Versículo clave: Juan 16:33
OBJETIVO: Que cada tripulante pueda entender una nueva dimensión de la paz de Dios en medio
de sus tribulaciones y se afiancen en las promesas de nuestro Señor.
INTRODUCCIÓN: El pastor Adrián Rogers creció en Florida, zona de huracanes. Cuando él era
niño aprendió que en el centro del peor huracán, existe un sitio de calma llamado el "ojo" de la
tormenta o el “ojo” del huracán. Cuando la tormenta pasa; en el “ojo” hay una quietud como la de
un pacífico estanque en una noche de verano; donde el desastre de afuera no se compara con la
quietud y el sosiego del centro. En su tormenta hay un centro de paz. Ese centro es el corazón de
Dios. Él está allí. Él es el gran YO SOY en medio de su tormenta. Como alguien bien afirmó: "Dios
da una paz que el mundo no puede quitar." Es una paz sobrenatural.
¿Pero por que muchos creyentes no pueden experimentar esa paz? ¿Por qué muchos cristianos
sucumben ante la primera tormenta que se avecina a su vida? ¿Se ha sentido o se siente
identificado?
DESARROLLO
1) El Señor Jesús comprende el asedio a nuestro alrededor: Cuando alrededor se levanta oposición, bien sea por parte de la familia o incluso de nuestros compañeros de trabajo, no debemos extrañarnos. Aunque se empecinen en admitirlo, hay quienes no comparten los principios y valores del cristiano y causan daño y dolor a su vida.
En su oración en el Getsemaní, horas antes de morir, el Señor Jesús oró al Padre: “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.” (Jn 17:9-11).
El clamor de Jesús estaba enfocado a nosotros, quienes le seguimos. Sabía lo que ocurriría con nosotros, las persecuciones y hostigamiento al que seríamos sometidos. Por esa razón tenemos plena confianza de que en las tribulaciones no estamos solos. Jesucristo, el mismo Hijo de Dios está ahí, presto para ayudarnos.
01
2) ¿Qué papel juega la oposición en nuestra vida cristiana?:
Cada vez que surgen problemas, tales obstáculos nos obligan a sobreponernos para seguir
adelante.
¿Recuerda a los mártires de Uganda? Se trata de una decena de hombres y mujeres, católicos y
protestantes, que fueron asesinados en la década de los noventa por tropas musulmanas, en el
norte de Uganda. ¿Cuál fue su delito? Profesar fe indeclinable en el Señor Jesucristo. No
retrocedieron, no negaron sus convicciones, no se dejaron amilanar por las circunstancias.
El Señor Jesús anticipó que situaciones conflictivas (“…en el mundo tendréis aflicción”) se
desencadenarían contra sus seguidores: "Ahora voy donde tú estás; pero he dicho estas cosas
mientras estoy en el mundo, para que ellos se llenen de la misma perfecta alegría que yo tengo.
Yo les he comunicado tu palabra, pero el mundo los odia porque ellos no son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los protejas del mal."
(Jn 17:13-15 VP).
¿Qué el mundo odia a los cristianos? Eso no es nada nuevo. Y nos referimos a "mundo" como
aquél segmento de la población contrario a la fe cristiana.
¿Recuerda la historia de Robinson Crusoe, el náufrago solitario? La adversidad que encontró en
la isla solitaria, le llevó a sacar la fortaleza profundamente guardada en su ser para salir adelante.
Igual usted y yo como cristianos. Los problemas nos preparan para nuevos retos. Recuerde que
las palabras de Jesús no fueron que nos saque del mundo sino que nos guarde del mal. Cada vez
estaremos mejor preparados y, una vez fortalecidos, encontraremos que las nuevas dificultades
no son gigantes sino enanos a los que es necesario derribar para seguir el ascenso a la cumbre
de la montaña.
APLICACIÓN: La capacidad para vencer la encontramos en el Señor Jesús. No estamos solos.
Jamás lo estaremos. Él está con nosotros. El secreto estriba en luchar, no en nuestras fuerzas sino
en las de Él. "No depende del ejército, ni de la fuerza, sino de mi Espíritu, dice el Señor
todopoderoso." (Zac 4:6 NVI).
No se desanime. No ahora. Cualquiera que sea la circunstancia que atraviese, recuerde siempre
que Dios está de su lado y jamás lo dejará solo...
¿Tiene usted la paz de Dios en su corazón? Crea las promesas de (Leer) Salmos 29:11, Isaías 26:3
y Romanos 5:1.
Si hay alguien que no conoce al Señor y quiere experimentar esta paz sobrenatural que no a
podido encontrar hasta ahora (Jn 14:27), este es el momento de entregarle su corazón al Príncipe
de Paz (Is 9:6)
"Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo
cuerpo; y sed agradecidos." (Col 3:15)
Los Problemas en laVida Cristiana
Versículo clave: Juan 16:33
OBJETIVO: Que cada tripulante pueda entender una nueva dimensión de la paz de Dios en medio
de sus tribulaciones y se afiancen en las promesas de nuestro Señor.
INTRODUCCIÓN: El pastor Adrián Rogers creció en Florida, zona de huracanes. Cuando él era
niño aprendió que en el centro del peor huracán, existe un sitio de calma llamado el "ojo" de la
tormenta o el “ojo” del huracán. Cuando la tormenta pasa; en el “ojo” hay una quietud como la de
un pacífico estanque en una noche de verano; donde el desastre de afuera no se compara con la
quietud y el sosiego del centro. En su tormenta hay un centro de paz. Ese centro es el corazón de
Dios. Él está allí. Él es el gran YO SOY en medio de su tormenta. Como alguien bien afirmó: "Dios
da una paz que el mundo no puede quitar." Es una paz sobrenatural.
¿Pero por que muchos creyentes no pueden experimentar esa paz? ¿Por qué muchos cristianos
sucumben ante la primera tormenta que se avecina a su vida? ¿Se ha sentido o se siente
identificado?
DESARROLLO
1) El Señor Jesús comprende el asedio a nuestro alrededor: Cuando alrededor se levanta oposición, bien sea por parte de la familia o incluso de nuestros compañeros de trabajo, no debemos extrañarnos. Aunque se empecinen en admitirlo, hay quienes no comparten los principios y valores del cristiano y causan daño y dolor a su vida.
En su oración en el Getsemaní, horas antes de morir, el Señor Jesús oró al Padre: “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.” (Jn 17:9-11).
El clamor de Jesús estaba enfocado a nosotros, quienes le seguimos. Sabía lo que ocurriría con nosotros, las persecuciones y hostigamiento al que seríamos sometidos. Por esa razón tenemos plena confianza de que en las tribulaciones no estamos solos. Jesucristo, el mismo Hijo de Dios está ahí, presto para ayudarnos.
2) ¿Qué papel juega la oposición en nuestra vida cristiana?:
Cada vez que surgen problemas, tales obstáculos nos obligan a sobreponernos para seguir
adelante.
¿Recuerda a los mártires de Uganda? Se trata de una decena de hombres y mujeres, católicos y
protestantes, que fueron asesinados en la década de los noventa por tropas musulmanas, en el
norte de Uganda. ¿Cuál fue su delito? Profesar fe indeclinable en el Señor Jesucristo. No
retrocedieron, no negaron sus convicciones, no se dejaron amilanar por las circunstancias.
El Señor Jesús anticipó que situaciones conflictivas (“…en el mundo tendréis aflicción”) se
desencadenarían contra sus seguidores: "Ahora voy donde tú estás; pero he dicho estas cosas
mientras estoy en el mundo, para que ellos se llenen de la misma perfecta alegría que yo tengo.
Yo les he comunicado tu palabra, pero el mundo los odia porque ellos no son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los protejas del mal."
(Jn 17:13-15 VP).
¿Qué el mundo odia a los cristianos? Eso no es nada nuevo. Y nos referimos a "mundo" como
aquél segmento de la población contrario a la fe cristiana.
¿Recuerda la historia de Robinson Crusoe, el náufrago solitario? La adversidad que encontró en
la isla solitaria, le llevó a sacar la fortaleza profundamente guardada en su ser para salir adelante.
Igual usted y yo como cristianos. Los problemas nos preparan para nuevos retos. Recuerde que
las palabras de Jesús no fueron que nos saque del mundo sino que nos guarde del mal. Cada vez
estaremos mejor preparados y, una vez fortalecidos, encontraremos que las nuevas dificultades
no son gigantes sino enanos a los que es necesario derribar para seguir el ascenso a la cumbre
de la montaña.
APLICACIÓN: La capacidad para vencer la encontramos en el Señor Jesús. No estamos solos.
Jamás lo estaremos. Él está con nosotros. El secreto estriba en luchar, no en nuestras fuerzas sino
en las de Él. "No depende del ejército, ni de la fuerza, sino de mi Espíritu, dice el Señor
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todopoderoso." (Zac 4:6 NVI).
No se desanime. No ahora. Cualquiera que sea la circunstancia que atraviese, recuerde siempre
que Dios está de su lado y jamás lo dejará solo...
¿Tiene usted la paz de Dios en su corazón? Crea las promesas de (Leer) Salmos 29:11, Isaías 26:3
y Romanos 5:1.
Si hay alguien que no conoce al Señor y quiere experimentar esta paz sobrenatural que no a
podido encontrar hasta ahora (Jn 14:27), este es el momento de entregarle su corazón al Príncipe
de Paz (Is 9:6)
"Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo
cuerpo; y sed agradecidos." (Col 3:15)
Los Problemas en laVida Cristiana
Versículo clave: Juan 16:33
OBJETIVO: Que cada tripulante pueda entender una nueva dimensión de la paz de Dios en medio
de sus tribulaciones y se afiancen en las promesas de nuestro Señor.
INTRODUCCIÓN: El pastor Adrián Rogers creció en Florida, zona de huracanes. Cuando él era
niño aprendió que en el centro del peor huracán, existe un sitio de calma llamado el "ojo" de la
tormenta o el “ojo” del huracán. Cuando la tormenta pasa; en el “ojo” hay una quietud como la de
un pacífico estanque en una noche de verano; donde el desastre de afuera no se compara con la
quietud y el sosiego del centro. En su tormenta hay un centro de paz. Ese centro es el corazón de
Dios. Él está allí. Él es el gran YO SOY en medio de su tormenta. Como alguien bien afirmó: "Dios
da una paz que el mundo no puede quitar." Es una paz sobrenatural.
¿Pero por que muchos creyentes no pueden experimentar esa paz? ¿Por qué muchos cristianos
sucumben ante la primera tormenta que se avecina a su vida? ¿Se ha sentido o se siente
identificado?
DESARROLLO
1) El Señor Jesús comprende el asedio a nuestro alrededor: Cuando alrededor se levanta oposición, bien sea por parte de la familia o incluso de nuestros compañeros de trabajo, no debemos extrañarnos. Aunque se empecinen en admitirlo, hay quienes no comparten los principios y valores del cristiano y causan daño y dolor a su vida.
En su oración en el Getsemaní, horas antes de morir, el Señor Jesús oró al Padre: “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.” (Jn 17:9-11).
El clamor de Jesús estaba enfocado a nosotros, quienes le seguimos. Sabía lo que ocurriría con nosotros, las persecuciones y hostigamiento al que seríamos sometidos. Por esa razón tenemos plena confianza de que en las tribulaciones no estamos solos. Jesucristo, el mismo Hijo de Dios está ahí, presto para ayudarnos.
2) ¿Qué papel juega la oposición en nuestra vida cristiana?:
Cada vez que surgen problemas, tales obstáculos nos obligan a sobreponernos para seguir
adelante.
¿Recuerda a los mártires de Uganda? Se trata de una decena de hombres y mujeres, católicos y
protestantes, que fueron asesinados en la década de los noventa por tropas musulmanas, en el
norte de Uganda. ¿Cuál fue su delito? Profesar fe indeclinable en el Señor Jesucristo. No
retrocedieron, no negaron sus convicciones, no se dejaron amilanar por las circunstancias.
El Señor Jesús anticipó que situaciones conflictivas (“…en el mundo tendréis aflicción”) se
desencadenarían contra sus seguidores: "Ahora voy donde tú estás; pero he dicho estas cosas
mientras estoy en el mundo, para que ellos se llenen de la misma perfecta alegría que yo tengo.
Yo les he comunicado tu palabra, pero el mundo los odia porque ellos no son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los protejas del mal."
(Jn 17:13-15 VP).
¿Qué el mundo odia a los cristianos? Eso no es nada nuevo. Y nos referimos a "mundo" como
aquél segmento de la población contrario a la fe cristiana.
¿Recuerda la historia de Robinson Crusoe, el náufrago solitario? La adversidad que encontró en
la isla solitaria, le llevó a sacar la fortaleza profundamente guardada en su ser para salir adelante.
Igual usted y yo como cristianos. Los problemas nos preparan para nuevos retos. Recuerde que
las palabras de Jesús no fueron que nos saque del mundo sino que nos guarde del mal. Cada vez
estaremos mejor preparados y, una vez fortalecidos, encontraremos que las nuevas dificultades
no son gigantes sino enanos a los que es necesario derribar para seguir el ascenso a la cumbre
de la montaña.
APLICACIÓN: La capacidad para vencer la encontramos en el Señor Jesús. No estamos solos.
Jamás lo estaremos. Él está con nosotros. El secreto estriba en luchar, no en nuestras fuerzas sino
en las de Él. "No depende del ejército, ni de la fuerza, sino de mi Espíritu, dice el Señor
todopoderoso." (Zac 4:6 NVI).
No se desanime. No ahora. Cualquiera que sea la circunstancia que atraviese, recuerde siempre
que Dios está de su lado y jamás lo dejará solo...
¿Tiene usted la paz de Dios en su corazón? Crea las promesas de (Leer) Salmos 29:11, Isaías 26:3
y Romanos 5:1.
Si hay alguien que no conoce al Señor y quiere experimentar esta paz sobrenatural que no a
podido encontrar hasta ahora (Jn 14:27), este es el momento de entregarle su corazón al Príncipe
de Paz (Is 9:6)
"Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo
cuerpo; y sed agradecidos." (Col 3:15)
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Los Problemas en laVida Cristiana
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