UNIVERSIDAD DE ALICANTE
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS II
GRADO EN GEOGRAFÍA Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO
Curso académico 2020-2021
“LA GEOGRAFÍA Y SU RELACIÓN CON LA ACTIVIDAD CINEGÉTICA EN EL
MUNICIPIO DE CASTALLA”
Autor: Vicent Fuster Leal
Tutor académico: Antonio M. Rico Amorós
Alicante, Julio 2021
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RESUMEN
La actividad cinegética, tradicional desde los inicios de la historia, siempre ha servido de
alimento y supervivencia a innumerables familias. Con el paso del tiempo, ha ido
compartiendo un hilo estrecho con la geografía en relación con los usos del suelo,
favoreciendo al buen mantenimiento de los cultivos tradicionales, dotando de gran
importancia algunas zonas rurales en la que se encuentran especies cinegéticas y
aumentando la economía de dichos espacios. Por ello, en el siguiente trabajo se expone
la figura del cazador y su función activa en la conservación del medio ambiente y los
paisajes tradicionales, tanto la aportación de comida y agua para la fauna, la siembra de
cereal en parcelas de cultivo y el control poblacional de las especies.
La zona en la que se realiza el estudio es el municipio de Castalla, en la cual se puede
encontrar una gran diversidad de paisajes, zonas con necesidad de limpieza de la masa
forestal y, sobre todo, un lugar muy querencioso para la fauna, tanto cinegética como no
cinegética. Para ello, se ha realizado una investigación de la función y la importancia del
club de cazadores del municipio en el campo y la gestión de ésta desde sus orígenes.
Palabras clave: Caza, actividad cinegética, Castalla, club de cazadores, sociedad,
cultivo, desforestación, especies cinegéticas, cultivos tradicionales.
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1. INTRODUCCIÓN 3-10
1.1 Antecedentes de la actividad cinegética. 3-4
1.2 Contexto actual. 4-6
1.3 La contribución de la Geografía a los estudios sobre la caza en España. 6-9
1.4 Objetivos e hipótesis de trabajo. 9-10
2. METODOLOGÍA 11-12
3. ÁREA DE ESTUDIO: CONDICIONANTES Y FACTORES GEOGRÁFICOS DE LA
ACTIVIDAD CINEGÉTICA 13-25
3.1 Usos del suelo de la zona. 14-17
3.2 Evolución zonas de cultivo/zonas desforestación. 18-20
3.3 Condicionantes geográficos de la caza. 21-25
4. RESULTADOS DEL TRABAJO: DIMENSIÓN SOCIAL Y TERRITORIAL DE LA
ACTIVIDAD CINEGÉTICA EN CASTALLA 26-39
4.1 Sociedad de cazadores de Castalla como entidad deportiva y de gestión
colectiva del espacio cinegético. 26-31
4.2 Resultados encuesta. 31-39
5. DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS 40-42
6. CONCLUSIONES 43-44
7. BIBLIOGRAFÍA 45-46
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1. INTRODUCCIÓN.
1.1 Antecedentes de la actividad cinegética.
La actividad cinegética ha sido desde tiempos inmemorables una actividad
que se ha ido practicando desde los tiempos que nos abarca el conocimiento
histórico. El fin principal por el cual se ha practicado dicha actividad ha sido
siempre con un fin alimenticio, consiguiendo éste el mantenimiento de
numerosas familias gracias a la carne de caza. Con el paso del tiempo la
tradición ha ido pasando a un segundo plano, llegando a considerarse la caza
como un deporte.
En España, la caza es una actividad importante que tiene cerca de un millón
de personas que la practican, además de las que vienen a practicar turismo
cinegético procedentes del resto del mundo, ya que en nuestro país se pueden
encontrar numerables especies que no habitan en el extranjero. Una de ellas
es la perdiz roja (Alectoris Rufa), animal muy cotizado y querencioso dentro
de la actividad cinegética y que nuestro país aprovecha de dicho “tesoro” para
recibir miles de turistas anuales procedentes del continente europeo
mayoritariamente. Este tipo de turismo supone una gran inversión económica
en muchas áreas rurales que están abandonadas en los meses que no se practica
la caza y luego se ven muy reforzadas. Un ejemplo sería un estudio realizado
en Córdoba que analiza el perfil del turista cinegético y el impacto en dicha
provincia. (Roldán, et al.,2017)
La caza es también a la vez una fuente económica en nuestro país, generando
una riqueza de 3. 635 millones de euros provocados por el arrendamiento de
cotos anual, el gasto de los cazadores en armas y munición, la guardería
correspondiente a las fincas o, la restauración durante la temporada de caza
entre otros y, un elevado número de puestos de trabajo que asciende hasta
6.500 en una comunidad como Castilla la Mancha, una de las comunidades
autónomas con más actividad dentro de nuestro territorio. El 87% del territorio
español tiene gestión cinegética, lo que suponen 43 millones de hectáreas,
divididos en 32.363 cotos que participan de forma decisiva en la conservación
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y explotación de los recursos que proporciona la caza. El 16% del terreno
cinegético nacional, se concentra en Castilla-La Mancha, que es la segunda
comunidad autónoma con mayor extensión de terrenos cinegéticos por detrás
de Castilla y León. También, en cuanto al número de licencias en 2016, se
expidieron en Castilla-La Mancha 106.406 licencias. Con datos de 2013, de
un total de 848.243 licencias expedidas, Castilla-La Mancha fue la tercera
comunidad autónoma con mayor número de licencias (11%), superada por
Castilla y León (12%) y Andalucía (30%). (Martínez Arroyo, 2018)
Por otro lado, la práctica de la caza en España ha sufrido modificaciones a lo
largo de su historia, sobre todo durante las últimas dos décadas en cuanto a
legislación, uso de suelo y tipo de explotación, a la dinámica de las
poblaciones de las especies cinegéticas y número de licencias. Concretamente,
la caza está actualmente atravesando por una crisis en España, en comparación
con el resto de los países y el número de licencias ha descendido, sobre todo
entre los más jóvenes. Todo esto viene dado por que cada vez son mayores las
trabas burocráticas para la obtención tanto de la licencia de armas como la
licencia de caza. Ahora, es necesario superar un examen y no sólo para la
licencia de armas, sino en algunas comunidades autónomas también para la
obtención de la licencia de caza que permite practicar la actividad cinegética
dentro de la comunidad, ejemplo de ello es la Comunidad Valenciana en la
cual la Federación Valenciana de Caza ha puesto una escuela a disposición de
los alumnos que quieran poseer la licencia. La imagen del cazador se ha
deteriorado, al menos si nos basamos en las noticias aparecidas en medios no
cinegéticos, por lo que es particularmente interesante conocer cómo se ve el
cazador dentro de la sociedad.
1.2 Contexto actual
No cabe duda de que en la actualidad cada vez son menos los participantes
que se dedican a dicha actividad, debido a que cada vez hay menos gente joven
que se interese por los beneficios y el bienestar de la naturaleza, es decir,
mucha gente conservacionista pero que cada vez les gusta menos cazar.
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Gráfica 1. Licencias de caza en la provincia de Alicante entre 1990-2020
Fuente: GVA, departamento de Agricultura
Como puede observarse en la siguiente gráfica, se muestra una evolución de
las licencias expedidas de caza desde el año 1990, año en el cual se expiraron
un total de 37.228 licencias de caza en la provincia de Alicante, hasta el año
2.020 en el cual se han expedido un total de 11.956 licencias de caza. La
tendencia de la gráfica, como se puede observar es claramente descendente,
consecuencia que viene dada por el gran abandono, cada vez más, de las
actividades tradicionales del campo. El hecho de que se abandonen las
actividades del campo tiene repercusiones en la actividad cinegética ya que
muchos campos de cultivo se abandonan o puntos de agua donde los animales
acuden a beber terminan secándose; lo cual provoca que con el abandono de
estas también sean las especies que habiten en la zona las que acaban
abandonándola.
Como se observa también en la gráfica 2, procedente de la encuesta realizada
entre los socios del Club de Cazadores del municipio de Castalla, refleja la
gran cantidad de gente mayor que ocupa el sector de la actividad cinegética.
De un total de 57 respuestas, únicamente 2 socios se encuentran por debajo de
la mayoría de edad, siendo la gente joven la que tiene que llevar la actividad
de la caza en un futuro. No sólo se habla del género masculino, ya que como
bien para dicha actividad cada vez son más mujeres también las que practican
la caza y a las cuales la Real Federación Española de Caza les está dando un
gran soporte para poder integrarse y conseguir la igualdad para este deporte
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también, visto únicamente para los hombres y el cual, puede ser practicado
por ambos géneros. Por otro lado, casi la mitad de los socios es población
mayor de 45 años y gente jubilada. Por suerte, en dicho club encontramos un
elevado número de gente que abarca desde los 19 hasta los 45 años, ocupando
un 62,5% y que, con previsiones de futuro si que podría suponer un buen
mantenimiento continuo de la gestión del club. En muchas zonas de España
no ocurre este hecho, donde casi la totalidad de los socios tienen una edad
avanzada y apenas existe la afición entre la gente joven, lo cual provoca que
se hable de desaparición de algunas sociedades municipales debido a la falta
de relevo generacional.
Gráfica 2. Edad socios del club de caza Castalla
1.3 La contribución de la Geografía a los estudios sobre la caza en España.
La tradición de la caza en España ha sido muy extensa, ésta tiene una
manifestación espacial y de ahí que puede considerarse objeto de la geografía.
Además, la importancia geográfico-agraria de la caza en España se ve
realizada porque buena parte del territorio español está dedicado directa o
secundariamente a esta actividad (López Ontiveros y García Verdugo., 1991)
pero como consecuencia de los ideales políticos actuales cada vez se está
perdiendo con mayor rapidez. El reparo y el odio de gran parte de la sociedad
hacia dicho colectivo está provocando que el futuro sea cada vez más incierto
y que la población tenga “miedo” a introducirse en las actividades del medio
rural. La gran parte de las críticas en primer lugar vienen producidas por el
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desconocimiento de la función de la actividad cinegética, ya que únicamente
se resalta la polémica por implicar la muerte del animal. Uno de los principales
problemas a los cuales se enfrenta la caza en España, es debido al momento
de auge en el que se encuentra el ecologismo, recibiendo grandes ayudas
también del gobierno que da soporte a dichos ideales, pero con poca relevancia
en el campo cuando se trata de ayudas para los animales, tales como el hecho
de suministrar agua y comida al campo cuando es necesario, invirtiendo en él
parte de su dinero. Se empeñan muchos cazadores de hoy en que las
objeciones contra la caza son cosa reciente y minoritaria, de los grupos
anticaza y ecologistas extremos (López Ontiveros. 1994). Uno de los ejemplos
próximos a la zona de Castalla se produjo el año anterior en el incendio de la
localidad de Beneixama, cuando gran parte del territorio hábil para la caza del
municipio sufrió grandes consecuencias y gran parte de él se quemó. Al día
siguiente de apagar dicho fuego, la directiva del club salió a la zona afectada
a repartir comida y a llenar las charcas de la zona para que los animales que
se hubiesen salvado tuviesen comida y agua.
En algunos países escandinavos como Suecia, la caza está en general bien vista
por gran parte de la población que no practica la actividad, en cambio en otros
lugares existe una fuerte tendencia a considerar la caza como una actividad
obsoleta en el mundo donde el alimento no depende de esta actividad y es
contraria a valores actuales como el bienestar animal, la ética animal o incluso
una actividad anti-ética. (Vázquez Guadarrama, MC; 2012)
En la comunidad extremeña se ha realizado un trabajo para estudiar el perfil
que tiene en la sociedad el cazador, considerándose una actividad fundamental
en dicha comunidad autónoma. (Martín Delgado. 2021). Pero, la diferencia
entre la realidad de la actividad cinegética y las percepciones de esta entre la
sociedad que no la practica es que únicamente se resalta como un fin de acabar
con la vida del animal, no se valora el mantenimiento del campo que se realiza
a lo largo de la historia y que se complementa con el cuidado y conservación
del hábitat de las especies. Factores como el uso de los suelos, el elevado
número de hectáreas aprovechado para el cultivo o la desforestación de gran
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parte de los bosques, son parte de la actividad y trabajos realizados en la
mayoría de los casos por los cazadores.
Otros estudios que se han hecho por parte de geógrafos y que han estudiado la
relación de la caza y la geografía en el territorio español han sido, por ejemplo,
Bartolomé Valle el cual ha estudiado la zona Cordobesa (Bartolomé Valle,
2016). También, en una de sus publicaciones titulada “Aprovechamiento y
gestión de la caza en España” habla del impacto económico que tiene la
actividad cinegética y la capacidad económica que representa; además de la
forma en la que se gestiona, que realizando una comparación con el presente
no ha variado de una forma muy extensa en la forma de la que se gestiona la
caza, sí que ha variado la forma de gestionar el campo. (Bartolomé Valle,
1991). Otro geógrafo que destaca por haber realizado un estudio de la relación
entre estas dos líneas es Alfonso Mulero, que sus estudios se han centrado en
la relación y el impacto de la actividad en los paisajes y el turismo cinegético
en la península ibérica (Mulero, 1991). Excelentes trabajos sobre la Geografía
de la Caza, que otorgan a este profesor la condición de precursor de esta línea
de investigación en España.
Figura 1. Llenado de charcas “La Lloseta”
Fuente propia.
En la siguiente imagen puede observarse la función de llenado de charcas
para los animales que realiza la directiva del club, concretamente ubicada en
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la zona de “La lloseta”, próxima al municipio de Castalla Internacional. La
imagen es de la época estival, y las charcas se ubican a la sombra para evitar
la rápida evaporación del agua con las altas temperaturas estivales.
Figura 2. Campo de cultivo de cebada “Pla de les Caves”
Fuente propia.
En la siguiente imagen se puede observar un campo de cebada, sembrado y
preparado por los propios cazadores del club y que no se recoge para consumo
propio, contribuyendo al mantenimiento de los paisajes rurales tradicionales
de secano. Cuando la siembra está verde es aprovechada por especies como el
conejo o la perdiz, y cuando el grano ya está maduro es aprovechada por
especies como el jabalí o el arruí. En la imagen se pueden apreciar algunos
ejemplares de muflones.
1.4 Objetivos e hipótesis del trabajo
El principal objetivo del trabajo es evaluar el significado social de la caza en
voz de uno de sus principales actores, el cazador. Principalmente ver el
impacto que esta tiene en la zona de la Foia de Castalla, empezando por una
aproximación a nivel provincial del número de participantes y, pasando a
realizar un posterior análisis del impacto geográfico que tiene en la zona de
estudio, tanto los aspectos favorables como sus principales inconvenientes.
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Ante la ausencia de trabajos que estudien la relación de dicha actividad con la
geografía en el municipio de Castalla resulta interesante el procedimiento de
dicho trabajo. El interés geográfico, ambiental y social que tiene la caza puede
ser de gran aportación para el medio natural, hecho que también se quiere
resaltar a lo largo del trabajo.
También se quiere reflejar la figura del cazador y su trabajo en el campo, no
sólo a nivel cinegético sino dando la importancia con el aprovechamiento de
los usos del suelo y el mantenimiento de los paisajes rurales tradicionales de
secano (siembra de cereales, limpieza del monte…) y con el control de las
poblaciones no sólo de especies cinegéticas, ya que con una abundancia de
especies que sirven de alimento a otras posibilita el hábitat de especies
protegidas como el Águila Real.
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2. METODOLOGÍA
Para la realización de este trabajo, se ha seguido un método inductivo, con el
fin de comprender el desarrollo y funcionamiento de la actividad cinegética
en el municipio de Castalla, para realizar un análisis y estudio de los factores
que intervienen en ella (Rello Ayuso, 2017)
Para analizar la metodología del trabajo se ha utilizado un método geográfico
en el cual se ha valorado los condicionantes del medio físico, las estructuras
agrarias, los paisajes… Además, se ha realizado una encuesta para conocer la
opinión, el punto de vista y una gran diversidad de posturas acerca de la caza
en el municipio. Para la obtención de las preguntas de esta, se ha consultado
información de otros trabajos que han analizado el interés geográfico de la
caza y sus efectos sociales y económicos, además de su creciente valoración
como herramienta de gestión ambiental (Martín Delgado et al., 2021). Esta
encuesta ha sido rellenada por la mayoría de los socios del club, pudiendo dar
un amplio abanico de datos e información para realizar el trabajo. Además de
la encuesta, también ha sido importante la facilitación de información por
parte de Conselleria de Agricultura y Medio ambiente para poder conocer el
número de licencias a nivel provincial, contando con la colaboración con la
ingeniera Alejandra Llopis.
Y, por último, el conocimiento propio de la zona y el puesto de vicepresidente
que desempeño en el Club de cazadores también ha sido un factor para poder
llevar a cabo dicho estudio y tener una gran cantidad de información no sólo
de los terrenos de la sociedad, sino también para el conocimiento
administrativo y de gestión del club a lo largo de la historia.
En consideración, la selección de dicho método se consideraba la más
aceptable para el trabajo, ya que era importante saber las opiniones de gran
parte de los cazadores del club y, posteriormente la aplicación del análisis
óptimo.
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2.1 Fuentes utilizadas.
En el presente estudio se parte de las respuestas de los cazadores del club de
la encuesta realizada. Dicha sección se realizó para que los distintos socios del
club pudiesen dar su opinión acerca de la caza y de la gestión del club del
municipio. Se trata de un cuestionario de 21 preguntas que se responden de
forma anónima. (Vázquez Guadarrama, 2012)
Por un lado, para la captura de imágenes e información redactada se ha
utilizado el trabajo de campo, visitando las distintas zonas que se incluyen en
el área de estudio y también se ha podido captar alguna de las especies. Por
otro lado, también se han utilizado las fuentes cartográficas como el visor de
la Generalitat, en el cual se puede disponer de una gran fuente de información
en relación con los usos del suelo y la actividad cinegética. La utilización de
los Sistemas de Información Geográfica para obtener una perspectiva de las
diferencias superficiales de algunos cotos sociales ha sido utilizada por
numerosos autores a la hora de caracterizar la actividad cinegética (López &
Valle, 1989; Mulero, 1991; Adrover, Grimalt & Brinimelis, 2015). Por otra
parte, también se ha utilizado información cartográfica proveniente de la
Federación Valenciana de Caza y de Conselleria de Agricultura y Medio
ambiente.
Por último, para aportar información del Club deportivo de caza de Castalla
se ha accedido a las oficinas de éste, pudiendo adquirir información acerca del
año en el que se formó, primer presidente, primeros terrenos del club y los
gastos de gestión que se exponen más adelante en el trabajo. Por medio de
Conselleria nombrada anteriormente, también se ha estudiado la diferencia de
cultivos en el territorio municipal en comparación del año 2000 y 2019,
estudiando de esta manera la evolución o regresión de las zonas de cultivo
pertenecientes al club y cuáles son los tipos de cultivo cerealísticos más
abundantes en la zona.
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3. ÁREA DE ESTUDIO: CONDICIONANTES Y FACTORES
GEOGRÁFICOS DE LA ACTIVIDAD CINEGÉTICA.
Los factores geográficos tienen una gran importancia y una elevada relación con
la actividad cinegética. Tanto los factores climáticos como pueden ser las
precipitaciones o la temperatura son factores que provocan el asentamiento de las
especies en un lugar o en otro. En zonas donde las precipitaciones son más
abundantes y por lo tanto, la humedad es mayor, habitan unas especies
características de dicho clima; en cambio en un lugar donde las precipitaciones
son escasas y es más notoria la sequía favorecerá al hábitat de otras.
Por otro lado, el medio físico y los paisajes también pueden considerarse unos
factores directos con la caza. Tanto la disposición, como la altitud, como tipo de
suelo que se encuentra en la zona podrá influir de una forma u otra. Un ejemplo
para la explicación de ello podría verse reflejado en especies como el conejo, el
cual para hacer sus madrigueras necesita tipos de suelo arenosos, sin que la roca
madre esté próxima a la superficie. En lugares donde predomina la altitud, no
suelen caracterizarse por ser arenosos, ya que la roca madre de los relieves
prebéticos alicantinos aflora en superficie o está próxima a ella, y condiciona la
presencia de suelo fértil.
En cambio, para la actividad cinegética y el hábitat de las especies los paisajes
más idóneos son las tierras de cultivo con presencia de monte próximo, ya que de
esta manera tienen a buena disposición la comida y el refugio ante depredadores
y, sobre todo los cultivos tradicionales de secano que combinan cereal, olivar y
viñedo. Para ello, se está intentado recuperar todas las parcelas posibles donde se
pueda cultivar, con la puesta en marcha de la limpieza de masa forestal de algunas
zonas.
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3.1 Usos del suelo de la zona.
Mapa 1. Espacios cinegéticos de Castalla en el año 2.021
Fuente: Visor cartográfico GVA
En primer lugar, en cuanto a los usos del suelo, en el siguiente mapa se puede
observar el espacio que incluye los espacios cinegéticos el cual se divide en las
zonas de caza, abarcando casi el territorio del municipio en su totalidad, las zonas
de reserva de caza y las zonas de caza controlada. En el mapa se resalta tanto las
fincas privadas como el terreno que pertenece al club de cazadores de Castalla,
ocupando principalmente la parte este del documento. En cuanto a la parte oeste,
encontramos fincas privadas como Els Planets, El Rebolcador o Les Fermoses,
fincas pertenecientes a particulares las cuales son aprovechadas también para la
actividad cinegética y sus cultivos. Estas fincas, tanto Els Planets como Les
Fermoses son lo suficientemente grandes como para declararse coto privado por
sí solas, ya que sí que tienen el número mínimo de hectáreas que se requiere. En
cambio, El Rebolcador está compuesto por diversas parcelas y acotados (El
Carrascalet, La Font de la Carrasca…) que tienen un número de hectáreas
reducido y no pueden ser coto privado independiente. Estas fincas, además de
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estar destinadas a la práctica de la actividad tienen un elevado número de bancales
de cultivo que se destinan para la obtención de producciones agrarias como
pueden ser el olivo o la vid.
Figura 3. Cultivo de olivar en la zona “Cabeço de Fontés”
Fuente: Elaboración propia
Figura 4. Cultivo de vid en la zona “Cabeço de Fontés”
Fuente: Elaboración propia
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Tanto en la figura 3 como en la figura 4 se puede observar una zona de cultivo
tradicional de olivo y de vid perteneciente al terreno de la sociedad y que se ubica
en la zona del “Cabeço de Fontés”. En la figura 3 se puede observar al fondo la
sierra de Catí y en la figura 4 la sierra del Maigmó.
Por otra parte, el terreno perteneciente al club deportivo está formado por fincas
como El Pla de les Caves, Els campellos, La lloseta o la parte próxima al Rio
Monnegre, cuyos terrenos, siendo también privados, sí pertenecen al colectivo de
caza de Castalla por los cuales se paga un arrendamiento anual. Para incluir un
terreno a la sociedad debe existir un primer documento para la cesión de los
derechos cinegéticos de dicha propiedad y, posteriormente pasar por un trámite
administrativo para su aprobación y de esta forma poder incluirla en el Plan
Técnico de caza del club.
Mapa 2. Usos del suelo Castalla. SIOSE 2015
Fuente: Visor cartográfico GVA
En el siguiente mapa de los usos del suelo está marcada la zona en la cual se
encuentra el municipio de Castalla, donde se halla una gran variedad de dichos
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usos. En el municipio predomina el paisaje agrario perteneciente a la montaña de
Alicante (María Hernández, 1996), alternado con el paisaje rural típico de la zona
donde predomina el pino y la carrasca. Respecto al matorral bajo, predomina la
gran abundancia de romero, esparto y aliagas, esta última destacando en zonas
como La Replana donde se produjo un incendio. Por otro lado, donde no aparece
urbanización destaca como el uso del suelo en su totalidad está ocupado por
cultivos. Una parte de ellos, pertenecientes a propietarios, se destinan para el
consumo humano como pueden ser las zonas de bancales de frutales, almendros,
olivos… Pero en cambio, las zonas en las que la siembra que no es de tipo
arbustivo, sino que es de tipo cerealística, en gran parte del territorio corre a cargo
de los cazadores y es aprovechada por los animales con un fin alimenticio. Estos
tipos de cultivos pueden ser el trigo, la cebada o la avena entre otros. Las fechas
para la siembra de estos cultivos puede variar según las lluvias que se estén dando
en el año, pero suele ser sobre los meses de noviembre y diciembre. La inversión
que realiza anualmente el club de caza de Castalla viene a ser cerca de los 1.200€,
repartido entre unas 30 hectáreas hábiles para la posible siembra. Cada año
aumentan las hectáreas para la siembra, gracias a que un gran número de bancales
que se habían perdido se están pudiendo recuperar y limpiarlos de vegetación,
consecuencia por la cual el número de especies animales en la zona se ve
incrementado por la abundancia de comida. Pero no únicamente beneficia a las
especies cinegéticas, si no también alimañas como zorros o garduñas, o aves
rapaces como halcones o águilas reales, las cuales se alimentan de roedores o aves
de menor tamaño.
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3.2 Evolución zonas de cultivo/desforestación.
Figura 5. Zona Xorret de Catí año 2020
Fuente: Visor cartográfico GVA
En la siguiente imagen aparece la zona sur del municipio, próxima a la reserva de
Xorret de Catí, la cual pertenece al club de cazadores y es la principal zona la cual
se podría realizar un aclareo de la masa forestal para evitar el riesgo de incendios,
ya que debido a la gran nevada que se produjo en enero de 2019 gran parte de los
pinos que se encuentran en la zona (Pinus halepensis) están en un estado avanzado
de deterioro. La elevada presencia de vegetación deteriorada y en un estado seco
provocan que sea una zona muy susceptible para incendios. El elevado peso de la
nieve sobre las ramas de los pinos conllevaba al tronchado de ramas y al posterior
rompimiento de estas, como ocurrió también en la ciudad de Villena en el año
2001 (Azorín Molina, 2002). Tanto este hecho, como la falta de cortafuegos y
zonas de aclaramiento en la sierra de Catí pueden provocar que, en caso de que se
produjese un incendio, resultaría muy difícil poder controlarlo y evitar que la
superficie quemada fuese menor.
En la figura 6 aparece la misma zona marcada que en la anterior, en la cual se
observa como el número de zonas de cultivo era mucho mayor y el espacio se
podía aprovechar de mejor manera. Los cultivos que ocupaban la zona era
principalmente la vid y el olivo, los cuales potenciaban la economía agraria del
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municipio. Respecto a la desforestación, la abundancia de pinos es prácticamente
escasa, ya que en ese momento lo que predominaba en la sierra de Castalla era el
carrascal (Quercus Ilex) pero que posteriormente pasó a un segundo plano ya que
el pino tenía un rendimiento mucho mayor para la obtención de madera debido a
su rápido crecimiento en comparativa con la carrasca. La figura 6 pertenece al año
1956.
Figura 6. Zona Xorret de Catí 1956.
Fuente: Comparador visor GVA
Respecto a las zonas de cultivo, la caza se conforma como actividad agraria en la
medida en que sus explotaciones transforman el medio físico con vistas a su
producción (López Ontiveros, 1994). Respecto del municipio, se ha realizado una
comparación entre el año 2000 y el año 2019, ya que de esta manera se puede
observar la evolución que han tenido las hectáreas en los usos del suelo con el
paso de los años. En referencia a los datos del año 2000 y los cultivos que se
relacionan con la actividad cinegética, se detallan los cultivos cerealísticos como
la avena, la cebada, el trigo o la veza los cuales tienen una menor presencia en el
paisaje agrario del municipio que en la actualidad. Por otro lado, los cultivos como
el almendro, el olivar o la vid han visto afectada de manera negativa su presencia
en el territorio, reduciendo los tres tipos de cultivo el número de especies. El que
menos se ha visto afectado ha sido el olivo, ya que es un cultivo tradicional que
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se adapta muy bien a las condiciones climáticas de la zona y que en algunas fincas
privadas como “Torriá” es muy abundante el cultivo de olivar intensivo.
Tabla 1. Cultivo en Castalla en el año 2000
Municipio Cultivo Secano Regadío Total
Castalla Avena 49 18 67
Castalla Cebada 83 12 95
Castalla Trigo 6 8 14
Castalla Veza 15 0 15
Castalla Almendro 1555 74 1639
Castalla Olivar 1210 349 1559
Castalla Vid 380 188 568
Fuente: Conselleria de Agricultura y Medio ambiente. Elaboración propia
En cuanto al año 2019, como se puede observar en la tabla 2 se ha destacado un
tipo de cultivo que en el año 2000 no aparecía, el yero. Este ha influido sobre todo
en la presencia de la paloma torcaz, especie que se alimenta de dicho cereal y que
es sembrado por la sociedad en las parcelas próximas al rio (Rio Monnegre). Por
otro lado, los cereales cultivados para grano como la avena, la cebada o el trigo se
detalla explícitamente las hectáreas cultivadas, al igual que la superficie de
almendro, de olivo y de la vid. Dentro de la diferenciación hay otros tipos de
cultivo como los frutales, o las hortalizas las cuales no se analizan debido a que la
relación que pueden tener con la actividad cinegética es mínima y que suelen
encontrarse en las zonas próximas a viviendas, donde la actividad cinegética no
está permitida. En la tabla se expone detalladamente los tipos de cultivo y sus
hectáreas cultivadas.
Tabla 2. Cultivos en Castalla en el año 2019
Municipio Cultivo Secano Regadío Total
Castalla Avena 64 2 66
Castalla Cebada 28 12 40
Castalla Trigo 47 9 56
Castalla Yero 5 0 5
Castalla Veza 5 2 7
Castalla Olivo de mesa 8 0 8
Castalla Olivo para
aceite
1018 188 1206
Castalla Almendro 795 110 905
Castalla Vid 144 81 225
Fuente: Conselleria de Agricultura y Medio ambiente. Elaboración propia
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2.3. Condicionantes geográficos de la caza.
En cuanto a los condicionantes geográficos de la caza en la zona de estudio
destaca en primer lugar el clima. Se trata de un clima mediterráneo en el que las
temperaturas en invierno no son excesivamente bajas y en verano no son
excesivamente altas. Este hecho facilita el hábitat a numerosas especies de aves,
mamíferos, reptiles… En la última edición del Atlas Climático de la Comunidad
Valenciana coordinado por Alejandro Pérez Cueva, fue en el año 1994. En el
municipio de Castalla se registró una temperatura media de 13,64 grados, siendo
los meses más calurosos los de julio y agosto con 22,4 y 22,1 grados
respectivamente. Los meses más fríos y con las temperaturas medias registradas
fueron diciembre y enero, con 7.3 y 7 grados. Respecto a las precipitaciones la
media anual de dicho año fue de 293mm, destacando como los meses más
lluviosos octubre con 40mm de media y abril, con 35,7mm.
Gráfica 2. Temperatura observatorio de Villena año 2020
Fuente: Sistema de Información Agroclimática para el Regadío (SIAR)
En la siguiente gráfica se muestra la temperatura mínima, máxima y media de un
observatorio próximo a la localidad de Castalla y que está en funcionamiento, ya
que el de Castalla dejó de aportar datos en el año 2012. Se trata del observatorio
de Villena y los datos son del año 2020, en el que destaca en color amarillo la
temperatura máxima, en rojo la temperatura media y en azul la temperatura
22
mínima. Como se observa, la temperatura mínima que se registra no es
excesivamente baja, al igual que la máxima que se registra en verano no es muy
alta. En el eje Y están representadas las temperaturas en grados centígrados y en
el eje X los días del año.
Dentro del clima el factor de las precipitaciones es muy importante, ya que la
lluvia favorece a la vida tanto animal como vegetal. Al tratarse de un clima
mediterráneo las lluvias no suelen exceder los 300mm anuales, registrando las
mayores lluvias entre los meses de septiembre y enero, y destacando las lluvias
torrenciales características de la zona. Estas lluvias torrenciales producidas sobre
todo a partir del mes de septiembre es un factor contrario frente a la especie del
conejo porque ayudan a la propagación de la enfermedad como la “Mixomatosis”,
la cual la transmiten los mosquitos, que, debido a las altas temperaturas de la
época y la elevada humedad propiciada por las lluvias torrenciales, son muy
abundantes en estas fechas.
Gráfica 3. Precipitaciones observatorio de Villena año 2020
Fuente: Sistema de Información Agroclimática para el Regadío (SIAR)
En la gráfica 3 aparecen los datos del observatorio de Villena en el que se muestra
las precipitaciones registradas diariamente en el año 2020. Al tratarse de una zona
que no es muy característica por la abundancia de precipitaciones, apenas excede
los 300mm anuales. En el eje X están marcados los días del año y en el eje Y a
cantidad de precipitaciones por “mm”.
23
Otra especie que se considera invasora y que habita en la zona debido también a
las altas temperaturas es el arruí. Esta especie proviene de África y se ha
introducido en la península ibérica por una mala gestión en una finca de la zona,
El Forcall. En esta finca, la cual contaba con un vallado creado por el gestor del
coto con el fin de obtener crías de dicha especie y criarlas en cautividad, fue
cortado y los animales pudieron escapar. A los años de que este hecho ocurriese,
empezaron a verse especies de arruí por la sierra de Castalla hasta convertirse en
serios problemas para algunas fincas con cultivo. Pero no sólo el factor del clima
ayuda a dicha especie, sino también los suelos calizos, acantilados y rocosos de la
zona sur del municipio (Zona de Xorret de Catí) son las zonas más querenciosas
para dicho animal.
Figura 7. Arruís ubicados en “La Palmera”
Fuente: Elaboración propia
24
En la figura 7 se pueden observar dos ejemplares de dicha especie comiéndose la
hoja de los almendros, concretamente una hembra al lado izquierdo y su cría al
lado. La imagen pertenece a la zona del Pla de les Caves y fue captada el día
29/06/2021.
Otro factor que puede destacar de la zona es la alternancia entre suelo cultivado y
de monte, el cual favorece a la defensa de los animales pudiendo obtener la comida
y el agua próximas a zonas más seguras. Esto quiere decir que, si destacase la
presencia de elevados campos de cultivo, un gran número de animales no podrían
acceder a la comida debido a que no pueden realizar grandes desplazamientos o
simplemente porque la presencia de alimañas o de depredadores supondrían un
peligro para ellos.
Por otro lado, se podría considerar un factor geográfico la estructura de la
propiedad agraria, es decir, el tamaño de las parcelas catastrales que hay en la
zona. Si se trata de propiedades grandes que exceden las 250 hectáreas los
propietarios del coto sí que podrían acotar su zona sin la necesidad de la
agregación de pequeñas parcelas como ampara la Ley 1/1970 del 4 de abril
publicada en el BOE “Las superficies mínimas para construir estos cotos serán,
cuando pertenezcan a un solo titular, de 250 hectáreas, si el objeto principal del
aprovechamiento cinegético es la caza menor, y de 500 hectáreas, si se trata de
caza mayor”. En cambio, y siendo numerosos los casos de Castalla, muchas
propiedades no llegan al tamaño requerido para delimitar por sí solos la zona de
caza, esto requiere la unión con las parcelas de otros propietarios que posibilitan
la gestión administrativa para realizar el coto. Algunos de los terrenos son
pertenecientes al ayuntamiento como La casa del “Pinaret” o el Alto de
Diputación, los cuales son agregados a parcelas del club de cazadores. En
comparativa con muchas otras sociedades de la provincia, el problema que
presenta la de Castalla es que el 90% del territorio es privado, es decir, la sociedad
tiene que pagar a particulares para poder introducir dentro de la zona de caza las
parcelas. Concretamente el club de caza de Castalla realiza un pago anual a 13
propietarios distintos, de los cuales en diversos casos los gastos ascienden a más
de 5.000€. Este hecho es negativo en cuanto a nivel económico se trata, ya que el
desembolso anual para el pago de todas las fincas es muy elevado en comparación
con el resto de los clubes.
25
Tabla 3. Distribución del número de resoluciones realizadas en la actualización de los cotos
RESOLUCIONES ANUALIDAD 2020
PROVINCIA Ampliación Segregación Extinción Creación Cambio titularidad
TOTAL
Alicante 8 12 0 1 0 21 (37,5% CV)
Castellón 8 4 1 0 0 13 (23,2% CV)
Valencia 9 8 1 1 3 22 (39,3% CV)
TOTAL 25 (45% CV)
24 (43% CV) 2 (3,5% CV)
2 (3,5% CV) 3 (5% CV) 56 (100% CV)
Fuente: Conselleria Agricultura y Medio ambiente. Elaboración propia.
En la tabla 3 se muestra las resoluciones del año 2020 separadas por provincias de
la Comunidad Valenciana. En la provincia de Alicante en la cual se encuentra
nuestra zona de estudio aparece un total de 8 ampliaciones de cotos, 12
segregaciones, ninguna extinción, 1 creación y ningún cambio de titularidad.
Para finalizar, se puede considerar un factor geográfico relacionado con la
actividad cinegética la disposición de las sierras de Castalla. La mayoría de estas
(las cuales pertenecen al club) tienen una disposición noroeste, lo cual hace que la
gran mayoría de estas tengan una orientación de umbría. Algunas de las umbrías
destacadas de la zona son El Racó de l´Esopartosa, la umbría Espessa o la umbría
del Portell; todas estas se encuentran en la ladera de la sierra de Catí, la más
destacada de la zona. Este factor de la disposición de umbría provoca que en
cuanto a las especies se refiere, se observe una mayor cantidad de ellas en los
meses estivales, en los cuales los animales se encuentran en la zona debido a la
temperatura más fresca que hay. En cambio, en invierno estas especies buscan
más las zonas de solana debido a que el suelo está más caliente y favorece la vida
animal.
26
4. RESULTADOS DEL TRABAJO: DIMENSIÓN SOCIAL Y
TERRITORIAL DE LA ACTIVIDAD CINEGÉTICA EN CASTALLA.
4.1 Sociedad de cazadores de Castalla como entidad deportiva y de gestión
colectiva del espacio cinegético.
El club deportivo de caza San Roque es el nombre de la sociedad de cazadores de
Castalla. Las primeras actas de las que se tiene constancia datan del año 1958, año
por el cual se formó el club. El entonces presidente José Pérez Rico junto con su
junta directiva compuesta por un vicepresidente, un tesorero, un secretario y sus
respectivos vocales. La evolución en cuanto a la gestión de la sociedad no ha
variado en cuanto a temas administrativos se refiere, ya que se sigue renovando
cada 4 años de directiva, en la cual se convocan una asamblea general y se vota
por parte de los socios a los candidatos a ésta. La junta directiva se sigue
conformando igual que en sus inicios contando con un presidente, un
vicepresidente, un secretario, un tesorero y los respectivos vocales.
En cuanto a la evolución del espacio cinegético es donde más se ha visto afectado
el club, ya que antes casi la totalidad del término municipal de Castalla pertenecía
a su entidad y apenas eran existentes los gastos para el pago de dichas tasas. El
espacio cinegético abarcaba casi las 6.000 hectáreas en un principio, hasta
quedarse en las 2.700ha actuales. Con el paso del tiempo las fincas privadas han
ido en aumento y los propietarios cada vez han sido más reacios a ceder sus
terrenos a la sociedad de cazadores. Esto se debe a que muchos de ellos viven
fuera del municipio y vienen a pasar los fines de semana a las casas de campo y
no quieren que los cazadores pasen cerca de la casa, aunque estos respeten las
distancias que rige la Ley Valenciana de Caza de 13/2004, de 27 de diciembre.
Esto no se ha visto afectado sólo en los gastos del club, sino que también el
número de socios ha tenido que descender ya que el registro de socios por número
de hectáreas tiene un límite. Es decir, con el descenso del número de hectáreas
también se ha visto afectado el número de socios ya que por cada hectárea se
puede registrar un número de socios el cual no se puede exceder. Con el descenso
de algunos socios del club hace 3 años, la directiva se vio obligada a proceder a
27
un aumento de la cuota anual, manteniéndose este aumento hasta día de hoy que
asciende hasta los 150€ a los menores de edad; 370€ a los cazadores entre 18 y 65
años; entre los 65 y 70 años un total de 350€; en los mayores de 70 años un total
de 75€ (para personas veteranas del club con derecho a socio).
Respecto a la gestión en el campo, el acotado sigue contando con una parte de sus
hectáreas destinadas para el cultivo con beneficio de la caza. Estas parcelas de
cultivo pertenecen a los propietarios que arrendan las fincas, pero las ceden para
que el club disponga de dichos cultivos, ocupando unas 200 hectáreas del terreno
cinegético. Las hectáreas se han intentado mantener las mismas, excepto en
espacios donde la vegetación ha hecho que sea imposible el acceso y se tengan
que perder dichos espacios. Con la siembra, dedicada únicamente para el fin
cinegético, una vez se tiene que cosechar el grano, bien sea cebada, trigo o avena,
se ensaca por los socios del club y se guarda para el posterior llenado de
comederos que se ubican en el campo. De esta manera, el mismo grano que se
cosecha el año anterior, es aprovechado para la gestión del coto y la futura siembra
del año siguiente, de esta manera el club permite que el campo siempre se
encuentre en condiciones aptas para la vida de los animales. Además, se obtiene
la seguridad de que este producto no ha sido tratado con productos fitosanitarios
y tienen una auténtica pureza y salubridad para el consumo de los animales.
Figura 8. Charca situada en “Els Campellos”
Fuente propia
28
En la siguiente imagen aparece una charca que se encuentra en la zona del club,
llenada por los componentes de la directiva. Para su llenado, se utiliza el vehículo
de la sociedad con un bidón de una capacidad de 1.000 litros. Distribuidas entre
todo el territorio de la sociedad, la cual cuenta con 2.700 hectáreas, hay un total
de 10 charcas grandes de una capacidad de 10.000 litros y 17 pequeñas, que tienen
una capacidad de alrededor 800 litros. Estas en invierno se llenan
automáticamente con el agua de las lluvias de la época, que en caso de que fuese
un año de sequía se procede a realizar el llenado por la directiva del club. En
cambio, en verano estas sí que requieren mucho más el mantenimiento, siendo una
vez cada dos semanas el llenado de las de menor tamaño y cada mes y medio se
rellenan las grandes. Para el llenado de las pequeñas, el club dispone de vehículo
propio con un bidón de 1.000 litros de capacidad, el cual se llena en un contador
de agua próximo a Castalla Internacional del cual nos da permiso el Ayuntamiento
y proviene de un pozo. En cambio, para el llenado de las charcas grandes se pone
a disposición de una empresa del municipio con un camión cuba, a la cual se le
paga el importe del gasto y llena las balsas grandes. El llenado de charcas grandes
se realiza dos veces al año, ya que la capacidad de estas es muy grande y no llegan
nunca a secarse. Para abastecer todos los puntos de agua se movilizarán alrededor
de 150.000 litros al año, destinados completamente para los animales.
29
Figura 9. Comedero de trigo en el Pla de les Caves
Fuente propia
En la siguiente imagen aparece un comedero instalado en la parte del Pla de les
Caves, rellenado por el presidente del club. El hecho de instalar comederos sí que
requiere un llenado frecuente, que se suele hacer cada 3 semanas. En este caso el
grano que hay en el interior es el trigo, ya que la siembra del año anterior fue de
este tipo mayoritariamente (como se nombra a lo largo del trabajo, el grano
recogido de la siembra se aprovecha para el llenado de comederos y la siembra
del año próximo). Uno de los problemas a los que se enfrenta el club con el tema
de los comederos, es que en numerosos casos se han tenido que instalar cámaras,
debido a que en diversas ocasiones los bidones han sido robados. Por otro lado,
los jabalíes también son un problema frente a estos modelos de comedero, ya que
en un primer caso están destinados para la caza menor, en cambio los jabalíes los
rompen para extraer el grano del interior y los dejan vacíos.
Gracias a realizar esta buena gestión del coto, con el paso de los años se están
viendo reflejados los resultados en el campo. Para ello, todos los clubes de caza
deben realizar anualmente unas memorias donde se reflejan las capturas anuales
30
de la temporada y poder realizar estudios sobre la progresión de especies. De este
modo, se controla a evolución que estas tienen en el territorio de caza y se
establecen cupos, que a medida que la población de la especie aumenta, también
lo hace el número de capturas y por cazador/día. En cambio, si se analiza un
descenso poblacional de alguna especie, esta puede declararse en peligro de
extinción en la zona y se deja de cazar algunas temporadas, facilitando así su
reproducción. Para ello, en la figura 10 y 11 se puede observar la memoria
realizada por el club de Castalla en la pasada temporada. Una estimación por
término medio que puede cazar un socio del club al año es de 50-60 capturas
contando especies de caza mayor y de caza menor.
Figura 10. Memoria de caza club de Castalla
Fuente: Conselleria de Agricultura y Medio ambiente
En esta primera figura aparece el nombre del club de cazadores al cual pertenece
la memoria realizada, la matricula del coto (siendo en dicho caso el número A-
10.316) y las capturas realizadas según la modalidad que se haya practicado. En
referencia a la matrícula, se refiere al acotado de caza, ya que cada coto tiene su
número privado de identificación y la gran mayoría del terreno que ocupa la
sociedad de cazadores de Castalla es el que aparece. En el campo dicho número
se puede observar en las paletas que delimitan los lindes de la sociedad, las cuales
31
se instalan con la función de que tanto cazadores de los cotos privados colindantes
como los propios socios del club, sepan cuál es su zona de caza.
Figura 11. Memoria de caza club de Castalla
Fuente: Conselleria de Agricultura y Medio ambiente
4.2 Resultados de la encuesta.
La encuesta que se realizó para que los socios del club la rellenasen de forma
anónima estaba compuesta por 21 preguntas (1 optativa al final que habla de
los gastos económicos personales en la actividad cinegética) en las cuales se
trataban temas como la gestión del coto, los usos del suelo, la influencia de la
caza sobre el territorio y el hábitat de especies. Para la realización de la
encuesta se ha dispuesto de la herramienta de Google Formularios, la cual
permite compartirla vía internet ya que en las condiciones de la pandemia es
más recomendable. Fue lanzada el día 9 de julio y se obtuvieron un total de
57 respuestas, las cuales se van a analizar los resultados a continuación.
(Martín Delgado et al., 2021)
La primera pregunta, explicada en el primer apartado del trabajo era sobre la
edad de los socios, para así poder analizar la media de edad de la cual se
32
compone el club y así poder ver la proyección de futuro de la caza en el
municipio. En segundo lugar, se trata el origen de los socios pertenecientes al
club, en el cual un 75% provienen del mismo municipio, un 14,3% pertenecen
a municipios limítrofes a Castalla, un 8,9% a municipios de la provincia y, 1,8
pertenecen a municipios de otra provincia. Para estudiar el origen de los socios
en la relación con la actividad cinegética se formula la tercera y cuarta
pregunta en la que se pregunta a qué edad comenzó a cazar y si la caza había
sido una tradición en su familia. Un 75% de los socios se inició en el mundo
de la caza antes de los 14 años, acompañando a padre o familiares que ya eran
cazadores; un 8,9% empezaron a los 14 años con el permiso de armas especial
para menores de edad (permiso AE) en el cual el menor debe de ir siempre
acompañado por un mayor de edad y, el resto de las respuestas son de socios
que se iniciaron pasada la mayoría de edad. Respecto a si la caza había sido
una tradición en su familia, las respuestas afirmativas fueron un 89.3%.
Una pregunta para ver si la tradición sigue o les gustaría que siguiese en su
familia fue sobre los hijos de los socios, en la cual un grupo muy mayoritario
no tienen hijos, pero sí que les gustaría inculcar dichos valores en un futuro
como se advierte en la gráfica número 4.
Gráfica 4.
Considerando que el Club deportivo de caza de Castalla es un club destinado
principalmente para la caza menor, muchos de los socios practican tanto la
modalidad de caza menor como la de caza mayor, concretamente un 78,6%
33
practican ambas modalidades y el resto únicamente la caza menor. El número
de aficionados a la caza mayor en las últimas décadas se debe a la aparición
de especies como el jabalí, que no habitaba en España y en los últimos tiempos
se podría considerar plaga en numerosas zonas.
Respecto a los usos del suelo y su variación y modificación a lo largo de la
historia se realiza un análisis, para ver si los socios que han participado
perciben que hay una variación de los usos del suelo con el paso de los años o
no.
Gráfica 5.
La respuesta a dicho análisis es que sí que ha variado en gran medida el
espacio acotado como se comprueba en la gráfica 5, debido a la aparición de
numerosas fincas privadas las cuales no han cedido sus terrenos al club, al cual
antiguamente sí pertenecían.
34
Gráfica 6.
Como se puede observar también en la siguiente gráfica uno de los problemas
mayores que hay en el municipio de Castalla y en sus zonas rurales es la gran
abundancia de viviendas y chalés dispersos que se pueden encontrar, poblando
gran parte del territorio hábil de caza y que impiden la práctica de dicha
actividad en las zonas próximas a ellas. Este hecho ha sido muy criticado por
los socios del club ya que, aun respetando las medidas que rige la ley, muchos
de los propietarios han generado en numerosos casos conflictos entre los
cazadores al escuchar las detonaciones producidas por los disparos. La ley
13/2004, de 27 de diciembre, de caza de la Comunidad Valenciana dicta que
se tienen que respetar mínimo 50 metros de distancia de las viviendas aisladas,
las cuales tienen una gran abundancia en la zona de estudio, contando los
metros desde sus extremos. Como se observa en la figura 12, zona del Racó
de l´Espartosa la cual pertenece al club y es un espacio cinegético, se expone
el problema que se ha comentado de la gran abundancia de chalés dispersos.
35
Figura 12. Chalés dispersos en el Racó de l´Espartosa
Fuente: Visor cartográfico GVA
Otro tema que se ha trabajado a lo largo del trabajo ha sido la necesidad de la
limpieza de la masa forestal en algunos puntos de territorio, concretamente en
la ladera orientada al norte de la sierra de Catí. Esta zona, afectada por nevadas
y de una densidad de pinos muy elevada, impide en casi su totalidad el paso a
personas o vehículos que quieran realizar la labor de gestión del coto, haciendo
imposible su acceso. En la gráfica siguiente se observa que, casi en su
totalidad, los socios del club también consideran de vital importancia este
hecho para algunas zonas del acotado
Gráfica 7.
En cuanto al tema de especies y la aparición de nuevas en la zona sí que ha
generado algo más de disparidad entre los socios del club. En la zona de
Castalla, especies como el arruí o el muflón eran apenas inexistentes en la
zona, pero en los últimos años el incremento de individuos de ambas especies
36
ha sido muy considerable debido a las buenas condiciones que adquiere la
zona respecto a su hábitat. En la siguiente gráfica de barras refleja el punto de
vista de dichos socios, siendo algo más de la mitad los que dicen que no se
han introducido nuevas especies en la zona y, algo menos de la mitad los que
sí. Para los que indicasen que sí que hubiese nuevas especies en la zona, tenían
que indicar de cuáles se trataba, destacando el arruí y el muflón entre las
respuestas y apareciendo otros como garduñas, la tórtola turca o el jabalí.
Gráfica 8.
Respecto a si el número de especies de la zona había aumentado o disminuido
debido a la gestión del coto en los últimos años, se ha realizado también una
gráfica en la que se muestran las especies más abundantes de la zona tanto de
caza mayor como de caza menor. Las especies autóctonas que han disminuido
en los últimos años son la perdiz roja y la liebre; y especies migratorias como
el zorzal debido fundamentalmente al cambio climático, ya que esta especie
habita en zonas frías y su migración es durante el mes de octubre
principalmente, fecha en la cual en nuestra zona hace una temperatura estival
en la actualidad. El resto de las especies tanto autóctonas como migratorias (la
paloma torcaz) sí que han visto elevado el número de individuos en los últimos
años. Este aumento en la mayoría de las especies es debido a la buena gestión
37
que se realiza en el coto, siendo también el reflejo en el campo, es decir, los
socios están satisfechos con el incremento de especies de caza mayor.
Gráfica 9.
Gráfica 10.
En relación también con la economía nacional y la línea que comparte con la
actividad cinegética, se muestra el interés por conocer si los socios cazan
únicamente en el club de caza de Castalla o si lo hacen en otros lugares
también y si son pertenecientes a la misma comunidad autónoma o no. Un
total de 66,7% de socios respondieron que además de cazar en dicho club,
también lo hacen en otros lugares, favoreciendo este hecho a la economía de
los lugares de destino. En cuanto a si lo hacen dentro de la misma comunidad
38
o fuera, la gran mayoría tenía de destino la comunidad vecina de Castilla la
Mancha como se muestra en la gráfica número 11.
Gráfica 11.
Para completar el estudio de la gráfica anterior, se podría poner en relación
con la pregunta voluntaria ya que de esta manera se pueden ver, más o menos,
los gastos que destinan individualmente los cazadores a la caza. Sólo hubo dos
personas que no contestaron dicha pregunta, lo cual tiene un total de 55
respuestas.
Gráfica 12.
Finalmente, se formuló una pregunta en base al bien que hacen los cazadores
al medio natural y, por otro lado, cuáles son las principales amenazas para el
mantenimiento de dicha actividad cinegética tanto en un presente como con
perspectivas de futuro. En primer lugar, en la gráfica 13 se advierte de los
39
efectos favorables que aporta dicho colectivo, en las cuales destacan el
mantenimiento de los cultivos tradicionales y la instalación de bebederos para
la fauna. Seguidamente, en la gráfica 14 se exponen las amenazas a las cuales
se enfrenta el colectivo.
Gráfica 13.
Gráfica 14.
40
5. DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS
De acuerdo con los resultados obtenidos a lo largo del trabajo, los cazadores del
municipio de Castalla defienden la caza como una herramienta para preservar la
naturaleza y los valores ecológicos de esta actividad. Hoy en día en España, es la
principal fuente de enfrentamiento entre este colectivo y el colectivo animalista,
el cual trata de amenazar la actividad cinegética con que no es una tradición ética
para el campo y que, ni mucho menos, ayuda a la conservación de las especies,
hecho que se ha demostrado con algunos estudios que sí que ayuda a dicha
conservación (Castro, 2021). La caza deportiva es la que de verdad puede
contribuir a la conservación de la naturaleza y de las especies, ya que la evolución
de la fauna cinegética tiene que seguir y en muchos lugares las especies de machos
viejos tienen que renovarse por ejemplares jóvenes. Además, también ayuda a
reducir el impacto de determinadas epizootias como la sarna en ungulados
mediante el control poblacional y este resulta esencial para evitar una excesiva
presión sobre enclaves de fauna protegidos.
Al igual que pasa en el club deportivo de caza de Castalla, también sucede en el
resto de España. El envejecimiento de la población en la actividad y la falta de
relevo generacional puede suponer un grave problema para el futuro de la caza y
la gestión de las especies en un futuro. Algunos estudios como el de Eduardo
Bayona en el año 2018 comparan la evolución de las licencias de caza y el número
de cazadores en España y, el descenso elevado y continuo de estos es notorio. En
la última década 1 de cada 4 cazadores a abandonado la actividad, datos del
Consejo Superior de Deporte. (Bayona, 2018).
Otro problema que viene dado en la última década de la caza son las masivas
sueltas de especies como los conejos o las perdices de granja, produciéndose no
solo en los cotos intensivos (cotos destinados para la suelta de especies y su
posterior caza). Este problema no beneficia al colectivo de cazadores ya que lo
que deben priorizar estos es al mantenimiento de las especies salvajes y no
consentir que una especie pura y brava sea desalojada de la zona de hábitat por
especies “de suelta” (Cabodevilla, Aebischer, Mougeot, Morales y Arroyo, 2020)
Además, la masiva suelta de especies también puede desencadenar en la
41
introducción de parásitos o enfermedades en el campo que puedan acabar con las
especies silvestres. Este hecho ocurre en la gran mayoría de partes de España y se
han realizado estudios que analizan el impacto que puede desarrollar. (Arroyo,
2017). La perdiz roja es una especie muy querenciosa en la península ibérica y
acerca de ella han escrito libros autores importantes tanto en el mundo de la caza
como en el mundo literal, destacando al gran Miguel Delibes (1920-2010) en
libros como “Las perdices del domingo” en el cual relata sus apasionantes
jornadas de caza tras las “patirrojas”, así conocida también esta especie por su
rojizo color en las extremidades. También la han considerado como la especie
reina algunos geógrafos que han realizado estudios como López Ontiveros (López
Ontiveros y García Verdugo,. 1991).
Una de las razones usadas también en defensa de la caza es el recuso económico
importante que esta genera y representa. En España, especialmente en las regiones
del centro y del sur la caza genera puestos de trabajo (cerca de los 187.000 en
nuestro país) y contribuye al desarrollo rural (Arroyo, 2012). En relación con el
estudio realizado para el municipio de Castalla, se ha visto reflejado el nivel de
gastos individuales que realizan los cazadores a lo largo de un año, siendo la gran
mayoría de estos entre los 1.000 y los 3.000€. Este hecho ayuda al mantenimiento
y a la economía de diversas zonas del interior peninsular que, gracias a la actividad
cinegética, consiguen los ingresos anuales suficientes para vivir, destacando en
este ámbito la restauración y la oferta hotelera.
Respecto a la práctica de la caza mayor o la caza menor, cada vez más en España
es más habitual la práctica de la mayor frente a la menor, y esto se debe a que,
debido a los cambios en los usos del suelo, las zonas favorables para la caza mayor
tienden a aumentar, hecho que provoca que las especies de caza menor
disminuyan (Delibes y Mateos., 2009). Esto se refiere a que las cada vez más
numerosas extensas parcelas de cultivo favorecen a la caza mayor para su
alimento y, por el contrario, no tanto a la otra modalidad ya que el número de
depredadores que pueden sufrir las especies de caza menor son mucho menores
que las otras especies.
42
Por último, mirando el futuro de la actividad cinegética y ya no en referencia al
relevo generacional, cada vez serán menos los jóvenes que tomen como afición la
caza y es que con el paso de los años las trabas burocráticas que se establecen son
mayores, hecho que dificulta la iniciativa de la población para aficionarse. El
hecho de que se tengan que solicitar 17 licencias de caza distintas para poder cazar
en todo el territorio nacional conlleva a que cada vez sean menos los
desplazamientos que se realicen por parte del colectivo. Años atrás con una única
licencia podías ir a cualquier zona del país a practicar la actividad y las
modalidades que se quisiese; en la actualidad cada comunidad requiere la
posesión de la licencia correspondiente. Pero no sólo eso, algunas comunidades
como Andalucía o Comunidad Valenciana, además de otras, requieren además de
realizar el examen del permiso de armas, que se realice un examen por parte de
los cazadores que nunca han obtenido la licencia de la comunidad para poder
disponer de ella. Tanto el gasto de tiempo que supone realizar dicho examen como
el mayor gasto provoca que no se tome iniciativa por parte de los jóvenes.
43
6. CONCLUSIONES
Entre las principales conclusiones derivadas de esta investigación pueden
destacarse las siguientes:
• La caza siempre ha sido una actividad que se ha desarrollado libremente en el
campo y que a lo largo de la historia ha servido como ingresos tanto económico
como alimenticio a numerosas familias. Por desgracia, ésta ha sido y está siendo
en la actualidad muy crítica debido al peso ganado por entidades ecologistas que
quieren destruir las actividades tradicionales del mundo rural. Por ello, la
actividad se ha visto mermada en los últimos años y la falta de gente joven que se
interese por dicho mundo provocan que la tendencia sea negativa. Ecologistas
frente a cazadores, pues los primeros autoerigidos en «guardianes de la fauna» y
queriendo la naturaleza para «la observación, lectura y contemplación», acusan a
los segundos de destruir el equilibrio del medio natural. (López Ontiveros, 1994).
• Como se ha podido comprobar a lo largo del trabajo, la caza es una actividad
muy beneficiosa para el campo, ya que ayuda a su gestión y su buen
mantenimiento anual. Como ejemplos se ha podido comprobar las numerosas
hectáreas de los cultivos tradicionales, la gestión del hábitat con la instalación de
comederos y bebederos para los animales y el control poblacional de especies que
pueden causar graves problemas a la agricultura como la del conejo. También, las
especies de caza mayor pueden tener consecuencias mucho mayores en relación
con los accidentes de tráfico.
• El perfil reflejado en la sociedad acerca del cazador resalta la figura masculina,
siendo mucho más notoria que el género femenino. En cuanto a la edad, respecto
a la sociedad de cazadores de Castalla el grupo más predominante es el que se
comprende entre los 19 y los 44 años.
• La introducción de nuevas especies en el territorio de Castalla como el arruí o el
muflón han causado graves problemas a los cultivos ya que el número de
individuos de ambas especies se ha visto muy incrementado. Respecto a las
especies de caza menor, tanto la perdiz roja, la liebre o el zorzal son especies que
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han disminuido su población en los últimos años, en cambio otras como el jabalí,
el conejo o la paloma torcaz van aumentando considerablemente.
• Respecto a los factores geográficos que se relacionan con la caza tanto los
factores climáticos como el medio físico tienen una fuerte unión tanto con la
practica de dicha actividad como con el hábitat de las especies. Uno de los
problemas a los que se enfrenta la caza es al cambio climático ya que influye en
las migraciones de algunos animales como los zorzales. En cuanto al medio físico,
como conclusión se puede destacar que el mantenimiento y la presencia de los
cultivos tradicionales ayuda a la conservación de dichos espacios y alimenta y
protege a las especies.
• Como se ha podido comprobar gracias a los resultados de la encuesta, la
economía que genera la caza es muy elevada ya que en muy pocos casos un
cazador practica dicha actividad en un único lugar. En los resultados, además de
practicar la caza en el club deportivo de caza de Castalla se observa que la
comunidad a la cual viaja la gran mayoría de gente es Castilla la Mancha, debido
a su gran abundancia en especies tanto de caza mayor como de caza menor.
• Uno de los principales problemas a los cuales se enfrenta la actividad cinegética
en el municipio de Castalla es a la gran abundancia de viviendas rurales aisladas,
las cuales cada vez son más numerosas en el espacio rural y, con el aumento de
éstas en el campo se ve reducido el espacio cinegético. Pero no solo afectan a los
cazadores sino también a las especies de caza, ya que muchas ocupan las zonas
donde los animales habitan y con la construcción de la vivienda provocan que se
tengan que desplazar o, en algunos casos, acabar con ellos.
• Por último, la caza se encuentra en grave peligro debido a la falta de relevo
generacional, ya que hoy en día los jóvenes no se fijan en las actividades que se
pueden practicar en el campo; las grandes trabas burocráticas que impone el
gobierno para la obtención de los respectivos permisos de caza y obtención de
licencias y, como se ha dicho anteriormente, la disminución de los espacios
acotados.
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