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teo necesidades de la vida en las ciudades y del ri+rgo *alea
osapes, ancles bien Sértiles, se comprendo que no será esa
labor fácil por cuento unas de las sacas más msoesitMas *e
la dsl oanpes lle Qartageaa por donde desde bien antigas pasara
buen adinero de iaegeaieros de diversas espeoialidadcs que no
dejaren de ocuparse de tan iateresaatisisa euestléa puso sieso
pro tui de oportunidad y objeto de apasionadas eoatroversias
aeorddadose , en definitiva, después de machos internes, abas-
tecer de agua 4 Cartagena y á otras poblaciones laportaates
esa las que recojan los pantanos de Taiv#lla ea la provinciad• Albacete.
Para tornar ideo de la geología general de la pro-
vincia de lumia sélo o* cuenta coao obra de conjanto coa la
de D. pederioo Botella que lleva por titulo "Descripción gel
lógioo-aiaera. de las provincias de Murcia y Albacete" publi-
cada oa el afto 1868, que si bien es ay searitoria y digna de 1
las mayores alabaaass por el trabajo y cultura que representa
dada ea la época que es hico y los escasos recursos sea que
eontó , es preciso ampliarla y reotifioariip
la cambio , hoy es cuesta sea muchos trabajos parst-
l es de varias regiones de la provincia, alga,o s sobre alrnbra-
atentos de aguas de los oros . Drpiy , Gozostisaga y levo, y de
las cosas ameras, ea particular de la sierra de Cartescam.
Por lo que i las aguas se refiere, donde se ea►osea-tras más datos locales es ea el arohivo del "Instituto eto-lógico y Minero de $spaaa" oa el que están los inforaos deles Ing enieros que ea *tan cuestiones han intervenido.-
Ba las Memorias de ese Instituto "Criaderos de Sie-
rro de la provincia de Murcia" - toso le- 1913 por D. 1«~*B. Villasant e y *tres, hay una "Belaeión de publiaacicaes sea
aotiolas relativas t. la minina y g eologia de la provino la de.Buraiaw ea la que se citan mis de 70 autores.
r!"
- 3--330'1
A esa relaoida hay que afiadir los trabajos hechos
por Ingenieros del Distrito de Murcia con posterioridad á la
fecha de aquella publicación que figuran en el "Boletín Ofi-
cial del Ministerio de Ponente ", alío 1917 nt 41 1918 >m 9810,1]
y 13; 1919 as 21, 22, y 26 y ea a 1921 au 46; ea e1. "Boletín
,- S el "Inst ituto Geológico", roa* ILIII, afro 1923, yen el toso
Y de la 35 serie del 1924; ea,hs "Coaptes Renduea " de la XIV
.da del Congreso Int erfaotonel de Geología celebrado m
Madrid en el año 1926 , faaoiculos 19 y 4e pags . 413 1555 res-pectivamente.
Bn el aílo 1927 se publioe en las "Mraor.ias del las-
tituto Geológico y minero de gap"" la "Metelogenie. de la
sierra de Cartagena" por D . Lioardo Guardiola que trata con
todo detalle de sa estratigrafia, teatbnios, petrográfiea y
de la gdnesis de los criaderos.
111
C*LE1 C CMUREA
Ya en el atto 1851 el Ingeniero de Minas D. Lizo Pes
Suelas (1) decía que el campo de Cartag ena oe presenta urna
cuenca artesiana que habla sido perfectamente estudiada por
los gres. Monasterio y Coll et. (2),
:Si ingeniero de Casinos gr. Mesa sefala la existen-
ola de usa casi-cuenca abierta haoia el Mar Menor y la oonsi-
dera ocas suy indicada para investigar aguas artesianas, esti-
mando que deben preferirse los sitios cercanos á dicho Mar en
el campo de Cartagena y en los t4rainos de Paoheoo , San Javier
g San Pedro del Pinatar. (3).
Los sondeos que se han hecho en lugares pertsseoien-
t es á estos dos dltiso c t áraino s han puesto en e vid encia que
no andaba muy equivocado en lo que á ellos tova; no así ea el
de Pacheco.
Las Sres . Dapuy de Lose, Gorostinaga y boto ea el
a$o 1917 dieron la informe (4) sobre alusbrasieatos de aguas
-4-
aubterrénegs en las provincias de levante.
Refirieadose i la de Murcia, ~elan ooso una de las
zonas de Mí* inmediato interés tente por llin probabilidades de
encontrarles en oantidadeo de relativa importsnoiu, como por
su ?4oi1 i util glioaol6n ó fSrtiles terrenos de una gran rl-
qutwae ugraris, en loa oaepos de Cartiag , queaando localizada
por el «0o por la sierra de Ourra.sooy, lar la de Cartagena, Se-
to el Mur Menor y D. la sierra de Algarrobo.
Ul aeratlao del bu4a siento aa leas capas terciar¡,»* ha-
cla el 3. en la eierr,e de uarrneooy, remedes de ereníeoas,parw-
aee, arcillas y o�►li *e, sa4re los que oaelen intercalares Rra-
nss y sargas, constituyendo alternancias peraeables 6 isperaen-
bles, que nesoan.erl une% veo** sobre las areniscas 6 pizarras
del Trias y otras sobre pUerres salaries «el estrato-
ariete-lino , y luida el UC* ea lana estribaoiones septentrionales de la
sierra de Cartagena, les peralte suponer que ea el centro del
valle comprendido entre ambos se forme una depresión 0 sinoli-
nal donde pueden encontrarse aguas subterr4nese brotaates, 7
opinan que cebe atravesarse todo el terreno 'eroiario balista Va-
gar el contento del ?rase o del gstrato-asistalileo , exteadien-
dose los sonoeos aoero&adose 4 loe puntos más *&#o* de le cuenc
en nonata el agua brotará á más elturg, en sitios ooeprenalaos
entre Belga, Pintacia y Pacheco.
Un serles posible proveer de antemano le profundidad
que uebe llegarse con esi,os jonasos , crean quo bastará coa
(1).- Hevista ninera y Aíet aluxgioa.- T. l ar•u látil.
(c ).- LlaeriM de Cartug sne. Keevista *^inora.- y. II . lt 5O
(3 /.- Pozos Artesiano s.
(4)•- Bol1,tin Oficial de gines y M*14 `UrtOs. u 79 Uiciesbrecae 2917.
- 5-
Con 150 d 200 as. para reoonoosr todo el eape •?ar del Terciario
En los ahs al 19 ., hacia el centro de la cuenca, tal vez se ex-
onda de los 300 me.
D. Fernando Be Villc eante en los ""Criaderos de Hierro
as la provi.ncir, de Murcia ", ( 1) supones que debe existir un sin-
clinal en el fondo 093. vall e formado entre 1, e sierras de Va-
rreaooy y Cartagena ooincidi. ende tal vez con la linea que une
balea Pintfr.da con Peah.eoo, el cual dice , sería auy interesante
recorover para la inv�rstiga ibn de aguce subterráneas brotentes.
Para *uerdiola la cuenca Terciaria forma "fondo de
Barco" . Sus bordes son* Uarra sooy al 8; estrecho de PuenteAlarmo& Canteras y la punta de Inohola por el Oeste ; Ue.nteras el
Cabezo bajado por el So y y por el Bate baja cada ves más hxoia
el mar, eepult&ndose bajo sus arenas. Las fracturas Be, ME. Q
9. 90. que se suceden paralelamente desde la posta deben freo-
eionar toda la llanura y la cuenca terciaria. Las fallas redu-
cen la ext ensi6ra de la ouenoa y obstruidas por lo s materiales
arcillosos contribuyen á mantener la presida de los niveles del
fondo que los hacen artesianos en la porción comprendido por
las fallas mis avanzadas hacia Uerraaooy y esta sierra.
En un informe de D. Agustín Mario, £ que se refiere
D. José k* Rabio en sus artículos que llevan por epígrafe "Lacueros artesiana del Campo ae Uart agena" ( 2) oonaidera que eso
punto era más que probable su existencia con factores de o au-
del de agua y presión suficiente para revestir importancia ia-
dustria.
El caudal probable de la capa aoui=era lo estima en
más de 300 litros por segundo y con arreglo á esto, el ndaero
de pozos que se pueden proveer que-tendrán importancia según el
9r. Rubio, dada el agua que rinden los que hasta ahora hay eje-
cutados que oscila entre siete y diez litros por segundos limi-
tan la Cuenca artesiana entre laz sierras Carraeooy-Oolumbares yAlgarrobo-Cartagena, del sieteaa Retrato-orist,cliao que viene
(1). Memorias del Instituto Ueol6gioo de España. Toso 1 pag. 216apio 1913
al ooinaiuir con la zuns► áe oaptaaOióM de las r, azs pluviales que
es supone ea de unos 400 kas. ousdrauos.
D. Jos6 lx.ría Rubio *}Os optimista, concede gran iapor-
tancia 4 la ouenaa del campo de Cartagena y opina que se ha abieu
te pn au+evo y- vasto horizonte é aquel].& oomproa con las aguas
artesianas descubiertas recientemente que por su gran caudal y
por su temperatura no 0610 representan una solución ooao riegos
para olerte ,leas C e cultivos , sino que pueden dar margen 1
otras aplioacionee ieadistrisles de iaterés no sólo local 6 regio-
nal vino en cierto modo nacional, pues la vega d huerta que allí
Dona el. agua disponible es oree, influiría poco 4 auca o pero
siempre algo , en M «#asoilia nacional; y con esto sólo visamos
el interés agrícola con el agua fria sin tener para nada en cuen-
ta las medicinales y termales que arel fia y al. cabo en su día su
aplicaoidn pare9ial 6 total encontrarán.
e dispone vegeín aun esáloulos , de una extensión franoa
de 100 e6s 150 kas. para la oaenoa artesiana y admite que pudie-
tan aao er g o uno 6 dos Bond eo i con el consiguiente "bombeo adop-
tando diámetros de 40 ri 50 oentii etroe 6 más que aalumbrarían
proa=iblemeeute hasta 500 a3 por hora.
Pare el 3r. danchez Madrid, que h,staa ahora ha hecho
todo" Los soedeo s del campo de Cartagena , está l ueraa de toa& dw-
dr que allí existe une cuenca artesiana regular bien d efiniaa ,
con dos niveles de aguas diastiritoa.
A estas autorizadas opiniones pueden Viadirse los ai-
guieentes haQttoas de gran importancia que hay ',ur tener presentes
al ,bordar el estudio hidrog eelágico de *ata, r ,giba.
Mn toma. ".ala marcha dil,uvial, del campo de Cartagena se
er c�. esntr - n uno :loes n ivel ess tia "u^« asubaree s que c iroulan e n-.
(2 ).-Eevista Mineyrit,, est nlurrl , y de Iw,"nieria.- año 1928.
mduero s 3120, al 3, 3128.
7
tre los sedimentos cuaternarios que 1 veces tienen 90 aso de
espesor . Eses capas cuaternarias compuestas de arcillas are-
nosas que alternan con otras de travertino compacto de un co-
lor rojizo en en conjunto, son de grados muy diversos en su
permeabilida d. Cuando los mantos de travertino compuesto soa
muy extensos 6 predominan las arcillas rojas poco arenosas, el
terreno ea poco permeable aungie 3iespre las aguas podrán oir-
c.iiar por las muchas grietas y roturen de qu ,̂ están oruzada�i,
y por el contrario, lo es mucho ouand.o abundan los mantos pe-dregocos 6 aglorxerado de piedras caliza s. En muchos parajes
esas agu :-s con sólo ascendentes sin que lleguen á superfioíe
del suelo pues proceden , por lo general , de la s aguas de llu-
via recogidas en lass oqueoaaes y depósitos a* lasa ed1144.s tríá-
sioas cavernosas oon ireeuenoia arcillosse y aagnesianacs, ;aue
coronan algunos orbe.ca pem que por el reduoiao espesor del
tramo no son apuoeptibbea de limitar y comprender oavinaaes de
grahd es dina : ricnee.
Bu el cito i&6k, eu la, plaza del Rey, de Caarta*ena, se
s►bri6 un sondeo que gloanzd la profundidad de 61 . 40 as.3A los
30 isa. encontró aguas que r�. cxru:ierc�ra un metro sobre el suelo.
Abandonado largo tsiempo e. reetableai6 en 1906 hasta la pro-
i'unu£c de 30 as .; se instald un motor elbatrioo. Y sus aguas
s;pháp^o��eso�rg3ca para el riego y limpieza, ya que no mea para la
bebida pues pasan de 120 grados hidrotímetricos. 9u caudal es
de 485 m:a. edbicui can 24 horas.
11T á,j:ti los e p eores; de lis capas que es atravesaron
t;Igd.n dr.to q faacil.itaeioea en el. AyvuntsaientoaProf'u�áidaex
xerraplen (terreno eohuaizo) 4,00
Aivel del mear 4,00
Arena fina negra 5975
Pongo negro arcilloso b,10
Arena fina negra 8, 30
aaarilla 9,15
w � -
,Arcilla amarilla 9, 40" oon grava 9970
11 10 , 50Arena arcillosa amarilla 13,50
Arena arcillosa 14,00
Arena amarillee dura 14,60iS rena amarilla 18, 0C
Arena con molusco@ 23930
arena abigarrado 29,00
Arcilla arenosa ouíorada 29,50
,ircilla coa arena 31, 25
I.aguena 33, X30
Líete faert' r�.s 1,i U, 57
Lnguens ourer osa 559 30
0iL.1rzo 58, 25
Laguenta 5,89 85
4,I. fu,rte con guijo 61,40
Para los jr., . M llade y Vidsl la. capee que de
5975 que se cortaron debajo del terreno echadizo 6 de escombros,
son de formación saa rica.. reciente, y ].o3 22_ siguientes correspon-
den el teroieario,; mía por la daa_.ta de detarai.raoión especifi-
ca de pos molusuos encontrados en laa arenas de loa 18 á los
23 etroe de p.-ofundidad, vio piede deterainsrse si son capas
mioceaas b perteneoientes á una fajita pliooena independiente
de las calizas toeoa s amarillentas que yacen bajo los mantos
díluviales del llano.
Creen i.*idudablemtne que las os2i. � sea triátoas se in-
terrumpen por debajo del ocaso do poblaoiCrc hallándose en con--
tacto directo* laos cap e s terciarias oon las azoioas.
Dicen que seria tarea interminable el hacer una rela-
cibn completa ae tou.oa los a! abx'.Lientoi de aguas del dilatado
9-
t(931aino de Cartagena que abarca una extensión de 559475 heota
rece , incluyendo loc cent enseres de pe cs d e la ciudsd y se
su oaaacc, pe-.c, están Uceuros de estas doc: afirmaciones, que
creemos sor. ir:a�ta a�7�l erLt, exactas: la la aaaoasez extraordi-
naaria de 1, e ues Rrt ,bl e ; y 23 las Malas cofluioiones de oa
todas la;S fue ase ton á la superficie.
Quien quiera conocer detalles puec. e acudir £ le ci-
tada "Memoria sobre abasteoiaaiento cte. aguan potabl es de la
Qd. uamú de Caartsgena y su puerto" en que ueaorioeax buen adae-
ro ae tuenter y oe menentiplee con 91 Lugar de su naoiaiento,
aomposioiór y grelo hictrctlmetrl.eo, formando dos grupos, uno
crasa Pgguaae potables y otro que se dan por potables , incluyendo
en 61 las que pesan de 30 granos l ictrotimgtrioos y en *u a&-
ya?r pp.rte hrr, etfslos 4rc que son l*s que se distribuyen entre
el vecir►.aa.rio para err. 0^"arc*mo.
,ten el 22 grupo incluyen las que desde tiempos an-
tiguo s basta la fecha se han venido alumbrando en el Campo de
Cartagena y que por gallaaarse excesivamente cargadas de sales
fijas son de malas condicionase de potabilidad, destinándose
para el riego y para el lavado mas no pare la bebida. Es de
notar que entre las sales fijas predominan el olaaruro asóaioo,
en alguna* con mie de un gramo por litro.
por admin tbtraaci6 t por cuenta del 13stado, bajo
la direoeión del varal asl Instituto Geológico Sr. Guardiola,
aa hizo un sondeo emplazado en la rambla de Benipilla, oor-
tanao ebunaaante mento r e aguas subalveas que no brotaron@
cica el ar_o 1915 hizo Saaanohea Madrid en los Aloala-
res, y ea. terrenos de la propiedad de D. José Fontes, un talar
aro subvencionado por el Estado que llegó hasta los 205 as.
aabandonLudose £ esa prcfundidad por rotura as la aaonaa•
lp -
Se cortaron 2 6 3 niveles de agua con caudal escaso
que subieron hasta 2 as. sobre la superficie ael terreno. Pue-
ron leca primeras aguas artesianas que aparecieron en el llanodel campo ae Cartagena. Y ten;ian ole r anielogo al que aespren-den los hidrocarburos.
Desde aque1i.e f eofia ha heoho el wr* lanohez Madridunos 20 gondeoo 9 con éxito variado en el campo de Cartagenu.De las oaracterisaticac de áoa terrenos atrevesaaos , ooaposi-
oión quicios de las sgus y profundidad de los niveles aacul-
foros, cuando sis oortacx�E:, nos ;;ou.;;�,. reaos más apelante.
Bxpuesto lo que "teuene, vaov á aescribir á gran-des rangos ljá coxlutita:Loibn air:l cx,apo as Cartagena y
la de las terrenos que lo limitan, reooxdar,ao á la vez, las ai
tintas opiniuxees que han teniao lata geologoso que ae ello e#*
han ocupado.
I3. fatre.to-oristalino constituye la base de las for-maciones sediaentariaa de l* sierra de Oarta#ena• Late rocas
que lo intega-an son aicaoitam granotii'eras en lao que varian
auohe las proporciones de oaarzo y mica, pi�rarras talcosas ylas laguenas , que son produoto as aeacorn ,osioión de equellasa
y ocupan la parte más altea del sietena. Á eaás son rocas eaen-oiales las oaalizas oristelinas (aármole�) que se intercalanentre les pizarras y á veevee se les super amen.
Iba la parte "s criental de la wlerra, que en la quenos interesa, hacia el o abo de 1,alos , aparecen las eicaoitas
generalmente cosí oo1orea obac'aros, bl;a<nceu3, hojosas, y frecuen-
temente esioliaableae , altere uuo con otras eL buxaaaantes en ouarao
grauititer4.a, ae ooior gris claro , paperas i:l tacto, duras yquebradizas, de fractura plana j estratiffeaaoión muy transtorna
de#
Presentan cambios notables de dirección y buzamien..to eán en zonas muy próximas unas de otras, enoontr&ndose en
-11-
algunos sitios los estratos completamente reto rcidos Con vio-
lentas 4 irregulareai iníl exione* , y aun Cuando en general las
inclinaciones con al Morte, ea algán lugar varían desde los 20
grados en este ruaro ho ha uta lo aa 70 grados n el contrario, y
sitios hay d e agudos aanticlinel ea que les hacen buzar el Rete
y al oeste. SE,atoa terrenos fueron cl9eifioados oomo perteneoien-
ter al siluriano po:r D. Ramón Pellico (1)* extendiendo esta de-
nominaoidi hrsta lss areniscas y pizarras del Ponce que despu4s
se han incluido en el Teroiario y d las oaliz* e que forman los
cabezos i noeaiatos 4 Cartagena, consideradas ahora como triísi-
oas por casi todos los geólogos que posteric ante las han estu-
diado ; sin datos suficientes para asignarles edad, según otros.
De ailuriansa fueron clasificadas tambien esas forma-
cionea por pi. geologo alelen Wilcom ( 1) y por Verneull y Comloml
(2) adn. c;uaando no de tina manera definitios sino probable, esa-
globando en la amplia denominaoi6n de metsmorfioas tosas las
formr,«1ones pi.zarreliaa y caloareas de la región Sudeste de la
Peninsule, di.s uti. ci*s después como estrato cristalinas, oam-
bria *a, silurianas y tri4sioaae.
1 3r. :botella (3) supon e, sin asegurarlo , que las
formaciones adra wntigua:3 de la parte sur de la provincia (Car-
tagena ) perteneoeu al pQrminao, lo saxaattv que el 3r, assart (4)
preoiaaaau do más toílavia y atribuyendo al pizo medio de los
depósitos persiaanos todas loo rocas pivarreftas y caloareas ae la
zona metálifera.
Como oonseouericia de los estudios del 3r. Itao-Pherson
de los terrenos de Sierra 4evad,a y de sus estribaaiones en la
pá^ovínoia de Almería , y de la aplicación fue de ellos hizo Don
Manuel Pato £ las ro,aas simil+urea de la provincia de Murcia,
(1).- Estudio del Distrito de sierra Almagrera y Murcia. Re-
vista Minera.- Tomo 111-1852.
12
decidieron al Instituto Geológico de España ( 5) á señalar Domo
en su mapa perteneciente al Retrato-cristalino parte de los te-
rrenos tan caprichosa y variadamente clasificados antes.
Villasante á pesar de hacer referenoia t todo esto y
de aceptar la clasificación que en aquel se indica, dios que
podrá caber alguna duda teniendo en cuenta los modernos enáli-
sia hechos en los terrenos precambrianos, en los cuales se ada
mote un periodo superior al Ratrato-cristalino , llamado Algon-
kinoaque puderan referirs e las pizarras reno jifias en varias mi-
nan de la Sierra ' a profundidades alrededor de 200 as. cuyas oi
raot erísticas detalle en su obra.
Guardiola incluye estas pizarras antiguas en el Es-
trato-cristalino , y así oreemos nosotros, Les dá en su mapa un
desarrollo mucho ata grande que en el del Instituto Geológioo
de 8spaha.
Las calizas cristalinas reabi6n las incluyen los ares.
Mariano Vidal y hallada (1) entre las del Estrato cristalino
y dicen ser sacaroideas, blanquecinas que en bancos se interca-
lan* entre las pizarras tambien orietalinea.
En cambio para Villasante, esas mismas calizas del ca-
bo de Palos, que cubren á las aioacitas Don estratificación ocia
cordante, son de olasifioaoióa dudosa por contener alguna aloa
y por su asociación á las pizarras granatiferas pudieran esi-
allarse á los oipolinos del estrato- oristalino.
Guardiola olasifioa los mármoles, como de este ultimo
sistema.
(1).- Traducido su trabajo en 1853 por el ingeniero Ésspañol ar:
Linera, sobre la oonstituci 5n geológica de España. Revir
ta tirara 1853.
(2).- Geologis de Sud ¡set de l'Rspagne ". Boletín de la So** aeol
de $Pranoia 1857
(3)•- Descripción física y geológica de las proviaoias de Muroia
y Albacete.
(4).- Deso'ipoióa de los criaderos mateliferas del Distrito deas ageaa Rey. Mía, 18769
- 13 -
la Bra secundaria está representa pcir terrenos que
la. mayor parte de los gedl6gos denominu.n oalitas triasioas.
No presentan oarsoter psloontol6llioo alguno y ofrecen grandi-
sima variedad por su aspecto , textura y pompo aioi6n.
Infrayioentes y alternantes con ellos aparecen un
coiijwito de ueppas piaai?rMr,,to de matices y facie variadas. Po-
oaa clase, de rcaaci como enne calizas han dado origen á más
enoontradan opiniones para naignarl as una edad geológica de-
teruinada, sin que tiesta el prei2ente moc ento, se hoya llegado
á un nouerdo.
Pus on i:eferidan al Siluríano por el Sr. Pellioo
y el reraiano por el 3r. Botella.
31 Sr . Donayre atribuie al Cambriano , por au analo-
gía con las que se presentan en Sierra Nevada y la regida su-
deste de la provincia de Alaeria, (lador y Alhaailla ) el oon--
juntro de capas piaarrefias infrayaoentes 4 estas calizas con
lao cuales á veo** alternan, lo aislo que la s'Oomisidn de es-
tudios de loa terremotos c►e ndaluuia't que xeferia, sólo 61Trias les cali zas y doloaias superiores.
Hace Yillasante en su obra una relación de las opi-n.iones que sobre esto han dado distinguidos geologos.
M.M. Barwis y Offret opinaron que las doloaias su-
periores deben ser jurásicas , pero que las oalixas inferiores
así coro las pizarras que por su descomposición dan origen álas leguenan , deben alejarse en el frias , como prueba de laconfusión á que han aedo lugar estos terrenos , ectán las oali-
zas de Gador tan semejantes á les de Cartagena que fueron ola-
sifioadas por iaranjo , Pernolet, Amar de la Torre y otros como
pertenecientes al terreno de transaoidn; por Maestre (a), como
del oarbonifero inferior, por Prado ocao el Devoniano, por
(5)•- Nxplioaoí6n del Mapa Geológico de Bepafia•- por D. Lu-
cas Dallada . Tomo L.- 1902
(1).- Memoria relativa el abastecimiento de aguas potables
de la ciudad de Cartagena y su puerto .- 1914(S) 1O eadt geoandstioa sobre el litoral Meniterraneo dead•Pa os hasta Fstrecho Gibraltar . Anales Mima tono
- 14 -
Wilkome cono del diluriano , y por Villanova y Botella como
del pertiano . Gonzalo fiaran, que estuuió con todo detallelas formaciones del Aador las refino al periodo I:iaáioo yestab leoió en ellas dos tramos distintos: el inferior lo foraman una serie de filadios arcillo-talcosos; sobre estos que
son los que proauoen les laguenas , aparecen 1 a veces arpillas
pizarroftas endurecías". 1$1 tramo eupertor , dio* está formado
por caliza de estructura plzarrena á las que siguen en órden
arcendente otras oalizes grises azuladas, más 6 menos arcillo-
sas, altern uo clon pizarras aroil:loaas y (tespuis doloaias
generalmente de gran uuresa, termiaanLo en la parte superior
con ealiaas análogas d las del Yusohel Kalk en las que eoon-
tr6 fósiles característicos de este trato.
Por su oomposioi6n petrológios que pareos ser la ais.ea que las de la sierra de Cartagena, encuentra Villasantejustificada la inclusión de estas con el Trías, de acuerdocon la opinión del Sr* Pie y Allue que las consideró asa tas-bien ( 1) aunque admite que unas pizarras filadiforaes, allí-cena y de colores obscuros que suelen presentarse en Cartagenaparecen establecer un tránsito con el estrato-eristslino y queá medida que se asciende en la serie se hacen más arcillosasy de Dolores más claros, entre las que es intercalan baacoede oaliz as más 6 menos potentes y de faoies variada.
Aunque hace la =salvedad de que por escasea de datospoleontol6gioos resulta muy difioil la delimitaoión en tramosde las diversas capas sedimentarias que constituyen este tere-no, c& su opinión de que por loe caracteres litol6gioos no se-
ría muy aventurado agrupar en el tramo inferior los filiadosy pizarras de varios colores más 6 menos silioets, pudiendo
(1).•- Sobre los criaderos de plomo de Levante de Espa$a.Revista Minera. 1892.
..13-
pertaneo er i rete tramo lo s b: nona de cali.zt;s se eenau* 4r
tren en distintos >>untos (la ei !sr"t. Del trgsao meáis, 1 dei.
18uschel Ralle, ion Ir-r» cal =n7 pie triados carsoterea y lssse pi-
zarras arot2.lo ea del « nalpi ee que entre ollas es intercalan;
ael tramo superior 6 Seuper , sólo ha encontrado escasa repre-hayaentaoión su unas areniscas que las inmediaoiones de Carta-
gens. junto al matadero,
ruF>xdio3-ú (2) 6 laca eelizar. de que nos oouppamoa <:.9
el nombre de ea4l1za;= c3uper4-or. e para ;<i.atiiií,,uirle+c de los MAr-
1o es- su ae ratee. Para 41, esto* rsatcríale s bien pudieran ser
.�ririarlo a roan lo clfs �2ifict5 !93 `ir. �ote1la, tanto cono trió--
aiooss . BMuest cani un int ern3o t;�f.7Ux:°i.amo da <'onde procede la
rara •iari!?CIíid de t a.tazrsa, ooloraciórs tic+aip(,sicitn quimba rue
ofrecen . ':or r.�Ts1 +. san�r�'. la ?3tx; tifict3rl sin es confusa por-
quo <ú ouarteami ánta esa,xact e7?i etíco de estas rocas se produce
por fisuras en direcciones diversas, casi s{empre en ángulos
rectos, y dichas fisuras se oonfunden con los planos de estru-
tifioaoión, lo que unido el derrumbamiento , ooasion iw en ca-
da uno de los bloques resultantes formas memelonadas.
Una de ].no oc, 5s i1n e !a, R llevan, 7,9 a,t enoión es que
estas calizas neo ofrezoesn. en sfe percioni-a %P.; neaianae, arci-
llosas y amorfas ni el cxt; .; leve 6 ins:>il;nifiosnte vestigio de
i6siles 6 ae restos or¿&u icou. nwre los :cuchos ejemplares re-
cogidos de leo aismu3 , sometidas en mayoría & examen petrográ~
zioo, ninguno ofrece restos vegetales ni animales, lo cual no
ocurre en las culizasa eviacntemente t imsiaas que sirvieron
de oomps.reai6n por sus facies para clbsifiosssr &stas.
Bn el ara^rtM4o o), estudia en det alle la composición
de estas oali`
«p
es en *soie, taxtura y estructura ; u el apar-
tado d) les Uijdá^�Zoia, centre los m irml±les y las calizas que 11l
(p).- Setudio m et nl6Oenioo de la Si erra d* Cortegena.- 1927
16 -
*a triáoioas , y en el i) las laguenao y las pizarras lagueno-
cae que aparecen siempre en el contacto con aquellas oalixas y
en el de los náraoles que se encuentran superficialmente en
muy contados casos.
En el apartado t) hace el recamef de lo que al Tria-
sioo se refiere, con detalieu y argrumentoz para defender su ori
terco que puede resumirse en que las láguenas y pizarras mioá-
ovas , subyacentes non con toda evidencia término de las rocas
orietalofilianas y en que ningdn punto sobre el mismo hori-
sonte muestran siquiera la facie de las rocas eeoundarias que
es detrit ? oa ooapaota 6 fisible y ooapletamente amorfas.
he habiendo fósiles para clasificarlas no encuentra
razón alguna para designarlas Domo materiales tri4eloos. Son
las laguenao , y nos pareos que así es, materiales de producto
de descomposición de pizarras cristalinas , cuya opinión ya la
hnbia expuesto en su estudio sobre los criaderos de hierro de
l* prnvinoia de Almería (1).
Nada dice el Or. Mnllada del Triásioo de la sierra
de Cartagena y apenas si dtdica algunas líneas al de toda la
provincia de Murcia en la "Explicación del Mapa Geológico de
Espa2le."
Posteriormente (2) considera que las masas principa-
les de caliza del término de Cartagena no corresponden al esto
to-oristalino 6 Azoíoo sino al trifisioo que allí no aparece
con la continuidad que se marca en los atrapas geológicos y en
(1)w *emories del Instituto ueoldgioo ue Espa$a.- Tomo Y. Cri
deros de hierro de iapaüa
(2).- memoria relativa al abastecimiento de aguas potables
de la oi.uded de Cartagena y su puerto . Por la Sres. De
Luca' Vallada y D. Lulo Vidal. 1914.-
- 17 -
y en los cuales trei�reTua, tAtetetA se **¡,ala sin interrupción oc
mo unit faja que con aa,.©ho medio de 4 leas., se extiende en la
longitud de 22 desde Portde hasta Eanti-$piritus al 8.$9 de
la Unión. Dio. de ellas que son algo arcillosas y bastante
aolomitioap 6 magnesianas, cavernosas y por lo tanto aucep-
tibles de alojar en sus huecos y fisuras las cantidades cie
agua que por ellas penetre.
Por el conocimiento que tenemos de la provincia,
ae los fr.tecedentes consultados y de nuestros recorridos,
deduoimoa que este opinión del Ir. Dallada e. la que más se
acerca á la realidad, que el terreno Triásioo no tiene la
extensión oonque figura en el mapa de Villasante ni que en
il deban incluirse los filadios superiores y laguenas que
las consideremos como la parte superior del estrato-cristal
nU .
T. IitIlO.- Copio miocenos nan sido clasificados por casi to-
dos los geologyoa los aectiaentos terciarios de la región oar-
tagenera (j).
1 3r. Botella sin aerialarlo en su mapa, apuntó
ligeramente en su memoria que creía reconocer el sistema
plioceno por las laderas en los mantea contestanos á orillas
del mar junto á los limites de la provincia de Alicante.
Villasente ada ate la existencia de algunae rocas plioeenas
con lo cual pudieran todas las del 'terciario quedar compren-
didas en el periodo h eugeno 6 sea la pa rt e superior de la
era leroiariaa 6 beoaoica.
Para Guardiola son esos terrenos de edad adocena
sungci.e quizás exista también algo del P'liooeno.
Ln la "Bxplieaoidn del Mapa Geológico de España" s
agrupan en el liasen todas lea rocas terciarias de Carta-
(3}.- Explicaoidn del Mapa Geológioo de España.- Tomo VII.
1911.
- ltt-
gana que fueron ya desoritas por Silverstop en 1836.
Un conglomerados en la base y sobre ellos margas
y areniscas (p camitas 6 molasas ) con muchas alternancias.
El sondeo que en Pacheco ha hecho el Sr. Hanchez-
Madrid ha dado ó conocer que el terciario allí Mena por lo
cenos 600 ase de espesor sin que nada indique que esta pr6-
zimo á terminar *os terreno.
Allí se ha comprobado que son pliocenos los mate-
riales terciarios ate próximos 6 la superficie del suelo,
en los que se vi la alternancia repetida de aspas 6 lechos
de areniscas , ardilla , calizas y de margas califeras 6 muy
arcillosas.
En los testigos que recojimos y en los faadlitados
por el Sr. Sanchea-1tadricte se encontraron prorusión de fósi-
les que han síuo ulunifioaictos por el Sr . Gavala como sigue:
" Arce )iluvi", "Corbulág� "Civrioardla Cithhonhs& ,
"lupina spinifera ' "Lindóstomia alba r "Luainoris undatar
"Nuculabitida ", "Boalarlasp7 ' T ellina nitida: "jurrit ella
<#o i"y " VenLl�s•triatul 5
Seguramente se enoontraitian variadas y nuevas et
p eoiss sometiendo Qe estudio, mayor adaero de ejemplares.
Resulta de esa olasifioación que está perfectamentedefinida la fauna pliooena, cosa que ee suponia aunque
sin datos para afirmarlo y que los terrenas de esa edad adq
quieren un desarrollo que no se sospechaba en la provincia.
Nada nos sorprendería que pasado el tiempo fueran
olasifloadós Domo eooeno d oligoceno los sedimentos más an-
tiguos , conglomerados y areniscas compactas que apoyándose
sobre las oalisas triasioma afloran en la sierra de Carras-
coy.
19
En el llano que forma todo el campo de Cartagena
está confirmado por los sondeos , que el terciario se extiende
por debajo del diluvial desde la sierra de aquel nombre hasta
la de Carraeooy-Oolumbares , salvo las soluciones de continui-
dad que sefialan los asomos del estrato-cristalino del Cabezo
Gordo y otros mía pequefios así como los de las rocas hipogb-
nieas del Caraolio*e &.
CUATERNARIO.- Apenas si de 61 se ooupan los que han estudiado
la geología de la provincia de Muroia, debido, sin duda, al
pequefio interba que ofrece en la composición petrológioa, toca
dentes y en su relación con los yaoi*ientos metalíferos.
Botella en su Memoria le deaioo sólo unas lineas,
lo mismo que Rallada en la "ixpiloación ael Mapa Geol6gioo de
Eapeha": En la Memoria que escribió ucn 1). Luis Mariano Vidal
ooneideera que el cuaternario del liana de Cartagena no es de
origen taurino , sigo esenuialLaente ailuvial compuesto de arci-
llas arertosaw y pedregosas y de travertino generalmente coa-
pauto . El conjunto de estas roas es ue color rojizo prado-
ainant e y cuanuo loa mantos de p.luego so s ee hallan en las d e-
ppeaiones del suelo es confunden con loa aluviaíbes antiguos
de cantos aesiguales de los barrancos y ramblas.
GUUrdiola se ocupa de ente sistema coro algdn más
detenimiento y dice que sus elementos son: arenisoas y gravas
sueltas,yarcillas arenosas , 6 tierras de ladrillo alteradas,
travertino y conglomerados de travertino.
E]. travertino, á su juicio , es un precipitado quími-
co que se encuentra en las paredes del vaso que oontiene las
aguas en que se nalla disuelto, Así se le ve deseenuer nesta
las f, moturas 6 interoul áÉ rse en los plenos de una y fisibi-
lidad de la pizarra que yacer, en su contacto , apoyándose sobre
todos Ms terrenos que en su orig en afloraban , desde el e etratt
cristalino al miooeno.
-20
Loe expresados materiales cuaternarios apar-oen en
totalicad en las arcas más llanas y bajas , pero se deposi-
tan ha €sta en las cumbres actuales como si estos terrenos que
piaaaoE fueran fondo de un mar que reodbría los valles y los
senos con las mismas formas que hoy tienen , cuyas aguas hioie
ron regresión hasta los limites actuales , bien porque el te-
rreno sufrio una elevación en bloque 6 por elevaciones par-
ciales del suelo en diversos bloques 6 dovelas alcanzando ca-
da una desplazamientos distintos pero siempre trasladándose
paralelamente.
Para Villasante , esas calizas arcillosas de color
amarillento claro coa restos de gast eropodo s indeterminables,
tan sólo tienen alguna semejanza con el travertino y lo mismo
piensa de las calizas que entre capas de arenas negruzoas se
encontraron al hacer el sondeo del Arsenal de Cartagena.
Estamos más conformes con el parecer de Dallada, sin
dejar nosotros de reconocer que es de tenerse en cuenta y ve
l e la pena pensar cuanto Guard iola dios de los travertino s y
de la influenoia decisiva para llegar al actual relieve del
suelo han ejercido las regresiones de los antiguos mares.
Como resumen de lo que antecede se deduce que los
terrenos sedimentarios que forman el Campo de Cartagena, el do
la sierra de este nombre y la de Carraaooy-Oolumbares son los
siguientes:
Estrato cristalino con pizarras mioáoeas de variadas
composiciones , coloridos, texturas y micacitas con int ercala-
oiones de calizas cristalinas marmoreas, Laguenas que apare-
cen debajo de las calizas superiores 6 triá sicas.
El tri4sioo representado por palizas sin fósiles;
clasificadas de ese modo por su semejanza con las de la sie-
rra de GFádor (Almería), por casi todos los geologos , aunque
realmente es muy dificil atribuirlas á una edad determinada.
21..
El Terciario es pone de manifiesto por gruesos ban-
cos de conglomerados rn la basep á los que se superponen
otros potentes de areniscas y de margas alternantes , pasando
de unas t otras por tránsitos apenas sensibles.
Disminuyen de espesor á aediaa que Ocupan niveles
más altos . se presentan gíena eatratifioaaos y fuertemente
inclinados en la vertiente sur ae la sierra d• Carrasooy-C
lumbares ligeramente inclinamos los que se ven en el llanos
está frsnoamente representado el Plioceno con atbun-
*anoia de fósiles , pudieran ser lo mismo eocenos que oligoce -
nos los trazos interiores.
El Cuaternario en zas dos representaciones. Dilu-
vial (Pleistoceno ) y Aluvial (Boloceno ). Ml primero con are-
niscas y gravas sueltas , arcillas y aroitllas arenosas, tra-
vertino y conglomerados de travertino . El1 segundo con los de-
rrubios de las actuales sierras.
"Derrubiamientos , fracturas t rocas hiDOgbnioas v Muestran los
terrenos que estudiemos que sufrieron desde bien antiguo los
efectos ae fuertes plegamientos que unidos á intensos derrubi
tientos d, aistintos épocas , < eoe que todo lo que ' a la vista
está y lo que haya puesto al cubierto las labores mineras ,
se presente extraordinariamente trastornado , levantado, hun-
aido y cruzado en todos llentidos por grietas y fallas , apa"e-
ciendo numerosos hiatos en la sedimentación ae algunos terre-
nos, pues onda periodo de merrubimiento ha hecho desaparecer
terminos de la serie ue los periodos intermedios que faltan.
Supone Guardiola que, el d errubiatiento de los vi-
versos materiales oonstituyentes de los distintos elementos
topográficos del relieve, se ha ejercido en cuatro etapas di-
ferentes muy distantes entre si, eorresponaientes á otros
tantos periodos de regresión cerina; Domo los depósitos á cua
tro sistemas di sientos.
El primer periodo de derrubixtiento fuá anterior á
la deposición de las calizas triásioa•. Afecta á las mioaci-
- L, -
tse y A loe mármoles, nacXeauo ueeapareuer estos en aelguuoe
puntos . El seguuuo pexiuúo awrUI11ó las u 1i..as txiádiosas
las pizarrera oloritioae , ligoatias . 511 tercer pe*tdo alcanzó
eá loa materiales terolurloa que �•eidswbr; ?con tod ►Ye J. ,3 a oumbree
y depresiones y de :í&o uualez #01o qu,,Bdas.,, o?. deeaeubterto lo-
loco más 6 menos extenoosa. gatee pex,:iodo sae ha ej eroido durar-
te la tercera regresión cobre Laeie supeerfioin► eeaergtdea formadas
da aiosoitaeee , oaelizas triéeaics+a y peamitas 6 molesta, margas
y con ;lc�s>aara:;�re c_ue debieron fóraear islas durante el periodo
Cuat ernario. Yor último, el, cuarteo período de denudeoión ha
continuado-. 1tatj= nzseeitroc dieses , s obre lag superfioiee y es-
teeri.aisu ouatorrsrioe ,travasrtinoa, oonglomsrsdoe), Terolerio
, *riaaioo y : treta-oriatml ino.
:?ae los hechos rayan ocurrido de esta maneara 6 de
otra, lo cierto ee que los efectos de la denudaoi6n han sido
intensiuiaoe desde les *dados geológicas má9 antiguas y prueba
de ello es , no u6lo la f lte da uetarminado• materi, lee pita i
e:oxreeestaoneilentea á un tra •o, tamo á veces las del aleteas rica
*o en granease extensiones.
ira;is,timoa sot» cate punto por ser esencial al es-
tteúi,ar 'lexru e�;: �,ilwoiore: d+e un terreno pura ver el en 81 ae puer
co 6 no aluis orar agu*4i artesi. e!snae y calcular aproximadamente
loa preafune iua4es 4 ue pudieran enoontrareae les oeapea pereaea■
bien f las impermeable. , y por lo tanto basta donde es aobs
de llegar con un eonuiev.
ho creamos A rauroaucir een detalle lee que en *un tra-
ba joa ha dicho Vill+asont a y Guarctela corso a evultado de su*
suehos axtoa de secaerienois en la sierra de Oesrtssgena, pero ap,
te de lo que ellos atoen w ;3%¿ oosrrobndo qu* ext o es an hes ds
f :,eeoturs,9 lonh4tudinelsa peral eles 6 la dite= oión general de
los pliegues de 1u oordilleeea Iberioa , A. ia.n. 4 C`. 08., de
la que forma r art eooaro uno a* sus derrames la cierra de Car-
taag1ena ; y otro de f aeturaa traareverealce á s;éuellaa, resulta
do awsi dividddo el terreno por la ooabincoión de 104 dos nace
w23
en dovelas que apenas si er, algún lugar conserven po sioiones
aproximadas a la3 primitivas pero que casi siempre muestran
que la perdieron, apareciendo en otras muy distintas por no-
vimisntos basculares , dando el conjunto la impresión de plie-
gue s paralelos de rumbo 1. O. á o. 90.
entre las fracturas viatau , son las que mías nos in-
teresan las dos situaGam más al Norte de las que rehala Guar-
diola en an mapa (veaae croquis) que atraviesan porte del
campo de Cartagena , alirelndose con ellas dos serles de oerroe
volobnioo s que romp en la ooutixi uiuau de los eeuiaeutos teroia-
rioe y que deben de influir extraoraiiaaria*ate en la natu-
raleza y teotonioa del subsuelo ( fg. 1).
La primera A actetlada acode el Cabezo Felipe b la
¡el*¡ de Groe. , en el ! ar 11,u tor, pa�tanao por los Cabe os B5esa
el e rmoli y la .x:51:7 p eraz.guurii forL? ados por andesitas.
Le sigue paralelamente la falla Be indicada por los
+dabeezoe de in Tla Laura, de Rocbe y de la Atalaya hasta la
irla Mayor; el Primero de ].os bannltos el segundo y ternero di
traquitas y el último i'ormaao por lip.aitas.
La que part e del cabezo Roldan O sigue por el Puer-
to de Oarta ene hacia el cabezo ae .alumbres (traquitas), ca-
bezo rajado , Trujillo,, Uuln%i o, con 1r¿ss lelas Redonuella, Loe
sujetos y el Ciervo (liparitüij5.
Constituyen esos cabezos lacolitos entre los estra-
tos terciarios á loa que se lea ve atravesar. parece ldgioo a
mitin que se aireen al exterior por derrubiamieento de los
materiales que á ellos entraban superpuestos , miocenos y pliooe
nos, detiuciaoidn que ha tenido lugar por emersión de los misaoe
anterior al periodo Cuaternario.
Las fracturas transversales se acusan tambiin por
los afloramientos de rocas verdes, ofitas, diabasas , y diori-
r 2 4 ..
tas que en aultiplióadb• puntos aparecen á son rumbos: E. á
SE.
Llega á deducir Guardiola y así parecer ser que el
pliegue inicial de usas cordillera, subsiste desde el plega-
miento heroin{ano, oonetituyendo laa fracturas terciarías 6
alpinas reaverturan de laos primitivma .fue dieron paso á ar4ur-
llao rocas verses.
Lar. fiaetux•as transversales aerivadas de los movtmie
tos epizogéaiaos, Mcn l que aeterminan lata depresiones 6 co-
llados y se re ,itaui oon f'revuan::ia en tca:a la región , originan
do ya fracturas esto ilea visibles en la caliza 6 ,grietas mine
rellsadas que han dado ori,+ *an L. los filones euya dirección es
oaei siempre No* 4 i~5, y bta.z:a:uier.t:a al j('?, & 6 3). 3u ccmpreba
oión sobre el ter' tno e q ba stnnt s dificil porque el cruce de
ambo e gi et ec*ae oz' �;' d Asp.i t ,� i ewtü horizontal es y grandes
i.aoliraoiones de loa eístratoe d superposiciones cuya disposi-
ción se itenua d borra por el serrnb3uaa.t..asnto.
Us falle,-.-. lorgituain .les auelea ser de má * importar
oira y no ofrecen a+'dau, principalmente la que curro á lo larga
de la sierra por su falta forte, cayo rumbo se manifiesta, por
las alineaciones de los cabezos uil)og4.ioo i ya aenaladoa. Es--
tableoe una separaoidu uaei abnolutn., p«n,, ser onntadisiaHa luz
exoepoiones , entre el camp o eruptivo aa lo e asomos ofiticos
y los corresponaient e■ A las irupcionsa terciarias.
Lata Pocos teraiuriaaz (trcquítas , andesitaas, ata), d
bieron de aacen.c.er por luz f: aotura lonbitu finales y ea l6gic
deducir que la edad de estas fracturas es le de lao roosa que Fpor ellas subieron , y, por lo tanto, como esas fracturas oc
cionan y separan. en facciones d.istintaz los sedimentos ter.
ciario s, son desd e luego po ,teriores 9 los mimos. Nos fija-
mos en esto pues deevirtnza► la hínotesis de une cuenca única
artesiana en el Campo de Oartagena.
w 25 w
Pueron en ru origen lacolitos y su forra aproximada-
mente o6nioe ths propia de las rocas hipogénioss de composición
uniforme sl sufrir lcr efectos de le denuueoión ; por lo tanto,
el 0err"3tiemi*oto he hecho desariereoer los terrenos terciarios
que los envolvia aejlnuoles el a esoubierto y sufriendo á su
vez la ecoión erosiva de los ;agentes atmosfirico..
La uiktazaleza a* las rocas que forman estos aontiouds
loas vkria con una oi.erta ley de W. á 38. y en la misas rela-
oi6n d le la al Norte á la 54 rol Ser.
"xr'n la la están iorm&do s d e ende:saiteis, siguer lae tro -
qui-tass jz termina po& lipmsitaw; las segundt►. i constituyen en-
desates y la tercexe sets compuesta de trecuita y liperitee
solamente*
El estudio fieioo y quiaioo de esas rocas por los
gres . Orueta, Rubio (e), y Menenoez Puget &pafeoe con lujo de
detalles en las tontas veo"* citada "Metealogenia de la sierra
de Cartagena ", de la que están tomadas U a notas que anteceden
que oonsidereaoe de interés —.ara fundamentas las oouelusionea
que danos al final ae este oaerito.
Atribuye taabien Vill.a.eaate el leva*ta»}ien$o de la
sierra ae Cartagena á plegamientos -teroiaarios aebiaos Q los
movimientos teotbni oos que se aleearroJ.isron en grandes propor-
oioaes durs;xite el úl,tiwu ~ioao de la serie terotaria, 6 sea,
dirante el X sogeno que a16 ori en á las caoenae monteanosas del
sistema Alpino del ousl u , derivación la cordillera Betioa
que comprenue la sierra llevada y los montes Contestanos de Osr--
-tog exwe
Al comenzar el Beogeno (neomediterráneo de loes.)
debió verificarse en el litoral levantino la violenta conmoción
dinsáaios que marcó el -nnnto de partida de toda la serie de
oompl e jo s fenómenos t eotóni.oo e y volcánicos que produj eroja
Codo consecuencia final la interesante formación setálifera
- 26 -
que se extiende por toda las eetribaoiones meridionales de
la cordillera Botica, quedando cruzadas la sierra en su inte-
rior por las fraoturaa de dislocación ,rorl s de aquellos io-
viaientos, elevánaoee si niaac tieap loar elerueutoe texsalarioe
lagtanajces depositados sobre el Trías en el centro del eaoi.ro
y?1egable y nunci&ndose en cambio los situados en la psrte Por-
te del solado , d lo largo de las fallas que quedan bien deter-
raiMúse en el pie de la sierra.
X opina quo aún no puede ssaeguraree que- el l,!vanta-
mi.ento total de la sierra con su actual relieve, es verifica
exolusivaaent s en ol Neogeno porque sabido en que en el Cuat er-
ntrio Csstiabiesa hubo importantes aoviscá eáutosa orogánioosa *un
cuando no tan intenso. eaasno en el Terciario, son los movimien-
toe orogbnioos los que debieron modificar parelalmente la sie-
rra de Cartagena, y d ellos atribuye las n anohones de esas edad
que se 2nou*ACran sobre las cumbres de madr os cabezos. (1)
tomo consecuencia de t en vMri da' y poblada s disto-
ratones ee produjeron no 0610 las tallas longitudinales que
se repiten paralel aente, que Sueca llsmsti perfierioas, sino
otras suchaa transversales subordinadas $ unlcs" g ez ralmente
4 e,que•lles y.allus prinoipalem que extendiendose Q profundida-
des oo ,aeid,;.• ables de la corteza terrestre pusieron en comun,i-
caóión la zon +s^st prior de 2.j LA:scna uon la piroesferica, sir-
vianuo e asía fracbs.x.�.s c e s►iE�c, c€ rs comuniosaoión por donde asoets•-
ctisr:on loo magmas que- fcrmarov los cabezos eruptivos, hecho
que ta*o lugar n6 sin ue�:vk1sionea vlolenscstrs ca las capas
se!dimc+zYtrarias aatra'•c �z�asar3 quc vera rissn ó sumarse con las dielo-ceeloness tectónica suSrlde so
i,a eersapaitness traquito-allá eitas, para Villasante
se hallan oompreridiasa pan periodos que oscilan desde el Helve-
cieanwee 1�. heno d'i! C;a.aterr,arío y aun dentrn de e ate mista,
(1) E:ris � 'Aro}Ñ d,e ',cierro de la provinolo de Zurcia.
- 27 -
es decir al ***geno superior, oemo oonseouenoia de las gran-
aes aisleoaoienos teotónioxa acaecidas en aquel periodo.
El Sr* Pie y Allen ( 1) se adhiara sin reservas á
las opiniones ae los Srase üenayre ( 2) y Calderon ( 3) que osn
siaeran esas erupciones pest-.terciarias, entre otras razones
por haber observado personalmente el levantamiento de los es-
tratos con fóosiles pliocenos ea las inaediuaiones da Vera
y Garrucha por un* roou eruptiva aeriominada °,Veritao por el
Sr. Osan la cual se encuentra tambien en el Mar Menor y en
Maaarróne
Con lo escrito damos peer terminado lo que se re-
fiero á la geológia general de la ocauraa que estudiamos y
al en algo nos hesos extena.iuo puede servir as disculpa el
haber querido recordar, para que ce tengan presentes los tra-
bajes y opiniones de las ocupetente■ persones que le han es-
tudiado y con todo ello, unido á nuestras •bservaoieaes, pe-
der emitir juicio fundamentado en el obscuro y complicado
problema del aluabraaieate es aguas artesianas en el Campo de
Cartagena.
Veatos ahora s1 este reune i no oondioisnes para
servir de vaso reoeptor y la Sierra de Carrasooy-Columbares
de zona de oaptaoiín.
La pompo siai6n p etrsgráfioa del llanto es sencilla
Por debajo de un manto aluvial de pequeho espesor que aá al
conjunte un tono ro j ii,n, apa►reuea los mut erial es ovaterna-
rige oensti tuiae s por arcillas arewsaz y p edr ego saz, trar-
41). listuaio sobre los criadores do levante de Bspaáa. Rev*mi,n. siete 1892
(2). Datos para una resuena fisioa y geológica da la región udocto ae la provincia de Almería Bol.Com .aesl.TeulY 187
(3). Estudie petrográfioo cobre las recae veloánioas aelCabe de Gata, Bel.Coa. tap.aeoi. Tono II. 1882.
- 28 -
vertines , teniendo unes 50 as. de espesor medie , aunque M
algdn lugar se le ha reconoeine hasta 90 aso
se apoya sobre el Terciario, olaaifioada su parte
ráe elevada como pliooena por lee tósilee encontrados á nive-
los alrededor da 350 as. de profundida6 . Sus estratos están
oeastituines por areniscas y gravas sueltas , arcillas y ar-
cillas arenosas, sargas arcillosas 6 ateaaseaa y Calizas, con
alternancias bien definidas en luches delgados 6 en capas que
tianen hasta SU Leo y re4e de espesor que se presenta a con
estratificación regular con ligera pendiente hacia el Ikar
•►enor.
rtesp soto el e ep esor que el el et era pueda allí t e-
ner, no oreemos que nuaie so cventure : dar una cifra derrpu6e
ae Las equivooae4ones sufridas por los que tal hioiereap,asig
n4adole desde 5U ría., hasta tiW. Rey solo pueda decirse que
risa* más de 600 me* que e2 wnd w dei Pacheco acusa sin que
e.ritn<tan motivos fundados para dictaminar cuanto quedará para
llegar á uu fin. Aaenás , no debe olvidaras que se trata de
una región en lu que si subsuelo cieno una serio de pliegues
q"",i harán varia_- mucho m relteve y que pnr lo tanto, loa es-
pesores de les terrenas que se oorten sepdn los lugares tea-
bibn han de vsriair.
?ti el borde, en la sierra Carruscoy-Colum bar eso, la
base del qiQ*eei: estt repre+ eentaaa por oov►gloseraoién de
variadas especies vero lo que aoa{nsn son los formados por
gruesos cantes reaonaeados ce Qaaliaas y ce pizarras trabados
por uno earnto calizo--sbaioeo de dureza variable. cobre
ellas aparecen potentes bancos de areniscas que en crder. es-
oerdente alternas oou otros de ■argas; ni unas ni otras son
puras sino que muestran transitas insensibles con menea ospe
seres á medida que ocupan aLe alto nivel geológíoe.
- 29 -
Se apoyan les oongloaerados sobre las oalizaas triÁ
sioue y éstue sobre i.is pizarras y laguenas de colores erie-
azulade cie1 eatrate-vristalino . Los estratos terciarios es-
tLn fuertenente inelinwio: ea le i bordea . Un el llano pro-
eentan soluciones ae oontinuiaad, le astazo yu el lrifaioe.
i da esto paroo e ta* seria sosa f3,oil
e] d eoir. que ol a e use t trrv cosa y u* ro c i se hK bri ran o* at rar-
vens.r al preyectt,r un rionaeo en lías llanuras del ( epo de
Oortkgcria , y lm vur•stidu no ea tan serioilla porque ya hioi-
soe presenta que por exento de inteneús derrubiemi entos en
epeoae correspondientes á distintos perioaae , enl#Sgicos, han
desaparecido en grandes ezaensiones loe materiales ae una
edad, no quadanuo de lisa azia que testigos relutivaaente po-
gaePtos que en ooe gionett lesap»reci eron por uoaplete.
2Q irlásioo , es probablesente, uno d ar los terrenos
que *da pruebas ama de ello y de los que Presenten rcayores
soluciones de continuidad. 'en la emperfiote no hay isleos
c. e lo a raat erial es de esa epo aa en el llano y en cambie outli
el ;;aboco Gordo ael eotrato- erial; alino que para nosotras
c .Yr ro e &ran int tar ée.
horas ese oabeto un irles en socio de la gran lla-
nura del vaape ae Cartagena entre Balsioas y San d w vier, el
puse de este poblado, cuyos tltiaoe declives por el Irte en
suaves ondulaciones se aproximan á las playas del llar menor
Dista wius 22 leas * al lib. «el punto ~Innato del cabezo de
5.nti-Splritus.
Geoldgioaaente está formado por potentes bancos ao
calinas ae aistintes aspectos y varieaaaee dirigidos de nato
Ei Gente con bwaamiento al 13 .; beche que muy interesante en
le tocante 6 ira hidx'ot.Aáia del tli4%po d C traá; ena puso osa
buzamiento al li o pudier e llamarle 4 ountra-ouenoa• todas
lar nallvsis ron ú n Yc�xr�r�cióu untigua, del estrato-cristalino
- 30 -
g de acuerde con la opinión de Mellada y Guardiola, ese Cabe-
zo pared* ser una estribaoi6a de la Sierra de Cartagena, ca-
yo salmos eviue,,te Gajo una cepa cte sO iaeutos ouaternarios
y terciarios viene á aeaostrar la e tensión que limo formacio-
nes oe:. oureaa ae1 astrave-ariotei.i�e alcanzan. 3egdn el
segundo de dichos geelógéa se avidancia , por lo que en ellas
se observa, la greduaoi6n 6 tránsito ae lee sioaoítas grena-
tiferae Q loe marseles 6 oipolines y por lo tanto imposible
que entes pudieran ser oleeificactoc coa* tri6.sicos.
A F erar de lle, Jíelves üe.áere, .l hacer la 3 esorip-
o..án de los jwtsínientcs de hierro que en el hay (1) opina
que le e oalizas inferiores corresponden e le parte saperior
c!.el ++�,tratn-eristslino , mientra s que las o. e las ouebres se
aseme jen á las reconocidam ente triásioae coso oree Villassn-
t e.Un heoho que no quemaos dejar pser inadvertido que
es uuu falla longitudinel de la sigma nireeoá6n de las cita-
uas del. llano , corre tambien á lo largo de! veaee;o Gordos alconjunto us este aparece como e;L r *callao* del a errubiesien-
to uo un4 ae las grandes develas en que quea6 dividido el gra
saoizo coso oenxeouenoiaa del oruoe ae las fracturas longi-
mtugiamles y tra►aworsales,,
biait t ul Camno as aart&goac por el vete, el Mar
menor ae ayas aguas esergen varios islotes hipoginioee, como
seu las ¡alas MUar, peral«uera, Cuervos & dependientes de
las entedichas fractiras longitudinales que han determinado
h Adiei.entoz el IB* y el S. de la sierra y que por la poei-
oi6n y configuraoi#n ae ese Mar, tien una estrechad ependea
(1).- Criaderos de hierro de la provincia de Murcia. Lol.last. Geolo de Sspazta.- tomo 3.- 1913.
- 31 -
osa oen estos ditiaos y con la regresión de los mares oua-
t erln*rio s.
Tiene por liaste la llanura per el sur una parte
del iraoi&o sentancse de la 3íerra ue Cartagena , orientada
proziataae:nte sis sta el cabo Ti cre , y deep uds al dto, hasta
Aguil,.s. ecníexa ó aesarrollorse en lemas nueves á poca
altitanci ,F, dei. Cabo de Polos oon e nomen elevauionre que os-
cz.1 n entre ,j( y Su as@ ue ai.t ` tLaaa que muja a,1L Ltanro é
acdida que se marcha hacia el u4 +ta ha:a-tis tloau¿.Ir sl a4iiao
de altura an el aarroL ae ~ti-jpiritus aitua.ae proziat,anen-
te en la parte media gel aoizo cozprenáiac entre (labre de
Paiiss y Cartag ena, fíen 444 &s., cifra ,Lu e huy que t unar me-
stnte al irat"° cae uluaoreer „guas pro.tsrUtdaad es el supues-
to ti* que *su parte us la :3ierre rc�,nl�ro nAndj. eic'neft pre-
sima pata enes fío, por ir¡¿ coapn�ioi�n, 4 erzeatílidad, hwza-
miento , cosa que creemos no suoecie.
Sn cuant' , á su e struotnra geo16gioa , en lineas
generales ya la heno] :laxo & corroer, tnsi.;;tiec d: en el gran
aesarrclle y ccLtiriutae+d que en da al Tri&eios en la edi-
oiin ael Mapa Geológica de Mrpsl a aei ayo 1919 en la que se
reoti.ioa las anteriores con leo cie: tcs aportados por el Sr.
Villasunre. Ya hemo s inaicado oeao posteriormente Guardiola
dá otra represewtavión gráfica de la ais:ricución de esos
mismos terrenos, uoi uoidi osudo :io sotro j oori astas opinión.
Áutru la tr sirva X.'. 40 la ;sierra ae Oarraaoey
y imo estriw.aiuuec do i_► P£#wre u.+ Ja,ry.¿aAa cál4 el i:stre-
UM ue Puente 1L4iu, <,OVO 1d 'u: W llano ouóierto por el alu-
vial estaoieoe atapilaI
franca oc�r u ttc�coiSu neo n el valle de
4►uaualuutua 6 ;;ai oxear;,, danuo frente W. los oa*pos de Tota-
ra. Quizás puuiera aer e ta la centrs:ti►a al Carpo de .r 'ta eisa
de todas las kguaa tro tantea en la actualiáaci y de las que
más td slant e pud i eran a3.uaeéra.rse.
Geologos de reoonád#4a autoridad, osae los Sres.
Dates Pluvisaetricea
Resanen de ebservaoienss efectuadas en las estaciones
WMCIA ALPON SO XIII AIUAMA ALQUERIASAnos ménte
TOTAPA
1917 afa. lluvia •• 251 •. 328 ••••• 388 .... 335 •••días id. 51 .. 22 .. •• 48 •••• 48 ...
1918 a/a* lluvia .. 277 •• " ••••• 400 •••'"
días id. .. 50 •• " 49960 51 .... "
1919 a/a. lluvia •. 271 . . " •• ••• 348 • ••• 318 ...días id. .. 38 •. " 34 .... 50 •••
1920 a/a. lluvia •. 305 • • 272 ••••• 440 ••.• 331 •••
días id. .. 41 .. 44 • •••• 41 56 •••
1921 a/a. lluvia •. 355 •• 270 ..••• 582 ..... 729 •.0
días 14... 64 .. 43 ..... 46 ..... 52 ...
1922 a/a* lluvia .. 308 .. 70 ••••• 165 ..... 229 ...
días id. .. 47 .. 25 ..... 26 ..... 39 ...
1923 a/a . lluvia • • 389 096 datos i~ 550 ...• . 588 0900
días id. .. 35 ... ■isi bl en. 35 ••••• 53 •••
1924 a/a, lluvias •. 277 ... u 455 ••••• 693 •••
días id. 090 47 ... 37 ..... 63 ...
Medía anual a/a. 3019 0 dudosa 419 90999 460 • . •
provincia de Murcia
de servicio Metereológioo espanola�a.saetssssrttsse.pa,�sias.cssssasm«.azs:amsc�s
yerta
CARTAGMA CARTA4Mb CFJ f1 GIR J'UMILLÁ TOTANA de TECIJ
Puerto castillo España
236 ... 242 ... 375 .... 243 ... 2D3 ... " 276 ..
35 57 ... 36 52 ... 53 ... a 29 ..
382 ... 314 •.. M .... 369 .... 364 ... 515 ..71 ... 54 ... A 40 ... 58 ... 62 .. "coge
244 ... 197 ... 382 .... 203 ... 269 ... 467 .. 19664 .... 32 ... 3]. 18 ... 51 ... 50 .. 21 .
214 .... 95 ... 345 .... 260 ... 228 ... 463 .. 259
37 .... 42 ... 48 ..... 30 ... 44 ... 53 .. 31 .
420 .1.• 441 ... 194 . ••• 187 4096 4404 ••• 500 •• 182 •
43 .... 6 2 ... 25 .... 20 ... 74 ... 54 .. 21 .
22o . . .. 205 ... " .... " ... M .... 248 .. 229 .
44 .... 42 ... ... " .... 38 .. 24 •
432 .099 333 ••• 356 .... 255 ••• 201 .64 616 .. 151
39 .... 34 ... 36 .... 20 ... 25 ... 50 .. 16 a
260 .... 1.16 ... 330 .... 351 ... 198 ... 591 .. 164
42 .... 41 ... 47 .... 48 ... 43 ... 59 .. 25 •
301#7 250 .. • 363 004* 266, 9 26697 • 485 • 252
0)SE YACI0N .- Tomando la sedia anaai de loe octo saos resulte que el
Castillo de Oaleas de Cartagena y Yeola, son loa puftos J* eztreee se-
quia en la provincia. Signes en escasea de precipitaciones el Jusilla,
Totana, Puerto d e Cartagena y Murcia (Oapital ), eieni0 ya sis aceptable
la media del resto de la provincia, nunca suficiente, sin embargo dado el
clima oálido y desigual regia►en de lluvias.
r 32
Pe cuelas, Monasterio , Mesa, Rubio, Villasante, Guardiéla,
*arih, Dupuy de lene, Gerostizaga, Aove y otros, dan por
limites a la ouenoa artesiana del Campo de Cartagena, sie-
rras de Carrasooy-Columbares por el Norte; la de Cartagena
por el sur; por el Bate queda abierta hacia el Mar Menor,
lo mismo que por el oeste en las llanuras de Fistreoho de
Puente Álamos
La primera oendioión para que exista una cuenca
artesiana , es que en la región que se o neidere per sus
oondioienea geológicas coa* zona de captación de los hidre-
■etrados, el promedio anual del agua cuida sea de iaportarri
ola para que deducido el tanto por ciento que se infiltra-
ra £ través de los terrenos sea esta suficiente para aliaa>
tar la supuesto oueaca hidrolégica.
La región que neo interesa es una de las regio-
nes de Bepaña en las que de aedo a&* pertinaz y constante p
persi sten los años de gran sequía.
3egdn datos del Observatorio Central Metereológi-
oo de Repaña, en el cuadro de "Valores norL:-ales de loe ale-
mantos oliaatoldgioos d• nspaña (en un quinquenio) " figura
Cartagena con una altura de agua oauda apreoiaaa en milia•-
tro s de 339#5 en 1492 días de lluvias.
La compañia pche Cartagena Minina and Water Jerko
que es una de las que suministran agua potable á la ciudad
facilité 6 los Sres . Mallada y Vidal les datos de dios
altos que acusé su pluviometro instalado en Pesin, que die-
ron por resultado un promedio anual de 29498 a.ao con un
máxime de 445, a.me p un minino de 74,4 memo
Nuestra la sequedad que de ordinario reina en
aquella comarca , nos la dan la falta de vegetaoién y las
33
pocas fuentes naturales que b roten en la sierra de Oarraeooy.
Apenas si hay algunas , en las oertientes del Sar. Las aás n0a-
bradas son las conocidas con loa noabres de la Pueasanta y de la
Las, algo aagnesiaaas y de aur escaso caudal que brotan en la
vertiente Norte entre las oalisas braoboides del Tris's aooapañe-
das de lechos *s oargadoa de arenisoas.
los ares . Mallarla y viO.al en el trabajo 6 que tantas ve-
o** Loa hez os referido , citen al11 las del poso Oañarejo, Puente
del Juncal, daleria de la leveta . pluabraaiento de Tsra Gil, gaoi-
aleato del Zamorano , Caños de Ooaaraa y del Barranco de la Muerte
que brotan en su aayoria en lae pudingae y areniecea terciarias
teniendo casi todas , 50 y más grados hidrotiaetrioos.
lo proceden esas aguas que se aluabran por fuentes
tural es 6 por galarias de acatos 6 niveles aonifaro s det arainado s
sino que son las que almaoenasn en sus husoos 6 Creados caridades
fas pudingas terciarias y las calizas doloaitioas triásicas, cuyo
afiro v!lria de un aedo extraordinaria hasta llegar & a er casi nulo
según la squta del afio,
teniendo p esents las cifras que prooedea y la que se
asigna á la cantidad de agua que puede circular á través de los
terrence cargosee pooo neraeables que varia del 10 al 15 por cien-
to de la cantidad del agaa *alta se **aprende que esa sierra no se
adapta para servir de son* de captación de ana cuenca artesiana
pues 2?' i no llueve 6 llueve puco.
Pero aunque &el fiera y ee tratase de u&a región con
lluvias más frecuentes y abundantes carece de la aayor parte de lag
condiciones que se precisan para recoger y dejar circular las agua
procedentes de las lluvias.
Tiene esa sierra una longitud de unos 40 leas. está
orientada de $0 • á NN. y su parte central dista unos 35 fas* al
Norte de la eindad de Cartagena . Toma distintos noabres segda los
34 -
parajes que cruza Punta de Inohola, Sierra de Carrasooy, de los
Villares, Coluabares, Escalona, terniaaddo por el Estado en suave'
ondulaciones 6 colinas poco elevadas ea las llanuras alicantinas
proziaas d Torrevieja.
Sus estratos forman un entiolína, bien definido; los di
la vertiente Sur basan hacia el llar Mediterráneo, es decir, hacia
el Campo de Cartagena y en ese sentido son aptos para constituir
la cuenca mpudsta. Las capas de la ladera gort e lo hacen haciala cuenca del rio Segura y su afluente el Guadal entra.
La ceta máxima de la Sierra, 647 ase corresponde alvertice geodesico de Coluabares , El ;iue:."tc de la Cadena por dondepasa la carretera que condice de M reía é Cartagena tiene 350 as.de altitud y el de San Pedro por donde 3w erina el ferrocarril 298as.
Descienda suavemente á derecha é isquierss iie ese verti-oe hasta las llanuras de Puente Álamo y de Totana por el Oeste yhasta las de la provincia de Alicante por el Este, quedando abier-to el Campo de Cartagena por esos dos lados.
Ea cierto que su parte inferior lo forman lagunas delestrato-eri#trl¡no que son rocas impermeables capaces de detener
las aguas que ao rey: crian y filtraban las capas mds 6 menos per-
meables sup-:niorea que en la superficie afloran.
sobre ellas están las *alisas aagnesianas triásicas al -
gunas muy cavernosas, muchas veces sobre margas abigarradas yesi-
feras de poco espesor yesos blancos y algunos i slotes de ofitas,Los dos grupos son casi impermeables, pero el de las cal izas pue-de dejar circular el agua á través de las aunemos* y grandescavidades qua en ellas as hacen . No es, por lo tanto, material delo aás apropósito para suministrar aguas artesianas, pero si paraalimentar fuentes y manantiales de escaso caudal*
35
F.1 Terciario Inferior ee halla muy bien representado en
los puertos de la Cadena y de Carrascoy. Iras pudingas de la base
del Terciarlo son las rocas que por todos se heu considerado
aoao acalfa.raa ar, fllo per ls. gel el.m:ientc & be^ate
sgtuloso que uu* los cantos rod'oos de oeliG-it esinc porque se con
freouíiao&£ bastante Jncott rcr.te.
las sargas de color gris-aaallaeto asrgoeo-ereueo son
las que ada oontrib%, en & 1r ►equodad y 1 le aridez del suelo
pues Bino son por completo 11!perr&eabl.es f'igt.reu entre aquellas
que no permiten filtrar el agua con facilidad á su través, y leas
areniscas son casi eiewrre m.€ra 6 m.snoe3 aroll;iv a.c•
Resalta, pues, que los sedimentos terciarios de la *¡e-
rra de Cartasooy-Oolubarea que coa los que oasi exclnaivanente
constituyen la superficie de captación de los hidroaetsoros que e
sobre ella aaea, llwu iu , t e rr cnoial es en a casi. to tal i% ad, ns
son la s ra*e errolados rara retenerlos; lao molzeae son demasia-
do %red]. lasas , las sarjae 'on ciearre más 6 M.:ras arcillosas y
sabalo a.3s y los conglomerados de la base , material el mía permea-
ble, es ma.j variable bia paraaabiLid.ad qua depecnde caen gran parte
de la naturalesa j dureza fiel aiaieo-tu aroiZluso-,ar[l.izo que Coa
los cantos rodados qa e I c ior&a.
De todos ocdt,a ne rahré superficie Dactente para "ne-
"tituir una Bona de o9rtaoién , porque como m xioo pudieron servir
para ese fin las vertientes que miran al Sur que ni son mucho se
aproximan en unpertioi. s 4 la, elevadas cifras que otras han dado.
Por eonsipu:i nt e 1e1oe de reunir ese sierra las c ondi-
oiones para servir de zona de capraoióa que pu& re ella*atar el
vaso receptor, nos pareas por el contrario , como si en ella ee
hubieran re nido algunas de las condiciones desfavorables para
ese objeto . Duales mas la escasa cantidad agua de lluvia que so-bre ella cae durante el transcurso de los años; no presenta ss~
3 _
p»tfioie de oaptaci6n suficiente aun en el supuesto de que rer
muriera agur, y lo neturelesa de sus terrenos no son los mas mde-
cuR9os por su escasa permeabilidad para dejarla oirea lar l ibre-
eante , adasee de la mucha inclinación que tienes sus estratos.
Prueba de ellos es que no hay vegetación, que son escasos en nú-
aero , poco abundantes y de tela o alidad casi todas lee fuentes y
manantiales que allí eparecen , casi todee en 14 vertiente porte
y ee lógico que así suceda pues los mayoras temporales proceden
de ese onadrentes
los ares. Guarrdiols, y 'palo de pólir_a, en i&forme pera
el "Betudio ifidrogecléa1oc le ?. e sierra de Correscoy" describen
su formación geológic« en forma análoga 6 la que ant es se ha d i-
oho, eelve dstell se no esenciales, y llega 6 la ooaolusida de que
l óp, e!crme cae ea ecoel paraje existen, ofreciendo un caudal r e-
lativsaente grande, golf de mala. calidad y las buenas forma de-
pbbitce 6 niveles eeulferos de muy debil flujo.Los tarea. X:eilaaa y Y1,lal di-tierfu+. erI eaa oort-
c.Ln ión, y no so tro s con e1 .. t: a _ , ue 3e 3' 1 E!:' e é, f Cnudsd1 d
la aa:.ldx4, que si 9u t rata"a e u Ri1uabr ar no r eo,u. itaré.n, de 1-1.440
miro muy y equeúo. Todo en el sup uesto pie que la que s e alumbra-
ren laya Yd UOgiu&s y rol oer�adaa un la s c;av: auaas k.e luri rompa.
Yay otra razón que hace pensar qae en el Campo de Car-
tagena no :iebf' de ez1_etir 'ai i;j•sa oueaca ar•teeiani, y ve lo que
se: dfdu,3e de la t1 itoni oR c' In sterTR que l . ieita Por el 9ar. Ya
hemos heo2o ver, ti�:íxá:x con ,j.emrinda i nslrtan.csia, que ella y uns
paxte 1ol llano estén oraza,do�e por fRil a.^ inngitudinales parels-
1 s en direoci6n C. D. 6 1 . Ni . señaladas por oabesos 6 isleos
de liparitas, trequitae y endesitas, ea decir fallas de edad ter-
oi^ris que han roto los sedimentos de esa epoca y los .4e anti-
.uos al. darlos paso y por otras transversaleu que son heroinia-C
nas que no pasan del Triásico rellenas de ciior1ta.s diabases.
- 37 -
leo oremos que seria aventurado el suponer que algo de
eso, taebieupudiera ocurrir en 1o que está oculto, y que lo visto
no Sea Me que una nuestra de lo que profundidad pueda existir, en
cuyr. * nc el. Cemno de Cartagena estarle dividido en macizos par-
oicí em inderendientes , separados por late fracturas longitudinales
reconocidas y por otras ecta.,Lta.,e.
Be prior.=i p tc í atit iCc de que par*, que ex¡ e+ta una cuenca
capen de producir aju.ao a'tostanae preoima que "i terreno no haya
nido tr e�o�roe.© ni :iu:�LreutA:�.o í;revlaLttnt e por fracturas que ha-
yan .íer.,.do de vl.o d ►T,^. i i( fl i -t4oenr;4 de a. terialeei fluidos
de origen iutfxnr pcui+R►�k+, j lit, eo e*4 1.0 vue ,,:::�: re en esa regida
en J e. qj.e ertfri t3 1}i �c�.«*vfit i l . wtF'l.tt'íi s.:EloL!oe d.fi naces hipogeni-
Cas.
Y corto tenbi.+u puni.ere orar..--:1r cue el Tvroiaurio en el
llamo Be aooyase 4obre ol estrato,crietaaline: y no cobre el Trias,
rerultr, Ome e dn nueetro sede de pensar,que coro loe datos de que
hoy aw dio.mene nn wa nrn.r.nte decir, con pro1 r12idades de acierto
?e nslnrsiese y come:eor de ) oR 1:erreneo Que crr.. la sonda pudieran
Atrave;íarse.
Prora limo 1 ^choa ciartc�r. r,,un .rec a,J iten r6plioa y son
1o13 .icíine(aed practic i )t, us,,,jc 'La 3San.chez Madrid
en loa t 6rraino e C1e !Q8 s:l uü:ií�r. ece, jan J£:rriier, y Un Pedro del
j j.i,ta ' ac n 1o t C. A oe, ima ob . wttj. ú.i+ agu st que brotan sobre la su-
p'i3" ?i u:Ld ct e.. : ucL i% ::.<) -ii. É +3 c. �� �.: ü• *3V :1.1. guxlo ii ( VI1 fotogra-
flas ^ y b).
:-ie v use aun uaraot?rttatíaray, eegdzi ros da►rus que nos
han facilitado . n'rn rc ?rc�i viidad cs'vro litrosde 3onúeoe en Me* propietario
9. Pedro del Pinatar 2 406 D.Miguel lindes 7
a. Javier 3 217 !). Joc§ B& Luevo 32
3 230 D. Ja s6 Maestre 10
1 250 D . Angel Bino 61 20n D.Jalisn Rubio 151 190 Aeronautioa Naval 4
Los Aloai aree 1 205 D.Jos6 *1 Montes 5
- 39 -
excesivamente alta, quien quiera conocer detalles puede aourdir el
citado trabajo del Doctor Chover.
ffi análisis de las aguas llagadas frias producirdas por
e2 sondeo hecho en terrenos de D. dos; Barnuevo en San Parioi es:
Capa de aguce frias d los 217 me. de profundidad:
Residuo por litro , 2,05 greoei á saber:
Cloruros 0, 70salfato s 0922
Cal 0,17M gaesia 0,10
iiodio y Potasio 0977Materias organloas O,á.ODureza 0,34º
Se han conseguido aguas ascendentes, eegdn datos del Sr
Sanohez Madrid en los siguientes Bond eo e:
y�pp dd!! Proitinci"¿ $oabre del propietario.ona.o s eA as.
S.Pedro del Pinatar 1 150 D. Adolfo esa*
id. 3 190 D. Pederioo Oaroia
un Javier 1 170 Sres . Yerran #daes
ido 1 248 Ilaa.Sra.Obdulia Zapata
sea Javier 1 240 D . Fulgencio Alegan
Cartagena 4 40 sr.Marques de Puente el 9o
id. 2 85 D. Juan Carrascosa
Id. 1 60 D. José Acuitar
Puente Alano 1 100 Sr. Marques de dos aguas
Algar 1 60 D. Francisco Luengo
Sondeos sin obtener agua: el de D. Bernardino Roland
(270) Sea . de aguas los Martines ( 300 me.); el de Pacheco, de la
Oonfederaeida Ridrol6Qi.en del Segura, (600); el de Corvera con
auxilio pecuniario del Bete.do (500 ); el de San Pedro del Pinatar
en los terrenos de D. Jaointo Pires Caneas ( 300 ase)* y otro s•
81 ser teraa"iee y sulfhidrioas las actas nos hacen enr-
Poner que no tienen relaoidn con la sierra Oarrasooy.Coluabares
- 41 -
En su pompo sioión y temperatura entraran como factores
esenciales las reacciones químicas producidas al circular las
ae3uás en profundidades entre las capas sargas 6 yesiferas teroia-
riae y entre las arcillas aslíisras del Irlas unas y otras abundeaa
tes en hilrucarburos (l¡ no olviaanüo el papel importante que es-
tos han de representar en la reduoaidn del sulfato de oal; reso-
si4n que dá lugar á eeprec3i�i � t., de Ex2 y á la producción del
azufre en la naturaleza.
3u temperatura , el fuerte olor á sulfhidrioo y á hidro-
carburo*, como ocurrió en los Alcazarea, y su alta proporción de
cloruros nos hace pensar la es* modo.
91 es nos di j err; que el or. i.,Y; H». ele e9ae aguas está in-
tie►amr�lte relaoi;in do con los fen6menos de le eadodin4mica te-
rrestre y con los sag" e eruptivos que 4i.oror. oxi.rcr_ l áis ereup-
cionen de lee rocse Urogéniaas qu:e Oenocexaos, consideraríamos ese
modo de ver las coFas, como rruy ¿.e I.cner ;-. en c�:�nts cintra
lae muchas hipotesis que es han dedo para exr.].i.cgr. 1. r gbneeis de
los los manantiales eulfhidricoa de quo tan interesante ejemielo
son los de Archena.
La entrada de les aguas en el Caapo de Cartagena po-
dría entonoes ser por el aspecto que queda libre entre la extremi-
dad 5 .Us de la sierra de Oarresooy-Colur bares y las vertientes del
Norte de la Sierra de Oar T,sgena..
Entrando por ese lugar y circula ndo con presión por
lo interior de la sierra, se elevarian las grietas más 6 menos in-
olmedas que los mrvivaíentos teotonieos abrieron en les oac,eq se-
dimentarias, hasta que por al;Da:,i¿ar un lecho arcilloso impermea-
ble que les sirviera de covertizo y fueran all6 detenidas , exten-
diendose por las capas sala 6 fence perseebles que forman el sub-
suelo . Rota s a 1:apa impermeabl e por la hereda de un sondeo, enoon-
( 1).-Regiones petrolíferas de Andalucia por = .Juan naval. Bol Ins.Geol.Poao y sobre una exulosidn de grisú en la mina de SeaJuan Bautista del termino de Lorca por D.Vnioente Lindelán.-Rev. Min. Mete no
- 42 -
rian fácil salida para brotar sobre la superficie del suelo 6
s61o para llegar cerca de ella.
En resumen: 14o creemos que en el oerpo de Cartagena
existe una cuenca artesiana única, I.a región es de las más cas-
tigados por la requia entre las del 3udecte de i<spafia, eegdn los
dssroe que quedan coasignadoe.
Zoo sierra de asrrseooy-Coluabares que supone sea la
zona de oaptaoi6n no remo j e las aguas para surtir una cuenca ar-
tesia.ma importante por la einoi.lls razón de que allí no llueve
y cu£:ndo llueve es paco y en fc2aa torraooial. la la oifra 339, 5
ame de lluvia caria que acusan los estos oficiales Z61o se podríaaprovec lar el 15 6 dl 20 por ciento que es el coeficiente de la-
filtración que se asigne 4 loe terrenos c!e .'.n Can 1:iras oomposi-lOne•s á los de 911 ,5! cuyo el do de? peras 1l ic': d es muy pequeño
Puas la cia;ioria de séte mr�te.riale , pétreas .;,;,;i %aruas imperasa-
bi, y reniraoas iatpuras, con trán itos de u:�a^ d ,tras clases
d,a ramas; tes mr r,Se' coa má s 6 menos caabulc-;s y los aaoie.os con-
tienen fuertes cpntl ir:des de arad' .
Las pudlngas de lea base es aaterisl battante permeable
pero aparte de su pequeño espesor y corrida, su. permeabilidad
vnri a mucho sagdn le r!att�rc�. c-za y dureza del oia:iento oalizesaroi
lioso q,:e li ne loe c.ntos rodadrs.
#o cae egue en la sierra. de Carrasooy-Coluabares ; la
petrogrefia ene is lira oamposicida de permeabilidad muy licita-
da y los estros están fuertem ente inclinados hasta 40 y más grs--
dos, pues , a'i .y apta esa sierra para servir de zona de captación.
Fl campo de Cartagena tiene taatitn algunas oondioiones
que l e con d esf avorablee.
^ 'á crctzidt parolslmente por �,°allas longitudinales
paralelas seral ada, por l ee líneas de csbezos de traquítas, lipa-
sitee y- andesitnc que el. li asoman entre los sedimentos cuaternario
Además, en la sierra de Oartagena y en sus labores ainj
ras esté bien de manifiesto otro sistema de fracturas transversa-
les hercinianas con diabasas, dioritas, &
go serle cuy aventurado suponer que cosa análoga ocurri-
rá en profundidad y en ese supuesto el admitir que el macizo
w 43 -
que Io fcrs«.a e ,tuviera divlc;ido parcialmente y que en lugar de la
cuenca cínica nue auxonen, crx utieran varias independientes sepa-
radas por las fraoturas 1on,,i <�ucinu1es rey: a[�ss :ocas ignea.s ter-.
c iarl ae.
leo con lec terrenos tr.,:et�3xnacioG por fuertes movistien-
tos teotcSnicn� ni. aquellos en los que se acusa la presencia de
ropas hipogénicA;,a 3iz más eL tes para di.r origen á cuencas arteeia-
nasa*
las aguas alumbradas con los sondeos de -San Javier, San
Pedro de? 7ineter y los Al.oe,; aree , con teenermtu .rea de 31 á 35
grados oen.tigradoe aalfhidr. ica!t , no cresos que tengan relsoión
con le :sierra de Carrascoy porque dada le oompoeiaidn cineralogi-
e& y petrc±7.6giaa de ésta , apenas si encontramos los elementos
(ya�: reciRCan pura cae recocio!2 -n1mioas más 6 menos
co►� •1.3.cac3as se. produzca en ab-andarols el }12 Í-Ue contienen eque-
11 Hl �r alumrrad r.
fl icoi o de 11,.e 7ry;•n brntedo flor..a en una zona
que ocupa pegue:`.n a tear.1 n rr.tre `yac JQv1or y *en Pedro del Pi-
ratar, cortando do:« n.iv el e:- sc► Yero e entre 195 y 35 mes de pro-
fundidad , indica :fue segd a snCcniamos no se treta de una cuenca
extaree y re, al r, horque el ami fuere, oaurriria lo alaco en el-
puncs r e ctres ndec ^n* er_ todas direcciones allí se han he-
cho, tanto er el ct intro como en los bordes del llano, sin que en
ni uno adlc s' h�; yr& eorted.o cana ttivel.es eou.iteros 6 pesar de
cave pu el Pfsctlc-oo se ha llegauo hurta 600 me # en Corvera 500, la
Sociedad te agua s Lo 4 Martinez á 3f,+0 el de D. 3aointo Ferias Censes
4' 300 ma. ain o. e 4.l7.a pueóa. «trihuiree A aooiúántes topogr6fi-
oos pues :ae trata de una región llana 6 con pequebas ondulaciones
en la s:• erflci ^ y rúrc:c rntrtutr n con oaei horiaonlaales hasta las
profundidades que ltdi.cmn le" te9tigos de los sondeos.
?1 origen. de ees: a aguas termales, sulfhidrioae y exce-sivamente cloruradas habria que buscarlo en otras regiones del g.
de la provincia de Murole 6 en las de en limítrofe de Albacete
- 44 -
donde el régimen de lluvias y de nieves sea más amplio que enCartagena.
Quizás estén en relación con las formaciones yesiferas
y salinas terciarias ue tan to desarrollo tienen ea la región
Sudeste de Eap3ka, cuyas pizarras matgosas *oniiie .aen hidrocarburos
que reducienco el sal feto de aeL, dan origen á la produooi6n de
azufre y de SU2 euel ocurre el tratar la génesis de los yacimien-
tos de azufre.
Creciaos posible que lo mismo que caíste la pequeña Buen
aa artesiana de San Javier , San Pedro del Pinetar y los Alcazar**
existirían tal iez otras análogas independientes entro si aisle-
daa por diques 6 barreras de grietas fracturas longitudinales re-
llenas de rocas erupti..vee, y por la diferente composición y per-
meabilidad de los *? edlmentoe terciarios.
Para intrnter descubrirlas, zprovcchal•lae y disfrutarde beneficios análogos á los que se Yrx reportado cn la comarca
la ya descubierta por ser buena aplicación para el regadío y para
lograr alguna luz en taa obscuro y complicado problema no prooe-
diendo á la ventura , es precisa ciaponer de un pl' no topográfico
completo de la comarca ocn ].._. niv►eli.�cidn muy detallada, en el que
el personal del Instituto Geológico y 'inero d3 mesa señale ouee
to á la geología puede interesar en sus diversos asneotos con lo
que le superficie enseñe lo que descubren las laborees mineras y
los testigos de los sondeo s. Con todo esto reunido es verosimil
sacar consecuencias practicas.
Con los elementos y conocimientos de que hoy se dis-
pone querer fijar el lugar del emplazamiento de un sondeo y el es-
pesor aproximado de loe terrenos que se han de atravesar, la ex-
periencia ha confirmado que es exponiarae i las equiv,>oeoiones que
sufrieron los áue as¡ r'cieron pues ni ad.n siquiera puede decirse
con probabili•d des aciprto, si loe materiales terciarios se
aeienta.t sobre i1 Triá.f3ico 6 sdbre el estrrto-cristalino, por ha-
ber sido aquella,. más, 6 ;renos d.errubianoe; sin olvidar que los ap
vimientos tectó:aícas, á ue en e te c,oritc hace r-:f.erencia, hayan
formado, c� mc a x.rab3i.2::, pliegues de defiflidos en la superficie
del suelo que modifiquen profundamente el relieve del subsuelo.
La investigeoión por los **todos geofisiaos sisaicos
- 45-
F gravimetriooe oreemos que está muy indicado.
DU SEGURA Y DEL QUADIAL. NTI - p $ANGCI4Ea(
Oonooiendo el valor que ti ene el agua en 1,1 Sergz
huertas de Muroi *c que riega el ria Je, •urs puc e o5mprenderae cua-
les ro "aabr s. sido los eeaft ery-)8 neobos ;,ara obtenerla á cual-
quier precia uaa . � �^r � �?fo se utilizar. para beber adn
en °pr• c>3 a r`7 nna e^ qw" ayy ere estar en adeoluto prohibido
habiendo e,a t.� eto iraurtil cuanto 3e ha hecho hasta ahora para
dotar á ]durcia y demás pcbia oiones importantes , de agua cuya po-tabil idacl f`ueraa al menta accpto.ble.
Desde! el tiempo :ron rtartF,l r,' cr;;couci5, an les puntos
rán b JO-3 do la ve: q de .U: existencia de ;,eouefiae, fuere
t?t ^a.ttl ,esas c r.e ) la:;ian "fc�ntary illr aafe, coya r;.resenoia hizo
,?.r. y umyr 1 á oeib.f2l:i d tia :ncor:trarr ellt r:rtesianas, de
t. I o ;ur ala r, 1"7c .,e -,ox el que el
ncu9 bret6 '.. cetrr ? r•3 i . F� :°�.0� í "' l e_o . se pozo se
irriti:.!.;f, e.l rooc' t.'.ampo por no rla +erle antarF A(N ::"'ro se hizo
otro 1 cart_.. Ji;t, n^ °. n•.:r= 1. ?:°iiti, a utt�: ó ti :atuotcrio.
Naan :�u zr, t ntra�cic• `;r�-:::n <� ,aen z ;�tr' `.c:i pozos a bier-
tos dende la c�i.�;t. ncie. d-• clc,;, pta. -::1 . de íturcia hacia los
confines de 'la huerta '19 Orihuela. Se t:e c�be�rva�� que no apare-
oar. Fauw] 7 .q qr4 Ir-9 ¿ leobú del rio Segura
xti nn 1 -0 wn ^t 3 L, ni'+ir+aa�i d e Mur 3ia, al dentro
de eu
Ta -�xr±;�anñi: s licdi_ > ,U,9 Lo.i pn-: c e es de unos 35 mss
y en su perforación st3 rlt'av�rsa:cor. un e 3 naos de tierra vegetal
y G a! 61 carreo, d espu ( 21) 6 J"'*yr`. r.!.3. d e arcille neprti:'•ca, i á 5 ra esde aroll.la clon .áctae, de bi, 3o r,e -encuentra la orcpr,. s�cnifera de 7.
á 4 me * de grueeo cup ce ura srenipoa amarillenta, algo arcillosa
que pasa en alRunoa sitie.=s A #ui jo y grave suelte. Por debajo
hay otra capa de arcilla roja.
?31 ama $a i stos pazoa nx��ucen es salobre, contie-
ne mudas magnesia , ea excelente para el riego y se bebe sin grao
ves inoonv ieente►. -l =aforo de uno ds ellos daba alrededor de
200 m,,3 en 24- horas.
- 46 -
pero si esos pozos se obtuvo agua artesiana, tambien es
cierto que se han abierto otros anchos en los que no brota y ad e-
aás no sabesos que pueda darse una orientación definitiva que sir-
va de gula para señalar el emplazamiento , tonto de esos pequiPias
perforaciones oüao de otras más profundas que o'i.uiz4a debieran ha-
cerae . Se oarace del Asno topográfico eat ,•atigráfioo detallado
de la oomarca j sin 61 nada pueda lograrse que sirva de orienta-
016A.
Aunque el terreno es lla.so 4 ligeramente ondulado y on
bierto de un manto importante de tierra vegetal, se puede deducir
por lo que en los bordes y barrancos se ve, que se trata de ain-
vio,nes modernas que se salentsn sobre terrenos terciarios olasifi-
oados coso niooeanos formados de arcillas raaegoses coa sales de
sodioy magnesio que se apoyas sobre el banco arenaoeo aouifero.Bs de presumir algni como ea loe anchos lugares donde es han prao-tioádo sondeos oontinus la alternancia de esas clases de materis-1 es hasta ancha profundidad y que el sistema > eroiario puede es-tar representado desde el pliooeno como en el llano situado M1 y.de la ciudad de Cartagena.
A pesar del agua obtenida por esos pozos, ni la topograa-fia de la región desde Orihuel hasta Alhaaa, ni la eetratigrafia,ni la tectónica indica la probabilidad de una cuenca artesianaprofunda.
ño tenemos aotioias de que se hayan hecho perforacionesni siquiera hasta 250 as . y pudiera ocurrir que se cortaran otrasniveles aouiferos analogos á mayores profundidades que tienen lospozos actuales.
Dada la topografia local , la profundidad á que se ha
encontrado el manto de arenas permeables á través de las cualesoiroula el agua que se emerge sobre la superficie del suelo tan
pronto como con aquella se comunica por medio de un taladro y envista de la pequeña inclinación que tienen los sedimentos cuater-narios y terciarios pudiera admitirse como una hipotesis que el
agua produoirda por las "fantarrillas " y los posos artesianos has-ta hoy conocidos , no proceden de los hidrometeoros recogidos en109 bordes de la ouenoa terciaria sino que mace bien proceden de
- 47-
las que reno j ea de las lluvias las numerosas ramblas y oaña•-
das que surcan la región, aguas arriba del río Segura y aun
una parte de las de este.
Esas aguas filtradas á través del manto cuaternario
permeable del valle puede pasar á través de la primera capa
de arcillas arenosas salinas, algo permeables hasta llegar á
las arenas arcillosas donde se han alumbrado por medio de la
sonda que se asientas sobre otra por completo impermeable, y
favorecida la otroulaoidn por la debil pendiente de los estra-
tos. Así tienen explicación su escaso caudal y la debil pro-
sidn con que aparecen.
Lino Peñuelas impone que existe una gran cuenca ar-
tesiana ocupada en gran parte por las tuertas de Maroia y de
Orihuela, pues lo coalla que al abrir los cimiento s de una casa
de campo á dos leguas de la capital, apareció una fuente as-
cendente, de alguna consideración que imposibilitaba todos los
trabajos. Sso oourria hacia el año 1855 y quizás fuera el ori-
gen de la apertura de los pozos que después se hicieron en el
año 1870 siguientes.
ZONA Di AL$AIA - TOTANAa ~WWMMMMMM s�ssswswr
Al seguir la carretera desde Cartagena, sobre la for-
macióa diluvial se pasa al extremo Oeste de la sierra de Os-
rrascoy notándose como rasgo saliente de la topografía de esta
zona la estreches y escasa elevación de dicha sierra, en este
sector occidental. Su estructura oontinua siendo francamente
anticlinal.
Sn los alrededores de Alhama la estratigrafia y t*ctó-
aioa ofrecen singular interés; se asienta el balneario en la
falda meridional de un cerro integrado por conglomerado ferru-
ginoso , de groseros elementos, que busa unos 30* al N. y las
aguas termales afluyen por una grieta de direco ién norte Sar,
e■ decir, sensiblemente perpendicular f la estratificación.
- 48 -
@abro rasgo importante para estudio hidrológico de la
zona es la falla de cyiy largo recorrido , y de dirección general
E. U. á 0.SE , que aquí drusa muy próxima al balneario y coinci-
diendo casi con el contacto entre el aiooeno y el pequefo aflo-
ramiento triásioo que se extiende al. E. del pueblo.
Sobre el potente trazo del conglomerado en que se asieá
ta el castillo y á cuyo pie se halla- 91 Balneario , se apo7 oonoor
-danente un horizonte de margas de colores muy claros y de unos
200 as. de potencia luego destacando loa crestones de conglome-
rado en la muela (ver corte 5) sobre el que se apoyan un segu ..
do tramo cargoso, con raras arenas tatercaladas, viene mas al
Forte el crestón de oongloaerados que forma el monte La Atalaya
y por tltiao un tercer horizonte cargoso del atocino buza bajo
las oalizas eoowas, poco inclinadas de las altas cumbres de ls-
pufia.
Al Sur de la banda tri9 mica de Alhama las solasas y
margas alooenas buzan hacia el Sar con unos 20Q #e pendiente
-media , iniciando un einolinal bajo el valle aluvial del Guada-
l entin.
Por tanto al Norte de Alhaaa el territorio mioceno
apareo* volcado en sentido septentrional , su contacto con el
Trías corresponde casi á la gran falla de dirección B. U. á 0.
90o y el contacto con las calizas numulitioas de sierra de Es-
pufla es anormal sarosado una oobijadura.
Ea cambio hacia el valle del Sur de la gran falla
los estratos ■iocenos suavemente inclinados parecen marcar un
sinclinal coincidente con la topografía superficial y de no gran
profundidad probablemente.
Marchando hacia el 0. en los alrededores de Totana,
se observa que los estratos miocenos basan en sentido opuesto
á ambos lados de la falla longitudinal y al Norte de la pobla-
ción en la Santa , la disposición de las capas es la que indica
el croquis (vese corte 6) correspondiendo á otra falla el non-
tacto con las margas triásicas que sirven de base á las cali-
zas culminantes de la sierra de España.
49
Penetrando en este macizo hasta la cumbre del morrón
(19584 m.) sin pretender realizar un estudio estratigrafioo detj
liado si no obtener una impresión respecto á la tectónica del
aaoizo que domina las vegas de Alhua y Totana, vemos que en
general se muy confusa y atormentada la estratificación de la
caliza cavernosa de las cumbres ( oroyas gttetas dan origen & va.
ríos manantieles pequeños oomo el. de aguas muy puras, inr,ediato
al Campo de loe exploradores). Domino sin embargo, donde puede
a_araeiar®s, el bpoamientro septentrional y por lo tanto nada au-
toriza á suponer que los estratos eooenos y secundarios de este
alto macizo relativamente rico en pr'oipitaoiones , formen una
enema artesiana bajo el "11,? del Gnadalentin.
Más probable , por lo observado en estos parajes es, que
el principal caudal de las aguas subterráneas de i.spuña se enca-
mine el Norte y Noroeste.
Creemos pues , que la cuenca Alhama-ñaiaia, de limitada
extensión • importancia, es por completo independiente al gran
macizo de Sspu1a, y debemos suponerla formada por el Cuaternario
y bajo los estratos miooenos , alternativamente integrados por
margas molasas y conglomerados , de notables capacidad filtrante
y que no solo afloran en las laderas desde Alhama á Sierra de
Tercia , sino que oupan en esta ditiaa varias pequeñas mesetas.
Realmente la formación miooena indina un sinclinal en
ambas orillas del valle de Quadalentin, cuya rama Norte se pre-
sente claramente en largo recorrido , mientras que hacia el Sur
sólo se observan las capas convergiendo al talwsg en la carretera
de Totana Mazarrón y quedan enmascaradas por los derrubios del
estrato cristalino en Silerre Almenara*
la contra de la importancia de esta posible cuenca ar-
tesiana , merece tenerse en cuenta la escasez de lluvias en la
ona donde afloran los estratos permeables y la escasa saperfioie
de estos afloramientos filtrentes•
- 5C -
Tarabien es de notar que las capas aiooenas poco incli-
nadas y muy regulares al Sur de la Santa se presentan casi verti-
cales entro Totana y Lorca, contribuyendo esta fuerte inolinaoidn
& que sea muy pequeña la superficie absorvonte y presumible ].a
existencia de fracturas hacia el eje de 1 pliegue subterráneo oo-
rrespendiente al valle estudiado. Como por ejemplo de la oosposi-
oióa del cuaternario y de la profundidad que st encuentra los pr-
aineros niveles eouiferos, citaremos la perforaci6n realizada en
el huerto Ventura, Alhama donas se portaron.
3 nss de tierra vegetal y arcillas
27 " de arpilla s arenosas ooa gravas y cantos.
18 " de arcillas compactas con cantos rociados.
2 " de arcillas rojas ooapaotes
1 " de conglomerado conteniendo primer nivel aouiferoascendente.
12 de arcillas amarillas y rojas, alternantes.
5 " de arenieoae duras poco porosas.
2 ' ds congloaersd.o compacto nr: filtrante
10 " de arlasas y Uroillas alternantes.
195 w de oorgloaerado ■ de cemento calcáreo.
4 " de arcillas impuras con cal
S de conglomerado poroso oca 2e nivel aodifero esoea-dente
7 " de arcillas rojas bastante compactas.
MUY aonaj.unte es la ooz,posioids uel cuaternario d
holcano datarealauda po otzoa nuuoro sus aondeos, realizados en
esta vaga, uujee 'i;astij;os he +oa tenido ooiaeida de examinar.
Orno v asos , por :meo m dato s oousígnado s, se han hallado
dos nantce acuíferos que, adr. no ieedo abundantes, pepresentae
enorme beneficio para la Agricultura local, uno de eles entre
los 50 6 60 me * y el otro, de lo* 85 á 110 as. bajo la superficie;
son en general aguas escend entes, que quedan á varios as. bajo laboca de los pozos y se elevan con meter***
El experto condeador Sr. Senche, Madrid, á quien de-
bemos aultiples datos de interés , lleva realizados en la comarca
- 51 -
más de 70 pozos de lora que obtienen 350 litros por segando de agua
ascendente y 57 litros de agua sumergeate, en ls zona baja. Aho-
bien coro ya indicemos , se trata á nuestro juloio de una cuenca
muy liaiteda y estos mantos aculferos del cuaternario , poco pro-
fundos , casi freátiQos es de temer sean afectados por la prolon-
gada e.i;res sequía de los ultuiaos ahos.
Por ello creemcs de interés un sondeo situado junto á
la carretera d Totana á Mazarrdn, t usos 3 kan * de aquella villa
y otro prbxiso á la estación de Aluama al 3. d e -profundidad su-
ficiente ambos para cortar los %rapos detriticos del ■ioceso basta
q probable ooataoto con l::s margas del Trias 6 bancos impermea-
bles del estrato ori stalibo, de la oostas
los ingenieros del Instituto Geológico Sres. Dupuy de
loma y Novo, redactaron y publicaron en 1917 ea el Boletín de este
centro, un notable estadio hidrogeológioo de esta comarca que re-
vela uni: aainucíova obucrvaoión y del que extractamos lo siguieite s
"Su suelo muy quebrado comprende varias cadenas de cie-
rras inclinadas en conjunto de S.O . á N.B. direcoién general de
la orografía de esta parte de la peniuoula en el Norte del térai-
üo ae enckentzan las eetribaciones de las sierras de Bullas, de
Pedro ionoe, del hadrouo $ de Sspuha . Su líaite occidental está
formado por elevadas sierras del Alairez, Ferias,* y Culebrina
síanao su pico más alto el dígante (1400 as.); estas sierras p s-
netrarc en la provincia de Almería enlazándose con los macizos de
Sierra liaría".
"Por el Bate el tírala* comprende las faldas d• la si*-
rra de Tercia contrafuerte de la de Sspufiav el mayor macla* aoar-
teiíoso del centro de la provincia . entre estos sitemas de sierras
se extiende un terreno montuoso ola grandes elevaciones, donde
destacan los serrijones de escasa importancia, de Don Gonzalo, Ca-bezos Redondos, la Paoa, Los Pocicos, etc. "
- 52
Al 0. de Loros ae halla le si erra del CaAo9 Prolonga-ojén occidental de la de Tercia y separada de ésta por el ralle
del río Gudalentin, que junto d Lorca ee une oen él de la Rambla
de Vizsaga. Este íltino s;ppara las sierras imitadas del extremosur ,i el término".
La cabecera del Malle de Viznaga queda imitada por
la sierra die asedio y los cerros de asnos importancia de los Ca-
rrasoos, Las Casioas, *te. Mientras que al Sur del valle se cacao.
tren las sierrad de los Aljibes, la Carrasquilla , Aguaderas y
Almenara con su punto oulsineate el Talayón ( 880 a*.),
Estos sitocas de sierras pertenecen á la ensaca del G~
dalentin la cual esté dividida ea otras dos de amos importancia;
la de luchen al Norte de Loros y la de Tisnaga al $ar. En el
térsino de Loros hay dos cuencas hidroldgioas perfectamente die-
tistas y atiemáe la -,Arte n4s meridional del téraino es hidroló-
gioeaente, indapandiente del resto de ésta".
A oonti.nn'soién de la deeerinoión geogratioa hacen dioh
ohos Zncenieros • a ?etet'. dn eaposisuión del estudio geológico delas tres zonas en c`i eonsideram hidroldgioasente divisible eltérmino avalorada por tres oúrtes un plano geológico y comoconsecuencia llogen á lile siguientes oonalusioness
"Lag eg..as sabteri-Aneae existen ea el subsuelo aunqueno es mucha cantidad v los Tat3to- p ara m: aluner iento oertn bas
Cante e1evtúos en le mayoría die íos casos.
111,s,s orreticionec W. que ¡le .er . ica el nactuiento de
aguar eai 14i fixerte ar iricir r,? de Ccy IJ 8 caejoei suponer que su CRU -
dal. Ce werttlrt� i,rv e:sl sudo con una. Ulerís., la z anjs ioy exis-
tente y oomc rbre dv esyor iap;.rtancia se podría intentar la
p erforaeión de alea 91-i1 rr f a :. ni v el inferior al actual y en di-reooión 1 la %esa de .is sierra.
En el -t allo de la fanaleja, al Norte de Aviles, en elsinoli nal Juaraeico comprendído entre laa sierras de Carbonerasy Ca broa, ie puede hacer un sondeo que atraviese las sargas su.p ericres para encontrar ci nivel acuífero en las calizas infz-a-
- 54-
margas de la felle. Con ron sceev6n que porte de cerca del río
Vejez v.traveeandn ente dique y cortando la falls se obtendrá un
caudal muy importante de agua, el bien dicainniria el de la fuen-
te superior. Seto a►ooe.v6a feria 'jna obra mul costosa pero repro-
d,sactiva.
En le soma. al Otnr de Ior � , podes or. resun.ir las condicio-
nes hidroReológicae ante* explicadas de la siguiente manera:
01R la o.ibeoers de 1.a cuenca no oonvi en. e hacer perfora-
oibn alguna* ia 1e parte rnedt en encontxe..rá leba jo del aluvión
un nivel gouif erc, ya nos ell llegar 4 las calizas triásieas 6 á
las pizarras estrato-cristalinas. tn la prrye inferior de la ouen-
oa ce *neontrará Bote &¡ me nivel , pero á asas profundidad pues
además de atravesar el sondeo un mayor evasor de cuaternario yen-
drd que cortar las papel alce mas . Ln el minaeno podrán encon-
trares teabien dno 6 más niveles acuíferos pero de menor importan
ola."lsatc ex, la carte media como en la inferior de la oaen-
oa In pes1ble presencia de an nivel de margas en el frias impide
que Lo pueda pceoiuax la prutwadidad d que ha de llegar el sondeo
para alcanzar el nivel acviiero prinolpale
boa parece la parte más in.d �osde para efectuar un pri-
mer sondeo la faja situada el 3. . de Lores entre la linea del
ferroosl de Lnroa 4 Baza y La rambla de Vizna a y aoapeendida en-
tre los s alobrales y el líate oriental del ormino.
Durante los ñltimoe aixoe se han ejecutado diversas
perforaciones para ibvestigaoio' es de sgaas en t brnino de Lorca
nosotros conocemos datos die cs•noo de ellas que hin Producido
agua escen,: eatee pero no surgentes . 91 ■ás profundo de estos ta-
ladros á 140 mes en terrenos de Don Juan sum o produjo solo un
litros por aegur4o, mientra3 que los de Don Isnuel Albacete, Don
Gerdaaimo y Den Vicente Llanas d profuMidad de sólo 60 á d0 dls.
M* producido de 2 4 3 litros por asguado.
55 -
ZOlA DE OARAVACA-MORATAU a�CALASPARRAsssssssassasss =s=zsszssss ssssssssss
la carretera de Caravana t Calasparra cruza terreno s
omita constitución concuerda coa la indicado en el bosquejo de ma-
pa geol6gieo de la provinoia, 6 sea una formaoidt tritsioa de es-
tratos muy inclinados , arenisca abigarrada y margas ceros de Ca-
lasparra, luego hacia el Sur la eatensa manoja eooeaa presenta
estratificaoida más regular y por ditimo la otra gran mancha tria-
sisa que desde el norte de Caravaoa y Cehegia se extiende hacia Da
lias y hasta ceros de Ciesa presenta en su sector occidental,
pliegues muy repetidos y violentos de la caliza cavernosas del
piso sup eriori
En la llanura aluvial del Campillo al 1.0. de Calasparra
representada Domo aluvial en el antiguo bosquejo geológico de la
provincia , se observa que esta formación aluvial se presenta con
escasisimo espesor 6 falta totalmente la mayor parte de la llana
ra como suelo *até realmente integrado por calizas del eooeno in-
ferior con algunos asomos oretaoeo.s "
Tasbiea debe ser erronea la clasificación coceo siooena
de las capas que formando la loma de las Martas, Cerros de Ma-
jadas Huecas 3t sierra de las Tinajas oierrasn la llanura de el
Campillo , por tres rumbos , Este, Oeste y torre formando topografi-
casent e una bien marcada cuenca hidrol6gioa.
!hora bien, estratigrafica y tectonloamente sus ea-
raoteres son claramente desfavorablese pues las capas basas al
$.$, en el e xtremo oriental de la loma de la Murta , al Sur con une
25º 1s inclinación en la parte occidental de dio j a losa, al B. y
HE, en los cerros cretáceos de la orilla derecha del rio Segura;
en resumen los buzamiento* de los estratos no conv erg es*" al
interior de la llanura siao que se presentan francamente divergen.
tes.
lo parece indicado investigar aguas profunddas hacia
el centro de esta cuenca topografioa, ada cuando en sus bordes
se presentan manantiales de bastante importancia como son:
Las Puentes de la Arohitana y El Campillo que produ-
cen uno s 50 y 40 litros por segundo r esp eotltvament e, en el
paraje el Gallego , al Norte de la llanura manen en su horizon-te de margas muy sabulosas , junto al contacto Con las calieae
arenosas muy agrietadas designadas como morones y realmente
de textura seaejante á las oretáceas y están claramente rela-
cionadas con la red de fracturas del horizonte calizo superior
á las margas . En la Rambla de las Murtae vino,,;otra tientemenos importante que corresponde al contacto, sobre las cargasde un bando de conglomerados de gruesos elem ento s; al parecer
es inferior al traao de oclizas casi hárizontal , con ligerapendiente al Ente, se extiende bajo la llanura de E. Campillo,dando así lugar en ella á la existencia posible de un nivelacuífero de escasa importancia.
En los alrededores de Calaaparra estudiamos la,3 iabc-res realizadas para aumentar el rauda de la Acequia Mayor, ob-teniendo impresión poco favorable . Ea efecto la galería proyec-tada puede recoger algtitn caudal de la parte que atraviesa el
lecho profundo del río Argos pero aparte de estas aguas sub-
alveas el r esto de la larga galería que atraviesa un macizo delKeuper cuyos bandos margosos son casi verticales de 70 & 802
de inclinación al E. con raros y delgados lechos de areniscas
rojas intercaladas, oreemos ha de producir nulo 6 escaso cau-
dal*
No lejos de Moratalla al *.*B e del pueblo y separadade El Campillo solamente por el estrecho levantamiento de laloma de las Murtas , se extiende otra llanura, designada comoaluvial, y que t ambi en constituye topografioament e una p erfes-ta, aunque reducida , cuenca hidroj4s16gioa.
La estratigrafia en ésta, ya no es desfavorable sinodudosa, con varios datos favorables , pues las papas de las Mur-
- 57 -
tas buzan hacia esta llanura y aun cuando la formación so-
cena que limita la ouenoa presenta estratifioaoión confusa
en la mayor part e del borde aoc idental y part e del meridio-
nalp tambien es cierto que al Sur de la funda Ulea (ver
croquis nQ 7) mientras las calizas del flanco Sur de un an-
ticlinal roto, que forma borde meridional de la llanura bu-
fan al Sur, destaca el otro flanco que por ooneeeuenoia buza
al Norte con suave pendi ente de unos 20Q integrado por ca-
pas alternantes de irgas 6 arcillas y areniscas porosas.
Como estos estratos se l evantan dejando marcado un sinclinal
6 pequeña subouenea que corresponde á la parte meridional
de esta llanura limitada por el río Moratalla, resulta jus-
tificada la existencia de pequeños mantos aoniferos, dos de
loa cuales alitnintam loa pozos existentes en la funda Ulea,
del Conde del Campillo,
gatos dos pozos, muy pr6xiao s entre si, distan
unos 5 metros , están alimen tados por dos mantos distintos.
Uno de ellos, el más antiguo, cortó arenas acuíferas á 24
me, de profundidad, mientras que el más moderno, al Norte
del anterior, y 6 escasísima distancia Domo queda dicho,
atraviesa este primer manto de arenas , en punto que su ossN-
pacidad y mezcla con arcillas hacia la capa casi Impermea-
ble dando insignificante caudal de agua. Resultó preciso
profundizar más de lo calculado y gracias á la tenacidad y
fi del sondeados Sr. Senohez Madrid, se reanudé la perfora-
ción, encontrándose á los 187 mes otro nivel de arenisca
que produjo agua surgente . 1. caudal de ambos taladros, sur-
gente pero nunoa abundanre, epena. a excede en la actualidad
de 3 litros por segundo.
La llanura aluvial, sólo m su centro presenta es-
pesor apreciable de esta formación , nunca muy potente y ha-
ola los bordes afloran ocupando gran paste del llano y for-
mando montioulos las margas , á veces sabulosas , que nosotros
consideramos eooenas.
- 58
Ea conjunto gran parte del euel& y todos los bor-
des, excepto el oriental triásico de este. cuenca topográfica lo
juzgamos integrado por la misma formación de calizas rotas sobre
margas y arenas alternantes que incluso la loma de las Murtas
figurada mioc ena , atribuimo s nosotros al terciario inferior 6
piJaogemeo . Como en muchos aprajes del borde, la direooión de
las capas está sal definida 6 es divergente resx,ecto á la cuea-
os, serie proeiso un. estudio muy detenido nara, juzgar si el bxi,
to obteni. do era tTlea so euaeptible de affiplía0i4n multiplicando
los tel edros y ro=tulta justificada una investigación á mayor
p ro fund id ad.Mucho más abundante en aguas os la oo ,,,aroa occiden-
tal de Caravaca , de estratigrafia oompl eja, donde se aprove-
chan numerosos s importantes manantiales . Fin su mayor pare
corresponde este territorio á elevadas montañas jurásicas, in-
tegradas por bandos calizos , duros y compactos pero cruzados
por numerosoas grietas que permiten la fácil imbibición del
agua precipitada sobre ellas , la cual por ceu lenta acción di-
solvente favor ecida por el ácido oarbónioo , tiende á agrandar
dichas grietas y dá lugar á important e venas 6 aún á arroyos
subt erráneos*
No se encuentran fósiles de estas calizas rara ves
eolitioaa en general compactas blanca y azuladas pero en los
lechos mergo so s, de muchos menos potencia que en varios para-
jes afloran formando parte de este sistema, han sido determina-
dos por du yeraeuil "Peoten subspinosus", "Ostrea gregaria"
"Ostrea dilatada" y "Ostrea deltoidea " ase como " Amonites ta-
trions" (ptmth) "Amonites tostisuloatus" "Amonitee edelas"
(dGrb ), ato. y varios Bel emnites.
Representado por estrecha faja eb la ciudad de Cara-
vaoa y extendiendose según el, bosquejo geológico, en forma de
oufta hasta unos tres kas. al O. de la oiudad, se presenta el
toreas integrado por calizas oaverno <ias magnesianas y margas
irisadas otero conjunto corresponde al Xcuper y oarniolae de la
- 59
cumbre del sistemas son oaai siempre azoioae y 9610 alguna
"Lima", "Myophoria Goldfaesi " y "Avioula eooialis" han sido
determinadas en este trazo indicando transición al Rhetico.
Otros vario s asomos del Trias superior, no sefialados en el bos-
quejo geológico afloran en varios parajes que indicamos y son
de singular interés para conocimiento de la hidrología d e e a-
ta comarca.
Al oeste de Caravaca y á unos 3 kms. de ciudad dan-
do origen á un verdadero rio se halla el grupo de manantiales
más importante de la provincia.
Datas fuentes de los 1eee<pluiit;a y Maireena, Cuyo
hermoso caudal oe»oila ligaraEaenle, segtín las precipitaciones,
anuales, cíe 6 á ts '"hilas'' coa ugtxa 6 aut► úu 7C0 el l.C00 litros
por segundo, ;in duda nono cuanoa de alin►ontaoi6n el gran maci-
zo de o alízas jaráaicas fisuradas quo forA:an la aferras de go -
jante , ]. Cantelar, y el Buitra, el limite oon Granada
y Albacete*Afluye sil a, upa en ambos manan tiales por grandes
girteas de ias calizas pe o la looaliaaei6n y abundancia de
estas fuant ea debe catar determin .da por la presencia de mar-
gas triásicas impermeables á escasa profundidad. Aei se mani-
fiesta olaramente en la fusa L11 Fraile que dé 35 litros por
segundo de sseelente agua potable, con sólo 202 hidrotimetrioos
y presión su:eioionte para subir al Cautillo de Oaravaca 6 San9
tuario de 3.H Cruz, urge la fuente de rl Fraile en las laderas
de la Pecha del Gtato, contacto de las calizas agrietadas blaneo-
azzladac, de]. jura , con oalis;ae amarillentas y margas irisbsdas
impermeables del Esupere
Un la llanura diluvial que se extiende al $.09 de
Caravaca rodeada por las sierras jurásicas de hojante y Seca y
de la Zarza, brotan diversos manantiales, que aun sin el enorme
caudal de los Templarios, son an conjunto de bastante importan-
oia. Al de jingla, junto al o serio de este nombre , brota en el
60
fondo arenoso de una charca, inmediata á un asomo jurásico que
rompe las oepas diluviales y arroja de 50 á 80 litros por segan-
do. Al g.0• del anterior y distante un ka . aproximadamente nace
en identioae condiciones el manantial de Coneja , mientras que
el de Lavar es, situado al Nort e de Singla u de análogo caudal
y el de i'osgc:illaa de Barranca , al Sur de esta Aldea brota una
gran gJ e calizas jurásioaa. Junto al o enserio del aoraip na
oe el manantial desate nombre que d4 unos 25 litros por segun-
do y ee halla en el contacto de las calizas juráeioas de Sierra
Seca oon un asomo de calizas oareadas y margas que por sus ca-
racteres litológicos se han referido al trises.
Le acuerdo con lo indicado por nuestros ooapañeros
Sres. Goroatisaga y lovo creemos que en la mayoría de estos ma-
nantíales , posiblmente en todos aun siendo indudable que el
agua se infiltra y afluye por grietas de la e aliza jurásica, en
localización está estrechamente ligada á la presencia de nasrgas
triásicas que represan el agua & escasa profundidad, siendo á
veo** visible el contactos
más oonfuaa se presunta la sa-urgencia de los ojos
de rahival, t3 principal cíe lo u anal ea brota en el fondo de una
laguna. Bita. ent depresión diluv: r-;1, dictan: e de un ka. de la al-
dea 4, su no! beca, c ti4ze b'c::a otra :p unte en grietas de la cali-
za del jura.
-Abwa.!Iciatnte en a.xes es esta caairoa pero no exie-
tiendo , probabl emente en ella, verdaderos mantos acuíferos sub-
terr"eos sino redes de fisurss y canales profundos donde en di-
versos :ia'tidos, oireu7.a el agua, precipitada como lluvia, y
nieve, en las eltae cumbres de las sierres onoidentales, no pa-
reoe en ningdn modo indicada l a investigación por medio de son-
deos. L aoozjeejrble e tratar de oapt#ir mayores caudal es por
medio de mmiitiplee popcs de e acasa profundidad y galerías que
porten loe e itratos del diluvial con el j ur4sioo y más ventajosa
gente aun el cruzar los ooAteotos de e ste último con los lechos
impermeables del trías m'rgoso.
61-
ZONA DE BULi0A3 Y MULA
Al cruzar el campo del Cajitan, primeramente en direo-
oi6n á Mula , á Bullas, basta el empalme de la carretera de Ciega
y girando seguidamente al Na. reconociendo la zona que se extien`-
d e á ambos lados de la carretera en oonstruooi6n hasta Calaspa-
rra es atraviesa una formación sooena margosa , ooronada por oa-
lizas, oros bancos siguen una dirección media E. & O. con eua-
ves pliegues cuyos flancos buzan tan pronto al Norte ooao al Sar.
A unos cuatro kas* al Norte del Cortijo de Navarro 6
Bafios de ailito aflora el Trias margas de Keuper, buzando el Nor-
te con unos 352 de pendiente para penetrar bajo los *oponen de
la caliza eooena en la sierra de Calasparra, inmediata al Segura.
Mí* al Sur á unos 100 mso del citado Cortijo de Navarro
es extiende una formación eooena arenosa sub-horizontal , oon li-
gero buzamiento al E. alternan en estos oerretes areniscas y mar-
gas arenosas constituyendo su conjunto un buen horizonte fil-
trante de pequefla extensión pero su débil inclinación dá como re-
altado que este horizonte , superior d las margas más arcillosas
quedara superficial y haya sido denudado si la mayor parte del
Campo de Cajitan.
Al 0. de esta gran llanura borde oooidental de Bullasi
hallamos el contacto del eo oeno con el Trías y Jura . Buzan hacia
el Este 6 sea bajo la llanura, las o apas del trisa margoso y en
cambio más al Bur el jura de la sierra de ]tullas ofrece en las
margaamdLl río de Bala y cumbres inmediatas, hermosos tajos de
calizas, en mesa cuya estratificación resulta indescifrable. No
tenemos por tanto, indicios para presumir aquí el borde de una
iuenoa artesiana bien definida , pero cabe lógicamente imaginar
que bajo el eooeno margo so en su contacto con las calizas fisura.
das del jura relativamente ricas en aguas , pueda existir manto
acuífero en la zona oooidental del amplio llano de adula.
- 62 -
Reoorfiendo la vertiente noroeste de la sierra de Rioote
totalmente cubierta de pinos, y de monte bajo no nos fui posible
dada su irregularidad determinar una dirección dominante de los
estratos.r el contrario en la Sierra del Oro o del Lloro, los
bancos de caliza aunque muy plegados y quebrantados muestran ojeo
raarnte su estratificación (ver corte 8 y foto o): es apoyan so-
bre el potente trazo de margas arenosas y buzando al 0.809 pre-
sentam aquí estructura favorable 6 la infiltración de las aguas
pluviales bajo el campo del 0ajitan.
C eroa de Cieza cambia notabl emenr e la direooi6n de las
capas y gran parte de las aguas pueden <,nfiltrars • bajo el valle
del Segura.
Al R. de la villa de Mula, se presenta muy marcada la
discordancia entre el eoceno, sobre cuyas calizas muy plegadas y
casi verticales se asienten los o astillos de Mula y puebla de Mu-
la, y el mioceno sub-horizontal . Integran esta formación miooenallanos ondulados y carretes de margas u arenas coronados por "ta-blas" de o aliza que forman reduiídas mesetas y :Im ajan eA pequefia
escala, la, elasica estructura de los paramos o astellanos.
Zas raguas termales de Ba$oo de Mula, acidulo carb6ni-
cae con hierro brotan d unos 342 de temperatura en un banco de
conglomeradoq inmediato al río y comprendido en el tramo de las
margas arenosas miooenaa . Su temperatura superior 4n unos 144 á
la media de la localidad, corresponde á una profundidad mayor de
los 550 metros i indica que no se trata de aguas procedentes del
conglomerado , en que brotan, sino aportadas por profunda fractura,
que las pone en contacto con ropas eruptivas 6 al menos oon sus
emanaciones.
'rn la vega que se extiende al Sur de la estación se ha
reconocido por numerosos pozos un manto freátieo , d escasas pro-
fundidad que varia de 4 á 8 metros segdn la topografía superficial,
y es curioso lo observado en el pozo de la finca del Comandante Viva
- 63 -
Inmediato á la oarretera de Pliego y ferrocarril de Qaravaca,
donde se capta el agua por medio de galerías filtrantes es-
cavadas en arcillas sueltas arenosas á 4 metros más bajo de la
superficie y apoyadas en arenas acuíferas.
Rl. manantial de los Ortos en Pliego que surte á es-
te pueblo surge en el contacto de unos bancos conglomerados y
areniscas eocenos, coronados por un potente tramo de calizas
cavernosas concordantes , sobre otro horizontal de arcillas
arenosas con delgados cintos de areniscas intercaladas. Late
horitonte arcillo sabuloso, pareos estratigráfioamente supe-
rior, pero aquí se presenta más bajo que los conglomerados en
contacto anormal.
El tramo aroillo-sabuloso presenta sus capas incli-
nadas unos 102 al O •JO. y llegan 4 aflorar en los esparp es *el
río Pliego . Zas calizas cavernosas y conglomerado de base ea
que brota el abundante manantial de los Caños sigue igual rum-
bo y buzamiento al O.HO * que las mapas del tramo superior pe-
ro ea inclinación de 252 á 30$ es mayor que lo de aquellos.
81 manantial de las aguas brota intermitente, segán
lluvias á unos 5 kas * al Sur de Pliego, en el fondo del peque-
ño barranoo , mas aguas afluyen por grietas de la paliza £¡#u-
rada de un contrafuerte de la sierra de »apuña y tanto los
bancos de este contrafuerte como los del inmediato cerro más
meridional buzan unos 309 al 0.NOs
Otros bancos palizas de las sierras de Empuña y Pe-
dro Ponce buzan al E. 6 sea hacia Mula, mientras que en morrón
de Eapuña las palizas eocenas presentan pliegues oonfusoa.
Bn estas calizas blanoas merma del Cortijo Malvari-
ohe han sido determinadas por Cia y dn Verneuil "lumulites
luoasana" y Istriata " ""ramondi " M. perforata " y otras varias
especies así momo " ohinolan pas ellip eodalia " " $ohizaster nsa
boldi" (D'Aroh) y la "Pholadomya pasohi " (0old) pero realmente
en la mayor parte de la sierra de Sspuña, son esoasisimos los
foeiles y en nuestros viajes no tuvimos ocasión de reoojerlos.
- 64 r
ZON CIEZA FORTUNAsrA ssssaarsssssss
Los ya citados Brea. hiupuy de Loae y de Novo han publica-
do otro notable estudio hidrogeológioo del t*rmino de Oieza,
cuyas deducciones comprobadas parcialmente por nosotros oree-
aos de Interés extraotal' á conti+ixtu*oidu.
El r,,gtxa que pueda contener ewta3 cuenca procede de
le.., cíerraa eretdces. nu e t anto a?..ttira alcanzan al Norte del
t5rmino. 1�t .� aierre,:s se ljiLlan erlazadae con las de igual
°orma;cií5n Que se encuentran más al Nort e en 1^ provincia de
hi bao st e y r e co j en el a¿,-a; de lluvia. de la, mee aba castellana.
Entre catas sierras y á mayor altura que la co-
aarca de Oies a se extienden ,grandes llanuras cuaternarios que
se prolongan hasta Jusilla y Yeola, loa cuaba embalsan en
gran cantidad el agua de las sierras prdximas, originando la
existencia en ellas de ricos manantiales.
En las sierras cretáceas del Norte do Oieza se
determinan dos niveles acuíferos, uno que corresponde al d e
las calizas superiores y otro al de las areniscas inferiores,
separados ambos por el nivel margoso.
Las aguas que pertenecen al nivel de las arenas
se filtran con lentitud y d esoiendem á gran profundidad las oo-
rrespondientes á las calizas discurren por las grietas de estas
y deteeaidas por el nivel margoso inferior rebosan en las oali-
zae eccemas , sumándose á las que estas directamente reciben;
este fenómeno ce ve.r1fica tambien en el paso ;gel agua del so-
ceno el miooeno.
Be pues natural suponer que después de atravesar
las capas mergo mas del tramo crup erior del mioceno se enoontra-
re un nivel acuífero en los macizos y calizas de este sistema;
otro nivel acuífero existirla en cada uno de los pisos calizos
del eooeno y otra de mucha mayor importancia al alcanzar en el
supuesto sondeo las calizas cretáceas.
Por la gran profundidad á que debe enoontrarse
prescindimos ahora del nivel de las areniscas cretáceas, infe-
rior al de las margas de la misma edad.
-65-
*o nos atrevemos á asegu► ar que en elgdn punto de la
cuenca se encuentre agua surgente, pero el que esta seria
ascendente en much o e puntos * pues ley o arect eristica de la
cuencas de nieeaa , en que todo a3osnao en le escala estrati-
¿,ráfioa equivale d un descenso ccads el punto d e vista topo-
grá.fioo.
Un dato que demuestra la existencia de un caudal grgº
3,i de agua es ~el contacto del comen con el mioceno, pue-
de observar. es que el. corte del río lego ra llamado Estrecho de
loe Alreadevere, donde las aguaos del manai . tiel del Borboton
penetran en el rie , rschazándoles alguna distancia. Las oal i-
see socenas fuertemente plegadas ae levantan mili con las mio-
*erz;as euureya.centee formando anticl . insl. Como este fenáaeno
se v.Qrifica en el dnioo punto ñende asoman las oeliy'aa eoce-
nae junto al lecho del río y en el r esto de éste no es pre-
sente fenómeno análofo, podemos preeueair con fundamente que
la cuenca no se vacua en el lecho del :3egurn. Queda *la em-
bargo , el temor de que se halle abierta por el aediodia, aun-
que en la superficie aparece cerrada por laa sierras de la
Atalaya y del. Lloro y aun máa por algunos asomos triáeioos
que se hallan J unto á ellas.
Fuera del r erieetrcc de e !t.a ouenoa podrian alumbrar-
es aguas que como les anteriores tendrían su origen en las os-
liza oretéceas , la rambla del Judío (ver fig.9) que pm cede
del término de Juailla , atraviesa antes de penetrar en la ouam
os aiéoeoa, un largo valle formado por faja cuaternaria que
limitan á asnos ladog las calizas cretáceas de la sierra del
Molar y la Serreta Larga. )fin el cuaternario de esta región se
snuuentra una alternancia de niveles aroillo-arenoeoa , en te -
nerg imp eraaeabl ee , con otros de grave que en algunos *¡tíos
t,e han conye3.tido en verdaderos cor loaeradoe sumamente per-
meabl ee.
Los niveles permeables recogen tanto el agua oaide
en las sierras prdxirnae aorta la que procede le los extnape
llanos cuaternarios de los t§raeínos de Jusilla y Zeola.
66
311 nuestros redor idos á través de flete tstmino, hemos
podido comprobar ( eres . Kindelán y Alvarado ) la ezaotitud de
gran -arte del estudio nidrogeológico que arriba extractamos.
Junto á la desembocadura del Puipar en el Segura, he-
mos observado que lascali_as margoeas en que se apoya la pre-
sa del Alfonee XIII ( ver fotos d-o)) buzan el A0* don
unos 35 & 409 de inolinaoión aproyándose sobre las margas aren,
mas del mismo sistema u bajo ellas en la base del Marren de
Oieza y en varios pintos del borde, del *uiblaae ( ver foto f)
afloran en los pintos más denudados margas irrisadas triásioas
Aguas abajo de la presa del Quipar kan oalizas modems mues-
tran en ambas márgenes repetidos plegues y cambios de rumbo*
los citados Ingenieros autores del estudio hidro-
geológtco del termino, hacen notar que en la sierra de Ascoy
al N1. de Cieza, afloran en eu ladera una serie de potentes
bancos de caliza eooenp alternantes con otros de margen y me-
oiM e. Delante de las calizas forman las margen juntamente
con el trías , dique impermeable sobre el cual rebosan varias
fuentes . n el barranco de la luensantilla afloran, cubriendo
la foraaoión eooena, unas calizas de la base del mioeeno.
Haoiende un socavón emboquillado en las margas
miooenas se portaran varios niveles d e caliza. Al cortar ceda
bhnoo de oaliza , correspondiente á un nivel aodifero distinto
se han de alumbrar sucesivament e dist intas capas do agua sien-
do las más abundantes las más profundas.
Un sondeo en la parte baja de la Rambla del Judío
podría proporcionar gran cantidad de agua pero tiene el incon-
veniente de que seria necesario elevar las aguas que se alum-
brasen no ya vasta la superficie del suelo amo hasta una al-
tura considerable sobre esta para dominar suficiente cempo de
riego.
Por último aconsejan la perforaoi6n de un pozo or-
dinario en la misma rambla del Judio , entre las sierras del
Picacho y Larga fuera del borde aiooeno hasta alcanzar el ni-
vel d e grava que se encuentra en la base del cuaternario de
aquella manca y cuando el aforo del agua ohtenida demuestra
-67-
la oonvenienoia de extraerla practicar una larga galería
que saque por su pie les aguas del pozo.
De eiit ;i tre' obre. aoc�rss!; 3 F� la primera ha
silo resé. %�da c on ..� ' etn brillante *xito, sirviendo hoy
41a para ab.�ot csr la ci:wr?ad de Cieza con agua potable rela-
tivywrente abundante y de relente calidad.
Ron ±érmino de Fortuna , las sierras de Quirias,
la lipade s y la Pile forman un sólo macizo extendiéndose en
6.s d e 20 kms. de longitud desde el valle del Segura al limi-
te non la provincia de Alicante arrumbándose todas sus ouae-
Vree de 0. 30. á B. N8. y forzando una sola divisoria de
aves.
Correspondo al Jurásico el r4o1*o (;e la sierras
p?raia3 mente recubierte: 1 medie ladera por l.a formación eoce-
r?r. y +r+ P falda por el m.fooeno, sobre el oval á syi vez, es
eppg- sil uuat!� -xua.rio done e el puebla Ce ^c=rt .nfi as halla syi-
ficadc.
Fama el Norte de -unte lineft de sierras se ex-
tiende tutt extensa sontuosa ?ormanión oretáooa cuyas cumbres
siguen rlixeoción 90. b WS . separadas t)or valles cuaternarios
y en relación con la grandes monteíles que el mismo sistemacretáceo forme en Albacete, región de donde seguramente aflu-
yen al N. de kuroia aguas en oaudal considerable.
Para intentar alumbramientos de aguas en laz o ac-
osnias de Fortuna conviene tener en cuenta el considerable es-
pesor de las margas miocenas , comprobando por sondeo emplaza-
do á 2 kms . dl 0. del i3alnearío ouya p erforaoión ha alcanzado
sin salir de las margas 280 as* de profundidad.
3n esta comarca la erosión ha destruido las ca-
lizas del t ramo superior aiooeno quedando al descubierto mar-
gas yesiferas , arcillas, areniscas y conglomerados . Integran
el sistema eooeno oalizas duras, plegadas y rota.i margas ca-
si impermeables y areniscas bastante porosas.
l ndo»o juráeioo de las sierras septentriona-
les está torcido por potente trozo de calizas, dolomias y
margas. Hace notar el Ingeniero Sr. O'Shea que en 1927 reali-
zó el estudio de este término, que las calizas son muy ata-
68
cables por las aguas, dejando oomo residuo arcillas y todas*las aguas del Balneario d e Fortuna nacen A unos 250
ms, de altitud en el o erro no 5-,mte Uria, corren por el fondo
de una grieta en las arenisont3 eocenav y traa un recorrido de
350 as. entian era el Baic-sario sobre margas miooenas. Claro
es que estas aguan no son propias para el riego puesto que muy
gen á. 522 y pertensoen al i4rv.p.,c. aaá:5.cinai de las elorurados
ara el alumbramiento de agua jentinadas al riesgo
propone el citado Sr. 0'3hea en informe muy fundamentado la
perforación de las do g&.leri4;a solicitadas por el Ayruntaaiei-
to. Afirma que ambas val erlos prolongando 300 me . de la Garar-
paoha y perforando 800 me. en el Barranco de los Sapos oon di-
reoción perpendicular al contacto de les terrenos que formen
la sierra alcanzaran las calizas juráéiooe y portaran los ve-
neros de agua.
ZONAS DE JUMI A Y YECLA..�..s.�ar.eaasaw.sa�•��sansssis
Segdn queda indioado al tratar de probable afluen-
oia de aguas f la oueuoa de Cie za es un ttremo singular la
oonetituei6n g eológica de lo s terminos d e Jumilla y Yecla sin-
gularidad que presta aran interés al estadio de su hidrología
subt erránea.
3u rasgo esencial es la presencia de múltiples ali-
neaáones monta osas del terreno cretáceo dirigidas todas de
10. a NE. y separadas por valles modernos principalmente ona-
ternarioe pero con algunas manchas de neogeno . Estas nontafias
oretáoeae deben apoyarse sobre el jura en algunos puntos fre-
cuentemente sobre el trias y tal vez aún sobre el primario peco
lo cierto es que sólo el trias se ve aflorar como base de las
montabas , siendo las alderas occidentales del. piad del Oarche
(1371 m.) y las colinas del 0 . de Tecla las aenohas más impor-
tentee de ta_rgac irisadas de Kc per.
-69-
Ba general el contacto con los terrenos sstratigrafi-
camente inferiores es oculta bajo espesas capas modernas, hori-
zontales 6 sub-horicontaiee de modo que loe montes cretáceos
sobresalen á modo de islotes en medio de la llanura.Se ha señalado hacia Cieza la presencia de los pisos
oenomanense y senonense, mientras que hacia el W. alcanza
gran desarrollo el piso neooomieuss integrado por margas y ea-
lisas . 3ntre otros fósiles se ha recogido y clasificado "Requi=
na cari.nata", "Ostrea Águila" "Trigonia oaudata" "Pectea quin-
tecostetus " "Plicatula plaounea" "Orbitolitas ooncoidea" y ade-
mas cita du Verneuil "Radiolitas polioonilit es" "T erebrantula
late" "Janira atava",
la rambla del Itero y el valle que se extiende hacia
el N.N. )«raZadd por la carretera )huraia-Jusilla , parece ser
un valle de f Roture pues el ej e del valle re+si.tos divergen-
tes los bnzamientoe de la Solana de Sopalao , bastante confusos
y de la loma de Los Mochuelos, donde las calizas cretáceas se
inclinan 5 con buzauioato al O.RO• bastante uniformemente.
2.1 cambio la .::arte alta de la c afíada del Judio, á unos6 kan . al Sur de Jumilla, marca parcialmente, un sinclinal de
las capas calizas arrumbadas al 3.90• en este paraje . Resultabiar. áiacedo el lado occidental de este pliegue, pero su flan-
co oriental presenta fracturados los bandos oulrinantes• De
todos codos pareos indicado a qul el emplazamiento de un sondeo
de invsstigeoión hldroldgiort no muy profundo.
A juzgar por la inolinaci6n de lea o alizas en la
Solana de l.a ?usnte , del Pino, esta sierra debe verter sus
aguas hacia el Sur y 9aro este debiendo ir á r emires con
las aportadas por las sierras laterales de la Cagada del Ju-.
dio.
No se, ni con audz o el tbraino de Jumilla de los
peores dotados, en ornato 6 aguas eubvallveas y subterráneas
pues 6 mas de manantial es someros como el de aguas potables
relacionado con el afloramiento de o aliza triásima próxisc
á la sierras de las Cabras, y otros de menor importancia,
el sondeador Sr. Sanohez Madrid, ha ejecutado varias perfo-
- 70 -
raciones de las que las situadas en terrenos del Sr. Abollan y
Sociedad Ñórioa (ver corte 9) han dado de 5 á 8 litros por se-
gundo de agua ascendente y parece posible investigar agnaa prosa-
tlandas por medio del taladro *aplazado hacia el centro del sin+-
©linal, tah solo muy local en modo alguno extenso ni regular que
indios el o roquis.
Sin embargo , lo más práctico en este término oreemos
que es el alumbramiento de los mantos arenosos del cuaternario
y neogeno por medio de pozos poco profundos y galerías filtran-
tes de suficiente desarrollo , emplazadas preferentemente en los
estrechos de lo s salles.
La comarca de Yeola extremo HR,> de la provincia dfre-
oe bastante afinidad con la de Jusilla en cuanto á constitución
litológica y estratigrafioa, Son tambien del sistema oretaoeo
sus alineaciones montañosas varias de ellas continuación de las
de aquel término, y siguen igual rumbo medio estando tasbien
aquí, la galeralidad de estos montes destacados como i slotes, ea
medio de los llanos que forman las capas cuaternarias oca algu-
nas manchas de neogeno de escasa extensión.
Segdn consideramos en el r esuaen de datos pluviosétri-
cos ee este termino sin ser abundante, tan poco favorecido en
cuanto á cantidad de lluvia como los del Sureste de la provincia
la extrema irregularidad en el regimen de lluvias , dá lugar áque los largos periodos de sequía produzcan graves daños en loscultivos y prestan singular interés el estudio de su hidrologiasubterránea y á la posible aportación de aguas procedentes de lavecina región septentrional.
Rasgo de ainoular interésp que en sentido favorable,diferencia la hidrologia de este término respecto á las meridio-nales veoinas, es el siguientes
Las lineas iontaftosas cretáceas que á primera vistase presentas aisladas y á vedes hasta semejan islotes como queda
dicho , en realidad oontinuan hacia el Norte con las soatañas yaltas mesetas de la provincia de Albacete eb cuya región montaño-
sa son mucho más abundanres las lluvias y frecuente el r egiasnde nieblas . 31 terreno cretáceo presenta aquí potentes tramos
71
0211209* otros arenosos, algunos eonglomerado s y bajo ellos mar-
gas iapoeraeables. lo puede ni con ancho afirmarse que el buza-
miento feneral de estas capas sea hacia el Sur en cuyo caso aforo
tundo se hubiera feraato una gran cuenca artesiana bajo los coa-
pos N . B. de Murcia.Sin embargo , las a1ltiplee fisuras de estas calizas
permiten esperar que por ellas aflujia laoia gel Sur , considerable
caudal de agua santenido bajo la superficie pero no & gran pro-
fundidad por los niveles margososs Otra circunstancia que oree-
aos netamente favorable, es que á mas de las capas arcillosas
cretáceas observadas en varios parajes bajo las calizas que forma
los montes y los bancos detritieos intercalados , son tambien =&i-
serosos pequeños afloramientos algunos relativamente extensos co-mo el de Tecla y falda del aaranohe de margas irritadas triási-cas y esta formad da que debe servir de base principal del nivelaouifero alcanza gran desarrollo en término, de villana, provinciade Alhaaate y, apareciendo superficialmente aun antes del licite
oriental de la provincia de Murcia.
A continuación consigamos varios datos de la estra-tigrafia local, que obtuvimos en nuestro recorrido á través dela comarca y unidos á los antecedentes de anteriores estudios fv»-damentau las deduoiones finales.
Al norte y muy ceros, de la ciudad de Yeola, la sierra
dei Cuohillo muestra sus bancos palizas busando al 0. con unos359 de inclinación, mientras que la extensa llanura dilnviao
crunada por la carretera de Almansa , está formada por papas ga-
g enralment e arcillosas , con algún banco d etriti oo , de cantoscal izo s, intercalado; en ella se han perforado numerosos pozos,
á profundidades variables de 8 á 50 ms* sin salir del terrenode aoarr eo, algunos de los cuales no han dado ninguna agua y otroshan cortado escasos mento* freátioos . Esta llanura está limitadaal Y. por una serie de calinas , donde dominan las calizas are-
nosas transición á las molasas, que en su punto aás alto, diviso-ria con el llaaao de Almansa, se elevan á unos 33® as . sobre lallanura meridional . Observando desde estas calizas el Mugron deAlmansa, que cierra el panorama hacia el Norte, presenta sobre
72 -
la ciudad un gran escarpe de fractura y sus bancos calizos pare-
cen inclinarse al B.0.
Cruzando el borde septentrional del tibraino con direc-
oión al 0 . pasamos á la cabecera de la rambla del Pulpillo, re-
corrimos detenidamente los alrededores de la galería filtrante
y balsa de Don Maoedonio Vida, así como las del pozo "los Trein-
ta" 6 de la Sociedad el "Porgreso ". la galería filtrante de unos
100 mc * de longitud daba de 2 á 5 litros por segundo y su agua
procede (ver oorte . l0) del tramo de calizas fisuradas que aflo-
ran en la zona de Las Moratillas. Su boca está á unos 240 as. más
bajo que la de la cumbre de las colinas del limite septentrional
y é 90 as. sobre el vorde septentrional de la parte baja de la
ciudad, mientras que el brocal del pozo antes citada se haya haota
el centro de la Dañada y unos 8 astros inferior; segdn referon--
oias se llegó á este pozo sólo á 23 metros de profundidad y se
obtuvo caudal de 30 litros por segundo.
na el cabezo Arabi que forma la ladera NO. de e eta ram-
bla y dista unos 17 k®s* de la ciudad se presente aa la base e±•-
tenso tramo margoso y luego ascendiendo afloran areniscas con-
glomerados y areniscas groseras que forman la cumbre buzando
suavemente al 5.0.
Ba el borde Y. de la provincia y término , la carretera
de aaudete corta el circo de colinas cretáceas con mucho menos
cota que la de ilmanda á unos 140 as . sobre la vega del borde de
Tecla . A ambos la uo s del camino los bancos calizos sobre los cua-
les viene uncoonolomerado de gruesos elementos, aparecen suave-
ment e plegados con buzamientos dominantes de 20 á 252 al Norte,
es decir, concordando con los de la sierra de Santa Barbara.
Por el contrario las oolinas situadas al N. de la Encina, tiene
sus estratos inclinados jaoia el sur, así es que parecen formar
con los de la linde de Murcia de buzamiento opuesto á un plie-
gue sinclinal bajo la Encina y Caudete.
- 73 -
Al recorrer la zona :mur de constitución muy semejaal>-
te á la ya descrita observamos que las colinas del corral y Se-
rratejo, alineadas de 0. 20e S. A E. 202 A. muestran sus estra-
tos perpendiculares A esta linea de oumbrea y buzando de 452 á 50
al 0.90. casi identioa es la estratifioaoión de la vecina sierra
de Sal inas, donde los bancos calizos se presentan algo más plega-
doce En la gran llanura cuaternaria que se extiende al S.O. de
las de la Pava t del Buey, cerrada al 0. por la sierra de Ense-
dio y al S• por el Serral y estribaoiones del Uarohe, las aguas
superficiales recorren en aireación poniente y esta maroadisima
amplia cuenca topográfica parco* á primera vista ofrecer gran
inter4e hidrológico.
No es así sin embargo , pues lao capas muy inclinadas
del Serral , buzan al 0. S0. mientras que las restantes sierras
del borde de la cuenca tópográfica presentan como Ma frecuente
los buzamientos N0 con inclinación de 20 & 35! y mdltiples
pequaffos pliegues sobre todoa lu sierra de medio 6 las Ciase-
llejas . De existir aquí aaaanto acuífero profundo no seria rega-
lar sino sasbirdinado A las fracturas del cretáceo y represado
por las margas inferiores.
Sin entrar á uesoribir los yacimientos de aguas potables
antiguos , la Qaahadillaa , San Isidro , Santa María, Agua principal,
ni aun el de la Sociedad Pascual Garoia o de la Maneta, en
cariada del Pulp illo, que es el mas importante y ha sido objeto
de núl.tiples estudios, cona;roversias y litigios consignaremos
sólo las oarecteristioas esenciales de este ultimo alumbramienr
to. El pozo de Sean Pascual , bien emplazado hacía el o antro 6 eje
de un estrechamiento de la rambla al cabos* á poco más de 20 as*
de profundidad el importante manto acuífero correspondiente á un
banco de o ongloaeraados de gruesos elementos obteniendo un caudal
de 90 litros por segundo que elevó á 125 y aún á 140 mediante
la pe rforaoi6n de una galería en la parte filtrante u en reali-
dad sólo de oonduocidn A lo largo de casi todo su recorrido cer-
ea de 4 kan . puesto que se halla revestida y resalta en gran par-
te oaapermeable.
-74-
Rete agua no es surgente siendo elevada por motores y
utilizada para riego de grandes extensiones de las vegas. Su agro
veohamiento por afectar al "Agua Principal" di6 lugar d enoona-
dos litigios hoy ya resueltos.
En la cavada del Mortero á 2 kan. hacia el B. de la
ciudad, se encuentra el importante venero del pozo Santiago. Se-
te pozo circular de 2,10 me. de diámetro , cortó á los 40 mse
bajo la superfíois caudal de aguas de unos 80 litros por segun-
do, no artesiana sino elevada por bomba centrifuga con motor
eléctrico , bien instalada en su fondo. El oospleto éxito de es-
te pozo puede consideraras hasta cierto punto casual, puesto
que el agua no afluye formando manto, sino por ancha grieta del
conglomerado dirigida de N. 6 S. aproximadamente y muy inclina-
da donde la cortan el pozo y la o4maraa de bombas . Tuvo mérito
sih embargo , la localización del pozo pues es buscaba el banco
del conglomerado grueso que fué encontrado bajo 13 metros de
terreno arcilloso del lecho de la cavada y se aorta en otros 27
metros de potencia aparente por medio del pozo y cámara de bom-
beo donde la grieta de alimentación aparece muy clara continuan-
do adn más abajo de dicha cámara.
Los estratos del cerro del Castillo en cuya cumbre se
halla dominando la i:iudad. ia`l Santuario de la Virgen de la Con-
oepaión , buzan unos 309 el Norte; cortaran pues transversalmente
6 la oaúada del Mortero, o Broa del pozo Santiago , y merece oi-
torae en úioho cerro del Castillo á media ladera, se presenta un
tramo de conglomerado intercalado en los banoos de oalizas fila-
rad&e.
Creemos que el o audal de aguas subterráneas utilizado
en los campos de Peala es suoeptible de aumento siguiendo el sis-
eo sistema actual de pozos de escasa profundidad y galerías fil-
trantes, en el tramo de conglomerados prosimos á los 20 6 25
md* de profundidad pero mejorando el trazado de éstos segdn
vxientaoiones más lógicas p eap endioulares á los ejes de las ram-
blas y buscando contactos del cuaternario y nosozoioo .- Nos pare-
cen suceptibles de más amplio aprovechamiento las oa~del Pul-
w 75 -
-33041pillo y del Mortero, slegdn el indicado sistema y para inveati-
gaoión por sondeos más profundos o7.ngireaos esta titiaa oafiada
y la parte orienta! de la llanura cuy, rodean las sierras de
la Pava, del Buey, Rl 3erral y Gamell.ejas.
C O NC L U s I© N33
14.- Jan los datos pluvioaétrioos que quedan consignados, resal-
ta dende luego , la extrema escasez de lluvias en la mayor par-
te de la provincia, singularmente en sus zonas m.ridionales.
Unido á la elevada temperatura media favorable á la evaporar
oión y á la gran superficie que ocupen los terrenos irperaea-
blee así como lar areza así ausencia, de estructuras bien defi-
nidas Domo cuencas artesianas aparece evidente la dificultad
y dudoso éxito de la investigación de aguas subterráneas.
2s.- A pesar de ello, las misres razones de o lata y de escasea
de agua eu)erfici a 1, el treaen el Inter és de alumbrar algunos
caudales de agua. subt ervénem que en el suelo y bajo el sol de
barcia, ban aloanLado y aioanwarian en lo futuro muy alto va-
lor. Por ello, resalta indioado estudier é investigar detalla-
damente en las zonas donde la geológia indique alguna probabill
dad de éxito.
3$.- En el osapo de Cartagena el sondeo de Albujon y la proyso-
toda prolongaoid a del de torre Paoheco, llebados ambos hasta
800 á más metros de profundidad , y de resultado dudoso á nues-
tro juicio, será de gran interés para alarar la estructura pro-
funda1fa supuesta cuenca artesiana . Tal vea-se trato sólo de
una pequeña semi-ouenoa abierta hacia el mar honor limitada
á la zona baja próxima d aras orillas, pero es vero símil acep-
tar coro posible y tratar de investigar la e zistencia de algun
otra pequeña cuenca.