CAPSULA PARA EL ALMA (3)
El cielo no debe buscarse en cualquier parte, sino en nosotros.
Jesus es el Peregrino Divino que ha bajado del cielo pa-
ra recordarnos nuestro germen divino, para traernos la
noticia de que el Reino de Dios esta en nosotros. No so-
mos solo habitantes de esta tierra, también somos mora
dores del cielo. Dios nos visito en Jesus y regresa como
un peregrino, pero también se queda en la casa interior de nuestro corazón.
Somos portadores de cielo y caminantes hacia el cielo,
portando al Dios del cielo por vivir en gracia, el cielo vive
en nosotros porque somos habitado por El.
Donde se oculta Dios: en el corazón humano, ahí esta el
sitio del mismo Dios, en el espacio interior de cada perso
na bautizada, ese es el lugar del amor. No miremos hacia
arriba, sino hacia el centro de nuestro corazón, es el centro del universo para Dios: nuestro afecto, en espiri
tu y en verdad, cumpliendo el primer mandamiento.
Si el vive en el oratorio de nuestro corazón, platiquemos
con El, El es hermano, amigo, maestro, enfermero, doc-
tor especialista de hospital, para curar, consolar acompa
ñar nuestra intima soledad, injusticias, falta de afectos,
lamentos, estress, horfandad, soledad.
¡Toma conciencia de que el Cielo esta en ti, y de que tu
llevas a Dios en el Cielo de tu alma!
¡D E S C I E N D E A T U I N T E R I O R!