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CONTROL SOCIAL JURÍDICO
1.DEFINICIONEl control social es entendido como el conjunto de los mecanismos,
acciones reactivas y sanciones que una colectividad elabora y utiliza ya sea
con el fin de prevenir la desviación, de un sujeto individual o colectivo
respecto de una norma de comportamiento, o ya sea para eliminar una
desviación que ha ocurrido logrando que el sujeto vuelva a comportarse de
conformidad con la norma, o en fin, para impedir que la desviación se repita
o se extienda a los demás.
El control social abarca todos los fenómenos y procesos que contribuyen a
regular y organizar el comportamiento humano, estableciendo relaciones
entre varios sujetos, en consideración a metas colectivas, sobre todo la
realización del orden social, de este modo caen dentro de la definición de
control social: la moral, la religión, el derecho, las costumbres, la educación,
las representaciones colectivas, los valores, los ideales, los modelos de
cultura, la opinión pública, las formas de sugestión y de convicción, y otros,
es decir casi todos los elementos de la cultura y de la interacción social.
El control social es también todos los medios y los modos a través de los
cuales las personas y grupos se influyen unos a otros, existiendo tres
variantes:
1.1. La influencia directa de un grupo sobre sus miembros, o de un
individuo a otro.
1.2. La influencia que los grupos de poder o de clase pueden ejercer
sobre una colectividad o población mediante la manipulación de una
situación dada.
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1.3. La influencia que las instituciones, principalmente las leyes tienen
sobre los miembros de la sociedad (Gerth v Wright, 1953).
El control social existe y varía en estrecha relación del poder político, la
autoridad, la influencia y las instituciones.
Los mecanismos de control social consisten en prevenir las ocasiones de
que ocurra un comportamiento desviado, como el robo, o en obrar de modo
que no se obtenga la recompensa que se espera de tal o cual
comportamiento. Si los mecanismos preventivos fallan y la desviación se
presenta, ésta puede ser controlada, y de hecho lo es en innumerables
casos, por acciones reactivas más o menos inmediatas que van de las
miradas de reprobación a la represión, la sátira, el epíteto insultante, hasta
el uso de la fuerza física.
Las sanciones son las acciones previstas para golpear a propósito, con
intensidad formalmente dosificada, los intereses o bienes del individuo que
incurre en la desviación, o a él mismo, con el propósito de disuadirlo o
sentar un precedente para que otros no repitan la violación de la norma, o
bien para obtener una forma de compensación por el daño causado por la
desviación. Cada proceso puede presentarse bajo innumerables formas de
acuerdo con la cultura y con la situación, así como el tipo de motivación
desviadora que se pretende controlar, y con variados grados de
formalización.
Todos los procesos y las formas de control social se consideran en relación
con la norma o sistema de normas que deberían hacer respetar, sin olvidar
que entre acciones y sanciones previstas de un modo más o menos formal
y las efectivamente se aplican en el caso apropiado, se dan a menudo
diferencias notables. En general, tanto la codificación como la intensidad
del control social son tanto más elevadas cuanto más grave se considera la
violación de la norma, es decir cuando la violación es definida socialmente
como crimen.
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Los procesos y las formas de control social son casi universales; en casi
todas las sociedades encontramos la represión, el chisme, la sátira, el
ostracismo o confinamiento, el encarcelamiento y otros. Varían sin
embargo, a veces de modo radical, los comportamientos a los cuales se
aplica una forma particular de control social en relación con la definición
local del comportamiento desviado; lo que acarrea, desprecio, aislamiento
social informal en una sociedad, puede ser sancionado con penas
gravísimas en otra.
Es necesario también distinguir entre los individuos que son objeto de
control social y los individuos que se benefician de él o sujetos de control y
sus agentes.
El control social puede ser ejercido por determinados agentes en provecho
de una sola parte, en función de normas impuestas arbitrariamente.
El control social no es ejercido solamente por la mayoría de una
colectividad, o en su nombre, en agravio de las minorías desviadas. Existen
también formas de control social ejercidas por los desviados sobre las
víctimas de sus actos, reales o potenciales. Entre tales formas está la
brutalidad sistemática y aparentemente gratuita de las bandas de ladrones
en perjuicio de los robados.
Para explicar la existencia del control social es condición suficiente que
existan normas o sistemas de normas ya sea que constituyan o no un
papel. En tanto que norma, aunque sea del todo informal, sirve para regular
un comportamiento, ella interfiere con intereses, preferencias por la
emotividad, por situaciones fortuitas, o por cálculos deliberados, y por lo
mismo favorece el desarrollo de motivaciones para las desviaciones, a las
cuales se oponen, primero o después, procesos y formas de control social.
El control social no sería un fenómeno social tan universalmente difundido,
si no fuese tan eficaz en prevenir desviaciones e imponer un cierto grado de
conformidad con normas y sistemas de normas, si bien su eficacia en tal
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sentido presenta grandes variaciones conforme a las áreas culturales
situaciones sociales y épocas históricas. Las formas de control social a las
que un individuo está expuesto en el curso de la socialización primaria,
sobre todo dentro del grupo familiar, influyen de varios modos en la
estructuración de su personalidad, aunque las normas que el control social
trata de reforzar tengan mayor influencia en tal sentido. A nivel social
variaciones patentes en los procesos y en las formas de control social, una
exacerbación de ciertas sanciones con un claro índice de situaciones de
crisis, incipientes o crónicas. El control social puede convertirse en factor de
Tensiones sociales por dos razones opuesta: en cuanto se opone, al
defender determinadas normas, a cambios necesarios de manera global, o
demandados por sólidas fuerzas sociales, o bien cuando tiende a imponer
cambios que se consideran socialmente necesarios, o a los cuales se
oponen fuerzas considerables.
Procesos y formas de control social se encuentran no solamente en todas
las sociedades, sino también en diversos niveles de cada una de ellas: en
los grupos de todo tipo, en las asociaciones, en los partidos y en los
sindicatos, en las negociaciones, en las bandas juveniles y en las bandas u
organizaciones criminales.
2. FORMAS DE CONTROL SOCIALDefinido el control social como una forma o sistema de poder a través del
cual, un grupo, estado, sociedad o individuo impone sobre el otro ciertos
modos de conducta en cierta dirección y definidos por las normas, es
importante ahora distinguir entre las forma, los tipos y los medios de control
social.
Siguiendo a Gurvitch, señala que las formas de control que existen en la
sociedad se dan a través de la magia, la religión, la moral, el derecho, el
arte, el conocimiento y la educación. El control social es de dos tipos
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preventivo y represivo. Las formas preventivas se vinculan con la difusión y
el aprendizaje o socialización entre los miembros de la sociedad, de las
normas de conducta que califican positiva o negativamente el hacer o omitir
de cada uno, según los fines que se deseen alcanzar, las formas represivas
se remiten a las sanciones que se aplicarán a aquellos individuos que
hayan realizado acciones sociales negativas, con independencia de la
voluntad del sancionado.
2.1. Formas preventivas
En el orden de lo preventivo se encuentran:
A. La educación, aprendizaje y socialización de normas.
B. La solución pacífica de conflictos.
La educación, el aprendizaje y la socialización de las normas
sociales constituyen la base fundamental del orden social. Para
llevar adelante este proceso la sociedad a previsto los medios,
que son las instituciones, las cuales difunden el conocimiento de
lo que debe ser o es bueno y lo que no debe ser y es malo, sin
ello no es posible imaginar la funcionalidad de los grupos
humanos, y aún menos grupos o sociedades más complejas.
El grupo familiar se constituye en la primera de una serie de
instituciones, que varia con el lugar, el tiempo y el nivel de
desarrollo y complejidad de cada cultura, donde se imparte el
conocimiento de las normas básicas que facilitan la convivencia,
señalando facultades, deberes, destacando jerarquías, lo que se
sabe y lo que se cree y distribuyendo el trabajo social. En el seno
familiar el niño recibe su primera lección de cómo debe ser, que
es lo licito de lo ilícito, va desarrollando una peculiar visión del
mundo, que responde a modelos consagrados y que se van
incorporando paulatinamente en él. La iglesia cumple también un
rol fundamental en este proceso de aprendizaje, señalando a
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través de sus dogmas, creencias y rituales modos de
comportamiento, la escuela y otras instituciones socializan al
individuo en las pautas de comportamiento esperados por su
sociedad.
En ese mundo de respuestas prefabricadas nacemos, nos
criamos y convivimos, los modelos consagrados por la sociedad,
se incorporan paulatinamente al individuo, a través del
aprendizaje, del ejemplo y también del castigo, formando parte de
su personalidad. Ese universo de ideas que moldea la
personalidad y hasta la conciencia del individuo, no parece
impuestos porque están integrados en cada una de las
respuestas a las diversas relaciones sociales que enfrentamos.
De ahí el hecho de asumir conductas poco abiertas o
comprensibles a modos de comportamientos culturalmente
disímiles a los nuestros.
Otra forma de control social preventiva está dada por la
intervención formal o informal de órganos que actúan como
árbitros o jueces de una relación conflictiva, hoy los sistemas o
métodos alternos de resolución de conflictos, son cada vez más
extendidos en la sociedad, para evitar llegar a formas represivas
y extremas. La misión del juez no consiste en llevar a los límites
ridículos la función de la sanción ni se reduce a la esfera penal, ni
todo pleito civil culmina en una indemnización, buena parte de la
actividad de los jueces consiste en señalar, frente a una situación
conflictiva, quien ha ajustado su conducta a lo que las normas
califican de lícito y el equivocado o quien pierde el juicio no
siempre está en la posibilidad de acatar el fallo. En este aspecto,
la actividad del órgano judicial es doble: en un plano inmediato,
soluciona un caso individual en una situación precisa y existencial
en un espacio y tiempo; y en un plano mediato, esa decisión se
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transforma en un ejemplo o modelo de interpretación de las
normas generales recibidas a través de la formación, educación y
aprendizaje.
2.2. Formas represivas
Las formas represivas de control social se encuentran en los códigos
y leyes penales de cada sociedad, pero no se reducen únicamente al
aspecto represivo del ámbito judicial Se pueden distinguir y clasificar
en 4 tipologías:
A. Con relación al ordenamiento jurídico:
Lícitas – las que cumple un juez, autoridad o padre
respecto a su hijo.
Ilícitas – las que cumple un miembro de las
organizaciones o redes criminales.
B. Con relación al órgano:
Determinado – un juez.
Indeterminado – el integrante de una multitud.
C. Con relación a las normas:
Formales – la del Estado, la iglesia, una sociedad
anónima, e instituciones formales.
Informales – las de los grupos cuasi estructurales:
clase social, grupos de poder, organización de vecinos
o comunidad.
D. Con relación a la materialización de una conducta socialmente
negativa:
De prevención – cuando se detiene y/o recluye a un
individuo calificado de peligroso.
De represión – cuando se castiga por la comisión de
un delito.
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En las formas represivas de control social con relación al órgano o
medio, se dan dos situaciones: la primera referente a la
determinación o indeterminación de aquel; y la segunda vinculada a
la licitud o ilicitud de la persona que actúa como órgano. La acción
del órgano determinado puede ser lícita como la del juez o ilícita
como la del miembro de una organización criminal, pero respecto al
órgano indeterminado, si bien su cometido puede ser lícito o ilícito, el
área de lo lícito es bastante estrecha, como es el caso de los vecinos
que asumen la sanción de un delincuente por sus propias manos.
Con relación a las normas, divididas en formales e informales, es
importante distinguirlas, partiendo de una clasificación de los
agrupamientos sociales. Las formales corresponden a los grupos
estructurales que se caracteriza por su grado de organización
centralizada, que poseen fines medios, técnicas, valores, criterios
particulares de dirimir conflictos y aplicar sanciones, como son el
Estado, la familia, la iglesia, las empresas económicas y educativas.
Las informales hacen referencia a los grupos cuasi estructurales, que
se caracterizan por su escasa organización, la imprecisión de sus
fronteras y la presencia de valores comunes que se traducen en
relaciones de conductas de raíz emocional como es el caso de la
nación (* definir concepto…..p.p.), la comunidad y otros.
Con relación a la materialización de la conducta socialmente
negativa, se habla de prevención y represión, en un sentido distinto
que a los que se utilizó para distinguir las formas de control social,
debido a que el significado no se vincula con la educación y
adoctrinamiento de un miembro de la sociedad, sino al hecho de
substraerlo de manera gradual o por la fuerza del medio en que
actúa, reduciéndolo a un ámbito distinto de convivencia, como en los
casos de reclusión de un insano en una casa de salud por haber sido
declarado como tal en un juicio. En de la represión cuando un
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individuo es condenado por la comisión de un delito para castigar su
conducta, por no ser socialmente aceptada.
Los medios a través de los cuales se ejercen las formas y tipos de
control social son en muchos casos institucionalizados como el
Estado, la iglesia, la familia, la escuela y los no institucionalizados
como el rumor, el chisme, el ostracismo, la sátira, las sanciones y
actos punitivos
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CONCLUSIONESComo ya se pudo apreciar en lo anteriormente escrito, el control social tiene
diversos tipos y formas de presentarse. Sin embargo debemos tener en
cuenta que siempre estará allí. Otro tipo de control social es la cultura que
se representan en valores y principio que son transmitidos por la familia.
La educación es en manera comprobada el principal supresor de la
voluntad irracional humana.
BIBLIOGRAFIA FELIPE FUCITO – SOCIOLOGIA DEL DERECHO; EDITORIAL
UNIVERSO 1999 – BUENOS AIRES ARGENTINA
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