La navidad es tiempo para que nosotros entremos en contacto con Dios, que se hace hombre, se encarna en nuestra humanidad, esto lo reconocemos en el común sentir de los cristianos. Los relatos del nacimiento de Jesús y la celebración de la Navidad constituyen una fiesta para el corazón. La fe se hace sentimiento, con lo cual alcanza a lo más profundo e íntimo de la personalidad humana, haciendo vibrar, alegrarse y saborear la vida como sentido... La Navidad nos invita a reflexionar hasta qué punto los valores fundamentales de la condición humana siguen trasmitiéndose, siguen aportando y recreando nuestro imaginario colectivo y cultural. Por ejemplo, en el establo, ante el pesebre, con el Niño entre el buey y el asno, la Virgen y el buen José, los pastores y las ovejas, la estrella, las artes y las profesiones, la naturaleza, las montañas, las aguas, el universo de las cosas y de los seres humanos, todo sé congracia y se reconcilia ente el Recién Nacido. La Navidad es la buena nueva que Dios da a los pobres. La
buena nueva que anima a los que ya están trabajando en la comunidad y la buena nueva que invita al cambio y al compromiso de los que están como dormidos, alejados y desorientados.
Jesús viene a nosotros como un niño, así lo vemos en Navidad y es por eso que la navidad desde siempre ha sido la fiesta de los niños, ellos tienen un puesto especial alrededor del pesebre del Niño-Jesús.
El Niño Jesús naciendo, encontró a un Padre y a una Madre, José y María que se querían mucho y que lo recibieron con alegría y cariño.
A Jesús le faltaron muchas cosas desde el comienzo de su vida, pero nunca le faltó el amor de sus padres, que se
preocuparon por ayudarle a crecer con mucha fe en Dios y mucho amor a su gente, enseñándole la Palabra de Dios y dándole un buen testimonio de vida. Antes de la Navidad la Iglesia nos presenta el tiempo de Adviento: la palabra ADVIENTO (adventus) significa llegada, venida. En nuestra vida familiar, cuando alguien nos anuncia que va a venir a nuestra casa, nos preparamos para su llegada. El día de llegada, salimos a su encuentro. Es una espera activa y no pasiva, gozosa y expectante que cambia nuestro ritmo de vida. Una esperanza alegre y pacificadora que alienta en el camino y anima a la responsabilidad bajo la certeza de que una mano amorosa nos acogerá para eternizar nuestra vida. Que interesante que todo nos hable de Dios, que estas navidades sean un pretexto para tener un encuentro personal con Jesús vivo.
NORMA SALMAN WINSER CENTRO DE ATENCIÓN FAMILIAR “NAZARETH” Diciembre – Enero 2010
Editorial
Boletín Mensual del Centro de Atención Familiar Nazareth Diócesis San Juan Bautista de Calama N° 5
Boletín
Familia
Especial
Navidad 2010
Al buscar algunos documentos para escribir el presente artículo que tiene como principal objetivo hablar del verdadero sentido que para nosotros, familias católicas, debe tener la Navidad y después de mucho buscar e indagar, me tope en el sitio de ACIPRENSA y con este extraordinario texto “Carta de Jesús” que relata, en forma sencilla, lo que el mismo Jesús quiere que sea la Navidad para cada uno de nosotros y especialmente para cada una de las familias. Son muchas las cosas que nos distraen en este último mes del año, será por eso que olvidamos el sentido verdadero que tiene vivir, con sencillez el hecho más importante para el hombre y para todos los hombre: «Nos ha nacido hoy un Libertador, que es el Cristo Señor» (Lc 2, 11). Porque la Navidad es esto, Cristo el Hijo del Padre, se ha encarnado en María Santísima, ha venido a nosotros para que todos seamos liberados del pecado y para que todos “tengan Vida y la tengan en abundancia” (Jn 10,10). Carta de Jesús Querido Amigo:
Hola, te amo mucho. Como
sabrás, nos estamos acercando
otra vez a la fecha en que
festejan mi nacimiento.
El año pasado hicieron una gran
fiesta en mi honor y me da la
impresión que este año ocurrirá
lo mismo. A fin de cuentas
¡llevan meses haciendo compras
para la ocasión y casi todos los
días han salido anuncios y
avisos sobre lo poco que falta
para que llegue!
La verdad es que se pasan de la
raya, pero es agradable saber
que por lo menos un día del año,
piensan en mí. Ha transcurrido
ya mucho tiempo cuando
comprendían
y agradecían
de corazón lo
mucho que
hice por toda
la
humanidad.
Pero hoy en
día, da la
impresión de
q u e l a
mayoría de la
gente apenas
si sabe por
qué motivo
se celebra mi
cumpleaños.
Por otra parte, me gusta que la
gente se reúna y lo pase bien y
me alegra sobre todo que los
niños se diviertan tanto; pero
aun así, creo que la mayor parte
no sabe bien de qué se trata.
¿No te parece?
Como lo que sucedió, por
ejemplo, el año pasado: al llegar
el día de mi cumpleaños,
hicieron una gran fiesta, pero
¿Puedes creer que ni siquiera
me invitaron? ¡Imagínate! ¡Yo
era el invitado de honor! ¡Pues
se olvidaron por completo de mí!
Resulta que habían estado
preparándose para las fiestas
durante dos meses y cuando
llegó el gran día me dejaron al
margen. Ya me ha pasado
tantísimas veces que lo cierto es
que no me sorprendió.
Aunque no me invitaron, se me
ocurrió colarme sin hacer ruido.
Entré y me quedé en mi rincón.
¿Te imaginas que nadie advirtió
siquiera mi presencia, ni se
dieron cuenta de que yo estaba
allí?
Estaban todos bebiendo, riendo
y pasándolo en grande, cuando
de pronto se presentó un
hombre gordo vestido de rojo y
barba blanca postiza, gritando:
"¡jo, jo, jo!".
Parecía que había bebido más
de la cuenta, pero se las arregló
para avanzar a tropezones entre
los presentes, mientras todos los
felicitaban.
(Continúa en la página 3)
Una historia sobre el verdadero sentido de la Navidad ...
Cuando se sentó en un gran
sillón, todos los niños,
emocionadísimos, se le
acercaron corriendo y diciendo:
¡Santa Claus! ¡Cómo si él
hubiese sido el homenajeado y
toda la fiesta fuera en su honor!
Aguanté aquella "fiesta" hasta
donde pude, pero al final tuve que
irme. Caminando por la calle me
sentí solitario y triste. Lo que más
me asombra de cómo celebra la
mayoría de la gente el día de mi
cumpleaños es que en vez de
hacer regalos a mí, ¡se obsequian
cosas unos a otros! y para colmo,
¡casi siempre son objetos que ni
siquiera les hacen falta!
Te voy a hacer una pregunta: ¿A
ti no te parecería extraño que al
llegar tu cumpleaños todos tus
amigos decidieron celebrarlo
haciéndose regalos unos a otros
y no te dieran nada a ti? ¡Pues es
lo que me pasa a mí cada año!
Una vez alguien me dijo: "Es que
tú no eres como los demás, a ti
no se te ve nunca; ¿Cómo es que
te vamos a hacer regalos?". Ya te
imaginarás lo que le respondí.
Yo siempre he dicho "Pues regala
comida y ropa a los pobres,
ayuda a quienes lo necesiten. Ve
a visitar a los huérfanos,
enfermos y a los que estén en
prisión!".
Le dije: "Escucha bien, todo lo
que regales a tus semejantes
para aliviar su necesidad, ¡Lo
contaré como si me lo hubieras
dado a mí personalmente!"
(Mateo 25,34-40).
Muchas personas en esta época
en vez de pensar en regalar,
hacen bazares o ventas de
garaje, donde venden hasta lo
que ni te imaginas con el fin de
recaudar hasta el último centavo
para sus nuevas compras de
Navidad.
Y pensar todo el bien y felicidad
que podrían llevar a las colonias
marginadas, a los orfanatorios,
asilos, penales o familiares de los
presos.
Lamentablemente, cada año que
pasa es peor. Llega mi
cumpleaños y sólo piensan en las
compras, en las fiestas y en las
vacaciones y yo no pinto para
nada en todo esto. Además cada
año los regalos de Navidad, pinos
y adornos son más sofisticados y
más caros, se gastan verdaderas
fortunas tratando con esto de
impresionar a sus amistades.
Esto sucede inclusive en los
templos. Y pensar que yo nací en
un pesebre, rodeado de animales
porque no había más.
Me agradaría muchísimo más
nacer todos los días en el
corazón de mis amigos y que me
permitieran morar ahí para
ayudarles cada día en todas sus
dificultades, para que puedan
palpar el gran amor que siento
por todos; porque no sé si lo
sepas, pero hace 2 mil años
entregué mi vida para salvarte de
la muerte y mostrarte el gran
amor que te tengo.
Por eso lo que pido es que me
dejes entrar en tu corazón. Llevo
años tratando de entrar, pero
hasta hoy no me has dejado.
"Mira yo estoy llamando a la
puerta, si alguien oye mi voz y
abre la puerta, entraré en su casa
y cenaremos juntos". Confía en
mí, abandónate en mí. Este será
el mejor regalo que me puedas
dar. Gracias
Tu amigo
Jesús
Pablo Segovia Rojas Centro de Atención Familiar
“Nazareth” Diócesis San Juan Bautista
Calama
(Continúa en la página 4)
Ya hacía mucho, pero muchísimo tiempo que los días y las noches de Navidad, de antes de Navidad y de después de Navidad, eran tan nublados y oscuros como la sombre larga y seca, fría y negra del Altiplano. Allí vivían unos simpáticos hombrecitos con caras talladas por el viento y por la tierra, que le daban a su piel singularmente morena, una textura muy especial. ¿Por qué el tiempo se portaba así? Los chicos no entendían las explicaciones de las madres, ni de las abuelas, ni de las tías, ni siquiera las de doña Dominga, que sabía cómo curar el mal de ojos y el empacho. Conocía muchos brebajes, pero ninguno curaba la tristeza de los niños. Las plantas del lugar, que habían convertido sus hojas en espinas, no podías adornarse con las estrellas de la noche - ¡hace tanto tiempo que nadie veía ninguna! -; ni siquiera con el brillo de la luna, porque también estaba oculta tras espesas nubes grises. ¿Qué hacer entonces? Una planta sin adornos no es un árbol de Navidad…. es apenas un cactus
de todos los días, sin su traje
dominguero. La idea fue de don Zoilo, el compañero de doña Tomasa. ¿Y si le preguntamos a la Pachamama? No es fácil hablar con los dioses, pero en este cuento, como en todos los cuentos maravillosos, todo es posible, nadie lo discute. La Pachamama escuchó la pregunta,
se puso a pensar, miró las nubes y volvió la vista hacia la tierra… hacia sus propios dominios. Allí, en un pozo hondo donde tenía guardada semillas, había una caja hecha de adobe, como el que se usa para construir los ranchos. La Pachamama la abrió despacio, despacito…… y de su interior salieron tantos, tantísimos rayos de luz que luego, por arte de magia incaica, se convirtieron en soles, en muchos, muchísimos soles de ojos rasgados y de una amplia sonrisa. Y desde entonces en ese lugar del Altiplano todas las Navidades, las pocas plantas y los árboles de ramas retorcidas, se adornan con soles de caras anchas y melenas de rayos ondulados como llamas de fuego. Y los niños, que son pobres pero buenos, como los ángeles en
puntitas de pié, como en otros cuentos, esperan la Navidad, que en esos lugares es “NATIVISOL”,.. y saltando pretenden atrapar entre sus manos algún descuidado rayito de luz amarilla. “Para el Sol de los días soleados este cuento de Navidad en el altiplano, poncho de colores, cielo despejado,… ha terminado.”
Un Cuento de Navidad “NATIVISOL” (EveBail)
Sabías que...
Sabías que...
“La buena nueva que necesitan nuestros niños en esta Navidad, no es solamente un regalo. El mejor regalo es nuestro
compromiso de formarles un
excelente ambiente en nuestro
hogar, de educarlos con mucho
amor y responsabilidad y de
guiarlos con nuestro testimonio a
una vida cristiana.”
Sabías que...
“Muchos jóvenes viven sufriendo, aburridos y desorientados, no encuentran quien les ayude a dar un sentido y una buena orientación a su vida.
A ellos, también el Niño Dios quiere decir algo; ¡para ellos también tiene una Buena Nueva!
Sabías que...
“Para ser iglesia viva, testigos de la Eucaristía que vivimos y contemplamos, necesitamos que el mismo Cristo nos abra los ojos para tener una mirada verdadera de auténtica juventud, expresando el amor y la fe sobre el mundo que nos rodea.”
Sabías que...
“Una de las personas maltratadas y humilladas en el tiempo del nacimiento de Jesús, era la mujer?. Prácticamente no tenía ni dignidad ni derechos.
Pero Jesús quiso resaltar desde su nacimiento la dignidad de la mujer, naciendo de la Virgen María. Dios llamó a María para ser la madre de Jesús, su Hijo y le dio un puesto especialísimo en la historia de nuestra liberación. La hizo libre y liberadora.”
Sabías que...
“Si queremos conocer el rostro verdadero de la Virgen María, debemos buscarlo en las páginas del evangelio; no nos da toda la vida de María, pero sí nos ofrece todos los elementos necesarios para poder entender su significado en el plan de Dios y en la historia humana.”
Sabías que...
“La historia de María empieza con un Sí; un sí al proyecto de Dios que quería contar con ella en
forma muy particular para realizar la liberación de su pueblo. La llamaba para ser la Madre de Jesús, del libertador.”
Sabías que...
“De la misma manera hoy, a imagen de la Virgen María, todas las mujeres sencillas oprimidas y esclavizadas, son escogidas por Dios para ser continuadoras de su proyecto. Cada mujer desde su lugar de trabajo, debe responder a este llamado. Llamado que implica servicio, compromiso y amor a los demás.”
“Un saludo de
Navidad ...
¡¡Ha nacido el Rey de Reyes!!... hagan fiesta alrededor que un Niño, rey del amor, ha nacido en un pesebre!!
En este tiempo especial queremos regalarle un mensaje de infinito cariño poniendo a los pies del Pesebre de la Redención, los deseos para que en cada familia y que en cada hogar reine siempre la armonía, la alegría, el amor, el bienestar y la paz. Que cada integrante de la familia tenga vida plena; trabajo y salud, un espíritu de entrega para todo aquel que se sienta y esté solo, para que en esta Noche Buena el
mejor regalo que podamos compartir con nuestros seres queridos sean alas de libertad para que vuelen sus sueños y que hagan realidad sus esperanzas, que se sientan llenos del amor infinito del Niño Redentor del Mundo. Y que este Niño sea capaz de traernos en sus manos un país que, como hermanos se abrace en amor y paz.
Son los sinceros deseos del equipo de trabajo del Centro de Atención Familiar “Nazareth” de la Diócesis San Juan Bautista de Calama.
Navidad del 2010.
Boletín Familia N° 5 año 1 Representante Legal: Equipo Centro de Atención Familiar Nazareth Redacción: Norma Salman Winser Pablo Segovia Rojas Editor: Marcelo Barrera Cortés
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