ISSN 2313-349X www.sciences-pi.com
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DIFERENCIAS Y AFLUENCIAS DE LA FORMACIÓN POR COMPETENCIAS
DIFERENCES AND AFLUENCES ACADEMIC TRAINING BASED ON COMPETENCIES
Luis Amorer. Anna González (Venezuela)[email protected] Investigación
Recibido: 21/09/2014 Aprobado: 23/09/2014
RESUMEN La formación por competencias es un enfoque que ha tomado impulso en todo
el mundo, alcanzando territorio Latinoamericano. Éste artículo relatará brevemente algunos
planteamientos que ha desarrollado la Universidad Central de Venezuela con respecto a la
formación por competencias y un análisis teórico acerca de algunos conceptos que se
prestan a confusión con la competencia debido a su estrecha vinculación.
PALABRAS CLAVE: Formación por competencias, Procesos de Enseñanza -aprendizaje,
Capacidad, Habilidad, Aptitud, Competencia.
SUMMARY Competency-based training is an approach that has gained momentum
worldwide, reaching Latin American territory. This article briefly describes some
approaches developed by the Central University of Venezuela (UCV) about the academic
training based on competencies and a theoretical analysis of some of the concepts that are
misused because of the relation of them and Competence.
KEY WORDS: Academic training based on competencies, Teaching-Learning process,
Capacity, Ability, Aptitude, Competency.
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Desde finales del siglo XX y hasta comienzos del siglo XXI, crece la perspectiva de
necesitar un profesional que le permita adecuarse a las necesidades emergentes de una
comunidad globalizada, altamente competitiva y urgentemente necesitada de hombres y
mujeres diferentes, con nuevas (o mejores) formas de desenvolverse en las distintas áreas
en donde el ser humano hace vida, debido a los constantes cambios en el mundo, con
respecto a “la sociedad, política, económica, tecnología, educación y trabajo” [1] generando
cambios en diferentes contextos, como por ejemplo auge reciente en la educación
universitaria. Ello ha materializado propuestas para cambiar la estructura curricular,
generando un debate acerca de la efectividad del enfoque formación tradicional para dar
respuesta a esas necesidades; encontrando algunas respuestas en la formación por las
competencias.
Progresivamente las universidades venezolanas han hecho aproximaciones a este enfoque,
por ejemplo un estudio realizado en la Universidad Central de Venezuela fundamentado en
la necesidad de implementar un enfoque por formación por competencia y el uso de las
estrategias didácticas en la escuela de Psicología se encontró que el enfoque de formación
por competencias propondría un cambio dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje; tanto
los estudiantes como los profesores ejercerían el rol de orientadores y protagonistas en la
formación profesional basándose en sus fortalezas–debilidades y sus conocimientos-
destrezas [4].
Una investigación llevada a cabo por Amorer y González [4] permitió determinar que los
profesores de la escuela de Psicología de la UCV abordan el concepto bajo diferentes
modelos y enfoques, ejemplificando como el concepto ha evolucionado progresivamente
hasta desarrollarse en múltiples constructos dentro de la psicología y en diferentes
disciplinas, y al no haber consenso se dificulta el abordaje practico en espacios inter-
disciplinarios.
Por ser uno de los temas actuales de mayor discusión en las instituciones de educación
desde la década de los 70’s [2] no es sorpresa que desde mediados de la década de los 90’s
se pueden encontrar muchas formulaciones de las competencias, por ejemplo: formación
por competencias, planes de estudios basados en competencias, propuestas educativas por
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competencias, entre otras y es que “de esta manera, la perspectiva centrada en las
competencias se presenta como una opción alternativa en el terreno de la educación, con la
promesa de que permitirá realizar mejores procesos de formación académica” [3].
Por otra parte, autores como Colina y Valero afirman que el estudio de las competencias
surgen del estancamiento metodológico, paradigmático y curricular en la educación a partir
de los años 80 y es hasta esa década, que se manejaba una definición de competencias
profesionales que podía ser denominada “simple y factorialista” [5], donde las competencias
se entendía como “cualidades personales, aisladas y eminentemente cognitivas,
predeterminantes del desempeño profesional eficiente” [2]. Y es desde este momento que
comienza a evolucionar el concepto al integrar aspectos referentes a la personalidad:
conocimientos, habilidades, motivos y valores, que manifiestan la autodeterminación de la
persona en su ejercicio profesional [2].
En términos generales, el concepto de competencias se presta a confusión debido a que se
interpreta como sinónimos de los conceptos de aptitud, capacidad y habilidad, por ello
Ribes[6] establece diferencias entre ellos: ser capaz implica tener las condiciones necesarias
para realizar una acción en términos de posibilidad, mientras que ser hábil, está
relacionado a lo que se hace con eficacia, incluyendo dos aspectos; por una parte un
conjunto de respuestas específicas que se encuentran ligados a una serie de movimientos y
por otra parte un cuerpo o medio que genera una respuesta para producir algún efecto, así
mismo, se apto, significa “poder ajustarse de una manera y no de otra a una situación, de
acuerdo a los criterios funcionales opcionales y a los resultados, logros o actos previstos
por dichos criterios” [6], mientras que ser competente vendría siendo el saber cómo ejecutar
la acción ya sea porque ha realizado previamente o porque posee los conocimientos
necesarios para llevar la tarea a cabo [6].
Para analizar las diferencias con mayor profundidad planteemos el siguiente ejemplo: En un
restaurant trabaja un mesonero que tiene la labor de doblar las servilletas en cada mesa: se
diría que el mesonero es capaz de efectuar la conducta ya que posee una configuración
genética propia de la especie que le permite realizarla; por otra parte, es una persona hábil
ya que ha realizado varias veces la flexión y extensión de las partes de su cuerpo (los dedos,
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las manos, brazos, entre otros); además es apto ya que puede escoger de entre una serie de
opciones para doblar la servilleta y la que mejor se adecua a su entorno. Elementos que en
conjunto caracterizan al mesero como competente.
Por lo tanto, como bien afirma Ribes[6] para que una acción sea considerada competente,
¨implican habilidades, pero no constituyen solamente habilidades, requieren, además,
satisfacer un nivel o criterio de aptitud, ser competente incluye ser hábil y ser apto” [6], en
síntesis, sería aquella acción en la que el sujeto ejecuta una acción u habilidad y no otras,
existiendo una correspondencia entre la acción y el criterio situacional. A su vez, una
persona competente debe poseer un conjunto de respuestas, repertorios conductuales o
habilidades específicas que puedan producir un efecto sobre el ambiente, a fin de ajustarse
a ese medio.
En síntesis, es necesario realizar un esfuerzos por delimitar teóricamente el concepto de
competencias puesto que aún es confuso para algunos profesionales de la educación ya que
se ha caracterizado de diferentes maneras, de ahí el valor de algunas propuestas como la de
Emilio Ribes[6] de estructurar y diferenciar el concepto.
La formación por competencias ha generado un impacto en la sociedad y en la educación
superior, pero es necesario afianzar esos esfuerzos para permitir formar a profesionales
cada vez competentes para abordar los problemas de sus entornos, de ahí surge la necesidad
de: (1) realizar investigaciones que permitan superar la barrera teórica del concepto para
diferenciarlo de otros términos similares y (2) realizar estudios acerca del impacto de
relación de la enseñanza y aprendizaje según el enfoque de las competencias entre el y su
influencia en la formación del estudiante
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Bozu, Z. y Canto, P. (2009). Revista de Formación e Innovación Educativa Universitaria,
vol. 2, nº 02, pp. 87-97.
2. González, V. y González, R. (2008). Revista Iberoamericana de Educación, Vol. 01, Nº. 47,
pp. 185-209.
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3. Barriga, A. (2005). El enfoque de competencias en la educación. ¿Una alternativa o un
disfraz de cambio? Perfiles Educativos, vol. XXVIII, nº. 11, pp. 7-36.
4. Amorer, L. y González A. (2014). Conocimiento y opiniones de los profesores de la
Escuela de Psicología sobre las competencias genéricas. Tesis de Grado no publicada,
Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela, Caracas.
5. Colina, Y. y Valero, C. (2010). Descripción De Competencias Para La Enseñanza De La
Psicoética En Estudiantes De La Opción De Psicología Clínica De La Escuela De
Psicología De La Universidad Central De Venezuela: Una Aproximación Desde El Análisis
Conductual. Tesis de Grado no publicada, Facultad de Humanidades y Educación,
Universidad Central de Venezuela, Caracas.
6. Ribes, E. (2006). Revista mexicana de psicología. Vol. 23, nº 01, pp. 19-26.
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