Estamos en el domingo
antes de la Ascensión, que cierra
la presencia humana
de Cristo en la terra.
El anuncio de esa separación
provoca tristeza a los apóstoles.
Cristo les garantiza que no los dejará solos,
Por el contrario, continuará PRESENTE, aunque de otra forma.
En la 1ª lectura, vemos su presencia a través del Espíritu Santo,que conduce a la Iglesia en el primer conflicto grande . (Hch 15,1-2.22-29)
Con la entrada de los paganos al cristianismo, surge la polémica: ¿Se debe imponer también a ellos la ley de Moisés?
¿La Salvación viene por la "circuncisión" y por la observancia de la Ley o única y exclusivamente por Cristo?
Ante eso, los apóstoles reaccionan con discernimiento. Se reúnen en asamblea en Jerusalén y, dóciles a la voluntad del Espíritu, mandan una carta presentando la solución:
“Hemos decidido, el Espíritu
Santo y nosotros, no imponeros más cargas,
que las indispensables..."
* Esa decisión, conocida como el Concilio de Jerusalén, tuvo ua importancia decisiva para la Historia del cristianismo.
Es el camino de la Iglesia de Cristo
también hoy
para enfrentarse a los desafíos del mundo:
- Distinguir lo esencial de lo accesorio, preservando lo esencial y actualizando constantemente lo accesorio.
- Tener conciencia de la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia de Cristo.
- Y como los apóstoles, escucharlo, en la Oración y en la Discusión.
La 2ª Lectura hace una bella descripción de la Morada de Dios, la nueva Jerusalén, donde viviremos la vida definitiva en el seno de la Trinidad. (Ap 21,10-14.22-24)
El Evangelio presenta el final del discurso de la despedida...
Cristo confirma su presencia en su Iglesia, enviando el Espíritu Santo:
“Él os ENSEÑARÁ y RECORDARÁ todo lo que os he dicho."
(Jn 14,23-29)
+ Estará presente en lo íntimo de los discípulos ("Morada"): El mismo Espíritu que condujo a Jesús, ahora conduce a sus discípulos. Es una nueva presencia de Jesús. La presencia corporal de Jesús es sustituida por la presencia espiritual, interior, prometida a todos aquellos que lo aman:
“El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos MORADA en él..."
* MORADA DE DIOUS:
¡Que alegría que la Santísima Trinidad habite en nuestra pobreza!. Lo que él nos pide, es algo que podemos dar, nuestro amor...
- Entre los paganos: Dios era un ser lejano, vengativo...- En Israel: El Pueblo adoraba a un Dios más cercano: "Emmanuel": Dios con nosotros, el Arca de la Alianza, el Tabernáculo...
Pondré mi morada en medio de vosotros, y nunca os rechazaré”.
(Lv 26,11)
- En el tiempo de Jesús: la Morada de Dios era el Templo de Jerusalén...
- Para CRISTO, la Morada de Dios puede ser el corazón de todo cristiano:“El Padre y Yo haremos una MORADA en
él.."
Con la Samaritana: habla de los adoradores en "Espíritu y Verdad".
Los verdaderos adoradores del Padre no necesitan una Iglesia
de lujo...
Dios podrá ser adorado en la iglesia del corazón
de todo cristiano.
Esa presencia del Espíritu no puede quedar encerrada
y escondida en el corazón de los discípulos. Por el contrario, deberá ser manifestada hasta los "confines de la tierra" por el testimonio de los Apóstoles y de los que aman a Jesús de verdad.
- La Misión de Jesús: ser testigo hasta Jerusalén... - La Misión de los Apóstoles: testigos hasta los "confines de la tierra".
- Estará presente hasta los confines de la tierra:
* La Morada de Dios en la persona, que escucha la Palabra de Jesús, crea una nueva relación entre Dios y la persona humana.
En el culto de la nueva alianza, más que en templos materiales y en altares de piedra, Dios habita en la comunidad de fe y en cada uno de sus miembros.
Mora en quien ama a Cristo en la escucha y la práctica de su Palabra. La persona humana es el templo de la presencia de Dios.
Cada cristiano, que asume el proyecto de Dios, es la MORADA donde Dios
se encuentra y se manifiesta al mundo.
NUESTRA ACTITUD: Respecto a este huésped: - en nuestra persona - en la persona de los hermanos...
+ En este mes de María, queremos recordar a María, la Madre, que fue Morada del Hijo de Dios,
y a aquellas que, por su amor, también tienen morada en nuestros corazones: NUESTRAS MADRES.
A ellas nuestra gratitud y nuestra oración.
P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS - 09.05.2010
Meditada por: P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS
MI DOMINGOCon la Palabra de Dios
Hoy:sexta-feira, 21 de abril de 2023
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Presentación:Nelso Geraldo Ferronatto
Traducción:P. José Luis Uranga CMFMúsica: MAMÃEAutor: Gercy BernardinoCD Lindo céu 2