INDICE
Pág.INTRODUCCION
La Gran depresión 5
Evolución de la gran depresión 6
Causas de la gran depresión 7
Efectos de la deuda 8
Disminución del comercio exterior 10
El sector bancario 12
Explicación monetarista 13
Explicación keynesiana 15
Teoría austríaca 16
Efectos en los Estados Unidos 18
Primeras medidas 18
El nuevo acuerdo (New Deal) 18
Los primeros cambios realizados por la administración Roosevelt fueron 19
La recesión de 1937 20
Efectos en Europa Central 22
ANEXOS 24
CONCLUSION 26
Bibliografía 29
2
INTRODUCCION
La crisis del 1929 es una de las más importantes en la historia económica,
quizá no tanto por su magnitud, sino por todas las implicancias y
consecuencias que trajo consigo. Luego de la crisis, la teoría económica
sufrió un gran cambio al intentar buscar no sólo sus causas, sino como poder
prevenir este tipo de situaciones. Si bien la crisis se desata en Octubre de
1929, sus orígenes pueden ubicarse a principios de la década del 20.
En los años 20, los norteamericanos invirtieron en empresas alemanas
más de mil millones de dólares. En casi toda Europa renació la vida, de los
negocios, aumentó la prosperidad y se hicieron fortunas: fueron los años
locos", en los que Europa vivió con despreocupación.
Una observación detenida hubiera descubierto algunos motivos de inquietud.
Las tensiones políticas subsistían: en 1923, Francia ocupó el Ruhr para
exigir que Alemania pagase las reparaciones de guerra.
En este país y en Italia, nazismo y fascismo causaban cada día mayor
preocupación por su nacionalismo beligerante. En 1923, Miguel Primo de
Rivera instauró en España una dictadura militar, y en 1926 los militares
dieron un golpe de Estado en Portugal. En el Próximo Oriente y en el resto
de Asia, los pueblos colonizados trataban de liberarse de la tutela europea.
La depresión tuvo efectos devastadores en casi todos los países, ricos y
pobres. La renta nacional, los ingresos fiscales, los beneficios y los precios
cayeron, y el comercio internacional descendió entre un 50 y un 66%. El
desempleo en los Estados Unidos aumentó al 25%, y en algunos países
alcanzó el 33%. Ciudades de todo el mundo se vieron gravemente afectadas,
especialmente las que dependían de la industria pesada, y la construcción se
detuvo prácticamente en muchas áreas. La agricultura y las zonas rurales
3
sufrieron la caída de los precios de las cosechas que alcanzó
aproximadamente un 60%. Ante la caída de la demanda, las zonas
dependientes de las industrias del sector primario, con pocas fuentes
alternativas de empleo, fueron las más perjudicadas.
En resumen, la Gran Depresión constituyó un terrible shock económico que
marcó una antes y un después en la historia del mundo. Afortunadamente
algunas de sus lecciones, al igual que las de la Primera Guerra Mundial,
fueron bien tenidas en cuenta después de la Segunda, al fin de cuya
inmediata posguerra se inició un período de características económicas muy
distintas: la “Edad de oro” del crecimiento y de la cooperación e integración
económicas internacionales.
La Gran depresión
4
La Gran Depresión fue una profunda recesión económica mundial que
empezó a principios de 1929 y terminó en diferentes momentos de los años
30 o principios de los 40, según el país. Fue la mayor y más importante
depresión económica de la historia moderna, y se utiliza en el siglo 21 como
punto de referencia sobre lo que podría ser una futura caída de la economía
mundial. La Gran Depresión se originó en los Estados Unidos. La mayoría de
los historiadores suelen usar como fecha de inicio el crash bursátil del 29 de
Octubre de 1929, conocido como "Martes Negro". El fin de la depresión en
los Estados Unidos se asocia con la aparición de la economía de guerra
durante la Segunda Guerra Mundial, que empezó a funcionar en 1939.
La Gran Depresión tuvo efectos devastadores tanto en los países
desarrollados como en desarrollo. El comercio internacional se vio
profundamente afectado, al igual que los ingresos personales, los ingresos
fiscales, los precios y los beneficios empresariales. Ciudades de todo el
mundo resultaron gravemente afectadas, especialmente las que dependían
de la industria pesada. La construcción prácticamente se detuvo en muchos
países. La agricultura y las zonas rurales sufrieron cuando los precios
cayeron entre un 40 y un 60 por ciento. Frente a la caída de la demanda, con
pocas fuentes alternativas de puestos de trabajo, fueron las áreas
dependientes del sector primario (industrias como la agricultura, la minería y
la tala de árboles) las que más sufrieron.
Incluso poco después del crash de Wall Street de 1929, el optimismo
persistía. John D. Rockefeller dijo que "estos son días en que muchos se ven
desalentados. En los 93 años de mi vida, las depresiones han ido y venido.
La prosperidad siempre ha vuelto otra vez."
La Gran Depresión terminó en momentos diferentes según el país. La
mayoría de los países establecieron programas de ayuda y sufrieron algún
tipo de agitación política, impulsándolos hacia extremismos de izquierda o
5
derecha. En algunos países, los ciudadanos desesperados se sintieron
atraídos por nacionalistas demagogos (como Adolf Hitler), preparando el
escenario para la Segunda Guerra Mundial en 1939.
Evolución de la gran depresión
La Gran Depresión no fue un colapso total repentino. Tras el crash bursátil
de 1929, el mercado de valores volvió a subir a principios de 1930, para
volver en Abril a niveles de 1929, aunque casi un 30 por ciento más bajo que
durante el pico de Septiembre de 1929. El gobierno y las empresas perdieron
más en el primer semestre de 1930 que en el periodo correspondiente del
año anterior. Los consumidores, muchos de los cuales habían sufrido graves
pérdidas en el mercado de valores, redujeron sus gastos en un diez por
ciento, con el agravante de que una fuerte sequía asoló el corazón agrícola
de los Estados Unidos en el verano de 1930.
A principios de los años 30, los créditos eran amplios y estaban
disponibles a tasas bajas, pero la gente se mostraba renuente a añadir una
nueva deuda por préstamos. En Mayo de 1930, las ventas de automóviles
cayeron por debajo de los niveles de 1928. Los precios, en general,
comenzaron a disminuir, pero los salarios se mantuvieron estables en 1930,
aunque luego también comenzaron a disminuir en 1931.
Las condiciones eran peores en las zonas agrícolas, donde los precios de
los productos se hundieron; y también en la minería y la tala de árboles,
donde el desempleo era alto. El declive de la economía norteamericana fue
el factor que hizo caer a la mayoría de los países al principio; y luego cada
país reaccionó mejor o peor, según su fortaleza o debilidad interna.
Los intentos infructuosos de apuntalar las economías de las naciones a
través de políticas proteccionistas (como las de los años 30 en Estados
Unidos, con la Ley Arancelaria Smoot-Hawley y las represalias de aranceles
6
de otros países), agravaron el colapso en el comercio mundial. A finales de
1930, se produjo un descenso constante en Wall Street que tocó fondo en
Marzo de 1933.
Causas de la gran depresión
Hay múltiples causas para la primera recesión en 1929, incluyendo las
debilidades estructurales y acontecimientos concretos que la convirtieron en
una depresión mayor y la propagaron de un país a otro. En relación con la
recesión de 1929, los historiadores hacen hincapié en los factores
estructurales, como las masivas quiebras bancarias y el crash bursátil,
mientras que los economistas (como Peter Temin y Barry Eichengreen)
apuntan a la decisión de Gran Bretaña de regresar al patrón oro en las
paridades anteriores a la Primera Guerra Mundial (US$4,86:£1).
Los ciclos de recesión se consideran algo normal en el mundo económico,
pero los economistas no se ponen de acuerdo sobre las causas exactas que
convierten una recesión en una gran depresión. La búsqueda de las causas
está estrechamente vinculada a la cuestión de cómo evitar una futura
depresión, por lo que los puntos de vista políticos se mezclan con los
académicos en el análisis de los acontecimientos históricos de hace ocho
décadas. La cuestión más debatida es si se trató de un gran fracaso por
parte de los mercados libres, o por parte de los gobiernos al intentar reducir
las quiebras bancarias generalizadas, con el pánico resultante y la reducción
en el suministro de dinero. Quienes conceden a los gobiernos un papel muy
importante en la economía culpan del fracaso a los mercados libres, mientras
que los defensores del libre mercado culpan a los gobiernos de agravar los
problemas.
Las teorías sobre las causas se pueden clasificar bajo tres puntos de vista:
7
* Teorías económicas clásicas ortodoxas: monetarista, teoría austríaca y
teoría neoclásica. Estas teorías se enfocan en los efectos macroeconómicos
del suministro de dinero y del oro que respaldaba a muchas monedas antes
de la Gran Depresión.
* Teorías estructurales, como la keynesiana o la institucional, que apuntan
al bajo consumo junto con sobreinversión (burbuja económica), actos ilícitos
por parte de los banqueros y empresarios, e incompetencia de los
funcionarios del Gobierno. El único punto de consenso es que había una
gran falta de confianza. Lamentablemente, una vez que el pánico y la
deflación se instalaron, muchas personas creían que podían ganar más
dinero manteniéndose fuera de los mercados que invirtiendo, al ver que los
precios caían cada vez más y se podían comprar más mercancías con la
misma cantidad de dinero.
* Teoría marxista, que pone de relieve las contradicciones dentro del
propio capital. En el marxismo, el capital se considera como una relación
social que implica la apropiación de los excedentes de valor. Explica las
depresiones como una dinámica de acumulación intrínsecamente
desequilibrada que resulta en un exceso de acumulación de capital. Esta
sobreacumulación culmina en crisis periódicas de devaluación del capital.
Por tanto, la teoría marxista pone el énfasis en la esfera de la producción,
aunque la crisis económica puede ser agravada por problemas de exceso de
producción y consumo insuficiente de las masas.
Efectos de la deuda
La deuda se considera una de las causas de la Gran Depresión, en
particular en los Estados Unidos. Algunos macroeconomistas como Ben
Bernanke, el actual presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos,
han reavivado el punto de vista que centra las causas de la Gran Depresión
8
en la deuda-deflación. Esta teoría fue elaborada originalmente por Arthur
Cecil Pigou e Irving Fisher.
En la década de los 20, los consumidores y las empresas utilizaban
créditos baratos para comprar bienes de consumo como automóviles y
muebles. Los empresarios, a su vez, invertían más capital para aumentar la
producción. Este crecimiento era sólido a corto plazo, pero se basaba en la
deuda comercial de los consumidores. Las personas y las empresas que
estaban profundamente endeudadas empezaron a tener problemas cuando
se produjo una deflación de precios y la demanda de productos disminuyó.
Muchos redujeron drásticamente los gastos corrientes para mantener sus
pagos durante un tiempo, reduciéndose así aún más la demanda de nuevos
productos. Las empresas comenzaron a que brar cuando la demanda de la
construcción y de los productos de las fábricas cayó en picado.
Esta situación produjo despidos masivos, por lo que en Estados Unidos la
tasa de desempleo alcanzó el 25% en 1933. Los bancos que habían
financiado la deuda comenzaron a tener problemas de morosidad, y al cundir
el pánico los depositantes empezaron a retirar sus depósitos en masa
provocando múltiples quiebras bancarias. Las garantías del gobierno y las
regulaciones bancarias de la Reserva Federal para prevenir el pánico fueron
ineficaces. Las quiebras bancarias provocaron la pérdida de millardos de
dólares en activos. Las deudas pendientes de pago se convirtieron en
enormes, porque los precios y los ingresos disminuyeron en un 20-50%, pero
las deudas se mantuvieron en el mismo monto en dólares. Tras el pánico de
1929, y durante los primeros diez meses de 1930, quebraron 744 bancos de
Estados Unidos. En total, 9000 quiebras bancarias durante la década de los
30. Para 1933, los depositantes habían perdido 140 millardos de dólares en
depósitos.
9
Las quiebras bancarias produjeron una bola de nieve cuando los
banqueros desesperados pidieron los préstamos que los prestatarios no
tenían tiempo o dinero para pagar. Al no verse posibilidades de beneficio, la
inversión de capital y la construcción se hicieron más lentas o cesaron
completamente. Ante los préstamos incobrables y el empeoramiento de las
perspectivas de futuro, los bancos supervivientes se hicieron aún más
conservadores en sus préstamos. Los bancos acumulaban reservas de
capital y concedían menos préstamos, lo que intensificó la presión
deflacionista. Se desarrolló un círculo vicioso y la espiral descendente se
aceleró. Este tipo de proceso de auto-agravación pudo haber sido el
responsable de convertir la recesión de 1930 en una gran depresión.
Disminución del comercio exterior
Muchos economistas han argumentado que la fuerte caída en el comercio
internacional después de 1930 contribuyó a empeorar la depresión,
especialmente para los países que dependían de manera significativa del
comercio exterior. La mayoría de los historiadores y economistas culpan a la
Ley Arancelaria Smoot-Hawley (promulgada el 17 de junio de 1930) de un
empeoramiento de la depresión, al reducir el comercio internacional y
provocar represalias arancelarias en otros países. El comercio exterior era
una pequeña parte del total de la actividad económica en los Estados
Unidos, y estaba concentrado en unos pocos negocios como la agricultura,
pero era un factor mucho más grande en muchos otros países. El tipo
promedioad valorem de los aranceles sobre las importaciones en el periodo
1921-1925 era del 25.9%, pero en virtud de la nueva ley arancelaria saltó al
50% en el periodo 1931-1935.
En términos de dólares, las exportaciones se redujeron desde alrededor
de 5,2 millardos en 1929 a sólo 1,7 millardos en 1933. Pero los precios
también cayeron, por lo que el volumen físico de las exportaciones disminuyó
10
a la mitad. Los productos más afectados fueron los agrícolas básicos como el
trigo, algodón, tabaco y madera.
Según esta teoría, la caída de las exportaciones agrícolas provocó que
muchos agricultores americanos no pudieran pagar sus préstamos,
conduciendo a insolvencias bancarias en los pequeños bancos rurales, que
fue lo que caracterizó los primeros años de la Gran Depresión.
Ley arancelaria smoot-hawley
La Ley Arancelaria Smoot-Hawley estableció aranceles en Estados Unidos
en más de 20000 productos importados a niveles récord. Los economistas
firmaron una petición en contra de esta legislación, y, después de haber sido
aprobada, muchos países tomaron represalias con sus propios aumentos de
aranceles sobre las mercancías americanas, por lo que las exportaciones e
importaciones bajaron a más de la mitad.
Se ha argumentado que esta ley fue un intento del Partido Republicano
para hacer frente al problema de exceso de capacidad que afectó a la
economía de los Estados Unidos en los años 10 y 20, que era resultado de
un rendimiento muy alto, una producción masiva de flujo continuo y, en la
agricultura, una amplia mejora de la eficiencia debida a la utilización de
tractores agrícolas. Aunque la capacidad nominal había aumentado
enormemente, no sucedía lo mismo con la producción real, los ingresos y los
gastos.
Las represalias comenzaron mucho antes de que el proyecto de ley fuera
aprobado. En mayo de 1930, Canadá impuso de forma preventiva nuevas
tarifas sobre 16 de los productos que, en conjunto, representaban alrededor
del 30% de las exportaciones de EE.UU. a Canadá. Más tarde, Canadá forjó
vínculos económicos más estrechos con la Commonwealth británica. Francia
y Gran Bretaña protestaron y desarrollaron nuevas vías de comercio.
11
Alemania desarrolló un sistema de autarquía. Las importaciones se
hundieron un 66%, mientras que las exportaciones cayeron un 61%.
El sector bancario
Los historiadores económicos (especialmente Friedman y Schwartz)
hacen hincapié en la importancia de las numerosas quiebras bancarias. Las
quiebras fueron en su mayoría en las zonas rurales de América. Las
debilidades estructurales en la economía rural hizo a los bancos locales muy
vulnerables.
Los agricultores, ya profundamente endeudados, vieron caer en picado los
precios agrícolas a finales de los años 20, y los tipos de interés reales sobre
los préstamos se dispararon; sus tierras ya estaban demasiado hipotecadas
(como consecuencia de la burbuja de 1919 en los precios de la tierra), y los
precios de los cultivos eran demasiado bajos para permitirles pagar la deuda.
Los bancos pequeños, especialmente vinculados a la economía agrícola,
estuvieron en constante crisis en la década de los 20, con muchos clientes
morosos debido a la repentina subida de los tipos de interés reales. Hubo un
flujo constante de quiebras entre los bancos más pequeños a lo largo del
decenio.
Los bancos de ciudad también sufrieron la debilidad estructural, que les
hizo vulnerables a un crash. Algunos de los bancos más grandes del país no
mantuvieron suficientes reservas e invirtieron demasiado en el mercado de
valores o hicieron préstamos de riesgo. Los préstamos del Banco de Nueva
York a Alemania y América Latina fueron especialmente arriesgados. En
otras palabras, el sistema bancario no estaba bien preparado para absorber
el shock de una importante recesión. Los economistas han argumentado que
una trampa de liquidez pudo haber contribuido a las quiebras bancarias.
12
Los economistas e historiadores debaten sobre cuánta responsabilidad de
la Gran Depresión se le puede asignar al crash bursátil de Wall Street en
1929. El momento fue exacto, y la magnitud de la conmoción fue alta debido
a las expectativas de prosperidad futura. La mayoría de los analistas creen
que el mercado en 1928-29 fue una "burbuja" con precios muy superiores a
los justificados por los fundamentales. Los economistas coinciden en que, de
alguna manera, el crash tuvo influencia, pero no se ha estimado cuánta.
Milton Friedman llegó a la siguiente conclusión: "no tengo ni la menor duda
de que el colapso del mercado de valores en 1929 desempeñó un papel
importante en la primera recesión".
El debate tiene tres partes: un grupo dice que el crash causó la depresión
al disminuir de manera drástica las expectativas sobre el futuro y eliminar
grandes sumas de capital de inversión; un segundo grupo dice que la
economía ya iba hacia abajo desde el verano de 1929 y que el crash sólo lo
ratificó; el tercer grupo dice que, en cualquiera de los casos, el crash no
podría haber causado más que una simple recesión.
Hubo una breve recuperación en el mercado en Abril de 1930, pero los
precios empezaron a caer de nuevo de manera constante a partir de ese
momento, sin alcanzar un suelo final hasta Julio de 1932. Esta fue la
disminución más grande a largo plazo de la Bolsa en Estados Unidos. Para
pasar de una recesión en 1930 a una profunda depresión en 1931-32, había
otros factores totalmente diferentes que debían entrar en juego.
Explicación monetarista
Los monetaristas, entre ellos Milton Friedman y el actual presidente de la
Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, sostienen que la Gran
Depresión fue causada por la contracción monetaria, consecuencia de las
malas políticas de la Reserva Federal y la continua crisis en el sistema
bancario. Bajo este punto de vista, la Reserva Federal, al no actuar, permitió
13
que la liquidez se redujera en un tercio desde 1929 a 1933. Friedman
argumentó que el giro a la baja de la economía, que comenzó con el crash
bursátil de 1929, hubiera sido simplemente otra recesión más de no darse
estos condicionantes. El problema fue que algunos bancos grandes y
públicos fueron a la quiebra, en particular el Banco de Nueva York, lo que
produjo un pánico generalizado que se extendió a los bancos locales,
mientras la Reserva Federal se quedaba de brazos cruzados. Friedman
afirmaba que, si la Reserva Federal hubiera proporcionado préstamos de
emergencia a estos bancos, o simplemente hubiera comprado bonos
estatales en el mercado abierto, para proporcionar liquidez y aumentar la
cantidad de dinero, después de que cayeran bancos importantes, el resto de
los bancos no habrían caído, y la liquidez no habría disminuido tan rápido
como lo hizo. Con mucho menos dinero para todo, los empresarios no
podían obtener nuevos préstamos y ni siquiera podían obtener la renovación
de préstamos antiguos, obligando a muchos a dejar de invertir. Esta
interpretación culpa a la Reserva Federal por inacción, especialmente en la
sucursal de Nueva York.
Una de las razones por las que la Reserva Federal no actuó para limitar la
disminución de liquidez fue el Reglamento. En ese momento, el importe de
crédito que la Reserva Federal podía manejar se encontraba limitado por las
leyes, que requerían el respaldo parcial en oro de ese crédito. A finales de
los años 20, la Reserva Federal había llegado casi al límite permisible de
crédito que podía ser respaldado por el oro en su poder. Ya que una
"promesa de oro" no es tan buena como el "oro en mano", cuando se produjo
el pánico bancario una porción de los billetes fueron canjeados por oro de la
Reserva Federal. Dado que la Reserva Federal había llegado a su límite de
crédito permitido, cualquier reducción de oro en sus reservas debía ir
acompañada de una mayor reducción en el crédito. Varios años, durante la
14
Gran Depresión, la propiedad privada de oro fue declarada ilegal,
reduciéndose así la presión sobre el oro de la Reserva Federal.
Explicación keynesiana
El economista británico John Maynard Keynes argumentó en 1936 que
había muchas razones por las que los mecanismos de auto-corrección que la
mayoría apoyaba durante una recesión podían no funcionar en la práctica.
En su "Teoría General del Empleo, Interés y Dinero", Keynes introdujo
conceptos que estaban destinados a explicar la Gran Depresión.
Un argumento a favor de una política no intervencionista durante una
recesión era que, si el consumo se reducía, a continuación caerían los tipos
de interés. Según los economistas clásicos, la reducción de los tipos de
interés llevaría a un aumento del gasto en inversión, y la demanda se
mantendría constante. Sin embargo, Keynes afirmaba que había buenas
razones por las cuales la inversión no necesariamente debía aumentar de
forma automática como respuesta a una caída en los tipos de interés. Las
empresas hacen sus inversiones sobre expectativas de beneficio. Por tanto,
si se preveía una caída en el consumo a largo plazo, las empresas de
análisis de tendencias bajarían las expectativas de ventas futuras, de tal
manera que no querrían invertir en el aumento de la producción futura,
incluso si los tipos de interés más bajos hacían el capital más barato.
En ese caso, según los keynesianos y contrariamente a la ley de Say, la
economía podía verse abocada a una depresión general. Esta dinámica de
auto-refuerzo es lo que ocurrió en un grado extremo durante la Depresión,
donde las quiebras eran comunes, y la inversión, que requiere un cierto
grado de optimismo, era muy poco probable.
En opinión de Keynes, ya que no se puede contar con el sector privado
para crear demanda durante una recesión, el gobierno tiene la
15
responsabilidad de crear esa demanda durante ese período, incluso si tiene
que entrar en déficit. Las ideas de Keynes fueron revolucionarias en su
momento, y su labor fue muy influyente. La opinión keynesiana de la
economía y la causa de la Gran Depresión fueron aceptadas ampliamente
hasta la década de los 70, cuando el desempleo y una elevada inflación
condujeron a una transición a otras teorías económicas.
Teoría austríaca
La Escuela Austríaca de Economía también aportó su explicación a las
posibles causas de la Gran Depresión. Los teóricos de la "Escuela Austriaca"
que escribieron acerca de la Depresión incluyen al economista austriaco
Friedrich Hayek y al economista Murray Rothbard, autor del libro "La Gran
Depresión de América"(1963). En su opinión, la principal causa de la Gran
Depresión fue la expansión de la oferta de dinero en los años 20, que
condujo a un impulso del crédito insostenible. En su opinión, la Reserva
Federal, que fue creada en 1913, tuvo gran parte de la culpa. Hayek, que
escribió un informe para el Instituto Austriaco de Investigación Económica en
Febrero de 1929, predijo la recesión económica, afirmando: "el boom
colapsará en los próximos meses".
Ludwig von Mises también esperaba esta catástrofe financiera, y afirmaba
que "viene un gran crash, y no quiero mi nombre en modo alguno
relacionado con él", cuando rechazó un puesto importante en el Banco
Kreditanstalt a principios de 1929.
Una de las razones de la inflación monetaria era ayudar a Gran Bretaña,
que, en la década de 1920, estaba luchando con sus planes para volver al
patrón oro a la paridad de pre-guerra (I Guerra Mundial). Volver al patrón oro
a esta tasa significaba que la economía británica se enfrentaba a la presión
deflacionista. De acuerdo con Rothbard, la falta de flexibilidad de los precios
en Gran Bretaña provocó que el desempleo se disparara, y solicitaran ayuda
16
al gobierno americano. Los Estados Unidos estaban recibiendo una entrada
neta de oro, y la inflacionaron a fin de ayudar a Gran Bretaña para que
volviera al patrón oro. Montagu Norman, jefe del Banco de Inglaterra, tenía
una buena relación con Benjamin Strong, el jefe de facto de la Reserva
Federal. Norman presionó a los jefes de los bancos centrales de Francia y
Alemania para que también inflacionaran, pero a diferencia de Strong, se
negaron. Rothbard dice que la inflación americana tenía por objeto permitir
que Gran Bretaña inflacionara también, ya que, en virtud del patrón oro, Gran
Bretaña no podía inflacionar por su propia cuenta.
Para la Escuela Austríaca, fue esta inflación monetaria la que llevó a un
boom insostenible en los precios de los activos (acciones y bonos) y bienes
de capital. Cuando la Fed reaccionó, en 1928, ya era demasiado tarde y, en
opinión de los teóricos austríacos, era inevitable la Gran Depresión.
La injerencia artificial en la economía fue un desastre antes de la
Depresión, y los esfuerzos del gobierno para apuntalar el sistema tras el
crash de 1929 sólo empeoró las cosas. Según Rothbard, la intervención del
gobierno retrasó el ajuste del mercado e hizo el camino más difícil hacia una
completa recuperación.
Además, Rothbard critica la afirmación de Milton Friedman de que el
banco central fracasó en su objetivo de inflacionar. Rothbard asegura que la
Reserva Federal compró 1,1 millardos de dólares en valores
gubernamentales desde Febrero a Julio de 1932, ascendiendo el total a 1.8
millardos de dólares. Las reservas totales de los bancos aumentaron en sólo
212 millones de dólares, pero Rothbard sostiene que esto se debía a que la
población de América perdió la fe en el sistema bancario y comenzó a
acaparar más dinero en efectivo, un factor que escapaba del control del
Banco Central. El potencial de quiebra en los bancos provocó que los
banqueros locales fueran más conservadores en dar préstamos de sus
17
reservas, y esto, según Rothbard, fue la causa de que la Reserva Federal no
pudiera inflacionar.
Efectos en los Estados Unidos
Primeras medidas
El Secretario del Tesoro, Andrew Mellon, aconsejó al Presidente Hoover
que un tratamiento de choque sería la mejor respuesta: "Liquidar los
sindicatos, las Bolsas, la agricultura, los bienes raíces ... Eso purgará la
podredumbre del sistema. El alto costo de la vida se vendrá abajo. La gente
trabajará más duro, vivirá una vida más moral. Los valores se ajustarán, y las
personas emprendedoras reflotarán los fracasos de las menos competentes."
Hoover rechazó este consejo y puso en marcha una serie de programas para
aumentar los precios agrícolas, que fracasaron. Amplió el gasto federal en
obras públicas (como las presas), y puso en marcha la Corporación
Financiera de Reconstrucción (RFC), que ayudaba a las ciudades, los
bancos y los ferrocarriles, y continuó como uno de los principales organismos
en virtud del Nuevo Acuerdo. Para proporcionar alivio al desempleo, creó la
Agencia para Ayuda de Emergencia (ERA), que funcionó hasta 1935.
Trimestre a trimestre, la economía iba hacia abajo, y los precios, los
beneficios y el empleo se redujeron, lo que condujo a una política de reajuste
en el año 1932 que acabó en el Nuevo Acuerdo (New Deal).
El nuevo acuerdo (New Deal)
Poco después de que el Presidente Roosevelt fuera investido en 1933, la
sequía y la erosión se combinaron para causar el Dust Bowl, un
desplazamiento de cientos de miles de personas que abandonaron sus
granjas en el medio-oeste. Desde su investidura, Roosevelt sostuvo que la
reestructuración de la economía sería necesaria para prevenir otra depresión
o evitar la prolongación de la actual. Los programas del Nuevo Acuerdo
18
trataban de estimular la demanda y proporcionar trabajo y ayuda a los pobres
mediante el aumento del gasto público y las reformas financieras. La Ley de
Valores de 1933 reguló exhaustivamente la industria de valores. Luego
llegaría la Ley de la Bolsa de Valores, con la que se creó la Comisión de
Bolsa y Valores. Aunque modificada, las principales disposiciones de ambas
leyes siguen en vigor en 2008. Las garantías federales para los depósitos
bancarios las proporcionaba la Corporación de Garantía de Depósitos
Federal, y la Ley Glass-Steagall. La Agencia para la Reconstrucción Nacional
hizo una serie de cambios radicales en la economía americana hasta que fue
considerada inconstitucional por la Corte Suprema de los Estados Unidos en
1935.
Los primeros cambios realizados por la administración Roosevelt
fueron:
* Instauración de reglamentos para luchar contra la deflación "eliminando
la competencia".
* Ajuste de precios y salarios mínimos, normas laborales, y las
condiciones de competencia en todas las industrias.
* Fomento de los sindicatos, que aumentarían los salarios y el poder
adquisitivo de la clase obrera.
* Recortar la producción agrícola para elevar los precios a través de la Ley
de Ajuste Agrícola y sus sucesoras.
* Obligar a las empresas a trabajar con el gobierno para fijar los precios a
través de los códigos de la Agencia.
Estas reformas, junto con otras ayudas y medidas de recuperación, se
llamó Primer Nuevo Acuerdo. Pero los nuevos reglamentos y los intentos de
19
estímulo económico a través de los organismos creados en 1933 y 1934, no
detuvieron el estancamiento económico.
En 1935, el Segundo Nuevo Acuerdo agregó la Seguridad Social, una
agencia nacional de ayuda (la Administración de Progreso de Obras, WPA)
y, a través de la Junta Nacional de Relaciones Laborales, se le dio un fuerte
estímulo al crecimiento de los sindicatos. El desempleo se redujo en más de
un tercio en la primera etapa de Roosevelt (del 25% al 14,3% desde 1933 a
1937), pero la recuperación económica se detuvo en 1938 y llegó "la
recesión dentro de la depresión". El desempleo se amplió hasta el 19%, y
luego disminuyó ligeramente. Los alistamientos para luchar en la Segunda
Guerra Mundial redujeron el paro aún más.
En 1929, los gastos federales constituían sólo el 3% del PIB. Los gastos
se triplicaron en proporción al PIB entre 1933 y 1939, acompañado por un
déficit considerable. La deuda aumentó en la etapa de Hoover desde el 20%
del PIB a un 40%. Roosevelt mantuvo esta deuda en el 40% hasta el inicio
de la guerra, cuando se disparó al 128%. Después de la recesión de 1937,
los conservadores formaron una coalición bipartidista conservadora para
poner fin a la expansión del Nuevo Acuerdo, y, en 1943, abolieron todos los
programas de ayuda. En 1946, la relajación a gran escala de los controles
gubernamentales sobre la economía de guerra, incluyendo una fuerte
reducción de impuestos, permitió el aumento de la innovación en bienes de
consumo y un marcado aumento en el gasto de los consumidores. Las tasas
de desempleo también regresaron a los niveles normales.
La recesión de 1937
En 1937 la economía norteamericana tuvo una inesperada recaída, que
duró la mayor parte de 1938. La producción se redujo drásticamente, al igual
que los beneficios y el empleo. El desempleo pasó del 14,3% en 1937 al
19,0% en 1938. La administración Roosevelt reaccionó poniendo en marcha
20
una campaña retórica contra el poder de los monopolios, a los que acusó de
ser la causa de la depresión, y nombró a Thurman Arnold para que legislara
en consecuencia. La eficacia de Arnold acabó una vez que empezó la
Segunda Guerra Mundial y las empresas energéticas se enfocaron en ganar
la guerra.
La otra respuesta de la administración a la profundización de la Gran
Depresión en 1937 tuvo resultados más tangibles. Haciendo caso omiso de
los consejos del Departamento del Tesoro, Roosevelt se embarcó en un
antídoto para la Depresión, a regañadientes de abandonar sus esfuerzos
para equilibrar el presupuesto y la puesta en marcha de un programa de
gastos de 5 millardos de dólares en la primavera de 1938, en un esfuerzo por
aumentar la masa de poder adquisitivo.
Los empresarios explicaban la recesión y la recuperación en términos muy
diferentes de los keynesianos. Argumentaban que el Nuevo Acuerdo había
sido muy hostil a la expansión empresarial en 1935-37, alentando las
huelgas masivas, que tuvieron un impacto negativo sobre las principales
industrias (como las de automóviles), y habían amenazado con ataques
legales antitrust a las grandes corporaciones. Todas estas amenazas
disminuyeron drásticamente después de 1938. Los sindicatos empezaron a
luchar entre ellos más que contra las empresas, y la política fiscal se hizo
más favorable para el crecimiento a largo plazo.
Por otra parte, según el economista Robert Higgs, centrándose en el
suministro de bienes de consumo, sólo se produjo un importante crecimiento
del PIB a partir de 1946 (Higgs no estima el valor de bienes intangibles como
la victoria en la guerra). Para los keynesianos, la economía de guerra puso
de manifiesto que era necesario un gran estímulo fiscal para poner fin a la
recesión dentro de la Depresión, lo que condujo, a su vez, a temores de que
tan pronto como América dejara de estar en guerra, volverían las condiciones
21
de la Depresión, y la producción industrial se reduciría a niveles anteriores a
la guerra. Esa predicción incorrecta de los keynesianos, de que se iniciaría
una nueva depresión después de la guerra, no tuvo en cuenta el ahorro
masivo y la demanda creciente de los consumidores, junto con el fin de las
regulaciones restrictivas de guerra en la mayoría de las industrias de
consumo, y el recorte de los tipos de interés a partir de 1946.
En cualquier caso, el gasto público y los cambios normativos (primero
endureciéndolos y, a continuación, flexibilizándolos) parece que
contribuyeron a la recuperación, ya que consiguieron cambiar el
comportamiento de los consumidores y productores.
Efectos en Europa Central
Los efectos de la Gran Depresión fueron profundos en toda Europa,
aunque el mayor impacto lo sufrió Alemania, Austria y Polonia, donde una de
cada cinco personas quedó desempleada, y donde la producción se redujo
en un cuarenta por ciento. Inevitablemente, esto tuvo efecto sobre la política
interna prácticamente en todas partes, en especial en países como Alemania
y Austria.
Internacionalmente, la depresión en los Estados Unidos provocó una
carrera hacia el proteccionismo, ya que cada nación trató de defender sus
propios intereses económicos. En Noviembre de 1932, todos los países
europeos habían aumentado sus aranceles, o introducido cupos de
importación, a fin de evitar un mayor daño a sus economías nacionales. La
competencia entre bloques comerciales tuvo también un efecto geo-político,
con el aumento de formas de nacionalismo e imperialismo más agresivas y
depredadoras. La cooperación internacional entre las principales
democracias también se debilitó a causa del proteccionismo y la
22
competencia. Y no había ningún organismo internacional de gran alcance
para contrarrestar los efectos del nacionalismo económico.
Las fuentes del problema se remontaban a la Primera Guerra Mundial y al
aumento del endeudamiento internacional. A la conclusión de la guerra,
Estados Unidos se había convertido en el banquero del mundo. En el marco
del Plan Dawes, la economía alemana había experimentado un boom a
mediados de los años 20, gracias a los préstamos para las reparaciones de
guerra y el aumento en la producción nacional. Pero todo llegó a su fin en
1929-30, cuando los préstamos del Plan Dawes dejaron de llegar. Esto no
sólo fue un problema para Alemania, sino para Europa en general, que había
recibido casi 8 millardos de dólares en créditos de América entre 1924 y
1930.
El problema de la financiación crediticia se vio agravado por la adhesión
de los gobiernos al patrón oro. La caída de los precios y de la demanda,
provocada por la crisis, creó un problema adicional en el sistema bancario de
Europa central, donde las finanzas tenían una relación particularmente
estrecha con las empresas. En 1931, quebró el importante banco
Creditanstalt de Viena, causando pánico financiero en toda Europa y el resto
del mundo.
La República de Weimar en Alemania fue duramente golpeada por la
Depresión, cuando se detuvieron los préstamos americanos para ayudar a
reconstruir su economía. El desempleo aumentó, especialmente en las
grandes ciudades, y el sistema político derivó hacia el extremismo. El Partido
Nazi de Hitler llegó al poder en Enero de 1933. En 1934, la economía todavía
no estaba lo suficientemente equilibrada para que Alemania funcionara por
su propia cuenta. El reembolso de las reparaciones de guerra que debía
Alemania fue suspendido en 1932, tras la Conferencia de Lausana. Para esa
época, Alemania había reembolsado sólo 1/8 de las reparaciones.
23
ANEXOS
24
25
CONCLUSION
La llamada Gran Depresión se originó en los Estados Unidos, a partir de
la caída de la bolsa del 29 de octubre de; conocido como Martes Negro,
aunque cinco días antes, el 24 de octubre, ya se había producido el Jueves
Negro, y rápidamente se extendió a casi todos los países del mundo. La
Gran Depresión fue una crisis económica mundial que se prolongó desde
1929 hasta la Segunda Guerra Mundial. Su duración depende de los países
que se analicen, pero en la mayoría comenzó alrededor de 1929 y se
extendió hasta finales de la década de los años treinta o principios de los
cuarenta. Fue la depresión más larga en el tiempo, de mayor profundidad y la
que afectó a más países de las sufridas en el siglo XX. En el siglo XXI ha
sido utilizada como paradigma de hasta qué punto puede disminuir la
economía mundial.
¿Por qué la Gran Depresión alcanzó unas dimensiones tan
extraordinarias? La respuesta a esta pregunta sigue siendo objeto de debate
entre los especialistas. Un cierto consenso existe en torno a la incidencia de
algunos factores.
Siguió el desplome, hasta tocar el 50 en la primavera del 33. A finales del
33, sin embargo, pareció reanimarse la Bolsa y el Dow volvió a alcanzar los
190. Apenas pasados cuatro años, el 27 de agosto de 1937, la Bolsa inició
una nueva caída hasta tocar el 120 en enero del 38.
El estallido de la crisis obligó a los gobiernos de todo el mundo a adoptar
medidas proteccionistas, como subir los tipos de interés y los aranceles, lo
que terminó por afectar a EE UU en el retorno de la crisis. Se devaluó la
moneda en casi todo el mundo. La crisis supuso, también, el fin de la
emigración, sobre todo el fin de la emigración americana. Otra consecuencia
fue la sustitución de las manufacturas, que antes se importaban, por
26
productos nacionales. Había que estimular el consumo interno. Con estas
medidas se reduce el comercio internacional.
En 1931 la crisis financiera es definitiva, y muy profunda, debido a los
efectos acumulados de la crisis, y se empiezan a tomar medidas para salir de
ella. En Gran Bretaña su ministro de economía John Keynes renuncia
definitivamente al patrón oro, ejemplo que siguen la mayoría de los países
del mundo, y el Estado se hace intervencionista en economía, aumentando el
gasto público. Es el keynesianismo, una política que sacará de la crisis a
toda Europa, y gran parte del mundo. El aumento del gasto es la única
manera de salir de la crisis, y en los EE UU se lanza la New-Deal, o el
aumento del gasto privado por medios propagandísticos. A partir de entonces
el valor de la moneda y la economía dependerá de la confianza de los
inversores en el sistema productivo, y en la posibilidad de hacer negocios en
el país.
La recuperación de la inflación y de los capitales es muy lenta, y no se
invierte la tendencia hasta 1933, aunque los efectos de la crisis llegarán
hasta 1939 y el comienzo de la segunda guerra mundial.
27
Bibliografía
DeGezelle, T. (2008). Franklin D. Roosevelt y la Gran Depresión. En la
epoca de--. Chicago: Heinemann Library.
Lecciones de la Gran Depresion/ Lessons of the Great Depression. (2007).
Alianza Editorial Sa.
Díez Espinosa, J. R. (2006). El desempleo de masas en la Gran
Depresión: palabras, imágenes y sonidos. [Valladolid]: Secretariado de
Publicaciones e Intercambio Editorial, Universidad de Valladolid.
Kennedy, D. M., & Hojman, E. (2005). Entre el miedo y la libertad: los
EEUU : de la Gran Depresión al fin de la Segunda Guerra Mundial (1929-
1945). Ensayo histórico / Edhasa. Barcelona: Edhasa.
James, H., & Stupia, E. (2003). El fin de la globalización: lecciones de la
gran depresión. Economía y finanzas / Turner, 2. Madrid: Turner.
Edsforth, R. (2000). The New Deal: America's response to the Great
Depression. Problems in American history. Malden, MA: Blackwell.
Bahamonde Magro, A. (1998). El crac de 1929: la Gran Depresión asola el
mundo. Siglo XX. Historia Universal, 12. Madrid: Historia 16.
Díaz Fuentes, D. (1993). Las políticas fiscales latinoamericanas frente a la
Gran Depresión: Argentina, Brasil y México (1920-1940). Madrid: Ministerio
de Economía y Hacienda, Instituto de Estudios Fiscales.
Alonso García, T. (1990). La economía de entreguerras: la gran depresión.
Akal historia del mundo contemporáneo, 20. Madrid, España: Akal.
Montesino, J. L. (1986). La gran depresión de 1929 y sus consecuencias
en la provincia de O'Higgins. Santiago: [S.n].
28
Martínez Rodríguez, G. (1983). Causas de la gran depresión de los años
treinta: aportes recientes. Santiago: Pontificia Universidad Católica de Chile.
Riveros, L. A. (1983). La gran depresión en Chile. Documento serie
investigación, no. 61. Santiago: Departamento de Economía, Universidad de
Chile.
Daremblum, J. (1982). Crisis internacionales y economía nacional: Costa
Rica ante las dos guerras mundiales y la gran depresión. San José, Costa
Rica: Centro de Investigación y Adiestramiento Político Administrativo.
Cosío, P. (1936). Las defensas económicas contra la gran depresión.
Montevideo: M. García.
29
Top Related