LAURA ESCAÑUELA MARTÍNEZ
3º MAGISTERIO INFANTIL
BASES PEDAGÓGICAS
CLAVES PARA UNA EDUCACIÓN INCLUSIVA EXITOSA
Una mirada desde la experiencia práctica
El artículo de la revista educación inclusiva ha sabido plasmar todo lo
que se ha llevado a cabo para empezar a hablar de educación inclusiva.
Dicho artículo fue expuesto en el 1er número de la revista, por lo que es
algo más extenso que los posteriores. Esta revista tan solo lleva
funcionando tres años, por eso no existen muchos números aunque
puede ser útil dentro del aula, y además se puede conseguir
gratuitamente a través de internet.
Me ha interesado mucho ya que plasma las diferentes partes y recursos
que son necesarios para llegar a la educación inclusión, así como
presentar a las partes opositoras (la gran mayoría) y las
“revolucionarias” (que buscan un cambio en la educación para los
alumnos con necesidades especiales). Además al finalizar cada apartado
ponía una reflexión de grades pensadores.
A continuación expondré las ideas claves del texto, así como la reflexión
de cada una de estas ideas.
Todas las demostraciones del aprendizaje tienen valor: no hay
que menospreciar cualquier señal de aprendizaje, ya que el
aprendizaje conlleva un desarrollo de esquemas, al igual que un
proceso. El aprendizaje tiene valor en sí mismo.
La educación para los alumnos que experimentan
discapacidades están sufriendo un cambio revolucionario: por
fin estamos avanzando en el tema de los alumnos con
discapacidad, este avance es muy lento pero al menos hemos
pasado de las atrocidades que se hacían en la antigua Grecia
hasta la inclusión, que todavía no hemos conseguido pero que
está en proceso. Hemos pasado por diferentes tratos que se han
dado a los discapacitados; aislamiento ( se eliminaba a las
personas con discapacidad, o se aislaban, era la época llamada
“la muerte a los discapacitados"); segregación (en los años 70 se
empezó a hablar de que los niños discapacitados pueden ser
educables, aunque no podían estar en centro ordinarios sino en
centro específicos y aulas específicas, el pensamiento era que los
alumnos discapacitados retrasan a los demás alumnos”);
integración ( es el momento cumbre, se redacta en Londres el
informa Warnoll y se empiezan a hablar de necesidades
educativas especiales- individualización, socialización,
normalización, están en el mismo centro pero en distinta aula);
inclusión(hacia lo que vamos, una inclusión social, los alumnos
permanecen en el mismo centro y en el mismo centro).
La inclusión y la participación son esenciales para la dignidad
humana: todas las personas del mundo debe estar en contacto
con al menos una institución que les permita ser activos de algo,
por eso es tan importante que las personas con discapacidad
estén incluidas en la sociedad, esto conlleva que sean tratados
en igualdad de condiciones; lo cual no significan que se haga
algo especial con este tipo de personas, sino que se está
haciendo lo que se debe hacer (Justicia), ya que son parte de la
sociedad. De esta manera, las personas con discapacidad se
sienten más motivados y participes de la sociedad que les rodea,
pudiendo así estar más conectados y la eliminación de sentirse
aislados de ella.
Todos los estudiantes pueden tener éxito: no significa que todos
los alumnos lleguen a las mismas metas, sino que cada uno
consiga unas metas propias conforme a su posibilidad de
capacidades. Por ejemplo: no podemos pedirle a una persona
sorda que cante una canción con la entonación y ritmo
perfectos, pero sí que puede representar los ritmos a través de
las vibraciones.
Los profesores deben enfocar la educación y la discapacidad de
manera diferente. No todo lo que se enseña en un aula esta
dentro de los libros, por eso es bueno para todos que alumnos
de diferentes cualidades y capacidades interaccionen
conjuntamente. Los alumnos de este modo se complementan
entre sí, adoptado no solo conocimientos académicos sino algo
que les servirá para toda la vida: colaboración, igualdad,
compañerismo… Al mismo tiempo los alumnos que tienen
alguna discapacidad pueden integrarse mejor dentro del aula, y
en nivel educativo aprender más y mejor, ya que cuando los
iguales interaccionan entre sí los conocimientos adquiridos se
obtienen más fácilmente y perduran durante mayor tiempo en
nuestra memoria.
Las prácticas educativas que dan resultado se basan en la
experiencia: para que algo funcione, primero debemos mirar las
experiencias exitosas de otras personas para así poder darnos
cuenta donde ha tenido mayor impacto y los aspectos que se
podrían mejorar, así tendremos de donde sacar información y
como actuar.
Los alumnos con discapacidad deben ser educados en aulas
ordinarias: como bien he dicho anteriormente los alumnos se
complementan de manera conjunta, ya que ninguno de los
alumno que tenemos en clase es igual a su compañero; cada
uno de ellos tiene unas cualidades o unas limitaciones que el
otro no posee, es por esto que no se perjudica a nadie porque los
alumnos que tengan discapacidades estudien junto a sus
iguales. Sería diferente el caso de un alumno, el cual se
encontrara en una situación demasiado delicada, es decir que
tuviese demasiadas necesidades descubiertas (como los
tetrapléjicos), ya que en vez de ayudar podríamos estar
perjudicándolo.
Los padres ven el cambio que se está produciendo: los
progenitores de niños con discapacidad pueden realizar
comparativas entre la segregación y la inclusión de sus hijos, ya
que son ellos quienes pueden observar los avances que se están
produciendo en sus hijos, y lo mejor es que los cambios no solo
se hacen a nivel académico sino a nivel social lo que provoca que
las personas con discapacidades sientan una mayor felicidad al
estar (por fin) incluidos en una sociedad que se les fue
arrebatada por ser diferentes. Además aunque el mayor cambio
se produce dentro del aula, donde los alumnos permanecen
juntos sin importar las cualidades de cada uno, lo mejor es
cuando al acabar las clases los alumnos quedan para jugar o
dar una vuelta por el parque o por cualquier sitio. Es aquí donde
la inclusión se hace realidad, cuando las personas vemos a los
discapacitados como personas capaces de realizar muchísimas
cosas, porque lo que nos diferencia en realidad es muy poco…
Los lideres mueven el cambio: es algo que se sabe desde hace
muchísimo tiempo, el dinero es el que mueve el mundo sin el
prácticamente no somos nada, una reflexión que da pena pero
es cierto. La clase dominante se denomina así por su capacidad
de realizar lo que desea y es a través de ella por la que
avanzamos en la sociedad. Cada vez más están apareciendo
lideres en ámbitos en los que antes no; profesores, padres,
estudiantes… que a través de algo tan sencillo como la palabra
están cambiado la forma de ver el mundo de las personas, lo
malo es que algunas personas intentan callar la realidad de
estas palabras para que las creencias hacia determinados temas
continúen como están.
Respetar a pesar de las diferencias: como bien he dicho unos
párrafos anteriores, debemos respetar a nuestros iguales. En el
mundo no existe un molde con el que se fabrique unas mismas
figuras sino que cada uno de nosotros somos diferentes, e
iguales al mismo tiempo, que el resto. lo que nos hace
“diferentes” es que tenemos un pasado que llevamos a nuestras
espaldas, las experiencias anteriores es lo que nos hace ser lo
que somos y quizás cambiando un solo fragmento de ese pasado
nos hubiese podido cambiar totalmente. Voy a contar un suceso
que le ocurrió a una conocida mía. Estando una noche del
sábado por la noche viendo un partido de fútbol que televisaban
por la sexta, mi conocida empezó a sentir fuertes pinchazo en el
cuello, tales eran los pinchazos que decidieron llevarla a
urgencias. Una vez allí, le realizaron unas cuantas radiografías
en el cuello para descartar cualquier fractura, a alguien se le
ocurrió realizar una radiografía en su pequeña cabecita y allí
encontraron una macha algo más pequeña que una pelota de
pin pon. Enseguida la niña calló rendida, no estaba presente
pero por lo que me dijeron la tenían que operar de urgencia y
con riesgo de muerte. Estuvo al menos tres semanas entre la
vida y la muerte, lo médicos decían que era casi imposible que
viviera, pero al fin pudieron extirparle ese maldito tumor.
Pasadas las semanas de la operación el futuro de esta niña era
incierto, había dejando de hablar, había perdido la movilidad y
no se acordaba de nada de lo sucedido. Hoy día sigue luchando
por mantener la vida que tenía antes: está aprendiendo de nuevo
a hablar y a controlar, al menos, la parte derecha del cuerpo, ya
que los médicos han dado por perdido el lado izquierdo. Con
esta historial real, quiero decir que todo lo que nos ocurre o
hacemos nos hace ser quienes somos, la niña aunque tiene una
discapacidad al tener problemas de movilidad aunque sigue
luchando porque ya sabe que nada es imposible.
El esfuerzo para el logro personal es digno del reconocimiento:
no hay mayor logro que superarse así mismo, siempre nos
empeñamos en hacer comparativas sobre otros soy mejor que…,
soy más guapo que… En la escuela ocurre algo similar nos
fijamos en la “media” de la clase para catalogar a los alumnos en
tres grupos: peores, normales y mejores, este sistema hace que
los alumnos con discapacidades casi siempre se “eliminen” de la
lista o se pongan en el peor escalón, esto no ocurre porque los
alumnos con discapacidades no sepan realizar la actividad, de
hecho suele ocurrir porque ni siquiera le dan la oportunidad de
realizarla de modo accesible para ellos. Parece ser que es mucho
más cómodo decir que un alumno no sabe hacer algo antes de al
menos intentar enseñárselo. Por eso se debe cambiar este modo
de pensar de manera radical, debemos de eliminar de una vez
por todas la categorización, que hemos sufrido todos desde
pequeños, para hacer una educación mucho más accesible y
personalizada, donde no exista una meta común sino que cada
alumno tenga la suya y solo deba enfrentarse a sí mismo, solo
así se podrá conseguir que todos logremos llegar a la meta. La
educación inclusiva hace posible este pensamiento donde de
una vez por todas se reconozca las diferentes capacidades de
aprendizaje.
Los alumnos discapacitados no necesitan todo “especial”: hay
muchas personas que piensan que los alumnos con
discapacidades necesitan una atención especial que conlleva
consigo un profesor especial, un colegio especial, unos métodos
especiales… ¿acaso necesita también una ropa especial? Los
alumnos discapacitados pueden y deben ser tratados como el
resto de los alumnos, claro está cubriendo sus limitaciones. Esto
quiere decir que no se debe tratar a los alumnos con
discapacidad de un modo diferente ya si en la sociedad se está
tratando dejar de lado las diferencias no podemos crear un
espacio dirigido a ver dichas diferencias.
En cuanto a los maestros no se necesita que adopte ningún
aspecto en particular, sino que le basta con actuar del mismo
modo que lo harían con un niño cuyas capacidades no se vean
afectadas, el cambio se vería afectado en los recursos usados, ya
que deberá ser reforzado para que todos los alumnos puedan
realizar una determinada actividad.
El curriculum es un instrumento: el curriculum es una
herramienta que se adapta a los alumnos de manera
individualizada, es decir que es flexible a los cambios que pueda
sufrir. No significa con esto, que cada uno deshaga y coloque
aspectos sin control sino que más bien se eliminen o se adapten
contenidos del curriculum según las necesidades y limitaciones
de los alumnos, hasta el punto de que todos y cada uno de los
alumnos tenga acceso a él. De este modo los alumnos estarán
partiendo de un curriculum justo, que al mismo tiempo que está
siendo personalizado está eliminando la competitividad del aula,
para que el aula sea un espacio dirigido a la colaboración de
cada uno de sus miembros.
La colaboración entre todos los que intervienen en la educación
inclusiva es esencial para llevarla a cabo: una sola persona
puede comenzar el movimiento pero para que “los estudiantes
con discapacidad sean vistos y oídos” deben de colaborar las
familias, los profesionales, los demás estudiantes… Es una tarea
complicada ya que a menudo no sabemos colaborar con las
personas más cercanas por lo que se debe adquirir un cambio de
mentalidad y acción ante la colaboración, que no significa
realizar una cosa hecha y entregarla a otros sino más bien
realizarlo todos juntos. Solo así es posible la inclusión.
El primer paso empieza por un lugar llamado aula: el maestro es
el que debe comenzar la inclusión en su aula, hay que empezar
por eliminar todo los escalones que segregan a unos alumnos de
otros, hay que empezar por adaptar el curriculum, los
contenidos, los recursos… solo así será capaz de avanzar la
inclusión. Claro está que seguido de esto las demás personas
tendrán que colaborar para que la inclusión se produzca de un
modo mucho más fuerte, en el que los pilares son construidos
por el docente pero todo lo demás es elaborado por todos.
Todo esto es lo que hace posible la inclusión, no solo dentro del aula
(aunque es donde se empieza), el autor de este artículo nos ha hecho
ver como la inclusión es posible en un estado tan grande como Canadá,
¿no sería posible en España? La respuesta es simple: sí, no es que no
sea posible sino que más bien la gente no está mentalizada en que la
inclusión supondría un cambio que afectaría a TODAS las personas
para bien, no solo a los discapacitados a los que les estaríamos
ofreciendo lo que es suyo por ley: una calidad de vida igual a la del resto
de las personas, un derecho que es suyo por naturaleza y que se
arrebato por ser algo diferentes, ¿acaso no tienen pensamientos? ¿o
sentimientos? ¿ o no necesitan alimento para sobrevivir? Son muchos
los aspectos similares y muy pocos los que nos diferencian; y es
cuestión, no de igualdad, sino de persona racional (no animal)
devolverles sus derechos, porque nadie, nadie puede arrebatarle la vida
de ese modo; intentando excluirlos de la sociedad en la que ha nacido y
la que está intentando hacerlos desaparecer.
Top Related