EL ESTILO DE “TIEMPO
DE SILENCIO ”DE LUIS
MARTIN SANTOS
T oshiaki Arimoto
Quiza poco ぉ novelas de la posguerra espaiiola hayan suscitado tantas
discusiones coma Tiempo de silencio1 de Luis Martin Santos. Es, sin duda
alguna, una de las maximas exponentes d巴 todas las novelas publicadas
desde las aiios 50. En este peri0do, la novelistica espa 負ala experimenta
una fertil renovacion estilistica despues de haber superado las de general
apatia, de receptividad extranjera y de una obsesiva tematica de la guerra.
La gran mayaria de las navelas escritas en las ultimas arias seiialan una
actitud que padriamas calificar de realista, mastranda una valuntad de
ser testiga de la realidad y el tiempa en que les taca vivir. Este testimaniar
ha llegada a ser un topica entre las paetas y navelistas, que na implica,
desde luega, la capia fiel de las aspectas sensibles de la saciedad. Cahra
mayar impartancia el hambre sacial que el hambr 巴 individual; el hambre
que vive en unas circunstancias reales, panienda a prueba su candicion
humana y canfirma la salidaridad can otros, denuncianda la saciedad que
permanece ante el en actitud de indiferencia. Se busca, pues, una nueva
realidad, un nueva enfoque narrativo.
La novela de Martin Santas no saldra de la pauta general de la pasguerra.
Pero es distinta del realismo puramente sacial o testimonial. Aspira alga
mas. El propio autar define su pasicion camo un “realisma dialectica ”
en una carta dirigida a Ricardo Damenech, que ha pasado “de la simple
descripcion es 凶tica de las enajenacianes para plantear la real dinamica
de las cantradiccianes en actu ... '’2 Dice Ganzala Sabejana que esta navela
pertenece a “la zona fronteriza entre la navela antiburguesa (can su repro ・七四
bacion de la desarticulada existencia de las clases aciasas), y la navela
persanalista (can su descubrimiento de problemas individuales que requie ”
ren una versificacion del estado general de la saciedad ”). 3
74 TENRI DAIGAKU GAKUHO
Luis Martin Santos naci6 en Larache (Marruecos) en 1924. Muri6 en
1964 a consecuencia de un tragico accidente de autom6vil. Fue director
del Sanatorio Psiquiatrico de San Sabastian. Figuran entre sus obras
Dilt. 砂, Jt 坤附y la compresi6n del enfermo mental, y Libertad, temporalidad y trans ・
ρrencia en el psicoandlisis existeT1cial (1964) que desarrolla la doctrina freu-diana. La primera edici6n de Tiempo de silencio apareci6 en 1962 y alcanz6
inmediatamente gran resonancia tanto en Espa 白a como fuera de sus fronteras.
Ha sido traducida al ingles, al frances, al aleman, al italiano, etc.
El asunto de la novela no supone ninguna novedad. Nos ofrece la visi6n
panoramica de la sociedad espaiiola, especialmente, madrileiia de los aiios
40 en que todavia reinan los residuos angustiosos e inquietos de la guerra
civil y la mundial. Un joven medico, Pedro, investigador del cancer se
encuentra sin ratones para sus experimentos, e introducido por Amador,
mozo del laboratorio, entra en contacto con un hombre, el Muecas que
habita en la chabola, que posee unos criaderos de una especie de ratones.
Una noche, Pedro se ve obligado a intervenir, suplicado por el Muecas,
en una operaci6n de su hija ya moribunda que esta encinta de su padre.
El aborto resulta fatal. La joven muere. El medico es acusado con motivo
de un delito inexistente. La policia le lleva a prisi6n por la ca1encia de
autorizaci6n para operar. Pronto es puesto en libertad, aclarada su ino-
cencia. Pero el novio de la difunta esta convencido de que es Pedro que
ocasion6 su muerte, y toma venganza matando a la prometida del medico.
Este, perdido su empleo y su futura esposa, emprende, derribado, un vi 司je
con destino a un pequeiio pueblo castellano.
Una de las mayores or 匂inalidades de Martin Santos es el estilo, su proce-
dimiento narrativo. Es de notar su enorme esfuerzo lingiiistico y su cons ・
tante preocupaci6n estilistica. Ensaya e introduce en la novela todas las
posibilidades expresivas. Cabe decir que “toda novela es una resoluci6n a un problema formal que previamente se ha planteado por el autor ”.4 Por doquiera se pide a gritos la imperiosa necesidad de renovaci6n de estilo.
Ha sido un intento ambicioso con lo cual el autor pretende, al parecer,
estrenar una nueva etapa, descubrir una visi6n inedita de la novela espaiiola.
七 Asi, pues nos sorprende Tiempo de silencio por su prosa singularisima. Mas
一一 que Cervantes en el que veia la cumbre de la novelistica, su prosa esta entroncada a G6ngora en S凶 concepciones estilisticas, y a Quevedo en sus
actitudes satiricas. Es eminentemente barroca. Damos a “barroca" el
EL ESTILO DE “TIEMPO DE SILENCIO ” 75
sentido general que se le ha prestado, pero sobre todo por el abundante
凶 o de figuras ret6ricas, que constituye uno de los rぉ gos mas caracteristicos
de su prosa. Para ilustrar la anterior afirmaci6n daremos algunos ejemplos
sin pretender, de ningun modo, ser exaustivo.
En toda la novela se puede apreciar la proliferaci6n de alusiones y meta-
for 鎚 .5 Ejemplos:
“al galard6n 凶 rdico (el Premio Nobel) (p. 7)”“el receptor-omisor negro"
( telefono) (p. 8)”,“los altos pabellones rojizos de ventanas iguales y peque-
i'ias ...”( ante el hospital) (pp. 58-59 )ヘ“valiosa esencia traida de! otro !ado
del Mediterraneo ”(gasolina) (p. 103);
“desde los campos de pluma de los inmemoriales afios de la adolescencia", (p. 28)6 “la trimurti de disparejas diosas ヘ“oro derramado ”,“colgaba su
cabellera en cascadas ondulantes (p. 37 )ヘ“un poco de paja comun en sus
aereos palacetes ”(p. 56 ),'‘el vientre de las montai'ias ”(p. 237J. Recuerdese
tambien la descripci6n del preso a la carcel subterranea en la pagina 17 l.
Del mismo modo encontramos algunos casos perifrasticos en la designaci6n
ir6nica de los person 司jes de la novela. El Muecas es el “caballero-ganadero ” (p. 109), el “gentleman-farmer ”(p. 56). El hombre que hace abortar a la hija del Muecas es el “mago de la aguja".
Pero donde destaca sobrc todo Martin Santos es en la ironia. Aqui
este 田 o ret6rico queda supeditado a uno de los objetivos primordiales de
la novela:
“Oh, que felices .. .legendarias chabolas .. .'’( p. 25) “Los soberbios alcazares de la miseria ”(p. 42) “Que hermoso el conjunto de este hermoso poligono habitable" (p. 43),
etc.
Dicho sea de paso, la actitud ir6nica, ahora en el sent~do mas ami:,lio,
da la t6nica general de la novela, disfrazada de humor, a veces, envuelta 七
en el sarcasmo, otras veces.
“…diversos perfumes caros algunos importados directamente de Paris
a despecho de las dificultades de la balanza de pagos ”(p. 131).
76 TENRI DAIGAKU GAKUHO
“Pero ya el gran maestro aparecia y el universo mundo completaba la
perfeccion de sus esferas. Perseguidos por los siseos de los bien ・indignados
respetuosos, los ultimos petimetres se deslizaron en sus localidades ...”( i:,. 133).
El autor burla ese ambiente presumido del circulo minoritario de burguesia
γlo rechaza sarcasticamente.
La comparacion se emplea con una intencion sem~jante:
“(El profesor) Rodeado de su sabiduria como un gran vacio se contonea
lentamente antes de hacerse a la mar. jQue pesado! (p. 141)
“Mirare las mozas castellanas, gruesas en las piernas como perdices ceba-
das ... " (p. 237)
Con elementos tremendistas:
“Como el asesino con su cuchillo del que caen gotas de sangre. Como
el matador con el estoque ...”{ p. 98)
EI entierro es igual a “produccion en serie ”{pp. 144 ー145).
La reiteracion: puede haber dos tipos de reiteracion en la cadena ritmica
castellana: (a) la reiteraci6n de! mismo elemento lexico, y (b) la del mismo
elemento sintactico:7 En Tiempo de .,ilencio no esta exenta de ningun tipo.
La repeticion de una palabra o frase que aparece intermitentemente o a
ciertos intervalos intensifica e imprime en el animo del lector la sensacion
englobanfe y totalizador:
“Pueblo pobre, pueblo pobre ...”( p. 7).
“... quiero, si, quiero si, quiero, quiero, quiero estar aqui porque quiero
lo que ocurre, quiero lo que es, quiero de verdad ...”( 177).
La ιonstrucci6n paralela se transforma frecuentemente en anafora, que
se da con enorme cantidad:
“Hay ciudades tan descabaladas, tan faltas de sustancia hist6rica, tan
traida ... tan ... (pp. 35-36).
七“tr ぉ atravesar, tras pぉ ar. .. tras resbalar ... (p. 149) "Se habia pasado la vida haciendo la comedia de la niiia mimada, de la
ni 白a pequeiia, de niiia engaiiada, de la niiia a la que mama ...”( p. 36).
“Verdad era que ... verdad era que ... verdad era que ... (p. 77).
EL ESTILO DE “TIEMPO DE SILENCIO ” 77
Lo mas caracteristico es la insistente aparici6n de sintagmas refert>ntes al
leimotiv de la novela, que al mismo tiempo se sirve de! titulo :“tiempo ”,
"en silencio ’う tranquilo ",“ quieto ”, estoy esperando ”, etc., (pp. 176-240). La reiteraci6n van, de todas formas, intensificando la vision y la carga
emotiva de! autor.
Tampoco falta la aliteraci6n la repetici6n insistente de un fonema, o
identidad en el sonido inicial de las silabas o palabras ~ni las “voces ex-presivas ”onomatopeyicas, la imitaci6n propiamente dicha. Veanse p卓gs.128, 238, etc.
Debe observarse el extraordinario valor ritmico de la reiteraci6n que da
un peculiar tono a la totalidad de la novela. Martin Santos pretende
reproducir el ritmo de “sueiio-vigilia ’', segun la terminologia de! propio autor, hasta los sutiles cambios psiqicos, deslizantes, movedizos, e impre-
siones fugaces y repercusiones interiores. Busca afanosamente algo perdido
en la penumbra subcosciente, aunque acabara su intento con la mayor
carga de impotencia.9
Formando parte de la calificaci6n barroca que hemos dado a la prosa de
E ・empo de silencio, podemos 勾arnos en el uso continuado de la enumeraci6n,
que abarca la seriaci6n, la acumulaci6n ... que la ret6rica tradicional separa
rigurosamente. La distinci6n de estos fen6menos depende, a mi modo de
ver, de! orden de intensidad tanto intelectual como emocional que se estable-
ce entre los miembros enumerados. Muestra variadisimas facetas. Valga
para darnos una idea la descripci6n del prostibulo ・ Unica union que
existe entre las palabras es el referirse al mismo sujeto u objeto de la
descripci6n que el autor intenta mostrarnos:
“Esferoidal, fosforescente, retumbante,- oscura-lumionsa, fibrosa-tactil, recogida en pliegues, acariciadora, amansante, ・ paralizadora recubierta
de pliegues protectores ,.・-”( pp. 86-87).
Lengua y forma
Si como hemos visto el libro es rico en recursos estilisticos, la riqueza que 七
m お sorprende al lector es la de! lengu 司je. Martin Santos incorpora y 0
combina diversos terminos cientificos, especialmente medicos, de cultura
clasica, palabras cultas y castizas, neologismos, etc. Todas estas facetas
ム,、
78 TENRI DAIGAKU GAKUHO
se clan cita de una manera estridente. Hay de parte de autor una manifiesta
intenci6n de chocar, de sensibilizar al ojo espaiiol a un vocabulario no en
凶 o dentro de la prosa nar ・rativa y literaria. Es de notar que este empleo
audaz 岱 ta al servicio de ironia y tambien de satira mordaz mediante el
des 民juste entre la realidad y la forma que se presenta.10 He aqui que se
prod 田 ca una visi6n inedita de la realidad. Veamos algunos ejemplos:
“tenebrante husmeador ”,“menopa 凶 icas damas ヘ“neoplasia d岱 true-
tora ",“ rubias mideluesticas mozas ヘ“sus dos retofios ya menstruantes 円,
etc.
Un punto de vista mas cientifico, lejano al acostumbrado en los escri-
tores y novelistas hispanos esta presente en todo el libro, en su concepci6n,
en su forma de presentar la reslidad, pero sobresale de un modo especial en
el empleo de ese cumulo de palabras propias de las ciencias medicas y otras.
Hay aqui un intento de renovaci6n, de poner al servicio de! lenguaje literario
una serie de terminos no explotados hasta el presente.
Otra aportaci6n es el empleo de arcaismo y frases latinas como “maestro copero ",“ superiores famulos 勺‘'jubilatio in came feminae ”“pulcritudo vastisima semper derramata ”, etc. Incorpora ademas muchas palabras
extranjeras ;“crossing-over ”に‘all-right ”,“made in Manchester"," bocato di cardinale ”,“tableau-noir ヘ“all-right ’1 “自nito ”, etc. Diriase que la excepcional configuraci6n de estas palabras confiere a la frase un no se que
de ex6tico y extraiio. Aprovecha Martin Santos este timbre “magico ”que
podrian producir estas.
Paralelo al uso anterior figura una serie de palabras compuest ぉ mediante
unas terminaciones como “・ii ”,“-ica ,'’ y “-ante" propia de! participio de presente, casi desusado en el espaiiol actual :“mueguil", "toledica ,“quincefia",
“investigante ,“pregonante ”に‘denunciante ”,“mcnestruante ”etc.Otra peculiaridad consiste en la formaci6n de “palabras compuestas"
mediante el gui6n como
“torero-bailarin-marica ”
“todavia-no ・loco-pin tor '’ ‘'el-que-lo-habia ・dicho-antes-que-Heidegger", etc.
九 que se utilizan muchas de las veces con una marcada intenci6n satirica como
un metodo de caracterizaci6n de los personajes. Martin Santos realiza
una proeza mayor que en cualquiera de otros ejemplos, en el que se halla
EL ESTILO DE “TIEMPO DE SILENCIO ” 79
en ・ pag. 170, refiriendose al policia:
“Y tras la cegadora visi6n de J upiter-tonante, Moises-destrozante-de-becerros ・aureos, Padre-ofrecedor-de-generosos-auxilios-que-malignamente-
rechazados, Virtud-sorprendente-y-at6nita-por-la-magnitud-casi-infinita-de-
la-maldad-humana, ...”
Abundan los epitetos referidos al mundo del piropo y apreciaci6n popular
de las prendas femeninas y referentes al sexo :“h詰as mu.biles ,“おpacio carnal
del amplio estudio ヘ“bonb6n ぺ“celestinear ”etc. y tambien utilizaci6n de palabras incultas pero vivamente expresivas:
“que tenga ese gancho" “el buen palmito de mi hija"
“o porras que es ... '’ “hijoputa el y de madre soltera el ”.
Sintaxis
El problema sintactico es otro rぉgo curioso en la novela de Martin Santos.
(a) la puntuaci6n; convenga mejor decir la falta de puntuaci6n porque
con frecuencia se suprime. (pag. 236 y ss.) (b) Las normas ortograficas
desatendidas, confusi6n de estilo directo e indirecto:
“…madrid, madrid, madnd, en mexico ...”( p. 229) ..
“que antes no oian, que rico, esta bueno, oye tu, toma un poco m お”
(p. 155).
“... sepelio del conde de orgaz ”(p. 229 )・
“... marsellas ヘ“sanchopanza ”, etc.( c) Frases de periodo lar 伊 isimo como en pags. 147, 153-154, 168 ... que
estan designadas, muchas veces, para una transcripci6n de pensamientos,
reflexiones superposicional 民 y tambien fras 岱 entrecortadas, nerviosas que
podriamos calificar de telegraficas. Es una acumulaci6n a base de elipsis: ムノ、
“El destino fatal. La resiganaci6n. Estar aqui quieto el tiempo que 八
sea necesario. No moverse ・ Aprender a 岱 tar rr 討rando un punto de la
pared hasta ir, poco a poco, concentrandose en un vacio sin pensamienco ・
80 TENRI DAIGAKU GAKUHO
Rel 司jaci6n aut6gena. Yoga. Estar tendido quieto. Tocar la pared
d白 pacio con una mano. Relax. Dominar la angustia. Pensar d邸 pacio
…”(pp. 175-176).
(d) El dialogo; tiene aciertos parciales. Par 悦 e que pasan al segundo
plano la comunicaci6n y creaci6n de escenas mediante el dialogo usual.
Predomina el mon6logo intemo. En algunas ocasion 岱, sin embargo, el
autor nos presenta 凶 os muy originales como en el C鎚 O siguiente con la
ayuda definidora y esclarecedora del parentesis. Se trata del dialogo entre
el acusado Pedro y el policia:
“- Asi que usted ... (suposici6n capciosa y sorprendente) - No. yo no ... (refutaci6n indignada y sorprendida)
-Per ・0 no querra usted hacerme creer que ... (hip6tesis inverosimil y
hasta absurda)
- No, pero yo ... (reconocimiento consternado)
(e) El parentesis; es tambien singular como el ejemplo que acabamos de ver.
El autor satiriza, recalca una idea o crea una atm6sfera. He aqui la escena
de la conferencia del celebre fil6sofo en una tert 叫ia de circulo burgues:
“Senoras (pa 凶 a), sefiores (pausa), esto (pausaJ, que yo tengo en mi mano (pausa), es una manzana (gran pausa )・.. sin embargo, es la misma manzana
( sensaci6n )”…“Lo que ocurre (pa 凶 a), es que ustedes y yo (gran pa 田 a), la
vemos con distinta perspectiva (tableau )”(p. 133).
Tras haber visto todos estos detalles referidos al aspecto estilistico de la
novela, 11 estamos ya ante nu 凶 tros ojos con una nueva visi6n sobre la realidad.
El autor no complace en hacer alarde estilistico, en llevarnos por los
derroteros tortuosos de! mas puro virtuosismo. Se puede afirmar que todo
viene cargado de significaciones que trascienden a pura intenci6n artistica.
Hay un brioso inconformismo a lo largo de toda la novela. Hay muchas
cosas que no le agradan a Martin Santos, con las que no esta de acuerdo.
六 El autor instrumenta todos estos recursos con fines criticos. Critica demo-七
leador, con tintes quevedescos, o propios de aguafuerte goyesco.
Martin Santos toma la “cぉta hispanica ”como pivote sobre el que se basa su critica sobre la vida nacional:
EL ESTILO DE “TIEMPO DE SILENCIO ” 81
“t C6mo podremos nunca, si ademas de ser mas torp 岱, con el angulo facial estrecho del hombre peninsular, con el peso cerebral disminuido por
la dieta mon6tona por las muelas, fabes, agarbanzadas leguminosas y carencia
de pr6tidos? S6lo tocino, s6lo tocino y gachas ”. 0
“Todos somos tontos. Y este ser tontos no tiene remedio ... '’( p. 129)
Para el autor Espana no es Europa:" ... que han hecho poco a poco la
esencia de un pais que no es Europa". Plantea, de forma ir6nica, el pro-
blema de la vivienda. De un modo corrosivo nos habla de las condiciones
“que diriamos prehist6ricas ”en las que viven los habitantes de “αtos sober-bios alcazares ”(chabolismo):
“Que conmovedor espectaculo ...” Estos seres son inferiores a las hormigas, castores, etc. (p. 44).
Pas 佃 tambien bajo la criba critica la capital, Madrid, bares, prostibulos
medios burocraticos como comisaria, laboratorio y el mundo intelectual,
juntamente con las altas esferas de la aristocracia. Dice a prop6sito de la
literatura:
La afici6n “por ese vacio con forma de poema ”(p. 66).
Las tertulias de cafe, las reuniones donde se discuten temas literarios, la
literatura castellana, son todo puros entes de ficci6n. Veanse pags. 68-69.
Y la investigaci6n: parece afirmar que el “homo hispanicus" esta incapa-
citado para la investigaci6n. Por encima se carece de los medios adecuados.
Consultense este respecto pags. 206-207 en que habla del institucionalismo.
Los sucesos que se narran no son numerosos. No interesa la caracteriza-
ci6n de los personajes que aparecen en las paginas de Timpo de silencio. No
sabemos mucho sobre Pedro, el Muecas etc. Pero al lado de 岱 ta escasez
de profundizaci6n el autor comenta y nos deja ver su punto de vista mas
detalladamente de los diversos problemas.
Asi como la novela no permite el rigido en 「asillamiento, no supone simple
testimonio o invectiva contra la determinada clase social. Nos saltan a la 六
vista las diferentes clases bien distinguidas con personajes representativos, ノバ
de que el au tor realiza un analisis objetivo: la clase del b司jo pueblo (el
Muecas, Amador.), de la alta burguesia (Matias y su familia), el mundo
82 TENRI DAIGAKU GAKUHO
intelectual ( el Maestro )…Parece que el autor persigue una respuesta a lo
largo de su peregrinaci6n por estos estratos sociales. Y no la encuentra.
Delante de la sociedad se desata la feroz y despiadada critica. Va mas lejos
que Cela en su libro La colmena. El protagonista esta desencantado de la
sociedad en la que le ha tocado vivir. No puede hacar nada para cambiar
“la chata realidad de la ciudad, del pais y de la hora" (p. 95). Esta alienaci6n, esta paralisis, ;, de d6nde viene ?“La idea de lo que es
el futuro se ha perdido hace tres siglos y medio ”. La evocaci6n de un glorioso pasado recuerda aquel famoso soneto de Quevedo :“Mire los muros de la
patria mia ...” Dice este respecto Martin Santos :
“... del hombre de la meseta, del hombre de la meseta, de este tipo de
hombre de la meseta que hizo historia, que fabric6 un mundo, que partiendo
de las planas de la Bureba comenz6 a pronunciar el latin con fonetica euskal-
duna y ぉ i, afiadiendo luego las haches aspiradas convertidas en jotas de la
morisma, se fabric6 ese ariete con el que fue por el mundo tumbos y ahora,
reseco y carcomido, amojamado hombre de la meseta, puesto a secar como
yo mismo para que me haga moJama en los buenos aires castellanos, donde
la idea de lo que es futuro se ha perdido hace tres siglos y medio y el futuro
ya no es sino carcomida marronez que ... '’( p. 236).
Para el autor el espafiol es un “trozo de mojama ”tendido al aire puro de la meseta.
Pedro es el paradigma que sirve al escritor para decirnos: es ta! la aliena-
ci6n, tal la abulia, tan sin sentido esta el hombre espafiol que su capacidad
de reacci6n es nula. No consigue gritar :“no gritaba, no gritaba, estaba en
silencio ”. lnsatisfecho consigo mismo, con la sociedad que le rodea, pero
incapaz de reacci6n, Pedro se refugia en el mutismo, en el silencio :“…Pero
ya total para que? Es un tiempo de silencio ”(p. 238) o “Todo consiste en estar callado ”(p. 235).
Recaemos en la tematica directriz de la novela. Parece que no le queda
mas soluci6n que refugiarse en un tiempo de silencio, solo, desencantado,
主 resignado bo 時 uilme 附 con h碕 tio Pedro 岱 un fracasodo.13 Pero, ;, esto es todo? No. Advertimos antes que los person 失jes elaborados
por Martin Santos son nebulosos e imprecisos. Pedro es una excusa, un
medio del que se sirve para desembuchar sus ideas. Pedro trabaja en su
EL ESTILO DE “TIEMPO DE SILENCIO ” 83
laboratorio y mientr ぉ tanto piensa y reflexiona. Aparece coma un personaje
con funci6n simb6lica. Late en el fondo de la novela alga mas dinamico
y dialectico. Mas que una novela puramente social, reflejo de una sociedad
actual, Tiempo de silencio pretende, primero, de denunciar, criticar t6picos
que estan al orden de! dia, la inercia general en diversos aspectos de! pais.
S凶 armas son la ironia, el sarcasmo p'ero sabre todo el estilo bien trabado.
Esta novela va superando el rango del realismo “monocorde ”, falsa concep-ci6n que se tiene de lo testimonial, con afan de renovaci6n. Nose pierde en la
marafia de la opulencia de medios expresivos. El autor ha conseguido dar
una r白 puesta a los problemas formales. Se enfrenta con una problematica
trascendental y busca la motivaci6n del vivir hispanico y autentico. Aqui
esta la raiz de la irritaci6n del autor. El fracaso visto de indignaci 《Sn.14
La satira parte siempre de una sensibilidad moral llena de irritaci6n. La
angustia de! autor nace de su sincerided. Anhela la justicia y pide que se
le permita hacer el esfuerzo de no callar en este tiempo de la anestesia por
encima de toda la mezquindad y arbitrariedad de la sociedad.
Se advierte la evocaci6n nostalgica de! tiempo pasado y perdido que ha
llegado a ser su obsesi6n y hace recordar a Proust, cuyo nombre se cita en
la novela, aunque sea como pura anecdota. En los afios 40, su lectura
era tan comun en los circulos estudiantiles y cultos en Espana. Veo cierto
paralelismo entre estos dos autores en direcci6n tematica del tiempo perdido,
su estructura variada, largas digresiones, sinuosidades del discurso, empleo
de figuras ret6ricas, etc. Con mucha raz6n se compra, por otra parte,
con la de Joyce15 (tambien se refiere a Ullisses en pag. 67). Son propios de
el los aspectos liniiisticos, los procedimientos ir 加 icos, expresiones embrio-
narias, detalles artificiosos, el tono musical, etc.
Quiza haya sido demasiado laudatorio en las paginas que preceden al
hablar de Tiempo de silencio; no por razones personales16 sino porque creo
sinceramente que lo merece por encima de todas posibles criticas como
barroquismo que esta lejos de alcance de cualquier compresi6n y un acar-
tonado amaneramiento de los recursos estilisticos, expresiones y lenguajes
que parece que el autor se complace en emplear. Debe ponerse mas aten ・
civn en lo sustantivo y prodigioso de esta novela seg 加 la linea que hemos 六
trazado, y su densidad intelectual, cosa poco frecuente en la novelistica
espafiola.
四
84 TENRI DAIGAKU GAKUHO
Notas
I. Luis Martin Santo,. Tiempo de si/encio, Barcelona, Seix Ba 町 al, 8'. ed., 1971.
2. Ricardo Domenech :“Luis Martin Santos 九 I間 ula, nfunero 208, m 訂 zo, 1964.
3. Gonzalo Sahej 阻 o: Nave/a 坤 anola ,k n附 1ro tiempo, Madrid, Prensa Espanola, 2'. ed., 1970,
pag. 354.
4. Ram6n Buckley: Problemas formaltS en la nave/a espano/a contemportinea, Barcelona, Peninsula,
1968, pag. 16. Tambien dice・ “Es mas: el problema formal se ha convertido en la raz6n
de ser de gran parte de la novela de hoy ,四日n en sl m,smo en vez de ser un med10 para un fin,
un vinculo para un tema ” 5. l>igo, en terminos generales, I田 defimcones dadas por Wolfg 回 g Kayser en [nterpretacr6n y
anti/isis ,k la obra /iteraria, Madrid, Gredos ,抗 ed., 1961, pags. 148-171.
6. La concepc16n eminentemente gongorma:
“日.que siendo Amor una deidad alada bien previno la hi 』a de la espuma
a batalla de amor, campos de pluma ” Soledades, 1-v, 1089-109 I. V 品目e el citado estudio de R. Buckley, pag. 200.
7. Consultese La poes 臼 de Blas de Otero, Salamanca, Anaya, 1966, pag. 110.
8. Otros ejemplos en p卓gs.7, 8, 9, 10, 12, 13, 17, 35, 36, 42-44, 54, 74, etc. Apenas se p田 a
una docena de pagmas sin encontrar suficientes ejemplos en la totalidad de la novela.
9. Me recuerda la poesfa de Jose Hierro, especialmente, El /:bro de a/ucinacion 叫(Madrid, Nacio ・
nal, 1964). El ritmo de “sueiio-v1gilia ”en el que quiere indagar la verdad wtima perdida en el estrato de! tiempo ・
10. R 田 n6n Buckley se ocupa detalladamente del lenguaje y apunta tambi 白 el desajuste entre
la realidad que el novelista describe y la forma en que la describe. V eanse pags. 198-204.
11. En Martin Santos se nota todavia el abwo del gerund10. El autor lo usa consdentemente.
D,ce :“No abuses del gerundio ”(p. 66). Es caracterfstica la supresion de! artfc 叫o (p. 197,
por ejemplo). El nombre con artlculo, como dice Amado Alonso, se rdiere a objetos existencia-
!es, y por la supres16n pretende subrayar lo caracteristico ... Consultese Estudios Lingii/stuos
(tern 山 espaiioles), Madrid, Gredos, 1961, pa 官・ 134.
12. Para hacernos ver este aspecto Martin Santos traza un paralelismo entre Pedro, d白 ilus10nado
y desencantado y el Monasterio del Escnrial V ease pag. 240.
13. R. Buckley ve el paralel 凹 no entre Pedro y Quijote. Ambos heroes, segun el, fracasan en
S田 respectivos ideal 田(la cienc1a y la caballeria) y son 1mpracticables en el m 皿 do que viven, y
alude que Cervantes y Martin Santos miden la dist 阻 c1a que separa lo real de lo ideal. (p.
208, op. cit ふ Es cierto que nuestro autor tiene siempre en la mente el autor de la novela insupe-
rable. Parece, sin embargo, que quedan bastante diferenciados en su actitud, en su v1SJ6n de
la realidad y en el sentido de fracaso. Hay en Q 吋 ote una energfa tremenda, un tono din 品mico
y optmusta. Su fracso es siempre moment 釦 eo.
14. G. Sobeiano ・op. cit., pag. 361.
15. V 加 e por eiemplo pag. 360 del estudio citado de G. Sobejano. Torrente Ballester alude
Swift en Parwrama de la literatura contemportinea, Madrid, Guadarrama, 1965, pag. 532.
16. Tuve la oport 凶 idad de hablar con un ex-colega de Martin Santos sobre su vida literana
y profesional. Tambien esto es un recuerdo de una clase de critica literaria de la Unive 四idad
de Navarra en que trabaiamos sobre la mJSma obra, la cual es una parte de! presentc 回 tud10,
六 aunque he renovado casi totalmente. コ 17. Este r皿 go se ha adquirido en la novela mundial a partir de Joyce, Proust y James. (V.
Novelaespa 五o/a actual de M. Garcia Vino, Madr,d, Guadarrama, 1967, pag. 41). Se ha planteado
muchas veces la falta de actitud mtelectual en la novela 田 paiiola. Es notable la influencia
que ha ejercido esta novela sohre la novelistica mas JOven. Me limito s61o a citar algun 国
obras conectadas con ella: Sen 田市 ident,dad, Ultima tarde con ηma, Travesia de Madnd, etc.
EL ESTILO DE “TIEMPO DE SILENCIO ” 85
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