Animales que representan A Dios y a Satanás #2
El segundo animal que
representa a Dios y a
Satanás es el león
El león era
uno de los a
nimales
que Dios h
abía creado y
declara
do “bueno” y
hasta “b
ueno
en gran m
anera. (G
én.1:25; 31).
Miremos brevemente las
diferentes formas que ha utilizado
satanás para engañar al
hombre desde que fue lanzado
del cielo
En el Edén satanás se le presentó a Eva en la forma de una serpiente
(Gén.3:1).
«El mismo Satanás se transforma en ángel de luz»
(2 Corintios 11:11-14).
«Sed sobrios, y velad: porque vuestro adversario el diablo, cual
león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar»
(1 Ped.5:8).
Pedro ve detrás de todas las persecuciones que afligían al pueblo de Dios, al enemigo supremo:
satanás.
Fue él el que indujo a nuestros primeros padres a
pecar, utilizó a Caín para darle muerte a Abel, indujo a los antediluvianos a que se rebelaran contra Dios, y por si fuera poco, tentó a Cristo para tratar de que pecara
también y que no se realizara el plan de salvación.
Job 1:7, dice: Y el Eterno dijo a satanás: “¿de dónde vienes?” satanás respondió al Señor: “de
rodear la tierra y andar por ella”.
¿Qué quiso decir Satanás? Con estas palabras quiso decirle, «Vengo de
revisar mi territorio».
El apóstol pedro dice que satanás anda “como león
rugiente”, es decir, como un león hambriento que ruge
para atemorizar y atrapar a su presa.
Como usted sabe, Satanás no es una
serpiente ni un león, el león aquí es un símbolo adecuado del diablo, que utiliza el apóstol Pedro
para describir la ferocidad de satanás, quien por medio de
persecuciones estaba procurando atemorizar a
los cristianos para forzarlos a que apostataran.
El diablo bajo la figura del león, busca diversas formas para acorralar a su presa.
Induciéndolo a que abandone la fe.
Los hace perseguir, los empobrece, o los enferma.
El león no espera que la presa vaya a su guarida, él va a buscarla.
De la misma manera satanás no se sienta a esperar que sus víctimas caigan en sus redes. El va de un lado para otro buscando cómo cazar a quienes quiere hacer sus victimas.
Así como el león devora a su presa, así también el
diablo arranca a sus victimas del seno de la
iglesia y las devora.
EL LEÓN SIMBOLIZA A CRISTO
Apoc.5.5 dice: y uno de los ancianos me dijo: “No llores. el león de la
tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete
sellos”
Note el contraste entre el león que representa a satanás, el cual venía para matar. El león que
representa a Cristo, por el contario dice: «Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en
abundancia» (Juan 10:10).
¿De donde proviene el león como figura de
Cristo? Este título esta basado en Gen. 49:9, cuando
Jacob bendijo por inspiración divina a Judá diciendo:
“Cachorro de león es Judá. de la presa subiste,
hijo mío. se encovó, se echo como león, así como león viejo, ¿quién lo despertará?
Y el vers. 10 dice: “no será quitado el cetro de Judá, .. hasta que venga Silo”.
¿Qué representa el «cetro»?
El “cetro” es un símbolo de autoridad real.
En su forma más primitiva era un largo cayado que llevaba el rey en la mano
cuando hablaba en las asambleas públicas, pero
que estaba entre sus rodillas cuando se sentaba en el trono.
Esta profecía de Jacob indica que Judá habría de continuar como caudillo entre las
tribus de Israel hasta la venida de Silo.
¿Quién es Silo?
Silo es el Mesías, quién en la profecía de Jacob habría de tomar las prerrogativas
reales de Judá como jefe de Israel, ante el cual se
congregarían todas las naciones (DTG 36).
¿De las doce tribus de Israel, de cual procedía Jesús?
Según la genealogía de Jesús nació de la tribu de Judá (Lea Mat.1:2-16).
Cristo usando la figura de un león ha ganado la victoria en el gran conflicto con el mal.
Además, puede notarse que Cristo como “león de la tribu de Judá”, aparece como aquel que “ha
vencido”, por lo tanto, es el vencedor de la causa de su pueblo.
Repasemos nuevamente Apoc.5:5. Y uno de los ancianos me dijo: «No llores; he aquí el León de la tribu de Judá, la raíz de David, que ha vencido para abrir el libro y desatar
sus siete sellos»
Juan había estado llorando porque no había nadie a quien
Dios pudiera revelar Sus secretos. Entonces se acerca a Juan uno de los ancianos, en
función de mensajero de Cristo, y le dice: "No llores.»
Estas palabras «no llores», salieron en más de una ocasión de los labios de Jesús en los días de Su carne. Fueron las que le dirigió a la viuda de Naín que estaba llorando la muerte de su hijo
único (Luc. 7:13 ).
Y también las dirigió a Jairo y su familia cuando estaban haciendo duelo por su hijita única
(Luc. 8:52 ).
La voz consoladora de Jesús nos sigue hablando desde los lugares celestiales diciendo: «no llores».
Por tanto, aunque se nos presenta aquí bajo la figura de un león, confiemos en él.
Juan estaba llorando, y sin embargo sus lágrimas eran innecesarias. El dolor humano
muchas veces brota de un conocimiento insuficiente.
Si fuéramos pacientes y confiados, veríamos que Dios tiene sus propias
soluciones para las situaciones que nos producen lágrimas.
El anciano le dice a Juan que Jesucristo ha obtenido tal victoria que está capacitado para abrir el libro y desatar sus
sellos. Eso quiere decir tres cosas.
3).Tiene el privilegio y la misión de controlar las cosas que han de ser. Por lo qué Jesús hizo, es el Señor de la Verdad y de la Historia.
2).Está capacitado para revelar los secretos de Dios; y
1). Quiere decir que por Su victoria sobre la muerte y todos los poderes del mal, y por su completa obediencia a la voluntad de Dios está capacitado para conocer los secretos de Dios;
Por eso se le aplican dos grandes títulos
(i) Jesús es el León de la tribu de Judá. Este título se remonta a la bendición que dio Jacob antes de morir a sus hijos. En esa bendición llama a Judá «cachorro de león» (Gen 49:9). Si el mismo Judá era un cachorro de león, es apropiado llamar al Supremo miembro de su tribu El León de Judá. La fuerza del león y su indiscutible posición como rey de los animales le hacía ser el emblema apropiado del Todopoderoso Mesías que esperaban los. judíos.
(ii) Jesús es la Raíz de David. Este título se remonta a la profecía de Isaías de que saldría una vara del tronco de Isaí, y una raíz de Isaí sería una enseña para el pueblo (Isa 11:1; 10). Isaí fue el padre de David, lo que quiere decir que Jesucristo fue el Hijo de David, el Mesías prometido.
Dios en su infinita sabiduría y poder, coloca al segundo animal, el león, el rey de la selva, como un símbolo adecuado del poder majestuoso de
Cristo Jesús para salvarnos de la muerte eterna. Por lo cual debemos decir:
«Gracias Padre Santo por todo lo que has hecho por nosotros,
ayunos por favor para que podamos aprovechar la salvación que tu
generosamente nos ofreces. En el nombre de Cristo Jesús te lo
pedimos. Amen.
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