Un niño muy rico y egoísta pidió muchísimos regalos
para navidad. Un día fue a la calle a jugar con la nieve,
pero se encontró con un
niño que estaba
temblando de frío, y
aunque fuera tan egoísta
le quiso ayudar. Se le
llevó a su casa, le
preguntó a sus padres si
se podía quedar con ellos,
y le dijeron que sí.
Unos días después, el niño volvió a ser tan egoísta
como antes y se enfadó porque le cogía cosas sin
permiso, se quejaba de él. Un día antes de navidad, el
niño le dijo a sus padres que quería que el niño que se
encontró que se fuera, y sus padres le dijeron que
hiciera lo que quisiera. Al final le echaron y el niño volvió
a tener frío. Al verle así se dio cuenta de que se había
equivocado y le pidió que volviera y compartieron los
regalos y el niño no volvió a ser egoísta.
Alejandra
Había una vez, en una
pequeña aldea, vivía una
familia que nunca había
celebrado la navidad,
Todos los habitantes de la
aldea, que se llevaban muy
mal, prepararon sus
maletas, ya que iban a ir a pasar la navidad con
sus familias.
Cuando llegaron al aeropuerto comenzó a caer
una nieve blanca y espesa, era imposible que los
aviones despegaran.
-¡Es horrible! – decían unos.
-¡Es espantoso!-decían otros.
Un niño que era el más listo, convenció a todos
los vecinos para que construyeran entre todos
algún artilugio que podría ayudarles.
El niño les dijo:
-Yo me encargaré de los planos y vosotros
lo construiréis.
Todos estuvieron de acuerdo, lo harían.
La máquina estaba lista, era un artilugio con
forma de platillo, que se lanzaba con una
especie de goma gigante, ya que con motor se
quedaría entre la nieve de las montañas.
Ahora solo quedaba lanzarlo, ningún vecino
quería, ya que el que lo hiciera se quedaría
allí y no podría ver a su familia.
El panadero Juan dijo:
- Yo no lo haré.
Todos se pusieron a discutir sobre quién lo
haría, nadie quería quedarse sin ver a su
familia.
De repente salió de la nieve su vecino, el
que nunca celebraba la navidad y les dijo:
- No quiero que nadie se quede sin ver a su
familia así que yo lo lanzaré.
Sus vecinos quedaron muy agradecidos.
Alicia
Una mañana de navidad,
en un pueblo llamado
Santillana, había muchos
niños que les gustaba
mucho la navidad.
Pero el día de navidad la
gente era muy pobre pero una magia de navidad les
ayudó, fue papá Noel. La magia de papá Noel, esta vez,
fue impresionante lo que hizo para que la gente el día de
navidad fuese fantástico y se lo pasasen muy bien, les
regaló muchas cosas y así fueron muy felices y ya no
tuvieron problemas en el día de navidad.
ANA.
Era la noche de Navidad en un
pueblo muy pobre. Estaba todo
lleno de nieve y hacía tanto frío
que no había vegetación. No
había ni una casa, tenían que
vivir fuera pasando frío. Los
países ricos
estaban muy
lejos. Todos
los que vivían
tenían mucha
hambre
estaban
esperando a
que viniera alguien fuerte que
pudiera soportar todo ese frío.
Después de un día apareció un
señor muy apuesto y fuerte, con
muchísimos abrigos en una
mochila. Vino corriendo para
salvar a todos. Les puso los
abrigos a todos y los llevó un
sitio cálido. Comida mucha
comida rica.
Andrés
Hace mucho tiempo, en una aldea al sur vivían un niño y una niña llamados Jorge y María. Estos siempre imaginaban un señor con una barba espesa, gris y rizada que repartía regalos por todo el mundo. El día 24 de diciembre por la noche era el momento en el que ellos creían que salía a repartirlos. Así que se escaparon de sus casas y quedaron en frente de la casa del señor Enrique. Cuando llego María fueron a buscar a su hombre, pero de repente salió el señor Enrique y les preguntó a dónde iban. Ellos dijeron que iban a buscar a un hombre llamado Papá Noel. Entonces Enrique les dio un mapa de su familia marcándoles donde estaba el taller de Papa Noel. Se marcharon y por el camino se encontraron un puente estropeado de unos 50 años. Ellos tenían miedo, pero ya era demasiado tarde para echarse atrás. Jorge pasó y no hubo ningún problema, pero cuando pasó María se rompió la tabla que tenía a sus pies. Jorge ayudó a María y consiguió sacarla y siguieron su camino. En un periodo largo de tiempo ya no podían más y se cayeron al suelo. Cuando se despertaron se encontraban en un lugar cálido, rodeados de juguetes y en ese momento se dieron cuenta de
que estaban en el taller de Papá Noel. Esto para ellos era épico, poder estar en su morada. De allí vieron que salía un carruaje volador. Tirado por renos y con bolsas llenas de regalos. Allí conocieron a Papá Noel y les dejó que les acompañara a repartir los regalos por todo el mundo. Pasaron por
su aldea y a partir de ahora siempre les creerían. Bruno
EL NIÑO Era el 4 de Enero, Diego estaba frío, solo, sin
padres, sin casa y sin nada que comer. Esa
mañana se encontró un euro, pero por allí pasó
otro niño pobre más pequeño que él y le dio el
euro. Esa noche Diego vio una estrella más
grande que las demás, él no lo sabía pero eran
los reyes magos que le observaban. Al día
siguiente vio que en una casa maltrataban a un
niño, el niño salió de la casa y Diego se
conmovió, tanto, que le dio lo único que tenía,
el regalo de papá Noel, una manta. Por la
noche volvió a ver la estrella, pero él no se
daba cuenta de que eran los Reyes. Era la
noche de Reyes, esa noche Diego estaba tan
frío que no podía dormir, se dio la vuelta y se
encontró con los tres Reyes Magos en persona.
Los reyes le dijeron que había sido muy bueno,
que él trataba a los demás muy bien pero los
demás a él no, entonces los reyes le
preguntaron que quería de regalo, el niño no
pudo responder por el frío, pero los Reyes
Magos sabían qué hacer: darle
unos padres que le cuidasen
debido a que los suyos murieron.
Entonces el niño se imaginó que
sus padres estaban vivos y con
él. Se desmayó, se despertó y los
reyes no estaban, estaban él, su
padre, su madre y su perro colocando los
adornos de navidad y el niño se enterneció
tanto que empezó a llorar. Esa noche miró a las
estrellas y allí estaban todavía los magos que
le habían hecho feliz el día de Reyes.
FIN Carlos
Hace mucho tiempo había un pobre y un rico. El
pobre vivía en un cubo de basura al lado de la casa del
rico. Era Navidad y hacía mucho frío. El rico no sabía que
el pobre vivía ahí, pero un día que fue a sacar la basura le
vio y le echó. El pobre no encontró otro sitio para
refugiarse, así que fue a suplicarle al rico para que le
dejase vivir ahí. Pero no le dejó. A la noche el rico se fue a
dormir y soñó que el pobre se moría de frío, se despertó y
buscó al pobre hasta encontrarle. Cuando le encontró le
dijo que se vaya a vivir a su casa y el
pobre aceptó.
Desde ese momento el rico se volvió
el hombre más amable del mundo. Y
entonces se volvieron los mejores amigos.
FIN
Daniel
Era un día frío y con nieve, era la noche de Navidad. En una casa a
las afueras de la ciudad vivía una familia de pobres que estaban deseando
que llegara la Navidad. Un día uno de los hijos fue a comprar un poco de
comida para la cena especial de Navidad. Se llamaba José, él tenía las
ropas rotas con colores tristes y no tenía zapatos. Como no tenía dinero se
tuvo que sentar y pedir un poco de limosna. Pasó un rico por allí, le vio
como lloraba porque necesitaba dinero, el rico llamado Jorge llevaba unas
ropas nuevas con colores vivos y unos collares preciosos, José le vio como
pasaba, así que se levantó y le dijo:
- Hola, me llamo José ¿me podría dar un poco de limosna para la cena de
Navidad de hoy?
El rico respondió:
- Lo siento yo no me gasto el dinero en esas tontadas
de Navidad, yo no creo en la Navidad.
Y se fue, dejando atrás al pobre chico llorando
desconsolado.
Al día siguiente José tuvo que volver a casa sin comida
y sin dinero, José no se atrevía a volver a casa sin
dinero ¿qué le diría su madre al ver que llegaba a casa
sin dinero y sin comida para la cena? Cuando de
repente cayó al suelo muerto de sueño. Mientras tanto
Jorge miraba por la ventana de su casa y observaba al pobre tirado en el
suelo. Al cabo de unas horas una chica pasó por allí y vio a José tirado en
el suelo, la chica sintió pena por él, así que le llevó a su casa. Cuando Jorge
volvió a mirar por la ventana, vio como la chica llevaba a José a su casa:
era la chica a la que más amaba y estaba con un pobre. Así que decidió ir a
la casa de la chica. Cuando fue a llamar a la puerta oyó un lloro que venía
de dentro de la casa, al abrir la puerta vio a la chica al lado de una cama
llorando y vio que estaba llorando por el chico que había visto el otro día
en la calle y que había muerto por el frío y que no le pudo salvar.
Pero antes de morir, el chico le dijo que moría porque un rico no le había
dado dinero. La chica sabía que había sido Jorge por eso hasta ese
momento la chica no volvió a hablar con Jorge y éste aprendió una
magnífica lección.
Daniela
Érase una vez una niña
llamada Lucía. Era rica, no
creía en la navidad. Si no
creías en la navidad te
ponían una maldición. Y fue
lo que la pasó.
Al día siguiente la niña se
levantó con el pelo lleno de
serpientes, los dientes
negros, y lo peor: que no tenía dedos. A la tarde se
puso a rezar y suplicar ,quería ser como era antes.
A la noche apareció un ángel
que la dijo:
-Te puedo conceder tres
deseos, si usas los tres deseos
para buenos actos, te
devolveré tu forma real. Pero
si los usas para actos malos, te
quedarás así para siempre.
El primer deseo lo usó para que los niños pobres no
pasaran hambre. El segundo deseo lo usó para que
todo el mundo fuese feliz. El tercer deseo lo usó
para que todo el mundo tuviese trabajo.
A la noche siguiente apareció otra vez el ángel y la
dijo:
-Has usado los tres deseos para actos buenos, voy a
cumplir mi promesa y te devolveré a tu forma
normal.
Y así se hizo la niña volvió a su forma normal y
creyó para siempre en la Navidad.
Emma
Érase una vez dos gemelas llamadas Sara y Luna. Las separaron cuando nacieron. Esas dos gemelas crecían, Sara iba a colegios públicos mientras que Luna a privados. No sabían que eran hermanas. Luna era más caprichosa, en cambio Sara no tenía ni para comer.
Ya llegó la navidad y los padres habían decidido decirles que eran hermanas y gemelas. A Luna sí sabía que tenía una gemela, pero Sara no. Un día, Luna iba andando por la calle hasta que tuvo un accidente, la atropelló un coche. Sara lo vio y fue corriendo a llevarla al hospital. El médico le dijo a Sara que necesitaba un corazón de su misma sangre. Sara se fue a investigar y encontró una nota de Luna que ponía: "Sara, yo nunca quise que nos separaran, no pude estar más cerca de ti desde el vientre de mamá, no pude hacer nada más, nos separaron al nacer y a mí me lo contaron todos. Tú tendrás mejor futuro cuando estemos juntas otra vez y todo será feliz".
Sara vio la nota y no se lo podía imaginar, quería ella sufrir todo y a Luna no. Entonces, pensó darle su corazón, pero antes de perderlo le dijo a Luna unas palabras que nunca olvidó.
Y así acaba esta historia cuando Sara murió feliz y Luna se acordó de ella para siempre.
Javier
Erase una vez un príncipe muy feliz que era muy bueno con sus
habitantes. Los habitantes del príncipe decidieron hacerle una
estatua de oro cuando el príncipe muriese.
Un día una golondrina pasó al lado de la estatua del príncipe
feliz para hibernar pero la estatua del príncipe llamó a la
golondrina. La estatua del príncipe feliz le dijo a la golondrina
que le cogiese un ojo de él y se le lleve a esa casa. Después
cogiese su anillo y se lo diese a otra casa, pero llegó el invierno y
la golondrina murió al lado de la estatua del príncipe feliz y todos
las personas del reino se quedaron con las partes de la estatua
del príncipe feliz.
Joel
Día 5 de Enero por la noche, Llevo pensando que pido más de 3
cosas y solo me traen 3.
Y otros años me traen más, este año pido 5 cosas y espero que me
traigan todas.
Hoy voy a esperar a que se duerman mis padres y Lucas y yo
iremos al salón a ver por qué pasa. Llegó la hora, Lucas y yo
estamos muy impacientes por ver a los Reyes Magos.
Antes de irnos a la cama preparamos unos dulces, champán y
agua y hierba para los camellos.
Nos fuimos todos a la cama, cuando
pensamos que mis padres estaban
dormidos, Lucas y yo fuimos a
comprobar que si lo estaban.
Nos escondimos y esperamos unas
cuantas horas:¡Casi me quedo
dormida! gracias a Lucas que
estornudó.
Después de unos minutos empezamos
a oír ruidos ¡Eran los Reyes Magos! Me puse tan nerviosa que no
pude decir nada, empecé a contar los regalos rápidamente,
entonces empezamos a oír más ruidos, agarré a Lucas y corrimos
a escondernos.
Era otro Rey Mago, que empezó a coger algunos de nuestros
regalos y los metió en un saco negro lleno de juguetes.
Mi hermano y yo nos abalanzamos sobre él pensando que era un
ladrón.
Luego le pedimos explicaciones, el nos explicó que cogía los
regalos para los niños pobres, le dejamos ir con nuestros regalos
porque nos pareció bien.
Lucía O
EL SUEÑO DE LA NAVIDAD
Erase una vez una familia que no creía
en navidad. Estaba formada por una
niña que se llamaba María (era una niña
guapísima y era maltratada), la madre
de María, Maite (que era súper mala y
avariciosa), la tía, tita Luisa (que quería
a su sobrina María, como si fuera su
hija) y el padre de María, Manuel (que
había muerto).
María era una niña que soñaba que en
navidad viniese papa Noel y la hiciese
realidad su sueño: que
su mamá fuese buena y
la querría muchísimo.
María era un tipo de
niña como la Cenicienta,
estaba todo el rato en casa haciendo lo
que la madre le pedía aunque ya lo
hubiera hecho antes. La madre de
María se divertía viendo como María
hacía cosas en casa sin poder jugar ni
divertirse como una niña normal.
Cuando no podía seguir trabajando iba
a donde la tita Luisa a consolarse.
Hasta que llegó el día de papa Noel.
El día de papa Noel era para ella un día
normal, iba a seguir limpiando y
haciendo cosas.
Pero tuvo un sueño esa misma noche,
en ese sueño había una escalera gigante
y arriba del todo se encontró con papá
Noel, que le concedió un deseo justo
como soñó desde pequeñita.
Ella le contó todo lo que la había
ocurrido y le dijo el deseo.
Al día siguiente como todos los días la
niña fue a preguntarle a la madre que
tenía que hacer y la madre
le dijo que se fuese a
divertir y a jugar, la niña se
fue a su cuarto a darle las
gracias a su padre y a papa
Noel y después se fue a jugar y a hacer
amigos/as.
FIN. LUCÍA P.
Era el día de Nochebuena y todas las familias estaban
adornando sus árboles de Navidad y preparando la cena, menos
en una casa donde vivía una familia que se componía de una
abuela y unos padres con sus cuatro hijos. En la casa
predominaba la tristeza, hacía mucho frío y no tenían comida
para esa noche. La casa estaba al lado de otra en la que vivía un
hombre muy rico y tacaño.
Los padres salieron a pedir dinero y comida porque querían
que sus hijos comieran bien el día de Navidad. Llamaron incluso a
la puerta de la casa del hombre tacaño y él ni les abrió. Cuando
regresaron a casa habían conseguido muy poco dinero y apenas
un poco de comida. Esa noche no cenaron más que una triste
sopa acompañada de agua y un poco de leche caducada, pero sin
embargo no se sintieron solos. El hombre tacaño aunque tenía
mucho que cenar esa noche estaba sólo y él hubiese hecho lo
que fuera por un poco de compañía.
A la mañana siguiente en el salón de la familia había un
árbol de Navidad con muchos regalos a sus alrededor y la
despensa, como por arte de magia, estaba repleta de comida. En
ese momento miraron todos por la ventana y vieron que al
hombre tacaño les saludaba sonriendo. Comprendieron que
había sido él quien había hecho todo eso y le invitaron a
compartir su alegría.
Mientras comían el hombre tacaño les contó la increíble
visión que tuvo cuando se quedó dormido esa noche. En ella vio
un hombre desconocido con una frondosa barba blanca y vestido
con un traje rojo y blanco. Llevaba también un gorro del mismo
color y estaba algo gordo. Le dijo que si seguía así no tendría
amigos, siempre estaría sólo y no podría compartir su dinero con
nadie.
Fue tan real……………….
Marcos
Este cuento navideño comienza con Sara, una
amiga de la tía de José, de 50 años y muy avariciosa.
Tenía una gran empresa y pagaba muy poco a sus
empleados. Todos la odiaban y siempre estaban
hablando mal de ella. No tenia ni familia ni marido,
pero a ella no le importaba, a Sara solo le importaba
el dinero.
La tía de José se llamaba Marina. La mañana de
Navidad Marina le regaló a Sara un billete de metro
que iba al centro de la ciudad, junto con un mapa con
indicaciones. Ella pensaba no ir pero al final su
avaricia le hizo pensar:
- No tengo nada mejor que hacer, y no me gastaré ni
un euro.
Y se fue. Cuando por la noche Sara llegó al centro de
la ciudad y siguió las indicaciones del plano, llegó a
una casa de acogida donde había niños sin hogar. Allí
estuvo hablando con los niños y se fijó especialmente
en una niña de pelo largo y ojos negros que se
llamaba Laura, y era muy cariñosa y habladora.
Sara volvió a casa y estuvo pensando mucho tiempo
en Laura y en los demás niños.
Entonces Sara decidió que tenía que hacer algo. Al día
siguiente les llevó una parte del dinero que ella había
ganado para que los niños pudieran tener el centro en
mejores condiciones.
Después, Sara hizo muchas visitas a la casa de
acogida, al menos una a la semana, y cada vez se
hacía más amiga de todos los niños y en especial de
Laura.
Finalmente Sara adoptó a la niña de pelo largo y ojos
negros. Laura estaba encantada en la casa de Sara
tenía muchos juguetes y sobre todo libros porque le
encantaba leer. Cada semana, las dos visitan a sus
amigos de la casa de acogida.
Los empleados de Sara dicen que algo está
cambiando en su empresa ...
Alba
rase una vez un niño que solo hacía trastadas, era
una tras otra , le decías que no hiciera una cosa y
hacía la otra… así todos los días. Se acercaba Papá
Noel y un día gris decidió escribir la carta. No quería
muchas cosas, pero eran muy caras: un televisor, un
portátil y una PlayStation 3.
Todas las cosas eran por el estilo, pero llegó el día de Papá
Noel. Estaban todos durmiendo cuando Papá Noel entró en casa,
sacó el teléfono y buscó en su app para adivinar como se
comportan los niños y puso: “Eusebio” y le apareció su carta y
como se comportaba …… y dijo:
-Ha pedido cosas muy caras y está en la lista de los niños mega
ultra malos. Va a haber que traerle una mina de carbón ;) y unos
calzoncillos nuevos.
A la mañana siguiente Eusebio se despertó y vio un regalo
gigante. Fue corriendo a abrirle y menuda sorpresa ¡eran 5 trozos
de carbón y un calzoncillo! Mientras que a sus hermanos , que se
comportaban bien, les había traído buenos juguetes.
Aquella noche antes de acostarse Eusebio le escribió una
carta a Papá Noel diciendo: “ Querido Papá Noel no puedo
entender como me has traído todo ese carbón y un calzoncillo.
E
P.D.Respòndeme por favor. Atentamente EUSEBIO.”
Aquella misma noche se le apareció un duende y le dijo:
-Esta noche te van a visitar tres espíritus: el de los niños malos, el
de los normales y el de los buenos
Y el respondió
-Sí, no te fastidia. Van a venir Casper y sus amigos
-No estoy de broma. Si te lo crees bien y si no también.
Eusebio pensó, qué narices hace un duende de medio metro
que viene de Laponia y me dice que van a venir 3 espíritus.
Aquella noche sobre la 1 de la mañana se le apareció un espíritu
diciendo:
- Soy el espíritu de los niños malos. ¡Sígueme!
El niño a regañadientes acepta.
Dijo el espíritu:
-Como ves en esta pantalla gigante aparecen niños haciendo
cosas malas y luego con Papá Noel que les traen carbón.
Mejora ¡ y no te traerán lo mismo que a ellos.
Y se esfumó.
Serían las dos de la mañana cuando de repente apareció otro
espíritu.
-Soy el espíritu de los niños normales ¡sígueme!
-Como ves aquí hay niños normales a los que Papá Noel les trae
cosas normales.
Y se esfumó.
A cosa de las tres de la mañana, apareció otro espíritu y el niño
dijo :
-Espera! No me lo digas: soy el fantasma de los niños buenos,
sígueme.
Y dijo el espíritu:
-Te han visitado los demás espíritus ¿ehhh?
-Sí. Y que sea rápida la peli, que tengo sueño.
-Como ves, hay niños buenos a los que Papá Noel les trae cosas
buenas.
El niño pensó: “¡Bah, me da igual!”
Pero a cosa de las 5 de la mañana, se le apareció Papá Noel y
esta vez el niño dijo:
-Menuda nochecita, el duende no me dijo nada de un cuarto
espíritu y además tan fofo como tú.
-Jou, jou jou¡¡¡ no soy un espíritu, soy Papá Noel. Y que sepas que
te he traído ese carbón por cómo eres. ¡¡¡¡Cambia!!!!!.
Pablo M
Era un día alegre para todos los niños de la
ciudad . Los niños estaban muy contentos
porque venían los
Reyes Magos:
Melchor, Gaspar y
Baltasár. Y sabían que
les iban a traer muchos
regalos. Y uno de ellos
dijo:
- ¿Qué le vais a dejar a los Reyes Magos de
comida?
Contestaron:
- Un vaso de leche y un rosco de navidad.
Todos los niños esperaron a los regalos
toda la noche, algunos no podían dormir
de lo nerviosos que estaban. Se les hizo
eterno, pero al final pudieron abrir los
regalos.
Ese día todos los niños jugaron con sus
regalos. A tooodos se les veía una sonrisa
en la boca.
FUERON FELICES Y COMIERON PERDICES.
RICARDO.
Hace mucho tiempo una familia mala tenía un hijo
supéramele y cariñoso. La familia no le quería, le
maltrataban y vivía fuera de casa, el pobre niño
vivía en el garaje y allí hacía mucho frio porque
nevaba.
Era navidad y quería que
papa Noel trajera la
felicidad al mundo y que
todos fueran felices. Al día
siguiente había cambiado
todo. Todos eran buenos, su
madre le traía el desayuno, el niño tenía habitación
y sus padres le querían muchísimo. Todos los días le
iban a comprar chuches, juguetes, chicles de menta
que eran sus preferidos.
Una vez, cuando venían de comprar, estaban
cruzando la calle, el niño no miró al cruzar y le
atropelló un coche.
La navidad trajo felicidad pero por poco tiempo.
Rodrigo