TÍTULO: “Un País en el Ombligo, cultura y biodiversidad.”
AUTOR: Fernando García García
Nuestro país es el decimocuarto más grande del mundo. A pesar de las reducciones
territoriales que ha sufrido, la nación mexicana es bastante extensa. Cuenta con una gran
variedad de climas y ecosistemas: Selvas tropicales, bosques templados, matorrales,
desiertos, manglares, arrecifes, miles de kilómetros de costas, mesetas heladas y, en menor
proporción, hielos polares de alta montaña.
México es un país de encuentros. En la línea de Mazatlán y Matehuala, comienza el
Trópico de Cáncer: encuentro del clima semidesértico del norte con la humedad típica del
sur. Esta particularidad geográfica ha permitido el surgimiento de numerosas especies de
animales y plantas que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.
De acuerdo con la Declaración de Cancún, México es considerado uno de los países
“megadiversos”. Este grupo de 12 países alberga en conjunto al 70% de todas las especies
animales conocidas. Además, este grupo de países representa el origen del 45% de la
diversidad cultural del mundo.
En México existen 864 especies de reptiles, de acuerdo a cifras oficiales, es el segundo
lugar mundial en este rubro. De las 8 especies de tortugas marinas conocidas, 7 de ellas
viven y anidan en las costas mexicanas. A nivel global se estima que nuestro país es
segundo lugar en variedad de mamíferos y tercero en anfibios. (Para obtener más
información al respecto visite el sitio www.biodiversidad.gob.mx).
Ahora bien, así como hablamos del gran tesoro de la biodiversidad, en México también
reside otro gran tesoro: el de la diversidad cultural. Una gran diversidad de seres humanos
habita en la tierra que pisamos. México es un país en el que actualmente se tienen
registradas 60 lenguas indígenas originarias y cerca de 300 dialectos. Desde que comenzó
el poblamiento primordial de estos territorios, los grupos humanos no han dejado de
diversificarse. Como prueba del ancestral desarrollo indígena están las pinturas rupestres de
la Sierra de San Francisco en Baja California, las más antiguas de América, con 8,000 años
de antigüedad.
El cultivo del maíz fue el factor clave en el desarrollo de la cultura en este lado del mundo.
Por ese motivo, en el mito clásico recogido en el Popol Wuj, se dice que la raza duradera de
los hombres está hecha de maíz. Los hombres y mujeres de maíz que levantaron el
asombroso Templo Mayor, la pirámide de Kukulkán o la Calzada de los Muertos, son
nuestros antepasados, son una de nuestras raíces.
La cultura mesoamericana prehispánica, principal fuente de la diversidad cultural
mexicana, está teóricamente unificada por el uso de un mismo calendario, el conocido
tonalpohualli de 13 meses; por el cultivo del maíz y la economía de base agrícola; y por la
ausencia casi completa de la metalurgia en la fabricación de armas.
El proceso completo del mestizaje mexicano y la integración de la raíz española y africana
a la demografía nacional, es un tema muy extenso e interesante, que por cuestión de espacio
dejamos para después. Esperamos que las observaciones que se han hecho ayuden a
despertar el sentido del respeto a la diferencia y a la autonomía, ya que estamos en una
nación de muchas naciones.
Fernando García García es miembro de la Academia Guanajuatense de Literatura Moderna.
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