UNIVERSIDAD DEL ISTMO FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES
“MATERIAL DE APOYO PARA EL CURSO DE HISTORIA OCCIDENTAL I
(EDAD ANTIGUA)”
LUIS PEDRO MARTÍNEZ-MONT MATAMOROS
Guatemala, 3 de diciembre de 2004
UNIVERSIDAD DEL ISTMO FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES
“MATERIAL DE APOYO PARA EL CURSO DE HISTORIA OCCIDENTAL I (EDAD ANTIGUA)”
TESIS
Presentada al Consejo de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales
de la Universidad del Istmo
por
LUIS PEDRO MARTÍNEZ-MONT MATAMOROS
Al conferírsele el título de:
LICENCIADO EN DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS CON ESPECIALIDAD EN NEGOCIOS INTERNACIONALES
Guatemala, 3 de diciembre de 2004
UNIVERSIDAD DEL ISTMO FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES
A continuación presento el trabajo
“MATERIAL DE APOYO PARA EL CURSO DE HISTORIA OCCIDENTAL I (EDAD ANTIGUA)”
Tema que fue asignado por el Consejo de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad del Istmo el día 18 de octubre de 2004
LUIS PEDRO MARTÍNEZ-MONT MATAMOROS
Guatemala, 3 de diciembre de 2004
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN i
1. MESOPOTAMIA
1.1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA 1
1.2. HISTORIA 2
1.2.1. Civilización Sumeria 2
1.2.2. Los Acadios 2
1.2.3. Los Asirios 3
1.2.3.1. Método de Dominación 3
1.2.4. Babilonia y el Código de Hammurabi 4
1.2.5. Los Neobabilónicos 4
1.2.6. Nuevos Invasores 4
1.2.7. La Nueva Babilonia 5
1.3. ESTRUCTURA POLÍTICA Y SOCIAL 5
1.3.1. Estructura Política 5
1.3.1.1. Código de Hammurabi 6
1.3.2. Estructura Social 9
1.4. ECONOMÍA Y COMERCIO 10
1.4.1. Los Cereales 11
1.4.2. La Cerveza 11
1.4.3. Árboles Frutales 11
1.4.4. Hortalizas y Semillas 11
1.4.5. Las Carnes 12
1.5. CULTURA Y RELIGIÓN 12
1.5.1. Cultura 12
1.5.1.1. Escritura 12
1.5.1.1.1. Pictogramas 12
1.5.1.1.2. Ideogramas 12
1.5.1.1.3. Fonogramas 12
1.5.1.1.4. Cuneiformes 13
1.5.1.2. ¿Una Enciclopedia? 13
1.5.2. Religión 13
1.6. FILOSOFÍA 13
1.7. ARTE 14
1.7.1. Arte Sumerio 14
1.7.2. Arte Arcadio 14
1.7.3. Arte de Asiria 14
1.8. VESTIMENTA 15
1.9. ALIMENTACIÓN 15
1.9.1. Métodos para la Conservación de Alimentos 15
1.9.2. Formas de Cocción 15
1.10. ESTRUCTURA MILITAR 16
2. HEBREOS
2.1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA 17
2.2. HISTORIA 18
2.3. ESTRUCTURA POLÍTICA Y SOCIAL 19
2.3.1. Estructura Política
2.3.1.1. Establecimiento en Palestina 19
2.3.1.2. Creación del Estado Hebreo 19
2.3.1.3. Los dos Reinos 20
2.3.1.4. El Exilio 20
2.3.1.5. El Retorno a Palestina 20
2.3.1.6. La Diáspora 20
2.3.2. Estructura Social 21
2.4. ECONOMÍA Y COMERCIO 21
2.5. CULTURA Y RELIGIÓN 21
2.6. FILOSOFÍA 21
2.7. ARTE 22
2.8. VESTIMENTA 22
2.9. ALIMENTACIÓN 22
2.10. ESTRUCTURA MILITAR 24
3. EGIPTO
3.1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA 25
3.2. HISTORIA 26
3.2.1. Período Predinástico 26
3.2.2. Imperio o Reino Antiguo 26
3.2.3. Imperio o Reino Medio 27
3.2.4. Imperio o Reino Nuevo 27
3.2.5. Decadencia de Imperio o Tercer Período Intermedio 27
3.3. ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL 28
3.4. ECONOMÍA Y COMERCIO 29
3.5. CULTURA Y RELIGIÓN 30
3.6. FILOSOFÍA 30
3.7. ARTE 31
3.8. VESTIMENTA 32
3.8.1. Los Cosméticos 32
3.9. ALIMENTACIÓN 32
3.10. ESTRUCTURA MILITAR 32
4. GRECIA
4.1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA 33
4.2. HISTORIA 34
4.3. ESTRUCTURA POLÍTICA Y SOCIAL 35
4.3.1. El Gobierno 35
4.3.2. Democracia Ateniense 36
4.3.3. Las Tiranías 36
4.3.4. De la Democracia a la Monarquía 37
4.4. ECONOMÍA Y COMERCIO 38
4.5. CULTURA Y RELIGIÓN 39
4.6. FILOSOFÍA 43
4.7. ARTE 45
4.7.1. Etapa Minoica 45
4.7.2. Etapa Micénica 47
4.8. VESTIMENTA 51
4.9. ALIMENTACIÓN 51
4.10. ESTRUCTURA MILITAR 52
4.10.1. Falange 52
4.10.2. Equipo de un Hoplita 52
4.10.2.1. El Aspis 52
4.10.2.2. Las Grebas 53
4.10.2.3. La Coraza 53
4.10.2.4. El Casco 53
4.10.2.5. Xiphos 53
5. IMPERIO ROMANO
5.1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA 54
5.2. HISTORIA 54
5.2.1. Julio César 55
5.2.2. Imperio de Augusto 55
5.2.3. Emperador Diocleciano 56
5.3. ESTRUCTURA POLÍTICA Y SOCIAL 56
5.3.1. Estructura Política 56
5.3.1.1. Administración Central y Provincial 56
5.3.2. Estructura Social 57
5.3.2.1. Los Ordenes 58
5.3.2.2. Condición Social 58
5.3.2.3. Familia Doméstica 59
5.3.2.4. Padres e Hijos 59
5.3.2.5. Relaciones Sociales 60
5.4. ECONOMÍA Y COMERCIO 60
5.4.1. El Crecimiento y sus Límites 61
5.4.2. La Tierra 62
5.4.2.1. El Tamaño de las Propiedades 62
5.4.3. Administración y Trabajo 63
5.4.3.1. Productividad 63
5.4.4. Abastecimiento del Imperio 64
5.5. CULTURA Y RELIGIÓN 64
5.5.1. La Cultura 64
5.5.1.1. Roma 64
5.5.2. Religión 65
5.5.2.1. Ascensión del Cristianismo 66
5.6. FILOSOFÍA 66
5.6.1. Principales Escuelas Filosóficas en Roma 67
5.6.1.1. Epicureismo 67
5.6.1.2. Estoicismo 67
5.6.1.2.1. Época Temprana 67
5.6.1.2.2. Época Posterior 67
5.6.1.3. Eclecticismo 68
5.6.1.4. Platonismo Medio y Neoplatonismo 68
5.7. ARTE 68
5.8. VESTIMENTA 70
5.9. ALIMENTACIÓN 71
5.10. ESTRUCTURA MILITAR 71
BIBLIOGRAFÍA 73
INTRODUCCIÓN
Este trabajo pretende ser un apoyo para el catedrático en la impartición y
desarrollo del curso de Historia Occidental I, específicamente la Edad Antigua.
En este trabajo el lector podrá encontrar distinta información, ejercicios y
evaluaciones acerca de las culturas antiguas de occidente que han sido la base del
mundo occidental actual y al mismo tiempo han dejado un legado de conocimientos y
aporte de personajes al mundo entero.
También se podrán encontrar apuntes básicos para que el catedrático
cuente con material de apoyo que sirva de recordatorio al momento de impartir el
curso. Por otro lado el catedrático podrá contar con una lista de películas de
largometraje que servirán de sugerencia, para que sus alumnos puedan conocer
aspectos de estas culturas como vestimenta, forma de vida, estructuras
arquitectónicas, costumbres, etc., todo esto de forma visual; ya que las cuales no
son totalmente comprensibles o asimilables por medio del texto o las explicaciones
del catedrático.
Además, el catedrático contará con actividades, comprobaciones y
exámenes, con el fin de que el curso pueda organizarse y prepararse con
anticipación por el catedrático y que el alumno pueda ser evaluado de una manera
profesional.
1. MESOPOTAMIA
1.1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA
Mesopotamia significa en griego "entre ríos". Se encuentra en el Asia Occidental, es un valle
ubicado entre el río Tigris y el Eufrates, está también rodeada al nordeste por los montes de Anatolia y los
Zagros de Irán, y al oeste por el desierto árabe. Los ríos que la delimitan nacen en las montañas Antitauro,
en el Asia Menor, y cerca de su desembocadura en el golfo Pérsico forman un único curso fluvial llamado
Shat-al-Arab. En esta región actualmente se encuentra parte de Siria y Turquía y casi todo Irak.
Mapa No. 1. Ubicación geográfica de Mesopotamia.
Fuente: Microsoft Corporation, Enciclopedia Encarta, 2004.
1
1.2. HISTORIA
Al igual que los egipcios, los habitantes de Mesopotamia descubrieron que podían aprovechar el
agua para sus cultivos, obteniendo grandes beneficios. Pero a diferencia del Nilo, el Tigris y el Éufrates se
desbordaban con gran violencia, lo que los obligó a crear un sistema de canales y diques para encauzar el
agua. Incluso construyeron grandes represas para almacenarla, desde donde era conducida por una red de
canales hacia los campos de cultivo, en los que plantaban trigo, palmeras de dátiles, higueras, vid,
sésamo, granadas y olivos. Además, criaban cerdos, asnos, bovinos y cabras.
Es importante recalcar que en esta región no se desarrolló una sola civilización llamada
Mesopotamia, sino que se sucedieron diferentes pueblos: sumerio, acadio, asirio y babilónico,
principalmente, que fueron adoptando los adelantos de sus predecesores. Esto, porque a diferencia del
valle del Nilo, Mesopotamia carecía de defensas naturales, por lo que periódicamente era invadida por
pueblos guerreros, provenientes de las zonas montañosas y los desiertos circundantes, que buscaban
mejores condiciones de vida.
Geográficamente, esta zona se encuentra dividida en dos: al norte, la alta Mesopotamia, de
llanuras altas, montañosas y frías, donde se instalaron los asirios y acadios; y al sur, la baja Mesopotamia,
formada por llanuras fértiles de clima cálido que fueron habitadas por sumerios y babilónicos.
1.2.1. Civilización Sumeria. Durante el cuarto milenio a.C., el sur de Mesopotamia fue invadido y
poblado por los sumerios, provenientes probablemente de la India o de Asia central.
Este pueblo logró manejar las inundaciones que se producían anualmente en abril y mayo, a raíz
de los deshielos en las altas montañas de Armenia. Secaron los pantanos, construyeron diques y crearon
canales para regar los campos, convirtiendo las llanuras en un fértil huerto.
Otra de las creaciones sumerias fue la rueda, que surgió aproximadamente el 3.500 a.C.
Cuatrocientos años más tarde, en el 3.100 a.C., alcanzaron su máximo apogeo con la invención
de la escritura cuneiforme y la fundación de ciudades que se constituyeron en estados independientes. La
principal de ellas fue Ur.
1.2.2. Los Acadios. El rico y fértil país de los sumerios atrajo a los pueblos nómades de los desiertos y las
estepas. Desde el interior de la península arábiga, las tribus semitas -árabes, hebreos, sirios- invadieron
periódicamente Mesopotamia a partir del 2500 a.C., estableciendo su dominio. Se hicieron sedentarios y
acabaron por fundirse con la población anterior. Finalmente se establecieron al norte del país del Súmmer
o Sumeria.
Los invasores se sometieron ante la cultura superior de sus predecesores, pese a que finalmente
los sumerios dejaron de existir.
2
El mayor esplendor acadio fue durante el reinado de Sargón I (2334-2279 a.C.), que creó el
primer gran imperio semita, al unificar las ciudades-estado sumerias y fundar la ciudad de Accad, cuyo
nombre se hizo extensivo a toda la región. Además, logró extender su dominio hasta el Mediterráneo, por
el oeste, y los montes Zagros, por el este.
El poderío acadio decayó como consecuencia de las invasiones de los guti y los amoritas,
procedentes de las montañas del norte. Cuando fueron expulsados, la cultura mesopotámica renació con la
dinastía III de Ur, entre los años 2112 y 2004 a.C.
1.2.3. Los Asirios. A partir del 1250 a.C. tomaron posesión de Mesopotamia los asirios, de origen semita,
que se establecieron al norte de Babilonia, en el valle superior del Tigris. Este pueblo era belicoso, cruel y
feroz. Sus capitales fueron Nínive y Assur, ubicadas cerca del río Tigris.
Los reyes asirios estaban convencidos de que su misión era someter al mundo a su dios Assur.
En sus mensajes a él, rendían cuentas de las campañas que habían realizado en su nombre y en su honor.
Creían que podían alegrar y aplacar sus iras si aplicaban crueles castigos a los derrotados.
Arrasaron con los pueblos, devastaron países enteros, enviaron al cautiverio y al exilio a millares
de personas y sembraron en todas partes el terror y la muerte.
El imperio asirio alcanzó su mayor apogeo alrededor del 700 a.C., cuando se extendía de
Armenia hasta Egipto y desde el Asia Menor hasta Irán y el golfo Pérsico por el sur. El emperador era
gran rey de Asiria, rey de Súmmer y Accad, soberano de los reyes y príncipes sirios, cananeos y judíos y,
desde el año 671 a.C., ocupaba el trono de los faraones.
El último de los grandes emperadores asirios fue Assurbanipal, quien fomentó las artes y letras,
hizo construir magníficos templos y palacios y formó una gran biblioteca donde reunió, escritos en signos
cuneiformes sobre tablillas de arcilla, los documentos más importantes de las civilizaciones sumerio-
acadia, babilónica y asiria. Las ruinas y los escritos fueron encontrados por los arqueólogos bajo la ciudad
de Nínive.
El imperio asirio, por sus características, basado en el terror y la violencia y, además, cobrador
de altos tributos, no podía durar. Entre los pueblos reprimidos empezó a crecer el odio y la oposición. El
rey de la ciudad de Babilonia se unió con el pueblo indoeuropeo de los medos, quienes desde la meseta de
Irán ingresaron a Asiria. En el año 612 a.C. cayó la capital, Nínive; sus lujosos palacios y templos fueron
incendiados. Sardanápalo, el último rey de Asiria, se lanzó a las llamas.
1.2.3.1. El método de dominación. Los asirios luchaban continuamente para mantener a los distintos
pueblos bajo su dominio. Para demostrar su poder, destruían completamente las ciudades capturadas y las
tierras de cultivo que las rodeaban; se llevaban sus tesoros como botín y a sus habitantes los mataban o
hacían prisioneros. La mayor parte terminaba como esclavo; el resto era enviado a otras ciudades para que
contaran lo que habían sufrido, con el fin de evitar rebeliones.
3
La infantería estaba armada con arcos, flechas, ondas y lanzas, mientras que la caballería usaba
arcos y lanzas.
Los carros de guerra, tirados por caballos, llevaban un conductor, un arquero y un soldado con
escudo. También contaban con torres portátiles con ruedas para el asalto, que tenían espacio para los
arqueros.
Cuando atravesaban ríos, los soldados cruzaban sujetos a pieles infladas, los caballos nadaban y
los carros se llevaban en pequeñas embarcaciones circulares.
1.2.4. Babilonia y el Código de Hammurabi. Hacia el año 2000 a.C. llegaron nuevas oleadas de semitas,
lo que provocó una nueva fragmentación de Mesopotamia en diferentes ciudades-estado. Uno de sus
reyes fundó la ciudad de Babilonia, a orillas del río Éufrates, e impuso su hegemonía, convirtiéndose en el
centro del imperio. El nombre de Babilonia fue aplicado a todo el territorio ocupado por los antiguos
reinos de Súmmer y Accad.
Alrededor del 1700 a.C., el rey Hammurabi pudo vencer a los príncipes rivales y fundar un gran
reino, en el que ejercía todo el poder y gobernaba por medio de funcionarios. Durante su gobierno,
Babilonia se convirtió en el principal centro de comercio de Asia occidental.
Al mismo tiempo que se constituía el imperio babilónico, alrededor del 2000 a.C. llegaron varios
pueblos indoeuropeos a Asia Menor, adoptando la lengua y creencias religiosas de sus anteriores
habitantes; incluso empezaron a mezclarse. De este proceso, surgió el pueblo hitita, que fundó un
poderoso imperio y extendió su dominio sobre los pueblos vecinos. Hacia el 1600 a.C., un rey hitita
saqueó y destruyó la ciudad de Babilonia.
1.2.5. Los Neobabilónicos. La ciudad de Babilonia resurgió con la tribu semita de los caldeos, cuando fue
refundada por Nabopolasar a fines del Siglo VII. Por este pueblo, la región recibió el nombre de Caldea,
que aparece en los textos bíblicos.
Uno de sus reyes más importantes fue Nabucodonosor II “el Grande” (605-562 a.C.), quien
reconstruyó y embelleció la ciudad de Babilonia, dotándola de gran magnificencia, y extendió su dominio
desde Mesopotamia hasta Siria y la costa del Mediterráneo.
Durante su reinado conquistó muchas ciudades: se enfrentó a Egipto; destruyó Jerusalén (año
587 a.C.), desde donde se llevó cautivos a miles de israelitas; y conquistó territorios en Arabia. Las
principales construcciones encontradas en Babilonia son de su época.
1.2.6. Nuevos invasores. En el año 539 a.C., poco después de la muerte de Nabucodonosor II -de quien se
dice se volvió loco al final de su reinado-, Babilonia fue invadida por el llamado “nuevo señor de Asia”,
el rey persa Ciro. Los persas, que la dominaron hasta el Siglo IV a.C., no saquearon ni destruyeron la
4
ciudad como los asirios, sino que la mantuvieron como una de las provincias más poderosas del imperio
Aqueménida.
Babilonia fue conquistada por Alejandro Magno (331 a. C.), que instaló en ella su corte,
transformándola en un foco cultural en el que confluyeron la cultura griega y oriental.
A la muerte de Alejandro, la región fue gobernada por los Seléucidas, dinastía fundada por
Seleuco I Nicátor, uno de los generales de Alejandro.
Con posterioridad, la cultura mesopotámica inició un lento declive. Fue ocupada por los persas
sasánidas y luego por los romanos, gracias a las campañas del emperador Trajano. En el Siglo VII d.C., la
región fue conquistada por los musulmanes y quedó integrada dentro de la civilización árabe.
Durante varios siglos, Babilonia siguió siendo la ciudad más rica y el más importante centro
comercial de Asia occidental.
1.2.7. La Nueva Babilonia. La ciudad estaba doblemente fortificada. Un primer muro de ladrillos tenía
ocho metros de ancho y una extensión de 18 km. Delante de él había una fosa profunda, y atrás, a 12
metros de distancia, un segundo muro defensivo de siete metros de ancho. Se entraba a la ciudad por
varias puertas. La más grandiosa era la “puerta doble”, consagrada a la diosa del amor Ishtar, que tenía las
paredes revestidas de azulejos con representaciones de toros y dragones.
En el palacio real estaban los famosos jardines colgantes, una de las siete maravillas de
la antigüedad. Al centro de la ciudad estaba el zigurat -templo escalonado, similar a una pirámide-
construido en honor al “gran señor Marduk”, el dios supremo. Se cree que esta torre, de siete pisos y 91,5
metros de altura, es la famosa “torre de Babel” que aparece en la Biblia. Además, se reconstruyeron los
diques para proteger los campos de las inundaciones.
En la actualidad, Mesopotamia, comprende a Iraq y el este de Siria. La abundancia de agua creó
una gran riqueza natural, hasta el punto de que, según la Biblia, estuvo allí localizado el Paraíso.
1.3. ESTRUCTURA POLÍTICA Y SOCIAL
1.3.1. Estructura Política. A la cabeza de la estructura política estaba el rey, monarca absoluto que ejercía
el poder legislativo, judicial y ejecutivo. Por debajo de esto había un grupo de gobernadores y
administradores selectos. Los alcaldes y los consejos de ancianos de la ciudad se preocupaban de la
administración local.
El soberano más ilustre de babilonia y el verdadero fundador del imperio fue Hamurabi (2067 a
2025 a.C.) Éste príncipe fortificó su capital rodeándola con una muralla y extendió sus conquistas desde
el Elam en el este, hasta Siria en el oeste. Pero, más que por sus conquistas y sus construcciones,
5
Hammurabi es celebre por las leyes que dio a sus súbditos con el fin de que entre ellos hubiera paz y
justicia.
Durante el reinado de Hammurabi, Babilonia extendió su influencia civilizadora hacia el norte y
el oeste, siguiendo la línea de “La medialuna de las tierras fértiles”, y se convirtió en el centro principal
del comercio con todas las comarcas del Asia occidental.
Después de la muerte de Hammurabi, el esplendor de Babilonia, el Imperio más importante y
civilizado de Asia, continuó todavía por dos siglos.
Código de Amuraba: las leyes de Amuraba que este dijo de haber resido del dios Shamash, están
contenidas con el famoso código que lleva el nombre del rey babilónico.
La orientación jurídica de Amuraba se fundamentaba en este admirable trípode: promulgar
justicia, poner en orden la tierra y procurar el bien del pueblo.
Este código fue hallado en Fusa, el año1907. He aquí algunos de sus normas en materia penal:
− Si alguien roba algo del templo o del palacio morirá.
− Si una vendedora de vino tiene la media corta, se echará la taberna al río.
− Si un hombre hace un agujero en una casa para entrar a robar, se le atará y se le enterrará
delante del agujero.
− Si un hombre acusa a otro de un crimen capital y no puede probarlo, será castigado de muerte.
1.3.1.1. El Código De Hammurabi.
− Si un señor acusa a (otro) señor y presenta contra él denuncia de homicidio, pero no la puede
probar, su acusador será castigado con la muerte.
− Si un señor imputa a (otro) señor prácticas de brujería, pero no las puede probar, el acusado de
brujería irá al río (y) deberá arrojarse al río. Si el río (logra) arrastrarlo, su acusador le arrebatará
su hacienda. (Pero) si este señor ha sido purificado por el río saliendo (de él) sano y salvo, el
que le imputó de maniobras de brujería será castigado con la muerte (y) el que se arrojó al río
arrebatará la hacienda de su acusador.
− Si un señor aparece en un proceso para (presentar) un falso testimonio y no puede probar la
palabra que ha dicho, si el proceso es un proceso capital tal señor será castigado con la muerte.
6
− Si se presenta para testimoniar (en falso, en un proceso) de grano o plata, sufrirá en su totalidad
la pena de este proceso.
− Si un juez ha juzgado una causa, pronunciado sentencia (y) depositado el documento sellado, si,
a continuación, cambia su decisión, se le probará que el juez cambió la sentencia que había
dictado y pagará hasta doce veces la cuantía de lo que motivó la causa. Además, públicamente,
se le hará levantar de su asiento de justicia (y) no volverá más. Nunca más podrá sentarse con
los jueces en un proceso.
− Si un señor roba la propiedad religiosa o estatal, ese señor será castigado con la muerte. Además
el que recibió de sus manos los bienes robados será (también) castigado con la muerte.
− Si, de la mano del hijo de un señor o del esclavo de un particular, un señor ha adquirido o
recibido en custodia plata u oro, un esclavo o una esclava, un buey o una oveja o un asno, o
cualquier cosa que sea, sin testigos, ni contrato, tal señor es un ladrón: (en esos casos) será
castigado con la muerte.
− Si un señor roba un buey, un cordero, un asno, un cerdo o una barca, si (lo robado pertenece) a
la religión (o) si (pertenece) al estado, restituirá hasta treinta voces (su valor); si (pertenece) a
un subalterno lo restituirá hasta diez veces. Si el ladrón no tiene con qué restituir, será castigado
con la muerte.
− Si un señor, habiéndosele extraviado un objeto, encuentra su objeto extraviado en posesión de
(otro) señor; (si) el señor en cuya posesión se halló el objeto extraviado declara: «Me lo vendió
un vendedor, lo compré en presencia de testigos»; (si) de otra parte, el propietario del objeto
extraviado declara: «Presentaré testigos que testimonien sobre mi objeto extraviado»; (si) el
comprador presenta al vendedor que se lo ha vendido y a los testigos en cuya presencia lo
compró; (si), por otra parte, el propietario del objeto perdido presenta los testigos que den
testimonio del objeto perdido, (en ese caso) los jueces considerarán las pruebas, y los testigos,
en cuya presencia se efectuó la compra, juntamente con los testigos que testimonian sobre el
objeto perdido, declararán lo que sepan delante del dios. (Y puesto que) el vendedor fue el
ladrón será castigado con la muerte. El propietario del objeto perdido recobrará su objeto
perdido. El comprador recobrará de la hacienda del vendedor la plata que había pesado.
− Si el comprador no ha presentado al vendedor que le vendió (el objeto) ni los testigos en cuya
presencia se efectuó la compra, y el dueño de la cosa perdida presenta testigos que testimonien
sobre su cosa perdida, el comprador fue el ladrón: será castigado con la muerte. El propietario
de la cosa perdida recobrará su propiedad perdida.
7
− Si el propietario de la cosa perdida no presenta testigos que testimonien sobre el objeto perdido,
es un estafador, (y puesto que) dio curso a una denuncia falsa será castigado con la muerte.
− Si el vendedor ha muerto, el comprador tomará de la casa del vendedor hasta cinco veces (el
valor) de lo que había reclamado en este proceso.
− Si los testigos de tal señor no estuviesen a mano, los jueces le señalarán un plazo de seis meses.
Y si al (término del) sexto mes, no presenta sus testigos, este señor es un falsario. Sufrirá en su
totalidad la pena de este proceso.
− Si un señor roba el niño menor de (otro) señor, recibirá la muerte.
− Si un señor ayuda a escapar por la gran puerta (de la ciudad) a un esclavo estatal o a una esclava
estatal o a un esclavo de un subalterno o a una esclava de un subalterno recibirá la muerte.
− Si un señor dio refugio en su casa a un esclavo o a una esclava fugitivos, perteneciente al estado
o a un subalterno y si no lo entregó a la llamada del pregonero el dueño de la casa recibirá la
muerte.
− Si un señor prende en campo abierto a un esclavo o esclava fugitivos y (si) lo devuelve a su
dueño, el dueño del esclavo le dará dos siclos de plata.
− Si este esclavo no ha querido mencionar el nombre de su dueño, le llevará al palacio; (allí) se
realizará una investigación y se lo devolverán a su dueño.
− Si retiene al esclavo en su casa (y si) después el esclavo es hallado en su posesión, el señor
recibirá la muerte.
− Si el esclavo huye de la casa de aquel que lo prendió, este hombre lo jurará (así) por el dios al
dueño del esclavo y se marchará libre.
− Si un señor abre brecha en una casa, delante de la brecha se le matará y se le colgará.
− Si un señor se entrega al bandidaje y llega a ser prendido, ese señor recibirá la muerte.
− Si el bandido no es prendido, el señor (que ha sido) robado declarará oficialmente delante del
dios (los pormenores de) lo perdido; después, la ciudad y el gobernador en cuyo territorio y
jurisdicción se cometió el bandidaje, le compensarán (por todo) lo perdido.
− Si es una vida (lo que se perdió), la ciudad y el gobernador pesarán una mina de plata (y se la
entregarán) a su gente.
8
− Si se declara un incendio (fortuito) en la casa de un señor y (si) un señor que acudió a apagarlo
pone los ojos sobre algún bien del dueño de la casa y se apropia de algún bien del dueño de la
casa, ese señor será lanzado al fuego.
− Si un oficial o un especialista (militar) que había recibido la orden de partir para una misión del
rey, no fuese (a la misma) o bien (si) alquilase un mercenario y le enviase en su lugar, ese
oficial o ese especialista (militar) recibirá la muerte; el denunciante (del hecho) tomará su
hacienda.
− Si un oficial o un especialista (militar), mientras servía las armas del rey, ha sido hecho
prisionero, y durante su ausencia han dado su campo y su huerto a otro que ha cumplido con las
obligaciones del feudo (pagando la renta); si (el oficial o el especialista) regresa y vuelve a su
ciudad, le serán devueltos su campo y su huerto y será él quien cumplirá las obligaciones del
feudo.
− Si un oficial o un especialista (militar), mientras servía las armas del rey, ha sido hecho
prisionero (y si) su hijo es capaz de cumplir las obligaciones del feudo, le serán entregados el
campo y el huerto y él cuidará de las obligaciones feudales de su padre.
− Si su hijo es un menor y no es capaz de cumplir las obligaciones del feudo de su padre, un tercio
del campo y del huerto se le dará a su madre; así su madre podrá criarle.
− Si un oficial o un especialista (militar) ha dejado abandonado su campo, su huerto y su casa,
motivado por las obligaciones del feudo, y tras ello se ausentó; (si) otro, después de su partida,
se hizo cargo de su campo, huerto y casa y cumplió las obligaciones del feudo durante tres años;
si (el anterior feudatario) regresase y reclamase su campo, huerto y casa, éstos no se le
concederán. Sólo quien se hizo cargo de ellos y cumplió las obligaciones del feudo se convertirá
en feudatario.
1.3.2. Estructura Social. La familia era la unidad básica de la sociedad babilónica. Los matrimonios eran
dispuestos por los padres y los responsables se reconocían legalmente tan pronto como el novio
presentaba un regalo nupcial al padre de la novia; la ceremonia matrimonial normalmente concluía con un
contrato inscrito en una tablilla.
Aunque el matrimonio se consideraba principalmente en un acuerdo practico, hay pruebas que
sugieren que no eran completamente desconocidas las relaciones prematrimoniales clandestinas. La mujer
babilónica tenía algunos derechos civiles importantes. Podría tener propiedades, realizar negocios y
actuar como testigo en un juicio. Sin embargo, el marido podía divorciarse de ella por cuestiones triviales
o, si no le había dado hijos, podía contraer matrimonio con otra mujer.
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En la sociedad mesopotámica existían tres grupos sociales bien diferenciados: la aristocracia, los
hombres libres y los esclavos.
La aristocracia estaba compuesta por un cierto número de familias ricas y poderosas, cuyos
integrantes ocupaban los cargos de mayor jerarquía como sacerdotes, consejeros del Rey, jefes militares y
embajadores.
Los hombres libres eran los trabajadores productivos de la ciudad, por ejemplo: los arquitectos,
escribas, mercaderes, artesanos y alfareros.
Los esclavos, en cambio, no tenían ningún tipo de derechos. Había esclavos del Estado y de
particulares. Además de los prisioneros de guerra, integraban este grupo los ciudadanos libres endeudados
que podían venderse a sí mismos y a toda su familia.
A la cabeza de la sociedad se encontraba el Rey, su poder absoluto derivaba del dios creador.
Como su representante en la Tierra, era primer sacerdote, jefe del ejército y del aparato administrativo;
contaba con una numerosa burocracia para cumplir sus funciones.
La tierra no pertenecía solamente al Rey, pues los sacerdotes y funcionarios poseían gran parte
de ella. Los hombres libres del pueblo podían también ser propietarios de un terreno.
1.4. ECONOMÍA Y COMERCIO
Los ríos Eufrates y Tigres bañaban toda la región, desde las montañas de Armenia hasta su
desembocadura en el Golfo Pérsico. Estos ríos cada cierto tiempo se desbordaban, inundando grandes
porciones de tierra. Al retroceder las aguas, los habitantes tenían a su disposición fértiles terrenos donde
cultivar sus cosechas. Como en otros lugares, surgió una civilización fluvial. Esto sucedió hace muchos
años. Según los rastros que se han encontrado, ya en la era de los 7000 a.C. había asientos en esta región.
No existía la propiedad privada, ya que los terrenos adyacentes a la ciudad pertenecían al dios.
La principal riqueza de la región era la agricultura, por lo que las autoridades tenían estricto
control sobre los canales y el reparto de las aguas. Fueron los inventores del arado. Practicaban la
ganadería de ovejas, cerdos, cabras, bueyes ya asnos, y criaban patos y aves. Además, consumían los
frutos de la caza y la pesca.
Los utensilios eran de arcilla cocida, madera y piedra; el cobre apareció desde el cuarto milenio,
y el bronce, en la segunda mitad del tercero.
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El comercio exterior también fue clave, tanto que inventaron la moneda para facilitarlo. Vendían
armas, telas y joyas, e importaban marfil, madera, vino y metales.
Fue una civilización culturalmente rica y refinada en todos los aspectos, no se puede pensar que
no hubieran desarrollado una técnica para consumir sus alimentos.
1.4.1. Los Cereales. En los mitos sumerios relativos a los orígenes, hay un texto referente al origen de los
cereales, aunque incompleto, procedente de Nippur.
Aplicaban desde hacía mucho tiempo una técnica de tratamiento para los cereales: se malteaban
y trituraban con una muela ("artesa de moler") para obtener sémolas y harinas que podían tamizarse para
lograr una harina más fina. Con las harinas se hacían masas espesas, casi líquidas y pastas que se
consumían recién hechas, fermentadas o se conservaban secas. La panificación ya se había inventado
antes de los comienzos del III milenio, al igual que la fabricación de cerveza. Se han encontrado incluso
panificadoras propias del palacio. La masa, a la que se aplastaba dándole forma de delgadas tortas de pan,
se adhería a las paredes interiores de grandes cántaros de arcilla y se cocía en fuego obtenido de la
combustión de hojas y cortezas de las plantas, y modulaban el calor de la cocción con cascos de barro
colocados sobre las brasas.
1.4.2. La Cerveza. De la malta se obtenía cerveza, bebida nacional del país. Se elaboraban también
cervezas con distintos grados de alcohol y era la bebida de palacio, pero también lo era de la población.
Fue un elemento esencial en la economía de Mesopotamia.
Las cervezas circulaban libremente y en forma abundante y se servía en lugares tipo tabernas o
burdeles.
Era también conocido el vino, procedente del norte y noroeste. Los viñedos eran cultivados solo
en la Alta Mesopotamia y hay evidencias del uso de uvas secas y vino en el sur, durante los primeros y
últimos períodos.
1.4.3. Árboles Frutales. En cuanto a los árboles frutales, los dátiles ocupan el primer lugar en la economía
primaria y se usaban para alimentos dulces. Fue en el sur de Babilonia donde comenzaron a cultivarlos,
requiriendo para esto los servicios de horticultores. Este fruto era fácilmente conservado y representaba
una fuente esencial de calorías necesarias en la dieta de una población de trabajadores. Las frutas eran
muy variadas. Consumían manzanas, peras, higos, granadas y uvas.
1.4.4. Hortalizas y Semillas. Las hortalizas que se mencionan más a menudo son la cebolla, que era
alimento básico en la dieta, el ajo y el puerro. También se encuentran nabos, pepinos, bulbos, raíces y
setas, Se utilizaban diversas hierbas y semillas picantes y aromáticas. tales como la mostaza, el comino y
el cilantro para condimentar carnes de ganado mayor y sobre todo menor como el cerdo, aves, excepto las
gallináceos que aparecieron más tarde incluyendo sus huevos.
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1.4.5. Las Carnes. Se consumían carnes de ovejas, cabras y otros animales. Las cabras y las ovejas no
sólo eran aplicadas a la alimentación sino también para fabricar lana y tejidos.
Las grasas animales y vegetales, especialmente oliva, servían para mezclar hierbas y para
endulzar la comida mezclada con miel.
1.5. CULTURA Y RELIGIÓN
1.5.1. Cultura. Los mesopotámicos especialmente los sumerios lograron un nivel cultural que todavía en
nuestros días se notan sus influencias. Aun después de ser conquistados por otras razas y perder su
dominio político y militar, su cultura civilizó a los agresores una y otra vez.
El sistema numérico que usaban era de base 60. El de nuestros días es de base 10, excepto en los
relojes, que aun se usa el sistema sumerio.
Tal vez el invento más notable de los sumerios haya sido la escritura. Les tomó no menos de tres
intentos antes de poder llevarla a una forma donde reflejara la fonética.
1.5.1.1. La Escritura. Para los mesopotámicos, la comunicación fue de gran importancia, lo cual los llevó
a desarrollar distintas formas de expresión.
1.5.1.1.1. Pictogramas. En 3500 a.C. los sumerios ya representaban en la escritura lo que vendría a ser el
nombre o sustantivo de los objetos tangibles. Como muchos otros grupos de seres humanos, lo lograban
con símbolos. A esta forma de escritura se le conoce como pictogramas.
Aparenta ser una forma muy difícil de comunicarse pero en realidad es tal vez más sencilla que
la nuestra y es ahí donde radica el problema. Su sencillez no le permite expresar más allá de conceptos
elementales. Es fácil narrar una escritura en pictogramas, siempre y cuando el narrador o bien se conozca
la obra o sea un excelente improvisador. En realidad es tan fácil que a diario usamos algo parecido con el
mismo fin.
1.5.1.1.2. Ideogramas. Los conceptos evolucionaron, logrando llegar a representar la acción, o como se le
llama hoy en día, el verbo. Usaban un dibujo de una persona desarrollando la acción o algún otro símbolo
que lograra el propósito. A estas escrituras se les llaman ideogramas y estaban en uso en el siglo 3200
a.C.
1.5.1.1.3. Fonogramas. Un siglo más tarde tomaron una vía totalmente diferente. Independiente de su
significado literal, los símbolos se empezaron a usar para representar las voces. El énfasis se trasladó a la
fonología. Se usaban los sonidos de las sílabas de los ideogramas para formar otras palabras que no tenían
nada que ver con éstos. A este sistema se le llama fonogramas.
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1.5.1.1.4. Cuneiformes. Los símbolos eventualmente se simplificaron. Convirtiéndose en rayitas. Estas
rayitas tenían orientación, en un lado eran gruesas y en el otro terminaban en una punta. Lucían como
cuñas y de ahí surgió el nombre de aquel estilo de escritura, cuneiformes o líneas en forma de cuñas.
1.5.1.2. ¿Una Enciclopedia?. De todo lo descrito, que aunque es muy interesante, no puede pretenderse un
rigor absoluto hay algo que sí es realmente impactante y se trata del hallazgo de una especie de
"enciclopedia". Se trata de 24 tablillas en dos columnas en las que se codificaban con nombres (sumerios
y acadios, uno a cada lado) clasificados en grandes categorías, todos los elementos naturales o no, de todo
lo que aparecía a su alrededor. Cada tablilla tenía 400 rótulos, y las dos últimas, es decir, 800 rótulos
estaban relacionados a la "Alimentación".
Aunque este número parezca elevado, todavía se agregó una cantidad mayor, extraídos de
documentos o de la literatura. Bottéro hace una oportuna comparación refiriéndose a la cantidad, ya que
podría componer una "carta” propia del personaje de uno de los libros de Rabelais, - escritor renacentista,
humanista ingenioso, chispeante y exuberante- llamado Gargantúa, que era un gigante medieval
legendario que se destacaba por su fuerza y su apetito insaciable.
1.5.2. Religión. Los sacerdotes ejercían la magia con agua, fuego, piedras o plantas y la adivinación, los
babilonios creían que se podía adivinar el futuro observando un hígado de cordero.
Además, realizaban estudios de astronomía y astrología, mediante la observación del cielo desde
los observatorios construidos sobre las torres escalonadas o zigurats. En unas tablillas de la biblioteca de
Nínive se encontró un registro del paso del cometa Halley en el año 164 a.C.
El culto sacerdotal era considerado un servicio para procurar la comodidad de los dioses. Por
ejemplo, cantaban himnos para alegrarlos o elegías para apaciguarlos. Las sacerdotisas de sangre real eran
consideradas como esposas humanas de los dioses.
1.6. FILOSOFÍA
En mesopotamia no se tenía una filosofía como la que se conoce el día de hoy, la filosofía se
origina en Grecia por lo que nos basaremos en lo que para este pueblo ocupó el lugar de esta ciencia.
Para los mesopotámicos la naturaleza humana era a la vez terrenal y divina, ya que el espíritu del
hombre sobrevivía a la muerte y habitaba como una sombra triste, sin distinción de culpabilidad, en el
reino de los muertos. El destino de los hombres era servir a los dioses y a sus templos, para que éstos
quedaran liberados de todo trabajo material. De este modo, el hombre no era considerado como un fin en
sí mismo, sino como un medio para la vida de la divinidad.
Por esta razón, los templos fueron el centro de la vida económica, política y cultural. En la época
de las ciudades independientes, el gobernante estaba encargado de cuidar el templo del dios, y su mujer,
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el de la diosa local. En los períodos en que las ciudades se unían en un reino, el rey supervisaba todos los
templos.
Durante largo tiempo, los reyes fueron divinizados y protegidos con rituales contra cualquier
amenaza o la pérdida de sus poderes. Posteriormente se volvió a la concepción del rey como vicario del
dios.
1.7. ARTE
1.7.1. Arte Sumerio. Los sumerios emplean la rueda, y establecen un calendario de doce meses en el que
los días están ya divididos como hoy. Es la época del poema épico de Guilgamesh, rey de Uruk hacia
2.650 a. de C. en el que ya se menciona el Diluvio Universal. Los templos, con enormes escalinatas de
acceso, se alzan sobre plataformas en talud rematados por un ziggurat o torre de la oración. En el interior
de estos templos ha aparecido una gran cantidad de esculturas que no representan a los dioses sino a los
hombres en trance de solicitar ayuda a los dioses. De 2.500 a. de C. a 2.360 a. de C. se instala la Dinastía
I de Lagash, que alcanza su apogeo con Eannatum. En este reinado el relieve alcanza una gran
sofisticación -en la llamada Estela de los buitres- igual que la orfebrería, con abundantes figuras de
animales, como el Toro de Ur, y escenas narrativas, como el Estandarte de Ur.
1.7.2. Arte Arcadio. Pueblo de origen semita, su primer rey, Sargón I (2.334 a.C. - 2.279 a.C.) derrota al
rey sumerio Lugalzaggesi y establece la supremacía acadia en Siria, Asia Menor. Llega, incluso, a la isla
de Chipre. Su nieto Naram-sin (2.254 a.C. - 2.218 a.C.) relanza el imperio acadio con nuevas conquistas,
que ordena perpetuar en obras como la Estela de Naram-sin o en un busto que parece ser su autorretrato.
Hacia el año 2.000 a.C. se unifican los reinos de Sumer y Akkad. Con ello se consolida una compleja
burocracia y se inician transacciones que podemos calificar de bancarias, con préstamos a interés en la
compra de productos. En general, es una época brillante para el arte, coronada con la figura de Gudea,
"ensi" o gobernador civil de Lagash entre 2.141 a.C. y 2.122 a.C.
1.7.3. Arte de Asiria. El Imperio asirio se extiende entre 1.800 a.C. y 612 a.C. Su primera gran capital,
Assur, toma el nombre del principal dios de este pueblo guerrero, del que hay noticias ya en el año 2.500
a.C. Se pueden distinguir tres períodos: Imperio Asirio Antiguo (1.800 a.C. - 1.375 a.C.), Medio (hasta
1.047 a.C.) y Nuevo, que comienza en 883 a.C. y termina el año 612 a.C. tras la invasión de los medos. A
fines del Siglo VII a.C. Sargón II relanza el Imperio Asirio, controla Mesopotamia, Siria, Palestina y
Fenicia. Medio siglo más tarde Assurbanipal (668 a.C. - 630 a.C.) invade Egipto y conquista la ciudad de
Tebas. Pese a la gran cantidad de construcciones civiles y religiosas, el Imperio Nuevo viene determinado
por la plástica. Hay mucha diferencia entre las estatuas de bulto redondo, por lo general muy
rudimentarias, y los relieves, que suponen una de las cimas del arte universal. Estos representan animales
(La leona herida), seres mitológicos o escenas de caza (Assur-nasirpal II cazando leones) y guerra, llenas
de vida y movimiento. También se fomentan otras artes, como el ladrillo vidriado, el marfil, los metales y
la pintura mural de gran calidad.
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1.8. VESTIMENTA
Hacia el año 3000 a. C., en Mesopotamia, ya había métodos de hilado y tejido de la fibra del
lino, que se utilizaba en la vestimenta muchos siglos atrás.
En el Siglo XV a. C. mesopotámicos utilizaban telares de madera verticales y, hacia el 1100 a.
C., telares horizontales en los que los hilos se entrecruzaban con la ayuda de palos y palancas.
La sombrilla también fue utilizada en la antigua Mesopotamia, principalmente por los sirvientes
de los personajes importantes para proveer sombra a sus amos.
1.9. ALIMENTACIÓN
1.9.1. Métodos para la Conservación de Alimentos. Como ya se mencionó, los mesopotámicos tenían una
gran variedad de alimentos entre los que se encontraban principalmente los cereales, la cerveza, frutas, las
semillas y carnes de distintos tipos. Estos alimentos indígenas eran tan variados, que por lo que se sabe,
nunca fue necesario importarlos, a pesar de la intensidad del comercio desde antes del III milenio.
Conocían los métodos para conservarlos, transformándolos y aderezándolos de distintas formas.
Secaban las legumbres y cereales así como varios frutos (en particular dátiles, uvas e higos) las carnes
eran conservadas en sal y el pescado también en aceite.
Preparaban una especie de salmuera que servía a la vez de alimento y condimento para pescado,
crustáceos o langostas, llamada shiqqu.
1.9.2. Formas de Cocción. Antes del tercer milenio usaban unos "hornos de cúpula", que permitían una
cocción más suave y en un medio húmedo que era el vapor que producían los mismos alimentos al
cocerse; de esta manera obtendrían una cocción mejor de las masas y del pan leudado.
Otro método que se conoce era la cocción indirecta en un medio graso y líquido, aunque de esto
no se tienen pruebas fehacientes. Los cacharros que se usaban para estas cocciones son: uno que
generalmente era de barro, una especie de "olla" (diqaru), y otro de bronce, el conocido "caldero" (ruqqu)
tan utilizado en las antiguas civilizaciones de Oriente, que se usaba para distintas cocciones. La "olla”
para hervir con agua y el "caldero" para cocciones lentas y, supuestamente, con muy poca agua. En una
de las excavaciones realizadas en la zona de Mesopotamia, los arqueólogos han encontrado trozos de lo
que sería una "batería de cocina" muy variada y en los textos se pueden localizar algunos nombres de
estos utensilios. Basándose en estos hallazgos los especialistas llegaron a la conclusión de que en
Mesopotamia se conocía lo que podríamos llamar una verdadera "cocina".
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1.10. ESTRUCTURA MILITAR
En Mesopotamia se crearon ejércitos estables armados de lanzas y arcos tan pronto como en
3200 a.C., y hacia 2500 a.C. la guerra conoció un profundo cambio que significó el uso de carros
arrastrados por burros y caballos. Durante el II milenio a.C., en Mesopotamia se mantuvo un ejército
regular bien equipado, disciplinado y asalariado.
Se dividían los reinos en provincias militares, se asignaba tierra para el sustento de los militares
y utilizó su ejército tanto ofensiva como defensivamente.
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2. HEBREOS
2.1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA
Los hebreos, pueblo de nómadas semitas, aparecieron en el Asia Anterior alrededor del Siglo
XIII a.C. Estos se asentaron en la zona de Palestina, al sur de Fenicia. Esta zona esta delimitada al oeste,
por el mar Mediterráneo; al este, por el río Jordán y el Mar Muerto; al norte, por las montañas del Líbano
y al sur, por la península del Sinaí.
Es un territorio menos fértil que Egipto y Mesopotamia, pero presenta llanuras aptas para el
pastoreo y el cultivo, por lo que será codiciado por los vecinos del desierto.
Esta región se llamo primitivamente el país de Canaan debido a que sus primitivos pobladores
fueron los cananeos. Cerca del 1500 a.C. llegaron tribus de origen ario, los filisteos, y denominaron a la
zona Philistina , nombre del cual deriva la palabra Palestina. Posteriormente se asentaron los hebreos,
singular pueblo, que no formo un poderoso Estado o un Imperio, pero que sorteando avatares mantuvo su
vigencia hasta la actualidad.
Mapa No. 2. Ubicación Geográfica de Mesopotamia
Fuente: Microsoft Corporation, Enciclopedia Encarta, 2004.
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2.2. HISTORIA
Los hebreos entienden su identidad histórica como una mezcla entre la historia "científica" y la
historia sagrada. Para el judaísmo, la historia de la humanidad involucra las acciones de Dios y la
respuesta del ser humano. En relación a la historia antigua de los hebreos, prácticamente la única
evidencia que se conoce de los primero doscientos años de los hebreos en Palestina son los libros del
Antiguo Testamento.
Según el Antiguo Testamento, los representantes más antiguos de los hebreos eran patriarcas de
origen semita, que llegaron a Palestina desde el Este (entre ellos el patriarca Abraham). Las tribus de los
patriarcas llevaban una vida seminómada y, según indican datos arqueológicos, estos grupos tribales
pudieron haber llegado a Palestina entre el Siglo XX y el XIV a.C. Las tribus hebreas compitieron por la
tierra con los habitantes que ya se encontraban allí, culturalmente más avanzados, como los cananeos,
filisteos y otras tribus.
Desde el punto de vista del Antiguo Testamento se establece que los hebreos permanecieron en
Palestina hasta que llegó una temporada de sequía y el nieto de Abraham, Jacob (también llamado Israel),
se trasladó a Egipto, donde la región del río Nilo les aseguraría granos, caza y pesca. Esta se conoce como
la primera diáspora del pueblo judío. Según la historia bíblica, los descendientes de Jacob, o israelitas, se
convirtieron en esclavos en Egipto. En esas circunstancias, el profeta Moisés recibió la señal divina de
regresar a Canaán, la Tierra Prometida. Durante los 40 años que viajaron por el desierto del Sinaí, Moisés
transmitió a los israelitas la idea de un Dios único, los arengó en contra de la idolatría y les entregó diez
mandamientos de la ley divina. Aunque no hay una comprobación histórica de la diáspora y el regreso de
los hebreos a Palestina se sabe que, efectivamente, cerca del Siglo XIII grupos hebreos conquistaron a los
cananeos.
Parece que ante la necesidad de defensa, los hebreos se unieron en una sola comunidad. En el
terreno religioso, se cree que esta unión se relaciona con la transformación de la idea del dios de la tribu a
la concepción de un único dios (Yaveh), que les había ordenado ocupar la "tierra prometida" y que algún
día enviaría un Mesías destinado a liberar a su pueblo de todo sufrimiento. No se debe olvidar que el
judaísmo fue la primera religión monoteísta de la historia de la humanidad.
En fin, que al ocupar el territorio de los cananeos, éste se repartió entre las tribus hebreas, que
según la tradición religiosa eran doce. Esta época se conoce en la historia sagrada como el período de los
Jueces y, según los historiadores, entonces se asimilaron muchos de los elementos culturales de los
cananeos. Más tarde, se fundó el reino Israel, cuyo primer soberano fue Saúl (1012-1004 a.C.). Su sucesor
fue David (1004-965 a.C.), que estableció la capital en Jerusalén y después reinó Salomón (965-955), con
quien Israel alcanzó su máximo esplendor. Entre otras obras, Salomón erigió el Templo de Jerusalén
(962-955 a.C.). A la muerte de Salomón, el reino se dividió en dos, Israel al norte y al sur Judá. Las
luchas internas entre ambos reinos y contra los reinos de transjordania debilitaron a los judíos. En el año
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721 a.C., los asirios destruyeron el reino de Israel, que había durado dos siglos, y lo fusionaron con otras
regiones de su imperio para construir la provincia de Samaria.
En el año 597 a.C. los babilonios, que habían dominado a los asirios, devastaron el reino de Judá
con Nabucodonosor II al frente, destruyeron Jerusalén en el año 587 a.C. y deportaron a miles de judíos a
Babilonia. Esta deportación constituyó la fase final de la dispersión de los judíos, cuando desaparecieron
diez de las doce tribus semitas. A partir de entonces, la región de Palestina padeció el vasallaje de
diversos imperios. En 538 a.C. los persas conquistaron Palestina, y el rey Ciro permitió a los judíos
volver a su tierra y reconstruir el templo de Jerusalén; a partir de 332 a.C. invadieron el territorio los
macedonios y griegos; después los egipcios y los sirios y finalmente los romanos (63 a.C.), quienes
crearon las provincias de Siria, Palestina y Decápolis. Durante la dominación romana el judío Jesús de
Nazareth predicó las enseñanzas que fundaron el cristianismo. Cuando las legiones romanas destruyeron
Jerusalén y el segundo Templo en el año 70 d.C. casi todos los judíos huyeron de Palestina y desde
entonces vivieron como minorías discriminadas entre otros pueblos. En esta época se establece la segunda
diáspora.
A lo largo de mil años, Palestina pasó a manos de los bizantinos, cristianos, árabes musulmanes,
cruzados europeos, mamelucos egipcios, turcos otomanos y desde 1917 a los británicos. En 1948 se
fundaron allí dos estados, el judío (Israel) y el árabe.
2.3. ESTRUCTURA POLÍTICAY SOCIAL
2.3.1. Estructura Política.
2.3.1.1. Establecimiento en Palestina: En el Siglo XII a.C. los hebreos tuvieron algunos enfrentamientos
con los cananeos.
Al establecerse en Palestina tomaron las costumbres sedentarias y agrícolas. En cuanto a la
organización política continuaron divididos en doce tribus, sin confirmar un solo estado. Su vínculo
primordial era el religioso. Cuando eran atacados por enemigos (momentos difíciles) las tribus aceptaban
eventualmente a un único jefe, llamado juez, que era, generalmente, un caudillo. Este unía a varias tribus
bajo su autoridad. Entre ellos se destacaron Gedeon, Sanson y Samuel.
2.3.1.2. Creación del Estado Hebreo. A fines del Siglo XI a.C., estas unidades temporales se
transformaron en una unidad permanente con la creación del reino de Israel. Estos organizaron un solo
Estado: nació la monarquía. En el plano internacional era una época de florecimientos de pequeños reinos
independientes. Los grandes Imperios Antiguos habían decaído y todavía no había surgido el terrible
poder asirio. Era un buen momento para unirse y derrotar a los filisteos con los que disputaban la zona.
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El primer rey, Saúl, venció a los filisteos y floreció al Estado, su gobierno era acompañado por
un Consejo de Ancianos.
Su sucesor, David, ataco la ciudad de Cananea de Sión y se apropio de ella llamándola Jerusalén.
Posteriormente sometió a los filisteos y extendió los demonios de Israel, desde al Eufrates hasta el Mar
Rojo. Los hebreos consideraron esta época como la más feliz.
Su hijo, Salomón, Alcanzo la fama por darle importancia a la justicia y por intensificar el
comercio. Organizo también, una flota para comerciar por el Mar Rojo. Parte de las riquezas se aplico a la
construcción del palacio y del templo de Yavhe en Jerusalén.
2.3.1.3. Los dos Reinos. La muerte de Salomón desencadeno una rivalidad entre las doce tribus que
terminó en la división del reino en dos estados diferentes:
a) Las diez tribus del norte formaron el Reino de Israel, mas vasto y fuerte, con su capital en Samaria.
b) Las dos tribus del sur formaron el Reino de Juda, con la capital en Jerusalén.
Como consecuencia de esta división hubo una decadencia económica y religiosa. Económica
porque ya no tuvieron el monopolio de las rutas de religión; y religiosa porque comenzaron a adorar el
reino del norte y asimilaron otras costumbres religiosas como los cananeos.
Como reacción ante esto, comenzaron a surgir los profetas, en defensa de la doctrina de Jehová.
2.3.1.4. El Exilio. La división y las luchas internas provocaron debilidad en los dos reinos. Esto favoreció
a los pueblos vecinos que, primero los asirios y después los caldees, los invadieron, conquistaron y
esclavizaron.
2.3.1.5. El Retorno a Palestina. Cuando Ciro el grande destruyo el imperio Neobabilónico, permitió a los
hebreos a retornar a Palestina y los persas les permitieron reorganizarse como comunidad religiosa de
acuerdo con su política. Pero pese a esto, no todos regresaron ya que temían ser esclavizados y se
dispersaron por todo el mundo. Sin embargo, quedaron unidos por su lengua, su religión y sus
costumbres.
2.3.1.6. La Diáspora. Los romanos destruyeron Jerusalén y expulsaron a los israelitas. Estos se
disgregaron por el Mediterráneo y comenzó así la diáspora; la dispersión de judíos por el mundo.
La historia de los hebreos en Palestina había terminado. Pero la comunidad hebrea sobrevivirá
manteniendo intactas sus creencias y costumbres, gracias a su fe y a la alianza con su dios Yavhe.
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2.3.2. Estructura Social. La sociedad israelita estaba íntimamente relacionada con su religión. El núcleo
de la sociedad hebrea es la familia. Esta es patriarcal. El padre es la máxima autoridad.
Existían también los esclavos; que se obtenían por compra o por ser prisioneros de guerra; no se
los trataba con crueldad.
En los tiempos de nómades, los hebreos vivían en tiendas con pocos muebles. Esta forma de vida
les facilitaba su traslado en búsqueda de pasturas para sus rebaños. Luego de asentarse en Palestina,
habitaron en casas de piedra, rodeados de hurtos, conformando poblados.
2.4. ECONOMÍA Y COMERCIO
Los hebreos, establecidos en Palestina, se dedicaron a la agricultura y la ganadería.
El cultivo característico era el olivo y la vid, también obtuvieron legumbres y lentejas. El
pastoreo de ovejas, bueyes, cobras, caballos y camellos acompañaba la actividad agrícola. También
trabajaron cerámica y confeccionaron numerosos tejidos de lana y lino. Lo más importante de su
actividad económica fue el comercio. Esto se debía a que su lugar de asentamiento, Palestina, era una
tierra puente, es decir, un lugar de transito de mercaderes entre Mesopotamia y Egipto: exportaban aceite
y vino e importaban metales, marfil y especias.
2.5. CULTURA Y RELIGIÓN
La religión domino todos los aspectos de la cultura hebrea. La prohibición de representar la
divinidad estimulo la literatura y el resultado fue la Biblia. También denominada Sagradas Escrituras.
El Antiguo Testamento está escritos por los hebreos. Habla de las costumbres y pensamientos
morales de los israelitas. Luego los cristianos agregaron el Nuevo Testamento con la llegada de Cristo y
los orígenes del cristianismo.
La primera gran diferencia de la religión del pueblo hebreo con los demás del Cercano Oriente es
que cree en un solo Dios, otra diferencia es que Dios actúa con los hombres y no fuera del mundo de los
hombres. Esto no significa que no volvieran a caer periódicamente en el politeísmo. Esta caída se
producía varias veces hasta que alguien (como los predicadores) los esperanzaba nuevamente.
2.6. FILOSOFÍA
No existió entre los hebreos, como tampoco existió entre los egipcios, ni entre los secuaces del
mazdeísmo, la filosofía racional y científica, la filosofía propiamente dicha o sistematizada, si se
exceptúan los últimos siglos de su historia nacional, en que aparecen algunos ensayos más o menos
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sistemáticos. En cambio, y gracias a la revelación divina, el pueblo hebreo conoció y poseyó un conjunto
de verdades teológicas, metafísicas, morales y político-sociales, que constituyen una filosofía y una
ciencia, muy superiores, en cuanto a verdad y pureza de doctrina, a todas las ciencias y a todos los
sistemas filosóficos de las antiguas naciones y civilizaciones, sin excluir las de Grecia y Roma.
2.7. ARTE
La mayoría de las obras literarias fueron compiladas y organizadas durante el período de apogeo
de la monarquía y por obra del rey- poeta David.
Merecen especial mención los salmos, los proverbios, los cantos nupciales del cantor de los
cantares, las Crónicas, el Génesis, el Éxodo, los Jueces, los Reyes y otros libros denominados
Sapiensiales, como el Eclesiastés.
Valoraron la música y la emplearon en las ceremonias religiosas. El sofar fue un instrumento
típico hebreo, cuerno de macho cabrío utilizado para convocar a las ceremonias rituales. También
utilizaron cítaras, sistros panderos (adufes) y flautes, por mencionar los más popularizados.
No había pinturas ni esculturas por temor a que cayeran en la idolatría.
Fue destacada la arquitectura, dentro de ella los palacios y las viviendas de los nobles.
2.8. VESTIMENTA
Los hebreos vestían una especie de camisa hasta los pies cubierta por un manto o una prenda
exterior semejante al kalasaris. Estas prendas, de aspecto rígido, estaban adornadas con flecos y borlas en
los bordes y presentaban esquinas rectangulares o redondeadas.
2.9. ALIMENTACIÓN
El pueblo hebreo tenía una alimentación bastante monótona y basada en los productos que les
daba la tierra, sin muchos refinamientos y curiosamente no uniforme en su desarrollo, pues dependiendo
de las tribus así era la alimentación.
La alimentación básica estaba compuesta por grano para el pan que podía ser de trigo, avena,
cebada o cualquier otro parecido, el cual se molía a mano o en almirez; al polvo o harina se le añadía
agua, sal y casi nunca levadura y con ello hacían un pan cenceño o ácimo. También existía un tipo de pan
hecho con grano que se soasaba o tostaba, para que no se rompiera, y que era el utilizado en las marchas,
viajes o expediciones militares. La elaboración del pan se hacía, según descubrimientos arqueológicos,
poniendo la masa sobre piedras calentadas y cubiertas de ceniza para que conservara el calor, lo que sin
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duda le daba un aspecto desagradable. Otro método de cocción era el aplicar la masa a unos jarros de
barro con orificios que en su interior tenían las brasas. El mismo método se seguía para preparar dulces,
que si no eran fritos en aceite de oliva, se cocían y se aderezaban con miel, se desconocía la existencia del
azúcar, y se salpicaban de semillas aromáticas.
La dieta carnívora era muy estricta y estaba sometida a generalidades que en el día de hoy puede
parecer excesiva en algunos casos y exótica en otros y es en el reinado de Moisés donde se hace precisa y
contundente. Los animales se clasifican en puros e impuros según signos externos, de hecho entre los
impuros estaban todos aquellos cuadrúpedos que no tenían pezuña hendida o no rumiaban o ambas cosas,
como era el camello, que por contra era el alimento de los árabes, el conejo, la liebre y sobre todo el
cerdo, con lo cual se perdieron el comer el maravilloso jamón, las morcillas o los chorizos, pero es cierto
que esto tenía una explicación puramente profiláctica, en concreto en la carne de cerdo, evitando
enfermedades terribles como era la triquinosis. Las aves tenían también sus exclusiones, por ejemplo no
se podían comer aves de rapiña o carroñeras como eran el águila, el quebrantahuesos, el halcón, el cuervo,
el avestruz, el búho, la lechuza, la gaviota, el gavilán, el mochuelo, el ibis, el pelícano, el cisne, la garza,
la abubilla, el murciélago y el milano, en definitiva, y salvo excepciones, lo que por naturaleza nadie
come, también es verdad que el pueblo judío no era muy aficionado a la caza como tampoco lo fue a la
pesca y eso no le era de importancia.
En la pesca eran animales impuros aquellos que carecían de aletas y escamas y de nuevo se ve
como se privaban de un regalo para el paladar como era el poder saborear los crustáceos, los pulpos o las
anguilas, todo un lujo para un buen degustador de alimentos, así mismo en ese grupo estaban los cetáceos.
En el grupo de los insectos eran impuros todos ellos salvo los provistos de patas traseras largas
como son los saltamontes y las langostas, de hecho fueron el alimento de Jesucristo en la cuarentena que
pasó en el desierto, alimento que al gusto occidental nos puede parecer asqueroso pero que dicen,
aquellos que lo han probado, que su sabor es muy parecido al del marisco.
Existe otro grupo de animales impuros y son aquellos que se arrastran por la tierra o aquellos que
tienen las patas tan cortas que lo parecen, de esta forma quedaban excluidas las serpientes, la tortuga, la
comadreja, el cocodrilo, la rata, el camaleón, la salamandra, la lagartija y el topo entre otros.
Para terminar se ha de decir que posteriormente se añadió a la lista, por no conocerlos en aquella
época, los animales que apoyan la planta del pié o plantígrados, como puede ser el oso.
Pero no todo termina ahí, en la alimentación se debían abstener de comer sangre, no se podía
comer carne con sangre o derramarla en sacrificio de los dioses, sólo podía verterse sobre el altar de
Yaveh.
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La carne no se hervía y sólo se tomaba asada por lo que se deduce que no tenían que tomar
mucho caldo y sopas, lo cual hace afirmar la idea de que su dieta tan sobria dice poco de ellos en el
terreno gastronómico. Estaba prohibido comer guiso de cabrito hecho en la leche de la madre como los
hacían sus enemigos cananeos.
Debido a la escasez de agua, o al mal sabor de esta, se tiene constancia que tomaban mucha
leche tanto de cabra como de oveja pero debido a las altas temperaturas a las pocas horas se agriaba por lo
que también se especula con la idea de que tomaban quesos y requesones, descartando las mantequillas
que se licuaban a causa del calor.
Ahora se llega a la bebida estrella entre todas, el vino, muy ponderada en toda la Biblia, tanto
como elemento que acompaña a las comidas como elemento aglutinador en las reuniones, en los festines
mortuorios e incluso en los actos religiosos, de hecho en la iglesia moderna se utiliza como representación
de la sangre de Jesucristo. El primer hombre que la Biblia presenta como inventor del vino, y por ende el
primer borracho, es Noé y curiosamente nunca se vio como pecado el beber en exceso aunque se
aconsejaba ser moderado en su ingestión, de hecho la Biblia cuenta muchas borracheras y actos
deleznables como consecuencia de ellas pero en ningún lugar se hace una liga antialcohólica. Sólo existen
dos pueblos judaicos que se abstenían de beber, los rekabitas y los nazireos, estos últimos lo hacían por
voto el cual podía ser temporal.
2.10. ESTRUCTURA MILITAR
Los hebreos fueron conocidos por ser un pueblo pacífico y abusado por las demás civilizaciones
de la época, esto se debe a que nunca se organizaron militarmente. Esto se debe también a que sus
creencias religiosas les prohibían entrar en guerras y a que por ser un pueblo nómada estaban muy
dispersos como para formar una sola fuerza.
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3. EGIPTO
3.1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA
A partir del desarrollo del neolítico, hace unos seis mil años, en el valle del río Nilo, situado en
la parte noreste de África, surgió una de las civilizaciones más grandiosas y fascinantes de la Antigüedad:
la egipcia.
Con una ubicación geográfica privilegiada, la sociedad egipcia no sólo logró desarrollar un
importante poderío territorial, sino que también se convirtió en un pueblo avanzado culturalmente, de
cuyo amplio legado aún se conservan vestigios, como es el caso de las monumentales pirámides.
Mapa No. 3. Ubicación Geográfica Egipto.
Fuente: Red Nacional Escolar, La Civilización Egipcia, 2001.
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3.2. HISTORIA
Los historiadores y la egiptología, ciencia que estudia la civilización egipcia, han dividido la
historia de los egipcios en los siguientes períodos: predinástico, imperio o reino antiguo, imperio o reino
medio, imperio o reino nuevo y decadencia.
Cabe señalar que después del Imperio Antiguo se sitúa el Primer Período Intermedio, y entre el
Imperio Medio y el Nuevo está el Segundo Período Intermedio. El período de Decadencia, también se
llama Tercer Período Intermedio.
3.2.1. Período Predinástico. Los ascendientes de los egipcios fueron pueblos nómades del norte del
continente africano y semitas de Asia, quienes agrupados en clanes migraron y se instalaron a orillas del
río Nilo, hacia el año 5.000 a.C., convirtiéndose en sedentarios y agricultores. Se distribuyeron a lo largo
del Alto Egipto y el Bajo Egipto.
3.2.2. Imperio o Reino Antiguo (3.100-2.160 a.C.). A finales del cuarto milenio, el rey Narmer, del Alto
Egipto, conquistó el norte y unificó los dos reinos fijando como capital a Menfis. Así se formó el primer
Estado en la historia de la humanidad y también se inició el período de las dinastías, o sea, de la serie de
reyes pertenecientes a la misma familia.
Las dos primeras dinastías son las llamadas tinitas que llevaron al pueblo egipcio a un período de
gran prosperidad económica. En la III dinastía destacó el rey Zoser, quien comenzó la construcción de las
pirámides como tumbas reales. En la dinastía XVIII, el rey de Egipto comenzó a llamarse faraón, que
significa “gran casa” o “lugar del templo”, esto porque originariamente se refería al palacio y no al
morador principal, pero por costumbre se llama faraones a los reyes de Egipto desde las primeras
dinastías.
Los faraones sucesores de Zoser (Snefru, Keops, Kefrén y Micerinos) quisieron asegurarse la
inmortalidad y por ello en el período de la IV dinastía (2.613 a.C.), iniciada por Snefru, comenzaron la
edificación de las monumentales pirámides. Esta dinastía es también reconocida porque en ella la
civilización egipcia alcanzó su época de mayor esplendor, ya que, entre otras cosas, se produjo la
expansión territorial y se impulsó el comercio marítimo en el Mediterráneo oriental.
Con la VI dinastía, el Faraón Pepi II propició el traspaso del poder del faraón a los gobernadores
de las provincias o nomos. Esta medida, más las invasiones asiáticas y las revueltas populares,
provocaron, al final de este reinado, un gran desorden popular y una desorganización política.
Los faraones de las cuatro últimas dinastías del Reino Antiguo nada pudieron hacer para
remediar el caos en que había caído el imperio. A este período se le llama Primer Período Intermedio
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(2.200-2.040 a.C.) y dejó como legado un gran número de textos literarios que manifiestan la
desesperanza con que los egipcios veían el trastorno de su mundo, antes estable y ordenado.
3.2.3. Imperio o Reino Medio (2.040-1.786 a.C.). Después de una larga etapa de confusión y guerra civil,
hacia el 2.000 a.C. vino la salvación de Egipto de manos de la XI dinastía, originaria de Tebas. Esta
dinastía marcó uno de los momentos de mayor esplendor del Egipto Antiguo y contó con importantes
faraones, como Amenemhet I, Sen-Usret I, Amenemhet II, Sen-Usret II y Amenemhet III. Todos ellos
llevaron a cabo victoriosas campañas militares y condujeron al pueblo egipcio a su edad de oro.
En la XIII dinastía se produjo la desintegración del Estado, lo que provocó que, hacia la XIV
dinastía, los hicsos invadieran Egipto. Los faraones de la XVII dinastía de Tebas, conocidos como
tebanos, emprendieron la reconquista y lograron vencer a este pueblo invasor. El período entre las
dinastías XIII y XVII se denomina Segundo Período Intermedio (1.786-1.567 a.C).
3.2.4. Imperio o Reino Nuevo (1.567-1.085 a.C.). Ahmosis I, de la dinastía XVIII, logró expulsar
definitivamente de Egipto a los hicsos y pudo restablecer el gobierno. Sus sucesores, Amenofis I y
Tutmosis I, lograron extender las fronteras del imperio e iniciaron una nueva época de esplendor. Luego
vino un período de confusión que terminó con el gobierno de Tutmosis III, que llevó el dominio egipcio
hasta el río Eufrates. Egipto se convertía, así, en el imperio más importante de Oriente.
Durante los dos reinados siguientes se vivió una época de paz. Amenofis IV llevó a cabo una
reforma religiosa que consagraba a Atón como único dios y por ello trasladó la capital a la ciudad de
Aketatón. Su sucesor, Tutankamón, se vio obligado a restablecer el culto tradicional porque los sacerdotes
de Amón y el pueblo se opusieron a la reforma anterior. Con Ramsés II, la ciudad de Tebas alcanzó una
gran prosperidad y representó el último gran momento de Egipto.
Menefta, de la dinastía XIX, se enfrentó a los libios y a los pueblos del mar (pueblos de Asia
Menor y los aqueos) que amenazaban a Egipto. Ramsés III logró rechazar a estos pueblos y mantener la
paz por algunos años, pero el imperio ya estaba debilitado y había perdido su influencia en el Cercano
Oriente.
3.2.5. Decadencia del Imperio o Tercer Período Intermedio. Con el reinado de Sheshonq I, de la dinastía
XXII, el imperio quedó dividido y fue ocupado por distintos pueblos, entre ellos libios, etíopes y asirios.
En el siglo VI a.C. se producen los primeros signos de recuperación cuando Psamético I, de la dinastía
XXVI, logró expulsar del territorio a las tropas asirias que habían permanecido allí por casi veinte años.
En los siglos siguientes, entre guerras, invasiones, nuevas ciudades, luchas por el poder,
gobernaron o tuvieron grandes influencias en Egipto los pueblos caldeo, judío y persa.
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Con esta última invasión, los egipcios perdieron su independencia definitiva (la que recobrarían
solo en el Siglo XX, en 1922 d.C.). Con la conquista de Alejandro Magno y luego la invasión romana,
Egipto volvería a ocupar un lugar central en Oriente y en el Mediterráneo.
3.3. ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL
La organización sociopolítica del pueblo egipcio obedeció a la relación primaria que, desde un
principio, se estableció entre la dimensión religiosa y el aspecto económico de la subsistencia básica: se
refiere a la divinización del Nilo como fuente primordial de sustento. Este esquema mental prefigura
como una forma de mando en la que es un solo individuo el que reúne en sí los poderes político, judicial y
administrativo, así como la autoridad religiosa. De aquí que fuera el faraón ("Gran Casa") quien ocupara
el puesto supremo en el gobierno, en la escala social, en la jerarquía sacerdotal y que, además, fuera
venerado como una divinidad, siendo este último aspecto de gran relevancia. A esta forma de gobierno,
cuyo fundamento es la religión, se le conoce con el nombre de teocracia.
Eje de todas las actividades y revestido de poder absoluto, el faraón y su familia se destacaban
claramente respecto de los demás hombres. La rígida división de clases egipcia obedecía, también, a la
necesidad de organizar y controlar, hasta en sus más mínimos detalles, la vida de los súbditos de un
imperio tan vasto. Por debajo del faraón y la familia real, la influyente clase sacerdotal desempeñó un
papel decisivo en los acontecimientos que constituyen la historia de Egipto. En el siguiente peldaño social
se halla la clase de los funcionarios o cuerpo administrativo, integrada por nobles que contaban con
amplios privilegios e influían, como los sacerdotes, poderosamente en el faraón. Dentro de este sector, los
escribas se señalaban como figuras claves del imperio, ya que en sus manos, provistas con calamos para
escribir, tintas y papiros- estaba la tarea de consignar por escrito leyes y edictos imperiales, informes
administrativos, actividades comerciales y textos sagrados.
Venía en seguida la clase de los soldados profesionales, en tanto que comerciantes y artesanos
constituían el quinto estrato de la jerarquía social egipcia. Los comerciantes, sobre todo, se destacaban
como elementos de valor inapreciable dentro de un imperio rico y próspero, ya que mediante sus
actividades de importación y exportación de mercancías eran quienes, en gran parte contribuían a
mantener la supremacía egipcia. Los campesinos formaban la sexta clase social, y es fácil reconocer su
importancia teniendo presente que Egipto era un país fundamentalmente agrícola. Por debajo del
campesino se encontraban los esclavos. En Egipto existía la esclavitud, pero no en el sentido clásico de la
palabra. Los siervos "forzosos" tenían derechos legales, percibían salario y hasta podían ser ascendidos.
Los malos tratos no eran frecuentes, y cuando ocurrían, el esclavo tenía derecho a reclamar ante los
tribunales, aunque únicamente si el castigo había sido injusto. Para servir en las mejores familias incluso
había voluntarios. A veces, personas arruinadas se vendían a sí mismas a familias de buena posición. Los
esclavos adscritos al servicio doméstico podían considerárseles afortunados. Además de alojamiento y
comida, su dueño estaba obligado a suministrarles una cantidad de telas, aceites y vestidos.
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Muchos piensan que las pirámides fueron obras de esclavos, pero en realidad fueron obras de
personas libres, eso sí, a contratos que les obligaba prestar servicios al Estado durante los meses de
crecida del Nilo. El papel de los esclavos no fue muy relevante en la economía de Egipto, a pesar de lo
que la Biblia da a entender. Es durante el Imperio Antiguo (2635-2154 a.C.), la época en que se
contribuyeron las pirámides, cuando más clara se presenta esta peculiaridad, hasta el punto de que el
egiptólogo Joseph Padró Parcerisa, afirma rotundamente: "En esa época no hubo esclavos". Sin embargo
es un fenómeno que difícilmente puede desligarse se las sociedades de la antigüedad.
Pero el mismo Joseph Padró añade inmediatamente: "Ahora bien, el Estado, en sus campañas de
guerra, podía hacer prisioneros de guerra. Considerados como botín, eran deportados a Egipto y obligados
a realizar trabajos forzados en las propiedades del propia Estado: son los llamados esclavos reales". Sobre
esto existe una poderosa constancia de una expedición llevada a cabo por el primer faraón de la IV
dinastía, Snofru, de la que regresó con 7,000 cautivos que acabarían convertidos en esclavos reales.
Pero el faraón no era el único poseedor de trabajadores forzosos, se tiene una constancia de que
en el Bajo Egipto hubo ese tipo de siervos que eran distribuidos en templos y casas particulares.
"Muertos vivos o vivos para matar", es la traducción literal de la palabra con la que los antiguos
egipcios designaban a sus esclavos. Ciertamente mejor tratados que en otras civilizaciones, su condición
no era, sin embargo, envidiable, y variaba mucho unos de otros. Los más afortunados eran los que estaban
adscritos a servicios domésticos, pero muchos otros acababan en las minas de cobre y oro de Nubia y el
Sinaí, lugares donde el clima y el trabajo producían gran mortandad.
3.4. ECONOMÍA Y COMERCIO
La economía del antiguo Egipto dependía fundamentalmente de la agricultura. Los cultivos se
facilitaban por la fertilidad que entregaba el Nilo en sus inundaciones anuales. Así, estos eran abundantes
e incluían el lino, que les servía para sus tejidos, el trigo y la cebada, con los cuales hacían pan y cerveza.
Para completar su alimentación contaban con una variedad de hortalizas y frutas, tales como: judías,
lentejas, cebollas, lechugas, uvas, dátiles, naranjas e higos.
La cantidad de ganado era usada para calcular la riqueza de una persona y determinar la cantidad
de impuestos que debía pagar. Entre los animales que criaban había cerdos, vacunos, ovejas y cabras.
Durante gran parte de su vida, el antiguo Egipto fue el país más rico del mundo. De hecho,
cultivaban más alimentos de los que necesitaban, por lo que exportaban el excedente a cambio de
artículos de lujo. Así, aprovechando sus habilidades como navegantes, viajaban por el Nilo y por el mar
Mediterráneo, manteniendo intercambios comerciales con diversos pueblos y regiones, entre ellos, Libia,
Palestina, Siria, Chipre y Creta.
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3.5. CULTURA Y RELIGIÓN
Las creencias religiosas desempeñaron un papel fundamental en la civilización egipcia, cuyas
instituciones y cultura recibieron su influencia. La concepción del mundo de los egipcios incluía la idea
primigenia de un caos, que amenazaba con volver y que se mantenía controlado solo por la voluntad de
los dioses.
La creencia egipcia decía que el mundo estaba dividido en tres niveles: el reino de los muertos,
donde llegaban las personas al morir y que luego de un duro camino lograban la vida eterna; la tierra,
lugar donde vivían los hombres y cuyo centro era Egipto, más allá del cual había caos, y el cielo, la
morada de los dioses.
En Egipto se adoraba a múltiples dioses, producto de la división primitiva en nomos, y esto se
mantuvo a pesar de la unificación. No obstante el cúmulo de divinidades, existió la tendencia a reconocer
una deidad única en cada lugar, sin excluir el culto de dioses en otros lugares. Así, por ejemplo, se daba
que en Menfis se adoraba a Ptah, en Heliópolis a Ra, en Tebas a Amón, en Hermópolis a Thot, en Abidos
a Osiris. Por ello, dependiendo del nomos que tuviera la hegemonía, destacaba Ra o Amón o cualquier
otro dios. Un caso aparte fue la reforma religiosa que llevó a cabo Akhenatón (en el Reino Nuevo), quien
instauró el monoteísmo al obligar a todos sus súbditos a adorar solo a Atón.
Los dioses egipcios eran considerados seres superiores y se les rendía culto realizando ofrendas
para pedir dones y para dar gracias por estos favores. El faraón era considerado un dios viviente, ya que
representaba la personificación del dios Horus y era el nexo entre los hombres y los dioses.
3.6. FILOSOFÍA
Epopeyas mitológicas, si las hubo, no han sobrevivido. Lo que más se aproxima a la epopeya es
un largo poema que celebra la dudosa victoria de Ramsés II en Qades. La forma narrativa, utilizada por
primera vez en la poesía egipcia, tal vez siguiera el modelo de algún original extranjero. El estilo es
totalmente egipcio, con todos los defectos de ampulosidad y frases trilladas.
Común a todos los países del Oriente Medio fue la literatura "sentenciosa", que se conoce por los
Proverbios del Antiguo Testamento hebreos. Los egipcios son, al menos, cien años más antiguos.
Consiste en breves aforismos que pueden ser escritos en verso o en prosa. Representan la mayor
aproximación a la filosofía de la mente antigua. No se inspiran ni informan en ningún sistema filosófico.
Son "dichos juiciosos" sin relación entre sí, de un carácter más o menos didáctico, expresados
concisamente y de fácil recuerdo.
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3.7. ARTE
El arte egipcio está ligado ante todo con la religión. De hecho, los únicos monumentos que han
perdurado hasta hoy son templos y tumbas; y las esculturas y las pinturas que encierran son casi siempre
como un complemento de la arquitectura.
Los monumentos más antiguos que se conocen son tumbas. Las del primer período son la
pirámide y la mastaba. Subsiste un centenar de pirámides, pero las tres más grandes son las de Keops,
Kefrén y Micerinos, que tienen respectivamente 146, 138 y 44 metros de altura.
La mastaba, de dimensiones menores, era un edificio en forma de tronco de pirámide de planta
rectangular construido en piedra o ladrillo. Contaba en su interior con una capilla funeraria, un recinto
tapiado que guardaba todas las estatuas del muerto, y un foso lleno de arena que finalizaba en la cueva
donde reposaba la momia. De la época tebana han quedado ruinas grandiosas en Karnak y en Luxor, en el
asiento de la antigua Tebas.
No está bien establecida la naturaleza del simbolismo que preside las construcciones funerarias,
pero es probable que representaran al morador del templo (o de la tumba) participando simbólicamente en
el proceso mismo de la creación o en los ciclos cósmicos, muy especialmente los del Sol. Ese símbolo se
expresaba en la planta y diseño de templos, así como en la decoración de muros y techos.
Los artistas egipcios empezaron a pintar los muros de las tumbas de los faraones con
representaciones mitológicas y escenas de las actividades cotidianas, como la caza, la pesca, la agricultura
o la celebración de banquetes. Igual que en la escultura egipcia, predominan dos rasgos: las imágenes,
más conceptuales que realistas, presentan los rasgos anatómicos más característicos, combinando las
vistas frontales y de perfil de la misma figura; y la escala de las figuras indica la importancia de las
mismas. Así, el faraón aparece más alto que su consorte, hijos o cortesanos.
Además de las pirámides, existen otros monumentos que caracterizaron a la civilización egipcia,
las esfinges. La más importante de ellas es la esfinge de Gizeh, que se sitúa junto al camino que conduce
a la pirámide de Kefrén. Este monumento mide cincuenta y siete metros de largo y representa la figura de
un león con cabeza humana. Se dice que esta esfinge podría tratarse del rostro de Kefrén, perteneciente a
la IV dinastía.
3.8. VESTIMENTA
Los egipcios embellecían su ropa normalmente con joyería, el traje era pegado y generalmente
vestían en lino blanco.
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Las mujeres usaban túnicas o vestidos sujetados con tiras del hombro. Los hombres usaban
faldas o túnicas. A los egipcios Ricos le gustaba usar pelucas, esto también los protegían contra el sol, y
llevaban sandalias de cuero. Las personas humildes normalmente andaban descalzas, mientras que los
niños pequeños raramente usaban ropa.
3.8.1. Los Cosméticos. Los cosméticos no sólo eran una parte importante del vestir egipcio sino una parte
de la higiene personal y la salud. Los aceites y las cremas eran de vital importancia contra el sol egipcio
caliente y los vientos secos. Las mujeres llevaban polvo rojo en los labios, se teñían el pelo, y se pintaban
las uñas. Los peines, espejos, y navajas de afeitar eran herramientas de peluquería comunes.
Los peinados de los adultos podrían ser muy elaborados, y las personas importantes poseían
pelucas con una variedad de longitudes y estilos. Delineaban sus ojos y pintaban sus cejas con pintura
gris, negra y verde. El pigmento verde, malachite, se hacía de cobre. La pintura negra, llamado kohl, se
hacía de plomo u hollín. Los hombres también se delineaban los ojos y a menudo llevaban igual cantidad
de maquillaje que las mujeres.
Los hombres y mujeres usaban perfume y joyería como pendientes, anillos, pulseras, argollas, y
collares de cuentas. Ellos incorporaron en su joyería muchos minerales incluso amatista, granate, jaspe,
ónix, turquesa, y lápiz lazuli, así como cobre, oro, y conchas. Ya que los egipcios eran muy
supersticiosos, frecuentemente su joyería actuaba como talismán de buena suerte llamados amuletos.
3.9. ALIMENTACIÓN
El pan, la cerveza, las verduras y los pescados frescos o secos era la dieta de los pobres. Los
egipcios mejor acomodados, disfrutaban ciruelas, granadas, higos y tortas endulzadas con miel y fruta.
Comían sobre todo la carne y el ganso, y bebían vino de ciruela o de la uva.
3.10. ESTRUCTURA MILITAR
El faraón era la máxima autoridad en el ejército. Desde muy pequeño, el aspirante al trono era
entrenado con la espada y con el arco, se le llevaba a cazar leones... En caso de guerra, el faraón no podía
quedarse en palacio mientras sus hombres luchaban. Él, como cabeza del reino, debía ser el primero en
presentarse en el campo de batalla.
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4. GRECIA
La civilización griega ha sido una de las épocas más brillantes de la historia de la humanidad,
por sus aportaciones a la filosofía, la política, la medicina, la astronomía, la literatura, el arte y la
arquitectura.
Su influencia se ha reflejado en Occidente hasta bien entrado el Siglo XIX y, en la actualidad, la
cultura griega sigue siendo un punto de referencia en la historia del pensamiento. Grecia nos ha dejado
grandes figuras de la filosofía como Sócrates, Platón o Aristóteles; de las letras, como Sófocles u
Homero, además de sentar las bases de la democracia moderna.
4.1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA
La Grecia antigua comenzó su existencia en la parte sur de la Península de los Balcanes
(Europa). En general era un territorio montañoso, bastante pobre y de una aridez impresionante, aunque
entre los cerros existían valles, lugares que los habitantes escogían para instalarse. Esto, más las
accidentadas costas de las que estaba provisto, hicieron de los griegos buenos navegantes.
Mapa No.4. Ubicación geográfica de Grecia.
Fuente: MSN GRUPO, Historia de Gracia.
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4.2. HISTORIA
Los griegos ocuparon inicialmente la península del Peloponesio, el estrecho de Corinto, la zona
oriental de la Grecia continental y un buen número de islas del Mar Egeo.
Esta zona es la que se denomina la Hélade, pero pronto surgió la expansión colonial, ocupando
así costas e islas de todo el Mar Egeo, el sur de Italia y Sicilia (la Magna Grecia), toda la costa del Mar
Negro, la costa este del Mar Jónico, la costa sureste del Adriático (Albania), la costa sur de Asia Menor,
el delta del Nilo, la costa africana de la Cirenaica (Libia) y algunos puntos del sur de Francia y del levante
de España.
Los establecimientos griegos asentados en estas zonas estuvieron generalmente vinculados a las
ciudades de la Hélade de las que habrían partido las expediciones de expansión. Ese contacto mantenido
con las metrópolis es el que explica la unidad cultural del mundo griego.
Esta extendida ocupación de territorios fue posible al sistema de organización política. Durante
casi toda la historia de Grecia, el poder estuvo muy fraccionado entre las llamadas polis (ciudades-
estado); esta circunstancia hizo que cualquier polis pudiera organizar su propia campaña de expansión,
resultando así ésta enormemente dispersa.
La historia de la civilización griega ocupa unos 2.000 años. De entre las culturas y pueblos que
se instalaron en el sur de Grecia o en las cercanas islas del Egeo, pueden destacarse la cultura de las
Cícladas, la cretense, la micénica y el pueblo dorio.
La cultura de las Cícladas se extendió por las islas del mismo nombre a lo largo del tercer
milenio a. C., siendo la isla de Eubea su principal centro.
La cultura cretense o minoica, radicada en Creta, alcanzó su época de mayor esplendor en al
primera mital del segundo milenio a. C. y su importancia para la futura Grecia se debe a que hacia el 1425
a. C. la isla fue invadida por los micénicos que se dejaron influenciar por la superior cultura que allí
encontraron.
La cultura micénica se generó en la Grecia peninsular hacia el 1600 a. C. y se mantuvo vigente
hacia el 1150 a. C.; los aqueos fueron los protagonistas de esta cultura.
Durante la Época Oscura (En el 1150 a. C.) las tierras ocupadas por los micénicos fueron
invadidas por los dorios, un pueblo guerrero y poco culto que provocó con sus destrucciones una etapa de
unos tres siglos, de la que se conocen muy pocas cosas.
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Hacia el 800 a. C. el silencio cultural de la Época Oscura llegó a su fin para dejar paso al
comienzo de la primera etapa de la historia de Grecia, la Grecia arcaica.
Este primer período se extendió desde el Siglo VII al VI a. C. y durante el mismo se
consolidaron las polis como sistema de organización social y política y se produjeron las primeras oleadas
colonizadoras. La época arcaica también supuso la aparición de la filosofía, de las primeras formas
artísticas consolidadas, del nacimiento del teatro y de las primeras reformas políticas que alcanzaron su
culminación en la época siguiente.
Se generalizó el uso de la moneda que con la construcción de navíos supuso un notable desarrollo del
comercio.
La Grecia clásica es el periodo comprendido entre el Siglo V y parte del IV a. C. y es el
momento de máximo esplendor de Grecia. Las dificultades políticas y militares que planteó el peligro de
invasión persa no fueron impedimento para que el florecimiento cultural de Atenas consiguiera reunir
bajo su régimen democrático una decena de grandes figuras de la historia de la cultura y el arte. El
predominio de Atenas sobre toda la Hélade desató la vieja rivalidad con Esparta, que llegó a triunfar
militarmente. Mientras tanto, filósofos, literarios, historiadores y artistas llevaron la cultura griega sus
más altos logros. La época clásica fue un periodo de poderosa vitalidad en todos los campos.
A finales del Siglo IV se abrió, con la conquista de la Hélade por Alejandro Magno, el último
período de la historia de Grecia, que finalizó en el Siglo I a. C. con las conquistas romanas de los
territorios griegos. Esta época, conocida como el helenismo, supuso la expansión de la cultura griega por
todos los territorios coloniales y por los conquistados por Alejandro.
En el año 30 a.C. Roma conquistó el estado griego de Egipto, con lo que la independencia
política griega llegó a su fin. No obstante, los logros culturales de esta imponente civilización perduraron
y se difundieron a través del mundo romano.
4.3. ESTRUCTURA POLÍTICA Y SOCIAL
4.3.1. El Gobierno. Los reyes perdieron el poder a favor de la aristocracia que eran los más capacitados
para dirigir, poseían tierras y podían adquirir las armas imprescindibles para defender la ciudad, los que
ostentaban el poder se llamaban Arcontes, al principio el cargo era vitalicio, hasta que en el Siglo VIII
a.C. su gobierno se limitó a una década. Antiguos Arcontes de conducta irreprochable formaban el
Areópago, un tribunal que juzgaba causas civiles y militares; las otras dos instituciones eran la Bulé, de
carácter legislativo formada por 400 ciudadanos elegidos anual mente, y la ecclesia constituida por todos
los ciudadanos y que votaba las leyes presentadas por la Bulé.
A finales del siglo sexto se promulgó la primera legislación de la ciudad de Atenas, el código de
Dracón. Solón realizó una serie de reformas que podían considerarse como un intento de organizar una
35
democracia, suprimió la esclavitud por deudas y terminó la lucha entre los grandes propietarios y la
burguesía. Estas reformas no fueron duraderas.
Atenas, al igual que otras muchas ciudades griegas, vivió bajo el gobierno de un tirano que por el
empuje de las clases populares facilitó su ascensión al gobierno; paradójicamente estos abrieron el paso
hacia la democracia, el tirano más importante fue Pisístrato (560-527 a.C.) quien hizo posible el poderío
posterior de esta polis
4.3.2. Democracia Ateniense. La reforma de Clistenes (510) fue un paso decisivo para la
democratización, distribuyó los demos del Ática en diez tribus eliminando la división anterior entre el
campo, la costa y la montaña; creo el consejo de los 500 que proponían las leyes y era la suprema
autoridad administrativa, la democracia griega llego a su máxima expresión con Pericles (443-430).
Pero la democracia griega era restringida de los 400000 habitantes que tenia Atenas en el Siglo
V a.C. solo la décima parte gozaba de los derechos civiles y políticos, los organismos de la democracia
Ateniense era la ecclesia y el Bulé, Pericles logro que las decisiones políticas y las concesiones de
derechos pasaran por estas instituciones y por el tribunal popular de los heliastas. Por primera vez los
miembros de setos dos tribunales cobraron dietas, que eran pagadas con los tributos federales; la
evolución democrática concluyó con la admisión de los miembros de la tercera clase, los zeugitas entre
los Arcontes. La responsabilidad política había pasado de la aristocracia a los ciudadanos.
4.3.3. Las Tiranías. La era de los tiranos griegos (650-500 a. C.) destaca por los avances logrados en la
civilización helénica. El título de tirano implicaba el acceso ilegal al poder, no el abuso del mismo. En
general, tiranos como Periandro de Corinto, Gelón de Siracusa y Polícrates de Samos (reinó entre 535 a.
C.-522 a. C.) fueron gobernantes sabios y populares. El comercio y la artesanía prosperaron. Con el
nacimiento de la fuerza política y económica llegó el florecimiento de la cultura helénica, de un modo
especial en Jonia, donde empezaba a surgir la filosofía griega con Tales de Mileto, Anaximandro y
Anaxímenes. El desarrollo de objetivos culturales comunes a todas las ciudades helénicas fue uno de los
factores que dieron cierta cohesión a la antigua Grecia a pesar de la división política existente. En este
sentido contribuyó la lengua griega, cuyos muchos dialectos se entendían en cualquier parte del país o en
cualquier colonia. El tercer aspecto a tener en cuenta fue la religión griega que todos los helenos
compartían: el santuario de Delfos fue el mayor y más respetado. En torno a la religión, los griegos
también tenían cuatro festivales nacionales, llamados juegos (los olímpicos, los ístmicos, los pitios y
nemeos).
Los Juegos Olímpicos eran tan importantes que muchos griegos remontan sus cálculos históricos
a la Primera Olimpiada (el periodo de cuatro años entre la celebración de los Juegos Olímpicos) celebrada
en el año 776 a. C. Relacionada con la religión, en origen al menos, estaba la Liga de Anfictionía,
organización de tribus helenas que se creó para la protección y administración de los santuarios.
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4.3.4. De la Democracia a la Monarquía. Las ciudades-estado se unificaron en cierta medida. Entre los
Siglos VIII y VI a. C., Atenas y Esparta se habían convertido en las dos ciudades hegemónicas de Grecia.
Cada uno de estos grandes estados absorbió a sus débiles vecinos en una liga o confederación
dirigida bajo su control. Esparta, estado militarizado y aristocrático, estableció su poder a base de
conquistas y gobernó sus estados súbditos con un control muy estricto. La unificación del Ática, por el
contrario, se realizó de forma pacífica y de mutuo acuerdo bajo la dirección de Atenas; se otorgó la
ciudadanía ateniense a los habitantes de las pequeñas ciudades. Los nobles, o eupátridas, abolieron en el
638 a. C. la monarquía hereditaria y gobernaron Atenas hasta mediados del Siglo VI a. C.
Los eupátridas retuvieron autoridad plena gracias a su poder supremo para disponer de la
justicia, a menudo de forma arbitraria. En el 621 a. C. el político Dracón (finales del Siglo VII a. C.)
codificó la ley ateniense, por la que el poder judicial de los nobles quedaba limitado. Un segundo revés
para el poder hereditario de los eupátridas fue el código del político y legislador ateniense Solón de 594 a.
C., que no era sino una reforma del código draconiano y que otorgaba la ciudadanía a las clases bajas.
Durante el brillante y prudente mando del tirano Pisístrato, las formas de gobierno empezaron a adoptar
elementos democráticos. Hipias e Hiparco, hijos de Pisístrato, heredaron el poder de su padre pero fueron
más déspotas. Hipias, que murió después que su hermano, fue expulsado por una insurrección popular en
el 510 a. C. Durante el consiguiente conflicto político, los partidarios de la democracia obtuvieron, bajo el
mando del político Clístenes de Sición, la victoria total y, alrededor del 502 a. C., comenzaba una nueva
etapa política, basada en principios democráticos.
El comienzo del gobierno democrático supuso el más brillante periodo de la historia de Atenas.
Florecieron el comercio y la agricultura. Más aún, el centro de las artes y la cultura intelectual, que
entonces estaba en las ciudades de la costa de Asia Menor, pronto se trasladó a Atenas.
La estructura social era sencilla: había una nobleza, dueña de la tierra y capaz de sufragarse las
costosas armas que permitían la práctica de la guerra y el dominio militar y el resto era el pueblo llano,
compuesto por agricultores, pescadores y pequeños artesanos.
Los agricultores trabajaban las tierras de la nobleza o arrendaban pequeñas parcelas. Había
también esclavos que se encargaban de atender las necesidades domésticas de los poderosos o de trabajar
en sus tierras.
Paralelamente al surgimiento de las polis (hacia los Siglos IX y VIII a.C.) se produjo la
desaparición de los reyes que sólo perduraron en algunas zonas como Macedonia y fueron sustituidos en
el poder político por la aristocracia terrateniente, agrupada en unas oligarquías (poder de unos pocos) que
se ocupaban de defender los intereses de los llamados eupátridas (bien nacidos), de origen noble. Estos
eupátridas estaban organizados en familias o genos, para cada una de las cuales se buscaba un parentesco
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mítico con algún dios. Esta procedencia divina, que quería justificar una situación de privilegio fue, sin
duda, un poderoso medio de difusión de la mitología.
4.4. ECONOMÍA Y COMERCIO
Se constata una clara especialización del trabajo que favorece la acumulación de excedentes y el
intercambio. La base económica era la agricultura siendo la propiedad de la tierra la base del poder.
Cultivaban la trilogía mediterránea (cereales, olivo, vid). Con arados y utensilios similares a los actuales.
Poseían huertas y plantas industriales (lino, esparto).
La agricultura se completaba con la ganadería: ovejas, cabras, cerdos, bueyes, de los que
obtenían carne, leche, lana, fuerza de trabajo. A destacar los caballos símbolo de prestigio para la
aristocracia y de cara a la guerra. Las actividades depredatorias (caza, recolección, pesca) continuaron. La
arqueología y restos cerámicas dan también importancia a la pesca. Conocían la metalurgia y las minas
proporcionaron las materias primas con las que comercian con los colonizadores. Eran excelentes
orfebres y fabricantes de armas, entre los que destaca la Farcata (espada corta).
La cerámica era muy importante para el transporte y el almacenamiento siendo decorado con
motivos geométricos o figuras.
Los objetos de alfarería comunes que en enorme cantidad salieron de las necrópolis griegas así
como las pinturas de los vasos provenientes de Troya, Micenas, Tirinto y Creta así como de las necrópolis
de Ática, Beosia, Tesalia y las de las Ciclades, construidos con materias muy distintas como los vasos
barnizados y esmaltados, los vasos de cristal, los vasos de mármol y los grandes vasos decorativos así
como los de oro y plata sirvieron para comerciar con los pueblos bárbaros que rodeaban esta civilización.
A parte de las demás industrias griegas como ser la agricultura, el tejido, y otras la alfarería era la más
importante de la época.
Durante la época de Solón este tuvo la idea de suplir la insuficiencia de los recursos agrícolas
favoreciendo el desarrollo de los oficios. Por eso la ciudad, primero pequeña y pobre, llega alcanzar una
gran prosperidad. Sus habitantes sacaron del Laurium, montaña inmediata ha Atenas grandes cantidades
de plata esa pequeña riqueza les permitió crear industria, comercio y marina. La población buscó en estas
vías nuevas la fortuna que la esterilidad del suelo les negaba. Los extranjeros llegaron a ser ciudadanos a
condición de llevar al Ática una industria que fuese desconocida allí. En todas partes se fundaron fábricas
de muebles, armas, tejidos, y sobre todo alfarería. Atenas llegó hacer desde entonces una población
marítima manufacturera renombrada por el buen gusto y la elegancia de sus productos.
Los griegos para mejorar su comercio marítimo mejoraron extraordinariamente los antiguos y
lentos barcos que iban a través del Egeo fondeando en cada isla, se construyeron mejores puertos, se los
protegió con diques, se construyo el Diolcos, cuyos restos todavía existen, este permitía cruzar el istmo de
Corinto, rodando los barcos sobre cilindros de manera, etc. En el siglo octavo los puertos griegos están en
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todo el mediterráneo. Allí acuden los colonos a comprar y vender. Compran lo que después revenderán a
los bárbaros de alrededor y venden lo que les han comprado así se completo la obra de la moneda.
4.5. CULTURA Y RELIGIÓN
La historia de los griegos no se comprende bien sin la presencia constante de un pensamiento
mítico muy desarrollado: el mito está enraizado en aspectos transcendentales de su vida individual, como
el nacimiento, la boda o la muerte, y de su existencia colectiva, como pueden ser las fiestas sagradas de la
ciudad o los rituales que conlleva la fundación de una colonia.
Los griegos poseyeron un especial instinto para transmitir todo su complejo bagaje mítico
mediante una rica y desarrollada expresión plástica y oral. Hesiodo y Homero serán los principales
autores que nos aportan noticias de esa mitología griega que será heredada por los romanos. Sólo estos
textos sirven de referencia para conocer el panteón helénico ya que, a diferencia de otros pueblos, los
griegos no nos han dejado textos de carácter religioso, posiblemente porque no los tuvieron.
Como la mayor parte de los pueblos de la Antigüedad, los griegos eran politeístas. Los dioses
serán simples personificaciones antropomórficas de las fuerzas de la naturaleza que el hombre, en un
momento temprano e inmaduro de la historia, comprendió a su propia medida. Esos dioses serán
inmortales pero manifiestan aspectos humanos como bien narra Homero en la Iliada. La mayoría de estos
dioses vivían en el monte Olimpo y allí tenían lugar las reuniones divinas amenizadas por música, comida
y bebida, el néctar y la ambrosía, alimentos exclusivos de los dioses que dotaban de inmortalidad a quien
los consumía.
Entre dioses y hombres hay un continuo diálogo, expresado en múltiples ocasiones con
relaciones sexuales de las que nacen héroes, alcanzando algunos la inmortalidad. Y es que los dioses
griegos se preocupan de proteger a los individuos, sin otorgar respuestas sobre el futuro tras la muerte. En
otras ocasiones los mortales rechazan a los dioses como Odiseo que renunció a la inmortalidad ofrecida
por la diosa Calipso a cambio de vivir juntos en una isla. Odiseo prefirió a Penélope, su mortal esposa.
Antes de la aparición de los dioses sólo existía el desorden del Caos, rodeado por la oscuridad
eterna. Del Caos, sin explicación alguna, nacieron dos hijos, la Noche y la Muerte. En el universo no
existía otra cosa hasta el nacimiento del Amor, hijo de la Noche y la Muerte, "un huevo nacido del viento
(que la Noche puso) en el seno del sombrío y profundo Erebo (la Muerte)" según el poeta Aristófanes.
El Amor primero creó la Luz y el Día y después la Tierra y el Cielo, Gea y Urano según los
griegos. De la relación existente entre ellos nacieron los monstruos, destacando los tres Cíclopes llamados
así porque tenían un solo ojo circular en la frente de sus 50 cabezas, y los Titanes. Cuando el titán Cronos
castró a su padre, Urano, de la sangre manada nacieron los Gigantes y las Furias, guardianas de la vida
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humana y perseguidoras de los pecadores. Cronos consiguió expulsar a todos los monstruos de la Tierra y
reinó durante tiempo inmemorial acompañado de su esposa y hermana Rea.
Los Doce Dioses olímpicos son:
Zeus, en la mitología griega, dios del cielo y soberano de los dioses olímpicos. Zeus corresponde
al dios romano Júpiter.
Según Homero, se consideraba a Zeus padre de los dioses y de los mortales. No fue el creador de
los dioses y de los hombres; era su padre, en el sentido de protector y soberano tanto de la familia
olímpica como de la raza humana. Señor del cielo, dios de la lluvia y acumulador de nubes blandía el
terrible rayo. Su arma principal era la égida, su ave, el águila, su árbol, el roble. Zeus presidía a los dioses
en el monte Olimpo, en Tesalia. Sus principales templos estaban en Dódona, en el Epiro, la tierra de los
robles y del templo más antiguo, famoso por su oráculo, y en Olimpia, donde se celebraban los juegos
olímpicos en su honor cada cuatro años. Los juegos de Nemea, al noroeste de Argos, también estaban
dedicados a Zeus.
Hera, en la mitología griega, reina de los dioses, hija de los titanes Cronos y Rea, hermana y
mujer del dios Zeus. Hera era la diosa del matrimonio y la protectora de las mujeres casadas. Era madre
de Ares, dios de la guerra, de Hefesto, dios del fuego, de Hebe, diosa de la juventud, y de Ilitía, diosa del
alumbramiento. Mujer celosa, Hera perseguía a menudo a las amantes y a los hijos de Zeus. Nunca olvidó
una injuria y se la conocía por su naturaleza vengativa. Irritada con el príncipe troyano Paris por haber
preferido a Afrodita, diosa del amor, antes que a ella, Hera ayudó a los griegos en la guerra de Troya y no
se apaciguó hasta que Troya quedó destruida. Se suele identificar a Hera con la diosa romana Juno.
Hefesto, en la mitología griega, dios del fuego y de la metalurgia, hijo del dios Zeus y de la diosa
Hera o, en algunos relatos, sólo hijo de Hera. A diferencia de los demás dioses, Hefesto era cojo y
desgarbado. Poco después de nacer lo echaron del Olimpo: según algunas leyendas, lo echó la misma
Hera, quien lo rechazaba por su deformidad; según otras, fue Zeus, porque Hefesto se había aliado con
Hera contra él. En la mayoría de las leyendas, sin embargo, volvió a ser honrado en el Olimpo y se casó
con Afrodita, diosa del amor, o con Áglae, una de las tres gracias. Era el artesano de los dioses y les
fabricaba armaduras, armas y joyas. Se creía que su taller estaba bajo el monte Etna, volcán siciliano. A
menudo se identifica a Hefesto con el dios romano del fuego, Vulcano. La Fragua de Vulcano es el
cuadro en el que Velázquez da su visión sobre los dioses transformándolos en campesinos o artesanos
humanos.
Atenea, una de las diosas más importantes en la mitología griega. En la mitología latina, llegó a
identificarse con la diosa Minerva, también conocida como Palas Atenea. Atenea salió ya adulta de la
frente del dios Zeus y fue su hija favorita. Él le confió su escudo, adornado con la horrorosa cabeza de la
gorgona Medusa, su 'égida' y el rayo, su arma principal. Diosa virgen, recibía el nombre de Parthenos ('la
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virgen'). En agradecimiento a que Atenea les había regalado el olivo, el pueblo ateniense levantó templos
a la diosa, el más importante era el Partenón, situado en la Acrópolis de Atenas.
Apolo (mitología), en la mitología griega, hijo del dios Zeus y de Leto, hija de un titán. Era
también llamado Délico, de Delos, la isla de su nacimiento, y Pitio, por haber matado a Pitón, la
legendaria serpiente que guardaba un santuario en las montañas del Parnaso. En la leyenda homérica,
Apolo era sobre todo el dios de la profecía. Su oráculo más importante estaba en Delfos, el sitio de su
victoria sobre Pitón. Solía otorgar el don de la profecía a aquellos mortales a los que amaba, como a la
princesa troyana Casandra.
Apolo era un músico dotado, que deleitaba a los dioses tocando la lira. Era también un arquero
diestro y un atleta veloz, acreditado por haber sido el primer vencedor en los juegos olímpicos.
Ártemis o Artemisa (mitología), en la mitología griega, una de las principales diosas, equivalente
de la diosa romana Diana. Era hija del dios Zeus y de Leto y hermana gemela del dios Apolo. Era la
rectora de los dioses y diosas de la caza y de los animales salvajes, especialmente los osos, Ártemis era
también la diosa del parto, de la naturaleza y de las cosechas. Como diosa de la luna, se la identificaba a
veces con la diosa Selene y con Hécate.
Ares, en la mitología griega, dios de la guerra e hijo de Zeus, rey de los dioses, y de su esposa
Hera. Los romanos lo identificaban con Marte, también un dios de la guerra. Agresivo y sanguinario,
Ares personificaba la brutal naturaleza de la guerra, y era impopular tanto para los dioses como para los
seres humanos. Entre las deidades asociadas con Ares estaban su consorte, Afrodita, diosa del amor, y
deidades menores como Deimo (temor) y Fobo (terror), que lo acompañaban en batalla. Aunque feroz y
belicoso, Ares no era invencible, ni siquiera frente a los mortales.
Afrodita, en la mitología griega, diosa del amor y la belleza, equivalente a la Venus romana. En
la Iliada de Homero aparece como la hija de Zeus y Dione, una de sus consortes, pero en leyendas
posteriores se la describe brotando de la espuma del mar y su nombre puede traducirse como 'nacida de la
espuma'. En la leyenda homérica, Afrodita es la mujer de Hefesto, el feo y cojo dios del fuego. Entre sus
amantes figura Ares, dios de la guerra, que en la mitología posterior aparece como su marido. Ella era la
rival de Perséfone, reina del mundo subterráneo, por el amor del hermoso joven griego Adonis.
Hestia, en la mitología griega, diosa virgen del hogar, la hija mayor de los titanes Cronos y Rea.
Se consideraba que presidía todos los fuegos de las aras de sacrificio y se le ofrecían plegarias antes y
después de las comidas. Aunque aparece en muy pocos mitos, la mayoría de las ciudades tenían un hogar
común donde arde el fuego sagrado de esta diosa. En Roma se la conocía como Vesta, y seis sacerdotisas
vírgenes, conocidas como vestales, custodiaban el fuego
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Poseidón, en la mitología griega, dios del mar, hijo del titán Cronos y la titánide Rea, y hermano
de Zeus y Hades. Poseidón era marido de Anfitrite, una de las nereidas, con quien tuvo un hijo, Tritón.
Poseidón, sin embargo, tuvo otros numerosos amores, especialmente con ninfas de los manantiales y las
fuentes, y fue padre de varios hijos famosos por su salvajismo y crueldad, entre ellos el gigante Orión y el
cíclope Polifemo. Poseidón y la gorgona Medusa fueron los padres de Pegaso, el famoso caballo alado.
Deméter, en la mitología griega, diosa de los granos y de las cosechas, hija de los titanes Cronos
y Rea. Cuando su hija Perséfone fue raptada por Hades, dios del mundo subterráneo, el dolor de Deméter
fue tan grande que descuidó la tierra; no crecieron plantas y el hambre devastó el universo. Consternado
ante esta situación, Zeus, el regidor del mundo, pidió a su hermano Hades que devolviese Perséfone a su
madre. Hades asintió, pero antes de liberar a la muchacha hizo que ésta comiese algunas semillas de
granada que la obligarían a volver con él durante cuatro meses al año. Feliz de reunirse de nuevo con su
hija, Deméter hizo que la tierra produjese flores primaverales y abundantes frutos y cereales para las
cosechas. Sin embargo, su dolor retornaba cada otoño cuando Perséfone tenía que volver al mundo
subterráneo. La desolación del invierno y la muerte de la vegetación eran consideradas como la
manifestación anual del dolor de Deméter cuando le arrebataban a su hija. Deméter y Perséfone eran
veneradas en los ritos de los misterios de Eleusis. El culto se extendió de Sicilia a Roma, donde se
veneraba a estas diosas como Ceres y Proserpina.
Hermes, en la mitología griega, mensajero de los dioses, hijo del dios Zeus y de Maya, la hija del
titán Atlas. Como especial servidor y correo de Zeus, Hermes tenía un sombrero y sandalias aladas y
llevaba un caduceo de oro, o varita mágica, con serpientes enrolladas y alas en la parte superior. Guiaba a
las almas de los muertos hacia el submundo y se creía que poseía poderes mágicos sobre el sueño.
Nunca existió en Grecia una casta sacerdotal que elaborara y ordenara los asuntos religiosos.
Serán los poetas las máximas autoridades en materia religiosa. Cada ciudad rendía su homenaje a los
dioses a través de los sacrificios, los himnos, las procesiones, los certámenes y los concursos gimnásticos.
Algunas de estas fiestas revestían un carácter supranacional como las celebraciones y certámenes que se
celebraban cada cuatro años en torno al santuario de Zeus en Olimpia o las llamadas Pitias que tenían
lugar en el santuario de Apolo en Delfos.
Se decretaba una tregua durante el tiempo de las fiestas y los juegos que se desarrollaban,
compitiendo los mejores atletas, músicos, poetas, etc. por obtener el triunfo. En Atenas se celebraban
también cada cuatro años las Grandes Panateneas que culminaba con la ofrenda del peplo nuevo a la
diosa, tal y como se representan en los frisos del Partenón. Los dioses olímpicos viven lejos y no se
ocupan demasiado de los asuntos humanos. Esa es la sensación que tendrán los griegos en un momento de
crisis religiosa como lo fue el Siglo IV a. C. y el posterior helenismo. Los dioses se hicieron más lejanos y
resultaba más difícil encontrarlos y dialogar con ellos. Esa es la razón por la que en época helenística los
hombres tuvieran la esperanza de encontrar dioses más cercanos a los olímpicos, dioses que bajaran a la
tierra. Los nuevos monarcas helenísticos, inspirándose en el modelo oriental que adopta Alejandro,
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acabarán convirtiéndose en los nuevos dioses hechos de carne y hueso que el hombre anhelaba desde
antiguo.
Estas crisis religiosas motivaban el desarrollo de oráculos y presagios, siendo el más famoso el
de Apolo en Delfos donde la Pitonisa servía de transmisión de las respuestas del dios que serían
interpretadas por los sacerdotes del templo. La joven pitonisa mascaba laurel y algún alucinógeno que
provocaba el éxtasis y el encuentro con Apolo.
4.6. FILOSOFÍA
Etimológicamente, la palabra filosofía procede de los términos griegos philein (amar, aspirar) y
sophia (sabiduría) por lo que su significado sería amor o aspiración a la sabiduría. Numerosos autores
antiguos consideran a Pitágoras como el inventor del término ya que en su viaje por Grecia fue
interrogado por el tirano Leonte de Fliunte sobre su profesión a lo que él respondió que no era sabio sino
amante o buscador de la sabiduría (filósofo).
El objetivo de la filosofía es, por lo tanto, saber, conocer, dar respuesta a las preguntas que se
plantean relacionadas con la naturaleza y su creación, abandonando los mitos para dar protagonismo al
logos.
Los filósofos presocráticos están considerados como los promotores del cambio de pensamiento
experimentado en Grecia. No formaron una escuela e incluso tienen pensamientos diferentes pero fueron
los primeros en plantearse la búsqueda del saber.
Tales de Mileto (624-546) será considerado el padre de la filosofía por Aristóteles. Considera el
agua como el elemento único de lo que todo está hecho, otorgando un importante papel al movimiento.
Anaximandro de Mileto (610-547) continuó la obra de Tales e introdujo el apeirón como el elemento
clave del universo, desde donde se originarán parejas de contrarios que serán las causas de todos los
procesos. El hombre sería el descendiente de los peces.
Para Anaxímenes (588-524) el origen de todas las cosas está en el aire, desde donde parten los
diferentes elementos. Pitágoras de Samos (580-496) formó una comunidad filosófica en Crotona con
durísimas normas de convivencia. Su pensamiento se basa en los números por lo que profundizó en las
matemáticas, en la música y en la astronomía. Planteó la teoría de la transmigración de las almas, estando
las almas castigadas a permanecer junto a un cuerpo del que se separarían tras la muerte, desarrollando
una reencarnación considerada regeneradora. Jenófanes de Colofón (570-475) plantea que sólo hay "un
Dios que es Uno y Todo" y de él proceden todas las cosas, renunciando así a las teorías del
antropomorfismo y la pluralidad de dioses.
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Heráclito de Efeso (544-484) continuó con esta línea e incluso avanzó al considerar que la
religión sólo era útil para los que temían a la muerte. "Todo fluye y nada permanece" será su máxima,
apuntando a la guerra de contrarios como el principio de la creación. Parménides de Elea (515-440) se
opone a Heráclito, siendo considerado el creador del método racionalista. Los planteamientos de
Parménides serán rechazados por Demócrito de Abdera (460-370) al plantear la existencia de átomos que
conforman las diferentes cosas. Zenón de Elea (490-430) se considera el creador de la Dialéctica aunque
alcanzaría más fama por sus argumentos sobre el movimiento al plantear que Aquiles nunca alcanzaría a
una tortuga si ésta obtuviera ventaja.
Empédocles de Agrigento (490-430) considera que el origen del Universo está en los cuatro
elementos: agua, aire, tierra y fuego, presentes en todas las cosas. El amor sería la fuerza que une a esos
elementos mientras que la discordia o el odio los separa. Anaxágoras de Clazómene (499-428) considera
la existencia de unas partículas como las componentes de las cosas, organizadas gracias a una mente
rectora después del caos inicial. Rechazaba el planteamiento de la desaparición tras la muerte. Los
sofistas forman una importante escuela desde donde aportarán fundamentales dosis de crítica y
relativismo a la ciencia, la historia, la ética o la religión. Proponen impartir una formación general a los
jóvenes para adaptarlos a la vida pública, a través del conocimiento del arte de hablar o retórica, del arte
de la prueba o dialéctica y de la educación cívica.
Protágoras de Abdera (480-410) puede ser considerado como el más importante entre los
sofistas, incorporando significativas muestras de relativismo y subjetivismo a su pensamiento al
considerar al hombre como la medida de todas las cosas, así como de escepticismo cuando plantea que la
virtud es la destreza del fuerte. Gorgias de Leontino ahonda en ese escepticismo mientras que Hipias de
Elis manifiesta que la ley es la tiranía del individuo.
Sócrates (469-399) supera el escepticismo sofista y crea la filosofía antropológica al contraponer
a la sensación la universalidad de la razón. El hombre debe alcanzar la verdad mediante el
autoconocimiento ("conócete a ti mismo" será uno de sus planteamientos favoritos) y desarrollar su
intelecto ("sólo sé que no sé nada"). La ignorancia nos llevará a la maldad por lo que a través del
conocimiento y la inteligencia alcanzaremos la virtud. Pero esa inteligencia hay que desarrollarla,
estimulando la búsqueda del conocimiento y de la razón "característica principal del hombre" según
Sócrates. El daimónion (voz interior) constituye la única guía moral del individuo. Su oposición a las
clases dirigentes provocó una acusación de impiedad y de corrupción de menores por lo que fue
condenado a beber la cicuta. Sus amigos y colaboradores le posibilitaron la huida de Atenas a lo que él
rehuyó.
Platón (427-347) debe este nombre a la amplitud de su espalda, considerándose que se llamaba
Aristocles, como su abuelo. Oponiéndose a la relatividad manifestada por los sofistas, Platón se interesa
por la doctrina de Sócrates desde donde parte para desarrollar sus propios planteamientos basados en la
existencia del mundo de las Ideas y el mundo del Ser, contrapuestos al mundo de las Apariencias. La
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formación del mundo se debe a una inteligencia, a un demiurgo, que desarrolla las apariencias (no ser)
tomando las ideas como punto de partida. El individuo está formado de cuerpo y alma, siendo ésta
inmortal. Existe un número limitado de almas por lo que es necesaria la reencarnación. Esta unión de
alma y cuerpo es accidental y violenta. El Estado platónico está estructurado en tres clases: los filósofos
que gobiernan, los guerreros que defienden a la sociedad y los artesanos que trabajan. La finalidad del
Estado es que sus ciudadanos sean felices por lo que la Justicia debe ser la rectora, junto a la Prudencia, la
Fortaleza y la Templanza. Todos estos planteamientos están recogidos en sus principales obras como El
banquete, La república, Timeo o Fedón, estructuradas en forma de diálogos donde el protagonista es
Sócrates hablando con sus discípulos. En el año 387 a. C. fundó la Academia de Atenas.
Aristóteles (384-322) se formó en la Academia Platónica y fue nombrado preceptor de Alejandro
por su padre, Filipo de Macedonia. A su regreso a Atenas fundó el Liceo donde se desarrolla la escuela
peripatética denominada así porque los discípulos recibían la enseñanza mientras paseaban por el jardín.
Aristóteles abarca todo el saber de su época, rechazando el idealismo platónico para fundar la lógica
formal a través de su Organon donde basa la reflexión analítica, la construcción especulativa y el método
empírico. El Organon está constituido por la Metafísica, la Física, la Lógica, la Política y la Retórica. La
Metafísica estudia el ser en cuanto a ser, compuesto de materia y forma por lo que el ser es múltiple y no
único. Una de las más importantes aportaciones de Aristóteles es la relación entre potencia y acto. El paso
de la potencia al acto es el devenir, devenir que implica la existencia de una causa primera, un "primer
motor inmóvil" que sería Dios, la "causa de las causas". Alma y cuerpo forman un solo ser. El fin del
hombre es la felicidad, siendo el Estado el lugar apropiado para alcanzar esa felicidad mediante la virtud.
Las conquistas militares de Alejandro provocarán la expansión y el contacto de la cultura griega hacia
Oriente. Aparecen en esta época helenística nuevas corrientes de pensamiento como las escuelas epicúrea,
estoica o cínica que se mantendrán hasta la época romana. Los epicúreos se interesan por el placer, por el
goce continuo, siempre que ese disfrute sea regido por la inteligencia. La escuela estoica fue fundada por
Zenón de Citio (335-264) y debe su nombre a las lecciones impartidas en un pórtico (stoa en griego). El
acertado uso de la razón y la práctica de la virtud serán los dos puntales de esta filosofía, manteniendo
siempre la independencia con el exterior. Los cínicos tuvieron en Diógenes de Sínope (404-323) a su
máximo representante, siendo famosa la anécdota, posiblemente falsa, del encuentro con Alejandro. El
monarca fue a visitar al filósofo que vivía en un tonel y sin apenas recursos, ofreciéndole lo que quisiera.
La respuesta de Diógenes fue que se apartara porque le estaba quitando el sol.
4.7. ARTE
El arte prehelénico se suele dividir en dos períodos: el minoico y el micénico.
4.7.1. La Etapa Minoica. Tiene lugar en la isla de Creta, situándose cronológicamente entre el 1800 y el
1450 a.C. mientras que el período micénico se desarrolla en la península del Peloponeso y las costas de
Asia Menor entre los años 1400 y 1100 a. C.
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En ambos momentos se utilizarán las estructuras adinteladas, apareciendo la columna con un
papel determinante. Incluso parece estar rodeada de cierto culto religioso al aparecer en Creta con el
amuleto del hacha doble (labris) y flanqueada por leones en Micenas. Son columnas de madera que tienen
el fuste en disminución hacia abajo y un capitel constituido por un grueso toro y un ábaco en forma de
paralelepípedo.
En este período se configurará un tipo de edificio que tendrá importancia en la época clásica: el
megarón, núcleo del palacio y germen del futuro templo griego. La arquitectura minoica está
caracterizada por los palacios, de los que conocemos un buen número, siendo los más importantes los de
Cnosos, Faistós, Hagia Triada y Malia.
Aunque diferenciados entre sí, existen una serie de características comunes como su situación
sobre una colina; su orientación norte-sur; el patio central en torno al que se disponen las habitaciones
unidas por corredores y escaleras; la división del espacio en áreas especializadas con una zona
administrativa, las dependencias residenciales y los almacenes; la existencia de dos pisos, al menos; el
pavimentado de los suelos; o la estructura de drenaje para retretes y baños.
El palacio de Cnosos es el mejor conocido gracias a las excavaciones realizadas por Evans en los
años iniciales del Siglo XX. Se considera que sería la residencia del mítico rey Minos, donde estaría el
laberinto, palabra que procede de las hachas dobles - labris - que decoran las columnas y numerosas
estancias. La mayoría de las dependencias estaban decoradas por pinturas al fresco, apareciendo escenas
de jóvenes que saltan sobre toros, procesiones de portadores de ofrendas o figuras aisladas como la
Parisina o el Príncipe de los lirios. Al igual que en la pintura egipcia, las figuras continúan apareciendo de
perfil mientras los colores son planos.
La escultura minoica está definida por un grupo de pequeñas figuras realizadas en cerámica
vidriada o loza que reciben el nombre de diosas de las serpientes aunque se piensa que se trataría de
sacerdotisas. Llevan el pecho al descubierto y las serpientes se enroscan en sus brazos. También
destacan cabezas de toro realizadas en esteatita negra con ojos de cristal de roca incrustados.
Los relieves de tres vasos procedentes de Hagia Triada son los mejores exponentes de la calidad
de los artistas minoicos. En el Vaso de los segadores se puede contemplar un grupo de campesinos que
regresan del trabajo con sus herramientas, apareciendo en varios niveles de profundidad, intentando dar
sensación de perspectiva.
Los Vasos de Vafio también tienen relieves, realizados sobre oro, representando escenas
campestres. Así mismo, han aparecido extraordinarios relieves cerámicos con cabras y vacas
amamantando a sus crías. Los recipientes cerámicos serán decorados con temáticas vegetales y animales,
siendo característicos los estilos de Kamáres y de Palacio.
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4.7.2. Etapa Micénica. Son escasos los restos arqueológicos que han quedado de la cultura micénica,
denominada de esta manera por Schliemann al trabajar en las excavaciones del Círculo A de tumbas en
Micenas. Quizá sean estos enterramientos los monumentos más característicos de esta civilización.
En primer lugar se encuentran las tumbas de fosa o de pozo, situadas en las afueras de las
ciudades y señaladas mediante estelas clavadas en el suelo y rodeadas de un muro circular. Después
vendrán las tumbas con largo corredor (llamado dromos) y cámara circular al fondo(denominada tholos),
cubierta con falsa bóveda. Las más importantes son las de Micenas donde destaca el llamado Tesoro de
Atreo, realizada en sillería.
Las ciudades micénicas que se han conservado tienen una serie de elementos comunes: situación
elevada, preferentemente una colina, en cuya parte más alta - acrópolis - se construye la residencia del
príncipe y el templo, amurallando especialmente este espacio; murallas exteriores construidas con grandes
bloques de piedra sin tallar, denominado muro ciclópeo porque consideraban que lo habían realizado los
cíclopes; acceso por rampas; entradas monumentales junto a otros accesos protegidos con torres. Las
ciudades mejor conservadas son Tirinto, Micenas y Pilos. En Micenas se encuentra la llamada Puerta de
los Leones construida por grandes sillares de piedra, cerrada por un grueso dintel cuya carga ha sido
aligerada con un vano triangular en el que se introduce el relieve que le da nombre, donde se representan
dos leones enfrentados teniendo como eje una columna. En Tirinto se halla una excelente fortificación
que se extiende a la acrópolis rodeada con otra serie de murallas. A la acrópolis se accede por una entrada
monumental denominada propileos permitiendo el paso al palacio edificado sobre la base del megarón.
Han quedado algunos restos de las pinturas que decoraban los palacios micénicos, realizadas
también al fresco con colores intensos como el amarillo, rojo, azul o blanco. La temática continúa la
tradición minoica apareciendo procesiones de oferentes, animales, escenas de toros, apareciendo como
novedad escenas de guerra y caza.
En cuanto a la escultura, destaca la ausencia de la escultura monumental a excepción del relieve
de la Puerta de los Leones. Serán más frecuentes las pequeñas figurillas, realizadas en piedra, terracota o
marfil, y los relieves de las estelas. Abundan los ídolos de somero modelado encontrados en tumbas y las
representaciones de animales, incluso de carros de guerra. En esas tumbas también se han hallado las
llamadas máscaras de oro fino donde se ha intentado representar la fisonomía de los difuntos, destacando
la llamada Máscara de Agamenón. Las diferentes invasiones de eolios, jonios y dorios acabarán con el
arte prehelénico, sentándose las bases para el desarrollo de un nuevo estilo que se divide en tres grandes
etapas: arcaico, hasta el Siglo V a. C.; clásico que corresponde a los Siglos V y IV a. C., y helenístico que
abarca desde la etapa de Alejandro hasta la colonización romana.
La arquitectura griega vendrá determinada por el equilibrio, el orden, la proporción y la medida.
El material preferido será el mármol, cortado a la perfección para formar sillares con los que se levantarán
los edificios que en su mayoría son adintelados, a pesar de conocer el arco. El monumento más
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importante para los griegos es el templo y allí se crearon los órdenes clásicos, la sucesión de las diferentes
partes del soporte y de la techumbre según tres estilos diferentes denominados dórico, jónico y corintio.
El orden dórico es el más austero y sobrio de los tres. Se eleva sobre unas gradas desde donde arranca
directamente el fuste decorado por unas veinte estrías unidas a arista viva, ensanchándose ligeramente en
la parte central. El capitel está formado del equino, especie de almohadilla sobre la que descansa el ábaco,
paralelepípedo de base cuadrada. Sobre el capitel se desarrolla el entablamento que tiene tres partes:
arquitrabe, friso y cornisa. El arquitrabe es liso mientras que en el friso se encuentran triglifos (estrías
verticales) y metopas (espacios decorados con relieves). La cornisa carga en saledizo sobre el friso; al ser
la cubierta a dos aguas se forma en las fachadas el frontón, en cuyo tímpano aparecen relieves. El orden
jónico es más esbelto y femenino. El fuste descansa sobre unas molduras denominadas basa; 24 estrías
que finalizan en redondo decoran el fuste que acaba con un hilo de perlas llamado contario. El capitel
consta del cimacio decorado con ovas y flechas sobre el que descansan las volutas, elemento definitorio
del orden jónico. El arquitrabe está formado por tres fajas que avanzan progresivamente mientras que el
friso está decorado con relieves. La cornisa es similar al orden dórico. El orden corintio sigue las normas
del jónico, incorporando novedades en el capitel. El cuerpo troncocónico tiene forma de cesto adornado
con hojas de agua, caulículos y rosas debido a una leyenda que narra como la diosa Gea quiso homenajear
a una joven doncella fallecida. Sus familiares depositaron el cesto de labor sobre su tumba e
inmediatamente empezaron a crecer de él una doble fila de hojas de acanto y cuatro parejas de tallos que
se enrollan sobre si mismos, situándose sobre el conjunto una rosa o palmeta. Presente el platero
Calímaco en este "milagro" decidió plasmarlo, dando lugar al capitel corintio. En algunas ocasiones el
fuste de la columna es reemplazado por figuras. Si son masculinas se denominan atlantes o telamones
mientras que si se trata de figuras femeninas se llaman cariátides. Como se dijo, el templo es el edificio
principal de la arquitectura helénica. Tiene planta rectangular y suele estar formado por tres partes: el
pronao o vestíbulo abierto definido por la prolongación de las naves laterales y dos columnas entre ellas;
la nao o cella dividido habitualmente en diferentes naves separadas con columnas, situándose en su
interior la estatua del dios titular del templo; el opistodomo, estructura similar al pronao pero en el lado
opuesto, utilizado habitualmente para guardar los tesoros de la ciudad o del templo.
El más famoso de los templos griegos es el Partenón de Atenas, levantado en honor de la diosa
Atenea Partenos por los arquitectos Ictinos y Calícrates, siguiendo las órdenes de Pericles. Es de orden
dórico y está realizado en mármol blanco del Pentélico mientras que las tejas son de mármol de Paros. En
su conjunto destaca la perfecta simetría con que fue construido, guardando las proporciones de tal manera
que algunas líneas se han curvado o las columnas se han inclinado para que la deformación visual las
enderece. La decoración de los frisos pertenece a Fidias al igual que la famosa estatua de marfil y oro que
guardaba la cella. Otros ejemplos importantes son el templo de Apolo en Figalia, realizado también por
Ictinos; el Erecteion ateniense, posiblemente el más bello ejemplar de orden jónico donde se contemplan
las famosas cariátides; el de Apolo en Didima o el de Zeus en Pérgamo, levantado en época helenística y
caracterizado por la gradería de acceso y los cuerpos laterales que la encuadran, dando origen al podium
de los templos romanos.
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El teatro griego tiene tres partes: la escena donde se representa la obra en cuestión; la orquestra
de planta circular utilizada por el coro y la gradería de planta semicircular rodeando a la orquestra. El de
Epidauro es el más importante, edificado por Policleto el joven. El odeón tiene una forma similar al
teatro, es de proporciones más reducidas y se utiliza para audiciones musicales.
Los sepulcros no tienen especial importancia para los griegos siendo el más representativo el
Mausoleo de Halicarnaso, levantado para el sátrapa Mausolo por su viuda, constituido por un cuerpo
jónico porticado y un remate piramidal en gradas coronado por la cuadriga de Mausolo. Las acrópolis
ocupan la parte más importante de las ciudades. Quizá la de Atenas sea la más famosa, presidida por el
Partenón y los demás templos levantados en el lugar. El acceso se realizaba por los propileos, puertas
monumentales con dos fachadas levantados por Menesicles.
La escultura griega también se puede dividir en tres grandes etapas: arcaica, clásica y helenística.
El estilo arcaico viene caracterizado por la representación de los jóvenes atletas vencedores en los juegos.
Son figuras rígidas que con el paso del tiempo alcanzan mayor dinamismo, manifestando siempre una
perfecta proporción basada en la simetría. Se busca la conquista del cuerpo humano y la expresión del
rostro. Estas estatuas arcaicas se dividen en kuroi - los atletas, cuyo singular es kuros - y korai - las
muchachas, cuyo singular es kore -. Estas esculturas obedecen a la llamada ley de la frontalidad,
conservando los brazos pegados al cuerpo y rígidos, avanzando habitualmente la pierna izquierda. Los
kuroi aparecen desnudos, siendo su anatomía el principal reto del escultor. Los labios se arquean hacia
arriba resultando la llamada sonrisa arcaica mientras que sus ojos son abultados. Su cabellera en zig-zag
cae sobre los hombros. A medida que avanza el tiempo se manifiesta un mayor conocimiento anatómico y
aumenta la expresividad del rostro. Las korai se representan vestidas, reduciendo su cuerpo a una especie
de tablero de mármol con un estrechamiento en las caderas y un abultamiento en el pecho. En algunas
ocasiones se presentan con la forma del tronco de árbol. El cambio de moda supondrá una interesante
evolución aunque siempre reflejen las figuras la típica sonrisa arcaica y el convencional rizo en el cabello.
El avance de la figura en movimiento se pone de manifiesto en los frontones de Egina y Olimpia
realizados hacia el año 490. En ellos aparecen adecuaciones al marco - las figuras se ubican
adecuadamente en el espacio del frontón -, mayor dinamismo y una estructura anatómica más perfecta
pero aún se encuentran sonrisas arcaicas lo que reduce la calidad del conjunto. De esta época de
transición también destaca el magnífico relieve del Nacimiento de Afrodita que decora el llamado Trono
Ludovisi. El Auriga en bronce y el grupo de los Tiranicidas sirven de enlace con la etapa clásica. El estilo
clásico es el momento de los grandes autores, suponiendo el hito de la escultura griega. A Mirón y
Policleto debemos el dominio del cuerpo humano que caracteriza este período. Mirón se especializará en
el movimiento, siendo su obra más famosa el Discóbolo, aunque posiblemente la expresión aún no
alcance desarrollo posterior. Policleto está interesado por las proporciones del cuerpo humano,
escribiendo la Symmetria donde establece el canon de belleza, considerando que la cabeza es la séptima
parte del cuerpo humano, dividiéndose en tres partes el rostro. El Dorífero y el Diadúmeno recogen a la
perfección estos planteamientos.
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Con Fidias culminan los esfuerzos hacia la conquista de la belleza, consiguiendo las figuras más
equilibradas y perfectas. Será el autor de la decoración del Partenón, donde establece la técnica de los
paños mojados que inciden en el estudio de la anatomía sin recurrir al desnudo. Algunas de sus obras eran
de carácter monumental como la Atenea Partenos que hizo para el Partenón en oro y marfil, alcanzando
los 15 metros de altura. Praxíteles será el maestro de las suaves curvas que caracterizan sus figuras como
la Afrodita de Cnido - para la que posó como modelo la hetaira Friné-, el Fauno o el Apolo sauróctono,
alcanzando cierta blandura y expresividad romántica. Scopas se preocupará por buscar los estados del
alma, interesándose por la pasión incluso la violencia como se manifiesta en la Ménade o las estatuas del
Mausoleo de Halicarnaso, rayando las expresiones de las figuras casi la tragedia. Lisipo busca las
proporciones y la multiplicidad de los puntos de vista, desvirtuando el frontalismo de momentos
anteriores. El Apoxiomeno o el Ares Ludovisi son magníficos ejemplos del estilo lisipeo, interesándose
también el maestro por los retratos, especialmente los de Alejandro, de cuyo entorno formó parte como
escultor de cámara, o de Aristóteles. Los retratos griegos buscan la individualización del personaje
representado, utilizando la figura entera.
La etapa helenística vendrá determinada por el desarrollo de las escuelas. En Atenas destacan
Boetas, con su Joven orante, y Apolonio, autor del Torso del Belvedere. La escuela de Pérgamo ofrece
unos excelentes grupos de figuras violentas que recogen las luchas contra los galos, obra de Epígono,
Isígono y Antígono. El patetismo también se aprecia en los relieves de la Gigantomaquia que decoran el
altar de Zeus. En la escuela de Rodas se aprecia un significativo gusto por lo gigantesco, el movimiento y
la expresión del dolor como se aprecia en el grupo de Laoconte y sus hijos, obra de Agesandro, Polidoro y
Atenodoro, o el Toro Farnesio de Apolonio y Taurisco. Alejandría se especializa en temas populares
como los Enanos danzando o el Negrito cantando. La pintura griega ha desaparecido casi en su totalidad,
disponiendo sólo de textos literarios, de vasos pintados o de copias romanas. Polignoto será la primera
gran figura, dotando al dibujo de un importante papel y limitando los colores al rojo, el blanco, el negro y
el amarillo.
En el siglo V destacan Parrasio - interesado por esfumar los contornos y sugerir la continuidad
de la superficie - y Zeuxis - autor de unas uvas tan reales que los pájaros acudieron a picotearlas, según
narra la leyenda -. Apeles será la gran figura pictórica griega, quedando muestras de su estilo en la copia
romana del mosaico de Alejandro vencedor de Darío en la batalla de Issos de una casa pompeyana. La
cerámica griega alcanzó un importante desarrollo, siendo interesante para conocer cómo sería la gran
pintura y la vida cotidiana.
A lo largo del Siglo VI a. C. los ceramistas atenienses impondrán su estilo, caracterizado por las
figuras negras sobre fondo rojizo. El cuerpo del vaso sirve para representar toda clase de temas,
imponiéndose lo narrativo sobre lo decorativo. A finales del Siglo VI se produce un significativo cambio
en el cromatismo de las piezas ya que las figuras tendrán el color rojo del barro y el fondo se pintará de
negro. No se producirá, sin embargo, un cambio en la temática, ni en la disposición de los asuntos en las
piezas. Los lékythos tienen un carácter exclusivamente funerario ya que sirven para guardar las cenizas
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del difunto. Al ser alargado, deforma menos la figura e incluye policromía con azules, amarillos, ocres o
morados.
4.8. VESTIMENTA
Los materiales que utilizaban los griegos para confeccionar sus vestidos eran, preferentemente,
el lino, la lana y las pieles. Los hombres vestían una simple túnica que podía variar de tamaño en función
de su uso. Solía dejar un hombro al descubierto y se ajustaban a la cintura con un cinturón de piel. Las
túnicas cortas eran empleadas para realizar trabajos mientras que las largas se utilizaban para ocasiones
especiales. Como complemento se utilizaba un manto llamado himatión que podía colocarse de diferentes
maneras Si bien el vestido masculino apenas sufrió evolución, la indumentaria femenina sí cambió con el
paso del tiempo.
Hasta mediados del Siglo VI a. C. las damas vestían una túnica cilíndrica llamada peplo que
dejaba los hombros al descubierto. El peplo dórico dejará paso al chitón e himatión jónicos, túnica
cubierta con un manto, abundando ahora los pliegues. Las mujeres espartanas dejaban uno de los lados de
su túnica sin cerrar. Numerosos complementos servían para adornar los vestidos.
4.9. ALIMENTACIÓN
Los griegos utilizaban una técnica de conservación muy especial, la salazón. Los pueblos
pescadores de las orillas del Mediterráneo aprendieron a limpiar y salar el pescado. Pronto esta mercancía
pudo extenderse hacia el interior de Europa. Los responsables al tiempo que transmisores de estos
descubrimientos, fueron los griegos, que dedicaron también especial atención al cultivo y
comercialización de los cereales.
El descubrimiento de la acción de las levaduras en la panificación tampoco tiene paternidad.
Probablemente fuera fruto de la casualidad, como lo fue, en el Paleolítico, la conquista del fuego. Lo que
sí es indudable, pues hay referencias escritas, es que los griegos tenían en mucha estima los distintos tipos
de pan, que elaboraba a partir de harina de trigo, cebada o avena, a las que mezclaban miel, aceite o
queso. Normalmente preferían los panes fermentados, pues son mucho más digestivos. No obstante,
también los consumían ácimos o sin levadura.
El desarrollo económico de las ciudades griegas producido al finalizar las guerras del Peloponeso
comportó una dignificación de la cocina, en la que comenzaron a aparecer con mayor frecuencia los
pescados, sin que ello significara la pérdida del gusto por la carne de cordero, de buey o de cerdo.
Los invitados a los banquetes comían estirados, apoyados sobre el brazo izquierdo, pudiendo
utilizar únicamente, si respetaban las normas de educación, cosa que el vino solía impedir, los dedos de la
mano derecha para tomar alimentos de la mesa o de las bandejas que ofrecían los esclavos.
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En estos grandes banquetes la mujer quedaba relegada a un segundo plano. En la cocina se
encontraba la dueña de la casa, la esposa, vigilando el asado de ubres de cerda y la elaboración de las
salsas a base de huevos, pimienta, miel, aceite y cominos, pero jamás llegaba a participar de la fiesta,
durante la cual los hombres hacían gala de su ingenio e inteligencia. A partir de las conquistas de
Alejandro el Magno, el banquete, el symposion, perdió su carácter para convertirse en una orgía.
Al margen de esta cocina festiva, propia de los emperadores, el pueblo griego se alimentaba a
base de gachas de harina y pescado salado.
4.10. ESTRUCTURA MILITAR
4.10.1. La Falange. La falange fue el cuerpo de infantería por excelencia y que dominó la antigüedad
hasta la aparición de la legión romana.
La falange consistía en hileras de hombres agrupados y que avanzaban hasta encontrarse con el
enemigo con el que luchaban hasta que uno de los dos era derrotado o huía. La finalidad de la falange era
presentar frente al enemigo un frente sólido de escudos y de lanzas que cada hombre tenía que dirigir
hacia el enemigo.
El principal inconveniente de la falange era su extremada rigidez, que hacía que para poder
maniobrar correctamente necesitará un terreno llano. Otro inconveniente de la falange era la forma de
combatir, cuando la falange chocaba con el enemigo todo dependía de la primera fila, ya que si esta se
desmoronaba toda la falange caía. Las filas posteriores estaban encargadas de cubrir los huecos que
dejaban los muertos, de curar los heridos, etc. Cada soldado se cubría con su escudo al compañero de la
derecha y por esta razón la falange se orientaba hacía esa dirección.
La unidad fundamental de la falange era el hoplita, que eran generalmente hombres de la ciudad,
aunque en caso de necesidad o falta de hombres, se empleaban esclavos.
Los ciudadanos griegos, campesinos, comerciantes, etc. tenían el deber de adquirir un equipo
militar completo y acudir con él en caso de guerra. Todo ciudadano que tuviera la edad adecuada tenía
que servir como hoplita. Ellos eran los que escogían a los polemarcos y los estrategos, que tenían que
alternar el cargo entre ellos. Eran los encargados de dirigir la falange, y decidían cuándo, cómo y dónde
se tenía que presentar la batalla y organizaban y formaban la falange para después ir a la primera fila de la
falange donde servían como un hoplita más.
4.10.2. Equipo de un Hoplita. Estaba compuesto por los siguientes elementos:
4.10.2.1. El Aspis. Era el escudo que usaban los hoplitas, siendo uno de los elementos imprescindibles de
la falange. Estaba formado por un gran cuenco, casi plano, construido con láminas de madera curva y
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encolada y cuya parte exterior estaba decorada con una lámina de metal o un motivo pintado. Pesaba
entre 6 y 8 kg. Y tenía un diámetro de 90-110 cm.
Su importancia dentro de la falange hizo que adquirieran un valor simbólico muy alto, basta con
recordar la frase con la que las madres espartanas despedían a sus hijos que iban a la guerra " vuelve con
el escudo o sobre él". Con eso quería decir que si se volvía sin escudo es que se había huido de la batalla
y siendo el escudo un objeto pesado es lo primero que se tira para poder correr más.
4.10.2.2. Las Grebas. Eran utilizadas para proteger las espinilleras y eran de bronce.
4.10.2.3. La Coraza. Estaba realizada con lino y escamas de bronce. Se abrochaba por los hombros, el
pecho y el vientre mediante cintas de cuero. Aparte contaba con un peto metálico que protegía la parte
central del torso del guerrero, mientras su parte inferior también podía estar realizada con cuero. Gracias a
esto, era una coraza muy flexible que permitía gran variedad de movimientos. Más tarde fue reforzada
con un peto metálico, que disparo el coste de está haciendo que solo fue adquirida por los ciudadanos más
ricos.
4.10.2.4. El Casco. Era de bronce y existían diversos modelos, el más difundido fue el corintio, que estaba
dotado de un protector nasal y de dos grandes carrilleras que protegían el rostro.
4.10.2.5. Xiphos. Era la espada utilizada por los hoplitas, era una espada corta y estaba realizada en
hierro, aunque la decoración y una parte eran de bronce. Se llevaba colgada del hombro. Iba envainada en
una funda de madera recubierta de cuero. Generalmente solo se usaban en los combates cuerpo a cuerpo,
una vez que la falange se había roto, ya que cuando los hoplitas cargaban se usaba la lanza. Junto a la
lanza era el hoplon o armamento del hoplita.
La falange evolucionó durante el paso del tiempo, aunque se puede ver 2 tipos de falange: la
espartana, que era imitada por las ciudades griegas y más tarde la falange macedónica.
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5. IMPERIO ROMANO
5.1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA
El imperio romano nació en una península estrecha y alargada ubicada en el centro de Europa y
el mar Mediterráneo, que hoy se conoce como península itálica –en la que se encuentra Italia, que es
claramente distinguible en un mapa porque su forma se asemeja a una bota. Luego este pequeño territorio
se expandió hasta llegar a convertirse en uno de los imperios más grandes de la historia.
Mapa No. 5. Ubicación Geográfica de Roma.
Fuente: ISIS, El Imperio Romano, 2002.
5.2. HISTORIA
Durante muchos años se ha explicado el apogeo y la ascensión de Roma argumentando que se
debía al carácter moral, las instituciones políticas, el talento militar y la buena suerte del pueblo romano.
Se basaban también en el entorno físico de Roma e Italia, afirmándose que Italia estaba ubicada en el
corazón del mundo habitado. Se alabó la productividad de la península italiana, ampliándose bajo los ojos
de sucesivos historiadores al conjunto de la región mediterránea. En el caso específico de Italia, se señala
la longitud de la Península, la extensión de los Apeninos y las variedades climáticas que no dejan de estar
relacionadas con ello y son garantía de una variedad y una gama exhaustiva de alimentos.
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El Imperio Romano, en su apogeo, a principios del Siglo III d.C, comprendía no solo las
penínsulas, islas y costas del Mediterráneo, así como grandes extensiones del interior (hasta el borde del
Sahara y hasta el río Tigris), sino también zonas de Europa situadas tan al norte como el sur de Escocia, el
Rin y el Danubio (además de una parte del sur de Alemania, al otro lado del Rin y la Dacia al otro lado
del Danubio central). Además, bajo el principado, los avances más extensos se hicieron en Europa
mediante el reinado del primer emperador, Augusto. Sus generales empujaron la frontera septentrional
desde los Alpes hasta el Danubio y finalmente pacificaron la Península Ibérica.
Más allá del motivo de la pura conquista, consideraciones estratégicas y a veces económicas
desempeñaron algún papel en la configuración de las campañas de los emperadores que se mostraron más
activos en el terreno militar.
El imperio romano se extendió mucho más allá del mundo mediterráneo, sin embargo, durante
todo el período del principado, aproximadamente desde 27 a.C. hasta 235 d.C., el eje político y la base
cultural del imperio se encontraban en el Mediterráneo.
5.2.1. Julio César (100 al 78 a.C.). Poco después, Julio César concentró todo el poder en sus manos, por
lo que el Senado se sintió amenazado y organizó una conspiración para eliminarlo. Julio César fue
asesinado el año 44 a.C., pero su hijo adoptivo, Octavio, siguió sus pasos formando otro triunvirato, junto
a Marco Antonio y Lépido.
5.2.2. El Imperio de Augusto. Octavio dirigió Roma con gran habilidad. Mantuvo las estructuras políticas
que permitían la participación de los ciudadanos, pero en realidad concentró todo el poder en sí mismo.
En su persona se unieron los conceptos honoríficos de Princeps (primer ciudadano), Imperator (máxima
autoridad del ejército), Augusto (venerado) y Pontífice Máximo (cabeza de la religión).
Su largo gobierno (31 a.C. al 14 d.C.) fue beneficioso para Roma. La ciudad se convirtió en la
cabeza de un gran Imperio, que se extendía a través de la cuenca del Mediterráneo.
Augusto basaba su poder en el apoyo del ejército. Terminó con las campañas militares y
estableció un período de paz conocido como "Pax Romana", que se prolongó, casi sin interrupciones, por
dos siglos. Esta paz le facilitó dominar los límites del Imperio.
Augusto reorganizó, también, el ordenamiento social y político; reestructuró la administración
del Imperio, logró revalorar las tradiciones romanas e instauró las bases de la religión imperial, en la que
el emperador era divinizado.
Por su grandeza, este período es conocido como el "Siglo de Augusto".
La política imperial de Augusto buscó rescatar las viejas tradiciones. Para ello, fomentó el
matrimonio y la natalidad. Rescató las tradiciones religiosas estimulando el cumplimiento de sus
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ceremonias. Para combatir la mala administración en las provincias, eligió personalmente a los
gobernadores, quienes debían responderle por su desempeño. Después de su muerte, pocos emperadores
mostraron tanta habilidad política como él, y el imperio comenzó a ser presa de la corrupción, de los
intereses particulares y las intrigas.
5.2.3. Emperador Diocleciano. Como una forma de frenarlas, el emperador Diocleciano (fines del Siglo
III d.C.), reorganizó la estructura del Imperio. Su reforma más importante fue dividirlo en dos partes:
Imperio de Oriente e Imperio de Occidente.
Ambos corrieron diferente suerte:
El Imperio de Occidente siguió debilitándose y Roma perdió su importancia política, hasta tal
punto que el emperador Constantino trasladó la capital del Imperio a la ciudad de Constantinopla. La
decadencia del Imperio aumentó, hasta que el año 476 d.C. los pueblos germanos, que habitaban la
frontera norte del Imperio Occidental, invadieron los límites del imperio romano, intentando protegerse
de los hunos (pueblo nómada de origen asiático que sembraba el terror en Europa).
El Imperio de Oriente, por su parte, mantuvo su estructura hasta el 1453 d.C., cuando fue
invadido por los turcos otomanos.
5.3. ESTRUCTURA POLÍTICA Y SOCIAL
5.3.1. Estructura Política. Un aparato funcionarial rudimentario era suficiente para un Gobierno al que
solo le preocupaba los aspectos esenciales. Los objetivos básicos del Gobierno eran dos: mantener el
orden y recaudar impuestos, para pagar los salarios, sufragar los gastos militares, construir edificios y
repartir alimentos en la capital.
Los emperadores no llevaron a cabo grandes reformas sociales ni económicas y no mostraron
interés en inmiscuirse en la vida de sus súbditos. No se registró un aumento significativo en el número de
funcionarios nombrados por las autoridades. Es un imperio subgobernado, si se compara con el chino.
Se daban una gran continuidad en las prácticas administrativas. Los limitados objetivos
económicos, se alcanzaban sin necesidad de recurrir a dirigismos económicos. La naturaleza del sistema
tributario no era normalizada, su supervisión era suficiente y experimentó pocos cambios. Los
emperadores instituyeron censos provinciales regulares y recaudaron impuestos con más eficacia que
cualquiera de los Gobiernos republicanos que les precedieron.
5.3.1.1. Administración Central y Provincial. Había alrededor de cuarenta provincias en el imperio
romano, las cuales eran gobernadas por un reducido número de funcionarios, nombrados por las
autoridades centrales, llamados procónsules.
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En el imperio, en general, una innovación fue el nombramiento de ecuestres para que gobernaran
Egipto y varias provincias de poca importancia. En estas, dichos funcionarios ostentaban al principio un
título militar, el de prefecto, y sus obligaciones eran también predominantemente militares.
A continuación aparecen procuradores que ejercen de funcionarios fiscales: recaudan el derecho
de aduana, el impuesto sucesorio y otros indirectos.
La estructura de la administración financiera central contaba con la tesorería principal, el
aerarium, que recibía los impuestos provinciales, encabezada por un par de prefectos que el emperador
escogía entre las filas de excretores. Se creo una tesorería militar para proporcionar jubilación a militares
retirados. Aun así, la responsabilidad fiscal recaía en los libertos del emperador y luego a partir de
mediados del Siglo I, en un procurador ecuestre de alto rango, que llevaba la contabilidad de los ingresos
y los gastos del imperio.
El emperador, era en esencia, responsable de las decisiones que afectaran las normas de
actuación y el nombramiento de funcionarios imperiales; escuchaba los consejos de quienes le rodeaban.
Estos consejos asesoraban al emperador en el desempeño de sus obligaciones jurídicas en calidad de juez
y legislador.
La administración sigue siendo propia de aficionados. Senadores y ecuestres pasaban solo una
parte de su vida laboral en el cargo, y no recibían ninguna preparación especial. Los profesionales
administrativos eran los libertos y esclavos del emperador.
5.3.2. Estructura Social. El principado de Augusto fue precedido de dos decenios de guerras civiles, en las
cuales unos ejércitos cuyo tamaño no tenía precedentes en la historia de Roma lucharon por la supremacía
de sus generales. Las perturbaciones sociales penetraron en la unidad doméstica y en la familia.
Augusto instauró su supremacía militar y restauró la paz y el Gobierno constitucional. Continuó
existiendo la misma pauta de desigualdad y de diferenciación social que había en bajo la república. Bajo
el principado en su conjunto, las divisiones y tensiones nacidas de la distribución desigual de la riqueza,
el rango y la categoría social, tuvieron el contrapeso de fuerzas de cohesión tales como la familia y la
unidad doméstica, las relaciones estructuradas de índole vertical y horizontal entre individuos y unidades
domésticas y el aparato ideológico del Estado.
El sistema de adquisición y transmisión de la propiedad era la base, en el caso de Roma, del
entramado de desigualdad social y económica. La romana era una sociedad agraria en la cual la riqueza
consistía esencialmente en tierra y se adquiría por herencia a través de la familia.
A los soldados se les recompensaba con una paga adecuada, generosa en el caso de los oficiales,
y una remuneración sustanciosa al retirarse, lo cual les permitía convertirse en miembros prósperos de las
comunidades locales.
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La explotación directa de la mano de obra por parte de propietarios ricos era un rasgo central de
la sociedad imperial romana. En el mundo romano, el enriquecimiento no consistía en la acumulación de
beneficios por medio de la actividad de compañías que dieran empleo a asalariados. En gran medida, la
riqueza de los miembros de la clase propietaria era generada por el trabajo de sus dependientes
personales.
5.3.2.1. Los Órdenes. Los órdenes son las categorías sociales que el Estado define por medio de reglas
estatuarias. El orden senatorial siguió siendo el más prestigioso, un reducido círculo formado por varios
centenares de familias a las que se consideraban eminentes de acuerdo con las tradicionales pautas de
cuna, riqueza y excelencia moral. Una serie de revisiones hizo que el número de senadores bajase de
1.200 a 600.
Augusto desaprobó el matrimonio legítimo entre senadores y libertas. El orden senatorial no era
una aristocracia hereditaria. Se intentó promover el principio hereditario, así los hijos de los senadores se
les alentaba a seguir los pasos de su padre.
El segundo orden, el ecuestre, también se caracterizaba por su origen aristocrático y no
profesional. Este orden era mucho más nutrido que el senatorial. Bajo el principado, los emperadores
comenzaron a dar responsabilidades administrativas, además de las militares, a los ecuestres.
Los decurions de las poblaciones del imperio constituían el tercero de los órdenes aristocráticos.
Tenían que ser hombres de respetada cuna, riqueza y dignidad moral. La riqueza de algunos decurioes
superaba a la que se exigía a los senadores.
La finalidad de estos requisitos era garantizar que los consejos locales se compusieran de
propietarios, de hombres cuya categoría social no ofreciera dudas. Las tres órdenes de élite comprendían
solo una fracción minúscula de la población del imperio. Debajo de ellos, en la jerarquía oficial, se
hallaba la gran masa de los hombres libres de condición humilde, y en lo más bajo, los esclavos. El
derecho romano clasificaba a éstos como bienes muebles y no como personas, que sus amos podían
comprar, vender o castigar a su voluntad.
La categoría social se manifestaba por la forma de vestir, los senadores y sus hijos, llevaban toga
con la amplia faja de color púrpura, los ecuestres por el anillo de oro y la franja estrecha púrpura en la
toga.
5.3.2.2. La Condición Social. La condición social de un romano se basaba en la estimación social de su
honor, es decir, en la percepción de su prestigio por parte de quienes le rodeaban. Las contradicciones
entre la condición y el rango daban origen a tensiones.
En cada orden había sutiles gradaciones de condición social. Dentro del orden senatorial, que
experimentaba un gran movimiento de familias, los que podían hacer alarde de antepasados consulares,
los nobles, sobresalían de la masa de recién llegados.
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La mayoría de los libertos eran hombres humildes, se casaban con mujeres del mismo rango, a
menudo seguían dependiendo de sus anteriores amos y por consiguiente, no presentaban ninguna
contradicción difícil entre el rango y la condición social.
5.3.2.3. La Familia Doméstica. Cuando los romanos de la época de Augusto comparaban sus propios
tiempos con el pasado idealizado, se lamentaban de la decadencia de la moral familiar La familia era la
unidad social básica por medio de la cual se trasmitía la riqueza y la condición social. La perpetuación de
la aristocracia, las posibilidades de movilidad social, la distribución de riqueza consistente en tierras y
otras cuestiones dependían fundamentalmente de las pautas de comportamiento de la familia.
En el primitivo derecho romano, una mujer al casarse, quedaba bajo la autoridad de su esposo y
dejaba la potestad y la unidad doméstica de su padre para unirse a su esposo. El matrimonio no podía
romperse sin una causa seria y sin que la parte que estuviera en falta, sufriera grandes pérdidas
económicas. Mientras el esposo vivía, la dote y las propiedades de la esposa le pertenecían por completo.
Al morir el esposo, la esposa, según las reglas de la sucesión, tenía derecho a una parte igual del
patrimonio en calidad de heredera principal junto a sus hijos.
Las mujeres romanas gozaban de una independencia jurídica en el matrimonio, restringida por
diversas costumbres sociales. Los hombres de Occidente se casaba por primera vez cuando rozaban los
treinta y las mujeres alrededor de los veinte. El hombre tarde y la mujer pronto.
5.3.2.4. Padres e Hijos. El rasgo característico de las relaciones entre las generaciones en las familias
romanas era el autoritarismo. Aunque los poderes del padre fueron objeto de modificaciones durante el
principado, la mayoría de ellos permanecieron esencialmente intactos.
Tal vez el más notable fuera el poder de vida y muerte. Hasta finales del Siglo IV, los padres
romanos podían decidir que criaban a sus hijos o si los exponían.
El paterfamilias tenía los derechos de propiedad oficial sobre todos los bienes, incluyendo los
que sus hijos adquiriesen por medio del trabajo.
Cuando el padre moría sin haber hecho testamento, el derecho civil disponía que la herencia
divisible se repartiera a partes iguales entre todos los hijos legítimos (varones y mujeres).
La mortalidad infantil era común. La cuarta parte de los recién nacidos no llegaba a cumplir un
año de edad y puede que hasta la mitad de ellos no alcanzaran los diez años. Los que conseguían salir
vivos de las enfermedades infantiles de su primer decenio podían esperar vivir otros treinta y cinco o
cuarenta años más. Las mujeres romanas que llegaban a la edad adulta, tenían que dar a luz una media de
cinco o seis hijos para que la población no entrara en decadencia.
Se trazó una distinción básica entre, por un lado, una pauta de matrimonio tardío para los
hombres y las mujeres que típicamente vivían en unidades domésticas de familias nucleares en la Europa
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Occidental, y por otro lado, la pauta de matrimonio temprano y familia numerosa, extendida en las
unidades domésticas de la Europa Oriental.
5.3.2.5. Las Relaciones Sociales. El lugar de un romano en la sociedad estaba en función del puesto que
ocupase en la jerarquía social, de su pertenencia a una familia y de su participación en una red de
relaciones personales que salía al exterior partiendo de la unidad doméstica.
Un hombre podía tener amigos superiores, amigos iguales, amigos inferiores y clientes humildes,
y la inclusión de otros en una de estas categorías, dependía de los recursos que tuvieran.
Los que podían intercambiar beneficios comparables eran amigos de igual posición, mientras que
la mayoría ocupaba un lugar más alto o más bajo en la jerarquía, de acuerdo con su capacidad de
corresponder con servicios superiores o inferiores. Las tres categorías generales de intercambio según la
condición social eran las de patrono y clientes, amigos superiores e inferiores y amigos iguales.
Augusto procuró establecer su legitimidad no solo restaurando el orden social, sino también
demostrando se propia supremacía en él por medio de los modos tradicionales: el patronazgo y la
beneficencia.
El emperador distribuía sus beneficios individualmente entre los que tenían acceso a él, y de
forma más amplia, entre grupos favorecidos, especialmente la plebe de Roma y el ejército. A cambio, se
esperaba fidelidad y gratitud. Augusto veló por las necesidades materiales de las masas ocupándose de
abastecerla de alimentos, agua, vivienda, espectáculos y de cuando en cuando, con dinero en metálico a
los varones.
Los filósofos romanos daban mucho valor a la amistad y hacían hincapié en que los amigos
ideales debían compartir inquietudes y valores comunes de un modo totalmente desinteresado. Si un
romano era víctima de una catástrofe, por ejemplo un incendio en su casa, existía la costumbre de que los
amigos le ayudaran a reconstruir su unidad doméstica.
Excluir a los amigos del testamento, o peor aún, criticarlos en él era un insulto que llamaba la
atención pública. Pero detrás de la fachada de cooperación, había rivalidad: si un amigo no correspondía a
un favor con otro de importancia pareja, se arriesgaba a caer en la condición de amigo inferior, con la
consiguiente pérdida de honor.
5.4. ECONOMÍA Y COMERCIO
La economía romana estaba subdesarrollada. Las masas vivían en el nivel de subsistencia, o
cerca de él. Es preindustrial, con una gran proporción de la fuerza laboral concentrada en el campo, que es
el principal camino para las inversiones y también la principal fuente de riqueza, a su vez, las inversiones
en la industrias manufactureras es bajo. La tecnología atrasada es una barrera más, que obstaculiza el
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incremento de la productividad. En la Roma antigua, predominaba la pequeña industria artesanal, eran
artículos de consumo básico y barato y la demanda de los mismos era constante.
En Roma, al igual que en otras economías preindustriales, el comercio recibía parte del capital
que no recibía salida en la industria. Los medios de transporte eran atrasados. Inevitablemente, la mayoría
de las regiones agrícolas apuntaban a la subsistencia, en lugar de a la producción de un excedente
exportable.
En general, el atraso y los gastos de transporte y el nivel relativamente bajo de la demanda
limitaron las oportunidades de efectuar inversiones lucrativas en el comercio. Prestar dinero producía más
ganancias, los tipos de interés eran altos donde había riesgo. Las inversiones en tierras ofrecían seguridad
y unos ingresos continuos.
En las sociedades preindustriales, el sistema de valores que predomina es el de una aristocracia
hacendada, una clase próspera integrada por mercaderes, que representa una amenaza potencial para los
aristócratas. En la Roma antigua, no había ninguna perspectiva de que apareciese una clase como la que
acabamos de describir.
5.4.1. El Crecimiento y sus Límites. La subida de Augusto al trono fue el principio de una era de
Gobierno relativamente estable, requisito básico para la recuperación económica y la expansión. El nuevo
régimen se hallaba entregado a la causa de la paz civil y la pacificación de los enemigo de Roma. El éxito
de esta política fomentó el desarrollo económico interno y, en la medida que amplió el territorio
controlado por los romanos, agrandó los horizontes económicos del imperio.
El problema de documentar el crecimiento económico y medir su importancia se agudiza de
forma especial en el caso del comercio. Se intenta demostrar la expansión del comercio basándose en: que
la exacción de impuestos monetarios en las provincias por parte del Gobierno romano incrementó en gran
medida el volumen de comercio en el imperio; que los niveles de consumo eran muy superiores en el
período romano, que en el prerromano, al menos en Occidente; que la mayor incidencia de naufragios,
haciendo suponer un mayor tráfico marítimo y por último, se produjo un incremento de la oferta
monetaria, que permitió financiar un aumento del comercio interregional.
Las autoridades jurídicas no se vieron sometidas a grandes presiones por parte del mundo del
comercio, para que rompieran las arraigadas tradiciones del comportamiento económico. Estas
conclusiones son compatibles con la hipótesis de que el intercambio y el comercio, experimentaron un
crecimiento modesto durante el principado.
Los intereses y las necesidades del Gobierno romano eran pocos. Aparte de la guerra y la
diplomacia, su preocupación básica era abastecer y financiar el estamento militar, la burocracia y la corte.
Una vez cumplida la obligación permanente de alimentar a la plebe de la ciudad de Roma, el Gobierno
tenía que gastar dinero en edificios públicos y diversiones para la capital y proporcionar periódicamente
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ayuda material a las comunidades en tiempo de crisis. El impuesto sobre las tierras agrícolas en todas las
provincias, menos en Italia, era el que servía para sufragar la mayor parte de los gastos.
5.4.2. La Tierra. La disposición de la propiedad entre los ricos se representa en tres grandes tipos que se
corresponden aproximadamente con las tres categorías de terratenientes:
a) La pequeña nobleza local tenía más o menos toda su tierra en la región de origen.
b) Los senadores de categoría media y los ecuestres de procedencia municipal tenían uno o más centros
de propiedad, además de sus fincas locales.
c) Los miembros más ricos de la élite romana poseían un complejo de propiedades en Italia y en el
extranjero.
Era posible reunir las condiciones básicas para ser senador acumulando propiedades
sencillamente en el territorio de donde se era oriundo y eso era lo que hacían muchos hombres de
ambición limitada.
Hubo un aumento de los intereses rústicos de exmagnates municipales, siendo consecuencia
natural de su ascensión social y política. Los senadores provinciales adquirían tierras en Italia, en primer
lugar cerca de la capital y a escala pequeña. Se les ordenó que incrementaran sus intereses en Italia hasta
que alcanzasen un tercio de su fortuna, bajándose posteriormente a una cuarta parte.
Egipto fue un caso especial, puesto que se trataba de un dominio privado del emperador, y los
senadores romanos y otros funcionarios de alto rango tenían negado el acceso a él. A los miembros de la
familia imperial y a los colaboradores más cercanos y allegados del emperador, se les otorgaban las rentas
de fincas individuales, pero sin ser los propietarios de la tierra.
5.4.2.1. El Tamaño de las Propiedades. El término latifundio aparece en las fuentes literarias,
precisamente en tiempos de esos hombres, a mediados del Siglo I d.C. Los agrónomos no querían entrar
en definiciones del término, pero se estipuló que con un millón trescientos mil sestercios se podía
comprar un latifundio. Se califican así los ranchos donde se cría el ganado a gran escala, o las grandes
plantaciones de cereales, con los ejemplos de África, Sicilia y partes de Italia. También se usa el término
para referirse a fincas desperdigadas de una sola persona, que juntando todas, forman un latifundio.
Hubo críticas a individuos que tenían en sus manos inmensas extensiones de tierra cultivable,
parte de la cual había permitido que degenerase en pastizales. Existe la suposición que las propiedades de
la mayoría de los hombres libres no se hallaban concentradas en fincas inmensas, sino que eran diversas
propiedades más pequeñas y dispersas.
Las propiedades de los ricos estaban mucho más fragmentadas de lo que se ha imaginado, si se
piensa en términos de unidades de administración de trabajo.
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5.4.3. Administración y Trabajo. En cuestiones de administración y trabajo, la clase propietaria tenía
varias opciones. Una de ellas era el estamento esclavo, donde los esclavos constituían de modo
permanente tanto la fuerza laboral como la administración y se importaba mano de obra temporal, libre o
esclava, en los momentos de máxima actividad, concretamente la cosecha. Si el terrateniente no
administraba la tierra directamente a través de un mayordomo esclavo, entonces arrendaba la tierra.
Un colono podía, en principio supervisar a los trabajadores esclavos, que eran proporcionados
generalmente por el propio terrateniente. Por otro lado, un colono podía explotar el mismo una finca
bastante más pequeña con la ayuda de su familia. Además, de las diferencias obvias en la duración del
contrato de colonato y el nivel de las rentas, había también variaciones en la forma de cobrar estas, que
podía consistir en un pago fijo, o en una proporción acordada de la cosecha.
La esclavitud agrícola estuvo en su apogeo durante los dos últimos siglos de la república, al
menos en el centro y sur de Italia. El colonato se consideraba como una forma aceptable de administrar
las fincas rurales.
Hay que mencionar la teoría de que el cambio de las actitudes económicas entre los
terratenientes produjo una oscilación hacia el colonato en los primeros tiempos del principado. Este
argumento se apoya en la precaria base de dos supuestos: que bajo el principado los terratenientes
mostraron menos interés por sus fincas que durante la república; y que cuanto menos interés sentía un
terrateniente por su finca, más probable era que recurriese al colonato. Pero al menos la tesis plantea
interrogantes que aún no se han considerado acerca de las actitudes de los terratenientes ante sus
inversiones rurales.
5.4.3.1. La Productividad. La comparación entre lo antiguo y lo moderno, que a menudo es implícita, al
menos en la literatura, es especialmente inútil. Tiene un interés intrínseco limitado y no proporciona
información alguna sobre las pautas agrícolas de la Antigüedad. Poco se consigue afirmando la ya obvio,
que los antiguos no obtenían cosechas de gran rendimiento, como por ejemplo el maíz y las patatas, o
para el caso, las variedades mejoradas del trigo de que ahora disponen los agricultores. No se conocían los
métodos modernos para mejorar la tierra, entre los que destacan los fertilizantes químicos y las técnicas
avanzadas de riego, ni tan siquiera maquinaria pesada. Lo que cuenta es la medida en que las necesidades
alimentarias de una sociedad se ven satisfechas por la economía existente, y en particular, por el sistema
agrícola predominante. La eficiencia y productividad de la agricultura antigua deben juzgarse atendiendo
a su capacidad de mantener a las sociedades antiguas a lo largo del tiempo.
En el caso de los rendimientos, hay que decir que había enormes variaciones según las regiones y
terrenos de la cuenca del Mediterráneo. El resultado es que los datos antiguos que se tienen no corroboran
la tesis de que había rendimientos medios bajos en el caso del trigo y de otros cereales. En el caso del
pequeño propietario, no está bien deducir o suponer que tenía un rendimiento.
Se tenía que haber ya llevado a cabo una nueva evaluación de la economía campesina del
período romano, una evaluación que se libre del efecto de la premisa inicial en el sentido de que dicha
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economía funcionaba bajo una debilidad crónica que garantizaba su derrumbamiento, excepto en la
medida en que el agricultor pudiera complementar sus ingresos y sus recursos alimentarios a cuenta de la
finca.
5.4.4. Abastecimiento del Imperio. En la Roma de Augusto, la población rondaba el millón de personas,
de las cuales, los receptores de grano, se cifraba en 250.000 ciudadanos. Estos eran exclusivamente
varones, con derecho a ello a partir de los 10 años de edad. Esto da a entender que había unas 675.000
personas dependientes de este reparto de grano. Una población esclava del 30 por ciento, cifra razonable,
más los extranjeros libres y personas de alta y baja condición que nada tenía que ver con el reparto de
grano, nos da aproximadamente la composición del millón de habitantes. Era una cifra formidable, solo
alcanzada por Londres a finales del Siglo XVIII. Roma pudo crecer tanto y seguir siendo tan grande, solo
porque aprovechó los recursos de todo el imperio.
El Estado no se ocupó de la importación de artículos de consumo, exceptuando el trigo. Se dice
que Septimio Severo añadió raciones de aceite y que Aureliano hizo lo propio con carne de cerdo y vino
barato.
5.5. CULTURA Y RELIGIÓN
5.5.1. La Cultura. A raíz de la victoria de Augusto, las instituciones, los valores y la vida cultural de
Roma, se ajustaron poco a poco a la monarquía.
La consecuencia del imperialismo romano, con todo, no fue tanto la romanización como la forja
de culturas distintivas al fundirse elementos imperiales y locales. De modo parecido, en las provincias
orientales donde ya existía una cultura cívica indígena arraigada y floreciente no se hizo ningún intento de
trastornarla o modificarla. En general la romanización echó raíces profundas y perduró únicamente en los
sitios donde una élite local abrazó con entusiasmo la cultura romana y este espíritu brilló por su total
ausencia en el imperio oriental.
5.5.1.1. Roma. El estoicismo dominó el mundo de las ideas durante gran parte del período. El sistema
ético del estoicismo era lo que atraía a los romanos. La ética estoica había perdido sus rigideces de
antaño, pues había atravesado un período de concesiones y simplificaciones doctrinales. Séneca y
Epicteto consideraban que su tarea era la de ayudar a todas las personas que desearan sinceramente
mejorar desde el punto de vista moral. La meta no era la perfección, sino los progresos.
Los escritores necesitaban patronos. Un emperador interesado en apoyar la literatura era un
patrono que superaba a todos los rivales, y este exigía alabanzas. La literatura latina no tuvo ningún
representante distinguido, entre el primer cuarto del Siglo II y el último del IV. Las actitudes de los
emperadores y el cambio del clima político en general surtieron un efecto negativo en la creatividad
artística en Roma. Pese a ello, la época de Augusto presenció un notable florecimiento de la literatura
latina y hubo pequeños movimientos culminantes en los reinados de Nerón y Domiciano, que nada tenían
de paladines de la libertad.
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Si bien se apagaron los géneros clásicos de la literatura latina, la épica, la elegía, el drama, la
sátira y la historia, floreció la oratoria o retórica. El carácter de la vida pública había cambiado y para
diversos autores este cambio fue una causa fundamental de la decadencia de su oratoria. Los asuntos
políticos importantes ya no se debatían públicamente.
Sin embargo los representantes más brillantes de la oratoria del Siglo II, los sofistas, del
denominado Segundo Sofístico, procedían del Oriente griego. Aplicaban su elocuencia a objetivos
políticos, entre ellos conseguir que los emperadores romanos y sus representantes otorgaran favores y
recompensas a individuos y comunidades. La popularidad de los sofistas refleja la dominación general de
la cultura griega en el Mediterráneo durante el Siglo II y principios del III.
El descenso de la literatura latina, coincide con un período de vitalidad de la literatura griega.
Durante la mayor parte del siglo, la historia de Roma la escribieron griegos, u hombres de habla griega,
en griego.
Las artes visuales tienen como rasgo principal, la creación de un arte oficial del imperio con su
propio mensaje reconocible y su propio repertorio de formas artísticas. Las obras de arte y la arquitectura
servían para reforzar las pretensiones y los propósitos del emperador.
5.5.2. Religión. La religión oficial de Roma era un racimo de creencias que se expresaban por medio de
un complejo sistema de instituciones y rituales. Los romanos aceptaban la idea de que la seguridad y la
prosperidad de sus comunidades dependían de los dioses, cuyos favores se conquistaban mediante el
correcto cumplimiento de toda la serie de prácticas de culto heredadas del pasado. La supervisión de la
religión del Estado se hallaba en manos de las autoridades políticas. Los sacerdocios eran desempeñados
por los mismos hombres que ocupaban cargos políticos.
Los cargos religiosos, al igual que todo lo demás, quedaron bajo el control del emperador. Los
colegios sacerdotales se vieron privados de su influencia en la toma de decisiones políticas y reorientadas
al servicio del emperador.
Entre las cosas que Roma exportó al imperio, la principal fue el culto a los emperadores. Fue la
única intrusión romana en el campo del culto que se toleró en el mundo griego. La aceptación del culto
imperial no supuso el desplazamiento de los cultos a los dioses tradicionales. Este culto imperial atrajo a
Augusto, y posteriormente a sus sucesores, porque podía utilizarse para concentrar la lealtad de la gente
de las provincias en la persona del emperador. El culto es importante por su novedad, su ubicuidad y por
sus funciones en calidad de transmisor de la ideología imperial, foco de la lealtad para los muchos y
mecanismo de progreso social para pocos.
En Oriente prosperó el culto a Zeus, el equivalente griego a Júpiter. El templo de Zeus Olímpico
en Atenas fue terminado bajo la dirección de Adriano, que adoptó el título de Olimpos, como
representante del dios en la tierra.
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En Egipto se hizo mucho daño a los cultos locales, porque se fue despojando a las clases
sacerdotales de su riqueza, su independencia y sus privilegios. En general, los contactos de Roma con las
religiones extranjeras se caracterizaron por la penetración pacífica en vez de por la coacción.
5.5.2.1. La Ascensión de Cristianismo. El cristianismo fue el principal beneficiario de que los defensores
de la religión estatal no consiguieran controlar las innovaciones. Los cristianos provocaban la persecución
al negar los dioses de Roma, lo que les valió la etiqueta de ateos.
Se siguió la política de Trajano de no perseguirles. Cuando lo hicieron fue en contextos locales,
individuales, donde la ley y el orden corrían peligro, debido a la agitación de los adversarios entre los
paganos y con menor frecuencia, entre los judíos.
A pesar de todo, de vez en cuando los cristianos se convertían en el centro de disturbios civiles.
Los dioses expresaban su ira mandando plaga, hambres y otros desastres naturales, más la guerra civil y la
guerra con otras naciones, cuya responsabilidad se atribuía a veces a los cristianos.
Pero el cristianismo ya era un éxito. No consiste en invocar un supuesto debilitamiento de la
estructura del politeísmo que redujera su atractivo y diese más ímpetu al cristianismo, al contrario, en el
nivel de la experiencia religiosa personal, el paganismo daba muestras de una vitalidad considerable,
especialmente a las postrimerías del período que se está estudiando.
5.6. FILOSOFÍA
Los romanos comprendieron pronto que no puede separarse la palabra de la sabiduría, lo que
hace que, si bien no se conservan suficientes textos teóricos anteriores al Siglo I a. C., ciertas ideas
confirman que la filosofía era algo que estaba presente en el sentir y en el obrar de los romanos desde
muy antiguo. El romano, hombre práctico por excelencia, no se preocupó demasiado por las teorías sobre
el origen y constitución del universo, su gran aportación a la filosofía fue, fundamentalmente, a través de
la ética, la moral y la filosofía del comportamiento. Los romanos se interesaron por la filosofía en la
medida en que ésta suponía una guía práctica para la vida. En esta línea se movieron tanto los tres grandes
autores que configuraron lo que constituye el corpus de la filosofía romana (Lucrecio, Cicerón y Séneca),
como otros que han resultado menos influyentes debido a la lamentable pérdida de sus obras. Los
primeros atisbos que se dan en Roma de algo que pueden considerarse filosofía no son sino una serie de
reflexione morales como las Sententiae de Apio Claudio el Ciego o las Sententiae que, con vistas a la
educación de su hijo, escribió Catón el Censor.
No obstante hay que reconocer que Roma experimentó muy pronto la influencia de la filosofía
griega, sobre todo del Pitagorismo que se venía desarrollando en el sur de Italia desde finales del Siglo VI
a. C., y que penetró en Roma hacia finales del Siglo IV. Pero no es sino tras la derrota del rey Perseo de
Macedonia por obra de Paulo Emilio en la batalla de Pidna en el 168 a. C., en la que, entre otras cosas,
éste se apoderó de la biblioteca de Perseo, cuando Roma descubre la grandiosidad de la civilización y
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cultura griega y con ella de la filosofía. Antes, incluso, se había expulsado de Roma a algunos filósofos
griegos por considerarlos elementos subversivos. En el año 155 a. C., los filósofos griegos Carneades,
Diógenes y Critolao, representantes principales de la escuela académica, del estoicismo y de la escuela
peripatética de Atenas, fueron en una embajada a Roma y eso contribuyó a que el mundo romano entrase
de lleno en la filosofía.
5.6.1. Principales Escuelas Filosóficas en Roma
5.6.1.1. Epicureismo. Los epicúreos se planteaban fundamentalmente la búsqueda de la felicidad. No
admitían la intervención de la divinidad en los aconteceres humanos y consideraban como bien supremo
el placer que consistía en la ausencia de dolor y propugnaban una inhibición ante los asuntos
concernientes al Estado, así como una crítica de las tradiciones. Precisamente esa defensa del apoliticismo
fue lo que impidió que el Epicureismo, salvo el caso del poeta Lucrecio, arraigase en Roma.
5.6.1.2. Estoicismo. Esta doctrina filosófica, para la que el Universo está animado por una llama divina, el
"Logos" o Mente, de la que tiene parte todo ser humano, y que cree que la finalidad de la vida, la
felicidad, consiste en la Virtud, es decir, en la conformidad de la acción humana con las leyes de la
naturaleza, que no son más que el orden divinamente impuesto al mundo, y que predica la sociabilidad
natural del hombre, tuvo en Roma muchos adeptos. Hay que destacar dos importantes épocas del
desarrollo del Estoicismo en Roma.
5.6.1.2.1. Época temprana. Es el momento de su llegada a Roma y de su implantación con la ayuda de
influyentes personajes que admiraban profundamente la cultura griega. Como notables autores de esta
doctrina filosófica destacan en la primera época:
a) Panecio de Rodas. (184-110 a. C.), fue amigo y consejero de Escipión Emiliano. No se
conservan obras, sino referencias en otros autores.
b) Posidonio de Apamea. (135-51 a. C.) Fue profesor de grandes personalidades como Varrón,
Cicerón o Pompeyo. Se conoce algo de su filosofía a través de referencias que dan otros autores
como su discípulo Cicerón.
5.6.1.2.2. Época posterior. Culmina el desarrollo de esta doctrina filosófica, si bien pasa por
circunstancias políticas adversas como la expulsión de filósofos de Roma que se llevó a cabo bajo el
reinado del emperador Domiciano. Como autores más sobresalientes de este período se tienen:
a) Lucio Anneo Séneca. (Córdoba 4, Roma 65 d. C.)
b) Epicteto (50-130 d. C.) Desarrolló gran parte de su labor en Roma de donde fue expulsado por el
emperador Domiciano por la opinión del filósofo a su tiranía. Escribió en griego.
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c) Flavio Arriano. Discípulo de Epicteto, recoge sus lecciones e ideas y las publica con el título de
Diatribas.
d) Marco Aurelio. (161-218 d. C.) Con el cambio de los tiempos el estoicismo llegó a resurgir de
nuevo en Roma y uno de sus más eximios cultivadores fue el emperador Marco Aurelio, que
supo compaginar sus ocupaciones políticas y sus campañas militares con sus aficiones
filosóficas cuyo reflejo transmitió a la legislación y a la administración del Imperio. Su obra
Meditaciones, escrita en griego y siguiendo las enseñanzas de Epicteto, puede considerarse como
la última obra de la filosofía estoica en la antigüedad. Recoge en ella los tópicos de la filosofía
estoica, insistiendo en la idea religiosa de la providencia divina que todo lo orienta hacia el bien
del universo y del hombre capaz de valorar el verdadero bien. La gran lección de este emperador
filósofo fue su constante esfuerzo por acomodar su conducta pública y privada a sus
convicciones filosóficas.
5.6.1.3. Eclecticismo. Puede considerarse como una mezcla de las ideas de la filosofía epicúrea y estoica
junto con otras tendencias filosóficas de la época como las ideas de los filósofos cínicos, incorporando a
su modo de vida lo que ven que de cada una de las demás escuelas filosóficas se adapta más al carácter
romano. Los autores más destacados de esta escuela son:
a) Marco Terencio Varrón. (116-27 a. C.).
b) Marco Tulio Cicerón. (106-43 a. C.)
5.6.1.4. Platonismo Medio y Neoplatonismo. En estas escuelas filosóficas se encuentra un intento de
unidad entre la filosofía platónica y aristotélica. Se trata de una postura ecléctica que da también entrada a
las exigencias religiosas de tipo oriental, a elementos pitagóricos, etc. Los principales exponentes son:
a) Apuleyo (127-170 d. C.)
5.7. ARTE
La romana, es la manifestación artística más significativa de la historia del mundo occidental, su
influencia nunca se ha dejado de percibir a lo largo de muchos siglos en toda Europa. Roma compartió
muchas de las ideas básicas de la civilización griega, sin embargo, su principal originalidad radicó en el
pródigo utilitarismo que dieron a las artes, como medio de deleite del pueblo y de solución de problemas
prácticos. Optimizaron la utilidad del arte sin sacrificar la claridad clásica de la forma y pusieron el arte al
servicio del Estado, que se ocupó especialmente de las obras públicas; los emperadores romanos hicieron
de su capital una ciudad de monumentos. La arquitectura es la expresión más importante de esta cultura,
que desarrollará un sensacional programa constructivo y de ingeniería, primero en la ciudad de Roma y
luego extendiéndose por todo el Imperio. Su característica esencial es la racionalidad y funcionalidad, con
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el objetivo de satisfacer las necesidades privadas y públicas. A ello se une su grandiosidad monumental,
majestad y robustez, como expresión del poder y superioridad de Roma frente a los pueblos conquistados
y con el fin de resistir el paso del tiempo y expresar la uniformidad del imperio.
Aunque los romanos tomaron los clásicos órdenes arquitectónicos griegos, los usaron con mayor
libertad combinándolos entre sí en la misma fachada y agregaron dos propios, el toscano y el compuesto.
El orden toscano es una derivación del dórico y sus modificaciones radican en la presencia de basa, una
columna más alta y sin estrías y un capitel con algunas moldaduras, además de un entablamento más
sencillo. El orden compuesto toma del jónico las volutas que sobresalen de las equinas y del corintio la
forma de cestillo del capitel, el fuste es estriado y el friso está muy decorado, dotando al capitel de la
elegancia y riqueza características.
A la arquitectura arquitrabada de los griegos, la romana incorpora de manera constante la
bóveda, siendo la más utilizada, la de medio cañón. También emplean de forma considerable la cúpula,
pilares y pilastras.
Otra importante aportación romana será la amplia difusión del arco de medio punto, que
frecuentemente es encajado entre las columnas y el dintel, estableciendo un sistema constructivo de gran
originalidad que aporta solidez al edificio.
El Templo, de ascendente etrusco y griego, es una de las construcciones más comunes. Se ubica
sobre un alto podio que sólo tiene acceso por el frente anterior. Es de forma rectangular, está rodeado de
columnas adosadas al muro y el tejado es de doble vertiente y de mayor inclinación que el griego. El más
importante es la denominada Maison Carre de Nimes. Una innovación romana es el templo de planta
circular dedicado a Vesta y el Panteón de Agripo. El Panteón de Roma merece una mención especial, en
él se manifiesta una excepcional utilización de la bóveda para cubrir tan amplio espacio.
La Basílica, recinto para la celebración de transacciones de negocio y administración de justicia,
consta de una gran nave central y dos laterales de forma rectangular y con testero semicircular. La
basílica de Ulpia, Julia y la de Constantino, son algunas de las más importantes, sobre cuyas ruinas se
levanta hoy la Iglesia de San Pedro de Roma.
Las termas eran grandes complejos arquitectónicos de esparcimiento y salud pública, donde se
establecían baños de diferentes temperaturas, que serán utilizados como centros de reunión.
Algunos de los edificios más emblemáticos del mundo romano fueron los dedicados a los
espectáculos que solían construirse cerca de la ciudad pero fuera de las murallas. El teatro romano,
heredero del griego, tiene la orquesta y el graderío de forma semicircular. Algunos teatros importantes
fueron el de Pompeyo y el Marcelo. El anfiteatro por excelencia es el Coliseo de Roma. Eran de planta
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elíptica y parecen estar constituidos por dos teatros. Estas edificaciones estaban destinadas para
espectáculos bárbaros y sangrientos como las luchas de gladiadores y combates de fieras.
Los circos estaban inspirados en el hipódromo griego y estaban destinados a carreras de caballos.
La pista era rectangular, divida por un muro y con la cabecera en forma de semicírculo. El más
importante de los circos romanos fue el circo Máximo.
Los monumentos conmemorativos tendrán un especial desarrollo en Roma, debido a los deseos
de los militares de representar sus triunfos, un suceso feliz u honrar a un personaje. Se levantan grandes
columnas, pilares cilíndricos muy altos y robustos, con relieve en torno a su fuste. La columna de Trajano
y la de Marco Aurelio son dos de las más importantes. Sobresalen por su belleza los arcos de triunfos,
copias de las puertas etruscas que se abrían en las murallas de las ciudades. Uno de los arcos de gran
belleza fue el de Tito.
Las ciudades romanas exigieron la construcción de grandes urbanísticas obras para salvar ríos,
abastecer de agua la urbe o facilitar viajes. Por ello, algunas de las obras de arquitectura romana más
interesantes son los puentes, acueductos, calzadas, murallas o foros, una muestra más del espíritu práctico
que caracterizaba al pueblo romano. En España, los mejores puentes romanos que se conservan son los de
Alcántara y Mérida, sin olvidar el impresionante Acueducto de Segovia.
La escultura tuvo en sus comienzos una influencia etrusca y griega, que puede apreciarse sobre
todo en el retrato, género favorito. En la época republicana, se caracteriza por su austeridad y en Imperio,
por la mayor profusión de detalles y la intención de reflejar la dignidad del personaje más que su
individualidad. Tanto en el retrato como en el relieve histórico se muestra el carácter práctico y utilitario
de los romanos, deseosos de conmemorar hazañas y triunfos. Las características más importantes de los
relieves fueron el uso de la perspectiva y la profundidad, y uno de los más importantes, el del Ara Pacis
de Augusto, exalta la paz.
La pintura se desarrolló a través de los frescos que representaban temas mitológicos, históricos y
paisajísticos. En ciertos periodos se empleó el estilo arquitectónico, que imita los elementos
constructivos.
En el ocaso del Imperio romano su espíritu sobrevivió con el paso del tiempo hasta nuestros días.
En cada piedra de los restos arqueológicos que se atesoran en nuestras ciudades actuales se sospecha el
esplendor de la gran civilización romana.
5.8. VESTIMENTA
La mayoría de los romanos usaban túnicas y con las piernas al descubierto y como calzado
usaban sandalias. En lugares fríos, usaban capas y pantalones. Como calzado usaban sandalias. Las
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mujeres romanas usaban un vestido largo llamado un "stola", y las mujeres ricas llevaban joyas y
maquillaje como las mujeres hoy.
Los ciudadanos importantes usaban la toga, esta era una tela larga y ellos se envolvían en ella. La
toga de los Senadores tenía una raya púrpura grande en su toga, así todos sabrían que ellos eran
especiales.
5.9. ALIMENTACIÓN
Los romanos comían muchas cosas que se conocen, como el pan, pollo, pez, y verduras; pero
ellos también comían comidas extrañas como ratoncitos de campo. Comían la mayoría de su comida con
una salsa del pescado llamada "Liquamen" o "Garum".
En casas de los ricos, las personas no se sentaban alrededor una mesa, colocaban camas donde
acostarse y comer. Al final de la comida usaban un cuenco grande llamado un "vomitarium", donde ellos
vomitaban por la gran cantidad de comida que habían ingerido. Se suponía que esto era un gesto muy
cortés.
5.10. ESTRUCTURA MILITAR
Como cuerpo de consumidores, se hallaba dividido, a diferencia de la ciudad de Roma. Había
provincias con contingentes permanentes, ya fuera de legionarios o auxiliares. Esta dispersión impidió
que se creara un sistema integrado para abastecer al ejército. Además de la comida, necesitaban una serie
de materias primas tales como el hierro, la madera, otro materiales de construcción, animales para la
caballería, el transporte, carne y cuero, productos de la industria del vestido, tales como capas, túnicas y
mantas, otros pertrechos y armas, antes de llegar a las raciones alimentarias básicas. Cien mil toneladas de
grano, servirá a modo de cálculo aproximado del consumo de cereales por parte del ejército bajo Augusto,
cifra que ascendería hasta las ciento cincuenta mil toneladas bajo Septimio Severo.
En general, las ciudades del mundo romano podían hacer frente a la escasez de alimentos que
padecían periódicamente, aunque, con una tendencia creciente, se apoyaban en la autoridad y la caridad
imperial. Este problema disminuye una vez que el Gobierno central reconoce que estaba muy interesado
en la supervivencia y el bienestar de las ciudades en general, aunque su interés por ciudades individuales,
era menor. Las ciudades eran fundamentales para desempeñar una serie de obligaciones administrativas
esenciales, y por ello había que proteger se viabilidad económica y su base demográfica.
El flujo que se advertía en el campo debido a que las unidades domésticas de los campesinos
caían, sobrevivían, emigraban y prosperaban, no deben confundirse con el problema de la supervivencia
del campesinado como clase. Si no había supervivencia en la población agrícola, entonces las ciudades
que dependían del campo, colapsarían.
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Los impuestos y tributos eran un fenómeno nuevo en las regiones que integraban el imperio
romano. Lo que ocurría a consecuencia de las conquistas imperiales y de la imposición de censos que
abarcaban todo el imperio, era que los impuestos se recaudaban de forma un poco más eficiente que antes.
Los tipos impositivos son relativamente bajos, pero no era necesario subirlos, los requisitos del Gobierno
eran pocos, porque sus intereses eran limitados.
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