Rise in violence 'linked to
climate change'
By Rebecca Morelle Science reporter, BBC World Service
Shifts in climate are strongly linked to increases in violence around the world, a study suggests.
US scientists found that even small changes in temperature or rainfall correlated with a rise in
assaults, rapes and murders, as well as group
conflicts and war. The team says with the current projected levels of
climate change, the world is likely to become a
more violent place.
Marshall Burke, from the University of California, Berkeley, said: "This is a relationship we observe
across time and across all major continents around
the world. The relationship we find between these
climate variables and conflict outcomes are often
very large."
The researchers looked at 60 studies from around
the world, with data spanning hundreds of years.
They report a "substantial" correlation between
climate and conflict.
Their examples include an increase in domestic violence in India during recent droughts, and a
spike in assaults, rapes and murders during
heatwaves in the US. The report also suggests rising temperatures
correlated with larger conflicts, including ethnic
clashes in Europe and civil wars in Africa.
Marshall Burke, from the University of California,
Berkeley, said: "This is a relationship we observe
across time and across all major continents around the world. The relationship we find between these
climate variables and conflict outcomes are often
very large.“
The researchers looked at 60 studies from around
the world, with data spanning hundreds of years.
They report a "substantial" correlation between
climate and conflict.
Their examples include an increase in domestic
violence in India during recent droughts, and a
spike in assaults, rapes and murders during
heatwaves in the US.
The report also suggests rising temperatures correlated with larger conflicts, including ethnic
clashes in Europe and civil wars in Africa.
Their examples include an increase in domestic violence in India during recent droughts, and a
spike in assaults, rapes and murders during
heatwaves in the US.
The report also suggests rising temperatures
correlated with larger conflicts, including ethnic clashes in Europe and civil wars in Africa.
‘Carbon Cops’: Australian Police to prosecute a
new range of ‘climate offenses’
By News on the Net (Bio and Archives) Thursday, June 11, 2009
FRONTLINE police will be forced to become
“carbon cops” under the Government’s blueprint
to cut greenhouse emissions.
The Herald Sun can reveal Australian Federal
Police agents will have to prosecute a new range
of climate offences.
But they are yet to be offered extra resources,
stretching the thin blue line to breaking point.
“The Government is effectively saying to us,
‘Ignore other crime types’,” Australian Federal
Police Association chief Jim Torr said. The group
had been trying for months, without success, to
discuss the issue with Climate Change Minister
Penny Wong, he said. Interpol has warned the
carbon market will be irresistible to criminal gangs
because of the vast amounts of cash to be
made. Possible rorts include under-reporting of
carbon emissions by firms and bogus carbon
offset schemes. “If someone is rorting it by even 1
per cent a year, we’re talking about many, many
millions of dollars,” Mr Torr said.
But they are yet to be offered extra resources,
stretching the thin blue line to breaking point.
“The Government is effectively saying to us,
‘Ignore other crime types’,” Australian Federal
Police Association chief Jim Torr said.
The group had been trying for months, without
success, to discuss the issue with Climate Change
Minister Penny Wong, he said.
Interpol has warned the carbon market will be
irresistible to criminal gangs because of the vast
amounts of cash to be made. Possible rorts
include under-reporting of carbon emissions by
firms and bogus carbon offset schemes. “If
someone is rorting it by even 1 per cent a year,
we’re talking about many, many millions of
dollars,” Mr Torr said.
Interpol has warned the carbon market will be
irresistible to criminal gangs because of the vast
amounts of cash to be made.
Possible rorts include under-reporting of carbon
emissions by firms and bogus carbon offset
schemes.
“If someone is rorting it by even 1 per cent a
year, we’re talking about many, many millions of
dollars,” Mr Torr said.
1. Es posible hablar de
responsabilidad jurídica frente al
cambio climático.
2. La responsabilidad frente a las
acciones de adaptación.
3. Las responsabilidad frente a las
acciones de mitigación.
4. El tratamiento de la delincuencia
corporativa.
El debate en torno a la
distribución de
obligaciones y efectos
adversos, que impactan
la esfera jurídica y
patrimonial de los sujetos
regulados, no es novedoso.
El cambio climático
ciertamente ya ha
impactado a la población
en el planeta.
El análisis científico
demuestra que esta
afectación será aún
mayor en el futuro, siendo
las principales
impactadas las vidas y
posibilidades de desarrollo
en los países con mayor
pobreza. ¿Quién debe
responder y en qué
proporción, frente a la
responsabilidad de la
contingencia que
representa este
fenómeno? ¿Cómo debe
trasladarse la ayuda de
los países más culposos a
los de menor
responsabilidad?
Claramente las exigencias
de justicia en esta
materia, no se trasladan a
una industria o a un
individuo en particular.
El análisis científico
demuestra que esta
afectación será aún mayor
en el futuro, siendo las
principales impactadas las
vidas y posibilidades de
desarrollo en los países con
mayor pobreza.
¿Quién debe responder y
en qué proporción, frente
a la responsabilidad de la
contingencia que
representa este
fenómeno? ¿Cómo debe
trasladarse la ayuda de
los países más culposos a
los de menor
responsabilidad?
Claramente las exigencias
de justicia en esta
materia, no se trasladan a
una industria o a un
individuo en particular.
¿Quién debe responder y
en qué proporción, frente
a la responsabilidad de la
contingencia que
representa este
fenómeno?
¿Cómo debe trasladarse
la ayuda de los países
más culposos a los de
menor responsabilidad?
Claramente las exigencias
de justicia en esta
materia, no se trasladan a
una industria o a un
individuo en particular.
¿Cómo debe trasladarse
la ayuda de los países
más culposos a los de
menor responsabilidad?
Claramente las exigencias
de justicia en esta
materia, no se trasladan a
una industria o a un
individuo en particular.
Claramente las exigencias
de justicia en esta
materia, no se trasladan a
una industria o a un
individuo en particular.
¿Qué tipo de acciones
pueden tomarse para
aplicar la legislación
ambiental y aportar al
combate al cambio
climático?
¿Es posible prever en el
corto plazo resoluciones
administrativas y
sentencias jurisdiccionales
en esta materia?
La respuesta seguramente
la encontraremos, por
ahora, en el ámbito
constitucional, legal y de
los derechos humanos, en
la aplicación de la
normatividad para el
control de emisiones de
contaminantes a la
atmósfera, la protección
de especies, la
protección civil y el
ordenamiento urbano y
de los asentamientos
humanos, así como
respecto de la
normatividad en materia
de transparencia y el
acceso a la información
pública gubernamental.
Pero por otro lado,
teniendo presente a la
Justicia retributiva y al
fenómeno criminal, es
necesario preguntarnos
cómo afectará el cambio
climático a la
delincuencia, así como al
sistema de justicia de
nuestro país.
¿Tenemos los recursos
humanos y materiales
necesarios, para afrontar
los nuevos retos que
enfrentará el sistema de
seguridad y justicia como
resultado del cambio
climático? Un ejemplo
indicativo de lo que
podemos esperar, lo
encontramos en las horas
posteriores a la
devastación producida
en la ciudad de Nuevo
Orleáns, por el huracán
Katrina, en los Estados
Unidos. A través de los
medios de comunicación,
el mundo entero pudo
presenciar una ciudad en
la que súbitamente se
multiplicaron los delitos de
robo y saqueo de tiendas
comerciales, cometidos
por pobladores que
buscaban comida y agua
potable inaccesibles al
momento de la crisis
meteorológica. ¿Qué
tratamiento indicará la
política criminal para
atender este fenómeno
delincuencial? En México,
ante la contingencia del
huracán Wilma en el mes
de octubre del 2005, el
ejército mexicano fue
responsable de contener
en forma eficiente, lo que
de otra forma podría
haber sido un incremento
sustancial de delitos
patrimoniales en las zonas
costeras de Quintana
Roo. No obstante ello, en
los meses posteriores a la
contingencia
climatológica, numerosas
organizaciones no
gubernamentales
exigieron a las
autoridades ambientales,
investigar la devastación
de extensas superficies de
mangle en zonas costeras,
ocasionada dolosamente
por desarrolladores
inmobiliarios quienes
pretendieron justificar la
devastación ilegal,
atribuyendo los daños
producidos a los
ecosistemas a los efectos
del huracán. El fenómeno
climatológico creó un
espacio para la
delincuencia ambiental.
¿Es posible prever en el
corto plazo resoluciones
administrativas y
sentencias jurisdiccionales
en esta materia?
La respuesta seguramente
la encontraremos, por
ahora, en el ámbito
constitucional, legal y de
los derechos humanos, en
la aplicación de la
normatividad para el
control de emisiones de
contaminantes a la
atmósfera, la protección
de especies, la
protección civil y el
ordenamiento urbano y
de los asentamientos
humanos, así como
respecto de la
normatividad en materia
de transparencia y el
acceso a la información
pública gubernamental.
Pero por otro lado,
teniendo presente a la
Justicia retributiva y al
fenómeno criminal, es
necesario preguntarnos
cómo afectará el cambio
climático a la
delincuencia, así como al
sistema de justicia de
nuestro país.
¿Tenemos los recursos
humanos y materiales
necesarios, para afrontar
los nuevos retos que
enfrentará el sistema de
seguridad y justicia como
resultado del cambio
climático? Un ejemplo
indicativo de lo que
podemos esperar, lo
encontramos en las horas
posteriores a la
devastación producida
en la ciudad de Nuevo
Orleáns, por el huracán
Katrina, en los Estados
Unidos. A través de los
medios de comunicación,
el mundo entero pudo
presenciar una ciudad en
la que súbitamente se
multiplicaron los delitos de
robo y saqueo de tiendas
comerciales, cometidos
por pobladores que
buscaban comida y agua
potable inaccesibles al
momento de la crisis
meteorológica. ¿Qué
tratamiento indicará la
política criminal para
atender este fenómeno
delincuencial? En México,
ante la contingencia del
huracán Wilma en el mes
de octubre del 2005, el
ejército mexicano fue
responsable de contener
en forma eficiente, lo que
de otra forma podría
haber sido un incremento
sustancial de delitos
patrimoniales en las zonas
costeras de Quintana
Roo. No obstante ello, en
los meses posteriores a la
contingencia
climatológica, numerosas
organizaciones no
gubernamentales
exigieron a las
autoridades ambientales,
investigar la devastación
de extensas superficies de
mangle en zonas costeras,
ocasionada dolosamente
por desarrolladores
inmobiliarios quienes
pretendieron justificar la
devastación ilegal,
atribuyendo los daños
producidos a los
ecosistemas a los efectos
del huracán. El fenómeno
climatológico creó un
espacio para la
delincuencia ambiental.
La respuesta seguramente la
encontraremos, por ahora, en el
ámbito constitucional, legal y de los
derechos humanos, en la aplicación
de la normatividad para el control de
emisiones de contaminantes a la
atmósfera, la protección de especies,
la protección civil y el ordenamiento
urbano y de los asentamientos
humanos, así como respecto de la
normatividad en materia de
transparencia y el acceso a la
información pública gubernamental.
Pero por otro lado,
teniendo presente a la
Justicia retributiva y al
fenómeno criminal, es
necesario preguntarnos
cómo afectará el cambio
climático a la
delincuencia, así como al
sistema de justicia de
nuestro país.
¿Tenemos los recursos
humanos y materiales
necesarios, para afrontar
los nuevos retos que
enfrentará el sistema de
seguridad y justicia como
resultado del cambio
climático? Un ejemplo
indicativo de lo que
podemos esperar, lo
encontramos en las horas
posteriores a la
devastación producida
en la ciudad de Nuevo
Orleáns, por el huracán
Katrina, en los Estados
Unidos. A través de los
medios de comunicación,
el mundo entero pudo
presenciar una ciudad en
la que súbitamente se
multiplicaron los delitos de
robo y saqueo de tiendas
comerciales, cometidos
por pobladores que
buscaban comida y agua
potable inaccesibles al
momento de la crisis
meteorológica. ¿Qué
tratamiento indicará la
política criminal para
atender este fenómeno
delincuencial? En México,
ante la contingencia del
huracán Wilma en el mes
de octubre del 2005, el
ejército mexicano fue
responsable de contener
en forma eficiente, lo que
de otra forma podría
haber sido un incremento
sustancial de delitos
patrimoniales en las zonas
costeras de Quintana
Roo. No obstante ello, en
los meses posteriores a la
contingencia
climatológica, numerosas
organizaciones no
gubernamentales
exigieron a las
autoridades ambientales,
investigar la devastación
de extensas superficies de
mangle en zonas costeras,
ocasionada dolosamente
por desarrolladores
inmobiliarios quienes
pretendieron justificar la
devastación ilegal,
atribuyendo los daños
producidos a los
ecosistemas a los efectos
del huracán. El fenómeno
climatológico creó un
espacio para la
delincuencia ambiental.
Pero por otro lado, teniendo
presente a la Justicia retributiva
y al fenómeno criminal, es
necesario preguntarnos cómo
afectará el cambio climático a
la delincuencia, así como al
sistema de justicia de nuestro
país.
¿Tenemos los recursos
humanos y materiales
necesarios, para afrontar
los nuevos retos que
enfrentará el sistema de
seguridad y justicia como
resultado del cambio
climático? Un ejemplo
indicativo de lo que
podemos esperar, lo
encontramos en las horas
posteriores a la
devastación producida
en la ciudad de Nuevo
Orleáns, por el huracán
Katrina, en los Estados
Unidos. A través de los
medios de comunicación,
el mundo entero pudo
presenciar una ciudad en
la que súbitamente se
multiplicaron los delitos de
robo y saqueo de tiendas
comerciales, cometidos
por pobladores que
buscaban comida y agua
potable inaccesibles al
momento de la crisis
meteorológica. ¿Qué
tratamiento indicará la
política criminal para
atender este fenómeno
delincuencial? En México,
ante la contingencia del
huracán Wilma en el mes
de octubre del 2005, el
ejército mexicano fue
responsable de contener
en forma eficiente, lo que
de otra forma podría
haber sido un incremento
sustancial de delitos
patrimoniales en las zonas
costeras de Quintana
Roo. No obstante ello, en
los meses posteriores a la
contingencia
climatológica, numerosas
organizaciones no
gubernamentales
exigieron a las
autoridades ambientales,
investigar la devastación
de extensas superficies de
mangle en zonas costeras,
ocasionada dolosamente
por desarrolladores
inmobiliarios quienes
pretendieron justificar la
devastación ilegal,
atribuyendo los daños
producidos a los
ecosistemas a los efectos
del huracán. El fenómeno
climatológico creó un
espacio para la
delincuencia ambiental.
¿Tenemos los recursos
humanos y materiales
necesarios, para afrontar
los nuevos retos que
enfrentará el sistema de
seguridad y justicia como
resultado del cambio
climático?
Un ejemplo indicativo de
lo que podemos esperar,
lo encontramos en las
horas posteriores a la
devastación producida
en la ciudad de Nuevo
Orleáns, por el huracán
Katrina, en los Estados
Unidos. A través de los
medios de comunicación,
el mundo entero pudo
presenciar una ciudad en
la que súbitamente se
multiplicaron los delitos de
robo y saqueo de tiendas
comerciales, cometidos
por pobladores que
buscaban comida y agua
potable inaccesibles al
momento de la crisis
meteorológica. ¿Qué
tratamiento indicará la
política criminal para
atender este fenómeno
delincuencial? En México,
ante la contingencia del
huracán Wilma en el mes
de octubre del 2005, el
ejército mexicano fue
responsable de contener
en forma eficiente, lo que
de otra forma podría
haber sido un incremento
sustancial de delitos
patrimoniales en las zonas
costeras de Quintana
Roo. No obstante ello, en
los meses posteriores a la
contingencia
climatológica, numerosas
organizaciones no
gubernamentales
exigieron a las
autoridades ambientales,
investigar la devastación
de extensas superficies de
mangle en zonas costeras,
ocasionada dolosamente
por desarrolladores
inmobiliarios quienes
pretendieron justificar la
devastación ilegal,
atribuyendo los daños
producidos a los
ecosistemas a los efectos
del huracán. El fenómeno
climatológico creó un
espacio para la
delincuencia ambiental.
Un ejemplo indicativo de lo
que podemos esperar, lo
encontramos en las horas
posteriores a la devastación
producida en la ciudad de
Nuevo Orleáns, por el
huracán Katrina, en los
Estados Unidos.
A través de los medios de
comunicación, el mundo
entero pudo presenciar
una ciudad en la que
súbitamente se
multiplicaron los delitos de
robo y saqueo de tiendas
comerciales, cometidos
por pobladores que
buscaban comida y agua
potable inaccesibles al
momento de la crisis
meteorológica. ¿Qué
tratamiento indicará la
política criminal para
atender este fenómeno
delincuencial? En México,
ante la contingencia del
huracán Wilma en el mes
de octubre del 2005, el
ejército mexicano fue
responsable de contener
en forma eficiente, lo que
de otra forma podría
haber sido un incremento
sustancial de delitos
patrimoniales en las zonas
costeras de Quintana
Roo. No obstante ello, en
los meses posteriores a la
contingencia
climatológica, numerosas
organizaciones no
gubernamentales
exigieron a las
autoridades ambientales,
investigar la devastación
de extensas superficies de
mangle en zonas costeras,
ocasionada dolosamente
por desarrolladores
inmobiliarios quienes
pretendieron justificar la
devastación ilegal,
atribuyendo los daños
producidos a los
ecosistemas a los efectos
del huracán. El fenómeno
climatológico creó un
espacio para la
delincuencia ambiental.
A través de los medios de
comunicación, el mundo entero
pudo presenciar una ciudad en la
que súbitamente se multiplicaron
los delitos de robo y saqueo de
tiendas comerciales, cometidos
por pobladores que buscaban
comida y agua potable
inaccesibles al momento de la
crisis meteorológica.
¿Qué tratamiento
indicará la política
criminal para atender este
fenómeno delincuencial?
En México, ante la
contingencia del huracán
Wilma en el mes de
octubre del 2005, el
ejército mexicano fue
responsable de contener
en forma eficiente, lo que
de otra forma podría
haber sido un incremento
sustancial de delitos
patrimoniales en las zonas
costeras de Quintana
Roo. No obstante ello, en
los meses posteriores a la
contingencia
climatológica, numerosas
organizaciones no
gubernamentales
exigieron a las
autoridades ambientales,
investigar la devastación
de extensas superficies de
mangle en zonas costeras,
ocasionada dolosamente
por desarrolladores
inmobiliarios quienes
pretendieron justificar la
devastación ilegal,
atribuyendo los daños
producidos a los
ecosistemas a los efectos
del huracán. El fenómeno
climatológico creó un
espacio para la
delincuencia ambiental.
¿Qué tratamiento
indicará la política
criminal para atender este
fenómeno delincuencial?
En México, ante la
contingencia del huracán
Wilma en el mes de
octubre del 2005, el
ejército mexicano fue
responsable de contener
en forma eficiente, lo que
de otra forma podría
haber sido un incremento
sustancial de delitos
patrimoniales en las zonas
costeras de Quintana
Roo. No obstante ello, en
los meses posteriores a la
contingencia
climatológica, numerosas
organizaciones no
gubernamentales
exigieron a las
autoridades ambientales,
investigar la devastación
de extensas superficies de
mangle en zonas costeras,
ocasionada dolosamente
por desarrolladores
inmobiliarios quienes
pretendieron justificar la
devastación ilegal,
atribuyendo los daños
producidos a los
ecosistemas a los efectos
del huracán. El fenómeno
climatológico creó un
espacio para la
delincuencia ambiental.
¿Qué tratamiento
indicará la política
criminal para atender este
fenómeno delincuencial?
En México, ante la
contingencia del huracán
Wilma en el mes de
octubre del 2005, el
ejército mexicano fue
responsable de contener
en forma eficiente, lo que
de otra forma podría
haber sido un incremento
sustancial de delitos
patrimoniales en las zonas
costeras de Quintana
Roo. No obstante ello, en
los meses posteriores a la
contingencia
climatológica, numerosas
organizaciones no
gubernamentales
exigieron a las
autoridades ambientales,
investigar la devastación
de extensas superficies de
mangle en zonas costeras,
ocasionada dolosamente
por desarrolladores
inmobiliarios quienes
pretendieron justificar la
devastación ilegal,
atribuyendo los daños
producidos a los
ecosistemas a los efectos
del huracán. El fenómeno
climatológico creó un
espacio para la
delincuencia ambiental.
La responsabilidad frente a
las acciones de adaptación.
1. Las responsabilidad frente
a las acciones de
mitigación.
2. El tratamiento de la
delincuencia corporativa.
Las responsabilidad frente a
las acciones de mitigación.
1. El tratamiento de la
delincuencia corporativa.
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