Jared Guerrero GasparBlog: jaredguerreiro30.blogspot.mxFacebook: JG Gueerreeroo
Los juegos y la simulación durante esta jornada de práctica han sido una excelente
herramienta para elfomento de la interculturalidad (es decir, de una democracia inclusiva
de la diversidad), el trabajo de las materias asignadas y el desarrollo de múltiples destrezas
y habilidades, entre ellas las habilidades sociales. Además de que impulsaron el aprendizaje
activo han aportado un componente lúdico, y se ha ofrecido la ventaja de hacerlo de
forma inductiva, trasladando al grupo y el aprendizaje a un entorno donde es posible
ensayar libremente destrezas y habilidades para aprender experiencialmente, en este caso,
a los espacios o áreas de juego.
Los juegos de movimiento que los niños y niñas realizaron a lo largo de la práctica, fueron
juegos de movimiento corporal, con objetos y con los compañeros, fomentando el
desarrollo de las funciones psicomotrices, es decir, de la coordinación motriz y la
percepción. A través de esto los alumnos descubrieron sensaciones nuevas, manejaron la
representación mental, exploraron y ampliaron sus capacidades sensoriales y motoras, y lo
más importante, se descubrieron a sí mismos al modelar o construir su cuerpo en el mundo
exterior.
Como se ha mencionado con anterioridad en cuanto al desarrollo intelectual, los niños
aprenden jugando, porque obtienen nuevas experiencias, porque es una oportunidad para
cometer aciertos y errores al aplicar sus conocimientos en la resolución de problemas.
Las actividades de juego llevadas a cabo durante los días de práctica docente también
crearon y desarrollaron el pensamiento, originaron y favorecieron la creatividad, inclusive
más tarde se llegó a estimular la capacidad para razonar.
Asimismo funcionaron como estímulo para la atención y la memoria, el desarrollo de la
imaginación y la creatividad, así como para potenciar el desarrollo del lenguaje.
Desde el punto de vista social, el alumno mediante el juego entro en contacto con sus
iguales, lo que le ayudo a ir conociendo a las personas que le rodean, a aprender normas de
comportamiento y a descubrirse a sí mismo en el marco de estos intercambios. Las
relaciones existentes entre el juego y la socialización infantil se pueden resumir en la frase:
“el juego llamó a la relación y solo pudo llegar a ser juego por la relación”.
El juego para el niño es el bien, es el ideal de vida. Es la única atmósfera en la cual su ser
psicológico puede respirar y, en consecuencia, puede actuar. El niño es un ser que juega y
nada más.
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