reproduciendo el de una
gran quinta; más allá, los campos. De extraño sólo
TEORíA DEL NOUS 261
más allá del lenguaje, de estar en una realidad y de
que los de antes, eran otros sueños. Por fin, soste-ner la tesis de que ya no soñaría más con ese tema
desde entonces, por la creencia de haber visto y vi-sitado en sueños los lugares familiares de tantossueños repetidos.
NOTA :-Muchos meses transcurrieron despuéssm que el sueño se reprodujera. (1934).
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 135/156
noté unos árboles frutales que no había en mi niñez :
unos árboles carga:dos de membrillos del Japón,muy voluminosos. En el sueño, yo aparecía con la
edad que tengo hoy, y hablaba con mi madre quefalleció hace diez años. Diálogo afectuoso, natural,
sin sorpresas, como si ella siguiese viviendo. En el
sueño yo tenía la convicción de que había vuelto porunos días a la gran estancia. Del diálogo con mi ma-
dre lo que recuerdo y es fundamental, es esto. Y o
decía: -Ahora, he vuelto por fin a esta estanciaque tanto deseaba ver. A menudo soñaba con ella,
de modo que en a:delante, no volveré a soñar más.(E l significado ·de ese lenguaje, en el p e n s a 1 1 i e n t omío, mientras hablaba en sueños así, era éste: que
el hecho de volver a ver un objeto o lugar con el
cúal se ha soñado repetidas veces, trae como con .
secuencia que no se sueñe más con él) . Se realiza
así algo como una despreocupación, fruto de unacatarsis. Recuerdo bien que ·esa era la idea que te-nía mientras hablaba con mi madre en sueños. Repi-
to que el diálogo con ésta era natural, como si ellasiguiera viviendo y creo que el sueño terminó así.No recuerdo más. En síntesis ; en un sueño tener
conciencia de que se ha soñado otras veces sobre te-
mas de ese mismo sueño. Además, tener seguridad
$
Bergson, en una carta publicada en 1928, a raízde la distinción que se le hizo al acordársele pre-
mio Nobel, dejó ·entrever algo que es discutible y
hasta contradictorio con su doctrina, ·en el sentido
de que olvida aquello de que el espíritu "siempredesborda lo ·corpora}". En la referida carta señala
el filósofo que el cuerpo de la humanidad iba cre-ciendo sin cesar, debido en gran parte al desarrollo
de la ciencia aplicada y de la técnica, mientras el
alma en cambio, permanecía infantil. N o acompa-
ñaba ·con su crecimiento paralelo los progresos delcuerpo. Acéptese o no, esa conclusión, con todo elvalor qne le da la autoridad ·de quien la emite; pero
si eso lo dice desde Europa y en un siglo de nuncavista especulación sobre la física atómica, y la m a t emática y la biología, en donde casi todo es espíritu,más brutal debe ser el contra·ste en estos ambientes.E11tre nosotros, sí que es constatable: la riqueza de
la técnica, de los adelantos mecánicos, de todo loque se denomina progreso material, abruma y se im-pone totalmente ante una inferioridad espiritual me-
nos que infantil, y éste desequilibrio nos matará.
N o podremos soportar la monstruosa desigualdad.
260EMILIO ORIBE
vincula ningún interés, ni existen asociaciones es-tablecidas con dichos sitios que pert:enecen total-
mente a un pasado de hace veintisiete años. Vivensólo en la memoria inconsciente y en el sueño; no
surgen provocados por ningún motivo más. No obs-tante, es asombrosa esa ·persistencia de surgir mien-
tras duermo. Por ejemplo, el sueño de anoche es
éste. Ambiente, en general, reproduciendo el ele una
gran quinta; más allá, los ·campos. De extraño sólo
TEORíA DEL NOUS 261
má:s allá del lenguaje, de estar en una realidad y ele
que los de antes, eran otros sueños. Por fin, soste-
ner la tesis de que ya no soñaría más con ese temadesde entonces, por la creencia de haber visto y vi-
sitado en sueños los lugares familiares de tantossueños repetidos.
NOTA :-Muchos meses transcurrieron después
sm que el sueño se reprodujera. (r934).
$
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 136/156
noté unos árboles frutales que no había en mi niñez:
unos árboles carga:dos de membrillos del Japón,muy voluminosos. En d sueño, yo aparecía con la
edad que tengo hoy, y hablaba con mi madre quefalleció hace diez años. Diálogo afectuoso, natural,
sin sorpresas, como si ella siguiese viviendo. En el
sueño yo tenía la convicción de que había vuelto porunos días a la gran estancia. Del diálogo con mi ma-
dre lo que recuerdo y es fundamental, es esto. Y odeda: -Ahora, he vuelto por fin a esta estancia
que tanto deseaba ver. A menudo soñaba con ella,de modo que en a:clelante, no volveré a soñar más.
(E l significado de ese lenguaje, en el pensalmientomío, mientras hablaba en sueños así, era éste: que
el hecho de volver a ver un objeto o lugar con el
cúal se ha soñado repetidas veces, trae como con .
secuencia q w . ~ no se sueñe más con él). Se realiza
así algo como una despreocupación, fruto de unacatarsis. Recuerdo bien que ·esa era la idea que te-nía mientras hablaba con mi madre en sueños. Repi-
to que el diálogo con ésta era natural, como si ellasiguiera viviendo y creo que el sueño terminó así.
No recuerdo más. En síntesis; en un sueño tenerconciencia de que se ha soñado otra:s veces sobre te-
mas de ese mismo sueño. Además, tener seguridad
Bergson, en una carta publicada en I928, a raízde la distinción que se le hizo al acordársele el pre-
mio Nobel, dejó ·entrever algo que es discutible y
hasta contradictorio con su doctrina, ·en el sentido
de que olvida aquello de que el espíritu "siempredesborda lo corporal". En la referida carta señala
el filósofo que el ct{erpo de la humanidad iba cre-
den:do sin cesar, debido en gran parte al desarrollode 1a ciencia aplica:da y de la técnica, mientras el
alma en cambio, permanecía infantil . N o acompa-ñaba ·con su crecimiento paralelo los progresos del
cuerpo. Acéptese o no, esa conclusión, con todo elvalor que le da la autoridad de quien la emite; pero
si eso lo dice desde Europa y en un siglo de nuncavista especulación sobre la física atómica, y la m a t e ~mática y la biología, en donde casi todo es espíritu,más brutal debe ser el contraste en estos ambientes.Entre nosotros, sí que es constatable : la riqueza de
la técnica, de los adelantos mecánicos, de todo loque se denomina progreso material, abruma y se im-pone totalmente ante una inferioridad espiritual me-
nos que infantil, y éste desequilibrio nos matará.
N o ~ o d r e m o s soportar la monstruosa desigualdad.
262EMILIO ORIBE
-Espiritualmente, apenas si poseemos un anuncio -de
resplandores o una película casi invisible, que lleva
mos como un gironcito de ·escarcha vacilando sobre
el ala gigante de un avión. Materialmente y sin me
recerlo, poseemos y manejamos todo lo que crean
los hombres europeos; sin poseer la cultura antigua
y el espíritu adulto ·de aquellos y sin percibir ni re
motamente esta ausencia.
TEORíA DEL NOUS263
Estilos sin ideas, inexpresivos v dolorosos como
el rostro de los ciegos, y los hay. Én ·música y poesíahay más.
$
Sea el Señor alabado, que me libró de mi.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 137/156
Resulta que hubo en la antigüeda:d una estatua
denomina:da de la Victoria de Akermos, anterior al
mármol de la Diké de Samotracia. Resulta que aque
lla victoria fué ideada por su autor de tal modo, con
el fin de dar ·en ella la impresión · de impulso en el
vuelo, que la repr•esentó arrodillada y arrastrándos ·e
en la tierra. Resulta que es muy viejo eso de que
hasta para ascender con las más firmes alas, sea
necesario antes representarse doblando y arrastran-do las rodillas.
Todo lo que hace la naturaleza será reducido a
ley, todo lo que es ley será reducido a ideas. Todolo que haga tu espíritu será reducido a fórmulas.
Fórmula es ·esquema y no .esencia. Un a fórmula
encadenará tu inconsciente, tu poesía y tus senti
mientos e ideas, y los hombres que vengan no sabrán
de ti nada más que lo que les diga esa letra esquematizada, que ni siquiera fué dicha por tí, sino que
alguno, el más sabio, el más audaz, o el más im
púdico, la dejó estampada al margen de tu vida y
de tu obra.
SANTA TERESA DE JESÚS.
Homenaje de delicadísima significación constitu ye el deshojar y .esparcir, anualmente, flores al pie
del monumento de María Eugenia V az Ferreira.
Nuevas generaciones de discípulas de aquella Uni-ve,rsidad que -ella honró con su genio y su enseñanza,
figuras ligeras y felices, con la armoniosa plastici
dad de las jóvenes de los frisos griegos, pero en
sombrecidas por 1a presencia de ·Una imperiosa inq u i e t t ~ d que la muerte imprime en sus ojos, desfilan,depos1-tando flores y se entrecruzan aquí, mientras
entregan sus tributos ante un símbolo que se eleva
en la llama de una figura incorpórea y dolorosa.
Puede decirs ()" que no todos estos adolescentes espíritus emocionados llegaron a conocer a María
Eugenia; generaciones sucesivas vienen, como en los
ritos consagrados, con sus ofrendas de entusiasmo
o veneración; lámparas novísimas ·se cuelgan al pie
del ara: !a figura de !a deida:d pertenece a todos ya.De los que vivieron al mismo tiempo que ella, pue
de decirse que muy conta:dos son !os que se acercaron a su alma profunda.
Su recogimiento y la altivez de su grandeza, por
264 EMILIO ORIBE
un lado, por otro la no comprensión de las externas
actitudes, o ambas ·cosas a la vez, la aislaron y laaiejaron de muchos -cuerpos, hasta enclaustrada ensu orgullo final, desdeñoso y -heroico.
No estamos aquí reunidos para comentar las causas que le tra ·eron dolor sobre la tierra; ni tampocopara valorar ·el mérito de la poesía. Los que la co
nocieron en los últimos años, con cierta intimida·d,sabemos que su dolor fué implacable, pero al mismo
tiempo adivinábamos la solidez de aq4ella gloria
TEORíA DEL NOUS
Oigo la sacra música que, en encendido instante,escuché de sus labios.
265
La voz de María Eugenia atesoraba una resonancia de profetisa en el instante de la revelación ritual.
Un a sonoridad de oboes, algo así como si ella habla
ra al borde de una pequeña gruta, y el eco repercu
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 138/156
que ella desdeñaba y que hoy, día a día, se afirma
para siempre.
En otra oportunidad, y en ceremonia semejantea la de ahora, inauguramos este monumento de bron
ce y piedra aquí, en el Prado, el pa:seo favorito deella.
Y o dij-e mi ·emoción, entonces, en unos versos.Hélos aquí:
Oigo la sacra mus1ca que en encendido instante,escuché de sus labios. La trágica alma hebrea
que inundaba de luces su copa de diamante¿dónde está? ¿E s posible que "Más Al·lá" la vea?
La escucho! Cuántas veces, esclava de una ideafija, vino temblando, a mí, tan vacilantecomo ella ! Ya no olvido la convulsa marea
metafísica, ahogándole los ojos y semblante!
La veo, sí, entre árboles, vagar, meditabunda . . .Verbo de esferas cósmicas, baja su voz profunda,
penétrame en las sienes y me inclina hasta el llanto.
Dime en qué estrella cuaja tu l11minoso ruego.Que aprenden los arcángeles la coral de tu canto.Dime al fin, que rompiste las cadenas de fuego !
tiera sutilmente, amoldándose sobre las palabras,
como halo resonante de ellas, en un apoyo finísimode sonoridades.
Y o pude o ir su voz muchísimas veces. Voz de
nunciadora de infinitos desamores, alterñando coninfantiles lamentos y con afirmaciones formidables.
Expresaba un riguroso concepto sobre el arte,
con la sinceridad y la intrar sigencia de los profetas.
De súbito, cesaba aquel ritn o solemne, para reír, con
una carcajada espléndida, o para alternar con unaexpresión llana y hasta plebeya, como si estuviera
arrepentida de haber subido tanto.Recordemos, por un momento: "l'inflexion des
voix cheres qui se sont tues", que evoca V·erlaine.¿Quiénes, entre sus amigos, no recuerdan, en este
momento, la voz de María Eugenia, entre las voces
que no han callado y que no han muerto?
Ha y voces que poseen más virtu<;l de permanencia
y de retorno, que otras; hay voces, muy queridas, de
personas que se han ido, llevándose gran parte denuestra vida, pero que levantan inexplicables difi
cultades para ser evocadas. Vienen sólo en determinados instantes, y no solas, y no puras, sino casi
desconocidas . . . Y ·cuando creemos poseer su clave,
se nos extravían de nuevo!
266 EMILIO ORIBE
La voz de María Eugenia, no. Goza de una permanencia que no declina; cuando vengo a este Pra
do, me parece percibida, ·cuando paso por la calle
Yí, miro la ·casa en que vi por última vez a la poetisa
y me parece que su voz me interroga, y sin querer,vuelvo la cabeza hacia la pobre habitación en quevivía.
. .. ¿La trágica alma hebrea,que inundaba de luces su copa de diamante,
TEORíA DEL NOUS 267
terra:da y aislada de las demás. En cierta noche, comentándome el triunfo de un poeta inferior, y suinfluencia y ·su fama, decíame, cbmc, decisivo argu
mento: -Bah. Después de la derrota de Alemania,
todo es posible. Hasta que triunfe, ese.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 139/156
¿dónde está?
Mucho se ha dicho del alma de María Eugenia.Cuando se estudiaron, al principio, sus poemas, se
halló en ellos una tendencia germánico-helenizante .~ me ~ e r m ! t i ~ é la l i b e t ~ t a d de no ·compartir esa opinton cast unamme. Mana Eugenia tuvo, últimamente, el ·culto por lo germano; muy enérgico, era ese
culto. Aprendió el idioma alemán, principalmente
para acercarse más a los grandes poetas, como Reine, a qui·en adoraba, y cuyos lieder la oí yo recitarcon su extraordinaria y acariciante entonación:
"En alas mis cantos te llevaré; te llevaréhasta las riberas del Ganges . . .
Recitaba el original en alemán y después traducía,con unas modulaciones originales.
Ademá:s, quiso, poseyendo el idioma, acercarsemás a VVagner y Beethoven, cuyas almas deseabacomprender cada vez má:s. P o t ~ otra parte, a modo
de reacción; cada vez que en diversos diarios y esp e c t á ~ u l o s , la puerilidad ciudadana, durante la gue
rra,, mtentaba rebajar a Alemania, ella erguíase,
armandose para la defensa, como una walkiria des-
Por otro lado, el sentido cuidadoso de la forma,
el amor a la palabra como elemento poético, por suritmo y su color, d culto sincero de la daridad
1ex
presiva, pudieron contribuir a que la:s personas y loscríticos la vincularan wn lo helénico.
N o obstante estas apariencias, yo .creo que, en suesencia, María Eugenia, era el vaso de un alma ar
diente y trágica de hebrea. Su perfección formal, es
la de los Salmos, y la línea nutriz de su poema viene
limitando la blancura ·de la Torre de David. Susversos se acercan a la perfección, pero en ellos tras
ciende y embriaga la cálida perfección de los nar
dos de Oriente. . . Mismo, su semblante moreno, enla feliz adolescencia, evocaba a la Sulamita y a las
doncellas de Enga:dí, con ojos ardientes y sombríos,también . . .Una vez se retrató, o se hizo una adaptación fo
tográfica, imitando al conocido cuadro de Regnault.
Reproducía ella, la figura de Salomé, sentada, con
el aire triunfal e irónico de la bailarina.Pero, en el' otro extremo ·de este aspecto oriental,
su fe religiosa, su .hermetismo, y su intangibilidadcorpórea y espiritual, si a alguien ha·cen pensar, es,
precisamente a las heroínas bíblicas, como Judith ,YEs ther, y otras fuertes mujeres, que ~ u s t a b a n otr
266 EMILIO ORIBE
La voz de María Eugenia, no. Goza de una permanencia que no declina; cuando vengo a este Pra
do, me parece percibirla, ·cuando paso por la calleYí, miro la casa en que vi por última vez a la poetisay me parece que su voz me interroga, y sin querer,
v u ~ l v o la cabeza hada la pobre habitación en quevivía.
. . . ¿L a trágica alma hebrea,_que inundaba de luces su copa de diamante,
TEORíA DEL NOUS 267
terrada y aislada de las ·demás. En cierta noche, co
mentándome el triunfo ele un poeta inferior, y suinfluencia y ··su fama, ·decíame, como decisivo argumento: -Bah. Después de la derrota de Alemania,
todo es posible. Hasta ·que triunfe, ese.
Por otro lado, -el sentido cuidadoso de la forma,
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 140/156
¿dónde está?
Mucho se ha dicho del alma de María Eugenia.
Cuando se estudiaron, al principio, sus poemas, sehalló en ellos una tendencia· germánico-helenizante .
Yo me permitiré la libertad de no compartir esa opinión casi unánime. María Eugenia tuv-o, últimamen
te, el ·culto por lo germano; muy enérgico, era ese
culto. Aprendió el idioma alemá!)., principalmente
para a:ce"rcars·e más a los grandes poetas, como Heí"
ne, a qui·en adoraba, y cuyos lieder la oí yo recitarcon su extraordinaria y acariciante entonación:
"En alas mis cantos te llevaré; te llevaréhasta las riberas del Ganges . . .
Recitaba el original en alemán y después traducía,
con unas modulaciones originales.A-demás, quiso, poseyendo el idioma, acercarse
más a Wagner y Beethoven, cuyas almas deseaba
comprender cada vez má:s. Por otra parte, a modode reacción; cada vez que en ·diversos diarios y es
p e c t á ~ u l o s , la puerilidad ciudadana, durante la gue
rra,, mtentaba rebajar a Alemania, ella erguíase,
armandose para la defensa, .como una walkiria ·des-
el amor a la palabra como elemento poético, por su
ritmo y su color, d culto sincero de la daridad ex"
presiva, pudieron contribuir a que la·s personas y los
críticos la vincularan con lo helénico.N o obstante estas apariencias, yo creo que, en su
esencia, María Eugenia, era el vaso de un alma ardiente y trágica de hebrea. Su ·perfección formal, es
la de los Salmos, y la línea nutriz de su poema viene
limitando la blancura de la Torre de David. Susversos se acercan a la perfección, pero en ellos tras
ciende y embriaga la cálida perfección de los nar
dos ·de Oriente . . . Mismo, su semblante moreno, en
la feliz adolescencia, evocaba a la Sulamita y a lasdoncellas de Engadí, con ojos ardientes y sombríos,
también . . .Un a vez se retrató, o se hizo una aclaptáción fo
tográfica, imitando al conocido cuadro ele Regnault.
Reproducía ella, la figura de Salomé, sentada, con
el aire triunfal e irónico de la bailarina.
Pero, en el otro extremo de este aspecto oriental,su fe religiosa, su .hermetismo, y su intangibilidad
corpórea y espiritual, si a alguien hacen pensar, es,
precisamente a las heroínas bíblicas, como Juclith yEsther, y otras fuertes mujeres, que gus'taban oír
268 EMILIO ORIBE
la voz de la tórtola en d va·lle, o recogían la espigade oro, pero que se aterrorizaban ante los sacrifi
cios, interpretando en la guerra o en el relámpagola presencia y la palabra del castigo eterno.
La soberbia firmeza con que resguardó y escudósu personalidad, y defendió su credo artístico y su
fe religiosa, el arisco desdén con que supo encumbrarse en la soledad, son elementos de un significa
do análogo a los temas de los salmos de la Biblia.Por otra parte, el pavor místico, la humildad con
TEORíA DEL NOUS
La escucho! ¡Cuántas veces, esclava de una ideafija, vino, temblando, a mí, tan vacilantecomo ella!
269
Esto es ·cierto. Hablan muchos de las rarezas y
de las actitudes inexplicables de María Eugenia. La
gruesa psicología de los filisteos que la vieron, nopudo soportar aquellos desequilibrios y los condenó,
y ·se
burló de ellos. Muy pocos tuvieronel
no felizprivilegio de poseer los ·resortes secretos de aquel
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 141/156
que recurría al ceremonial religioso, la adoración
hacia los rituales pomposos, el culto de las hecatombes simbólicas de Ia fe y la belleza, confirman este
modo de interpretar su personalidad íntima.
¿ aquel desasirse de todo lo terreno? Aquel des
precto suyo por lo que no fuera Dios o la belleza,aquel abandono y renuncio de la comedia cotidiana,
y sus glorias, ¿no representan, acaso, el más autén
tico sentido interpretativo del alma hebrea?Su mismo concepto de tránsito, aplicado a lo de
la tierra; de provisoria concesión o prueba fugaz,
para aspirar después a una eternidad revelaba tan
sólo a unos pocos; ese concepto rígidamente creídoy practicado sin ·dobleces, para ella -constituyó una
decisiva pragmática, que cumplió como sólo podrían
hacerlo los poseídos divinos de las viejas religiones.
. . . ¿Es posible que Más Allá, la vea?
Sí. De acuerdo con lo que hemos sostenido, y conel cristianismo que fluye de su personalidad, atraí
dos por su voz que sigue resonando en nosotros, no
dudamos de que alguna vez, volveremos a encontrarnos con su desolada sombra.
dolor.Algo, pude conocer yo. Muchas veces, de noche,
venía a confesarme sus sufrimientos, magnificando
los conflictos diarios, que exacerbaban su tragedia
íntima: la dispersión y el caos de ·su voluntad.Las anéqdotas abundan, ¿para qué aumentarlas?
¿Citar aquella imperiosa necesidad que la obligabaa tocar la tierra, por tres veces, todas las noches, al
llegar la hora de las doce, hallase donde se hallase?¿O aquel terror que la dominaba de no poder sal
varse de quedarse enclaus trada en alguna habitación,
o ·casa, o teatro? ¿O aquella sutilísima, pero inso
portable preocupación, cuando se hallaba en el teatro, de que no iba ·a poder presenciar el fin de Ia
obra o del .concierto, porque, fatalmente, de un mo
mento a otro se iban a apagar las luces? Esas y
otras muchas ideas permanentes, en el fondo, nada
agregan a la valoración de su obra; proporcionan
detalles sobre su figura, ya lejana y astral; ella con
sideraba a esas cosas como cenizas ; la obra era todo ;su verso sería inmortal, eso le bastaba. El .tormen
to de los geniales, el tributo oscwo que exige, como
si fuera un déspota, el inconsciente, para entregar
más tarde la maravilla y la concreción diáfana de la
270 EMILIO ORIBE
creacwn artística; todo ese torturador- ejercicio, seexpandía en ella en tumultuosas quejas y terriblesconfesiones. ·
-Y a no olvido la convulsa marea
metafísica,- ahogándole los ojos y el semblante!
Toda •confesión terminaba, generalmente, en llanto. La marea metafísica c"olmaba su mar, ·después
de haber ido creciendo y de haber sacudido su cuer
TEORíA DEL NOUS 271
De la memoria surge, dirán; o por los verticalescaminos de las armonías, rpejor, debe bajar. Se ha
sublimiz(l)do su voz. Nuestra memoria reproduce lasimágenes auditivas y las oímos, como emanando delinterior de nosotros; pero igualmente pueden losetéreos mundos, en ·confidencias inefables, trasmitimos la duradera sonoridad de su voz. Tan pocofácil es, al fin y al cabo, explicar de qué maneraquedó aprisionada ·su voz en los difídles telares de
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 142/156
po, haciéndola permanecer toda la noche en contemplación y acecho. Por eso, es que, ella, en su invocación famosa a la N o che, la llamó :
"Noche de las delicias mudas y negativas,de que gozan los muertos vivos como fantasmas".
La miro, sí, entre árboles, vagar, meditabunda. . .
Entre estos árboles del Pra;do. Ella solía vagar,soía, con paso grave por estas avenidas. Otras veces,en tranvía, a altas horas de la noche, exploraba, haciendo interminables recorrÍdos. Su actitud llamabala atención. Er a la suya, una marcha ausente, lenta,como vigilando un tropel de ideas fijas o fobias, quehabía que encauzar; pastora desvelada de turbiosrebaños de obsesiones.
"Verbo de esferas cósmicas, baja su voz profunda"
Sí. Su voz, después que ella ha muerto, viene otra
vez a los oídos. ¿De dónde? De ella, no puede ser,porque ya no está entre nosotros.
1
las neuronas, ·como explicar la procedencia cósmicaque le atribuye la poesía.
Pero, eso sí, si esa voz a nosotros, tiene que traernos la noticia de la liberación de María Eugenia.
"Dime en qué estrella cuaja tu luminoso ruego".
Esa voz debe explicarnos y revelarnos cómo y en
qué estrella se ha volcado, celebrando el milagro hi
postático del enla·ce de lo fluyente del espíritu con loeterno del vaso formal y astral. Aquel liri-smo inmenso no ha oodido extraviarse. La luz que en losojos y en los poemas de la mujer había, ha circuladopor las fuentes y escalas pánkas, hasta cuajar en
alguna forma remota. Si no es en estrella real, queya sea en estrel'la de nuestro espejo interior; sabidoes que nuestra alma se ahonda en cielos, en montañas y océanos, revelados ya por San Agustín.
"Que aprenden los · arcángeles la coral de tu canto"
Insistimos. El alma de María Eugenia estabaposeída por el misticismo. Procedía ·con la fe y lacerteza intuitiva de los iluminados en el trance místico, siempre que delante •de ella· se planteasen los
272 EMILIO ORIBE
problemas y los asuntos de Dios y de la belleza. En
todo lo demás, ·vacilaba y caía.
Su actitud frente a la poesía y a la música, llega
ba hasta consubstanciarse con el arrobamiento r e l i ~g}oso .' Contemplarla en un concierto, o en un espec
taculo. teatral, frente a las Walldrias de Wagner,
por e J e m ~ l o ; era gozar del milagro de desentrañar,
en la actitud temblorosa de la pitia, el secreto del
mensaje délfico. Las dlas de músicas de los mundos
TEORíA DEL NOUS 275
ción se confundían con las alabanzas armonizadas
de los mundos, y a ellos se agregaron además, las
contribuciones del coro y de los cantares angélicos.
La música ya ·se ha hecho religión. Dante, mu
chos siglos más adelante, tiene conocimiento de esa
armonía, que él transforma en ·concierto medioeval ;
los pintores primitivos, amigos e inspirados por
Dante, representan las músicas religiosas en corales
alegóricas, y, después, descífranla los grandes mís
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 143/156
la subyugaban; muy ·pocos, antes que ella, supier01;
d ~ s e n t r a ñ a r ese tesoro de las noches que cantó; ·sus
OJOS Se ahondaron, hasta ·COnvertirse en remansos pa
ra esas olas sin contacto. Allí venían o morir. O anacer, transfiguradas en su espíritu.
Todos sabéis que para algunos observadores an
tiguos, cada sonido de las masas astrales al girar,
correspondía a un tono musical de la escala. Ese
pitagórico paralelismo de armonías, fué confirmado
más aún por el simbolismo. de más de un diálogoplatónico. Los cuerpos celestes ya no eran solamente
montones de materias inflamél!das o extintas. Parti-
cipaban tan:ibién de las llamadas potencias anímicas,
y se expresaban ·con lenguaje de músicas para ma-. ' -tlzar de ese modo, -el largo coloquio de los inmorta-
les. Pero, existen más identificaciones. Las ·esferas
de que habla Platón en ·el "Timeo" con sus antece
dentes en los sonoros números que se desprendieron
de la sien de Pitágoras, se agrupan ·en los tiempos,
para constituir el milagro anunciador de las falanges de ángeles cristianos, y de la música que con
ellos desdende, producida po,r sus voces o -por el ro
ce de sus alas flamígeras como espadones -de luz.
En los antiguos salmos del pueblo hebraico, en
tonádos por David, las voces de los fieles en ora-
ticos. Es el mismo enagenamiento armonioso que
transforma a los órganos de las catedrales ·en col
menares acústicos, y se expande en seguida ·en las
misas campales de los ejércitos cristianos y en las
solemnes misas de los músicos de genio.
Eco sutil o ramificación sonora de esa colosal
sinfonía multisecular, era aquella música de la no
che, que .buscó y oyó mil veces María Eugenia, im
pregnándose de religiosidad y ·enardeciéndose de su
frimiento, porque a veces no la oía bien, abrumadapor el hirviente rumor de sus abismos. Este amor así,
hacia la noche, es otra confirmación del alma anti
gua, caldea, o mejor, hebrea, de María Eugenia.
"Dime, al fin, que rompiste las cadenas de fuego"
Este verso último, cier;a eÍ soneto, con una nece
saria y justísima aspiración.
Es necesario creer que ella dejó de sufrir. Jamás
creía, mientras estuvo entre los vivos, que las "cadenas de fuego", pudieran •caer destrozadél!s. Por
eso, para su inal psíquico no hubo tratamiento p o s i ~ble. Tanto la hicieron sufrir en este tránsito, los
tormentos de su psique enferma, que c u é n t a s ~ que
una vez llega ella hasta .Dios, para pedirle, en una
274 EMILIO ORIBE
oración: "que no le diera vida después de la muerte".Que no le diera vida, querríá decir la pobre, como
la vida que llevó. Los dolores del espíritu y las hiperestesias, . que le hicieron percibir hasta en los
sonidos un matiz de sufrimiento, como en casi todoslos insomnes; las ·dudas, se condensaron en cadenas
de fuego que la obligaron a rogar en ese tono que,en su intensidad la nivela con algunas terribles ex
presiones de los más grandes místicos.Encierra mayor turbación de sufrimiento ese rue
TEORíA DEL NOUS 275
Con todo, ¿no habíamos quedado en que las palabras eran los bienes temporales de la poesía y nada
má:s?
El espíritu es comprensible parcialmente, por lomenos. La naturaleza sigue siendo incomprensible
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 144/156
go de María Eugenia, que la ·queja, entre inefabley terrible, de aquel comendador Joan de Escrivá,
célebre en España, desde que se oyera, por primeravez, allá por el siglo XV :
Ven muerte, tan escondida,que no te sienta conmigo,porque el gozo de contigo,no me torne a dar la vida.
T·enemos la imperativa necesidad de creer, pues,que las cadenas de fuego se han roto. Cuando sepiensa en lo que sufrió la morena arcilla de aquella
mujer, sólo puede desearse que hoy nos confiese,ella, que tanto dudaba -con una suprema afirma
ción- que ya, desde hace diez años, es libre y feliz.
Y que vive, a pesar de su famoso ruego; que viveen los círculos ·de la músi·ca y de la luz de Dios, ya
que nosotros, aquí, entre los entes fugaces, sabemos. sin •duda alguna, que, en la admiración de los últimos
creyentes de la belleza, su figura jamás se extinguirá.
El arte vive ·por riqueza de fines y muere porabundancia de intenciones.
en s í. Que en ese caos del mundo exterior existauniformidad y reinen leyes, principios primeros, especies y géneros. . . No puede· ·comprenderse eso,
sino valiéndose de un golpe genial y mágico, que consiste en arrojar en el desorden externo aquello que
es exclusivamente de espíritu: ar rojar lo compren
sible en lo incomprensible. Si prescindimos de esegesto, invasión de la razón en el caos, no comprendemos nada.
Sabido es que la teoría de los valores en pintura,determina la necesidad de la relación péVra discri
minar bien la intensidad de los colores. Por ejemplo:el verde al lado •;lel rojo, hace que éste se torne más
vivo y puro. Eso enseña que en psicología, más que
de una relatividad de estados de consciencia, debe
hablarse siempre de una valorización o axiología
mutua de los mismos. Tanto más, que la teoría de
los valores picturales no es nada más que psicoló-
El mito de la serpiente se me representa como el
arquetipo de todos los mitos. La serpiente de la ra-
276 EMILIO ORIBE
zón aparece enroscada al árbol de la vida. El hechotransforma a dicho símbolo vegetal en otro; desdeese momento es el árbol de la ciencia. Para figurarse
el valor de la razón puede también servirse del mismo
mito. El árbol de la razón tuvo su paraíso y a·sí al-
canzó a adornarse con los frutos eternos. No obs-tante, Ún día se enroscó en él la serpiente de Kant.La serpiente ·criticista ha·ce imposible ya la imagen
de un árbol de la razón, que fuera antes árbol de lavida, cargado de los mismos frutos. Cargado se ha-
TEORíA DEL NOUS 277
vivacidad que siempre os rodea? El alma se compla-
ce en fortalecerse en esos pequeños detalles; reali-zaciones mínima·s y primeros fundamentos de otras
concepciones que no pueden abarcarse. El rostro de
Adán representado en la obra ·de Miguel Angel, enla curva de la Capilla Sixtina, tiene también una
mirada ele agradecimiento y candor semejante a ladel astro de las tardes. Estas imágenes, diéronme la
clave para la idea siguiente, presentada en ·esbozopor mí y cuya grandiosidad ·espanta y que, lo juro,
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 145/156
lla ahora de otros frutos, en cuyos zumos circula al-go de la misma ·serpiente.
La contemplación de la estrella de la tarde, algu-na vez en el ·campo, me inspiró estos versos :
Un astro, que es Adán, f eliz, reci
én creadomira al mundo con candor. · '
No me es posible volver a contemplar el espec-t á ~ u l o crepuscular, sin buscar el astro con los ojos
bnllantes de avidez, al mi ·smo tiempo que suelo re-petir de memoria los ver·sos
. . .Adán feliz, recién creado,mira al mundo con candor . ..
j Pequeños elementos de poesía interíor que hanlogrado, realizarse, no percibidos seguramente porlos demas seres, ¿por qué permanecéis vigilantes en
mi memoria, siendo tan débiles que nadie os recor-
dará seguramente, ni os sentirá con la intensísima
no ha de encontrar imaginación humana que pueda
ser ·capaz de darle la forma artística que merece.El mundo, con toda la humanidad, sería un sueñode Adán. Dios, al crear al primer hombre, deslizó la
mano sobre la frente de este barro y Adán ·empezó
a soñar. Todo lo que sucedió después: la infinitaserie de sufrimientos, naciones, hechos, leyes, ideas ..La prehistoria de la humanidad, la historia de la
tierra, el ·cosmos, las religiones, las metafísicas ylas ciencias, la muerte de Abe! y de Cristo y la muer-
te de los seres de hoy, los hombres geniales con todolo que han imaginado y los miserables y los vulga.:.res, indivi·dualmente tomados con sus universos in-teriores, sus infinitos mi ·sterios y miserias, el espa-
cio y ·el tiempo, el mundo externo que ·ahora me
rodea, yo mismo en este instante y lo que sueño, •sé,p i e n ~ o , y siento, y lo que millones y rp.illones de her-
manos míos ahora repiten, lo que el arte ·está creando
y la ciencia realiza e intenta realizar, la virtud y el
crimen, todo eso, no ·es nada más que -el desarrollode un sueño que experimenta aún Adán. . . ¿Es po-
sible ·condensar tal idea en una obra de arte? Si esasí, ¿qué fin darle? ¿Cómo despertar al primer
hombre? ¿Después de ese horrible o inefable sueño,
278 EMILIO ORIBE
lo imaginaría envejecido, espantado, huyendo delparaíso? ¿Lo dejaría seguir soñando? ¿Lo concebi
ría pidiéndole a Dios la no realización o la realiza
ción de ese sueño? ¿Un sueño de Adán entonces,que no terminara nunca?
Ignoro si alguien ha pensél!do algo parecido. El
mundo es el sueño del primer hombre, somos partículas o actores en el desarrollo de ese sueño y nada
más. Cuando Adán despi·erte, todo se desvaneceráy no seremos más, puesto que nunca hemos sido.
TEORíA DEL NOUS 279
bien de toda democracia, pero la inteligencia griega
no pudo concebirla. Posiblemente una obra así sería
tan menoscabada por los filósofos, como si se laconsiderara ·como un trabajo manual político, a la
vez armónico y colectivo. Pero nada más que un
trabajo manual, y' por lo tanto, despreciable. La
afirmél!ción de que la "ciencia política emplea los
hombres tal como la naturaleza se los entrega", ade
más de ser una consecuencia de lo primero y significar una negación infundada ·de la perfectibilidad
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 146/156
Fórmulas muy claras ·existen siempre en losartistas y filósofos griegos defendiendo ideas aristo
cráticas. La Política de Aristóteles y el feroz ensaña
miento de Aristófanes contra los llamél!dos demago
gos, son en el fondo enconadas defensas de teorías
aristocráticas y denuncian horr.or por la democracia.La esclavitud presuponía una dificultad de hecho
insalváble para implantar un ensayo de igualdad política, y todo gobierno tendría que ser más bien la
obra de excepcionales seres, en goce de insignes privilegios trél!dicionalmente vivos. Po r un momento,
Aristóteles proclama que "la ·ciencia política no ha
ce a los hombres; ella los emplea tal ·como-la naturaleza se los entrega". La primera parte de este
pensamiento formula una negación radical de todo
el contenido de la democracia ·en áctividad: ésta
tiene por cometido precisamente, hacer hombres.perfectibles y libres, y él!demás, como superación de
ellos mismos, ha·cer grandes maestros en ciencias
políticas y sociales, emanados del orden inteligente.Esa realidél!d, esa tarea y esa esperanza son er ·mayor
humana que se realiza en las democracias, va más
lejos: pretende justificar ocultamente el despotismo,
la aparición 'del ente providencial, y todos los horrores que sólo pueden ser prevenidos y eliminados
precisamente por los principios democráticos en
función.
El Nous: circulación creadora ·por debajo de todacultura, ·conciencia profunda, movilidad del Ser.
Despotismos en Europa: pueden no rozar el Nous,no matarlo aunque lo hi'eran. Existe una capa de
humanismo y de ciencia interpuesta siempre entre el
déspota y el Nous. En América, no existe esa interposición: apenas hay un cristal sutilísimo, una fran
ja, una línea. El déspota incide directamente ·en la
naturaleza del Nous.
La aproximación hacia una ideocracia debe rea
lizarse siguiendo los ·procesos del mismo pensamiento.Hasta ahora, las fórmulas griegas y medioevales de
ideocracia, se revelan ·como descensos de abstraccio-
280 EMILIO ORIBE
nes muy puras o sublimes, hacia realidades. Una idea
filosófica o teológica emanaría de sí, una serie deadivida:des políticas y sociales hasta especializarse
en •determinados ejemplos de gobierno. La últimaideocracia i·dealista de Renán, padece del mismo des-
c ~ n d i m i e n t o . Pero es posible aspirar a una ideocra-cta con un punto de partida en los hechos, es decir,
en la den:ocracia verdaderá. De ésta, por mecanis-
mos semeJantes a los de la mente humana débese irhada generalizaciones mayores basadas' en datos
TEORíA DEL NOUS281
esquema. La democracia tiene. que formarse a base
de principios autóctonos y cmdadosas .verdadesrasteras incorporadas por medio de ctertas dostft-
caciones que realiza el N ous. Lo democrático es, en
esencia, un tejido vital; es vida misma. La democra-
cia surge ·de la tierra y es tierra que poco a poco va
haciéndose ley y espíritu.
Los renovados estudios sobre el origen del hombre
americano sumergen al continente nuestro en una
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 147/156
concret?s: Una ~ d e o c r a c i a , elevada sobre el gobierno
d . e m ~ c r a t l ' c o , a f ~ r ~ a d a en piedra y lodo de expe-nenoas, y realtzandose en lo social de la mismamanera que en lo mental se hace el tránsito de lo
particul.ar a lo general, de lo contingente a lo másnecesano, de lo más complejo hacia algo bastante
simple. La i•deocracia a semejanza de la dencia ex-perimental del Renaómiento a estas épocas; y sería
en lo más noble, una derrcia social con los corres-p o n d i e n t e ~ lógicos de lo real, semejantes a Bacon,· Stuart Mtll, Comte, Claudia Bernard y otros. ·Pero
es claro, manejándose con igual fineza entre los
hechos como entre las ideas.
La tarea de transplantar soluciones sociales de
otros países al nuestro es muy insegura. Sólo como
una audacia es admisible, como un confiadísimoc r e ~ r en el azar. Puede hasta ser estéril y mortal.Imttar otras formas sin conocimiento profundizado
de la realidad anterior y ·consecuente, equivale a untransplante en el aire; lo vivo de la doctrina m u e r ~en el cambio, lo que puede aprovecharse es sólo un
avenida temporal con ·culturas tan antiguas c ~ m omagníficas. Y cuanto más se busca en ese s e ~ t t d o ,más se hallan antecedentes de razas que precedteron
a las precolombianas. El continente nuevo está pe-
trificado de siglos y ·contiene culturas muertas ofrustradas. Inmensidades por todas partes : en losespacios, antes y en los tiempos, ahora. Y en contra-posición con la conciencia de esta grandiosidad, lo
que más se destaca es la insignificancia y la barba-rie de los hombres actuales. Es decir, que aparecen
como ·dueños ·de este continente de panoramas tanenormes en lo temporal, hombres de estrechísima
visión de la historia y de la realidad. Hombres devisión limitada frente a perspectivas casi inaccesibles
a los senti:dos y a la razón, forzosamente tienen que
engendrar el caos ·político y social de nuestros días.
El continente nuevo no es, pues, una tábula rasa.
Esta creencia pudo durar algún tiempo en la afie-brada mente de los hombres de la emancipación. Se
282EMILIO ORIBE
pensó en un mundo nuevo, sin pasado ni tradicionesy por lo tanto ·con más probabilida_.des para realizaren él seguras experiencias de originalidad y libertad.
Pero no hay tal. América es un continente con culturas antiquísimas y lo ocurrido en los últimos cien
años y en el mismo ·coloniaje, aparece efímero ytransitorio, sobre las eda_.des de estas tierras.
La coloniza-ción española en América, a pesar desu rigidez, su intransigencia y •centralismo, hallába
TEORíA DEL NOUS . 285
tecadas. Como el guerrero m e d i o e v a ~ , que combatía1 tro de una armadura, el suramencano ·de see en . - 1 t h d1scodebate heroicamente. acunado en e es o ,
de una moneda, como una águila es:andmava. y .el
no lo sabe! N o se lo dicen; lo embnagan de gl?na
y humo y, sin embargo, un c o s e l ~ t e de e x t r l a n J ~ r ometal lo estrangula. Pobr·es paladmes somos . R1es
gos ciegos del cuer•po, tragedias del aventurarse e!1
la naturaleza y en la .guerra. Riesgos del soma; ef1-
meros riesgos. Pues, ¿qué es todo eso, compa:adocon los riesgos de la inteligencia? El todo e s ~ a en
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 148/156
se más próxima de la perfección en organizaciónpolítica que el mosaico incoherente que construímosdespués de la Independencia. En muchísimas deter
minaciones, y más concreto en la política colonialorganizada por España, a pesar de su monarquismo
y de su teocracia, aquel país colonizado en sus orí
genes por fenicios y griegos y romanos, supo colocarse más ·cerca del divino N ous ordenador, quenosotros. Po r ejemplo, la subdivisión de América en
virreinatos, fué un acto revelador de gran sabiduría
política. Y más sabias aún fueron 1as limitaciones
naturales decretadas como normas de ·cada virrei
nato. Nuestra política continental, siendo irrealizable en el siglo XX la forma unificadora de Bolívar,
podría consistir en dejarnos de heroicas republiquetas insignificantes y retornar a la organización de
grandes y fuertes confederaciones o naciones, dentrode los moldes de los antiguos virreinatos.
1932. Uno ve a su alrededor impetuosidad, valormulato, heroísmo en el umbral de las patrias hipo-
, . · 1 'lt' Pascal y Dost01ews-rriesgar esp1ntu ; 1r a o u 1mo, d 1ki crear al borde de lo absoluto, rclel pensar y e~ f r i r en filosofía, •ciencia, religión y arte. Ahogar
. d 1se, pero ahogarse ·en este gran to o .
Ejemplo de heroísmos inútiles: eso es. lo qu ; .nossobra. Ejemplo de pensamientos e i n v e n c w ~ e ~ ~ t l l e s ,es lo que nos falta. ¿Para qué tant?s sa:cnflClos de
valor por posiciones políticas o límites de pueblos?
. Si al menos ·ese humo que asciende sobre la s a ~ g r ede nuestras hecatombes inícuas de jóvenes ?1buJ.ara
la forma de un pensamiento pu ro o de una J d e a h z ~ -d . , 1 Pero qué 1 Sólo se crean fantasmas S1-a accwn. , · · .niestros o nacen nuevas incitaciones p ~ r a seguuagotándonos en masacres patrióücas, 1 m e n t r ~ s los
extranjeros desde otros continentes, nos despoJan de
nuestros tesoros y nos desprecian. Hasta n:testr? he
roísmo, el más sa:cro de todos, es el testlmom? denuestra inferiorida_.d intelectual: aparece como c1ego,
lleno de vani:dad, infecundo .. · ( 1932- 1933) ·
284 EMILIO ORIBE
Los latifundios no sólo constituyen un mal en sí
mismo por la miseria que a-cumulan a su alrededor,la tierra que inutilizan al •sustraerla al cuid(l}do y
al esfuerzo de los hombres pobres y la ignorancia y
el egoísmo que desarrollan sus explotadores, sino
que además crean un estado social que alardea de
poseer una mentalidad particula:r y coercitiva, y seproyecta sombríamente en la vida semi-cultural delas ciudades. Como el gigantesco monumento de las
TEORíA DEL NOUS 285
estancias se rían pedazos de mares, con serenas y es
peja:das aguas verdes y a su alrededor se acumula
rían esos flotantes resíduos sociales, centrifugados
y comprimidos por las mareas cercanas, y fermen
tando sólo ignorancia y miseria. La imagen, pues de
mar, de mareas y resaca presenta una triple validez:
física, moral y estética. Con cierta perspectiva hj.s-
tórica prudencial, el hombre futuro tendrá quecondenar, llenando de oprobio este fenómeno de or
den económico que nos sorprende tanto hoy; fenómeno que será percibido así, ·con ·ese dualismo rural
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 149/156
columnas heracleas apoyábase en los dos labios
del canal límite del mundo, a:sí el monstruoso latifundio sus estériles patas afirma sobre la ciudad y
el •campo al mismo tiempo. En las ciudades, merced
a las riquezas sustraída:s de las bestias, se organiza
la democracia burguesa ta"n singular de estas repúblicas. Abogados, políticos y banqueros se a:diestran
para defender los privilegios del latifundio, y la va
ca vendida en el •campo viene a ser oro en el banco· fino perfume o sedas en el comercio, música en laópera, sitial de diputa:do, bufete de renombre y has
ta estilo arquitectónico. Las relaciones del poderoso,
y las familias y los intereses inmediatos, constituyenverdaderas castas, con lujos y refinamientos exage
rados, y hasta hay ·ciertos hogares con angélicas don
cellas, que son ·como la flor de lis, la espuma y lapoesía del latifundio. Pero ese panorama constitu
ye la influencia remota del mal y enmascara una
gran miseria. Para comprenderla yo había ideadouna imagen marítima. Los rancheríos y poblachos
que abundan en los campos, en algún recodo de loslatifundios, son como la resaca de éstos. Las grandes
y urbano, también determinante de dobles miserias,
aprisionando toda espiritualidad y destello del N ous,
para ahogarlo o entorpecerlo entre las dos tentacu
lares influencias señaladas. Ho y por hoy, hasta la
misma ley, ·como la cinta métrica del agrimensor, ha
sido hecha para medir los privilegios. Entre tanto,en las universidades se forman los próximos defen
sores del latifundio neolatino; los que desde ya
denotan su procedencia rica. Tal es ese tipo de estudiante •con automóvil propio, ese joven fuerte y
conservador, que es utilitario feroz y deportista a
las vez, que se caracteriza por su ·escasa penetraciónfilosófica o estética, sin ideales ni heroísmos, que
se entrena diariamente para llegar a ser profesional
y nada más. Tipos prácticos como éste abundan. Son
de indudable belleza a veces : genésicos y bestialesejemplares, reservas de l.os prejuj.cios y de la forma
milagrosa de la especie.
El hundimiento del regnnen capitalista es indu
dable: a:s istimos a él. En realid(j¡d se extingue sin
286 EMILIO ORIBE
grandeza; su liquidación es una tragedia miserable,pues adopta la máscara gue-rrera que es la peor.Lentamente los estados actuales irán cayendo y dando lugar a otra forma de sociedad más humana yheroica. Los últimos en caer serán aquellos países
europeos, dueños ·de una espiritualidad clásica superior. El capitalismo, en su afán de salvarse, pen
sará en apoyarse en lo que menospreció siempre : la
cultura clásica y el Nous en acción vigilante. Aunque
nole
pertenece, tratará de considerarlo como suyo.Pero la sociedad burguesa su hundirá. Entre nosotros, los primeros síntomas están declarados : moti
TEORíA DEL NOUS 287
de las culturas inadecuadas: por ejemplo, intentar
el •desarrollo de una cultura de gran nación en unapequeña nación. Siendo la nuestra, una pequeña nación, es error terrible querer implantar aquí la cul
tura según el ritmo que siguen ·las naciones grandes.Nuestra •salvación está en acelerar vertiginosamentela curva evolutiva, e ir hacia una cultura de la in
teligencia en ascensión brusca; irradiar, trágicamen
te concentrando, lo más posible de pensamiento en
una especie de acumula·ción radiúmnica que se expande : un país pequeño, si quiere influir en el des
tino del mundo, de lo último que debe cuidarse es
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 150/156
nes y dictaduras militares con ·cha-cales ·con charre
teras, pánico burgués que no sabe qué actituda-doptar ante ellas, idealismo insufidente de los in
telectuales, guerras civiles e internacionales. El pa
norama de la América contemporánea denuncia laliquidación de una época: el comunismo se viene
resbalando por el filo de los sables. 1932- 33·
Cada vez me convenzo más de que nuestro país
es un azar histórico. Como todos los azares históricos es irremediable, si no lo ·corrige la Inteligen
cia. Nuestro destino material ·consistirá en ser un· estado cada vez más insignificante, a medida que la
potencialidad económica de los dos países que nosrodean vayan siendo más grande en el tiempo. No
se puede prever la inconmensurable cantidad de
posibilidades materiales y espirituales que encierranel Brasil y la Argentina. En cambio, sin la Inteligencia ·como característica esencial, lo nuestro será siem
pre pequeño, mísero y limitado. Rousseau hablaba ya
del progreso material y el bienestar ·económico. El
Espíritu en él debe set todo, como en los organismoscondenados a ser débiles, que han vencido al mundo
y al tiempo, no por sus fuerzas, sino precisamentepor aquello, el N ous, o el genio, que es el N ousvacia-do en carne.
Pueblo que soporta d ~ s p o t a s , pueblo insignificante, pueblo sin vasta epopeya ni pensamiento. ¿Será
ésta fundamentalmente, la ·situación de nuestra futura nacionalidad? La fuerza material que podamos
reunir será misérrima •comparándola con otros pue
blos cercanos, y el mar sólo será deleite de los ojos
y no ·campo del esfuerzo y de la industria, y el airepequeñísimo espacio po r donde, en breves aletazos,
volarán metálicos halcones de otras torres. Aq, pero
"todas las ·cosas (y tal vez los pueblos pequeños entre ellas) están llenas de dioses" decía el viejísimo
Tales; llenas de fuerzas vitales, actividades divinas.¡Ah, si aprisionásemos en nos el N ous! ¡Y lo fijá-
---
288 EMILIO ORIBE
semos para siempre en nuestras obras. Fuera de eso,sentémonos en el umbral del tiempo, al margen dela historia, al margen del pensamiento; sentémonos
a soñar que somos algo.
En circunstancias aciagas para nuestra democracia, esfuerzos hacia la meditadón y lectura intensiva
de filosofía. Desvanecimiento del pensar asaltadopor la agresividad política; situadón espiritual de
lo más impropia para ·leer con intenciones profundas ¿Qué hacer, pues? Estudiar, estudiar dentro de
TEORíA DEL NOUS289
pero el mayor desorden, precisamente, es la 111JUS
ticia!
E ~ den años de vida política, no hay estado suramencano que no merezca el elogio que Plutarco
d;dica en un pasaje de Alcibíades: -Hízose muycelebre por los caballos que mantenía.
La poesía es el dinamismo del N ous.
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 151/156
lo más abstracto y desinteresado . . . Renouvier, difí
cil y recargadísimo por sí, en estas circunstanciasresulta más inaccesible: su frase há-llase abarrotada
de ideas. La crítica que se hizo de ciertas formas deRodin, que parecían sacos llenos de nueces, es apli
cable ·a las obras .de Renouvier. Las nueces aquí sondensos pensamientos .sin pulimentar en el discurso.Con todo, la personaUdad de Re.nouvier que viene
cálida y viva a nuestra simpatía por el recuerdo desus dos libros sobre Rugo, permanece siendo unasalvación con sus "dilemas de la metafísica pura"
en estas horas de dilemas de la acción impura . . . Yahora, esto de Dwelshauvers: "I l était d'avis que le
philosophe avait pour devoir de faire l'éducation dela democratie". La enunciación de un propósito así
produce un bien infinito; ah, la soledad se puebla deideas, los brutos instintos pasarán, .el pensamiento
sirve para algo . . . 1933.
-Prefiero la injusticia al desorden -decía Goethe-, y repiten hoy los gobiernos de fuerza. Sí,
~Toda poesía que se intelectualiza, "maxime inte-
lectualisn, se espiritualiza.
La cenestesia está siempre confiando en el anoni
mato e s p l é n d ~ d o de los órganos; ·como la Naturaleza
en el anonimato espléndido de sus leyes.1
. p ~ r c e p c t o n , fenómeno dualista, no es posiblep ~ a s sm las sensaciones tactiles. No se puede expenmentar un percepto sin el contenido de los datos de la sensibilidad tactil, muscular o kinestésica.
Todo objeto o cosa percibida tiene que revelársenos pasando previamente por la inquisición tactil.Las imágenes perceptivas tienen ·que contener imá
genes tactiles. Imagínese un per·cepto sin el fallo deese sentido : es imposible.
El tocar para creer, de Santo Tomás el incrédulo's una profundísima verdad psicológica.
290 EMILIO ORIBE
En toda obra de arte, se ha realizado una trasmu-
tación de esencias. La esencia del pedazo de mármol
sin pulir es ser piedra sin forma. Cuando con él
hacem.os una obra de arte, se le quita su esencia y
se le 1mpone otra razón existencial. ,
El busto de mármol no es más piedra y el bronce
renuncia a ser bronce: otra esencia habita en él, yes de origen divino y humano a la vez. Arte, pues,
t r a s m u t a c i ó ~ ·de esencias y dada la insignifican-
TEORíA DEL NOUS 291
Sobre el Y o.-L a despersonalización por desdo-
blamiento del yo o el traslado ele éste a otra perso-
na, t ~ a n s f o r m á n c l o s e rápidamente de sujeto en obje-
to, en el acto de uno recordarse a sí mismo actuan-
do en •determinado instante del pasado, (acto ele
la memoria) o del futuro, (acto de la imaginación),
es uno de los fenómenos má:s curiosos y menos es-tudiados de la psicología. Yo me despersonalizo o
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 152/156
Cla de las esenc1as naturales y el carácter valorativo
de la tr asmutación, el arte resulta se r una auténticacreación.
El Nous ·es alojado así en lo inorgánico y se asis-
te a una creación instantánea.
. .razón l i b e ~ t ~ al hombre de 'la esclavitud ques1gmflca la empme. El laberinto de las sensaciones
adúa como una cadena de ·cinco sistemas de eslabo-
nes enlazados entre sí, y la ·elaboración racional en
marcha hacia las abstra·cciones puras, es la única
fuerza que rompe de un solo contacto el hierro em-pírico y liberta al Ser.
sensibilidad y la imaginación son muy cere-
momosas y ·espontáneas, pero muy infieles servido-
res; en el fondo obedecen ciegamente a los sentidos
ofreciendo paraísos que las sensaciones h á b i l m e n t ~fabrican en sus telares. Libertarse de lo sensible es
encaminarse hacia el N ous, en una aspiración de
simplicidad, diafanidad y desnudez.
realizo un desdoblamiento de mi yo en otra perso-
nalidad, cuando me recuerdo en el pasado, tanto re-
moto como bi·en cercano de mi actualidad. Me veo
en tercera persona, o mejor, en esa oh'a persona. Yo,
niño, en tal época entré a la escuela, o me ví a ca-
ballo en el campo, o sufrí tal do lor. Me ·detengo a
evocar •esas representaciones y me veo con un físico
determinado, que no es ·con toda seguridad el que yo
tenía entonces, puesto que no me conocía bien y .nome preocuparía de ello. En ese ·cuadro mental me
reconozco como aquel niño que entra a la escuela,
o ancla a caballo o sufre tal dolor. De manera que
en todo acto de memoria referente a mi persona,
intervienen sin que me percate bien, una gran suma
de elementos imaginativos. Yo imagiüo que era así
en tal instante de mi pasado. Veo un niño o un jo-
ven, que no es mi fiel r a t o porque a todo ser hu-
mano de cualquier edad que sea, le es imposible co-
nocerse tal cual es; y lo veo como unser
distinto yseparado de mí, mientras presencio hoy desde cierta
cumbre ele tiempo, algunas escenas. Me veo de es-:
paldas, de frente, de perfil, en cuerpo entero, cami-
nando entre otros, con tales gestos y movimientos,
292 EMILIO ORIBE
que son todos agregados, puesto que jamás logro
verme en realidad ·cuando realizo algo complejo. Sé
que estoy ahora escribiendo, veo mis manos sobre el
papel, parte de mis brazos y de mi pecho, parte de
mi traje y mis rodillas. Mañana, cuando lea estas
líneas y recuerde lo que escribo y pienso ahora, me
veré totalmente, como otra persona que escribe y
que también es un yo; veré mi forma corpórea total,
mi cráneo, mi espalda, mi silla; todo ·en perspectiva,
todo objetivado en el espacio que me rodea. Me veré
en la actitud de escribir, como sé que escriben en
TEORíA DEL NOUS 295
me evoque caminando como ahora. E,s sabido que
desde el punto de vista físico, no sabemos bien có-
mo .somos : la ignorancia de nuestra realidad cor-
pórea es uno de los hechos más notables. Nos per-
cibimos muy defectuosamente. Nuestro perfil y
nuestra ·espalda, son ·mundos casi desconocidos por
nosotros. Gran ·parte ele nuestros gestos son ignora-
dos : los del ros tro , tan riquísimos, y lo s que el
hábito nos imprime, los modales , las reacciones
emotivas . . . Pues bien, ·cuando nos recordamos pres-
cindimos de tan rotundo desconocimiento. N os ve-
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 153/156
general las personas. De todas éstas, formaré un ti-
po, lo vestii·é ele• tal manera y yo luego me veré en
él. Representaré una escena en una imagen mental
que no responde a la pobre percepción actual ele mi
yo. No obstante, siempre seguiré siendo yo. Esta
despersonalización o desdoblamiento es más notable,
cuanto más lejano es el episodio buscado a modo de
ejemplo. Piense el lector en cualqpier momento de
su niñez, analícelo como yo y constatará hechos idén-ticos. Se verá co111,0 niíio, por ejemplo, entre
otros niiiíos o personajes y ·cosas, que es y no es al
mismo tiempo la expresión real o sustancial de su
persona. Ese desdoblamiento que se realiza en el re-
cuerdo ele uno mismo, of r·ece infinitas variaciones.
Tantas ·como recuerdos uno sea capaz ele tener ele
sí mismo. Au n en los instantes más cercanos, cuando
en la calle al caminar pienso ·en este fenómeno psi-
cológico que analizo y simultáneamente medito so-
bre la imagen que más tarde tendré ele ese pasajepor la vía pública, en todos esos actos mínimos, per-
siste la despersonalización. Voy dispersándome en
imágenes a medida que camino, y pienso que esas
imágenes mañana me servirán en el momento en que
mos héroes de tal episodio, 'COmPletamente objetiva-
dos .como p e r s o n a j ~ s en la e s c ~ n a de un teatro o
cine. Puéclense hacer millares de experiencias con-
firmatorias: con imágenes ele referencias, retratos,
espejos o vanidades imaginadas, reconstruímos nues-
tr a figura completa. Otro detalle: existe una opera-
ción inmediata y rápida que al yo hacer esta ex-
piencia tan común, me escamotea los procedimientos
intermediarios. Si no los busco y analizo, se me pa-san desapercibidos. No dudo jamás en imaginar una
percepción total de mi cuerpo y de mi yo. Este des-
doblamiento ·curioso se ·coritinúa en los a·ctos re-
cientemente realiza'dos, en la medida que voy vi-
viendo; y, i oh asombro!, hasta se me adelantan y va
también hacia mi futuro. Yo me imagino haciendo
tal cosa que he pensa'do hacer o me obligan; me veo
en lo físico, completamente entonces, y el fenómeno
de desdoblamiento es tan intenso como el anterior.
Hora:s antes de emprender una excursión me ima-gino sentado en tal asiento de un ferrocarril o va-
por, realizando un viaje: fumo, admiro el panorama,
leo, pienso hada donde voy . . . Así, en hechos vul-
gares, como en instantes dramáticos y heroicos, me
294 EMILIO ORIBE
veo desde afuera y completamente, como podría ver
a otro viajero o ser frente a mi. Después, la reali
dad adulterará o destruirá estas imágenes, mientras
yo realice lo que imagino hacer. Pero no importa.
Si·empre construiré nuevas escenas, y yo se ré el pro
tagonista y me veré como si no realizara este acto
imaginativo dentro d e mí, sino fuera de mí. El des
doblamien to en lo futuro es mayor en los tempera
mentos ·emotivos o imaginativos; éstos viven lasescenas que piensan realizar, las embellecen, la·s cul
tivan, las resuelven en la conciencia y se ven mejor
1
\ TEORíA DEL NOUS 295
B, bastante bien, oigo sus voces y junto a dlos, en
forma de sombras o niebla, estoy yo. )Puedo fijarme
un rato ahora en ese se r que me representa, así co
mo <;!sbozanclo al principio, y hasta lo perfilo bien
después y lo hago mover y di scutir, y oigo su voz
también, ~ ¡ m i voz que tuve entonces y que no oí
por no atenderla!- y poco a poco, puedo llegar, si
quiero, a construirme to talmente con elementos so
bre agregados por la imaginación. Todos lo s elatosque poseemos de nuestr a 12ersona física son tan in
completos, que no nos s irven para nada si nos valié
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 154/156
ele lo que son, en ·constantes anticipos. Sométase el
lector a experiencias, y analice su personalidad ima
ginada o recordada, comparándola con lo que sa:be
ele ella físicamente. Quedará asombrado y confir
mará el hecho de que en cada momento ele su vida
va d esdoblando su yo hacia el futuro o el pasado y
reconstruyéndolo a su arbitrio. El hecho, pue s, de
despersonalizar o desdoblarse c:uando uno se percibe
actuando en el pasado y en el futuro, es uno ele los
fenómenos psicológicos más sorprendentes y que 110
obstante, no ha sido tratado bien por los psicólogos.
En ciertas ciromstancias mi desconocimiento ·de
mi verdadero físico en determinado instante de mi
vida, es tan chocante que en el mismo acto de recor
darme puedo aparecer difuso. Jun to a actos de me-
moria en que me es fácil verme claramente y des
pués ele la encantadora fabulación ele agregarme un
físico imaginado que nunca poseí del todo, y que
ignoro bien de donde ·saqué, junto a esos actosexisten otros en que, evocando una antigua reunión
ele amigos, po r ejemplo, comentando algo en un café
o en un patio de uni versidad, me veo incompleta
tamente. ¿Por qué? N o sabrí a decirlo. (Veo a A o a
l
l,
ramos de dios para reconocernos. Lo s elatos de la,
cenestesia, de una impresión constante, en verdad
ni son percibidos por nosotros, y no obstante, nues
tr a doble personalidacl ·psíquica y material , depende
totalmente de ese basamento. Y así, en todo lo que
se rela:ciona con nuestro se r, ignoramos miles ele
detalles que para los seres que viven con nosotros
son familiares, no sabemos bien cómoes nuestr
omirar •en los instantes :decisivos, ni nue stra sonrisa,
ni nuestro rostro en el llanto. Estamos todos ence
rrados en ·esa ignorancia ·de algo que es lo que más
desearíamos ávidamente conocer. Los tonos de núes
tr a voz, los oímos distintos de lo qu e son, ele tal
suerte que difícilmente los ·conoceríamos si los oyé- ·
ramos registrados en un aparato mecánico. Cuando
más ahondemos el conocimiento que tenemos de
nuestro yo fí.sico, y 110 hablemos del psicológico que
complicaría má:s la observación, más insuficiencias
hallaremos. Todo ello no impide que, por un ~ o c eclimiento rápido de encantamiento creador, en el
instante ·en que nos percibimos en el pasado o nos
imaginamos en el futuro, prescindimos ele esa igno
rancia y nos vemos en nuestra forma total, a:dapta-
296 EMILIO ORIBE
dos al momento de nuestra vida que es motivo de
recuerdo, a las personas que nos rodeaban, al paisa-
je, y todo ello por una gran riqüeza de detalles que
nunca están en la percepción del yo en el presente .
Entretanto, ¿cómo se percibe uno en los sueños? En
los •sueños se realizan múltiples descloblami•entos
semejantes; aunque aquí las percepciones son más
clifluyentes y el sueño siempre· es algo de adultera-
dor de la personalidad del que es protagonista y
sueña al mismo tiempo . Ocurre que en ciertos sue-
ños ·completos, con estructuras y argumentos nor-
TEORíA DEL NOUS 297
desdoblo una personalidad y desarrollo una imagen
muy movible y riquísima ele mi yo, interpretándome
como un actor distinto y a la vez idéntico a mí mis-
mo. Realizo millares ele veces, en un teatro interior
de imágenes, una representación semejante a la que
ideó el príncipe Hamlet para confirmar el crimen
en la corte de su pét!dre. La madre y el tío de Ham-
let se percibieron así en la escena ele los cómicos :
se vieron ·s iendo ellos y no siendo al mismo tiempo,
como hago yo ·en los millares de actos de la memo-
ria y la imaginación, en que evoco mi personalidad
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 155/156
males o aproximados a lo normal, uno se ve a sí
mismo en idéntica forma que en las imágenes ana-
lizadas en ·este examen: es decir, se ve ·en esa otra
persona ·completamente clibuj .a:cla o no, que actúa en
la trama del sueño, ubicándose ele frente o ele per-
fil , de adelante o de arriba, como uno puede ver a
lo s demás seres humanos y ·COmo no se ve jamás a
uno mismo en la percepción diaria.
C ~ 1 a n d o después ele James •se habla ele que todoslos estados del . "torrente de la conciencia" tienden
siempre a referirse a una penonalidad y que ésta
se prolonga en el ·pasado ·conservándose idéntica a sí
misma, se procede prescindiendo de la realidad
descripta en este estudio y en lo que tiende a ser zo-
na del ·esquema o del razonamiento abstracto . Lejos,
pues, de los ·caminos de la ·experiencia psicológica
pura. E sta última es inmensamente más compleja:
la continuidad ele mi yo en el tiempo coincide con la
percepción de un yo despersonalizado por desdobla-miento en el espacio mnemónico. Y o me percibo,
falseado d recuerdo por la imaginación, como ac-
tuando en el exterior mío en un ambiente que imagi-
no vivido, y de ahí, ·dentro de mi conciencia actual,
¡,
1
y me veo como un protagonista externo y especta-
dor interno a la vez, ·entre un mundo de imágenes .
FIN
Partout et to'/Jtjo'l!ws, qu'il s'agisse desréalités le plus ten-e a terre du sens comm'/Jtn O'/Jt des régions les plus abstraites du
satvoir, l'íntellect ne dirige ses efforts q'l!te
dans'/Jtne se'/Jtle
etmeme
direction, a savoirvers l'intellection, la rationalizatiÓn du
réel par l'identification du divers. SE ACABÓ DE IMPRIMIR ESTE
7/29/2019 Oribe, E. - Teoría del Nous
http://slidepdf.com/reader/full/oribe-e-teoria-del-nous 156/156
ElVIILE MEYERSON .
¡
• l
LIBRO EL DÍA 5 DE AGOSTO
DE 1954, PARA LA «SOCIEDAD
AMIGOS DEL LIBRO
RIOPLATENSE».
~
Top Related