LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA Karl Jaspers
DECODIFICACIÓN SECUNDARIA, ESTRUCTURA ARGUMENTAL Y MAPA CONCEPTUAL
El texto Los orígenes de la filosofía del filósofo alemán Karl Jaspers, está extractado de su libro La filosofía, publicado por el Fondo de Cultura Económica en 1953. Es un clásico de la filosofía del siglo XX. El texto propone una idea audaz: la filosofía tiene, a la vez un comienzo y un origen; el primero es histórico y el segundo es personal. El texto es un motivo para hacer un ejercicio de lectura crítica, pero para ello es importante descifrar cada una de las ideas que el autor expresa en el texto, para luego identificar la estructura argumental (la organización jerárquica de las ideas) y los conceptos que Jaspers trabaja. El texto dirige la atención a un concepto novedoso: “situaciones límites”, al que identifica como la fuente profunda de la cual brota el filosofar. Para el ejercicio se utilizan únicamente los trece primeros párrafos, dado que a partir del número catorce el autor hace variaciones sobre las “situaciones límites”.
I. DECODIFICACIÓN (SECUNDARIA) DEL TEXTO
En la decodificación secundaria se identifican los pensamientos contenidos en el texto. Cada pensamiento identificado se traduce en una oración gramatical y se enumera como Pn. En la decodificación secundaria el texto se respeta al máximo. A continuación se toma cada párrafo y se decodifica.
La historia de la filosofía como pensar metódico tiene sus comienzos hace dos mil quinientos años, pero como pensar mítico hace mucho más. P1 La historia de la filosofía como pensar metódico tiene sus comienzos
hace dos mil quinientos años. P2 La historia de la filosofía como pensar mítico tiene sus comienzos hace
más de dos mil quinientos años. Sin embargo, comienzo no es lo mismo que origen. El comienzo es histórico y acarrea para los que vienen después, un conjunto creciente de supuestos sentados por el trabajo mental ya efectuado. Origen es, en cambio, la fuente de la que mana en todo tiempo el impulso que mueve a filosofar. Únicamente gracias a él resulta esencial la filosofía actual en cada momento y comprendida la filosofía anterior. P3 El comienzo (de la filosofía) no es lo mismo que el origen (de la filosofía). P4 El comienzo (de la filosofía) es histórico. P5 El comienzo es herencia para los que vienen después. P6 El comienzo acarrea un conjunto creciente de supuestos sentados por el
trabajo mental ya efectuado.
ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE BUCARAMANGA
Creada mediante Decreto de Diciembre 28 de 1874 – Estado Soberano de Santander
FILOSOFÍA
P7 El origen es la fuente de la que mana en todo tiempo el impulso que mueve a filosofar.
P8 El origen es esencial para comprender la filosofía actual. P9 El origen es esencial para comprender la filosofía anterior. Este origen es múltiple. Del asombro sale la pregunta y el conocimiento; de la duda acerca de lo conocido el examen crítico y la clara certeza; de la conmoción del hombre y de la conciencia de estar perdido la cuestión de sí propio. Representémonos ante todo estos tres motivos. P10 El origen (de la filosofía) es múltiple. P11 El asombro del que salen la pregunta y el conocimiento. P12 La duda acerca del conocimiento de la que surgen el examen crítico y la
clara certeza. P13 La conmoción del hombre y la conciencia de estar perdido llevan a la
cuestión de sí propio. Primero. Platón decía que el asombro es el origen de la filosofía. Nuestros ojos nos “hacen ser partícipes del espectáculo de las estrellas, del sol y de la bóveda celeste”. Este espectáculo nos ha “dado el impulso de investigar el universo. De aquí brotó para nosotros la filosofía, el mayor de los bienes deparados por los dioses a la raza de los mortales”. Y Aristóteles: “Pues la admiración es lo que impulso a los hombres a filosofar: empezando por admirarse de lo que les sorprendía por extraño, avanzaron poco a poco y se preguntaron por las vicisitudes de la luna y del sol, de los astros y por el origen del universo”.
Los entrecomillados son ejemplificaciones que se pueden omitir en el proceso decodificador, para no hacer, posteriormente, la estructura argumental extensa.
P14 Según Platón, el asombro es el origen de la filosofía. P15 Según Aristóteles, la admiración es lo que impulso a los hombres a filosofar. La admiración impele a conocer. En la admiración cobro conciencia de no saber. Busco el saber, por el saber mismo, no “para satisfacer ninguna necesidad común”. P16 La admiración impele a conocer. P17 La admiración permite cobrar conciencia del no saber. P18 El saber (filosófico) se busca por el saber mismo, no para satisfacer
ninguna necesidad común. El filosofar es como un despertar de la vinculación a las necesidades de la vida. Este despertar tiene lugar mirando desinteresadamente a las cosas, al cielo y al mundo preguntando qué sea todo ello y de dónde todo ello venga, preguntas cuya respuesta no serviría para nada útil, sino que resulta satisfactoria por sí sola. P19 El filosofar es un despertar de la vinculación a las necesidades de la vida.
P20 El despertar tiene lugar mirando desinteresadamente a las cosas. P21 El despertar tiene lugar preguntando qué son las cosas y de dónde vienen. P22 Las respuestas a las preguntas no sirven para nada útil. P23 Las respuestas a las preguntas resultan satisfactorias por sí solas. Segundo. Una vez que he satisfecho mi asombro y admiración con el conocimiento de lo existe, pronto se anuncia la duda. A buen seguro que se acumulan los conocimientos, pero ante el examen crítico no hay nada cierto. Las percepciones sensibles están condicionadas por nuestros órganos sensoriales y son engañosas o en todo caso no concordantes con lo que existe fuera de mi independientemente de que sea percibido o en sí. Nuestras formas mentales son las de nuestro humano entendimiento. Se enredan en contradicciones insolubles. Por todas partes se alzan unas afirmaciones frente a otras. Filosofando me apodero de la duda, intento hacerla radical, mas, o bien gozándome en la negación mediante ella, ya que no respeta nada, pero que por su parte tampoco logra dar un paso más, o bien preguntándome dónde estará la certeza que escape a toda duda y resista ante toda crítica honrada. P24 La satisfacción del asombro y la admiración con el conocimiento
anuncian la duda. P25 Los conocimientos acumulados pierden certeza ante la duda. P26 Las percepciones sensibles están condicionadas por los órganos
sensoriales. P27 Las percepciones sensibles son engañosas. P28 Las percepciones sensibles pueden ser no concordantes con las cosas
que existen independientemente de quien las percibe. P29 Las formas mentales son las del humano entendimiento. P30 Las formas mentales se enredan en contradicciones insolubles. P31 Las contradicciones (en el conocimiento) están presentes en todo
momento. P32 Filosofar permite apoderarse de la duda. P33 El filosofar hace que la duda sea radical. P34 La duda radical no respeta (los conocimientos). P35 La duda radical puede inmovilizar al entendimiento. P36 La duda permite preguntar dónde está la certeza que escapa a toda
duda y resiste ante toda crítica honrada. La famosa frase de Descartes “pienso, luego existo” era para él indubitablemente cierta cuando dudaba de todo lo demás. Pues ni siquiera el perfecto engaño en materia de conocimiento, aquel que quizá ni percibo, puede engañarme acerca de mi existencia mientras me engaño al pensar. P37 Descartes expresa: “pienso, luego existo”. P38 La frase “pienso, luego existo” es indubitablemente cierta cuando duda
de todo lo demás. P39 El perfecto engaño en el pensar no puede engañar sobre la propia
existencia.
La duda se vuelve como duda metódica la fuente del examen crítico de todo conocimiento. De aquí que sin una duda radical, ningún verdadero filosofar. Pero lo decisivo es cómo y dónde se conquista a través de la duda misma el terreno de la certeza. P40 La duda, como duda metódica, es la fuente del examen crítico de todo
conocimiento. P41 Sin duda radical no hay verdadero filosofar. P42 El cómo y el dónde se conquista, a través de la duda, la certeza es
decisivo. Y tercero. Entregado al conocimiento de los objetos del mundo, practicando la duda como la vía de la certeza, vivo entre y para las cosas, sin pensar en mí, en mis fines, mi dicha, mi salvación. Más bien estoy olvidado de mí y satisfecho de alcanzar semejantes conocimientos. P43 El conocimiento del mundo y la práctica de la duda como vía de la
certeza llevan al hombre a no pensar en sus fines, en su felicidad y en su salvación.
P44 El hombre olvidado de sí se siente satisfecho con el conocimiento. La cosa se vuelve otra cuando me doy cuenta de mí mismo en mi situación. P45 La realidad se transforma cuando el hombre se hace consciente de su situación. El estoico Epicteto decía: “El origen de la filosofía es el percatarse de la propia debilidad e impotencia”. ¿Cómo salir de la impotencia? La respuesta de Epicuro decía: considerando todo lo que no está en mi poder como indiferente para mí en su necesidad, y, por el contrario, poniendo en claro y en libertad por medio del pensamiento lo que reside en mí, a saber, la forma y el contexto de mis pensamientos. P46 Según Epicteto, el origen de la filosofía es el percatarse de la propia
debilidad e impotencia. P47 Según Epicuro, la impotencia es superada considerando como
indiferente aquello que no está en el propio poder (de decisión). P48 La claridad y la libertad de pensamiento permiten tomar conciencia de sí
mismo. Cerciorémonos de nuestra humana decisión. Estamos siempre en situaciones. Las situaciones cambian, las ocasiones se suceden. Si éstas no se aprovechan, no vuelven más. Puedo trabajar por hacer que cambie la situación. Pero hay situaciones por su esencial permanentes. Aun cuando se altere su capacidad momentánea y se cubra de un velo su poder sobrecogedor: no puede menos de morir, ni de padecer, ni de luchar, estoy sometido al acaso, me hundo inevitablemente en la culpa. Estas situaciones fundamentales de nuestra existencia las llamamos situaciones límite. Quiere decirse que son situaciones de las que no podemos salir y que no podemos alterar. La conciencia de estas situaciones límites es después del asombro y de la duda el
origen, más profundo aún, de la filosofía. En la vida corriente huimos frecuentemente ante ellas cerrando los ojos y haciendo como si no existieran. Olvidamos que tenemos que morir, olvidamos nuestro ser culpables y nuestro estar entregados al acaso. Entonces sólo tenemos que habérnoslas con las situaciones concretas, que manejamos a nuestro gusto y a las que reaccionamos actuando según planes en el mundo, impulsados por nuestros intereses vitales. A las situaciones límite reaccionamos, en cambio, ya velándolas, ya, cuando nos damos cuenta de ellas con la desesperación y con la reconstitución. Llegamos a ser nosotros mismos en una transformación de la conciencia de nuestro ser. P49 El punto de partida es reconocer la condición humana. P50 El hombre está siempre en situaciones. P51 Las situaciones son cambiantes. P52 Las situaciones que no se aprovechan no vuelven más. P53 Las situaciones se pueden cambiar trabajando. P54 Por su esencia hay situaciones que son permanentes. P55 Las situaciones permanentes pueden ser alteradas en su capacidad
momentánea. P56 El poder sobrecogedor de las situaciones permanentes puede ser
cubierto con un velo. P57 Las personas no pueden dejar de morir, de padecer, de luchar, de estar
sometidas al acaso y de hundirse en la culpa. P58 Las personas no pueden salir y no pueden alterar las situaciones
permanentes. P59 La conciencia de las situaciones límites es después del asombre y de la
duda el origen, más profundo aún, de la filosofía. P60 En la vida corriente las personas huyen, frecuentemente con los ojos
cerrados, y hacen como si no existieran las situaciones límites. P61 Las personas olvidan que tienen que morir, su culpabilidad y su
condición de estar entregados al acaso. P62 Entonces, el hombre solo asume las situaciones concretas que maneja a
su gusto. P63 En las situaciones concretas el hombre actúa según su mundanidad e
impulsado por intereses. P64 El hombre reacciona frente a las situaciones límites velándolas o en
forma desesperada. P65 El hombre llega a ser él mismo en una transformación de la conciencia
del propio ser.
II. ESTRUCTURA ARGUMENTAL DEL TEXTO
Argumentar es un razonamiento o un hecho o un ejemplo destinado a probar o justificar una afirmación o una proposición cualquiera. Los argumentos son operativos. En una estructura argumentativa se jerarquizan los razonamientos que justifican una idea mayor, que usualmente se conoce como tesis. En esta organización jerárquica el texto se modifica en su presentación (ya que se distancia del formato elaborado por el autor) y algunas ideas son maquilladas sin que se pierda o se cambie el sentido. La argumentación comienza con la elección de la idea más general.
P4
P10
P16
Argumental 2 P7
Sub-argumental 2.1 P9
Sub-argumental 2.2 P8
El despertar tiene lugar mirando
desinteresadamente las cosas.
El despertar tiene lugar preguntando qué
son las cosas y de dónde vienen.
El filosofar es un desperar de la
vinculación a las necesidades de la vida.
Sub-argumental 2.3.1.4.1.2 P21
Sub-argumental 2.3.1.4 P18
Sub-argumental 2.3.1.4.1
P2
P1
Sub-argumental 1.1
Sub-argumental 1.2
Sub-argumental 1.3 P6
Tesis (P3) La filosofía tiene un comienzo y un origen.
Argumental 1 El comienzo es histórico.
El comienzo se dio como pensar mítico
hace más de 2.500 años.
El comienzo se dio como pensar
metódico hace 2.500 años.
El comienzo constituye un conjunto
creciente de ideas filosóficas
elaboradas.
El conjunto creciente de ideas
filosóficas elaboradas es herencia para
las nuevas generaciones.
El origen es la fuente de la que mana en
todo tiempo el impulso a filosofar.
El origen es esencial para comprender
la filosofía anterior.
El origen es esencial para comprender
la filosofía actual.
Sub-argumental 2.3 El origen (de la filosofía) es múltiple.
El asombro del que salen la pregunta y
el conocimiento.
Los pensamientos mítico y metódico
elaborados constituyen la historia de la
filosofía.
El saber (filosófico) se busca por sí
mismo, no para satisfacer ninguna
necesidad común.
Sub-argumental 1.3.1 P5
Conclusión 1 P1-2
Sub-argumental 2.3.1 P11
Sub-argumental 2.3.1.1 P14
Sub-argumental 2.3.1.2 P15
Según Platón, el asombro es el origen
del conocimiento.
Según Aristóteles, la admiración es lo
que impulsó a los hombres a filosofar.
Sub-argumental 2.3.1.3 La admiración impele a conocer.
Sub-argumental 2.3.1.4.1.1 P20
P19
La admiración permite cobrar conciencia
del no saber.
La duda acerca del conocimiento de la
que surgen el examen crítico y la clara
certeza.
Las respuestas a las preguntas no
sirven para nada útil.
Las respuestas a las preguntas resultan
satisfactorias por sí solas.
Sub-argumental 2.3.1.4.1.2.1 P22
Sub-argumental 2.3.1.4.1.2.2 P23
Sub-argumental 2.3.1.5 P17
Sub-argumental 2.3.2 P12
Las percepciones sensibles están
condicionadas por los órganos
sensoriales.
La satisfacción del asombro y la
admiración con el conocimiento
anuncian la duda.
Los conocimientos acumulados pierden
certeza ante la duda.
Sub-argumental 2.3.2.1 P24
Sub-argumental 2.3.2.2 P25
Sub-argumental 2.3.2.2.1 P26
P33
Las percepciones sensibles son
engañosas.Sub-argumental 2.3.2.2.1.1 P27
Las formas mentales se enredan en
contradicciones insolubles.
Las contradicciones (en el
conocimiento) están presentes en todo
momento.
Las percepciones sensibles pueden ser
no concordantes con las cosas que
existen independientemente de quien
las peribe.
Las formas mentales son las del
humano entendimiento.
Sub-argumental 2.3.2.2.1.2 P28
Sub-argumental 2.3.2.2.2 P29
Sub-argumental 2.3.2.2.2.1 P30
Sub-argumental 2.3.2.2.2.2 P31
La duda radical no respeta (los
conocimientos).
La duda radical puede inmovilizar el
entendimiento.
El filosofar permite apoderarse de la la
duda.
Sub-argumental 2.3.2.3.1 El filosofar hace que la duda sea radical.
Sub-argumental 2.3.2.3 P32
Sub-argumental 2.3.2.3.1.1 P34
Sub-argumental 2.3.2.3.2 P35
La frase "pienso, luego existo" es
indudablemente cierta cuando duda de
todo lo demás.
El perfecto engaño en el pensar no
puede engañar sobre la propia
existencia.
La duda permite preguntar dónde está la
certeza que escapa a toda duda y
resiste ante toda crítica honrada.
Descartes expresa, "pienso, luego
existo".
Sub-argumental 2.3.2.3.3 P36
Sub-argumental 2.3.2.3.3.1 P37
Sub-argumental 2.3.2.3.3.1.1 P38
Sub-argumental 2.3.2.3.3.1.2 P39
El cómo y el dónde se conquista la
certeza, a través de la duda, es
decisivo.
La duda, como duda metódica, es la
fuente del examen crítico de todo
conocimiento.
Sin duda radical no hay verdadero
filosofar.
Conclusión 2.3.2 P40
Conclusión 2.3.2.1 P41
Conclusión 2.3.2.2 P42
P51
Sub-argumental 2.3.3.1 P43
Sub-argumental 2.3.3.1.1 P44
Sub-argumental 2.3.3.2 P45
Sub-argumental 2.3.3.2.1 P46
Sub-argumental 2.3.3.2.1.1 P47
Sub-argumental 2.3.3.2.2 P48
Sub-argumental 2.3.3.2.3 P49
Sub-argumental 2.3.3.2.4 P50
Sub-argumental 2.3.3.2.4.1.1 P53
Sub-argumental 2.3.3.2.4.1 Las situaciones son cambiantes
Las situaciones se pueden cambiar
trabajando.
La situaciones que no se aprovechan no
vuelven más.
Por su ausencia hay situaciones que
son permanentes.
Sub-argumental 2.3.3.2.4.2 P52
Sub-argumental 2.3.3.2.4.3 P54
Según Epicteto, la impotencia es
superada considerando como indiferente
aquello que no está en el propio poder
(de decisón) .
La claridad y la libertad de pensamiento
permiten tomar conciencia de sí mismo.
El punto de partida es reconocer la
condición humana.
El hombre está siempre en situaciones.
El hombre olvidado de sí se siente
satisfecho de su conocimiento.
La realidad se transforma cuando el
hombre se hace consciente de su
situación.
Según Epicteto, el origen de la filosofía
es el percatarse de la propia debilidad e
impotencia.
El coocimiento del mundo y la práctica
de la duda como vía de la certeza llevan
al hombre a no pensar en sus fines, en
su felicidad y en su salvación.
P13Sub-argumental 2.3.3
La conmoción del hombre y la
conciencia de estar perdido llevan a la
cuestión de sí propio.
Sub-argumental 2.3.3.2.4.5 P64
P59
El hombre llega a ser él mismo en una
transformación de la conciencia del
propio ser.
Conclusión 2.3.3
La conciencia de las situaciones límites
es después del asombro y de la duda el
origen, más profundo aún, de la filosofía.
Entonces, el hombre solo asume las
situaciones concretas que maneja a su
antojo.
en las situaciones concretas el hombre
actúa según su mundaneidad e
impulsado por intereses.
El hombre reacciona frente a las
situaciones límites velándolas o en
forma desesperada.
Ejemplificación 2.3.3.2 P62
Ejemplificación 2.3.3.2.1 P63
Sub-argumental 2.3.3.2.4.4 P64
Las personas no pueden salir y no
pueden alterar las situaciones
permanentes.
En la vida corriente las personas huyen,
frecuentemente con los ojos cerrados, y
hacen como si no existieran las
situaciones límites.
Las personas olvidan que tienen que
morir, su culpabilidad y su condición de
estar entregados al acaso.
Sub-argumental 2.3.3.2.4.3.3 P58
Sub-argumental 2.3.3.2.4.3.3.1 P60
Sub-argumental 2.3.3.2.4.3.3.2 P61
Las situaciones permanentes pueden
ser alteradas en su situación
momentánea.
El poder sobrecogedor de las
situaciones permanentes puede ser
cubierto con un velo.
Las personas no pueden dejar de morir,
de padecer, de luchar, de estar
sometidas al acaso y de hundirse en la
culpa.
Sub-argumental 2.3.3.2.4.3.1 P55
Sub-argumental 2.3.3.2.4.3.2 P56
Ejemplificación 2.3.3.2 P57
III. ÁRBOL O ESQUEMA ARGUMENTAL
IV. MAPA CONCEPTUAL (versión 1)
V. MAPA CONCEPTUAL (versión 2)
IV. MAPA CONCEPTUAL
El mapa conceptual es una poderosa herramienta de aprendizaje. Indica un espacio (intelectual) en el que se relacionan los conceptos de un texto. Los conceptos, reconocidos por ser sustantivos, son elaboraciones, construcciones mentales y sociales para designar realidades. En la oración (tesis): “la filosofía tiene un origen y un comienzo”, hay tres conceptos: filosofía (presente en el sujeto de la oración), origen y comienzo (presentes en el predicado). El primero (filosofía) es el más importante del escrito y el llamado a encabezar el mapa conceptual; los dos siguientes son subsidiarios, subordinados, pero le siguen en la organización del mapa conceptual. Los conceptos en los mapas se escriben con MAYÚSCULA y se encierran en un óvalo (nunca en cuadrados). Las siguientes categorías gramaticales (adjetivos, verbos, adverbios, artículos) se denominan “conectores”, se escriben en minúscula y sirven para enlazar los conceptos con líneas rectas. Los mapas conceptuales organizan los conceptos por los niveles de abstracción, generalidad, universalidad. Es decir, si se tienen los conceptos gato, mamífero, felino, animal cordado, placentario, al organizarlos por nivel de generalidad y universalidad la línea queda así: animal cordado, mamífero, placentario, felino, gato. Pero no siempre se organizan de esa manera, todo depende del texto y de qué concepto se está hablando. Por ejemplo, en el texto del prólogo de Hans Jonás, el concepto mayor es Prometeo (la tecnología moderna) que ha sido liberado gracias a la ciencia que le proporcionó fuerzas nunca antes conocidas y la economía que le dio un infatigable impulso, pero él está pidiendo una ética que impida, mediante frenos voluntarios que su poder lleve a los hombres al desastre.