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CUADERNILLO DE TEMAS FOLKLÓRICOS
REDACCIÓN
Daniel Antoniotti José de Guardia de Ponté
Raúl Chuliver Raúl Lavalle
Editor responsable: Raúl Lavalle Dirección de correspondencia:
Paraguay 1327 3º G [1057] Buenos Aires, Argentina
tel. 4811-6998 [email protected]
nº 13 – 2015 (número con mucha presencia de la copla)
Publicación auspiciada por la Academia del Folklore de Salta
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ÍNDICE
Presentación p. 3
Don Alberto Rodríguez: testimonio de Raúl Chuliver p. 4
Fanor Ortega Dávalos. Coplas p. 5
Mario Rojman. 13 de Junio (poema sobre Lugones) p. 7
Raúl Lavalle. Sobre “Coplas del olvido” p. 8
Distinción a Raúl Chuliver p. 11
Daniel Antoniotti. ¿Cuáles Chalchaleros? p. 12
Mario Rojman. Al tambero, en su día p. 16
Notas y reseñas p. 18
Minucias folklóricas p. 23
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PRESENTACIÓN
Cuando vino a mi mente la idea de una publicación en Red sobre
temas folklóricos, busqué apoyo en mi amigo Daniel Antoniotti, de la
Academia Porteña del Lunfardo, pero también muy amante de la cultura
nativa, además de gran bibliófilo y reconocido escritor. Y se corporizó
entonces la idea, que esperamos dé lugar a estudios, poemas, cuentos,
reseñas; en suma, varia. Escribirán quizás escritores consagrados y
también personas no muy conocidas, incluso alumnos. Pero todos
tendrán en común el amor por la tierra.
Ruego a los lectores no me pidan que defina folclore (o folklore,
como prefieren muchos), tarea superior a mis fuerzas. En todo caso los
temas de nuestro Cuadernillo irán desde la rigurosa investigación
científica y de campo hasta el folklore de los artistas. El ámbito será
argentino, aunque alguna vez se extenderá a otras tierras
hispanoamericanas y a otras modalidades (por ejemplo el tango). Cada
colaborador usará sus propias normas en cuanto al modo de citar y de
dar, en fin, formalidad a su aporte.
Los invito entonces, queridos amigos, a leer este pequeño
esfuerzo de un simple “aficionado”, de alguien que tiene afecto.
Agradezco especialísimamente a la Dra. Olga Fernández Latour de
Botas, de la Academia Argentina de Letras, por haberme alentado en
este paso, que doy no sin temores.
R.L.
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DON ALBERTO RODRÍGUEZ: TESTIMONIO DE RAÚL CHULIVER
Alberto Rodríguez (1900-1997), mendocino, fue un notable cultor y
estudioso del folklore. Deseo aquí agradecer especialmente a Raúl Chuliver,
quien nos facilita valiosas fotos. Solamente reproducimos una, donde se ve a Chuliver con la guitarra, acompañando a Rodríguez en la casa de este último en
Guaymallén. El interesado puede consultar una muy interesante nota al
respecto, escrita por el mismo Chuliver.1 Me permito improvisar bajo la imagen
una humilde coplita. R.L.
Dos maestros del folklore
engalanan bella casa; la musa de Hilario Cuadros
los escucha embelesada.
1 Cf.: http://www.folkloredelnorte.com.ar/creadores/rodriguez.htm.
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COPLAS
FANOR ORTEGA DÁVALOS1
PARA BUSCARME A MI MISMO
“Para buscarme a mí mismo
Me voy hacia mis adentros, Cerquita del corazón
La copla sale a mi encuentro”.
Glosa
Cuando llega a visitarme El pesado pesimismo,
Me acuerdo que es el momento “Para buscarme a mí mismo”.
Ni me conmueven las penas Por eso no me detengo,
Buscando a la que más quiero, “Me voy hacia mis adentros”.
Cada senda del silencio,
Me presenta la ocasión De contemplarla desnuda, “Cerquita del corazón”.
Luciendo bien sus medidas
Y en un perfecto concierto, Acicalando sus rimas “La copla sale a mi encuentro”.
1 El autor es de Tarija, aunque hace muchos años que vive en Salta. Varias veces tuve
el privilegio dc tratarlo, en la bella Salta y en la misteriosa Buenos Aires. Su bonhomía
y sus bellas coplas me llevan a un encuentro con la mocita a la que amé y nunca dejé de
querer. La primera me enseña que los versos y mi linda niña algo se parecen, pues
cuidan la belleza de sus medidas y su música: es por eso que no puedo olvidarla; más
aún, la encuentro en mis recuerdos… y en mis olvidos, como dice Don Fanor en la
segunda copla.
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Y AÚN DUELE NO QUERERTE
“Y aún duele no quererte Como te hubiera querido, Es lo más desesperante No encontrarte ya, en mi olvido”.
Glosa
El sueño bien concebido Y que transgreda a la muerte, Se va yendo de mis tiempos “Y aún duele no quererte”.
Si la razón al orgullo Pudiera haberlo vencido, Al menos en mis adentros, “Como te hubiera querido”.
Para lo que quiso ser, La lucha contra el instante, Que niegue su inexistencia, “Es lo más desesperante”.
Y yo no soy fatalista, Y menos culpo al destino, Sólo que más no resisto “No encontrarte ya, en mi olvido”.
FANOR ORTEGA DÁVALOS
Don Fanor
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13 DE JUNIO
Una luna de arrabal
nos atiza las pasiones
para evocar a Lugones,
poeta fundacional.
“Lunario sentimental”
de un recuerdo cantarín,
con perfume de jazmín
que nos traslada en el eco
al “Romance del Río Seco”
que precediera a su fin.
En el día del escritor
reverbera su destello,
junto a la firma y el sello
de su pasión y fervor
-establecido en honor
de su pluma prestigiosa-.
Cuando a su vida tortuosa
se la arrebató el demonio,
él nos legó el patrimonio
de su distinguida prosa.
Un pantallazo final
para el insigne escritor:
en su libro “El Payador”,
la pampa se hizo inmortal.
Su ensayo testimonial
es un aporte a la historia
de su pluma gestatoria
que sin el gaucho ropaje,
le rinde culto al coraje
y respeto a la memoria.
MARIO ROJMAN1
1 Nuevamente agradezco a Don Mario Rojman, El Payador Urbano, su permiso para
poder publicar aquí esta evocación de Lugones, gran figura literaria que también –no
decimos nada nuevo– mucho tiene que ver con el folklore. Invitamos a visitar la página
de nuestro amigo: https://payadorurbano.wordpress.com/13-de-junio/.
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SOBRE COPLAS DEL OLVIDO
RAÚL LAVALLE
Recuerdo especialmente la versión de sus creadores, Los
Peregrinos. Justamente el tema pertenece a dos de sus integrantes: versos
de Ángel Carlos Dimeo y música de Patricio Quirno Costa. Escribo unas
ideas desordenadas sobre la misma. Quizás mi escrito sirva para que
alguien recuerde a los cantantes y a la canción.
Ahora es noche y crece en la mente
el recuerdo de un amor pasado,
de alegrías de dichas, dolores,
que perdidos en mi alma han quedado.
Y recuerdo tus ojos tan claros,
que creía empapados de cielo;
hoy los veo, perdidos y ausentes,
navegando en el río Pecado.
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La vida es tiempo y termina
pero no termina el alma;
muchas cosas pudiste olvidar,
no podrás olvidar esta zamba.
Cuando pienso que fuimos un árbol,
que una rama quebramos en brote,
no comprendo, al dolerme a mí tanto,
que vos rías de día y de noche.
Ahora busco otra senda en mi vida,
estoy solo pero no vencido;
y, si el llanto por ti ha terminado,
seguiré con dolor el camino.
¡Qué bello es recordar un amor! Las más de las veces no
prosperó, pero igual nos gusta tenerlo en el cofre de los recuerdos, que
atesora cosas nuevas y viejas, alegría y pesar. Pero la muchacha de este
memorial no tiene ojos negros, como cabría esperar, según mi
imaginario, en el folklore del noroeste. Al contrario, están llenos de azul
de cielo, que empapa con el rocío nocturno y con su lluvia de estrellas.
Ya se sabe que los ojos son ventanas del alma. Los de ahora
muestran una amada que está y no está. La ve en la mente memoriosa, no
en lo real; las lumbres que piensa que ve, perdidas y ausentes, hace
tiempo lo abandonaron. Pero podemos preguntarnos si la presencia real
es mejor que la del ánimo. No lo sé y probablemente dependa de las
personas. En todo caso, prefiero la dulzura de la nostalgia, del anhelo
espiritual del retorno. La zamba se llama Coplas del olvido, pero el amor
por la moza lejana no morirá jamás.
En el Buenos Aires antiguo existía la Calle del Pecado, que creo
se llamaba así por la gran cantidad de prostíbulos que en ella había.1
Justamente La Calle del Pecado es un tango de Roberto Lambertucci,
con música de Roberto Rufino, donde leemos: “No me importan tus
errores del pasado, / si en la Calle del Pecado yo también rodé.” En lo
irreal, se parece a “la calle de la melancolía”, mentada por Cátulo
Castillo en María. Aquí también el poeta dice algo así: Ya no eres como
antes. Tus ojos, que eran tan puros, están como navegando en el mal.”
Pero –vuelvo a repetir– ese malvado río Pecado habrá dejado “tristes y
ausentes” a los ojos de mi moza, pero en mi ánimo perviven y me dan la
alegría de la memoria.
1Cf.: http://www.taringa.net/posts/info/6564650/La-calle-sin-nombre.html.
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Esa idea es subrayada por el estribillo. No sé cantar ni tocar la
guitarra, pero repito lo que muchas veces dije y alguna vez escribí:
muchísimos años atrás una bella muchacha me cantó: “Yo te pido que
nunca me tengas piedad, / envenename de amor.” Jamás esa zamba fue
presa del olvido, que casi todo destruye. Sí, tiene razón el poeta: el alma
no termina.
El amor que terminó es comparado con una rama rota de un
árbol. Y me parece bien, porque el ramo no vive fuera de su tronco vital.
También yo –pienso que el poeta me habla– fui varias veces rama
quebrada. No obstante, se puede seguir por otra senda. “Estoy solo pero
no vencido”, dice; y añade: “el llanto por ti ha terminado.” En mi lectura
personal, por más que continúo en camino, me sigo alimentando, casi
permanentemente, del llanto del amor. Y especialmente me ayudan los
versos de Coplas del olvido, que también son coplas del buen recuerdo.
RAÚL LAVALLE
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DISTINCIÓN A RAÚL CHULIVER
Raúl Chuliver es concertista de guitarra y gran estudioso de
nuestro folklore. Sus méritos son grandísimos y todas mis palabras
laudatorias quedarían cortas. Simplemente quiero agradecerle el que nos
honre integrando la redacción de este Cuadernillo. Me permito darle el
humilde homenaje de una copla.
Tu guitarra, cuando suena, nos deleita los oídos: la sapiencia de los pueblos da a tu guitarra un estilo.
R.L.
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¿CUÁLES CHALCHALEROS?
DANIEL ANTONIOTTI
La historia con ligeras variantes se ha contado muchas veces.
Hacia 1948, bajo el impulso del “Chango” José Antonio Saravia Toledo,
en el Colegio Nacional de Salta, se juntaron dos dúos: el de los primos
Juan Carlos y Aldo Saravia, por un lado, y el de Víctor “Cocho”
Zambrano y Franco Sosa, por otro. Vendrían en seguida algunas bajas y
las altas de Ricardo “Dicky” Dávalos y Ernesto Cabeza. El propio
Chango Saravia Toledo anduvo en esos entreveros. La saga artística
continuó más de medio siglo y ya es bastante lo que acabo de reiterar.
La sorpresa sobreviene cuando en una librería de viejo, de las que
están sobreviviendo en Buenos Aires a Mercadolibre, me encuentro con
un “número extraordinario” (el 2044) de la revista El Hogar, fechado el
17 de diciembre de 1948, dedicado a nuestra música nativa: “Toda la
patria en su folklore”. En el epígrafe de una foto de la página 90 en la
que aparecen “chicas y muchachos” se lee: “Conjunto folklórico
formado por jóvenes universitario, denominado ‘Los Chalchaleros’.
Están desarrollando en la ciudad de La Plata una meritoria y elogiosa
campaña con sus cantos y sus danzas. Fundaron la peña folklórica del
Club Universitario de dicha ciudad.”
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A continuación aparecen los nombres de los nueve jóvenes de la
fotografía, sin que se pueda determinar con nitidez quiénes pertenecen a
la peña del club y quiénes a Los Chalchaleros. El único conocido para
los seguidores del género folclórico es Abel Mónico Saravia, futuro
abogado, autor y compositor de un repertorio respetable, como la letra de
La Cerrillana y la chacarera Amalaya, en música y letra. Transcribo el
nombre de los otros que comparten la foto, por si alguien tiene data de
ellos: Sara Esther Díaz, María Felisa Ripa Alberdi, Hebe Villa Monte,
Guido Martín Saavedra, Omar Etchart, Guillermo Zubieta, Jorge
Macedo y Ricardo Macedo. Algunos de ellos aparecen ejecutando piano,
dos guitarras, bombo y caja.
¿Casualidad? ¿Al mismo tiempo en Salta y en La Plata surgen
dos conjuntos con el mismo nombre? Habiendo de por medio una
designación tan precisa, Los Chalchaleros, para casualidad parece
mucha. Sorprendería menos si se tratara de una denominación más
genérica, como serían en el futuro agrupaciones como Las Voces del
Norte, Los de Salta, Los Changos.
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¿Una errata de la revista El Hogar? Imaginemos. Un cronista, de
los que trabaja en el número especial dedicado al folclore, baraja dos
informaciones de baja intensidad, pues no hay gente famosa de por
medio en ese momento, y omite la noticia de Salta, pero le queda en los
apuntes de su escritorio el nombre Los Chalchaleros, encima hay
“Saravias” en los dos lados. Entonces le adjudica la denominación a
quienes no corresponde. Puede ser.
Me inclinaría, sin embargo, por una tercera hipótesis, total,
conjeturar es gratis. Alguno de los jóvenes universitarios de La Plata, por
ejemplo, el salteño Mónico Saravia, supo de la creación del luego
memorable grupo por alguna versión o porque él mismo, en las
vacaciones de invierno, estuvo en el teatro Alberdi de la capital salteña
en agosto de 1948, cuando se había producido la primera presentación de
Los Chalchaleros en un festival a beneficio de la Escuela Normal. A lo
mejor, Mónico Saravia consumó un plagio inocuo, sin mala intención,
pues replicar en La Plata, en 1948, la designación de un conjunto tan
amateur como el que él integraba no dañaba ni el prestigio ni el
patrimonio del novel grupo, que para ese momento tenía un gigantesco
futuro (¿quién lo hubiera dicho?), pero un insignificante pasado y un
anónimo presente.
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Una hipótesis de yapa. ¿Y si fue al revés? ¿Si lo de Los
Chalchaleros se le ocurrió primero a Abel Mónico Saravia para su
efímera estudiantina y se lo contó a los Saravia que permanecían por
allá, por su pago salteño, y lo usaron para bautizar su propio
emprendimiento que también pintaba precario al principio? Esto me lo
creo menos.
Como fuere, la cosa no deja de ser una curiosidad. Ojear una
arcaica publicación dedicada al folclore y encontrarse con que Los
Chalchaleros no son los que fueron. O no fueron los que son.1
DANIEL ANTONIOTTI
1 Después de leer este tan interesante artículo, tuvimos la oportunidad de entrevistarme
con Juan Carlos Saravia y le pregunté sobre el particular. Su respuesta: Los primeros
Chalchaleros fueron los platenses. Dejaron de cantar y unos cinco o seis años después
empezamos nosotros. No nos pusimos el nombre por ellos sino por el pájaro, que come
el fruto del chalchal.” [nota de la Redacción]
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Al TAMBERO, EN SU DÍA Tambo (del quechua tampu).
1. m. Arg.,Par. y Ur. Establecimiento ganadero destinado al ordeño de vacas y a la venta, generalmente al por mayor, de su leche.
2. m. Arg. corral donde se ordeña.
3. m. Bol. y Ec. posada (‖ establecimiento de hospedaje). 4. m. El Salv. y Méx. tonel de lámina.
5. m. Méx. prisión (‖ cárcel). 6. m. Perú. tienda rural pequeña.
_______________________________________________________
Hoy, veintitrés de febrero, quiero elevar mi homenaje a ese hombre de coraje al que llamamos tambero. Del espectro ganadero él es el más castigado y, aunque sigue motivado por su vieja vocación, en la modernización también se lo ha relegado. Los gobiernos sucedidos en este país bananero explotaron al tambero, siendo poco comedidos. Después de haber padecido hostigamientos diversos de gobernantes perversos que al campo lo menosprecian, nuevas dirigencias necias le siguen haciendo el verso. Hombre que trabaja mucho en el campo y el corral, obedeciendo a un ritual que lo ha derivado en ducho. Hoy quema el postrer cartucho de ordeñador vitalicio, como despuntando el vicio y, sin alcanzar su meta, sigue prendido a la teta con escaso beneficio.
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En este estilo campero, rindo tributo y honor, a ese hombre del interior, el respetable tambero. Por lo tanto solo espero que ningún toro lo peche y que tampoco lo acechen los caranchos carroñeros, y quiera Dios que el tambero corte ya su mala leche.
MARIO ROJMAN1
1 En p. 7 hay una nota sobre este poeta actual. Aquí va su homenaje a un emblema del
campo (https://payadorurbano.wordpress.com/al-tambero-en-su-dia/). Poeta de
pura cepa entrerriana, pero que vive en la ciudad, vuelve con sus versos a elogiar un
trabajo que hace a diario la grandeza de la patria. [R.L.]
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NOTAS Y RESEÑAS
Dos copleras jujeñas
Carlos Aparicio, un músico de folklore argentino, ha viajado más
de una vez a las regiones andinas de nuestro país y ha tocado en esos
lugares. Le estoy muy agradecido por haberme prestado el libro que cito:
Rufina Agustina Cari - Isidra Indalecia Álvarez Prado. Coplas del
corazón por copleras tilcareñas (autoría propia y recopilaciones). San
Salvador de Jujuy, Editorial 3 Tercios, 2010.
Son unas 140 páginas con coplas a diversos temas: tradiciones,
comidas, devociones, conmemoraciones. Ya sé que ver escrito este
género popular no tiene el mismo sabor que escucharlo al son de la caja
en labios de esas voces de las quebradas, cuya potencia nunca deja de
sorprenderme. Nos detendremos muy brevemente en algunos versos,
como botones de muestra. Copio abajo dos coplas de Rufina Cari.
Las autoras reciben un premio por su obra.
Están junto a la senadora Liliana Fellner, autora del prólogo del libro.
Yo soy nacida en Tilcara
a la sombra de un cardón:
la cultura de mi pueblo
la defiendo con amor. (p. 57)
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A los señores doctores,
a ver si curan mi mal:
la enfermedad que yo tengo
todo el año es cantar. (p. 58)
Yo hago varias asociaciones imaginativas, si se trata del paisaje
del noroeste. Pero en la mayoría de ellas está el cardón. Los sabios
podrán enseñar muchas cosas sobre esta planta cactácea; a mí me
conmueve su carácter de escultura viviente, que levanta sus brazos al
cielo y ora para obtener… pero también a la manera de una “eucaristía”,
como acción de gracias por tan linda tierra que tenemos. Y está bien que
la defendamos, quizás no como Güemes y Belgrano sino sobre todo con
afecto, con la palabra, con la ayuda caritativa y con la frecuente visita.
Aunque no es fácil pasarla mal en Tilcara, no están ausentes los
males de este mundo, como las enfermedades. Ciertos morbos son
paradójicos, porque causan adicción y, por otra parte, nos sanan. Por
ejemplo el amor; y también el canto, como dice Doña Rufina. En las
quebradas hay mucha soledad y el canto alivia las penas y nos da
compañía, por es un amigo que nos escucha, enjuga nuestras lágrimas y
nos sugiere cosas (lo que los poetas llaman inspiración). Pero leamos
ahora dos de Álvarez Prado.
Diablo que me andas buscando,
con ganas te has de quedar:
cuando se rompa mi caja,
entonces me has de llevar. (p. 101)
Al cardón por espinoso
Vos le esquivás la mirada.
Pero tiene corazón
Blandito como cuajada. (p. 106)
Un coplero hace lo que decía un profesor mío: vive la poesía de
la vida y la vida de la poesía. Doña Isidra lleva el canto en el alma y ni el
mismísimo Mandinga se la quita. Yo imagino a un ángel arcabucero
llevándola al cielo a ella y su caja, no ahora sino ad multos annos. Y con
la otra volvemos al cardón, que es aquí una planta de la humildad. “So
mal tabardo yace el buen amor”, escribió poco más o menos un poeta
medieval. A mí me gusta incluso su belleza de fuera; aunque de adentro
no sirve mucho, porque da agua… y madera: cruces, cajas de vino y
hasta bancos de iglesia se hacen con ella. Basta ya de hablar, querido
amigo, y retorno al principio. Te recomiendo la lectura del libro, que es
también depósito de una tradición ancestral, hispano-americana. R.L.
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Reconocimiento al nobilísimo arte de la payada
Don Mario Rojman, El Payador Urbano, me da una información
que se encuentra en una página de Presidencia de la Nación
(http://www.cultura.gob.ar/noticias/la-payada-fue-declarada-primer-patrimonio
-cultural-del-mercosur/). Se trata de un reconocimiento al arte de los
payadores. Reproduzco el texto, debajo de una ilustración.
“El arte de la payada fue declarado Patrimonio Cultural del Mercosur en la 38º Reunión de Ministros de Cultura de la región, celebrada el 18 de junio último en Brasilia, Brasil, y, de este modo, se convirtió en el primer bien cultural inmaterial que integra la lista. La propuesta fue presentada por Argentina y Uruguay, y homologada por los ministros y autoridades de Cultura asistentes. Participaron de la reunión, por Bolivia, Marko Machicao; por Brasil, Juca Ferreira; por Chile, Ernesto Ottone; por Paraguay, Mabel Causarano. En representación de la ministra de Cultura de la Nación, Teresa Parodi, asistió la directora nacional de Política Cultural y Cooperación Internacional, Mónica Guariglio; mientras que, de Ecuador, estuvo presente el embajador en Brasil, Horacio Sevilla Borja; de Uruguay, el secretario de la Embajada en suelo brasileño, Pablo Gorosito; y por la Secretaría del Mercosur Cultural, Carolina Patrone.
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Los funcionarios también resolvieron durante el encuentro afirmar las políticas culturales como políticas de Estado, y aprobar los términos del Acuerdo Interinstitucional entre el Foro Consultivo de Municipios, Estados Federados, Provincias y Departamentos del Mercosur (FCCR) y del Mercosur Cultural. Se estableció, además, un monto total de un millón de dólares que aportarán los Estados Parte al Fondo del Mercosur Cultural. Por iniciativa de Paraguay, en tanto, se acordó poner en marcha el programa “Más allá de la guerra: memoria, reflexión y cultura de la paz. Por los 150 años de la Guerra Grande”, cuyas actividades comenzarán en el segundo semestre de 2015. También los funcionarios celebraron los 10 años de la Convención de la Unesco para la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, como marco legal para el desenvolvimiento de la dimensión social de la cultura.”
No tengo demasiado respeto por los organismos internacionales.
Pero, más allá de mis débiles opiniones, bien merecido lo tienen Santos
Vega, Gabino Ezeiza y todos sus seguidores. Ser capaz de improvisar
versos es un don platónico, divino, que se perfecciona constantemente
con su amoroso ejercicio.
Eufrasio López
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Martín Fierro en gallego
Mis andanzas por las librerías de Buenos Aires me depararon el
año pasado una versión de Martín Fierro a la lengua gallega: Xosé
Hernández. Martín Fierro (trad. Bernaldo Souto). Buenos Aires, Edic.
Anxo Casal, 1980). Tiene un pról. de José Blanco Amor e ilustraciones
del “pintor i-escultor arxentino Ángel Martínez Chiro.” Galicia es, dice
la canción popular, tierra de hombres que migran y de mujeres que dejan
su patria querida (pido perdón por mi intento de traducir). Pues bien,
nuestro gaucho es también un migrante en la inmensidad, en ese océano
de la pampa. Leamos nada más la primera estrofa.
Póño-me eiquí a cantar,
ao toque da miña viola,
ao home que o desvela e isola
unha pena magoeira,
o mesmo que a ave senlleira
co seu cantar se consola.
R.L.
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MINUCIAS FOLKLÓRICAS
El equipo más quichua
Quimsa es un equipo de básquetbol que tuvo un muy buen 2014.
Sobre fin de año ganó el torneo Súper 8 y, a propósito de esto, el diario
La Nación, en nota de Xavier Prieto Astigarraga, explicaba lo siguiente.
“Su nombre parece el de una empresa de productos químicos, pero no es
otra cosa que la castellanización de la palabra quechua kimsa (kimsha
sería su pronunciación), que significa ‘tres.’ Alude a la integración de
tres clubes vecinos, Estudiantes Unidos, Inti y Santiago, que el 13 de
agosto de 1989 se entrelazaron para zafar de sus acuciantes situaciones
económicas” (http://canchallena.lanacion.com.ar/1753825-ahora-es-
quimsa-el-que-marca-el-rumbo).
Intrigado por esta curiosidad, entré al sitio del equipo. Allí
confirmaba estos datos, pero había otro: su mascota es un zorro llamado
Kushi. Con la venia del ilustrísimo profesor Domingo Bravo, busqué en
Internet si había un significado quichua para kushi. Tal voz vale ‘feliz’,
‘alegre’, ‘jovial.’ En fin, un poco de mishkila para la provincia. Más
todavía, porque el 2015 también le sonrió a su equipo de baloncesto.
R.L.
24
Una copla riojana
El titulo lleva una mentirilla… o no. No es mentira, porque me
autoproclamo riojano. Va entonces la copla que dediqué a tan bella y
folklórica provincia en mi última y reciente visita.
Que me recibas te pido, mi Rioja, tierra querida, pues camino por tus llanos y por tus montañas ricas. Tus historias y tus usos se hicieron ya vida mía.
Eufrasio López
Cercanía de La Rioja,
los llanos y las montañas…
El “riquísimo” folklore rumano
Hay un frigorífico que se llama Doina, nombre de un tipo de
canción folklórica rumana. Una vez pregunté, al ver el camión
repartidor, al empleado que hacía esa tarea. Me respondió que sí, que sus
dueños son de origen rumano y por eso se llama así. Reconozco que fui
hombre de poca fe. No es que me felicite de ello, pero terminé en la Red,
que me informó lo que copio, con levísimas modificaciones, aquí abajo
(cf. http://edant.clarin.com/suplementos/rural/1999/07/03/c00601r.htm).
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“Augustin Corla, ingeniero venido de Rumania hace 20 años,
armó un buen negocio como exportador de metales no ferrosos. Había
aprendido español en España, cuando era agente comercial del Estado
rumano. Después aprovechó idioma y contactos para vender aluminio y
otros metales argentinos, que en los años ’80 contaban con fuerte
subsidio estatal. Su olfato, experiencia y percepción le marcaban que el
cerdo tenía que andar. ‘La Argentina es el más eficiente productor del
mundo de granos forrajeros y harinas proteicas, así que tiene que ser el
mejor productor de cerdos del mundo’, repite lo que siempre pensó. Dejó
los metales y ya está a full con los jamones.”
Días pasados mi mujer estaba de viaje y tenía que preparar el
almuerzo. Quise comer chorizos con puré. En el supermercado tenían
varias marcas, pero mi amor por la doina y por Rumania forzó
indudablemente mi decisión.
R.L.
Un calendario nativo
Sobre Na&Na, leemos en el correspondiente sitio de la Red:
“somos una empresa joven y emprendedora, queremos ayudarte a
LUCIRTE con tus invitados en todos tus eventos, con nuestros
productos” (http://arteimpresonayna.blogspot.com.ar/). Me considero
demasiado viejo como para opinar sobre el tema pero recibí como regalo
un bonito calendario, una de cuyas hojas me permito fotografiar, según
se ve en página siguiente.
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El pequeño almanaque lleva por nombre “Arte Argentino Diseño
Indígena” y los dibujos son adaptaciones de Pablo Pons. Tengo
entonces, para este 2016, un bello objeto de escritorio. ¿Por qué
seleccioné el mes de agosto y no otro? Porque en agosto se hace el
encuentro folklórico de Salta; me gustaría mucho volver a estar.
R.L.