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El consumo de objetos en el arte contemporneo. Tres casos: Takashi Murakami,
Banksy y Bastardilla. 2012.
Itandehui Franco Ortiz.
Muchas de las obras en el arte contemporneo han tendido a diluir la materialidad del
objeto1, sin embargo, uno de los debates actuales gira en torno a su funcin como
mercanca, ante lo cual varios de los artistas reconocidos en museos, galeras, publicaciones
y el mercado a nivel internacional, son resplandecidos debido a los precios exorbitantes en
que los venden sus obras2. De esta manera, una de las caractersticas en el circuito del arte
contemporneo es el valor de la obra ya no slo por su logro esttico, sino por el precio que
al que flucta en el mercado. Varios artistas contemporneos logran incluso superar en
precio en muchas ocasiones a los artistas legitimados dentro de las vanguardias del
modernismo, quienes en su tiempo rompieron con el esquema antiguo del mecenazgo y la
academia, para saltar a la supuesta libre competencia en el mercado, donde ellos mismos
comenzaron a promocionar sus obras al mejor postor, participando totalmente en el orden
del sistema econmico.
Dentro de las varias formas en que el arte puede participar en el circuito mercantil, una de
estas ha sido en relacin con las marcas de distintos productos. Para esto hay que tener en
cuenta que la marca es una de las maneras mediante la cual el sistema impone su
coherencia, ya que esta puede ser dirigida y estar incrustada sutilmente en la cotidianidad
de los individuos generando fidelidad y lazos afectivos, como en el caso de las etiquetas
psicolgicas3. Con las sociedad posindustriales, la marca entr dentro de una lgica
expansionista, teniendo como uno de sus rasgos la diversificacin. La creacin del mero
producto no bast para las marcas, se busc crear una identidad de la marca, algo que le
1 Esto en relacin con piezas de performance, happening, esttica relacional u otras que no tienen como fin la produccin de un objeto material, sino un evento, que en ciertos casos tampoco es 2 Por ejemplo, la pieza For the love of God de Damien Hirst, vendida en alrededor de 140 millones de euros en la famosa casa de subastas Sothebys (El Cultural, 31 de octubre de 2008). Visto en: http://www.elcultural.es/noticias/ARTE/503374/La_calavera_incrustada_de_diamantes_de_Damien_Hirst_comienza_su_gira_mundial). 3 Jean, Baudrillard, El sistema de los objetos, Mxico, Siglo XXI, 1969, p. 83.
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diera lazos de afectividad dirigida, donde las personas pudiera definirse en relacin con sus
objetos, lo inmaterial comenz entonces a pesar ms que la fabricacin material del
producto. En relacin con este aspecto, Gilles Lipovetsky menciona: lo que el
hiperconsumidor compra en principio es la marca y con ella un suplemento de alma, de
sueo, de identidad4. Es as como ante los vacos del hombre, la marca puede ser uno de
los falsos escapes que le proporcionan seguridad de algo, le dan referencia a determinada
imagen, autovaloracin como individuo liberado o inclusin en determinado grupo. Las
marcas pasan a organizarse en relacin con el circuito social de la moda y consumo,
muchas veces obedeciendo a funciones parasitarias, donde los huspedes pueden ser la
necesidad del gusto, del vestido o del abrigo, del transporte, entre muchas ms.
Es en correspondencia con esta primera cuestin, de la lgica expansionista de la marca,
que sus recursos creativos se agotan y buscan la inclusin de disciplinas como el arte. Ante
lo cual, mencionar un ejemplo dentro del actual ramillete de artistas contemporneos a
nivel internacional; uno de quienes ms hace uso y promociona su trabajo a travs de
objetos enmarcados como obras de arte o como accesorios, indiferentemente, es el japons
Takashi Murakami. Su trabajo va en relacin con la coherencia del sistema de los objetos,
pues utiliza signos de lo antiguo, la naturaleza y el color, para dar vida a la festividad del
consumo, con lo cual no quiero decir que todos los artistas involucrados en el mercado
internacional del arte estn en la misma postura5.
Takashi Murakami adems de ser artista, dirige la empresa Kaikai Kiki, donde hace arte y
disea objetos para tiendas de ropa, canales de televisin y disqueras, muchas veces
diluyndose la distincin entre productos meramente comerciales y los considerados obras
de arte. Otro aspecto a destacar es que su trabajo est basado inicialmente en el estilo
nihon-ga, que es el estilo tradicional de la pintura japonesa, sin embargo, Murakami hace
reinterpretaciones constantes de esta tradicin para presentarlas de manera exponencial en
la cultura global, es decir, hace uso de la tradicin japonesa a manera de mito de origen
como precedente para la autenticidad de su trabajo. En palabras de Nstor Garca Canclini: 4 Gilles Lipovetsky y Jean Serroy, La cultura-mundo. Respuesta a una sociedad desorientada, Barcelona, Anagrama, 2010, p. 105. 5 Al respecto se discutir ms adelante sobre el trabajo de algunos artistas urbanos.
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Murakami Se nutre en la cultura japonesa y elabora numerosos modos de insertarla en el
arte contemporneo6. Es as que este artista, al involucrar imgenes tradicionales de la
cultura japonesa, remite a un aire de nostalgia que es la vez certidumbre, una fascinacin
por lo que ha sido creado, busca en la tradicin de una cultura no occidental y ancestral, la
huella creadora para su mayor permeabilidad en el sistema. Relacionando este punto con el
discurso de Baudrillard, esta bsqueda de la autenticidad es en realidad una coartada, un
simulacro, un fantasma de la autenticidad, su valor es de la historialidad7, pues al final su
supuesta autenticidad esta dentro de una relacin calculada para que el espectador consuma
sus productos. Murakami maneja entonces como uno de sus atractivos principales: el
recuerdo como testimonio del pasado, pero tambin el exotismo de la tradicin japonesa
ante los ojos de cultura occidental y global.
El arte contemporneo pareciera existir en una zona de libertad, sin embargo, muchos
artistas, dentro de los cuales Murakami en un buen representante, producen arte para ser
incorporado a las marcas, ya que las corporaciones para un buen funcionamiento del
sistema, tratan de involucrar lo distinto, lo extico, incluso lo subversivo, dirigindole hacia
un posible xito comercial. Es por esto que la empresa francesa Louis Vuitton, considerada
como una de las marcas ms exclusivas del mundo, decide incorporar la caligrafa inspirada
en la subcultura del graffiti para el diseo de bolsas y accesorios (imagen 1), al igual que la
colaboracin con Murakami desde el ao 2003 para el diseo de nuevas tendencias. La
relacin con Murakami ha sido exitosa en trminos monetarios, incluso el mismo artista ha
exhibido los productos de la marca en el espacio otorgado para l en la sala de exposicin
de la Bienal de Venecia 2003, lo cual potencializ an ms sus ventas8.
Empero, el asunto es ms complejo que los precios exorbitantes a los que puede ser vendida
una obra artstica, o el alto ndice de ventas de determinadas marcas, debido al xito
comercial de productos en relacin con diseos de un artista reconocido a nivel
internacional. Desde la perspectiva de Baudrillard, se puede analizar la manera en que estos
6 Nstor, Garca Canclini, La sociedad sin relato. Antropologa y esttica de la inminencia, Mxico, Katz, 2011, p. 145. 7 Jean, Baudrillard, op. cit, p. 83. 8 Julian, Stallabrass, Art Inc.orporated, Oxford, Oxford University Press, 2004.
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objetos comerciales derivados de un supuesto arte, son interiorizados por los consumidores
a manera de disfrute y en coherencia con el sistema capitalista, y es que la persuasin para
el consumo de objetos va ligada a la sensorialidad, la afectividad mediante la
representacin de signos parsitos que encuentran como huspedes a los smbolos, a
aquellos que muestran la huella de lo autntico.
Las piezas de Murakami muestras distintos rasgos que apelan a la afectividad, varios de
estos se pueden resumir en los videos hechos por el artista para la marca Louis Vuitton9, en
promocin de esta y en celebracin de los aos en colaboracin entre ambas partes. Louis
Vuitton fue en un inicio una empresa productora de maletas y bolsos, en la actualidad
incluye ropa y complementos de lujo; los primeros diseos de esta marca se caracterizaron
por lo monocromtico en sus productos e incluso en su mismo logo, lo cual le daba
anteriormente una catalogacin de elegante, cargado en alusiones psicolgicas y morales
de la modernidad.
Con la presencia de Murakami, el colorido pas a ser parte indispensable de su publicidad,
se incorpora el color vivo, que antes era considerado agresivo, chillante y que incluso poda
causar obscenidad; estos colores naturales que anteriormente no figuraban en el contexto de
productos de lujo, son incorporados como recordatorio de la naturaleza, incluso quizs de la
ingenuidad. Los colores son liberados y vueltos a capturar por el sistema, son apropiados
pero como naturalidad, como simulacro de aquello que daba la naturaleza, ahora a travs de
productos accesorios e innecesarios. Un clculo sutil y excitante que produce variaciones y
gamas de estos, sin t