ADRIN S. G I M A T E -W E L S H
INTRODUCCIN A LA LINGSTICA
Modelos y reflexiones actuales
60 A N I V E R S A R I O DIRECCION
U NIVERSIDAD A U T N O M A DE PUEBLA
F O N D O DE CULTURA E C O N M IC A
MXICO
Primera ed icin, Jy'H)segunda edicin, "fH m*la . huhunthI.. I e>>4
11 |< if i lu y - l , I J nivi ksidad A utno m a de Puebla
i i t i | , indo de Q j i .tu ra E co n m ica
u i i - Iti> A|u < i), 2 2 7 , 1 4 2 0 0 M xico , D. F.
| =-i i upH j -i-l.M >: (hi*gunda ed ic in )
i m i i u ii
PREFACIO A I A S K .I JN D A EDICIN
El presente libro es de caretei introductorio; sus destinatarios
son los estudiantes del nivel universitario de las carreras de
lingstica, humanidades, comunuai tn, antropologa y discipli
nas afines, que requieren conocimientos bsteos de las ciencias
del lenguaje.
Con base en esta finalidad, el captulo l inicia con la expo
sicin de los acercamientos al estudio del lenguaje en el siglo xix
y con un examen de las nociones hsicas de la ciencia lingstica,
como pasos previos a la exposicin crtica de la teora saussureana
en el captulo II. En el captulo m se lleva a cabo una revisin de
los aportes del metalismo y de las contribuciones del acerca
miento mecanicista a los estudios del lenguaje. Ambas corrientes
constituyen las bases de la lingstica estructural estadunidense
que tendrn vigencia hasta el surgimiento de las teoras trans-
formacionalistas de los cincuenta. Una vez examinada la teora
lingstica de Saussure, en el captulo iv se examina el desarrollo
del estructuralismo lingstico en sus diversas vertientes: la
escuela de Praga, el funcionalismo francs, la glosemtica dane
sa y el modelo contextual. Por ltimo, en el captulo v se exami
na el modelo generativo transformacional de Chomsky. Estos
apartados, desde mi punto de vista, constituyen las bases esen
ciales de la ciencia lingstica. Sin duda, se podran incluir
aspectos ms recientes del desarrollo de las ciencias del lengua
je para cada uno de los incisos, pero su inclusin nos alejara de
nuestro propsito.
Finalmente, quiero advertir que en esta reedicin he tomado en
cuenta algunas de las sugerencias de los colegas y amigos que par
ticiparon en la presentacin de la versin primera de este libro. A
los doctores Renato Prada Oropeza, Jos Moreno de Alba y Eli-
zabeth Luna Traill mis agradecimientos por sus valiosos comen-
H il'l i Ai IU A I A si (.UNDA EDICIN
l.mos, ,i Maiui M,tv" Siinl-ry y sus grupos de lingstica en la Uni-
vcisuKul Autnoma de Puebla, gracias por las ocasiones en las
i jiir i'iniitiiHt i t u i onuacto y por recibir de viva voz sus opinio-
im ; qii ==nii muy valiosas.
A drin S. G imath- W elsh H .
I. ESBOZO HISTRICO
I n t r o d u c c i n
P l a n t e a r desde un principio que la lingstica es una ciencia
implica adoptar una posicin epistemolgica que responde a una
tradicin discursiva que parte de las reflexiones de Ferdinand de
Saussure y de algunos de sus contemporneos, aunque para
otros, desde un punto de vista tradicional, la cientificidad de la
lingstica se identifica con la lingstica histrica y, en conse
cuencia. con la gramtica comparada y con el estudio de las
familias lingsticas del indoeuropeo (Lepschy, 1968:17). Este
punto de vista se desprende del xito alcanzado por los compa-
rativistas del siglo xix, quienes dieron a conocer las relaciones de
parentesco entre las lenguas indoeuropeas y las explicitan con
base en reglas de transformacin, como la que se conoce como
la Ley Grimm (Dinneen, 1967:185). Vase, por ejemplo, el
cuadro 1.1.
C u a d r o 1.1
Snscrito Latn Geimano Griego
Gtico Ingls (mod.)
P pedis fotus foot p o d u s (gen .)
t tres threis three treis
b h frater brother phrater
Los contrastes consonticos del cuadro 1.1 pueden expresarse tam
bin de la manera siguiente, mediante el esquema de la figura 1 I
9
10 ! Mti i/O HISTRICO
> sorda (p)
tioiu)ia (h) aspirada o
fricativa (th)
F igura l . l
He los ejemplos podemos resaltar que del griego phrather te
nemos brother en ingls, del latn do tenemos two en ingls y del
latn tres tenemos three en ingls.
Fl grado de precisin logrado en los estudios comparados
entre lenguas, superior a las dems disciplinas histricas, aun en
los estudios del lenguaje, permiti que la lingstica histrica
adquiriera prestigio, relevancia y que se le considerara como una
disciplina cientfica, sobre todo a partir de los trabajos de Franz
Bopp (1816), quien de manera sistemtica estableci compara
ciones entre los sistemas verbales de lenguas distintas: snscrito,
latn, griego, persa y germnico. Otros estudiosos, como Her-
mann Grassmann, contribuyeron a la consolidacin de la lin
gstica histrica al tomar en consideracin los elementos que
estn ms all de los grupos consonnticos, esto es, tomaron en
cuenta el contexto lingstico. Karl Verner (1875), por su parte,
reforz la Ley Grimm al plantear que se debe examinar el lugar
del acento en las lenguas indoeuropeas (Dinneen, 1967:186).
Nos encontramos, pues, ante la supremaca de los estudios
histricos o del proceso lingstico.1
K imi este contexto, el ltimo tercio del siglo xix, en el que
Budoin de Courtenay -lingista de tradicin rusa y polaca
1 Para una visin de la formacin de los dom inios lingsticos en la Roma
na, vase I 71,
ESBOZO HISTRICO U
delimit-^ seal la diferencia pptrp lo dinm ico V lo iM .illm
dentro de la-kngna y propuso c|iie la lingstica debe ocuparse tle
ambos-aspectos. Nos encontramos entre dos tendencias: la lin
gstica histrica comparada, concebida como una ciencia, y la
lingstica esttica, tambin cientfica, promovida por Baudoin.
Si bien De Courtenay se ocup del estudio del sistema y de los
factores que rigen la vida de la lengua, este autor centr igual
mente su inters en el estudio de las relaciones entre los fenme
nos del lenguaje y previo el desarrollo que tendra la lingstica
contempornea cuando seal la influencia de las matemticas
en su desenvolvimiento. Esto es, profetiz el acercamiento de la
lingstica a las ciencias exactas (Apresian, 1975:30-31).
De Couternay, adems, se adelant a Ferdinand de Saussure al
establecer la .distincin entre la lengua como conjunto definido
de partes integrantes y de categoras conocidas y la lengua"
como proceso que se repite sin cesar (Apresian, 1975:29).
En el plano fonolgico, Baudoin delinea elementos impor
tantes de lo que es ahora la teora fonolgica. Para l, la lengua
no contiene sonidosCsin .^presentaciones sanoras, es decir,
unidades que denominamos fonemas. Baudoin consideraba que
si bien estas unidades no tienen significacin, s desempean
una funcin distintiva. La concepcin estructuralista contem
pornea del fonema tiene, pues, como antecedente, las observa
ciones hechas por De Courtenay.
Encontramos en los planteamientos de este lingista de la Uni
versidad de Kazn una reaccin al atomismo2 individualista de los
neogramticos. Sus trabajos, como los del sueco A. Noreen, apun
tan a la conformacin de una concepcin estructuralista del len
guaje ^(Manoliu, 1977:27), que veremos ms coherentemente for
mulada en el Curso de Ferdinand de Saussure.(Pero)tambin es
una reaccin al atomismo de los dialectlogos del siglo XIX,
quienes al cartografiar las variedades de la lengua no tomaban en
cuenta el conjunto de lo que ahora conocemos como sistema. Las
aportaciones de estos tericos del lenguaje permiten que los geo-
2 Entendiendo por atomismo una visin fragmentada o parcial d el fen
meno lingstico, opuesto a la visin de sistema o totalidad de la lengua.
12 r mu / ( ) 1 i i s i 0 R 1 C 0
Iiiiimii' i hblen i! ! > b -.iMniKis, diasistemas (Weinreich, 1954:
JgH lu " .. i i 111 t , ( ( .imate-Welsh, 1981). Es decir, el atomis-
niiMl ?! lolnt'h i, ha sido sustituido por una dialectologa estruc-
im.il A. i nal un 111 ( ya no se puede sostener la opinin de que la
Ii >1< t hilnt-ia .( lia quedado anquilosada en sus planteamientos y
m* i. .. 1... trnciic ionales. Prueba de ello es su florecimiento en el
mundo romnico (Alvar, 1969:17-23) y germnico. La dialecto-
logia, lal como se ha venido practicando recientemente, ha re-
rlaborado sus mtodos y sus concepciones segn las exigencias de
nuestro tiempo; ha examinado sus materiales a la luz de los avan-
i es de la lingstica estructural. Ms an, ha remontado los marcos
de la lingstica interna para instalarse asimismo en el de la lin
gistica externa. Sin embargo, para ello ha sido necesario vencer
los obstculos de la tradicionalidad y la cerrazn de puntos de
vista. Estas nuevas tendencias en la dialectologa no se circuns
criben al Viejo Mundo, sino que tambin se han desarrollado en
1 lispanoamrica, en particular en Per, Colombia y Mxico (Gi-
mate-Welsh, 1980:42-43).
La c ie n c ia , l in g s t ic a
En la mayora de los textos de lingstica, sta se define como el
pstndiox^ ntfieo- dc44rLguaje(fb/on^ 1968:7). Una caracteri
zacin de este tipo implica que la lingstica de a lgunajnaera t
sigue los procedimientos de las dems ciencias en general y, por
lo tanto, se inscribe en un determinado marco epistemolgico^
con el cual se puede o no estar de acuerdo, dependiendo del
marco discursivo de referencia.
lista {Troblemtii'. sin duda, concierne a los tericos de la
metodologa, quienes en trminos generales se dividen en
iai iotialr.tas y mprafisiros y empiristas fochenskv. 1965: caps. 1
y it), La lingitfstica, como la ciencia^ngeneral, ha exhibido a lo
largo d n 111 . loria dos tendencj^T un^ dirigida hacia la inte-
gra< ion de lu:.- mim imientos, hacia su unificacin en un sistema
y al Hpgryfryjfnpmn de sus interconexiones;(fa otrf), dirigida--i?2-
ESBOZO HISTRICO
hacia Ja separacin de unas ramas del conocimiento rsped o di
otras. Un repaso de la historia de la ciencia nos mostrar que en la
Edad Media y el Renacimiento predominaba la perpectiva integra-
lista. A partir del surgimiento de las ciencias sistemticas en el
siglo xv y hasta el siglo xix, prevalece la tendencia diferencialista y
desintegradora (Kedrov, 1974:7-31). Si bien la lingstica estruc
tural fue diferencialista en sus inicios,3 en la actualidad existe una
fuerte tendencia integralista que le da mayor sentido a los estudios
lingsticos en tanto ciencia de la interaccin socioverbal.
La identificacin y delimitacin del objeto de e~stdio de la
lingstica tambin ha suscitado controversias. Son.dos las co-
jrjg3ttes--d_pensamiento que se perciben en los trabajos de los
estudiosos del lenguaje en los^ siglos xix y xx. La primera co
rriente, cuyo mximo exponente es Wilhem von Humboldt, se
denomina subjetivismo individualista; la segunda, objetivismo
abstracto, que filosficamente se sustenta en el racionalismo
cartesiano (Voloshinov, 1976:75), y cuyos tericos se identifican
con la Escuela de Ginebra y el generativismo transformacional.
En el interior de estas dos corrientes existen, sin embargo, dife
rencias y aun contradicciones. No obstante, se les caracteriza de
la manera siguiente:
Los subjetivistas consideran al lenguaje como una actividad,
como un proceso interminable de creacin (energeia) que se da
en los actos concretos e individuales del habla. Esta corriente, que
parte de las ideas de Humboldt, es continuada en el mundo ger
mnico por Karl Vossler y Leo Spitzer, entre otros, y por A. A. Po-
tiebnia en la lingstica rusa (Voloshinov, 1976:65-66). La predi
leccin por los mtodos positivistas, y su asociacin con el
psicologicismo empirista de W undt,4 ha ocasionado que esta co
rriente haya perdido cierta presencia terica, pero que se renueva
con los trabajos de los germano-romanistas, Karl Vossler y Leo
3 Todo el esfuerzo de Ferdinand de Saussure por constituir una ciencia
autnoma, no derivada, lo demuestra. C/. infra, captulo n, el objeto de estudio
de la lingstica.
4 Para este autor el lenguaje se explica en funcin de la psicologa individual
sobre una base voluntarista, o como una psicologa de los pueblos o psicologa
tnica.
14 I Mii.)/() HISTRICO
N|ut/u |\im t r | "pensamiento lingstico es esencialmente
I" 11 unir 111< i |i. .Mi, i i . la verdad lingstica es verdad artstica; de
.ilil ijiii para fl la i calidad fundamental del lenguaje no es la
!iMiu "!iin sistema heredado, sino el acto de habla creativo
individuar 1 as ideas de Vossler son semejantes a la fenomeno-
i' Ti i tfth a de B. Croce, quien sostiene que la lingstica, en
taino i inicia de la expresin, coincide con la esttica.
Los objetivistas consideran que el objeto especfico de la cien
cia lingistica es e l estudio del sistema lingstico como sistema
di* las lumias fonticas, gramaticales y lxicas del lenguaje. Si
pai a los subjetivistas nada permanece fijo e idntico en los actos de habla, para los objetivistas el acto creativo e individual con
tiene elementos idnticos al de otras emisiones del mismo grupo
lingstico. Son estas identidades las que funcionan como nor
ma y aseguran la unidad de la lengua y su comprensin por
parte de los integrantes de esa comunidad lingstica (cj. infra,
pp. 60-65, los comentarios de Eugenio Coseriu). El sistema de la
lengua, concebida en estos trminos, ser independiente de los
actos e intenciones individuales.
La lengua se presenta al sujeto hablante como la norma invio
lable que recibe d e su comunidad de manera elaborada. Cual
quier cambio, p o r tanto, estar fuera del alcance del hablante en
lo particular. El sistema de la lengua es independiente de la
actividad creativa del individuo, aunque la creatividad se ver
como creatividad colectiva, esto es, como producto de las insti
tuciones sociales, Pero, si bien la lengua es inmutable en cual
quier momento determ inado, no obstante cambia; es decir, la
lengua tiene su h istoria , que corre de manera paralela a la histo
ria de un pueblo.
Los principios generales de esta segunda corriente son:
a) l a lengua e s un sistema inmutable de formas lingsticas
que norman el com portam iento lingstico y que la conciencia
individual recibe ya elaborado.
b) I as leyes de l sistema lingstico son leyes de conexin entre los signos dentro d e un sistema lingstico cerrado.
ESBOZO HISTRICO 15
c) Las conexiones de los signos no tienen nada en comn con
los valores ideolgicos.
d) No hay relacin natural alguna entre el signo y lo que ste
denota.
e) Los actos individuales de habla, desde la perspectiva del sis
tema, son simples variaciones fortuitas.
Estos principios, como puede verse, apuntan a una mentalidad
racionalista y matemtica en la que lo que interesa es la lgica
interna del sistema de signos dentro de un sistema cerrado; esto
es, el sistema se concibe como un lgebra. De ah la nocin de la
convencionalidad y arbitrariedad de la lengua. Las races de esta
corriente de pensamiento las encontramos en el racionalismo
(Voloshinov, 1976:68) de los siglos xvn y xvm, y ms particular
mente en los tericos que pugnaban por una gramtica univer
sal (c/. los trabajos de los gramticos de Port-Royal).5
Esta conceptualizacin de la lengua como sistema de signos ha
sido amplia y claramente desarrollada por Ferdinand de Saussure
en su Curso de lingstica general y los que se inscriben en esta
corriente de pensamiento. Las reflexiones saussureanas son d i
fundidas y profundizadas por lingistas de la Escuela de Praga,
de la Escuela de Ginebra y por la Escuela Danesa, entre otras.
Con los planteamientos de De Saussure se llega a una formali-
zacin de la lingstica que la aproxima al pensamiento matem-
iico. Dice De Saussure: La lengua, por as decirlo, es un lgebra
que no tuviera ms que trminos complejos... (1976: 205). Louis
I Ijelmslev, por su parte, propone igualmente un lgebra de la
lengua cuando dice: el que una totalidad no consista en los obje
tos sino en las relaciones, y que aquello que tiene una existencia
en el sentido cientfico de la palabra no sea la sustancia de la tota-
** Aunque, de acuerdo con Esteban Torre ( Ideas lingisticas y literarias del
th>< lor I lucirte de San Juan, Universidad de Sevilla), el doctor Huarte sostena la
postura sobre la arbitrariedad del signo ya desde 1575, haciendo referencia a
las ideas de Aristteles. Dice: La lengua fue una invencin que los hombres
busc aron para poder entre s comunicarse y explicar los unos a los otros sus
( onc'L'ptos, sin haber en ello ms misterios ni principios naturales que haberse
jum ado los inventores, y a buen plceme, como dice Aristteles, fingir voca
blos y dar a cada uno su significacin... (p. 74).
16 I MU ) /Q IIIST R1C0
lidad, sino sus relaciont internas, no constituye ninguna novedad
para la cien la Sin embargo, en lingstica s es una novedad.
Dice, ademas, que una concepcin del lenguaje como una estruc-
tura autosubsbUMiie y especfica, as como una constancia dentro
del lenguaje mismo, y no fuera de l, la teora lingstica empieza
a delimitar el alcance de su objeto", lo cual no Implica una re
duccin del campo, sino una divisin de las dificultades y una
progresin de lo simple a lo complejo, de conformidad con la se
gunda y tercera reglas de Descartes (Hjelmslcv, 1974: cap. i).
De manera similar, el lingista estadunidense Martin Joos consi
dera que tenemos que hacer de la lingstica una especie de ma
temtica, donde por definicin sea imposible toda contradiccin.
La temtica de la constancia en el lenguaje y la universalidad
ha conducido a una preocupacin por establecer los rasgos ms
universales que caracterizan al lenguaje humano, a saber: el
desentraamiento de la estructura especfica del lenguaje a travs
de un sistema de premisas. Este tipo de inquietud terica ha lle
vado a la lingstica estructural contempornea a plantearse el
problema de las invariantes en el lenguaje, sea en el plano sin
crnico, sea en el diacrnico. Desde esta perspectiva, el objeto
de estudio de la lingstica no se circunscribe a las fronteras
regionales de una determinada lengua. Las invariantes, por tanto
resultarn de la comparacin de diversas lenguas a travs de un
proceso inductivo.6 Son muchos los ejemplos de este tipo de tra
bajos. Romn Jakobson estableci rasgos fonticos universales y
formul leyes de implicacin despus de haber comparado los
sistemas fonolgicos de varias lenguas. De manera similar, Green-
berg descubre reglas de implicacin universal relativas al orden
de los elementos significativos en la gramtica.
Ducrot propuso que para poder formular el repertorio de las
mvat tantes es necesario pasar de la observacin al planteamien-
' t i nirtuilu inductivo es una forma de reduccin empleada fundamental- tnritu f ti la-, ciencias naturales, que se distingue del deductivo. Segn Bo-
!* * i i i l ni. indo inductivo inferimos el antecedente a partir de un aserto
i ouUit ional v 3ii i Hiisrcucncia, a saber: Si A, entonces B; B por tanto A. Y en
los ;i=.=s :11 ,!t . tu , , ion Inltiiinos la consecuencia a partir de un aserto condi-
i ioiirti y SU ItU lildenii M a , rn lo iu es B; A por tanto B.
ESBOZO HISTRICO 17
to de las hiptesis que den cuenta de los hechos observados y
proceder de ah a la deduccin de consecuencias verificable;
esto es proceder del objeto concreto al objeto lgico. ste es el
sentido que Lyons asigna a la lingstica cuando la define como
una ciencia. En otras palabras, que la investigacin lingstica sea
controlada y sus observaciones sean empricamente verificadas
(Lyons, 1971:1).
Ramas de la lingstica
De acuerdo con lo anterior, la prctica lingstica estar deter
minada por el referente epistemolgico que sostenga el lingista.
Para muchos, la tarea del lingista ser describir de manera cien
tfica el estado o los estados de una lengua. Para Chomskv ser,
a partir del corpus de la actuacin (performance), determinar el
sistema de reglas subyacentes que han sido dominadas por el ha-
blante-oyente, y que pone en uso en los actos concretos de
actuacin (Chomsky, 1965:4); es decir, la tarea del lingista es
describir la competencia del hablante-oyente.
.Segn Hjelmslev. una verdadera ciencia lingstica deber ver
al lenguaje no como un conglomerado de fenmenos no lin-
gsticos (fsicos, fisiolgicos; lgicos, sociolgicos), sino como
una totalidad autosnficip.nte, romo una estructura sui eenjrris
(Hjelmslev, 1974:15). Segn esto, dicha teora proporcionar los
fundamentos de la comparacin entre distintas lenguas. Tal teo
ra permitir enunciar y descubrir las premisas de la lingstica,
as como los mtodos a seguir en la investigacin; permitir
asimismo la identificacin de los rasgos ms universales que ca
racterizan al lenguaje humano. Desde esta perspectiva, la lings-
l ica_no P u e d e ser caracterizada de prescriptiva y sus ramas se vern en una relacin de interdependencia. La especificidad de
una depender del grado de concentracin del estudio de uno o
varios de los niveles de la lengua. En el caso de la lingstica
histrica, por ejemplo, que se ocupa de la explicacin del cam
bio que sufren las lenguas y cmo estn emparentadas unas con
olas, predomina el estudio fontico, tendencia que hasta hace
18 I '.Do/U HISTRICO
unas dt mlar. rr la dominante en la descripcin lingstica, lo
cual, iu oh aan tf, deba sustentarse en una teora general de la
lingistica
Caractersticas del estudio lingstico
1 as di Ir inicias existentes en los estudios lingsticos, de acuer
do ron lo anterior, estn determinadas en gran medida por la
teora del conocimiento que sirve de base al lingista, o sea su
referente epistemolgico; esto es, los propsitos, los mtodos
y sobre Lodo la imagen que el lingista se forme de su objeto
de estudio se desprende de su concepcin de la ciencia. En el
modelo chomskiano sobre el lenguaje, por ejemplo, subyace la
nocin de relacin, aunque tambin es central en la teora
saussureana, concepto que posteriormente se ver completado
por el de clase como un elemento general y universal del
lenguaje humano, que en trminos generales se puede definir
como un diagrama arborescente relacional que hace posible el
engendramiento finito de estados diferentes de frases.
Esta concepcin sobre el lenguaje es ampliada con la intro
duccin de la categora ncleo de frase, lo cual hace de su teora
gramatical no una gramtica clasificatoria y relacional, sino
t ransformadora y operacional. Su referente epistemolgico no es
clasificatorio ni relacional, sino la sntesis de ambos. Cabe notar,
sin embargo, que la nocin de transformacin, caracterizadora
de la teora chomskiana, forma parte de otras teoras gramati
cales como la tagmmica (Cook, 1967:27-43).
Si bien es cierto que la teora generativa transformacional se
inscribe en la tradicin lingstica de Bloomfield y de Harris, el
generativismo se interpreta como una reaccin en contra del em
pirismo que caracteriza a ambos; no obstante, entre estos dos
tericos hay diferencias importantes. Como ejemplo de ests di-
Inrnrius, recordemos que Leonard Bloomfield, en el captulo 2 de
t lenguaje, expone una concepcin materialista y behaviorista
de U)- luu Iios del lenguaje, perspectiva que se resume en trmi
nos de estmulo y respuesta (Bloomfield, 1961), y que Chomsky
ESBOZO HISTRICO |
t tu .liona en su versin ms rediente, el conductismo sklnnr
irano. Zellig Harris, en su afn de liberarse del psicologicismo
bfhaviorista, construye su teora sobre la base de criterios dis-
irlbucionales. La distincin entre la teora de Chomsky y la de
us antecesores es similar a la diferencia que existe entre la gram-
tica analtica y la sinttica, tal como se expone en el cuadro I. 2.
C u a d r o 1 .2 .
Gramtica analtica Gramtica sinttica
()bjeto de la
lingistica
Corpus de datos Conocimiento de cmo produce
y entiende el hablante las em i
siones lingsticas
Propsito Establecimiento del
inventario del corpus
Explicitacin de las reglas grama
ticales subyacentes en la construc
cin de las oraciones
Mtodos Procedimientos de
descubrimiento
Procedimientos de evaluacin
Caractersticas del lenguaje humano
Kdward Sapir, en su Obra ya clsica, El lenguaje (1978), define al
lenguaje como el medio de comunicacin por excelencia de
toda sociedad conocida, yjakobson lo concibe como el vehcu
lo de la vida mental y de la comunicacin (1976:83). La cotidia
nidad del habla ocasiona que muchas veces el hombre la juzga
tan natural como la facultad de caminar... tan natural como la
respiracin, segn Sapir (1978:9), pero si reflexionamos sobre
ello nos percataremos de que tal naturalidad es slo una ilusin.
H lenguaje es un don del hombre. Ningn animal lo posee y no
tenemos conocimiento en el pasado o en la actualidad de socie
dades humanas tan simples o primitivas que no hayan desarro
llado un lenguaje elaborado y complejo (Diamond, 1974:11);
20 l'SiOZC) HISTRICO
es un instrumento de eomuniccin entre los individuos que se
crea mediante la utilizacin de la materia prima los sonidos
que por si misinos carecen de significacin, pero que constituyen
el bai m con el que se construye el lenguaje. Desde otra perpec-
tiva, Marx y I ngels plantean que el lenguaje humano fue creado
a tai.- de la necesidad de comunicacin. Los hombres en forma
cin teman algo que decirse. La necesidad cre el rgano; la tosca
laringe del mono se transform lentamente, y los rganos de la
boca aprendieron gradualmente a pronunciar una letra articu
lada tras otra (Marx y Fngels, 1973:25-26). De las ideas de
Marx, Engels y Sapir cabe destacar que el lenguaje humano no
es instintivo, sino que es aprendido; y puesto que es resultado de
un proceso de aprendizaje, su aparicin se relaciona con un tra
bajo del hombre que aprovecha los rganos que la naturaleza le
ha proporcionado: los pulmones, la laringe, el paladar y los
dientes, rganos cuya funcin primaria no es el lenguaje.
El lenguaje humano, en tanto que es un instrumento ms del
hombre, es un producto cultural transmitido de generacin en
generacin; es herencia cultural y expresin del grupo que lo
genera. Las diferencias lingsticas, por tanto, estn determi
nadas por la formacin social del grupo. Este planteamiento no
implica inscribirse en el determinismo histrico, pero tampoco
significa que se adopte la tesis de que la estructura global de toda
lengua ejerce un influjo diferencial sobre el pensamiento de quien
la habla, sobre el modo en que se concibe la realidad y sobre la
manera como se comporta frente a ella, pensamiento que se
remonta a los trabajos de Herder y Humboldt.
El lenguaje esfuerza creadora
Para Herder, el lenguaje humano no es slo instrumento de co
m u n ic a c i n , sino tambin es teora y la forma de pensamiento (Schaff, 1967:19). Lo primero porque en l estn contenidas las
experiencias y sabidura de generaciones pasadas; lo segundo
porque no solo pensamos en un lenguaje, sino a travs de l, lo
ESBOZO HISTRICO 21
cual nos lleva a la postura de que mediante el lenguaje se m u
liguran las ideas. Planteamientos como los de Herder sientan la1,
bases para lo que hoy conocemos como el relativismo lingsti
co, o sea la nocin de la unidad orgnica entre el lenguaje y el
pensamiento (cf. infra, pp. 84-104).
Coincidiendo en trminos generales con Herder, la idea central
< n el pensamiento de Von Humboldt es el aspecto creador del
lenguaje en los procesos intelectuales, idea que adquiere forma en
la teora de la funcin como nocin del mundo y de la forma
interna del lenguaje (Schaff, 1967:23). En el marco de este plan
teamiento, para Von Humboldt el verdadero objeto de la lings-
ttca es el estudio del lenguaje en tanto concepcin del mundo, es
decir, su participacin en la formacin de las representaciones.
Segn Humboldt, el lenguaje debe mirarse desde la perspectiva de
su dinamismo, no como algo determinado y rgido, o sea como
rncrgeia y no como ergon. La fuerza creadora se identifica as con
la forma interna que acta como mediadora entre el hombre y el
mundo. Esta nocin se ve estrechamente relacionada con la idea
de la fuerza creadora de una nacin y con su identidad.
I as formulaciones de Humboldt reaparecen en los trabajos de
Karl Vossler y de Leo Spitzer, pero sobre todo entre los tericos
ile los campos semnticos, como Jost Trier y Leo Weisgerber,
para quienes el estudio de los campos semnticos significa el
estudio de la forma interna del lenguaje la fuerza creadora
humboldtiana que expresa de manera inequvoca la concep-
i ton del mundo manifiesta en el lenguaje en un momento deter
minado. Para stos, las diferencias lingsticas son concepciones
distintas del mundo. Detrs de tesis como sta subyace la nocin
tle que la percepcin del mundo (objetos materiales, relaciones
humanas, etc.) la hacemos de acuerdo con el sistema de clasifi-
i ai ion que nos ofrece la lengua en la que pensamos.
I I papel del lenguaje dentro del proceso del conocimiento es
tina problemtica fuertemente vinculada con la filosofa, en par-
tieulai con la filosofa del lenguaje. Esta temtica, en opinin de
i hall, ha sido abordada en el siglo xx desde tres perspectivas: a)
la lilosofta de las formas simblicas; b) la filosofa del convencio
22 I MU)/() HISTRICO
nalismo; i ) la lilosofta cid ncopositivismo, corrientes de pen
samiento que licnen en comn la idea de que el lenguaje crea la
i mugen t Ir la realidad.7
( ofivline preguntarnos ahora, son vigentes estos plantea
mientos? Para algunos es aceptable la tesis de la luerza creadora
ESBOZO HISTRICO l \
I)c manera semejante, para Sapir el lenguaje es creadoi de l.i
< liliura, es el organizador de la experiencia, configura el mundo
y la realidad social de la comunidad. El lenguaje figurado incide sobre la forma en que la sociedad percibe la realidad (Sapir,
14*58:162-166). Sapir acepta, sin embargo, la influencia del am
biente sobre la formacin del lenguaje, aunque ms tarde sosten
ga que los hombres no slo viven en un mundo objetivo, sino
tambin en el mundo del lenguaje.
Las tesis de Sapir son retomadas por Benjamin Lee Whorf,
desarrolladas y comprobadas con sus trabajos sobre la lengua hopi
l Whorf, 1969), lo que origina la tesis de la relatividad lingstica.
I >ce al respecto: articulamos la naturaleza siguiendo las lneas
que nos vienen dadas por nuestra lengua materna (1969:213; la
introduccin es ma). Para l, el mundo se nos presenta como
una corriente caleidoscpica de impresiones que debe ser organi
zada por nuestro sistema lingstico. Para ejemplificar sus ideas,
seala que en el hopi no existe ni explcita ni implcitamente re
le cncia alguna al tiempo, como ocurre en las lenguas occiden
tales, sino que lo hacen en una relacin antes-despus.
I a tesis de la relatividad lingstica en su versin extrema nos
lleva a la problemtica de la imposibilidad de la traduccin de una
lengua a otra. Esta tesis, sin embargo, no es sostenible porque
sabemos que, no obstante las dificultades, s es posible traducir
,um entre lenguas que han tenido poco o ningn contacto cultu
ral; prueba de ello es el hecho de que el propio Whorf ha descrito
las lenguas americanas usando otra lengua. Lo que podemos con-
cluir es que estos cdigos no son mutuamente reproducibles de
manera directa, sino que esto se logra reconstruyendo una lengua
la otra (Rossi-Landi, 1974:51). Ms an, la historia es testigo
de la transmisin del conocimiento de un pueblo a otro, lo cual
implica que existen concepciones similares en lenguas diferentes,
que as lo permiten.I a tendencia actual, si bien busca los universales lingsticos
o invariantes en el contexto de la diversidad, est orientada hacia
Iriigua|r es producto arbitrario del hombre, sujeto a la libre eleccip. Los
Itm ilf . di* mi lenguaje significan los lmites de m i m undo, dice Wittgenstein.
24 I :.IU )/() HISTRICO
la aceptm Ion tgt iU >ir la ltsis de la relatividad lingstica en
auton < cinc hriivmi-.tf y Mounin. Para ellos esta problemtica
ya n
ESBOZO HISTRICO 21
que corresponden a las unidades del sistema que se combinan
entre s de acuerdo con las reglas del propio sistema. Por ejem
po: /s/ se combina con la secuencia la casa para generar las casas,
sintagma que es aceptable tanto desde el punto de vista fontico
y fonolgico, como desde el punto de vista sintctico. Es decir,
el sistema permite la inclusin de /s/ tras vocal, pero no aceptara
la combinacin *sla scasa, aunque en alguna otra secuencia s
fuera posible como en muslo, pesca, etctera.
El lenguaje humano es un sistema de sistemas
En el prrafo anterior se ha dado a entender que el lenguaje
humano est compuesto de sistemas que interactan simult
neamente, pero cada uno tiene sus posibilidades combinatorias.
Desde la perspectiva de la teora generativa transformacional,
este sistema de sistemas comprende tres componentes: a) fono
lgico, b) sintctico, c) semntico. Sin embargo, si bien es cierto
que cada uno de estos sistemas tiene sus unidades y sus reglas de
combinacin, en la medida que se dan de manera simultnea en
el decurso, stos se determinan entre s a tal grado que las leyes
de las partes se subordinan a las leyes de la totalidad (cf. infra, pp.
133-134).
El lenguaje humano es arbitrario
Postular la arbitrariedad del lenguaje humano significa tener una
posicin acerca de la relacin (no motivada, naturalmente) entre
el signo lingstico y el objeto o idea denominada, discusin que
se remonta a la poca aristotlica, pero que es abordada por Fer-
ilinand de Saussure de manera sistemtica como uno de los prin
cipios del signo lingstico (De Saussure, 1976:130 ss.). Este
principio, fundamental en la lingstica contempornea, apunta
a la condicin necesaria y real de la existencia de las lenguas dis-
lintas como expresiones concretas de la posibilidad del lengua-
28 MU V O HISTRICO
lseuely tIr l iar t ir m ello supone la eleccin del rasgo distinti
vo (m.iii uclo p alivamente).
I I |< i iiiitto nnm ailo (+), segn Bernard Pottier, es una deter
mina ioit o pie< Isn en la significacin, en tanto que el trmino
no uuut fldo ( -) es menos preciso, como en el caso de los pro-
nomhii , personales, en los que la primera persona y la segunda
f,r oponen en tanto trminos marcados a la tercera persona, no
man uda (-). Esto es, estn determinados por ellos mismos y no re
quieren precedente contextual para aparecer; la tercera persona,
en cambio, necesita una determinacin previa (Pottier, 1958:56).
Cuando una oposicin desaparece, es decir, se neutraliza, sta se
determina por el contexto, cosa que ocurre cuando dos unidades
se fusionan; por ejemplo: el trmino crisis en espaol, en el que
el singular y el plural se confunden y slo el contexto determi
nar si es plural o singular; o los casos de implicacin, en los que
se da la sustitucin obligatoria de un trmino por otro, como los
que se dan en el plano de la expresin: /r/ y f\J se oponen en posi
cin intervoclica y en otras posiciones, pero /l/ nunca aparece
detrs de /t/ y /d/ en posicin inicial de slaba o palabra (Alarcos,
1971:88). Al trmino marcado se le denomina intenso y al no
marcado extenso. En el ejemplo anterior, \J representa el trmino
marcado y /r/ el no marcado, como se ve en el cuadro I. 4.
C u a d r o I. 4 .
r 1
lateral - +
l q u id a + +
Es decir, ambos comparten la caracterstica de ser lquidas,
pero se oponen en la lateralidad, que se neutraliza en la posicin
inicial de slaba o palabra antes mencionada.
ESBOZO HISTRICO
Las lenguas como expresin del
lenguaje son distintas
Si bien el lenguaje humano es un sistema de sistemas que tiene
una organizacin interna basada en un sistema binario, cada una
de sus manifestaciones concretas tiene una estructura propia en
los distintos niveles, que las distinguen unas de otras. Sin em
bargo, no obstante las diferencias, hay ciertas correspondencias es
tructurales que permiten que el anlisis en uno de los planos sea
aplicable en otro de los planos, como ocurre entre los planos de la
expresin y del contenido. En estos casos se dice que existe iso-
morfismo (cf. infra, pp. 133-134).
II I ERDINAND DE SAUSSURE
I n t r o d u c c i n
l i ( URS p e l i n g s t ic a g e n e r a l de Ferdinand de Saussure,
redactado por sus discpulos Charles Bally y Albert Sechehaye,
es una reconstruccin o sntesis de sus conferencias del tercer
curso impartido en la Universidad de Ginebra durante el perio
do 1910-1911, complementadas con las notas personales de De
Saussure. No es un tratado que contenga todos los aspectos de la
investigacin lingstica de su poca, como lo sealan los redac
tores en el prefacio, pues Ferdinand de Saussure no pretendi
abarcar todos los aspectos de la lingstica, sino abordar sola
mente algunos principios fundamentales, sobre todo cuestiones
de orden metodolgico; de ah que las cuestiones relativas a la
semntica no ocupen el espacio que les corresponde. Otros pun
tos, en cambio, para algunos parecern reiteraciones de cosas ya
dichas por otros autores, pero estn incluidos en el Curso porque
sientan las bases para la comprensin y coherencia de sus prin
cipios sobre lingstica esttica.1
El discurso saussureano, en la medida en que est encamina
do a la constitucin de la ciencia del lenguaje, se caracteriza por
ser un cuerpo de definiciones y distinciones que precisan el
estatuto epistemolgico de dicha ciencia. A ello responde su
recurrencia a las dicotomas. Sin embargo, para construir tal
ciencia, Ferdinand de Saussure tuvo que rechazar toda visin
apriorista de la lengua y hacer de la lingstica una ciencia
autnoma, no auxiliar o derivada de otras Ciencias afines. La au
tonoma, sin embargo, es relativa, pues su esquema se4nspira en
modelos que provienen de la lgica y las matemticas, del posi
tivismo y de la teora sociolgica de Durkheim, as como de la
1 CJ. infla, |)|> -M-'K), lo relativo a la distincin entre lingstica esttica y
evolutiva.
FERDINAND DE SAUSSURE
! rn 11;i econmica de su poca. Es decir, el discurso saussureauo
hay i|ue inscribirlo en el marco de la formacin discursiva de
liu.iles del siglo xix y principios del xx. En otras palabras, su
pensamiento est marcado por los referentes epistemolgicos de
ai tiempo.
1,1 objeto lingstico no es, pues, tangible, sino un conjunto de
propiedades objetivas; es , a saber, un objeto formal, constructo
0 construido. En el marco de este referente epistemolgico, el
hecho lingstico se representa mediante modelos (Achinstein,
1 967) que se traducen a frmulas que explican el fenmeno del
lenguaje. Los modelos son, pues, resultado de generalizaciones
que se formalizan a travs de un proceso de abstraccin en el que
r consideran solamente los rasgos pertinentes o universales
thadiou, 1978), partiendo siempre de un conjunto de premisas.
En este contexto habr que ver la dicotoma lengua/habla,
aunque sabemos que De Saussure se inspira en el concepto de lo
.()(ial postulado por Durkheim.
Las reflexiones de Ferdinand de Saussure en relacin con el
lenguaje humano han sido objeto de reconocimiento, pero tam
bin de crticas severas provenientes tanto del campo de la lin
gistica como de fuera. Los cuestionamientos que puedan atri
buirse a su teora tienen su origen en el estilo pedaggico con
que elabora sus dicotomas, pero tambin se deben a las limita-
* iones del pensamiento cientfico de su poca. Sus conceptos,
algunos ya superados por sus seguidores, constituyen la base para
el desarrollo del estructuralismo lingstico contemporneo
tvase infra, pp. 126-138), que a su vez se ha convertido en
paradigma del desarrollo de disciplinas afines. Si bien es cierto
que el Curso constituye el documento ms coherente que ha pro-
* lucido el positivismo, habr que decir tambin que contiene
una posicin cientfica que rebasa a dicha corriente de pensa
miento. El inters que demuestran las distintas ciencias del hom-
hrr es un indicio de l actualidad del saussurismo, como lo ha
it marcado Romn Jakobson (1976: cap. I, 11-82). Su contribu-
* ion cientfica va ms all de la propia lingstica, pues apunta a
\i ttansformacin de una visin del mundo propia de l, esto es,
12 i I RUIN AND DE SAUSSURE
a i ;i|>l.u rI mundo como una amplia red de relaciones, como una
,iiquil< i m a
FERDINAND DE SAUSSURE
a i ven dialctico entre lengua y habla. Es en este juego estrile
tmal donde residen los cambios lingsticos y el origen de nuevas
Nlructuras de lengua. La aceptacin del aspecto dinmico per-
mi te la sustitucin del postulado equilibrio estructural por el de
Iriulencia al equilibrio o desequilibrio, ya que el proceso his-
t i ico implica la creacin de nuevas estructuras disfuncionales.
11 na visin menos rgida de lo sincrnico y lo diacrnico sienta
las bases para la aceptacin de los desarrollos posteriores en
lingstica, como se ver ms adelante.
E l C urso de lingst ica general
i t rdinand de Saussure, de padres franceses, naci en Suiza el 17
de noviembre de 1857. Hizo sus estudios primarios en Ginebra
y los universitarios en la Universidad de Leipzig a la edad de 18.
tuvo por compaeros a Leskien y Brugmann, quienes formarn
parle del grupo de los neogramticos. A la edad de 22 aos
rsc i ibi su famoso trabajo Memoria sobre el sistema primitivo de
/iis vocales en las lenguas indoeuropeas. Inici sus conferencias uni-
vrisitaras en la Universidad de Pars en 1881 sobre temas de
gi luntica comparada, a la edad de 24. Si bien es cierto que se
incorpor a la Universidad de Ginebra en 1891, donde abord
I rm as de gramtica comparada, no fue sino hasta 1906 que ini-
t i sus famosas conferencias sobre lingstica general que darn
migen al Curso. Ferdinand de Saussure es, por tanto, un profun
do conocedor de la lingstica comparada de su poca, aunque
r le conoce ms por sus reflexiones tericas. De hecho, en el
( ii/so es donde Saussure cristaliza sus objeciones a los neogra-
mticos por limitar sus estudios sobre el lenguaje a los aspectos
histricos.
Sin lugar a dudas, el propsito fundamental de sus reflexiones
i m!.si en constituir una ciencia del lenguaje basada en estu-
liii', sincrnicos, apoyndose en los referentes epistemolgicos
dr *u tiempo: el positivismo y la sociologa durkheimiana.
34 i I RniNAND DE SAUSSURE
El objeto de la lingstica
Pe! i el lenguaje humano el instrumento con el que el hombre
moldea m pensamiento, expresa sus sentimientos y estado de
nimo" (Hjelmslev, 1974:13), es una fuente inagotable para los
estudios de lo que se denomina lingstica externa. Es por tanto
producto del hombre, la lengua es un fenmeno social parcial;
es patrimonio de los hombres, es un medio de interaccin
social, es una manifestacin de la cultura y a la vez producto de
la cultura; es una manifestacin e instrumento ideolgico; es un
producto social y a la vez oprime al hombre; es una mani
festacin del pensamiento del individuo y a la vez del grupo
social (Gimate-Welsh, 1980:55).
El lenguaje humano, cualquiera que sea su origen que
algunos atribuyen a las pasiones (Derrida, 1970) y otros a la
necesidad, no fisiolgica, del hombre de comunicarse con sus
semejantes , y visto como un instrumento ms de trabajo del
hombre (Marx y Engels, 1973), es el cimiento ms firme y pro
fundo de toda sociedad humana.
Si el lenguaje es conciencia individual y colectiva; si es es
pritu de una nacin, como aseveran los neohumboldtianos; si es
identidad e ideologa de un pueblo o grupo, no sorprende, pues,
que la ciencia del lenguaje haya pasado por distintas fases a lo
largo de su historia antes de definir su verdadero y nico objeto,
como dice De Saussure (1976:39). En un primer momento, en
la poca clsica, y a raz de los trabajos de los griegos, el hincapi
se canaliza hacia los estudios de gramtica con el objeto de dis
tinguir las formas correctas de las incorrectas, o sea, la lings
tica prescriptiva. En una segunda poca, an vigente en nuestros
das, surgen los estudios filolgicos en los que el.estudio de la
lengua no es el nico objeto de la filologa. Los estudios lings
ticos se confunden con la historia literaria, con la crtica literaria,
ele. Los estudios lingsticos se abordan slo en la medida en
que se hacen comparaciones de textos con el propsito de hacer
reconstrucciones textuales. Estos acercamientos prepararon, sin
lugar a dudas, el terreno para la lingstica comparada del siglo
FERDINAND DE SAUSSURE
i ( I lercer periodo, el comparativismo lingstico, se inicia
! mu.lmente con el trabajo de Franz Bopp en 1816 sobre el Sis-
I mu de conjugacin del snscrito, en el que se estudian las relacio-
< de esta lengua con el latn, con el griego y con el germnico,
i n- iipo de estudios convierten al comparativismo en una cien-
i ta .mtnoma. Una lengua se explica por medio de otras (vese
1 1 i jemplo que proporciona De Saussure sobre las formas generis
|Ittilu|, geneos [germnicol y ganasas [snscrito]).
'.m restar mrito a los lingistas de este movimiento, segn De
Saussure, ninguno lleg a constituir la verdadera ciencia lingis
ta a" (1976:42). Agrega que el error de los comparativistas fue no
preguntarse a qu conducan las comparaciones ni qu significa
ban las relaciones que descubran entre las lenguas. Es decir, las
i omparaciones no llegaban a conclusiones de carcter general.
I l.iy dos razones que explican esta situacin. En primer lugar, la
i omparacin se convirti en un medio para la reconstruccin del
Ipil Ameno lingstico. En segundo lugar, se conceba a la lengua
ramo un organismo que se desarrolla por s mismo.
Slo a partir de la ltima mitad del siglo xix, con los trabajos
de los romanistas, se empez a delinear el verdadero objeto de la
lingstica, sobre todo con el trabajo de Diez, Gramtica de las
lenguas romances, y el de W. D. Whitney, La vida del lenguaje.
( onsiderado el lenguaje en los trminos antes mencionados,
> -te deviene no un fin en s mismo sino un medio de cono-
miento de un objeto que est fuera del lenguaje. El punto de
i ta es el que crea el objeto segn De Saussure. Una secuencia
i timo /desnudo/ puede verse como sonido, como expresin de
iina idea o como un trmino que tiene relacin de parentesco
ton el vocablo latino disnudum. Sin embargo, sea cual fuere el
punto de vista, el fenmeno lingstico exhibe dos caras que se
i H responden; esto es, el sonido no existe por s mismo sino que
r- el instrumento del pensamiento. Dicho en otros trminos, el
.mido es el que vehiculiza al pensamiento. A saber, el signo for
ma una unidad fisiolgica y mental. Pero el fenmeno lingsti-
.. tiene un lado social y un lado individual y no se puede con-
ebit ai uno sin el otro. Dado que el lenguaje tiene mltiples
36 I I RhlNAND DE SAUSSURE
facetas y de que no se le puede mirar desde distintos ngulos a la
vez, el objeto de la lingstica se nos manifiesta como un con-
junio de aspectos heterogneos: psicolgicos, fisiolgicos, etc.,
pero ninguno de stos ser el objeto lingstico. Por ello, la ni
ca solucin, previene De Saussure, es
00**1colocarse desde el primer momento en el terreno de la lengua y
tomarla como la norma de todas las otras manifestaciones del
lenguaje (1976:51), %
y concebirla como algo autnomo que no se confunde con el
lenguaje, pero que es parte esencial de ste. Si el lenguaje es fsi
co, psquico, fisiolgico y pertenece al dominio de lo individual
y de lo social, se distingue de la lengua en la medida en que sta
es una totalidad en s y un principio clasificatorio.
Para De Saussure, el estudio deTacto comunicativo nos ayuda
a precisar lo que corresponde a la lengua dentro del conjunto del
lenguaje. El examen del acto o circuito del habla nos indica que
existe una parte interna y una externa, una psquica y una no
psquica, una parte activa y una pasiva. En el circuito hay un
emisor que inicia el proceso cuando el concepto desencadena en
el cerebro una imagen acstica (fase psicolgica) que da origen
al momento fisiolgico y ste a su vez al fsico. Este proceso, en
su parte activa e interna y psicolgica, implica que existe en el
individuo una facultad de asociacin indispensable en la organi
zacin de la lengua como sistema.
Pero para reconocer la importancia de esto ltimo hay que ir
ms all del acto individual de la comunicacin y ubicarse en el
terreno de lo social. La totalidad o sistema no es la parte ejecuti
va del hablante, ni la fsica, sino una especie de norma que todos
los hablantes reproducen, esto es, reproducen los mismos signos
ligados a los mismos conceptos, o sea realizan una funcin
semitica, en los trminos de Hjelmslev.
Esta totalidad es la suma de las imgenes verbales almace
nadas en todos los individuos, una especie de tesoro deposita
do por la prctica del habla en los sujetos que pertenecen a una
FERDINAND DE SAUSSURE 17
ifibtna comunidad. Al separarse la lengua del habla, se di.
i i ugue lo social de lo individual, lo esencial de lo secundario.
iHendida la lengua en estos trminos, su esencia se encon-
i tit Iuera del individuo, quien de manera particular no podr
m .11 la ni modificarla, sino slo los miembros de la comunidad,
l lengua es pues, frente al lenguaje conjunto heterclito ,
Un objeto bien definido. Si el lenguaje se caracteriza por su he-
it mgeneidad, la lengua se le opone por su homogeneidad. La
Ir ligua, sin embargo, como el habla, es un objeto concreto, cuya
materialidad se constata en la organizacin de los signos. L len
gua o totalidad es por tanto un sistema de signos.
La dicotoma lengua y habla
Los razonamientos anteriores constituyen la base para la distin-
ion que establece De Saussure entre lengua y habla. La primera
definida como la parte esencial y homognea del lenguaje y la
^rgunda entendida como lo contingente, lo individual y volun
ta rio Ambos objetos, sin embargo, estn estrechamente ligados
y >r suponen recprocamente: la lengua es necesaria para que el
habla sea inteligible, dice De Saussure, pero el habla es nece
ara para que la lengua se establezca. Histricamente el habla
pl&'cde a la lengua. Las variaciones o transformaciones fonticas
[lie se manifiestan en el habla slo afectan a la sustancia, no a la
nrtiia u organizacin.
1 ales distinciones, sin embargo, deben situarse en el contexto
ijrl i eferente epistemolgico en el que se buscan las reflexiones
=ati.su reanas. Al definir la lengua como la suma de acuaciones
depositadas en el cerebro... y como algo que est en cada uno de
filos (los individuos), aunque comn a todos y situado fuera
i* la voluntad de los depositarios, De Saussure est siendo con
gnu* nte con su criterio cientfico de hacer de la lengua un objeto
m ionomo susceptible de ser analizado sin recurrir a su desa-
i t dio histrico o a sus manifestaciones individuales, perspectiva
it orica que se inspira en el socilogo francs Emile Durkheim,
Iutiy quien el hecho social existe independientemente de las
i tiiu encas individuales. De igual manera, la lengua existe con
Independencia de las manifestaciones individuales.
Lingstica interna y lingstica externa
I a definicin de lengua esbozada en los prrafos anteriores im
plica eliminar del estudio lingstico todo aquello que es extrao
al sistema de la lengua. Esto es, todo aquello que se designa con
el nombre de lingstica extema. Esta distincin de De Saussure
responde igualmente a la concepcin cientfica que haba adop
tado y que puntualiza desde las primeras lneas del Curso, esto
es, la identificacin y delimitacin del objeto de estudio de la
lingstica.
El fundador de la lingstica contempornea no niega que
existan relaciones entre la lengua y la historia de una raza, su
cultura o su poltica, como tampoco desconoce los nexos que
existen entre la lengua y la historia de las instituciones pblicas
o privadas, la historia literaria o la historia de las migraciones o
las colonizaciones; pero estos elementos, si bien fueron centrales
o de primordial inters para los fillogos, son extraos a la na
turaleza del sistema lingstico.
Centrar la atencin en estos aspectos del lenguaje es hacer de
su estudio un medio y no un fin en s mismo (cf. Hjelmslev,
1974:14); es hacer de la lingstica una ciencia auxiliar o depen
diente de otras disciplinas cientficas. Como dice el fundador de
la glosemtica, estudiar los aspectos fsicos, fisiolgicos, psico
lgicos, lgicos, sociolgicos e histricos, es concebir el lengua
je como un conglomerado de fenmenos no lingsticos. La lin
gstica debe ver al lenguaje como una totalidad autosuficiente,
como una estructura suigeneris (Hjelmslev, 1974:15). Los fen
menos externos del conjunto del lenguaje son importantes, pero
su estudio no es indispensable para conocer la organizacin interna del sistema.
FERDINAND DE SAUSSURE
FERDINAND DE SAUSSURE
El signo lingstico
i iiliiiand de Saussure, al caracterizar el lenguaje como he-
logcneo y a la lengua como homognea, agrega que sta es un
siait ina de signos en el que slo es esencial la unin del sentido
. dr la imagen acstica. Esta distincin hace hincapi en el obje
ta ilr la lingstica, pero a la vez la hace equivalente al estudio
= If! signo lingstico. El objeto de la lingstica es, por tanto, el
i ludio ele los signos lingsticos.
Al hablar de la naturaleza del signo, De Saussure critica la no-
ion de que a cada trmino corresponde una cosa: primero, por-
i[Uf* tal idea supone la preexistencia de ideas a las palabras, lo que
na consecuente con cierto idealismo filosfico del siglo xix;
rgundo, porque no queda claro si el nombre es de naturaleza
Inica o psquica, y porque parece como si el vnculo que une el
hombre a la cosa fuera una operacin simple.
I I signo lingstico une no una cosa y un nombre, sino un con-
11 pto y una imagen acstica. El signo lingstico es una entidad
psquica de dos caras, ntimamente unidas, a saber:
CONCEPTO * > IMAGEN ACSTICA,
t Irmentos solidarios que se reclaman recprocamente o que estn
n i una relacin de interdependencia.
I a imagen acstica no es el sonido material, no son los fone
ma sino la huella psquica, la representacin natural del nom
ina la virtualidad. En el uso comn, sin embargo, cuando se
habla de signos se piensa en la imagen acstica como si una de
! > aras recubriera al conjunto. Por ello, De Saussure propone
n i Ir finir el signo como la unin de un significante y un signifi-
t \d con dos propiedades fundamentales: el carcter arbitrario
y h> naturaleza lineal.
40 FERDINAND DE SAUSSURE
El principio de la arbitrariedad
Puesto que el conjunto del signo es el resultado de la asociacin
de un significante y un significado, se dice que el signo lings
tico es arbitrario, lo cual quiere decir que no hay motivacin en
la constitucin del significante. A saber, el concepto casa no
exhibe ninguna relacin interna con la imagen acstica /kasa/ en
conjunto, ni con ninguna de sus partes; de ah las diferencias
existentes entre las diversas lenguas, aun en aquellas que perte-
cen a la misma familia lingstica. Dicho principio domina toda
la lingstica de la lengua.
La arbitrariedad no implica, sin embargo, la libre eleccin por
parte del hablante, sino simplemente que el signo lingstico es
inmotivado con relacin al significado. Segn De Saussure, este
principio es el que mejor permite la realizacin de los proce
dimientos semiolgicos. De ah que la lengua, el ms complejo y
extendido de los sistemas, es asimismo el ms caracterstico del
conjunto de sistemas que componen el mundo semiolgico.
La arbitrariedad del signo se ha visto cuestionada por algunos
que sealan que las onomatopeyas y las exclamaciones exhiben
elementos que apuntan a la motivacin. De Saussure argumenta,
sin embargo, que las onomatopeyas no son elementos orgnicos
del sistema lingstico. Por otro lado, el nmero de dichas ele
mentos es muy reducido en cada una de las lenguas, aun si
tomamos en cuenta casos de onomatopeyas autnticas, como glu,
glu, tic, tac, que son espordicas, sino que adems exhiben cier
ta arbitrariedad, ya que no son ms que una imitacin apro
ximada y convencional de ciertos ruidos. En cuanto a las ex
clamaciones, igualmente se pretende ver en ellas expresiones de
la realidad, pero basta comparar las expresiones en tres lenguas
para ver el grado en que varan: aie (fr.), ay (esp.), au (alem.).
El principio de la linealidad
La linealidad del signo se percibe principalmente en el signifi
cante, que puede ser segmentado en partes que se suceden unas
FERDINAND DE SAUSSURE 41
a otras en el tiempo, es decir, que tiene una extensin mensu-
mble que caracteriza al lenguaje humano. Las unidades del sig-
11 titeante elementos diferenciales poseen una forma fnica
determinada pero carecen ellas mismas de significacin. Su fun-
t ion es bsicamente diferencial. La forma lineal del signo se deri
va de su carcter vocal y, en este sentido, el signo lingstico se
distingue de otras manifestaciones sgnicas como las visuales o
como las que integran el cdigo de comunicacin vial, que se
caracterizan por ser bidimensionales.
En el sistema lineal, el orden de las unidades tiene el mismo
valor distintivo que la eleccin de un fonema determinado. Por
ejemplo: el signo sal /sal/ contiene las mismas unidades que el
Mgno las /las/, sin que el uno se confunda con el otro. Pero esto
es as en lo que se refiere a las unidades de la segunda articu
lacin, de acuerdo con Martinet, mas no con las unidades de la
primera articulacin. En este segundo caso, partiendo del prin
cipio general de sistema central en la lingstica estructural
H valor de un signo resulta de la posicin y relacin que tenga
con otros signos en el decurso o enunciado. As, no es lo mismo
el gato se comi al ratn que el ratn se comi al gato. De lo
antes dicho parece, pues, que la articulacin de lo que se
denomina la segunda articulacin es independiente de la pri
mera articulacin. En todo caso, lo que s es cierto es que la
segunda articulacin se manifiesta como un mecanismo de
economa, como puede notarse en el ejemplo anterior, y que dis
tingue a la comunicacin humana de la comunicacin animal en
general.
El carcter mutable e inmutable del signo
I a nocin de sistema homogneo de la lengua, que excluye la
posibilidad de que el sujeto hablante voluntariamente modifique
alguna parte del sistema, nos lleva al planteamiento de la
inmutabilidad del signo lingstico. Ms an, como seala De
Saussure, la masa misma no puede ejercer su soberana sobre
una sola palabra; la masa est atada a la lengua tal cual es; esto
41 FERDINAND DE SAUSSURE
es, la lengua se nos manifiesta como algo que nos es transmitido
de grcracin en generacin. En qu momento surgi el contra
to, esto no lo sabemos. Todas las generaciones han conocido la
lengua como algo heredado.2 Un estado de lengua dado es pro-
dueto de factores histricos que son, en ltima instancia, los que
explican por qu el signo es inmutable.
Sin embargo, se puede objetar y comprobar con hechos hist
ricos que los productos culturales, como las instituciones o las
leyes, s sufren transformaciones, pero habr que decir que existe
cierto equilibrio distinto para cada uno de los productos del
hombre entre la tradicin impuesta y la accin libre de la
sociedad, y en el caso de la lengua esto es aun diferente, pues sus
modificaciones no estn relacionadas con la sucesin de gene
raciones sino que se mezclan e interpenetran. No obstante, lo
esencial e intrnseco al sistema es lo siguiente: primero, la arbi
trariedad del signo hace posible tericamente el cambio, pero a
la vez lo libra de modificaciones; segundo, la naturaleza del sig
nificante en su relacin con el concepto nos hace ver la multitud
de signos necesarios para constituir un sistema que no es fcil
remplazar, sistema que adems es complejo en su organizacin,
en sus posibilidades de actualizacin y de creatividad. La lengua,
a diferencia de las dems instituciones del hombre, forma parte
de la cotidianidad del hombre, forma cuerpo con la vida de la
masa social, y la masa, siendo naturalmente inerte, aparece ante
todo como un factor de conservacin... que slo acta en fun
cin del tiempo, como dice De Saussure.
El signo lingstico, sin embargo, como cualquier otro produc
to del hombre, sufre alteraciones con el transcurrir del tiempo.
Estas modificaciones conducen a un desplazamiento de la relacin
1 Podra incursionar en las discusiones sobre el origen del lenguaje humano,
pero me desviara del propsito que me he fijado. Adems, cualquier hiptesis
no serla ms que una lucubracin, ya que la lengua, siendo fundamentalmente
'.(Hiidd, no ha dejado huellas en las que podamos basarnos para hacer una
reconstruccin Aun si esto fuera posible, cualquier reconstruccin no ira ms
all de los 20 000 aos, periodo en el que aparecen las primeras representa
ciones grficas del lenguaje hum ano, esto es, la poca del lenguaje pregrfico,
o sea, el paleoltico superior; cj. Mauricio Swadesh, El lenguaje y la vida humana,
FCfc, 1967, Mxico.
i ni i r el significado y el significante; es decir, el cambio afela a la
totalidad del signo. Por ejemplo, fot (ingls antiguo) se convierte
i i i jool (ingls moderno); piteare, con la acepcin de plegar la
* U\ se convierte en llegar.3
Las entidades lingsticas
i h 11>s puntos examinados hasta el momento, la mayora corres
ponde a los estudios realizados desde una perpectiva sincrnica
0 rilado de lengua, lo cual de hecho abarca un periodo ms o
iflprios largo, ya que una lengua no sufre transformaciones im-
loriantes en tiempos cortos.
i a materialidad de la lengua se manifiesta en los signos en
tidades que la componen. Estos signos y sus relaciones en el
inieilor del sistema son el objeto de la lingstica. Las entidades,
dr a ucrdo con De Saussure, no existen ms que por el princi
pio de asociacin que existe entre el significante y el significado.
1 f Msiencia de una est en funcin de la otra. La imagen acs-
i a o significante sin su correlato slo es materia fnica que
puede analizarse desde la perspectiva fsica o fisiolgica. En otras
{(glabras, la cadena fnica sin su significado no es ms que un
i'Htinuum que el odo no puede distinguir ni segmentar, como
m me cuando se desconoce una lengua.
a lengua, como el ajedrez, es un sistema en el que las un i
dades se definen por la oposicin que se da entre las partes que
! t 'ti-,muyen. Esas partes o unidades no son necesariamente las
palabras (Lyons, 1968:196-206), que muchas veces no corres-
.mlrn a las entidades de la cadena hablada, pues en varias oca-
iioiu n es necesario distinguir entre la palabra fnica y la palabra
g am.un al. Por ejemplo: a la secuencia /mit/ le corresponden los
lili libios meet y meat (encontrarse y carne, respectivamente),
U I ingles; al segmento /krisis/ le corresponden la forma de plural
! ! interesados en profundizar sobre esta temtica pueden remitirse al
k1 > il ih gramtica histrica, de Ramn Menndez Pidal, Espasa-Calpe, Madrid,
jMM s I . i .o del espaol; para el ingls, vase The development of modern English,
( i Molu rlMin Cassidy, Prentice-Hall, Englewood Clifs, Nueva Jersey, 1954.
FERDINAND DE SAUSSURE 43
44 I I RD1NAND DE SAUSSURE
y el singulai del esparto! crisis; es decir, dado que no existe la
oposicin marcado (+) no marcado (-), la distincin se da me
diante la oposicin con otros signos en el sintagma.
I a cadena hablada, por otro lado, contiene, adems de las.
unidades segmentales, elementos prosdicos que contribuyen al
eslablecimiento de oposiciones. Por ejemplo: la distincin entre
/kant/ y /knto/ del espaol, o la oposicin que se establece
entre /nimo, animo, anim/, que estn dadas por el acento
(Alarcos, 1971:86-96). Segn esto, las identidades de la lengua
no se manifiestan por s mismas. Su valor, como el de una pieza
de ajedrez, se especifica en el interior del sistema por la posicin
que ocupa y por la relacin que guarda con las dems identi
dades.
El valor del signo lingstico
De acuerdo con lo anterior, las identidades o valores del sistema
no son reconocibles ms que considerando los elementos que
integran el sistema en su totalidad y su funcionamiento en el in
terior de ste. Esto es lo que nos permite dar forma a nuestro
pensamiento masa amorfa e indistinta, segn Saussure , pun
to de vista retomado por Hjelmslev en el desarrollo que hace del
signo lingstico. La lengua, de esta manera, se convierte en in
termediaria entre el pensamiento y el carcter vocal de la lengua,
que por s mismo tampoco es fijo ni preexistente, sino que es
una materia plstica que se presta para proporcionar los signifi
cantes que el pensamiento requiere para su materializacin. La
unin de ambas materias lleva a la delimitacin de las identidades
que componen la lengua; de ah su comparacin con una hoja de
papel en la que el pensamiento es el anverso y el sonido el rever
so: el uno no se puede cortar sin cortar el otro; el pensamiento no
se puede aislar del sonido ni el sonido del pensamiento. Su com
binacin produce una forma, no una sustancia.
I stis nociones reconfirman el principio de la arbitrariedad dei
signo, ya que si no fuera as la nocin de valor sera impuesta
desde alucia I s la colectividad la que decide qu porcin del
FERDINAND DE SAUSSURE 45
||iftliJo se combina con el pensamiento para establecer el signo y
su valor, no el individuo por s solo.
I a idea de valor as entendida elimina la idea de concebir el
..... ... la unin de un sonido con un concepto, puesto que
t ttderlo as sera pensar que el sistema se construye mediante
jf =nii!.i de las partes y no como una totalidad solidaria.
El aspecto conceptual del signo
M* t m luciendo De Saussure que las palabras no recubren exac-
iamt nte la definicin de unidad lingstica y puesto que normal-
mi iiif luncionamos con palabras, en general se piensa que tienen
ja |H0piedad de representar una idea que, en efecto, es un aspec-
li* ilfl valor lingstico. Si fuera as, el valor lingstico y la sig-
ftjlii acin seran trminos sinnimos, pero no es el caso, aunque,
i lirt lio, el valor considerado desde su aspecto conceptual s es
iii demento de la significacin. Para esclarecer esta problemtica,
h " .aussure hace hincapi en la idea de que la lengua es un siste-
ttta pi el cual los trminos son solidarios y donde el valor de cada
tiln no resulta ms que de la presencia simultnea de otros, pero
mil nuV. compara el valor lingstico con el valor de la moneda. De
^ m ido con esto, dice De Saussure, los valores se constituyen:
pin una cosa desemejante susceptible de ser trocada por otra cuyo
valor est por determinarse.
por cosas similares que se pueden comparar con aquellas cuyo
valor est por determinar.
M pues, una moneda puede cambiarse por una cosa diferente
i tul ola moneda con valor similar. De igual modo, una palabra
|iu le i ambiarse por algo diferente: una idea, o puede compa-
|ai= con algo similar: otra palabra.
namlo se dice que se puede cambiar por tal o cual cosa, esta
fa ilii iendo que tiene tal o cual significacin. sta es sin duda
ui -1 prp.pectiva intrnseca a la palabra a la cual habr que sumar
46 I I RDINAND DE SAUSSURE
le lo que existe* tuera de ella, es decir, la comparacin con otras
palabras de valores similares, en virtud de que forma parte de un
sistema I n otros trminos, la palabra est revestida no slo de
l.t slgnili acin, sino adems de un valor que surge de la com
paracin entre trminos del sistema. As, pues, los sinnimos no
tienen valor propio ms que por su oposicin dentro de un
determinado campo semntico. Esta nocin de oposicin se apli
ca a todas las entidades de la lengua.
Para reafirmar estas consideraciones, Ferdinand de Saussure
agrega que si las palabras representaran conceptos dados de ante
mano, tendramos entonces correspondencias exactas de lengua
a lengua, cosa que no es as. Por ejemplo: la distincin en las for
mas temporales vara de lengua a lengua, como en el hopi, en el
que no existe ni explcita ni implcitamente referencia alguna al
tiempo (Whorf, 1969).4
El aspecto material del signo
En la misma lnea de razonamiento que en el caso anterior, De
Saussure hace hincapi en que los valores convencionales no se
confunden con el elemento material que les sirve de soporte.
As, agrega, no es el metal de una moneda el que fija su valor. De
igual modo, el significado adquiere su valor no por su esencia,
sino por las diferencias que distinguen su imagen acstica de las
dems del sistema. La identificacin de estas unidades y sus va
lores constituyen el inventario de entidades opositivas, relativas
y negativas.
El signo en su totalidad
lodo lo anterior quiere decir que en la lengua no hay ms que
diferencias sin trminos opositivos; sea que se tome en cuen-
Comprense las formas de segmentacin de la distancia en distintas
lenguas. i*n c-.p.iol existe una triparticin, mientras que en ingls hay una
biparticin flrjiif iihl tiln, herc-there.
1'LiRDINAND DE SAUSSURE 47
Bi 1 1 s^/iiific aclo, el signilicanLe, la lengua no implica ni ideas ni
ptnlilns preexistentes al sistema lingstico, sino slo diferencias
0ii> t tales y diferencias fnicas.
P if ir que en la lengua todo es negativo slo es cierto con
: rt lo a las caras del signo tomadas separadamente, pero, vis-
lt- n iu totalidad, el valor es positivo, ya que un sistema es un
tu "jun io de diferencias fnicas que, combinadas con una serie
k diferencias conceptuales, engendran un sistema en el que los
iigiiDH entre s trminos positivos no exhiben ms que opo-
sii .'iit . I a totalidad del mecanismo de la lengua se sustenta en
| principio general.
Relaciones asociativas y sintagmticas
fu prrafos anteriores ha quedado puntualizado que a partir del
pfii Ipio de la linealidad del signo, en la lengua se establecen
iones y correlaciones que constituyen el mecanismo bsico
1 funcionamiento de la totalidad del sistema. Tales relaciones
dile rendas, que se despliegan en dos planos, generan los valo-
>!< las unidades que componen el sistema. Por otra parte,
h ur mus las entidades que, en virtud de su encadenamiento en el
i> i ni so, contraen relaciones in praesentia o relaciones sintagm-
li m Por otra parte, fuera del decurso, existen asociaciones ins-
tjunuhis en la mente que permiten que se establezcan relaciones
Ilrr entidades que aparecen en un enunciado y otras que estn
HtMi di es o l uera del sintagma. stas son las relaciones asociativas.
'. iones sintagmticas
t i |uiu < |)io de sintagma se aplica tanto a las palabras como a los
gftipns de palabras compuestas, derivadas, oraciones simples
mpuestas, etc. . De Saussure advierte que no basta consi-
df i i la relacin que une a las diversas partes del sintagma (con-
linios en contra todos), sino que tambin hay que tomar en
48 I I RDINAND DE SAUSSURE
cuenta la relacin que une a la totalidad con sus constituyentes
(contra todos que se opone a contra y a todos). Seala adems la
existencia de sintagmas libres que, como tales, podran perte
necer al habla en tanto sta se caracteriza por la libertad de com
binaciones, pero no es as. En primer lugar, porque hay un gran
numero de frases hechas que pertenecen a la lengua y que en
nada se pueden cambiar, como en vamos, hombres, a fuerza de
(trabajo), segmentos que provienen de la tradicin. De igual for
ma, pertenecen a la lengua todos esos construidos que se crean
por analoga, como en el caso de ingraduable, que se forma por
el recuerdo del vocablo imperdonable. De Saussure hace hincapi,
adems, en que no hay lmite entre la lengua y el habla en lo que
respecta al dominio del sintagma.
Relaciones asociativas
Las relaciones que se establecen por asociacin mental son de
varios tipos: a) por la forma del radical o del sufijo : ensear,
enseanza, etc., enseanza, esperanza, etc.; b) por el significado: en
seanza, instruccin, etc.; c) por analoga fnica: caluroso, temeroso,
etc. Segn esto, un trmino puede evocar una infinidad de voca
blos, de modo que se constituye en el centro de una constelacin
o en punto convergente de muchos trminos.
Estas relaciones, tanto de un orden como del otro, estn estable
cidas por la lengua. As, los componentes del sintagma deshacer,
que se condicionan recprocamente o que guardan una relacin de
interdependencia, simultneamente se conectan con descubrir,
descolgar, y con hacer, rehacer, etc., principio que se aplica no slo
a los sintagmas breves sino a las unidades mayores del discurso.
La lingstica esttica y la evolutiva
De acuerdo con De Saussure, el factor tiempo coloca a la lings
tica ante dos vas divergentes. Otras ciencias, a diferencia de las
FERDINAND DE SAUSSURE 49
ciencias del lenguaje, no se ven afectadas por la incorporacin
del tiempo, como la geologa, que trabaja constantemente sobre
las sucesiones; la historia misma se mueve sobre el factor tiem
po. Un tanto distinta es la situacin en las ciencias econmicas,
en las que la economa poltica y la historia econmica consti
tuyen disciplinas distintas en el seno de una misma ciencia. De
igual manera, la ciencia lingstica, en la medida en que tambin
trabaja con la nocin de valor, al incorporar la nocin de tiempo
se ve escindida en dos partes, cada una con sus propios princi
pios y mtodos (cf. pp. 44-45). En la lingstica, como en la
economa, se trata de un sistema de equivalencias entre cosas de
rdenes diferentes (De Saussure, 1976:147). De ah su distin
cin entre un estudio sobre el eje de las simultaneidades y el eje de
las sucesiones. En el primer caso se trata de las relaciones entre
elementos coexistentes, en el cual est excluido el factor tiempo;
en el segundo caso se considera un elemento a la vez, pero
tomando en cuenta el primer eje. Para denominar tal oposicin
pero a la vez indicar el entrecruzamiento de los dos rdenes de
fenmenos relativos a un mismo objeto, De Saussure propone
llamar lingstica sincrnica al primero y lingstica diacrnica al
segundo; el primero concierne a los estados de lengua y el
segundo a las sucesiones.
Si bien la historia de la lingstica nos demuestra que sta se
ha visto absorbida por consideraciones de naturaleza evolutiva, ha
habido, sin embargo, momentos en que se han descrito estados
de lengua, como fue el caso de los gramticos de Port-Royal,
quienes describieron el francs de la poca de Luis XIV sin nece
sidad de tomar en cuenta la lengua medieval.
De Saussure ejemplifica la distincin entre los dos puntos de
vista con los trminos crispus, ondulado, que proporciona al
francs el radical crep-, del cual salen verbos como crpir, revo
car, y dcrpir, quitar el revoque. Del vocablo decrepitus, gasta
do por la edad, se forma posteriormente dcrpit. En la lengua
actual, el hablante relaciona un mur dcrpi con un home dcrpit,
no obstante que tienen orgenes diferentes. Es decir, los hechos
se instauran en perspectivas diferentes. En un caso se tienen
50 V\ KD1NAND DE SAUSSURE
hechos diucrnicos que por s mismos tienen su razn de ser y
que no afectan al sistema: son transformaciones que recaen sobre
los elementos ordenados, no sobre el sistema de relaciones. En
el otro caso se tienen elementos que se relacionan por la perspectiva del hablante mismo, es decir, se establecen relaciones de
carcter asociativo. Dado que son hechos distintos no se les
puede considerar dentro de una misma disciplina.
La lingstica sincrnica tiene como perspectiva la del sujeto
hablante y los hechos se estudian en la solidaridad sincrnica; la
lingstica diacrnica, en cambio, distingue entre la prospectiva,
que sigue al tiempo, y la retrospectiva, que remonta al tiempo.
Esta bifurcacin que establece Ferninand de Saussure se enlaza
con la distincin que elabora inicialmente entre lengua y habla,
de modo que todo cuanto es diacrnico en la lengua solamente
lo es por el habla, pues en sta se encuentra el germen de la
evolucin.
R e f l e x io n e s c r t ic a s a c t u a l e s en t o r n o a l s a u s s u r is m o
La lingstica contempornea, que tiene sus races en el Curso,
sigue siendo fundamentalmente saussureana, es decir, contina
utilizando categoras y modelos de anlisis que fueron esbozados
por Ferdinand de Saussure.
La definicin y delimitacin de la lingstica, como ciencia
autnoma y con un cierto estatuto epistemolgico, tiene como
base las concepciones de lo social imperantes en su tiempo. En
consecuencia, algunas de las deficiencias que se le han sealado
se deben a las limitaciones del pensamiento cientfico que
incidi en sus reexiones, aunque otras son atribuibles, como
seal anteriormente, al carcter didctico de sus razonamien
tos. Los comentarios que siguen a continuacin se centrarn en
las crticas que giran en torno a sus conceptos y que provienen
tanto del interior de la lingstica, como de fuera de ella.
FERDINAND DE SAUSSURE 51
Reflexiones marxistas
Uno de los cuestionamientos se ha formulado en el interior del
marxismo. En este mbito se plantea, por ejemplo, que el dis
curso saussureano no manifiesta una perspectiva dialctica del
fenmeno lingstico. Las categoras lengua y habla, bsicas en
el modelo saussureano, se basan en un concepto de lo social ca
racterstico del sistema capitalista. Esta nocin se emplea como
categora universal y extrahistrica. En el discurso saussureano,
la lengua se nos manifiesta como algo que est fuera de la volun
tad de los individuos. La lengua, producto histrico del hombre,
convierte a su productor en un ente pasivo y a sta en una enti
dad autnoma e independiente. Recordemos un fragmento de
Marx:
El pode r socia l, es decir, la fuerza de p ro d u c c i n m u llip lic ad a , que
nace po r obra de la cooperacin de los diferentes in d iv id u o s ba jo la
acc in de la d iv is i n del traba jo , se les aparece a estos in d iv id u o s
po r no tratarse de una cooperacin vo lun ta ria sino natura l, no com o
u n p o d e r p ro p io asoc iado s ino co m o u n po d e r a jeno , s itu ado al
m argen de e llos , que no saben de d n d e procede n i a d n d e se
d irige y que , po r lo tan to , no pued e n ya d o m in a r , s ino que recorre,
po r el con tra r io , un a serie de fases y etapas de desarro llo pecu liar e
in d e p e n d ie n te de la v o lu n ta d de los actos y de los hom b res ...
(P onz io , 1974 :189 ).
Trasladando esta nocin al fenmeno lingstico, de manera
similar la produccin lingstica escapa al control de los pro
ductores, el producto domina al productor. As lo plantea Ferdi
nand de Saussure cuando dice que la masa no puede ejercer su
soberana sobre una sola palabra (p. 135).
As entendido el concepto de lo social, ste se reduce a una
simple abstraccin y se concibe como resultado de la suma de
todas las asociaciones (verbales) acumuladas en todos los ha
blantes individuales.
En el marco del concepto de lo social y de manera coherente
con la definicin de lengua, el valor lingstico se presenta como
52 FI RDINAND DE SAUSSURE
un valor de cambio, til valor lingstico, como el valor de las mer
cancas, est dado por la posibilidad de cambio por algo dife
rente o por cosas similares que se pueden comparar con otras. El
valor lingstico, pues, est determinado por el intercambio que
se d en el interior del signo y por el trueque que se lleve a cabo
entre ese signo y otros signos dentro del sistema.
I.a incorporacin de la categora de intercambio en el sistema
lingstico hace posible a De Saussure hablar de los signos en
trminos de relaciones en los planos asociativo y sintagmtico.
Cabe sealar, adems, que la nocin de valor que utiliza pro
viene de la teora del valor en economa poltica, en la que se le
concibe como la relacin de intercambio de mercancas y se sos
laya la forma de las relaciones de produccin. En este marco se
inscribe el concepto de lengua formulado por De Saussure.
As pues, los valores se ven en la perspectiva del sistema como
producto social, relegando a segundo trmino la individua
lizacin de la lengua en el acto de habla. Esto es, se elude lo re
lativo al sistema de la produccin lingstica.
Si bien se alude al estudio externo de la lengua en el Curso y
se seala que dichos aspectos son importantes, la concepcin
saussureana conduce a la separacin del producto lingstico de
las estructuras y procesos sociales de produccin lingstica,
punto de vista que es retomado por Hjelmslev, para quien el va
lor lingstico est limitado a la relacin del plano de la expre
sin con el plano del contenido. El valor de una de las caras del
signo se especificar si se toman en cuenta sus posibilidades de
conmutacin. Esta idea la volvemos a encontrar en Benveniste,
para quien:
De Saussure ha puesto en evidencia que la lengua es un sistema de
valores [...]. Podemos profundizar (la analoga) entre lingstica y
economa poltica mediante otra nocin [...] de intercambio que se
puede asimilar al intercambio paradigmtico (Benveniste, I ()81:105).
Sin embargo, cuando De Saussure define el sistema lingsti
co como producto social, de alguna manera est planteando, de
FERDINAND DE SAUSSURE 53
manera implcita, el problema de la produccin, pero no lo
desarrolla, sin duda porque incurrira en una contradiccin
terica.
Desligado el valor del signo de las estructuras de produccin
lingstica, o sea, de las modalidades de codificacin, circulacin
y decodificaccin de los signos, su intercambio conduce al prin
cipio de la arbitrariedad en el sentido de inmotivacin, lo que
hace del individuo un ente pasivo, receptivo y alienado.
Pareciera, pues, que los valores lingsticos, si bien son pro
ductos sociales, stos adquieren existencia autnoma respecto de
los hablantes. Pero aun aceptando las abstracciones y las cate
goras de carcter universal y su ahistoricidad, existe otra abstrac
cin que encuentra su especificidad en la sociedad capitalista,
pero que De Saussure no incluye en su teora del lenguaje; sta
es la categora de trabajo. Al no emplear dicho concepto en su
modelo lingstico, la teora se limita al plano del mercado, del
intercambio; soslaya, de este modo, la nocin de produccin que
surge del trabajo. L