Carrera: Psicopedagogía
Integrantes : Bárbara Yáñez
Cristina Fuentes
Nicolás Campos
Valeska Sagredo
Julia Ávila
Sección : 51
Profesora : Karina Manríquez
Asignatura: Psicología del
Ciclo vital
En la actualidad existen enfermedades infecciosas,
aunque sean leves para la mujer, pueden ejercer un
importante riesgo para el desarrollo del embrión o el feto
durante el embarazo.
En algunos casos, los bebés pueden contagiarse a
través de la placenta o durante el nacimiento y, cuando esto
sucede, el bebé puede sufrir consecuencias graves.
Además, algunas infecciones pueden afectar más a salud
de la madre si las contrae durante el embarazo o pueden
derivar en otras complicaciones, como un parto prematuro.
La Rubéola es una enfermedad infecciosa transmisible.
Las mujeres que sufren rubéola durante la
gestación tienen 25 veces más riesgo de dar a luz un niño con
defectos congénitos: ceguera, anomalías oculares, retraso
mental o cardiopatía congénita, que las mujeres que no la
padecen.
La medida preventiva consiste en vacunar a las niñas
antes de la pubertad o vacunarse antes del embarazo si no se
estuviera inmunizada.
La varicela es una enfermedad contagiosa.
Padecida durante el embarazo comporta un pequeño riesgo de
alrededor de un 1% de que el futuro bebé tenga cicatrices en la piel,
alteraciones en los ojos, microcefalia y defectos en los miembros.
No se conocen medidas preventivas, salvo evitar el contacto con
personas (sobre todo niños) que estén padeciendo esta infección.
La toxoplasmosis es una infección que transmiten los Gatos.
Suele ser muy leve para la mujer, pero durante el
embarazo aumenta el riesgo de que el futuro bebé tenga
hidrocefalia, microcefalia, calcificaciones cerebrales o retraso
mental.
La medida preventiva, si no se ha pasado la infección lo que se
puede saber mediante un análisis de sangre, consiste en evitar el
contacto con gatos, lavar y pelar las frutas muy bien, lavar con agua
muy caliente las verduras, utilizar guantes para trabajar la tierra y
comer la carne bien cocida.
La clamidia es una infección bacteriana que
se puede curar, y que se transmite a través de las
relaciones sexuales genitales, orales o anales.
Una mujer embarazada que padece clamidia
también puede transmitírsela a su bebé durante el
parto.
Las mujeres que tienen clamidia durante el
embarazo tienden a tener niveles más altos de
infección en el saco y el líquido amniótico, así como
un mayor índice de parto prematuro y ruptura
prematura de membranas.
De un cuarto a la mitad de estos bebés desarrollarán una
infección en los ojos (conjuntivitis) y entre el 5% y el 30%
de los bebés que contraen clamidia durante el parto
desarrollarán neumonía, entre unas semanas y unos meses
después de nacer.
Aunque estas infecciones pueden ser muy serias, los
bebés a quienes se tratan en seguida con antibióticos por lo
general no tienen problemas.
El citomegalovirus pertenece a la familia de los virus
que causan el herpes.
Es el virus que se transmite con más frecuencia a los bebés
durante el embarazo.
Se puede transmitir durante el embarazo, a través de la
placenta, o cuando el bebé está en contacto con fluidos
infectados durante el parto o, más tarde, a través de leche
materna infectada.
Aproximadamente del 85% al 90% de los recién nacidos que
padecen citomegalovirus congénito tienen infecciones
"silenciosas", lo cual quiere decir que no presentan ningún
síntoma al nacer. La mayoría de estos bebés no tiene
complicaciones entonces ni más tarde relacionados con la
infección.
El 10% a 15% restante de los recién nacidos
infectados en el útero con citomegalovirus
congénito presentan complicaciones graves desde
el nacimiento, como anomalías del sistema
nervioso, restricción del crecimiento, una cabeza
anormalmente pequeña, hígado y bazo
anormalmente grandes, ictericia y un sarpullido
causado por sangrado debajo de la piel.
Y hasta el 90% de los que sobreviven acaban con
problemas de salud serios a largo plazo que
pueden incluir pérdida de la audición, problemas
de visión, retrasos mentales y otros problemas
neurológicos.
VIH(SIDA)
El VIH se transmite a través de sexo vaginal, oral o anal con una pareja infectada, compartiendo agujas (o incluso rastrillos o cuchillas), con una persona infectada o de una madre a su bebé durante el embarazo nacimiento o lactancia.
- Ser VIH positiva crea más riesgo de sufrir complicaciones como parto prematuro, restricción del crecimiento intrauterino y nacimiento de un bebe sin vida, aunque estos resultados son más comunes en los países en desarrollo.
El riesgo de complicaciones es más alto para las mujeres con casos más avanzados, cuyos sistemas inmunológico están débiles
La causa un virus llamado parvovirus B19.
Un porcentaje relativamente pequeño de casos, la
infección del parvovirus durante el embarazo puede
provocar un aborto espontáneo, el nacimiento del bebé sin
vida, anemia fetal intensa (que produce una afección grave
llamada "hidropesía fetal") y a veces inflamación del
miocardio. Alrededor del 11 por ciento de las futuras
mamás que se infectan antes de la semana 20 terminan
perdiendo a sus bebés.
La gonorrea es una enfermedad seria pero curable,
que se puede transmitir a través de relaciones sexuales
genitales, orales o anales.
Las mujeres que padecen gonorrea durante el
embarazo tienden a tener índices más altos de aborto,
infección del saco gestacional y del líquido
amniótico, parto prematuro y ruptura prematura de las
membranas. Sin embargo, si reciben tratamiento con
rapidez, se reducen los riesgos.
Si tienes gonorrea en el momento del parto, puedes
contagiarle la bacteria a tu bebé. Los recién nacidos
generalmente desarrollan gonorrea en los ojos y pueden
incluso quedar ciegos si no se trata.
La listeriosis es una infección que se puede contraer al comer
alimentos contaminados con la bacteria listeria monocytogenes
transmitida por animales, en el agua o en los suelos. Las
verduras, las carnes y otros alimentos que consume la Madre pueden
resultar infectados con la bacteria si entran en contacto con suelos o
estiércol contaminado. La leche cruda o los productos hechos de ella
pueden portar estas bacterias.
Lo más probable es que la listeriosis no afecte gravemente la salud
de la madre, a no ser que padezca una enfermedad subyacente que
debilita tu sistema inmunitario pero podría tener consecuencias
graves para el bebé si no se trata de inmediato.
La listeria puede infectar la placenta, el líquido amniótico y al bebé, y
puede causar un aborto espontáneo o un bebé mortinato (que nace
sin vida).
Los bebés infectados que sobreviven
generalmente nacen prematuros. Muchos nacen
muy enfermos o se enferman al nacer. Entre los
problemas que pueden presentar se incluyen:
infecciones sanguíneas, dificultad para
respirar, fiebre, úlceras cutáneas, lesiones en varios
órganos e infecciones del sistema central nervioso
como meningitis.
La sífilis es una infección de transmisión sexual causada por
un tipo de bacteria.
La sífilis puede viajar por tu corriente sanguínea a través de
la placenta, e infectar a tu bebé en cualquier momento durante el
embarazo. También puede infectar al bebé durante el parto. Si la
sífilis se detecta y se trata a tiempo, probablemente la Madre y el
bebé estarán bien.
Pero si no se tratas, hay una gran posibilidad de que tu bebé
esté infectado, especialmente si está en las primeras etapas de la
enfermedad, cuando es más infecciosa. Alrededor del 40 % de las
mujeres embarazadas que padecen sífilis y no reciben tratamiento
tienen un aborto, un bebé que nace sin vida o un bebé que muere
poco después de nacer.
La sífilis también incrementa el riesgo de parto prematuro y
restricción de crecimiento intrauterino.
Algunos bebés infectados con sífilis, cuyas madres
no reciben tratamiento a tiempo durante el embarazo,
desarrollan problemas antes de nacer que pueden verse
en un ultrasonido. Estos problemas pueden incluir una
placenta demasiado grande, líquido en el abdomen del
bebé e hinchazón severa y el hígado o el bazo del bebé
están demasiado grandes.
Un bebé infectado puede presentar otras anomalías al
nacer, como un sarpullido en la piel y lesiones alrededor de
la boca, genitales y ano, ganglios linfáticos inflamados
(adenopatías), neumonía y anemia.
La hepatitis es una enfermedad que afecta al hígado.
Hay diferentes tipos de hepatitis que se clasifican por letras
(Hepatitis A, B, C, etc.)
La hepatitis A es el tipo que más nos afecta a los latinos y se
transmite sobre todo por comida contaminada
Hepatitis A: Los bebés pueden contraer la hepatitis A en el
momento de nacer, por haber entrado en contacto con la
sangre de la madre o bien por vía oral, la hepatitis A no suele
ser tan grave, Cuando un bebé contrae hepatitis A desarrolla
defensas contra ella durante el resto de su vida.
Hepatitis B y C: Los bebés que se infectan pueden no
mostrar síntomas en seguida, pero son mucho más
propensos a convertirse en portadores crónicos que los
adultos.
Los portadores crónicos pueden propagar el virus a lo
largo de todas sus vidas y corren más riesgo de
contraer una enfermedad hepática y morir de ella o de
cáncer de hígado. No existe cura para la hepatitis B,
aunque ciertos medicamentos son efectivos para
controlar las afecciones hepáticas.
Hepatitis D: El virus de la hepatitis D (VHD) no puede
multiplicarse e infectar a alguien a menos que la persona
ya esté infectada con el virus de la hepatitis B (VHB). no
se ha descrito la presencia de transmisión vertical.
Hepatitis E : En el recién nacido puede producir una hepatitis
aguda sintomática que puede conducirle a la muerte por falla
hepática fulminante durante las primeras 24 horas de
vida, Falleciendo aproximadamente 50% de ellos a la
semana de vida. Un 15% evidenció traspaso de anticuerpos
maternos vía transparentaría.
Un pesticida es un químico que se utiliza para matar
insectos, hongos, hierbas u otros tipos de “plagas” que pueden
dañar los cultivos o a las personas.
Durante el embarazo, el cerebro del bebé, el sistema
nervioso, y los órganos se están desarrollando rápidamente y
pueden ser más sensibles a los efectos tóxicos de los pesticidas.
Debido a esto, es importante minimizar la exposición a los
pesticidas durante el embarazo.PUEDEN ALTERAR LA CAPACIDAD DE ATENCIÓN Y LA MEMORIA A
CORTO PLAZO
Puntos para minimizar los riesgos del pesticida:
• Siempre asegurarse de leer la etiqueta del producto primero.
• Buscar la opción pesticida menos tóxica disponible para el
control de la plaga.
• Evitar el contacto con las zonas tratadas tanto como sea
posible.
La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que solo se
desarrolla durante el embarazo.
Alrededor del 2 al 10 por ciento de las futuras mamás
desarrollan esta enfermedad, considerada una de las más
comunes del embarazo.
El porcentaje es mucho más alto entre las mujeres
latinas. La diabetes es una enfermedad complicada.
Al momento de tener al bebe la mama no continua con la
diabetes
Complicaciones del bebé
Las siguientes dos condiciones pueden afectar al bebé cuando NO
SE CONTROLA el azúcar en sangre:
Bebé muy grande (macrosomía)
El bebé recibe nutrientes directamente de la sangre materna por
medio de la placenta. Si la sangre de la mamá tiene más azúcar
que lo normal, el bebé responderá produciendo su propia
insulina. Esto puede ocasionar que crezca más rápido y más
grande. Pero aunque crezca más rápido, no madura a la misma
velocidad.
Baja de azúcar (hipoglucemia)
El bebé se acostumbra a secretar cantidades elevadas de insulina
para compensar la alta cantidad de azúcar de la sangre
materna. Al nacer el bebé seguirá secretando cantidades grandes
de insulina pero al no haber niveles altos de azúcar en sangre,
puede tener una baja repentina de azúcar.
Si bien no se pueden evitar todas las
infecciones cuando se está embarazada, se
pueden tomar ciertas precauciones para que haya
menos probabilidad de que la madre se enferme y
para disminuir el riesgo de problemas graves para
la mamá o para el bebé, en caso de que la mamá
contraiga una infección.
Los cuidados prenatales son fundamentales.
Por ejemplo, un simple análisis de sangre puede
verificar si se es inmune a ciertas
infecciones, medidas básicas como lavarse las
manos, no compartir los vasos o utensilios con
nadie y evitar infecciones que se transmiten a
través de los alimentos.