INTRODUCCIÓN
Muchos de los docentes que están en ejercicio actualmente,
recibieron una formación pensada para la escuela de mediados del
siglo XX y nuestra sociedad ha cambiado vertiginosamente, de
manera que la formación permanente que nuestra sociedad actual
impone a sus ciudadanos también resulta indispensable para los
profesores de todos los niveles educativos.
Un aspecto muy estudiado actualmente es el conjunto de
cualidades que determinan el éxito de las personas, usualmente se
observa que el más inteligente de la clase no es, años después, el
sobresaliente de su profesión. Las teorías cognitivas no podían
explicar por qué no había relación entre las buenas notas y el éxito
en la vida, hoy día la teoría de la inteligencia emocional proporciona
esa explicación.
Educar la inteligencia emocional se ha convertido en una
tarea necesaria en el ámbito educativo, tal como lo refieren
Extremera y Fernández-Berrocal (2002). Se ha recopilado bastante
evidencia científica que vincula una adecuada inteligencia
emocional con mejores niveles de ajuste psicológico.
Estos autores sostienen que el docente debería aprender el
conjunto de habilidades que conforman la inteligencia emocional
porque las aulas son el modelo de aprendizaje socio-emocional
adulto de mayor impacto para los alumnos y porque investigaciones
diversas están demostrando que niveles adecuados de inteligencia
emocional ayudan a afrontar con mayor éxito los contratiempos
1
cotidianos y el estrés laboral al que se enfrentan los profesores en
su praxis educativa.
La mayoría de los trabajos relacionados con la inteligencia
emocional están centrados en la promoción de la inteligencia
emocional y su repercusión en la vida escolar y personal de los
alumnos; por lo tanto, es razonable trasladarla a la otra parte que
constituye el proceso de enseñanza-aprendizaje: los docentes.
Al ser el docente un modelo de aprendizaje a través del cual
el alumno aprende a razonar, pensar y regular todas esas pequeñas
incidencias y frustraciones que se dan en el aula, el conocimiento
emocional del docente es un aspecto fundamental, sostienen
Extremera y Fernández-Berrocal (2002).
De igual manera afirman que aquellos docentes
emocionalmente más inteligentes, tendrán los recursos necesarios
para afrontar mejor los eventos estresantes de tipo laboral y
manejar más adecuadamente las respuestas emocionales.
En este mismo orden de actualización docente, Orellana
(2003) señala la necesidad de actualizar la actuación del docente
frente al alumnado, tanto en su desempeño como en actitudes y en
la promoción y estimulación de un verdadero pensamiento creativo,
para adecuar el sistema educativo a las exigencias actuales y del
futuro de la sociedad.
En atención a lo señalado, el propósito de esta investigación
es elaborar una propuesta didáctica, basada en la teoría de la
inteligencia emocional, creatividad y la reflexión crítica sobre la
praxis educativa, que contribuya a capacitar al docente en las
dimensiones emocional y creativa, con la intención de mejorar su
desempeño educativo.
2
La investigación se presenta estructurada en capítulos que
describen de manera sistemática el estudio, tal como se refiere a
continuación.
En el capítulo I se describe el contexto, incluye la
Aproximación al contexto, el objetivo general y los objetivos
específicos y la importancia de la investigación.
El capítulo II comprende la Fundamentación referencial,
constituido por reseña de algunos trabajos relacionados con la
investigación, los aspectos teóricos sobre las teorías de inteligencia
emocional, creatividad, el desempeño educativo, entre otros.
El capítulo III, muestra la Fundamentación metodológica, que
detalla cómo se hizo la investigación, es decir aquí se sitúa el
diseño de la investigación; incluye el Diseño de la investigación, el
Escenario y Participantes de la Investigación, la Recolección de la
información, el Procedimiento para interpretar y analizar los
resultados, el Método utilizado, los Elementos para la evaluación del
investigador y las Etapas de la investigación
El capítulo IV contempla la Presentación y el análisis de los
resultados, incluye el Análisis e Interpretación de la información de
los participantes tomando en consideración las dimensiones
generadas en la investigación: Inteligencia Emocional y Creatividad,
Inteligencia Emocional, Creatividad y Praxis Educativa y
Capacitación en las Dimensiones Inteligencia Emocional y Creatividad
El capítulo V contiene las conclusiones y recomendaciones,
se incluye un resumen de todo lo realizado, los hallazgos más
importantes del proyecto, las recomendaciones para proyectos
futuros y el cumplimiento de los objetivos iniciales.
En el capítulo VI se describe la Propuesta Didáctica producto
de este trabajo de investigación.
3
Adicionalmente se colocan las referencias utilizadas en el
estudio, ordenadas alfabéticamente; los anexos correspondientes a
información que ayudó a profundizar y sirvió de apoyo en el tema
tratado y el currículum vitae de la autora de esta investigación.
El estudio de teorías tan relevantes y actuales como son las
asociadas a la Inteligencia Emocional y la Creatividad ayudará a
elevar la calidad del desempeño deL docente del Área de
Matemática, lo que por ende repercutirá en el desempeño de los
alumnos, si bien no son la panacea de este siglo, son constructos
que están haciendo repensar la actuación docente.
Por ser teorías emergentes falta mucho por hacer, investigar,
relacionar y aplicar en estos aspectos,. Lo importante es que los
docentes se familiaricen con ellas para buscar soluciones
alternativas, pues tal vez dentro las mismas encuentren respuesta a
muchas dificultades que enfrenta en su praxis diaria.
4
CAPÍTULO I
EL CONTEXTO
En este capítulo se describe el contexto donde se ubica la
situación investigada, los objetivos, tanto el general como los
específicos y la importancia del estudio.
Aproximación al contexto
El principal proceso a través del cual la sociedad actual
transforma a sus individuos en herederos de su saber es la
enseñanza, el mismo es un proceso complejo e intencional, a partir
del cual se obtienen aspectos relevantes como humanización,
profesionalización y desarrollo personal. Implica considerar las
intencionalidades del plan de estudio, la dinámica socio-afectiva del
aula, los procesos de enseñanza, el tipo de sociedad que se espera
ayudar a construir, el saber del profesor y sus modos de aplicarlo en
cada contexto.
El docente es el elemento fundamental que tradicionalmente
se ha vinculado a la enseñanza, por ser él quien proporciona al
estudiante la mayor cantidad de situaciones y actividades con el
propósito de que los estudiantes desarrollen sus competencias de la
5
forma prevista. Entre los factores que afectan a la enseñanza, de
acuerdo a lo expresado por Neira (2003), los que dependen del
docente son los más numerosos, entre ellos didáctica del docente,
motivación del docente, conocimiento de la asignatura y
características humanas.
Una gran parte de la construcción del sentido en la educación
se anida en el papel y en la relación pedagógica que establece el
maestro con los estudiantes. Como lo afirma en su informe Delors
(1996):
…los profesores desempeñan un papel determinante en la formación de actitudes –positivas o negativas– ante el estudio. Deben despertar la curiosidad, desarrollar la autonomía, estimular el rigor intelectual y crear las condiciones necesarias para el éxito de la educación formal y de la educación permanente (p. 9).
En este mismo sentido, desde la década de los ochenta, de
acuerdo a García y Rojas (2003), ha aumentado el interés por el
estudio de problemas educativos centrados en el profesor; donde se
reconoce que en el aprendizaje de los estudiantes, además de
intervenir factores dependientes de ellos, también inciden diversos
aspectos relacionados con la actuación del docente, como por
ejemplo, lo que éste hace cuando planifica, desarrolla las
actividades de clase, evalúa e interactúa con los estudiantes en el
entorno sociocultural y afectivo donde se desarrollan los eventos de
enseñanza-aprendizaje.
De la participación docente, particularmente interesa su
praxis educativa, puesto que en la misma se presentan diversas
situaciones que pueden generar en ellos inquietudes o emociones
como miedo, angustia, alegría o felicidad y rabia, las cuales
requieren tener control de sí mismos, autoestima y motivación
elevada; habilidades cuyo desarrollo no se contempla en el proceso
6
de su formación inicial ya que en el mismo reciben poca o
ninguna preparación para manejar las emociones.
Es tan importante el manejo adecuado de las emociones por
parte del docente, que en ocasiones puede conducir al éxito o
fracaso de sus alumnos; de acuerdo con Froufe y Colom (2005) el
profesor enseña en su práctica docente básicamente su propia
personalidad y según Guatarasma (2000) la personalidad del
docente es importante como elemento estimulador, para incentivar
a los educandos a obtener el aprendizaje y la confianza que los
alumnos puedan depositar en sus profesores, es un factor decisivo
para el éxito del proceso educativo.
En este sentido Extremera y Fernández-Berrocal (2002),
consideran que en esta sociedad actual, que ha trasladado gran
parte de sus responsabilidades a la escuela, por ejemplo,
enseñanza de hábitos de higiene, nutrición, sexualidad y moral, el
educador es el único que puede generar y liderar el cambio
emocional en los estudiantes, y para que estas habilidades sean
adquiridas por los alumnos es necesario que el educador posea un
nivel mínimo de inteligencia emocional.
De igual forma no debe perderse de vista que el alumno pasa
bastante tiempo en la escuela y que su profesor se convierte en su
referente más importante en cuanto actitudes, comportamientos,
emociones y sentimientos; compartiendo la opinión de Extremera y
Fernández-Berrocal (2002) el docente, lo quiera o no, es un agente
activo de desarrollo afectivo y debe hacer uso consciente de estas
habilidades en su trabajo, (responsabilidad compartida con la
familia de los alumnos). Sin embargo, son muy pocas las
instituciones educativas que tienen establecidos programas
específicos con contenidos que fomenten en el profesorado las
7
habilidades necesarias para llevar a cabo un estilo educativo que
enfatice el desarrollo emocional.
Se agrega a lo anterior, el creciente porcentaje de profesores
con problemas de estrés, ansiedad y trastornos de salud mental,
relacionado, entre otros factores, con las habilidades emocionales
que posean para afrontar inteligentemente situaciones con alto
grado de emocionalidad que toquen el límite de sus recursos; por lo
que el uso de la inteligencia emocional puede disminuir el desgaste
psicológico que agota al docente y ayudarle a disfrutar la labor
fascinante de educar.
En el caso específico de la enseñanza y aprendizaje de la
matemática, las cuestiones afectivas juegan un papel esencial. En
este sentido, Gómez-Chacón (2000), refiere experiencias en clase
de docentes de matemática, que mencionan el entusiasmo u
hostilidad o apatía de sus alumnos hacia esta asignatura y alumnos
que refieren interés o aburrimiento por la clase. Igualmente
describe que, los frecuentes fracasos en el aprendizaje de la
matemática en los diversos niveles educativos y edades, puede
explicarse, en gran medida, por la presencia de actitudes negativas
causadas por diferentes factores personales y ambientales.
Últimamente la importancia de la dimensión afectiva en la
enseñanza y aprendizaje de la matemática está creciendo, siendo
un tema prioritario de investigación en didáctica de la matemática,
en este sentido Gómez-Chacón (op.cit.) acota que está emergiendo
un debate interesante en cuanto a los criterios y propuestas que
deben guiar un objetivo de alfabetización emocional en la
enseñanza de la matemática.
De igual manera Guatarasma (2000), refiere que el profesor
de matemática, específicamente, no debe dejar de lado los
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aspectos socio-afectivos y motivacionales de la educación
matemática que favorecen el aprendizaje.
En la práctica también podemos observar situaciones que
favorecen la forma memorística, determinaciones absolutistas,
respuestas automáticas, rígidas, ajenas a la construcción, que
generan en el alumno frustración personal, distorsión en el
desarrollo de su personalidad, actitud apática, indiferente y
conformista que no permite el desarrollo de sus potencialidades
como ser humano.
La matemática se considera un filtro selectivo fundamental
de todos los sistemas educativos debido a múltiples razones. Orsini
(1999) establece que socioculturalmente tiene fama de difícil, por
su alto grado de complejidad, pocos logran formas de dominio que
proporcionen satisfacción, contrariamente, la gran mayoría logra
insatisfacciones, frustraciones y un bajo nivel de autoestima,
generando una actitud negativa hacia esta disciplina y hacia todo
aquello en cuya formación o relación ella intervenga.
En este mismo orden de ideas, en su informe Delors (1996)
afirma que la Educación Emocional es un complemento
indispensable en el desarrollo cognitivo y una herramienta
fundamental de prevención, ya que muchos problemas tienen su
origen en el ámbito emocional, de los cuatro pilares básicos
recogidos en el informe: aprender a aprender, aprender a hacer,
aprender a ser y aprender a convivir, los dos primeros se refieren a
la educación intelectual, conocimientos y procedimientos, ciencia y
tecnología, respectivamente; los dos últimos tienen que ver con las
actitudes, con la formación humanística y se pueden ubicar dentro
de la Educación Emocional. Si se alcanza en concilio esas cuatro
aspiraciones, entonces la educación formará personas plenamente
9
desarrolladas, competentes y en armonía con el mundo, la
naturaleza y el resto de la sociedad.
Aprender a ser, es el desarrollo total y máximo posible de
cada persona, es posible lograrlo con la educación integral de la
que se viene hablando desde finales del siglo XIX y comienzos del
XX; la del pensamiento autónomo.
En el Informe se asegura que uno de los retos más
importantes del siglo XXI es aprender a convivir y a trabajar en
proyectos comunes. Nunca en la historia de la humanidad se había
llegado a tener tanto poder destructivo como actualmente; ante
esta situación, debemos aprender a descubrir progresivamente al
otro y ver que tenemos diferencias con los otros, pero sobre todo
observar que dependemos los unos de los otros. Y para descubrir al
otro, debemos conocernos a nosotros mismos: cuando sepa quién
soy yo, sabré plantearme la cuestión de la empatía, entenderé que
el otro piensa diferente de mí y que tiene razones tan justas como
las mías para discrepar.
Destaca también el valor y la importancia del desarrollo
emocional de los individuos y de cómo debemos fomentar los
aprendizajes en este sentido, además de defender que cada
persona debe ser ella y que la única forma de superar tensiones es
que cada uno sea como es. Este Informe también ratifica que los
sistemas educativos en general, han dado prioridad a las
dimensiones cognitivas, a las que están relacionadas con el
conocimiento, y han olvidado las dimensiones afectivas.
Tomando en cuenta las tensiones de angustia a las que se
refiere el Informe Delors, es obligante hacer un tratamiento
sistemático de las emociones de los estudiantes, pero esto sólo es
posible con una educación emocional de los padres y de los
10
profesores. En el mundo occidental, afirma Delors (1996), se ha
hecho una división: por un lado, todo lo que es el conocimiento, la
ciencia, el saber y el poder; y por el otro, todo lo que son las
emociones, la vida familiar, las amistades, la vida privada, la
ausencia de poder.
En este justo momento la escuela está ante la gran
oportunidad de promover un cambio, un cambio en el cual la
persona sea el referente más decisivo de la educación. De ahí que
el gran objetivo de la educación esté dirigido al desarrollo integral
de la persona, dentro del cual no se puede obviar la importancia del
bienestar emocional de la persona. Ante esta cuestión la escuela
tiene un amplio abanico de posibilidades de intervención educativa,
es necesario repensar la escuela y quizás no haya un tema en que
la cualidad del profesor cuenta tanto como su competencia
emocional.
Es necesario formar educadores con nuevas técnicas y
estrategias que propicien el desarrollo de las potencialidades
humanas, la inteligencia y la creatividad, pero en la realidad se
observa que aún es insuficiente la preparación de algunos
profesores para realizar transformaciones y pocos currículos de las
instituciones educativas abordan estos problemas con especificidad
y solidez, esto trae como consecuencia que desarrollen actividades
didácticas que no siempre aportan los resultados esperados.
En este orden de ideas, el Informe Delors plantea la
necesidad de realizar cambios que van desde la concepción de
educación, modificaciones curriculares y la labor de cada uno de los
involucrados en el proceso educativo.
Otro aspecto que destaca el Informe Delors es la creatividad,
al considerar que en un mundo altamente inestable, donde una de
11
las principales fuerzas parece ser la innovación económica y social,
la imaginación y la creatividad deben tener sin duda un lugar
privilegiado; la preocupación por desarrollar la imaginación y la
creatividad deben también restaurar el valor de la cultura oral y del
conocimiento obtenido a partir de las experiencias de los jóvenes y
adultos.
En los últimos 50 años se ha incrementado, cada vez más, el
interés por el estudio, la investigación y la profundización de esta
temática. También podemos decir que son muchos los logros que
han sido obtenidos por los diversos investigadores que han
dedicado su tiempo al estudio de este fenómeno, tanto desde el
punto de vista teórico, como práctico.
Durante mucho tiempo se consideró a la creatividad como un
don que sólo había sido depositado en algunas personalidades del
arte. En estos momentos, gracias a la preocupación de muchos
científicos sobre el que hacer humano, es posible decir que la
creatividad es una herramienta a la que todos tienen acceso y que
podría ser mejor si se le toma en consideración diariamente, para
alcanzar niveles más elevados en cada uno de los alumnos.
La escuela tiene que constituirse en un entorno provocador
de la expresión creativa, para ello se requieren contextos abiertos a
la opinión de todos los participantes, consignas claras y ambiciosas
que generen ideas diferentes. Nadie puede negar la importancia del
contexto en el desarrollo de la creatividad y la escuela tiene que
modificarse para lograr incorporar a la creatividad como una de sus
principales metas.
Tomando en consideración a Sternberg y Lubart(1996),
todos los docentes deben incorporar a sus prácticas, técnicas que
desarrollen la creatividad contextualizándolas con lo establecido,
12
buscando el desarrollo del pensamiento creativo y tomando como
materia prima lo contemplado en el currículum; es decir, la
estructura organizativa de los contenidos temáticos no es un
obstáculo para trabajar creatividad, se pueden llegar a los mismos
objetivos y metas de una manera diferente, logrando experiencias
más significativas y más enriquecedoras.
Estos autores también señalan que la creatividad es necesaria
en todas las actividades educativas, porque permite el desarrollo de
aspectos cognoscitivos y afectivos importantes para el desempeño
productivo. Su incorporación a las aulas representa la posibilidad de
tener en el recurso humano el agente de cambio capaz de enfrentar
los retos de una manera diferente y audaz; esta meta es un reclamo
de la sociedad a la escuela como institución formadora de
individuos.
En este sentido el pensamiento creativo debe trabajarse
desde la edad temprana hasta los niveles superiores, estar presente
en todas las estrategias metodológicas que diseñe y ejecute el
docente, debe estar directamente relacionado con las metas y
objetivos de la educación, es importante que se considere como un
hábito de la forma en que operamos nuestro pensamiento; sólo de
esa manera comprenderemos que es importante que la creatividad
ocupe un mejor lugar en nuestra práctica profesional.
El desarrollo de la creatividad constituye una meta prioritaria
de la educación. Aguirre y otros (2002) sugieren que para lograrla,
se requiere que el docente sistematice el desarrollo creativo propio
y de sus alumnos, se comprometa a profundizar en la práctica la
investigación y la creación de nuevas herramientas, conozca y
comprenda los mecanismos, se familiarice con los métodos,
estrategias diseñadas y genere formas propias para estimularla. El
13
ser humano es creativo por naturaleza, y en toda actividad
creadora convergen tres factores: intelectual (reflexionar, asociar,
básicamente), emocional (carga afectiva, junto a otros aspectos
dentro de esta faceta) y por último inconsciente (inspiración, no
siempre controlable por la voluntad).
La formación actual está centrada principalmente en el
desarrollo de contenidos disciplinares, en asignaturas diseñadas por
los profesores en función, no solo pero si de manera importante, de
sus puntos de vista y, de sus intereses. El resultado es una
acumulación de contenidos, un currículo muy denso que convierte
el trabajo del estudiante en un ejercicio de repetición de lo
explicado por el profesor dejando apenas espacio y tiempo para el
desarrollo de su creatividad.
En este sentido, el investigador Perkins (1990), observa que
una barrera fundamental para el desarrollo de la creatividad en la
educación, es el atomismo en la instrucción, caracterizada por el
predominio de tareas que requieren respuestas únicas y de sencilla
solución y Csikszentmihalyi (1998) sostiene que al contrario de lo
que generalmente se cree, las restricciones a la creatividad no se
ubican en la falta de ideas o procedimientos sino en la falta de
interés en ellos. "La restricción no está en la oferta, sino en la
demanda" (Csikszentmihalyi, 1998: 459).
El profesorado en general, necesita pautas de intervención
para poder desarrollar una labor educativa donde la creatividad sea
una perspectiva de futuro diferenciadora y portadora de nuevos
valores edificantes, partiendo de la convicción de una necesaria
reestructuración de nuestra educación.
Esto trae como consecuencia que algunos profesores, al
desconocer las formas para evaluar la efectividad de sus
14
estrategias metodológicas y carecer de un sistema de indicadores y
técnicas para evaluar el desarrollo de la creatividad en sus
estudiantes, desarrollan acciones didácticas que no se
corresponden con la verdadera complejidad de la creatividad y del
proceso de su desarrollo, las cuales no aportan los resultados
esperados.
Aunque ha iniciado ya un nuevo milenio, persiste en la
escuela un conjunto de fuerzas que inhiben el desarrollo de la
creatividad y dificultan su expresión. En la escuela es común el
predominio de una educación volcada excesivamente para el
pasado, con un énfasis en la reproducción del conocimiento y en la
memorización de contenidos, muchas veces, obsoletos. Además es
necesario que la educación avance al ritmo de la sociedad, se
observa que los alumnos ven la repetición de los pasos y contenidos
didácticos año tras año puesto que los docentes repiten las
sesiones de aprendizaje y se trabaja un mismo esquema desde que
el niño va a la escuela infantil hasta que llega a la educación
secundaria.
Hoy en día los procesos creativos en el aula, en las sesiones
de las áreas de aprendizaje son mínimos, establece Davis y Scout
(1992), pues las actividades orientadas a la enseñanza son,
muchas veces, expositivas, ya que el docente explica los
conocimientos que quiere que el alumno obtenga sobre estas áreas
y así cumplir con lo que la programación determina; mientras, el
alumno escucha, toma apuntes y al final de la sesión desarrolla las
actividades de afianzamiento, como contestar el cuestionario que le
da el profesor o resolver los ejercicios propuestos en el texto o en la
pizarra.
15
En la actualidad existe la necesidad de formar a los
educadores con nuevas técnicas y estrategias; es indispensable que
el valor de la educación tome nuevamente su rumbo y por ello las
contribuciones de la creatividad en la formación de docentes
pueden ser tan sustanciales como los procesos de investigación, es
decir, que el perfil creativo puede ser tan importante como el perfil
del profesor que es investigador o un profesional reflexivo. La
inclusión de la creatividad tiene mucho que aportar, tanto como la
investigación - acción, la tecnología, la didáctica crítica y otras
corrientes que han imperado en los procesos de formación docente.
Investigadores como Romo (1998) señalan que el panorama
de la formación en creatividad es desalentador, lo que se hace es
por actitud voluntaria. En algunos centros el logro se reduce a
conseguir una materia optativa, como es el caso de la Universidad
Autónoma de Madrid donde se dicta Psicología de la Creatividad en
segundo ciclo y un doctorado en Creatividad Aplicada. De la misma
manera, otros en sus centros han conseguido ciertos logros, pero
falta el reconocimiento institucional que permita una proyección de
las enseñanzas en creatividad dentro de los planes de estudios en
algo tan importante como es la formación de los docentes.
En el caso de Venezuela se destaca una alta producción de
investigaciones en esta área, observable en el alto número de
ponencias en eventos relacionados con la creatividad como
Creatividad UPEL-2006, lo que permite inferir la necesidad urgente
de tomar medidas o políticas que incluyan la creatividad como eje
fundamental dentro de los currículos de la formación docente.
En la UPEL, se observa apenas una materia electiva para los
estudiantes de pregrado denominada Pensamiento Creativo en el
IPMJMSM y dos materias relacionadas con el área, en el Doctorado
16
del IPC, como son Estudio y Evaluación de la Creatividad e
Inteligencia Emocional, a pesar de que en el doctorado funciona la
Línea Estudio y Evaluación de la Creatividad, dirigida por el Doctor
David Vivas con aproximadamente 26 miembros activos y en el
IPMJMSM el Núcleo de Creatividad Dr. David Vivas.
Según Prado (2002), el profesor que ha tenido un
entrenamiento significativo en creatividad es más abierto a las
innovaciones y está constantemente experimentando nuevos
métodos o consolidando algunos que lo han convencido de sus
bondades pedagógicas.
Entre las exigencias didácticas para la estimulación y el
desarrollo de la creatividad, Marín (1976) señala, entre otras,
desarrollar la creatividad en los directivos y profesores para que
sirva de modelo al estudiante, ya que la institución educativa
necesita directores y profesores creativos, que dirijan
científicamente el aprendizaje de los estudiantes con un enfoque de
sistema del proceso pedagógico en función de la creatividad.
En sus investigaciones el autor referido ha constatado, que
los profesores altamente creativos generan el desarrollo de una alta
creatividad en los estudiantes, por lo que es necesario capacitar a
los docentes para que logren desarrollar la creatividad en sus
estudiantes, tal como indica Martínez (1990) al sostener que un
maestro que no es creador no puede enseñar a sus estudiantes a
ser creadores.
Es relación a la influencia que tienen los factores afectivos en
la estimulación y expresión de la creatividad, en correspondencia
con Harte (1993), es posible apreciar su influencia en dos sentidos:
Las personas que tengan mayor confianza en sí mismas podrán
expresar más fácilmente su potencial creativo que aquellas que la
17
poseen en menor grado y las personas que logren expresar su
capacidad creativa en mayor proporción, tenderán a adquirir cada
vez mayor seguridad y confianza en sí mismos.
Es necesario que la educación, y particularmente la escuela y
sus actores, fomenten, desarrollen y lo más importante, vivencien
la creatividad. Las clases deben fomentar un ambiente agradable
en el cual los alumnos se desempeñen de forma armónica. Por ello
trabajar la creatividad en la educación supone un reto que el
profesor debe afrontar haciendo de sus clases un ambiente
diferente y ser no sólo el profesor sino también el animador
dinámico en la clase que logre resaltar las expresiones creativas y
humanas, así como el desarrollo de las potencialidades creativas.
La educación superior está inmersa en esta realidad descrita,
la autora de esta investigación durante su desempeño como
profesora, en el área de Matemática ha observado la preferencia,
por parte de profesores y alumnos, de técnicas y métodos con
énfasis en la exposición magistral, la comunicación unidireccional,
la respuesta dicotómica, el uso de materiales convencionales, en
general la ausencia de una estrategia clara dirigida a cultivar y
promover la creatividad en el proceso educativo.
En otro orden de ideas, en la especialidad Matemática en la
UPEL a nivel general se puede observar el bajo número de
aspirantes y egresados, la alta tasa de repitencia y bajo nivel de
rendimiento, lo que conduce a determinar causas y alternativas
que solventen esta situación. El Instituto Pedagógico de Miranda
“José Manuel Siso Martínez”, tiene matemática dentro de sus
especialidades y especialidades como electrónica, mecánica,
electricidad, física e integral tiene asignaturas que se relacionan
con matemáticas. Su realidad no es muy diferente a la descrita,
18
siendo para los profesores del mismo una fuerte preocupación,
como se evidencia en reuniones departamentales, de área y de
cátedra.
Adicionalmente se observa en estas especialidades que las
materias del área de matemática, contribuye al represamiento
matricular en los semestres iniciales, por la alta tasa de repitencia,
siendo prioritario proporcionar estrategias que permitan corregir
esta anomalía.
El conocer y utilizar aspectos de las teorías de Inteligencia
Emocional y Creatividad, pueden proporcionar vías alternativas,
que si bien no resuelvan totalmente la situación descrita, por lo
menos contribuyan a minimizarla.
Es posible apreciar la influencia que tienen los factores
afectivos en la estimulación y expresión de la creatividad, en
correspondencia con Harte (1993), en dos sentidos: Las personas
que tengan mayor confianza en sí mismas podrán expresar más
fácilmente su potencial creativo que aquellas que la poseen en
menor grado y las personas que logren expresar su capacidad
creativa en mayor proporción, tenderán a adquirir cada vez mayor
seguridad y confianza en sí mismos.
Una forma de hacer más atractiva la tarea educativa es la
utilización de todos los modelos que se necesiten para cada caso,
sin abandonar totalmente la tradicional clase magistral,
unidireccional. Deben activarse todos aquellos modelos que hacen
participar a los alumnos en forma interesada y dinámica.
En vista de que la calidad del sistema educativo depende en
definitiva de la calidad de las personas que lo desempeñan,
coincidiendo con Orsini (1999), y dentro de él, el docente por ser
ente promotor de todo el proceso, donde todos los demás recursos
19
interactúan bajo su guía y supervisión, y que en la mayoría de las
circunstancias se reconoce al docente como el factor más influyente
en el aprendizaje del alumno, que la educación superior es un factor
de primordial importancia para el desarrollo de la sociedad del
conocimiento y que, por lo tanto, las instituciones encargadas de la
enseñanza, la investigación y la formación de profesionales deben
estar atentos a las necesidades de dicha sociedad, no vivir de
espaldas a ellas y por lo tanto deben ser innovadoras en sus tareas
y en su organización, se plantean las siguientes preguntas de
investigación:
¿Cuáles aspectos sobre las teorías de Inteligencia Emocional
y Creatividad manejan los profesores de de matemática del
IPMJMSM?
¿Cuáles aspectos de las teorías de Inteligencia Emocional y
Creatividad prevalecen en la praxis docente, de los profesores de
matemática del IPMJMSM?
¿Cuáles opciones se pueden proponer para contribuir con la
capacitación de los docentes de matemática, en las dimensiones
emocional y creativa, tomando en cuenta las teorías de Inteligencia
Emocional y Creatividad, a fin de mejorar su praxis docente?
Objetivos de la Investigación
Objetivo General
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A partir de un diagnóstico documental y de campo, diseñar y
evaluar una propuesta didáctica, basada en las teorías de
Inteligencia Emocional, Creatividad, la reflexión crítica y el análisis
sobre la praxis educativa, que contribuya con la capacitación de los
profesores de matemática en las dimensiones emocional y creativa,
a fin de mejorar su praxis docente.
Objetivos Específicos
1. Analizar a partir de observaciones, entrevistas y encuestas
realizadas a profesores de matemática del Instituto Pedagógico de
Miranda “José Manuel Siso Martínez”, los aspectos de las teorías de
Inteligencia Emocional y Creatividad presentes en la praxis
educativa.
2. Caracterizar de acuerdo con la información obtenida, el
desempeño actual de los profesores de matemática del Instituto
Pedagógico de Miranda “José Manuel Siso Martínez”, en atención a
las dimensiones emocional y creativa.
3. Construir una propuesta didáctica, a partir de los propios
actores, basada en la Inteligencia Emocional, la Creatividad y la
reflexión crítica en relación con la praxis educativa, que favorezca
la capacitación de los profesores matemática del Instituto
Pedagógico de Miranda “José Manuel Siso Martínez”, en las
dimensiones emocional y creativa a fin de mejorar su praxis
docente.
21
4. Valorar la propuesta didáctica, como factor de
capacitación docente, en las dimensiones emocional y creativa, con
el propósito de mejorar su praxis educativa.
Importancia
A pesar del reconocimiento actual que se observa en el
campo educativo de la influencia de las teorías de la inteligencia
emocional y la creatividad en el hecho educativo, también es
notorio que en la mayoría de las instituciones educativas no se
aplican. Por lo que es necesario iniciar acciones que contribuyan a
enmendar esta situación.
La investigación realizada aporta modos de reflexión y
participación sobre mecanismos precisos para brindar a los
profesores de matemática nuevas alternativas que incrementen y
mejoren la praxis, en el proceso educativo y personal, y de esta
forma realizar un mejor y mayor intercambio productivo con sus
alumnos.
Constituye un aporte institucional, que apoya al profesor de
matemática, en el logro del éxito de sus alumnos, a la vez que
proporciona herramientas con orientaciones precisas para estimular
el aprendizaje significativo mediante estrategias del desarrollo de
las teorías de Inteligencia Emocional y Creatividad.
La propuesta es relevante, pues tiene impacto a corto plazo,
porque promueve cambios en las prácticas tradicionales del
proceso de enseñanza-aprendizaje de docentes y alumnos, suscita
22
intercambios permanentes y aporta un clima que favorece el éxito
en el ambiente educativo.
Esta investigación también puede servir de base a los
administradores del currículo para que de acuerdo a los resultados,
conclusiones y recomendaciones que se obtengan, implementar
una programación que contribuya a retroalimentar al docente en su
praxis educativa y lograr individuos capaces de enfrentar nuevos
retos en la ciencia y la tecnología.
Por último, la investigación constituye un aporte teórico a
otros investigadores que estudien aspectos relacionados con teorías
de Inteligencia Emocional, Creatividad y praxis educativa.
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