Armona de colores.
Me agach junto al rbol ms cercano y aguant la respiracin. Dej el cuchillo
arrojadizo en la tierra para poder sacar otro de mi bolsa de caza. Oa un ruido. No era
de origen animal, pareca como... de ser humano. S, sin duda eran pisadas de una
persona.
Me prepar para atacar: me inclin ligeramente, mantenindome en equilibrio
nicamente sobre las puntas de los pies. Agarr ambos cuchillos, probando su peso en
las palmas de mis manos. Todos mis msculos estaban en tensin. Mi respiracin era
rpida: tena que conseguir que fuera silenciosa y regular. Respir profundamente
varias veces.
Asom la cabeza, preparada para atacar. Poda distinguir una silueta humana que se
acercaba despreocupada aunque silenciosamente. Cuando al fin sali a la luz, pude
verle.
Lo primero que vi fue una mano alargada y callosa sujetando un arco cargado con una
flecha. Luego lo vi a l.
Era un chico alto y delgado. Joven, pues tan solo se le vea un par de aos ms mayor
que yo. Sus msculos estaban en tensin, preparados para disparar el arco que tena
en sus manos. El pelo oscuro le caa por la frente, provocndole el gesto involuntario
de sacudir la cabeza para que no se le metiera en los ojos. Sus ojos: dos negros tneles
llenos de energa, evaluadores, atentos a cualquier movimiento.
Sin darme cuenta, roc la corteza del rbol con el filo del cuchillo, provocando que se
cayeran varios trozos; me qued inmvil. El chico avanz un paso y entonces, me vio.
Nos quedamos mirndonos a los ojos durante lo que me pareci una eternidad. Al fin,
el chico destens el arco y avanz un paso.
- Eras t la que estaba haciendo ruido?- dijo, alzando ambas cejas.
- Yo?- respond, ponindome en pie.- Al que se oye a kilmetros de aqu eres t. Te he
odo mientras cazaba.
- Estaba dando un paseo- argument.
- A estas horas?- eran las cuatro y cuarto de la maana.
- S, necesitaba pensar con tranquilidad, y en mi casa es imposible.
- Bueno, pues yo ya he acabado de cazar. Nos sentamos un poco?
- Bien.
Nos sentamos uno junto al otro y nos pusimos a mirar las estrellas. Finalmente, l dijo:
Armona de colores.
- Oye, no me he presentado. Me llamo Amir. Y t?
- Deva- respond.
-Y cmo es que nunca nos hemos visto? Dnde vives?
- En serio no sabes dnde vivo?- pregunt sobresaltada.- No me reconoces? Soy la
hija de Nadir.
- Nadir?- pregunt frunciendo el entrecejo.- No me suena. Debera?
- Hombre, pues es el jefe del poblado en el que vives!
- No... Jurara que el jefe se llama Kaal.
- Kaal? Si mi padre est al mando desde antes de que naciera yo!- repliqu confusa.
Amir se me qued mirando y finalmente, pregunt:
- Deva, de qu poblado eres?
- Soy de Whero. T no?- pregunt.
Puso los ojos como platos y me dijo con nerviosismo:
- Soy de Puru.
Ambos habamos acabado la conversacin de pie. Nos quedamos callados,
simplemente mirndonos sorprendidos. Nuestros poblados llevaban enfrentados
siglos; habamos participado en numerosas guerras, aunque llevbamos varios siglos
sin tan siquiera vernos.
Y por qu? Sinceramente, no lo s. Desde que naces, te ensean a odiar a los Puru. Es
algo que se ha transmitido siempre, de generacin en generacin. Lo nico que nos
cuentan es que son fuertes, letales, precisos en su ataque. Que si nos encontramos
uno, debemos alejarnos todo lo que podamos.
As, siguiendo mi instinto, me dispongo a correr. Pero Amir me agarra por la mueca.
Me intento soltar, pero no puedo. Si grito, no me oir nadie. Estoy demasiado lejos del
poblado.
- Espera. No te vayas. Deva!- tarda varios segundos en soltarme el brazo.- Puede que
nuestros poblados estn en guerra, pero yo no lo estoy contigo.
Sigo sin decir palabra.
Armona de colores.
- Al menos, deja que hablemos un poco.- me dice, invitndome a que me siente junto a
l.
Al fin, cedo.
_____
Son las tres de la maana. Voy caminando por el bosque, siguiendo la misma direccin
que siempre, vigilando dnde pongo los pies. Voy atravesando la maleza como puedo,
me dispongo a cruzar el ro.
Llego a una zona poco accesible: est rodeada de rboles y apenas se ve el cielo.
Me tumbo en la tierra y miro las estrellas por un hueco que no han cubierto las hojas
de los rboles, cuando alguien me acaricia el hombro.
- Eh! Hola, soy yo.- me dice una voz masculina susurrando.
- Hola Amir.- me giro y le doy un abrazo.- Qu tal has venido?
- Bien, sin problema.- dice tumbndose a mi lado.
Nos reunimos todas las semanas en esta zona del bosque para hablar de lo que nos
pasa, de lo que vamos descubriendo sobre nuestro pasado o de las dudas que
tenemos. Es muy interesante porque tenemos siempre dos puntos de vista sobre un
mismo tema, lo que te permite abrirte al mundo y aprender de l todo lo posible.
_______
Estoy en casa, mi madre est acabando de hacer la cena. Mi padre me llama a cenar.
Me siento en la mesa. Durante la cena, se me ocurre preguntar:
- Oye, pap. Qu pasara si conociera a un Puru?- me mira sorprendido.- Quiero
decir... que fuera un amigo, alguien cercano y de confianza.
Mi madre y mi hermano haban parado de comer, mi padre me miraba sorprendido.
De repente, se empez a rer cada vez ms fuerte, hasta acabar llorando.
- Pero hija! Qu cosas tienes.- dijo enjugndose una lgrima.- Es imposible que puedas
conocer a un Puru. Vivimos muy lejos los unos de los otros. Y les odiamos. Si nuestros
guardias vieran a uno, lo torturaran, lo exhibiran, se burlaran de l y, por ltimo, lo
mataran.
- Y no te parece una medida demasiado extrema? Drstica?- dije seriamente.- Se
supone que eres el jefe del poblado, y que tienes que cuidar a tu gente. Pero no veo
dnde est la necesidad de hacer eso con un Puru.
- De todas formas,- replic mi padre.- Por qu iba a querer venir un Puru aqu? Ya
saben lo que les espera. Y a nosotros tambin, si nos acercamos a su zona.
Armona de colores.
- Y, en el hipottico caso de que descubrierais que tengo un amigo Puru, cul sera mi
condena?
Mi padre me mir extraado.
- Siendo que eres mi hija, no permitira tu muerte. Sin embargo, estaras condenada a
la humillacin en pblico y a un elevado nmero de latigazos. Adems, sera tal la
vergenza que sentira, que te desterrara.
- Y por qu no intentas dialogar con los Puru y permites la convivencia pacfica?
- No! Jams! La casa real no debe estar contaminada. No nos debemos relacionar con
ellos.- me respondi escandalizado.- De todas formas, por qu quieres saber todo
esto?
Contuve la respiracin un segundo y dije:
- Por nada, pap. Tan solo senta curiosidad. Al fin y al cabo, ser la que te suceda,
no?
- Si, hija. Y estoy muy orgulloso de ti. No me defraudes.- me dio un beso en la frente.-
Anda, ve a cazar, cario.
_____
Aquella noche sal corriendo de casa y me adentr en el bosque sin mirar atrs. Lo
nico que quera era dejar todo lo que haba ocurrido durante la cena y reunirme con
Amir.
Cuando llegu, l ya estaba all. Llegu trotando hasta l y me lanc a sus brazos con
lgrimas en los ojos.
Esa noche, le cont todo lo que me haba pasado sin separarme de l en ningn
momento. Cuando acab, me alz la barbilla con su mano, de forma que mis ojos
quedaron a la altura de los suyos.
- Deva. Eres preciosa.
Se me saltaron las lgrimas. Me rode la cintura con el brazo.
- Jams te abandonar.
Nuestras caras estaban a milmetros una de la otra. Su respiracin era entrecortada,
pero aun as, me dijo:
- Te quiero.
Pas mis brazos por su espalda y lo atraje hacia m.
____
Una gota de agua cay sobre mi frente. Dos. Tres. Abro los ojos. Al principio no me
sito. De repente, me doy cuenta de que estoy en el bosque. Giro la cabeza y veo a
Amir tumbado a mi lado, con un brazo sobre mi cintura, colocado de forma protectora.
Armona de colores.
En ese instante recuerdo toda la noche pasada: la carrera, los llantos, los besos, las
risas, las caricias, el olor dulce de Amir...
Lo miro y me doy cuenta de que me est observando. Levanto mi cabeza y l me
acaricia la mejilla. Me vuelve a repetir:
- Te quiero.
Nos ponemos en pie lentamente. Cuando estamos el uno frente al otro, me acerco con
una sonrisa traviesa y le doy un beso.
- Buenos das, Amir. Qu tal has dormido?
- Sinceramente, haca tiempo que no dorma as de bien.- empieza a aparecer una
sonrisa cada vez ms amplia en su cara.
_____
Hace un da soleado. La brisa me agita el cabello. Amir y yo estamos sentados a orillas
del ro, con los pies sumergidos. Llevamos ya tres das fuera de nuestros poblados.
Finalmente, nos secamos y comenzamos a caminar. Cogemos los sacos con provisiones
y tiles para nuestra supervivencia que hemos estado preparando sin descanso estos
das.
Amir me pasa un brazo por la espalda y me dice:
- Ests segura?
- Estoy segura.
____
Seguimos caminando hasta que llegamos a una zona en la que hay varios poblados.
Nos acercamos a mirar, y nos damos cuenta de que la gente diferente convive en un
mismo espacio, se une al resto, de forma que nadie es diferente aunque nadie sea
igual.
All nos acogen como si furamos sus hermanos. Amir y yo nos miramos sonrientes
cuando una mujer se ofrece a guiarnos por el poblado. y, decididos, la seguimos.
____
Han pasado ya siete aos desde que huimos de nuestros hogares para poder vivir una
nueva vida.
Actualmente, Amir y yo vivimos en una preciosa casita a las afueras del poblado, junto
con nuestras dos hijas. Tenemos un comercio de pieles de animales con el que nos
ganamos el pan de cada da. Nunca tenemos problemas con la gente porque aqu todo
el mundo se quiere y se respeta. Y si vienen tiempos difciles, vivimos tranquilos
sabiendo que esta gente nos podr ayudar a superarlo.
Armona de colores.
NOTA DEL AUTOR:
Puru y Whero significan respectivamente azul y rojo en maor.
Deva es un nombre de origen celta, que significa diosa, divina.
Amir es un nombre de origen rabe que significa jefe cordial, amable, emotivo.
Top Related