# 4Mayo 2009Publicación Atemporal“Wal-Mart y Supermercados Lider”http://colectivomirafl ores.blogspot.com

La escasez de los productos básicos que nos permitan comer y dormir con tranquilidad, es un problema que toda familia busca so-lucionar con la mayor urgencia posible. En este caso, las familias económicamente ricas no tendrán grandes complicaciones, e incluso se tomarán los lujos que su riqueza les permite, comprando de la mejor marca, de la mejor calidad, y la cantidad suficiente para sa-tisfacer la necesidad de saciar el hambre.

Por otro lado, quienes no tenemos la posibilidad de darnos ma-yores lujos sino es muy de vez en cuando, no nos es fácil enfren-tar el costo de la compra de mercadería. Alimentarnos, siendo una necesidad, se nos convierte en un desafío. Y ante esta situación desesperada, cualquier ayuda que nos brinden, por más miserable, se vuelve útil, y la tomamos sin pensarlo dos veces.

Así es como nos cagan, porque realmente estamos siendo estafados a diario.

Nuevamente, una empresa extranjera se instala en Chile para ha-cernos creer que son un regalo estadounidense: WAL-MART, la mayor línea de productos y tiendas comerciales distribuida alrededor del mundo, luego de un proceso que nunca fue hecho público por los me-dios de comunicación masivos (El Mercurio, Las Últimas Noticias, TVN, Canal 13, Chilevisión), firmó un convenio con los supermercados Líder de nuestro país, para que este millonario supermercado empie-ce a funcionar a través de las leyes laborales y comerciales de Wal-Mart, al “estilo norteamericano”. La estrategia es la siguiente: abriendo sus puertas para contratar trabajadores masivamente, el pueblo chileno agradece ingenuamente la llegada de la megaempresa Wal-Mart al país. Pero no está conciente de lo que en otros países ya han sabido combatir:

- El 2006, el gobierno de Noruega se deshizo de 337 millones de euros que sus empresas pagaban a Wal-Mart por sus productos y ser-vicios, ya que, en palabras de la ministra de Finanzas, Wal-Mart “viola en forma sistemática los derechos humanos y los derechos laborales de sus trabajadores”.

Y cómo no, si las condiciones de trabajo que impone la empresa se basan en el “Manual Anti-Sindicalista” creado por ellos mismos, en el que se explican todos los métodos para que no se formen sindica-tos entre los trabajadores del supermercado, y así cualquier recla-mo lo realice el trabajador afectado sin la compañía de nadie más, como caso exclusivo, y dirigiéndose a un mediador entre el Gerente y los trabajadores, nunca al jefe directamente:

- Desde el 2007, Wal-Mart enfrenta la mayor demanda colectiva (o sea, de gran parte del pueblo) por discriminación laboral por razón de sexo, en Estados Unidos.

Si piensan que eso sucede solo en Estados Unidos, y no será así en nuestro país, hay un ejemplo más cercano:

- En septiembre de 2008, la Corte Suprema de México declaró ilegal el “sistema de vales” con que Wal-Mart pagaba a sus trabajadores: el mismo sistema que en Chile se utilizaba con los mineros nortinos hace más de dos siglos, en que se les pagaba con fichas para que las canjearan por alimentos. En el caso de Wal-Mart, pagaban con vales que se cambiaban únicamente por productos de la propia empresa.

Un sistema humillante que sigue firmando convenios con más empre-sas, pero que los pueblos pobres de Latinoamérica soportamos por la necesidad de sobrevivir ante el sistema económico actual. ¿O acaso no vamos a comprar pan por no formar parte del injusto sistema eco-nómico? ¿Qué justicia hay en que los productos de mejor calidad no estén al alcance del sueldo común del pueblo chileno, y los de peor calidad sí? ¿Por qué debemos soportarlo, como si fuera normal, como si no tuviéramos la razón cuando exigimos igualdad económica para todas las clases sociales, en cuanto a nuestros servicios básicos del día-a-día?

Entonces, ¿qué seguridad nos da una empresa como Wal-Mart, que

ahora controlará las leyes laborales y comerciales de los supermer-cados Líder chilenos? La seguridad de que mucha gente, desesperada por los altos precios habituales en los supermercados nacionales, comprará ciegamente en una empresa que, a su vez, no gasta nada y gana millones de pesos diarios, porque no invierte en el bienestar de sus trabajadores que, por ganar algo de dinero, soportarán la violenta explotación de esta empresa.

¿Seremos víctimas de un sistema injusto nuevamente?. No sigamos obedeciendo a las injustas reglas comerciales. No aceptaré que los productos que compro para subsistir, signifiquen la explotación la-boral de gente como yo, de gente que podría haber sido yo, o que en cualquier momento podré ser yo. Ni tampoco que unos empresarios millonarios se enriquezcan más todavía, a costa de mi sufrimiento por querer vivir una vida digna. Manifestemos nuestro descontento contra esta nueva injusticia económica que no busca más que seguir dominando nuestras vidas, con tal de mantener las desigualdades sociales.

...Comenzar a poblar Miraflores no fue tarea fácil, bien lo saben sus antiguos dirigentes que organizaban reuniones donde se daba a conocer el trabajo que se iba a realizar luego de ha-berse tomado los terrenos. La organización y trabajo era tarea de todos, aquel que no trabajaba debía pagar multa, pero lógi-camente todos trabajaban para construir sus viviendas, el que no podía trabajar pagaba para que le hicieran el trabajo.

Se trabajaba todos los sábados y domingos para que no queda-ran tramos cortados, se exigía que cada poblador excavara una cuota diaria de dos metros por persona. Todas las viviendas se hicieron por autoconstrucción, cada familia construía su pro-pia casa usando distintos materiales, muchos hicieron casas de adobe, empleando para esto el material que había en el mismo lugar, es decir el adobe los fabricaban ellos mismos. Las con-diciones eran muy precarias, no había agua potable, tampoco servicio de alcantarillado, para poder abastecerse del vital elemento tenían que ir a riachuelos o pequeños esteros y aca-rrear el agua en baldes hacia sus casas.

Sin duda la vida de nuestros antepasados está marcada por el sacrificio y esfuerzo, pero por sobre todo la conciencia y la perseverancia de que prácticamente eran colonos que habían llegado a poblar tierra nueva, teniendo que alambrar y quemar la vegetación para formar sus terrenos que muchas veces se vio truncado por los carabineros, que detenían a esta humilde gen-te, nuestra gente.

Con el transcurrir de los años y el desarrollo de las pobla-ciones, aumentaban considerablemente, instalando el alumbrado público y el de las casas junto con el agua potable, con ayu-da de los regidores (actualmente los concejales), comenzaron a llegar las primeras líneas de transporte: líneas 7 y 5, que llegaban hasta las Pataguas y la Corvi, ya que en ese tiempo no existía la avenida Freí que conocemos hoy en día que con la llegada de más pobladores se vio la necesidad de construirla... (continúa en el próximo boletín).