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Módulo 5
FASE DE EXPLOTACIÓN Lorenzo Pascual
Edición: Junio 2010
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Contenido 1. INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 4
2. QUÉ SON Y QUÉ TIENEN DE INTERESANTES LOS CONTRATOS DE SERVICIOS
ENERGÉTICOS. ................................................................................................................. 7
3. ACERCAMIENTO A LOS CONTRATOS DE SERVICIOS ENERGÉTICOS, MODO
DE ENFOQUE EN FUNCIÓN DEL TIPO............................................................................ 9
3.1 Por tipo de cliente. (Cliente Público, Cliente Privado) .......................................... 9
3.2 Qué combustible pagamos. (Electricidad, Gas ó Gasoil, todos los combustibles)
11
3.3 Por modo de retribución (canon fijo, término variable, ahorros garantizados) ... 12
4. CONCEPTOS PREVIOS Y HERRAMIENTAS PARA LA IMPLANTACIÓN Y
EXPLOTACIÓN DE UN CONTRATO DE SERVICIOS ENERGÉTICOS.......................... 17
4.1 Tipos de mantenimiento...................................................................................... 17
4.2 No olvidemos la importancia del mantenimiento Técnico Legal. ........................ 18
4.3 Herramientas de monitorización y control de consumos, el sistema de control del
edificio............................................................................................................................ 28
5. EXPLOTACIÓN Y FASES DE LOS CONTRATOS DE SERVICIOS ENERGÉTICOS
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5.1 Fase inicial .......................................................................................................... 32
5.1.1 Realización de inversiones. ......................................................................... 33
5.1.2 Ajuste del control automático del edificio..................................................... 34
5.1.3 Implantación de buenas prácticas. .............................................................. 37
5.1.4 Jornadas de concienciación sobre el consumo energético. Incluso a nuestro
personal. .................................................................................................................... 38
5.1.5 Implantación del mantenimiento tradicional................................................. 39
5.1.6 Implantación del plan de mantenimiento energético ................................... 42
5.1.7 Inventariado ................................................................................................. 43
5.1.8 Uso del GMAO............................................................................................. 43
5.1.9 Uso de Indicadores...................................................................................... 45
5.2 Fase de explotación del contrato ........................................................................ 46
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5.2.1 Las tarifas con las suministradoras, el primer paso hacia el ahorro. ........... 46
5.2.2 El personal................................................................................................... 48
5.2.3 La amortización ........................................................................................... 49
5.2.4 La garantía total........................................................................................... 51
5.2.5 El consumo energético ................................................................................ 52
5.2.6 Vigilancia tecnológica, ¿podemos mejorar? ................................................ 54
5.2.7 Seguimiento de los ciclos de vida................................................................ 55
5.3 Fase Final. .......................................................................................................... 58
6. ENLACES DE INTERES:........................................................................................... 59
7. BIBLIOGRAFIA .......................................................................................................... 60
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1. INTRODUCCIÓN
La eficiencia energética es una estrategia válida para solucionar el problema de la
escasez de fondos públicos y puede contribuir a disminuir los graves problemas de la
energía y el clima. En este sentido, el sector público está haciendo importantes esfuerzos
para predicar con el ejemplo en lo que se refiere a
inversiones, mantenimiento y gestión energética
de sus edificios, instalaciones y equipamiento.
Para el sector privado, se abre a su vez una vía
muy importante para el ahorro y control de
costes relacionados con la energía, derivando
parte de sus riesgos a empresas especialistas
en la gestión de energía (ESE`s, Empresas de
Servicios Energéticos) y acotando de este modo sus costes energéticos.
Los denominados Contratos de Servicios Energéticos, que como es sabido, incluyen la
Gestión y el Suministro Energético así como la Operación y Mantenimiento de las
instalaciones, con amplias responsabilidades para el contratista, van ganando terreno
poco a poco y están teniendo un importante apoyo gubernamental, incluso con aportes
de capitales o modos de financiación ligados a subvención pública.
La ESE actúa en la mayor parte de estos casos como inversor: dispone del dinero
necesario para construir y/o reformar las instalaciones de su cliente y firma un contrato
que en general incluirá 4 puntos básicos:
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Suministro Energético
Mantenimiento
Garantía Total
Amortización de las Inversiones
El precio de estos contratos de Servicios Energéticos suele venir dado por la venta de la
energía útil, es decir el kW/h de calor ó frío
o las horas y calidad de la iluminación,
aunque también suele contener una parte
fija que asegura al contratista cubrir una
parte importante de sus gastos,
minimizando así sus riesgos para el caso
de que el propietario o cliente decidiera no
utilizar toda su capacidad de producción.
No obstante también y como se verá más
adelante, existe la posibilidad de ofrecer a nuestro cliente el modelo de canon fijo o “tarifa
plana” por todas las prestaciones
Podríamos decir pues que el principal objetivo que busca el cliente al contratar con una
ESE en la modalidad de servicios energéticos es asegurar su negocio, conociendo de
antemano sus costes de energía y repuestos. Pero ésta no es la única razón.
La segunda razón que es posible constatar, es la flexibilidad en la gestión de los recursos
humanos. Las tareas de operación y mantenimiento requieren, en muchas ocasiones,
realizarse en horarios amplios (turnos de 24 horas para la operación, noches, fines de
semana y periodos vacacionales para determinadas tareas de mantenimiento) y también
requieren de aumentos y disminuciones de plantilla, dependiendo de los trabajos a
realizar. Con una plantilla propia esta flexibilidad es baja y genera constantes fricciones
en las relaciones laborales. Los contratos de Servicios Energéticos que incluyen el
Mantenimiento Integral de las instalaciones trasladan estos problemas fuera de la
empresa o Administración Pública cliente, que ve así reducida su conflictividad laboral, y
obtiene la flexibilidad que necesita.
Hay todavía una tercera razón por la que las empresas y la Administración Pública
realizan contratos de Servicios Energéticos: la exigencia de resultados. Es más difícil
para una empresa exigir unos resultados determinados a una plantilla propia que a una
empresa contratista. A nivel contractual puede ligarse la facturación del contratista con
los resultados obtenidos, bien en forma de bonificaciones-penalizaciones o como en los
contratos más avanzados, ligando la facturación con la demanda de energía o
estableciendo un canon fijo para todas la prestaciones. De esta forma también se
traslada fuera de la empresa los riesgos derivados de averías y repuestos, escasa
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eficiencia o mala explotación en la transformación de la energía primaria y/o el uso de la
secundaria, el riesgo de desfases presupuestarios en la ejecución de las instalaciones,
etc.: si el contratista quiere ganar dinero, tratará de aplicar los mejores sistemas de
gestión posibles. Si no lo hace, perderá dinero, mucho en algunos casos. ¿Qué mejor
motivación para el contratista?
Es importante recordar que el objetivo del contratista de Servicios Energéticos no es
invertir, operar y mantener el edificio del cliente de la mejor forma posible (que también):
su objetivo principal es ganar
dinero. En los contratos
tradicionales, si el cliente no
quiere verse afectado
negativamente, debe
asegurarse de que el contratista
cumple su objetivo, gana
dinero. Si el contratista no
obtiene un beneficio, tratará de
obtenerlo reduciendo costes, lo
que puede significar reducir
personal, contar con personal menos cualificado o buscar materiales de dudosa calidad.
Mas tarde o más temprano, esta política de reducción de costes a la desesperada pasará
factura al propietario. Sin embargo en los Contratos de Servicios Energéticos como
además tienen la característica de su larga duración, el contratista para ganar dinero
debe asegurarse de hacer bien su trabajo, con el mejor personal, los mejores materiales,
las últimas tecnologías, ya que en caso contrario pondrá en peligro el su inversión y su
negocio.
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2. QUÉ SON Y QUÉ TIENEN DE INTERESANTES LOS CONTRATOS DE SERVICIOS ENERGÉTICOS.
El contrato de mantenimiento integral con gestión energética de un edificio, es un
contrato donde la Empresa de Servicios Energéticos (ESE), a cambio de un precio, se
obliga a prestar “servicios energéticos”, es decir, suministro de energía en determinadas
condiciones de calidad, cumpliendo unos niveles de confort y una mejora de la eficiencia
energética.
Dicho de otro modo, una Empresa de Servicios Energéticos (ESE), ofrece un contrato de
“Servicios Energéticos”, que
asume las funciones de la
compra y gestión de la energía
y el mantenimiento, reparación
y actualización de la
instalación correspondiente,
mediante el uso de energías
renovables o la transformación
de las enegías primarias con
alta eficiencia,
materializándose en un
“contrato de servicios
energéticos”, en el que se
condiciona el pago de los
servicios prestados, a la
obtención de un bienestar
térmico y de ahorro y
eficiencia energética
verificable.
Debe quedar claro que, por una parte,
la ESE se hace cargo de los pagos de bienes como el gas, la electricidad y las
instalaciones necesarias para su transformación o su remodelación y por otra, se presta
el servicio de mantenimiento de estas instalaciones, de modo que en su funcionamiento
no se produzcan averías y sobre todo, se gestione en cada momento esta energía de una
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manera eficiente, atendiendo a las condiciones climáticas, a la situación y al uso del
edificio en sí.
Los beneficios para el cliente son:
La baja o nula inversión inicial. La ESE se hará cargo de los costes de la
renovación de las instalaciones.
La garantía de resultados mediante pagos condicionados por unidad energética
Ahorros económicos y energéticos, el contrato de servicios energéticos basa su
éxito en ofrecer al cliente un ahorro, de tal modo que las inversiones se paguen
usando parte de esos ahorros.
El cliente se despreocupa de la instalación centrándose en su actividad
Transferencia de riesgos técnicos y financieros
Modernización de equipos y sistemas
Optimización de cara al ahorro energético, en ello basa su margen de beneficio la
ESE.
Buena imagen debida al uso de energías renovables y cumplimiento de objetivos
medioambientales por la consecuente reducción de emisiones.
Con esto se consigue, sin disminuir el confort, reducir el coste de la energía consumida
pudiendo, con el ahorro obtenido, recuperar el coste de la inversión en un plazo de
tiempo razonable, dentro del periodo de vida técnica de la inversión y cubrir los intereses,
combinado si es necesario con subvenciones u otros instrumentos como la financiación
por terceros.
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3. ACERCAMIENTO A LOS CONTRATOS DE SERVICIOS ENERGÉTICOS, MODO DE ENFOQUE EN FUNCIÓN DEL TIPO.
3.1 Por tipo de cliente. (Cliente Público, Cliente Privado)
CLIENTE PÚBLICO En el sector de edificios públicos existe un importante potencial de ahorro de energía que,
sin embargo, es difícil de realizar debido a una serie de barreras de tipo administrativo o
legal. Así, por ejemplo, en el presupuesto del sector público, la partida destinada a
inversión en tecnologías consumidoras de energía, es diferente a la destinada al
mantenimiento y suministro energético de estos mismos equipos. Esta división, en dos
áreas incomunicadas, plantea dificultades a la hora de seleccionar nuevos equipos con
criterios de eficiencia energética, ya que sólo se
considera la inversión económica sin
ligarla a la factura energética y de
mantenimiento a lo largo de toda la vida
útil de la instalación.
Consciente de estas dificultades, el
IDAE ha elaborado un modelo de
contrato de servicios energéticos y
mantenimiento integral para los edificios
de titularidad pública, dicho modelo de
contrato incluye un pliego técnico y otro
administrativo y está disposición del
público en general en la página del IDAE
(www.idae.es)
El contrato comprende la realización de
cinco prestaciones básicas:
La primera, denominada “gestión energética”, tiene como objetivo la
gestión y el pago del suministro de combustibles y
electricidad, incluyendo el control de calidad, cantidad y uso. La segunda prestación
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comprende el mantenimiento preventivo de las instalaciones para lograr la
permanencia en el tiempo del rendimiento de las instalaciones de todos sus componentes
al valor inicial, de tal modo que a la finalización del contrato la administración herede
unas instalaciones en un perfecto estado de uso y mantenimiento. A esta prestación se
añade una garantía total de reparación con sustitución de todos los elementos
deteriorados en las instalaciones. En la cuarta el adjudicatario se compromete a realizar
las obras de mejora y renovación de las instalaciones que la Administración titular del
edificio especifique al inicio del contrato, es decir estas modificaciones o nuevas
instalaciones vendrán exigidas en el pliego y serán comunes para todos los licitadores.
La última prestación, de “mejora de la eficiencia energética”, tiene como objetivo
promover la mejora de la eficiencia energética mediante la incorporación, mejora o
renovación de equipos e instalaciones que la fomenten, así como la incorporación de
energías renovables. Dichas incorporaciones pueden ser realizadas por el adjudicatario,
bien de forma condicionada, bien incondicionada (en cuyo caso el adjudicatario se obliga
a su realización por su cuenta y riesgo).
Estas instalaciones se pretende que sean ejecutadas y financiadas por el adjudicatario
mediante los ahorros conseguidos dentro del periodo de vigencia del contrato y que no
tengan repercusión económica para la Administración titular del edificio.
Por todas estas razones, es necesario que la duración del contrato sea mayor que la
habitual, para permitir que el retorno de la inversión se produzca dentro del periodo de
contratación.
Con esto es posible, sin disminuir el confort, reducir el consumo de energía pudiendo, con
la energía ahorrada, recuperar el coste de la inversión en un plazo de tiempo razonable,
dentro del periodo de vida técnica de la inversión y cubrir los intereses, combinado si es
necesario con subvenciones u otros instrumentos como la financiación por terceros.
CLIENTE PRIVADO Reducir el consumo energético no sólo es beneficioso para la administración pública, es
una oportunidad de reducir costes, reducir riesgos o buscar financiación ajena para
empresas privadas.
Como ya hemos dicho, las ESE’s, proporcionan servicios dirigidos a la mejora de la
eficiencia de una instalación, que resultan gratuitos para el consumidor, ya que su coste
se financia mediante los ahorros obtenidos en el consumo energético. Son compañías
dispuestas a invertir en instalaciones y a asumir el riesgo.
Si bien es cierto que por el momento, la actividad de las ESE’s se dirige casi en exclusiva
a la Administración Pública, que dispone de las mayores instalaciones. También las
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ESE’s ofrecen servicios energéticos financiando a terceros, dirigidos en su mayoría al
sector industrial, de hecho, a largo plazo, se espera que estos servicios calen en el sector
privado con mayor intensidad.
La cogeneración, el alumbrado, las aplicaciones térmicas solares y los sistemas de
calefacción están siendo las principales tecnologías desarrolladas dentro del sector
privado. La empresa puede garantizar al consumidor los ahorros mínimos que se
obtienen con estas medidas, recibiendo una cuantía previamente establecida por los
costes y la rentabilidad del proyecto. También se pueden compartir los ahorros, este es el
sistema más utilizado hasta la fecha. El cliente y la empresa de servicios energéticos se
reparten el ahorro neto que resulte de la eficiencia energética.
Cada vez más compañías que prestan estos servicios financian el proyecto y además
administran los activos, ofreciendo a los clientes los productos resultantes de la mejora
en la eficiencia energética.
Si, por ejemplo, el servicio es la optimización de un sistema de producción de vapor, una
vez logrado puede venderse la producción eficiente de vapor al cliente.
La problemática que sigue percibiéndose con un el cliente privado es un alto riesgo
técnico y financiero. A ello se añade que por el momento primen los proyectos pequeños
con un alto coste de transacción, que desmotivan la inversión en este tipo de compañías.
La dificultad en el acceso a la financiación, la resistencia a externalizar la gestión
energética y la separación de las figuras del arrendador y del arrendatario son junto con
la incertidumbre principalmente financiera en contratos de tan larga duración son las
principales barreras al desarrollo de este tipo de servicios en el sector privado.
3.2 Qué combustible pagamos. (Electricidad, Gas ó Gasoil, todos los combustibles)
En general distinguiremos tres situaciones muy distintas como mantenedores dentro de
nuestro contrato de servicios energéticos, desde el punto de vista de los suministros
energéticos de los que nos hacemos cargo, estos serán:
La empresa de servicios energéticos se hace cargo del suministro de combustibles: gas,
gasoil, propano, biomasa, etc.
Esta situación equivale a decir, en prácticamente todos los casos, que nos hacemos
cargo del suministro de Calor del edificio.
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El contrato de mantenimiento en esta modalidad siempre deberá incluir las instalaciones
de producción de calor, pudiendo incluir además, las de producción de frío y las del resto
del edificio.
De igual modo podremos tener control sobre la demanda del edificio en aquellos casos
en los que se incluya el mantenimiento integral, casos en los que seguramente estemos
dentro de un contrato en modelo de retribución de canon fijo (como se verá más
adelante) o simplemente cobrar por el calor generado en función del consumo del edificio
ocupándonos solo de la central térmica.
La empresa de servicios energéticos se hace cargo del suministro de energía
transformada, que use como energía primaria la electricidad:frío iluminación, etc.
En este caso la empresa mantenedora solo se hará cargo de las facturas eléctricas de las
instalaciones, aunque este caso es más raro e infrecuente que el anterior también es
posible en aquellas intalaciones donde por ejemplo se sustituyan las enfriadoras o se
hagan importantes reformas en los sistemas de iluminación.
El contrato de mantenimiento en esta modalidad siempre deberá incluir las instalaciones
de producción de calor, pudiendo incluir además, las de producción de frío y las del resto
del edificio.
Caso particular dentro de este, que además creemos puede popularizarse en el futuro,
puede ser el de aquellos municipios que desean implantar esta modalidad en sus
contratos de mantenimiento de alumbrado vial.
La empresa de servicios energéticos se hace cargo de todos los suministros energéticos
del edificio.
La empresa mantenedora se hace cargo de todas las facturas de suministro del cliente.
En la mayoría de los casos estaremos frente a un contrato con una retribución por canon
fijo en la que mantendremos además todas las instalaciones del edificio
3.3 Por modo de retribución (canon fijo, término variable, ahorros garantizados)
Es fundamental, para poder hacer una buena gestión posterior del contrato de gestión
energética, conocer los posibles modos de retribución que podemos encontrarnos, de ello
va a depender la viabilidad financiera del proyecto así como el modo de explotación del
mismo.
En general, el cliente ve reducida su factura energética desde el primer año de
contratación de la ESE. El contrato será en cualquier caso de larga duración, dado que
los ahorros conseguidos no se destinan íntegramente a la financiación del proyecto, se
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reparten entre la ESE y el contratante independientemente de que pueda existir un
término fijo para el retorno de las inversiones.
En todos los casos, una vez finalizado el contrato, el contratante verá reducidos sus
costes energéticos en toda la proporción garantizada por la ESE. El porcentaje de
ahorros destinado al contratante o ESE será negociado por las partes, teniendo en
cuenta que, cuanto mayor ahorro obtenga el contratante desde el inicio del proyecto,
mayor duración del mismo al aumentar el plazo de amortización de las inversiones.
Algunas ideas fundamentales que desde nuestra experiencia podemos aportar para
garantizar el éxito de una iniciativa de este tipo son: este concepto no es otro, que la
formula de las revisiones de precios, como reglas fundamentales:
‐ No se debería asociar un coste fijo con una venta variable. Así pues no es
conveniente por ejemplo, asociar el retorno de una inversión definida como
obligatoria por el cliente, a una venta de energía. La estimación de este riesgo es
complicada tanto para el contratista como para el cliente.
‐ Nunca se debe implantar una formula de revisión de un precio de venta, haciendo depender dicha revisión, de factores distintos de los costes asociados. Es decir, si vendo calor y uso gas para producirlo, debo asociar la
revisión de precios de calor a la subida de dicho combustible, referenciada a un
índice conocido. De otro modo, como sucede en muchos casos, si el precio, por
ejemplo, se asociase al incremento del IPC, que no tiene nada que ver con el
incremento del precio de la energía, la ESE podría lucrarse en exceso o perder
dinero, es imposible mantener el equilibrio del contrato en estas condiciones.
Aunque los en el contrato de servicios energéticos admiten prácticamente cualquier
variante en cuanto a su retribución, la experiencia demuestra que en general podremos
encontrarnos tres modalidades principales; el pago mediante canon fijo por todas las
prestaciones, el término variable en función del consumo y los ahorros garantizados,
veamos cada uno de ellos:
CANON FIJO En esta modalidad de retribución se establece un único pago por todas las prestaciones,
se garantiza mediante este método una “tarifa plana” al cliente independiente, por
ejemplo, de la climatología.
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Es claro que esta modalidad de de retribución, frente a otras modalidades de contrato es
muy interesante para los potenciales principalmente por que ceden el riesgo de demanda
al contratista.
Concepto Facturación Coste para el contratista Revisión en función
de
Energía Precio
Venta Fijo
Coste Variable Incrementos de los
precios de Energía
Primaria
Mantenimiento Precio
Venta Fijo
Coste Fijo (Casi) Incremento del IPC
Servicios
Garantia Total Precio
Venta Fijo
Coste Variable Incremento del IPC
Obras e
Instalaciones
Precio
Venta Fijo
Coste Fijo No hay revisión
Es vital, en esta modalidad, tener control sobre la demanda del edificio, es decir, esta modalidad debe incluir obligatoriamente el mantenimiento integral del edificio, ya
que de otro modo, por muy eficientes que fuéramos en la producción, si no se realiza una
política de ahorro y mantenimiento energético en el edificio, los consumos podrían
dispararse escapando totalmente a nuestro control y excediendo con mucho, los niveles
de riesgo de demanda calculados. Nuestra facturación permanecería fija y nuestros
costes se dispararía.
TERMINO VARIABLE En esta modalidad de retribución se establece un precio de kW/h útil en calor o en frío, el
pago de la parte de gestión energética, se realiza en función de la energía consumida por
el cliente en su edificio.
Normalmente este tipo de retribución se da en aquellos clientes que desean comprar una
energía útil más económica de la que ellos son capaces de producir, pero no desean
incluir en el contrato el mantenimiento de todo el edificio.
Habitualmente se incluye la renovación de la central térmica y la ESE contratista financia
la obra. Se establece un pago con canon fijo a través del cual la ESE recupera la
inversión y realiza mantenimiento de dicha central, además se vende energía útil barata
al cliente.
Aunque esta modalidad puede parecer más interesante que la anterior, ya que el cliente
tiene la falsa sensación de control, en nuestra opinión, es menos “eficiente” y provoca
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menos ahorros finales en el contratante, ya que no se reduce la demanda del edificio,
solo se consume menos energía porque se ha mejorado su transformación. De hecho a
las ESE le interesa que el cliente consuma todo lo posible ya que aumenta su facturación.
Concepto Facturación Coste para el contratista Revisión en función
de
Energía Variable en
función del
consumo
Coste Variable Incrementos de los
precios de Energía
Primaria
Mantenimiento Precio
Venta Fijo
Coste Fijo (Casi) Incremento del IPC
Servicios
Garantia Total Precio
Venta Fijo
Coste Variable Incremento del IPC
Obras e
Instalaciones
Precio
Venta Fijo
Coste Fijo No hay revisión
Existe una sub-modalidad que debemos nombrar, es aquella en la que el cliente desea
hacer depender toda la facturación de la ESE al término variable (en este caso se debe
situar un suelo de consumo). En nuestra experiencia, esta modalidad suele terminar en
fracaso, la valoración del riesgo es considerable por parte de la ESE fijando su nivel de
rentabilidad exigida en ese suelo. Como hemos comentado antes: No se debería asociar un coste fijo con una venta variable.
AHORROS GARANTIZADOS El origen del servicio prestado por una ESE se basa en la posibilidad de conseguir
ahorros energéticos sin que el contratante tenga la necesidad de realizar una importante
inversión.
En este modelo de retribución, la ESE garantiza un determinado ahorro para el
contratante, normalmente en forma de porcentaje. De esta forma, el contratante siempre
verá reducido su consumo energético en la proporción garantizada, independientemente
de que las medidas establecidas por la ESE alcancen el ahorro energético estimado.
Puede establecerse también un régimen de bonificaciones y penalizaciones para
estimular al cumplimiento de los objetivos de ahorro.
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4. CONCEPTOS PREVIOS Y HERRAMIENTAS PARA LA IMPLANTACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE UN CONTRATO DE SERVICIOS ENERGÉTICOS.
4.1 Tipos de mantenimiento.
Recordamos que tradicionalmente, se han distinguido 5 tipos de mantenimiento, que se
diferencian entre sí por el carácter de las tareas que incluyen:
Mantenimiento Correctivo: Es el conjunto de tareas destinadas a corregir las averías
que se van presentando en los distintos equipos y que son comunicados al departamento
de mantenimiento por los usuarios de los mismos o detectados por este departamento.
Mantenimiento Preventivo: Es el mantenimiento que tiene por misión mantener un nivel
de servicio determinado en los equipos, programando las intervenciones de sus puntos
vulnerables en el momento más oportuno. Suele tener un carácter sistemático, es decir,
se interviene aunque el equipo no haya dado ningún síntoma de tener un problema.
Dentro de este mantenimiento se incluyen las revisiones técnico-legales que vienen
impuestas por la administración.
Mantenimiento Predictivo: Es el que persigue conocer e informar permanentemente del
estado y operatividad de las instalaciones mediante el conocimiento de los valores de
determinadas variables, representativas de tal estado y operatividad. Para aplicar este
mantenimiento, es necesario identificar variables físicas (temperatura, vibración, consumo
de energía, etc.) cuya variación sea indicativa de problemas que puedan estar
apareciendo en el equipo y establecer un programa de seguimiento de los mismos,
observando tendencias que permitan anticiparse al problema. Es el tipo de
mantenimiento más tecnológico, pues requiere de medios técnicos avanzados, y en
ocasiones, de fuertes conocimientos matemáticos, físicos y/o técnicos.
Mantenimiento Cero Horas (Overhaul): Es el conjunto de tareas cuyo objetivo es
revisar los equipos a intervalos programados bien antes de que aparezca ningún fallo,
bien cuando la fiabilidad del equipo ha disminuido apreciablemente de manera que
resulta arriesgado hacer previsiones sobre su capacidad productiva. Dicha revisión
consiste en dejar el equipo a Cero horas de funcionamiento, es decir, como si el equipo
fuera nuevo. En estas revisiones se sustituyen o se reparan todos los elementos
sometidos a desgaste. Se pretende asegurar, con gran probabilidad un tiempo de buen
funcionamiento fijado de antemano. Este tipo de revisiones es muy habitual, por ejemplo,
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en los grupos de cogeneración usados con gran profusión en los contratos de servicios
energéticos como fuente de producción de alta eficiencia.
Mantenimiento En Uso: es el mantenimiento básico de un equipo realizado por los
usuarios del mismo. Consiste en una serie de tareas elementales (tomas de datos,
inspecciones visuales, limpieza, lubricación, reapriete de tornillos) para las que no es
necesario una gran formación, sino tal solo un entrenamiento breve. Este tipo de
mantenimiento es la base del TPM (Total Productive Maintenance, Mantenimiento
Productivo Total). Podríamos incluir en este apartado también, la conducción de las
instalaciones, la toma y registro de temperaturas, etc.
Debemos hablar ya de una nueva modalidad de mantenimiento, el mantenimiento
energético:
Mantenimiento Energético: El mantenimiento Energético tiene los mismos principios
que el mantenimiento tradicional, aunque sus objetivos son distintos, el mantenimiento
preventivo energético busca evitar las pérdidas de energía en cualquier instalación, el
mantenimiento correctivo energético dará solución a todas a aquellas averías que
provoquen perdidas o gastos innecesarios de energía.
4.2 No olvidemos la importancia del mantenimiento Técnico Legal.
En el diseño del Plan de Mantenimiento, debe tenerse en cuenta una consideración muy
importante que afectan a algunos equipos en particular. Algunos equipos están sometidos
a normativas legales que regulan su mantenimiento, obligando a que se realicen en ellos
determinadas actividades con una periodicidad establecida.
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Algunos equipos están sometidos a normativas o a regulaciones por parte de la
Administración. Sobre todo, son equipos que entrañan riesgos para las personas o para
el entorno. La Administración exige la realización de una serie de tareas, pruebas e inspecciones, e incluso algunas de ellas deben ser realizadas por empresas debidamente autorizadas para llevarlas a cabo u OCA’s (Organismo de Control Autorizado). Estas tareas deben necesariamente incorporarse al Plan de Mantenimiento
del equipo, sea cual sea el modelo que se decida aplicarle.
Se adjunta a modo de ejemplo la periodicidad de inspecciones por OCA de las principales
instalaciones:
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No olvidemos también, que aunque forme parte del mantenimiento preventivo tradicional,
hay una serie de operaciones mínimas que la empresa mantenedora autorizada debe
realizar sobre las instalaciones, a este respecto y a modo de ejemplo incluimos la
Instrucción Técnica IT 3, en su apartado IT 3.3 que especifica el Mantenimiento
Preventivo mínimo que debe dispensarse a las instalaciones térmicas con potencia
térmica nominal hasta 70 kw. y de más de estos 70 kw:
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La referida instrucción también establece que debe realizarse un programa de gestión
energética, que deberá cumplir lo indicado en el apartado IT 3.4, programa de gestión
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energética y sus subapartados IT 3.4.1, Evaluación periódica del rendimiento de los
equipos generadores de calor y que se reproduce a continuación:
En lo referido a la evaluación periódica del rendimiento de los equipos generadores de
frío, la IT 3.4.2 define las revisiones que aparecen en la tabla siguiente:
Para el adecuado cumplimiento de las exigencias de mantenimiento de las instalaciones
térmicas y ya que el RITE pese a establecer unas operaciones y frecuencias
determinadas no termina de definir exactamente el plan de mantenimiento mínimo, sino
que afirma en el RITE que la tabla de periodicidades y operaciones propuestas es
meramente orientativa, el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético) ha
publicado una Guía Técnica que orienta a los responsables del mantenimiento de este
tipo de instalaciones, en la forma de preparar y ejecutar un plan de mantenimiento
preventivo que tenga en cuenta tanto la necesidad de reducir el aleatorio correctivo
derivado de anomalías y averías que se puedan producir en las instalaciones, como la de
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poner la máxima atención en el logro de un funcionamiento correcto e introducir mejoras
que aumenten la eficiencia energética de las mismas.
Entre los temas más importantes de esta instrucción están los siguientes:
Cómo cumplimentar las fichas técnicas de los diversos equipos que integran la
instalación en la fase de inventariado de la misma.
Establecer las gamas de trabajo, protocolos o check-list, correspondientes a cada
actuación preventiva.
Configurar el planning de este preventivo, Indicando también los datos básicos
para una notable cantidad de fichas técnicas y conteniendo formularios para la
toma de estos datos.
El índice de elementos para los que se establecen estos datos básicos y sus
correspondientes fichas es el siguiente:
‐ Generadores de calor con combustibles líquidos
‐ Almacenamiento y trasiego de combustibles líquidos
‐ Generadores de calor con combustibles gaseosos
‐ Sistemas de captación solar térmica
‐ Sistemas de preparación A.C.S.
‐ Plantas enfriadoras de agua por compresión mecánica
‐ Plantas enfriadoras de agua por ciclo de absorción
‐ Torres de refrigeración y condensadores evaporativos
‐ Equipos autónomos de acondicionamiento de aire
‐ Sistemas autónomos de caudal de refrigerante variable
‐ Unidades de tratamiento de aire
‐ Filtros de aire
‐ Recuperadores de energía aire-aire
‐ Equipos para humectación del aire por inyección de vapor
‐ Equipos de enfriamiento adiabático y humectación por contacto
‐ Baterías de tratamiento de aire
‐ Unidades de ventilación y extracción
‐ Motobombas de circulación
‐ Conductos para aire, elementos de difusión y accesorios
‐ Redes hidráulicas, componentes y accesorios
‐ Intercambiadores de calor agua-agua
‐ Unidades terminales de climatización.
‐ Sistemas y equipos de regulación y control
‐ Cuadros eléctricos y líneas de distribución para climatización.
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Como puede apreciarse, están prácticamente todos los equipos que pueden integrar una
instalación térmica convencional.
4.3 Herramientas de monitorización y control de consumos, el sistema de control del edificio.
Dice una máxima que lo que no se puede medir, no se puede mejorar, por ello fácil
comprender como un sistema de control y monitorización moderno y eficiente es vital en
este tipo de contratos.
El conocimiento del estado de los edificios viene definido por los consumos energéticos y
el estado de los servicios e instalaciones. Para poder mejorarlo hay que obtener
información sobre ello, empleando técnicas de monitorización que permitan conocer
detalladamente de manera continuada la información energética y el estado del entorno
en tiempo real.
Mediante la monitorización del consumo energético, la empresa contratista empresa
obtiene las respuestas a preguntas importantes tales como:
¿Qué máquinas o instalaciones son los
mayores consumidores de energía?
¿Cuál es la causa de los picos de
consumos?
¿Cuál es el factor de potencia (coseno
phi) de nuestra instalación?
¿Cómo fluctúa el consumo de energía de
una máquina o instalación con el tiempo
con el tiempo?
¿Cuál es el consumo de energía por
unidad de producción m3 de ACS, m3
de agua caliente para calefacción, etc.?
¿Cuál es el consumo de energía residual
cuando no se produce (carga base)?
¿Qué consumos anormales ocurren y
cuándo?
La gestión automatizada de recursos
puede repercutir muy favorablemente en
la disminución de consumos del edificio.
Principalmente, el ahorro se debe centrar
29
en los servicios que más consumo tengan, aunque es posible automatizar todos los
servicios de un edificio como la iluminación, la climatización o el agua.
Debemos estar especialmente atentos a gestionar los consumos de energía
excepcionales, reaccionando rápidamente para obtener un ahorro inmediato.
Por otro lado se produce un efecto muy interesante en nuestro personal e incluso en los
usuarios de las instalaciones, la utilización de un monitor de energía crea una “cultura de
conciencia energética” dentro de la empresa para todos los empleados.
Para poder gestionar la energía, se instalaran medidores de energía. En algunas
instalaciones se colocarán los medidores en los cuadros eléctricos para medir el
consumo de un grupo de máquinas, pero en caso de requerir un seguimiento más
detallado, se instalará un medidor en cada una de las máquinas.
De igual modo se instalarán caudalímetros y medidores de energía que nos permitan
conocer en todo momento la energía en forma de calor (Agua caliente para calefacción y
ACS) o frío (Agua enfriada para climatización) que estamos produciendo. Conoceremos,
además, si esta producción se adapta a la demanda y si se está produciendo con los
parámetros de rendimiento que debemos exigir a nuestra instalación.
La monitorización del consumo energético permite además realizar un mantenimiento
predictivo, medición de armónicos y seguimientos del consumo.
Ejemplo de Sistema de monitorización
30
La monitorización permite crear alarmas, registro de eventos y análisis de calidad de
energía que son necesarios para proporcionar alertas al personal para impedir consumos
excesivos y poder tener controlado el gasto energético.
Algunas Medidas de Eficiencia Energética basadas en el uso de la monitorización y
control
Cuantificar y valorar el consumo de energía de forma continua, instalando contadores de
energía.
Instalación de medidores de caudal
Instalar, según la legislación actual (Reglamento de Instalaciones Técnicas -RITE) un
termostato en las instalaciones individuales de calefacción. En las instalaciones
colectivas de caldera central instalar un sistema de regulación. Los sistemas con
centralita de regulación consiguen ahorros importantes con respecto a las instalaciones
que no la tienen.
Un buen mantenimiento y un buen sistema de regulación permite, en los servicios
comunes, ahorros totales de energía superiores al 20%.
Colocar, en cada unidad Terminal de climatización, un dispositivo de control de la
temperatura ambiente y eventualmente, otro para el control de la velocidad del ventilador,
del tipo todo-poco-nada.
Disponer, en instalaciones de calefacción por radiadores o convectores, de un control de
la temperatura del agua en función de las condiciones exteriores por cada zona y válvulas
termostáticas, situadas en las unidades terminales de los locales más importantes del
edificio.
Automatizar el sistema de ventilación conlleva poder realizar enfriamiento gratuito cuando
las condiciones del aire exterior lo permita. El sistema de gestión debe preenfriar las
estancias antes de ser ocupadas, si esto es posible.
Control de UTA con posibilidad de realizar enfriamiento gratuito o free-cooling
Ajustar, en cada momento, el consumo de energía a la demanda. La instalación debe
tener dispositivos de control para poder dejar fuera de servicio la totalidad o parte de las
mismas de acuerdo al régimen de ocupación.
Planificar actuaciones de mantenimiento preventivo. Esta acción evita que los equipos
trabajen con bajos rendimientos y que puedan existir "fallos" que a veces pueden tener
graves consecuencias.
Distribuir proporcionalmente el trabajo entre los distintos equipos, evitando que los
equipos de reserva (bombas, etc.) tengan paradas muy prolongadas. No esperar la
avería de los equipos para conectar los de reserva.
Concienciar e informar, sobre el consumo de energía eficiente, a todas aquellas personas
que utilicen las instalaciones. Especialmente al personal de seguridad, mantenimiento y
31
limpieza por ser, en algunos edificios, quienes habitualmente conectan-desconectan los
equipos.
Características que debe reunir un buen sistema de gestión energética:
Simplicidad y facilidad de utilización.
Flexibilidad para adaptaciones futuras.
Modularidad para limitar a ciertas zonas los posibles fallos.
Capacidad para integrarse con otros sistemas de gestión del edificio.
32
5. EXPLOTACIÓN Y FASES DE LOS CONTRATOS DE SERVICIOS ENERGÉTICOS
5.1 Fase inicial
En esta fase, el contratista analiza las instalaciones, forma al personal, prepara las
herramientas y medios técnicos que necesitará para el desarrollo del contrato, acopia el
repuesto que necesitará, elabora un plan de mantenimiento para las instalaciones y
prepara las instrucciones de operación.
Es muy habitual que esta fase se descuide. Muy a menudo el contratista no comprueba el
estado de las instalaciones de las que se hace cargo, no forma al personal
adecuadamente, no estudia el plan de mantenimiento más adecuado para las
instalaciones y/o no redacta unas instrucciones de operación adecuadas, cegado por lo
perentorio de realizar las inversiones iniciales. Una fase inicial defectuosa provoca que,
en los momentos iniciales del contrato que el servicio al cliente se vea afectado. El
principal problema que suele
aparecer es que las
incidencias que se producen
en esta fase no se resuelven
con rapidez, pues el nuevo
personal que se hace cargo
de las instalaciones
desconoce el edificio, sus
instalaciones y sus
problemas. Cualquier
pequeño fallo o problema
puede convertirse en una
pérdida de servicio, por
tiempo indefinido.
Por ello, debemos
asegurarnos de que ese
periodo inicial se aborda con
el rigor necesario, debemos
emplear tiempo y esfuerzos
hasta asegurarnos de que
33
como contratistas, conocemos la planta y sus problemas, y el personal está
adecuadamente formado.
5.1.1 Realización de inversiones.
Desde luego, la realización de las inversiones
es absolutamente vital en este tipo de
instalaciones, de la rapidez y calidad de
las mismas dependerá la viabilidad
económica y supervivencia del contrato
posterior.
Debemos pues en esta fase paralela al
arranque del plan de mantenimiento,
permanecer vigilantes tanto al avance,
como a la buena ejecución de las
obras.
En este sentido algunas ideas, puntos
de control y conceptos importantes a
tener en cuenta en esta fase son las siguientes:
• Planificar los avances de manera razonable y lógica. Así por ejemplo,
intentaremos acometer todas las reformas referidas a calefacción, en la época
estival, donde se supone que una falta de este servicio en el edificio no será
perjudicial. O la parte referida a refrigeración en invierno época de menor uso de
esta instalación.
• Es vital para la viabilidad económica que respetemos los plazos de puesta en
marcha de las instalaciones que mejoran la eficiencia en la producción. De este
modo por ejemplo, no podemos permitirnos dejar pasar una temporada de
invierno no planificada en nuestro plan de negocio, sin haber sustituido las
calderas o, de igual modo una temporada de verano sin haber realizado las
mejoras planteadas en la producción de frío. Estas circunstancias pueden dar al
traste con las previsiones económicas planteadas o acarrear graves problemas en
el suministro al cliente.
• Debemos dar prioridad a las inversiones y obras destinadas a la implantación de
energías renovables que aporten ingresos directos a nuestro negocio. Por tanto,
una vez adjudicado el contrato, debemos destinar los recursos materiales y
34
humanos necesarios para agilizar los proyectos, licencias, permisos, pedidos y
las obras que se realicen en las instalaciones de Cogeneración y Solar
Fotovoltaica. La experiencia demuestra que el tiempo dedicado a los trámites
burocráticos pertinentes, en algunos casos supera a la instalación de estos
elementos.
• No está de más, que se dedique un equipo de responsables diferente del equipo
encargado del contrato en sí (aunque coordinados con el mismo por razones
obvias) a la realización y seguimiento de las obras. Esto permitirá que no existan
retrasos en la puesta en marcha de la instalaciones y que no haya retrasos ni
problemas en la puesta en marcha del plan de mantenimiento. No debemos
olvidar que el cliente, en virtud del contrato de servicios energéticos, ha derivado
el riesgo de la eficiencia en la producción y la calidad del servicio sobre la ESE y
es esta, la que puede sufrir las consecuencias económicas de un bajo rendimiento
o una falta de suministro en los servicios pactados.
5.1.2 Ajuste del control automático del edificio.
El control automático del edificio, que es denominado de muchas maneras: Bulding
Automation System (BAS), Energy Managment System (EMS), Energy Managment and
Control System (EMCS), Central Control and Monitoring System (CCMS) y Facilities
Managment System (FMS), puede ser un gran aliado en nuestra batalla por controlar y
reducir los consumos.
Se debe prestar especial atención al ajuste, afinación y mejora de los parámetros de
control y de la mejora o modernización de la instalación de dicho sistema de control
automático, ya que esto, nos va a permitir tanto mantener los niveles de confort y calidad
de servicio, como poder justificarlos delante de nuestro cliente y además mejorar nuestro
resultado económico. En muchas ocasiones se retrasan o anulan las inversiones
destinadas a este capítulo por entenderlas superfluas, es un grave error.
Nuestros objetivos por lo tanto de cara a dicho ajuste serán:
• La reducción del uso de energía a un mínimo consumo.
• La mejora en la calidad y control de los servicios ofrecidos al cliente.
Los ajustes que en general emplearemos serán los que siguen:
• Encendido/Apagado Programado de instalaciones
• Encendido/Apagado optimizado (Por ejemplo con el uso de relojes astronómicos
en iluminación exterior o la prioridad al uso de energía térmica, proveniente de
35
cogeneración, en los periodos de venta de energía eléctrica que nos resulten más
interesantes).
• Ciclo de Uso (por ejemplo rotación de bombas)
• De Reajuste (de consignas de temperatura de impulsión y retorno o temperaturas
internas de confort en función de la temperatura exterior)
• Limitación de demanda eléctrica (en aquellos casos en los que podamos resultar
penalizados).
• Control adaptado
• Optimización de Enfriadoras (ej. Secuencia de entrada en función del EER o COP
a cargas parciales de las mismas)
• Optimización de Calderas
• Fuentes óptimas de energía y alternas
• Aislamientos Térmicos (Uso de toldos, Oscurecimiento de cristales, etc).
A continuación se exponen algunas medidas e instalaciones a controlar que a nuestro
modo de ver resultan más interesantes:
Monitorización del consumo energético La monitorización del consumo energético permite realizar un mantenimiento predictivo,
medición de armónicos y seguimiento del consumo ajustado a la realidad de la
instalación.
La monitorización de consumos, permite crear alarmas, registro de eventos y análisis de
calidad de energía que son necesarios para proporcionar alertas al personal para impedir
consumos excesivos y poder tener controlado el gasto energético.
Control de bombas y ventiladores en los edificios Los variadores de frecuencia permiten ajustar la velocidad de la bomba o el ventilador y
por lo tanto, el consumo energético de dicho elemento. El resultado puede resultar en un
ahorro increíble en comparación con las soluciones convencionales:
• Hasta el 50% para ventiladores,
• Hasta el 30 % para bombas
Control de refrigeración
Un sistema de control de la refrigeración inteligente basado en un controlador que
optimice la programación del compresor y del ventilador proporcionará un control de la
temperatura y un funcionamiento mejorado, consiguiendo importantes ahorros de
energía.
36
Si además, como suele ser habitual, se dispone de diferentes enfriadoras con potencias,
modos de funcionamiento y por lo tanto rendimientos a cargas parciales diferentes, es
importante optimizar el arranque de dichas máquinas y la optimización de la carga
térmica que consecuentemente soportarán, normalmente la máquina de menor potencia
frigorífica será la encargada de manejar las cargas bajas pequeñas porque, salvo
excepciones, tendrá mejor rendimiento con escasa carga térmica que una mayor.
Control de iluminación La iluminación puede representar hasta el 40% del consumo de energía en edificios,
según la tipología de los mismos. Por ello, aplicar soluciones eficaces en su control
puede ahorrar fácilmente hasta el 50% de la factura de electricidad en comparación con
los métodos tradicionales.
Las soluciones que habitualmente se pueden ofrecer desde el sistema de control,
representan una forma automática de optimizar la iluminación basándose en los 3
parámetros principales: tiempo, intensidad y presencia, solos o combinados.
Control calefacción ,ventilación y A/A El consumo de los sistemas de climatización en los edificios pueden representar hasta el
70% del consumo de energía, según la tipología de los mismos.
Se pueden combinar distintos métodos para conseguir ahorros entre el 15 y el 30% en los
costes energéticos para los citados sistemas.
• Programar el punto de ajuste de temperatura en función de la ocupación
• Adaptar la potencia de calefacción o refrigeración según las necesidades reales
del edificio.
• Adaptar la potencia de calefacción o refrigeración y las consignas interiores,
según las condiciones climatológicas exteriores.
• Elevar la temperatura al nivel cómodo cuando se detecte la presencia de
ocupantes.
• Adaptar el flujo de ventilación según la ocupación o el nivel de contaminación del
aire interno.
• Hacer uso eficiente de los sistemas de enfriamiento gratuito o freecooling, en
función de las condiciones exteriores.
• Recuperar energía de calefacción o refrigeración del aire extraído en función de
su temperatura y humedad.
Control de otro tipo de instalaciones:
37
• Aire comprimido verificando que no haya pérdidas de presión en el circuito,
optimizando horarios, etc.
• Control de hornos aprovechando el calor que se genera y dando prioridad al uso
de este calor frente a formas de producción de energía térmica convencionales.
• Compensando la energía reactiva y los armónicos en la red, ofreciendo además
un sistema de alarmas por sobreconsumo de reactiva.
Como vemos muchas y muy variadas son las maneras de ahorrar y optimizar el uso de la
energía mediante el ajuste y mejora del sistema de control.
Debemos tener presente también, que en muchas ocasiones, el cliente tendrá ya
instalado y funcionando un sistema de control en su edificio, por lo que, resultando muy
barata la optimización y ajuste del mismo es fundamental destinar tiempo al dicho ajuste,
esto nos permitirá mejorar nuestro margen casi sin coste.
5.1.3 Implantación de buenas prácticas.
Las Buenas Prácticas son útiles tanto por su simplicidad y bajo coste como por los
rápidos y sorprendentes resultados que se obtienen.
Requieren, sobre todo, cambios en la actitud de las personas y en la organización de las
operaciones.
Al necesitar una baja inversión su rentabilidad es alta y al no afectar a los procesos, son
bien aceptadas.
Con el termino Buenas Prácticas, nos referimos a que con pequeños cambios en los usos
y actitudes, de forma simple y sencilla (por lo tanto con un bajo coste asociado), se
pueden conseguir resultados importantes en cuanto a ahorros energéticos.
Ejemplos de buenas prácticas energéticas que el cliente puede implantar son los
siguientes:
• Apagar el ordenador cuando no se esté trabajando con él durante periodos
superiores a una hora, evitando consumos innecesarios.
• Configurar el ordenador en modo “ahorro de energía” consiguiendo así
reducciones de hasta un 60% menos de consumo, permaneciendo el ordenador
en estado de reposo o de bajo consumo.
• Comprar ordenadores y otros equipos ofimáticos con etiquetado o certificación de
equipos eficientes energéticamente del tipo “energy star”, “blue angel” o “white
swan”, asegurando y garantizando un consumo energético adecuado.
• Disminuir el derroche de papel. Utilizar ambas caras del mismo, consiguiendo una
reducción de los impactos ambientales debido a la actividad de la empresa.
38
• Utilización de “salvapantallas” sin animación, disminuyendo el consumo energético
del monitor.
• Apagar las luces cuyo accionamiento sea manual, de aquellas dependencias que
no se vayan a utilizar.
• Utilizar de forma racional el aire acondicionado o la calefacción.
El cliente se interesará también por implantar estas buenas prácticas puesto que aun en
el caso de que el suministro energético se realice en la modalidad de canon fijo, es decir
económicamente no le aporte ningún ahorro, si le ayudará a cumplir sus objetivos de
reducción de consumos y sus objetivos medioambientales.
5.1.4 Jornadas de concienciación sobre el consumo energético. Incluso a nuestro personal.
Realizar campañas de educación, formación e información energética y medioambiental a
nuestros empleados, promoviendo su participación activa en la gestión y el ahorro
energético, incluso proponiendo incentivos económicos basados en la reducción de
consumos, puede reducir los despilfarros energéticos que en ocasiones pueden
producirse por la falta de conocimiento, el desinterés o incluso la dejadez de nuestros
empleados.
‐ Efectuar un mantenimiento energético adecuado de los equipos industriales,
pudiendo ser éste preventivo o predictivo, en función de los distintos equipos y
procesos, consiguiendo así, ahorros energéticos, como consecuencia de evitar
fallos o paradas en los procesos.
‐ Optimizar el uso de los recursos, principalmente, agua, energía y materias primas.
‐ Promover la mejora de los aislamientos térmicos y la vigilancia del estado de los
mismos, principalmente el aislamiento de las tuberías, de forma que, no se
incrementen los consumos energéticos por fugas o pérdidas térmicas.
‐ Monitorizar y registrar el consumo de agua y energía de los distintos procesos,
permitiendo comprobar en tiempo real los consumos energéticos, de forma que se
posibilite la toma de medidas, para reducir o reconducir los consumos, si estos se
desvían de la normalidad.
‐ Utilizar los equipos más eficiente a su máxima capacidad y los equipos menos
eficientes solamente cuando sea necesario, consiguiendo de esta forma, una
optimización de los consumos, en aquellos casos en los que nos se pueda realizar
de manera automática.
39
‐ Establecer procedimientos de reparación y mantenimiento bien documentados
para evitar pérdidas de recursos materiales, energéticos y humanos por prácticas
de trabajos inadecuados.
‐ Reducir los tiempos muertos de la maquinaria y equipos al mínimo, apagando los
mismos cuando su uso no sea necesario.
‐ Aislar tuberías, válvulas, tanques y maquinarias, con la finalidad de minimizar las
pérdidas de calor.
‐ Realizar periódicamente auditorias energéticas sobre consumos.
‐ Cuando se incorpore nueva maquinaria a la instalación, debe comprobarse su
eficiencia en cuanto a consumo energético, es decir, verificar la certificación
energética de la maquinaria
5.1.5 Implantación del mantenimiento tradicional
Recordemos los tipos de mantenimiento expuestos en el punto 4.1 del presente módulo,
cada uno de los modelos que se exponen a continuación incluyen varios de los tipos
anteriores de mantenimiento, en la proporción que se indica.
Las inspecciones visuales prácticamente no cuestan dinero (estas inspecciones estarán
incluidas en unas gamas en las que tendremos que observar otros equipos cercanos, por
lo que no significará que tengamos que destinar recursos expresamente para esa
función). Esta inspección nos permitirá detectar averías de manera precoz, y su
resolución generalmente será más barata cuanto antes detectemos el problema.
Pasamos a definir los modelos que se deben aplicar:
Modelo Correctivo Este modelo es el más básico, e incluye, además de las inspecciones visuales y la
lubricación, la reparación de averías que surjan. Es aplicable, como veremos, a equipos
con el más bajo nivel de criticidad, cuyas averías no suponen ningún problema, ni
económico ni técnico. En este tipo de equipos no es rentable dedicar mayores recursos ni
esfuerzos
Modelo Condicional
Incluye las actividades del modelo anterior, y además, la realización de una serie de
pruebas o ensayos, que condicionarán una actuación posterior. Si tras las pruebas
descubrimos una anomalía, programaremos una intervención; si por el contrario, todo es
correcto, no actuaremos sobre el equipo.
40
Este modelo de mantenimiento es válido en aquellos equipos de poco uso, o equipos que
a pesar de ser importantes en el sistema productivo su probabilidad de fallo es baja.
Modelo Sistemático Este modelo incluye un conjunto de tareas que realizaremos sin importarnos cual es la
condición del equipo; realizaremos, además, algunas mediciones y pruebas para decidir
si realizamos otras tareas de mayor envergadura; y por último, resolveremos las averías
que surjan.
Es un modelo de gran aplicación en equipos de disponibilidad media, de cierta
importancia en nuestra instalación y cuyas averías causan algunos trastornos. La
principal diferencia con los dos modelos anteriores, es que existe una periodicidad fija en
su aplicación.
Modelo de Mantenimiento de Alta Disponibilidad Es el modelo más exigente y exhaustivo de todos. Se aplica en aquellos equipos que bajo
ningún concepto pueden sufrir una avería o un mal funcionamiento (por ejemplo nuestros
motores de cogeneración en los que basamos buena aprte de nuestros ingresos). Son
equipos a los que se exige, además, unos niveles de disponibilidad altísimos, por encima
del 90%. La razón de un nivel tan alto de disponibilidad es en general el alto coste que
tiene una avería o la criticidad para nuestro cliente de este elemento.
Para mantener estos equipos es conveniente emplear técnicas de mantenimiento
predictivo, que nos permitan conocer el estado del equipo con él en marcha, y a paradas
programadas, que supondrán una revisión general completa, con una frecuencia
generalmente anual o superior basada en horas de funcionamiento. En esta revisión se
sustituyen, en general, todas aquellas piezas sometidas a desgaste o con probabilidad de
fallo a lo largo del año (piezas con una vida inferior a dos años). Estas revisiones se
preparan con gran antelación, y no tiene porqué ser exactamente iguales año tras año.
El mantenimiento subcontratado Debemos tener en cuenta también que, algunas de las actividades de mantenimiento no
podemos realizarlas con el equipo habitual de mantenimiento (sea propio o contratado)
pues se requiere de conocimientos y/o medios específicos que solo están en manos del
fabricante, distribuidor o de un especialista en el equipo. Esta consideración debe
valorada cuando tratamos de determinar el modelo de mantenimiento que debemos
aplicar a un equipo.
41
Cuando hablamos de un especialista, nos referimos a un individuo o empresa
especializada en un equipo concreto. El especialista puede ser el fabricante del equipo, el
servicio técnico del importador, o una empresa que se ha especializado en un tipo
concreto de intervenciones. Como hemos dicho, debemos recurrir al especialista cuando:
• No tenemos conocimientos suficientes
• No tenemos los medios necesarios
Si se dan estas circunstancias, algunas o todas las tareas de mantenimiento deberemos
subcontratarlas a empresas especializadas.
El mantenimiento subcontratado a un especialista es en general la alternativa más cara,
pues la empresa que lo ofrece es consciente de que no compite. Los precios no son
precios de mercado, sino precios de monopolio. Debe tratar de evitarse en la medida de
lo posible, por el encarecimiento y por la dependencia externa que supone. La forma más
razonable de evitarlo consiste en desarrollar un Plan de Formación que incluya
entrenamiento específico en aquellos equipos de los que no se poseen conocimientos
suficientes, adquiriendo además los medios técnicos necesarios.
IMPLANTACIÓN DEL PLAN DE MANTENIMIENTO Debemos tener en cuenta que lo que hagamos en mantenimiento no tiene su
consecuencia de manera inmediata, sino que los efectos de las acciones que tomamos
se revelan con seis meses o con un año de retraso. Hoy pagamos los errores de ayer, o
disfrutamos de los aciertos.
La ocasión perfecta para diseñar un buen plan de mantenimiento que haga que la
disponibilidad y la fiabilidad de nuestras instalaciones sean muy altas, es durante la fase
inicial de obras. Cuando la construcción ha finalizado, el plan de mantenimiento debe
estar ya diseñado, y debe ponerse en marcha desde el primer día que las instalaciones
entren en operación. Perder esa oportunidad significa renunciar a que la mayor parte del
mantenimiento sea programado, y caer en el error (un grave error de consecuencias
económicas nefastas) de que sean las averías las que dirijan la actividad del
departamento de mantenimiento.
Es muy normal prestar mucha importancia al mantenimiento de los equipos principales, y
no preocuparse en la misma medida de todos los equipos adicionales o auxiliares. Desde
luego es otro grave error, pues una simple bomba de refrigeración o un simple transmisor
de presión pueden parar una central térmica con los costes asociados que ello conlleva.
Conviene, pues, prestar la atención debida no sólo a los equipos más costosos
económicamente, sino a todos aquellos capaces de provocar fallos críticos.
42
Un buen plan de mantenimiento sería aquel que ha analizado todos los fallos posibles, y
que ha sido diseñado para evitarlos. Eso quiere decir que para elaborar un buen plan de
mantenimiento es absolutamente necesario realizar un detallado análisis de fallos de
todos los sistemas que componen la instalación.
Por desgracia esto casi nunca se realiza.
5.1.6 Implantación del plan de mantenimiento energético
Como ya hemos comentado el mantenimiento energético es aquel que está encaminado
especialmente a reducir cualquier pérdida energética.
Los principales objetivos que deberemos intentar alcanzar con este mantenimiento
especial serán:
• Realizar ajustes en todas las máquinas, para que su rendimiento sea el optimo,
reduciendo de esa forma el consumo.
• Evitar pérdidas y derroches de energía ya transformada y usada en nuestro o
nuestros edificios.
• Reducir posibles pérdidas de combustibles.
La optimización energética debe ser una gran preocupación por parte del Servicio de
Mantenimiento, tanto por motivos medioambientales, como por motivos económicos, para
ello y como comentamos en este curso, es muy conveniente concienciar y primar en
nuestro personal aquellas actitudes que permitan dicha optimización y ahorro.
El Mantenimiento energético ha cobrado gran importancia en nuestros días. El
encarecimiento de los productos derivados del petróleo le ha hecho aparecer en escena.
Hasta hace poco, el bajo precio de los combustibles y su fácil adquisición liberaba a las
empresas de cualquier preocupación sobre el capítulo de la energía. Pero las
fluctuaciones del valor de los combustibles y de la energía eléctrica, que gravan
pesadamente la economía empresarial, ha obligado a muchos directores a marcar a los
Servicios de Mantenimiento y Producción objetivos exigentes con el Ahorro Energético.
Este Mantenimiento Energético posee los mismos principios que el Mantenimiento típico
aplicado a las máquinas con objeto de asegurar su conservación y funcionamiento, es
decir, preventiva y correctivamente. Si bien sus metas son distintas:
• El Mantenimiento Preventivo Energético busca evitar las pérdidas de energía en
cualquier instalación. Se da la mano y actúa simultáneamente con el Mto.
Preventivo de averías
• El Mantenimiento Correctivo Energético repara incidentes que ocasionan
pérdidas de energía
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5.1.7 Inventariado
Una vez analizada la documentación técnica disponible sobre la instalación o
instalaciones para las que se está preparando un plan de mantenimiento preventivo y
localizados e identificados físicamente los componentes de cada instalación mediante las
visitas necesarias, el paso siguiente será confeccionar el inventario específico de
elementos y componentes sujetos a mantenimiento.
Es recomendable que el inventario de componentes de cada instalación se configure "del
todo a la parte", identificando en primer término los sistemas que componen cada
instalación, después los subsistemas que se integran en cada sistema y finalmente
enumerando los elementos y componentes sujetos a mantenimiento dentro de cada
subsistema.
El inventario, deberá ser confeccionado con toda la minuciosidad y exhaustividad que
sea posible, compilando la información sobre cada equipo que resulte necesaria para
cumplimentar su ficha técnica.
Para la realización del inventario de una instalación, sobre todo si se trata de una
instalación compleja, empieza a resultar imprescindible la utilización de una aplicación
informática de Gestión del Mantenimiento Asistida por Ordenador (GMAO).
5.1.8 Uso del GMAO
Cumplimentar todas las exigencias de mantenimiento de un edificio, de la cual la gestión
energética es una parte importante , requiere de una sistemática técnica y administrativa
compleja, que hoy en día solo puede ser resuelta en forma satisfactoria con la ayuda
informática, en este caso mediante el uso de programas de GMAO (Gestión del
Mantenimiento Asistida por Ordenador) adecuados a la índole del edificio que se
pretende mantener.
Los Programas GMAO suelen estar compuestos de varias secciones o módulos
interconectados, que permiten ejecutar y llevar un control exhaustivo de las tareas
habituales en los Departamentos de Mantenimiento como:
• Control de incidencias, averías, etc formando un historial de cada máquina o
equipo.
• Programación de las revisiones y tareas de mantenimiento preventivo: limpieza,
lubricación, etc
44
• Control de Stocks de repuestos y recambios, conocido como gestión o Control de
Almacén.
• Generación y seguimiento de las "Ordenes de Trabajo" para los técnicos de
mantenimiento.
Existen hoy en el mercado muy buenas opciones para que los responsables de esta
actividad puedan encontrar el programa adecuado, siempre pensando que deberán
hacerse ciertas concesiones y adaptaciones para adecuar en mayor medida la opción a
la necesidad.
En primer lugar, los Programas GMAO nos permiten disponer de gran cantidad de
información, de una forma adecuada y fácil de extraer. Esto nos permite disponer de un
historial de cada equipo, máquina o componente, tanto de características técnicas, como
de averías, revisiones, sustituciones, fechas de las últimas incidencias o averías,
personal, horas y materiales utilizados en la solución de los problemas, etc.
Al mismo tiempo, nos permitirá programar en función de los parámetros que decidamos,
las revisiones preventivas y/o predictivas, generando los listados correspondientes para
la tarea de los técnicos, según los plazos programados.
Muchos de los Programas GMAO permiten la gestión de herramientas y/o Stocks de
repuesto, avisando cuando un tenemos menos de un mínimo de piezas de un
determinado repuesto, generando incluso una orden de compra. También un fichero de
proveedores, fabricantes, etc.
Así mismo, pueden gestionar las órdenes de reparación de equipos fuera de la ubicación
habitual, gestión de garantías, etc.
Debe buscarse que el programa sea:
• Fácil de manejar.
• Adaptable.
• Documentado.
• Seguro.
• y debe permitir, esencialmente:
• La solicitud de trabajos a Mantenimiento.
• La edición de órdenes de trabajo correctivas y preventivas.
• Planificarlas y programarlas.
• Asignarlas.
• Reservar materiales.
• Gestionar los recambios.
• Controlar el gasto
• Cerrar las OTs y con ello constituir los históricos.
45
• Controlar la eficacia y la eficiencia de la prestación dada.
• Conectar con otros departamentos. (administración, contabilidad, etc.)
Lo que suele hacer a través de módulos específicos y entre los más importantes, los de:
• Trabajos
• Equipos
• Recursos
• Compras y almacenes
• Presupuestos y costes
Prácticamente una de las cuestiones que es necesario tener muy en cuenta es la
necesidad de documentar adecuadamente las acciones de mantenimiento que se
realicen, sean éstas de correctivo o de preventivo.
Es necesario que todo el colectivo de Mantenimiento entienda esta necesidad y la
cumplimente adecuadamente. Nada debe ser hecho “a espaldas” del programa, ya que si
esto ocurre la información que se obtenga del sistema será incompleta y no se
considerará fiable por parte de los responsables de otras áreas de la empresa y, en forma
especial, de la de contabilidad.
Es frecuente que un trabajo requiera la participación de especialidades distintas y, por
tanto, de personal de diversas secciones, con responsables de sus áreas distintos.
Esto puede aconsejar que una solicitud de trabajo del usuario y que motiva la apertura de
OT, deba derivarse en varias OTn’s dirigidas a los diversos equipos participantes, lo que
obliga a finalizar cada una de ellas antes de poder cerrar la OT. Razón de más para exigir
esta seriedad en el tratamiento de los datos en cada una de ellas.
5.1.9 Uso de Indicadores
Si entendemos perfectamente que espera el cliente de de nuestro servicio de
mantenimiento, es fácil definir una serie de indicadores que nos permitirán hacer una
fotografía instantánea del servicio y conocer su evolución en el tiempo. Conociendo y
siguiendo estos indicadores podremos saber si se mejoran resultados o si es necesario
adoptar medidas correctoras de algún tipo.
Indicadores de Disponibilidad. Es, como hemos dicho, la proporción de tiempo en que
las instalaciones están disponibles rindiendo a plena capacidad. Es importante medir
tanto la disponibilidad del conjunto de las instalaciones, como la disponibilidad de los
equipos más significativos.
46
Indicadores de rendimiento. El cliente a parte de unos costes bajos de energía desea
cumplir unos objetivos medioambientales. Para ello, el contratista debe optimizar los
consumos de combustibles
Indicadores de Fiabilidad. Nos indica la proporción de tiempo que las instalaciones han
pasado indisponible de forma no programada. Mide la confianza técnica en la instalación.
Averías repetitivas. Es conveniente conocer tanto el número de averías repetitivas y su
evolución en el tiempo como la proporción sobre el total, pues nos da una idea de la
fiabilidad de las reparaciones que la empresa contratista realiza,
Tiempo medio de reparación. Tiempo medio que transcurre desde que un fallo en un
equipo es comunicado al servicio de mantenimiento, hasta que la incidencia se resuelve
totalmente. Puede ser un indicador interesante para medir la eficacia de la gestión.
Nº de órdenes de trabajo pendientes. Este parámetro nos da una idea de la eficacia del
sistema de mantenimiento y del estado de las instalaciones, aunque también puede
indicar en función de su volumen un servicio de mantenimiento subdimensionado.
Proporción entre tiempo dedicado a mantenimiento Preventivo y Correctivo. Nos da
una idea de la fiabilidad de las instalaciones, de la validez del programa de
mantenimiento implantado.
5.2 Fase de explotación del contrato
5.2.1 Las tarifas con las suministradoras, el primer paso hacia el ahorro.
Las soluciones para la optimización de tarifas energéticas pueden tener un impacto
significativo en los gastos generales de nuestro negocio.
Las ESE’s pueden optimizar el coste de su energía si poseen los conocimientos y
experiencia necesarios para negociar acuerdos de suministro ventajosos. Se pueden
obtener importantes beneficios con estrategias que contemplen los distintos periodos
tarifarios.
Estrategias:
‐ Cambio de tarifa según horarios del Cliente y franjas horarias de consumo
‐ Desplazamiento de puntas de cargas en el tiempo
‐ Evitar recargos por excesos de consumo
‐ Evitar recargos por consumo de energía reactiva
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Optimización de la factura eléctrica. Diversas son las actuaciones que se pueden realizar en el mercado a tarifa regualda con
el fin de conseguir disminuir el coste del kWh consumido; principalmente sobre la
potencia contratada, tarifa aplicada, recargo de discriminación horaria y recargo de
energía reactiva.
Unos parametros y otros suelen estar relacionados por lo que se aconseja seguir el
siguiente orden para lograr disminuir la facturación eléctrica:
Actuación sobre la potencia contratada
La potencia contratada es la base de facturación que figura en el contrato y en la factura.
Ya que de ella depende el tipo de tarifa a la que se contrate la energía eléctrica.
Ésta deberá ser reajustada lo mejor posible, dado que una inadecuada contratación de la
misma puede hacer que la factura se eleve en exceso. Este reajuste debe hacerse no
solo ajustando la potencia, sino que además se analizará la posibilidad del cambio en el
tipo de tarifa contratada de forma que se reduzca tanto el punto correspondiente a la
potencia contratada, como el precio del kWh por consumo energético a pagar.
Conviene, pues, realizar una elección del tipo de facturación de la potencia (potencia fija
o en función de la registrada en el maxímetro, potencias distintas para noche y día, etc.) y
determinación del valor óptimo de contratación.
Igualmente es recomendable realizar una corrección del factor de potencia a valores que
sean, a la vez, adecuados para la seguridad de las instalaciones y favorables en función
de la relación económica entre el coste de esa corrección y la bonificación que supone.
Como recomendaciones generales para la hora de contratar o modificar un contrato para
ajustar la potencia se deben considerar las siguientes acciones:
‐ Si existen distintas acometidas de alumbrado, fuerza, alimentaciones exteriores,
etc., unificarlas en una sola.
‐ Equilibrar las cargas, por ejemplo, en casos de suministros trifásicos, evitar que
todo esté conectado en la misma fase.
‐ Medir y ajustar la potencia en función del coeficiente de simultaneidad de las
cargas. Cuando el suministro es mayor de 13,8 kW y hay Iimitadores instalados,
conviene colocar un maxímetro.
‐ Un maxímetro en principio puede obligar una potencia aparentemente mayor, pero
al cabo de un año, se obtendrán medidas reales de las potencias demandadas
por los diferentes equipos, que permitirán el ajuste de la potencia contratada.
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Optimización de la factura de gas. Al margen de ajustar la tarifa más conveniente en este caso como en el anterior,
debemos iniciar un proceso de negociación con las compañías suministradoras para
conseguir las condiciones más ventajosas de la mano de la libre competencia.
5.2.2 El personal
Es vital la supervisión continua en este tipo de contrato. Es muy arriesgado firmar un
contrato de servicios energéticos sin disponer de un Gestor o Gerente del mismo con
capacidades suficientes para gestionarlo y supervisarlo no solo desde el punto de vista
técnico si no también económico, por mucho que defina en la fase de oferta las
responsabilidades que asume cada parte.
En caso de una gestión inadecuada de las instalaciones, la ESE no podrá adoptar
medidas correctoras a tiempo y cuando perciba que el sistema o los ajustes empleados
no son los adecuados será tarde: tendrá que pagar un coste muy alto para solucionar los
daños provocados por esa gestión inadecuada, desde el punto de vista del modelo
económico.
No hay que olvidar que los errores que se comenten en la gestión de explotación de un
contrato de servicios energéticos, no se pagan hoy, sino con al menos 1 año de retraso,
incluso más. Una planta puede estar muy mal operada y mantenida y no percibirse desde
la ESE, al poder depender ese desajuste con el modelo estimado de múltiples variables.
Siendo esa la principal razón (anticiparse a los problemas derivados de una mala
gestión), hay otra igualmente importante: la defensa de los intereses del cliente. En
ocasiones pueden realizarse reparaciones con materiales de baja calidad, pueden
realizarse reparaciones de forma inadecuada (con el único fin de abaratar el coste de una
intervención) o puede mantenerse una instalación en funcionamiento de forma precaria.
Todavía podemos apuntar una razón más para justificar la necesidad de contar con una
figura de supervisión adecuada: tener información directa y fiable de lo que ocurre con las
instalaciones.
El perfil ideal del supervisor que debería nombrar la ESE podría ser el siguiente:
Debe conocer y entender el modelo de contrato implantado.
Debe manejar con total soltura el modelo financiero que se diseñe para el
proyecto.
Debe ser experto en eficiencia energética y conocer las palancas de ahorro de sus
instalaciones.
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Debe controlar todos los aspectos relacionados con el contrato firmado,
particularmente en lo que se refiera a la calidad del servicio, indicadores,
bonificaciones y penalizaciones, modo de retribución.
Debe disponer de poderes suficientes para poder negociar los suministros
referidos a su contrato.
Debe tener un buen conocimiento técnico de cada uno de los sistemas que
integren las instalaciones objeto de contrato.
Debe tener demostrada experiencia en la gestión de operación y mantenimiento.
Debe tener altos conocimientos en Prevención de Riesgos, además de una fuerte
mentalización en Seguridad
Debe ser una persona comprometida con la disminución del impacto ambiental
En cuanto al número de personas que deben encargarse de la supervisión del contrato
de servicios energéticos, varía con el tipo de contrato y con la complejidad de las
instalaciones. Para una instalación de tamaño medio incluso con un solo supervisor
puede ser suficiente, aunque puede ser recomendable el apoyo de un especialista en
eficiencia y otro de mantenimiento. No es muy justificable mayor estructura para este tipo
de contratos (por ejemplo, supervisor eléctrico o mecánico, supervisor de planificación,
etc). Para instalaciones muy grandes, con áreas claramente diferenciadas, puede ser
conveniente asignar una persona por cada una de estas grandes áreas.
5.2.3 La amortización
Hay distintos factores que determinan el periodo de amortización de una instalación: el
correcto cálculo de las necesidades, la optimización del sistema, una correcta instalación
y calidad de materiales y, principalmente su uso (cuanto más uso se haga de ella, antes
se amortizará), esto que en principio puede parecer una perogrullada, es fundamental en
instalaciones de generación de energía ya que de la “cantidad de uso” y de su máxima
eficiencia va a depender que empecemos a generar ingresos con ella.
Para dar una idea, podemos decir que las instalaciones térmicas quedan amortizadas
aproximadamente a los 4-6 años, depende del uso que se haga de la misma. A su vez,
las instalaciones fotovoltaicas quedan amortizadas a partir de los 7-9 años.
Las subvenciones y los ingresos generados por la venta de la electricidad a la compañía
eléctrica hacen posible la amortización de las instalaciones fotovoltaicas a medio plazo.
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La Amortización en Instalaciones de Cogeneración. Mediante un sistema de cogeneración, conseguimos el calentamiento del agua y la
generación de electricidad, gracias a la energía que puede ser almacenada en baterías
para su posterior uso o mejor vendida a una compañía eléctrica a un precio mayor que el
de compra, aunque también puede consumirse directamente (bombeo, riego,
señalización, etc.)
Es prioritario tener claro desde un principio los horarios, consignas y rendimientos de la
instalación, para que la amortización se realice en los plazos calculados.
La Amortización en Instalaciones Solares Fotovoltaicas Como todos sabemos las instalaciones solares fotovoltaicas utilizan la luz del sol para
producir electricidad, en el caso en que la red general llegue hasta el lugar de la
instalación, la mejor alternativa será vender la electricidad a la compañía eléctrica; así, se
produce un notable beneficio económico a favor del particular o de la empresa que haya
instalado el generador solar, ya que el precio de venta gira en torno a los 0.44 euros por
kw, el doble del precio al que normalmente se le compra el vatio (0.22 euros) a la
compañía eléctrica.
Por tanto, desde el principio se estaría amortizando la inversión inicial, es importante
vigilar y mantener la instalación de manera exaustiva ya que una avería en la misma
puede ocasionar retrasos en su amortización.
Las instalaciones fotovoltaicas pueden llegar a amortizarse a partir de los siete o nueve
años, aunque las ayudas y subvenciones de las autoridades pueden hacer que su
rendimiento sea más rápido a medio plazo.
La Amortización en Instalaciones Solares Térmicas. En el caso de los sistemas solares térmicos, estaríamos hablando de un periodo de vida
superior a los veinte años; para los paneles solares fotovoltaicos incluso es superior,
pudiendo llegar hasta los treinta años. Aunque este tiempo depende en gran medida del
trato que se les dé; un buen uso y mantenimiento de las instalaciones propiciará un mejor
y más largo funcionamiento.
En cuanto al periodo de amortización de las instalaciones, es decir, cuando se ven
resultados provechosos tras la instalación, hay una serie de factores que lo determinan;
en primer lugar hay que calcular detalladamente las necesidades reales de cada caso
para poder instalar el tipo de producto que se adecue tanto al gasto energético como al
entorno.
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También es necesario tener en cuenta los materiales a utilizar y el uso que se hará de la
instalación (lógicamente cuanto más se use, más se aprovechará su rendimiento). Como
dato orientativo, se puede decir que las instalaciones térmicas quedan amortizadas
aproximadamente a los cuatro o seis años del inicio de su utilización, siempre
dependiendo del uso que se haga de la misma.
5.2.4 La garantía total
El concepto de garantía total es difícil de asimilar para todos aquellos que nos hemos
dedicado al mantenimiento de instalaciones tradicional, incluso para nuestro personal es
difícil acostumbrarse a esta forma de trabajar que aunque distinta, sí que presenta
indudables ventajas para el cliente y por qué no decirlo, en determinadas ocasiones, para
la empresa mantenedora, que no deberá esperar a que su cliente disponga de fondos
para poder reparar determinados equipos que le acarrean múltiples problemas.
No obstante, es indudable que una de las preocupaciones de cualquier encargado de
Mantenimiento es dimensionar adecuadamente su stock de repuesto, seleccionando con
cuidado lo que debe tener de manera inmediata.
Al seleccionar el repuesto que debemos mantener en stock en nuestras instalaciones,
nos encontramos con un grave dilema:
• Desde el punto de vista técnico, cuantas más piezas de repuesto tengamos en el
almacén más aseguraremos la disponibilidad de los equipos.
• Desde el punto de vista económico, cuantas menos piezas haya almacenadas,
menor capital inmovilizado tendremos.
Por ello, debemos buscar fórmulas que nos permitan asegurar la disponibilidad de los
equipos con el mismo capital inmovilizado posible.
No debemos olvidar tampoco los costes fijos de la realización de pedidos. Un stock
insuficiente provocaría la realización de más pedidos y con ello el aumento de costos
fijos. Un stock superior al necesario disminuye la realización de pedidos y de costos fijos,
pero aumenta costo de compra y de inmovilizado. El tema de costes fijos por pedido
suele ser un factor muy importante a tener en cuenta sobre todo en aquellas situaciones
en la que independientemente del número de piezas se pagan portes internacionales
(terrestres, marítimos o aereos), tasas, aranceles, etc.
Minimizar los costes de repuesto requiere de un continuo análisis del estado de las
instalaciones, para ajustar los stocks e identificar fallos cíclicos o reiterativos, eliminando
estos últimos, se puede reducir el costo de repuestos en mantenimiento entre un 40% y
un 60%.
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Para conseguir estos ahorros, se necesita hacer cambios en las actitudes y formas de
pensar acerca de los procedimientos aplicados en el mantenimiento de la instalación
cada día. Ahora bien donde se encuentran esos fallos y averías crónicas responsables
del exceso de coste en repuesto, quí se aplicará el famoso principio del 80/20 de la "Ley
de Pareto", donde un 20% de las averías son responsables del 80% de las costes.
Establecer un correcto procedimiento en esos casos, nos dará gran efectividad, el
restante 20% de los problemas corresponde a causas más especiales, las cuales se
atenderán también llegada la oportunidad.
Para saber si tenemos más o menos stock del necesario habrá que estudiar los
movimientos de almacén, a ser posible, movimientos anteriores a la fecha actual, y
diferenciar dos puntos de partida:
‐ Uno para estudiar el stock de aquellos materiales que salen con más frecuencia y
determinar el stock necesario y qué averías demandan estos repuestos, por si
existiera algún problema crónico.
‐ Y otro para estudiar el stock de los materiales que no salen o apenas salen del
almacén. En estos materiales sí que debemos detenernos a la hora de determinar
un stock puesto que deberemos tener en cuenta la cantidad de equipos que hay
en planta para utilizar dicho repuesto, el estado de los mismos, su ciclo de vida
(aunque ahora se encuentren en perfecto estado), la capacidad de reparación en
taller propio o si se subcontrata la reparación, etc.
5.2.5 El consumo energético
A lo largo de la duración del proyecto, la ESE deberá establecer hitos de medición y
verificación de los ahorros conseguidos por el proyecto y no solo por su propio interés
sino también por el de su cliente.
En estos hitos se deberá realizar un control de los consumos energéticos del edificio y
una identificación de los ahorros conseguidos por la implantación del mismo.
A partir de esta verificación se determinará la buena marcha del proyecto o, en su caso,
si fuera necesario, el rediseño del proyecto e implantación de nuevas medidas y/o
tecnologías que nos permitan alcanzar los objetivos de ahorro o eficiencia propuestos.
La cuantificación correcta de los ahorros no es sencilla, dado que los ahorros
conseguidos por la puesta en marcha del proyecto podrán estar afectados por factores
externos al proyecto (por ejemplo, cambios climáticos, crecimiento de la carga del
edificio, etc.). Estos factores inciden en la cuantificación de los ahorros y pueden provocar
un desajuste en los mismos. Por ello, será necesario el establecimiento de una
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metodología para el control, medición y verificación de los ahorros, aceptada tanto por el
contratante como por la ESE desde el Contrato de Desempeño.
A nivel internacional existen numerosas metodologías de medición y verificación de
ahorros, las cuales han sido desarrolladas por diversos organismos. Una de las más
utilizadas es el Protocolo Internacional de Medición y Verificación, desarrollado por varias
instituciones organizadas por la Oficina de Eficiencia Energética y Energías Renovables
del Departamento de Energía de EE.UU. No obstante, dadas las particularidades de cada
proyecto y la diferencia entre unas tecnologías y otras, será necesario diseñar un sistema
de medición y verificación específico para cada proyecto.
La metodología para la verificación y medición de los consumos será diseñada por la
ESE, pero deberá ser revisada en detalle en todo caso por el contratante. Esta
metodología será la que establezca la forma de determinar si se han alcanzado los
ahorros garantizados por la ESE.
Para ello, el contratante y la ESE deberán contar con información detallada sobre los
consumos históricos y características de la instalación objetivo, que permitan establecer
una línea base de consumos a partir de la cual estimar los ahorros conseguidos. La
adecuación y el entendimiento de la línea base y metodología de estimación de los
ahorros por parte del contratante será una máxima prioridad.
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5.2.6 Vigilancia tecnológica, ¿podemos mejorar?
Una definición bastante aceptada de vigilancia tecnológica es la siguiente: "Es el conjunto
de acciones coordinadas de búsqueda, tratamiento (filtrado, clasificación, análisis) y
distribución de información obtenida de modo legal, útil para distintas personas de una
organización en su proceso de toma de decisiones y para alimentar su reflexión
estratégica"
Qué es lo que queremos decir con que la vigilancia tecnológica es tan importante para
nuestro negocio, muy sencillo: el sector de la energía y su transformación está
experimentando grandes y muy rápidos avances, deberemos estar vigilantes pues, a las
tendencias y productos en materia de eficiencia que vayan apareciendo en el mercado y
poder implementarlos en nuestra instalación si entendemos que dichos avances pueden
mejorar nuestra rentabilidad.
Es fundamental captar novedades que mejoren nuestra eficiencia, control o ahorro
energético para la supervivencia y el éxito de la ESE.
Implantar esta metodología de vigilancia, tiene mayor importancia cuanto menor sea la
experiencia acumulada de la empresa en el sector de las ESE’s. Por tanto, es crítica:
‐ Para la correcta definición del modelo de negocio de en los contratos de servicios
energéticos.
‐ Para el correcto arranque y para las primeras fases de actividad de una ESE.
‐ En general, para cualquier proceso de diversificación empresarial o
transformación de la empresa.
‐ en general es de alto interés para cualquier empresa cuyo entorno evolucione muy
rápidamente.
La implantación de la vigilancia tecnológica en una ESE permite garantizar que dicha
ESE, tiene métodos y herramientas para captar y analizar los cambios del entorno y que
por tanto es una empresa con más posibilidades de reaccionar, adaptarse y sobrevivir en
este entorno tan cambiante.
Los objetivos generales de la Vigilancia Tecnológica aplicada a las ESE’s pueden resumir
en tres:
1. Captar e informar puntualmente de ciertas cuestiones en cuanto ocurran ciertos
eventos o en cuanto se publiquen ciertos documentos.
2. Analizar las informaciones que van apareciendo de modo continuo con criterios y
objetivos definidos.
3. Realizar informes técnico-económicos sobre la viabilidad de la implementación de
las nuevas tecnologías y/o productos.
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La metodología de la Vigilancia Tecnológica puede servir tanto para el corto plazo
(Vigilancia de tipo operativo) como para el medio plazo (Vigilancia de tipo estratégico).
Una y otra se diferencian en que explotan diferentes fuentes de información y hacen
distintos análisis de las informaciones recopiladas.
La suma de dichas partes conforma el proceso de la Vigilancia Estratégica, válida para
que la dirección tenga una visión global del entorno de la empresa y tome decisiones de
tipo estratégico.
5.2.7 Seguimiento de los ciclos de vida
Es claro que este es uno de los puntos más difíciles de valorar económicamente en la
fase de oferta de un contrato de servicios energéticos, donde en virtud de la garantía total
ofertada y la larga duración de este tipo de contratos, nos enfrentamos a la sustitución de
algunos equipos (algunos de ellos tremendamente caros) por el agotamiento de su ciclo
de vida.
Cómo calcular ese ciclo de vida es muy difícil, se basa en múltiples factores y en
cualquier decisión que se tome a este respecto, se asumirá una importante tasa de
riesgo.
De igual modo, en la fase de explotación del contrato, nos encontraremos a menudo con
difíciles decisiones, ¿merecerá la pena invertir en aumentar el mantenimiento de un
determinado equipo o sustituirlo?, el aumento de la tasa de fallo en un determinado
componente de la instalación, ¿indica que se está agotando su ciclo de vida?, ¿Cuándo
me merece la pena sustituirlo? Todas estas preguntas son muy difíciles de responder,
sobre todo cuando si la respuesta pasa por la sustitución, esta representa una inversión
importante (provisionada o no).
Vamos a introducir un método de análisis de fallos en función de la vida útil, no es el
único ni de su análisis pueden establecerse un método directo de actuar, pero cuando
menos, sí nos permite realizar un estudio serio y una monitorización de la evolución de la
vida del equipo.
El análisis de fallos de Weibull es una herramienta importante para mejorar la fiabilidad.
Vamos a simplemente a introducir los conceptos Weibull y la aplicación práctica de las
técnicas de Weibull para determinar las estrategias de mantenimiento.
En definitiva esta breve introducción al método Weibull puede dar pie a reflexionar sobre
la identificación de los mecanismos de fallos presentes en las instalaciones y qué
estrategias de mantenimiento son adecuadas para abordar los mecanismos de fallos.
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Aunque no es el objetivo de este punto dar una explicación matemática exacta vamos a
representar función de densidad del modelo Weibull:
Según sean los valores de beta puede presentar tasas de fallo crecientes, decrecientes o
constantes.
Cuando beta=1 el modelo Weibull se convierte en exponencial y presenta tasa de fallos
constante. El modelo exponencial de aumento de tasa de fallos es, por tanto, un caso
particular del modelo Weibull.
Cuando beta>1 el modelo presenta tasa de fallos creciente.
Cuando beta<1 el modelo presenta tasa de fallos decreciente.
La curva “bañera”:
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Analizando cuidadosamente la representación de la curva típica de la evolución de la tasa
de fallos dependiente del tiempo, también conocida como curva bañera, se pueden
distinguir tres etapas.
La primera corresponde a los fallos iniciales (la mortalidad infantil de las estadísticas demográficas) que se manifiestan
prematuramente y se caracteriza por una tasa decreciente, corresponde, generalmente, a
la existencia de dispositivos defectuosos o instalados indebidamente con una tasa de
fallos superior a la normal.
La segunda etapa (la edad adulta) Representa los fallos normales y se presentan de forma aleatoria; su tasa es constante
en el tiempo de vida del componente.
La tercera y última etapa (la vejez) Se atribuye a los fallos por desgaste donde se ha superado la vida prevista del
componente; en este caso la tasa se caracteriza por un aumento significativo debido a la
degradación. Este modelo, con algunas variantes, es válido para la mayoría de los
componentes de un sistema tecnológico. Las fallas iniciales pueden eliminarse mediante
pruebas previas a la operación, mientras que una política adecuada de reemplazos
permite reducir las producidas al fin de la vida útil.
Si profuncizamos en el estudio de esta teoría, es posible, calcular para un conjunto de
dispositivos, por ejemplo válvulas, la tasa de fallos anual conociendo el número de
elementos totales y aquellas que fallaron, también es posible conocer la probabilidad que
tiene una de las válvulas de que falle antes de un determinado tiempo o bien calcular la
probabilidad de que la válvula esté en funcionamiento al cabo de un determinado tiempo.
Otro parámetro posible de calcular es la probabilidad de que el tiempo de vida de la
válvula esté comprendido entre dos tiempos distintos, para ello debo obtener la diferencia
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entre la probabilidad de que falle antes de uno de esos dos tiempos y el otro, es decir la
diferencia de las confiabilidades de ambos períodos de tiempo.
Como vemos existe una teoría muy desarrollada e interesante en el cálculo de los ciclos
de vida, invitamos pues a los alumnos que estén interesados a estudiarla con mayor
profundidad.
5.3 Fase Final.
El cliente puede verse seriamente afectado por una fase de finalización defectuosa. El
contratista, una vez conoce que su contrato finaliza, puede perder el interés por lo que
ocurra con el futuro de las instalaciones. Por ello, un mal profesional hará lo mínimo que
su contrato le exija, y a veces, ni siquiera eso. El riesgo de que las instalaciones se
descuiden en los últimos meses del contrato es muy alto. Por ello y desde el punto de
vista del cliente y del contratista para el que tampoco puede ser cómoda esta situación,
este periodo debe ser tan breve como sea posible: lo suficiente para asegurar que la fase
de inicio del nuevo contrato o la nueva situación se realiza con garantías de éxito.
Puede ser muy importante para ambas partes, realizar una evaluación del estado técnico
en que quedan las instalaciones (auditoría técnica de la instalación), por si fuera
necesario exigir responsabilidades a la empresa contratista ‘saliente’ y por garantizar que
el contratista ‘entrante’ conoce los principales problemas.
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6. ENLACES DE INTERES:
http://www.renovableshoy.com
http://www.renovetec.com/
http://www.idae.es
http://www.efiner.com/
https://www.xing.com/net/ne_mantenimientodemaquinasys
60
7. BIBLIOGRAFIA
Eficiencia energética y energías renovables. 2005. Ed: Instituto para la
diversificación y el ahorro energético (IDAE).
Guía Práctica de la Energía. Consumo eficiente y responsable. 2007. Ed Instituto
para la diversificación y el ahorro energético (IDAE).
Manual de auditorías energéticas. 2003. ED: AEDIE, Cámara Oficial de Comercio
e Industria de Madrid y Comunidad de Madrid.
Plan de ahorro y eficiencia energética de la Comunidad Valenciana. 2002. Ed:
Agencia Valenciana de la Energía.
Documento sobre el contenido mínimo de las auditorias energéticas según el plan
E4.
Estrategia de ahorro y eficiencia energética en España 2004-2012. Plan de acción
2005-2007. Ed: Ministerio de Industria, turismo y comercio.
Guía de Ahorro Energético en Talleres de Automóviles. 2007. Ed Comunidad de
Madrid
Guía de Ahorro Energético en Garajes y Aparcamientos. 2007. Ed Comunidad de
Madrid
Guía de Ahorro y Eficiencia Energética en Oficinas y Despachos. 2007. Ed
Comunidad de Madrid
Guía de Ahorro y Eficiencia Energética en Tiendas de Electrodomésticos. 2007.
Ed Comunidad de Madrid
Guía de Ahorro Energético en Empresas de Restauración. 2006. Ed Comunidad
de Madrid
Guía de Gestión Energética en el Sector Hotelero. 2007. Ed Comunidad de Madrid
GESTION ENERGETICA EN LOS EDIFICIOS. INCIDENCIA DEL
MANTENIMIENTO Manuel Corretger Rauet., AEM, Dr. Ing. Industrial.
FUNDAMENTOS DEL ANÁLISIS DE WEIBULL. Por Robert B. Abernethy, FL,
USA
Guía técnica: mantenimiento de instalaciones térmicas (2007)
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