MODULO I
INTRODUCCION AL COOPERATIVISMO
1 Origen y fundamentos del cooperativismo
1.1 El concepto de cooperativismo
Tiene un sentido determinado y preciso, corresponde a “un sistema económico definido,
con base en una doctrina y en unos principios narrativos, cuya aplicación está
representada en la sociedad cooperativista. La virtud esencial del cooperativismo, es su
doble función económica y social1”. Es importante hacer presente que el movimiento
cooperativo o cooperativismo está representado a una escala mundial a través de la
Alianza Cooperativa Internacional2, que reúne y sirve a organizaciones cooperativas de
todo el orbe.
1.2 Valores del cooperativismo
Las cooperativas se basan en los valores de ayuda mutua, responsabilidad, democracia,
igualdad, equidad y solidaridad. Siguiendo la tradición de sus fundadores sus miembros
creen en los valores éticos de honestidad, transparencia, responsabilidad social y
preocupación por los demás”3.
1.2.1 Principios cooperativos
Universalmente, existen una serie de principios que inspiran la esencia de las
organizaciones cooperativas:
1 Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado y de Economía Social, publicación de 20 de agosto de 2011. 2 ACI, ó ICA, por sus iniciales en inglés. 3 Extraído del portal de internet de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), con fecha 16 de febrero de 2015: http://www.aciamericas.coop/Principios-y-Valores-Cooperativos-4456
Imagen 1: Principios Cooperativos
Fuente: Elaboración propia.
Primer Principio: Membresía abierta y voluntaria4
Las cooperativas son organizaciones voluntarias abiertas para todas aquellas personas
dispuestas a utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades que
conlleva la membresía sin discriminación de género, raza, clase social, posición política
o religiosa.
Segundo Principio: Control democrático de los/las socios/as
Las cooperativas son organizaciones democráticas controladas por sus miembros
quienes participan activamente en la definición de las políticas y en la toma de
decisiones. Los hombres y mujeres elegidos para representar a su cooperativa,
responden ante los miembros. En las cooperativas de base los socios y las socias tienen
igual derecho de voto (una persona, un voto), mientras en las cooperativas de otros
niveles también se organizan con procedimientos democráticos. En relación a lo anterior,
es importante hacer presente que según el grado que ocupan los organismos
cooperativos en la organización federativa, en algunos países de Latinoamérica se les
distingue entre organizaciones “de base” o “de primer grado” (cooperativas) y
organizaciones “de grado superior” (federaciones y confederaciones). Por ejemplo, en
nuestro país, el Decreto con Fuerza de Ley N° 5, que fija el texto refundido y
sistematizado de la Ley General de Cooperativas, establece: “Las federaciones de
4 Extraído del portal de internet de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), con fecha 16 de junio de 2015: http://www.aciamericas.coop/Principios-y-Valores-Cooperativos-4456.
cooperativas estarán constituidas por tres o más cooperativas, las confederaciones por
tres o más federaciones (…)”.
Tercer Principio: Participación económica de los miembros
Los miembros contribuyen de manera equitativa y controlan de manera democrática el
capital de la cooperativa. Por lo menos una parte de ese capital es propiedad común de
la cooperativa. Usualmente reciben una compensación limitada, si es que la hay, sobre
el capital suscrito como condición de membresía. Los miembros asignan excedentes para
cualquiera de los siguientes propósitos: El desarrollo de la cooperativa mediante la
posible creación de reservas, de la cual al menos una parte debe ser indivisible; los
beneficios para los miembros en proporción con sus transacciones con la cooperativa; y
el apoyo a otras actividades según lo apruebe la membresía.
Cuarto Principio: Autonomía e independencia
Las cooperativas son organizaciones autónomas de ayuda mutua, controladas por sus
miembros. Si entran en acuerdos con otras organizaciones (incluyendo gobiernos) o
tienen capital de fuentes externas, lo realizan en términos que aseguren el control
democrático por parte de sus miembros y mantengan la autonomía de la cooperativa.
Quinto Principio: Educación, formación e información
Las cooperativas brindan educación y entrenamiento a sus miembros, a sus dirigentes/as
electos/as, gerentes/as y empleados/as, de tal forma que contribuyan eficazmente al
desarrollo de sus cooperativas. Las cooperativas informan al público en general,
particularmente a jóvenes y creadores de opinión, acerca de la naturaleza y beneficios
del cooperativismo.
Sexto Principio: Cooperación entre cooperativas
Las cooperativas sirven a sus miembros más eficazmente y fortalecen el movimiento
cooperativo trabajando de manera conjunta por medio de estructuras locales,
nacionales, regionales e internacionales.
Séptimo Principio: Compromiso con la comunidad
La cooperativa trabaja para el desarrollo sostenible de su comunidad por medio de
políticas aceptadas por sus miembros.
1.3 Emblemas del cooperativismo
El símbolo de los dos pinos.
Los dos pinos, son el símbolo internacional del cooperativismo. “Dicho símbolo consta
de un redondel amarillo con borde verde dentro del cual se encuentran dos pinos de
color verde. Los dos pinos representan la vida, al ser dos simbolizan la hermandad, la
unión, la solidaridad y la necesidad de un trabajo conjunto. Fue por eso que el
movimiento los adoptó como símbolo oficial, luego de su creación en el año 1920, siendo
en la actualidad estandarte más representativo del cooperativismo. Los dos pinos
significan que se necesita más de uno para que exista cooperación. Al ser del mismo
tamaño significa el crecimiento en la igualdad. Su creador fue James Meter Warbasse
en 1920”5.
Imagen 2: Símbolo del cooperativismo
Fuente: Ministerio de Educación de la Nación Argentina6.
Significado de cada una de las partes7:
El árbol del pino se consideraba en la antigüedad como símbolo de inmortalidad y de
fecundidad, era respetado por su capacidad de supervivencia en las tierras menos
fecundas y la sorprendente capacidad de multiplicación.
a) El círculo: Representa la vida eterna, porque un horizonte final, además representa
la idea del mundo, reflejando así la idea de universalidad.
b) El color verde: El color verde oscuro se asemeja al color de la clorofila, donde nace el
principio vital de la naturaleza.
c) El color amarillo: El amarillo-oro representa el sol, fuente permanente de energía,
calor y vida.
d) El emblema: Un círculo que abraza dos árboles del pino, indica la unión del
movimiento, la inmortalidad de sus principios, es la fecundidad de sus seguidores. Todo
5 Extraído del portal de internet de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), con fecha 16 de febrero de 2015: http://www.aciamericas.coop/ 6 Imagen extraída de Ministerio de Educación de la Nación Argentina: http://www.me.gov.ar/efeme/cooperacion/simbolo.html 7 Arango, Jaramillo Mario, “Manual de cooperativismo y economía solidaria”, página 88.
esto marcó en la trayectoria ascendente de los árboles del pino para los que se proyectan
en lo alto, intentando crecer cada vez más en la unión que existe estable entre los seres
vivos.
La Bandera
En el año 1923 el Comité Ejecutivo de la Alianza Cooperativa Internacional, resolvió que
la organización debía tener una bandera. Se escogió una bandera que incluía los siete
colores del arco iris, como la que había adoptado Charles Fourier8, intelectual francés y
uno de los padres del cooperativismo, como un símbolo de la unidad en la diversidad.
La bandera constaba de los colores rojo, naranja, verde, amarillo, azul, índigo y violeta
y simbolizando los ideales y objetivos de la paz universal, la unidad que supera las
diferencias políticas, económicas, sociales, raciales o religiosas y la esperanza de
humanidad en un mundo mejor donde reinen la libertad, la dignidad personal, la justicia
social y la solidaridad9.
El Consejo de Administración de la ACI acordó en el año 2001 cambiar la bandera para
evitar confusiones con otros movimientos que adoptaron enseñas similares, por el diseño
realizado en 1995 para conmemorar el aniversario de la ACI consistente en una bandera
blanca de cuyo centro surgen palomas de un arco iris con los seis primeros colores de la
antigua bandera y figuran las siglas que en diferentes versiones pueden ser ACI
(castellano y francés), ICA (inglés), IGB (alemán) o MKA (ruso), en el último color de la
misma:
Imagen 3: Símbolo Alianza Cooperativa Internacional, ACI
Fuente: Portal de ACI Américas10
8 François Maria, Charles Fourier fue un socialista francés de la primera parte del siglo XIX y uno de los padres del cooperativismo. Fourier fue un mordaz crítico de la economía y el capitalismo de su época. 9 Escuela Societaria. Bases de la política positiva. Manifiesto de la Escuela Societaria fundada por Fourier, Sevilla año 1842, página 165. (Imprenta de Álvarez y Compañía). 10 Imagen extraída de http://www.aciamericas.coop
En noviembre de 2013, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica con motivo de su última
Conferencia y Asamblea General, la Alianza Cooperativa Internacional desarrolló un
cambio de identidad gráfica más completo, y dejó atrás la bandera que la había
identificado, caracterizada por las palomas y los multicolores, para dar lugar al símbolo
COOP. Una nueva bandera que representa al cooperativismo y que puede presentarse
en varios colores, pero principalmente en fondo color guindo, con las letras al centro
COOP blancas. Sin embargo, es importante hacer presente que la nueva bandera del
cooperativismo tiene un color según el tipo de organización de que se trate y a elección
de las mismas entre seis colores establecidos por la Alianza Cooperativa Internacional.
El color morado está reservado exclusivamente para la Alianza Cooperativa
Internacional, ya sea la organización central así como las organizaciones regionales,
como es el caso de la ex ACI Américas, denominada ahora Cooperativas de las Américas.
Asimismo, el color morado está reservado para las Organizaciones Sectoriales y Comités
Temáticos de la Alianza: Comité de Bancos Cooperativos, el Comité de Agricultura,
CICOPA, el Comité de Equidad de Género, entre otros.
Las cooperativas de primer y segundo grado, esto es cooperativas de base y
federaciones, pueden elegir entre una gama de seis colores, y para seleccionar uno de
ellos, utilizarlo y hacer uso del logo, deben registrarse en el portal web
www.identity.coop y así recibir la guía de uso. Un ejemplo de ello son las cooperativas
costarricenses, quienes inician el año 2015 con una nueva bandera, de acuerdo a lo
resuelto en el marco del XIII Congreso Nacional Cooperativo realizado en el mes de
diciembre pasado11, como se muestra en la siguiente imagen:
Imagen 4: Nuevo símbolo Alianza Cooperativa Internacional
Fuente: Portal de ACI Américas.
Día Internacional de la Cooperación
11 Extraído del portal de internet de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), con fecha 16 de febrero de 2015: http://www.aciamericas.coop/El-cooperativismo-costarricense
En 1923 el comité ejecutivo de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), recomendó
la conmemoración de un día internacional, que fuese especial para el cooperativismo.
Muchos años después, el 16 de diciembre de 1992, la Asamblea General de las Naciones
Unidas (ONU), por medio de la resolución número 47/90, proclamó la necesidad de tener
y celebrar un “Día internacional de las cooperativas”, a partir de julio del año de 1995,
en conmemoración al centenario de la creación de la Alianza Cooperativa Internacional
(ACI).
La ACI se organizó y fundó en el año de 1895, en Londres. Casi un siglo después el 23
de diciembre de 1994, la Asamblea General de la ONU, a través de la resolución número
49/155, hizo una invitación a los gobiernos, organizaciones cooperativas fueran estas
nacionales o internacionales a observar anualmente el “Día Internacional de las
Cooperativas”, reconociendo de esta manera que las cooperativas eran consideradas un
factor indispensable en el desarrollo económico y social de muchos países.
Por otra parte, la ONU demostró dicho reconocimiento en 1995, cuando declaró que el
“Día Internacional de las Cooperativas”, debía ser celebrado cada año por los gobiernos
en colaboración con sus movimientos cooperativos nacionales, declarando el primer
sábado de julio de cada año. Ese día se recuerda a los pioneros del cooperativismo, se
reafirman los principios y valores y se invita a los gobiernos y organizaciones a apoyar
la doctrina de paz, solidaridad, fraternidad y realizaciones positivas que el
cooperativismo significa12.
Asimismo, es importante señalar que otras organizaciones internacionales, suelen
destacar el valor del movimiento cooperativo. Es así, como la Organización Internacional
del Trabajo (OIT), el año 2002, recomendó a los Estados la promoción de las
cooperativas, dada la importancia que estas tienen. Reconociendo, entre otros aspectos:
“(…) la importancia de las cooperativas para la creación de empleos, la movilización de
recursos y la generación de inversiones, así como su contribución a la economía”.
Además, señalando que las cooperativas, en sus diversas formas, “(…) promueven la
más completa participación de toda la población en el desarrollo económico y social;
Reconociendo que la mundialización ha creado presiones, problemas, retos y
oportunidades nuevos y diferentes para las cooperativas; y que se precisan formas más
12 Extraído del portal de internet de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), con fecha 16 de febrero de 2015: http://www.aciamericas.coop/
enérgicas de solidaridad humana en el plano nacional e internacional para facilitar una
distribución más equitativa de los beneficios de la globalización”13.
1.4 Origen e historia del Cooperativismo
El cooperativismo ha existido desde los tiempos más remotos de la humanidad, -ya en
la época de los faraones inclusive-. Los artesanos crearon asociaciones para amparar los
intereses comunes. De igual modo, los mercaderes y navegantes fenicios aseguraban
entre sí las mercancías que transportaban, dándole inicio a lo que hoy conocemos como
seguro cooperativo. En la China del siglo XII a.C. aparecieron cooperativas de ahorro y
crédito. En Babilonia (550 a.C.) existieron cooperativas de intercambios y
comercialización de productos agrícolas y sociedades de crédito para evitar la usura de
los poderosos sobre los pobres. Los artesanos romanos (300 a.C.) conformaron los
“collegia” comerciales bajo la figura de asociaciones religiosas14.
Si bien, existen antecedentes de las asociaciones cooperativas desde la antigüedad, no
cabe la menor duda, que el cooperativismo moderno tiene sus raíces históricas en
Inglaterra, país en donde se origina la Revolución Industrial, produciendo como
consecuencia social el surgimiento de la burguesía como la clase social más poderosa y
frente a la cual se desarrolla otro grupo de la sociedad denominado la clase obrera.
La Revolución Industrial por una parte, produjo un éxodo campesino y con él, toda la
problemática que representó la invasión de esas grandes masas humanas hacia los
centros industriales en búsqueda de mejores condiciones de vida. Junto con ello, se
exigía fuerza de trabajo que pudiera someterse a la disciplina de la maquinaria existente.
La consigna en aquellos años, era la de conseguir obreros que pudieran trabajar jornadas
interminables en fábricas insalubres, obreros que renunciaran a sus días de descanso,
sus vínculos con la vida campestre y a su intimidad familiar.
Otro factor que contribuyó a la caótica situación, fue el uso del trabajo infantil en gran
escala, situación que genero miseria, atropellos físicos, psicológicos, sociales y morales.
La revolución industrial trajo la modernización a la industria, pero también trasladó
miseria creciente a los trabajadores, como se mencionó anteriormente, la proliferación
13 Recomendación 193 de la OIT sobre la Promoción de Cooperativas. Extraído del portal de internet de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), con fecha 02 de marzo de 2015: http: http://www.aciamericas.coop/Recomendacion-193-de-la-OIT. 14 LOZADA INFANTE, Marilin Yaneth. “Asociaciones Cooperativas”, página 60.
del trabajo femenino e infantil, con nula o muy baja remuneración y la realización de
jornadas de trabajo sin límites de ninguna índole. Propicio, la crítica de pensadores y
filósofos socialistas, algunos de los cuales propusieron soluciones a partir de la
organización cooperativa15, (trabajo colaborativo, igualitario, participativo, y con igual
distribución de los recursos). La solución del caos que se experimentaba.
En medio de esas paupérrimas condiciones se originan diversas luchas por las
reivindicaciones de la clase obrera, luchas de orden económico, político y social, siendo
el “Movimiento Owenista” fundado por Robert Owens, el primer intento de organización
cooperativa que propuso la constitución de “Villas de Cooperación” las cuales eran
comunidades obreras dedicadas a la producción agrícola que colocaban los excedentes
en el mercado y con los beneficios se autofinanciaban.
Otro precursor del cooperativismo, fue Williams King, quien propició y creó la
organización de una cooperativa de consumo y la publicación del periódico “El
Cooperador”.
Otros autores influyentes de la época, sostenían un fundamento común denominado
criticismo, principalmente, la teoría del derecho natural, según lo expresó John Locke en
su Tratado Sobre el Gobierno Civil. Los reformadores constitucionales tomaron de Locke
la teoría del contrato social y político y la teoría de una sociedad original o primitiva,
cuyos miembros, eran libres e iguales. Los reformadores agrarios apelaron a Locke
buscando la verdad del principio de que la tierra, originalmente, era posesión común.
Los comunistas y socialistas y los escritores anticapitalistas se basaron, en adición a las
verdades evidentes, en la teoría de Locke de que el trabajo era el verdadero título de
propiedad o, como lo expresó Adam Smith, el producto del trabajo constituye la
recompensa natural. La lógica de la teoría del valor del trabajo y la razón inversa de
salarios y ganancias, expuesta por David Ricardo, proporcionaron al argumento de Locke
sobre el trabajo y la propiedad, dando un giro social revolucionario, que la convirtieron
en un arma contra el sistema social que estaba surgiendo de la revolución económica
provocada por el industrialismo16.
15 ALDERETE, Francisco; CARRASCO, Karla; HERNÁNDEZ, Luis y LINSAMBARTH, Roberto (2010). Modelos Cooperativos para el Acceso a Internet en Sectores Rurales. La experiencia de COOPESIC y sus aprendizajes. Fundación para la Innovación Agraria FIA, Serie FIA I+D+I N° 5. Santiago de Chile. Versión digital, disponible en: http://issuu.com/brechadigital/docs/coopesic 16 ALDERETE, Francisco; CARRASCO, Karla; HERNÁNDEZ, Luis y LINSAMBARTH, Roberto (2010). Modelos Cooperativos para el Acceso a Internet en Sectores Rurales. La experiencia de COOPESIC y sus aprendizajes. Fundación para la Innovación Agraria FIA, Serie FIA I+D+I N° 5. Santiago de Chile. Versión digital, disponible en: http://issuu.com/brechadigital/docs/coopesic
Fue el 24 de octubre de 1844 en Rochdale, Inglaterra. Donde bajo el nombre de la
Sociedad de los Equitativos Pioneros de Rochadle, se funda la primera empresa
Cooperativa constituida por 28 socios, todos ellos obreros textiles inspirados por Robert
Owen, quienes para superar los problemas relacionados con su condición de pobreza
extrema, conforman esta organización que daría la pauta para el desarrollo de las
empresas cooperativas tal como las conocemos en la actualidad.
Es así, como estos 28 obreros de la industria textil, se comprometieron en entregar dos
peniques semanales para constituir el capital social de la cooperativa, cuando
consiguieron reunir las veintiocho libras esterlinas, el 21 de diciembre de 1844, se da
inicio al primer almacén cooperativo17. Dichos pioneros, definieron una serie de principios
que originalmente se encontraban en los estatutos de la cooperativa y que
posteriormente la Alianza Cooperativa Internacional agrupó en siete grandes premisas,
las cuales hasta hoy en día sirven de base para el movimiento cooperativo universal:
o Adhesión voluntaria y abierta
o Control democrático
o Neutralidad política, racial y religiosa
o Ventas al contado
o Devolución de excedentes
o Interés limitado sobre el capital
o Educación continua
La Cooperativa de Rochadle, si bien postulaba que su interés primordial, consistía en
mitigar de manera inmediata las duras condiciones de vida de sus asociados, también
veía en este modelo organizacional la forma de promover un cambio social y gestar así
condiciones laborales más justas, contratacando así el sistema que imperaba en aquellos
años. A partir de esta primera “Cooperativa moderna”, este modelo organizacional se va
expandiendo lenta y sostenidamente en el continente Europeo, hasta ir consolidando
organizaciones nacionales y sectoriales, que confluirían en el año 1895 en el congreso
constitutivo de la Alianza Cooperativa Internacional ACI, organismo máximo de
representación del movimiento cooperativo internacional hasta la actualidad.
17 Lozada Infante, Marilin Yaneth, “Asociaciones Cooperativas”, pág. 61.
2 Trayectoria y Panorama General a Nivel Internacional
A nivel internacional, podemos mencionar el auge del modelo cooperativo en el factor
trabajo, es así como podemos describir los datos más recientes de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), en 2013 había casi 202 millones de personas
desempleadas en todo el mundo, un aumento de casi 5 millones en comparación con el
año anterior (OIT, 2014). El Informe sobre Tendencias Mundiales del Empleo 2013 de la
OIT, advirtió sobre el resurgimiento del desempleo en 2012 y su extensión a una escala
mayor. Aquellas regiones que han logrado prevenir un incremento adicional en el
desempleo con frecuencia han experimentado un deterioro en la calidad del empleo, en
la medida en que el empleo vulnerable y el número de trabajadores que viven por debajo
o muy cerca de la línea de la pobreza, aumentaron. Por esta razón, los informes
proporcionados por el organismo, denotan que las empresas cooperativas han nacido a
partir de situaciones de crisis, respondiendo directamente a las necesidades de sus
socios y cuando sus ideales se ponen en acción, continúan mostrando su eficacia. De
hecho, según la OIT “las empresas cooperativas están volviendo a emerger como una
solución resiliente y relevante que no sólo es duradera, también es oportuna”18, mientras
que las cooperativas recién formadas tienden a durar más que otros tipos de empresas.
Se ha declarado en repetidas ocasiones durante los últimos años que las cooperativas
generan empleo para 100 millones de personas en todo el mundo19. En este capítulo,
tratamos de verificar esta estimación basándonos en los datos estadísticos empíricos
disponibles, e intentamos analizar la situación más a fondo, teniendo en cuenta que las
estadísticas sobre las cooperativas no se han desarrollado de forma sistemática a nivel
mundial, habiendo un importante número de países que no cuentan en absoluto con
datos estadísticos sobre las cooperativas. Además, la información sobre el empleo en
relación con las cooperativas es más difícil de encontrar que los datos generales de
empleo, debido a que la importancia del empleo cooperativo en sí mismo generalmente
no ha sido plenamente reconocida en todas partes por las autoridades estadísticas como
un valor añadido de las cooperativas.
A continuación, presentaremos cifras a considerar, en atención a distintos factores que
nos ayudan a cuantificar el impacto de este tipo de organizaciones a nivel internacional:
18 Roelants Bruno, Terrazi Elisa, Cooperativas y Empleo: Un Informe Mundial. CICOPA. 19 Extraído Portal http://www.aciamericas.coop/Hechos-y-cifras-del-cooperativismo
Las Cooperativas en América:
En Canadá 4 de cada 10 personas son socias de al menos una cooperativa,
mientras que en la provincia de Quebec la cifra se eleva al 70% (2010);
En Uruguay, las cooperativas son responsables del 3% del PIB. Producen el 90%
de la leche, el 34% de la miel y el 30% del trigo. El 60% de su producción se
exporta a más de 40 países (2011);
Los activos de las cooperativas financieras de El Salvador superan los 1.300
millones de dólares, lo que representa un 9.3% del total del sistema financiero
nacional (2010);
En Bolivia existen más de 1.600 cooperativas que generan más de 32.000
empleos directos y más de 128.000 empleos indirectos (2008);
En Brasil, las cooperativas son responsables de un 37.2% del PIB agrícola y el
5.4% del PIB global (2009);
Las cooperativas agropecuarias estadounidenses tienen una participación del
28% en el procesamiento y la comercialización de la producción agrícola (2010);
En Estados Unidos las cooperativas eléctricas rurales atienden a más de 42
millones de usuarios residentes en 47 Estados, lo que representa el 42% de las
líneas eléctricas del país (2010);
Las cooperativas de ahorro y crédito de Paraguay poseen activos por más de
2.100 millones de dólares, lo que representa casi un 17% del total del sistema
financiero nacional (2010);
Las 8.600 cooperativas existentes en Colombia reúnen a 5.5 millones de
asociados lo que equivale a decir que 1 de cada 8 colombianos/as es
cooperativista (2011);
Las cooperativas agropecuarias argentinas son responsables de más del 20% del
total nacional de las exportaciones de trigo (2010-2011);
Las 6.600 cooperativas vinculadas a la Organización de las Cooperativas
Brasileñas reúnen a más de 10 millones de cooperativistas y dan empleo directo
a casi 300.000 personas (2011);
Las cooperativas de ahorro y crédito de Costa Rica son propietarias de un 8.5%
de los activos del sistema financiero nacional (2011);
En República Dominicana las cooperativas reúnen a más de un millón de
asociados/as y dan empleo directo a más de 40.000 personas (2011);
Las cooperativas de ahorro y crédito de Ecuador tienen activos por casi 2.500
millones de dólares, lo que representa una participación del 9,12% en el total del
sistema financiero nacional (2010);
En Brasil las cooperativas de salud prestan servicios médicos y odontológicos a
17,7 millones de personas, casi un 10% de la población del país (2011);
En Argentina existen unas 13.000 cooperativas registradas que reúnen a casi
9.400.000 de socios y dan empleo directo a más de 265.000 personas (2008);
En Paraguay el capital social de la mayor cooperativa de ahorro y crédito supera
al de 11 bancos comerciales (2011);
La magnitud del fenómeno cooperativo global:
A nivel mundial las cooperativas cuentan con casi 1.000 millones de socios y
generan 100 millones de empleos, un 20 % más que las firmas multinacionales
(2012)
Las ventas de las 300 empresas cooperativas más grandes del mundo suman 1.1
trillones de dólares, importe comparable al PIB de algunas de las economías
nacionales más importantes (2012)
Importantes sectores de población son miembros de cooperativas en todo el
mundo:
En Bélgica existían unas 30.000 cooperativas en 2001.
En India los miembros de cooperativas superan los 240 millones de personas.
En Japón una de cada 3 familias es cooperativista.
En Kenya una de cada 5 personas es socia de una cooperativa.
En Singapur los cooperativistas son 1.400.000, lo que representa una tercera
parte de su población.
3 Antecedentes en Latinoamérica del Cooperativismo
En América Latina surgieron los primeros emprendimientos cooperativos durante la
primera mitad del siglo XIX, principalmente en Argentina, Brasil, México y Venezuela. A
partir de las primeras décadas del siglo XX, el cooperativismo se fue desarrollando
gradualmente en el resto de los países de la región, según diferentes influencias, como
es el caso de inmigrantes europeos principalmente en el Cono Sur, que promovieron las
cooperativas de consumo, financieras y cajas de socorro mutuo. El cooperativismo se ha
desarrollado de diferentes maneras en los países de América Latina, en unos con mayor
fuerza y apoyo que en otros, pero en todos los casos el modelo ha tenido un fuerte
impacto económico y social.
La influencia del cooperativismo en el desarrollo económico y social de los países
latinoamericanos ha ido creciendo de manera gradual a partir de la primera mitad del
siglo XIX, con las primeras experiencias en la región, aun antes de haberse creado la
cooperativa de Rochdale en 1844. Al momento de establecerse la Alianza Cooperativa
Internacional (ACI) en 1895, ya en Argentina existían cooperativas, siendo una de ellas
El Hogar Obrero. Tomando en cuenta esta experiencia, a la que se suman las de México
y Venezuela, se concluye que el cooperativismo en América Latina tenía
emprendimientos cooperativos antes de la experiencia inglesa, y que recibieron la
influencia de inmigrantes europeos. Y fue a partir de la crisis de los años treinta que el
modelo se desarrolló como opción de organización social y empresarial para responder
a las necesidades de la época20.
En Puerto Rico, entre las décadas de 1940 y 1950 se reconocen políticas
gubernamentales de respaldo al cooperativismo, en tanto que a partir de la década de
1960, y hasta los años ochenta, se nota la importante participación del Estado en el
fomento del cooperativismo en ramos como consumo, transporte, industria y turismo,
así como el fortalecimiento técnico, financiero y de la institucionalidad cooperativa21.
Inclusive, entre las décadas de 1970 y 1980, los Gobiernos intervienen directamente en
el funcionamiento operacional de las cooperativas más que en su fortalecimiento.
Entre los años noventa e inicios del siglo XXI, las políticas de fomento cooperativo y la
flexibilización de la legislación cooperativa pusieron énfasis en el cooperativismo de
trabajo ante los procesos de cierre de empresas del sector industrial, sector que también
contó con respaldo del sector cooperativo de ahorro y crédito. Esto, en contraste con
sectores como el agropecuario y de vivienda, que tuvieron menos respaldo
gubernamental. En términos generales, las políticas gubernamentales incidieron
decisivamente en el desenvolvimiento del cooperativismo: “En lugar de continuar con la
tarea de crear las redes de integración necesarias, el Movimiento ha dependido de la
actuación del Estado para solucionar sus problemas”22.
20 Vanhuynegem Philippe; Mora Alberto y Mogrovejo Rodrigo, El Cooperativismo en América Latina, OIT y ACI Américas, página 31. 21 Pérez y Varela, año 2003, páginas162 a168 22 Pérez y Varela, año 2003, página 168.
En Uruguay, donde las primeras cooperativas datan de 1870, las relaciones del sector
con el Estado han sido caracterizadas como ambivalentes y convulsivas, no lográndose
consolidar espacios de articulación satisfactorios para el sector cooperativo23. Hasta la
década de 1980 funcionaron dependencias especializadas en cooperativismo en el
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y en la cartera de Ganadería, Agricultura y
Pesca. En la transición del siglo XX al XXI, las relaciones público-cooperativas han sido
más bien formales, como se observa por el desempeño de la Comisión Honoraria (mixta)
en el seno de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. La Contraloría del Estado está
concentrada en la Autoridad Interna de la Nación, dependencia del Ministerio de
Economía y Finanzas, si bien cada modalidad cooperativa tiene variados órganos de
control estatal. Ello, hasta la instalación del INACOOP, creado como persona jurídica de
derecho público no estatal, por el artículo 186 de la Ley General de Cooperativas
Nº18.407, promulgada el 24 de octubre de 2008. Así entonces, el Instituto Nacional de
Cooperativismo (INACOOP) propone, asesora y ejecuta la política nacional del
cooperativismo. Tiene como objetivo promover el desarrollo económico, social y cultural
del sector cooperativo y su inserción en el desarrollo del país24.
En México se han identificado decenas de programas federales y al menos una docena,
a nivel de estados, que promueven de diversas formas la micro, pequeña y mediana
empresa, pero no explícitamente la economía social y el cooperativismo. Se afirma la
ausencia de una estructura institucional y políticas públicas de apoyo a este sector, y en
su lugar, más bien acciones paliativas y desarticuladas. Lo anterior es atribuible a las
prioridades del Estado de facilitar la expansión y consolidación de empresas del sector
de lucro privado25.
En Brasil, la política del Estado incidió claramente en el desenvolvimiento cooperativo,
principalmente desde 1930 y hasta por lo menos los años ochenta, en particular en las
regiones sur y sudeste. Las políticas públicas fueron el marco definitorio de las reglas de
juego, ajustando su comportamiento en función de sus objetivos globales, por ejemplo
en promoción de exportación agropecuaria y de atenuación de la situación laboral de la
población. Además, estas políticas no siempre contaron con una visión homogénea en el
23 Bertullo et al, año 2003, páginas 52 a 74. 24 Ver: http://www.inacoop.org.uy/institucional/ (visitado el 19 de agosto de 2015). 25 Rojas Herrera, páginas 89 y 90.
seno del aparato de Estado, debido a la diversidad de órganos públicos que se ocuparon
del cooperativismo26.
En Paraguay, el Estado confiere una gran importancia al cooperativismo, al punto de que
su fomento tiene rango constitucional (artículo 128 de la Constitución de 1967 y artículo
113 de la Constitución de 1992)27. Las políticas públicas que tuvieron mayor incidencia
en el desenvolvimiento del cooperativismo fueron en particular las de orden económico,
la exención de impuestos fiscales y municipales y el financiamiento por la banca estatal
(créditos blandos, avales, descuentos y redescuentos de documentos de las
cooperativas)28. En 2000 surgió la Agencia Financiera de Desarrollo como instrumento
de Reforma de la Banca Pública, que se convierte en canal de préstamos (con fondos
internos y externos) entre el sector público y las cooperativas, supervisado por la
Contraloría General de la República. En 2003 se promulgó la Ley Nº 2157 sobre el
Instituto Nacional de Cooperativismo (INCOOP), que es la Autoridad de Aplicación de la
Legislación Cooperativa y Autoridad de Control de los Entes Cooperativos, para cumplir
y hacer cumplir el precepto constitucional mencionado29.
En Colombia, las políticas públicas cooperativas datan de la década de 1930, a cargo de
la Superintendencia Nacional de Cooperativas. En esta década surge la primera ley
cooperativa de Colombia (Ley Nº 134 de 1931) y las primeras cooperativas de consumo,
ahorro y crédito y agropecuarias, integradas por sectores obreros que buscaban
defender el poder de compra de sus ingresos por medio de la cooperación. La primera
ley cooperativa tiene su aparición “sin que aún existiesen cooperativas en donde darle
su aplicación a pesar de que la idea de ‘cooperativismo’ ya desde mucho antes había
aparecido en documentos oficiales”30.
4 Trayectoria y Situación del cooperativismo nacional
La investigación del cooperativismo en Chile, marca habitualmente como fecha de inicio
de este movimiento en el país, el año 1887 en la ciudad de Valparaíso, con la fundación
26 Schneider José Odelso, año 1978, páginas 178 a 183. 27 Artículo 128 de la Constitución Colombiana de 1967 “El Estado fomentará la empresa cooperativa y otras formas asociativas de producción de bienes y de servicios, basadas en la solidaridad y la rentabilidad social, a las cuales garantizará su libre organización y su autonomía. Artículo 113 de la Constitución Colombiana de 1992: “Los principios del cooperativismo como instrumento del desarrollo económico nacional, serán difundidos a través del sistema educativo.” 28 Hirche, año 1987, páginas 588 a 591. 29 Ver: http://www.incoop.gov.py/v2/ (visitado el 19 de agosto de 2015). 30 Ramírez, año 1987, página 245.
de la Cooperativa de Consumo La Esmeralda, cuyo primer presidente fue el señor
Maximiliano Morel. Sin embargo, son múltiples los antecedentes previos en diversos
lugares del país, entre otros se consigna un intento previo en el año 1875 donde se
aboga por la creación de una Cooperativa asociada a la Sociedad Francisco Bilbao
(Radrigán, 1998).
La creación de cooperativas en Chile tiene directa relación con el movimiento social y
obrero de fines del siglo XIX, así como también la lenta densificación urbana y los inicios
de la industrialización del trabajo especialmente dado por las compañías salitreras del
norte grande del país. Es relevante destacar que el movimiento cooperativo en Chile en
sus inicios se encuentra estrechamente relacionado con el movimiento social obrero, el
mismo que da origen a mediados del siglo XIX a la Sociedad Unión de los Tipógrafos y
la que promueve a finales del mismo siglo la creación de sindicatos, sociedades de
resistencia y mancomunales31.
Desde sus inicios a la fecha el movimiento cooperativo ha pasado por varias etapas,
períodos de florecimiento y otros de decaimiento, especialmente influenciado por el
contexto social del país.
En este período el movimiento cooperativo chileno va adquiriendo una de las
características que lo han identificado hasta la actualidad, su heterogeneidad. Uno de
los elementos que ayudó a la consolidación del movimiento en este período fue la llegada
de grupos de migrantes alemanes, españoles e italianos, que traían de Europa un legado
cooperativo más consolidado (Radrigán, 1998). En la década de los años ‘20 en Chile,
se aprueban las primeras reformas del Estado, de carácter liberal y social como lo fueron
las leyes de contrato de trabajo, organizaciones sindicales y de accidentes del trabajo,
por citar sólo algunos ejemplos. Es en este contexto socio político que en el año 1924 se
promulga la primera Ley de Cooperativas, cuyo texto y estructura se fija en el año 1932
(Pérez, Radrigán y Martini, 2003), dando un marco jurídico a las empresas cooperativas
que se habían constituido hasta esa fecha. Esta Ley da un marco legal a las empresas
cooperativas que en su gran mayoría se estaban formadas como sociedades por acciones
(Del Campo, 2001).
31 La Sociedad Unión de los Tipógrafos, se mantiene actualmente en funcionamiento y es una de las mutuales activas más antiguas de América Latina.
La llegada de Eduardo Frei Montalva, a la presidencia de Chile da un nuevo aire al
movimiento cooperativo ya que esta forma socio-empresarial va en concordancia con el
programa de gobierno democratacristiano, transformando a las cooperativas en una
herramienta a favor de las políticas reformistas de éste, extendiéndose en número y
diversificándose aún más, llegando a ocupar activa presencia en sectores como el
campesino, de reforma agraria, servicios en general, vivienda, trabajo, etc.
En ese contexto, se crean también organismos estatales que favorecieron en forma
directa e indirecta el desarrollo del proyecto cooperativo en el país como lo fue el
Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), apoyando la creación de cooperativas
tanto campesinas como pesqueras. En 1965 se crea el Departamento de Desarrollo
Cooperativo dependiente del Servicio de Cooperación Técnica (SERCOTEC). Ese mismo
año se crea también la Comisión Nacional Coordinadora de Cooperativas, integrada por
funcionarios ministeriales y por representantes del propio sector cooperativo, con la
finalidad de impulsar el desarrollo del movimiento en todo el país. Asimismo, surgen
también una serie de organismos de integración e institutos auxiliares: en 1964, el
Instituto de Financiamiento Cooperativo (IFICOOP), en el año 1969, la Confederación
General de Cooperativas de Chile (CONFECOOP), y en el año 1970, el Instituto de
Auditoria Cooperativa (AUDICOOP). Son estas entidades, las que junto con el apoyo
directo del gobierno de la época, conforman el ambiente propicio para que las
cooperativas fructificaran y se extendieran por buena parte del país.
Es importante también destacar como otro hito de esta etapa, que el año 1968 la
Universidad de Chile abre la carrera de Técnico en Administración de Cooperativas,
dictada por la Facultad de Economía y Ciencias Administrativas (actual Facultad de
Economía y Negocios, FEN). La carrera fue cerrada –y nunca más abierta- con la llegada
de la Dictadura Militar.
Hito relevante a considerar, es lo acontecido en el régimen militar en donde las
cooperativas fueron intervenidas en sus procesos democráticos internos, afectando
directamente a uno de los principios fundamentales del modelo cooperativo. Es también
en este período que se dicta una nueva Ley General de Cooperativas (1978), limitando
el accionar cooperativo en el modelo económico imperante (Radrigán, 1998).
Ya a inicios de los años ochenta, los primeros efectos de la implantación del nuevo
modelo económico, se hacen notar con una aguda crisis que por cierto afecta –también-
al sector cooperativo chileno, en su conjunto. En este contexto tan adverso y en
ocasiones derechamente hostil, se inician los procesos de quiebra de algunas de las
cooperativas más emblemáticas de la época: UNICOOP (consumo), SODIMAC
(comercializadora de materiales de construcción), COOPEMPART (consumo), entre otras
(Hernández y Radrigán, 2006).
Para el período 1975 a 1989, el propio Departamento de Cooperativas registra 1.258.-
cooperativas disueltas (Departamento de Cooperativas; 1992), y las instituciones de
integración habían disminuido en al menos un 50 % (CEPAL, 1989).
Como se aprecia, el entorno tanto político, económico y cultural de la sociedad chilena,
nos indica y proyecta un cambio importante en el crecimiento de este tipo de
organizaciones. Las empresas de corte tradicional, se han ido transformando en
empresas con un sentido más social, o bien la población se ha inclinado en la creación
de este tipo de organizaciones cooperativas.
Es de esta manera, el modelo cooperativo adopta distintas expresiones, las cuales se
aterrizan en el texto legal y actualmente vigente en nuestro país, de este modo,
podemos mencionar lo que acontece con aquellas cooperativas denominadas de
importancia económica32, entendiendo por ellas “las cooperativas de ahorro y crédito,
las cooperativas abiertas de vivienda y además todas aquellas cuyos activos sean iguales
o superiores a 50.000 unidades de fomento o que tengan más de 500 socios”. Juegan
un rol importante en el sector económico del país, como ejemplo de ello podemos
mencionar a Cooperativa Agrícola La Unión COLUN, Cooperativa CAPEL o bien
COOPEUCH.
32 Art. 109 Ley general de Cooperativas.
4.1 Situación Actual de las cooperativas en Chile
Para reflejar de manera descriptiva lo que acontece con las empresas cooperativas
actualmente en nuestro país, a continuación se presentan algunos datos estadísticos a
fin de dimensionar su aporte al desarrollo socio-económico nacional:
Gráfico 1 Evolución Principales Cifras Sector Cooperativo
Fuente: Elaboración propia - Respecto al año 2015, se contempla al mes de mayo.
Sin duda, que el factor de desarrollo económico (crecimiento) es vital para la
permanencia de las empresas cooperativas en el ámbito económico nacional, pero no
solo, es el elemento económico el que debemos tener en cuenta, ya que conjuntamente
con aquello, debemos contemplar el dinamismo que presenta el sector en distintos
rubros, sin olvidar por supuesto, los valores y fundamentos inspiradores de este tipo de
organizaciones, las cuales como sabemos se basan en la igualdad, democracia,
participación, ayuda mutua, igual distribución de los recursos, etc.
Gráfico N°1
Evolución Principales Cifras Sector Cooperativo
El cooperativismo hoy en día, se desenvuelve en sectores innovadores, productivos y
sociales en nuestra sociedad, es así como por ejemplo, cooperativas de energías
renovables no convencionales, silvoagropecuarias, de turismo, de trabajo y prestación
de servicios, ocupan lugares privilegiados en nuestro sistema socio-económico, y que
por cierto, a ojos de esta sociedad consiente y preocupada por la sustentabilidad, se ve
dispuesta en acoger.
Gráfico N°2
Grafico N° 2: Número Cooperativas Vigentes por Rubro solo Año 2015
Fuente: Elaboración: propia.33
Finalmente, esta evolución nos avizora aires auspiciosos para quienes forman partes de
estas entidades, así también para los consumidores y población en general. Podemos
entonces concordar, que el constante dinamismo que experimentan en torno a los
procesos tanto, societarios, económicos, productivos y sociales, nos hacen poder
dimensionar el variado espectro que pueden abarcar y los beneficios que nos logren
proveer a la comunidad en general.
33 * Fuente: División de Asociatividad y Economía Social, Área de Planificación y Estudio, datos al mes de junio.
A nivel nacional, las cooperativas se concentran en los siguientes sectores:
Gráfico N°3
Cooperativas Vigentes a nivel nacional, por Región
Fuente: Elaboración propia, junio 2015.
1733
34715
31155159
1309694
17585
185
33
0 50 100 150 200 250 300 350 400
Arica y…
Metropolitana
Aysén
Araucanía
Maule
Valparaíso
Atacama
Tarapacá
Totales Cooperativas
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