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En Viena, sucede a Mach en la cátedrade filosotra natu ral. Pero su conflicto conéste, con Ostwald y sus partidarios lo des­truyen. Se suicida el 6 de septiembre de1906.

Paul Kammerer nació en Viena el 17 deagost o de 1880. Es también el año de na­cimiento de Musil, y del físico holandés deorigen ruso Paul Ehrenfest (más tarde, víc­tima a su vez de un nuevo dogmatismo,el de la mecánica cuántica). Si Musil, comoBoltzmann, realizó primero estudios de in­geniería, Kammerer se orientó al principiohacia la música en el Conservatorio de Vie­na. Era amigo de Bruno Walter y GustavMahler. Varias melodías suyas fueron to­cadas en público. Muy pronto se vuelvehacia la universidad y realiza brillantesestudios de zoología; se convierte a losveintidós años en asistente de LeoPrzibramen el Centro de Investigación Biológica deViena.

En esa época, la teorla darwiniana (de­beríamos decir más bien mendeliana) dela herencia, si bien su enseñanza constitu­ye un delito en algunos estados america­nos, es un dogma. Algunos investigado­res, sobre todo en Francia, emiten dudasy son favorables a una versión modernade las teorlas de Lamarck sobrela herencia

Teóricos y filósofos (Rankine, Mach, Ost·w ald, Duhem ) rechazan todo modelo me­cánico. La Energética, tr iunfal, hace rei­nar un verdadero terror sobre los espíritus.Esto se evidencia a la lectura del tratadode Abel Rey, quien, prudentemente hostila la Energética, no cesade presentar, hasta19 30, tes is perimidas desde 1906.

Loschmidt y luego Zermelo presentanválidas objeciones científ icas a Boltzmannque permiten a éste mejorar y afirmar suanálisis. Pero los ataques filosóficos po­cas veces resultan pertinentes. De hecho,señala Boltzmann, "un gran número de jó­venes se vuelven hacia las fáciles cose­chas que les prometen los diferentes do­minios de la Energética sin poseer la criticamatemática que es indispensable para obrarútilmente en trsica teórica."

En el momento mismo en que los mo­delos atom lst icos retoman vigor en Ingla­terra con Kelvin, en los Países Bajos conLorentz, y en Francia, donde Je_~n Perrinva a mostrar la realidad del movimientomolecular y con esto la validez de la inter­pretación mecánica del calor, Boltzmannes derrotado. " Es amargo aparecer -dice­como un reaccionario y un pensador anti­cuado, como el campeón celoso de las vie­jas doctrinas clásicas en oposición a lasnuevas. "

Ciencia"

,LA EXPLOSIONDE LAS CIENCIAS

Por Paul Braffort *

El índice de nombres propios citados porMusil en sus Diarios comprende más demil doscientos registros. Ahora bien, heconstatadoque sobre una lista deciencrea­dores nacidos entre 1850 y 1890 -listaque consideratodos los dominios de la cul­tura , pero sobre todo orientada hacia lasciencias y las técnicas- cerca de la mitadfiguranen este índice.Musil constituye asíun indispensable sistemade referenciapa­ra quien se interese en los aspectos cien ­tíficos del extraordinario hervideroculturaldel giro del siglo.

Este hervidero tuvo repercusiones enAlemania, en Checoslovaquia, en Polonia;pero no fue, hasta una época reciente ,más queimperfectamente conocido por elpúblico del resto de Occidente . Enel fon ­do, sólo algunas personalidades le eranfamiliares: Freud, Mahler, Kraus, Loos,

'. Zweig. y se hablaba, muy inapropiadamen­te, del " Círculo de Viena" . No se perci ­bía el fenómeno vienésen su totalidad, enparticular sus facetas científicas .

Tal desconocimiento se explicasin dudaal menos por dos razones: el reconoci­miento de la comunidad científica interna­cional no ha favorecido casi a los austria­cos (a partir de la creación del premioNobel sólo dos han honrado a Austria: en1914 Barnay obtuvo el premio de Medici­na, yen 1923 Pregl el de Química, [nadaen Literatura!.. .); y laatracción por un sa­ber enciclopédico no favorece la creacióny a menudo conduce a la dispersión.

Estudiando los Diarios de Musil encon­tramos , sucesivamente, una discusión so­bre la causalidad; " notas a Husserl' ;-so­bre la lógica; una exposición matemáticasobre los números complejos y los cuater­narios ; consideraciones de psicología, de

• Ingeniero jefe del Grupo francés de infor­mación; uno de los animadores del Ou vroir deLittéralure Potenrielle (Oulipo) y compositor demú sica .

santropología, de lingüística, de sociología,etcétera. Por supuesto este ecumenismocultural posee un origen social que variosautores han señalado . Viena es, relat iva­mente, una ciudad pequeña y su élite cons­tituye un grupo coherente.

Janik y Toulmin, en su libro La Vienade Wittgenstein, han puesto en evidencialo anterior al recordar que Boltzmann es­tudió piano con Bruckner y que Mahle r es­tuvo cerca de Freud. Este tipo de relacio­nes no era concebible en Berlín o en Parísa causa de los prejuicios de casta que mu­chos universitarios mantenían en contrade los artistas. En cuanto a la Inglate rraartista, estaba en Londres, pero no en Ox­ford, ni en Cambridge.

Viena es entonces un lugar pr iv ilegia­do, donde, más que en ninguna otra par­te, el derrumbe de un sistema es percep­tibie. Se presienten nuevas libertades; losdogmas son cuestionados . La pasión queanima a los nuevos creadores es compar­tida por muchos sabios e incluso técnicos.De hecho Musil y Wittgenstein son, de ori­gen, ingenieros. Dos casos ameritan ilustraresa alianza dramática de la ciencia y la pa­sión: el de Boltzmann y el de Kammerer.

Ludwig Boltzmann es un "anciano" . Esdoce años mayor que Freud y dieciséismayor que Mahler. Nacido en Viena el 20de febrero de 1844, hace brillantes estu­dios a la vez teóricos y experimentales ydeviene muy pronto, a la edad de veint i­dós años, asistente de Ste fan en el Inst i­tuto de Física de la universidad de Viena .Stefan y Loschmidt, termodinámicos degran renombre, son amigos suyos. Se in­teresa en la obra de Maxwell (para estoaprende inglés) cuyas famosas ecuacionesvan a penetrar el universo germanoparlan­te, hasta entonces dominado por las teo­rías de Weber.

Boltzmann retoma las investigac ionesde Maxwell sobre la teoría cinética del gasy aborda un problema fundamental de lafísica: la interpretación mecánica del se­gundo principio de la termodinámica: elprincipio de crecimiento de la entropía.Esta fórmula: S = K lag +So (que Shannonutilizará como fundamento de la teoría dela información en 1944) es al menos tanimportante como las célebres fórmulas deEinstein (E= mc 2) o de Planck (E= hV).

Sin embargo, tenemos a un hombredesgarrado. Orgulloso de su descubrimien­to, confiando en su intuición , fiel a las en­señanzas de Maxwell , de Stefan, de Hel­moltz, de Kirchoff, se halla terriblementesolo. En este fin de siglo, una moda se haapoderado de los espíritus: la Energét ica .

e e n a r.I o

Traducción de Adriana Pacheco

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de loscaracteres adquiridos.Por todas partes se hacen esfuerz~s

par definir y realizar" experiencias crucis­

les". Kammerer emprendeuna serie ~e ex­perimentos sobre la genét ica de clert~s

batracios y logra conducir orlas exc~pclo­

na1mente exitosas, ya que generaCion es

enteras pueden reproducirse.

Pero muy pronto los neodarwinianos

atacan. Los experimentos de Kamm ererson cuestionados. Especlmenes maqu illa­dos enel mismo vivarium son descubier­tos misteriosamentepor un "explorador"americano enrolado en la camp aña ant i­

Kammerer.

Dolidopor la violenta campaña que si­gue aestoy acuciado también, como Bolt ­zmann, por serias preocupa ciones de or­den personal, Kammerer se suicida el 23deseptiembre de 1926.

En su notable obra sobre Einstein y el

conflicto de generaciones, Lewi s Feuer ha

señalado las fuerzas esenciales que ope­ran enlos grandes movi mientos de la cul ­turay, más particularmente, en los gran ­des movimientos de la ciencia: el conflicto

. degeneraciones, que resulta del rechazo

d~ dogmas y del surgimiento de ideas nue­vas, asícomo la existencia de talleres rnul­tidisciplinarios activos donde se mantieneel ardor creativo.

Esto se aplica visiblemente al circuloEkliptika de Copenhague, donde, bajo elpatrocinio de Hoffding, los Bohr, Skov,Norlund, Brondal y otr os van a surgir yprosperar. De igual manera en Zurich conlaAcademia Olympia, donde Habitch, So­lovine y Einstein preparan sus armas, nolejos de Lenin y de Tzara.

Viena era un caldo de cultura infi nita­mentemás rico . Pero el individualismo eraalll más fuerte . El Circulo de Viena en sino es más que un mito . A decir verdad,la lógica surgida en Viena no es la de losneopositivistas (Carnap, Schlick, Neurath ,el primer Wittgenste in) sino la de los po­lacos. Toda la escuela de Varsov ia (Kotar ­binski, Lesnewski, Lukiasiew icz, y mástarde Adjukiewisz y Tarsk i] resulta de lasenseñanzas de Twardowski quien, al mis­mo tiempo que Husserl , estudió lógica enViena con Brentano (1838-191 7), sobri­no del gran poeta romántico.

Un gran circulo de artistas, de sabios ,de invest igadores, pero no un verdaderoequipo: he alll Viena . De hecho el destinoindividual deviene fácilmente una tragedia .Las perturbaciones de un Boltzmann, deun Musil, de un Karnrnerar son las de loshombres que poseen quizá demasiadascualidades . O

Literaturariada, preocupados por la pureza artlsti­ca, la identidad nacional y cultural y so­

bre todo por la libido y las relaciones entrelos sexos, se sentaban a discutir en el caféGrienstedl, o bien pasaban largas tempo- _

radas en Salzkammergut -sitio próximoa la residencia imperial y por lo tanto lugarfavorito de la nobleza y la alta burguesla.De esas experienciasextraían material que

exploraba y reflejaba los gustos y preocu­

paciones de la clase privilegiada a la queperteneclan y de la cual eran producto.

Entre estos escritores figuraban Her­man Bahr (introductor de los autores ex­tranjeros más importantes e intermediarioentre sus colegasy los editores alemanes),Karl Kraus, Leopold van Adrian, RichardBeer-Hofmann, Felix Salten, Hugo vonHofmannsthal (autor de varias adaptacio­

nes de las obras de Calderón), y ArthurSchnitzler.

Arthur Schnitzler (1862-1931) captóquizá como ningún otro aquella Viena im­perial. Médico, contemporáneo de Freud,

Mahler y Klimt entre tantos otros, Schnitz­ler estuvo relegado a un lugar secundariodentro de la gran literatura germana. Hoy,el creciente interéspor esaépocade la quesomos herederos, le concede un lugar en-

A Mariana Frenk-Westheim

Por Laura Emilia Pacheco

ARTHURSCHNITZLER

Vivir y gozar . Este lema regla la vida dela capital austriaca en el novecientos: unaViena de gustos aristocráticos, champa­ña, valses, pasteles, café con crema, pla­

cer y lujo que actuaba como si presintierael fin de esa bella época y el derrumbe delImperio Austrohúngaro con la Primera

Guerra Mundial.Son ditrciles de explicar las causas que

convirtieron a Viena en el centro genera­dor de una ebullición social, polltica, ar­tlstica e intelectual, tan inusitada comoirrepetible, verdadero crisol en el que seforjó el siglo XX . La naturaleza única delimperio de los Habsburgo, su heterogenei­dad étnica , el veloz desarrollo de los rne­dios de producción y comunicación.

La desilusión polítlca, causada en par­

te por los brotes de antisemitismo hacia1880, favoreció el que los jóvenes artis­tas e intelectuales se concentraran en susaspiraciones estéticas. En sólo cuarentaaños, Viena incorporó cambios que a las

otras grandes capitales culturales les lle­vó dosc ientos años asimilar: la vida inte ­lectual se mudó de la corte y el salón delmecenas al café, entró en auge el merca­do literario y la burguesla triunfal se pro­nunció a favor de la diversidad artlstica. ,

Paraconsolidar la nueva conciencia es­tética era necesaria una nueva identidadcultural austr iaca distinta de la alemana.Tras la guerra de 1870 las tierras germá­nicas se uníñoaron bajo la hegemonla de

Prusia. Los Hohenzollern triunfaron sobrelos Habsburgo. Austria (Ósterreich: "Elreino del oriente ") quedó en medio de unaserie de pueblos de otras lenguas y otrasetnicidades que reclamaban su libertadrespecto al poder vienés. Este contextogeneral favoreció una literatura reflexivaque planteó una int errogante sobre lasnuevas posibilidades del artista .

Los escritores más importantes del pe-

o.I ee, í t

Arthur Schnitzler en 1887

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