Crónicas Novohispanas
Número 1, año 1, ejemplar coleccionable y consultable Diciembre 2012
R e v i s t a d e C u l t u r a C o l o n i a l
Número 1, año 1, ejemplar coleccionable y consultable Página 1
EDITORIAL
Al iniciar este proyecto esperaba que fuera solo un trabajo más, pero aprendí
bastante sobre la cultura y arte novohispano a lo largo de la investigación y reali-
zación de esta revista.
Editar y trabajar en esta revista ha sido una experiencia bastante grata e inolvida-
ble, de la que estoy segura podremos sacar provecho en el futuro, ya sea por la
información, el trabajo en equipo o incluso por la experiencia de editar una re-
vista, entre muchas otras cosas.
En esta edición hablaremos sobre científicos, pintores y escritores principalmen-
te y me parece que es un tema bastante importante e interesante que tratar por-
que nos ayuda a entender la forma de pensar de esa época. También llegaremos
a observar cómo se influenció el arte novohispano por otros países y sobre todo
por las mismas culturas que habitaban en el México Antiguo, además de cómo el
arte novohispano sigue influenciando las expresiones artísticas del México mo-
derno.
De parte de todo el equipo, esperamos que la revista sea una experiencia grata y
les ayude a entender un poco mejor la época novohispana, como nos ayudó a
nosotros.
Gracias a los colaboradores de esta edición: Rebeca Criales Vera, Fernando Gu-
tiérrez Guinea y Hernán Cortés.
Gracias por leer Crónicas Novohispanas.
Mireille Reyes Barbosa
Número 1, año 1, ejemplar coleccionable y consultable Página 3
D IRECTORIO
DENTRO DE ESTA EDICIÓN
Vida y Obra: Sor Juana Inés de la Cruz. Por Fernando Gutiérrez Guinea.
4
Entrevista con Miguel Cabrera, el mayor exponent del arte
barroco en la Nueva España. Por Fernando Gutiérrez Guinea.
5
Reportaje: Barroco, un arte muy expresivo. Por Mireille Reyes Barbosa.
7
Ciencia en la Nueva España: Leopoldo Río de la Loza. Por Rebeca Criales Vera.
10
Crónica de la Nueva España Por Hernán Cortés
12
Presidente del Consejo: Richard Yrizar.
Dirección General: Nora Hernández.
Dirección Secundaria: Olga Mondragón
Dirección editorial: Ana Luz Valentina Espinosa de los Monteros de Icaza.
Edición: Mireille Reyes
Diseño editorial: HD|Habla Digital
Colaboradores:
Fernando Gutiérrez Guinea, Rebeca Criales Vera,
MIreille Reyes Barbosa, Hernán Cortés
SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ, VIDA Y OBRA . POR FERNANDO GUTIÉRREZ GUINEA
Crónicas Novohispanas Página 4
Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana,
más conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, fue una reli-
giosa y escritora novohispana del barroco en el siglo de oro
que cultivó la lirica, el auto sacramental y el teatro así co-
mo la prosa y la importancia de su obra. Nacida el 12 de
Noviembre de 1651, recibió los sobrenombres de: “El
Fénix de América”, “La Décima Musa” o “La Décima Mu-
sa Mexicana”.
A muy temprana edad aprendió a leer y a escribir. Pertene-
ció a la corte de Antonio de Toledo y Salazar, marqués de
Mancera y XXV virrey novohispano. En 1667 ingreso a la
vida religiosa a fin de dedicarse por completo a la literatura.
Sus más importantes tutores fueron el marqués de la lagu-
na, XXVIII virrey de la Nueva España y su esposa Luisa
Manrique de Lara, quienes publicaron sus obras en España
peninsular.
Ella murió a cau-
sa de una epide-
mia el 17 de abril
de 1695. Sor Jua-
na Inés de la Cruz
ocupó junto a
Juan Ruiz de
Alarcón y a Car-
los de Sigüenza y
Góngora, un des-
tacado lugar en la
literatura no-
vohispana en el
campo de la lirica. Su trabajo se adscribe a los lineamien-
tos del barroco español en su etapa tardía. La producción
lirica de Sor Juana, que supone la mitad de su obra es un
crisol donde se puede ver la cultura de una nueva España
en apogeo.
Aquí una pequeña muestra del enorme talento de Sor Jua-
na Inés de la Cruz.
“A Una Rosa”
Rosa divina, que en gentil cultura
Eres con tu fragante sutileza
Magisterio purpureo en la belleza
Enseñanza nevada en la hermosura
Amago de la humanidad arquitectura
Ejemplo de la vana gentileza
En cuyo ser unió naturaleza
La cuna alegre y triste sepultura
¡cuan altiva en tu pompa, presumida
Soberbia, el riesgo de morir desdeñas
Y luego desmayada y encogida
De tu caduco ser das mustias señas
Con lo que con docta muerte y necia vida.
Viviendo engañas y muriendo enseñas.
Fuentes: wiki-
pedia y milpoe-
mas, de Sor
Juna Inés de la
Cruz.
Retrato de Sor Juana Inés de la
Cruz de Miguel Cabrera.
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Imagen de la virgin de Guada-
lupe con las cuatro apariciones,
obra de
Miguel Cabrera
ENTREVISTA CON M IGUEL CABRERA
EXPONENETE DEL ARTE BARROCO EN LA NUEVA ESPAÑA POR FERNANDO GUTIÉRREZ GUINEA
“Fundé la primera academia de
pintura de México”
Miguel Cabrera es un gran pintor y escritor novohispano y se tomo el tiempo
para hablarnos de su vida y obra. Nació en Tlalixtac, Oaxaca, en 1695 y es admirado por
su realismo y forma de retratar. Comenzamos con la entrevista preguntándole un poco
sobre su técnica de pintura.
MC: Yo fui el mayor exponente del arte barroco en la Nueva España y esta técni-
ca y estilo permitió que nosotros los artistas novohispanos experimentáramos en
la creación de formas expresivas, contrastantes y realistas.
¿Qué tema tienen sus pinturas?
MC: Bueno, principalmente pinto cosas religiosas como santos conventos e igle-
sias, mas he hecho algunos retratos de la sociedad novohispana y las diferentes
castas que encontramos en la civilización.
¿Has escrito algún libro?
MC: Si, escribí “Maravilla americana y conjunto de raras maravillas observa-
das con la dirección de las reglas del arte de la pintura” que fue publicado en
1756.
¿Podría contarnos un poco sobre qué trata?
MC: Está enfocado en el arte mariano, ósea arte relacionado con la iglesia, y
principalmente, en mi caso, con la Virgen de Guadalupe.
Hablando del arte mariano, ¿Has tenido la oportunidad
de pintar en alguna capilla?
MC: Claro que si, hice las pinturas para las capi-
llas de la Catedral de la Ciudad de México entre
ellas la sacristía y entre sus muros se encuentra
“La Mujer del Apocalipsis”.
Ok continuemos ¿usted fundó una escuela?
Si funde la primera academia de pintura
de México y la fundé para mostrar mis conoci-
mientos y extenderlos hacia futuras generacio-
nes.
¿Cuáles son sus obras más famosas?
MC: Bueno son los siguientes: El Retrato de
sor Juana Inés de la Cruz, El Vía Crucis de
la Catedral de Puebla, Los cuatro lienzos ovala-
M IGUEL CABRERA
Crónicas Novohispanas Página 6
dos del crucero de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y Virgen del Apocalipsis de la Pinacoteca
Virreinal de México.
¿Usted piensa que los españoles peninsulares aprecian su arte?
MC: Pues al principio no, pues cualquier cosa que viniera de la Nueva España parecía inferior para ellos, pero
espero que con el tiempo lo vayan apreciando.
Con el tiempo las pinturas de Miguel
Cabrera han tomado importancia y
como él esperaba, los españoles han
logrado apreciarlas. En la actualidad
algunos de estos españoles peninsula-
res han subastado varias de sus pintu-
ras en hasta 150 mil euros.
Hoy en día podemos disfrutar de sus
obras en museos como:
El Museo del virreinato en Tepotzo-
tlan
El Museo de El Carmen en San Ángel
(Distrito Federal)
El Museo de Santa Mónica en Puebla.
Espero que con el
tiempo mi arte sea
apreciado por todos los
españoles: Miguel
Cabrera.
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BARROCO POR M IREILLE REYES BARBOSA
Cuando pienso en Nueva España, lo primero que viene a mi mente es la imagen de las iglesias de la época colo-
nial y por consiguiente la arquitectura Barroca, por lo que decidí basar mi reportaje en ella e investigar un poco más de
donde venía, pero primero que nada debemos saber qué es barroco.
El arte barroco es un estilo arquitectónico que se caracteriza por la abundancia de adornos en los que predomina la línea
curva y también se aplica a las obras de pintura y escultura donde son excesivos el movimiento de las figuras y en el arte
literario s toda obra en la que predominan la pompa y el ornato.
El estilo barroco floreció en Europa alrededor del 1600 y duró hasta 1720, y cuyas últimas manifestacio-
nes se sitúan hacia 1760. En los países católicos de la Europa central, el barroco alcanzó un gran dina-
mismo y se caracterizó por la exuberancia decorativa y de ahí llegó a la América Española, volviéndose
la principal corriente artística del Nuevo Continente (1).
Al llegar el siglo XVIII el estilo barroco estaba en decadencia, excepto en América hispánica, donde per-
duró con singular vitalidad.
Barroco es utilizado
para describir obras
con elementos
intrincados y
llamativos, sin dejar
espacios en blanco.
BARROCO
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El término barroco es utilizado en general para describir
obras con elementos intrincados y llamativos, sin dejar es-
pacios en blanco.
Cuando finalmente parecía que en la Nueva España se
abandonaban los ejemplos inspirados en la antigüedad gre-
colatina, que había importado la corriente renacentista y de
cierta manera se buscó dar expresión plástica a los anhelos
libertarios de los criollos, a través de ella. Fue por eso que
la arquitectura barroca europea fue modelo de la novohis-
pana a lo largo del siglo XVII.
En un principio el barroco en la arquitectura tuvo en Méxi-
co condiciones de la más moderna vanguardia, por eso no
se adoptó inmediatamente en las obras que ya habían empe-
zado a construirse como en el caso de las catedrales: las de
México, Puebla, Oaxaca, Pátzcuaro y San Cristóbal de las
Casas y Guadalajara, fueron un ejemplo de esto aunque,
por supuesto, cuando estuvieron terminadas se le agrega-
ron detalles del estilo que estaba en boga.
En este sentido, algunos historiadores consideran que, por
ejemplo, con las portadas de las naves laterales y la porta-
da principal son el principio del barroco salomónico en
México.
En la Nueva España el movimiento barroco alcanzó cada
rincón de la cultura, comenzando por la arquitectura y
ornamenta de las iglesias coloniales. Un ejemplo de ello
es el actual Museo Nacional del Virreinato ubicado en
Tepotzotlán, que era originalmente el Colegio Noviciado
de San Francisco Javier y fue construido por los miem-
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bros de la Compañía de Jesús entre los siglos XVII y
XVIII.
El edificio del ex-Colegio Noviciado de San Francisco
Javier fue construido a lo largo de casi dos siglos (1580-
1767) y en varias etapas. Por ejemplo, la austera portada
lateral del templo corresponde al siglo XVII y contrasta
con la adornada fachada barroca principal que fue ela-
borada un siglo después.
El conjunto está hábilmente resuelto en tres niveles. Tie-
ne una red de circulación de corredores internos y cerra-
dos que están conectados entre sí y que unen las depen-
dencias de los diferentes patios aprovechando la topo-
grafía del lugar. Los atrios y la huerta rodean el edificio.
Es reconocido principalmente por su esplendor ornamen-
tal, típico del estilo barroco, que fue posible gracias al
auge económico que alcanzaron los colegios con la ad-
ministración de sus haciendas. El templo de San Francis-
co Javier fue revestido con diez retablos dorados de
acuerdo con los cánones artísticos de la época. En 1760
se inició la construcción de la actual fachada terminándo-
se, junto con la torre campanario, dos años más tarde. De
este periodo data también el trazo y barda del atrio de los
olivos.
Esta escuela es solo una de las tantas estructuras, princi-
palmente iglesias, que fueron construidas durante la épo-
ca Novohispana siguiendo el estilo de diseño barroco,
que como ya mencioné se basa en lo intrincado de sus
diseños para no dejar espacios en blanco y mostrar prin-
cipalmente que no se escatimaban recursos al construir y
decorar.
Pero el estilo barroco no solo se encuentra en las iglesias
y estructuras arquitectónicas, incluso lo podemos encon-
trar en recetas de cocina de la época de la Colonia.
Hace poco tuve la oportunidad de probar una bebida cu-
yo nombre especifico no recuerdo, pero es catalogada
como una bebida barroca de la era novohispana. Y podr-
íamos preguntarnos ¿Cómo es que a una bebida se le
puede catalogar como barroca? Pues al conocer los in-
gredientes, todo toma sentido.
Esta agua está preparada con varios elementos, entre ellos:
Piña, tamarindo, canela y clavo (2); logrando una mezcla
de sabores bastante interesante y que al probarla no se me
viene otra palabra a la mente para describirla más que
“Barroca”, ya que tiene un sabor único, intrincado y muy
especial que se puede comparar fácilmente con la fachada
del Museo Nacional del Virreinato por su originalidad,
mezcla de componentes y sofisticación, claro todo sin per-
der las raíces.
Ese es otro elemento muy importante en el estilo barroco
específico de la Nueva España, ya que por la herencia indí-
gena incluye elementos de estos pueblos por muy sutiles
que sean.
Opinión El estilo barroco fue muy importante y el más destacado
del periodo de la Colonia de la Nueva España ya que marca
toda la época y muestra la influencia europea que había en
nuestro país.
En México podemos encontrar todo tipo de arte que se pue-
da clasificar como barroco, desde libros y pinturas hasta
platillos tradicionales y muestras arquitectónicas.
Además, el barroco de la Nueva España tiene la caracterís-
tica de estar influenciado por técnicas, ingredientes o inclu-
sive palabras de raíz indígena que le dan un toque especial
e inigualable.
Por eso el México de ahora es tan rico culturalmente en
todos los sentidos, ya que une las raíces indígenas que
siempre han sido muy elaboradas con el arte barroco que
venía de Europa. Esta unión de dos expresiones artísticas
tan elaboradas y meticulosas logró explotar lo mejor de
ambas y dar como resultado una máxima expresión artística
que solo se puede encontrar en México.
La comida, el arte, la forma de ser de un mexicano están
todas influenciadas por Europa y la herencia indígena lo
que da una mezcla especial a la que solo se le puede definir
como una cultura y sociedad en general BARROCA.
1. Diccionario Enciclopédico Quillet, Tomo II pg. 46-47
2. Escuela Superior de Gastronomía Mexicana
C IENTIFICOS EN LA EPOCA COLONIAL POR REBECA CRIALES VERA
Crónicas Novohispanas Página 10
En este articulo expondré como fueron los avances
científicos en la época de la colonia, hablare de Leopoldo
Río de la Loza que fue el primer novohispano en aislar com-
pletamente varios elementos. Después me centrare en la vida
de Fausto Delhuyar, que fue el que descubrió el tungsteno o
también conocido por su nombre en alemán wolframio. Lue-
go enseñare a Andrés Manuel del Río el maestro de Leopol-
do Río de la Loza, y descubridor del elemento vanadio.
En la colonia, la ciencia no estaba tan avanzada como ahora,
pero aun así se hicieron grandes descubrimientos e inventos
que hasta el día de hoy nos son útiles como el descubrimien-
to de los antes mencionados elementos que incluso hoy son
muy importantes para los químicos actuales.
LEOPOLDO RÍO DE LA LOZA
Nacido en 1807
Leopoldo Río de
la Loza, es recor-
dado por sus
grandes contribu-
ciones al campo
de la química y
por su papel rele-
vante durante la
epidemia del
cólera en 1933, y
por ser el primer
mexicano en ob-
tener oxígeno, y
otros elementos
con origen natu-
ral en un labora-
torio. Realizó sus
estudios en el
Colegio de San
Ildefonso, des-
pués se metió en la escuela de cirugía, donde estudió botáni-
ca.
En 1835 trabajo como inspector de farmacias. Durante la
invasión estadounidense creo una compañía para proteger a
la ciudad al que se unieron, profesores y estudiantes de la
escuela de medicina, fue alumno de Andrés Manuel del Río
pero esto no evito que se uniera a varios combates. Uno de
sus mas importantes logros fue aislar varias sustancias natu-
rales como el oxígeno, anhídrido carbónico (dióxido de car-
bono) y el nitrógeno, esto le dio la Medalla de Primera.
Murió el año de 1819 en la Ciudad de México, sus res-
tos fueron sepultados de manera discreta en el panteón
de Dolores.
Fue un gran científico, a pesar de que tuvo un accidente
que marco su vida, su padre, tenia pequeña industria
de productos químicos en la Casa de Moneda, y mien-
tras el trabajaba con material corrosivo hubo un incen-
dio y después una explosión que llevo la vida de su pa-
dre y a Leopoldo de la Loza, le causo daños en las vías
respiratorias. Escribió un libro que se llama
“Introducción al estudio de la Química – la Química
orgánica” que habla de la clasificación de los cuerpos
simples (substancia que está constituida por átomos que
tienen el mismo número de protones nucleares, cual-
quiera que sea el número de neutrones.) a pesar de
haber logrado todo esto, nunca fue reconocido mundial-
mente.
En mi opinión Leopoldo de la Loza ha sido muy impor-
tante para el desarrollo de las ciencias en nuestro país,
ayudo a la innovación de los campos, tales como la far-
macéutica, la medicina y la química.
FAUSTO DELHUYAR
Nació en
L o g r o ñ o
( E s p a ñ a )
el 11 de
octubre de
1755, estu-
dió medi-
cina, ci-
rugía, quí-
mica, ma-
temáticas,
física e
h i s t o r i a
junto a su
hermano,
fue maes-
tro en una
la univer-
sidad de
V e r g a r a
descubrió
Número 1, año 1, ejemplar coleccionable y consultable Página 11
también junto a su hermano el wolframio que es una
especia de metal-piedra muy pesado y resiste que si se
combina con el acero se hace un material muy bueno
para el fuselaje (la estructura principal de un avión ac-
tualmente) en 1786 lo nombraron Director General de
Minería en México.
Vivió aquí en México durante 33 años, en los cuales ayu-
do a la creación del colegio de minería, la construcción
del palacio de minería, regreso a España poco antes de
que comience la Indepencia de México, publico varios
libros donde habla de la acuñación de las monedas, mi-
neralogía, agricultura y química. Se caso con Juana Ra-
ab, hija de un consejero del emperador de Austria con
quien tuvo una hija llamada Luisa.
Se lo conoce principalmente por la colaboración junto a
su hermano en el descubrimiento del Wolframio y su
nuevo modo de amalgamación de plata.
Para mi, Fausto Delhuyar ha tenido una gran aportación
a la química por que descubrió un elemento que hasta del
hoy es muy útil para los científicos actuales.
ANDRÉS MANUEL DEL RÍO
Nació en Madrid en 1765 estudió en el instituto de San
Isidro de Madrid y en la Universidad de Alcalà de Hena-
res, se especializo en la física experimental, después se
metió a la Escuela de Minería de Almadén vivió cuatro
años en Paris donde estudio, química, medicina e historia
natural rechazo varias ofertas que le hicieron para que
vaya a dirigir las explotación mineras en Inglaterra y acepto
la propuesta de venir a dar Catedra en el Colegio de Miner-
ía de México, que en ese tiempo dirigía Fausto Delhuyar.
Andrés Manuel del Río descubrió un nuevo metal al que
llamo pancomo, y después cambió el nombre a eritonio,
pero este elemento actualmente se le conoce como vanadio,
nombre que le dio Gabriel Sefström al redescubrirlo en
1830, el error fue que Del Río mando la segunda muestra
con Humbolt que debían ser mandadas al Instituto de Fran-
cia y la segunda muestra se perdió en un naufragio, enton-
ces el científico que revisó la primera muestra la analizo
erróneamente cayendo en la conclusión de que era cromo,
como Del Rio no conocía el cromo hasta ese día siempre
creyó que había cometido un error, y cuando se entero de
que Sefström lo “descubrió” reclamo a Humboldt, pero este
mando otra muestra del mineral anterior y resultaba que si
se trataba del mismo metal.
Publicó varios volúmenes de su libro “Elementos de oric-
tognosia”, acabó sus tomos después de diez años. En 1841
publicó un manual de geología y murió en México el año
de 1849.
En mi opinión personal estos científicos han aportado cada
uno cosas sumamente importantes para la ciencia moderna
a pesar de no estar tan avanza-
do han logrado marcar el estu-
dio de las ciencias hasta mas
de doscientos años después, en
mi punto de vista puedo decir
como amante y aficionada de
las ciencias que sin su existen-
cia la ciencia no seria igual, si
Andrés Manuel del Río o Fausto Delhuyar se hubieran dado
por vencidos en sus investigaciones de descubrimiento de
nuevos elementos quizás, hasta el día de hoy, en nuestras
tablas aun faltarían el Tungsteno y el Vanadio, por que aho-
ra se enfocan en investigar otro tipo de cosas, tal ves mas
complicadas que encontrar un elementos, como buscar cu-
ras para enfermedades que hasta la fecha se desconoce por
que pasan, o ese tipo de investigaciones.
Asi que puedo decir que para mi la existencia de estos tres
grandes científicos ha sido muy importante para la historia
de la ciencia, tal vez no sean reconocidos mundialmente
pero ya entraron en parte de mi conocimiento y al conoci-
miento del actual lector, que estoy segura disfrutara leyen-
do este articulo como yo disfrute el hacerlo.
Los cientificos de la Nueva
España han aportado grandes
conocimientos el mundo
entero.
Crónicas Novohispanas Página 12
EL NUEVO MUNDO POR HERNÁN CORTÉS
Hemos llegado al nuevo mundo, no a La Hispaniola, pero más al norte, no tan al norte como Américo Vespu-
cio, pero más al sur. Mirando nuestros alrededores, veo un mar con agua cristalina, enormes montañas y bosques que
esperan nuestra conquista. Al ver estas tierras no puedo evitar pensar en cómo al Señor le agradara de la manera en la
cual traeremos su palabra a estos pobres salvajes que tanto la necesitan.
-Señor Cortés- me dice al acercarse uno de mis hombres, -¿Le complacería si enviáramos a algunos hombres en busca
del oro?-Obviamente el chico esta cegado por la riqueza, como yo lo estaba al comenzar este viaje. Claro que mi opinión
ha llegado a cambiar durante el viaje. Me río.
-No he venido para cosas tan pequeñas- le respondo –Sino para servir a Dios y al Rey.- Con esto el marinero se queda
callado, y se va a hacer no se qué cosas, tal vez a terminar de atar algunos nudos.
De cualquier forma, pienso para mis adentros, sería bueno mandar a algunos hombres adelante a ver que encuentran, solo
para estar seguros. Llamo a un chico de quince a traer a un grupo de diez voluntarios, y les explico lo que quiero que
hagan.
Acordamos que irán a tierra en el bote de remos por la mañana, y que en la tarde volverán con el reporte de lo que han
visto. Concluimos el día con una cerveza en celebración por haber finalmente llegado, y por éxitos próximos a estos.
Luego nos fuimos a dormir, ya estoy impaciente por poder recorrer esta nueva tierra, y mirarla por dentro con mis pro-
pios ojos.
Análisis de la Crónica
Por: Mireille Reyes Barbosa
Al leer este texto de Hernán Cortés me sorprendió mucho, ya que siempre no lo pintan como un hombre avaricioso y en
esta crónica se muestra todo lo contrario. Se muestra a un hombre interesado en conocer las tierras extranjeras y que ad-
mira la belleza del lugar al que acaba de llegar, un hombre ansioso por conocer y por aprender.
No sé si lo que muestra este texto sea cierto, ya que Hernán Cortés podría estar simplemente simulándolo en caso de que
el Rey o alguna autoridad lo leyera y pretender que tenía un interés solo intelectual, pero también podría ser que
Cortés fuera realmente un hombre que se interesaba por la cultura y a nosotros no se nos haya enseñado de esa
manera ya que se le muestra como un conquistador, y sería el “malo de la historia”.
Si el caso fuera como el segundo no sería la primera vez que pasa, un ejemplo de ello es la forma en que se nos habla de
Porfirio Díaz, resaltando su lado malo y olvidando todos los beneficios que le dio a México.
Además, Hernán Cortés no estaba solo, como lo dice en su escrito
tiene varios marineros bajo su mando y también ellos tienen inter-
eses. El hombre que habla con él le propone buscar oro y al prin-
cipio el rechaza la idea, pero después cambia de parecer y decide
que no es una mala opción. Esto muestra que a pesar de que se
nos enseña que Hernán Cortés era un hombre codicioso, su inten-
ción original no era el oro sino que su gente lo fue convenciendo
de buscarlo.
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