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Marcial Pons Ediciones de Historia
sociacion de Historia Contemporanea
Movilización colectiva y transformaciones de la ciudadanía en la Argentina reciente (1980-2007)Author(s): Gabriela DelamataSource: Ayer, No. 73, Historia reciente de la Argentina (2009), pp. 73-102Published by: andAsociacion de Historia Contemporanea Marcial Pons Ediciones de Historia
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Ayer
3/2009
1):
73-102 ISSN:
1134-2277
Movilizacion
colectiva
y
transformaciones
de la ciudadama
en la
Argentina
reciente
(1980-2007)
Gabriela Delamata
Universidadacionale SanMartin
Consejo acionale nvestigacionesientfficasTecnicas
Resumen:
l
articulo
naliza a
trayectoria
e la movilizacionolectiva
n
Argentina
ntre 980
y
2007.
En
razonde
los
cambios structurales
politicos ue
constituyen
os marcos
objetivos
e la
movilizacion,
e
delimitanres iclos: nprimericlorelativolproceso e democratiza-
cion
politica
centradoundamentalmente
nel movimientoe os dere-
chos
humanos;
n
segundo,
marcado
or
a
emergencia
e nuevos c-
tores
colectivos nfrentadol
neoliberalismo,
omo
el movimiento
piquetero,
as nuevas
rganizaciones
indicales
as asambleas
arriales;
y
un
tercer
iclo,
n el marcodel
gobierno
irchner,
ue
combina l
resurgimiento
e a reivindicacion
alarial analizada
or
os sindicatos
el
Estado,
a
integrationxcluyente
e ciertas
rganizaciones
n el
gobierno
nuevasmovilizaciones
ajo
a forma e asambleas
utoconvo-
cadas
(la
cuestion
medioambiental).
traves e ellos se abordan as
transformacionese a ciudadama.
Palabras lave: emocratization,erechos umanos,iclosde moviliza-
cion
olectiva,
ambios n a ciudadama.
Abstract:his rticle ackles he
rajectory
f the ollective obilization
n
Argentina
etween 980
nd
2007.
n
regard
o the tructural
nd
polit-
ical
changes
hat onstitute
he
frameworks
nd
objectives
fthemobi-
lization,
hree
ycles
redelimited:first
ycle, egarding
o the
process
of
the
political
emocratization,
nd centered
ssentially
n
themove-
ment f hehuman
ights;
second
ycle, igned
y
he
needofnew ol-
lective ctors nd faced o theNeo
liberalism,
ike he
piquetero
ove-
ment,
he new union
organizations
nd the district
ssemblies;
nd a
thirdycle,withinheframeworkf theKirchnerovernment,hich
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Gabriela elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a
ciudadama
combineshe
esurgence
f
he
wage
indicationirected
y
he nions nd
the
State,
he
xcludingntegration
f certain
rganizations
n
the
gov-
ernmentndnew
mobilizationsnder he orm f elf-alled
ssemblies
(the
nvironmental
uestion). hrough
hese
uestions hanges
f
the
citizenship
re
pproached.
Key
words:
emocratization,
uman
ights,ycles
fcollective
obiliza-
tion,
hanges
n
the
itizenship.
Este articulo rata obre as transformacionese la ciudadama en
Argentina
n
el ultimo uartode
siglo.
Abordaremos
specificamente
aquellos
cambios
y
continuidades)
ue
son el resultado
de
procesos
de movilizacion
olectiva
y que,
desde el
espacio
social
de la
politica,
han contribuido redefiniranto os modos
de
pertenencia
omuni-
taria
como la distribution e derechos
y
as
formas
e
participation
en
Argentina,
n el curso de su
historia eciente.
Para introducira
problematica
s
preciso
recordar
ue
la confor-
mationde una comunidad
politica
mpliada
en el
pais
a mediadosdel
siglo
XX
respondio
un cierto
patron
n el
que
intervenianres le-
mentos: nesquema politicobipartito,ntegrado orfuerzasmayori-
tarias
y partidarias
e
movimientos
el
radicalismo
y
el
peronismo),
un sistema
nstitucional e bienestar ocial
extendido,
sociado
tanto
al
trabajo
formal omo a la sindicalizacion
brera,
y
una
estrategia
e
desarrollo
conomicobasada en la industria
acional
que,
con distin-
tas
nflexiones,
ue
mpulsadapor
distintos
obiernos
desde el Esta-
do.
Asi,
as vias de
integration oliticay
social de los sectoresmedios
y populares
fueron,
or
un
lado,
aquellas
amplias
dentidades
parti-
darias
y, or
otro,
un entramado e
derechos aborales
y
sociales ten-
dencialmente niversal n tanto
que operaba,
como lo hizo hasta a
decada de 1970,en el marco del plenoempleo.No obstante,a ines-
tabilidad
que
caracterizo a
politica
democratica
a
centralidad
ue
adquirio
l movimiento brero
omo actor
politico
nutrierona movi-
lizacion
colectiva
y
expandieron
l rol de los sindicatosmas alia
de
sus
actuaciones eivindicativas.
Ahora
bien,
a dictaduramilitar
ue
tomo
el
poder
en
1976
termi-
no con
toda forma e
expresionpolitica
ibre,
l mismo
tiempoque
sento as
bases de un orden economico nuevo. De manera
nversa,
l
final el
regimen
e
facto,
ras a
derrota e la
guerra
e
las
Malvinas,
dio
paso
a una
seriede movilizaciones reivindicacionesociales
que
apuntalaron l proceso democratico bierto en 1983 y disputaron,
74
73/2009(1):
3-102
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4/31
Gabriela
elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a
ciudadanta
mas
tarde,
a consolidation
del modelo economico
neoliberal,
uyos
primeros
asos
habia dado el
gobierno
militar.
En
algun
caso,
el derrumbe
el orden dictatorial
glutino
orga-
nizations sociales
y politicasy
al
publico
en
general
lrededor
de la
demanda de democratization.
nos
mas
tarde,
a
profundizacion
e
las
politicas
neoliberales
de la
mano de un
gobiernoperonista
ltero
completamente
os tres elementos
de
integration
que pervivian
articulados la
vieja
matriz,
roporcionando
l terreno
ara
la movi-
lizacion
contra el neoliberalismo
y
contra as
practicas
indicales
y
partidarias ue
sustentaronu
implementation.
osteriormente,
a
crisis
del orden
politico
neoliberal en 2001
abrio una nueva
etapa
caracterizada
or
a
ambivalencia,
ado
que
si,
por
un
lado,
inauguro
un
proceso
multiplicador
e las
formas
articipation olitica
emer-
gentes
de la
auto-organizacion
ocial;
por
otro,
upuso
el retorno
el
peronismo
l
poder y,
on
ello,
a institutionalization
e la vida
poli-
tica
a traves el fortalecimiento
e la autoridad
statal n detrimento
de la
participation
utonoma.
En
suma,
a historia eciente
e
Argentina
resenta
res
momen-
tos diferenciados
n lo referente
las transformaciones
e la movili-
zacionsocial. Un
primer
momento elativo l
proceso
de democrati-
zation
politica,
protagonizado,
no
solo
pero
centralmente,
or
el
movimiento
e derechos
humanos;
un
segundo
momento
neoliberal,
marcado
por
a
emergencia
e nuevos actores
olectivos
y
nuevas
for-
mas de
organization
representation;
n
tercer
momento
post-neo-
liberal»,
que amalgama
antiguas
formas de
representation
e las
organizaciones
aborales
y politicas
en el
Estado,
en el contexto
de
persistentes
xclusiones.
Este
periodo
comprende, por
ultimo,
a
constitutionde
nuevas
subjetividades y
conflictosalrededor
del
modelo
de desarrollo
reprimarizador»
e la economia
que
se fue
consolidando silenciosamente»n los ultimos nos.
En
las
paginas que
siguen
ntentaremos
ar cuenta de estos
tres
ciclos de
movilizacion,
si como de
los cambios en
las formas e cons-
truction
e la ciudadania
que subyacen
cada
uno de ellos
en el mar-
co de los sucesivos
gobiernos
y politicas
publicas.
Retomaremos
sta
ultima
ematica,
e
modo
resumido,
n las conclusiones.
Ayer
3/2009
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15
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Gabriela elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a
ciudadama
Derechos humanos
y usticia:
el ethos social
de
la
nueva democracia
politica argentina
Como ha senalado Sebastian
Pereyra
las dictaduras atinoameri-
canas
implicaron
n antes
y
un
despues
en
los
procesos
de moviliza-
cion social. No solo debido a
sus
estrategias epresivas
e la accion
colectiva
sino,
sobre
todo,
porque
las modalidades
emergentes
e
enunciacion
ublica
en
la
democratizacion ada tuvieron
ue
ver
con
losactores
rotagonistas
e la movilizacion
urante
l
giro
de los anos
sesenta a los
setenta,
fueran estos movimientos
ntiimperialistas,
organizaciones
rmadas de
izquierda
o las
tradicionales
ormasde
accion sindical.
En
Argentina,
l movimiento
ue
se fue conforman-
do desde os
intersticios el
gobierno
militar entro u discurso n
las
violacionesde los
derechoshumanos
por
el terrorismo e Estado
y
reclamo
sclarecimiento
usticia
traves e instituciones
ue garan-
tizaran l
principio
e
juridicidad.
l
respetoy
a
garantia
e
los dere-
chos civiles
uedarian,
si,
mantados omo
un
ethos
la
nueva demo-
cracia, a partirde las actuaciones de nuevas solidaridades que
atravesaban
os
clivajes
deologicos
de la
politica rgentina
alteraban
las
formas
e
organizacion
n favor e redesautonomas
y
estructuras
no
corporativas2.
El
movimiento e derechos humanos
comprendio
una
serie de
organizaciones reexistentes
l
golpe
militar e
1976
(desde
la
Liga
Argentina or
los Derechos del Hombre o el Serviciode Paz
yJusti-
cia,
a la
Asamblea Permanente
or
los Derechos
Humanos)
y
distin-
tos
organismos ue
se formaron urante os anos de la
represion,
muchos de ellos
compuestospor
familiares e las
victimas,
o
que
1
Pereyra,
.:
La
lucha
s
una ola? a
movilizacion
ocial ntrea
democratiza-
cion l
neoliberalismo,
uenos
ires,
ibliotecaacional
Universidadacionale
General
armiento,
008.
2
En
l
piano
indicalsdonde stas uevasormase
organizacion
mas
utono-
mas
nticorporativas)
a
ontabanon
lgun recedente,
e a mano e a
configu-
rationeun indicalismoe
base,
poyado
n
a
ampliaarticipation
brera a
opo-
sicionl
iderazgo
indicalstablecido
lasdirectivase as entrales
breras,
n a
ciudad e Cordoban
1970,
ras l «cordobazo».n
nalisis
e esta
xperiencia
el
movimientoindical
ndependiente
lasista
ITRAC-SITRAM)
de otras imilares
enAmericaatina rarealizado
or
lizabeth
elin
n un rticuloe
1975.
ease
Jelin,
.:
«Espontaneidadrganizacion
n lmovimiento
brero»,
evistaatinoa-
mericanae ociologta,(1975).
76
Ay
7*
3/2009
1):
73-102
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Gabriela
elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a ciudadama
constituyo
a novedad
mayor
n terminos e
quienes
eran os
sujetos
de la
movilizacion: n
1976 se creo a Comision
de Familiares
de De-
saparecidosy
Presos
por
Razones
Politicas,
y
en
1977,
Madres de Pla-
za de
Mayo y
Abuelas de Plaza
de
Mayo
-
ademas del Movimiento
Ecumenico
por
los
Derechos Humanos
(1976)
y
el
Centro de Estu-
dios
Legales y
Sociales
(CELS)
en
1979
. Otras
organizaciones
e
originaron,
simismo,
partir
e
1983.
Durante
el
gobierno
militar,
as
declaraciones,
marchas
y
denun-
cias efectuadas ante instituciones acionales e internacionales or
violacionesde los derechoshumanos
fueron
rganizando
a
revindi-
cation del
movimiento lrededorde la
exigencia
de «verdad
y usti-
ciar
A
su
vez,
a
posibilidad
de reclamar n
estosterminos
uponia
el
reestablecimientoel Estado de
Derecho
y
a
protection
e las liber-
tades civiles. s
decir,
nvocaba a democratization
e la vida
politica
desde
una
optica que
asociaba la
democracia con la
vigencia
del
orden
uridico.
Trasel
colapso
de la
dictadura,
as
demandasdel movimiento ras-
cendieron los
propios
familiares
movilizados
y
atravesaron a
opi-
nionpublicahasta mpregnaron sus contenidos a futura ampana
presidencial.
omo senalan
Landi
y
Gonzalez
Bombal3,
el derrumbe
del
gobierno
militar
racias
a la
derrota n las Malvinas en
junio
de
1982
contribuyo
deslegitimar
u
propio
relato obre o
acontecido
en
aquellos
anos,
permitiendo
ue
un nuevo
relato ocial se vertebra-
ra alrededor
de la
figura
de los
desaparecidos.
Cuando
se initio la
campana
electoral
e
1983,
el
pasado
reciente
a
se
uzgaba
con el
fil-
tro de las
violacionesde los derechos
humanos
y
a
Justicia
e
habia
instalado
como mecanismo
para
intervenirn la
problematica.
sta
convergencia
ncluia a los
partidos
politicosy
a la
central e
trabaja-
dores CGT).
Los
grandespartidos,
a Union
Civica Radical
y
el Partido
Justi-
cialista,
btuvieron n total mas del
90
por
100 de los votos
en
las
elecciones de
octubre de
1983.
Puesto
que,
durante a
campana,
el
candidatoradicalhabia
ogrado
colocar su
partido
omo
garante
e
la
no
repeticion
el
pasado y
del no retorno las
formas e accion vio-
lenta,
a
eleccion de Raul Alfonsin
cupo
el
lugar
de una inflexion
3
Vease
andi,
.,
y
GonzAlez
ombal,
.: «Losderechosn
a cultura
oliti-
cal
en
Acuna,
.
H.,
et l.'
Juicio,astigo
memorias.erechos
umanos
usticia
n
lapoliticargentina,uenos ires,ueva ision,995.
Ay
rl
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Gabriela
elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a ciudadama
fundamental
n la historia
olitica
del
pais.
La «entrada
la
vida»
y
el
«nunca mas» se
soldaron n
ese momento
la nueva
etapa
democra-
tica
y pasaron
a
alimentar
as
expectativas
el
nuevo
gobierno
obre
la
politica
de
enjuiciamiento
los
militares,
esde
una sociedad alta-
mente
movilizada a traves
de los
movimientos,
os
partidos y
una
expandida
escena
cultural.
La decision
del
gobierno
de
enjuiciar
los
ex comandantes
e las
tres
untas
militares
ue retomada
finalmente
or
la
Justicia
ivil en
1985.
En
diciembre,
a Camara
Federal
condeno a cinco
miembros
del
gobierno
militar
or
hechos
probados
de
homicidio,
ormentos
privaciones
e
libertad,entretros,
y sobreseyo
or
falta e
evidencia
concluyente
a causa contra
os
integrantes
e la ultima
Junta.
Des-
contentos
on
la limitacion el
juzgamiento
las
Juntas,
os
organis-
mos de derechos
humanos
promovieron
mas acciones
judiciales.
Paradojicamente,
a
Ley
de Punto Final
impulsada
por
el
gobierno
acelero
as
presentaciones
as resoluciones
e los tribunales
n
1987
pero,
nmediatamente,
e vinculo
otrasmedidas
cuyo
efecto
eneral
fue el de
obtener a desmovilizacion
ocial
en torno
la tematica.
n
1987,una rebelionmilitar e cuadrosmediosencontro la sociedad
y
a los
partidos
dispuestos
defender
a democracia.
No
obstante,
a
aparicion
del
presidente
lfonsin n una
plaza
de
Mayo
desbordante,
trashaber visit
do a los
militares
ublevados,
genero
a sensation
de
un
pacto.
La casi inmediata
probacion
parlamentaria
e la
Ley
de
Obediencia
Debida
que
absolvio
a centenares
e militares
cusados
(y
algunos
condenados)
de violation
de los derechos
humanos dio
verosimilitud
aquella
presuncion
initio
un
periodo
de
repliegue
n
la
participation
emocratica
rente
la actuation
de
poderes
facticos.
Anos
mas
tarde,
na seriede
indultos
torgados
por
el flamante
re-
sidenteMenem en 1989y1990extendio l perdona militares resos,
condenados
y procesados.
Siguiendo
el
analisisde
Landi
y
Gonzalez
Bombal,
el
Juicio
las
Juntas
o
puede
ser
comprendido
ino
a
partir
e la demanda
social
de
juridicidadque
estructuro
a escena
politica
desde
el final
de la
dictadura
militar. a restitucion
e
ciertas rutinas
nstitucionales
basadas
en
garantias
onstitucionales
ablaba de
un nuevo sentido
politico
y
daba
cuenta, asi,
de una «transformacion
e las
culturas
politicas» que
ahora
privilegiaban
a
vida
y
el Estado
de Derecho
sobre
a
disputa
en
torno la
valia de relatos
politicos
parciales
para
encarnar l proyecto emocratico.
78
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Gabriela elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a ciudadania
No
obstante,
on la intervention
e la
justicia,
l movimiento
e
derechoshumanos
nicio su declive.
En
tanto os derechos
humanos
aparecian
como la cara
opuesta
al terrorismo
e
Estado,
una vez
cerrada a instancia
udicial,
odo un ciclo
vinculado l
pasado repre-
sivo concluia.Los
indultos,
los
que
la
mayoria
e la sociedad se
opo-
nia,
como
muestranas encuestas
de la
epoca,
hicieron
o
propio:
con-
siguieron esplazar
de
la
agenda publica
la cuestionde
los derechos
humanos n el marco
de los
problemas
conomicos
que
enfrentaban
a los
argentinos
ras
a
experiencia iperinflacionaria
e
1989
y
a res-
puesta
del
presidente
Menem a la sublevacionmilitar e diciembre e
1990,
fuertemente
eprimida
or
las Fuerzas Armadas
y
clave de
la
nueva
estrategia ara
tratara cuestion
militar n el futuro.
Dicho de
otro
modo,
el movimiento e
derechos humanos no
logro
expandir
os
temas
y
os
sujetos
de la
revindication
mas alia de
su
plataforma
nitial.
Ninguna
otra cuestion e
constituyo
omo
un
bien etico o
sociopolitico ue pudiera
ser reclamadodesde la
optica
universalista
/oprejurfdica
e los derechoshumanos
para
ser torna-
do
por
el orden
egal,
en funcion el
reconocimiento,
por
la
demo-
cracia, ampliando
sus contenidos «minimos». Los
organismos
de
derechoshumanos
e fueron nstitucionalizandon los anos noventa
a la
vez
que
fueron
specializandose
como una muestramas de
su
heterogeneidad
nterna4. olo cuando una seriede acciones
udiciales
internacionales otras
promovidas or
los
propios organismos
eac-
tualizaron
las violaciones de los derechos humanos
producidas
durante a dictadura
militar,
a discusion
obre
os
crimenes
olvio a
plantearse
para
ser
retomada
nstitucionalmente.
n
2001,
un
juez
federaldeclaro
la inconstitucionalidad e las
Leyes
de
Obediencia
Debida
y
Punto
Final,
medida
que
mas tarde fue
ratificada
or
la
Corte (2005). Para entonces,y ya bajo el nuevo impulsodado a la
revisiondel terrorismo e Estado
con
el
que
inicio su
presidencia
4
Madres ePlazade
Mayo,
on
Hebede Bonafinila
cabeza,
iguio
na inea
politica,
n lmarco elneoliberalismo
enemista;
buelasePlaza e
Mayompul-
sotareaserestitutione
a dentidados
hijos
e
desaparecidos;
lCELS
y
aCoor-
dinadoraontraa
Represion
olicial Institucional
CORREPI)
e centraronnel
funcionamientoe a nstitution
olicial,unque
l CELS
desplego
tras ematicas
relacionadas,
esde n
uehacer
as
rofesional;
n
1995,
e creo
ijos
or
a den-
tidad a
Justicia,
ontra
l Olvido el
Silencio
HIJOS),
rientadodenunciara
impunidad
dar isibilidad
ublica
los
responsables
e a
represion
ediantel
metodoel escrache».omamossta nformatione
Pereyra,
.:
La
lucha suna
sola?...,p. it.,p. 9-42,ondeuedenonsultarseas etalles.
Ayer
3/2009(1):
3-102
79
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Gabriela elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a ciudadanta
Nestor Kirchner
2003),
el
Congreso
de la Nation
habia
anulado
ambas
leyes y
se habian abierto nuevas causas. Estas acciones
y
la
politica
de
la
memoria
esplegada
desde el
gobierno
national desem-
bocaron,
por
vez
primera,
n el
apoyo explicito
de los
organismos
una
politicagubernamental
e
derechos
humanos.
Algunasorganiza-
tions,
como Madres de Plaza de
Mayo y
Abuelas de Plaza de
Mayo,
establecieron,
on
diferencias,
strechos
azos con el
gobiernoy
con
el Est do.
Ahorabien,pese a que el discursode los derechos humanosno
logroexpandirse ara
abarcarotras ematicas otras
itularidades,
a
centralidad
dquirida
por
el
Poder
Judicial
n los anos ochentano se
diluyo.
Por
el
contrario,
esde finalesde esa
decada,
una serie de
demandas
construidas omo
casos
judiciales,
conocidos muchos de
ellos
por
el
nombrede
la/s
victima/s,
eposicionaron
l Poder
Judicial
como ambito de
emplazamiento
de reclamos
por
conculcacion de
derechos
ndividuales civiles5.
A
partir
de
la movilizacion
de
los
«afectados»,
itularidad
ue
remontaba us
origenes
los
organismos
de
derechos humanos formadosdurante a
dictadura6,
a
Justicia
canalizomultiples enunciasde represion olicialycontra a impuni-
dad.
En
estos
ultimos
asos,
se denunciaba a
complicidad
del
propio
Poder
Judicial
n la
manipulation
de la
verdad
del
crimen,
evelan-
dose
asi
algunos
resortes
propios
del neoliberalismo
politico
en
Argentina, or ejemplo,
a colonizationde la
Justicia
a
corruption.
De
modo
mas
general,
a movilizacion e los familiares
allegados
a
las
victimas,
glutinamientos
invmculos on
partidosy
otras
organi-
zations
tradicionales,
marcaba el
desdibujamiento
la
perdida
de
legitimidad
e
los
actoresclasicos de
la movilizacion olectiva
para
estructurar
eivindicaciones
ociales.
Y es que, entrada a decada de 1990,no solo se producirfa na
transformationstructural e
la
sociedad
argentina or
efectode la
5
Masacree
ngenieroudge
1987);
muerteeWalterullacion ede
olicial
despues
e
un
recital
1991);
sesinatoe
Miguel
ru
1993);
rimen
e
Maria ole-
dad,
ue
nvolucrol
gobiernorovincial
e
Catamarca
1993);
sesinato
el oldado
Carrasco
n
Zapala
1994);
e Sebastian
ordonnMendoza
1997);
el
fotografo
Jose
uis abezas
1996);
tentadoserroristasontraa
Embajada
e
srael a Aso-
ciacion utualsraelitae a
Argentina
nBuenos ires
1995).
6
Vease
ELIN,
.: «Los derechosumanosntre
l
Estado
a
sociedad»,
n
SURIANO,
.
dir.):
ictadurademocracia
1976-2001),
uenos
ires,
ditorialuda-
mericana,005.
80
Ayer
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Gabriela elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a ciudadanta
dores
precarios,
ino
que,
cada vez
mas,
o hizo de una creciente
masa
de
desocupados,
se
fueron omandodesde el Estado
algunas
medidas
focalizadas
para
asistirlos. o
obstante,
a
desocupacion
no
condujo
a la
inercia;
muy
l
contrario,
asada
la mitadde la
decada,
os exclui-
dos del mercado de
trabajo
comenzaron
ensayar
nuevas formas e
movilizacionmediante as cuales
politizaron
a
exclusion
y
redimen-
sionaron u situacionde
ciudadania subordinada.
En
este
apartado
nos
concentraremosn los
procesos
de moviliza-
cion social que disparoel neoliberalismo. omo es sabido, a accion
colectiva o se
corresponde,
na vez
mas,
on
ningun
esarrollo
ineal,
sino
que
consiste n un
trabajo
de reelaboracion e la
experiencia
e
un
contexto
ue, por
cierto,
ncluye
n su
conformaciona interven-
tion de otros ctores
ue
establecen elaciones e fuerza
y
estructuran
ciertos onsensos.Por ello es
preciso
comenzardiciendo
que
si bien
las cifras on
por
si mismas
ndicativas el desmoronamientoocial
que
produjo
el neoliberalismo n el
pais,
tambien esulta
ndispensa-
ble
comprender
l modo en
que
ciertos
rocesos
de orden
mas neta-
mente
oliticos
ontribuyeronmenguar
as
resistencias
e
los traba-
jadores y los sectorespopulares, transformandosemas tarde sus
impulsores
n blancos
de
disputa
de los actores
mergentes.
A
lo
largo
de la decada de los
noventa,
a
desocupaciony
a
pobre-
za crecieron
xponencialmente7.
l
desempleo, ue
era del 6
por
100
en
1990,
alcanzo el
18,8
por
100 en
1995
y
lego
a ser del
21,5
por
100
en
2002,
cuando los
hogares
bajo
la linea de la
pobreza superaban
l
40
por
100.
En
el Gran Buenos
Aires,
trora l cordon ndustrialmas
importante
el
pais,
a
ocupacion
en la industria escendio del
26,8
por
100 en
1991
al
18,4
por
100 en 2000
y
a
proportion
de
pobres
alcanzo el
49
por
100 de la
poblacion
en
2002,
con
un
porcentaje
de
indigentes el22 por100. Ahorabien,dos ordenesde transformacio-
nes
contribuyeron,aralelamente,
una
alteration e los
patrones
e
accion
de
los sectores aboralesen la vida social. Uno de ellos remite
al
repliegue
el Estado
regulador
del
bienestar,
omo
espacio
tradi-
cional de
revindicationde la accion
sindical,
vinculado a la obten-
cion
de
mejoras
economicas
y
a actualizationde derechos.
Conjun-
tamente on la
disciplina
social
impuesta por
los altos niveles de
7
Retomamos
qui lgunas
ineas e una
nvestigation
nterior.ease
elama-
TA,
.: Losbarriosesbordados.as
organizations
e
desocupados
elGran uenos
Aires,uenos ires,udeba-LibroselRojas,004.
82
Ayer
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Gabriela elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a ciudadanta
desocupacion
y
empleo
precario,
icha alteration istemica ontribu-
yo
a la «desindicalizacion»
de
la action colectiva.
Pero,
por
otra
par-
te,
estrategias oliticas especificas apuntaron
a la «descolectiviza-
cion» de los
sectores
populares.
Nos referimos l
apoyo
de la
dirigencia
indical
l
programa
e flexibilizacionaboral del
gobierno
y
al
viraje
del
peronismo
obernante
acia los
sectores
mas afectados
por
el
plan
de reformasomo base
de
su sustentamiento
olitico-elec-
toral.Veamos esto.
En una suertede contrahistoriaespectoa lo que habia sido el
peronismo
e
la
decada
de los
cuarenta,
ue
consolido
as estructuras
sindicales sociadas a la defensa
y ampliation
de los derechos ndivi-
duales
y
colectivos
el
trabajo,
a CGT
bajo
el menemismo e
plego
a
su
politica
iberalizadorade las relaciones
aborales,
negociando
la
subordination
de la militancia cambio de beneficios conomicos
para
sus
gremios por ejemplo,
ctivos n
empresasprivatizadas
n el
sectorde la Prevision
ocial,
riesgos
del
trabajo
y
a
salud).
Converti-
dos al mundo
empresarial, lgunos
indicatos
undaron,
o
obstante,
«agrupaciones
erritoriales»
negociaron
lianzas con
agrupaciones
ya formadas on el propositode revalidar us credenciales ociales
bajo
la nueva estructura
olitica
del
partido
peronista.
Tal
y
como
senalo
Levitsky
,
a novedad
mayor ue
caracterizo l
peronismo
n
terminos
rganizativos
urante os anos noventafue
a
expansion
de
redes
especificamente
erritoriales,
n detrimento e
cualquier
otro
vinculo
organizativo
on la base
social. Su acceso al
poder
e
permitio
contar con fondos estatales
para
financiarlas
generalizar,
si,
una
logica
relacional ntre l
partido
y
os
empobrecidos
ectores
opula-
res,
basada en el intercambio
e
recursos
por
votos
y apoyos.
En
el
Gran Buenos
Aires,
as redes
peronistas
analizaron
oliticas
ociales
asistenciales urante l primerustropero,a mediados de la decada,
los
municipios
y
os mediadores
politicos
los
denominados
punte-
ros»)
solo
podian proveer
e escasos
paliativos
a
supervivencia
e los
sectoresmas
afectados
or
el
desempleoy
el hambre.
Bajo
este
cuadro,
y aunque
los
gremios
ficialistas e
ocupaban
de
neutralizaros
conflictos,
a
gestation
de
espacios
sindicales
lternati-
ves no tardo en
producirse,
inculada a la activationde
los
emplea-
dos del Estado contra os resultados e la
politica
de rationalization
8
LEVITSKY,
.:
Transforming
abor-based
arties
nLatin merica.
rgentine
ero-
nismn omparativeerspective,ueva ork,ambridgeniversityress,003.
Ayerl?>/2Q§9
1):
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Gabriela elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a ciudadania
y
desconcentracion e
la administration os bienes
publicos
en las
provincias.
as nuevas
experiencias
gremiales
uvieron demas
dos
importantes
aracteristicas:ran nnovadoras
n o referentel mode-
lo sindical
y
fueron
ncluyendo,
medida
que
crecia a movilizacion
social del sector
nformal,
los
desocupados
dentrode sus estructu-
ras de
representation.
n
1992
se creo la Central de
Trabajadores
Argentinos
CTA),
bajo
el
impulso
de
dirigentes gremios
statales
disidentes el menemismo. oncebida como
organization
utonoma
de
partidosy
del
Estado,
la CTA se
propuso
tanto democratizar
a
action sindicalhacia adentro omo desarrollar na actividad e
movi-
lizacion
permanente
n el
espacio publico que
apuntaba
a
nacionali-
zar las
exigencias,
demandando a restitution universalizacion e
derechos.
En
1998
se creo en su seno la Federation de
Tierra
y
Vivienda
FTV),
una de las entidadesmas
representativas
el «sec-
tor»
de los
desocupados.
Por otra
parte,
n
1994
se formo a Corrien-
te Clasista
y
Combativa
CCC),
una
organization
uya
orientation
gremial
ebe
de la
experiencia
el sindicalismo e base desarrollada
en los anos setenta
y que,
a
partir
e su
presencia
n comisiones
de
baseysindicatosmunicipales, ambien xpandio a plataforma epre-
sentativa
acia os
desocupados
en
1998
9.
Como se indica en la secuencia
anterior,
ras
un
primer
iclo de
protestas rotagonizadas or
trabajadores
el
Estado,
fue in duda la
movilizacion e los
desocupados
la
que
paso
a
acaparar
el
centro
de
la conflictividadocial contra l «modelo» en los anos noventa.Des-
de los territoriosesidenciales e los sectores
opulares
descolectivi-
zados
irrumpieron,
n
1996,
os
primeros
ortesde carreteras
espal-
dados
por
nucleamientosbarriales
que
reclamaban al Estado en
funcion e una identidad
nueva,
a de
«piqueteros».
El
nombre
poli-
tizaba a situationde desempleo que los estigmatizaba,sociando su
actitud e revindication en el
piquete
o corte
con llamamientos
a la
dignidady
con el desafioal orden
mperante.
n
otros
casos,
a
autoidentificationon la condition de
trabajador
secas
remitia l
9
Dentro e a CGT tambiene
conformo
na
rganization
isidente:l Movi-
mientoe
Trabajadores
rgentinos
MTA),
onducido
or
l
representante
e
os
camioneros
ugoMoyano,ue
defendial
antiguo
odelo
indicalesestructurado
por
asnuevas
eglas
conomicas.
unque
l
MTA
esarrollarfa
lgunas
cciones
on-
juntas
on a
CTA,
us aminosesultaroninalmente
ivergentes.
n
2000,
Moyano
logro
ncolumnar
alinear)
n a CGT
bajo
u
direction,
iendo
astaldfa e
hoy
u
secretarioeneral.
84
Ayfr
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Gabriela elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a ciudadanta
valorde la
integracion or
el
trabajo
y
a su
reivindicacion
or
encima
de
otras
onsignas.
En
realidad,
omo afirmaron
vampa y Pereyra
0,
l
movimiento
piquetero
s
resultado e
la
confluencia e dos
procesos
de moviliza-
cion. Su
origen
e remonta las
puebladas
con cortesde carreteras n
1996
y
1997
en
ciudades del interior el
pais, protagonizadas or gru-
pos
multisectorialesn el marcode la
desintegracion
omunitaria
ue
supuso
a
privatizacion
e Yacimientos
etroliferos
iscales,
de
cuyas
plantasdependia a organization el trabajo, l comercioyel bienes-
tar
ocial de la
poblacion
ocal.
El
segundo
afluente
emite l
proceso
de desindustrializacionn as
periferias
e las
grandes
iudades
y
a las
estrategias
e lucha de los sectores
populares cuyas
condiciones
de
vida se habian do deteriorando
aulatinamente
esde los
anos
seten-
ta.
Aqui
estan
comprendidas
as
organizaciones
arriales onsolida-
das,
como la FTV en el distrito e la
Matanza,
que
confluiramas tar-
de
en la
CTA,
y organizaciones
nuevas
que,
a
partir
de
pequenos
nucleos
militantes,
omenzaron intervenirn los barrios mediados
de los
anos noventa
dando
prioridad
la
auto-ayuda
ocial.
Ahorabien,en la medida en que los distintos ruposy organiza-
ciones se fueron
onfederando,
stos alcanzaron
proyeccion
acional
y
avanzaron n un marco comun de action
publica
hacia el final e la
decada. Esta dinamicafue
posible gracias
l
repliegue
de la
demanda
inicial
del «movimiento» fuentes e
trabajo
,
ante a oferta e
pla-
nes
temporarios
e
empleo
con la cual los
gobiernos
hicieron
rente
la
reivindicacion a la conflictividadocial ascendente.Estos
«pla-
nes» consistian n la
entrega
e
una suma
fija
ndividual enovable
cambio de la realizationde tareasen los barrios
y
fueron
riginaria-
mente
mplementados or
los
municipios.
Dado
que
los
gobiernos
locales canalizaban l reparto e los subsidiosde modo discrecional
buscaban
comprometer oliticamente
sus
beneficiarios,
a lucha de
los
desocupados por
os
planes
se
libraba,
simismo,
ontra as estruc-
turas
politicas
de domination erritorial.
partir
el ano
2000,
cuan-
do en su intento
or
eliminar ntermediarios
l
gobierno
de la Alian-
za
(entre
a UCR
y
el centro
zquierda que
ostentabael
FREPASO,
1999-2001)
dispuso que
la solicitudde los
planes
debia hacerse tra-
ves de
organizaciones
o
gubernamentales,
as
organizaciones
e de-
10
SVAMPA,
.,
y
PEREYRA,
.:Entrea ruta
l barrio.a
experiencia
e
as
rga-
nizacionesiqueteras,uenos ires,iblos,003.
73/2009
1):
73-102 85
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Gabriela
elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e
a
ciudadanta
socupados
se convirtieronn
sujetos egitimados ara
demandarlos
directamente,
omenzaron
negociar grandes cupos
a travesde la
movilizacion n las calles
y
dieron,
de
este
modo,
un salto
tanto
rga-
nizativo
sumaron
sus
trabajos
comunitarios n
los barriosel de-
sarrollode
pequeiios
proyectos roductivos)
omo
cuantitativo
se
crearonnuevas
organizaciones
se
expandieron
ocialmente
as
pre-
existentes).
inalmente,
l
gobierno
de
Eduardo
Duhalde,
catapulta-
do a
gobernar
a crisis ras
l estallido ocial de
2001,
extendio
a can-
tidad de
planes
a los dos
millones de beneficiarios
y
devolvio su
implementacion
l ambito
municipal
comienzosde 2002.
Desde
la
perception
de los
beneficiarios,
l hecho de «recibir
la-
nes» era vistocomo
algo
doblemente
negativo,
ado
que
combinaba
la
degradation
del
trabajo
y
una relacion on
la
politicaque
simboli-
zaba el controlde los
pobres.
Sin
embargo,
n la medida en
que
su
obtencion
paso
a ser
objeto
de la movilizacion olectiva
utonoma,
«arrancar
lanes»
al
gobierno
e transformon
un desafio la
logica
asistencial a la
cooptacion,
la vez
que
en
punto
de
partidapara
la
auto-organizacion
ocial hacia adentro de las vertientes
iqueteras.
En suma,a pesarde que las organizaciones esarrollaronna fuerte
dependencia
del
Estado,
esta relacion
pudo
ser redefinida
tender,
asi,
al
«empoderamiento»
e las
organizaciones,
n
el
marco de su
denunciamas
amplia
sobre os resultados
el neoliberalismo
.
Este es
precisamente
l territorio
onde las
organizaciones
ique-
terasdesarrollaron
strategias
nnovadoras.
unto
l
«piquete»,
como
metodologia
e revindication
ue
reemplazaba
la
huelga
del
mode-
lo
fabril,
as
organizaciones
structuraronu
existencia n los barrios
mediante l
trabajo
olidario
para proveer
olectivamente la subsis-
tencia
y
desarrollar
lgunas
ctividades
roductivas.
n
segundo ugar,
11
A
modo e
jemplo,
nmilitanteeuna
rganization
e
desocupados
eAve-
llaneda
Gran
uenos
ires)
osdecfao
siguiente
n 2002: Cuando
mpiezan
teneresultadosos
piquetes
os ortese
carreteras,
l
enemigo
el
sistema,
omo
para
pagar
l
fuego,
etiraos
planes.
ero
muy
apidamente
l
pueblo
oma
so
como na
herramienta,
econstruction
or
n
ado,
despues
ara
olversalir
a
calle. es un irculo
icioso,
ue
l
sistema,
omo sta
lanteado,
ohacambiado
desde
995
esta
arte,
l
contrario,
e
profundizo,
a ser
na onstante
ermanen-
te,
a haber
iempre
esocupados,
an tener
ueponer lanes,
alvo
uequieran
cortaros
planes
e es
prendauego
l
pais, ero
entroe a
ogica,
sa
respuesta
que
llos
mplementaron,
o unico
ue
hace s
que
a
gente
a revaloricea transfor-
me nunaherramientae ucha». ease
ELAMATA,
.: Losbarrios
esbordados...,
op. it., .21.
86
Ay
7*73/2009
1):
73-102
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16/31
Gabriela elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a ciudadanta
todas ellas
adoptaron,
en sus
implantaciones
barriales,
dinamicas
asamblearias omo metodo
colectivode toma de decisiones.
Aun con
importantes
ariantes,
esde las articulaciones orizontales
aquellas
basadas en
la
representation
delegation
de
poderes,
en el extremo
opuesto,
as asambleas
e
erigieron
n
espacios
de
discusion
y
de
poli-
tizacionde las cuestiones
eivindicativas,
partir
e las instancias
ar-
tidarias militantes
ue
interactuaban
n las
organizaciones.
Finalmente,
a
heterogeneidaddeologico-organizativa
s otro
de
los rasgos comunes
al arco
piquetero. Sinteticamente, odemos
hablarde tres
grupos:
quellas organizaciones
ucleadas en lo
que
se
llamo,
por
su
lugar
de
mas extendido
rraigo,
l
«eje
matancero» 2: a
CCC
y
a
FTV,
fundamentalmente
eivindicativas,
asivas
y
vincula-
das
a
las
nuevas centrales
indicales;
os
grupos
«autonomos»,
entre
ellos los nucleamientos
e ideas
guevaristas
distintas ariantes el
autonomismo
olitico;y
as
organizaciones
ormadas esde los
parti-
dos de la
izquierda
marxista.
os
grupos
confluyeron
urante
001
en dos
grandes
Asambleas
Nacionales,
pero
la
conformation
e un
unico
movimiento
iquetero
no fue
posible
a la luz de las
estrategias
de construction os nucleos deologicosdispares.
Una
de
las
diferencias
mayores
n el interior el arco
piquetero
giro
n
torno la
propuesta
de la FTV-CTA de creation
de un
seguro
universal
de
desempleo y
formation
ara desocupados,
lanzada
en
septiembre
de 2001 desde
una
plataforma
multisectorial
lamada
FrenteNational contra
a Pobreza
(FRENAPO).
Esta
propuesta
rti-
culaba una demanda
vinculada a un sector
los
desocupados)
como
revindication
universal
e ciudadania
y suponia
su entrelazamiento
con el
Estado,
hacia la
generation
nstitutional e
un derecho. Sien-
do
la
propuesta
uno de
los detonantes e la
negativa or parte
de las
organizaciones utonomasy de izquierda a confluir n un espacio
«reformista»
omun,
sta
diferencia
ontribuyo
la conformation
el
Bloque Piquetero,
donde
quedaron
comprendidas
odas las
izquier-
das
y,
omo
contrapartida,
ontribuyo
ambien
un distanciamiento
mayor
e la
FTV-CTA
que,
en diciembre
e
2001,
llevo su
propuesta
a las calles
bajo
la formade una
consulta social
abierta,
bteniendo
como
resultado n
grado mportante
e adhesion
a la iniciativa ntre
la
poblacion.
12
Se refiere
las
organizaciones
urgidas
n l
municipio
e
La
Matanza,
lmas
pobladoelGran uenos ires.
73/2009
1):
73-102
87
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Gabriela
elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a ciudadanta
La
activa
participation
e la
FTV
en a consulta
popular
e encon-
traria n
los hechos
posteriores
las movilizaciones
destituyentes»
que
se
produjeron
olo
unos dias mas
tarde,
l 19
y
el 20 de diciem-
bre.
La FTV
tampoco
tendria
ntervention,
on
posterioridad,
n la
formation e las
«asambleas barriales»
a las
que
nos
referiremos
mas
adelante .
Respecto
de
estas
experiencias,
a
consulta
popular
propuesta
desde
la CTA
y
la FTV
empalmaba
con
otro orden
de
acciones
politicas
-
las
que
encauzan los
ejercicios
de democracia
directa n el sistema
olitica
nstitucional
ypropoma,portanto,
n
desenlace
particular
la crisis
de
representation oliticay
estatal.
Antes de
repasar
os sucesos de diciembrede
2001
y
el ciclo de
nuevas
movilizaciones bierto ras
quellas
ornadas,
s
preciso
recor-
dar
que
el
gobierno
del
presidente
e la
Rua,
que
habia asumido a
finalesde
1999
como
option
politica
el
menemismo,
e encontraba
por
entonces umido
n una
profunda
ecesion
conomica,
ue
se tra-
ducia en ndices
ociales
larmantes,
roducto
de
la continuidad e las
politicas
neoliberales. a
capacidad
de
respuesta
el Estado era
nula,
excepto
en
los
ajustes
en el
sector
publico y
el intento e
respetar
rajatabla os compromisos erivadosde los prestamosnternacionales
contraidos.
l
descontento staba
muy
xtendido
y
el cortede calles e
habia
erigido,
modularmente,
n un medio
de
expresion
e la
protes-
ta
desde los
mas variados ectores
ociales.
En
2001,
el
vicepresidente
Carlos
«Chacho» Alvarez
habia dimitidode
su
cargo
denunciando
hechos
de
corruption
n el
gobierno,
puntando
si
a unas
practicas
que
la
Alianza habia
prometido
desterrar e las
instituciones,
omo
diferencia
specifica
e esa fuerza
especto
el
menemismo.
Los dias
19
y
20 de
diciembre e 2001 un
«estallido ocial»
puso
voz en
las calles a la crisis
ocial
y
politicaque
atravesaba l
pais.
Dias
antes, l gobiernohabia impuestoun«corralito» ue limitaba l reti-
ro de
dinero en
efectivo
la
disponibilidad
de
depositos
bancarios.
En
el
termino e unas
pocas jornadas
e
produjo
una seriede hechos:
saqueos
a comercios n
casi todo el
pais,
declaration de estado de
sitio,
movilizaciones
cacerolazos en
Buenos
Aires,
violenta
repre-
sion
de
manifestanteson
40
muertos;
enuncia
y
huida del
presiden-
te
De la Rua
y
sucesion
de cinco
presidentes
n diez dias.
Finalmente,
la
llegada
de
Eduardo Duhalde al
gobierno,
omo
presidente
nterino
hasta
que
se
convocaran as
siguientes
lecciones,
procuro
recompo-
ner cierto
rden
mediante
a
expansion
de la
politica
asistencial
y
a
desmovilizacionocial.
88
ytyfr
3/2009(1):
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Gabriela
elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a ciudadania
En
el frente
iquetero,
a
politica
del nuevo
presidente
ontribu-
yo
a
agudizar
as diferencias ntre
a FTV
y
a
CCC,
que
entablaron
una relacion mas
pragmatica
on el
gobierno,negociando
directa-
mente
upos
del recientementereado
Plan
JefesyJefas
e
Hogar y
disminuyendo
u
presencia
en las
calles,
y
las
organizaciones
de
izquierda,que
en sus distintas
ariantes
asaron
a confluir n
el Blo-
que Piquetero
Nacional
y
encabezaron a
oposicion
a
las
politicas
del
gobiernoy
a
su
apuestapor
a
fragmentationrganizativa
a desmo-
vilizacionsocial. No obstante,
meses
despues
de la ascension
de
Duhalde,
un hecho
delictivo,
l asesinatode dos
jovenespiqueteros
manos de las fuerzas e
seguridad,
marco os limites e la
politica
ofi-
cial,
mpacto
fuertemente
n la sociedad
y provoco grandes
moviliza-
cionesde condena. La conocida
como «masacrede Avellaneda»
3
ter-
mino
por
debilitar al
propio gobierno,
llevandole a
convocar
elecciones
generales nticipadas.
La
apuesta
del
presidente
uhalde
por
a
recuperation
e
la auto-
ridad
publica
desde el Estado
no
solo
se veria
mpanada por
a
repre-
sion
policial aquel
26 de
junio.
En
otro
registro,
002 fue un ano de
profundasnnovaciones n terminos e constitution e la autoridad
publica,emergentes
e la
experimentacion
ocial. Durante ese
perio-
do,
algunas
ocalidades
del
pais,
con
epicentro
n Buenos
Aires,
fue-
ron sede de la creacion
de un
espacio publico
novedoso donde
se
ensayaban
ormas eliberativas
participativas
e
recomposicion
el
lazo
politico.
En
efecto,
ras as
ornadas destituyentes»
e diciembre e
2001,
cuya consigna aglutinante
abia sido el
«que
se
vayan
todos»,
alu-
diendo asi a la
ruptura
el
vinculo
representativo
on las formas
ns-
titucionalizadas e la
politica,
una
propuesta
«instituyente»
e
fue
urdiendodesde el seno de las «asambleas», que se conformaron n
distintos arriosde la mano del
papel protagonista
easumido
or
as
clases
medias,
hora movilizadas rente la crisis
oliticay
social. Las
asambleasen las
calles,
plazas y
ocales
tomaron a
palabra,
debatien-
do los
problemas
los
que
se enfrentaba l
pais
y
el modo
de solucio-
narlos,
n una suertede
reapropiacion
e
lo
publico y
su destino
por
la ciudadania hasta entonces
enajenada
en
su
capacidad
de incidir
en el curso de las
cosas. Un
conjunto
de foros iudadanos
por
donde
13
Nombre
el
municipio
ecino la ciudad e Buenos
ires onde e
produje-
ron oshechos.
Ayerl?>/20§9
1):
73-102
89
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Gabriela elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e
a ciudadanta
circulaba
a
participation oliticay
a
deliberation olectiva
ambio a
relation
de la
politica
on la
sociedad,
creandonuevos
azos
y
formas
de
intervention asta estructurarn
paisaje publico
nedito
n 2002.
Si en el interior e
estos colectivos
onvivian os
almas,
como lo
ejemplifica
Maristella
Svampa
utilizando as
imagenes
simmelianas
del
«puente» y
a
«puerta»,
esto
es,
por
una
parte,
as
posiciones que
desde
la
separation respecto
de lo institucional
roponian
volver
unirse
profundizando
a
democracia
participativay
buscando la
recuperation
de
espacios
en el
Estado
y, por
otra
parte, aquellas
posicionesque,
manteniendose distanciadel sistema
olitico,
len-
taban la
expansion
de la
democracia
directa,
s evidente
que
en el
cruce de ambas tendencias
resurgia
una demanda de definition
colectivade lo
publico
14
frente la
personalizationy
centralization
del
poder,
a la vez
que reaparecia
una revindication de autonomia
-
cuyo
alcance estuvo
ujeto
a distintas
radaciones
n las
experien-
cias
concretas frente las modalidades heteronomas e decision
politica
15.
n
suma,
a
participation
mplia
en la
configuration
e
lo
publico y
la
autonomia decisoria alimentaban entidos comunes a
aquellas posiciones.
De hecho,a finalesde 2002 el
conjunto
sambleario
presentaba
gravesproblemaspara
transformarsen una formula
olitica capaz
de insertarse omo
una variable
de
estructuracion
n la vida
politica
del
pais.
En
algunos
casos,
las asambleas no habian
podido
veneer
resistencias
artidarias
nternas
y,
en
otros,
a radicalizacionde la
autonomiahabia conllevado a conformation el
complemento
e
nucleos
endogenos.
En
algunas
asambleas se virohacia modalidades
culturales e intervention
,
en muchos
casos,
se intensificaronas
estrategias
e articulation on los sectoresmas
vulnerables
romo-
viendo
campanas
olidarias realizando areasde
ayuday
contention
social. Asi, la fragmentationrganizativa politica superponiaa la
inminenciade las elecciones
generales
de
2003
en una suerte de
impasse
obre o
politicoque pronto
e abandonaria n el corto
plazo
mediante l
ejercicio
del
voto.
14
Vease
CHILLAGI,
.: «Devenirecino-militante.as asambleas
arrialese
Buenos
ires»,
n
DELAMATA,
.
comp.):
iudadantaerritorio.asrelaciones
oli-
ticas e asnuevas
dentidades
ociales,
uenos
ires,
spacio
ditorial,
005.
15
Svampa,
.:La sociedad
xcluyente.
a
Argentina
ajo
l
igno
elneoliberalis-
mo, uenos ires,aurus,005, p. 68-269.
90
Ayer
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20/31
Gabriela
elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e
a
ciudadanta
El
gobierno
de Nestor Kirchner: ntre a
integracion
excluyente
os
nuevos conflictos erritoriales
2003-2007)
Las eleccionesde abrilde
2003
dieron l triunfo una de las frac-
cionesdel
peronismo
rente la candidatura
e Carlos Menen. La vic-
toriade Nestor
Kirchner,
xpresada
en
los
escasos votosobtenidos n
primera
vuelta
(22,4
por
100),
constataba
a
fragmentation
e ese
partido
la vez
que
confirmaba na brecha en la
legitimidad
e ori-
gen
del
nuevo
gobierno.
Ya durante l
primer
no,
una seriede medi-
das
y gestos
politicos
del
presidente puntaron
l
establecimiento e
un nuevo
espacio
ideologicoy
a
ampliacion
de
las
bases de sustenta-
cion
politica
del
gobierno.
La destitution e las
cupulas
militares;
a
consideration
e la condena a la violation
de los derechoshumanos
durante a
dictadura omo
«politica
de
Estado»;
la renovationde la
Suprema
Corte de
Justicia, or
entonces a «corte adicta» al mene-
mismo;
y
la
retorica ntineoliberal el
presidente, puntando
a los
actores «del
pasado» (empresas,
bancos,
propietarios),
fueron as
medidas y los gestos que delimitaron n nuevo horizontepara la
action
politica
nstitucional
partir
e la lectura
specifica
e la crisis
que
enunciaban.
No
obstante,
a
ruptura
on el
pasado
«neoliberal»
no
incorporo
a
participacion olitica
utonoma,
demanda
emergen-
te del ciclo de
movilizacion.
n
diciembre e
2003,
el Poder
Ejecuti-
vo Nacional
dictoun decreto on el
objetivo
de «fortalecera relation
entre l
Estado
y
a Sociedad Civil».
Mediante el mismo e creaba la
audiencia
publica,
mecanismo de control de
los actos
publicos y
ampliacion
de la
participacion
e la
sociedad en los
procesos
deciso-
riosde la
administration.in
embargo,
n os
articulos
egulatorios
e
restabacaracter inculante toda propuestaelevada desde la socie-
dad
civil,
sujetandola
a la autoridad de las
dependencias
estatales
encargadas
de la decision
decreto
del
PEN
num.
1172/03).
En
otro
orden
de
cosas,
entre os
logros
mas sobresalientes el
periodo
de
gobierno
de
NestorKirchner e
encuentran l crecimien-
to
economico
y
a
recuperation
el
empleo.
Los
datos muestran
ue
la
desocupacion
abierta e
redujo
del
20,4
por
100 de la
poblacion
economicamente ctiva
PEA)
en el
primer
rimestre e
2003
al
8,5
por
100 en el
segundo
trimestre e
2007,
acompanando
a esta evolu-
cion una
disminucionmas
modesta del
trabajo
no
registrado, ue
paso del49,7por 100 de los asalariados n el tercer rimestree 2003
Ayer
3/2009
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Gabriela
elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a ciudadanta
al
41,6
por
100 en el
primer
rimestre
e
2007,
segun
el Instituto
Nacional de Estadisticas
y
Censos
(INDEC).
Esta
recuperation
el
mercadode
trabajo
e vio a su vez
cualificada
or
un alza
generaliza-
da de
los
salarios,
unque
reflejando
a
misma
egmentation
ntre
ra-
bajadores
formales
una
gran
masa de
trabajadores
nformales on-
solidada.
Ello
menguo
l
impacto
de los aumentos alariales
obre el
nivel
de
pobreza que,
aunque cayo
del
54
al
30
por
100 entre
003
y
2006
(INDEC),
en su
composition
daba cuenta
de una
gran
propor-
tion de
ocupados
en condiciones
precarias
de
trabajo unto
a
la
pre-
sencia de un
nucleo de
desocupados.
Finalmente,
a
expansion
del
ingreso
o
logro
revertir
os valores nteriores
la crisis
e
2001-2002
en
terminos
e
participation
e los
asalariados n el
PBI
(que
fuedel
42,1
por
100
en 2001
y
del
41,3
por
100 en
2006),
mientras
ue
la
redistribution e la
riqueza
operada
en el
conjunto
de la sociedad
paso
a beneficiar
sectoresmedios
16.
Varios factores
xplican
os
logrosy
deficits n materia
de inclu-
sion aboral e
integration
ocial en el cuatrienio.
n
primer ugar,
l
desplazamiento
e
la
luchas
alrededor
del
trabajo
que,
desde 2004-
2005,viraron e las organizaciones e desocupados a los sindicatos,
de la lucha contra
l
desempleo
a la
lucha
por
mejor
alario
y
condi-
ciones de
trabajo.
En
segundo ugar,
a orientation
el
gobierno,
ue
entendiodesde el inicio
que
la
problematica
ocial se iria
atemperan-
do a travesde la
expansion
del
empleo
y
sus
beneficios
y
consintio,
por
un
lado,
el conflictoaboral al
tiempoque
busco
la
desactivacion
del movimiento
iquetero.
En
tercer
ugar,
l modo altamente
ife-
rencial
n
que
intervino l
Estado con relation las demandas
de tra-
bajadores
y
sindicatos
y
con
respecto
a las reivindicaciones
e las
organizaciones
e
desocupados, puesto que
si la restitution e
dere-
chos fue a respuesta statalhacia los trabajadores ormales,a conti-
nuidad de la
politica
asistencial
ocalizada fue a
option
del
Estado
para
os
desocupados.
Finalmente,
l
tipo
de
demandas
mejores
ala-
rios,
ondiciones e
trabajo,
lanes
de
asistencia)
ue ingresaron
n a
agenda
del Estado
dependio
de los actores
que
las
esgrimieron
de
las caracteristicas el conflicto
de las
exigencias
planteadas.
Asi,
mientras
ue
la
CGT,
la
central
ue
reune
65
de las
70
grandes
on-
16
Tenewicki,
.: Brillos
penumbras
e a
gestion
conomica
de
a
distribu-
tion el
ngreso
urantel
gobierno
eNestor
irchner»,
ienciasociales.evista
e
laFacultadeCienciasociales,9 2007), BA.
92
73/2009
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22/31
Gabriela elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e
a ciudadanta
federaciones
uniones del
pais,
comando el
proceso
de
apertura
de
las
negociaciones
de salarios
7
,
en el
campo
de las
organizaciones
e
desocupados
se
produjo
la
divisionde los
movimientos ras a
inte-
gration
de una
parte
de
ellos al
gobiernoy,
in
embargo,
a demanda
de continuidad
e
los
planes
fue sostenida
por
todas as
organizacio-
nes,
por
aquellas que
se
integraron
avalaron
a continuidad
de la
politica
social
y por
aquellas
otras
que
se
movilizaron n
las calles
y
situaron
u
exigencia
general
n la
universalizacion
e los
planes
de
asistenciayel aumentode su monto.
Veamos
con mas detalle
mbas
tendencias:
or
una
parte,
l resur-
gimiento
el conflicto
indical
y,
por
otra,
a
integration
el
reflujo
del movimiento
iquetero.
A
partir
e
2003
y
con un claro
pico
en
2005
que supero
as
pro-
testas
de
cualquier
otro
grupo,
as luchas
sindicales
no
dejaron
de
aumentar
n
Argentina,
ransformandose
n la nueva constante
e
la
exigencia
conomica.
Este
avance
provino
entralmente
e los secto-
res
privados
fortalecidos
urante l
proceso
de liberalization
n
los
anos
noventa,
ue
contaban
su vez con
altastasas
de sindicalizacion
y portabantradicionesde negotiationcolectivaymilitancia 8. in
embargo,
as
nuevas uchas
aborales
fueron anto analizadas
por
os
sindicatos
eronistas,
uertes
n
aquellos
sectores
y
en la
negotiation
colectiva,
omo
disputadaspor
las nuevas
formas e
militancia,
es-
tadas en la resistencia
l
neoliberalismo
e los anos
noventa
y
cristali-
zadas en torno
las
representaciones
indicales
de base.
Estas comi-
siones nternas
cuerpos
de
delegados protagonizaron
lgunas
de las
luchas mas
mentadasdurante
l
gobierno
Kirchner
telefonicos,
eu-
maticos,
petroleros,
ubterraneos
tambien statales
y
docentes),
e
caracterizaron
or
llevar as
reivindicaciones
mas alia de
la
negotia-
tion salarial
ganancias,
ontratacion), su actuation e tradujo n la
formation
e corrientes
clasistas»,
de caracter
mas
gremial
omo
el
17
Recordemos
ue,
pesar
e u
companamiento
a
politica
eflexibilizacion
laboraln a decada
e os
noventa,
os
gremios
abfan
ogradoreservar
u
poder
corporativo,
untualmente,
a
nstitutione a
negotiation
olectiva,
uya
structura
es centralizada
ndetrimento
e os
indicatose base
y
ascomisiones
nternas.
l
nuevoecretario
eneral
e
a
CGT,
or
tra
arte,
abfa
ido
positor
l
indicalismo
«menemista».
18
ETCHEMENDY,
.,
y
COLLIER,
.:
Golpeadosero
e
pie:
esurgimiento
indi-
cal
y
Neocorporativismo
egmentado
n
Argentina
2003
2007
»,
version
imeon
espanol;ublicadon ngles:oliticsnd ocietyseptiembre007), p.12-13.
Ayer
3/2009
1):
73-102
93
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8/20/2019 delamata movilizacion colectiva
23/31
Gabriela elamata
Movilizacion
olectiva
transformaciones
e a
ciudadania
Movimiento
Intersindical Clasista
y
otras
ligadas
a
partidos
de
izquierda
.
ANRed 16 de diciembre e
2007).
Propiciadaspor
a voluntad
ubernamental
e escuchar
y,
la
vez,
orientaras reivindicaciones el
sector,
n
sesgo que
no se
mostro
an
afecto las nuevas
representaciones
indicales,
as funciones e arbi-
traje
statal
omenzaron encauzar l conflicto
remial
esde su cima
en
2005:
apertura
e
paritarias
n
2006,
que
conllevo
a celebracion
y
homologation
de
930
convenios
y
acuerdos colectivos
durante se
ano,contra os 200 convenios nualespromediohomologadosduran-
te los anos noventa
9;
ondas de
negociaciones
olectivas n 2006
y
2007,
precedidas
de un encuentro ntre l
gobiernoy
el
representan-
te
del
gremio
de camioneros
y
ider de la CGT
Hugo Moyano,
obre
la
pauta
de aumento
alarial,
ue
fuedel
19
por
100
para
2006
y
de
16
por
100
para
2007,
porcentajes
moderados
respecto
las metas nfla-
cionarias
0;
y
convocatoria,
no
tras
ano,
del
Consejo
del Salario
Minimo inactivo esde
principios
e
1990
que produjo,
l finali-
zar
2007,
una subida en el mismo los
980
pesos,
contra os 200
pesos
mantenidos ntre
1993
y
2001.
Ahorabien, a int