*Escuela de Arqueología - Universidad Nacional de Catamarca. **Becario Municipalidad de San Fernando del Valle de Catamarca.
***Becario Secretaria de Cultura de la Provincia de Catamarca. [email protected]
Comunicación Social de la Educación en Ciencias y Tecnología.
Introducción
Nuestra intención tiende a contribuir a la comprensión y
conocimiento de los pueblos Originarios de la Provincia de Catamarca, para
respetar y resguardar nuestro patrimonio cultural y natural, que no sea
exclusivo de especialistas y que permita la apropiación social del
patrimonio beneficiando a diversos actores sociales mediante la utilización
racional de las ruinas y monumentos arqueológicos con fines científico-
culturales-educativos. Transformándolos de simple "atractivo", en
importante “medio”, con un programa estructurado de preparación de
personas y sitios arqueológicos, en función de un plan racional, donde al
recurso principal "Arqueología", se suman otros, como paisaje, historia y
folklore.
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Antecedentes
No hay antecedentes al trabajo que se está realizando, por
ello a través del GEA (grupo de estudios de arqueología) formado por
docentes y estudiantes de la Universidad de Catamarca y el apoyo de las
entidades gubernamentales, tanto provincial como municipal, se comenzó
allá por el 1991 tomando como base el sitio arqueológico “Pueblo Perdido
de La Quebrada” a modo de muestra in situ y para lo cual se emprendieron
diferentes tareas que se encuadran en la problemática planteada como son
distintos planes de difusión y toma de conciencia, adecuados a las
posibilidades del lugar, a través de la formación de recursos humanos y las
charlas en colegios, visitas guiadas a los sitios y, a su vez acercando la
información necesaria para permitir a los docentes abordar desde una
escala barrial, departamental y zonal para acercar el patrimonio cotidiano;
ese patrimonio modesto, no monumental que es referente único e
invalorable que hace a la construcción de la identidad y del pasado, por ello
creemos que la mejor forma de apropiación es tutelar y perpetuar el
patrimonio de los pueblos persiguiendo su mejor conocimiento y
valoración. Pues consideramos que el proceso de globalización ha
destruido formas comunitarias de convivencia tradicionales y otros
recursos institucionales de canalización de demandas colectivas y como
consecuencia de esta nueva situación los grupos tienden a reconstruir sus
identidades con lo único que les queda, esto es, formas de pertenencia
local que llevan cada vez más a la necesidad de resguardar y proteger los
espacios de pertenencia e identidad.
Problemática
La problemática que se busca atender intenta llevar al
público una serie de conocimientos que desarrollamos como estudiantes y
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docentes de Catamarca, y en cierta forma nos vemos comprometidos con la
sociedad, porque también formamos parte de ella, y consideramos que
nuestra producción de conocimiento debe ser expresada y difundida en
ámbitos que van más allá de los claustros universitarios.
Consideramos a la arqueología una ciencia social y como
tal, una ciencia para la sociedad debe ser útil como herramienta de
apropiación del conocimiento y su difusión masiva.
La arqueología es un saber intelectual que concierne a
medios muy amplios: millones de alumnos frente a su manual, de
televidentes eligiendo su programa, lectores de revistas populares, de
turistas visitando unas ruinas. Indudablemente, es a ellos a quienes nos
dirigiremos en primer lugar para hablar un poco con ellos de todos los
ardides y trampas del discurso arqueológico. Estamos observando que en
los niveles educacionales que corresponden a la instrucción básica y la
mayoría de las personas que viven en las cercanías de los sitios
arqueológicos hay un cierto desconocimiento del patrimonio cultural y de
la información con respecto a los pueblos originarios del valle central de
Catamarca. Diríamos que la historia es una maquina auto-selectiva, capaz
de retener, o de olvidar los personajes, las fechas, los hechos. Existe la idea
de que la historia domina a los hombres, ejerciendo sobre ellos una
autoridad suprema por estar inscripta en el pasado por definición. Nosotros
opinamos que la historia no realiza nada, no posee ninguna riqueza
inmensa, no libra batalla alguna. Es más bien el hombre, el hombre vivo
realmente, quien posee y quien lucha.
Si el pasado cuenta es por lo que significa para nosotros. Es
el producto de nuestra memoria colectiva, es su tejido fundamental. Este
pasado próximo o lejano igualmente, tiene siempre sentido para nosotros.
Nos ayuda a comprender mejor la sociedad en que vivimos hoy. Por ello la
historia es una relación activa con el pasado. El pasado está presente en
todas las esferas de la vida social. La relación colectiva con el pasado, el
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conocimiento activo del pasado es a la vez coacción y necesidad. El pasado
pesa, y se quiere romper con él. Consideramos el pasado como asunto de
todos y es por ello que intentamos dar desde la arqueología y del
conocimiento de esta una definición más colectiva, menos especializada y
técnica.
Es nuestra intención como pertenecientes a una unidad
académica la cual se nutre y sustenta de la sociedad, que sea a ella a la que
se le transfiera el conocimiento científico adquirido, que ponga énfasis en
el patrimonio y ayude a comprender de una forma madura, crítica y
reflexiva la cultura de lo propio, valorizándolo no como un conjunto de
elementos estáticos o exóticos del pasado, sino como agentes dinámicos,
integrados al mundo contemporáneo.
Destinatarios
La localización del proyecto abarca al del Valle Central de
Catamarca, el cual está compuesto por diferentes departamentos, a saber:
San Fernando de: Valle de Catamarca, Valle Viejo, Ambato, Fray Mamerto
Esquiú.
Siendo que los destinatarios a los que está dirigido la
aspiración abarca una franja etaria fluctuante, pues nuestra intención
comenzó con las escuelas primarias y secundarias (EGB y Polimodal), así
que en una primera etapa comprendió a menores de 17 años. Actualmente
nos dirigimos a mayores de 18 años de distintas organizaciones barriales,
centros vecinales, asociaciones de artesanos, institutos terciarios; los
cuales abarcan distintos estamentos sociales en busca de la diversidad en
los encuentros, ya que estos se hallan directamente afectados por el
desarrollo y mantenimientos turísticos. En última instancia es nuestra
intención que el proyecto beneficie a toda la población generando las
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posibilidades de apropiación comunal abriéndolos como recursos
sustentables en el tiempo, el cual permita el acoplamiento de otros
emprendimientos.
Una de las características principales de este proyecto es el
interés por la valoración, la conservación, el rescate, la preservación del
patrimonio cultural y natural, defendiendo el pasado, el conocimiento de
las poblaciones prehispánicas, la vinculación con las ruinas que la
componen y la concientización sobre las raíces aborígenes.
Cantidad de personas aproximadas que serán beneficiadas
con el voluntariado
Según el censo 2001, hay sólo en escuelas:
Escuelas: 138
Docentes: 3.423
Alumnos: 37.950
Población: 342.774
Llegaríamos con los cursos y charlas a por lo menos 40.000
personas, entre San Fernando y el Gran San Fernando. A esto hay que
sumarle las organizaciones barriales y sociedades de fomento, otras 5.000
personas que se benefician.
Objetivos
Cuando comenzamos el proyecto nos planteamos dos
objetivos como iníciales el primero es buscar el fortalecimiento de la
identidad local, permitiendo la apropiación de la información, de lo sitos
arqueológicos y que ellos puedan ingresar a un circuito que permita
desarrollar el turismo receptivo destinado a favorecer las demandas de la
población nacional e internacional con relación al ambiente autóctono, y la
arqueología, a través de la participación, la observación, y el conocimiento
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de los yacimientos y sitios arqueológicos del valle central de Catamarca,
debidamente preparados para tal fin, con profesionales de excelencia en la
investigación arqueológica, preparación y preservación de sitios
arqueológicos, museos de sitio, material audiovisual, folletos, y de guías
especializados.
Como segundo objetivo contribuir a la comprensión y
conocimiento de los pueblos originarios, para respetar y resguardar
nuestro patrimonio cultural y natural dándole importancia al patrimonio
arqueológico en pos de su defensa y valoración. Para que el mismo
empiece a cumplir un rol social es necesario tomar conciencia sobre la
necesidad de su protección y puesta en valor, haciéndolo a través de la
divulgación (charlar en escuelas y otros medios, folletos etc.) y
proponiendo también, tomar contacto directo con los bienes
patrimoniales, tal es el caso de los sitios arqueológicos.
Objetivos específicos
1. Identificar, proteger, conservar y trasmitir el patrimonio
cultural y natural.
2. Aumentar la demanda ocupacional en la rama privada a
través de nuevos puestos de trabajo en aquellos rubros propiamente
turísticos, como en las actividades relacionadas, comerciales, artesanales.
3. Aumentar la demanda de servicios de apoyo con su
correspondiente efecto multiplicador.
4. Incrementar la actividad turística catamarqueña, que es
tradicionalmente religioso-paisajística, proponiendo un nuevo blanco de
mercado, calificado, orientado hacia el turismo científico-cultural y de buen
poder adquisitivo.
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5. Proyectar una nueva imagen de la provincia en lo que
hace al turismo, hacia la riqueza arqueológica, con hechos concretos y la
profesionalidad necesaria para la preparación del recurso que brinda la
Escuela de Arqueología de la UNCa.
6. Comercializar en cada sitio restaurado las artesanías
propias del lugar, por sus propios artesanos al mercado turístico
eliminando la intermediación enalteciendo la labor de los artistas locales y
brindando la posibilidad de visualizar "in situ" todo el proceso de
elaboración de primera mano que tanto valora el visitante culto.
7. Disertar charlas en escuelas y otros medios en general,
destinadas a promover el turismo arqueológico vinculado con la
preservación y defensa del patrimonio, y a la vez que sirva para
entenderlos como parte de la historia del territorio catamarqueño.
Experiencia del Año 2007/8
En el marco de este proyecto se ha generado una
experiencia educativa vinculada a la transferencia de conocimientos
arqueológicos e históricos producidos por el Grupo de Estudios
Arqueológicos, (GEA). En el cual nos encontramos con ciertos obstáculos
pedagógicos que fueron detectados durante el trabajo realizado durante el
año lectivo 2007/8. Donde nos habíamos planteado como objetivo
contribuir a la comprensión y conocimiento de los pueblos originarios, para
respetar y resguardar nuestro patrimonio cultural y natural y, que no sea
exclusivo de especialistas sino que beneficie a diversos actores sociales
mediante la utilización racional de las ruinas y monumentos arqueológicos
de Catamarca con fines científico-turísticos.
Para ello empleamos los sitios Arqueológicos “Pueblo
Perdido de La Quebrada” I y II, (ubicados en la Ciudad Capital, a 20 cuadras
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del centro), a modo de muestra educativa que nos permitió proceder para
establecer una relación entre el conocimiento producido mediante la
investigación arqueológica y las nociones de los niños de los niveles
educativos 6º, 7º, 8º y 9º del E.G.B. de escuelas locales.
Durante los meses de marzo hasta fines de octubre del
corriente año se diagramó una visita guiada a manera de muestra, con el
objetivo de aportar información actualizada, mediante recorridos en los
sitios y charlas con un guión expositivo. Donde se coordinaba con las
escuelas para realizar las excursiones, las cuales estaban a cargo de los
docentes y/o, directores de las instituciones interesadas.
La exposición se diagramó a través de conjuntos de
preguntas, presentando la actividad científica como conocimiento en
construcción, que desconfía de verdades absolutas y en el que interviene la
subjetividad del investigador Los contenidos se organizaron en ejes
temáticos vinculados a las ciencias que intervienen en el conocimiento del
pasado, a saber: arqueología, geología, biología, historia, matemáticas,
ecología, sociología, etc.; a su vez el modo de vida agro-alfarero y sus
relaciones con el ecosistema, sobre las concepciones indígenas en relación
a la ecología, y por último las transformaciones ocurridas durante el
período de contacto hispano-indígena.
La muestra educativa permitió detectar algunas situaciones
vinculadas al propio método de transferencia aplicado. La cuestión de
tiempo fue un eje importante de la exhibición, ya que abarca una parte de
la historia indígena, desde el 200 D.C hasta aproximadamente el 1700 D.C.
Dadas las dificultades de los niños y adultos para relacionar tiempo y
espacio, la amplitud de la muestra exigía el desarrollo de un guión
expositivo y descriptivo más que explicativo. Como la información
presentada resultaba excesiva para una exposición dialogada, se recurrió a
la confección de folletos y presentaciones por imágenes (Power point) en
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los ámbitos de las escuelas, para poder así esclarecer la información
presentada.
A su vez logramos coordinar con el Municipio de La Capital,
en una sala céntrica, una muestra denominada “Pueblo Perdido... Huellas a
través del tiempo” con material recuperado por las excavaciones
desarrolladas por el G.E.A, durante la primer semana de julio, que es
cuando comienza a llegar a la provincia la mayor afluencia de turistas.
Donde el Municipio nos proporcionó un espacio físico donde desarrollar
esta actividad, también no brindo vitrinas iluminadas, paneles con
fotografías de materiales y actividades de excavación, personal dedicado a
su difusión, cuidado y aseo.
Esto nos permitió conjugar dos objetivos que habíamos
planteado en el proyecto que era una mayor difusión del conocimiento
científico a nivel educativo inicial, que incrementaría la participación, la
observación, y el conocimiento de los yacimientos y sitios arqueológicos del
valle central de Catamarca y, a su vez incrementar la actividad turística
catamarqueña, que es tradicionalmente religiosa-paisajística, proponiendo
un nuevo blanco de mercado, calificado, orientado hacia el turismo
científico-cultural y de buen poder adquisitivo. Y por consiguiente,
proyectar una nueva imagen de la provincia en lo que hace al turismo, hacia
la riqueza arqueológica, con hechos concretos y la profesionalidad
necesaria para la preparación del recurso que brinda la Escuela de
Arqueología de la UNCa.
Mediante esta actividad, se nos ha permitido acercar
información científica actualizada al medio social, generando un servicio
educativo de indudable valor. Esta relación directa entre los conocimientos
producidos en el ámbito académico y la sociedad, permite además y
principalmente, reflexionar respecto de los problemas pedagógicos y
epistemológicos que operan como obstáculos para el progreso del
pensamiento científico.
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La formación de recursos humanos en la investigación ha
sido uno de los más importantes intereses de este equipo desde el inicio de
sus actividades. Gran parte de los esfuerzos de este proyecto se abocaron a
ese fin. Donde tres becados por el Municipio y uno por la Provincia, siendo
estudiantes de grado, se incorporaron al Proyecto para desarrollar
temáticas de investigación relacionadas con la transferencia de
conocimiento y de acceso a los recursos arqueológicos por parte de la
comunidad. Los becarios participaron de las distintas instancias de la
investigación planteada, y desarrollaron investigaciones específicas dentro
de la problemática planteada por el Proyecto. Aprendiendo así, tanto a
insertarse en trabajos de investigación en equipo como a llevar adelante
sus propias investigaciones y ponencias en congresos. Las investigaciones
que llevan adelante los becarios serán asimismo sus investigaciones para la
tesis de grado para optar a la licenciatura en Arqueología.
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Anexo
Charlas expositivas a alumnos escuela Nº 198 Huayra Puncoen el sitio Pueblo Perdido
de la Quebrada. Año 2007.
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Charlas expositivas y muestras del procedimiento de excavación a alumnos escuela nº
428 Enrique Ocampo. Año 2007.
Muestra de una excavación de un recinto habitacional Escuela Privada María
Montessori. Año 2007.
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Acuña, G.; Kriscautzky, N.; Fonseca, E.; Melián, C.: Arqueología, Sociedad y Patrimonio.
Panel de presentación de la muestra auspiciada por la Municipalidad de San Fernando
del Valle de Catamarca. Año 2007.
Vitrina de exposición con algunos materiales procedentes de varios sitios
Arqueológicos.
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